TALLER DE KARAOKE EN UNIDAD DE HOSPITALIZACIÓN BREVE

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TALLER DE
KARAOKE EN
UNIDAD DE
HOSPITALIZACIÓN
BREVE
Lorena Delgado Donoso
Lucía Aparicio Abad
Mª del Carmen Díaz Sánchez
Jesús Olea Ferreras
1
INTRODUCCIÓN
La música representa un lenguaje universal, al que todo ser humano puede
acceder, independientemente de su raza, cultura o lugar en el que viva. Es
capaz de provocar multitud de emociones y sirve como vehículo para
expresarlas.
Para definir la musicoterapia es necesario tener en cuenta su carácter
multidisciplinar, son muchas las ciencias que la incluyen como parte de su
práctica, entre ellas la enfermería. Son muchos los autores que han dedicado
parte de su quehacer profesional a investigar sobre la musicoterapia y darle
una definición. De forma general, la Asociación Americana para la
Musicoterapia la define como una disciplina en la que la música se utiliza
dentro de una relación terapéutica para atender las necesidades físicas,
emocionales, cognitivas y sociales de los individuos. A través de la
participación musical en el contexto terapéutico, las capacidades de los
pacientes se fortalecen y se transfieren a otras áreas de sus vidas. También
representa una vía de comunicación que puede ser útil para aquellas personas
que tienen dificultades para expresarse. La investigación en musicoterapia
pone de manifiesto su eficacia en diversas áreas, entre ellas la facilitación de la
expresión emocional (1).
La música como medio terapéutico es tan antigua como el hombre mismo. Las
civilizaciones primitivas la utilizaban como defensa a lo desconocido en sus
rituales. De forma escrita, los registros más antiguos se sitúan en la época de
los grandes pensadores griegos: Platón y Aristóteles. Más adelante se han
estudiado los efectos de la música en diversos problemas humanos: Ibn Baya
(S. XI) habla de los efectos de la música en el alma humana, capaz de
modificar sus sentimientos, pasiones y afectos. En el siglo XVI, Gioseffo Zarlino
compara la música con la medicina, y afirma que la primera es capaz de
restaurar la salud de los enfermos. Durante el barroco, las investigaciones de la
terapia musical se centraron en despertar las emociones. Robert Burton utilizó
la música en el tratamiento de la melancolía. En el siglo XX se observó que la
utilización de la música en soldados de guerra producía efectos beneficiosos en
ellos, lo que llevó a médicos y enfermeras a solicitar los servicios de los
músicos. Existen escritos sobre los efectos de la música en el ser humano
durante toda la historia (1) (2). En España se han realizado varios estudios
sobre la aplicación de la musicoterapia, también en la salud mental. Uno de
ellos es una intervención de terapia musical en el Hospital Universitario
Príncipe de Asturias en la que se plantean la terapia musical como factor
reductor de la ansiedad en los pacientes esquizofrénicos a través de un plan de
atención de enfermería (3).
También fuera de España se han estudiado los efectos de la música en los
pacientes con enfermedad mental. De Sousa et al hablan de que la música se
2
usa frecuentemente para curar la depresión, y aunque en la actualidad se usa
tanto para enfermedades orgánicas como psiquiátricas, es escasa la evidencia
al respecto, sobre todo en el campo de la psiquiatría. En este estudio describen
los tipos de terapia musical y sus usos, destacando la disminución de la
agitación, la disminución del aislamiento social y combatir la depresión como
principales usos de las terapias musicales. Como conclusión señalan que
incorporar la terapia musical en los programas terapéuticos de psiquiatría
puede ayudar a acelerar la recuperación y a hacer la terapia una experiencia
positiva para el paciente (4).
Por otro lado, Ulrich y colaboradores se plantean examinar la efectividad de la
terapia musical en el aumento del contacto interpersonal, la disminución de
síntomas negativos y mejorar la calidad de vida en los cuidados de pacientes
con esquizofrenia en el contexto europeo. Para ello mediante un muestreo
aleatorizado crearon dos grupos: uno al que se prestan cuidados habituales y
otro al que se prestan cuidados habituales y terapia musical. El contenido de la
terapia musical fueron 7,5 sesiones de media por paciente y consistían en tocar
instrumentos, cantar y realizar grupos de discusión. Una cuestión importante en
este estudio fue fomentar las interacciones sociales y aprender a afrontar
problemas en la interacción social; el principal enfoque fue aprender cómo
trabajar con otros en un grupo, lo cual nos parece apropiado incluir en nuestro
estudio. Este grupo de investigadores concluyen que, igual que en estudios
anteriores que consultaron, disminuyen los síntomas negativos de los pacientes
y aumenta el contacto interpersonal entre ellos. No obtienen conclusiones
sobre el aumento de la calidad de vida. Añaden que a pesar de las escasas
sesiones ha habido cambios, lo que sugiere la potencia de la intervención (5).
Otro estudio que cabe mencionar es el que realizan profesionales japoneses
sobre la terapia de karaoke en la rehabilitación de enfermos mentales. Se
plantean medir la eficacia de dicha terapia y su implicación en la rehabilitación
de pacientes psiquiátricos. Para medir estos resultados utilizan la escala
NOSIE, que es una escala enfermera que mide sintomatología psiquiátrica. Sí
obtienen diferencias en cuanto a disminución de la ansiedad y aumento del
contacto social, además el grupo de karaoke puntuaba más en el ítem
“comienza una conversación”. Añaden que ha sido una muestra escasa y un
tiempo pequeño, lo que también refleja la potencia de la intervención (6).
Desde el punto de vista de la enfermería la música se usa para prestar
cuidados desde el inicio de la profesión. Florence Nightingale ya habló del
efecto terapéutico de la música y lo utilizó en sus conocidos cuidados a los
soldados de la guerra de Crimea; reconocía a la música como parte de un
entorno favorable para la salud (7). En la taxonomía enfermera, la
musicoterapia está recogida como intervención propia para el profesional de
enfermería, con el código 4400. Se define como la utilización de la música para
ayudar a conseguir un cambio especifico de conductas, sentimientos o
3
fisiológico. Esta intervención se puede utilizar para cumplir objetivos
enfermeros y resolver así los diagnósticos enfermeros planteados. En el caso
del trastorno mental grave es común plantearse en el plan de cuidados de
enfermería los diagnósticos aislamiento social y trastorno de los procesos del
pensamiento. El primero se define como soledad experimentada por el
individuo y percibida como negativa o amenazadora e impuesta por otros; el
segundo, trastorno de las operaciones y actividades cognitivas.
Para la resolución de estos diagnósticos enfermeros podríamos plantearnos
criterios de resultados comunes, los que hemos incluido son los siguientes:
concentración, bienestar personal, equilibrio emocional, habilidades de
interacción social y participación en actividades de ocio. Para lograrlos una de
las intervenciones enfermeras podría ser musicoterapia que es lo que hemos
considerado en el presente estudio (8) (9) (10).
Por otra parte, el término de paciente mental crónico se utiliza para hablar de
un gran número de pacientes que padecen una enfermedad mental de larga
duración. Por ello, encontramos bajo este nombre un grupo grande y
heterogéneo de pacientes con características y necesidades muy diferentes.
Como la palabra cronicidad tiene un tinte estigmatizante en el mundo de la
psiquiatría, se utiliza en su ligar el término Trastorno Mental Severo (TMS) para
hablar de trastornos mentales graves de larga duración acompañados de
discapacidad y disfunción social. Se han realizado múltiples definiciones de
este grupo de trastornos mentales, pero actualmente la más aceptada es la que
propone el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos en 1987, que
enuncia que en cuanto al diagnóstico, el TMS incluye trastornos psicóticos y
trastornos de personalidad, tienen una duración superior a dos años y se
caracteriza por la existencia de disfunción moderada o severa de
funcionamiento global (se refiere a disfunción del funcionamiento laboral, social
y familiar) (11).
En la Unidad de Hospitalización Breve del Hospital Universitario Infanta Cristina
hace unos años comenzó a evaluarse los efectos de la terapia de karaoke en
los pacientes ingresados. Comenzaron a observar que aumentaba el contacto
social de los mismos. En el presente estudio nos proponemos establecer una
terapia de karaoke como parte de los cuidados de la unidad y evaluar su
eficacia en los pacientes con TMG. Nos hemos propuesto valorar la eficacia de
la misma cuando es propuesta por el personal y la eficacia cuando son los
pacientes quienes piden realizar la actividad.
OBJETIVOS
General:
Evaluar la eficacia de la terapia de karaoke propositiva versus la terapia de
karaoke a demanda por los pacientes.
4
Específicos:
Aumentar la interacción social de los pacientes.
Aumentar las actividades recreativas de los pacientes ingresados en UHB.
Favorecer la expresión de sentimientos y emociones.
Incrementar la comunicación.
Mejorar la calidad asistencial percibida por los pacientes.
MATERIAL Y MÉTODO
Para realizar este estudio se han incluido los pacientes ingresados en la UHB
de Psiquiatría del Hospital Universitario Infanta Cristina en el momento de la
realización de las sesiones. El rango de edad comprende de los 18 a los 77
años. Sólo se han excluido del estudio los pacientes que no querían participar
en las sesiones y los pacientes que en el momento de la actividad se
encontraban en inmovilización terapéutica. Los diagnósticos de los pacientes
incluidos en el estudio han sido: esquizofrenia, trastorno esquizoafectivo,
trastorno bipolar, ideación autolítica.
Las sesiones han sido realizadas por la terapeuta ocupacional de la unidad y
un enfermero. Montamos el equipo (formado por mezclador de karaoke, dos
micrófonos, DVD y pen drive con las pistas) en la sala de TV de la unidad. La
sesión la dirigen los pacientes, ellos participan de forma voluntaria en las
mismas si bien animamos a los pacientes que se muestran más inactivos. Al
finalizar se mantiene una conversación con los pacientes con el fin de que
puedan expresar qué les ha parecido la sesión y qué sentimientos se han
originado.
Se han realizado un total de 16 sesiones de Karaoke propuesta por el personal
y 7 a petición de los pacientes. Durante las sesiones se ha procedido a rellenar
la escala de valoración de enfermería NOSIE (12) (anexo 1). Esta es una
escala que consta de 30 ítems que miden sintomatología psiquiátrica, la
mayoría sintomatología tanto positiva como negativa de la esquizofrenia. De los
30 ítems hemos hecho una selección, eliminando uno de ellos y
reorganizándolos en grupos creando subescalas (anexo 2). También se ha
pasado la escala de terapia ocupacional COTE.
En cuanto a los planes de cuidados de enfermería, para resolver los
diagnósticos planteados para estos pacientes en la introducción se ha
propuesto la musicoterapia como intervención enfermera. Para medir la
5
consecución de los objetivos, que son concentración, habilidades de
interacción social y participación en actividades de ocio hemos creado escalas
de medida (indicadores) que también se han completado durante las sesiones
(anexo 3).
El tipo de estudio realizado es un descriptivo transversal. En el momento
actual, los datos cuantitativos están analizándose en el paquete estadístico
SPSS.
RESULTADOS
Actualmente nos encontramos en la fase de análisis de datos cuantitativos pero
hay datos observacionales obtenidos que podemos considerar:
- Los talleres de karaoke aumentaron la interacción social entre los pacientes,
se produjo un mayor contacto entre ellos, hacían dúos y se animaban unos a
otros a participar. A medida que íbamos realizando sesiones los pacientes
participaban más, ya conocían la actividad y estaban más motivados con el
ella, incluso lo pedían.
- Potenciaron la relación entre los profesionales que hemos realizado las
sesiones y, también, facilitaron el trabajo en equipo.
- Aumentó la seguridad de los pacientes al enfrentarse a un grupo y la cohesión
grupal, se tenían en cuenta unos a los otros en los talleres.
- Ayudaron a fomentar las actividades recreativas de los pacientes ingresados.
- Propició un ambiente relajado. Los pacientes se mostraban tranquilos,
animados, sin signos aparentes de ansiedad.
- Permitió desarrollar la expresión corporal y oral y permitió trabajar
componentes cognitivos y motrices.
- Los pacientes con diagnóstico del espectro psicótico son los que dirigen la
mayoría de las sesiones.
- En dos ocasiones, dos pacientes con trastorno disociativo fueron capaces de
mantener unos minutos la concentración en la música.
- Por otro lado, los pacientes con episodios maniacos realizan funciones de
“técnicos de sonido” durante los talleres.
- Sesiones propuestas por el personal a las que inicialmente no muestran
interés terminan siendo productivas y animadas.
- Elevada participación y motivación.
- Canciones sobre el amor, la tristeza y la soledad fueron las más reproducidas.
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CONCLUSIONES
Una de las conclusiones más llamativas de este estudio es que en la mayoría
de las sesiones los pacientes que la dirigen y que se muestran más
participativos son los pacientes con diagnóstico de psicosis (que a su vez son
los que suelen estar más aislados durante el ingreso). Además, los pacientes
en fases maniacas suelen ser menos participativos de lo esperado en este
taller. Estos dos datos nos pueden sugerir la necesidad de los pacientes con
trastornos psicóticos de comunicarse, utilizando la música como vehículo
facilitador de la misma. También de la capacidad de pacientes maniacos de no
llenar este espacio y poder recoger los sentimientos del grupo.
Hemos observado que durante esta actividad son pocos los pacientes que se
quedan al margen, la mayoría participan ya sea de forma más o menos activa.
Esto nos lleva a pensar la necesidad de los pacientes de realizar actividades en
las que se sientan acogidos y menos dirigidos por el personal, donde pueden
ser ellos quienes decidan la medida y la forma en la que participan.
Para el personal también, es una experiencia enriquecedora. A veces, el
personal participa junto con los pacientes porque así lo solicitan y, para
conseguir un mejor funcionamiento en pacientes que necesitan apoyos, lo cual
ayuda a mejorar la relación con el paciente, a reforzar la alianza terapéutica y a
conocer mejor sus emociones para aumentar la calidad de los cuidados
prestados.
La actividad fomenta las relaciones sociales y el contacto interpersonal de
estos pacientes, lo cual ayuda a resolver el diagnóstico enfermero de
aislamiento social planteado dentro de los cuidados generales de los pacientes
ingresados en esta unidad. Podría introducirse dentro de los cuidados
habituales prestados en la unidad como intervención enfermera para aumentar
la calidad de los mismos y como parte de ayuda en la resolución de este
diagnóstico de enfermería. Además, este taller concede a los pacientes una
oportunidad distinta de relacionarse con el resto y de ser parte activa de un
grupo, lo cual genera en el paciente una nueva herramienta en habilidades
sociales y una nueva experiencia de contacto con el otro que puede aumentar
su destreza y podría generar mejoras en las relaciones sociales en la vida
diaria puesto que en cada sesión el grupo varía debido a las altas y a los
ingresos producidos.
Hemos observado que tras conocer el taller los pacientes lo demandaban, lo
cual nos lleva a pensar que hemos dotado a los pacientes de un espacio
diferente en el que se sienten cómodos y seguros, fomentando la cohesión
grupal y el sentimiento de pertenencia al grupo.
Se han expresado a través de las canciones sentimientos que los pacientes, en
general, no solían compartir con enfermería en otros contextos, parece que
esta actividad sirve como facilitadora de sentimientos retenidos, permitiendo
7
compartirlos de otro modo con el personal. Esto a su vez nos ha ayudado a
conocer mejor a los pacientes y a abrir una nueva vía de comunicación sobre
estos temas, reforzando la relación profesional-paciente.
Encontramos dificultades ya que es un grupo heterogéneo, que cambia
continuamente debido a las altas y a los ingresos que se producen. Cada
componente del grupo presenta a su vez, diferentes ritmos de tarea y/o
actividad, debido a la evolución del cuadro agudo que presenta. Incluso varios
pacientes participaron en distintos talleres, no mostrándose siempre igual
durante los mismos.
8
BIBILIOGRAFÍA
(1): MusicTherapy.org [Internet]. Silver Spring MD: American Music Therapy
Association;
c1998-2016
[citado
el
28
Ene
2016]
Disponible
en:
http://www.musictherapy.org/
(2): Isep.es [Internet]. Madrid: Instituto Superior de Estudios Psicológicos; c1984-2016
[citado
el
28
Ene
2016]
Disponible
en:
http://www.isep.es/wpcontent/uploads/2014/03/La-Musicoterapia-Como-Herramienta-Psicoterapeutica.pdf
(3): Del Rosario ME, Alonso MB, Álvarez EM, Garcia M, Recio S, García S. La terapia
musical como apoyo al tratamiento de la esquizofrenia. Diseño de intervención.
(4): De Sousa A. The role of music therapy in psychiatry. Altern Ther Health Med. 2005
Nov-Dec; 11 (6): 52-3.
(5): Ulrich G, Houtmans T, Gold C. The additional therapeutic effect of group music
therapy for schizoprenic patients: a randomized study. Acta Psychiatr Scand. 2007
Nov; 116 (5): 362-70.
(6): Leung CM, Lee G, Cheung B, Kwong E et al. Karaoke therapy in the rehabilitation
of mental patients. Singapore Med J. 1998 Apr; 39 (4): 166-8.
(7): Nightingale F. Notas sobre enfermería. Barcelona: Salvat; 1990.
(8): NANDA internacional (2010). Diagnósticos enfermeros: definiciones y clasificación.
Madrid: Elsevier. 2009-2011.
(9): Moorhead S et al. Clasificación de resultados enfermería (NOC) 4ª ed. Madrid.
Elsevier, 2008.
(10): Bulecheck G, Butcher H, McCloskey J. Clasificación de Intervenciones de
Enfermería NIC. 5ª edición. Madrid: Mosby. 2009.
(11): Asociación Española de Neuropsiquiatría. Rehabilitación psicosocial del trastorno
mental severo. Situación actual y recomendaciones. Cuadernos técnicos. Madrid:
2002.
(12): Lyall D, Hawley C, Scott K. Nurses’ Observation Scale for Inpatient Evaluation:
reliability update. Journal of advanced Nursing. 2004 46(4): 390-394.
(13) Guzmán Pérez, J. Mi grata experiencia con el Karaoke en Salud Mental. Revista
Enfermería Docente 2011; 95: 31-33 (2)
9
ANEXO 1: ESCALA NOSIE
1. Es descuidado.
2. Es impaciente.
3. Llora.
4. Muestra curiosidad e interés en actividades de su alrededor.
5. Se sienta a menos que se le dirija a la actividad.
6. Se enfada o irrita fácilmente.
7. Escucha voces.
8. Mantiene sus cosas limpias.
9. Intenta ser amigable con otros.
10. Llega a ser molesto si algo no se adapta a él.
11. Rechaza hacer las cosas normales que se esperan de él.
12. Es irritable y malhumorado.
13. Tiene dificultad en recordar.
14. Rechaza hablar.
15. Se ríe o sonríe con bromas o eventos graciosos.
16. Es desordenado en las comidas.
17. Comienza una conversación con otros.
18. Dice que se siente triste o deprimido.
19. Habla sobre sus intereses.
20. Ve cosas que no están
21. Tiene que recordar qué hacer.
22. Se duerme a menos que se le dirija a una actividad.
23. Dice que no es bueno.
24. Se le tiene que dirigir para seguir las rutinas del hospital.
25. Tiene dificultad en completar incluso tareas sencillas.
26. Habla, balbucea o murmura con él mismo.
27. Es lento moviéndose o vago.
28. Se ríe con él mismo sin razón aparente.
29. Se mantiene limpio.
Se mide con una escala tipo Likert de 0 a 4, siendo 0 lo menos posible y 4 lo
más posible.
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ANEXO 2: ESCALA NOSIE – SUBDIVISIÓN ESCALAS
 Competencia social:
o 11 “rechaza hacer las cosas normales que se esperan de él”.
o 13 “tiene dificultad en recordar”.
o 14 “rechaza hablar”.
o 21 “tiene que recordar qué hacer”.
o 23 “dice que no es bueno”.
o 24 “se le tiene que dirigir para seguir las normas del hospital”.
o 25 “tiene dificultad para completar incluso tareas sencillas”.
 Interés social:
o 4 “muestra curiosidad e interés en actividades de su alrededor”.
o 9 “intenta ser amigable con otros”.
o 15 “sonríe o se ríe con bromas o eventos graciosos”.
o 17 “comienza una conversación con otros”.
o 19 “habla sobre sus intereses”.
 Higiene:
o 1 “es descuidado”.
o 8 “mantiene sus cosas limpias”.
o 16 “es desordenado en las comidas”.
o 29 “se mantiene limpio”.
 Irritabilidad:
o 2 “es impaciente”.
o 3 “llora”.
o 6 “se enfada o irrita fácilmente”.
o 10 “llega a ser molesto si algo no se adapta a él”.
o 12 “es irritable y malhumorado”.
o 18 “dice que se siente triste o deprimido”.
 Psicosis:
o 7 “escucha voces”.
o 20 “ve cosas que no están”.
o 26 “habla, balbucea y/o murmura con él mismo”.
o 28 “se ríe con él mismo sin razón aparente”.
 Retardo/latencia:
o 5 “se sienta a menos que se le dirija a una actividad”.
o 22 “se duerme a menos que se le dirija a una actividad”.
o 27 “es lento moviéndose o vago”.
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ANEXO 3 – INDICADORES ENFERMEROS
 Objetivo enfermero: Concentración; Indicadores propuesto:
1
2
3
4
5
Es capaz de leer la letra de las canciones
Es capaz de seguir el ritmo de la música y cantar.
1 es la menor puntuación y 5 la máxima.
 Objetivo enfermeros: Habilidades de interacción social
participación en actividades de ocio; Indicadores propuestos:
1
2
3
4
y
5
El paciente acude al grupo
Acude de forma animada
Interviene y participa de forma voluntaria
Anima a sus compañeros a participar
Participa cuando no es su turno (sigue las letras,
baila, da palmas…)
Comenta temas relacionados con la sesión
Se sitúa cerca de los demás
1 es la menor puntuación y 5 la máxima.
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