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INICIATIVA DEL SEN. JUAN ALEJANDRO FERNÁNDEZ SÁNCHEZ NAVARRO, DEL GRUPO
PARLAMENTARIO DEL PARTIDO ACCIÓN NACIONAL, CON PROYECTO DE DECRETO QUE
ADICIONA LA FRACCIÓN XIII BIS AL ARTÍCULO 3° Y SE REFORMA LA FRACCIÓN I BIS DEL
ARTÍCULO 119 DE LA LEY GENERAL DE SALUD.
El suscrito, Juan Alejandro Fernández Sánchez Navarro, Senador de la República del Congreso General de la
Unión en la LXIII Legislatura, integrante del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional, con fundamento
en lo dispuesto por los artículo 71 fracción II de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; así
como por los artículos 8° fracción I, 164 numeral 1, 169, 172 y demás aplicables del Reglamento del Senado de la
República someto a consideración de esta Honorable Soberanía, la siguiente Iniciativa con Proyecto de Decreto
que adiciona la fracción XIII Bis al artículo 3 y se reforma la fracción I Bis del artículo 119 de la Ley
General de Salud, al tenor de la siguiente:
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
El cáncer se origina cuando las células en el cuerpo comienzan a crecer en forma descontrolada. Las células en casi
cualquier parte del cuerpo pueden convertirse en cáncer y pueden extenderse a otras áreas del cuerpo. Respecto del
cáncer de piel, las radiaciones ultravioleta, y en particular las solares, provocan todos sus principales tipos: el
carcinoma basocelular, el carcinoma espinocelular y el melanoma[*] .
La piel es el órgano más grande del cuerpo que tiene diferentes funciones entre las que destacan:
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Recubre los órganos internos y ayuda a protegerlos de lesiones
Sirve de barrera a los gérmenes, como las bacterias
Evita la pérdida excesiva de agua y de otros líquidos
Ayuda a controlar la temperatura corporal
Protege el resto del cuerpo de los rayos ultravioleta (UV)
Ayuda al cuerpo a producir vitamina D
La piel tiene tres capas: la epidermis, la dermis y la hipodermis. Siendo en las células de la epidermis –la capa
superior– donde se presentan los principales tipos de cáncer mencionados. Los cánceres de células basales y de
células escamosas son por mucho los más comunes de cáncer de piel. Ambos cánceres se detectan principalmente
en las partes del cuerpo expuestas al sol, tales como la cabeza y el cuello. Estos cánceres se relacionan fuertemente
con la exposición solar que haya tenido una persona a lo largo de su vida.
Aunque estos tipos de cáncer de piel tienen una probabilidad mucho menor de propagarse a otras partes del cuerpo,
resulta importante encontrarlos y tratarlos a tiempo ya que de no ser atendidos, pueden crecer más e invadir los
tejidos y órganos cercanos.
Por su parte, los melanomas son cánceres que se originan de los melanocitos, las células que producen el pigmento
marrón que le da a la piel su color. Los melanomas pueden ocurrir en cualquier parte del cuerpo, pero son más
propensos a comenzar en ciertas áreas. El sitio más común en los hombres es en el torso (pecho y espalda). En las
mujeres, las piernas son la parte donde se presentan con más frecuencia. El cuello y el rostro son otros sitios
comunes donde se origina el melanoma. Los melanomas no son tan comunes como los cánceres de piel de células
basales y de células escamosas, pero pueden ser mucho más graves. Al igual que el cáncer de células basales y de
células escamosas, el melanoma es casi siempre curable en sus etapas iniciales. No obstante, si no se atiende, el
melanoma tiene una probabilidad mucho mayor de propagarse a otras partes del cuerpo (donde es muy difícil de
tratar).
La exposición a la radiación ultravioleta (UV) es el factor de riesgo principal para la mayoría de los cánceres de
piel. La luz solar es la fuente principal de la radiación ultravioleta. Las lámparas y camas bronceadoras también son
fuentes de radiación ultravioleta. Las personas que se exponen mucho a los rayos UV procedentes de estas fuentes
tienen un mayor riesgo de cáncer de piel[*] .
Hay tres tipos principales de rayos UV:
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Los rayos UVA envejecen a las células de la piel y pueden dañar el ADN de estas células. Estos rayos están
asociados al daño de la piel a largo plazo tal como las arrugas, pero también se considera que desempeñan
un papel en algunos tipos de cáncer. La mayoría de las camas bronceadoras emiten grandes cantidades de
UVA que según se ha descubierto aumentan el riesgo de cáncer de piel.
Los rayos UVB tienen un poco más de energía que los rayos UVA. Estos rayos pueden dañar directamente
al ADN de las células de la piel, y son los rayos principales que causan quemaduras de sol. Asimismo, se
cree que causan la mayoría de los cánceres de piel.
Los rayos UVC tienen más energía que otros tipos de rayos UV, pero no penetran nuestra atmósfera y no
están en la luz solar. No son normalmente una causa de cáncer de piel.
Tanto los rayos UVA como los UVB pueden dañar la piel y causan cáncer de piel, la potencia de los rayos UV que
llega al suelo depende de un número de factores, tales como:
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Hora del día: los rayos UV son más potentes entre 10 a.m. y 4 p.m.
Temporada del año: los rayos UV son más potentes durante los meses de la primavera y el verano. Este es
un factor menos importante cerca del ecuador.
Distancia desde el ecuador (latitud): la exposición a UV disminuye a medida que se aleja de la línea
ecuatorial
Altitud: más rayos UV llegan al suelo en elevaciones más altas.
Formación nubosa: el efecto de las nubes puede variar, ya que a veces la formación nubosa bloquea a
algunos rayos UV del sol y reduce la exposición a rayos UV, mientras que algunos tipos de nubes pueden
reflejar los rayos UV y pueden aumentar la exposición a los rayos UV. Lo que es importante saber es que
los rayos UV pueden atravesar las nubes, incluso en un día nublado.
Reflejo de las superficies: los rayos UV pueden rebotar en superficies como el agua, la arena, la nieve, el
pavimento, o la hierba, lo que lleva a un aumento en la exposición a los rayos UV.
El grado de exposición a la luz ultravioleta que una persona recibe depende de la intensidad de los rayos, del
tiempo que la piel ha estado expuesta y de si ésta ha estado protegida con ropa o bloqueador solar.
Las personas que viven en áreas donde están expuestas todo el año a la luz solar intensa tienen un mayor riesgo de
cáncer de piel. Pasar mucho tiempo a la intemperie por motivos de trabajo o recreación sin protegerse con ropa y
bloqueador solar aumenta el riesgo.
Las quemaduras frecuentes en la niñez pueden aumentar el riesgo de algunos tipos de cáncer de piel muchos años o
incluso décadas después, ya que la exposición al Sol es acumulativa, esto significa que el daño que causamos en
cada exposición queda ‘grabado’ en la memoria o genes de las células. Con el paso del tiempo se manifiesta el
daño en la piel en diversos síntomas como la aparición de manchas, arrugas, queratosis solares y, en el peor de los
casos, el cáncer de piel.
Por lo anterior, expertos aseguran que la infancia es el periodo idóneo para establecer hábitos que aprendan los
pequeños para protegerse ante la radiación solar, ya que el 80% de la radiación solar que recibimos a lo largo de
nuestra vida se adquiere en la infancia y la adolescencia por ser la época en la que realizamos más actividades al
aire libre.
Al respecto, la Fundación Mexicana para la Dermatología (FMD) reveló que la exposición solar diaria que reciben
los niños durante los descansos en la escuela asciende a 47% por lo que recomienda disminuir las actividades al
aire libre en los periodos centrales del día y fomentar que los estudiantes se mantengan bajo la sombra así como el
uso de bloqueador y ropa que cubra las extremidades para reducir la exposición a la radiación ultravioleta de
manera directa.
Debido a la relación causal de la radiación solar con el cáncer de piel, en diversas partes del mundo se han
establecido campañas orientadas a reducir su impacto sobre poblaciones susceptibles.
La incidencia de cáncer de la piel está aumentando en todo el mundo conforme la gente de piel blanca va en busca
del sol para broncearse sin caer en la cuenta de los riesgos que ello entraña. Sarah Cumberland y Claudia Jurberg
informan sobre la manera como Australia y el Brasil están haciendo frente a este problema de salud[*] .
Brasil:
Durante los diez últimos años, en un día de noviembre más de 1500 médicos se lanzan a las calles y las playas del
Brasil para sumarse a la lucha contra el cáncer de piel. La Campaña Nacional para Prevenir el Cáncer de Piel, de
periodicidad anual, moviliza a los brasileños para que concurran a alguno de los millares de consultorios
ambulantes habilitados en tiendas de campaña que se colocan en las playas y las plazas principales de centenares
de ciudades de todo el país para hacerse un examen de la piel y aprender más acerca de cómo prevenir este tipo de
neoplasia.
En 2008, la campaña, organizada por la Sociedad Brasileña de Dermatología, atrajo a más de 40 000 personas, lo
que representó un aumento de 40% con respecto al año precedente. Según una encuesta efectuada el 8 de
noviembre de 2008, el día en que se llevó a cabo la campaña de ese año, más de 27 000 personas (62,3%) que
habían sido examinadas dijeron que habían asistido porque se habían enterado de la campaña en los medios de
comunicación. Las noticias y reportajes que destacaban la importancia de los exámenes regulares de la piel se
transmitieron por la radio, la televisión, la prensa escrita y la Internet en todo el país.
A 10% de las personas que asistieron se les diagnosticó algún tipo de cáncer de piel. De los casos identificados el
día de la campaña en 2008, 3000 eran carcinomas de células basales (que no son melanocíticos) y 354 eran
melanomas malignos, la forma más mortal de este tipo de neoplasia, la mayoría de quienes asistieron ese día
(65,4%) confesaron que se exponían al sol sin protegerse.
Las cifras de incidencia del cáncer en ese país no son más que cálculos aproximados porque no se registran estos
datos para toda la población. «El Instituto Nacional del Cáncer solo recibe datos de 28 localidades, situadas
principalmente en la capital del país. De estas, tan solo 17 han facilitado datos en los dos últimos años.
Australia.
En opinión de Craig Sinclair, director del Centro de Prevención del Cáncer del Consejo contra el Cáncer de
Victoria (Australia), entre los factores que han contribuido al aumento de las tasas de cáncer de piel destacan el
aumento del tiempo de ocio de que disponen los habitantes de lugares con niveles elevados de radiaciones
ultravioleta, la expansión de la industria de equipos de bronceado artificial y el papel que desempeña la moda.
Las mejores campañas son las que se llevan a cabo en Australia, el país que tiene la máxima incidencia de
melanoma en el mundo. La educación del público acerca de la prevención del cáncer de piel comenzó en el estado
de Victoria en los años ochenta con unos anuncios televisados en los que un personaje de animación, Sid
theSeagull (Sid Gaviota), promovía el mensaje: «¡Ponte una camiseta, úntate protector solar y encasquétate un
sombrero!» A partir de entonces, un programa nacional llamado SunSmart ha difundido mensajes de educación del
público y ha propugnado por que se realicen cambios ambientales y de políticas en las escuelas, los centros de
trabajo y los gobiernos locales.
Una encuesta realizada en abril de 2008 reveló que la campaña televisiva nacional del gobierno australiano había
cambiado las actitudes y el comportamiento de los adolescentes, sobre todo porque redujo la preferencia por
broncearse y aumentó el uso de sombreros y filtro solar, según informa Suzanne Dobbinson, del Centro de
Investigaciones Conductuales en relación con el Cáncer del Consejo contra el Cáncer de Victoria. «Las campañas
constantes en los medios de comunicación de masas han ejercido un efecto considerable en la reducción de las
quemaduras solares y han mejorado el comportamiento por lo que se refiere a protegerse de la luz del sol [en
Australia]», afirma Sinclair. «También hay indicios positivos de que las campañas de protección contra la
exposición al sol han disminuido la incidencia de melanoma en los grupos de menor edad.»
El profesor Michael G. Kimlin, director del Laboratorio de Investigaciones Aus Sun, de la Universidad
Tecnológica de Queensland, atribuye el éxito de las campañas al sólido respaldo del gobierno y la comunidad.
«Los australianos conocen muy bien los factores de riesgo vinculados con el cáncer de piel. Las tasas de esta
neoplasia han disminuido en el país gracias a los mensajes de salud bien planificados y ejecutados. Aun así, hay
algunos indicios de que puede haber un aumento en ciertos grupos de menor edad, de modo que ha llegado el
momento de aplicar nuevas estrategias.» En la actualidad, los anuncios australianos están aplicando tácticas
intimidatorias, como por ejemplo mostrar la extirpación quirúrgica de un melanoma en la espalda de una joven de
22 años o un anuncio en el periódico que muestra el cadáver de un hombre con unos lunares en el pecho que
forman el perímetro de una pistola e invita a los lectores a enlazar los puntos para descifrar el mensaje: «No hacerte
examinar los lunares puede ser un suicidio».
Las experiencias brasileña y australiana demuestran que la campaña nacional aliada con los medios de
comunicación es un instrumento esencial de la lucha contra el cáncer de piel.
En nuestro país, el cáncer de piel ocupa el segundo lugar en frecuencia y aunque hace algunos años, era común en
personas mayores de 50 años, hoy, debido a la mayor exposición que se tiene al sol y la costumbre de asistir a
camas de bronceado, es posible observar la enfermedad en personas que cursan la tercera década e incluso desde
los 18 años de edad, con los grandes costos que esto implica.
Respecto de los costos que genera esta enfermedad, la FMD estima que en el sector privado el tratamiento para un
cáncer de piel tipo Melanoma, puede costar hasta 500 mil pesos al año (debido a que es más peligroso y complejo
para tratar), pero si se diagnostica a tiempo, el costo se reduce entre 10 y 50 mil pesos.
Dicha estimación económica se fundamenta en los costos de la terapia, que incluye quimioterapia y medicamentos
para mitigar los efectos secundarios comunes asociados con el tratamiento; además, de las inversión en transporte
que el paciente empleará al centro hospitalario y que incluso puede englobar el precio de hoteles u otro alojamiento
en caso de ser necesario.
De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer de piel es el más frecuente en los
seres humanos, pues cada año se diagnostican dos millones de nuevos casos en el mundo. En México esta
enfermedad ocupa el primer lugar de incidencia entre los hombres y el tercero entre las mujeres, ello debido
principalmente a la falta de hábitos de protección solar de la piel.
Un estudio realizado por la FMD arrojó que en un día de actividades recreativas (durante el fin de semana o las
vacaciones), el 36% de los pacientes atendidos tienen la costumbre de permanecer expuestos al sol durante más de
dos horas; el 48% se expone al sol entre las 11 de la mañana y las 4 de la tarde; sólo 28% de la población tiene el
hábito de aplicarse un bloqueador solar; y durante un día de exposición solar, solo el 8% tiene la costumbre de
aplicarse bloqueador más de dos veces al día. De ahí la urgencia de impulsar una cultura de la prevención, con el
uso de bloqueador, gorros, sombreros y ropa que cubra las extremidades, entre otras medidas de protección de
radiación solar.
Por su localización geográfica México es un país que recibe dosis elevadas de radiación UV la mayor parte del año,
por ello es necesario que las autoridades mexicanas inicien Campañas Nacionales de información sobre el Cáncer
de piel, como en otros países donde se tiene la conciencia de que esta enfermedad es un problema de salubridad
general, y por ende se requiere de políticas públicas enfocadas principalmente en la prevención de los efectos
negativos de la exposición solar en la población.
Urgen las acciones nacionales encaminadas al fomento de hábitos de protección a la radiación solar en todos los
grupos de población pero principalmente en los niños y adolescentes como una estrategia para disminuir la alta
incidencia del cáncer de piel en nuestro país, por lo que se propone que la prevención, atención y control del cáncer
de piel provocado por la radiación solar sea considerado como materia de salubridad general dentro de la Ley
General de Salud como parte de los efectos nocivos de los factores ambientales de la salud humana.
Con esto se espera que tanto las autoridades federales como locales en materia de salud en sus respectivos ámbitos
de competencia formulen programas de prevención del cáncer de piel.
Por lo anteriormente expuesto, someto a la consideración de esta Asamblea el siguiente:
PROYECTO DE DECRETO
ARTICULO ÚNICO.- Se adiciona la fracción XIII Bis al artículo 3y se reforma la fracción I Bis del artículo 119
de la Ley General de Salud, para quedar como sigue:
Artículo 3…
… a XIII…
XIII Bis. La prevención y el control del cáncer de piel provocado por la radiación ultravioleta.
XIV a XXVIII…
Artículo 119…
I…
I Bis. Formular programas para la prevención, atención y control de los efectos nocivos del ambiente en la salud
que consideren, entre otros, aspectos del la radiación ultravioleta y el cambio climático.
II a IV…
TRANSITORIOS
Único.- El presente decreto entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario Oficial de la Federación.
Atentamente
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Sen. Juan Alejandro Fernández Sánchez Navarro.
Dado en el Salón de Sesiones del Pleno del Senado de la República, a los 26días del mes de abril del año 2016.
[*] Cáncer, Organización Mundial de la Salud, http://www.who.int/cancer/prevention/es/
[*] ¿Qué es la radiación ultravioleta?, American Cancer Society.
[*] De Australia a Brasil, los amantes de broncearse al sol deben tener cuidado, Organización Mundial de la Salud,
http://www.who.int/bulletin/volumes/87/8/09-030809/es/
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