Cinturones de pesas - Oscar García Carvajal

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SOBRE EL USO DE LOS CINTURONES DE PESAS.
Por Stuart M. McGill
Profesor de Biomecánica de la Columna Vertebral de la Universidad de Waterloo, Canadá.
Una
revisión
invitada
por
la
National
Strength
and
Conditioning
Association.
Los estudios científicos sobre el uso de cinturones para los esfuerzos atléticos son escasos. Existe
mucha más evidencia y conocimiento sobre el uso de cinturones en los entornos laborales. En este
artículo se discute información relevante sobre su uso ocupacional y es mezclada con el limitado
trabajo sobre el uso atlético / rendimiento. También voy a concluir con mi propia opinión. La intención
de este artículo es ayudar al lector a tomar sus propias decisiones sobre si debe o no usar el cinturón
y sugerir pautas para su prescripción y uso.
Cuestiones Sobre los Cinturones Para la Espalda.
La persona promedio debe estar confundida cuando observan tanto a levantadores olímpicos, como
a personas con lesiones en la espalda ataviadas con cinturones para la espalda. Hace varios años
llevé a cabo una revisión sobre los efectos documentados del uso del cinturón en ambientes
laborales (McGill, 1993).
Las opiniones que me he formado son las siguientes:
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Aquellos que nunca han tenido una lesión previa en la espalda, parecen no obtener un
beneficio protector adicional al usar un cinturón.
Aquellos que se lesionaron mientras llevaban un cinturón, parece que presentan riesgo de
una lesión más grave.
Los cinturones parecen darle a la gente la percepción de que pueden levantar más y, de
hecho, puedan levantar más.
Los cinturones parecen aumentar la presión intra-abdominal y la presión arterial.
Los cinturones parecen cambiar los estilos de levantamiento de algunas personas, ya sea
disminuyendo las cargas sobre la columna vertebral o aumentando las cargas sobre la
columna vertebral.
En resumen, teniendo en cuenta los pros y los contras del uso de un cinturón, personalmente no lo
recomiendo para individuos sanos, ya sea en el trabajo de rutina o en la participación en el ejercicio.
Sin embargo, la prescripción temporal del cinturón puede ayudar a un individuo trabajador a volver
al trabajo. La excepción es para el levantamiento atlético extremo donde los cinturones parecen
aumentar la estabilidad del torso, reducir el riesgo de curvatura y proporcionar algún retroceso
extensor elástico para ayudar con el levantamiento. Pero los posibles problemas enfatizan el
contrapunto a esta proposición.
Muchas prerrogativas se han hecho en cuanto a cómo el cinturón abdominal podría reducir las
lesiones, aunque pocas sostienen un escrutinio. Por ejemplo, algunos han sugerido que los
cinturones realizan las siguientes funciones:
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Recuerdan a la gente de levantar correctamente.
Soportan la carga de cizallamiento en la columna vertebral, que resulta de la acción de la
gravedad actuando sobre la propia carga y masa de la parte superior del cuerpo cuando se
flexiona el tronco.
Reduce la carga de compresión de la columna lumbar a través de la acción hidráulica por el
aumento de la presión intra-abdominal asociada con el uso del cinturón.
Actúa como una férula, reduciendo la amplitud de movimiento y disminuyendo así el riesgo
de lesiones.
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Proporciona calor a la región lumbar.
Mejora la propiocepción través de la presión para aumentar la percepción de estabilidad.
Reduce la fatiga muscular.
Proporciona refuerzo para el torso de modo de mejorar el rendimiento.
Vamos a interpretar la literatura científica como guía.
Estudios Científicos.
Los estudios científicos se pueden dividir en ensayos clínicos y aquellos que examinan los cambios
biomecánicos psicofísicos y fisiológicos al usar un cinturón.
Estudios Clínicos: Existen claramente dificultades en la ejecución de un ensayo clínico. El efecto
Hawthorne es una preocupación, ya que es difícil presentar un verdadero paradigma de doble ciego
a los participantes ya que los que reciben los cinturones sin duda saben que lo hacen. Además, las
limitaciones logísticas en la duración, la diversidad de ocupaciones y el tamaño de la muestra son
problemáticos. Sin embargo, los datos reportados en los ensayos clínicos mejor ejecutados no puede
apoyar la práctica universal de la prescripción de cinturones a todos los trabajadores involucrados
en la manipulación manual de materiales para reducir el riesgo de lesión lumbar (por ejemplo,
Reddell y colegas, 1992, Mitchell y colegas, 1994, Wassell y colegas, 2000).
Evidencia débil sugiere que las personas ya lesionadas podrían beneficiarse de cinturones con un
menor riesgo de recurrencia de la lesión. Sin embargo, la evidencia no parece apoyar que los
trabajadores lesionados usen el cinturón para reducir el riesgo de lesiones; de hecho, el riesgo de
lesiones parece aumentar durante el período siguiente a un ensayo con uso del cinturón. Por último,
cierta evidencia sugiere que el costo de una lesión en la espalda puede ser mayor en los trabajadores
que usan cinturones que en los trabajadores que no lo hacen.
Estudios Biomecánicos: Los investigadores que han estudiado los problemas biomecánicos del
cinturón se han centrado en el uso de las fuerzas sobre la columna vertebral, la presión
intraabdominal (PIA), la carga y el rango de movimiento. Los estudios más informativos son revisados
en esta sección.
Dos estudios en particular (Harman y col., 1989, y Lander y col., 1992) sugirieron que usar un cinturón
lumbar puede aumentar el margen de seguridad durante el levantamiento repetitivo. Ambos
documentos informaron un aumento en las fuerzas de reacción al suelo y de la presión intraabdominal mientras que los sujetos levantaban pesas en forma repetida. Sólo se asumió que la
presión intra-abdominal es un buen indicador de las fuerzas de la columna vertebral. Sin embargo,
varios estudios han cuestionado el vínculo entre la hipótesis de una elevada presión intra-abdominal
y una reducción de la carga sobre la espalda baja. Por ejemplo, utilizando un modelo analítico y los
datos recogidos de tres sujetos levantando diversas magnitudes de cargas, McGill y Norman (1987)
señalaron que el aumento de la presión intra-abdominal requiere una activación adicional de la
musculatura de la pared abdominal. Esta actividad resultó en un aumento neto en la carga
compresiva sobre la espalda baja y no en una reducción neta de la carga, tal como los investigadores
habían pensado previamente. Además, Nachemson y sus colegas (1986) publicaron algunos
resultados experimentales que miden directamente la presión intradiscal durante el rendimiento con
maniobras de Valsalva, documentando que un aumento en la presión intra-abdominal, acrecienta,
no disminuye, la carga de compresión sobre la espalda baja. Por lo tanto, la conclusión de que un
aumento en la presión intra-abdominal debido al uso de un cinturón reduce la carga de compresión
en la columna vertebral parece errónea. De hecho, tal aumento puede no tener ningún efecto, o
incluso puede aumentar la carga sobre la columna vertebral.
Varios estudios han puesto a descansar la creencia de que la PIA afecta la actividad extensora de
la espalda baja. Nuestro propio estudio (McGill y colegas, 1990) sugirió que no había cambio en los
niveles de activación de los extensores de la espalda baja, ni en ninguno de los músculos
abdominales (rectos del abdomen u oblicuos).
Tanto Reyna y colegas (1995) como Ciriello y Snook (1995) encontraron que los cinturones no
mejoraron la función en términos de aliviar la carga o fatiga de los músculos extensores de la espalda
baja, pero estos ensayos no se llevaron a cabo durante un período de tiempo muy largo.
Tanto Lantz y Schultz (1986) y McGill y sus colegas (1994) observaron el rango de movimientos
lumbares en sujetos que usaban ortesis de espalda y cinturones. Generalmente, la rigidez del torso
se incrementó significativamente sobre los los ejes de flexión lateral y de giro axial al usar el cinturón,
pero
no
cuando
los
sujetos
fueron
llevados
a
la
flexión completa.
Un conjunto de datos presentados por Granata y sus colegas (1997) apoya la idea de que algunos
estilos de cinturón son mejores en generar rigidez del torso de la manera descrita previamente, es
decir, los cinturones elásticos más altos que abarcan desde la pelvis hasta la caja torácica. Además,
estos autores también documentan que un cinturón ortopédico rígido, por lo general aumentó el
momento de levantamiento, mientras que el cinturón elástico generalmente redujo la carga espinal.
Incluso en estudios bien controlados, los cinturones parecen modular a mecánica de levantamiento
de manera positiva en algunas personas y en forma negativa en otras.
Estudios de cinturones, ritmo cardíaco y presión arterial: Hunter y colegas (1989) monitorearon
la presión arterial y la frecuencia cardiaca de cinco hombres y una mujer ejecutando pesos muertos,
press de banco a un solo brazo y andando en bicicleta mientras utilizaban y no un cinturón de peso
de 10 cm (4 pulg.). Durante el ejercicio de levantamiento, la presión arterial (hasta 15 mmHg) y la
frecuencia cardíaca fueron significativamente mayores en los sujetos que llevaban cinturones. Dada
la relación entre una presión arterial sistólica elevada y un aumento del riesgo de accidente
cerebrovascular, Hunter y sus colegas (1989) concluyeron que las personas que pueden tener
compromiso del sistema cardiovascular están probablemente en mayor riesgo al llevar a cabo el
ejercicio mientras usan cinturones para la espalda que cuando no los usan. Nuestro propio trabajo
(Rafacz y McGill, 1996) apoya estas conclusiones. Como anécdota, los cinturones y las presiones
asociadas, posiblemente, pueden ser vinculados con mayores casos de varices en los testículos,
hemorroides y hernias. Al escribir estas líneas, no ha habido ninguna investigación científica y
sistemática de la validez de estas sugerencias. Puede ser prudente simplemente indicar esta
preocupación y probar estas ideas en el futuro.
Estudios psicofísicos: Algunos científicos y entrenadores han expresado su preocupación de que
el uso de cinturones fomenta una mayor sensación de seguridad que puede, o puede no estar
justificada. Los estudios basados en el paradigma psicofísico permiten a los trabajadores seleccionar
los pesos que puede levantar repetidamente con el uso de sus propias percepciones subjetivas de
esfuerzo físico. Por ejemplo McCoy y sus colegas (1988) encontraron que los sujetos estaban
dispuestos a levantar aproximadamente el 19% cuando llevaban un cinturón. Esta evidencia puede
prestar algún apoyo a la teoría de que los cinturones dan a la gente una falsa sensación de seguridad.
Resumen de las Directrices de Prescripción para Uso Recreativo / Ocupacional.
Si bien hay pautas para el uso de cinturones para el uso profesional, el uso deportivo requiere un
enfoque diferente. El uso ocupacional se basa en la premisa de la reducción del riesgo de lesión,
mientras que el uso deportivo incluye la mejora del rendimiento: levantar más por ejemplo. Los
fundamentos de mis recomendaciones para el uso en el trabajo (véase McGill, 1993, 1999, 2004)
presentaron datos y pruebas que, ni apoyaron, ni condenaron completamente el uso del cinturón de
abdominales / espalda. Dada la literatura a disposición, parecería que una prescripción universal de
los cinturones (es decir, proporcionar cinturones a todos los trabajadores de una operación industrial)
no es en el mejor interés de reducir globalmente, tanto el riesgo de lesiones, como los costos de
compensación. Los trabajadores no lesionados no parecen disfrutar de ningún beneficio adicional
del uso del cinturón y, de hecho, pueden exponerse al riesgo de una lesión más severa si fueran a
lesionarse. Por otra parte, puede que tengan que enfrentar el problema de “destetarse” a sí mismos
del cinturón. Sin embargo, si algunos trabajadores individuales perciben un beneficio del uso del
cinturón, se les debe permitir usar el cinturón de forma condicional, pero sólo como prueba. Las
condiciones obligatorias para la prescripción ocupacional / recreativa (para los que no debería haber
ninguna excepción) son las siguientes:
1. Teniendo en cuenta las preocupaciones sobre el aumento de la presión arterial y la frecuencia
cardíaca y cuestiones de responsabilidad, todos los candidatos para uso del cinturón deben ser
examinados en su riesgo cardiovascular por el personal médico.
2. Teniendo en cuenta la preocupación de que llevar un cinturón puede proporcionar una falsa
sensación de seguridad, los portadores del cinturón deben recibir educación sobre la mecánica del
levantamiento (escuela de espalda). Ya con demasiada frecuencia, los cinturones se están
promoviendo en la industria como una solución rápida al problema de la lesión. Promociones de
cinturones, llevadas a cabo de esta manera, son perjudiciales para el objetivo de reducir las lesiones,
ya que redirige el foco de la causa de la lesión. Los programas educativos deben incluir información
sobre cómo se lesionan los tejidos, técnicas para reducir al mínimo la carga musculoesquelética, y
qué hacer acerca de las sensaciones de incomodidad para evitar una lesión incapacitante.
3. Los consultores no deben prescribir cinturones hasta que hayan llevado a cabo una completa
evaluación ergonómica del trabajo del individuo. El enfoque ergonómico debe examinar y tratar de
corregir, la causa de la sobrecarga musculoesquelética y proporcionar soluciones para reducir las
cargas excesivas. De este modo, los cinturones sólo deben utilizarse como suplemento para unos
pocos individuos, mientras que debe colocarse un mayor énfasis en el desarrollo de un programa de
ergonomía integral.
4. Los cinturones no deben ser considerados para uso a largo plazo. El objetivo de cualquier
programa de cinturón a pequeña escala, debe ser para destetar a los trabajadores de los cinturones,
al insistir en la participación obligatoria en programas de acondicionamiento físico y educación
integrales de mecánica del levantamiento, junto con una evaluación ergonómica. Además, los
consultores harían bien en continuar la vigilancia en el seguimiento de los ex portadores de cinturón
por un período de tiempo después de que han utilizado un cinturón, dado que este periodo parece
estar caracterizado por un elevado riesgo de lesión.
Directrices Para los Atletas de Levantamiento Serios.
Gran parte de la evidencia en el trabajo tiene relevancia para el uso deportivo de los cinturones. No
hay duda de que los cinturones ayudan a generar un poco más de Newton-metros (o libras-pie) de
torque en el torso a través de la retracción elástica de un torso flexionado que es “rigidizado” con un
cinturón. Sin embargo, si una columna en posición neutral se conserva en todo el levantamiento,
este efecto es mínimo. ¡En otras palabras, para obtener el efecto máximo a partir de un cinturón,
el levantador debe levantar mal y de una manera que expone la espalda a un riesgo mucho
mayor de lesiones! No hay duda de que los cinturones ayudan en la generación de la rigidez del
torso para reducir el riesgo de pandeo de la columna con cargas extremadamente pesadas. Muchos
atletas que trabajan en este límite recibirán esta asistencia. Sin embargo, otras técnicas se emplean
para maximizar la rigidez del torso: los pulmones se llenan hasta casi el máximo del volumen de
anegamiento y luego la respiración es contenida. En algunas tareas, un atleta solo "tragará" aire, sin
nunca permitir que la cantidad de aire que deja los pulmones reduzca la rigidez del torso. Los
cinturones también aumentan la presión intra-abdominal, que a su vez aumenta la presión del fluido
en el sistema nervioso central la columna vertebral y, a su vez, en el cerebro. Esto disminuye el
gradiente transmural (la diferencia de presión entre la presión arterial en los vasos cerebrales y el
cerebro en sí), lo que a su vez puede reducir el riesgo de aneurisma, o derrame cerebral. Otros han
argumentado que este efecto tiene implicaciones negativas para el retorno venoso al corazón.
Personalmente no estoy al tanto de ninguna evidencia que sugiera dónde está el equilibrio. Hay otras
consideraciones negativas. La evidencia sugiere que las personas cambian sus patrones motores,
junto con sus patrones de movimiento cuando se utiliza un cinturón. La evidencia sugiere que estos
cambios en el control motor pueden elevar el riesgo de lesión y que un cinturón no debe ser usado
en un atleta con estas características. La gravedad de una lesión de espalda puede ser mayor si se
usa un cinturón.
Muchas personas adoptan cinturones en el entrenamiento por una de tres razones:
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Han observado a otros usándolos y han asumido que sería una buena idea hacerlo.
Sus espaldas están adoloridas y creen que un cinturón para la espalda les ayudará.
Quieren levantar unos cuantos kilos más.
Ninguna de estas razones es compatible con el objetivo de una buena salud. Si uno debe levantar
unos cuantos kilos más, use un cinturón. Si uno quiere aceitar patrones motores de modo
de entrenar para otras tareas deportivas que exigen un torso estable, entonces es probable que sea
mejor no usar uno. En su lugar, haga el trabajo con una técnica perfecta de levantamiento.
Mirando Hacia el Futuro: Una Opinión Definitiva.
Entrenar para el alto rendimiento requiere, por lo general, de movimientos de alta velocidad. También
crítico para el máximo rendimiento son la rigidez y la estabilidad coordinadas y precisas de las
articulaciones. Considere el swing de golf que personifica el contraste entre el movimiento
controlado/relajado a través del backswing y la violenta contracción de todo el cuerpo en el instante
de contactar la bola, sólo para ser seguido por un movimiento de continuación más relajado. El
mismo contraste se puede generalizar para un potente golpe y para una impresionante "patada" en
el fútbol, por ejemplo. Los mejores atletas son capaces de generar movimiento, pero saben cuándo
endurecer con una activación muscular extremadamente rápida junto con una rápida relajación
muscular. Las técnicas para entrenar esta habilidad implican al ejercicio pliométrico selectivo, el que,
en mi opinión se ve generalmente forzado con el uso de un cinturón. Por lo tanto, puedo modificar
mi opinión para el entrenamiento de la velocidad y considerar inapropiados a los cinturones cuando
se los usa de esta manera.
Adaptado del capítulo sobre cinturones para la espalda por Stuart McGill en: "Ultimate Back
Fitness and Performance", editores Wabuno 2004, Canadá. Disponible en www.backfitpro.com
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Acerca del Autor.
El profesor de kinesiología de la Universidad de Waterloo, Stuart McGill, es uno de los principales
expertos mundiales sobre biomecánica de la columna vertebral. Su consejo es a menudo buscado
por gobiernos, empresas, expertos legales, atletas y equipos de élite de todo el mundo. Casos
complicados de espalda le son regularmente referidos para su consulta.
Puede encontrar más información en la web del Dr. McGill: www.backfitpro.com.
Traducido por Juan Ignacio Arenillas con autorización del autor.
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