Q Boletín Administración de Fincas Avance de información Selección de las cuestiones más relevantes de la actualidad sobre administración de fincas [Quantor] Número 34 abril 2009 [ Artículo de opinión ] En este número: [1] Artículo de opinión La accesión invertida como solución a la construcción extralimitada [6] Avance normativo Antonio Alberto Pérez Ureña [7] Selección de jurisprudencia Abogado. Granada [9] Consultas 1.- Planteamiento de la cuestión. Alcance de la figura y requisitos. El Código Civil, cuando regula la figura de la accesión industrial inmobiliaria, parte del supuesto de que la construcción se ejecuta, toda ella, en terreno ajeno (artículo 361); en cambio, no ha previsto el caso más frecuente en la práctica, cual es el de la llamada construcción extralimitada, que tiene lugar cuando la construcción se realiza en la finca propia, pero excediendo de sus linderos; es decir, la edificación se realiza no totalmente en suelo ajeno, sino sólo parcialmente, por haberse excedido o extralimitado la obra. Este es un fenómeno que abunda en la práctica judicial, y que, sin duda, encuentra una de sus posibles raíces en la deficiente señalización de los linderos entre fincas contiguas. Estos supuestos de extralimitación en la construcción -como decimos habituales en la práctica-, si han tenido su consagración positiva en buena parte de las legislaciones europeas, aunque ofreciendo diversas formulaciones, entre los que se pueden destacar los casos del artículo 912 del BGB alemán que dispone que si el propietario de una finca, en la construcción de un edificio, invade los linderos del vecino, sin dolo ni culpa grave, éste tiene que tolerar la construcción extralimitada, salvo que se hubiese opuesto antes o inmediatamente después de la extralimitación, añadiendo que el vecino invadido tiene derecho a una renta en dinero; mientras que el 915 dice que el titular de la renta puede exigir que, a cambio de la transmisión de la propiedad de la parte invadida, se le abone el valor que tenía al tiempo de la extralimitación; el Código Civil italiano de 1942, que determina en su art. 938 que si el propietario del terreno no se opone a la construcción en los tres meses siguientes al inicio de ésta, la autoridad judicial puede atribuir al constructor la propiedad del edificio y del suelo ocupado, pagando al primero el doble del valor de la superficie invadida, además del resarcimiento de los daños causados; o el artículo 1343 del Código portugués de 1966 que dispone que, cuando en la construcción de un edificio en terreno propio se ocupa, de buena fe, una parte de terreno ajeno, Am dm i nc caas s Ad i ni n i si ts rt ar ac icói ón nd de e F Fi n La accesión invertida como solución a la construcción extralimitada Quantor Administración de Fincas 34 -04/2009 - 1] [Q ...el titular de la edificación se hace dueño del terreno que se le sirve de soporte: esto es lo que se llama “accesión invertida” o anormal. el constructor puede adquirir la propiedad del terreno ocupado, si hubiesen transcurrido tres meses desde el inicio de la ocupación sin oposición del propietario, pagando el valor del terreno y reparando el perjuicio causado, especialmente el que resulte de la posible depreciación del resto del terreno. Administración de Fincas Como se verá más adelante, en Cataluña, la Ley 25/2001, de 31 de diciembre, de la accesión y de la ocupación (LAO), ha regulado la figura de la construcción extralimitada. En el resto del Estado, a falta de una regulación legal específica, ha sido la jurisprudencia la que, desde el año 1949, viene solucionando dicha laguna legal mediante la doctrina de la accesión invertida. donde se construye el edificio que invade el terreno propiedad del demandado. En este sentido se pronunció la SAP Vizcaya, Sec. 4ª, de 19 de junio de 2000. En igual sentido, y refiriéndose a los arrendatarios que construyen extralimitándose del terreno arrendado, tienen declaradas las SSTS de 23 de mayo de 1946, 23 de mayo de 1951 y de 5 de marzo de 1959, que al arrendatario no asiste el derecho de propiedad al faltarle el esencial requisito de ser propietario de una parte del suelo donde está edificada la construcción. a) Que quien la pretenda sea titular de lo edificado. Aunque resulte obvio, es éste el presupuesto básico para que opere esta figura, puesto que como declaró la STSJ Cataluña de 6 de abril de 1998: “no se puede hablar de construcción extralimitada si no se detenta, exclusiva o compartidamente, la propiedad de un terreno desde el cual se invade el solar ajeno”. b) Que el edificio se haya construido en suelo que en parte pertenece al edificante y en parte es propiedad ajena. Es decir, que la construcción o edificación invada terreno ajeno. Este es el modo más habitual en el que la invasión puede tener lugar, pero no se puede descartar, y en la práctica así sucede, que en numerosas ocasiones lo invadido no es el suelo sino el vuelo. En estos casos, según doctrina reiterada, son equiparados a los de inmisión de suelo, y ello porque –según se razona- la invasión del suelo ajeno no solamente se produce por traspasar los linderos del terreno por medio de una construcción que le afecta al igual que al subsuelo, sino igualmente y con igual fuerza cuando una construcción que invade el vuelo al tener proyección sobre las facultades dominicales, como lo puede ser por voladizos. Así, la SAP Jaén, Sec. 1ª, de 12 de marzo de 1996, declaró que: “…la invasión del suelo ajeno no solamente se produce por traspasar los linderos del terreno por medio de una construcción, sino también, con igual fuerza, al erigirse una construcción que invade el vuelo, al tener proyección sobre las facultades dominicales…”. Por tanto, a los efectos de la accesión invertida, es indiferente que la construcción traspase el suelo, el vuelo, o incluso, el subsuelo (SSTS de 15 de junio de 1981 y de 3 de abril de 1992). Por tanto, no puede proceder la accesión invertida cuando del demandante no ostenta la cualidad de propietario, sino la de mero concesionario -arrendatario- de la finca c) Que las dos partes del suelo formen con el edificio un todo indivisible. La indivisibilidad de la construcción es requisito ineludible; indivisibilidad que se puede referir a la imposibilidad Esta doctrina configura la construcción extralimitada como una modalidad de acceso a la propiedad de una finca o porción de ella por el propietario de otra dotada de preeminencia en atención a razones de política económica, social y de buena vecindad. Es ésta, una excepción al principio general superficies solo cedit, -artículo 358 CCbasada en una extensiva y justa interpretación del artículo 361 del CC, por el que lo incorporado atrae al suelo; es decir, el titular de la edificación se hace dueño del terreno que se le sirve de soporte: esto es lo que se llama “accesión invertida” o anormal. Esta modalidad especial de accesión requiere la concurrencia de los siguientes requisitos: Quantor Administración de Fincas 34 - 04/2009 - 2] [Q d) Que el edificio unido al suelo del edificante tenga una importancia y valor superior a los del suelo invadido. Valor desproporcionadamente superior de lo construido en contraste con el terreno ocupado o invadido, a decir de la STS de 1 de octubre de 1984. Esto es lo que entendió la STS de 12 de noviembre de 1985 como “una notoria plusvalía de lo construido respecto del lo ocupado”. e) Que el edificante haya procedido de buena fe. La concurrencia de este requisito es presupuesto primordial para la operatividad de la accesión invertida. Respecto a la buena fe, y con carácter general, es importante dejar sentado lo siguiente: - No necesita ser probada, de tal modo que corresponde la prueba a quien sostenga su inexistencia (vid, entre otras muchas, las SSTS de 5 de julio de 1985 y de 23 de enero de 2006). Así es, la buena fe debe presumirse en tanto no sea declarada judicialmente su inexistencia (SSTS de12 de marzo de 1992 y de 29 de enero de 2004). - En materia de derechos reales, la buena fe no es un estado de conducta, como ocurre en las obligaciones y contratos, sino de conocimiento, consistente en el conocimiento que se tenga de la existencia o no de circunstancias que hagan ilegítima la posesión que se detenta (STS de 5 de abril de 2001) y es necesario recoger pruebas o indicios circunstanciales, por lo menos, de que al poseedor no le pertenece el dominio de la cosa, con objeto de poner al requerido en un estado de duda razonable sobre su posición jurídica (STS de 14 de marzo de 2001). En concreto y a modo de ejemplo, desde el plano legislativo, el artículo 9.1 a) de la Ley catalana 25/2001, de 31 de diciembre, de la accesión y de la ocupación (LAO), dice que hay buena fe si, en el momento en que se ha iniciado la construcción, quien la ha llevado a cabo se cree que es la persona propietaria del suelo invadido y, hecha la medición del proyecto técnico de edificación, ha comprobado que no resulta lo contrario. Salvo el anterior supuesto, hemos de decir que la apreciación de la buena o mala fe está reservada a los Juzgados y Tribunales. La jurisprudencia ha venido diciendo que existe buena fe en el constructor a los efectos de la accesión cuando quien realiza los actos de invasión del predio ajeno ignora por error excusable que no le pertenece y cree que es propio o al menos que tiene un derecho real o personal que le permite realizarlos (en este sentido las SSTS de 1 de febrero de 1979 y de 31 de diciembre de 1987). También cabe destacar la STS de 14 de marzo de 2001, que consideró la existencia de accesión invertida al valorar la buena fe del constructor. En el supuesto de hecho, se argüía por los recurrentes la mala fe del constructor por cuanto se le había requerido notarialmente, poniéndose en su conocimiento que eran propietarios de la finca que ocupaban, y que cesaran en las obras sobre ella. Desde ese momento, a decir de la recurrente, perdieron la buena fe, porque no podían ignorar que en su título había vicio que lo invalidaba. Por el contrario, la Sala desestimó el motivo, por cuanto, según la misma, no basta un mero requerimiento al poseedor para convertirlo en poseedor de mala fe, sino que son necesarias pruebas o indicios circunstanciales por lo menos de que no le pertenece el dominio de la cosa, con objeto de poner al requerido en un estado de duda razonable sobre su posición jurídica. Por su parte, la SAP Barcelona, Sec. 14ª, de 26 de abril de 2007 estimó el recurso de apelación y declara el derecho de los demandantes a la adquisición del derecho de propiedad sobre el suelo vecino por accesión invertida al no resultar probada la existencia de mala fe y darse cumplimiento a los requisitos forales para su apreciación. A esta conclusión ...es necesario recoger pruebas o indicios circunstanciales, por lo menos, de que al poseedor no le pertenece el dominio de la cosa, con objeto de poner al requerido en un estado de duda razonable sobre su posición jurídica (STS de 14 de marzo de 2001). Administración de Fincas física, a la dificultad arquitectónica de la separación o al considerable perjuicio económico que puede suponer la división (STS de 27 de enero de 2000). Quantor Administración de Fincas 34 - 04/2009 - 3] [Q La jurisprudencia, atendiendo al principio de equidad, ha venido estableciendo que se ha de satisfacer al titular del terreno el valor de éste más el menoscabo que la privación de tal franja de terreno produce al solar invadido;... llegó al considerar que la extralimitación en la construcción se debió a un error del técnico topógrafo, ausente de mala fe; dado que una actitud negligente no puede equipararse a un acto de mala fe, máxime -se dice-, cuando la advertencia se produce cuando ya se ha construido el inmueble. 2.- Planteamiento de la cuestión en el Derecho Civil de Cataluña. Administración de Fincas La ya citada Ley catalana 25/2001, de 31 de diciembre, de la accesión y de la ocupación (LAO), regula, desarrollando los precedentes del artículo 278 de la Compilación de Derecho Civil de Cataluña y el Usatge si quis in alieno, la figura de la construcción extralimitada, y en concreto, las acciones del propietario del suelo (artículo 8) y de la edificación (artículo 9), que concede a favor del titular del bien de mayor valor. La doctrina de la accesión invertida supone la superación del principio de derecho romano superficies solo cedit, en aras a conseguir una justicia conmutativa y con aplicación preferente del principio de accesoriedad (accesorius sequitur principalis), en la que debe reputarse como principal lo edificado y como accesorio la porción de terreno invadida y deben conjugarse criterios armónicos de equidad, sentido social de la propiedad y económico de la edificación, sin negar el derecho del dueño del suelo invadido a una compensación económica justa (STSJC de 6 de abril de 1998). La jurisprudencia dictada por el TSJ de Cataluña también había establecido, como requisitos para la operatividad de la accesión invertida en plena consonancia con la jurisprudencia emanada del TS-, los anteriormente expuestos (SSTSJC de 6 de abril de 1998 y de 9 de diciembre de 2005). Ahora la LAO exige, para la construcción extralimitada de buena fe (art. 9.1), requisitos similares, acogiendo la doctrina del TSJ de Cataluña, alimentada a su vez de la doctrina del Tribunal Supremo: a) que concurra buena fe; b) que el valor de lo construido Quantor Administración de Fincas 34- 04/2009 - 4] [Q sea superior al valor del suelo invadido; c) que la edificación constituya una unidad arquitectónica que no sea divisible materialmente; y d) que la persona propietaria del suelo sea indemnizada (con el valor del suelo, más los daños y perjuicios). 3.- La indemnización económica. Criterios para determinar su importe. Es ésta, como no podía ser de otra forma, una cuestión fundamental, puesto que, en definitiva, es el efecto práctico que se desprende de la aplicación de la figura de la accesión invertida. El edificante adquiere la propiedad de la franja de terreno invadido, debiendo indemnizar a su titular. ¿Cuál es el alcance de dicha indemnización? La jurisprudencia, atendiendo al principio de equidad, ha venido estableciendo que se ha de satisfacer al titular del terreno el valor de éste más el menoscabo que la privación de tal franja de terreno produce al solar invadido; es decir, el constructor debe atender a todo el quebranto o menoscabo patrimonial que repercuta sobre el resto de la finca a causa de la segregación producida, como consecuencia necesaria del principio de equidad (SSTS de 19 de abril de 1988 y de 6 de abril de 1998). En la legislación catalana, el artículo 9 LAO especifica que se debe indemnizar tanto el suelo como el valor de lo construido (que pertenece al propietario del suelo), así como los daños y los perjuicios, parte integrante de la indemnización. Por tanto, la indemnización comprenderá el valor del suelo, los gastos de modificación del proyecto de edificación del propio solar y la pérdida de valor de los locales que allí se construyan y, en el supuesto resuelto por la STS de 25 de abril de 1995 el valor del resto del solar no ocupado que ha devenido inedificable, al mismo valor que la parte construida con conservación del dominio por parte del dueño del terreno. Naturalmente, dentro del menoscabo que puede sufrir la finca invadida se halla la pérdida de edificabilidad o la Otro ejemplo lo hallamos en la SAP Valencia, Sec. 9ª, de 29 de octubre de 2002, para la que, “además del precio fijado como valor del terreno, los demandados reconvinientes tiene que abonar como parte de la indemnización los gastos que a la demandante le implique la modificación del Proyecto arquitectónico por la reubicación de las pistas deportivas”. Ahora bien, respecto del valor del terreno, ¿cual es el momento a que ha de atenderse para valorarlo? ¿El de inicio de la ocupación, el de la efectiva reclamación, o cuando pudo ejercitarse la reclamación? Sin duda, es esta una de las cuestiones más conflictivas en el tema de la accesión inmobiliaria, para la que existen diversas propuestas, según el criterio que se tenga. Así, la SAP Zaragoza, Sec. 5ª, de 11 de julio de 1994 lo fijó en el momento de la reclamación. Textualmente, la Audiencia Provincial declaró que: “…que la jurisprudencia ha señalado que ha de tratarse de evitar tanto en la codicia del dueño del terreno como el enriquecimiento del constructor, que habrá de determinarse en base no al precio de las parcelas cuando se hizo la edificación, sino el que pericialmente se atribuye en el momento de la reclamación, pero actualizando…”. Por su parte, la SAP Teruel de 15 de mayo 2003 estimó aquel en que se constata judicial o extrajudicialmente la invasión; en cambio la SAP Granada de 6 de abril de 1993 entendió que habría de estarse al valor actual del terreno al tiempo de ejecución de la sentencia, criterio esencialmente coincidente con la STS de 12 de diciembre de 1995 que establece que la superficie de terreno ocupada con la extralimitación puede determinarse en ejecución de sentencia y «valorarse a precios actuales», matizando así el anterior pronunciamiento de la STS de 17 de febrero de 1992 que había declarado que el valor a indemnizar por el terreno ha de venir determinado al momento de la reclamación formulada a tal fin, pero con la actualización económica al tiempo en que se lleve a cabo el correspondiente abono de la cantidad. Parece que una norma justa sería fijarlo en el momento en el que el terreno se utilizó, pero con la actualización económica al tiempo en el que se haga el correspondiente abono. Es en ese momento cuando se produce la lesión del derecho del dominus soli y es un criterio objetivo. Pero en cualquier caso habrá de estarse al caso concreto y a sus particularidades fácticas. Así, la SAP León, Sec. 2ª, de 21 de septiembre de 2002 consideró como la solución más ajustada a derecho la de partir de un criterio objetivo adaptado a cada caso concreto, y que puede ser el de fijar el valor atendiendo al momento en que el propietario demandante pudo ejercitar la acción, puesto que determinar el precio según el valor del terreno en el momento en que se interpone la demanda, supone dejar tal extremo al arbitrio del demandante en perjuicio del demandado. En el caso concreto analizado por dicha resolución, en concreto, se dice que: “…concurren varias circunstancias que deben ser tenidas en cuenta, para abordar la cuestión planteada, en primer lugar, es cierto que la edificación o invasión de terreno se lleva a cabo en 1972, pero hasta julio de 1990 se mantuvo el litigio sobre la validez de la compraventa celebrada con el esposo de la demandante, luego hasta ese momento no se podían ejercitar acciones como las hoy planteadas; con posterioridad se inician los tratos y contactos entre las partes, que no fructifican, planteando la actora la demanda en el año 2000, casi diez años después desde que pudo hacerlo, por lo que si estamos a este momento, como entiende el juez de instancia dejaríamos al libre arbitrio de la propiedad del terreno la fijación de su valor; para esta Sala resulta más justo atender al valor del terreno en el momento en el que se pudo ejercitar la opción…”. ..que el valor a indemnizar por el terreno ha de venir determinado al momento de la reclamación formulada a tal fin, pero con la actualización económica al tiempo en que se lleve a cabo el correspondiente abono de la cantidad. Administración de Fincas aminoración de su aprovechamiento urbanístico, a la vez que su consiguiente depreciación económica (SAP Jaén de 11 de marzo de 1999), conceptos todos indemnizables en virtud de lo dispuesto en el artículo 1902 del CC. Quantor Administración de Fincas 34- 04/2009 - 5] [Q Referencias normativas Res.16 de febrero de 2009 Orden 12 de febrero de 2009 [ Avance normativo ] Normativa autonómica Asturias RESOLUCIÓN de 16 de febrero de 2009, de la Consejería de Industria y Empleo, por la que se ordena la inscripción de la actualización de las tablas salariales para el año 2009, del Convenio Colectivo del sector de Empleados de Fincas Urbanas del Principado de Asturias, en el Registro de Convenios Colectivos de la Dirección General de Trabajo, Seguridad Laboral y Empleo BOPA núm. 51 de 3 de marzo País Vasco ORDEN de 12 de febrero de 2009, del Consejero de Vivienda y Asuntos Sociales, por la que se aprueban las Ordenanzas de Diseño de Viviendas de Protección Oficial. BOPV núm.43 de 3 de marzo Quantor Administración de Fincas 34 - 04/2009 - 6] [Q [ Selección de jurisprudencia ] Sentencia del TS de 27 de octubre de 2008 QJ 2008/217194 El TS estima el recurso de casación, revocando la sentencia impugnada, condenando a Aplicación supletoria del procedimiento monitorio a complejo inmobiliario los propietarios demandados a abonar a la actora como asociación de propietarios de un complejo inmobiliario el importe de la deuda reclamada por gastos comunes, al entender la Sala aplicable al caso supletoriamente el régimen de propiedad horizontal y aunque el ayuntamiento haya recepcionado los terrenos de uso común ello no comporta su asunción de importantes servicios comunes en régimen de titularidad compartida por los propietarios. La Sala fija como doctrina jurisprudencial lo establecido supletoriamente en la LPH sobre aplicación del procedimiento monitorio para el pago de las cuotas pendientes, con subordinación a los pactos que establezcan los propietarios. QJ 2008/190083 El TS estima el recurso interpuesto por el demandado, casando y dejando sin efecto la sentencia de la AP que estimaba la apelación interpuesta por la comunidad de propietarios demandantes y prohibía al hoy recurrente a continuar con la actividad de clínica sanitaria instalada en el inmueble perteneciente a aquel, y ello en base a que no se recoge la prohibición en los Estatutos, sin que se pueda hacer una interpretación extensible de los mismos porque se pretende limitar el derecho constitucional de la propiedad privada. Sentencia del TS de 11 de diciembre de 2008 QJ 2008/234529 El TS declara no ha lugar al recurso de casación interpuesto por el actor frente a la resolución dictada por la AP que confirma. La Sala manifiesta que ningún menoscabo se ha producido en el derecho al honor del actor, en la esgrimida vertiente del prestigio profesional, por el hecho de no figurar en una diligencia de notificación expuesta al público en el tablón de anuncios de la comunidad de propietarios como titular de la vivienda a la que se le pretende reclamar una deuda comunitaria, en la que aparecen sus padres como deudores y propietarios, por cuanto la información vertida en el escrito de referencia no se revela como incierta y no contiene elementos valorativos. Sentencia del TS de 22 de diciembre de 2008 QJ 2008/262346 El TS estima el recurso de casación interpuesto por la vendedora demandada, contra la sentencia dictada por la AP, que estimó el recurso de apelación interpuesto por la compradora actora, casa y anula la misma, y en su lugar confirma la sentencia de instancia, que desestimó la demanda. Los tendidos eléctricos son públicos, notorios y tienen el carácter de servidumbres aparentes, y no es necesario que conste en el pliego de condiciones previo a la subasta. El actor no ha comprobado el estado de los terrenos adquiridos. De modo que cuando la servidumbre es fácilmente identificable con una simple inspección de aquello que se compra, le impide ejercitar la acción de saneamiento. Instalación de clínica sanitaria acorde con los estatutos Administración de Fincas Sentencia del TS de 20 de octubre de 2008 Inexistencia de menoscabo en el derecho al honor por no figurar en la diligencia de notificación expuesta en el tablón de anuncios Imposibilidad de ejercitar la acción de saneamiento al ser el tendido eléctrico una servidumbre aparente fácilmente identificable Quantor Administración de Fincas 34 - 04/2009 - 7] [Q Inexistencia de infracciones en la resolución de una tercería de dominio al aplicar la doctrina de levantamiento del velo Sentencia del TS de 17 de diciembre de 2008 QJ 2008/262348 El TS declara no haber lugar al recurso de casación interpuesto por la entidad recurrente contra la resolución de la AP, dictada en los autos de menor cuantía seguidos en ejercicio de la acción sobre tercería de dominio. El Tribunal, entre los diversos pronunciamientos emitidos, considera que no se ha incurrido en infracción alguna en la resolución de la tercería planteada, dado que carece la entidad recurrente de la condición de tercero, debiendo rechazarse la tercería de dominio al aplicar la doctrina del levantamiento del velo de las personas jurídicas y comprobar la identidad existente entre la sociedad tercerista y la sociedad embargada. Administración de Fincas Inexistencia de responsabilidad de arquitecto y aparejador al no producirse una aplicación retroactiva de la LOE Cesación de actividad hotelera ante cambio sustancial y prohibido de destino Sentencia del TS de 11 de diciembre de 2008 QJ 2008/262347 El TS declara no haber lugar al recurso de casación interpuesto por la comunidad de propietarios recurrente contra la sentencia dictada en apelación por la AP. El Tribunal considera, entre los diversos pronunciamientos emitidos, que no se ha producido una aplicación retroactiva de la LOE, aplicándose debidamente el artículo 1591 del CC, siendo la normativa temporal correspondiente al caso, resultando además las delimitaciones competenciales entre los arquitectos y los aparejadores básicamente las mismas en ambas normativas, produciendo un resultado jurídico -absolución del arquitecto y aparejador- similar. Sentencia del TS de 27 de noviembre de 2008 QJ 2008/227743 Declara el TS no haber lugar a los recursos de casación formulados por los demandados contra la sentencia dictada en apelación que había estimado el recurso de la demandante contra la de primera instancia, estimatoria parcial de la demanda de cesación de actividad hotelera. Resuelve la Sala que la interpretación hecha por la sentencia recurrida del título de propiedad en base a la cual se prohíbe la realización de la actividad hotelera no puede calificarse de absurda o ilógica, y en él se está excluyendo cualquier otro destino que no sea el que deriva de la propia configuración de la vivienda aunque haya otras actividades accesorias, lo que no ha sucedido en el caso en el que se ha insertado una explotación hotelera en una parte considerable de un edificio destinado mayoritariamente a uso residencial privado, estando ante un cambio sustancial y prohibido en sí mismo de destino. Quantor Administración de Fincas 34- 04/2009 - 8] [Q [ Consultas ] Planteamiento En un local de un edificio se ha instalado un bar que está produciendo molestias por ruidos, olores, cierre fuera de horario, etc. Acción de cesación de la comunidad por actividades molestas de un bar situado en el local del edificio La Comunidad ha presentado instancia de reclamación en el Ayuntamiento, y tras efectuar medición sonométrica, el resultado es que el ruido se encuentra dentro de los niveles máximos permitidos, pero lo cierto es que los vecinos sufren importantes molestias. ¿Qué acciones puede emprender la Comunidad? Respuesta pues entre tales actividades molestas no está solo el ruido que procede del interior del local, sino que hay que atender a todo el conjunto de fenómeno. De acuerdo con lo establecido en el art. 7.2 LPH existe la prohibición legal de no permitir al propietario o ocupante del piso o local desarrollar en él o en el resto del inmueble, actividades prohibidas en los estatutos, que resulten gravosas para la finca o que contravengan las disposiciones generales sobre actividades molestas, insalubres, nocivas, peligrosas o ilícitas. Señala esta misma disposición que “el presidente de la comunidad, a iniciativa propia o de cualquiera de los propietarios u ocupantes, requerirá a quien realice las actividades prohibidas por este apartado la inmediata cesación de las mismas, bajo apercibimiento de iniciar las acciones judiciales procedentes”. Así pues, la LPH legitima a cualquier propietario para que tome la iniciativa en este punto, entendiendo que la cuestión de las actividades molestas sobrepasan la esfera meramente particular para considerarse problema general de todo el inmueble. En definitiva, es misión de la comunidad garantizar el mismo uso adecuado del inmueble a todos los vecinos, sin excepciones. La comunidad, para iniciar acciones legales, deberá adoptar un acuerdo mayoritario (art, 17.3 LPH), y encomendar el asunto a un abogado para que presente una demanda civil en juicio ordinario. Planteamiento El patio de luces de un edificio es comunitario pero de uso exclusivo y excluyente del propietario del primer piso. Al propietario sufre daños en el patio porque saltan los gatos de un solar colindante. El propietario solicita que la Comunidad asuma el coste de colocación de una valla sobre la pared del patio de luces para elevar la altura de la misma y evitar que los gastos salten al patio. ¿Debe la Comunidad asumir este coste? Administración de Fincas La comunidad debería emprender una acción de cesación de actividades molestas, Obligados al pago de la colocación de una valla en patio común de uso exclusivo Quantor Administración de Fincas 34 - 04/2009 - 9] [Q Respuesta A la vista de los datos ofrecidos en su consulta, el propietario solicita que la Comunidad asuma el coste de colocación de una valla sobre la pared del patio de luces para elevar la altura de la misma y evitar que los gastos salten al patio, en base a que el patio es comunitario. Pues bien, el citado patio tiene naturaleza común tal y como se desprende del art. 386 CC. Por ello, la comunidad en relación con este patio tiene que asumir las obligaciones que le impone el art. 10.1 LPH, que dispone lo siguiente: “la Comunidad de Propietarios de cualquier edificio sometido al régimen de Propiedad Horizontal, está obligada a tomar las medidas necesarias para que las instalaciones o servicios del inmueble reúnan las debidas condiciones de estructura, estanqueidad, habitabilidad y seguridad, no sólo cuando tales deficiencias se hayan producido, sino incluso desde que sea técnicamente previsible que lleguen a presentarse”. Administración de Fincas Modificación del sistema de distribución de gastos. Mayoría necesaria Por tanto, para evitar desperfectos en tales elementos comunes, de modo que reúnan las debidas condiciones de estanqueidad y seguridad, la comunidad debería adoptar todas las medidas necesarias. Sin embargo, el problema que padece el propietario del local es estrictamente privativo, y no común, por lo que el gasto debe ser asumido por el propietario del local. Planteamiento Una comunidad de propietarios tiene un sistema de reparto de los gastos por coeficientes. Hay grupos de gastos en los que participan todas las propiedades, viviendas, garajes, locales y trasteros y grupos de gastos donde participan, solo viviendas, solo garajes y locales etc. Hasta la fecha, en los gastos de mantenimiento de ascensores y línea telefónica solo participaban las viviendas. La nueva junta de gobierno no está de acuerdo en que los trasteros y garajes no participen en función de su coeficiente en los gastos de mantenimiento de ascensores y de la línea telefónica y proponen una modificación del reparto del presupuesto. En la escritura de PH establece: “Los propietarios de los cuartos trasteros y plazas de aparcamiento de la planta de semisótano son los únicos obligados al pago de los gastos que se ocasionen por conservación, reparación, mantenimiento, luz, agua, vigilancia- si se estableciere- en la referida planta, conforme a las cuotas asignadas a su finca”. Consultado el libro de actas, no hay nada establecido en relación a esta distribución de gastos. ¿Se puede modificar en junta extraordinaria la distribución de las cuotas para que trasteros y garajes participen según su coeficiente de los gastos de mantenimiento de ascensores y líneas telefónicas? ¿Qué mayoría es necesaria? Quantor Administración de Fincas 34 - 04/2009 - 10] [Q Planteamiento Una comunidad de propietarios acuerda instalar un ascensor en el hueco de la escalera. En dicho espacio, a la altura del último piso, el constructor hizo un trastero Instalación de un ascensor en el hueco de la escalera. Necesidad de ocupar elementos privativos. Oposición del propietario del trastero que vendió a uno de los propietarios. Ni el trastero, ni las dos viviendas de la última planta, figuran en los planos de construcción. Las viviendas, como el trastero, están debidamente inscritos en el Registro de la Propiedad. El propietario del trastero se niega a cederlo, para poder instalar el ascensor. ¿Sería viable plantear una demanda para reclamar ese espacio como comunitario? Respuesta la práctica la obra de instalación se requiera la utilización o la ocupación de elementos privativos. En base al art.9.1 c) LPH, el propietario está obligado a soportar las servidumbres necesarias para la creación de servicios comunes de interés general. Se trata de un supuesto de constitución legal o forzosa de servidumbre a favor de la comunidad de propietarios, de tal modo que, en el caso de que se den todos los requisitos legales, nace a favor de la Comunidad, el derecho subjetivo a exigir del copropietario afectado la constitución de la correspondiente servidumbre sobre su piso o local privativo. Sin embargo, existen posturas divididas. Así, para una mayoría de la jurisprudencia, la interpretación que del art.9.1 c) LPH se viene haciendo, revela que se parte de la idea de que no es válido el acuerdo sobre instalación de ascensor que comporte la invasión de parte del piso o local propiedad de un comunero, si no se cuenta con el consentimiento de éste (AP Cantabria 23 de mayo de 2006). No obstante - y con la toda la cautela que la cuestión merece tanto por la innovación frente a dictámenes anteriores como por su falta de consolidación- en los últimos tiempos han comenzado a producirse dictámenes jurisprudenciales que otorgan un mayor alcance a la figura jurídica de la servidumbre. Así, la AP Huelva de 9 de febrero de 2006, señala que en el caso enjuiciado que una pequeña ocupación de parte del elemento privativo no supone un gravamen de tal entidad que desnaturalice el derecho de propiedad del demandante. No obstante, esta última interpretación jurisprudencial es minoritaria, por lo que, en definitiva, y es la práctica habitual, la Comunidad tendrá que pactar con estos vecinos afectados intentando llegar a un acuerdo para que realice una cesión cambio de alguna contraprestación, sin que quepa imponerle la realización de la obra. Es decir, no sería viable el plantear una demanda para reivindicar dicho espacio. Administración de Fincas Tal y como establece el art. 17.1 LPH, cabe la posibilidad de que al intentar llevar a Quantor Administración de Fincas 34 - 04/2009 - 11] [Q Instalación de cámaras de seguridad. Mayoría necesaria Planteamiento En una comunidad de propietarios se quiere instalar cámaras de seguridad. Cuando se celebra la Junta, sólo están presentes el 55% del total de vecinos. Una de las manzanas se niega a la instalación, acogiéndose al art. 11 de la LPH, ya que, el presupuesto es de 2.100 €, siendo inferior a tres meses de cuotas. ¿Es viable la negación? ¿No puede imputarse este coste a esta manzana? Respuesta Señala el art. 24.3 b) LPH que, en estos casos, “la adopción de acuerdos para los que la ley requiera mayorías cualificadas exigirá, en todo caso, la previa obtención de la mayoría de que se trate en cada una de las Juntas de propietarios de las comunidades que integran la agrupación”. En este sentido, adoptados aquellos acuerdos, es necesario determinar cual es el Administración de Fincas Alteración de elementos comunes. Mayoría necesaria para ampliar un trastero situado en el garaje comunitario y convertirlo en una plaza de garaje acuerdo que debe adoptarse en la Junta de presidentes. Pues bien, en este sentido, la instalación de cámaras de vigilancia, cuando existen empleados en la finca (porteros, conserjes, vigilantes) es un complemento del servicio de vigilancia y control que estos desempeñan, por lo que, de ser así, bastará con que se adopte un acuerdo de la mayoría, dado que tal servicio de vigilancia ya está creado. Al ser un servicio requerido para la adecuada habitabilidad y seguridad del inmueble, no es de aplicación lo dispuesto en el art. 11 LPH, por lo que no es una mejora, y todos los propietarios, incluidos los disidentes de la comunidad que se niega a la instalación, están obligados a pagar. Cuestión diferente es que no haya conserje, portero o vigilancia, en cuyo caso se tratará de la creación de un nuevo servicio de interés general, el de vigilancia, en cuyo caso, se tiene que obtener el acuerdo de las 3/5 partes de votos y cuotas del art.17.1 LPH. De no obtenerse, no cabe repercutir coste alguno. Planteamiento En un garaje, una de sus plazas molesta por su ubicación al resto de vecinos, ya que, no les permite maniobrar. Su propietario no la ha usado, pero, la ha vendido y el nuevo propietario sí la va a usar. Para evitar los problemas que esta plaza ocasiona, el resto de los vecinos le proponen cambiársela por un trastero cerrado que hay al fondo del garaje, que se podría agrandar hacia fuera y así no habrá problema para aparcar un coche y dejar la otra plaza como zona común donde no se aparcara. El propietario de la plaza problemática está de acuerdo con este cambio, pero el vecino de la plaza de al lado del trastero, no está de acuerdo en que se le de más amplitud al trastero hacia delante. ¿Se puede realizar el cambio y ampliar el trastero pese a la oposición de un vecino?¿Es suficiente un acuerdo mayoritario? Quantor Administración de Fincas 34 - 04/2009 - 12] [Q Respuesta En nuestra opinión, al aumentar las dimensiones del trastero se está alterando la configuración del inmueble, por lo que será necesario el acuerdo unánime de la Junta. Igual problema plantea la permuta en cuestión, dado que es un negocio dispositivo que conforme a lo dispuesto en el art.12 LPH en relación con el art. 17.1 LPH, requiere el previo consentimiento unánime de la Junta de propietarios. Es decir, no será suficiente el acuerdo mayoritario de la Junta. Planteamiento En una comunidad de adosados, en la planta baja cada propietario tiene la puerta Alteración de la estética del edificio. Modificación de la puerta de un garaje por el propietario. Unanimidad exterior del garaje por donde se aparcan los vehículos dentro de su propiedad. comunidad y por tanto hay una modificación. ¿El propietario puede cambiar la estética de dicha puerta sin acuerdo de la comunidad? ¿Para autorizar estas modificaciones que tipo de mayoría se requiere? Respuesta Viene manteniendo la jurisprudencia el criterio general de que la configuración exterior del inmueble, la apariencia exterior del conjunto, constituye un interés general o común que debe ser protegido, lo que hace necesario un previo acuerdo unánime cuando se pretende una alteración del mismo, mediante obras o instalaciones de todo tipo, especialmente en las fachadas (a título de ejemplo, pueden citarse la AP Cádiz de 28 de enero de 2004). En relación con este tema el art. 12 LPH dispone que " la construcción de nuevas plantas y cualquier otra alteración de la estructura o fabrica del edificio de las cosas comunes afectan al título constitutivo y deben someterse al régimen establecido para las modificaciones del mismo. El acuerdo que se adopte fijará la naturaleza da la modificación, las alteraciones que origine en la descripción de la finca y de los pisos o locales, la variación de las cuotas y el titular o titulares de los nuevos pisos o locales". Resulta así que al afectar al título la obra en cuestión, según lo expuesto, se hace necesaria la convocatoria de una junta general de propietarios para autorizar esta actuación, decisión que debe adoptarse según el art.17.1 LPH por unanimidad. En tanto en cuanto no se haya obtenido este acuerdo unánime previo nos encontraríamos ante una obra alteradora de los elementos comunes, por lo que la comunidad podrá solicitar del ejecutante la reposición de la situación a la existente originalmente. Administración de Fincas Un propietario ha cambiado el modelo de puerta que venía de origen en la Quantor Administración de Fincas 34 - 04/2009 - 13] [Q Convocatoria de Junta extraordinaria por los propietarios Planteamiento El presidente de una Comunidad de 100 viviendas, recibe bajo su puerta un escrito, donde se manifiesta: "Conforme a lo establecido en el art. 16 LPH, se le insta para que convoque una Junta General Extraordinaria con el siguiente orden del día y fecha (cese de la Junta Directiva, administración y el personal de servicio y rendición de cuentas). Este escrito no viene firmado por ningún propietario en particular, sino que se indica una relación de propietarios que representan un 25% de las cuotas de participación. ¿Es suficiente base el escrito recibido? Existen antecedentes de que alguien colocó en el tablón de anuncios de la comunidad, una relación de propietarios que solicitaban una Junta General y relacionaba una serie de propietarios, la mitad de los exigidos. ¿Debe solicitar la actual Junta Directiva de la Comunidad, por ejemplo, al primer Administración de Fincas propietario que figura en la lista, una relación de firmas con su correspondiente identificación para considerar la base real de la convocatoria o es suficiente la comunicación manifestada? Respuesta Se establece la posibilidad de que cualquier propietario pida que la Junta estudie y se pronuncie sobre cualquier tema de interés para la comunidad, a tal efecto, dirigirá escrito al Presidente, en el que especifique claramente los asuntos que pide sean tratados, el cual los incluirá en el orden del día de la siguiente Junta que se celebre (art. 16.2 LPH). Así las cosas, la petición debe estar identificada, es decir, debe ser realizada por un propietario o grupo de propietarios, por lo que la primera cuestión es que se identifique como tal con sus datos personales y firma. De esta forma, no es suficiente con el escrito recibido al que se refiere su consulta. El hecho de que existan antecedentes de que en su día alguien colocó en el tablón de anuncios de la comunidad, una relación de propietarios que solicitaban una Junta General y relacionan una serie de propietarios, la mitad de los exigidos, no tiene valor jurídico, en cuanto no es posible derogar la LPH en este aspecto. La actual Junta Directiva de la Comunidad, por cortesía, podría solicitar, por ejemplo, al primer propietario que figura en la lista, una relación de firmas con su correspondiente identificación para considerar la base real de la convocatoria. Es decir, no es suficiente la comunicación manifestada. Ahora bien, ello no es una obligación de la Junta, pues es el propietario quien tiene que acreditar la certeza de la petición. Quantor Administración de Fincas 34 - 04/2009 - 14] [Q Planteamiento El promotor de un edificio estableció en su condición de propietario único una servidumbre voluntaria a favor del edificio colindante, según la cual este último gozaría Imposibilidad de instar la declaración de nulidad frente a las servidumbres establecidas por el promotor de la posibilidad de usar la piscina y zonas ajardinadas del primero y estableciendo una servidumbre de luces y vistas. Dichas servidumbres se constituyeron pese a que en ese momento se habían suscrito diferentes contratos de compraventa entre el promotor y los nuevos adquirentes, en los que se indicaba que los inmuebles a construir se encontraban libres de cargas. Con posterioridad al otorgamiento de algunas escrituras de compraventa sobre los distintos departamentos, el promotor y el titular del predio dominante concretaron la servidumbre de luces y vistas, estableciendo unas distancias y alturas respecto de las que alcanzaría la servidumbre. En la actualidad, algunos titulares de distintos departamentos han solicitado la nulidad de las servidumbres. ¿Qué mayoría es necesaria para acordar la acción antes descrita, teniendo en cuenta ¿Cabe la posibilidad de que declare « la nulidad de la servidumbre » teniendo en cuenta que en el negocio jurídico por el que se estableció la servidumbre no participó la Comunidad de Propietarios, siendo ajeno a ella? ¿Que fundamentos de derecho apoyarían tal nulidad? Respuesta El art. 5.2 LPH atribuye al propietario único del inmueble -es decir, al promotor- la legitimación para realizar la división horizontal, así como para fijar el estatuto y todas aquellas cláusulas relativas al uso del inmueble, ejercicio de derechos y, en lo que ahora nos atañe, a la administración del edificio, siempre y cuando éstas no se encuentren prohibidas por la ley. La división se practica, pues, teniendo en cuenta la próxima existencia de nuevos propietarios que van a adquirir un piso o local mediante cualquier título (compraventa, donación, herencia, etc.). En este sentido, los propietarios pudieron haber otorgado amplias facultades al promotor para realizar pactos e, incluso, introducir posteriormente servidumbres, incluso autorizar para modificarlos con posterioridad a la venta de viviendas. La redacción de tales pactos admite multitud de fórmulas que han tratado de ser sintetizadas y sistematizadas por la doctrina. Así, es habitual que los compradores concedan en documento privado de un poder irrevocable al promotor para que proceda al otorgamiento del título y para que redacte los estatutos, con o sin simultánea aceptación de esos mismos estatutos que finalmente se redacten. También es posible que mediante igual documento privado se comprometan a aceptar el título finalmente otorgando unilateralmente por el promotor. Por último, es posible la introducción en el contrato de compraventa de normas que luego pasarán a formar parte de los estatutos al haber sido aceptadas por los compradores, etc. Generalmente la autorización o poder se inserta en el contrato de compraventa como una cláusula más. La jurisprudencia es unánime en el sentido de inadmitir las pretensiones de nulidad de las citadas cláusulas o pactos (por ejemplo, autorizando al promotor para imponer servidumbres modificando el título), cuando el título fue redactado unilateralmente sobre la base de este tipo de apoderamientos expresos, salvo una flagrante extralimitación del poder lo que resulta dudoso en el caso que nos ocupa. Por tanto, no resulta posible legalmente instar la declaración de nulidad de tales servidumbres, que además son de práctica corriente en las relaciones entre promotores y propietarios. Administración de Fincas que la resolución judicial sobre la servidumbre afectará al Título Constitutivo? Quantor Administración de Fincas 34 - 04/2009 - 15] [Q Deber de conservación de Obligación de desinstalar aparatos ventilación. aparatos de aire de acondicionado Obligados al pago Planteamiento En una comunidad de propietarios, algunos vecinos tienen el trastero en el mismo edificio y otros lo tienen en una zona restringida del sótano garaje. Para la ventilación de los trasteros situados en el garaje, se instalaron dos aparatos de ventilación que actualmente han dejado de funcionar. ¿Quién tiene que asumir el gasto de la reparación? Dichos aparatos de ventilación se encuentran ubicados dentro de uno de los trasteros, y su propietario, solicita que se cambien de sitio y se saquen al pasillo común. ¿Quién ha de decidir que se produzca el cambio de ubicación? Boletín de Administración de Fincas propietarios de la segunda fase en dichos gastos? Impreso en España Depósito Legal: BI-864-06 Franqueo concertado: 01/3169 Edita: Grupo Editorial El Derecho y Quantor, S.L. ISSN:1888-4970 Imprime: Gestingraf Reservados todos los derechos. Esta publicación y sus contenidos no pueden ser reproducidos total o parcialmente, ni editados, transmitidos ni registrados por ningún medio técnico o procedimiento repográfico o fónico, electrónico o mecánico, sin la expresa autorización por escrito del editor. Asimismo. Grupo Editorial El Derecho y Quantor, S.L. no se identifica necesariamente con las opiniones expresadas por los autores y colaboradores en los contenidos de esta publicación © Grupo Editorial Quantor Oficinas centrales Lagasca, 45. 28001 Madrid Teléfono: 902 44 11 88 Fax: 91 57816 17 El garaje tiene una misma entrada para dos fases distintas. ¿Han de participar los Q Respuesta En nuestra opinión, en la medida en que se trata de un elemento común, todos los propietarios están obligados a participar en el mismo, dado que lo que pretende tal servicio es garantizar que las condiciones del edificio son iguales para todos cualquiera que sea el lugar donde se ubique cada propiedad. Por ello, es de aplicación como regla general lo preceptuado para todos los propietarios en el art. 9.1 e). En segundo lugar, en la medida en que lo que se pretende es ubicar tal instalación en el pasillo que es un elemento común del garaje, afecta a los elementos comunes por lo que el acuerdo debe ser adoptado previamente por todos los propietarios del garaje y no sólo por los propietarios a los que afecta. El gasto no se puede individualizar para una de las zonas, sino dado que es un elemento común y un gasto común, se repartirá entre todos los propietarios del garaje aunque se entregara en dos fases. Los suscriptores de “Administración de Fincas QUANTOR” pueden hacernos llegar sus consultas, siempre por escrito, al num. de fax: 91-578-16-17 a la atención de la Sección de Derecho Inmobiliario o por e-mail a la dirección [email protected]. 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