Nº 22 Septiembre - Octubre 2008 A FONDO Seguridad LOCAL Juan M. Olmo Ortíz Cabo-Jefe del Servicio de Alteraciones Documentales de Tráfico de la Policía Local de San Fernando de Henares Los documentos ficticios o de fantasía relacionados con el tráfico y la identidad El Agente, brazo en alto, ordena la detención de un vehículo extranjero que acaba de rebasar un semáforo en fase roja. Seguidamente, se dirige al conductor: "Por favor permítame la documentación del vehículo y su permiso de conducción". "Aquí tiene". Éste, le facilita un documento con formato similar a un "librillo", en cuya portada se puede leer "International Driving Permit", apreciándose también la leyenda: "Permis du Conduire". El Agente al inspeccionarlo comprueba que está expedido por una organización cuyas siglas son: IDAC (International Driving Association Company), aunque no localiza el país o Estado al que pertenece. Esto le hace dudar pero continúa inspeccionando el documento y observa que ha sido expedido para varias categorías, entre ellas la "B", que es la que le habilita para el tipo vehículo que conduce. Vuelve a examinar las páginas en busca del País emisor, llegando a la conclusión de que no consta en el documento, no obstante algo ha llamado su atención, se trata de la confección del documento que es de una calidad excelente, además, aparecen los "logo- 20 Los llamados documentos de fantasía se han utilizado, se utilizan y se seguirán utilizando, ya sea con el fin de evitar las infracciones por carencia de permisos de conducción, o para suplantar la identidad del titular de una tarjeta de crédito sustraída, o para otro sin fin de casos parecidos tipos" de la UE y de Naciones Unidas. "Hasta tiene hologramas", musita para sí mismo. 21 "Ya puede continuar", indica al conductor tras devolverle el documento y notificarle la infracción. Momentos más tarde comenta con su compañero de patrulla las características del Permiso de Conducción que acababa de ver. Este, más veterano, sonríe, mientras le indica: "Te acaban de engañar, eso que te han enseñando es un Documento de fantasía, se venden por Internet". La escena descrita, a pesar de ser ficticia, estoy seguro que será familiar, para buena parte de los lectores de este artículo, ya sea por experiencia propia o por el comentario de algún compañero que se haya visto envuelto en alguna situación similar. A FONDO Lo verdaderamente curioso de los documentos de fantasía, es que son famosos entre la comunidad policial debido a la controversia de opiniones que generan a la hora de afrontar las actuaciones en los que media su utilización Efectivamente, no es ningún misterio que los llamados documentos de fantasía se han utilizado, se utilizan y se seguirán utilizando, ya sea con el fin de evitar las infracciones por carencia de permisos de conducción, o para suplantar la identidad del titular de una tarjeta de crédito sustraída, o para otro sin fin de casos parecidos. Eso sí, rara vez con un objetivo que no implique quebrantar alguna norma. Controversia No obstante, lo verdaderamente curioso de los documentos de fantasía, es que son famosos entre la comunidad policial debido a la controversia de opiniones que generan a la hora de afrontar las actuaciones en los que media su utilización. De una parte están quienes opinan que este tipo de documentos, por ser ficticios, sin valor jurídico alguno, no pueden ser denominados documentos falsos. Y, por tanto, la respuesta policial sería, en su caso, de carácter 22 administrativo y nunca incardinada en los tipos penales del art. 390 del Código Penal. Por otra, quienes apoyan el argumento anterior, pero con matices, es decir, dependiendo del tipo concreto, su configuración, características y utilización, unos documentos de fantasía, podrán considerarse documentos falsos y otros, simplemente, falsedades inocuas, atípicas, etc. Personalmente me encuentro entre los que apoyan la segunda opción y, por tanto, lo que sigue a continuación irá enfocado a fundamentar esta opinión. Se trata de un análisis desde una perspectiva policial, apoyado, eso sí, en la normativa que nos brinda nuestro ordenamiento jurídico y, cómo no, en la experiencia propia y ajena en este campo. A FONDO Estado u organización de Derecho Internacional, por lo que no tiene validez jurídica. A su vez segmenta estos documentos en tres categorías: fantasía, camuflaje, y otros. Están quienes opinan que este tipo de documentos, por ser ficticios, sin valor jurídico alguno, no pueden ser denominados documentos falsos. Y, por tanto, la respuesta policial sería, en su caso, de carácter administrativo y nunca incardinada en los tipos penales Para comenzar a situarnos, habrá que definir qué es un documento de fantasía o ficticio, sus formatos, clases, características, etc. Y una vez analizados, veremos cómo pueden o no encajar en nuestra norma penal. Definiciones Concretar qué es documento de fantasía o ficticio no es sencillo, en la medida que su definición no se recoge en norma alguna, sino que más bien se trata de un concepto de uso policial para denominar ciertos documentos y que ha sido adoptado, en ocasiones, por Magistrados o Jueces en sus resoluciones. No obstante, el Consejo de la Unión Europea, en el Glosario de Términos para denominar las medidas de seguridad y otros términos técnicos relacionados con documentos de identidad y vaje, los define de la siguiente forma: Documentos ficticios: Los documentos ficticios comprenden toda una serie de documentos que carecen de base legal y que por lo general no intentan reproducir ningún documento auténtico. El documento ficticio tiene la apariencia de un documento oficial, pero no lo expide una autoridad o una institución existentes y oficialmente reconocidas por un 24 Fantasía: en estos aparece el nombre de países u organizaciones imaginarios y el expedidor no es ni un Estado reconocido por el Derecho internacional ni una institución autorizada. Por ejemplo: Hutt River Passport, Texas Passport, Republik Maluku. Camuflaje: Son documentos que aseguran proceder de países u organizaciones que han dejado de existir o que han cambiado de nombre. Por ejemplo: Samoa Oriental, Nuevas Hébridas (ahora Vanuatu), Rodesia (ahora Zimbabue), Honduras Británica (ahora Belice) o Alto Volta (ahora Burkina Faso). Otros: documentos, visados o sellos que llevan el nombre de un Estado u organización existentes pero que no corresponden a ningún documento real del país u organización internacional en cuestión. Supuestos Teniendo en cuenta estas definiciones y tomando como ejemplo, la intervención policial ficticia relatada al principio, podríamos decir: 1. Que efectivamente el Permiso Internacional de Conducir (PIC) que el conductor muestra al Agente se trata de un Documento de Fantasía. 2. Que dicho documento, debido a su apariencia y calidad, confunde al Agente que decide dejar que su titular continúe la marcha. Ahora, imaginemos a nuestro Agente en otro supuesto, concretamente: solicitando la documentación a una persona extranjera, que precisa ser identificada. Esta vez, el documento que le ha sido entregado tiene apariencia de pasaporte, pero nada más leer la cubierta del mismo, el Agente llega a la conclusión de que el individuo le esta intentando engañar. El motivo: el Estado que expide el pasaporte es la URSS. Nuestro agente, rápidamente se ha percatado de que lo mostrado no era un documento oficial, por lo que requiere al individuo para que se identifique con otro documento, o bien, le acompañe para proceder a su identificación, tal y como establece la legislación vigente. ¿Qué circunstancia ha motivado que su proceder haya sido tan dispar respecto de la intervención con el PIC de Fantasía, cuando ya hemos dicho que ambos son Documentos Ficticios? Pues, sencillamente, que uno le induce a error y el otro no. Nuestro Agente está al corriente de lo recogido en el Reglamento A FONDO Aunque no deja de ser una opinión, parece adecuado decir que, salvo contadas ocasiones, los documentos ficticios a los que nos referimos, trasmiten la necesaria apariencia de veracidad que hace difícil su catalogación como burdos, toscos, o incapaces de producir engaño se" y diera por válido el PIC que le mostraban. General de Conductores (Art. 30.1c) sobre la validez de los PIC; de hecho, tiene referencias de los distintos Convenios Internacionales que avalan su expedición. Pero también conoce que los Estados emisores no respetan al 100% las características estipuladas en los Convenios citados, que existe variedad de formatos, diversidad de colores, heterogeneidad en las medidas de seguridad y que, además, algunos Estados delegan su expedición a empresas privadas como los Automóviles Club. Esta amalgama de circunstancias, unidas a la impecable construcción, apariencia y calidad del documento ficticio presentado, ha provocado que, ante la duda, el Agente, optara "por no complicar- Sin embargo, en el caso del Pasaporte, está al tanto que la URSS, como País o Estado, no existe en la actualidad, por lo que difícilmente podría expedir documentos oficiales. ¿Entonces, de lo anterior se deduce que un pasaporte camuflaje no es capaz de producir engaño? Pues, depende. Por ejemplo, podría darse el caso que se utilizase junto con un PIC de Fantasía para alquilar un vehículo o para alquilar una vivienda a un particular, o para infinidad de transacciones en las que es necesario identificarse, sin que sea un requisito la presencia de un Agente de la Autoridad o persona con cierto nivel de formación en esta materia. Según avanzamos, va quedando patente que estos documentos, dependiendo de su clase y uso, pueden inducir a error a quienes les son mostrados. 26 No obstante la categoría realmente "peligrosa" es la encuadrada en Otros Documentos Ficticios, ya que para su detección "in situ" seria necesario conocer la practica totalidad de formatos y clases de documentos de identidad, viaje y tráfico expedidos por, al menos, los países de la UE, su entorno y aquellos otros de cierta relevancia. Esa formación únicamente la poseen algunos agentes especializados en esta materia, por lo que no está al alcance de cualquiera, ya sea Agente de la Autoridad o mucho menos un simple ciudadano. Si tuviéramos que citar una característica común a todos los documentos encuadrados en esta categoría, no cabría duda alguna, sería la siguiente: pretenden confundir. Alguien podría pensar: ¡Pero si el documento de identidad que se expone como ejemplo en la categoría Otros, no engañaría a nadie! ¡Todo el mundo sabe cómo es el DNI ! Vayamos por partes, para empezar es cierto que la generalidad de las personas conocen las características físicas del DNI, incluso el actual. Pero, qué ocurriría si solicitamos que algún ciudadano nos describa la TIE (Tarjeta de Identidad de Extranjeros) o mal llamada NIE, no cabe duda que un número muy elevado no sabría de qué le hablamos. De hecho, aunque es la excepción, existen Agentes que hoy día tienen dificultades para diferenciar los modelos antiguos y actuales de estos documentos. También es cierto, que tampoco abundan sentencias en las que un documento de fantasía sea la causa de la condena por un delito de falsedad documental Es evidente que el documento expuesto como ejemplo en la categoría otros, y los que se exponen a continuación, no se confeccionaron para ser utilizados en España, dado que las probabilidades de ser detectados son muy altas, de hecho como más adelante veremos podrían ser definidos técnicamente como Falsedades Burdas o Inocuas en caso de ser utilizado en nuestro país. Pero, imaginémonos nuevamente a nuestro socorrido Agente en otra actuación rutinaria, esta vez, tras solicitar la documentación a un ciudadano que dice ser finlandés, le ha mostrado la siguiente Carta de Identidad: (foto 1) En esta ocasión nuestro Agente ni tan siquiera duda de su autenticidad, recaba los datos necesarios, procede a su devolución y continúa su servicio. Sin embargo, como se puede comprobar, el documento de identidad 28 finés que le ha sido entregado, nada tiene que ver en apariencia con el auténtico, ya sea comparado con el modelo actual o con el anterior. (fotos 2 y 3) Entonces, ¿qué ha ocurrido en esta ocasión? Pues que como se apuntaba anteriormente, nuestro Agente no es un experto en Documentoscopia o Verificación de Documentos Internacionales, por tanto, carece de la formación adecuada para detectar la no autenticidad del documento que le era mostrado. El Agente, a tenor de sus conocimientos, ha obrado como la lógica y el sentido común le dictaba, es decir: Finlandia como Estado es miembro de la Unión Europea y, por tanto, un ciudadano de esa nacionalidad esta perfectamente identificado y en situación regular con el documento de identidad de su país. Esto, sumado a la apariencia y calidad del documento ficticio, ha sido motivo suficiente para que no indagara más y lo diera por válido. Conclusiones sobre documentos ficticios Llegados a este punto, ya podemos avanzar las siguientes conclusiones sobre los Documentos Ficticios: Simulan Documentos Oficiales. Su apariencia, construcción y calidad inducen a error, llegando a ser tomados por Auténticos. Son utilizados, para producir el mismo efecto que originaría un documento auténtico de su clase. La norma penal Una vez obtenidas las anteriores conclusiones, es hora de comprobar cómo podremos encuadrarlas en los requisitos exigidos por la norma penal sobre las Falsedades Documentales. Para ello debemos acudir al Art. 390.1, apdo. 2, en relación con el Art. 392. Artículo 390 1. Será castigado con las penas de prisión de tres a seis años, multa de seis a veinticuatro meses e inhabilitación especial por tiempo de dos a seis años, la autoridad o funcio- Nº 22 Septiembre -Octubre 2008 A FONDO Seguridad LOCAL A FONDO La utilización de algunos documentos ficticios, dependiendo de su estructura, apariencia de veracidad y destino puede constituir un presunto delito de falsedad documental nario público que, en el ejercicio de sus funciones, cometa falsedad: Alterando un documento en alguno de sus elementos o requisitos de carácter esencial. Simulando un documento en todo o en parte, de manera que induzca a error sobre su autenticidad. Suponiendo en un acto la intervención de personas que no la han tenido, o atribuyendo a las que han intervenido en él declaraciones o manifestaciones diferentes de las que hubieran hecho. Faltando a la verdad en la narración de los hechos. Artículo 392. El particular que cometiere en documento público, oficial o mercantil, alguna de las falsedades descritas en los tres primeros números del apartado 1 del artículo 390, será castigado con las penas de prisión de seis meses a tres años y multa de seis a doce meses. Antes de proseguir, es conveniente aclarar por qué se excluyen el resto de apartados del Art. 390.1: En el apartado nº 1 la acción requerida es la alteración, por tanto, en esos casos, estaríamos ante un documento autentico en origen, el cual sufre una manipulación en algún requisito esencial, ejemplo: pasaporte sustraído al que se le cambia la fotografía del titular. En el nº 3, la acción requerida nada tiene que ver con las falsedades referidas a documentos de identidad, viaje o trafico. El nº 4 no afecta a la acción cometida por particulares. Dicho esto, podemos comprobar que el apartado nº 2 del Art. 390.1 parece adecuado para encuadrar las conclusiones a las que llegamos sobre los documentos Ficticios. De su lectura se establecen dos requisitos fundamentales: Que simule un documento en todo o en parte. Que induzca a error sobre su autenticidad. Jurisprudencia Por tanto, veamos qué dice el Tribunal Supremo en algunas de sus resoluciones sobre estos dos requisitos: 30 Simular STS de 18/09/93 … "simular" equivale a crear un documento, configurándolo de tal forma que produzca una apariencia de veracidad, tanto por su estructura como por su forma de confección. STS 13/06/97 … "simular" significa representar una cosa, fingiendo o imitando lo que no es. STS 03/03/2000 … Será, pues, simulado un documento cuando se practican en el mismo operaciones que inducen a error sobre su autenticidad, lo que ocurre cuando el documento así elaborado es idóneo para pasar por auténtico en el tráfico jurídico al que va destinado. Inducir a error STS 29/05/2000 … la acción típica del art. 390.1.2 es aquella que se realiza sobre el soporte material, el documento, creándolo "ex novo" de manera que el así creado induzca a error sobre su existencia como documento del que surgen una realidad jurídica vinculante, con efectos y sus posibles responsabilidades penales, como ocurre en otros países donde la incidencia de la utilización de estos documentos es similar. Al respecto pueden verse las siguientes webs: constitutivos y probatorios de la misma, es decir, creando un documento, soporte material, que en realidad no existe pese a su apariencia……. http://www.ftc.gov/bcp/conline/spa nish/alerts/s-driveralrt.shtm STS 05/06/87 y siguientes: … Las imitaciones de la realidad, de naturaleza informe, burda o grosera, incapaces de inducir a engaño aun al menos perspicaz, no constituyen verdaderas falsificaciones con trascendencia penal. http://www.naag.org/es/licencias-internacionales.php http://www.cjnetwork.org/cjimrights/dlicense_fraud.html Algunas direcciones web sobre venta de documentos de fantasía: STS 02.11.2001; STS .01-03-2004, y STS.18-02-2005 … La falsedad, por su mismo concepto, implica dos elementos: 1º. Una mutación de la verdad. 2º. Que sea tal que pueda engañar, es decir, que de algún modo lo que no es verdadero pueda parecerlo, porque una alteración de la verdad que lo sea de modo manifiesto, de forma tal que cualquiera que se acerque al objeto falsificado sin esfuerzo alguno pueda percatarse de ello, carece de aptitud para incidir en el tráfico jurídico al que ese objeto puede referirse. Concretamente tratándose de falsedad documental si la alteración la puede conocer la persona a la que va dirigida a primera vista, por tratarse de algo burdo y ostensible, hay que decir que no existe el correspondiente delito La Jurisprudencia parece clara al respecto, con la excepción, eso sí, que se trate de falsificaciones burdas. Aunque no deja de ser una opinión, parece adecuado decir que, salvo contadas ocasiones, los documentos ficticios a los que nos referimos, trasmiten la necesaria PIC: http://www.iadcworld.com/Int_DD.htm apariencia de veracidad que hace difícil su catalogación como burdos, toscos, o incapaces de producir engaño. Por otra parte no se tiene información de sentencias, al menos de instancias superiores, en las que la atipicidad de un documento ficticio sea la única causa de la absolución de un procesado en los hechos en los que ha mediado su utilización. También es cierto, que tampoco abundan sentencias en las que un documento de fantasía sea la causa de la condena por un delito de falsedad documental. Posiblemente, la falta de resoluciones judiciales sobre este particular sea debido, entre otras causas, a uno de los hechos tratados en este artículo, es decir: la reticencia, por una parte de la comunidad policial, a judicializar las actuaciones con este tipo de documentos. A mi juicio, el camino correcto es el marcado por la Sentencia de la Audiencia Provincial de Murcia, de fecha 3 de octubre de 2002: 32 Creo necesario hacer un requerimiento a los organismos o autoridades con competencias en la materia tratada, especialmente a la Dirección General de Tráfico, con objeto de que se promuevan campañas informativas sobre las consecuencias del uso de estos documentos y sus posibles responsabilidades penales En el apartado segundo de los Fundamentos de Derecho, se dice: … Además de la pericial, la tenencia en su poder de los reseñados documentos y el hecho mismo de que tuviera que incorporar su foto confirma que la falsedad se cometió por el imputado. Se trata de documentos todos ellos aptos e idóneos para acreditar la situación jurídica que le sirve de soporte, incluso en el caso del permiso internacional de conducción que aparece a su nombre, que ha resultado ser completamente ficticio, en cuanto si bien no es útil frente a las autoridades y agentes encargados del tráfico viario sí es apto para inducir a error sobre su autenticidad a terceros desconocedores de las características de esta suerte de documentos a los que les podía hacer creer la posesión de la condición o de cualidades que emanan de él. Conclusiones finales 1. Algunos Documentos Ficticios, incluidos los PIC de Fantasía, se caracterizan por lo siguiente: Simulan por estructura y apariencia de veracidad, a los documentos oficiales. Descartadas las falsedades burdas, inducen a error sobre su autenticidad. Su destino es pasar por auténticos en el trafico jurídico, es decir, su utilización va destina- da a producir el mismo efecto que si de un documento auténtico se tratara. 2. Basándose en lo citado anteriormente, la utilización de algunos documentos ficticios, dependiendo de su estructura, apariencia de veracidad y destino puede constituir un presunto delito de falsedad documental, definido en el art. 390.1 Apdo. 2 del Código Penal. 3. Determinados Documentos Ficticios, carecen de la capacidad de trasmitir apariencia de veracidad, no induciendo a error, ni al menos perspicaz, por tanto, estaríamos ante falsedades inocuas o no punibles. Requerimiento Para finalizar creo necesario hacer un requerimiento a los organismos o autoridades con competencias en la materia tratada, especialmente a la Dirección General de Tráfico, con objeto de que se promuevan campañas informativas sobre las consecuencias del uso de estos documentos 33 http://www.idlforyou.com/sam ples.asp?item=idl http://www.interdriverlicense.com /prices.aspx http://www.iadc-club.com/spa nish/doc.asp http://alpha-idl.com/home.html http://www.licencia-internacio nal.com/anim.php Permisos Conducción Nacionales: http://www.fakeid4u.co.uk/ products.html http://www.fakeidentification.co. uk/cards.php Documentos de Identidad: http://www.phatism.com/CDNATUK.htm http://www.newidcards.com/CA. html http://www.fluxcard.com/04Fake-United-Kingdom-NationalID-Card.html http://www.phidentity.com/06world-identity-card-fake-id.html http://phakeid.co.uk/Fake-IDCards.htm Nº 22 Septiembre - Octubre 2008 A FONDO Seguridad LOCAL