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Fortificaciones en el Alto Aragón
EXPOSICIÓN
Producción
Consorcio Castillo de San Pedro
Diseño y montaje
Fco. González Puértolas
José Manuel Clúa Méndez
Diego Fernández García
Equipo de montaje
Vicente Cervera Echeverría
Constantino Carbonel Albo
Eduardo Sánchez
Diego Esteban Nicolay
Diego Fernández García
Con la colaboración
José Manuel Clúa
Miguel Ramón
Adoración Lanaspa
Revelado fotográfico
EME FOTODISEÑO
Rotulación e impresión
QUEROCHE S.L.
COLORWEB
Maquetas
Museo Histórico Militar de Valencia
Diego Fernández
Fotografías
Adolfo Castán
Ángel Mesado
Antonio García
Comarca de la Ribagorza
Diego Fernández
Diego Ortigas
Fernando de la Fuente
Francisco González
Francisco J. Vázquez
Francisco Peralta
Francisco Villar
Gonzalo Caballero
Isaac Baquero
J. Manuel Clúa
Javier Úbeda
Joaquín Durán
Jesús Monterde
Jose Luis Carretero
Luis Antonio Vals
Mamen Ferrer
Manuel Fontaneda
Miguel Ramón
Rodolfo Ruiz
Planos y dibujos
Archivo General de Simancas
Centro Geográfico del Ejército
Instituto Historia y Cultura Militar
José María Establés
Juan Carlos Moreno
Videos
ARCA
Turismo de Aragón, D.G.A.
CATÁLOGO
Textos
Fichas patrimonio D.G.A.
ARCA
Fotografías
Mismos autores exposición
Diseño y maquetación
Diego Fernández
Portada
Maqueta castillo de Loarre
Contraportada
Plano de Jaca y sus murallas 1805
Impresión
El Pirineo Aragonés
Agradecimientos:
Adolfo Castán
Ángel Mesado
Antonio García
Diego Ortigas
Fernando de la Fuente
Francisco J. Vázquez
Francisco Peralta
Francisco Villar
Gonzalo Caballero
Isaac Baquero
J. Manuel Clúa
Javier Úbeda
Joaquín Durán
Jose Luis Carretero
José María Establés
Jesús Monterde
Juan Carlos Moreno
Luis Antonio Vals
Mamen Ferrer
Manuel Fontaneda
Miguel Ramón
Rafael Sebastián
Rodolfo Ruiz
Asociación para la recuperación de los
castillos de Aragón (ARCA)
Comarca de la Ribagorza
Museo Histórico Militar de Valencia
Propiedad
de la presente edición
© Consorcio Castillo de San Pedro
de las imágenes
© sus autores
de los textos
© sus autores
Depósito legal Hu-262-2011
Julio 2011
Con la colaboración de
Caja de Ahorros de la Inmaculada
ARCA
Construcciones Iberco
“La conservación y restauración de monumentos
tiende a salvaguardar tanto la obra de arte como el
testimonio histórico”
Carta de Venecia 1964 ICOMOS
Presentación
El Consorcio del Castillo de San Pedro inició el año 2010 sus exposiciones con la dedicada
al monumento donde tiene su sede, la buena acogida y el interés demostrado por el público que visita el castillo, nos ha animado a trabajar en una línea acorde con el lugar donde nos encontramos,
como es el del estudio de las fortificaciones.
Con esta exposición queremos dar a conocer los valores históricos, arquitectónicos y culturales
de algunas de las fortalezas, torres, iglesias fortificadas, palacios fortificados, etc., que a pesar del
paso del tiempo se conservan en la provincia de Huesca. Al existir una gran cantidad de fortificaciones, y con fechas de construcción que van del siglo VIII al siglo XX, se ha tenido que hacer una
selección para que estuvieran contemplados todos los tipos arquitectónicos, y representadas todas
las comarcas.
Deseamos agradecer la valiosa colaboración que nos han prestado las Instituciones, las
personas que con sus fotografías nos han permitido mostrar con imágenes el estado de algunos
Bienes de Interés Cultural que tenemos en la provincia de Huesca, así como a la Asociación para
la Recuperación de los Castillos de Aragón que ha colaborado con su experiencia y material, y por
último a la Caja de Ahorros de la Inmaculada por su patrocinio.
Sabemos que al tener que elegir, hemos dejado algunas fortificaciones que para otras personas
son más importantes que las que aquí hemos expuesto, pero tenemos la intención de continuar
trabajando en este tema y preparar nuevas exposiciones con el apoyo de todas las personas que
quieran aportarnos información.
Francisco González Puértolas
Director del Castillo de San Pedro
1
SITUACIÓN
Mapa de localidades de Huesca de las que
se muestran fortificaciones en este catálogo
2
Castillo de San Pedro de Jaca
La construcción de este importante complejo defensivo se
inició en 1592 por mandato del Rey Felipe II debido a las
incursiones francesas. Fue diseñado por el ingeniero italiano Tiburcio Spanocchi. Su periodo de construcción fue
largo ya que en 1650 todavía no estaba finalizada. Tiene
planta de pentágono regular y está emplazada en terreno
llano. Los muros exteriores están construidos con la base
en talud y revestidos de sillería; en cada ángulo posee un
baluarte y todo su recinto se puede recorrer por un amplio
camino de ronda. El foso está cruzado por un puente de
tres arcos más otro levadizo que conecta con la puerta de
ingreso; esta es de gran empaque y traza herreriana del
s. XVII. Al entrar se accede a una gran plaza de armas,
3
también pentagonal, rodeada por pabellones de dos plantas
con arcadas apoyadas sobre pilares, siendo de medio punto
abajo y rebajadas arriba. En un ángulo de la plaza de armas
se encuentra la capilla de San Pedro, de estilo barroco.
Todo el conjunto fue restaurado durante los años 1968-70.
Esta considerada como la única fortificación de estilo renacentista del siglo XVI que se conserva completa y original
en toda Europa.
Torre del Merino
Esta torre fue construida en 1445 para residencia del Merino de la ciudad aunque poco
después se utilizó como cárcel, al incendiarse
la denominada cárcel eclesiástica situada al
lado de la catedral. La torre fue vendida y pasó
por diversos propietarios hasta que en 1559 la
compró el Ayuntamiento para instalar en ella
un reloj, de ahí su denominación popular.
Es una torre de planta rectangular, construida
con piedras irregulares y gran esbeltez. Se divide interiormente en cuatro plantas, iluminadas
por ventanales góticos, algunos con tracería o
geminados. La puerta de ingreso se sitúa en la
cara norte a nivel del suelo y consiste en un arco
de medio punto.
En la restauración se eliminaron el chapitel y
reloj, y se cubrió con tejado a cuatro aguas.
4
Fuerte de Rapitán en Jaca
La construcción de esta fortificación fue aprobada por una Real Orden en 1889, parte de cuyas obras finalizan en noviembre de
1900, otra Real Orden aprobó nuevas modificaciones que se llevaron a cabo en 1912.
Este fuerte destaca sobre la cumbre de uno de los cerros situados al norte de la población, vigilando la carretera que viene de
Francia. Ocupa una gran superficie, presentando una parte noble con puertas de cierta monumentalidad y otra más militar, con
fosos y poternas para fusiles y cañones. Su obra es de sillería y la mayor parte de la construcción está bajo tierra para evitar la
acción de la artillería enemiga.
5
Murallas de Jaca
La ciudad de Jaca fue la primera capital de Aragón, y aunque no tenemos constancia de que tuviera una cerca en el
siglo XI, es muy probable que tuviera una muralla formada
por las traseras de las casas. El crecimiento demográfico
originado por la ubicación de la corte, y por la presencia
de peregrinos, comerciantes franceses y judíos, obligaría a
crear calles extramuros y a un intermitente reajuste de la
muralla. Para la realización de estas obras cede bienes de
la corona el rey Ramiro II en el año 1135 aunque en esta
fecha la lucha contra los musulmanes se desarrollaba al
sur del río Ebro.
Todos los reyes de Aragón, a lo largo de los siglos XIII y
XIV, se ocuparon del tema de la muralla jacetana, y lo hicieron por ser Jaca una ciudad frente a dos fronteras. Dados los escasos documentos existentes no se puede afirmar
cuando se completó la cerca, lo que sí se puede afirmar que
la muralla que conocemos por los restos existentes corresponde a la Baja Edad Media.
De las cortinas existentes en el entorno del Convento de
las Benitas, se puede deducir que la muralla tenía un espesor de un metro, y estaba construida con aparejo pseudoisódomo, sillarejo con doble paramento y relleno. Los
torreones eran de planta semicircular, cuadrada, e incluso
hexagonal, lo que pone en evidencia que las murallas se
realizaron por etapas, y de ahí la insistencia de algunos
monarcas en que se terminen o reparen las defensas de la
ciudad. La muralla se completó a comienzos del siglo XV.
6
Iglesia fortif icada de Abós
Despoblado situado en el antiguo camino entre Jaca e Ípas del que
actualmente no queda más que la iglesia, hoy situada en plena ronda
de circunvalación de Jaca camino de Canfranc. Esta iglesia es la antigua parroquial del lugar de Abós que fue abandonado hace tiempo
por lo que esta se convirtió en ermita; en el siglo XIX se la transformó
en polvorín, con lo que se la dotó de elementos defensivos. La iglesia
es de estilo románico, de una sola nave, con ábside en su cabecera y
tejado sostenido por ménsulas y construida toda ella con buenos sillares; en la transformación del siglo XIX se la rodeó con una pequeña
muralla, con cubos semicirculares, y se le abrieron aspilleras en todos
sus muros, además de dotarla de una chimenea con pararrayos en una
de las fachadas laterales. Su estado de conservación es malo, pues ha
perdido la techumbre y el ábside encontrándose recubierta de abundante vegetación que oculta parcialmente toda su fábrica.
7
Iglesia fortif icada de Aín, en Jaca
El despoblado de Aín aparece documentado desde el año 1062, pero se despobló antes de 1488, a causa de las guerras. La iglesia
románica de Aín, se conoce equivocadamente como san Miguel de Larbesa. En el siglo XIX se construyó una muralla de sillarejo
rodeando la iglesia, con dos garitas de acceso exterior situadas en ángulos opuestos dándole el aspecto de un pequeño fortín que
sirvió de polvorín para las unidades de la ciudad de Jaca.
8
Torre fortif icada de Larbesa en Jaca
El lugar o caserío de Larbesa ya existía en 958,
y tuvo como tenentes a Velasco Fortuñones, Ato
Galíndez en 1059, reinando Ramiro I por lo que
podemos suponer que tenía un castillo. La torre
existente en la actualidad data del siglo XV. Tras
la desamortización pasó a propiedad de los Gabín
y desde 1968 pertenece a un particular.
La torre es de planta rectangular, repartida en
cuatro plantas, y cubierta con tejado a dos aguas,
aunque en su origen pudo ser almenada. Contaba
con matacanes uno en la cara este del cual restan
las ménsulas de sujeción y otro en la fachada principal (oeste) que todavía se conserva, bajo él se
observa en el tercer piso una ventana adintelada y
otra de mayores dimensiones también adintelada
con tracerías en forma de cruz. En su cara contigua cuenta con una ventana geminada de arcos
semicirculares con parteluz, así como saeteras de
derrame central.
9
Casa fortif icada de la Garisea, Jaca
Se encuentra situada en medio de unos
campos de labor, a pie del Camino de
Santiago, presenta planta cuadrada
aunque posteriormente se amplió y da
apariencia de planta rectangular.
Es la única casa fortificada que existe
en Jaca, su construcción es del siglo
XVI cuando toda la zona pirenaica
se fortificó por miedo a posibles ataques de bandoleros, muy frecuentes en
aquella época.
En la fachada principal se abre la
puerta a pie de calle, que da acceso
al inmueble. Presenta ventanas y una
tronera para pequeña arma de fuego,
en otro lado de la casa-torre también
presenta otra tronera.
10
La Torreta de Canfranc
La Torreta es de planta rectangularovalada y esquinas redondeadas, su
construcción se data en 1879. Toda la
torre está repleta de aspilleras de diferente tamaño adecuado a las armas
de la época. La torre está estructurada en tres niveles en torno a un patio.
En el lado exterior existe una moldura
entre los niveles segundo y tercero. En
éste se observa una hilera de veinte
saeteras y bajo él, en el segundo una
arquería realizada con piedra más
oscura, bajo cada arco también se encuentran saeteras. La puerta de entrada está situada en altura y se accedía a
través de un puente levadizo pero hoy
hay unas escaleras.
En la actualidad es el Centro de Información del Camino de Santiago y sala
de exposiciones temporales
11
Fuerte de Coll de Ladrones
en Canfranc
Quizás una antigua fortaleza fechada en 1592 fue el origen del
fuerte de Coll de Ladrones, hoy visible en el flanco norte del monte, se trata de un robusto y largo muro de mampostería que cubre
parte de la ladera en un punto muy escarpado, así como restos de
construcciones como podría ser la base de un torreón, esta fortaleza
o puesto de vigilancia funcionó hasta 1845 - 1850 que fue cuando
se quedó abandonado.
En 1887 fue rehecho, durante una campaña de fortificación realizada por el Arma de Ingenieros militares con el fin de proteger la
carretera de comunicación con Francia por el valle del Aragón.
Al modernista fuerte de Coll de Ladrones se accede mediante una
pista que sale de la carretera que va de Canfranc a Candanchú,
se entraba atravesando un puente levadizo hoy inexistente y una
puerta realizada en 1900. Traspasado el foso, hay dos niveles de aspilleras en el muro este; una baja para cañones y otra para artillería
más ligera, excavado en la roca se encuentran también diferentes
almacenes, y en el lado que mira a la carretera se suceden hileras
defensivas, con aspilleras. Una vez dentro en el fuerte se elevan dos
edificios paralelos, donde se observan caballerizas, cocinas, excusados, construcciones conservadas en relativo buen estado.
12
Torre de Boalar en Atarés
13
La torre de Boalar pueden ser los restos de una fortificación medieval mandada construir por el conde
Galindo y que formaba parte de una serie de fortalezas que defendían la entrada de los valles en la zona
dominada por el Islam. No obstante esta torre fue
construida durante los siglos XIV y XV para vigilar el
camino entre Jaca y Pamplona.
Se trata de una torre de obra de mampostería con
piezas de sillar reforzando las esquinas y encuadrando
vanos, es de planta rectangular aunque casi cuadrada,
de 7 por 8 metros de lado aproximadamente, y considerable altura, está situada al borde de un espolón
rocoso que la hace inaccesible por su lado norte, el
resto cuenta con un foso artificial y un recinto hoy
muy rebajado en altura. Cuenta con cuatro plantas,
incluyendo el cadalso que pudo ser un recrecimiento
por la diferencia en la obra, ha perdido su remate posiblemente a dos aguas. En todas sus caras presenta
aspilleras a todos los niveles, y otros vanos aunque en
la fachada norte se abre un ventanal geminado con
arcos conopiales y aristas molduradas, como la puerta
situada en menor altura siendo esta la planta noble
de la torre. La siguiente planta presenta aspilleras y
en la última se observan los mechinales del piso superior que daba acceso al cadalso por vanos de arcos
rebajados.
Castillo de Biniés
El castillo primitivo se construyó a principios del siglo XI,
como defensa de la entrada de la foz de Biniés. Felipe de
Urriés fue tenente del castillo por el apoyo prestado al sucesor de Martín I el Humano, Fernando de Antequera en
el asedio del castillo de Loarre contra el conde de Urgel.
Fue en esta época cuando se reconstruyó el castillo dándole
su aspecto actual. En 1610 aún continuaba en poder de los
Urriés, en 1928 fue parcialmente destruido por un incendio.
Está situado en la plaza de la localidad y es visible desde
zonas cercanas. En la actualidad es una propiedad privada
con funciones de vivienda.
Se trata de una construcción de planta rectangular de tres
o cuatro plantas, que cuenta con cuatro torres defensivas,
una en cada lado, rematadas en almenas perforadas por
saeteras. Delante de la fachada hay un patio de armas, que
conserva parte de su cerca y el acceso original al recinto,
una puerta de arco de medio punto en el muro que mira a la
plaza, y que tiene, al igual que las torres, remate almenado.
Al edificio se accede por una puerta bien protegida, defendida por matacanes desde lo alto.
Se observan en las fachadas de las torres ventanas de trazos
góticos, y abundantes aspilleras longitudinales, así mismo
también se han abierto ventanas para iluminación. Posee
patio central descubierto, poco frecuente en el Alto Aragón
a cuyo alrededor se abrían los aposentos. En el s. XIX se
construyó una ermita en la base de una de las torres de este
castillo.
14
Fuerte Ysil, en Hecho
Poca información se ha podido acumular de su construcción e
historia pero es de suponer que se trataba de un punto estratégico dada su altura, visibilidad y enclave inaccesible mandado
construir por Felipe II al ingeniero Tiburcio Spannochi como
parte de las fortificaciones pirenaicas en 1592.
Se trata de una torre de grandes dimensiones y planta trapezoidal y cuerpo cuadrado, que posiblemente tuviera un recinto
murado del que quedan escasos restos, su obra es de piedra
irregulares reforzada con sillares en las esquinas. En sus muros
se observan aspilleras, algunas enmarcadas con sillares y otras
abriéndose en las esquinas. Interiormente se organizaba en 3
plantas, hoy en ruinas, con puerta de entrada situada en altura.
En sus fachadas se observa un arco de refuerzo que además
sostendría la segunda planta.
15
Torre de Majones
Se tiene conocimiento que desde 1436
perteneció a los García de Vera, familia que restauró la torre siendo propietarios hasta el siglo XVII, ya que Labaña nombra a su señor Indalecio de Vera
en 1610. En la actualidad es propiedad
municipal.
Se trata de una torre de planta rectangular, y considerable altura, de cinco
cuerpos superpuestos, aunque ha perdido los techos que se apoyaban sobre
los resaltes practicados en las paredes,
por lo que la torre va decreciendo según se eleva. El ingreso a la misma se
realiza desde la cara sur a través de
una puerta muy transformada al obrar
para construir un depósito de agua en
su interior. También en esta fachada
sur se abren dos ventanas, una bajo
un gran dintel y otra de mayor tamaño
enmarcada por sillares. El resto de los
muros no presentan vanos.
La torre en su origen tenía remate almenado, del cual solo se conserva en el
muro oeste, ya que el resto fueron suprimidas al añadirle un tejado a planto
inclinado, por lo que tres de sus caras
han perdido altura.
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Casa fuerte la
Torraza o Casa
Acín en Biescas
Casa fortificada en forma de torre que se estructura en cuatro
plantas y se cubre con tejado
a doble vertiente. La fachada
principal, que da a una plazuela,
queda dividida en dos por una
imposta, en el centro de la cual
se abre una ventana y encima
de ella un pequeño frontón, con
el escudo de los Acín y la fecha
de construcción 1580. La puerta
principal está muy transformada
y en el muro, además de la ventana citada, se abren otras más,
simples o geminadas, aunque
todas arquitrabadas. Según descripciones, la estructura interior
de todas las plantas está bien
conservada consistiendo en arcos
de medio punto y bóvedas.
17
Fuerte de Santa Elena en Biescas
Este fuerte se construyó en tiempos de
Felipe II según planos del ingeniero
Spannochi como una más de las fortificaciones que debían defender los pasos
fronterizos con Francia ante las guerras religiosas que ocasionaron entre
1560 y 1570 la entrada de hugonotes
en Aragón y Cataluña. Sus fortificaciones se ampliaron en tiempos de Carlos
III, pero se destruyeron parcialmente
durante la invasión francesa de 1808.
Fue reconstruido entre los años 1884
y 1889, pero las obras quedaron suspendidas y en 1905 se hace un nuevo proyecto para Santa Elena. En la
carretera que conduce a Francia, en
el borde mismo de ésta, al otro lado
del río Gállego, se abre un pasadizo
aspillerado de unos 100 metros de
longitud y excavado parcialmente en
la roca. A escasos metros de este pasadizo y para defender el puente que
conduce al fuerte, se hallan los restos
de una torre de sillería actualmente
muy rebajada en altura.
En la cima se encuentra la parte principal del inconcluso fuerte propiamente dicho, de planta rectangular y edificios para almacenes y cuarteles.
18
Castillo de Escuer
Fortaleza construida a partir del siglo XII por los Lanuza,
documentados en la zona desde 1123, aunque lo que se conserva actualmente debe ser de los siglos XIV y XV.
Fue una de las fortalezas que defendían el valle del Gállego,
aunque fue perdiendo importancia con el tiempo. La población fue abandonada por los vecinos que se trasladaron al
valle, al lado de la carretera que une Sabiñánigo con Biescas, al llamado Escuer bajo.
Castillo situado en la parte alta de la deshabitada población,
en un extremo de la misma, el opuesto a la iglesia. Consta de
un recinto amurallado, de cierta altura, de planta rectangular y en el que se abren aspilleras con importante derrame
y la puerta de acceso, en arco rebajado. La torre defensiva
se alza en el centro de ese espacio y es de planta también
rectangular; interiormente se organiza en tres plantas, la
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inferior con acceso independiente y que serviría de almacén, cubriéndose con bóveda sostenida por arcos fajones. Las
otras dos plantas serían las nobles, a las que se accede por
una puerta situada en altura tras una escalera de piedra. En
sus muros se abren numerosos vanos, las puertas una en arco
apuntado y la otra arquitrabada, ventanas, algunas geminadas pero ya sin parteluz, y aspilleras cruciformes de gran
longitud. Las plantas superiores han perdido parcialmente
la bóveda de piedra que las dividía así como totalmente el
tejado que remataba la torre. El remate de la torre sería
almenado pero no ha llegado hasta nosotros. Por los mechinales de las fachadas la torre estaría rodeada por un cadalso
de madera, hoy totalmente desaparecido. Todo el conjunto
es de sillería y se conserva en un estado bastante aceptable,
tanto de conservación como de integridad.
Torre del Moro en Lárrede
La torre del castillo debió construirse en los últimos años del s. XI,
aunque el lugar ya existía en 992.
En 1121 se cita a Galín de Lárrede como su tenente. En los últimos
años del s. XV se construyó sobre la
base de la primitiva torre, la fortificación que hoy podemos ver.
Se trata de una torre defensiva que
pudo formar parte de un castillo,
desde la que se domina el valle del
río Gállego, integrado en el sistema
defensivo del Campo de Jaca con el
también castillo de Larrés y las torres de Boalar y Escuer, en la orilla
opuesta del río.
Es de planta cuadrada y está rematada por almenas rectangulares
salvo en el muro oeste que las ha
perdido, en los muros este y oeste
se abren huecos a modo de puerta
aunque la original estaba situada
en la cara sur y en altura, ya que se
observan los sillares que la reforzaban, sobre ella hay un mirador con
asientos interiores. En su muro este
presenta aspilleras en la tercera y
cuarta planta. Se conserva en buen
estado, habiendo desaparecido únicamente sus elementos de madera:
los suelos de sus plantas que apoyaban en los retranqueos, escaleras y
cierre de los vanos.
20
Castillo de Larrés
21
El lugar ya existía en tiempos de Ramiro
I siendo documentado su castillo en 1299
cuando la fortaleza solo era una torre.
Aunque el castillo actual se construyó a
finales del siglo XIV, principios del XV,
ampliándose en el siglo XVI, en tiempos
de Isabel de Urriés, señora del lugar que
acababa de recibir una dote, reutilizando
parte de la anterior fortaleza.
El castillo es de planta rectangular y pequeñas dimensiones y está flanqueada por
dos torres destacadas en planta y altura
y situadas en esquinas opuestas; son también rectangulares y de distintas dimensiones, presentan ventanas adinteladas
con remate a dos aguas. La puerta de
ingreso, de medio punto, está blasonada
por un pequeño escudo de piedra con las
barras de Aragón y protegida con una aspillera.
La torre es espaciosa y de gran altura, con
tres plantas superpuestas, las dos primeras comunicadas por escalera de madera;
a la tercera se accede por una estrecha
escalera de piedra inserta en el muro. La
otra torre es esbelta, de menor tamaño y
de similar fábrica que la principal. El conjunto está defendido por un pequeño recinto fortificado o parapeto que se extiende delante de la puerta principal y abarca
uno de sus lados menores.
En la actualidad este castillo está restaurado por la asociación “Amigos del Serrablo”, llamado Museo Nacional de Dibujo.
La “Línea P”
La Línea P, oficialmente “Organización Defensiva de los Pirineos”, fue una barrera defensiva construida entre 1939 y 1948 para evitar que, dependiendo de las épocas, el maquis (si bien esta hipótesis
es poco creíble), la Alemania Nazi o los Aliados penetraran en el territorio español. Se componía
teóricamente de unos 10.000 búnkeres, de los que unos 6.000 fueron terminados. Hacia 1980 se
abandonaron definitivamente.
Muchos misterios existen alrededor de esta obra, puesto que fue totalmente un secreto militar del
que ahora empezamos a desvelar y entender su realización. Los miles de asentamientos que salpican
las montañas y valles del Pirineo se llevaron a cabo entre 1944 y 1957. Esta magna obra de fortificación no entró en ningún momento en servicio y realmente tampoco se llegó a concluir. Hoy en día
se ha quedado totalmente obsoleta y pertenece ya a la historia reciente.
22
Murallas de Huesca
Dada su importancia desde la época romana, en la que era conocida como Osca, Huesca debió estar amurallada. Estas murallas debieron ser sucesivamente reforzadas y ampliadas con el
paso del tiempo, en las épocas posteriores, musulmana y cristiana. Al perder su función defensiva e impedir el crecimiento
de la ciudad fueron desmontadas en gran parte y sus materiales
utilizados para la construcción de edificios y muros.
Aunque han desaparecido en gran parte, lo que se conserva de
las murallas de esta ciudad nos habla de su importancia.
23
Lo más importante se sitúa en la zona denominada significativamente Trasmuro, entre el puente de San Miguel y la Plaza
de Toros, y que alberga lienzos de la muralla y el único torreón
conservado, de planta cuadrada y rematado por ménsulas. Lo
conservado está construido con sillarejo y otros materiales.
En uno de los lienzos se conserva una puerta situada en alto,
adovelada y con arco de medio punto, que seguramente fuera
construida en la Edad Media.
Castillo de Marcuello en Sarsamarcuello
Conjunto medieval situado en la falda de la sierra de
Loarre, frente a Ayerbe y Murilllo, a 8 Km. al oeste del
castillo de Loarre, dominando con su vista todo el valle
del Gállego, desde el estrecho de Riglos y Agüero hasta
todo el llano próximo a Huesca.
La primera noticia de su tenencia es del año 1074 y figura como señor Pedro Sánchez hasta 1105. Al castillo y conjunto medieval de Marcuello se accede desde
la población de Sarsamarcuello tras unos Km. de pista
forestal. Consta de la ermita románica de San Miguel,
hoy prácticamente en ruinas, y de la antigua iglesia parroquial, hoy ermita de la Virgen de Marcuello, situada
al borde de la pendiente.
Del antiguo castillo, se conserva la torre del homenaje,
de planta rectangular, de la que resta el muro norte, de
considerables dimensiones, parte del contiguo lado oeste,
donde se observa la puerta de ingreso en arco, hoy muy
deteriorada, y los cimientos de las dos paredes restantes.
Pueden apreciarse los cuatro pisos que debió tener esta
torre, dados los mechinales y las impostas corridas, consta de ventanales y saeteras, las cuales en su cara interior
se presentan en arco semicircular.
Se conserva restos del recinto fortificado que rodeaba el
conjunto, actualmente muy rebajados en altura.
Todo el conjunto sufrió graves daños en agosto del año
2001, en el incendio forestal
24
Palacio Real de Huesca
La denominada Zuda ya existía a finales del siglo VIII, durante
la dominación musulmana, aunque no se debe descartar que
existiera allí una posición fuerte anterior. Tras la conquista de
la ciudad por los reyes cristianos, se convirtió en residencia
de estos o de los tenentes nombrados por ellos; de hecho, se
sabe que Pedro I fundó allí una capilla que entregó al abad del
cercano castillo de Montearagón.
A partir de este momento y con el traslado de la frontera hacia el sur, fue perdiendo toda su importancia defensiva por lo
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que se derribaron las murallas que protegían el palacio y las
viviendas ocuparon su espacio. En 1611 Felipe III concedió
el palacio a la Universidad, que derribó gran parte, construyendo un nuevo edificio que actualmente alberga el Museo de
Huesca. De este antiguo palacio sólo queda como recuerdo una
esbelta torre y dependencias como el Salón, que es un edificio
rectangular, cuyo interior se transformó en el s. XVII suprimiendo las distintas plantas que pudo tener. En la actualidad
está cubierto por dos arcadas ojivales de claro estilo gótico;
en sus lados mayores presenta tres puertas en arco, algunas
tapiadas.
En uno de los lados menores se sitúa la denominada Torre de
la Zuda; a la planta baja se llega tras descender algunos esca-
lones bajo una interesante portada. Esta se encuentra cubierta
por una bóveda de crucería cuyos nervios descansan sobre una
imposta que rodea la sala, mientras que sus lados este y oeste
se prolongan en sendos ábsides semicirculares y posee dos pequeñas ventanas de medio punto abocinadas interiormente. En
este espacio se sitúa el escenario de la legendaria “Campana
de Huesca”.
A la planta superior se accede por una escalera moderna; la
sala es conocida como de doña Petronila, por ser donde se celebraron los esponsorios de esta con Ramón Berenguer. Es un
espacio rectangular con sus paredes adornadas con arquerías
ciegas semicirculares, sencillas en el ábside y dobles en los
tramos rectos, apoyadas en columnas con capiteles románicos.
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Castillo de Loarre
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Este castillo, tal vez el mejor de Aragón, fue edificado a lo largo del siglo XI y posteriormente a
finales del XII se le rodeó de otro recinto amurallado. El núcleo más antiguo es el realizado en
tiempos de Sancho el Mayor (1020-30); Sancho
Ramírez instaló aquí una comunidad de la orden
de San Agustín.
De este castillo, diremos simplemente que consta
de un recinto amurallado, con cubos, y un cuerpo
edificado que es el castillo mismo, más una torre
exterior que es una torre albarrana. Del castillo
mismo se conserva en buen estado la iglesia de San
Pedro, con sus magníficos ábsides exteriores y la
llamada “capilla de la Reina” que era la antigua
capilla del castillo; la torre del Rey, torre de la Reina y otras numerosas dependencias que han llegado a nosotros en diferente estado de conservación
o que han sido restauradas, incluso construyendo
los pisos de madera de las torres, como ocurre en
la llamada torre de la Reina, que en realidad era
un cuerpo de guardia.
Guitart afirma que el recinto amurallado exterior
no pertenecía al castillo sino que eran las murallas
del antiguo poblamiento de Loarre, antes de trasladarse más abajo, donde se sitúa actualmente el
caserío.
28
Castillo de la Corona, Almudevar
Se relata en la crónica de San Juan de la Peña que Pedro I, después de
ocupar
Huesca, persiguió a los moros hasta Almudévar, aunque volvió a poder musulmán, siendo reconquistado por Gastón de Bearn en 1118.
Su toponimia árabe significa “el redondo” aludiendo a la forma ovalada del
lugar en que se asienta.
El conjunto conocido como La Corona de Almudévar está compuesto por
construcciones de varias épocas, diferenciándose entre ellas una parte del recinto amurallado, la Torre del Homenaje, la capilla de la Virgen de la Corona
y la primitiva iglesia parroquial.
Todo el conjunto de “La Corona” de Almudévar se observa desde los alrededores de la población, la torre del homenaje es de planta rectangular de unos
trece por cinco metros de lado y quince de altura, es de sillería con remate
de ladrillo de posterior construcción, del siglo XVI. A su lado se encuentra la
puerta de ingreso en arco con gran dovelaje con escudo en la clave, que en la
actualidad está restaurada, así como la muralla que rodeaba la fortaleza y de
la que quedan restos importantes.
El conjunto lo completa la iglesia, construida de 1184 a 1231, de estilo cisterciense de la que solo quedan restos de paredones en los que se aprecian
las pilastras de arcos apuntados que soportaban la bóveda. La actual iglesia,
de construcción posterior se alza junto a sus restos.
29
Castillo de Sen, Sta. Eulalia la Menor
Según las crónicas de al-Razí en tiempos de la reconquista
existían dos castillos musulmanes pertenecientes al distrito
de Huesca que estaban situados sobre cada uno de los grandes peñascos llamados Sen y Men que vigilaban el desfiladero por donde corre el río Flumen.
El castillo de Sen posee una dilatada historia que se inicia
en los primeros años de la reconquista, no obstante los restos actualmente visibles pueden acotarse entre el siglo XI
y pleno siglo XII.
Está situado en el Paso de Roldán, entre dos mayos espectaculares entre los que discurre el río Flumen, y que da ac-
ceso a la sierra de Guara. Sobre la meseta del mallo mayor
se asientan las ruinas del castillo de Sen, en su punto más
inaccesible se han colocado unas escaleras de hierro para
llegar hasta la cumbre. Junto a las escaleras se observan
cisternas para la acumulación del agua de lluvia y en lo
alto de la meseta se alza el torreón de piedra cortada con
base en la roca que contenía la puerta de paso al recinto.
Un poco más abajo subsisten las ruinas de una iglesia románica.
El castillo de Men, que se situaba en el mallo menor, ya ha
desaparecido por completo.
30
Castillo de Santa Eulalia
Esta torre está colocada en un lugar estratégico donde se controla la sierra de Guara
y el valle del río Guatizalema. El lugar fue
conquistado por Sancho Ramírez en 1092
siendo su tenente Ortiz, señor de Nocito, correspondiendo esa época a la construcción
de la torre, como apoyo al castillo de Montearagón, pasando a ser de su propiedad en
el siglo XIII.
Del antiguo castillo solo queda en pie la
torre cilíndrica y está construida en mampostería sobre un basamento macizo de dos
metros de alto, la rodea los vestigios del recinto murado que la protegía.
La torre nace de un promontorio rocoso y
es inexpugnable por tres de sus lados ya que
están al borde de un precipicio. Cuenta con
un piso inferior ciego y otro sobre él donde
se localiza la puerta de entrada, no presenta ventanas, y se encuentra rebajada en altura. Junto a la torre se observa un aljibe
excavado en la roca.
31
Torre de Monf lorite
Por documentos sabemos que
este lugar ya existía en el siglo XIII y pertenecía a Blasco de Maza. Posteriormente,
desde la segunda mitad del
siglo XIV tuvo como propietarios a los López de Gurrea,
duques de Villarhermosa.
Del llamado castillo de Monflorite únicamente se conserva una torre, recientemente
restaurada, de planta rectangular y de buena sillería.
El remate actualmente es de
tejado a cuatro aguas aunque
pudo ser almenado. En sus
muros se abren numerosos
vanos, como ventanas geminadas y aspilleras; debajo del
alero se abre un voladizo de
madera. La puerta de ingreso se abre mediante un arco
apuntado adovelado.
Interiormente se estructura
en dos plantas, una sostenida
mediante arcos apuntados y
la superior mediante bóveda.
Según parece quedan restos
de la muralla que rodeaba la
torre.
Todo el conjunto ha sido recientemente restaurado y
destinado a Museo de la
Trashumancia y la Vida Rural
32
Castillo de Piracés
Piracés está situado en la denominada Serrata y se le suele identificar con la fortaleza y población musulmana “Bitra-SlY”, mencionada en la crónica de al-Udrí. Fue conquistada hacia 1103 y bajo
los nombres de Petrasels, Pieracels , etc. aparece en documentos
de los tenentes Ortí Ortiz, Ato Garcés, Fortún Dat y Jimeno de
Artusella.
En un enorme peñasco situado en las cercanías del caserío se pueden advertir agujeros y gradas talladas en la roca, así como extrañas cavidades y restos de cimientos de muros y de una alberca
en lo alto, que fueron mencionados por los hermanos Nava, y que
muy recientemente han sido estudiados por Cabañero y Galtier. Se
ha restituido idealmente en un dibujo lo que pudo ser un castillo
defensivo construido fundamentalmente por troncos de madera, los
cuales se introducían en los agujeros para formar una estructura.
Esto ha servido para identificar las primitivas estructuras de los
castillos de Luesia, Uncastillo, Sos, Sibirana, etc. basándose en la
presencia de tales agujeros en las rocas. De hecho desde esta roca
se tenía una privilegiada posición, no sólo defensiva sino también
de vigilancia del cercano camino de Huesca hacia el sur.
33
Recreación hipotética de como pudo ser el castillo
34
Castillo de Artasona
Sus primeras noticias datan de 1087 cuando Sancho Ramírez
encargó a Sancho Aznárez de Perarrúa y Pepino Aznárez de
Alquezar construir el castillo y repoblar el lugar. Su fuero de
población fue concedido por Alfonso I en 1134. En 1261 Jaime
I lo incluyó en la baronía de Ayerbe, instituida para su hijo Pedro. A mediados del s. XV ya pertenecía a Miguel de Gurrea,
y a su muerte pasó a integrar el patrimonio de su hermano, el
barón de Gurrea.
En la guerra de la Independencia fue tomado por los franceses
quienes, al abandonarlo, lo dinamitaron causando su ruina. Sus
restos se localizan sobre una pequeña elevación que domina
una zona despoblada y dedicada a tierras de labranza. Contemplando sus ruinas aún se puede apreciar lo que era un gran edi-
35
ficio fortificado de aspecto señorial, con adornos de estilo gótico, que formaba una planta triangular de unos cuarenta metros
de lado, flanqueado por un gran torreón cilíndrico en cada uno
de sus vértices; en la actualidad sólo quedan en pie los dos de la
fachada principal, aunque ya muy deteriorados, que presentan
troneras para la utilización de pequeñas piezas de artillería.
Su obra es de mampostería recubierta con sillares; elemento
más destacado es la puerta de ingreso, en arco apuntado adornado con molduras góticas; en su interior se conservan paredones de distintos aposentos, pero las columnas del patio interior
han desaparecido y sólo queda el espacio trapezoidal en torno
al cual se distribuían los salones en cuyo centro se encuentra
el aljibe.
Castillo de Novales
El castillo fue conquistado en el 1097 y hasta 1102 tuvo como
tenente a Fortún de Garcés, nombrado por Pedro I. Años después (1451) formó parte del señorío de Luis de Santángel y
posteriormente pasó a la rama oscense de los Bardají.
Se trata de un castillo de planta trapezoidal, construido con
grandes bloques de sillería. La entrada se realiza por el lado
que mira a la población a través de un arco de medio punto
adovelado, construido mediante sillares y ladrillo. En su clave estaba el escudo de los Bardají, del que actualmente sólo
queda la forma. En el interior se conservan algunas dependencias, ya muy arruinadas. El recinto amurallado se conserva
regularmente y en él destaca una torre rectangular, situada
a la derecha de la puerta, que presenta algunos vanos en sus
muros, como ventanas y saeteras.
36
Castillo de Montearagón
Este castillo fue construido por Sancho
Ramírez en el 1085 como pieza fundamental para el asedio de la musulmana
Huesca. Una vez que cayó esta lo entregó a la orden de San Agustín, con lo que
se convirtió en un monasterio muy influyente y protegido por la realeza aragonesa. Alfonso I lo eligió como panteón.
Al producirse la desamortización, 1835,
fue abandonado y un incendio diez años
después lo dejó en el estado que hoy lo
vemos. Desde hace más de 25 años se
están realizando labores de restauración.
Tiene planta de hexágono irregular de
37
grandes dimensiones, cuyo recinto exterior está flanqueado por numerosas
torres, más una albarrana. El acceso se
hacía en rampa y se abría, en recodo,
tras el paso de la torre albarrana. A su
izquierda quedan las ruinas del palacio
abacial y a la derecha un tramo de muralla que lleva hasta la torre albarrana. En
el norte de la muralla se abre un portillo
en arco que lleva hasta la iglesia construida por Pedro I en 1099 y restaurada
en los siglos XV y XVII. Debajo está la
cripta románica, con ábside semicircular
y bóveda de medio cañón. Aquí estuvo
el sarcófago de Alfonso el Batallador.
La torre del homenaje está adosada al
ábside de la capilla y resalta en altura
del resto del conjunto; conserva alguna saetera y ventanas. En el lado oeste
quedan tres torres, una pentagonal y las
otras dos rectangulares, unidas por lienzos de muralla. En el centro del conjunto se conserva la abertura del aljibe así
como ruinas de lo que debieron ser las
dependencias monacales, como claustro,
biblioteca, refectorio, etc. En el exterior
del recinto, hacia el norte, queda la base
de una torre cuadrada, que bien pudo ser
una torre vigía relacionada con el castillo u otra albarrana.
38
Castillo de Barbués
Por documentos, sabemos que la villa existía
ya en el 1071, cuando todavía bajo dominio
musulmán pagaba parias a Sancho Ramírez.
Ya conquistada por Alfonso I, este la dio en
1128 a Martín Galíndez para que la repoblara, aunque mucho tiempo después, en 1384, se
sigue citando su mezquita aljama, por lo que
contaría con una importante población musulmana.
El palacio fortificado es citado en el siglo XV
como perteneciente a una rama de los Alagón
de Sástago, marqueses de Orístano, afincados
en Cerdeña. En el siglo XVII estaba en poder
de los Gurrea. Se ubica en un extremo de la
población, ya sobre el campo. Está construido
con sillares y en algunas partes presenta talud en su base o arranca directamente sobre
la roca. Su planta es pentagonal y en la fachada que da a la población se sitúa la puerta de
ingreso, en arco de medio punto con dovelas
y adornada mediante molduras. A su lado se
abre otra puerta que parece posterior aunque
sobre ella se abren las ranuras para alojar las
cadenas del puente levadizo, lo que nos abre la
posibilidad de la existencia de un foso. En la
esquina sureste se alza una torre y rematada
por ménsulas, que servirían de apoyo a alguna buharda. Los muros presentan numerosos
vanos que no son originales sino que serían
abiertos posteriormente, al adaptarse interiormente el edificio para viviendas. No obstante
se conservan algunas saeteras originales.
39
Castillo de Alberuela del Tubo ,
Existen
pocas referencias de esta
villa y su castillo, de origen árabe a
juzgar por el topónimo. Su primera mención
data de 1104 y estaba gobernada por tenentes.
Posteriormente, en 1177 Alfonso II y Jimeno de
Artusella hicieron una concordia sobre el señorío del
castillo estableciéndose que este tuviera la potestad
de manos del rey y le prestase vasallaje.
El castillo se encuentra sobre el monte que domina la
población y se accede a él mediante una escalera excavada en la roca. Se conservan restos como la puerta
de ingreso, en arco de medio punto y construida en
sillería y también un torreón del mismo material y
muy rebajado en altura además de algunos lienzos de
muralla repartidos por la cima del monte. En la cima
no se conservan restos ya que en la explanada tan
solo se encuentra la ermita de N.S. del Castillo de
estilo románico y en estado ruinoso.
40
Castillo-palacio del marqués de Tamarit
Venta de Ballerías
De este núcleo de población actualmente perteneciente al municipio de Huerto tenemos noticias de antes de su reconquista,
de 1086, en las que se nos cuenta que era una pequeña aldea
enclavada en un altozano. Fue conquistada por Pedro I en 1095
y gobernada por diversos tenentes, entre ellos el infante don Alfonso, luego conocido como el Batallador cuando fue rey. Después debió pasar por diversos propietarios, entre ellos Pedro de
Foces en el siglo XVII y el marqués de Tamarit posteriormente.
Se asentaba sobre la cumbre de una pequeña muela rocosa que
domina el caserío. Se distinguían dos partes muy diferenciadas: una el palacio construido seguramente en el siglo XVI y
otra un edificio de estilo gótico y obra de carácter fortificado.
41
Este último es el que nos interesa, estaba construido con sillares y defendido por un recinto amurallado del que quedaban
escasos restos; se conservaba en buen estado la gran portalada
de ingreso al recinto, en arco de medio punto a extramuros
y rebajado a intramuros. El edificio estaba muy transformado,
pero se podían apreciar algunas aspilleras y la puerta de acceso
adovelada.
El edificio del XVI se encontraba en peor estado y destacaba la
fachada que miraba hacia el oeste, en ladrillo y rematada por
una logia.
El edificio fue derribado por amenazar ruina y con él se ha
perdido parte de nuestra historia.
Castillo-ermita de San Sebastián
Castejón de Monegros
Existen pocas noticias históricas sobre este lugar, salvo que
en 1168 figura como tenente Pedro de Alcalá. En el siglo
XIII era conocida esta villa como Castejón de Sariñena y
como tal figuró hasta 1591, año en que se separó de esta
por compra. Según afirma Labaña, en 1610 era del rey.
Este antiguo castillo se sitúa sobre una ventajosa posición,
dominando toda la zona. Fue transformado en ermita pero
mantiene en muchos de sus muros la apariencia de castillo.
El edificio es de planta rectangular y todo él realizado en
buena sillería. La fachada que mira a la población, está defendida por dos torres y entre ellas se sitúa la puerta de acceso, en arco de medio punto y posiblemente transformada.
En la fachada opuesta se abre otra puerta, hoy cegada, que
posiblemente comunicaba con el patio de armas. En uno
de los lados menores se puede observar restos del recinto
que rodearía la fortaleza, construido mediante sillares con
relleno en el centro. El interior es una gran sala cubierta
con bóveda de crucería.
42
Torre de los frailes en Fraga
La villa de Fraga fue fundada por los musulmanes y perteneció al distrito de Lérida. Fue asediada por Alfonso I en 1133
pero sin conseguir su conquista, que se produjo en 1149. En un
principio fue de propiedad real hasta que en 1182 Alfonso II la
cedió a la orden del Hospital; en 1255 Jaime I entregó la villa
a Guillermo de Moncada, familia importante en toda esta zona.
La torre que no parece anterior al siglo XV, pudo ser construida
sobre otra anterior.
43
Es de planta cuadrada de unos 8 metros de lado, con obra de
buenos sillares. En sus muros se abren numerosas aspilleras
alargada y varias ventanas, unas rectangulares, otras en arco
apuntado y una geminada; la puerta es arco rebajado con dovelas y porta un escudo de la orden de Malta encima de ella,
labrado en uno de los sillares. El remate es almenado y con
terraza; presenta también una buharda para defensa de la
puerta.
Castillo de Zaidín
La villa mantiene su nombre árabe y su castillo sufrió todas
las vicisitudes de la comarca de Fraga desde fines del siglo XI
hasta la definitiva reconquista 1147. Ramón Berenguer II lo
entregó a Raimundo de Eril. En 1174 lo tenía la reina Sancha.
Durante la guerra civil de 1411, el conde de Urgel lo guarnecía
con tropas. Poco después Zaidín formó una baronía que encabezó el compromisario Berenguer de Bardají y más tarde, en
1624, se integró en otra rama de la misma familia, los marqueses de Cañizar.
Del castillo sólo subsiste un muro exterior, que reviste la ladera
en la que se asentaba este. Esta muralla es de sillería, mide
unos 50 metros de longitud y se articula en dos robustos cubos
de forma semicircular más otro cuadrangular y los paños que
los unen.
44
Castillo de Monzón
Al parecer, durante la ocupación musulmana, esta fue una fortaleza muy conflictiva, ya que en ella fue hecho prisionero Ismail
Banu Qasi de Zaragoza en el 872. Fue ocupada por el Cid en el
1083 y definitivamente conquistada por Sancho Ramírez y su hijo
Pedro en el 1089, quienes pusieron en Monzón la cabecera del
reino. Fue de propiedad real y gobernada por tenentes hasta que
en 1143 Ramón Berenguer IV la cedió a la Orden del Temple para
que la custodiaran; fue la encomienda más importante de esta
orden en Aragón. Tras la disolución de la orden, el castillo pasó
a la Orden de San Juan de Jerusalén, quien mantuvo la posesión
hasta el siglo XVIII.
Sufrió varios sitios pues cambió varias veces de mano durante la
Guerra de la Independencia; desde este momento hasta 1892 fue
cuartel de artillería. Desde su declaración como Monumento Nacional en los años 40 ha sufrido varias restauraciones, especialmente desde 1984.
Este castillo es el mejor conservado de los levantados en Aragón
por una orden militar, aunque posteriormente sufriera numerosas transformaciones. El acceso se realiza atravesando el foso y
45
después se pasa por numerosos baluartes y murallas realizados a
partir del siglo XVII para colocar artillería y fusiles. En la parte
alta, a la que se llega cruzando un par de pasadizos, se sitúan las
construcciones más antiguas:
-Templo, construido en el siglo XII por los templarios, en estilo románico, estando orientado hacia el este; su ábside sirve de torreón
sobre la muralla exterior.
-Torre del homenaje, de planta cuadrada y probablemente construida por los musulmanes entre los siglos IX y X en mampostería encadenada con sillares; fue muy modificada y actualmente se
presenta restaurada.
-Sala capitular y refectorio, construida por los templarios pero
modificada en el siglo XVII para alojar a las tropas del cuartel.
-Dormitorio, edificio también de época templaria y de aspecto muy
sobrio.
-Cárcel, adosada al dormitorio y de planta trapezoidal.
En esta parte y hacia el oeste se abre un relativamente extenso
patio de armas en el que en los años 50 se situó una imagen del
Sagrado Corazón de Jesús.
46
Torre de Conchel
Tras su reconquista, seguramente a la vez
que Monzón, Pedro I entregó a la iglesia de
Santa María de esa población tanto la villa
como el castillo de Conchel, en el 1098. Posteriormente, pasaron al señorío del obispado
de Lérida.
El único resto del castillo de esta localidad
queda esta torre de planta rectangular, de 8
por 5 metros y unos 10 de altura. Ha perdido el remate, uno de sus lados mayores (el
que mira a la población) y parte de los dos
menores. Está construida con buena sillería y
su base presenta un talud separado del resto
de la torre con una moldura. En las paredes
presenta algunas aspilleras. En su interior y
paralelo a uno de los lados menores conserva
un aljibe rectangular que se cubría con una
bóveda de cañón de la que quedan los arranques.
47
Palacio fortificado de los Desvalls en Baells
La primera aparición de esta población en los documentos es de
1092, cuando se la cita como Badells. Fue conquistada por Gerardo de Ponce, vizconde de Ager el 1096. Hacia 1300 Jaime II
hizo a esta villa feudataria de la baronía de Castro y en el siglo
XVI estuvo integrada en el condado de Ribagorza. En los ss. XVI
y XVII eran sus propietarios la familia Desvalls quienes posiblemente hicieron construir este castillo.
Es un palacio fuerte situado en el centro de la población junto a
la iglesia parroquial. Es un edificio de carácter señorial de planta
rectangular de unos 24 por 15 m. en una de cuyas esquinas hay
una elevada torre de 6 por 5 m. muy acusada en planta. A la obra
de mampostería se añadió un cuerpo de ladrillo mudéjar culminando su fachada principal en una galería de arcos semicirculares
y una buharda de piedra. En esta fachada presenta varios huecos
a media altura para iluminación de las salas interiores. Posee dos
puertas, la principal en arco, se sitúa perpendicularmente bajo la
buharda; la otra es más pequeña y de menor empaque. En una
de las esquinas se levanta la gran torre de sillería y planta rectangular destacada por su gran altura y sobresaliendo en planta
del resto del edificio, en sus caras presenta ventanas geminadas
de estilo gótico y un portillo situado a cierta altura; su cuerpo
superior está formado por una solana de ladrillo y una buharda.
Se cubre con tejado a cuatro aguas. En la parte alta de la esquina
contigua queda la base cónica que soportaría un desaparecido garitón de vigilancia. Delante de la fachada había un patio de armas
del que se conservan algunos muros, ya muy caídos, y restos de
una torre con el remate fortificado y con alguna saetera.
48
Torre de Baldellou
Este señorío y el de Sangarrén pertenecían a los López de Mendoza desde el s. XV, siendo Bernardo Pons
Turell el primer conde de Robres en 1646, obtenido
mediante boda con la dueña de aquellas poblaciones,
aunque no hay noticias de quien construyó la torre.
Esta torre de señorío es una de las más grandiosas del
reino, con estructura plenamente residencial. En todos
sus lados posee elegantes ventanales que iluminan sus
salas, son geminados con parteluz, de claro estilo gótico, algunos están muy deteriorados y otros tapiados. En
su cara posterior, tiene varias ventanas y tres ménsulas
sobre las que se apoyaba una letrina cubierta situada
en la planta superior. Su remate puede estar alterado,
pues en la actualidad lo forma una cornisa de ladrillos
bajo un tejado a cuatro vertientes. Posee dos puertas,
hasta la principal se llega tras franquear un gran portalón blasonado que llevaba a un antiguo caserón, que
pudo ser el palacio pero que hoy es sólo un patio. Desde
éste se accede a la torre por una puerta apuntada. La
otra, menor, sería la puerta de la servidumbre y está
situada en un lado contiguo bajo un pasadizo que une
la torre a un edificio más moderno. Interiormente se
estructura en cuatro plantas superpuestas a las que
se accede mediante una escalera de piedra adosada
al muro; los techos eran abovedados y decorados, pero
se encuentran medio caídos. En las vigas situadas en el
pasadizo que discurre bajo la torre se encuentran unas
curiosas huellas de hojas, de procedencia desconocida.
49
Castillo palacio de Artasona
La localidad y el castillo tienen historia paralela, se trataba de un recinto cerrado que ya
existía en 1094 en tiempos de Sancho Ramírez, Jaime I lo incluyó en la baronía de Castro. Perteneció a los Entenzas, siendo uno de
los lugares que Teresa Entenza legó a su hijo
el conde de Urgel en 1327. En 1390 Artasona
inició su baronía en poder de los Claramonte,
y sus sucesores serían marqueses de Artasona
en 1803. En la guerra de la Independencia el
castillo sufrió graves daños.
Se trata de un edificio de planta cuadrangular,
del que destaca su torre con una altura de tres
plantas presentando saeteras en sus fachadas y
la puerta semicircular situada en altura, no se
puede precisar cómo sería su remate ya que se
haya arruinado. El acceso al recinto del castillo
se realiza bajo un arco rebajado y escudo de los
Claramonte en la clave. Tras ella se forma un
espacio fortificado que sería el patio de armas.
Salvando este espacio se llega hasta un estrecho callejón donde se encuentra la puerta de
ingreso, también semicircular de estilo gótico,
y el hueco donde se encontraba el escudo, hoy
desaparecido. Presenta en sus fachadas ventanas de arco rebajado de corte gótico.
En la actualidad conserva la solera de su historia, aunque alguno de sus muros ha sido utilizado como paramento para construcciones de tipo
moderno.
Este castillo palacio se complementa con un recinto amurallado que se utilizó como base para
la construcción de las viviendas, con lo cual la
muralla está confundida con el perímetro de la
población observándose en las bases de las casas grandes piedras de sillar, destacando también el arco de entrada al castillo con el escudo
de los Claramonte.
50
Castillo de Alquezar
Fortaleza construida por los musulmanes a principios del siglo IX
para vigilar la frontera. Era un valiato independiente de la cora
de Huesca pero en el 893 fue conquistada por los Banu Qasi de
Tudela y posteriormente por los Banu Hud de Zaragoza. La conquista cristiana se produjo en el 1067 por Sancho Ramírez. Muy
pronto, 1099, se construyó en su interior una iglesia románica,
que se fue ampliando progresivamente, culminando en el siglo
XVI con la colegiata en estilo gótico. En el siglo XV se amplió el
recinto murado.
Fortaleza de gran extensión, que comprende los restos de la
51
musulmana sobre el acantilado, la colegiata del siglo XVI y el
recinto murado del XV. Este último se trata de una larga muralla en línea quebrada, con almenas puntiagudas y dos torreones
intermedios; se accede mediante una puerta adovelada situada
en la misma muralla.
Del castillo musulmán quedan los restos de una torre cuadrangular, sin aparejo externo, que se sitúa sobre el acantilado del río
Vero más una torre albarrana de reducidas dimensiones. La iglesia es de estilo gótico tardío de planta trapezoidal, con claustro, y
no presenta elementos de fortificación en sí misma.
52
Castillo de Azara
Topónimo de indudable procedencia musulmana y de
hecho la primera noticia que poseemos de la población
es de 1095, cuando se entregó a Pedro I tras la conquista de Naval. Pasó a ser gobernada por tenentes y
años después, en 1246 se vendió a la encomienda hospitalaria de Barbastro. En manos de esta orden estuvo
hasta la desamortización del siglo XIX.
Los restos de este castillo están situados espectacularmente sobre una roca que emerge casi de la población.
El acceso se hace mediante una escalera tallada en la
roca y lo conservado son restos de la muralla, ya de muy
poca altura, los restos de un pabellón cubierto con bóveda de cañón y la base de una torre de planta cuadrangular que nace directamente de la roca. En la escalera
de acceso al castillo, a media altura, se encuentra el
aljibe. Delante del pabellón se encuentran otros restos
excavados en la roca pero de difícil identificación.
53
Torre de Fernangüelo
en Azlor
Esta torre se encuentra alejada de la población,
más allá del cementerio, pero siguiendo el camino que lleva a este. Seguramente fue construida
por los Azlor como complemento al castillo.
Se trata de una torre de planta rectangular, de
6 por 4 metros y 8 metros de altura aunque ha
perdido el remate, por lo que debió ser más alta;
también ha perdido una de sus caras. Está construida en mampostería recubierta por sillarejo.
54
Castillo palacio de Permisán
Pequeña población con historia algo desconocida, pues no
sabemos nada más que existía en el siglo XV y en el XVII
era propiedad de Pedro de Altarriba, barón de Huerto y Almuniente, según nos indica Labaña; posteriormente perteneció al duque de Solferino por herencia.
El castillo palacio o palacio fuerte, se alza en un extremo
de la población, con planta cuadrangular de unos 20 por
14 metros y en una de sus esquinas se destaca una torre
55
cuadrada de 6 metros de lado; la fábrica es de sillería con
recrecimiento en ladrillo. Presenta numerosos vanos en
sus muros, muchos de ellos alterados, pero merece la pena
mencionar algunos con arco rebajado, seguramente para albergar piezas de artillería, la puerta de ingreso con dovelas
y la galería de arcos, pero esta última en ladrillo. Todo el
basamento se presenta en talud y una imposta abocelada
recorre el edificio a bastante altura.
Castillo de Ainsa
Según nos dice la tradición, delante de las murallas de esta villa se celebró la legendaria
batalla contra los musulmanes del 724, siendo
incorporada a Aragón en el siglo X. En 1124
Alfonso I le concedió fuero y en poco tiempo
consiguió gran prosperidad y privilegios, sobre
todo en el siglo XIII. En el siglo XVI Felipe
II mandó reformar y ampliar la primitiva fortaleza, según los planes del ingeniero italiano
Tiburcio Spannochi, para que junto con las fortalezas de Jaca y Benasque vigilaran la cercana
frontera con Francia. Según nos dice Labaña, la
fortaleza ya estaba terminada en 1610.
De la primitiva obra románica se conservan
algunos elementos, escasos, como son alguna
parte de la torre del homenaje y la parte oeste, sobre todo la zona opuesta a dicha torre. El
resto fue construido en los siglos XVI y XVII,
como el recinto amurallado y los baluartes de
la zona este, así como se reformó lo anterior.
La torre del homenaje es de planta rectangular,
de cinco pisos, con saeteras y vanos, como la
puerta de ingreso situada en el segundo piso;
esta torre estaba rematada por un tejado similar al que presenta en la actualidad y además se
completaba con un recinto fortificado que fue
reformado en el XVI. En los ángulos de esta
zona oeste se construyeron grandes baluartes
para artillería, por lo que la obra anterior se
reformó, como el antiguo foso.
El resto de la fortaleza es de los siglos XVI y
XVII, consistiendo en un gran recinto de planta rectangular de unos 100 por 60 metros, con
muros de gran espeso y altura uniforme, contando con un paso de ronda sostenido por grandes arcos a intramuros.
En el siglo XIX también se realizaron algunas
obras de acondicionamiento, como las aspilleras de los antepechos.
El interior de la fortaleza es un gran patio debido al estado de abandono que presentaba hasta
hace pocos años, en que se restauraron las partes supervivientes.
56
Torre casa Tardán, Gistaín
Villa de origen antiguo, puesto que
en época visigoda ya se acuñaban en
ella monedas; en aquel tiempo era
conocida como Cestavui. Aparece en
un documento de 1145 siendo citado
uno de sus pobladores; en 1423 Alfonso V concedió a Juan de Bardají
el señorío del lugar encomendándole
su defensa militar. A finales de este
siglo XV se vio envuelta en las frecuentes incursiones francesas por el
valle. Esta casa se debió fortificar en
este momento.
Está situada al lado de la iglesia de
San Vicente y a su lado discurre un
pequeño riachuelo. Se trata de una
casa con torre adosada, algo separada de la vivienda. Esta torre es
de planta cuadrada, realizada con
piedras irregulares con sillares en
las esquinas y se cubre con tejado a
cuatro vertientes. En sus caras presenta ventanas, decoradas mediante
finas molduras y escudos. La vivienda presenta menor interés, siendo
un cuerpo rectangular con ventanas
y balcones, construido con piedras
irregulares enlucidas y cubierto con
tejado a cuatro vertientes.
57
Torre Tardán o de Rin, Gistaín
Se trata de una torre de planta cuadrada cubierta con un sencillo tejado a cuatro vertientes. Tiene seis plantas, con la torre de
ingreso situada en altura; cada una de estas plantas dispone de una saetera, mientras que en la primera se abre una ventana.
Está construida con piedras irregulares con sillares en las esquinas. En una de sus caras presenta mechinales, lo que parece
ser indicio de que contó con un cadalso de madera.
Al igual que la torre casa Tardán debió ser construida a finales del siglo XV por las frecuentes incursiones francesas al valle.
58
Castillo de Abizanda
Este castillo fue construido en el siglo XI por Ibn Sallam para
hacer frente al de Naval, al otro lado de la frontera que dividía
los territorios cristianos de los musulmanes; fue posesión de estos hasta 1017 en que fue conquistado por Sancho el Mayor de
Pamplona. Años después, entre el 1023 y el 1030 se levantó la
torre que actualmente vemos, cuyo primer tenente fue Ato Galíndez en tiempos de Ramiro I. A partir del siglo XV el recinto
defensivo fue abandonado quedando en ruinas construyéndose la
iglesia de la Asunción en el XVI, seguramente sobre una antigua
de estilo románico, que tal vez fuera la capilla del castillo.
En 1987 comenzó la restauración de todo el conjunto, que finalizó en 1990. En lo que se denomina castillo de Abizanda
cabe distinguir tres partes bien diferenciadas: la torre del siglo
59
XI como elemento más significativo; los restos del castillo propiamente dicho, de origen islámico o cristiano; y por último la
iglesia de la Asunción, enclavada en el conjunto.
La torre es una de las obras maestras de la arquitectura lombarda, de planta rectangular de unos 13 metros por 8 con una
altura cercana a los 30. La puerta de ingreso está situada a
bastante altura, en el segundo piso y se llega a ella mediante
una escalera de madera, producto de la reciente restauración.
En los muros también se abren vanos como aspilleras, una ventana geminada y sobre todo el espectacular cadalso corrido de
madera en la última planta. El remate tal vez sería almenado,
pero actualmente es con cubierta a cuatro aguas.
Los restos del castillo y del recinto exterior son escasos.
Castillo de Boltaña
Boltaña tiene sus orígenes en época romana, antigua
capital de “Boletania”, que los romanos llamaron
“municipium Boletanum”. La villa fue conquistada
para las armas cristianas a principios del siglo X y en
el año 941 ya estaba en poder de García Sánchez I.
El castillo está situado en lo alto de una colina que
domina la población y desde él se observa todo el valle
del río Ara y fue construido hacia 1020.
En 1036, Ramiro I puso el castillo en manos del tenente Sancho Galíndez quien lo fortificó y lo mantuvo
hasta 1080, aunque a principios del siglo XV estaba
prácticamente destrozado, y don Juan de Bardají lo
pidió a Alfonso V a cambio de servicios, este cambio
no se aceptó y volvió en 1430 a la Corona.
Se trata de una construcción de pequeño tamaño a
juzgar por su recinto amurallado de forma triangular,
y ya muy rebajado en altura (aprox. 6 m). Mantiene
la base de una torre, la del homenaje de forma hexagonal que mira al suroeste, asentada sobre la roca.
La entrada al castillo se realiza mediante un camino
angosto y muy estrecho al borde del precipicio, donde
está la puerta de acceso al recinto, de estilo románico lombardo ya utilizado en Loarre y Fantova, es
de medio punto, adornado con dobladura de pequeñas
piezas.
60
Castillo de Samitier
61
Este conjunto religioso-militar fue comenzado
a construir por orden de Ramiro I hacia el 1030
y su terminación correspondería con la década
de los 50 del mismo siglo. Su misión consistiría
en vigilar la cercana frontera con los musulmanes, siempre inestable por esas fechas. Seguramente la población estaría cerca, pero al pasar
los peligros descendería al llano, donde se encuentra actualmente, quedando abandonado el
castillo. La iglesia se siguió utilizando y reformando, incluso hasta 1893 en que se realizaron
obras. No obstante su ruina fue progresiva y en
los años 90 se realizaron obras de consolidación
y restauración tanto en la iglesia como en el
castillo.
Se compone de una torre y la iglesia de los Santos Emeterio y Celedonio.
La torre es de planta hexagonal, algo irregular
para adaptarse al lugar en el que se asienta, midiendo unos 56 metros cuadrados de superficie.
Conserva prácticamente todos sus muros, aunque algo deteriorados; interiormente se articulaba en dos plantas, separadas por un piso de
madera sostenido por vigas. Los muros presentan algunos vanos: en el piso bajo se conservan
las aspilleras y lo que debió ser la puerta, muy
deteriorada, y el superior una ventana de medio
punto sin derrame. El remate ha desaparecido
pero pudo ser almenado. Está construida con
sillarejo y con mampostería.
Entre la torre y la iglesia se conserva parte de
la muralla que las unía, del mismo material que
la torre, con un pequeño cubo en su centro, del
que únicamente queda la base.
La iglesia se construyó con funciones defensivas
ya que cierra la parte accesible del conjunto,
fortificándola. Consta interiormente de tres naves con sus correspondientes ábsides más una
cripta inferior, que podría ser la parte más antigua. Exteriormente carece de decoración pero
en uno de sus lados se ha recuperado el arranque de una torre que parece ser tuvo, con funciones seguramente también defensivas.
Castillo de Muro de Roda
El castillo de “Muro Maiore”, debió de construirse a principios del siglo XI, cuando Sancho
el Mayor entro en el Sobrarbe y la Ribagorza,
realizando emplazamientos defensivos contra
los musulmanes, aunque su emplazamiento fue
aprovechado desde el siglo X. En 1068 Sancho
Ramírez dotó a la Sede Episcopal y Capítulo de
Roda de Isábena con bienes en Muro, así se dio
su cambio de nombre, de Muro Mayor a Muro
de Roda, continuando como dominio de Roda de
Isábena hasta la desamortización de 1836.
El recinto fortificado de Muro de Roda es de
planta ovalada, midiendo unos 150 metros de
eje Norte-Sur y 50 metros de ancho, adaptándose a la posición geográfica del terreno, como
es el caso del lado oeste, donde vemos un acantilado donde la muralla está realizada a modo
de mirador, el resto de sus vertientes están cercados por una muralla, de obra de mampostería y lajas alargadas de piedra caliza asentadas
sin argamasa posiblemente construida por los
campesinos del siglo XI que forma el llamado
paseo de ronda, reforzándose más tarde, en
el siglo XVI con cubos semicilíndricos, de los
cuales se conservan cuatro, y el basamento de
otro confundido entre los ábsides de la nueva
iglesia. También en esta época se fortificó la
iglesia parroquial de la Asunción con la torrecampanario de carácter defensivo, gran altura y
remate almenado, y en el otro extremo le levantó la ermita de Santa Bárbara sobre un torreón
rectangular de la muralla.
La entrada al templo se realiza al noreste, al
lado de la iglesia de la Asunción adosada a la
cerca, es un arco de medio punto abierto en la
muralla y protegido por la torre campanario. La
muralla cuenta con aspilleras, que perforan muros y cubos son de tamaño considerable y con
dinteles escalonados.
El espacio interior del recinto parece que estuvo dedicado a la protección de rebaños de ganado y a partir del siglo XVII a explotaciones
de cultivo.
62
Castillo de Benabarre
El castillo fue conquistado en 1058 por Ramiro I, siendo lugar de realengo hasta 1137
perteneciendo también a los condes de Ribagorza, en él se libraron numerosas batallas,
y durante las guerras carlistas y las de Cataluña fue reconstruido para transformarlo en
fuerte fusilero.
Por lo tanto hoy parece más un fuerte del
siglo XIX, aunque conserva muros más antiguos de cuando fue castillo-palacio de los
condes de Ribagorza, por lo tanto se trata de
un conjunto monumental de un solo recinto
donde se integran todas las transformaciones
del inmueble paralelas a los avatares históricos.
El castillo está situado en lo alto de la población y es visible desde varios puntos de la
zona, la entrada se realiza mediante unas escaleras protegidas por un muro.
Está formado por la iglesia románica y la for-
63
taleza que datan del siglo XII, y consta de
dos recintos, uno superior, más antiguo y de
traza musulmana, del cual quedan paredones
en la base de la roca en la que se asienta, así
como la base de una torre de planta cuadrangular. En el siglo XIV se realizó una reforma
y se edificó la iglesia gótica, la actual Santa
María de Valdeflores. De los siglos XVI, XVII
y XVIII datan los lienzos exteriores, con muros en talud, siendo más adelante fuerte fusilero con garitones situados en las esquinas
norte del recinto.
Castillo de Viacamp
De origen musulmán, fue conquistado a estos por Ramiro I, quien mandó restaurar las fortificaciones para
que sirviera de protección a la frontera meridional del
condado de Ribagorza. En el siglo XIII pertenecía a
Bernardo Guillén de Entenza; Jaime II lo separó del
condado de Ribagorza para unirlo a la baronía de Castro.
Los restos de este castillo se encumbran en la cumbre
de un monte en cuyas faldas se encuentra la población
y consisten en vestigios del recinto exterior, una torre
de planta circular y una ermita de estilo románico, seguramente la capilla del castillo. Los vestigios del recinto exterior se encuentran algunas partes del borde
de la cima del monte y consisten en restos de muros y
torres construidos con sillares, pero ya muy rebajados
en altura. La torre es el elemento más espectacular,
es de planta circular y construida con mampostería
revestida con sillarejo; presenta algunos vanos en sus
muros como aspilleras, ventanas, ambas abocinadas,
y la puerta situada en alto; ha perdido el remate. La
ermita es de estilo románico, se encuentra abandonada y sin techo; presenta portada en arco de medio
punto y una espadaña para la campana. La iglesia se
encuentra a escasos metros de la torre en el recinto
del castillo, por lo que posiblemente sería construida
poco después de la conquista del castillo musulmán y
sería la capilla del castillo.
64
Castillo de Luzas
Este castillo formaba parte de la línea defensiva
creada por Ramiro I para defender el condado de
Ribagorza, al igual que el cercano de Viacamp,
aunque a diferencia de este, no se le conoce un
origen musulmán. Tanto la población como el
castillo fueron gobernados en un primer momento por tenentes, pero en 1136 ya pertenecían al
Conde de Pallars y en 1292 fueron incorporados
por Jaime II a la baronía de Castro.
El castillo fue edificado sobre una plataforma
con una excelente posición sobre los terrenos circundantes. Dicha plataforma estuvo rodeada por
un muro que hacía la función de muralla y del que
se han conservado algunos lienzos, de sillarejo, y
que contienen las bases de cubos y torres cuadradas. La torre principal es de planta pentagonal
aunque interiormente tiene planta cuadrangular.
Mide unos 25 metros de altura y sus muros tienen casi 2’5 metros. Está construida en sillarejo
aunque a veces aparecen piedras irregulares en
su aparejo. Interiormente conserva los mechinales de las seis plantas en que se organizaba. En
los muros inferiores aparecen aspilleras, en el
tercero el vano de la puerta de entrada y en los
dos últimos pisos se abren ventanas, algunas con
arcos de medio punto y las laterales con un curioso esviaje hacia las esquinas exteriores, lo que
les da un particular aspecto. El remate tal vez
sería almenado pero ha desaparecido así como
el tejado.
65
Castillo de Montgay, Chiriveta
Su nombre primitivo era Monte Gaudio, así figura en el fuero concedido por Sancho Ramírez a los vecinos de Estadilla
en agradecimiento a su ayuda en la conquista de Monzón
en 1089, figurando allí el senior López Sanz en los castillos
de Buil y Montegaudio. En 1143 fue donado por Ramón
Berenguer IV a la Orden del Temple, siendo más adelante
un honor de los condes de Urgel, en los siglos XIII y XIV.
En 1460, Zurita menciona a Francisco de Eril señor de las
baronías de Girueta (Chiriveta) y Montgay.
El castillo está situado cerca del despoblado de Chiriveta,
perteneciente al Ayuntamiento de Viacamp, en la sierra del
Mongay y con una vista excepcional del valle del Noguera
Ribargorzana, allí se encontraba el antiguo pueblo de Mongay del que hoy solo queda la torre del castillo y la iglesia
románica.
El castillo que podría ser del siglo XI está situado sobre un
tozal muy estratégico para el control de todo el valle, subsiste una torre cilíndrica con obra de sillarejo que ha perdido su remate y sus pisos en el interior. Poseía un recinto
fortificado del que quedan vestigios alrededor de la misma,
confundidos con los restos de la torre.
La puerta de acceso mira al sur, estaba situada a cierta
altura de la que todavía se observan restos del arco como de
las jambas que formaban el vano de la puerta, sobre ella se
sitúa el hueco muy arruinado de una ventana.
El interior se organizaría en tres plantas pudiéndose observar vestigios de arranques de los mismos y mechinales. Es
difícil asegurar como sería su remate, aunque en su último
piso se ven los arranques de las ventanas que formarían un
mirador.
66
Castillo de Castarné
Esta villa es de origen musulmán y se la cita por
vez primera en el 979. La reconquista de esta zona
fue realizada por el conde Guillermo Isarno aunque
después fue invadida por Sancho III el Mayor, siendo desde entonces territorio aragonés. Siglos más
tarde fue posesión de la familia Valcabra y posteriormente de los condes de Ribagorza.
Las ruinas de este castillo palacio se sitúan en la
parte alta de la población, en un extremo inexpugnable por dos de sus lados, el este y el sur. Es
de planta rectangular de aproximadamente 7 por
7 m, contaba con 3 plantas, con gruesos muros de
mampostería con un espacio interior de 47 m2,
67
en la actualidad está bastante rebajado en altura;
su fábrica es de piedras irregulares y presenta en
sus esquinas torreones, en los ángulos este y oeste,
circulares, defendiendo los cuatro flancos, con diámetro interior de 2,20m, y una superficie de 3.8
m2, el cubo de al lado de la puerta cuenta con un
contrafuerte cuenta con dos aspilleras una hacia el
norte y otra cegada al sur, así como dos ventanas
superpuestas la de abajo adintelada.
La fachada principal contaba con una puerta dovelada y defendida con dos aspilleras, y en las jambas todavía se conservan los agujeros intramurales
para la tranca de cerradura.
Castillo de Perarrúa
El castillo data del siglo X, dados los restos encontrados
en sus alrededores, aunque su referencia documental
más antigua data de 1020, cuando Sancho el Mayor
entró en la Ribagorza.
Fue en 1049, cuando su tenente Suñer Jozfred, realizó
obras de fortificación por mandato del rey.
El castillo es visible desde varios km. de distancia y se
alza sobre un espectacular promontorio rocoso, al borde
de un precipicio en lo alto de la población de Perarrua.
Consta de la torre junto a la ermita de San Clemente,
y está rodeado por una muralla muy rebajada en altura
en la actualidad. Al conjunto se accede por un camino
empedrado que lleva a la puerta de ingreso al recinto,
situada bajo un torreón de planta cuadrada cubierto por
bóveda de medio cañón del cual todavía se conserva la
puerta.
Un vez en el recinto nos encontramos con un pequeño
patio enfrente de la iglesia, con entrada bajo arco abovedado y puerta de medio punto, sobre la que se alza la
torre campanario, robusta y de considerable altura, que
tuvo misiones defensivas, en este patio se conservan dos
aljibes excavados en roca.
La torre del castillo es de planta troncocónica con obra
de sillarejo de gran espesor, de la que actualmente sólo
conserva una mitad partida verticalmente en dos. Se
componía de cuatro plantas interiores, la segunda y tercera planta presentan ventanas semicirculares de las
que quedan importantes restos.
68
Castillo de Fantova
Las primeras noticias del castillo de Fantova se remontan al año 960,
cuando el obispo de Roda consagró la iglesia de Santa Cecilia en el castro
de Fantova. Este castillo y el desaparecido de Güel eran las avanzadas
del condado frente a los castillos musulmanes de Lascuarre, Laguarres y
Castigaleu, conquistados por Sancho el Mayor en 1017. El castillo está situado sobre un gran espolón rocoso al borde de un acantilado, visible desde
varios km de distancia. El conjunto, lo forman la ermita de Santa Cecilia y
la torre, así como un recinto murado.
La torre es circular con un diámetro de 4´55 m., 2 m. de grosor y 18m.
de alto, tiene un espacio hueco de 16m2. Está construida en mampostería
revestida por sillarejos grises, la planta baja conserva su bóveda, de piedra
en forma de arista, resolviendo el paso del círculo al cuadrado. La puerta
está situada en altura y es de arco de medio punto a la cual se accede mediante una escalera con balcón de madera. Desde esta planta, de piso de
madera y cubierta de bóveda de cañón se accede a lo alto de la torre por
una escalera empotrada en la pared. Termina la escalera en otro zaguán
que comunica con el piso siguiente, al que se accede por una trampilla.
Este piso es totalmente defensivo con grandes vanos de medio punto ligeramente derramados al interior. Se observan saeteras de traza muy tosca
en toda la torre. En la actualidad y tras la restauración de principios de los
años 90 el remate es almenado.
La ermita de Santa Cecilia es de nave única con ábside semicircular, sin
decoración. A sus pies se alza un campanario de planta semicilíndrica, de
piedra similar a la otra torre, concebida como segunda torre defensiva.
Sobre la puerta tiene una cruz esculpida y en su interior conserva la pila
bautismal.
Del recinto murado destaca la entrada en recodo y se encuentra muy rebajado en altura, además la vegetación impide ver con claridad sus restos.
69
Castillo de Pano
Este castillo o torre es conocido desde el 1101 pero seguramente su fundación fue anterior: atribuida a Sancho el
Mayor, aunque no hay documentación escrita. A mediados
del siglo XI Ramiro I fundó el monasterio de San Juan de
Pano, que debió tener gran importancia en el sistema defensivo. Fue lugar de realengo hasta que en el siglo XIII
Jaime I vendió el castillo a los monjes de San Victorián.
La superficie fortificada se asienta al borde de un espolón rocoso, del cual subsisten los restos de una torre algo
rebajada en altura, aunque todavía su desarrollo vertical
es importante. Su fábrica es de sillarejo bien trabajado,
grande en las hiladas inferiores y menudo en las superiores, siendo un aparejo típico de los primeros baluartes
medievales cristianos de principios del XI, la torre es de
planta circular de aproximadamente 8 m de altura y de
3m de diámetro interno y 2,45 de grosor mural que hacen 7,50 m2 de interior, también quedan algunos restos
del recinto amurallado que lo defendía, aunque parece
que la torre es de obra posterior a la muralla ya que se
rompió el recinto para construir la torre, la muralla que
lo protege se ciñe al borde del precipicio y se ve reforzada por cuatro cubos a modo de contrafuertes. Los muros
presentan aberturas que pudieran ser desagües o bien
conductos de lanzamiento ya que son demasiados para
ser considerados evacuadores, se observan en Abizanda,
Loarre y Fantova.
70
Palacio fortif icado de los Condes de Ribagorza
Benasque
Esta villa no necesitó defensa contra las invasiones islámicas debido a su situación geográfica, por lo que no contó con castillo. No
obstante numerosas familias importantes se
establecieron en esta localidad en su momento
de mayor auge, durante los siglos XV al XVII.
Estas familias construyeron importantes casas
fortificadas para que les sirvieran tanto de alojamiento como de protección.
Este palacio fortificado no presenta una torre
para su defensa sino un importante garitón
en una de las esquinas de la fachada principal, mientras que el otro, el situado en la otra
esquina, fue destruido al construirse una casa
adosada al palacio. La casa es de planta rectangular, estructurada en tres planta y se cubre con tejado a doble vertiente. En el primer
piso se abren ventanas y la puerta, en arco de
medio punto enmarcado por pilastras y frontón
al más puro estilo clásico. En el segundo piso,
separado del primero por un marcapisos, se
encuentran ventanas adornadas con molduras
y figuras, con lo que denota que era la planta
noble; en el tercer y último piso estaría la buhardilla y en sus extremos se situarían los garitones de los que sólo se conserva uno, adornado con molduras, presentando un escudo en
su parte baja y sin remate, por lo que se piensa
que la casa tendría otra terminación distinta a
la actual.
Se conoce la situación del otro garitón por haberse conservado el escudo. La fachada lateral
que subsiste exenta está bastante más desornamentada que la principal ya que únicamente
alguna ventana está adornada con molduras;
en esta parte se sitúa la puerta de servicio
que era utilizada por la servidumbre. Todo el
conjunto está realizado con piedras irregulares
unidas con argamasa.
71
Indice
pagina Fortificación
3
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32
33
35
36
Ciudadela de Jaca
Torre del Merino (Jaca)
Fuerte Rapitán (Jaca)
Murallas de Jaca
Iglesia forticada San Miguel de Abós
Iglesia fortificada de Aín
Torre fortificada de Larbesa
Casa fortificada La Garisea (Jaca)
La Torreta de Canfranc
Fuerte de Coll de Ladrones
Torre de El Boalar (Atarés)
Castillo de Binies
Fuerte Ysil, en Hecho
Torre de Majones
La Torraza o Casa Acín, Biescas
Fuerte de Sta. Elena
Castillo de Escuer
Torre del moro, Lárrede
Castillo de Larrés
Línea P
Murallas de Huesca
Castillo de Marcuello
Palacio Real de Huesca
Castillo de Loarre
Castillo de la Corona, Almudevar
Castillo de Sen, Sta Eulalia la Menor
Castillo de Sta. Eulalia
Torre de Monflorite
Castillo de Piracés
Castillo de Artasona
Castillo de Novales
37
Castillo de Montearagón
39
Castillo de Barbués
40
Castillo de Alberuela del Tubo
41
Palacio Marqués de Tamarit
42
Castillo-Ermita de San Sebastian
43
Torre de los Frailes, Fraga
44
Castillo de Zaidín
45
Castillo de Monzón
47
Torre de Conchel
48
Palacio fortificado de los Desvalls. Baells
49
Torre de Baldellou
50
Castillo palacio de Artasona
51
Castillo de Alquezar
53
Castillo de Azara
54
Torre de Fernahuelo, Azlor
55
Castillo palacio de Permisán
56
Castillo de Ainsa
57
Torre de Casa Tardan, Gistain
58
Torre de Tardan o de Rin, Gistain
59
Castillo de Abizanda
60
Castillo de Boltaña
61
Castillo de Samitier
62
Castillo de Muro de Roda
63
Castillo de Benabarre
64
Castillo de Viacamp
65
Castillo de Luzas
66
Torre de los Moros o de Mongay
67
Castillo de Castarné
68
Castillo de Perarrúa
69
Castillo de Fantova
70
Castillo de Pano
71
Palacio Fortificado C de Ribagorza,
Benasque
72
Edita:
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