capítulo 1 - el ancla del universo

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EL ANCLA DEL UNIVERSO
Carlino, José Antonio
EL ANCLA DEL UNIVERSO
El diseño de tapa y los gráficos fueron elaborados por el autor. Las fotografías del
espacio son del telescopio Hubble y del Spitzer. Las imágenes de los huracanes son
satelitales. Ciencia@Nasa.
Edición original. 2010
Dedico este libro a Mabel, mi esposa, y a mis
hijos: Fiorella, Marianela, Joaquín y Valentino.
INDICE
Agradecimientos…………………………………………………………….
7
Introducción…………………………………………………………………
9
CAPÍTULO 1.- ¿Cómo se construye un paradigma?¿Se lo puede
derribar siempre?.............................................................
14
CAPÍTULO 2.- ¡Big Bang! ¿Ficción o realidad?......................................
29
CAPÍTULO 3.- ¿Cómo se comporta la luz?¿El Efecto Doppler
Puede explicarlo?............................................................
56
CAPÍTULO 4.- Descripción del mejor amigo del astrónomo:
el telescopio espacial Hubble…………………………..
63
CAPÍTULO 5.- ¿Expansión sin límites o armonía del Universo?...........
66
CAPÍTULO 6.- ¿Qué forma tiene el Universo?........................................ 113
CAPÍTULO 7.- ¿El Universo rota o no?..................................................... 127
CAPÍTULO 8.- Galaxias ¿Cómo son en realidad?.................................... 136
CAPÍTULO 9.- Componentes básicos de las galaxias: las estrellas........ 156
CAPÍTULO 10.- ¿Son útiles las analogías para explicar el fenómeno
de las galaxias?................................................................. 158
CAPÍTULO 11.- ¡Agujeros negros! ¿Calmos o destructivos?.................... 172
CAPÍTULO 12.- ¡El átomo! ¿Es un universo en miniatura?..................... 184
CAPÍTULO 13.- ¿Cuáles son las fuerzas fundamentales de la
Naturaleza?...................................................................... 207
CAPÍTULO 14.- El vórtice y los interrogantes de nuestro Sistema
Solar................................................................................... 218
CAPÍTULO 15.- ¿La vida surgió aquí o en el espacio?............................. 220
Conclusión....................................................................................................... 225
Glosario........................................................................................................... 230
Fuentes de información................................................................................. 235
6
Agradecimientos.
Esta obra, a la que he llamado “El ancla del Universo”, ha surgido luego de una
paciente lectura de ideas volcadas por algunos autores importantes, que eligieron el
tema cosmológico como eje vertebrador de sus textos. Luego de un detallado análisis
de los fundamentos que se establecen en la famosa teoría denominada Big Bang, una de
las más resistentes a las críticas en la historia de la humanidad, he decidido volcar, las
humildes ideas que han surgido en mi mente, en un soporte escrito.
Reconozco que no ha resultado fácil la tarea, por ser la primera experiencia como
autor, y por la sencilla razón de que es más sencillo pensar, que plasmar ese
pensamiento en una realidad concreta. Las exigencias son mayores, deben manejarse
razonablemente ciertas competencias lingüísticas y ajustarse a normas que se establecen
como guías en la comunicación científica. La escasez de ilustraciones, en las obras que
intentan describir lo sucedido en tiempos remotos, ha impulsado en mí la necesidad de
acompañar cada idea con una representación visual que facilite su comprensión.
Mis agradecimientos están dirigidos a todos lo que han hecho posible que este sueño
se haya convertido en realidad. Mi primer compromiso es con el diseñador de este
maravilloso espectáculo que es el Universo: Dios. No solo es autor de lo que detectan
mis sentidos, sino que ha permitido además, que sea testigo de ello.
Luego, un reconocimiento a mis padres por haberme dado la vida, por su protección,
por haberme permitido que pueda gerenciar mis propios pensamientos; que pueda ser
7
como soy. Agradezco a Mabel, mi esposa, por comprender que el tiempo que me privó
de buenos momentos en familia, ha sido invertido para expresar una mirada diferente
sobre el origen del Cosmos y su funcionamiento, producto de más de cinco años de
trabajo de investigación y adaptación a mis ideas. Los extiendo además a mis hijos:
Fiorella, Marianela, Joaquín y al más pequeño, de cinco años, Valentino, portador de
una rebeldía propia de una generación abrumada por el consumismo y la tecnología.
Agradezco a mis maestros y profesores, porque han despertado en mí, la vocación de
poder ayudar a quienes ven dificultado su camino hacia una educación digna. Me han
hecho comprender que educar es un acto de amor, concepto invalorable, que se
encuentra involucrado en todo lo que existe en este mundo.
También expreso mi agradecimiento a todos los alumnos, que han logrado
transformarme en un ser comprometido con su formación, no solo limitada al aula, sino
al desarrollo de sus propias vidas, fuera de ese contexto; a esos jóvenes necesitados más
de afectos, que de conocimientos. Este aspecto,
tan importante, les permitirá
sobrellevar los momentos más difíciles de su crecimiento, de manera menos traumática.
Más que un agradecimiento, deseo rendir un merecido homenaje a quienes inspiraron
en mí las ideas volcadas en esta obra: Kelvin, Maxwell y Einstein.
1 de octubre de 2010
José Antonio Carlino
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Introducción.
Comprender las maravillas del mundo en que vivimos resulta muy complejo y difícil.
Cuando necesitamos encontrarle una explicación científica, resulta más complicado aún,
sobre todo, si el tema en cuestión fue producido en épocas muy remotas, en las que el
hombre aún no estaba en los planes de nadie, incluso en los del Creador de todo, si
aceptamos la posibilidad de su existencia.
El origen del Universo ha sido siempre motivo de reflexión y análisis para el hombre.
Siempre se ha preguntado ¿Cómo surgió todo lo que observamos en la actualidad? Pese
a la enorme e interminable imaginación que posee la mente humana, en la historia de la
humanidad se han elaborado sólo dos teorías opuestas que tratan de explicarlo. Una es
la teoría del Big Bang o Gran Explosión y la opositora,, es la teoría del Estado
Estacionario. Las dos compiten por tratar de responder a ese interrogante.
Aquí se analiza exclusivamente la primera teoría, por dos razones: porque la segunda
opción ha perdido espacio en la opinión científica generalizada, al no coincidir, las
observaciones actuales, con esa visión y porque el Big Bang parece ser la teoría más
aceptada, pese a las innumerables críticas que se le efectúan en la actualidad.
Esta teoría se ha convertido en un paradigma muy difícil de derribar, porque se ha
arraigado tanto en la comunidad científica que, pese a los cuestionamientos que se han
elaborados en su contra, parece tener garantías para seguir sobreviviendo un tiempo más,
en la larga historia de la humanidad.
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Pero lo que resulta increíble es el extenso período de tiempo que ha transcurrido
soportando la crítica de famosos científicos. Algunos autores, como el Premio Nobel de
Física (en el año 1970), Hannes Alfvén, consideran que la Gran Explosión merece un
puesto en el cementerio de los mitos, como muchas teorías anteriores.
Esta teoría tiene el apoyo de personajes muy importantes del mundo de las ciencias,
aún de la propia Iglesia. Recordemos que ésta siempre enfrentó las nuevas ideas
científicas, porque contradecían los preceptos bíblicos. A tal punto llegó esta batalla,
que en un momento crucial de la historia, el creador de la ciencia moderna y uno
de los genios más brillantes de la humanidad: Galileo Galilei, fue condenado a muerte
por la Inquisición, aunque luego de retractarse, terminó cumpliendo una prisión
domiciliaria, hasta el día de su muerte.
La teoría de la Gran Explosión está camuflada con ecuaciones matemáticas, que
complican aún más su comprensión. Sólo es defendida con palabras, muchas palabras
(desde singularidad…hasta agujeros negros), y con números o fórmulas. Es casi
imposible encontrar una explicación gráfica o visual a esta importante concepción
teórica.
Existe una ecuación matemática que sirve de base al Big Bang, es la denominada Ley
de Hubble. La estableció el astrónomo y astrofísico norteamericano Edwin Hubble, al
interpretar que las líneas espectrales daban cuenta de que el Universo se encuentra en
expansión. Esa ecuación tiene incorporada una constante, denominada constante de
Hubble, que ha sufrido incontables modificaciones, para adaptarlas a las nuevas
observaciones. Resulta incomprensible que aún se la considere una ley, producto de la
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racionalidad humana, porque ha perdido totalmente su rigurosidad científica.
Existen incontables obras escritas sobre este intrigante tema, algunas excelentes y
otras no tanto. En la mayoría de ellas se elude una explicación no científica o mejor
dicho divina, pese a que en la mayoría de ellas se incorpora el término singularidad, sin
establecer una explicación física coherente a ese concepto abstracto.
Para comprender el mensaje que se intenta expresar en esta obra, se analiza la
evolución del conocimiento a través de la historia universal, con todos los problemas
que encontró en su largo camino. Nuevas teorías fueron reemplazando a las viejas
teorías. Nuevos autores fueron relegando a antiguos autores. Muchos de esos
conocimientos fueron producto de experiencias concretas, sin especulaciones teóricas
previas; otros nacieron exclusivamente como modelos puramente abstractos, en la
mente de genios de la ciencia, como Albert Einstein. Algunos de estos conocimientos
fueron luego verificados en laboratorios o en observaciones posteriores. Otros, con un
alto contenido imaginativo, todavía no pudieron ser constatados con la realidad. Se
describen historias propias de la ciencia ficción, aunque han sucedido en la vida real,
dejando huellas imborrables, que dejan al descubierto la fragilidad de la conducta
humana, lejos de lo que marca un ser dotado de inteligencia.
Estas páginas se aprovechan de experiencias que permiten una visión más cercana del
mundo cósmico. Una que ha impactado en el autor de esta obra es la expresión del
astronauta Edgar Mitchell, realizada cuando reingresaba a nuestro planeta, luego de
una incursión al espacio extraterrestre: ”…cuando observé la Tierra, experimenté la
sensación de que el Universo estaba construido con inteligencia, armonía y amor”.
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Una de las “vertientes” de las ideas que se expresan aquí, incorpora argumentos que
no están basados específicamente en la posibilidad de que el Universo haya surgido de
una singularidad, producto de la casualidad (inexplicable hasta el hartazgo), sin la
intervención de nadie. Se resalta el último concepto vertido por el astronauta: el amor.
Indudablemente, todo lo que existe, está impregnado de este concepto, tan abstracto,
pero que da sentido a todo lo material y a todo lo intangible que existe en este mundo
maravilloso.
Si se analiza al átomo, descubriremos que tiene una admirable tendencia a producir
uniones con otros átomos, formando moléculas. Éstas, a su vez se unen en asociaciones
más importantes, creando lo que detectamos con nuestros sentidos. El átomo, ese
ladrillo fundamental del Universo, actúa con cohesión y armonía, otorgando
importancia al sistema, y no hacia fuera del mismo, en forma desorganizada, como
parece surgir de la idea de la expansión.
La otro “vertiente” expone argumentos de interpretación, que intentan demostrar
incoherencias en algunas explicaciones esgrimidas por autores que escriben sobre temas
cosmológicos y defienden la teoría de la Gran Explosión.
Se utiliza, para una mejor comprensión acerca del funcionamiento del Universo, sobre
todo cuando hablamos de fenómenos muy repetitivos como son las galaxias, una simple
comparación o analogía con fenómenos que ocurren en nuestro planeta y que tienen una
asombrosa similitud con las mismas: los huracanes.
Si se analizan los fenómenos físicos que se dan, tanto en el espacio, como en la
naturaleza que nos rodea, se verá que la forma de espiral o vórtice está presente en la
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mayoría de ellos, tanto a nivel microscópico como macroscópico. Esta configuración
tan especial es observada en las galaxias que aparecen en forma exponencial en el
campo visual de los telescopios terrestres y espaciales.
Pensar en un mundo diferente es posible. No es necesario tener demasiada
imaginación, ni mucha capacidad científica; resulta posible construir una idea más
coherente, simplemente observando detenidamente las cosas que existen a nuestro
alrededor. En ellas subyacen la inteligencia, la armonía y el amor. Debemos ser capaces
de captar en cada una de las manifestaciones universales, un mensaje de amor. Es la
única “herramienta” con la que puede contar un filósofo de nuestro tiempo ante la
abrumadora cantidad de informaciones, vertidas por una comunidad científica, ávida de
espectacularidades, imposibles de verificar, porque han logrado desvirtuar el límite
entre física y metafísica.
Cuanto más nos alejamos de nuestro Sistema Solar, en busca de nuevos objetos de
conocimientos, más ingredientes metafísicos se agregan a las teorías científicas. La
imposibilidad de su verificación alimenta ideas espectaculares e impactantes, pero
alejadas de todo patrón existente en la naturaleza.
Si nos introducimos en el interior del átomo, ocurre exactamente lo mismo. Los
conocimientos son productos de resultados probabilísticos, aunque en este caso se
verifican razonablemente con la ayuda de ecuaciones matemáticas, con fundamento en
la Mecánica Cuántica.
Puede esperarse que la comunidad científica comience a levantar el “ancla” que ha
logrado que el “barco del conocimiento” se haya detenido por largo tiempo en ese
enorme océano que es el Universo.
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CAPÍTULO 1
¿Cómo se construye un paradigma? ¿Se lo puede sustituir siempre?
En un sentido muy amplio, un paradigma está referido a aquel marco teórico en el
cual se inscriben las doctrinas científicas. Es decir que se relaciona con el modo o la
forma en que la ciencia produce sus conocimientos acerca de la naturaleza de las cosas,
encontrando una explicación adecuada a todo lo que nuestros sentidos captan. Para
comprender más en profundidad su significado se necesita recurrir a una rama de la
Filosofía: la Epistemología. Ésta se encarga de estudiar los problemas del conocimiento,
por lo tanto intenta explicar cómo se generan los mismos.
El método o procedimiento que el hombre de ciencia utiliza para crear un
conocimiento se remonta cientos de años atrás. Esta herramienta, denominada método o
procedimiento científico, comienza con la observación de algún fenómeno, que puede o
no ser clasificado, luego se elabora una hipótesis acerca de lo que se piensa que genera
o modifica aquel fenómeno; se procede a efectuar la experiencia o experimento,
posteriormente se miden las variables que actuaron, y se la compara con la hipótesis
planteada previamente. Si se verifica su correspondencia, puede elaborarse una teoría o
una ley, si su generalización es irrefutable. En el caso de que la experiencia no
corrobora lo previsto, debe elaborarse una nueva hipótesis repitiendo todos los pasos
posteriores a la construcción de aquella.
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Se creía que la secuencia conocida como método científico era el único camino a
seguir para lograr conocimiento. Se ha hablado tanto de él, se han escrito incontables
páginas acerca de su utilidad en el proceso de creación de nuevas evidencias. Los textos
educativos lo presentan como un sendero ineludible en la producción de todos los
conocimientos.
En el siglo XVII, con el impulso del filósofo inglés llamado Francis Bacón (1.5611.626), se desarrolló una concepción de ciencia denominada Inductivismo, emparentado
con lo empírico, es decir con la experiencia. El Empirismo, se basa exclusivamente en
la percepción hecha por los sentidos. Una observación de un hecho o fenómeno permite
una generalización de las leyes que lo rigen ¿Sólo lo que se observa puede generar un
conocimiento? Si así fuera, ¿Estamos seguros de que hemos realizado todas las
experiencias posibles? Con la ayuda de los nuevos ordenadores electrónicos es
relativamente fácil efectuar millones de cálculos a la velocidad de la luz, pero ello no
garantiza la generalidad de nuestras conclusiones basadas exclusivamente en la
experiencia.
El método inductivo impresionó de tal manera a toda la comunidad científica, que ésta
lo adoptó como instrumento vital, posibilitando su permanencia hasta hace no menos
de setenta años. Relacionado con estas ideas, en el año 1929, surgió en Viena, una
nueva escuela filosófica con nuevos aires de positivismo, fundada por M.Schlick, que
integró a científicos como H. Hahn, R. Carnal, O, Neuratk y H. Reichembach, que
vieron en este método, el único camino posible de verdad científica. Esa asociación
científica se denominó Círculo de Viena y reunió a investigadores de diversos campos
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de la ciencia, es decir que sus puntos de vista podían no coincidir, pero los impulsaba
la idea de crear una nueva concepción del mundo: una nueva filosofía científica.
Las críticas al modelo no se hicieron esperar y como consecuencia de ello apareció en
acción una nueva concepción, que estableció que la construcción del conocimiento no
crece en la experiencia de laboratorio, sino en la mente del científico.
El epistemólogo austriaco, Kart Popper (1902-1994), en su obra “La lógica del
descubrimiento científico” (1934), estableció que “toda observación se hace desde
un marco teórico determinado”, dando nacimiento a una corriente llamada
Falsacionismo.
Para Popper, las teorías deben ser superadoras, es decir que, además de responder a
nuevos interrogantes, debe brindar más explicaciones. Deben ser sometidas a un
proceso de contraste con el mundo real. Existieron varios casos notables de
descubrimientos científicos que no fueron aceptados por la comunidad científica porque
eran impensables, porque eran contrarios a lo que se pensaba como inteligible.
Un ejemplo es el de Gregor Mendel (1822-1884), botánico austriaco que formuló las
leyes de la herencia que llevan su nombre. Cuando expuso los resultados de su
experiencia no encontró el eco merecido, y sus descubrimientos
permanecieron
prácticamente ignorados hasta que Correns, Tschermak y Vries, en forma independiente,
verificaron en 1920, después de la muerte de Mendel, la
autenticidad de sus
investigaciones.
Alfred Wegener (1880-1930), geólogo y meteorólogo alemán que, propuso entre
1912 y 1915, la hipótesis de la Deriva Continental. Las evidencias que encontró sobre
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el movimiento de los continentes fueron contundentes, pero aún así, su hipótesis
fue rechazada por la comunidad científica porque no pudo explicar la causa de tal
acontecimiento. Las coincidencias que halló podrían ser consecuencia solamente de la
casualidad. Recién cuando surgió la teoría de la Tectónica de Placas, después de
su muerte, la idea de la deriva fue aceptada universalmente. Esta teoría explica
razonablemente el movimiento de los continentes y corrobora las ideas brillantes de
Wegener.
Lázzaro Spallanzani (1729-1799), naturalista italiano realizó investigaciones, entre
otras experiencias, sobre el vuelo de los murciélagos. Llegó a la conclusión de que los
mismos tienen una capacidad auditiva que le permite volar en la oscuridad con una
precisión increíble, pese a ser aparentemente ciegos. El reconocimiento a su labor de
investigación, también llegó después de su muerte, cuando se descubrió que esos
animales emiten ultrasonidos que son captados por su oído, pudiendo con ello eludir
cualquier obstáculo o atrapar cualquier presa en pleno vuelo. Esta evidencia permitió al
hombre inventar luego el radar y el sonar, muy utilizados en las guerras mundiales.
Actualmente el ultrasonido tiene una importante aplicación en medicina.
El último caso trata sobre uno de los emblemas más impactantes de injusticia
generalizada hacia la labor de un científico: Galileo Galilei (1564-1642), italiano, padre
de la ciencia moderna, que profundizó las observaciones del Sol y de los astros que
giran a su alrededor, gracias a una de sus creaciones: el telescopio. Aportó innumerables
pruebas contra la teoría Geocéntrica -la Tierra en el centro y los astros girando a su
alrededor-, que no fueron apreciadas por la mayoría de los integrantes del mundo
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científico, ni por la Iglesia Católica, institución que ha marcado muy fuerte el rumbo de
la ciencia durante mucho tiempo, en la historia de la humanidad.
Galileo Galilei fue condenado a muerte, pero luego de retractarse, la pena aplicada fue
la de reclusión perpetua, rebajada a prisión domiciliaria, gracias a su amistad con el
Papa de esa época. Solo se le permitió la visita de amigos muy íntimos, como
Evangelista Torriccelli, quién aportó, más tarde, nuevos conocimientos para la
comprensión de la presión atmosférica.
Galileo demostró la importancia de descifrar el mensaje de la naturaleza, restándole
significación a la autoridad humana, para desentrañar los interrogantes de la ciencia.
Dejó a la humanidad un legado invalorable, no solo en el campo de la Física, sino
también en el campo de la Filosofía, que contribuyeron, posteriormente para que Isaac
Newton y Albert Einstein elaboraran sus impactantes y originales teorías científicas.
Se describe a continuación su declaración ante el Tribual de la Inquisición, como
testimonio de la dureza e injusticia con la que fue tratado uno de los más grandes
científicos de todos los tiempos.
“Yo, Galileo Galilei, hijo del difunto florentino Vincenzio Galilei, de setenta años
de edad, comparecido personalmente en juicio ante este tribunal, y puesto de
rodillas ante vosotros, los Eminentísimos y Reverendísimos señores Cardenales
Inquisidores Generales de la República cristiana universal respecto de materias de
herejía, con la vista fija en los Santos Evangelios, que tengo en mis manos, declaro,
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que yo siempre he creído y creo ahora y que con la ayuda de Dios continuaré
creyendo en lo sucesivo todo cuanto la Santa Iglesia Católica Apostólica Romana
cree, predica y enseña. Mas, por cuanto este Santo Oficio ha mandado
judicialmente que abandone la falsa opinión que he sostenido, de que el Sol está en
el centro del Universo e inmóvil; que no profese, no defienda ni, de cualquier
manera que sea, enseñe, ni de palabra ni por escrito, dicha doctrina, prohibida por
ser contraria a las Sagradas Escrituras…En consecuencia, deseando remover de la
mente de Vuestras Eminencias y de todos los cristianos católicos esa vehemente
sospecha legítimamente concebida contra mí, con sinceridad y de corazón y fe no
fingida, abjuro, maldigo y detesto los arriba mencionados errores y herejías, y en
general cualesquiera otros errores y sectas contrarios a la referida Santa Iglesia, y
juro para lo sucesivo nunca más decir ni afirmar de palabra ni por escrito cosa
alguna que pueda despertar semejante sospecha contra mí; antes por el contrario,
juro denunciar cualquier hereje o persona sospechosa de herejía, de quien yo tenga
noticia, a este Santo Oficio, o a los Inquisidores, o al juez eclesiástico, del punto en
que me halle. Juro además y prometo cumplir y observar exactamente todas las
penitencias que se me han impuesto o que se me impusieren por este Santo Oficio.
Más en el caso de obrar yo en oposición con mis promesas, protestas y juramento,
lo que Dios no permita, me someto desde ahora a todas las penas y castigos
decretados y promulgados contra los delincuentes de esta clase por los Sagrados
Cánones y otras constituciones y disposiciones particulares. Así me ayude Dios y
los Santos Evangelios sobre los cuales tengo extendidas las manos. Yo Galileo
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Galilei arriba mencionado, juro, prometo y me obligo en el modo y forma que
acabo de decir, y en fe de estos mis compromisos, firmo de propio puño y letra,
esta mi abjuración, que he recitado palabra por palabra”.
Recién en 1992, el Papa Juan Pablo II, perdonó, en nombre de la Iglesia Católica, al
genial Galileo Galilei, y lo reivindicó como excelente científico y como creyente. Se
estima que pronto se instalará en el Vaticano una estatua en homenaje a Galileo.
Debieron transcurrir trescientos cincuenta y nueve años para que uno de los
representantes de la Iglesia, el Papa, Juan Pablo II, reconociera irremediable injusticia,
no solo hacia un hombre de ciencia, sino hacia la propia ciencia. El actual Papa
Benedicto XVI, que en la época en que se lo perdonó, era la autoridad máxima de la
institución similar a la Inquisición (que todavía perdura con algunas modificaciones,
y con una nueva denominación) no reconoció una actitud injusta de la Iglesia
hacia Galileo; le pareció correcta la acción llevada a cabo por la Inquisición hacia él.
Estos cuatro ejemplos citados, dejan al descubierto la debilidad que tiene la
comunidad científica para reconocer problemas en los paradigmas que defienden con
tanto fervor. Cuando surge un intento para refutarlas, intentan ridiculizarlas, como
ocurrieron en los casos citados anteriormente.
Pero el Falsacionismo también fue objeto de críticas, lo que posibilitó que apareciera
en escena Thomas Kuhn (1922-1996), físico norteamericano, que dedicó, buena parte de
su vida a la educación, enseñando Filosofía e Historia de la Ciencia. En su obra
“La estructura de las revoluciones científicas”, propuso un cambio fundamental a
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la epistemología de su época. Incorporó influencias que la sociedad impone a las
ciencias como producto social.
Su teoría contiene los siguientes lineamientos básicos: en la primera parte del
proceso aparece una preciencia, luego un período de ciencia normal, un momento donde
afloran anomalías, un período de crisis y por último se produce la revolución científica,
ocurrido esto, comienza de nuevo un camino de ciencia normal. Para él, el paradigma
guía la investigación y la interpretación de los fenómenos observados ¿Pero qué es un
paradigma? No resulta tarea sencilla definirlo con un significado estricto o riguroso.
Comienzan, de pronto, a surgir muchos problemas para definirlo con precisión. Con
esos inconvenientes se encontró el mismísimo Kuhn, a quien se le asignan más de una
docena de sentidos distintos a sus referencias sobre paradigma. Pero aún así, debe
rescatarse la idea central de Thomas Kuhn: el método científico no se encuentra aislado
del quehacer científico, sino que el investigador lo va creando en su actividad cotidiana
de investigación.
A los problemas graves, que afectan los fundamentos del paradigma, Kuhn los llama
anomalías. Estos problemas se presentan
cuando las predicciones, que pueden
formularse a partir del paradigma vigente, no coinciden con las observaciones actuales,
y éstas no pueden ensamblarse en su andamiaje de conocimientos valederos. Si estas
anomalías persisten sin ser corregidas o aceptadas, comienza un período de crisis, en el
que el paradigma se va debilitando cada vez más, sin poder resolverlos. En la década del
30, la ciencia física ingresó en un período de tremenda confusión, lo que posibilitó, que
posteriormente se tomaran en cuenta nuevos puntos de vista que permitieran aclarar
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dicha confusión. La gravedad aumenta cuando surge un nuevo paradigma rival a aquel.
Si la comunidad científica cambia el modelo, aparece lo que Kuhn llama revolución
científica.
¿Qué ocurre con al Teoría del Big Bang? ¿Por qué perdura aún? En esta obra se intenta
descifrar el por qué un paradigma no puede ser sustituido cuando no aparece uno nuevo,
aún cuando existen muchísimas anomalías, imposibles de ser resueltas actualmente.
Esto no significa que se comulgue con las ideas de Thomas Kuhn, aunque resulten muy
apreciables. Es sólo de este modo que resulta posible una reconstrucción científica,
como una suma de rupturas y algunas continuidades, íntimamente relacionada con la
comunidad y su época.
Gastón Bachelard (1884-1962), filósofo francés, introdujo una teoría en la que niega
el valor absoluto de los saberes, otorgándole características probables o aproximadas.
La ciencia se construye a lo largo de la historia de la humanidad. Las nociones actuales
son las referencias de todo conocimiento pasado. Sobre la realidad, expresa que el
conocimiento común, funciona de acuerdo a lo detectado por los sentidos, pero el
conocimiento científico trabaja con una realidad reconstruida. En otras palabras el
sentido común es una perturbación a la labor científica, sobre todo cuando analizamos el
mundo microscópico. El conocimiento científico se organiza en disciplinas más que en
teorías científicas.
Con posterioridad, apareció Imre Lakatos (1922-1974), nacido en Hungría, que
propuso como unidad de análisis de la ciencia, lo que él llamó Programa de
Investigación. Lo define como una especie de contrato o acuerdo que rige la labor
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científica dentro de una comunidad científica.
Esta noble comunidad se compromete a no producir modificaciones ni a renunciar
al programa en cuestión. Esto constituye el núcleo duro del programa. Este núcleo está
protegido por un cinturón de seguridad, lo que está formado por hipótesis auxiliares
destinadas a resolver los problemas que aparecen en el horizonte del programa. Se
elaboran innumerables hipótesis auxiliares para su eventual futura protección. Si estos
problemas no pueden ser resueltos surgirá inevitablemente un nuevo programa que lo
desplace ¿Qué sucede con la Teoría del Big Bang?
Lakatos intenta una distinción entre lo que sería una historia con aspectos de tipo
interno y otra con influencia externa. La primera tiene que ver exclusivamente con la
generación propia del conocimiento, mientras que la segunda está basada en las
incidencias de ideologías, prejuicios
y otros factores de índole social, cultural o
fundamentalmente económico. Reiteradamente estos factores han influido más de la
cuenta en la historia de la humanidad, pese a que a la comunidad científica le resulta
incómodo reconocer.
Luego
puede mencionarse a Paul Feyerabend (1924-1994), filósofo
nacido
en Austria, que aportó una teoría anarquista del conocimiento en cuanto a sus
metodológicas. Para él, la función primordial de la ciencia es solucionar los problemas
que aparecen en su largo camino hacia una explicación convincente de la realidad, pero
la solución de aquellos problemas significa una afectación de tipo social importante.
Puede citarse también a Stephen Toulmin, filósofo inglés nacido en 1922, que
considera que los conceptos en ciencia cambian, soportando una evolución similar a la
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propuesta por Darwin para la vida. El cambio es natural en su teoría, lo que debe
demostrarse es la estabilidad, en contraste con la realidad. Esta selección es efectuada
solamente por la comunidad científica.
Pero, la teoría que más se acerca a la idea de Universo que imagino, es el abordaje que
hace Edgar Morín, filósofo y político francés (1921- ) bajo el rótulo de la Complejidad.
Con las siguientes palabras define cabalmente sus ideas acerca del conocimiento:” El
fenómeno que nosotros llamamos la Naturaleza no es más que esta extraordinaria
solidaridad de sistemas encabalgados edificándose los unos sobre los otros, por los
otros, con los otros, contra los otros: la Naturaleza son los sistemas de sistemas, en
rosario, en racimos, en pólipos, en matorrales, en archipiélagos. No existe
realmente más que sistemas de sistemas, no siendo el simple sistema más que una
abstracción didáctica.”
La simplicidad es sólo una concepción abstracta de la mente humana, que nada tiene
que ver con la realidad. El hombre simplifica para una mejor comprensión, pero
desconoce las implicancias que el Universo tiene sobre aquella simplificación. Es
imposible interpretar lo que detectamos con nuestros sentidos si no se lo incluye en
redes dinámicas que se ordenan, desordenan y organizan constantemente.
Este ensayo hace un profundo análisis crítico de una de las simplificaciones
producidas por el hombre y que fue adoptada por la comunidad científica como idea
ineludible de todo lo que nos rodea y su origen.
Así como todas las producciones de conocimientos son el resultado de las increíbles
actividades neuronales, que se llevan a cabo en la mente humana, también las
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reacciones o las resistencias asociadas a nuevas y revolucionarias ideas lo son. Pese a
que el hombre ostenta una cualidad en un grado mayor, que los demás animales: la
inteligencia; le resulta muchísimo más fácil resistir a ideas innovadoras, que producirlas.
Estas resistencias son muy repetitivas en la historia de la humanidad.
Las ideas de Aristóteles acerca de un Universo estático, fueron afirmadas y mejoradas
por Claudio Ptolomeo, astrónomo, matemático y geógrafo griego, que hizo importantes
aportes
en diferentes campos de la ciencia; sostenía la Teoría Geocéntrica, que
establecía que el Sol y los planetas giraban en torno a nuestro apreciado planeta Tierra.
Pero el tiempo es el mejor verdugo de las ideas del hombre. Comenzaron a surgir
nuevas observaciones, que incorporaba a esa teoría, serios conflictos, que no podían ser
explicados con los fundamentos establecidos hasta esa época.
Aparecieron en la escena de la historia, tres científicos: Nicolás Copérnico (14731943), un investigador polaco, que elaboró el primer modelo heliocéntrico, Giordano
Bruno, que extendió las fronteras más allá de nuestro Sistema Solar, lo que le significó
la muerte en la hoguera, a instancias de la persecución impuesta por la Inquisición, y
Tycho Brahe (1546-1601), que produjo una innumerable cantidad de observaciones que
contradecía la vieja teoría de Ptolomeo. Posteriormente Galileo Galilei terminó con
aquella teoría geocéntrica, que parecía imposible de derribar, a través de sus aportes
observacionales, elaboradas gracias a su telescopio.
Cuando J. Kepler escribió su teoría heliocéntrica, que contradecía la teoría
Ptolomeica sobre los movimientos planetarios, y afirmaba la idea de Copérnico, la
mayoría de los científicos, y una gran cantidad de personas relacionadas con la ciencia
25
en forma indirecta, descreyó de sus investigaciones, atribuyéndoles ideas contrarias a
las disposiciones divinas del Creador. Ésta expresión de la época le pertenece: “La
suerte está echada, he escrito mi libro, lo leerán en la época presente o en la
posteridad, no importa cuando, bien puede esperar un siglo un lector, puesto que
Dios ha esperado seis mil años un intérprete de sus palabras".
Luego llegaron los inestimables aportes científicos de Isaac Newton, que
profundizaron
las ideas de Kepler e universalizó la gravitación. Pareció que el
capítulo de la ciencia llegaba al final, con la explicación total de lo que ocurre en el
Universo. Pero no fue así, surgieron nuevos fenómenos que no podían describirse a la
luz de aquellas ideas. En el siglo XX un joven: Albert Einstein, introdujo las ideas más
revolucionarias que todos los conocimientos existentes en esa época, con su famosa
Teoría de la Relatividad General. Pero cuando creemos que el vaso de la ciencia
va a llenarse, Dios nos aumenta las dimensiones del recipiente. Parece una historia sin
fin.
En la actualidad se han acumulado muchísimos fenómenos que ya no pueden
explicarse a través de los conocimientos existentes, ni siquiera la Teoría Relativista de
la Gravitación, de Einstein, puede describirla. El movimiento de los cuerpos que giran
en una galaxia, los movimientos de éstas en el Universo, no encuentran una explicación
surgida de las teorías existentes.
Este capítulo ha sido introducido como parte importante de esta obra, porque la idea
de evolución permanente de la ciencia es la única constante que no cae víctima de la
erosión de nuevas ideas. La Teoría del Big Bang ha sido, y aún lo es, el ancla más
26
pesado que ha debido soportar la humanidad. Todos han estado de acuerdo con ese
modelo, hasta representantes de la propia Iglesia. Ésta institución casi siempre transitó
caminos a contramano de la ciencia. Hasta el mismísimo Einstein la terminó aceptando
la idea de la expansión del Universo, pese a su profunda creencia en un ser superior, y a
desconocer cualquier autoridad humana.
A continuación transcribo tres citas de notable claridad científica y filosófica referidas
a lo que entendemos por conocimiento. S. Thorpe decía: “Para crear una solución
brillante se necesita de ideas nuevas y la mayor parte de ellas parecerán
absolutamente estúpidas”. Si recordamos las historias sobre algunos científicos
enunciadas en este capítulo, entenderemos lo difícil que les resultó a los autores,
mantener sus ideas nuevas.
Otra idea sumamente expresiva es la que se le atribuye a Giordano Bruno, aquel que,
defendiendo sus ideas, fue asesinado en la hoguera, por acción de la Inquisición: “Es
suma estupidez creer en una opinión a causa del número de los que la tienen”.
Pretender darle veracidad a la Teoría del Big Bang porque la mayoría de los científicos
están de acuerdo con ella me parece irrazonable, por no decir de suma estupidez.
La cita que motivó que mis ideas sean volcadas en un libro corresponde al científico
más audaz que existió sobre la Tierra, Albert Einstein: “Infringir las reglas es
estimulante, si logras aprender a infringir las reglas que te detienen, el Universo
será tuyo”. La idea del Big Bang no nos deja avanzar en busca de nuevos
conocimientos. Mientras sigamos su ruta estamos perdiendo la enorme posibilidad de
adelantarnos en este espacio-tiempo que parece irreversible.
27
Despejado el problema acerca de lo que puede interpretarse como paradigma, se
analizará de aquí en adelante, los problemas de una de las concepciones más resistentes
en la extensa historia de la humanidad: la Teoría del Big Bang o de la Expansión,
muy desgastada, pero que aún persiste de pié.
28
CAPÍTULO 2
¿Big Bang, ficción o realidad?
La hipótesis de que el Universo se creó en una gran explosión fue propuesta por el
físico, matemático y cosmólogo belga Georges Lamaître, en 1931.Este científico aplicó
la Teoría de la Relatividad, de Albert Einstein, para explicar la expansión del Universo.
La idea fundamental del modelo era que el Universo se habría desarrollado a partir de
un átomo en explosión, llamado átomo primitivo. Su aliado, gran divulgador del modelo,
fue Georges Gamow, físico ruso que realizó además, aportes importantes sobre el
átomo. Predijo la existencia de un protón con carga negativa, contraria a la carga que le
conocemos, hecho que fue confirmado posteriormente. También debemos citar a
Alexander Friedman, que encontró la relación de las ecuaciones de Einstein con un
Universo en evolución.
La expresión de “Big Bang” fue introducida en 1950, por Fred Hoyle, astrónomo
británico, creador en forma conjunta, con Hermann Bondi y Thomas Gold, de una
teoría rival o contraria: la teoría del Estado Estacionario. La finalidad de aquella
expresión era la de ridiculizar la teoría, pero lejos de conseguir ese objetivo, terminó
perpetuando con gran fama ese nombre. Parece que el hombre, como exponente común,
es un apasionado de los rótulos con fantasía, cargados de explosiones colosales, además
de resultar mucho más impactante. El modelo del Estado Estacionario establece una
estabilidad para el Universo. Sugiere que el Cosmos siempre existió y que existirá por
29
siempre. Si una galaxia llega a su fin, otra nueva surgirá en su reemplazo, en la misma
extensión espacial. Introduce un concepto nuevo y muy poco evidenciable, el de la
continua creación de la materia,
para poder producir un fenómeno nuevo. No
existe evidencia alguna sobre la creación de nueva materia en el Universo observable
Esta teoría se fue desdibujando con el transcurso del tiempo. Son muy importantes las
críticas que se le han realizado, a las que no pudo responder con claridad. Pero, pese a
ello, debemos rescatar algunas de las críticas, que sus defensores hicieron al modelo del
Big Bang, que tampoco pudieron ser explicadas por la misma, hasta el día de hoy.
La teoría del Big Bang tiene aspectos que se consideran favorables pero tiene además
algunos que son cuestionados. Entre los que acrecientan su validez tenemos a:
a) Radiación de fondo de 2,73 K, predicha por la teoría, aunque en una
temperatura superior.
b) Corrimiento hacia el rojo en el espectro electromagnético de la luz recibida
de las galaxias. Además cuando se observan tres galaxias en momentos de
tiempos diferentes sus distancias crecen sin crecer los ángulos.
c) La cantidad de hidrógeno y helio detectado en la actualidad en el Universo.
Entre los aspectos que se exponen a críticas se encuentran los siguientes:
a) Los grandes cúmulos y los supercúmulos de galaxias que contrastan con la
isotropía que prevé la teoría a gran escala.
b) La densidad media del Universo es muy inferior a la que pronostica el modelo.
30
c) El Universo no es homogéneo, existen galaxias y espacios vacíos que no
encuentran explicación para el Big Bang.
d) La Ley de Hubble parece no coincidir con el comportamiento de algunas galaxias
o algunos cuásares. Además hay que ajustar constantemente la constante de
Hubble para que se adecue a las recientes observaciones realizadas.
e) La teoría no puede precisar la existencia de la mayoría de los elementos químicos
que existen en la naturaleza.
En esta obra se intenta describir aspectos de la Teoría del Big Bang, que a criterio del
autor ponen de manifiesto algunos problemas que no tienen respuestas satisfactorias.
Los aspectos cuestionados abarcan tanto a los puntos favorables como a los que no lo
son. El análisis de incoherencias es acompañado de esquemas, ilustraciones y gráficos
que permiten una mejor comprensión de la crítica efectuada.
De acuerdo con los creadores del Big Bang, el estado inicial del Universo es
considerado una concentración de toda su masa en una esfera pequeñísima (más
pequeña aún que la cabeza de un alfiler). Se destaca además que esa masa tenía una
temperatura de miles de millones de grados centígrados. Temperatura muy lejos de
lograr por los científicos, en laboratorios especializados de prueba. En el momento en
que esa masa de densidad infinita
estalló, sus partículas fueron impulsadas a
velocidades relativas, próxima a la de la luz.
En primer lugar, analizaremos la situación inicial. El punto de materia, muy pequeño
y denso, está a miles de millones de grado. ¿Qué provocó ese estado tan elevado de
31
temperatura? Aún no lo han establecido. Se supone que la evolución de los elementos
que conocemos, se efectuó a partir de los elementos más livianos o simples y por lo
tanto gaseosos, hasta originar los más pesados o complejos, como producto de
reacciones nucleares en las estrellas, en un proceso llamado fusión. ¿Qué elemento
fundamental pudo estar contenido en ese ínfimo punto de materia? Podría responderse
que fue el hidrógeno. Como los elementos que conocemos se van generando en función
de agregados de protones, de neutrones y en consecuencia de electrones, el hidrógeno es
el más simple: un protón, un electrón. Puede variar el número de neutrones de acuerdo
al tipo de isótopos que corresponde a ese elemento.
Sabemos que se necesita hidrógeno para formar el helio. El hidrógeno es el ineludible
punto inicial. Lo importante es saber ¿Cómo un elemento tan liviano y gaseoso pudo
estar confinado en un estado tan denso y a una temperatura tan elevada? Si analizamos
un gas, veremos que a mayor temperatura y presión, el volumen se hace más elevado.
En cambio, si la temperatura es mínima, el volumen disminuye considerablemente.
Resulta imposible imaginar, que a esas enormes temperaturas (aún no logradas
experimentalmente) la materia inicial, haya tenido un estado muy denso. Podría decirse,
que los elementos no estaban aún formados, como lo suponen los creadores de la teoría
de la Gran Explosión. Lo que existía era una enorme cantidad de energía que produjeron
partículas mínimas o elementales que luego formarían al átomo como lo conocemos hoy.
Como defensa podríamos decir que en experimentos recientes se ha comprobado que
la energía puede transformarse en materia y viceversa.
Si recordamos lo que expresa el texto bíblico “todas las cosas han sido pareadas,
32
una opuesta a la otra, y que la existencia de una asegura la existencia de la otra”
nos daremos cuenta de que no pudieron existir partículas con carga diferente, aisladas
unas de otras, sin espacio, sin conexión alguna. Seguramente el lector se preguntará
¿Por qué otorgo importancia científica a esa expresión religiosa? Simplemente porque
ha aportado muchísima más sustentación a mis ideas, que las ecuaciones matemáticas
vertidas por la comunidad científica, no verificadas en la naturaleza. Según la teoría del
Big Bang, los átomos se formaron con posterioridad, a través de la unión de aquellas
partículas fundamentales. Entonces corren los mismos interrogantes para esas partículas
elementales, que luego se convertirían en átomos.
En esta obra se deduce que las partículas subatómicas son en realidad pequeñas
galaxias de partículas aún más diminutas. Lo que vemos en el Cosmos tiene su
correspondencia dentro del átomo. Sólo una configuración de ese tipo posibilita uniones
atómicas como las que observamos en la naturaleza. El electrón, el protón y el neutrón
deben tener una forma de vórtice, que es esencial en toda interacción que se da en el
inmenso espacio. Las interacciones de cuerpos puntuales no son comunes en los
objetivos de nuestros telescopios.
Es incuestionable que el hidrógeno es el elemento esencial en el Universo. No sólo da
estructura al mismo, sino que es fundamental para la vida. Los demás elementos más
pesados, son generados por la actividad nuclear de las estrellas, que transforma el
hidrógeno en helio y luego a éste en otros elementos más pesados. Pero este proceso
tiene un límite, luego del cual, una estrella, con masa específica, se colapsa y estalla,
dispersando por el espacio, aquellos elementos con mayor masa, como el carbono y el
33
hierro, elementos muy importantes en la estructura de la Tierra y en las actividades
que el hombre realiza en ella.
Como resulta imposible que pudieron existir partículas elementales aisladas, se
describe en el siguiente gráfico sobre el comportamiento de un gas ideal:
(Volumen)
V
P.V = n.R.T
0K
- 273,16 °C
273 K
0 °C
T (Temperatura)
Figura N ° 1
Se observa que la temperatura a la que tienden los gases, confluyen en el cero
absoluto (-273,16 ºC). El volumen de un gas o en su defecto, de las partículas
elementales que lo forman varía con la temperatura, en forma directamente proporcional.
A mayor temperatura, mayor volumen, y parece no haber un límite relativo para esta
expansión. Si comprimimos un gas o las partículas elementales, quitándole todo el
calor posible deberíamos llegar a una situación, en forma teórica, de cero absoluto; en
la
realidad, el hombre no logró alcanzarlo aún. Allí confluyen todos los
gases.
Teóricamente no habría volumen, sería cero. Más allá de ese punto no hay explicación
física para un volumen negativo.
34
La flecha indica la zona donde se cumple que P.V. =n. R. T. Se recuerda que V es el
volumen, P la presión, n el número de moles, R la constante de los gases y T la
temperatura.
Es más sensato pensar en una situación en la que toda la materia haya estado
confinada en un punto, a una temperatura, de cero absoluto, o cercana a ello, con un
volumen inicial cero, o al menos con un volumen inicial muy pequeño. En este caso sí
es posible una concentración casi infinita de la materia. En este caso se necesita un
impulso energético mucho menor que aquel que se necesita, en la teoría del Big Bang,
para obtener temperaturas del orden de miles de millones de grado, como lo requiere la
misma.
El cero absoluto es la temperatura teórica más baja posible y se caracteriza por la
ausencia total de calor. En ese punto cesa el movimiento entre las partículas y el nivel
de energía es el más bajo posible. A través de mecanismos muy ingeniosos se ha
intentado llegar a ese límite, sin éxito, aunque se aproximan bastante a él.
Los vórtices, muy común en el Universo, se forman y multiplican en un contexto de
superfluidos, es decir a bajísimas temperaturas. La explicación de las formas que tienen
las galaxias es más razonable que en un contexto de altísimas temperaturas, como lo
establece la Teoría del Big Bang.
El satélite COBE (Cosmic Background Explorer), ha logrado, medir en forma muy
precisa, radiaciones de fondo del Universo, que muestran temperaturas de 2,73 K
(Kelvin) o su equivalente en grados Celsius, -270,27 °C. Esta es la temperatura más
baja que puede detectarse en forma natural. Para pasar de la escala Kelvin a la escala
35
Celsius o centígrada, debe restarse 273 grados.
Es el calor que ingresa del mundo exterior, lo que imposibilita que pueda alcanzarse el
cero absoluto en experiencias de laboratorio. Pero si imaginamos un inicio desde el cero
absoluto, notaremos que el Universo tendría ausencia de calor en ese instante.
Si se analiza el estado de la materia conocido como condensados de Bose-Einstein,
verificaremos que se tratan de superfluídos gaseosos enfriados a temperaturas muy
cercanas al cero absoluto. En este caso los átomos alcanzan el mismo estado mecánicoquantum y pueden fluir sin tener ninguna fricción entre sí. Además pueden atrapar luz,
para después liberarla, cuando el estado descrito se rompe. Este dato resulta muy
interesante, pues pudo posibilitar que las estrellas hayan comenzado su actividad en un
determinado instante, sin el requerimiento de una elevadísima temperatura para hacerlo.
Actualmente, un equipo formado por físicos del Instituto Tecnológico de
Massachussets, ha creado un superfluido a alta temperatura: en este nuevo estado de la
materia, los átomos se mueven sin fricción, y a grandes velocidades, inmersos en una
nube condensada.
Este equipo que creó el superfluido es liderado por Wolfgang Ketterle (obtuvo el
Premio Nobel de Física en 2001). La experiencia consiste en utilizar una nube de gas
condensado de átomos del isótopo litio-6, que está compuesto de tres neutrones, tres
electrones y tres protones, a una temperatura cerca del cero absoluto (-273,16 ºC). Se
creó luego un campo electromagnético con un rayo láser rojo, que mantiene
relativamente quietos a los átomos. Los átomos con número impar de electrones,
protones y neutrones se denominan fermiones, por lo tanto el nuevo estado se denomina
36
condensado fermiónico.
Se los excitó luego con un láser verde, que asombrosamente los obligó a formar
innumerables vórtices, similares a estrellas de neutrones en miniatura. Es decir que, en
un superfluido, los átomos dejan de funcionar aisladamente para comportarse como un
todo coherente.
El Universo pudo haberse iniciado de esta manera, silenciosamente y no como
producto de una gran explosión.
Para llevar a cabo otras experiencias de este tipo, se necesita de la ayuda de
trampas magnéticas. Puede suceder que los átomos se atraigan o rechacen entre sí, en
sintonía con el campo magnético de la trampa. Se hicieron los dos tipos de prueba.
Cuando se provocó una auto-repulsión, se expandieron suavemente. Pero cuando se
le impuso al sistema una auto-atracción, se encogió y luego explotó, resultando como
consecuencia, la explosión más débil detectada.
Los átomos fueron expulsados, adquiriendo diferentes formas al dispersarse, pero lo
misterioso es que parte del material desapareció. Algunos permanecieron en el núcleo
donde se produjo la contracción y posterior explosión. Este fenómeno sólo produjo una
energía que modificó la temperatura en una doscientas mil millónésima de grado.
Puede inferirse que el Universo surgió bajo la forma de una expansión leve, como en
la experiencia que provocó un mecanismo de auto-repulsión. Todo los “nacimientos”
que se observan en el Cosmos surgen así, estén o no relacionados con la vida.
Si se partió de una situación de cero absoluto, esa pequeña variación de temperatura
detectada en la experiencia, podría explicar por qué el espacio tiene la temperatura que
37
tiene hoy. Necesariamente el Universo requiere de esta temperatura, o una parecida a
ella para evolucionar y producir la cantidad de fenómenos físicos que se observan hoy.
Si se piensa que el Universo, en el momento inicial se encontró en un estado muy frío
(Cero absoluto) y no en un estado tan caliente como lo imaginan los que pensaron el
Big Bang. ¿Cómo hizo el mismo para expandirse, si no hubo explosión inicial? Si se
supone que el volumen en el principio era cero o muy cercano a é, al aplicarse un
mínimo de energía, la materia tendría que salir disparada para ganar un lugar en el
espacio, que se iría creando y aumentando, para contener, ahora sí, un material con más
temperatura que el inicial.
Si se recuerda que cuando los átomos ganan en temperatura, ganan también en
volumen y por lo tanto en espacio. Si se analiza la temperatura de 2,73 K, detectados en
el espacio, que es sensiblemente superior al cero absoluto, es más coherente pensar
que el Universo recibió un impulso de calor más atenuado, y no miles de millones de
grados de temperatura, para lograr la radiación de fondo actual detectada.
Es decir que la temperatura proveniente de la radiación fósil detectada no sería una
consecuencia de la expansión provocada por la gran explosión, sino que la energía
resultante provocó el aumento de la temperatura, por sobre el cero absoluto.
Pero surge un problema aleatorio en esta circunstancia: el Principio de Incertidumbre,
de Heisenberg que establece que en el cero absoluto, la energía no debe resultar igual a
cero, sino que debe existir una energía mínima. Debe suponerse que la energía mínima
ya existía antes o en el mismo momento inicial. Debemos entender que esa limitación
38
en el citado principio, podría no haber existido en el instante del inicio del Universo (es
un detalle que sólo podría reservarse un creador, un ser superior, si es que lo hubo) y
que quedó establecido para siempre, desde ese mismo momento. Esto explicaría el por
qué es imposible que se regrese, experimentalmente, a un punto de cero absoluto, luego
de surgir esa importante limitación, tanto física, como metafísica.
Podríamos decir que el Universo debió tener un estado similar al condensado BoseEinstein en sus inicios. Los átomos o partículas elementales vibran como un todo en la
misma frecuencia emitiendo un paquete de ondas, muy lejos de la idea de altas
temperaturas, caos y expansión que defiende la teoría del Big Bang.
Sabiendo que los gases, cuando son comprimidos y enfriados, dejan ese estado o fase
para convertirse en líquido o en un estado asimilable, como el condensado detallado
anteriormente, pese a ser un concepto sin precedentes en la Física y que responde de
manera diferente a un líquido.
Como fundamento filosófico de la idea exteriorizada anteriormente, podría decirse,
que en el mundo, el nacimiento o el comienzo de un ente o fenómeno, se da en forma
lenta, armónica y organizada. Si se piensa en un organismo con vida, como por ejemplo,
el nacimiento de una flor, de un bebé, veremos que todo comienza siendo algo muy
pequeño, casi imperceptible, y va evolucionando hacia otros estados organizados,
aumentando su estructura en forma coherente. Ningún proceso de desarrollo evoluciona
como lo supone la teoría del Big Bang.
Si se analiza un fenómeno sin vida, como puede ser una tormenta, se verá también que
surge siendo una suave brisa, para convertirse luego, en un fenómeno tan destructor,
39
como se aprecia en la realidad, en cada ocasión que aparece en nuestro planeta. Lo que
sí resulta traumático o violento es el ocaso, o la extinción de cualquier elemento o
fenómeno tangible. Si se describe, por ejemplo, el colapso de una supernova, se verá un
final en esas condiciones. Aunque si se analiza este fenómeno en profundidad, es muy
importante que aquellos elementos más pesados, como el carbono, el hierro, puedan ser
diseminados por el espacio interestelar, pues no podrían hacerlo por otro medio más útil
para la evolución del Universo. La siguiente imagen reproduce los restos de una
supernova:
Figura N ° 2
Si se recuerda la segunda experiencia con el estado fermiónico condensado, se
observa una evolución de tipo explosiva. El fin es la otra “cara de la moneda” del origen
del Universo. Los opuestos se manifiestan siempre en él.
Podría imaginarse lo mismo en el momento de la Gran Explosión, pero los elementos
pesados no existían aún, fueron creados con posterioridad, producto de reacciones
nucleares estelares posteriores a ese momento.
40
Lo que más abunda, en las partículas elementales, en el átomo, en las galaxias, en el
mismo Universo, es el espacio, por lo tanto resulta increíble que la materia haya estado
concentrada en un punto muy pequeño, a enormes temperaturas. Pero podría haber
estado a bajísimas temperaturas, porque el espacio, en esas condiciones, se reduce
considerablemente.
La mayoría de los textos religiosos del mundo que versan sobre el origen del Cosmos
describen un estado inicial en el que se nombra al agua como uno de los componentes
esenciales básicos en el inicio. Si recordamos que el hidrógeno a temperaturas cercanas
al cero absoluto se vuelve líquido y no gaseoso es más coherente que “el agua”
religioso no sea más que hidrógeno líquido, o sus partículas elementales en estado
líquido o en su defecto en estado condensado Bose-Einstein.
En la mayoría de las cosmologías de la creación no existen descripciones que expresen
un nacimiento explosivo como lo presume la Teoría del Big Bang.
Según la mitología japonesa la creación del Universo comenzó así:.. “Cuando el cielo
y la tierra no estaban todavía divididos, Yin y Yang tampoco estaban separados, su
masa caótica era como un huevo de gallina, indeterminado e ilimitado, y contenía
un germen. Lo puro y claro se extendió de forma tenue y se convirtió en el cielo: lo
pesado y turbio se depositó y se convirtió en la tierra. Al unirse lo tenue y lo
maravilloso, la concentración fue fácil; al fortalecerse lo pesado y turbio, la
solidificación resultó difícil. Por eso surgió primero el cielo y luego se formó la
tierra. A continuación generaron entre ambos a los seres vivos”.
El siguiente pasaje se inicia con la presentación de las dos divinidades primigenias
41
que dieron paso a la creación: Izanagi (dios masculino) e Izanami (su hermana
menor),… Antes de unirse conyugalmente (como les habían ordenado las
divinidades celestes) debían dar una vuelta alrededor de la Augusta Columna
Celestial (vínculo entre el cielo y la tierra), situada en el centro de la sala de Ocho
Brazas (en la concepción japonesa del universo, el número ocho representa la
totalidad; esta sala es, por tanto, una representación del cosmos a pequeña escala
(Un microcosmos). Él por la izquierda y ella por la derecha, cuando vuelven a
encontrarse se emparejan y de su unión nace un primer hijo malogrado (Hiruko, el
niño-sanguijuela), que es abandonado a su merced en un bote en medio del océano
(se convertirá en la divinidad protectora de los animales). De sus relaciones
posteriores surgieron varias islas (entre ellas, el llamado conjunto de Gran País de
las Ocho Islas, nombre mítico por lo que es conocido Japón), numerosas
divinidades y los mares, los ríos, las montañas, los árboles y las hierbas de todo el
universo…”. (Extraído de http://www.historia-religiones.com.ar).
Aparecen en esta visión dos fuerzas opuestas y un componente líquido en el que se
produce una multiplicación de lo que podríamos denominar islas galácticas. Además
describe una zona central de fundamental importancia de la que surgen ocho brazos.
Recuérdese la teoría del Universo Geométrico del físico Garret Lisi, en capítulos
posteriores.
El origen según los cheyenne (América del Norte) ocurrió así:…”Al principio no
había nada. Todo estaba vacío y Maheo, el Gran Espíritu, se sentía desolado. Miró
a su alrededor pero no había nada que ver. Trató de oír, pero nada había que
42
escuchar. Finalmente, Maheo pensó que su poder podía tener alguna explicación
productiva y concreta.
Creando una amplísima extensión de agua, como un lago, pero salada,
comprendió el Gran Espíritu que partiendo del agua podría existir la vida.
Después pensó que deberían existir seres que viviesen en las aguas. Primero hizo
los peces que nadaban en las oscuras aguas, luego las almejas y los caracoles, que
vivían en la arena y en el fondo del lago. Posteriormente fueron apareciendo los
gansos, los ánades, los charranes, las focas, y las cercetas, que vivían y nadaban en
los alrededores del lago.
En la oscuridad, Maheo, podía escuchar el chapoteo de sus patas y el batir de sus
alas pero quería verlas. Y una vez más los hechos se produjeron de acuerdo a sus
deseos. La luz comenzó a brotar y a esparcirse, primero blanca y clareando en el
Este, posteriormente dorada e intensa cuando hubo llegado al centro del cielo
extendiéndose al final hasta el último punto del horizonte.
Entonces la gansa se dirigió chapoteando hacia donde se encontraba Maheo, y le
dijo: “Óyeme, Maheo. El lago que has hecho, en el que moramos, es bueno. Pero
comprende que los pájaros no somos peces, a veces nos fatigamos de tanto nadar y
nos sentiríamos muy felices de poder reposar fuera del agua”. Entonces Maheo
dijo que volasen y todos los pájaros del agua aletearon agitadamente sobre la
superficie acuática hasta que obtuvieron la suficiente velocidad como para
remontar el vuelo. Sin embargo, el somormujo, dirigiéndose a Maheo le pidió un
lugar firme y seco donde caminar cuando estuvieran cansados de nadar y volar.
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Así será, respondió Maheo, pero necesito vuestra colaboración. Necesito
que los animales más rápidos y de mayor tamaño encuentren tierra.
Lo intentaron la gansa, el somormujo y el ánade, pero no lo consiguieron.
Finalmente vino la pequeña foca, y pidió a Maheo intentarlo, a pesar de no saber
volar ni nadar tan bien como sus hermanos.
La foca tardó mucho tiempo en ascender de nuevo a la superficie del agua y
cuando lo hizo, de su boca cayó una pequeña bola de lodo que el Gran Espíritu
recogió entre sus manos. Maheo dio las gracias a la foca y le dijo que por su acción,
sería protegida para siempre.
Maheo hizo rodar la bola de lodo entre las palmas de las manos hasta que la
misma se hizo tan grande que ya no le fue posible sostenerla. Buscó entonces por
los alrededores con la mirada un sitio donde ponerla, pero no había más que agua
y aire.
Pidió entonces ayuda de nuevo a los animales pues necesitaba la espalda de uno
de ellos para poder sostener la bola de lodo. Así que Maheo pidió ayuda a la
Abuela Tortuga y apiló sobre su redonda espalda una buena cantidad de lodo
hasta formar una colina. Bajo las manos del Gran Espíritu, la colina fue creciendo,
extendiéndose y enderezándose, mientras la Abuela Tortuga desaparecería de la
vista: Por esto la Abuela Tortuga y todos sus descendientes caminan muy lentos,
pues cargan en sus espaldas todo el peso del mundo y los seres que lo habitan…”.
Nuevamente el estado líquido aparece en escena, el nacimiento y desarrollo del
Universo surge a partir de ese estado fundamental. Es asombrosa la semejanza que
44
existe entre todas las visiones sobre el origen universal.
Según los húngaros el Cosmos nació así:…”Al principio no había tierra, ni
animales ni plantas. Al principio solo existía el Mar Sagrado, con sus eternas olas
siempre en movimiento. Pero en las alturas, en una casa dorada, y sentado
siempre en su trono, vivía también el Gran Padre de los Cielos.
El anciano, de barbas y cabellos blancos, cubierto con unas vestiduras negras
recubiertas de miles de estrellas centelleantes, tenía siempre a su lado a su mujer,
la Gran Madre Celestial, que se vestía con blancas vestiduras que también
quedaban cubiertas por miles de estrellas. El Padre y la madre Celestiales habían
vivido desde el principio de los tiempos, y vivirían hasta el final de los mismos. Los
padres celestiales tenían un hijo de cabellos dorados, el Dios Sol. Y fue éste el que
un día le preguntó a su Padre:
-¿Cuándo crearemos el mundo de los humanos, mi querido padre?
A lo que el padre, después de mucho pensar, respondió:
-Mi querido hijo, tienes razón. Crearemos un mundo para los humanos y así ellos,
que serán tus hijos, tendrán un lugar en el que vivir.
-¿Y cómo crearemos ese mundo?- preguntó de nuevo el Hijo.
- Así es como lo haremos- respondió el Padre- En las profundidades del mar
Eterno, se encuentran las semillas durmientes que darán lugar al mundo.
Desciende, por tanto, a las profundidades del gran mar y trae esas semillas, y así,
podremos crear un mundo de ellas.
El Hijo se preparó entonces para la misión que le había encomendado su Padre y,
45
para cumplir mejor sus objetivos, se transformó en un pájaro dorado, un pájaro
capaz de bucear.
Y así, en forma de pájaro, voló hacia el mar Eterno.
Al llegar a la superficie del mar, se dejó mecer por las olas y un rato y, entonces,
se sumergió y buceó hacia las profundidades del Azul, buscando su fondo.
Pero se vio incapaz de alcanzarlo y, sin respiración, se vio obligado a volver a la
superficie a tomar aire.
Allí, descansó un rato, y, cuando hubo cobrado fuerzas de nuevo, cogió aire
profundamente y se sumergió de nuevo en las azules profundidades. Y buceó más
profundo, hasta donde ya no había luz, y siguió buceando en la oscuridad. Y el aire
de sus pulmones se iba liberando lentamente, y las burbujas de aire que se
elevaban en el agua eran como perlas que se rompían al llegar a la superficie del
mar.
Al final, golpeó el fondo del Mar y, tomando un poco de arena con su pico, volvió
con ella rápidamente a la superficie del agua. Y entre la arena que había cogido en
el fondo del Mar Eterno, se encontraron las semillas durmientes.
Y las semillas durmientes, una vez fuera del agua, se abrieron y crecieron, y se
transformaron al fin en seres vivientes...”.
Dos fuerzas opuestas se ponen en juego reiteradamente en un medio líquido, en cuyo
seno irrumpe todo lo que existe.
De acuerdo a los griegos el Universo comenzó así:..”Antes del mar, de la tierra y
del cielo que todo lo cubre, la naturaleza tenía en todo el universo un mismo
46
aspecto indistinto, al que llamaron Caos: una mole informe y desordenada. Y
aunque allí había mar, tierra y aire, la tierra era inestable, las aguas innavegables
y el aire carecía de luz. Nada conservaba su forma, y unas cosas obstaculizaban a
las otras, porque dentro de un mismo cuerpo lo frío se oponía a lo caliente, lo
húmedo a lo seco, lo duro a lo blando, y lo que no tenía peso a lo no pesado.
Entonces un dios separó el cielo de la tierra y la tierra de las aguas, y dividió el
cielo puro del aire espeso. Cuando hubo desenredado estas cosas, y las hubo
separado en lugares distintos, las entrelazó en pacífica concordia.
El fuego surgió resplandeciente, y ocupó su lugar en la región más alta; próximo a
él por ligereza y por el lugar que ocupa estaba el aire. La tierra, más densa que los
anteriores absorbió los elementos más gruesos y quedó comprimida por su propio
peso y el agua, fluyendo alrededor, ocupó los últimos lugares, y rodeó la parte
sólida del mundo.
Después ordenó a los mares que se expandieran, y rodearan las costas que ciñen
la tierra. Añadió también fuentes, estanques inmensos y lagos, y contuvo entre
orillas a los ríos. También ordenó que se extendieran los campos, se hundieran los
valles, se cubrieran de hijas los bosques y se elevaran las montañas de piedra.
Apenas había acabado de dividir todas estas cosas con límites bien definidos,
cuando las estrellas, que durante largo tiempo habían permanecido apresadas en
una ciega oscuridad, empezaron a encenderse y a centellear por todo el
firmamento. Y para que ninguna región se viese privada de sus propios seres
animados, las estrellas y las formas de los dioses ocuparon la superficie celeste, las
47
olas se adaptaron a ser habitadas por los brillantes peces, la tierra acogió a las
bestias y el blando aire a los pájaros...”.
Excelente descripción de los griegos; se parece tanto a lo que pienso sobre el origen
del mundo que me resulta tan elegante, como debe ser una obra de Dios.
Según los tibetanos todo comenzó así:..”En el principio existía un inmenso vacío
sin causa y sin fin. De este gran vacío se levantaron suaves remolinos de aire, que
se volvieron más densos y pesados formando el poderoso cetro doble rayo, el Dorje
Gyatram. El Dorje Gyatram creó las nubes, las cuales a su vez, crearon la lluvia.
Esta cayó durante muchos años, hasta formar el océano primigenio. Luego, todo
quedó en calma, tranquilo y silencioso y el océano quedó límpido como un espejo.
Poco a poco, los vientos volvieron a soplar, agitando suavemente las aguas del
océano, batiéndolas continuamente hasta que una ligera espuma apareció en su
superficie dando lugar a la tierra. La tierra emergió como una montaña, y
alrededor de sus picos susurraba el viento, incansable, formando una nube tras
otra. De éstas cayó más lluvia, solo que esta vez más fuerte y cargada de sal, dando
origen a los grandes océanos del universo.
El centro del universo es la gran montaña de cuatro caras hecha de piedras
preciosas y llenas de cosas maravillosas. Existen ríos y arroyos en ella, y muchas
clases de árboles, frutos y plantas, pues es la morada de los dioses y los semidioses.
En torno a ella hay un gran lago, y rodeando a éste, un círculo de montañas de oro.
Más allá del círculo de montañas de oro hay otro lago, éste también rodeado por
montañas de oro, y así sucesivamente hasta siete lagos y siete círculos de montañas
48
de oro y más allá del último círculo de montañas se encuentra el lago Chi Gyatso.
En el Chi Gyatso es donde se encuentran los cuatro mundos, cada uno de éstos
semejante a una isla, con su forma particular y sus habitantes distintos. En el
cuarto mundo es el que habitan los hombres.
Al comienzo, nuestro mundo estuvo habitado por dioses. No había dolor ni
enfermedades, y los dioses nunca necesitaban comida…”.
El agua surge de nuevo, también se describe un centro que domina al sistema.
De acuerdo a los yoruba (Nigeria y República de Benín) el inicio fue así:..”Olurum,
el Dios del cielo, pidió a sus hijos que crearan un nuevo reino en el que se
extendieran sus descendientes. Este reino se llamaría Ile-Ife.
Olurum lanzó una gran cadena desde el universo donde vivía hacia las aguas
primeras, por la que bajó Oduduwa con un puñado de tierra en sus bolsillos, una
gallina de cinco dedos y una semilla.
Cuando estuvo preparado, Oduduwa arrojó el puñado de tierra sobre las aguas,
formándose así su nuevo reino, Ife. Allí la gallina rasgó el suelo y enterró la semilla,
de la que creció un gran árbol de dieciséis ramas, que son los dieciséis hijos de
Oduduwa, de los que descienden las dieciséis tribus yoruba…”.
El agua aparece como algo ineludible. ¡Demasiadas coincidencias!
La creación para los bantú fue así:…”En el reino de la oscuridad Bumba vivía solo.
Estaba tan triste que se sintió agitado en su interior por un terrible dolor de
estómago. De la primera náusea Bumba vomitó el Sol, iluminando así el universo.
El calor del sol provocó que la tierra disuelta en el agua se secase en algunas partes.
49
Cuando llegó la noche, la oscuridad volvió a reinar, por lo que Bumba se volvió a
sentir mal, vomitando entonces la luna y las estrellas para que la noche tuviera
también su luz. Bumba siguió vomitando durante el día y la noche, apareciendo
entonces nueve criaturas: un leopardo, un águila, el cocodrilo, un pez, una tortuga,
el rayo, una garza, un cabrito y un escarabajo.
Al fin, Bumba vomitó al hombre, millones de ellos, uno blanco como él, llamado
Yoko Lima, y el resto negros, porque fueron vomitados en la noche, y todos ellos se
procrearon y se extendieron por todos los territorios...”.
Aparecen en el agua las asociaciones estelares que se observan en el espacio.
Para la civilización egipcia (Delta y ribera del río Nilo) el Universo surgió
así:...”Antes del inicio del mundo, apareció Ra, El Luminoso. Era omnipotente y el
secreto de su poder se hallaba en su propio nombre, que nadie más conocía.
Gracias a su poder, le bastaba con nombrar una cosa para que cobrara vida
instantáneamente apareciendo como había aparecido él. “Al alba seré Jepri, Ra
durante el día y Atom durante la noche”, dijo el dios, y mientras prefería estas
palabras, he aquí que se transformó en el sol que se levanta por el oeste, que cruza
el firmamento y que se pone por el este. Y así acabó el primer día del mundo.
Ra invocó a Shu y creó así el viento. Le dio su nombre a Tefnut, diosa del rocío y
se hizo la lluvia. Después, pronunció el nombre de Geb y la tierra surgió entre las
aguas del océano. Llamó a Nut y apareció la diosa del cielo, que sostiene como un
arco la bóveda celeste, apoyando los pies en un extremo del horizonte y las manos
en el opuesto. Invocó a Hapy y así el Nilo, el río sagrado comenzó a discurrir por
50
las tierras para hacerlas fértiles.
Después, puso nombre a todo lo que hay en la creación, y las cosas existían en
cuanto las nombraba …”
Astros que surgen del agua nuevamente.
Para los Ainu (Japón), el mundo se creó así: “Al principio, el mundo era un
cenagal. Nada ni nadie podía vivir allí. Pero en los seis cielos que había sobre la
tierra y en los seis mundos que existían debajo de ella, vivían dioses, demonios y
animales.
En los brumosos cielos inferiores vivían los demonios. En la estrella polar y en los
cielos intermedios donde se encontraban las nubes vivían los dioses menores. En
los cielos superiores vivía Kamui, el dios creador, y sus sirvientes. Su reino estaba
rodeado por una muralla de un resistente metal y la única entrada que existía era
una gran puerta de hierro.
Kamui hizo este mundo como un gran océano que descansaba sobre el espinazo
de una enorme trucha. Este pez sorbe el agua del océano y lo escupe de nuevo
para crear las mareas, y cuando lo mueve causa terremotos.
Un día Kamui miró hacia abajo, hacia este mundo acuático, y decidió crear algo
a partir de él, y envió un pájaro para que hiciera este trabajo. Cuando el pobre
pájaro llegó y vio el caos en el que todo estaba sumido, al principio no supo qué
hacer. Pero, aleteando sobre las aguas y pisando la arena con sus patitas y
golpeándola con su cola, el pájaro consiguió al fin crear algunas zonas de tierra
seca. Y de este modo emergieron islas que flotaban en este mundo, un mundo
51
flotante…” (Historias extraídas de http://www.lluevenideas.org).
Islas flotantes (galaxias) surgiendo entre las aguas. Visiones reiteradas nuevamente.
Si leemos el Génesis encontraremos esto:
“En el principio creó Dios el cielo y la tierra.
La tierra, empero, estaba informe y vacía, y las tinieblas cubrían la superficie del
abismo, y el espíritu de Dios se movía sobre las aguas.
Dijo, pues, Dios: Sea hecha la luz. Y la luz quedó hecha.
Y vió Dios que la luz era buena, y dividió la luz de las tinieblas.
A la luz la llamó día, y a las tinieblas noche; y así de la tarde aquella y de la
mañana siguiente resultó el primer día.
Dijo asimismo Dios: Haya un firmamento o una grande extensión en medio de las
aguas, que separe unas aguas de otras.
E hizo Dios el firmamento, y separó las aguas que estaban debajo del firmamento,
de las que estaban arriba del firmamento y quedó hecho así.
Y al firmamento llamóle Dios cielo. Con lo que de tarde y de mañana se
cumplió el día segundo.
Dijo también Dios: Reúnanse en un lugar las aguas que están debajo del cielo, y
aparezca lo árido o seco. Y así se hizo.
Y al elemento árido dióle Dios el nombre de Tierra, y a las aguas reunidas las
llamó Mares. Y vio Dios que lo hecho estaba bueno.
Dijo asimismo: Produzca la tierra yerba verde y que dé simiente, y plantas
fructíferas que den fruto conforme a su especie, y contengan en sí mismas su
52
simiente sobre la tierra. Y así se hizo.
Con lo que produzco la tierra yerba verde, y que da simiente según su especie, y
los árboles que dan fruto, de los cuales cada uno tiene su propia semilla según la
especie suya. Y vió Dios que la cosa era buena.
Y de la tarde y mañana resultó el día tercero.
Dijo después Dios: Haya lumbreras o cuerpos luminosos en el firmamento del
cielo, que distingan el día de la noche, y señalen los tiempos o las estaciones, los
días y los años.
A fin de que brillen en el firmamento del cielo, y alumbren la tierra. Y fue hecho
así.
Hizo, pues, dios dos grandes lumbreras: la lumbrera mayor, para que presidiese
el día: y la lumbrera menor, para presidir la noche; y las estrellas.
Y colocólas en el firmamento o extensión del cielo, para que resplandiesen sobre
la tierra.
Y presidiesen al día y a la noche, y separasen la luz de las tinieblas. Y vió Dios
que la cosa era buena.
Con lo que de tarde y mañana, resultó el día cuarto.
Dijo también Dios: Produzcan las aguas reptiles animados que vivan en el agua,
y aves que vuelen sobre la tierra, debajo del firmamento del cielo.
Creó, pues, Dios los grandes peces, y todos los animales que viven y se mueven,
producidos por las aguas según sus especies, asimismo todo volátil según su género.
Y vió Dios que lo hecho era bueno.
53
Y bendíjolos Dios diciendo: Creced y multiplicaos y henchid las aguas del mar; y
multiplíquense las aves sobre la tierra...”. (Extraída de la Sagrada Biblia de la Prensa
Católica (Chicago), México 12 de junio de 1969).
El agua como base fundamental de la creación. También aparece una extensión en
medio de ella. Todo se multiplica a partir de esa situación original.
Increíblemente la idea principal se repite en cada civilización que intentó, en el pasado,
encontrarle una explicación al origen del Universo. El condensado Bose-Einstein nació
en la mente de los dos científicos después del año 1900, pero necesitó casi cien años
para ser logrado experimentalmente por el equipo científico a cargo de Katterle. Sin
lugar a dudas el elemento “agua”, al que se refieren la mayoría de las interpretaciones
acerca del origen del Universo, debe asimilarse al condensado citado. No hay nada que
pueda contradecir que ese estado muy particular de la materia haya sido el punto inicial
de todo lo que existe.
Es mucho más coherente la idea, aunque religiosa o mitológica, de aquellas
civilizaciones que la idea traída de los pelos de aquellos que defienden la idea del Big
Bang o de la Expansión del Universo.
Conseguir temperaturas del orden de miles de millones de grados (similar al inicio de
la explosión), como esgrimen los defensores de la Teoría de la Gran Explosión, es una
utopía en el camino del hombre. Es un objetivo inalcanzable para la mente humana.
Pero, conseguir temperaturas cercanas al cero absoluto es una tarea razonablemente
fácil, aunque falte una ínfima cantidad para obtenerla. Si el frío es la ausencia de calor,
a falta de éste es ineludible una situación de bajas temperaturas para el Cosmos en su
54
instante inicial.
Además, es muy factible que, en un espacio afectado por temperaturas bajas,
permanezca latente la posibilidad de aparición de rasgos de vida y su permanencia,
situación que resulta muy desfavorable en un espacio a miles de millones de grados.
Este tema se retomará en el último capítulo.
55
CAPITULO 3
¿Cómo se comporta la luz? ¿El Efecto Doppler puede explicarlo?
La Teoría del Big Bang tiene un postulado básico que establece la expansión del
Universo. Esta expansión se estructura exclusivamente en la interpretación que se hace
del efecto Doppler, cuando se analiza el espectro de luz de estrellas y galaxias. Si el
astro o fenómeno galáctico se aleja de la fuente, se produce un corrimiento hacia el rojo,
en cambio si se acerca a la fuente, el corrimiento es hacia el azul.
Para comprender ese efecto con mayor claridad debemos describir y analizar el
comportamiento de la luz.
Si se hace pasar la luz blanca a través de un prisma, es descompuesta en un espectro,
en el que no se observa ningún tipo de rayas, denominado espectro continuo. Este
espectro está compuesto de una amplia gama de longitudes de onda con sus respectivos
colores como se observa en la figura siguiente:
Figura N ° 3
56
que aparecen rayas de colores, que identifican a los elementos que generan la luz
detectada, como puede apreciarse en la ilustración siguiente:
Figura N ° 4
En cambio si la luz emitida es interceptada por algún elemento, en su camino al
observador, el espectro generado se invierte con respecto al de emisión. El fondo es
como el del espectro continuo y las rayas que aparecen sobre él, son negras. Esas rayas
permiten deducir que elemento absorbe durante su trayectoria, por ello se lo denomina
espectro de absorción. En el gráfico siguiente se pueden observar sus huellas, que
misteriosamente, aparecen en la misma posición en que fue emitida:
Figura N ° 5
El efecto Doppler
El matemático y físico austriaco Johann Christian Doppler (1803-1853), realizó un
importante aporte a la ciencia, en 1.842 en su obra “Sobre el color de las estrellas
dobles y otros astros”, en la que estableció el comportamiento de las ondas desde una
57
fuente a su receptor cuando existe un movimiento relativo entre ellos. El efecto que
lleva su nombre, consiste en la modificación de la longitud de onda, de cualquier tipo,
emitida o recibida por un objeto en movimiento.
El éxito de su descubrimiento es perfectamente verificable cuando se trata de una
onda mecánica,
que necesita de un medio material (gas, líquido o sólido) para
propagarse. Cuando se percibe un sonido proveniente de una fuente que se acerca la
longitud de onda es diferente a la situación que se produce cuando la fuente se aleja de
su receptor.
Su hipótesis fue verificada por el científico holandés Chistoph Hendrik Diederik Buys
Ballot, comprobando, en 1945, que el tono de un sonido emitido por una fuente que se
aproxima al receptor es más agudo que si la fuente se aleja.
Pero fue el físico francés Armand Hipolyte Fizeu (1819-1896), quien descubrió el
mismo fenómeno en las ondas electromagnéticas, que no necesitan un medio material
para propagarse, como es el caso de la luz.
Analizando la luz, que es una radiación electromagnética, en el espectro visible, se
interpreta que si el objeto se aleja, su luz se desplaza a longitudes de onda más largas,
desplazándose hacia el rojo en el espectro. Si por el contrario, el objeto se acerca, su luz
presenta una longitud de onda más corta, corriéndose hacia el azul. Como la luz que se
detecta de los astros luminosos, como las estrellas, provocan un corrimiento hacia el
rojo o hacia el azul en el espectro electromagnético, cuanto más lejos se halla el objeto,
más notorio es el desplazamiento al rojo.
Se detecta que las líneas horizontales están corridas hacia la izquierda o a la derecha.
58
El Efecto Doppler queda plasmado en la siguiente ilustración:
Figura N ° 6
En ella se aprecia claramente los dos corrimientos, hacia el azul o hacia el rojo.
Para una mejor comprensión podemos situarnos en la galaxia A y observar que si las
galaxias B y C se alejan, las longitudes de ondas aumentan. De lo contrario, si las
galaxias se acercan, las longitudes disminuyen. Así lo demuestra la ilustración siguiente:
A
Se aleja
Se aleja
Se acerca
Se acerca
B
C
Figura N ° 7
Por convención se le asigna a la longitud de onda la letra griega  (Lambda) y a la
diferencia entre las longitudes de onda observada (o) y emitida (e) en unidades de la
59
longitud de onda emitida, la letra z
z = o/e  1
Para poder hallar la velocidad, se puede convertir la fórmula anterior en la siguiente:
v = c. z
Siendo c la velocidad de la luz, que es un aproximación para velocidades mucho
menores que c y que coincide con la interpretación Doppler al desplazamiento al rojo en
ese caso de velocidades pequeñas.
Si se mide la cantidad de desplazamiento de una galaxia, que se mueve al 1%
de la velocidad de la luz ( 3000 km./s.), se tendrá un z = 0.01, si se interpreta esta
velocidad como consecuencia del Efecto Doppler.
Pero si se generaliza su aplicación a todos los objetos que se detectan en el espacio
nos encontraremos que existen galaxias y quásares que producen un desplazamiento
hacia el rojo, mayores que uno, es decir que tendrían una velocidad superior a la
alcanzada por la luz. La interpretación invalida su aplicación general a todos los casos,
resultando justificable para aquellos objetos con un z sustancialmente menor que la
unidad.
Para subsanar este problema, algunos autores introducen una solución poco razonable:
la fórmula relativista de velocidad:
V=
C. 1 1
(1+z)
1/2
2
Si bien esta ecuación matemática funciona para cualquier desplazamiento al rojo, no
60
puede aplicarse por que responde a la Teoría Especial de la Relatividad (para un
sistema inercial), mientras que la expansión del Universo está estructurada y justificada
en base a la Teoría General de la Relatividad (para sistemas no inerciales).
En esta teoría, desaparece el observador de inercia y se transforma en alguien que se
mueve con una aceleración en referencia al objeto que se mueve respecto de él. La
gravitación y la aceleración se integran en la figura del observador, lo que implica que
no podemos analizar con la aplicación de una geometría plana o euclidiana. Debemos
recurrir a una geometría del espacio: la de Riemman. A ésta situación se denomina
sistema no inercial.
En el capítulo 5 se analizarán algunas de las dificultades que presenta el Efecto
Doppler si es utilizado para la observación de la luz en el espacio, sobre todo cuando lo
que se detecta es una interacción de galaxias con corrimientos diferentes en el espectro
electromagnético.
61
CAPITULO 4
Describiendo al mejor amigo del astrónomo: el telescopio espacial
Hubble.
La causa de la necesidad de colocar un telescopio espacial en órbita, se debe a que los
telescopios en nuestro planeta ven afectadas sus imágenes del espacio, por la acción de
la atmósfera, que hace perder precisión y nitidez a las fotografías.
El telescopio espacial Hubble lleva ese nombre en homenaje al estadounidense Edwin
Powell Hubble (1889-1953). Este astrónomo hizo importantes aportes a la ciencia,
observando desde telescopios instalados en la superficie de nuestro planeta, sobre todo
con el potente Hooker, de Mount Wilson, en California. Estudió exhaustivamente a las
galaxias vecinas, descubriendo así que no estamos solos en el Universo; estableció una
clasificación de las mismas que aún perdura en nuestros días. Analizando los espectros
de luz de las galaxias llegó a la conclusión de que se separan unas de otras, lo que
motivó una interpretación de que el Cosmos se expande.
Esta importante “joya” de la tecnología humana fue puesta en una órbita, a 613 km.
de la Tierra, el 25 de abril de 1990, por el transbordador Discovery. El costo inicial del
anhelado proyecto ascendió a US$ 1.560.000.000 pero requiere de un permanente
mantenimiento anual aproximado de US$ 200.000.000. Su peso estimado es de 11
toneladas con una estructura cilíndrica de 16 metros de largo y 4,2 metros de diámetro.
62
Este proyecto se hizo realidad con la acción conjunta de la NASA (Agencia
Espacial de Norte América) y la ESA (Agencia Espacial Europea).
Luego de su puesta en órbita debió repararse un serio problema óptico que generaba
imágenes borrosas o poco nítidas, debido a defectos en la curvatura del espejo. Esa
reparación significó una erogación enorme, pero el esfuerzo valió la pena, pues las
imágenes que ha registrado, ha compensado largamente esa importante inversión. Su
alcance se extiende a 14.000.000.000 de años luz.
El telescopio consta de paneles solares que le provee de energía eléctrica, aunque los
originales fueron reemplazados por imperfecciones. Posee además un módulo que hace
de soporte y contiene todo el material científico de registro de imágenes: cámara
planetaria de gran campo (WFPC-2), cámara avanzada de seguimiento (ACS), cámara
para el infrarrojo de las cercanías, espectrógrafo de imágenes (STIS), sensible entre los
2.000 y 10.000 angstroms, un espectrómetro multiobjeto (NICMOS), un magnetómetro
y sensores que tienen como función más importante, ubicar y dirigir el telescopio.
Además se le ha adosado un sistema óptico corrector (COSTAR) que posee una lentes
especiales que le permiten corregir las deformaciones visuales que atraviesan el espejo
primario. Para su comunicación con la Tierra consta de sendas antenas de radio, que
transmiten los datos al satélite TDRS, permitiendo el intercambio entre los satélites o
naves espaciales y la Tierra. El objetivo tiene un cobertor que lo protege cuando no hace
observaciones.
La luz emitida por astros lejanos, ingresa al interior del telescopio, allí un espejo
primario la recoge. A su vez esos rayos se concentran en un espejo secundario y se
63
refleja hacia el módulo de registro. La imagen que se forma en el sensor es digitalizada,
consiguiéndose así una nitidez de avanzada. Muchas de las imágenes son coloreadas
con técnicas especiales computarizadas.
Este instrumental moderno lleva una velocidad de más de 28.000 km. por hora lo que
le permite realizar un giro a la Tierra en apenas 97 minutos.
Su vida útil fue estimada en 20 años. Transcurrido ese plazo iba a quedar en desuso.
Pero debido a la importante labor que realizó y aún realiza, debió prolongar su estadía
en el espacio por un tiempo más. Este hecho permitió que nuevos telescopios sean
lanzados ahora con más tranquilidad, pero apoyados por su incalculable valor de
detección de fenómenos espaciales.
La siguiente fotografía muestra al Hubble en órbita alrededor de la Tierra:
Figura N ° 8
64
CAPITULO 5
¿Expansión sin límites o armonía del Universo?
Este tema, además de atrapante, es incuestionablemente, uno de los ejes principales de
la Teoría del Big Bang. Pero lo curioso de la aseveración de que el Universo está en
expansión, es el hecho de que este modelo está estructurado teóricamente sobre un
andamiaje basado exclusivamente en la interpretación del Efecto Doppler, pero no
relacionado con las ondas mecánicas, como puede ser el sonido, sino que en este caso,
está fuertemente ligado a las ondas electromagnéticas, específicamente la luz, que en el
vacío, tiene una velocidad aproximada de 300.000 km./s. Resulta paradigmático que se
tome al rastro que la luz deja en un espectro electromagnético, para dilucidar la
velocidad a la que se mueven las galaxias, conociendo solamente la distancia a la que se
encuentran las mismas, tomando como referencia a la Vía Láctea (nuestra galaxia).
Se interpreta que el corrimiento hacia el rojo, en el espectro que deja la luz, nos
anuncia una velocidad de recesión o de fuga de las galaxias. Pero lo paradójico aquí, es
que se ha interpretado de esa manera, porque las otras variantes interpretativas no son
defendidas con criterio, o porque todavía no se ha logrado establecer una teoría más
coherente. Es decir que, por descarte, asumimos elegantemente, que el Universo está en
expansión.
Según Stephen Hawking, en su obra “Historia del tiempo. Del Big Bang a los
65
ha sido una de las grandes revoluciones intelectuales del siglo XX. Visto a
posteriori, es natural asombrarse de que a nadie se le hubiera ocurrido esto
antes. Newton, y algún otro científico, deberían haberse dado cuenta de que un
universo estático empezaría en seguida a contraerse bajo la influencia de la
gravedad”.
La constante expansión es una idea apresurada, aceptada más por el impacto que
produce, que por el razonamiento lógico, derivado de algunas observaciones. Para su
sostenimiento se utilizan exclusivamente las informaciones que la favorecen.
Incontables fenómenos observados no se identifican con esa idea, pero no es tenida
en cuenta por la mayoría de los integrantes de la comunidad científica.
El Universo es indudablemente dinámico, no estático, pero no en un estado de
expansión ilimitado, sin horizontes. Pese al caos que creen observar, el Cosmos tiene
una tendencia asombrosa al orden, que el propio hombre de ciencia no logra percibir.
La palabra expansión es muy utilizada por la mayoría de los científicos que tratan el
tema cosmológico. Expresan que las galaxias, por dos razones elementales: se expanden
porque el espectro se corre al rojo y porque a medida que se separan, los ángulos entre
ellas no se modifican, pese a que las distancias, entre ellas, crecen proporcionalmente.
La expansión es defendida, basándose exclusivamente en imágenes parciales del
Universo. Sólo toman aquellas, en la que se verifica una separación de astros o
asociaciones galácticas o en la que se comprueba un corrimiento hacia el rojo en el
espectro electromagnético. La ciencia debe tomar todas las condiciones que intervienen
en la construcción del conocimiento, no solo las favorables.
66
La Ley de Hubble y la expansión del Universo.
Teniendo en cuenta que la fórmula “mágica” para determinar la velocidad de
alejamiento de un galaxia es la Ley de Hubble: V = H. R, siendo V, la velocidad de
recesión, H, la constante de Hubble y R, la distancia de la galaxia observada a un punto
de referencia (nuestra galaxia), queda establecida que la velocidad es proporcional al
espacio que media, entre el punto de referencia y el objeto (la galaxia observada). Es
importante destacar que el valor originario de la velocidad de recesión introducida por
Hubble era de 580 km./s.1.000.000 parsec. El parsec es una medida de distancia que
equivale a 3.600.000 años luz. Un año luz es la distancia que la luz recorre en el período
de un año terrestre. Pero desde ese momento tuvo que ser corregida constantemente.
Debemos destacar que es muy difícil calcular la velocidad de alejamiento o la constante
de Hubble, dado que las distancias a las galaxias son muy inseguras o poco confiables,
incluso en la actualidad, pese a la modernidad de los instrumentos de observación y
medición.
Hubert Reeves, en su obra “Últimas noticias del cosmos. Hacia el primer segundo”,
expresa: “La sorpresa fue grande desde las primeras observaciones. El
comportamiento de las galaxias parecía muy diferente al de las estrellas. Con la
excepción de las más cercanas, todas se alejan de nosotros. Y de manera muy
especial: las más distantes se mueven sistemáticamente más rápido que las más
próximas. Una galaxia situada a 10 millones de años luz se aleja a 200 km. por
segundo, mientras que otra, situada a 100 millones de años luz huye a 2.000 km.
67
por segundo”.
Para el ejemplo anterior se utilizó la constante de Hubble con un valor de 65,21 km./s.
3.600.000 años luz o un parsec.
El ejemplo es arbitrario y no responde a una distancia tomada de la realidad cósmica,
aunque pueda coincidir con ella. Se utiliza para lograr una mejor comprensión acerca
del comportamiento de una galaxia, en cuanto se determina su velocidad de alejamiento,
sabiendo a qué distancia se encuentra de nuestra galaxia.
La Cosmología es una ciencia que intenta explicar el Universo en su totalidad. Para
ello se vale de teorías y principios que direccionan su accionar en el campo científico.
El principio filosófico fundamental de esa ciencia se denomina Principio Cosmológico
y establece que el Universo debe tener el mismo aspecto desde cualquier punto desde el
que se lo mire. Es decir que el espacio debe ser homogéneo e isótropo.
El establecimiento de un principio, en la ciencia, tiene su fundamento en aquellas
situaciones que no permiten una verificación directa en la realidad. El Principio
Cosmológico ha tenido en sus orígenes una íntima relación con ese significado, pero
debemos reconocer que en la actualidad ha perdido totalmente su justificación. La
realidad lo ha superado. Las observaciones han dejado al descubierto, que además de
que no cumple con los requisitos de un principio, la realidad lo aleja inexorablemente de
su sostenimiento para explicar la visión del espacio.
La razón de su incorporación como contenido científico resultaba prudente en aquella
época de escasas observaciones, pero hoy, las innumerables pruebas en su contra no
permiten una defensa coherente.
68
Si se analiza la famosa imagen que lo identifica, “un ojo entre las galaxias”, que
describe sobre un plano, los movimientos galácticos que observó Edwin Hubble en
1930, se observa que cada punto negro identifica a una galaxia. El vector que se le
agrega indica la amplitud y la dirección, con sus respectivos sentidos. Las galaxias más
lejanas se desplazan con mayor rapidez que las más cercanas. Según la Teoría de la
Expansión esta visión del Universo es similar a la que puede tener cualquier observador
situado en cualquier punto espacial del mismo.
Figura N ° 9
69
Esta idea, tan arraigada en la comunidad científica, ya no responde a patrones de la
realidad. Seguramente el mismo Edwin Hubble ya la hubiera desechado. Las
imágenes siguientes ilustran algunas incoherencias:
Figura N ° 10
70
En ellas se verifican acercamientos y no separaciones. No se debe viajar muy lejos en
el espacio para comprobarlo. Desde nuestra ubicación la galaxia vecina denominada
Andrómeda está en un proceso de aproximación a nuestra Vía Láctea. Un observador,
situado en Andrómeda, vería a nuestra galaxia acercarse. Ya existen dos puntos del
Universo en que no se cumple aquella hipótesis de alejamiento.
Parece ser que la falta de ideas alternativas convalida a la única idea insostenible que
sobrevive en la evolución de la humanidad. Las incontables asociaciones galácticas nos
presentan un mapa espacial muy diferente. Existe una visión que aproximadamente se
verifica, el Universo se ve igual desde cualquier punto en que se encuentre el
observador, pero el comportamiento galáctico no es exclusivamente de alejamiento, sino
mixto. La situación no es tan simple o matemática y se da una compleja actividad entre
ellas. De acuerdo al modelo propuesto en el capítulo, no todo se ve igual. Dependerá de
la distancia a la que se encuentra el lugar de observación, con respecto al núcleo del
Universo. Si se está próximo a él la densidad será mayor y la actividad intergaláctica
muy compleja. En cambio si nos alejamos hacia la periferia la densidad será menor y las
asociaciones resultarán menos complejas.
De acuerdo con los preceptos de la Teoría de la Relatividad, de Albert Einstein, los
fenómenos observados, en diversos lugares espaciales, parecen resultar diferentes. Pero
también establece que la percepción de la luz debe ser la misma para cualquier
observador, independiente del lugar en que se encuentra. La velocidad de la luz no
puede modificarse, siempre resulta ser aproximadamente de 300.000 km./s. Si la
distancia del observador al objeto es diferente, también es diferente el tiempo para cada
71
uno. Es decir que se auto ajustan, cuando la distancia aumenta también lo hace el
tiempo.
La Mecánica Cuántica establece que el fotón es infatigable en su largo viaje por el
espacio, para contradecir la teoría que interpreta que el corrimiento hacia el rojo en los
espectros electromagnéticos, es debido a que el fotón se “cansa”, y llega deformado a
nuestros sentidos. Teniendo en cuenta esa defensa se procede a describir aspectos de la
Teoría del Big Bang que resultan incoherentes.
Algunos físicos teóricos piensan que una buena teoría debe tener belleza matemática.
Yo creo que además debe ser coherente con la realidad que expresa. Einstein pensaba
que: “En tanto las leyes de la naturaleza se refieren a la realidad no son ciertas; en
tanto son ciertas no se refieren a la realidad”.
Pero también debemos tener en cuenta a uno de los padres de la ciencia moderna:
Galileo Galilei cuando expresa: “Las matemáticas son el alfabeto con el cual Dios
ha escrito el Universo”. Indudablemente necesitamos una explicación matemática de
cada fenómeno, pero esta abstracción debe ser demostrada por la propia naturaleza.
La Mecánica Cuántica explica a través de fórmulas matemáticas aproximadamente
los fenómenos que suceden en el interior del átomo, pero está estructura teórica no está
divorciada de la realidad, concuerda con ella, pese a que no puede observarse el
funcionamiento de las partículas subatómicas, sus efectos producidos son detectados.
La Física se ha transformado en un laboratorio de experiencia virtual. La mayoría de
las nuevas
teorías
esperan
una
verificación real. Las fórmulas matemáticas,
Innumerables dimensiones, invaden las mentes de los científicos. Muchas veces no
72
pueden ser verificadas a través de ensayos prácticos. Algunos autores piensan que
aquello que no puede demostrarse no debería llamarse ciencia. ¡En fin!
Para demostrar la incoherencia del sustento teórico del Big Bang se aprovechará la
figura siguiente:
A
B
C
D
E
F
G
H
I
J
K
L
M
N
O
Figura N 11
a)
Un observador, situado en la galaxia E, verá que la galaxia F tiene una
velocidad de alejamiento menor a G y ésta, una velocidad menor que H, ésta a
su vez menor velocidad que I. Es decir que para él, la galaxia G es más veloz
que la galaxia F. En cambio, un observador ubicado en la galaxia H, verá que la
galaxia G tiene una velocidad menor que F y que ésta tiene una velocidad menor
que E. Resultando que, para este observador, la galaxia F es más veloz que G.
Parecería que la luz no es vista de la misma manera por distintos observadores,
por lo tanto la Teoría de la Relatividad no funciona para este hecho, sobre todo
argumentando que la percepción de la luz es igual en cualquier punto espacial en
que nos encontremos.
73
Por lo tanto la situación planteada indica que virtualmente se comportaría de
la manera que propone la Teoría del Big Bang, pero la realidad no concuerda
con esas ideas.
Sus defensores dirán que es el espacio el que se expande, y que a causa de ello
las galaxias se separan unas de otras; las más lejanas a mayor velocidad. Si
observamos con detenimiento veremos que ello no es así; la mayoría de las
galaxias que vemos, sobre todo las espirales barradas, son el resultado de la
unión de galaxias. ¿Para ellas, el espacio no se expande? ¿La expansión del
espacio es selectiva? Estos interrogantes son imposibles de responder para la
teoría que defiende la expansión del Universo.
Son los cuerpos con masa, en su eterno movimiento, los que curvan al espacio
y no el espacio el que produce una separación de los astros en el Universo. Los
conceptos de curvatura y torsión de todo aquello que existe, dotado de masa, son
los que alcanzan una preponderancia fundamental en la comprensión de la
mecánica que el Cosmos funcione como se observa en la realidad del espacio.
La idea de que el espacio es el motor de los movimientos complejos que se
detectan en los telescopios es insostenible. En algunos sectores el espacio se
expande, en otros se contrae, en otros seguramente permanecerá relativamente
estable. Esta situación imaginada sólo puede existir en la mente del ser humano,
pero no en el Universo.
De acuerdo con la idea expansionista, cada galaxia lleva un sentido del vector
desplazamiento diferente, se utilizará la figura siguiente, para una mejor
74
comprensión:
G
1
F
3
E
2
H
4
I
Figura N °12
Si suponemos a las galaxias sobre la superficie de un globo y en él un
observador situado en la galaxia E, vería que el espacio 3 crece a menor
velocidad que el espacio 1. En cambio, para un observador, situado en la galaxia
I, la distancia 4 crecerá a menor ritmo que la distancia 2. Si el desplazamiento de
las galaxias debe ser el indicado por las flechas amarillas, se observa que la
distancia 1 debe quitarle espacio a la distancia 2. Pero si el observador está
situado en la galaxia G verá que el desplazamiento 1 es menor que el 3 y que el
2 es menor que el 4. Es indudable que, de acuerdo a la Teoría de la Relatividad,
todos los observadores deberían ver de igual forma el fenómeno de la luz.
Pese a que las distancias y tiempos para cada uno pueden no coincidir, es
75
imposible que el espacio crezca en un sector sin disminuir en otro. La
incoherencia es muy notable. El espacio entre nuestra galaxia, la Vía Láctea y la
galaxia vecina, Andrómeda, no se expande, sino que ocurre todo lo contrario,
resulta cada vez menor. Se están acercando y en un futuro lejano nos encontrará
unidas.
Si medimos el desplazamiento de puntos marcados en un globo que se infla,
veremos que la expansión entre los puntos es coherente, pero no vemos
desplazarse unos más que otros. El espacio no nos permite esta aberración
imaginaria. Si bien aumenta la distancia entre los puntos, el crecimiento es
proporcional a todos.
b) Si se utiliza la ecuación de Hubble, puede ocurrir que, si la distancia a una
galaxia es muy lejana, la velocidad de ésta puede resultar mayor que la
velocidad de la luz.
Es el caso de un observador que está ubicado en la galaxia B y la observada
es N. Para que ello ocurra, la distancia de la galaxia B a la galaxia N debería
ser de más de 1,5 .1010 años luz. Este hecho parece inconcebible, sobre todo si
recordamos que para Einstein, el límite de velocidad posible, para un objeto, es
el de la velocidad de la luz en el vacío, aproximadamente 300.000 km./s. No
interesa en este caso, que la galaxia en cuestión no pueda ser observada por
nuestros ojos actualmente, a una distancia mayor que el límite. El gráfico de la
página siguiente permite una visualización del planteo:
76
Radio actual del
B´
B
Universo
N
N´
Radio posterior
Hoy
Después
Figura N °13
Algunos científicos suponen además que el Universo ha ingresado en una
etapa violenta de expansión ¿Cómo explicarlo? Debemos ser muy cuidadosos al
generalizar algunas observaciones a un comportamiento único globalizado.
c)
Cuando la Teoría del Big Bang se refiere al movimiento de las galaxias, aplica
la ecuación denominada Ley de Hubble. Emplea una constante que, por
razones históricas, pertenece a un sistema de medidas un poco complicado,
calculada en 75km./s.megaparsec. Por la forma en que se obtienen el tiempo y la
distancia de las galaxias, nos coloca en presencia de un movimiento de la
cinemática denominado movimiento rectilíneo uniforme (MRU). Este tipo de
movimiento fue introducido por Galileo Galilei, porque responde a una
simplicidad tal, que permite una fácil explicación. Pero recordemos lo que
Einstein y Leopold Infeld citan en la excelente obra “La Física aventura del
77
pensamiento”: “Los movimientos que hemos considerado son rectilíneos,
esto es a lo largo de una línea recta. Ahora debemos dar un paso hacia
delante. Resulta más fácil entender las leyes de la naturaleza si analizamos
los casos más simples, dejando de lado, al principio los casos más complejos.
Una línea recta es más simple que una curva. Sin embargo es imposible
quedarnos satisfechos con un entendimiento del movimiento rectilíneo
únicamente. Los movimientos de la Luna, de la Tierra, y de los planetas, a
los que precisamente se han aplicado los principios de la mecánica con éxito
tan brillante, son todos movimientos curvilíneos. Al pasar del movimiento
rectilíneo al movimiento a lo largo de una trayectoria curva, aparecen
nuevas dificultades. Debemos tener la valentía de sobreponernos a estas
dificultades, si deseamos comprender los principios de la mecánica clásica
que nos dieron las primeras claves y que constituyen el punto inicial en el
desarrollo de esta ciencia”.
Es indudable que el espacio-tiempo se curva y esto hace que los cuerpos sigan
una trayectoria curva. Resulta imposible encontrar el movimiento de un cuerpo
determinado, en el espacio, que se comporte como una línea recta; el espacio
no lo permite. El espacio está curvado por los cuerpos con masa.
La Teoría del Big Bang se ha quedado con las cosas más simples porque se
adaptaban a sus ideas, pero en realidad, es imposible encontrar, en el Universo
un movimiento rectilíneo. Si recordamos la importancia que le dan a la fuerza de
gravedad, debemos dejar aclarado que para ellos se trata de una aceleración. Si
78
aceptamos que existe aceleración, debemos desechar una uniformidad para los
movimientos en el Cosmos. La aceleración de la gravedad es diferente en cada
rincón del Universo. Depende de la masa del cuerpo que se halla en la
proximidad.
Los defensores de la expansión estiman que la distancia más grande, conocida
como distancia de Hubble, que se puede observar desde la Tierra, es de 1,3 .10 23
km. (dh = cth), siendo c la velocidad de la luz en el vacío y th, el tiempo de
Hubble. Para los seguidores de esta teoría, la distancia conocida como horizonte
del Universo es de 1,37 .1010 años luz. ¿Qué ingeniosos! Han puesto un límite de
observación para que nada pueda superar a la velocidad de la luz, pero como
todo se expande (según ellos), en algún momento se estirará el espacio más allá
de esa distancia, y nos llegará a nosotros, en su debido momento, un haz de luz,
emitido con una velocidad mayor a la de la propia luz; es decir cuando la
distancia de separación sea mayor al límite de 1,5.1010 años luz. Nueva
incoherencia.
Un objeto lejano, y viejo (observado en 1989) se encuentra cerca de la
constelación de la Osa Mayor. Es un cuerpo con forma de estrella, llamado
cuásar, designado como PC-1158 + 4635, y se estima a una distancia de 1,4 .10 4
MALuz (Mega-año luz). Esa distancia es equivalente a 1,4 .1010 años luz.
Aplicando la ecuación de Hubble, obtenemos una velocidad de alejamiento del
orden de los 280.042,94 km./s. Si la comparamos con la velocidad de la luz,
que es de 300.000 km./s., notaremos que es incoherente. Si se recuerda que
79
Albert Einstein planteaba que, a medida que se le da más energía a un objeto,
en vez de moverse cada momento más rápido, se vuelve cada vez más pesado.
En otras palabras, un objeto no puede alcanzar jamás la velocidad de la luz.
Cuando la velocidad del objeto iguala a la de la luz, el trabajo que debe efectuar
el mismo, para seguir moviéndose, se hace infinito. En la actualidad se han
observado algunos quásares que parecen tener una velocidad de recesión, mayor
a la de la luz. La nueva excusa es que, el corrimiento al rojo, en el espectro, debe
tomarse sólo para el caso de galaxias. Se recuerda que en nuestros días se
multiplican las observaciones de galaxias en las que se encuentran a un quásar
en su núcleo, asociadas con aquella.
d)
Si, para una mejor comprensión, se utilizan las modificaciones que se
producen en las longitudes de ondas generadas por el Efecto Doppler, ocurrirá lo
siguiente:
Se aleja
A
Se aleja
B
C
Figura N ° 14
Si se observa desde la galaxia A, las longitudes de ondas de la galaxia B, que
se aleja, son más cortas que las de la galaxia C, que se aleja a una velocidad
80
mayor que la B. En otra interpretación, la frecuencia de la luz recibida de B es
mayor a la de C. Pero, si el observador está ubicado en la galaxia C, verá que las
longitudes de ondas de la galaxia B son mayores que la captada de A.
La luz debe ser vista de igual forma por cualquier observador, independiente
del lugar de observación. Parece que el vacío tiene propiedades mágicas, logra
modificar la longitud de onda.
e)
Si cada galaxia tiene una velocidad distinta de las demás, significa que
en el momento de la Gran Explosión o después de ese instante, recibieron
impulsos diferentes. Podríamos suponer que hubo miles de millones de impulsos
diferentes. Cada impulso implica una aceleración, pero de acuerdo a Hubble, la
constante es la misma para cada galaxia, es decir que debemos suponer que no
hay aceleración diferente para cada galaxia. Pero si se analiza la ecuación del
ítem b), el tiempo de Hubble es obtenido de una simple ecuación del
movimiento rectilíneo uniforme. No pueden explicar la diferencia de
velocidades entre galaxias utilizando una misma constante. Argumentan que es
el espacio el que se expande. Para ellos, lo que modifica la velocidad es la
distancia a la galaxia observada Esta idea, realmente parece traída de los pelos.
Establecen que no debe confundirse interpretando que la velocidad de cada
galaxia aumenta. De acuerdo a ello podríamos decir que la velocidad es
uniforme. Si es uniforme y se trata de un movimiento rectilíneo, sabemos que no
hay aceleración. ¿Cuál es el motivo por el cual una galaxia tiene una velocidad
diferente a otra? No tiene una respuesta satisfactoria para la Teoría del Big Bang.
81
En otras palabras ¿Por qué el espacio se expande más rápido, en un sector del
espacio, que otro? Sin respuestas adecuadas.
Dejamos en claro que la aceleración tiene dos componentes básicas, una
tangencial y otra normal. Si se trata de un movimiento rectilíneo, la componente
normal es cero, pero si el movimiento es constante la componente tangencial es
cero. La Teoría de la Expansión ha camuflado tanto la situación que intenta
explicar, que ha obviado que el espacio-tiempo no permite un movimiento
rectilíneo en el Universo. Todo objeto que se mueve en él es afectado por un
movimiento curvilíneo.
f)
Uno de los argumentos más firmes de la Teoría de la Expansión, es aquel que
establece que si observamos tres galaxias en un momento 1 y las unimos con
líneas imaginarias, formando un triángulo, se comprueba que en un momento
posterior 2, aumenta el área del triángulo, pero sin modificar sus respectivos
ángulos. Este es uno de los fundamentos que junto al efecto Doppler sustentan
la idea de que todas las galaxias se alejan unas de otras, las más lejanas, a mayor
velocidad de fuga. En primera instancia observamos que el tiempo no se
comporta de igual manera en el Universo. Si el espacio crece más rápido en un
sector del cosmos el tiempo debe correr más aprisa que en otros. La Teoría de la
Relatividad establece la intima relación espacio-tiempo.
El análisis que se realiza a continuación se basa exclusivamente en una
geometría euclidiana, porque resulta de mayor comprensión visual, pero que
coincide con una gráfica de geometría de Riemman. Se utilizarán cuatro galaxias
82
cualquiera a modo de ejemplo, lo que no invalida lo que sucede con cuatro
galaxias extraídas del espacio que observamos.
Ello da una idea de expansión que se verifica en el siguiente gráfico:
Galaxia B en m2
Galaxia A en m2
Galaxia A en m1
Galaxia B en m1
Galaxia C en m1
Galaxia C en m2
Figura N °15
Si se supone un triángulo formado por las galaxias A, B y C, que cumplen la
función de vértices del mismo, en un momento de tiempo m1 y luego de un tiempo
apreciable se observan las mismas galaxias, en un momento m 2, se verá que
gráficamente coincide con la visión defendida para establecer la expansión del
Universo. Esta coincidencia aparente deja de funcionar, si se agrega una cuarta
galaxia cualquiera al gráfico anterior (en este caso la galaxia D). Hasta aquí la
situación exhibida parece coincidir exactamente con lo que predica la Teoría del Big
Bang. Los problemas comienzan cuando a ese trío de galaxias se le agrega una
cuarta galaxia. Todo el repertorio de palabras y explicaciones se derrumba ante esta
83
nueva situación.
Sin perder de vista el gráfico que representa al triángulo con vértices A, B y C, se
sitúa a la nueva galaxia D y se obtiene la representación en la figura siguiente:
Galaxia D en m2
Galaxia D en m1
Galaxia B en m2
Galaxia A en m2
Galaxia A en m1
Aquí debería estar
la Galaxia A en m2
Galaxia B en m1
Galaxia C en m1
Galaxia C en m2
Aquí debería estar
la Galaxia B en m2
Figura N ° 16
Se define un nuevo triángulo con las galaxias A, B y D (sin el vértice C).
Se observa, con mucha claridad, que si se respetan los mismos ángulos desde el
momento m1 y el momento m2, las galaxias A y B deberían tener una posición
muy diferente a la situación en la que forman el triángulo con vértices en A, B y
C. Es decir que, si se visualizan cuatro galaxias en el espacio (A, B, C y D), es
84
imposible que conserven sus ángulos, si se forman figuras triangulares
utilizando las galaxias como posibles vértices. Si se superponen figuras, como
en el anterior gráfico, se establece, sin lugar a dudas que cada uno de los
desplazamientos de las galaxias entran en conflicto con la visión del Big Bang.
Cada galaxia debe seguir un solo camino, no dos. Nueva incoherencia.
Si analizamos la situación anterior sobre la superficie de un globo, la situación
puede resultar similar, dependiendo de las condiciones de la calidad esferoidal
del mismo:
Figura N ° 17
El espacio contenedor del Universo debería ser perfectamente esférico para que ocurra
que tres galaxias se separen, con la expansión, sin que varíen los ángulos que las
separan.
85
Una vez expandido el globo se observa, en este caso, que se produce una
modificación de los triángulos que unen los puntos centrales de las galaxias. Como
consecuencia también resultan modificados los ángulos. Algunos dirán que el globo no
es totalmente esférico. ¿Quién asegura que el Cosmos lo sea?
Figura N ° 18
Líneas espectrales y el corrimiento al rojo ¿Se relacionan con la
expansión?
De acuerdo con la Teoría de la Gran Explosión, todas las galaxias se separan, unas de
otras, a una velocidad proporcional a la distancia que las separa. Esta idea se sustenta en
la interpretación que se hace acerca de las líneas espectrales que deja la luz, proveniente
de las galaxias observadas. Si las líneas del espectro electromagnético de una galaxia
86
tienen un corrimiento hacia el rojo, diferente al de otra galaxia, se interpreta que la
galaxia de mayor desplazamiento al rojo, se encuentra más lejos, y por lo tanto su
velocidad de alejamiento es mayor.
Debe recordarse que todos los fenómenos galácticos, observados en la época en que se
estableció la idea de la expansión del Universo, tenían un corrimiento al rojo. El
astrónomo norteamericano Vesto M. Slipher, trabajando en el observatorio Lowell, de
Arizona (E.E.U.U.), descubrió que las líneas espectrales de las galaxias observadas se
encontraban desplazadas hacia el rojo. Edwin Hubble interpretó esto como evidencia de
que todas las galaxias se alejaban unas de otras, concluyendo que el Universo se
expandía.
Actualmente, gracias a los mejores instrumentos de observación disponibles, se
observan galaxias que no tienen ese comportamiento. Existen innumerables casos en los
que el desplazamiento, no se da hacia el rojo, sino hacia el azul. Se están observando
galaxias que se acercan, formando una asociación única. La galaxia más cercana a la
nuestra, llamada Andrómeda, tiene un comportamiento de este tipo, lo que hace suponer
que, en el futuro, se integrará a la Vía Láctea como un fenómeno cosmológico único. La
idea del alejamiento de todas las galaxias ya no coincide con las observaciones recientes.
Incluso, existen objetos luminosos como los cuásares, que tienen un desplazamiento al
rojo demasiado exagerado, lo que hace suponer, según los defensores del Big Bang, que
viajan a una velocidad mayor que la propia luz. Es notable observar que las nuevas
noticias del Universo, dificultan, y no favorecen la idea de la expansión sin límites, que
se establece para él.
87
La realidad que observamos queda reflejada en la siguiente ilustración:
O
B
S
E
R
V
A
D
O
R
Figura N ° 19
Una sola excepción hace que una ley, que es una regla constante e invariable de las
cosas, se desplome y deje de tener sustento científico. Con las observaciones actuales,
se hace insostenible la idea de la expansión sin límites. Diariamente surgen más
excepciones, que debilitan su sostenimiento.
Reconozco la importancia que tienen los astrónomos en la ardua tarea de descifrar los
mensajes que nos entrega la naturaleza y que nos permiten seguir avanzando en la
generación de nuevos conocimientos acerca del Universo, pero sugiero que no se
sobredimensione su rol por encima de otros. He vivido una experiencia muy interesante
relacionada con esa actividad, cuando asistí, representando al Instituto de Formación
Docente “Dr. Ramón J. Cárcano”, de mi ciudad natal, Monte Caseros, en junio del año
2.006, al Tercer Seminario de Astrofísica, en el Complejo Astronómico “El Leoncito”,
ubicado en la provincia de San Juan (Argentina), a más de dos mil quinientos metros de
altura. Recuerdo que fue una experiencia maravillosa, muy cerca de la Cordillera de los
Andes. El director del complejo, el astrónomo Hugo Levato y su esposa Estela, son un
88
ejemplo de sacrificio en pos de un sueño tan anhelado por ellos: disponer de un
telescopio de este tipo, sobre todo en un país en el que los fluctuantes modelos políticos,
no se interesan por la labor científica y menos aún por la infraestructura que debe
sostenerlo. Detrás de esa realidad hubo un aporte que considero inestimable: amor, ese
combustible virtual que requiere el propio Universo, para poder sostenerse invariante a
lo largo del transcurso del tiempo.
En ese seminario conocí al Doctor Roberto Aquilano, que disertaba sobre Cosmología.
Reúne las condiciones que considero imprescindible en la labor educativa: paciencia, un
inestimable amor a esa disciplina, una sonrisa siempre dibujada en su rostro, una
constante preocupación por explorar los saberes previos de los seminaristas presentes,
predisposición para seguir enseñando fuera de los horarios establecidos, en los pasillos,
donde se hacían las recomendables pausas y se tomaba un café, luego de cada cátedra.
Para el trabajo de defensa final se sorteaban los integrantes de cada grupo, como así
también el tema a exponer. Afortunadamente me correspondió un grupo que definió el
Tema, de común acuerdo, que más me atrapa dentro de la Cosmología: la Teoría de la
Relatividad Es decir que la suerte fue doble en mi caso: me correspondió el tema
favorito, conjuntamente con el disertante más apreciado.
Recuerdo, de aquella hermosa visita, una anécdota referida a los astrónomos que los
define claramente. En una conversación que mantuve durante un almuerzo con un
empleado, que cumplía las funciones de mantenimiento de las instalaciones,
refiriéndose a cómo se veían a sí mismos los astrónomos, me dijo: “Los astrónomos
están sentado al lado de Dios, pero Dios está un escalón más abajo”. No deben
89
sentirse más importante que otros científicos, que también realizan otras actividades con
mucho esfuerzo. Todos tenemos aciertos y errores, nadie debe creerse el dueño de toda
la verdad del Universo. Lo que conocemos de él, es apenas una gota de agua en un
océano. Simplemente debemos ser coherentes en nuestras apreciaciones y no sentirnos
omnipotentes.
La labor científica en las distintas ramas de la ciencia debe funcionar en forma
coordinada. No debe trabajarse en forma aislada negando informaciones vitales, pero
tampoco debe negarse conocimientos logrados por investigadores individuales no
conectados a una comunidad científica de vanguardia. La ciencia debe ser producto de
la raza humana, no de una elite reducida de hombres de ciencia.
En la página siguiente se exhiben algunas imágenes del importante complejo de
Sudamérica citado, en el que se realizan actividades coordinadas con otros países
vecinos y de todo el mundo. Además de las observaciones que realizan en él los
astrónomos, en esta instalación, se producen además los espejos para telescopios,
mediante una técnica muy avanzada, a través de ionización de electrodos de aluminio en
un alto vacío, a los que se le aplica un altísimo voltaje, produciendo un excelente efecto
de espejo.
Las condiciones aisladas y agrestes del lugar no disminuyen los sueños de todos los
seres humanos que trabajan en este importante complejo astronómico. Debido a que no
debe haber iluminación exterior en las instalaciones cercanas al telescopio, se hacen un
tanto extrañas y misteriosas las actividades nocturnas. Es la mejor aproximación al
Creador cuando te encuentras con las maravillas del espacio.
90
Imagen aérea del Complejo Astronómico “El Leoncito” en
Imagen del telescopio en el
la provincia de San Juan (Argentina).
interior del complejo.
Figura N ° 20
Las galaxias dobles o interactuantes nos dan una pista.
Observaciones recientes dan testimonio de líneas espectrales de galaxias dobles que
no tienen el mismo corrimiento al rojo. Pese a ser una asociación única, el espectro de
una galaxia tiene un desplazamiento hacia el rojo, mayor que la otra, que actúa de
anfitriona. Existen, inclusive, sistemas donde el objeto que se encuentra asociado a una
galaxia resulta ser un cuásar. El corrimiento de éste hacia el rojo, es muy notorio,
aunque se trate de un fenómeno único, en el que deberían, ambos constituyentes,
encontrarse a la misma distancia aparente de la Vía Láctea y con el mismo corrimiento.
La Teoría de la Expansión no logra encontrar una explicación satisfactoria a estos
fenómenos observados recientemente. El Efecto Doppler se torna incomprensible.
Si se analizan dos situaciones visuales diferentes en la interacción de dos galaxias
91
notaremos que la interpretación del corrimiento al rojo, como consecuencia de aquel
efecto, parece contradictorio.
En la figura siguiente se observan dos galaxias interactuantes casi de perfil. Como
existe un proceso de rotación vamos a suponer que la galaxia A se acerca hacia el
observador (tendrá un corrimiento hacia el azul), mientras que la galaxia B se aleja de él
(se correrá hacia el rojo). Esa diferencia en los corrimientos podría explicarse por medio
del Efecto Doppler.
GALAXIA A
GALAXIA B
Figura N ° 21
Aquí funciona la defendida interpretación de que el corrimiento al rojo me determina,
inexorablemente un alejamiento. Cuanto más pronunciado es el desplazamiento mayor
es la velocidad de alejamiento.
Considero que las observaciones de aquella época eran muy limitadas y lejos de la
92
precisión y calidad actual, pero esa situación no quita que hoy la interpretación deba ser
diferente.
Pero si la situación, en lugar de visualizarse de perfil, se observa de frente, como en la
figura siguiente, la cuestión entra en un serio conflicto: las distancias deberían ser las
mismas, por qué no hay acercamiento ni alejamiento, pero igualmente los corrimientos
son distintos. ¿Qué ocurre en este caso?
GALAXIA A
GALAXIA B
Figura N ° 22
Irremediablemente, toda respuesta satisfactoria que aquella interpretación podría
aportar se diluye. Se ha desvanecido en un instante la construcción teórica elaborada
pacientemente y que ha perdurado a lo largo de mucho tiempo.
La tarea para encontrar una solución adecuada a esta situación no es muy sencilla. Me
he preguntado ¿Cuál es el detalle más marcado que produce la diferencia? Luego de tres
93
años de continuo análisis de las variantes que podrían darse, he llegado a la conclusión
de que existen dos posibles causas que pueden provocar los diferentes corrimientos, en
el espectro electromagnético:
a) La distinción podría originarse en la diferencia de energía que se observa; en
una de ellas la luminosidad es casi siempre disímil a la otra. Inevitablemente
debe existir una energía superior en una de las galaxias con respecto a la otra.
b) La rotación es diferente. Una tiene un movimiento levógiro, mientras que la otra
tiene un giro dextrógiro, por lo tanto podría tratarse de una conjunción de
opuestos, positivos y negativos.
La primera opción tiene la dificultad de que la energía está íntimamente relacionada
con la longitud y la frecuencia de la onda. Como la Teoría de la Relatividad pone un
límite a la velocidad de la luz, de 300.000 km./s., si disminuye la frecuencia, aumenta la
longitud y viceversa. La fórmula matemática que las une es E = h . f , en la cual E es la
energía, h es la constante de Planck (6,6 . 10-34 Joule. s.) y f es la frecuencia de onda.
Apreciamos que una mayor energía denota una mayor frecuencia. Pero como la
frecuencia está íntimamente relacionada con la longitud de onda -se la representa con la
letra griega lambda- , (v = f . λ), no debería producirse ningún corrimiento.
Me inclino por la segunda opción, la diferencia en el spin, el sentido de la rotación.
Así como la carga positiva produce marcas diferentes a la que produce una carga
negativa, en el caso de las galaxias hay algo que las diferencia notablemente.
Parece ser una constante en el Universo, la interacción de opuestos: luz-oscuridad,
94
hombre-mujer, alegría-tristeza, bienestar-dolor, calor-frío, paz-guerra, etc. Solo existen
fenómenos aislados como el de las esporas, aquellas células asexuales, que pueden
producir, aparentemente, un nuevo ser vivo sin la intervención de sus opuestos.
Debemos ser capaces de buscar nuevas interpretaciones, más racionales, para estos
nuevos espectáculos que la naturaleza nos brinda constantemente.
La hipótesis que se sustenta en esta obra es que, la diferencia en el corrimiento, se
debe a la diferente rotación de las galaxias, o de una galaxia y un quásar, cuando se trata
de un sistema doble. La rotación de una es levógira, la de la otra es dextrógira. El tipo
de rotación provocaría un enroscamiento de la luz hacia la derecha o hacia la izquierda,
provocando un desplazamiento de las líneas espectrales hacia el rojo o hacia el azul.
La mayoría de los cuásares observados tienen un alto desplazamiento al rojo. No es
solamente la distancia lo que determinaría el mayor corrimiento, sino que es el sentido
de la rotación lo que provocaría un corrimiento superior, polarizando la luz en forma
circular, hacia la derecha o hacia la izquierda. La teoría que defiende la expansión no
puede explicar que en algunos casos la velocidad de alejamiento de un quásar, superaría
a la de la luz, como es el caso de aquellas con un Z mayor que 4.
Para una mejor comprensión de la hipótesis planteada podríamos suponer que existe
una galaxia A, que se encuentra más cerca de nosotros que una galaxia B. Si se
establece la misma rotación y la misma velocidad de rotación para ambas, la más lejana,
es decir la B, tendría un corrimiento al rojo, mayor que A. Pero podría ocurrir que un
cuásar cercano tenga un desplazamiento al rojo mayor que un objeto lejano. En este
caso debemos inferir que la velocidad de rotación es superior y produce un
95
enroscamiento mayor. Es decir que un corrimiento mayor hacia el rojo no significa que
se expande o se aleja más rápidamente de nosotros.
Las observaciones obtenidas por el telescopio espacial Hubble, dan cuenta de cada vez
más asociaciones en las que se encuentra un cuásar en su seno.
Esta hipótesis explicaría por qué un quásar, que interactúa con una galaxia anfitriona,
como es el caso de la ilustración siguiente, tiene un desplazamiento de sus líneas
espectrales muy diferente a aquella, pese a encontrarse a una distancia relativamente
similar.
Figura N ° 23
Según la Teoría del Big Bang, deberían tener el mismo corrimiento, pues es la
diferencia de la distancia lo que determina corrimientos disímiles. Si el fenómeno es
observado de frente y no de perfil, la distancia a nuestra galaxia debería ser idéntica
para los dos constituyentes del fenómeno señalado.
En páginas anteriores se describieron dos situaciones ideales en forma de ejemplo, una
de perfil, la otra de frente, pero el espacio nos muestra reiteradamente fenómenos de
96
este tipo. La figura anterior nos muestra una interacción avanzada en cuanto a la fase en
que se encuentran. Existen otras imágenes en las que se aprecian momentos iniciales
de aproximación lo que permite distinguir nítidamente que se tratan de dos galaxias
muy diferentes. Personalmente, creo que estamos perdiendo la inestimable oportunidad
de establecer un diagrama similar al H-R (Hertzsprung-Russell) para las estrellas, que
permite seguir la evolución estelar con un grado de previsibilidad bastante aceptable.
Un ejemplo adecuado es la figura siguiente que exhibe una visión de ese tipo:
Figura N ° 24
Reitero la expresión escrita en varios párrafos del texto de la Biblia que dice:
“…Todas las cosas han sido hecha pareadas, cada una opuesta a la otra, la
existencia de una asegura la de la otra”. Esta especie de norma o ley universal parece
ser un principio fundamental que rige en el Universo, con mucho rigor y armonía. Las
galaxias que se asocian, tienen inevitablemente, un spin diferente. Una está dotada de un
97
movimiento levógiro y la otra de un movimiento dextrógiro. Basta observar las galaxias
que se unen en un solo fenómeno, mal llamadas en colisión, para comprender la
hipótesis planteada.
Todas las galaxias observadas de perfil poseen los bordes del disco alabeados, uno
hacia arriba y el otro borde hacia abajo. Debemos profundizar el estudio para encontrar
la posible causa, que seguramente verificará una interrelación entre galaxias.
Un físico holandés, llamado Pieter Zeeman, descubrió, en 1896, el efecto que lleva
su nombre, que permitió confirmar la teoría electromagnética propuesta por A. Lorentz.
Ambos se hicieron acreedor del premio Nobel en 1902. Este científico además realizó
aportes importantes que terminaron confirmando la controvertida, en esa época, Teoría
de la Relatividad, de Albert Einstein. El efecto Zeeman anómalo, tuvo en “jaque” al
mundo científico, porque no se encontraba ninguna explicación a la diferencia que las
líneas espectrales dejaban en el átomo de hidrógeno, cuando era sometido a un campo
magnético. La teoría clásica de la Física estaba imposibilitada de explicar aquel
fenómeno En ese momento histórico surgió el cuarto número cuántico para aclarar el
misterio: el spin. La teoría que explicó este fenómeno se denomina Mecánica Cuántica.
El spin determina que el electrón puede tener un giro de tipo horario o antihorario. Ese
era el motivo que producía la diferencia en las líneas espectrales. Los jóvenes físicos
holandeses, George Uhlenbeck y Sam Goudsmit, con una idea similar a la del
distinguido científico Wolfgang Pauli, lograron el Premio Nobel, con esa brillante
explicación del efecto Zeeman anómalo.
La similitud con el diferente corrimiento al rojo de las galaxias interactuantes es
98
asombrosa. Si un electrón que rota hacia la derecha, en el interior del átomo, produce
una línea espectral diferente a un electrón con rotación hacia la izquierda, no es
descabellado inferir que una galaxia con rotación o spin diferente a otra, producirá
inevitablemente una huella
diferente, independiente de la distancia a la que se
encuentra. Se debe aclarar que la distancia no es un dato menor, permitiría distinguir
que, a igualdad de rotación, la más lejana producirá un corrimiento mayor al extremo
rojo. Pero esta situación no significa una velocidad de alejamiento mayor para la
galaxia más remota. Podríamos decir que la rotación debería indicarnos que se trata de
una energía de tipo positiva y otra de carácter negativa.
La diferencia en las líneas espectrales que dos electrones, con distinto spin, producen
no nos debe llevar a una conclusión de que el electrón se expande y se fuga del núcleo
del átomo. Cuanto más conozcamos al átomo, más entenderemos al Universo; cuanto
más conozcamos al Universo, más comprenderemos al átomo.
Coincido plenamente con aquella sentencia de Hermes Trimegisto (Para algunos
autores Trismegisto): “Como es arriba es abajo. Como es en el macrocosmos es en el
microcosmos”. El Universo responde rigurosamente a una imagen fractal. Este tipo de
representación se reitera muy a menudo en la naturaleza.
Las observaciones de las líneas espectrales de la galaxia más cercana a nuestro hogar:
Andrómeda, nos revela un corrimiento hacia el azul. El efecto que la galaxia vecina
produce en el espectro, nos indica que la misma se está acercando a la nuestra. La idea
de la expansión determina que un corrimiento al azul significa un acercamiento. ¿Qué
establece la Teoría del Big Bang? Todas las galaxias se alejan unas de otras, la más
99
lejana, a mayor velocidad. El Principio Cosmológico así lo determina, también lo
establece la Ley de Hubble con su famosa constante. Todas tienen un corrimiento hacia
el rojo. ¿Qué ocurre con esta observación? Parece ser que la aceptación que tiene la
comunidad científica, desde muchísimo tiempo, de esta extraña teoría es tan firme, que
no permite deducir que una ley (Ley de Hubble) deja de ser tal cuando surge una
excepción. Increíblemente se permiten todas las inconsistencias posibles. Ya no quedan
más espacios en la teoría para estos tipos de interrogantes. ¡No hay peor ciego que el
que no quiere ver!
La ilustración siguiente permite ver dos imágenes diferentes de la
Galaxia
Andrómeda:
Figura N °25
Minuciosos estudios realizados a esta galaxia, en la actualidad, permiten deducir que
pudo haber tenido una fusión con otra galaxia. La existencia aparente de dos núcleos en
su interior fueron detectados por instrumentales no ópticos, sino de rayos. Cuando
Andrómeda se una a nuestra galaxia, en el futuro, seguramente ocurrirá una asociación
100
similar a la fotografía de la figura Nº 24, en la página 98. En ella se observa una galaxia
con mayor dimensión y con un centro luminoso mayor que la más pequeña.
Pero la fuerza con que se instaló el paradigma de la expansión es tan notoria que, las
miles de observaciones similares, en otras asociaciones galácticas, no son suficientes
para derribarlo o en su defecto para modificarlo. El Big Bang es hoy un enorme
recipiente en el que ya no hay más lugar para las innumerables anomalías que se le
atribuyen.
Cada vez se detectan más fenómenos en los que se producen asociaciones de galaxias;
éstas a su vez, se unen con otras, formando cúmulos de galaxias. Estos cúmulos, a su
vez se agrupan en supercúmulos. ¡El Big Bang establece lo contrario!
Si es verdad que Andrómeda se está acercando a la Vía Láctea, y se observara a
nuestra galaxia desde esa galaxia vecina, según la hipótesis aquí planteada, se
verificaría un corrimiento hacia el rojo y no hacia el azul. ¿Por qué? Porque la galaxia
desde la que se observa tiene una rotación diferente a la nuestra. Si tuvieran la misma
rotación, no debería haber diferencias en los espectros. Pero tampoco se estarían
acercando, pues las asociaciones galácticas observadas que se asocian tienen rotaciones
diferentes. Es decir que no debería observarse ninguna unión de galaxias que tengan el
mismo sentido de giro, si la hipótesis planteada es correcta. ¿Y el Efecto Doppler?
Éste establece que el objeto que se aleja, produce un desplazamiento hacia el rojo, y el
objeto que se acerca genera un corrimiento al azul.
Su aplicación en el caso de las ondas sonoras, que necesitan de un medio para
propagarse, funciona adecuadamente, pero es dudosa su aplicación al caso de una onda
101
electromagnética, como es la luz. En algunos casos observados funciona, en otros no.
Los defensores del Big Bang afirman que el Efecto Doppler no es aplicable a los
quásares, pues ocurren distorsiones aberrantes con ellos. Piensan que debe limitarse a la
medición de estrellas y galaxias solamente. Crecen las limitaciones en sus explicaciones
actuales. La situación planteada se asemeja cada vez más a aquella época cuando se
defendía la idea geocéntrica de nuestro sistema solar, sostenida por Ptolomeo. Les
resulta cada vez más difícil explicar cada nuevo fenómeno espacial detectado, si se
sigue rigurosamente los preceptos del Big Bang o de la Expansión.
Creo firmemente que la idea de la expansión ha imposibilitado que el mismísimo
Albert Einstein lograra una teoría unificada de todo. Este genial científico optó por
incorporar a sus fórmulas matemáticas una cuestionada constante cosmológica, en
aquella época, pero que actualmente es reeditada para poder explicar la acción de la
materia oscura sobre la poca cantidad de materia que se visualiza. La actual teoría de
Cuerdas también es insuficiente, en un contexto expansivo, para describir lo que
realmente ocurre en el Universo.
Lejos de aquella idea mediática e impactante de alejamiento, las galaxias parecen
responder a leyes más complejas. En la inmensidad del espacio, algunas galaxias tienen
un movimiento de alejamiento aparente, pero es indudable que también tienen una
poderosa propiedad de atracción y asociación. Es indudable que las nuevas
observaciones dan cuenta de uniones dobles, triples, múltiples de galaxias. Esto hace
suponer que el Universo es más complejo y organizado, muy distante de lo que prevé el
hombre científico que se escuda detrás de la idea de la expansión.
102
Parece ser que las asociaciones galácticas, más que una mera casualidad, es una
necesidad primordial del Universo. Existen redes muy bien configuradas, inexplicables
en la teoría de la expansión. Además esas redes contienen en su interior inmensas zonas
oscuras, que dificultan aún más una comprensión, si pensamos que todas las galaxias se
alejan, unas de otras y las más lejanas a mayor velocidad.
A comienzos del año 1960, el meteorólogo Edward Lorenz realizó investigaciones
importantes referidas al tiempo y al clima. A través de un modelo matemático y la
ayuda de computadoras avanzadas en su época,
intentó predecir las condiciones
climáticas futuras, a partir de una muestra de datos iniciales. En un primer intento, la
máquina procesó una gran cantidad de datos, pero luego se bloqueó. Lorenz pensó en
que podría haber ocurrido un error en el proceso. Para aprovechar los cálculos anteriores,
Lorenz decidió seguir adelante con los últimos datos impresos por el ordenador, pero
disminuyendo el número de seis decimales a tan sólo tres. Los nuevos resultados
obtenidos diferían, al cabo de un tiempo, considerablemente, de la situación anterior.
Había logrado descifrar uno de los mayores misterios de la ciencia.: una insignificante
condición inicial puede producir efectos finales muy caóticos. Pero sorpresivamente ese
caos tiende a ordenarse constantemente en el sistema. La teoría del Caos se convirtió en
un camino muy fértil para el desarrollo del conocimiento humano.
Para su asombro, el gráfico que generó la computadora fue algo inevitablemente
asombroso. Lorenz creyó que había ocurrido un error involuntario, pero se dio cuenta de
que la gráfica era la representación exacta de la interacción de las variables que
constituían el objeto de estudio.
103
El siguiente gráfico es una representación similar a la que sorprendió a Edward
Lorenz:
Figura N °26
En la imagen se observa un entramado muy dinámico y complejo, lejos del
determinismo que algunos científicos pretenden lograr para el Universo. No se da en un
solo plano, sino que se estructura en tres dimensiones. A este fenómeno se lo bautizó
con el nombre de “Efecto Mariposa”.
Si se analiza la fotografía de la página siguiente, que exhibe una interrelación entre
galaxias, se observa una asombrosa similitud. Las líneas externas de una de las galaxias
se introducen en el interior de la otra y viceversa. Actualmente las imágenes de este tipo
se han multiplicado exponencialmente, e inclusive se han elaborado algunos videos que
exteriorizan una interacción sumamente parecida a la imagen anterior.
104
Figura N °27
Indudablemente, la idea de la Expansión del Cosmos, es una de las mayores
simplificaciones que el hombre ha realizado en la historia de la humanidad. Esta teoría
no puede justificar las nuevas observaciones, que involucran relaciones que encubren
una inmensa complejidad.
Resulta altamente incomprensible que la comunidad científica actual ignore las
imágenes y la importancia que tienen para una buena interpretación de la mecánica del
Cosmos. La Expansión se encamina hacia la dirección opuesta a aquella que explica
razonablemente los fenómenos que se detectan a través de los telescopios.
La idea del alejamiento mutuo entre las galaxias se ha perpetuado de manera poco
racional. La cantidad y calidad de la información disponible no da lugar a la mínima
duda.
La forma de vórtice que imagino para el Universo, permite una explicación más
coherente de la existencia de cúmulos de galaxias, y de éstos en supercúmulos.
105
Actuarían en forma similar a los cúmulos abiertos y globulares de estrellas en nuestra
galaxia: la Vía Láctea. Estos cúmulos poseen una órbita elíptica que pasa cerca del
núcleo, configurando bucles que se trasladan en el espacio-tiempo.
El Cosmos es un Gran Vórtice, en el que interactúan grandes conjunciones de galaxias.
El científico actual no logra despegar sus ojos de la proximidad y extenderse más allá de
su sentido visual. Debe asumir que somos una insignificancia en este maravilloso
mundo en el que vivimos.
Las siguientes imágenes son ejemplos de uniones de dos o más galaxias:
Figura N °28
¿Cómo hacemos para explicar este bello paisaje cósmico con el modelo del Big Bang?
Parece que el amor tiene mejor argumento que todos los científicos actuales que
106
defienden la expansión.
Nuevos mapas de galaxias en el espacio dan cuenta de aglomeraciones fantásticas, en
forma de cadenas, sincronizadas perfectamente. Actualmente se ha detectado en un
lugar del espacio, una mega estructura compacta de millones de galaxias unidas.
Forman estructuras similares a burbujas, con espacios vacíos en su centro, pero con una
organización muy compleja, que escapa a nuestros conocimientos actuales, muy
limitados por cierto, para comprenderlos. El modelo de la expansión no puede explicar
este nuevo fenómeno. Por el contrario, las galaxias tienden a agruparse en un sector del
espacio-tiempo determinado, pese a que provienen de lugares alejados.
El Universo es una red enorme, muy compleja, de asociaciones galácticas. Es
dinámica y escapa a toda visión del ser humano común.
La siguiente ilustración muestra una espectacular asociación múltiple de galaxias
denominada Quinteto de Stephan, tomada por el Telescopio Espacial Spitzer:
Figura N ° 29
107
Si se observa detenidamente la fotografía constatamos que las dos galaxias que se
encuentran interactuando en la parte inferior, responden a una configuración similar a
la unión N 1 de la figura N 28 de la página 106. Dos galaxias espirales se fusionan y
adoptan este tipo de imagen (galaxia barrada), pero éstas a su vez se unen entre si como
lo muestra el Quinteto de Stephan. Pero increíblemente cada una de las galaxias
inferiores tiene a su vez rotaciones diferentes.
Increíblemente las galaxias son generadas por dos fuerzas o fenómenos muy
diferentes y opuestos, que se unen para formar un solo ente físico. Posteriormente se
unen a otras galaxias de rotación diferente, en un fenómeno aún mayor. Si tenemos en
cuenta que los átomos se unen para formar lo que se denomina una molécula, las
galaxias que se unen deberían tener una nueva denominación más genérica que aquella,
pues es más que una simple organización de estrellas, polvo y gases cósmicos. Parece
ser que entre galaxias y cúmulos de galaxias existe un rango de fenómenos que
no se han identificados con claridad y que aún no son comprendidos por el mundo
científico.
La decisión de apoyar ciegamente la idea de la expansión, nos limita severamente;
una comprensión más precisa y realista del Universo resulta cada vez más lejana, si
seguimos bajo el “paraguas” del Big Bang.
La Teoría de la Gran Explosión sostiene que los cúmulos de galaxias que observamos
hoy, se debe a que en el pasado estaban más juntas, más apretadas, porque se supone
que estamos viendo lo que ocurrió hace muchísimo tiempo y el Universo se expande
¿Será cierto? Adaptamos todo a nuestros antojos cognitivos.
108
Con ese criterio de que lo que observamos actualmente son cosas antiguas puede
interpretarse que todas las galaxias espirales barradas que se detectan hoy, son el
producto de dos galaxias que en el pasado estaban aisladas y ahora están juntas. Si la
expansión actuara como lo establecen sus defensores, las galaxias no deberían unirse,
sino separarse. Se observan, en la realidad, imágenes como la anterior, en la que se nota
que se trata de una conjunción de galaxias interactuando.
Para la mayoría de los astrónomos, la distancia a las galaxias es proporcional a su
desplazamiento al rojo. Con ello se puede deducir su velocidad de alejamiento, que es
interpretada como velocidad de expansión del Universo. Esos corrimientos son
utilizados para medir, tanto distancias a estrellas, como a galaxias.
Pero a medida que aumentan las observaciones, crecen los casos de fenómenos que no
pueden ser explicados. Estos objetos son los quásares, con un alto índice z y que son
detectados en el centro o dentro de galaxias que actúan como anfitrionas.
El Instituto de Max Planck de Alemania, a través del satélite artificial Rosat X-ray,
encontró un quásar en una galaxia situada en el Quinteto de Stephan, cuya imagen se
observa en la página 83. Se encuentran bajo un vínculo muy notorio de interacción.
Gracias a la ayuda de telescopios, lograron medir los corrimientos al rojo de ambos
objetos. Pese a que el quásar se encuentra a solo 8 segundos de arco del centro de la
galaxia, tiene un desplazamiento al rojo muy notorio. La deducción de que los quásares
son faros cosmológicos y que su expansión es muy acelerada es errónea de acuerdo a
esta investigación.
Otro inconveniente refieren a quásares que tienen z muy diferente, pero un brillo
109
aparente muy similar. La explicación de la Teoría del Big Bang indica que la diferencia
se debe a propiedades intrínsecas, debido al proceso de evolución del Universo.
Una cuestión importante que debe plantearse a los impulsores de la Teoría del Big
Bang, es la enorme dificultad que tienen para clarificar, a través de gráficos, esquemas o
dibujos, las ideas que pretenden establecer. Recordando a Einstein, cuando decía que:
“si no lo puedo dibujar, es porque no existe”, se aprovecha la oportunidad para
expresar lo difícil que es decir algo, sin poder defender más que con palabras; sobre
todo teniendo en cuenta la larga existencia de dicha teoría. A veces se adopta la
idea del globo que se infla, pero como no puede explicarse lo que queda en su interior,
se recurre a la idea de un budín de pasas que crece. Pero no puede explicarse que el
budín ocupará el espacio disponible en el interior del horno. Se establece que existió
una explosión, pero no se puede determinar con claridad qué es lo que existe en ese
espacio-tiempo inicial. Siempre se trata de explicar algo desde lo inexplicable:
¿Singularidad? Parece que Dios tiene un nombre diferente para los ateos, aunque en
realidad, los ateos no existen, pues ya están creyendo en algo: que el Creador no existe.
Hubert Reeves, defensor del Big Bang, refiriéndose al modelo del budín, en su obra
“Últimas noticias del Cosmos. Hacia el primer segundo”, expresa…”Este punto
ofrece algunas dificultades a nuestra
capacidad
imaginativa
embargo, es básico, y es preciso adaptarse, lo que se logra
habitual. Sin
con algunos
ejercicios… A menudo retomaré el tema…” Refiriéndose al origen de las galaxias,
expresa: … ”Se
necesitan
gérmenes,
inhomogeneidades
primordiales,
por
pequeñas que sean. ¿Cuál podría ser la causa de estas sobredensidades, sin la que
110
nada ocurriría. Dejemos este problema en suspenso por el momento…”
En cada fenómeno que deben explicar, introducen innumerables frases sin sentido.
Les resulta sumamente complicado comprender los nuevos acontecimientos que
ocurren en el Universo. Las ecuaciones ad-hoc que introducen a la teoría terminan
asfixiándola, dejándola sin capacidad de respuesta adecuada.
111
CAPITULO 6
¿Qué forma tiene el Universo?
Los científicos han elaborado tres tipos de modelos que representan la posible forma
que puede adoptar el Universo. Una representación plana, una esférica y una hiperbólica.
En un Universo plano, dos líneas paralelas no se encuentran nunca, por lo tanto la
curvatura del espacio es nula, es decir cero. Los ángulos interiores de un triángulo
suman 180  y la superficie de un círculo resulta ser igual a .r2.
Figura N ° 30
En el caso de un Universo esférico, dos líneas paralelas llegan a converger, resultando
como consecuencia una curvatura espacial positiva. La suma de los ángulos internos del
triángulo es mayor que 180, mientras que el área del círculo es menor que .r2.
112
Figura N ° 31
Esta es la forma que imaginó Albert Einstein para el Universo. En varios pasajes de
esta obra se analiza que esta forma tiene inconvenientes para describir la interacción de
fuerzas opuestas, si se supone que el mismo es afectado por una aceleración de Coriolis.
No es posible que convivan dos galaxias con giro de rotación diferente en un hemisferio
del Cosmos.
Albert Einstein, gracias a su enorme capacidad para “volar” por encima de las
limitaciones humanas para comprender la mecánica celeste, fue uno de los pioneros en
otorgándole una forma específica determinada, alejada de la visión de un Universo
plano o euclidiano.
El hombre de ciencias está acostumbrado a simplificar todo a situaciones estancas y
sin relaciones entre ellas. La complejidad incomoda a la mayoría de los científicos,
aunque en la actualidad sea la única salida a una comprensión global del Cosmos.
113
Si no se incluye una idea interactiva de las distintas formas, se hace imposible
comprender al Universo.
En cambio si la forma es hiperbólica, dos rectas paralelas tienden a la divergencia y el
espacio se curva negativamente. La adición de los tres ángulos del triángulo resulta
menor a 180, en consecuencia la superficie del círculo es mayor que .r2.
Figura N ° 32
Si se analiza caso por caso, se llega a la conclusión de que el Universo no puede tener,
en forma aislada, un solo tipo de las tres variantes establecidas por la comunidad
científica.
En los tres modelos debe introducirse algo fundamental para el autor: el Universo
tiene un movimiento de rotación. Este movimiento es poco considerado en las obras de
114
aquellos que defienden la teoría del Big Bang, a tal punto que no le dedican más de
media carilla.
El electrón rota, también lo hace el protón, lo hace el propio átomo, lo hace el Sol, lo
realizan los planetas, las galaxias, en fin todo rota en el Universo. Éste no puede escapar
a un movimiento de este tipo, pues la forma que exhiben las galaxias responde
inevitablemente a una rotación del conjunto.
En un Cosmos con estructura espacial plana no se podría explicar porqué las galaxias
tiene la forma de vórtice o espiral. Si se recuerda como funciona la aceleración de
Coriolis en nuestro planeta y extraemos
el plano ecuatorial notaremos que en el
Ecuador sus efectos son nulos. Sólo son apreciables los desvíos hacia formas en espiral
si se desplazan hacia arriba o hacia abajo de esa línea. Si el Universo fuese plano las
galaxias no tendrían el aspecto que presentan en la realidad. Esto no invalida que en sus
orígenes pudo haber comenzado con esa configuración. La visión actual dista mucho de
un espacio-tiempo plano.
En el caso de una curvatura esférica del espacio, similar a la que se imaginó Albert
Einstein, la referida fuerza de Coriolis generaría en un hipotético hemisferio norte
galaxias de tipo levógiras. En el hemisferio sur, en cambio, encontraríamos sólo
galaxias dextrógiras. Sin embargo, los fenómenos galácticos que observamos nos
ofrecen un mix de galaxias con giro a la derecha y de galaxias con giro hacia la
izquierda. Con más precisión diríamos que las repetitivas uniones que se dan en el
espacio, se efectúan entre galaxias de giro opuesto.
Es difícil imaginar un Universo con curvatura negativa, o hiperbólica, si es que
115
suponemos una rotación del mismo. Solamente si establecemos una forma toroidal,
podría acercarse a ella, pero la deformación hacia adentro no podría encajar en su
estructura.
La forma que puede adaptarse adecuadamente a las observaciones actuales, es sin
lugar a dudas la de espiral o vórtice. Siempre está presente en todo lo que analizamos en
la naturaleza, la interacción de fuerzas opuestas, de cargas diferentes. Si suponemos que
en una espiral interactúan ambas fuerzas encontraremos una explicación más exacta de
la asociación de galaxias opuestas. Habremos encontrado el motivo por el cual se
relacionan. Como se ve, ésta visón del Universo está en desacuerdo con la expansión, y
en consecuencia con la teoría del Big Bang.
La intuición de Einstein, que fue uno de los pocos científicos audaces que imaginó una
forma diferente para el Cosmos, atribuyéndole características esféricas, ha servido para
que luego de un profundo análisis, me incline a pensar qué estructura podría tener el
Universo.
La hipótesis que más responde a toda la complejidad que observamos actualmente, es
aquella que prevé que el mismo tenga una forma de gran vórtice o espiral. Los miles de
millones de fenómenos observables, tienen esta forma tan peculiar. El espacio está
inundado de ellas, miles de millones de galaxias lo testifican. Si nos introducimos en el
interior del átomo seguramente encontraremos innumerables similitudes, tanto en el
núcleo como en los electrones. Si extendemos el análisis hacia el extremo superior la
organización global no debe escapar a una configuración de ese tipo. Los opuestos
mandan en la estructura del Universo. Los opuestos solo pueden actuar de esa manera;
116
es decir en forma de vórtice. Según el célebre científico Niels Bohr: …“Los opuestos
son complementarios”… , nos ayudan a comprender mejor este concepto.
Reiteradamente encontramos en la naturaleza fenómenos que se estructuran en
apariencias de vórtices:
-
Los insectos voladores producen, por encima de sus alas, sendos
vórtices que posibilitan un excelente vuelo y giros de sentidos
instantáneos.
-
Las ballenas jorobadas, cuando se sumergen en aguas cercanas a la
Antártida, para alimentarse de aquellos peces que integran su cadena
alimenticia, realizan espirales cuando descienden a las enormes
profundidades.
-
En la escala musical occidental la octava es su base fundamental y
asombrosamente por encima, como por debajo de esa referencia
aparece la espiral.
-
El ADN tiene una configuración de espirales opuestas encontradas.
-
Los huracanes.
-
Las galaxias.
-
En varios órganos del cuerpo humano se repite esta forma.
-
Los remolinos en la superficie de un río cuando el agua encuentra
una perturbación.
-
El agua que escurre por la boca de desagüe.
117
-
Algunas microestructuras cuando se le aplican tecnologías de
tensión.
-
En algunas experiencias con superfluidos.
-
En las piñas de un pino.
-
En la configuración central de la flor de girasol.
-
En las estructuras de muchos moluscos.
-
Nubes de Júpiter.
-
Las corrientes marinas cálidas y frías en el lugar de encuentro.
El vórtice o la espiral, tiene una llamativa inherencia a muchos fenómenos de la
naturaleza, pero también se da, aunque no lo relacionamos muy a menudo, con muchos
aspectos de la vida del hombre. En la economía, en la administración, en la educación,
en la convivencia social. Muchas veces pretendemos encontrar una causa específica a
situaciones problemáticas, cuando en realidad el trasfondo es mucho más complejo.
El vórtice está presente en muchos organismos con vida. Si establecemos que todos
ellos están constituidos por átomos y moléculas, no es impensable que estos
componentes esenciales respondan a una configuración de este tipo.
No es necesario apelar a la imaginación para generar asombros en el campo del
conocimiento, basta con observar con mucha atención a aquellas cosas y seres vivos que
nos rodean. Existen patrones comunes que impulsan desarrollos similares en cuanto a
sus estructuras. Cada forma de espiral se replica con una increíble asiduidad en cada
componente de la naturaleza.
En la ilustración de la página siguiente se observan algunos ejemplos de la naturaleza
en los que se observan una configuración en espiral:
118
Concha de Nautilus
Piña
Girasol
Figura N ° 33
No es ninguna novedad que un investigador prevea una forma de vórtice para
describir fenómenos de la Naturaleza. Sir Williams Thompson (conocido como Lord
Kelvin) fue uno de ellos. Ideó la escala de temperatura que lleva su nombre e incorporó
al gran diccionario universal el concepto de cero absoluto. Se lo considera además el
padre de la termodinámica, aunque trabajo en diversos campos como la electricidad y el
119
magnetismo entre otros. Este notable científico publicó, en 1875, un artículo destinado a
dotarle al átomo de una forma de vórtice o de anillo de humo como se describe en
nuestros días. La inexplicable dualidad onda-partícula aún no había sido desentrañada
del interior del fenómeno de la luz. En oposición a una gran mayoría de notables, no
concebía al átomo como una partícula esférica indivisible y la única forma que le
permitía comprender las exteriorizaciones del mundo atómico era la de vórtice.
Si recordamos la famosa ecuación universal de Albert Einstein, E=m.c2, que significa
que la energía no es otra cosa que materia interactuando al cuadrado de la velocidad de
la luz, podemos imaginar una interacción entre materia y energía en un vórtice. En otras
palabras existe una interdependencia total entre materia y energía. La bomba atómica
desnudó la tremenda energía que puede almacenar unos pocos gramos de materia (en el
caso de la bomba, la materia utilizada puede ser el uranio, el plutonio o el hidrógeno).
Lord Kelvin consideraba a esta forma como la única estructura posible, capaz de
explicar el por qué la materia se transforma en energía. El vórtice puede explicar
muchos puntos oscuros que aún tiene la Física, como la existencia de sólo dos cargas
eléctricas: positiva y negativa. Además podría ayudar a la comprensión de las diferentes
radiaciones del espectro electromagnético. Uno de sus aspectos más sobresaliente es que
no contradice los conocimientos construidos anteriormente.
Otro extraordinario defensor de estas ideas sobre formas fundamentales fue James
Clerk Maxwell, que logró unir la electricidad y el magnetismo en una sola teoría: la
electromagnética. Su teoría describe como interactúa la materia. Cómo un campo
eléctrico genera un efecto magnético, como es el caso de un motor eléctrico y cómo un
120
campo magnético puede producir electricidad, como lo hace un generador de energía.
En la Academia de Ciencias de China, un investigador denominado Zexian Cao y sus
colegas crearon recientemente, microestructuras utilizando una tecnología denominada
ingeniería de tensiones. Cuando la cobertura tenía formas cónicas se generaban espirales
que respetaban la serie de Fibonacci. Esto nos da una idea de que también a pequeñas
escalas la forma de vórtice o espiral se hace reiterativa, y más que producirnos
asombro, debería llamarnos a la reflexión sobre esas reglas de increíble precisión.
Si analizamos la siguiente figura computarizada de un helecho notaremos que
tiene una configuración de tipo fractal. Es decir que si se secciona la parte que se
encuentra dentro del triángulo se observa que la parte seccionada conserva las
características del original completo. Parece existir un patrón que rige las duplicaciones
o réplicas en la naturaleza.
Figura N ° 34
Si, a su vez, separamos la sección del triángulo interior, se observará que conserva la
misma configuración estructural que la original y su primera sección.
121
La geometría fractal funciona así, con una precisión increíble, siguiendo la famosa
serie de Fibonacci: 1, 1, 2 (1+1), 3 (1+2), 5 (2+3), 8 (3+5), 13 (5+8), 21 (8+13), y así
sucesivamente. La suma de cada elemento consecuente de la serie surge de la suma de
sus dos antecedentes
Figura N ° 35
Fenómenos de este tipo se reiteran constantemente a nuestro alrededor. El Universo
está constituido por la sumatoria e interrelación de infinitas partículas invisibles al ojo
humano, aunque el hombre haya aplicado todo su ingenio para elaborar un modelo para
representarlos, siguiendo las huellas que éstas dejan en los laboratorios experimentales.
Raras veces se encuentran científicos que no prevén un desenlace catastrófico para el
Universo ni tampoco predicen una forma desordenada y en expansión. Recientemente
un físico norteamericano, Garrett Lisi, ha propuesto una teoría que tiene excelentes
referencias para el Creador del Universo. Establece que el modelo debe responder a una
notable belleza con apariencia geométrica, que representa a una figura denominada E8.
Si bien este tipo de cuerpo geométrico, no es repetitivo en la naturaleza como lo
es un tetraedro, un dodecaedro, un icosaedro; parece reservado para una representación
122
universal que incluya a aquellos. Este inédito científico no pertenece a una elite
científica, por el contrario es un investigador independiente que, cansado de
especulaciones meramente matemáticas para el Cosmos, intentó darle a éste, aquella
famosa configuración y a ello le aplicó las matemáticas. Parece que con esta teoría
cierran todas las fuerzas conocidas hasta hoy, incluida la gravedad. Si bien no ha sido
aún verificada cabalmente, permite abrir una esperanza de saber que el mundo en que
vivimos es extremadamente ordenado y previsible, aunque la mayoría de los científicos
se adhiera a una teoría oscura y sin horizontes como lo es la Teoría del Big Bang.
Esta noticia es una bocanada de aire fresco para la Física, que está atrapada en un
camino sin salida, si sigue en la dirección tradicional. Espero que en este caso la
opinión de Galileo Galilei, “En lo tocante a la ciencia, la autoridad de un millar no
es superior al humilde razonamiento de una sola persona”, pueda cumplirse.
En la fotografía del telescopio Hubble, de una nebulosa, que se ilustra a continuación
expresa una extraordinaria configuración geométrica que nos recuerda a un fractal:
Figura N ° 36
123
El Universo debe responder ineludiblemente a una configuración de tipo fractal. Lo
que más abunda en el campo visual de los telescopios terrestres, como espaciales, son
las galaxias con su forma de espiral. Si establecemos un análisis parecido al del helecho,
notaremos que una galaxia podría ser una sección del Universo que tendría una
configuración similar pero a una macro escala. A su vez si analizamos profundamente a
los componentes de una galaxia se observará que a su vez está compuesta de
agrupaciones estelares con movimientos de rotación similar. Si bien sólo detectamos
asociaciones de estrellas, éstas conllevan una interacción que podría funcionar en forma
similar a una galaxia. Una interacción de tipo fractal, es adecuada para lograr
comprender con mayor precisión a los cuerpos y sus movimientos en el espacio.
La naturaleza expresa constantemente sus propiedades intrínsecas, pero el hombre no
las interpreta. Quiere conocer el pensamiento de Dios simplemente, a través de sus
propios pensamientos. Cuando comprenda que detrás de esta belleza y esta armonía se
esconde la inteligencia del Creador, encontrará el sentido de la insignificancia del
hombre en el Universo.
La Teoría del Big Bang y su idea de la expansión parecen distanciarse de una
interpretación de este tipo. Más que una idea científica, me parece una idea sin ningún
sustento filosófico. Cada imagen del Hubble de un fenómeno espacial, que se acumula
en la historia de nuestra humanidad, es una prueba más que nos insta a levar velas y
retirar del fondo de la mente humana este increíble ancla que nos ha detenido por un
prolongado espacio-tiempo: el Big Bang.
La imagen siguiente nos muestra una “sinfonía de galaxias en el cielo ” lo que
124
demuestra que la forma de espiral o vórtice es la que más abunda en nuestro mundo:
Figura N ° 37
Algunos científicos verán en esta última imagen, galaxias que se separan unas de
otras, las más lejanas, a mayor velocidad. Generalmente la mente humana encuentra
más placer separando objetos (como en la fisión nuclear) que uniéndolos. Otros piensan
lo opuesto.
Es lo mismo que sucede cuando nos encontramos ante un día de tormenta y lluvia.
Algunos se sienten deprimidos, otros melancólicos, otros, sin embargo ven una increíble
posibilidad de sembrar. Con este tema cosmológico la situación es similar. El autor de
esta obra prefiere estar del lado de lo que ven una nueva posibilidad de sembrar, de
125
sembrar nuevas ideas del Universo.
126
CAPITULO 7
¿El Universo rota o no?
Si se sostiene que hay una expansión, no debe pensarse que esa expansión es
indefinida o ilimitada. Hay una variable muy importante que comienza a trabajar y que
los defensores del Big Bang no reconocen, o si lo hacen, la suponen mínima. El
Universo debe estar dotado de un movimiento de rotación, como el que tiene nuestro
planeta Tierra, el Sol, una galaxia, un electrón, etc. No existe un ente en el espacio que
no esté afectado por un movimiento de ese tipo. Es indudable que las galaxias tienen un
movimiento de rotación que debe ser generado por una fuerza de arrastre del Universo
en su conjunto, es decir que debe existir una aceleración similar a la Fuerza de Coriolis,
que permita una mejor explicación del fenómeno galáctico. El comportamiento de las
galaxias es inexplicable en el Big Bang, si establecemos que la expansión es indefinida.
Sus defensores suponen que las galaxias se alejan unas de otras hacia el infinito. Es
imposible defender un movimiento de rotación en un contexto de esas características.
No se refieren a la rotación, simplemente, porque no encaja en el modelo que defienden
con tanto fervor.
Si se analizan fenómenos en espiral, similares a las galaxias, notaremos que están
dotados de un movimiento de rotación y de un movimiento de traslación en una
dirección determinada. Las galaxias deberían comportarse de una manera similar, hecho
127
que tampoco prevén los que defienden la expansión.
Condenan al Universo a tener, indefectiblemente, sólo dos tipos de movimientos: el de
expansión o de contracción. No se sugieren otros horizontes diferentes para el Cosmos.
El átomo, componente fundamental de la materia y de todo lo que existe, está
dotado de un movimiento de rotación. Los electrones tienen un número cuántico
llamado de spin, por lo tanto no debe extrañar que el Universo, que está integrado por
átomos, tenga necesariamente un movimiento similar, y que no se esté expandiendo
actualmente, sino que los cambios se producen en un movimiento continuo y
organizado, en el largo camino de su evolución.
La aceleración de Coriolis es perpendicular a la velocidad de una partícula que va a
su encuentro, lo que produce un desvío de la misma, en dirección perpendicular a su
velocidad. Si un objeto cae por efecto de la gravedad, esta fuerza lo desvía de una línea
recta imaginaria en su trayectoria.
Esa fuerza de arrastre funciona, en nuestro planeta, de la siguiente forma: en el
hemisferio norte, provoca una rotación con un sentido antihorario o levógiro en
fenómenos como los huracanes. En cambio, en el hemisferio sur, produce una rotación
horaria o dextrógira en los huracanes. Este fenómeno tan particular afecta a los sistemas
materiales que se desplazan con un movimiento paralelo al suelo terrestre. Es nulo en
los polos y en el ecuador.
Otro efecto que se manifiesta por esta aceleración, es el del péndulo, mecanismo que
permitió esclarecer la rotación de la Tierra. La trayectoria de un péndulo en movimiento
se desvía continuamente hacia la izquierda en el hemisferio sur y hacia la derecha en el
128
norte. La fuerza de Coriolis en un péndulo, es máximo en los polos y nulo en el ecuador.
Albert Einstein imaginaba una forma aproximadamente esférica para el Universo. De
acuerdo con esa idea, podríamos inferir que se encuentra dividida en dos hemisferios, en
forma similar a lo que sucede con nuestro planeta.
Si trasladamos, por analogía, el funcionamiento de tipo local, como el de los
huracanes, al Universo en su conjunto, debería notarse que, en un hipotético hemisferio
norte del Universo, las galaxias deberían tener un sentido de rotación diferente a las
galaxias de un hipotético hemisferio sur universal. Esta suposición podría dar una
explicación sobre el comportamiento de las galaxias de un hemisferio que tendrían un
corrimiento al rojo en el espectro electromagnético. Pero en la realidad observada no se
detecta esa situación. Existe una interacción entre galaxias de rotaciones distintas, en
cada sector del espacio que se observa.
Cuando el fenómeno que se observa es un sistema de galaxias dobles, se detecta que
una tiende hacia el rojo mientras que la otra lo hace hacia el azul. Podríamos inferir que
el tipo de giro, levógiro o dextrógiro, es el que produce el corrimiento. Si esta
apreciación fuera correcta, y nos encontráramos en un Universo esférico, como imaginó
Einstein, en el hemisferio del Universo, diferente al del párrafo anterior, la mayoría
de los corrimientos debe darse hacia el azul y no hacia el rojo. Pero si consideramos al
Universo como una espiral o vórtice, como lo plantea esta obra, debemos detectar lo que
observamos, una conjunción de galaxias de rotaciones distintas. Por este motivo
debería desecharse una configuración esférica para el Cosmos. La forma de vórtice es la
única que puede resolver esta cuestión.
129
La siguiente imagen nos simplifica una mejor comprensión:
En el hemisferio norte, los
vientos son desviados a la
derecha.
Fuerza de Coriolis
(Flechas en verde)
En el hemisferio sur, los vientos
deben rotar hacia la izquierda.
Figura N° 38
Pero esa situación no se verifica en la realidad. En el espacio observable se detectan
galaxias con rotaciones diferentes, hacia la derecha y hacia la izquierda. No existen
exclusivamente asociaciones estelares en espiral, con un solo tipo de giro. Por lo tanto
deberíamos desechar una configuración esférica para el Cosmos.
Esta división en hemisferios podría explicar el por qué existen quásares en ambos
polos del Universo, como parecen observarse. Por ello no debe causarnos asombro que
algunos de sus espectros no tengan un corrimiento hacia el rojo, ni hacia el azul. Deben
130
encontrarse en una zona donde la aceleración es mínima o nula.
En la actualidad se han detectado zonas donde la existencia de galaxias es escasa.
Coincidentemente, en las zonas aledañas al ecuador terrestre, no existe abundancia de
huracanes, pues allí la aceleración de Coriolis es nula, aunque las corrientes que la
originan convergen en esos lugares. Se podría comprobar que en zonas cercanas al
hipotético ecuador del Universo no habría galaxias, a causa de igual efecto físico, pero a
mayor escala.
Pero esa configuración no puede estar permitida para el Cosmos. La interacción de
galaxias de diferente spin nos anuncia una realidad muy diferente. La forma de vórtice
es la única interpretación válida que nos queda para este maravilloso mundo en el que
vivimos.
Los aminoácidos aportan su ayuda.
Existen unos componentes esenciales, que participan en el fenómeno de la vida, que
podrían aclarar aún más la existencia de una fuerza de arrastre del Universo: los
aminoácidos. Éstos constituyen los “ladrillos” fundamentales que dan estructura a las
proteínas. Son moléculas que existen en sus aspectos de imagen de espejo, en sus
formas levógiras o dextrógiras. Pero enigmáticamente, todas las proteínas que se
encuentran en forma natural en los organismos en la Tierra, utilizan las formas levógiras.
Conocimientos actuales permiten determinar, en la zona del espacio que observamos,
que los aminoácidos tienen una rotación de tipo antihoraria. En nuestro planeta, todo
131
organismo vivo está constituido por esos componentes básicos, y ¿misteriosamente?
giran en un sentido contrario a las agujas del reloj. Si imaginamos un Universo esférico,
podríamos inferir que nuestra galaxia se encuentra en un hemisferio del mismo, en el
que esta aceleración (la de Coriolis) determina un movimiento levógiro. En el caso de
que en otro hemisferio opuesto al nuestro, existiera organismos con vida, los
aminoácidos se moverían en sentido dextrógiro, es decir que seguirían el sentido de las
agujas del reloj.
Pero las observaciones confirman que la forma no puede ser esférica, por lo tanto
podemos inferir que en galaxias con giro diferente a nuestra galaxia, deberían contener
aminoácidos con rotación horaria.
Gracias a investigaciones actuales, se han realizado mediciones que detectaron un
exceso de aminoácidos levógiros en dos meteoritos. La probabilidad de que la
vida haya surgido en alguna otra parte, y no aquí, se ve incrementada con el resultado de
esta experiencia vital.
Pero la verdadera prueba de esta teoría, podría llegar en el año 2.014, cuando la nave
Rosetta de la Agencia Espacial Europea haga descender una sonda en el Cometa
67P/Churyumov-Gerasimenko. Si se identifican aminoácidos levógiros en la superficie
del citado cometa, sustentaría la hipótesis de que los bloques de construcción de las
proteínas fueron creados en el espacio interestelar y fueron transportados, mediante
meteoritos o cometas, a la Tierra.
El estudio de fenómenos de este tipo ayuda a contribuir a esclarecer las dudas que
todavía persisten en el largo camino de la humanidad.
132
Las radiaciones ¿Parecen tornillos
La mayoría de las radiaciones que recibimos del espacio es denominada luz polarizada
circularmente, porque su campo magnético viaja a través del espacio como un tornillo,
enroscándose y viene en forma derecha o izquierda.
Para comprender con más profundidad este tema debemos introducir el concepto de
enantiómeros. Éstos están referidos a cada uno de los compuestos químicos que por su
disposición espacial de los átomos o grupos de átomos en la molécula, se relacionan
entre sí como un objeto con su imagen especular, es decir con su imagen de espejo. Una
de las propiedades más interesantes de estos compuestos, es la interacción que producen
con la luz polarizada. Si se investiga el efecto que genera una muestra de uno de los
enantiómeros sobre la luz polarizada, se observará que el plano de esta luz, girará
el mismo valor, pero en sentido opuesto.
Un enantiómero que gira el plano de la luz polarizada en sentido horario, con el
observador mirando la fuente de luz, es dextrógiro y se identifica por (+). El otro
enantiómero es levógiro y se identifica por (-).
Estos compuestos giran el plano de polarización de la luz, con el mismo ángulo, pero
en sentido opuesto. El enantiómero (-) gira el plano 23,1, en sentido antihorario y su
imagen de espejo, el (+) lo hace 23,1, pero en sentido horario. Asombrosamente la
Tierra tiene una inclinación similar en su eje o plano.
Otra conclusión importante que podría derivarse de la hipótesis que se defiende en
133
esta obra, es que la rotación de nuestro planeta produce corrientes de chorro, que le
otorgan una velocidad muy considerable a los sistemas que se desplazan en ellas. En
el Universo se han detectado corrientes similares que producen velocidades mayores a
las galaxias que se encuentran bajo sus efectos, que son diferentes a las galaxias
vecinas que no son afectadas por esa corriente observada.
Si consideramos válida la forma de espiral para el Universo, en los brazos que
contendría, habría corrientes que involucrarían a las galaxias en un movimiento
diferencial.
134
CAPITULO 8
Galaxias ¿Cómo son en realidad?
El nacimiento de la Cosmología moderna, a través de la utilización de telescopios
espaciales como el Hubble y de potentes radiotelescopios, ha permitido un mejor y más
profundo análisis, que ha redundado en una mayor comprensión de las estrellas, de las
galaxias y del Universo en su conjunto. Es indudable que, conocer todos los pormenores
de una galaxia, nos ayuda a un mejor entendimiento acerca del funcionamiento del
Universo. Una galaxia contiene millones de estrellas agrupadas en torno a una especie
de centro o núcleo galáctico, gases y polvo cósmico. A su vez, se ha descubierto que
éstas se asocian formando cúmulos de galaxias. Se estima que también estos cúmulos se
asocian en supercúmulos, aún no explicados en profundidad. A su vez estos
supercúmulos conforman estructuras mayores llamadas cluster.
Si se compara una galaxia con el átomo, se verá que éste tiene una estructura
jerarquizada, es de suponer que el Cosmos, que se encuentra formado en su totalidad
por ellos, no puede escapar a una hipótesis de jerarquización, con la excepción de la
visión que tiene la Teoría de la Gran Explosión, que diagnostica que se están separando
constantemente, hacia un fin inesperado.
El estudio de las diferentes formas que puede adoptar una galaxia nos permitirá una
mejor comprensión sobre ellas y sobre la verdad de la expansión.
135
Clasificación
El origen de la clasificación de galaxias según su forma se remonta a la época en que
Edwin Hubble comenzaba sus incontables observaciones y un profundo análisis sobre
dichas asociaciones estelares. La clasificación más común es la que efectuó este
astrónomo. Edwin Hubble realizó tomas fotográficas de miles de galaxias para poder
establecer las diferencias entre cada una de ellas e incluirlas en diferentes categorías.
Luego de largos años de esfuerzo, Hubble dividió a las galaxias en dos grandes grupos:
las regulares, que presentan una simetría de rotación en torno al centro del sistema y las
irregulares que carecen de esa simetría, y por tanto no fueron incluidas en la secuencia.
Las galaxias regulares fueron divididas en espirales y elípticas, y las espirales en
espirales convencionales y en espirales barradas. Las barradas a su vez tienen
clasificaciones secundarias según el tamaño del núcleo respecto a los brazos y el
aspecto de los mismos.
La clasificación actual de las galaxias se remonta a épocas de Hubble, en 1925. De
acuerdo a su apariencia física o de forma, este notable astrónomo las dividió en galaxias
elípticas, espirales, lenticulares e irregulares.
Las galaxias elípticas tienen una forma que van desde la esférica, hasta una muy
ovalada. Tienen una concentración bastante homogénea de estrellas relativamente viejas,
con una mayor concentración en el núcleo. Tienen una coloración rojiza debido a la
antigüedad de sus componentes y poca actividad generadora de estrellas nuevas. Poseen
una masa millones de veces más grande que la de nuestro Sol.
En la figura de la página siguiente se hace una descripción de las distintas galaxias.
136
ESPIRALES COMUNES
Sa
Sb
Sc
ESPIRALES BARRADAS
SBa
SBb
SBc
ELÍPTICAS
E0
E3E
E7
Figura N° 39
137
Las galaxias espirales tienen un núcleo, un disco y un halo. Las estrellas más antiguas
se concentran en el núcleo imprimiéndole un color rojo, mientras que las más jóvenes se
agrupan en el disco formando brazos espirales dándole un aspecto azulado.
Existen espirales normales, en la que los brazos salen desde proximidades del núcleo,
y espirales barradas, en la que los brazos surgen da partir de una barra que atraviesa la
espiral dividiendo a la misma en dos hemisferios similares. La Vía Láctea pertenece a
las espirales normales.
Las galaxias lenticulares son una clase intermedia entre las elípticas y las espirales.
Tienen una concentración pronunciada de estrellas pero a su vez tiene un disco y
núcleo y se mueven en forma parecida a las espirales. Contienen estrellas viejas, por lo
tanto su color se acerca al rojo. Es muy común que se encuentren en zonas densas,
perteneciendo a algún cúmulo. En la siguiente imagen se observan algunas de este tipo:
ESPIRALES LENTICULARES
S0
Figura N° 40
138
Para finalizar con la descripción de los tipos de galaxias, nombramos a aquellas
asociaciones de estrellas que no guardan una relación directa con una forma
determinada, sino que sus identidades son muy diferentes o no conservan un patrón muy
específico. Son las galaxias llamadas irregulares
Las galaxias irregulares no presentan estructuras similares a las anteriores, y su forma
puede ser muy dispar. La población de estrellas es muy joven y poseen una abundante
cantidad de gas interestelar. En la mayoría de sus espectros se detectan un cuarto de
helio cosmológico.
La ilustración de la página siguiente muestra una nebulosa de este tipo:
IRREGULARES
Figura N° 41
Las galaxias están formadas por miles de millones de estrellas. Éstas a su vez, se
agrupan entre sí formando diversos tipos de asociaciones. Las más simples son las
estrellas dobles visuales, las dobles espectroscópicas y las dobles astrométricas.
Las dobles visuales son las más fáciles de detectar a través de la visualización de sus
órbitas. Ello hace posible la estimación de sus respectivas masas.
Las dobles espectroscópicas son determinadas a través de un detallado análisis de sus
139
espectros de luz, que son superpuestos para verificar su alejamiento o aproximación al
lugar de observación. Este estudio permite calcular sus respectivas masas.
En cambio, las dobles astrométricas son detectadas por la perturbación que produce en
sus órbitas, la acción de la estrella compañera asociada, permitiendo estimar las masas
respectivas. Con este sistema también es posible estimar la existencia de posibles
planetas orbitando en torno a ellas.
Cuando la cantidad de estrellas son apreciables, las uniones tienen otros tipos de
denominaciones: cúmulos globulares, cúmulos abiertos y asociaciones estelares
menores.
Los cúmulos globulares contienen entre cien mil y un millón de estrellas, lo que le da
un aspecto muy compacto: su forma se parece a un glóbulo, de allí su nombre. Las
estrellas que lo integran son bastante antiguas y tienden a moverse como un sistema en
órbitas elípticas alrededor del centro galáctico.
La forma de espiral se encuentra reiteradamente en cada fenómeno que se observa en
la naturaleza. Una galaxia no escapa a esa figura tan singular, aunque existen distintas
variedades: elípticas, espirales e irregulares. Se analizan aquí las que tienen la forma de
vórtice, específicamente nuestra galaxia: la Vía Láctea.
Está compuesta de tres partes diferentes que forman una asociación única: el disco, el
núcleo y el halo. El disco es una estructura relativamente plana de aproximadamente
unos 100.000 años-luz. La materia interestelar representa cerca de 1/10 de la masa total
y está compuesta de estrellas bastante jóvenes que albergan planetas ricos en hierro,
poseen una coloración azulada, sobre todo en los extremos. Presentan una concentración
140
estelar apreciada en zonas que se denominan brazos espirales. Su densidad es cuatro
veces mayor a la que hay en los espacios entre brazos.
NÚCLEO
DISCO
HALO
Figura N° 42
El núcleo está formado por una gran cantidad de estrellas viejas, siendo la materia
interestelar cerca de 1/100 del total. Existe una gran cantidad de polvo interestelar que
no permite ver el centro de la galaxia, pero se supone, de acuerdo a estudios actuales,
que existe en él un agujero negro, como en la mayoría de las galaxias similares. Las
asociaciones estelares son complejas, con estructuras moleculares muy marcadas.
El halo es una cobertura con forma de burbuja y del mismo diámetro que la propia
galaxia. En el se encuentran los cúmulos globulares que giran en órbitas elípticas
141
alrededor del núcleo. Existen también estrellas dispersas que acompañan a estos
cúmulos en su trayectoria. La materia interestelar es muy escasa. Están compuestas de
estrellas antiguas que le otorgan un color rojizo a su aspecto desde el espacio.
Se cree que existe mucha materia invisible a nuestros ojos, en torno al halo, que
denominan materia oscura, a la que le atribuyen participación en la velocidad de las
estrellas, sobre todo, en sus extremos. Esta materia oscura tiene muy preocupado a la
comunidad científica. Resulta que las observaciones actuales exigen que esta materia
interactúe, con una inestimable influencia sobre todos los cuerpos en el espacio. La
constante cosmológica de Albert Einstein, que fue desechada por todos los físicos y
astrónomos, e inclusive por el mismo Einstein, que lo consideró “el peor error de su
vida”, es requerida en la actualidad, desesperadamente, para justificar la materia
oscura misteriosa. Cuando más claridad encuentra la Física en algunas cuestiones del
Cosmos, más oscuridad encuentra en otros.
Se está sobredimensionando la importancia de la materia oscura debido a que la
comunidad científica no puede encuadrar las leyes de Newton con el comportamiento
que posee una galaxia en rotación. Los mecanismos que explican perfectamente como
se traslada un planeta alrededor del Sol, no pueden hacerlo para justificar las
velocidades de estrellas y su conjunto en un fenómeno galáctico. La masa visible no
puede generar esos movimientos, por lo tanto parecería que falta materia; a esta materia
se la denomina oscura.
Para poder explicar las curvas de rotación de las galaxias se utiliza la Mecánica
Modificada de Newton (MOND), adaptada por M. Milgrom, en 1.983. Se cree que
142
menos del 1% de la densidad del Universo se encuentra en forma visible (estrellas y sus
entornos), más del 20% aparece como materia oscura inexplicable, todo lo demás es
ocupado por el vacío. Para explicar esto último, se ha reflotado la idea de una fuerza
cosmológica opuesta a la fuerza de gravedad: el principio cosmológico. Una exigencia
para compatibilizar la observación con las ideas. Pero la única conexión, que esta
modificada teoría, encuentra con el fenómeno galáctico es la relación luminosidadvelocidad. La luminosidad es equivalente a la velocidad elevada a la cuarta potencia.
Pero resulta muy embarazoso precisar comportamientos tan regulares cuando las
estrellas se mueven a distintas velocidades, dependiendo del radio en que se encuentran,
respecto del núcleo de la galaxia. La crítica más importante que se le hace a este modelo
de explicación es que, se ha modificado en forma ad-hoc la teoría de la Gravitación
Universal de Newton, para que coincida con la realidad observada.
¿Qué edad tienen las galaxias?
Un tema importante a determinar es la edad de las galaxias. Existe una cuestión que
dificulta su estimación, haciendo muy compleja esta tarea, y es que, actualmente vemos
a esos conglomerados de estrellas, como fueron en el pasado, cuando la luz que
recibimos de ellas, partió de su fuente hace miles de millones de años. Si bien la
velocidad de la luz es de aproximadamente 300.000 km./s., las distancias son enormes
y la percepción no es instantánea, para un observador ubicado en un lugar muy lejano,
en el espacio.
143
Según la Teoría del Big Bang, todas las galaxias se formaron, aproximadamente, al
mismo tiempo; además ya no se forman más en la actualidad. Con ese criterio, se debe
aseverar que las galaxias más próximas a la nuestra, se verán diferentes a las más
lejanas, por las abismales distancias que debe atravesar la luz para poder llegar hasta
nosotros. En este caso, todas las galaxias deberían tener la misma edad, pero la
diferencia de aspecto que observamos es debido a que son detectados en distintos
tiempos.
Continuamente se detectan galaxias muy jóvenes, lo que hace suponer que la
observación no coincide con esa visión. Pese a que no lo aceptan, se están formando
galaxias nuevas. Si bien no podemos asegurar que las galaxias observadas se encuentren
a distancias similares, se verifican formas muy diferentes. Hay galaxias con forma de
espiral, otras son elípticas y otras son
irregulares. Existen espirales barradas en
variedades diferentes en algunos aspectos.
En la visión de la Teoría del Estado Estacionario, el Universo presenta el mismo
estado siempre. Algunas galaxias “mueren” pero siempre nacen nuevas galaxias. Es
decir que las mismas tienen diferentes edades. Hay “jóvenes, adultas y viejas”. Pero
para justificar este fenómeno se debe introducir la creación continua de materia, hecho
que no puede ser explicado razonablemente.
Siguiendo las enseñanzas de Blas Pascal cuando dice: “Los extremos se tocan”,
considero que ambas teorías tienen algo en común: son extremistas. Siendo el equilibrio
y el orden una constante de nuestro Universo, por lo menos es lo que se observa aquí en
la Tierra, me inclino a pensar que el Universo evoluciona, pero no hacia el exterior,
144
expandiéndose constantemente, como lo establece la Teoría del Big Bang, sino que
evoluciona como la vida misma: una galaxia “nace, se desarrolla, llega a su madurez,
y luego muere”, transformándose, sus restos de partículas atómicas, en suspensiones
espaciales que seguirán viajando por el espacio, hasta asociarse nuevamente; pues
parece que los elementos se transforman en otros muy diferentes, no deteniendo nunca
el movimiento continuo del que están dotados.
Lo esencial del Universo no es sensible a nuestros ojos. El átomo no puede ser
observado sin perturbarlo, pues es infinitamente pequeño. Pero eso tan pequeño que no
podemos analizar visualmente, es lo que le da estructura al todo. Éste está formado por
la interacción de partículas infinitesimales en cantidades que escapan a la comprensión
humana y a todos los ordenadores electrónicos creados por el hombre.
Algunos raros fenómenos cósmicos.
Uno de los más misteriosos fenómenos actuales que eluden una explicación lógica son
los cuásares o quásares. Éstos son objetos de aspecto estelar que registran un alto
corrimiento al rojo en sus espectros. Comúnmente son emisoras de intensa ondas de
radio. Estos extraños fenómenos
son considerados como objetos extragalácticos
alejados considerablemente de nuestro lugar de observación. El telecopio espacial
Hubble ha detectado innumerables cuásares que se anidan en el centro de una galaxia,
exhibiendo una imagen de alta interacción. Un cuásar era denominado antiguamente por
la sigla QSO (Objeto Cuasi-estelar) pero se ha cambiado por su denominación actual.
145
Se suponen como faros cosmológicos por la intensidad de su luz y porque se cree que
se encuentran a grandes distancias. La razón de esta idea es sustentada por el enorme
desplazamiento al rojo que se observan en sus espectros. El debate sobre si los cuásares
son objetos que están a grandes distancias o no, todavía perdura, pese a haberse iniciado
su detección en la década del 60. Algunos sugieren que el corrimiento exagerado que
tienen, no se debe al Efecto Doppler, sino a que los mismos deben escapar de una
muralla gravitacional, pero esta condición debería quitarle estabilidad. Las emisiones
que emiten la mayoría solo han sido observadas en nebulosas con gases a bajas
temperaturas, pero si los cuásares, actúan bajo esas condiciones, no recibiríamos su
potente luminosidad.
Todavía no se ha elaborado una teoría coherente acerca del origen de tal energía,
aunque algunos científicos creen que son causados por la gran influencia que un agujero
negro masivo ejerce a través de la gravedad.
Si es cierto que se encuentran a enormes distancias, la alta energía que se produce en
su núcleo escapa a una explicación que se fundamente en los procesos conocidos como
el de fusión, que se realiza en cada estrella.
Este supuesto fundamental en Cosmología ha sido ampliamente debatido desde que se
descubrieron los cuásares. Cierto número de fotografías, muestran aparentes relaciones
entre cuásares muy lejanos y galaxias próximas, que ocasionan controversias, que
hicieron aparecer algunos conflictos en algunos autores que tienen posiciones tomadas,
muy diferentes.
Uno de los interrogantes más inexplicables, es la relación entre objetos BL Lacertae
146
con galaxias que actúan de anfitrionas. Lo misterioso radica en la enorme intensidad de
la energía irradiada en un punto muy pequeño de espacio.
Una imagen es la siguiente:
Figura N° 43
La identificación de los objetos BL Lacertae con galaxias que los albergan, puso de
manifiesto de que algunos objetos están a la distancia que sus desplazamientos al rojo
indican. Estos objetos ocasionan uno de los más serios problemas con relación al hecho
de fuentes energéticas de gran potencia concentrada en tamaños muy pequeños.
Como producto de excepciones en las observaciones surgió el término "blazar" para
identificar a aquellos objetos diferentes a los fenómenos comunes. El blazar que
identifica al cuásar 3C345 se muestra como un objeto con una fuente de luz muy
irregular, con enormes variaciones de luminosidad en pocos días con una intensidad
formidable. Este comportamiento inusual parece ser un “hueso duro de roer” para la
mayoría de los astrónomos. Sus características más notorias que la diferencian de un
cuásar son:
1) Alta variación en el óptico.
147
2) Intensa radiación no relacionada con la temperatura,
3) Polarización notoria de la luz.
4) No presentan líneas de emisión o de absorción en sus espectros, salvo excepciones
verificadas a través de la utilización de potentes telescopios.
El Objeto BL Lacertae es un “blazar” que se encuentra asociado a una galaxia con
una emisión notable de radio. Se le ha detectado una variabilidad en su luminosidad,
en intervalos cortos. Existen otros cuásares con variabilidad muy
disímiles, no
encontrándose justificación para aquellas, en la que la variación de brillo se produce en
un lapso de tiempo muy pequeño. Esto hace suponer que aparece un conflicto entre esa
rapidez de este tipo particular de objeto y la velocidad de la luz que no puede ser
superada, según la Teoría de la Relatividad. Nuevos interrogantes que no pueden ser
contestados por la Teoría del Big Bang.
Los objetos BL Lacertae reciben esa denominación en referencia al prototipo, BL
Lacertae, una estrella variable de la constelación del Lagarto. Cuando se lo descubrió,
su espectro mostraba algo inexplicable: las infaltables líneas de absorción, y las líneas
de emisión características de los cuásares, no se encontraban presente en él. Este detalle
misterioso hacía dificultosa la tarea de medir a qué distancia se encontraba el objeto.
Mediciones posteriores, con potentes telescopios, permitieron una aproximación
relativa de su distancia.
Muchos de los cuásares emiten ondas de radio como algunas galaxias activas, es decir
que no emiten radiaciones térmicas. La mayoría se hacen notorias en el ultravioleta,
148
aunque a causa del corrimiento al rojo aparecen en el infrarrojo.
Este no es un detalle menor, pues significa que el espectro no describe una situación
precisa de la realidad observada ¿Cómo se observa en el infrarrojo si su radiación no es
térmica?
Estos interrogantes parecen alejarnos de la idea de que el Efecto Doppler es la
“aspirina” que soluciona todos los “malestares”, que constantemente observamos en
el espacio. Seguramente los nuevos adelantos tecnológicos futuros, permitirán al
hombre extender la gama de conocimientos actuales.
Estos tipos de fenómenos necesitan de una visión diferente de aquella que nos brinda
la Teoría del Big Bang. Debemos sobreponernos a las limitaciones que nos impone este
modelo, si es que queremos progresar en la búsqueda de nuevos conocimientos
cosmológicos. Es tiempo de reconocer que lo que se afirma en la teoría, ya no
concuerda con la realidad observada, por lo tanto tenemos que darle más espacio a
nuestra imaginación e intuición para seguir creciendo en este mundo del conocimiento.
Nebulosas
Las nebulosas son gases y pequeñas partículas de polvo cósmico con sus masas
estructuradas en determinadas zonas
localizadas en el espacio. Su existencia
es
detectada en todas las galaxias observadas, incluida la nuestra: la Vía Láctea.
Si tenemos en cuenta la edad de las estrellas con la que siempre están asociadas,
podemos clasificarlas en dos grandes grupos: a) -las planetarias y remanentes de
supernovas y b) - los objetos Herbig-Haro y las nubes moleculares.
149
Las nebulosas planetarias están asociadas a estrellas antiguas o que ya han
evolucionado bastante en el tiempo; responden a ese nombre debido a su similitud con
los planetas conocidos, sobre todo cuando son observados a través de un telescopio. Un
ejemplo de este tipo es la nebulosa del Anillo, en la constelación de la Lira. En la Vía
Láctea se detectaron miles de ellas. Los remanentes de supernovas también existen en
nuestra galaxia, siendo la nebulosa del Cangrejo, en la constelación de Tauro, la más
importante.
Los objetos Herbig-Haro y nubes moleculares están relacionados con estrellas más
jóvenes. Las primeras deben su nombre al astrónomo norteamericano Herbig y al
mexicano Haro respectivamente, son pequeñas y muy brillantes, quizá en proceso de
producción de estrellas nuevas. Las nubes moleculares son extremadamente extensas y
con un aspecto difuso.
La siguiente imagen describe un objeto de este tipo:
Figura N° 44
150
En cambio si tenemos en cuenta el proceso que origina la luz emitida, se pueden
clasificar en tres grupos: nebulosas de emisión, las nebulosas de reflexión y las oscuras.
En las de emisión la radiación, producida proviene del polvo y gases cósmicos que
se ionizan por las altas temperatura que reinan en ese ambiente. La más importante de
este tipo, es la nebulosa de Orión. Sus movimientos son erráticos y turbulentos.
Las nebulosas de reflexión deben su nombre al proceso por el cual reflejan y dispersan
la luz proveniente de las estrellas. Un buen ejemplo de ellas son Las Pléyades, en la
constelación de Tauro.
Las nebulosas oscuras son aquellas que poseen poca luminosidad, atravesadas por un
manto oscuro, rodeado, en algunos casos, de un halo luminoso. La más reconocida de
este tipo es la nebulosa de la Cabeza de Caballo, en la constelación de Orión.
Con la analogía de los huracanes, que parecen surgir de nubes organizadas en centros
de presiones opuestos, que comienzan a interactuar, no resulta imposible que las
galaxias tengan un origen común a esa realidad meteorológica. Las nebulosas
desempeñan un papel muy importante en la creación de fenómenos en el espacio. Lo
que ocurre es que el tiempo que dispone el hombre, es un pequeñísimo destello,
comparado con el tiempo del Universo. Esto nos da una noción de la pequeñez de
nuestra existencia, en esa colosal existencia, que escapa a nuestra idea terrenal de
dimensión.
Muchas de las nebulosas que se describe en este capítulo parecen surgir de
explosiones de supernovas, pero otras en cambio no tienen una explicación similar. Su
verdadera misión en el Cosmos aún no puede describirse adecuadamente, sobre todo si
151
seguimos manteniendo la Teoría del Big Bang como guía ineludible, para la
comprensión de todo lo que observamos.
Las imágenes, sobre nebulosas, del telescopio Hubble son realmente espectaculares,
aunque muchas de ellas son coloreadas a través de modernos ordenadores, que producen
una simulación cromática de la realidad que observan.
Parecen verdaderas obras de arte, donde abundan las simetrías y rarezas de una
belleza sobrehumana. Deberían exponerse en todas las galerías del mundo, pues no
tienen comparación con la capacidad humana estos fenomenales espectáculos.
Si bien la mayoría de las imágenes son coloreadas por los ordenadores que
transforman las señales electromagnéticas en pixeles que forman lo que luego vemos
asombrosamente.
Al hombre sólo le resta poner un nombre que se adecue a la imagen que tiene sobre
sus manos. Inagotables figuras aparecen constantemente en el detector de imágenes de
los telescopios humanos en el espacio.
La mayoría de ellas han despertado la imaginación. Existen nombres verdaderamente
significativos, como aquella que se denomina “Ojo de Dios”.
Debemos ser muy ignorantes los seres humanos para no apreciar esto como “una obra
de arte” producto de la capacidad descomunal de un “Creador” para imprimirle a todo lo
que desea, armonía, equilibrio y amor.
El hombre de ciencia, que adhiere a la idea de la expansión, desconoce la incapacidad
para comprender la mecánica del mundo, que muy lejos de lo que él piensa contiene una
belleza y complejidad incomprendida.
152
A continuación de exponen fotografías del Hubble, sobre algunas nebulosas:
Orión
Helix
Carina
Cono
Crab
Del lápiz
Figura N° 45
Águila
Del huevo
La imagen “El ojo de Dios” es la que se encuentra arriba a la derecha.
153
CAPITULO 9
Componentes básicos de las galaxias: las estrellas.
Las galaxias están compuestas de estrellas, gases y polvo cósmicos. Pero lo que más
abunda en ellas es el espacio mismo. Las estrellas son los elementos esenciales en su
funcionamiento. Estos particulares cuerpos luminosos se agrupan en grandes
asociaciones, pero interactúan casi siempre acompañadas de otras estrellas. Es decir
que resulta difícil el caso de la existencia de un sistema estelar con una única estrella,
aunque hay excepciones, como lo es nuestro Sistema Solar, que tiene como artífice
principal al Sol.
La mayoría de estos fenómenos consta de dos componentes estelares aunque existen
algunos con estrellas múltiples. Dentro de la clasificación binaria tenemos a su vez
variantes diferenciadas, en cuanto al método con el que son detectadas: Estrellas dobles
visuales, dobles espectroscópicas y dobles astrométricas.
Las dobles visuales son aquellas que son observadas a través del sentido de la visión,
aunque ayudados por instrumentos ópticos. Resulta relativamente fácil determinar las
masas de ambas componentes ante la detección visual.
Las estrellas dobles espectroscópicas son las que pueden determinarse por la
superposición de los espectros de luz. Si se analizan las oscilaciones que se producen en
ellos, se pueden determinar sus respectivas masas.
154
Por último, las dobles astrométricas son aquellas que pueden ser detectadas por la
influencia o perturbación que se producen en sus órbitas. Inclusive se puede constatar la
existencia de planetas, alrededor de las componentes principales.
Pero las estrellas, además de unirse a otra compañera, forman estructuras más
complejas y a escalas mayores. Estas megas asociaciones se denominan asociaciones
estelares, y cúmulos, clasificándose éstos, a su vez en abiertos y globulares.
Las asociaciones estelares no adquieren la envergadura de un cúmulo, aunque tienen
una estructura considerable.
Se encuentran más dispersas que un cúmulo abierto,
conteniendo estrellas jóvenes. En la constelación de Orión existen agrupaciones de este
tipo.
Los cúmulos abiertos que contienen cientos de estrellas, relativamente jóvenes,
tienen un movimiento coordinado en el espacio. Las Pléyades y las Hiadas son ejemplos
de cúmulos de nuestra galaxia: la Vía láctea. Pero existen miles de cúmulos abiertos en
ella, aunque se estima que deben existir muchísimos más, porque el resplandor estelar y
el polvo y los gases galácticos no permiten una visualización precisa.
Los cúmulos globulares tienen una estructura bastante compacta, de forma
relativamente esférica. Están compuestos de estrellas antiguas y con poco gas
interestelar, pudiendo albergar una población de hasta un millón de estrellas. Tienen una
alta densidad sobre todo cerca del centro, y describen orbitas elípticas alrededor del
centro galáctico. Se encuentran dentro de lo que constituye el halo, formando una
especie de burbuja protectora de la galaxia. En la Vía láctea existen más de cien
cúmulos detectados. Un ejemplo de este tipo es el cúmulo de la constelación de
155
Hércules. El estudio de estos fenómenos de nuestra galaxia permite un conocimiento
más preciso sobre la espiral, posibilitando prever su masa galáctica y su evolución.
En cuanto al espacio interestelar podemos decir que no está ajeno a la actividad estelar,
al contrario, existe una vital interacción con ellas, modificando constantemente la
configuración estelar. Su aspecto se exterioriza en forma de polvo y gases que forman
permanentemente nubes, que se trasladan constantemente por el espacio.
Se ha descrito la estructura y funcionamiento de una galaxia. Si se comprueba que el
Universo, en su conjunto, está dotado de una forma de vórtice, similar a la que exhibe
una galaxia, podríamos inferir que los cúmulos de galaxias no responden a un capricho,
sino a leyes que disponen esa configuración. Recordemos que se detectan diariamente
numerosos cúmulos, algunos inexplicables a la luz de la Teoría del Big Bang. Parecen
contener ramificaciones en forma de tela de araña, que mantiene interconectadas a las
galaxias pertenecientes a dichos cúmulos. Esta nueva idea permite encontrar una
explicación más valedera a la existencia de cúmulos de galaxias en el Universo.
Si aquella forma espiral, es la acertada, la pregunta a realizar sería ¿En qué lugar del
mismo nos encontraremos? El Sistema Solar se encuentra lejos del centro de la Vía
Láctea, en uno de sus brazos. Ello posibilita que la temperatura sea la adecuada para la
vida. Debemos deducir que su ubicación en el Cosmos debería estar en una posición
similar, lejos del núcleo universal, porque de lo contrario, la luminosidad sería elevada
como también la temperatura relativa.
156
CAPITULO 10
¿Son útiles las analogías para explicar el fenómeno de las galaxias?
La utilización de analogías, para una mejor comprensión del mundo físico que
observamos, ha sido muy recurrente en la historia de la humanidad. Innumerables
científicos han recurrido a ellas, luego de encontrar serias dificultades, en su camino
hacia el conocimiento, por métodos concretos, es decir basados solamente en el
fenómeno analizado.
Michael Faraday (1791-1867), físico y químico inglés, ostentó una enorme capacidad
para comprender cada fenómeno sin necesidad de recurrir a fórmulas matemáticas.
Desde muy joven trabajó como encuadernador de libros, en un taller de imprenta, lo que
posibilitó que se conectara con las novedades científicas. La que más impactó en su vida
fue una obra de James Tytler, sobre la naturaleza de la electricidad. Luego ingresó como
ayudante de laboratorio, de un químico muy famoso llamado Humphry Davy.
Su
intuición era extraordinaria, lo que le permitió descubrir la rotación electromagnética, la
inducción eléctrica y magnetoeléctrica, la extracorriente y estableció las leyes de la
electrólisis.
James Clerk Maxwell, físico teórico escocés (1831-1879), sin embargo, sobresalió
por su asombrosa habilidad para encontrar una explicación correcta de la naturaleza,
mediante la introducción de un fenómeno parecido al que investigaba, es decir de una
157
analogía. A partir de ese recurso aplicaba toda su intuición e imaginación científica para
incorporarle un significado matemático. Así nacieron sus mejores aportes a la ciencia,
entre ellos la teoría electromagnética de la luz. Formuló a partir de estudios anteriores,
sobre todo de Faraday, las cuatro ecuaciones famosas, que explican todo el fenómeno
relacionado con el magnetismo y la electricidad, descubriendo que ambos procesos, son
producto de la manifestación electromagnética. Cuando la velocidad alcanza un valor
determinado se transforma en luz. Es decir que los diferentes tipos de ondas que se
observan en el espectro electromagnético, son originados por diferencias en las
respectivas velocidades. Pero su teoría recién pudo comprobarse años después de su
muerte, por el científico alemán Heinrich Hertz (1857-1894), quién demostró, en 1887,
el carácter ondulatorio de la electricidad, focalizando su investigación en la propagación
de las ondas de radio, que permitieron enormes avances en la telegrafía y la telefonía
inalámbrica.
Los dos científicos se complementaron perfectamente en beneficio de la propia
ciencia. Maxwell aprovechó acertadamente los progresos científicos de Faraday y
elaboró una memorable teoría electromagnética..
La naturaleza es la mejor vía para llenar los enormes vacíos que la racionalidad
humana deja, en su eterna búsqueda de nuevos conocimientos. Cuando las puertas se
cierran, la mejor manera de abrirlas, es observando, detenidamente, los fenómenos a
nuestro alrededor. Las leyes que rigen en el Universo quedan al descubierto si se
analizan detalladamente las estructuras materiales y su funcionamiento. Muchas veces
las formas indirectas son la mejor manera de llegar a un conocimiento esquivo a la
158
razón.
¿Podrían los huracanes explicar el fenómeno de las galaxias?
El fenómeno en espiral o vórtice, producto de la interacción entre dos fuerzas o cargas
diferentes, es habitual y muy reiterativo, en casi todo lo que observamos en nuestro
planeta. Un fenómeno que se repite constantemente en la Tierra, son los huracanes.
Actualmente se producen con más periodicidad que antes. La cantidad de estos
fenómenos que se generaban en décadas, hoy se producen en un solo año. Este hecho
posibilita que exista información más abundante y precisa sobre ellos.
Teniendo en cuenta la hipótesis de que una galaxia se comporta como un fenómeno
de huracán, y se analizan las principales características de cada una de las fases del
desarrollo de un huracán, se podrá tener una idea aproximada del comportamiento de
una galaxia.
Fases de un huracán.
1) Nacimiento (Depresión tropical): Un área de baja presión se acerca a una de
presión más alta, en latitudes medias. Las nubes de los alisios comienzan a
organizarse alrededor de un centro. Surge una depresión atmosférica que se
caracteriza porque el viento comienza a incrementar su velocidad en superficie. La
velocidad máxima promedio es de 60 km./h. o valores inferiores y la presión
159
2) disminuye hasta cerca de los 1.000 HPA (HECTOPASCAL).
3) Desarrollo (Tormenta tropical): La depresión tropical crece o se desarrolla y
adquiere la característica de tormenta tropical, lo que significa que el viento
continúa aumentando, alcanzando una velocidad máxima que va desde los 60
km./h. hasta los 120 km./h. Las nubes se distribuyen en forma de espiral y
empieza a formarse un ojo pequeño, casi siempre de forma circular. La presión en
su centro, se reduce a menos de 1.000 HPA.
4) Madurez (Huracán): Se intensifica la tormenta tropical y el viento alcanza el
máximo de velocidad, pudiendo llegar cerca de los 400 km./h. El área nubosa se
expande llegando a su máxima extensión entre los 500 y 1.000 km. de diámetro (en
algunos casos puede superar ese límite).
En la forma típica de un huracán, los vientos rotan alrededor de un centro de baja
presión, conocido como el ojo del huracán (Figura N 46). El aire asciende en las
nubes que forman la pared del ojo, rodeando el centro y escapándose luego hacia
fuera, en los niveles superiores. Esta circulación radial hacia el centro, hacia arriba
y hacia fuera requiere que las nubes que constituyen la pared del ojo mantengan un
grado de inclinación vertical, condicionalmente inestable. En este ojo, donde no
hay nubes, los vientos son leves, y la presión atmosférica es mínima.
Los vientos máximos están localizados y organizados en un anillo ubicado
alrededor del centro, conocido como pared del ojo. En la parte superior de la pared
del ojo, la mayor parte del aire es impulsado hacia fuera, aumentando el
movimiento del aire que asciende. Parte del aire se mueve hacia adentro y
160
desciende por el ojo, produciendo una zona en la que no se observan nubes.
5) Disipación (Fase final): Este inmenso remolino es mantenido y alimentado por el
cálido océano, hasta que incursiona en aguas más frías o hasta que ingresa a suelo
firme. Al tocar tierra, el aumento en la fricción sobre el suelo, hace que disminuyan
los vientos sostenidos, pero aumentan las ráfagas en la superficie. Los vientos
sostenidos se reducen por el efecto de la fricción, pero las ráfagas son más fuertes
porque se incrementa la turbulencia. Sin embargo, después de unas pocas horas,
comienza a debilitarse rápidamente sobre la tierra, no a causa de la fricción, sino
porque carece de las fuentes de humedad y calor que le proporciona el océano.
Figura N° 46
Si la hipótesis planteada es correcta, las formas de las galaxias tendrían que ver con su
velocidad y con su edad. Si se pudiera comprobar que esta analogía es acertada, se
establecería que no es la distancia, el factor que me determina la velocidad (La Teoría
del Big Bang presume que las galaxias más alejadas tienen más recesión)), sino que es
161
su aspecto físico el que puede brindar una información más valiosa. Su forma podría
brindarnos noticias más precisas, sobre su edad y su velocidad, que la proporcionada
por la Ley de Hubble. Seguramente se encontraría la razón del ¿Por qué la constante de
Hubble debe ser continuamente modificada? o en su defecto se sabría el por qué, en
algunas galaxias dobles, el comportamiento es diferente en cada una de ellas. No todo se
rige en forma tan estructurada como una ecuación matemática elaborada ad-hoc, como
lo afirman los defensores de la expansión.
Es decir que no es la distancia la que me determina la velocidad. Si se analiza la
imagen de dos galaxias interactuantes, con sentido de rotación diferentes y una visión de
frente similar, como en la figura siguiente, el corrimiento al rojo debería ser el mismo, si
seguimos los preceptos de la teoría de la expansión, pero debería ser diferente para la
hipótesis aquí defendida.
Figura N° 47
162
El motivo: así, como un par de electrones, no puede tener los mismos números
cuánticos, y aunque coincidan en todos tiene vedado poseer el mismo spin, es decir el
giro debe ser diferente, porque así lo establece el Principio de Exclusión de Pauli; las
galaxias que se unen, deben tener rotaciones contrarias. Por lo tanto, así como los
electrones dejan rastros diferentes en el espectro, las galaxias asociadas deben dejar
inobjetablemente, huellas también distintas. Es decir que jamás dejarán un rastro igual
en el espectro de luz, aunque se quiera forzar a ello a través de una ecuación
matemática.
Además, si consideramos válida la hipótesis de las corrientes espaciales, las galaxias
que se encuentran en su zona de influencia tendrían una velocidad mayor. No
necesariamente las galaxias más alejadas viajarían a una velocidad mayor.
Figura N° 48
Si se analiza minuciosamente la imagen y evolución de un huracán en nuestro planeta
(Figura Nº 48), se verá una excelente aproximación a las distintas formas que adopta
163
una galaxia. Las formas son parecidas, tanto de frente, como de perfil: elíptica, espiral y
espiral barrada, son moneda corriente en nuestra atmósfera, cuando surge un nuevo
fenómeno de tormenta. Si bien aquí, estos duran solo días, en el Universo el término
medio podría extenderse a miles de millones de años. En los huracanes sucede
algo similar a las galaxias: existen aquellas que giran a la derecha y aquellas que lo
hacen a la izquierda.
Seguramente difieren en que uno tiene un origen electromagnético (galaxias) y el otro
tiene su origen en la termodinámica (huracanes), pero no podemos negar la similitud en
las estructuras y en la evolución.
En la figura siguiente se observan dos vistas aéreas; la de un huracán levógiro y la de
uno dextrógiro:
Figura N° 49
Es decir que la forma de una galaxia puede brindarnos información sobre su edad, con
164
el inconveniente de que, si las distancias a dos galaxias próximas a la nuestra son
diferentes, la más lejana nos llegará deformada, porque la estaremos percibiendo tal
como era hace ya mucho tiempo, en comparación con la primera.
Pero sería muy importante analizar estas asociaciones de estrellas cuando las
distancias a nuestro hogar sean similares. Si ambas tienen forma parecida, significa que
tendrían la misma edad en su evolución. En caso contrario la edad sería diferente. Si la
apreciación planteada fuera correcta, la Teoría del Big Bang tendría enormes
dificultades para justificar la diferencia de tiempo de ambas galaxias, en caso de ser
disímiles, porque supone un origen casi instantáneo para ambas.
Así como un huracán es un potente motor calorífico, debido a la combinación de
vientos con temperaturas diferentes y también a un encuentro de distintas cargas
eléctricas, una galaxia podría generarse debido a corrientes electromagnéticas espaciales
opuestas o bien por diferencias de estados calóricos si consideramos la temperatura
general del espacio detectada últimamente (3 K) y que una galaxia en conjunto debe
tener una temperatura considerablemente mayor. Es importante destacar uno de los
hallazgos más impactantes para explicar este fenómeno: la superconductividad. Este
consiste en que a bajísimas temperaturas, cerca del cero absoluto (-273,16C), muchos
elementos se vuelven excelentes conductores, tanto del calor, como de la corriente
eléctrica, es decir que pierde la resistencia que opone al pasaje de electrones, o a la
vibración de los átomos. Esto es muy importante porque en la conducción calórica,
como en la eléctrica, la dispersión de electrones por obstáculos, limita la distancia que
pueden recorrer.
165
Recientemente, el telescopio espacial Hubble, ha descubierto una galaxia que sería un
“bebé” cosmológico. Esta nueva galaxia ha sido denominada “I Zwicky 18”. Este
particular nombre es un homenaje científico a Fritz Zwicky, un astrónomo
estadounidense, de origen suizo, que realizó notables estudios sobre las supernovas,
analizando sus espectros. Las conclusiones que resultaron dieron cuenta que en una
galaxia, esos fenómenos pueden ocurrir con una periodicidad de tres cada mil años.
Además realizó estudios sobre cúmulos de galaxias como el que se encuentra en la
denominada Cabellera de Berenice y su aporte más importante: descubrió los llamados
puentes de hidrógeno entre galaxias. Nuestra Vía Láctea se une a través de un puente de
este tipo con la Nube de Magallanes. Este casi olvidado científico tenía una posición
contraria a la idea de la expansión del Universo.
Los científicos sugieren que podría tratarse de la asociación de estrellas más joven de
las que se observan en el Universo. Otros, sin embargo, le restan credibilidad.
Se calcula que tiene unos quinientos millones de años y, comparándola con la Vía
Láctea , que tiene unos doce mil millones de años aproximadamente, se establece que
esta última, es veintitrés veces más vieja que la nueva galaxia.
Según la Teoría del Big Bang, todas las galaxias deberían haberse formado
relativamente al mismo tiempo. Esta galaxia tan joven estaría poniendo de relieve
problemas que dicha teoría no podría resolver.
Su localización se estima en unos cuarenta y cinco millones de años luz de distancia,
es decir relativamente muy cerca de nuestro hogar. Se supone que las galaxias jóvenes
estarían muy lejos, en el borde de lo visible y no en una zona espacial local.
166
Recordemos que la visión de lo más lejano supone que estamos viendo algo que pasó
hace muchísimo tiempo.
La comprobación de que se trata de una galaxia muy joven debió esperar a que el
Hubble proporcionara la sensibilidad necesaria para detectar si existían estrellas más
viejas en dicha galaxia.
Otra prueba de la juventud de “I Zwicky 18” proviene del hecho de que su gas
interestelar es muy primitivo y está compuesto principalmente por hidrógeno y helio.
Contiene una muy pequeña porción de elementos más pesado, como carbono, oxígeno y
nitrógeno. Hay que recordar que estos últimos elementos surgen luego de una vida
media de las estrellas. Estas galaxias jóvenes son divisadas con más frecuencia en
nuestros días.
Los astrónomos han hallado, actualmente que la expansión, si existe, no es la misma
en todo el Universo. Hay galaxias que viajan a velocidades mayores que otras. En el año
1.987 se observó que muchos objetos galácticos, incluida la Vía Láctea, viajan a
velocidades diferentes a la prevista por la Teoría de la Expansión, e incluso más veloces
que las que se encuentran cercanas. Parece existir una corriente de galaxias en dirección
a la constelación del Centauro, a ciento cincuenta millones de años luz. Se mueven
como si fueran atraídas gravitacionalmente.
A ese fenómeno de atracción, los astrónomos han bautizado con el nombre de Gran
Atractor. Ellos suponen que tiene suficiente masa como para producir la atracción
observada. Es una cuestión más, sin respuesta adecuada para la idea de expansión.
Está establecido que, altas temperaturas significan desorden atómico y que bajas
168
temperaturas implican un orden. Es de esperar entonces que el Universo, se encuentre
en un proceso de relativo de orden y no de desorden, como lo pregonan los partidarios
de la Teoría del Big Bang.
¿Qué velocidad tienen?
Una cuestión resistida es el hecho de que las galaxias tienen una velocidad de recesión
determinada y que cuanto mayor es la distancia que nos separa de ellas, mayor es su
velocidad de alejamiento.
Si el Cosmos, como estructura única, tiene un movimiento de rotación y lo
consideramos aproximadamente de forma esférica, como lo imaginaba Einstein, es de
esperar que las galaxias estén afectadas por un tipo de aceleración como la de Coriolis.
Siendo ésta perpendicular a la velocidad, en un hipotético hemisferio norte del Universo,
las galaxias tendrían un giro levógiro, es decir un sentido contrario a las agujas del reloj.
En cambio, para un hipotético hemisferio sur, el movimiento tendría un sentido horario.
Pero como la hipótesis que se plantea para el Universo es que tendría una forma de
espiral o vórtice, tendríamos que considerar que una asociación estelar está dotado de
dos movimientos muy bien diferenciados: una velocidad de rotación y una velocidad de
traslación.
La Teoría del Big Bang no especifica los movimientos que le corresponden a las
galaxias. Solamente suponen que tiene una velocidad de fuga, pero no indican la
dirección del movimiento. Una galaxia debe desplazarse en un sentido perpendicular al
169
eje imaginario de su rotación.
170
CAPITULO 11
¡Agujeros negros! ¿Calmos o destructivos?
En el mismo año en que los astronautas Michael Collins, Buzz Aldrin y Neil
Armstrong, en la nave Saturno V, llegaban a la Luna, nuestro satélite natural, en 1969,
un científico norteamericano, llamado John Archibald Wheeler introducía al ruedo de la
Física el misterioso término de agujeros negros.
Este concepto estuvo ligado en sus comienzos, con John Michell, a la explicación de
lo que sucede cuando una estrella con una masa varias veces mayor a la del Sol, que en
el momento de extinguirse conserva una masa residual un poco mayor a la de nuestro
astro, cae víctima de su propia gravedad y atrapa todo a su alrededor, incluso a la luz. Es
bastante difícil detectarlos visualmente por su enorme oscuridad, pero los científicos
intuyen su existencia analizando las perturbaciones a su alrededor.
Un novato iniciado en ciencias,
Subrahmanyan Chandrasekhar (1910-1995),
astrofísico indio, luego nacionalizado norteamericano, se había inclinado por el estudio
de las estrellas y su funcionamiento. ¿Cualquier estrella podía acabar como un agujero
negro? Descubrió que para que ello ocurra debe superarse un umbral (denominado en su
homenaje “límite de Chandrasekhar”) que determinó en una masa y media la de
nuestro Sol.
Una estrella de masa menor a ese límite terminaría su “vida” indefectiblemente como
171
una enana blanca con una estructura muy densa y comprimida, por lo tanto no acabará
en un agujero negro. Sin embargo, las estrellas con masas superiores a la ese umbral,
terminaran inevitablemente colapsando, por la gravedad, que lo convierte en un cuerpo
masivo oscuro, que atrapa hasta la propia luz que emite.
La comunidad científica no adhirió inicialmente a esta inédita idea científica, pero
cuando Chandrasekhar recibió el Premio Nobel, en el año 1983, su teoría escaló a un
plano generalizado de aceptación.
Surgieron nuevos problemas, relacionados con la rotación de un agujero negro. ¿Estos
fenómenos rotan? Existieron científicos que describieron agujeros sin rotación, como el
científico canadiense, Werner Israel. Otros científicos, como Roy Kerr, de Nueva
Zelanda, analizaron a los que involucraban un movimiento de rotación. Éste determinó
que si la rotación es cero, su forma resulta esférica, si la rotación es levemente superior
a cero, su forma se parecerá a la de nuestro planeta Tierra, achatada en los polos. A
medida que la velocidad de rotación es mayor, la deformación se extiende hasta una
configuración estable, con un eje de simetría en su estructura.
Notables científicos y matemáticos le han dedicado gran parte de su vida al análisis
de los agujeros negros, entre ellos Stephen Hawking y Roger Penrose, que lo definen
como a un conjunto de sucesos del que nada puede escapar. El concepto de singularidad
tomó preponderancia a partir de ellos.
Pero el hombre de ciencia, ávido de noticias nuevas, extendió luego este concepto a
otros fenómenos del espacio. Actualmente se cree que en el núcleo de la mayoría de las
galaxias en espiral, se encuentra un agujero negro, con la posibilidad de que se devore a
172
todas las estrellas que la conforma. ¡Qué futuro más sombrío!
En este capítulo se analizará la última acepción, la que indica que se trata de un
espacio oscuro, aún inexplicable, en el punto central de una galaxia.
Si se analizan a los huracanes, un aspecto muy importante de ellos es que los vientos
de gran velocidad giran en torno a un “ojo” de calma y bajas presiones. Es decir que no
se producen interacciones de partículas en su interior, con excepción de la que se
produce en sus bordes.
Por analogía, podríamos suponer que los agujeros negros visualizados en el centro de
las galaxias cercanas, incluida la Vía láctea (El agujero negro de nuestra galaxia fue
detectado desde el telescopio Keck I, instalado en Hawai, en 1.995), tendrían una
estructura similar. Esto daría explicación a la razón por la cual un agujero negro es
difícil de detectar, tanto por la profunda oscuridad, como por su falta de interacción.
Algunos científicos famosos creen que tiene un efecto devorador de estrellas, pero que
tal efecto no puede llegar a los brazos de una galaxia. Nuestro Sol se encuentra en uno
de ellos.
Particularmente, no comparto esta idea, pues el radio de un agujero está restringido a
la magnitud de la asociación de estrellas, sin posibilidades de un crecimiento sin límites,
de su tamaño. Aunque se ha verificado que existen algunas excepciones, es decir que
en casos muy aislados, no son proporcionales a la magnitud de los mismos.
No existen antecedentes en los cuales el “ojo” haya aumentado su tamaño, en el
transcurso del tiempo, ni haya hecho desaparecer a los átomos puestos en juego en ese
fenómeno.
173
Tratándose de una galaxia, el físico argentino Juan Maldacena, que actualmente
trabaja en la famosa teoría de Cuerdas, ha demostrado la imposibilidad de que se pierda
la información, en una singularidad de ese tipo, es decir que un agujero negro no puede
hacer desaparecer toda la información que se encuentra en juego en su zona de
influencia.
Creo, firmemente, que una singularidad de ese tipo, no es más que eso, oscuridad y
vacío. Me resisto a la idea de que la oscuridad sea más importante que la luz, que es lo
más valioso que tenemos en el Universo. Alcanza con las palabras de Einstein “La luz
es la sombra de Dios”, para comprender su importancia. Si se considera que un agujero
negro tiene un enorme efecto de absorción del material de las estrellas, debería emitir
altos niveles de radiación. Una prueba elocuente es la que produjo el satélite artificial
Chandra, dotado de cámaras sensibles a los rayos x, cuando solo ha detectado una
pobrísima producción de rayos en una observación de dicho fenómeno.
La experiencia verifica que no hay material cayendo en el agujero negro existente en
el núcleo de la Vía Láctea. Es similar a lo que ocurre en el “ojo” de un huracán:
demasiada calma.
Lo que se observa claramente, en las paredes de los agujeros negros, es un
movimiento rápido de estrellas que giran a velocidades increíbles. La comunidad
científica cree que hasta la luz es “tragada” por la actividad de este fenómeno,
asignándole una enorme fuerza de gravedad, que origina que las estrellas próximas a él
desaparezcan. Según el físico contemporáneo Stephen Hawking, el agujero negro podría
“devorarse” a todas las estrellas de una galaxia y convertirse en un punto singular,
174
similar al que, según la Teoría del Big Bang, existió antes de la explosión inicial que
originó el Universo.
Si la hipótesis de que una galaxia se comporta como un huracán es correcta, no
deberíamos preocuparnos por el destino de nuestro Sistema Solar, más allá de las
previsiones de que se convierta en una asociación galáctica residual dentro de miles de
millones de años.
Actualmente se relaciona a un agujero negro con la zona del espacio, en la que
ocurren determinados sucesos, delimitados por lo que se denomina horizonte de sucesos.
Dentro de esa zona hasta la luz es atrapada, pese a moverse a 300.000 km./s. El
horizonte marca el límite. Todo lo que ingresa es atrapado, pero a su vez nada puede
escapar de él. ¡Asombrosamente misterioso!
Si se analizan los estudios, sobre la luz, que la científica danesa Lene Vestergaard
Hau, realiza en Harvard, no debiera sorprendernos tanto. En 1991 anunció que había
ralentizado la luz, que viaja en el vacío a 300.000.km./s.), a una velocidad de 20 km./h.
Este logro se efectuó al hacer incidir rayos láser sobre un superfluido en el límite
térmico. Más tarde, en 2001, consiguió detenerla por completo. Esto podría explicar por
qué los agujeros negros se tragan toda la materia, inclusive la luz. En un agujero negro,
como en un huracán reina la calma. Seguramente, en el interior de este fenómeno, la
temperatura es similar a la que se detecta en un condensado Bose-Einstein. A -262 ºC
desaparece la resistencia eléctrica de algunos materiales y se produce el fenómeno
conocido como superconductividad. A temperaturas aún menores, algunos tipos de
gases adquieren un estado similar al líquido desafiando la gravedad. Otros materiales
175
logran sacarse de encima el “traje” de la materialidad, para transformarse en ondas
exclusivamente.
Un agujero no debe asustar tanto a la humanidad. El estado mecánico-cuántico en el
que se encuentra el centro no permite avanzar a la luz. Esto no significa que la luz
desaparezca, ésta se convierte en materia, para luego, bajo otras condiciones, seguir su
camino como luz. ¡Increíble!
Esta idea puede ayudar a comprender por qué algunas galaxias tienen su centro muy
luminoso y otras de total oscuridad. Las que no tienen una temperatura cerca del cero
absoluto permiten el paso de la luz, en cambio aquellas que si lo tienen, logran detener
su avance y propagación en el agujero negro.
La idea de que una galaxia se comporta como un fenómeno de vórtice, nos permite,
además, comprender el por qué algunas galaxias, carecen de un agujero negro central.
Una de las causas podría ser seguramente la edad, desde su formación, es
relativamente menor a aquellas que sí lo poseen. Si no contienen un ojo o centro,
podríamos inferir que se encuentran en una etapa similar al nacimiento de los huracanes.
Recién en el desarrollo comienza a formarse un centro pequeño, para luego adquirir una
estructura mayor, en la fase de madurez.
Si se observa con mucho detenimiento a algunas galaxias nos encontramos que
algunas presentan un centro extremadamente luminoso. Otras galaxias no presentan este
aspecto y en su interior alojan un agujero negro. Así como cuando dos o más átomos se
unen, cambiamos la denominación por la de molécula, las galaxias que se unen deberían
tener ya una nueva denominación.
176
Una galaxia está dotada de dos movimientos bien diferenciados; uno de rotación y otro
de traslación. Resulta muy difícil que cada asociación organizada de estrellas, tenga la
misma velocidad de rotación que de traslación. De acuerdo a la Teoría del Big Bang, la
distancia es la que posibilita la diferencia de velocidades de recesión. Cuanto más lejos
se encuentra una galaxia, más velocidad tiene. El hecho de que existan innumerables
tipos de fenómenos galácticos, demuestra que no es la distancia lo que me determina la
velocidad, sino que es la fase en la que se encuentra la galaxia, la que me posibilita
entender su diferencia de movimiento.
Si recordamos las imágenes de los huracanes notaremos que algunos no tienen ojo,
porque aún no se han formado. Con las galaxias ocurre exactamente lo mismo. En
algunas se observa un núcleo muy brillante, sin zona de oscuridad. Sin embargo en otras
se detectan agujeros negros.
En el caso de un huracán, la influencia de las paredes del “ojo”, hace que debajo de
ellas se formen altas olas, como si fueran absorbidas por las mismas. Si se observa el
comportamiento en zonas similares, pero en una galaxia, se comprenderá por qué los
cúmulos de estrellas se encuentran en la franja de las paredes del agujero negro. La
rotación que afecta a las estrellas, en las paredes del mismo, produciría su asociación en
cúmulos. La ilustración siguiente intenta clarificar la influencia del ojo a su alrededor.
Los cúmulos pueden ser abiertos o globulares. Los primeros tienen poca densidad y los
globulares son muy compactos. Actúan como verdaderos satélites de la galaxia.
Si se intenta calcular la masa del ojo del huracán por el radio y la perturbación
provocada a su alrededor estaremos cometiendo un error fundamental en Física.
177
Estaremos asignando masa, a un fenómeno de casi absoluta calma, generado por la
interacción de dos opuestos. La naturaleza es el espacio de acción de opuestos. Si no
comprendemos esta idea fundamental del Universo, no podemos comprender ningún
fenómeno que ocurra en él.
La siguiente imagen nos muestra los efectos de un huracán de perfil:
OJO DEL HURACÁN
OLAS
DEBAJO DE
LA PARED
OLAS
DEBAJO DE
LA PARED
OCÉANO
ZONA DE CALMA
Figura N° 50
Sin embargo los científicos creen haber encontrado en los agujeros negros, una fuente
inagotable de inspiración e investigación. Intentan encontrarle una enorme masa
calculada a partir de su radio. Un agujero negro no es más que la ausencia de materia,
aunque surja de una eterna lucha entre dos fuerzas o cargas de distinto signo. O en caso
de existir materia, ésta se encuentra en un estado condensado Bosse-Einstein. En este
condensado hasta la luz se detiene y no logra atravesar. Los defensores del Big Bang
establecen que hasta la luz es tragada por el agujero negro. Es la luz la que no puede
178
penetrar en ese estado mecánico cuántico de casi absoluto reposo.
Si se recuerda que un huracán se disipa al encontrar tierra firme, una galaxia no puede
encontrarla en el espacio, por lo tanto su vida es mucho más prolongada. Además los
tiempos del Universo son excesivamente incalculables en comparación con los tiempos
humanos.
En la naturaleza se produce constantemente, bajo leyes simples, pero muy complejas
para nosotros, un proceso de réplica. El ADN se copia, las reacciones en el interior del
átomo producen duplicaciones. Es de esperar que el Universo contenga más fenómenos
de este tipo, que lo que nuestra mente puede imaginarse. Vivimos inmersos en un
océano de información, pero falta talento para una interpretación acorde con lo que dicta
la racionalidad humana. Cuando sobraba talento científico, como en épocas de Kelvin,
Maxwell y Einstein, las informaciones eran escasas. Hoy la situación es diferente;
existen muchísimas “puntas de ovillos” en el mundo del conocimiento, pero no
encontramos una mente, que logre unirlas, y establecer nuevas ideas, para liberar los
horizontes sombríos que se establecieron desde hace ya mucho tiempo.
El vórtice es la única forma apropiada para albergar la lucha interactiva de dos
fuerzas opuestas. Las religiones de todo el mundo sostienen la idea de una interacción
de opuestos, solo le resta introducir la figura en espiral para que todo encaje con
este enfoque.
El cosmos es como lo imagina el joven físico Lisi, una figura que tiene su estructura
similar a la flor de loto, lo que se denomina E8. Un gran vórtice estructurándose,
torneándose hacia el infinito. Solamente una duda me queda con respecto a esta idea. El
179
libro sagrado enumera siete entes fundamentales. Será que la figura E8 no consta de
ocho factores iniciadores, sino de siete; esto posibilita que el Universo siempre tienda a
conseguir ocho en una situación interminable hacia el equilibrio. Humorísticamente
podríamos decir que se trata de un perro que gira sobre si mismo para alcanzarse su cola
sin lograrlo, por eso sigue girando.
El Universo debería tener una forma de vórtice, como se ilustra en la figura siguiente,
para que la observación sea coherente con nuestras opiniones científicas:
Figura N° 51
Los millones de cúmulos y los supercúmulos de galaxias, son inaccesibles e
180
incomprensibles para la Teoría de la Expansión. Las aglomeraciones en determinados
puntos del Cosmos parecen coincidir con una visión de este tipo.
El Universo, inexorablemente requiere de una configuración de este tipo. La forma
que Kelvin y Maxwell pensaron para el átomo, se recrea también para el Cosmos. Las
nuevas imágenes de aglomeraciones (no separaciones) de galaxias en estructuras
enormes formando redes muy complejas e interactivas, aún mayores, indican que el
espacio se encuentra anudado de ramificaciones que giran en bucles en torno al núcleo
del Gran Vórtice.
En nuestra galaxia, los cuerpos que giran son asociaciones de estrellas, pero en el
Universo estas formas están constituidas por galaxias.
Con las innumerables fotografías de cada sector del espacio se han hecho
simulaciones de cómo estaría constituido todo lo que existe. La más importante es la
que se realizó en Potsdam, capital de Brandeburgo (Alemania). La figura siguiente lo
ilustra:
Figura N° 52
181
En ella se observa un complejo e inexplicable entramado que nos conduce a esgrimir
una interacción muy alejada de la que prevé la teoría de la Expansión. Filamentos
interconectados que evidencian flujos de energía que se traducen en una visión
globalizada del Universo.
Esa descomunal red sólo puede darse en un Cosmos organizado bajo la forma de
espiral o vórtice.
Con la gran cantidad de información existente, la sección posible del espacio, extraída
de las simulaciones científicas resulta ser la siguiente:
Figura N° 53
Alguien se preguntará ¿Si el Universo tiene la forma de vórtice, no debería verse una
182
enorme sección iluminada cerca del centro del mismo? Si nos remitimos a nuestra
galaxia, la Vía Láctea, observamos que pese a la cercanía, sólo se divisa una mancha
apenas sobresaliente en el espacio oscuro. La magnitud de la totalidad del Universo
haría prácticamente indetectable, pese a que se observan zonas oscuras y relativamente
vacías en algunos sectores alejados.
El símbolo chino del Yin-Yang identifica que se crean uno al otro, se controlan el uno
al otro y se transforman uno en otro. ¡El Universo se asemeja tanto!
Figura N° 54
183
CAPITULO 12
¡El átomo! ¿Es un Universo en miniatura?
Para poder comprender mejor al átomo debemos recordar como fue su evolución
conceptual a través de la historia, en el campo de las ciencias.
Esta unidad fundamental de la materia apareció por primera vez, en forma abstracta,
en la mente de un filósofo griego llamado Demócrito, que sugirió que lo único que
existe en el mundo, son átomos y vacío. El término de átomo deriva del griego y
significa indivisible. Hace más de dos mil quinientos años, este intuitivo científico,
pensaba que todas las cosas estaban formadas por estas diminutas partículas, y que su
existencia posibilitaba que se pudiera seccionar fácilmente cualquier cuerpo, sin perder
sus cualidades.
Luego aparecieron ideas relacionadas con la tierra, el agua, el fuego y el aire. Las
innumerables combinaciones posibles entre esos elementos, permitirían las distintas
sustancias que se observaban en aquella época y sus exteriorizaciones: humedad, frío,
calor y sequedad. Los griegos generaban conocimientos casi puramente teóricos, sin
basarse en las experiencias. El exponente emblemático resultó ser Aristóteles, un
filósofo griego, que trascendió por muchísimos años, hasta la aparición del creador de la
ciencia moderna: Galileo Galilei. La búsqueda de conocimiento estaba referida
exclusivamente a encontrar respuestas lógicas.
El concepto “laboratorio” no habitaba la mente de nadie, hasta que comenzó la fiebre
184
del hombre por encontrar la forma de transmutar cualquier elemento, en el más preciado
de la época: el oro. Las experiencias terminadas en fracaso, se prolongaron por mucho
tiempo. Pero de aquella colección de errores ambiciosos, surgió un aspecto muy
interesante, se profundizó la comprensión de cada producto químico y sus interacciones
novedosas. Apareció históricamente la división de sustancias simples, de las
compuestas y el concepto de elemento se consolidó para siempre en la ciencia.
Se establecieron las primeras leyes: la de la conservación de las masas y la de las
proporciones múltiples. Un físico y químico inglés, llamado John Dalton (1766-1844),
reflotó la idea atomista de Demócrito, e introdujo la idea de que cada átomo debería
tener una masa y características determinadas y específicas, diferentes de otros tipos de
átomos. Pero no se establecía todavía la idea de molécula. Un científico italiano,
Amadeo Avogadro se encargó de dilucidar este concepto tan importante en la
explicación de los fenómenos de la naturaleza.
La necesidad de agrupar las características en una tabla, que organizara los elementos
existentes en esa época, encontraron en el científico ruso, Dimitri Ivanovich Mendeleiev
(1834-1907), al organizador ideal. Con envidiable intuición dejó espacios en blanco sin
ocupar, pues preveía que se los descubrirían en un futuro no muy lejano, hecho que
sucedió efectivamente un tiempo después. Si bien su aporte en esta notable clasificación
de los distintos átomos fue muy importante, no se visualizaba aún la estructura interna
de esa unidad tan importante. Reaparece en toda su magnitud cuando el físico teórico
más notable de la humanidad, Albert Einstein, establece la genial ecuación E = m.c 2,
que sería confirmada, luego de experiencias concretas, como precisa.
185
Con toda esta información disponible comenzó la carrera por determinar las posibles
dimensiones de un átomo. Se logró estimar la cantidad de átomos existente en un gramo
de hidrógeno: 6 . 1023, denominado número de Avogadro.
El estudio de los efectos producidos por descargas de alta energía en tubos de vidrio,
llamados catódicos permitieron descubrir algunos tipos de rayos desconocidos. Con el
descubrimiento de la radiactividad, gracias al aporte de importantes científicos como
Becquerel, Marie Curié (1867-1934), física, matemática y química polaca, luego
nacionalizada francesa, y su esposo Pierre (1859-1906), se conocieron los distintos
tipos de rayos: α, β, γ (alfa, beta, gamma), gracias a sus importantes investigaciones con
material radiactivo, como el radio.
Los rayos α resultaron ser partículas con carga positiva, los rayos β partículas con
carga negativa. Por último los rayos β de increíble poder de penetración y a la que no lo
afectan los campos magnéticos.
Pero recién en el año 1897, el científico inglés, Joseph John Thomson (1856-1940),
estudiando los ya conocidos rayos β, produjo un descubrimiento importantísimo para la
comprensión de la estructura y funcionamiento del átomo: el electrón. Pero el valor de
su carga y su masa recién se conoció en 1909, con el experimento llevado a cabo por
Millikan. La carga resultó ser de 1,6 x 10-19 C (Coulomb) y la masa de 9,1 x 10-31 kg. El
hombre había penetrado por fin en el interior del átomo.
Pero si el átomo resultaba ser neutro en la generalidad, debería existir un componente
esencial que contuviera una carga opuesta al electrón, es decir positiva. Apareció en
escena entonces, Ernest Rutherford, un físico neozelandés, que descubrió que el átomo
186
contenía un núcleo positivo, luego de varios experimentos con rayos α. Supuso que
debía haber una partícula positiva a la que denominó protón con una masa muy superior
a la del electrón: 1,6727 x 10-24 gramos. Pero con una apreciable intuición predijo que
debía existir además una partícula sin carga que completara la masa que faltaba en el
átomo de helio con masa 4, pero con dos protones, a la que denominó neutrón.
Luego de una década, un discípulo suyo, Chadwick comprobó su veracidad,
asignándole una masa levemente superior al protón: 1,6749 x 10-24 gramos.
Cuando todo hacía presagiar que la carrera por la comprensión total de la estructura
del átomo había llegado a su fin comenzaron a rodar nuevos interrogantes que no
pudieron ser explicados por la Física Clásica que nos legó Isaac Newton.
Conocimientos actuales indican que el átomo ya no es tan simple como aquel que se
describía en el siglo pasado: protones, neutrones y electrones. Su estructura resulta
mucho más compleja. Una nueva rama de la Física comenzó, silenciosamente, a tomar
posición en la creación de nuevos conocimientos: la Mecánica Cuántica. Se encargó de
explicar todo aquello que se escapa de una explicación adecuada por parte de la
Mecánica Clásica. Pero existe una limitación muy importante: como no puede
visualizarse el interior del átomo, lo único que podemos hacer es modelizar la estructura
interna y su funcionamiento, a través de fórmulas matemáticas en forma exclusiva.
La Mecánica Cuántica está estructurada en las siguientes bases fundamentales:
1) Cada átomo o molécula debe actuar en estados de energía cuantizados, con dos
tipos de acciones: absorción o liberación de energía, para ello es necesario saltar
187
hacia una órbita cercana al núcleo o hacia una órbita exterior.
2) Siempre debe cumplirse que E = h . c/λ. La E es la variación de energía, h, la
constante de Planck, c, la velocidad de la luz y λ , la longitud de onda.
3) Para responder a estados de energía cuantizados para átomos y moléculas, se han
establecido cuatros números cuánticos: n, m, l, y s.
a- El número “n” es el número cuántico principal y puede tomar valores
desde 1 y mayores a él, pero siempre en números enteros. Representa la
energía del electrón. Cuanto menor es el número n, menor es su energía.
b- El número “m” es aquel que representa al número cuántico magnético
indicando la orientación espacial del electrón. Puede adoptar valores
desde 1 hasta -1.
c- El número “l” es el número cuántico secundario, aunque también se lo
denomina azimutal y determina el aspecto que tiene el orbital. Luego del
primer nivel adopta subniveles. Estos pueden ser:
* Si l = 0, le corresponde la letra s.
* Si l = 1, le corresponde la letra p.
* Si l =2, le corresponde la letra d.
* Si l =3, le corresponde la letra f
d- El “s” es el número denominado de spin, que significa giro, pretende
explicar la rotación del electrón. Puede tomar valores 1/2 o -1/2.
Cada orbital queda configurado con los tres primeros números cuánticos: n, m y l.
188
Mientras que al electrón le corresponden los cuatro números, incluido el de spin.
Cuando dos electrones se encuentran en el mismo estado, el spin debe ser diferente para
cada uno de ellos. Esta limitación se llama Principio de Exclusión de Pauli, en
homenaje al físico que lo descubrió.
Otro aspecto importante que completa las dificultades que tiene el interior atómico es
que la relación objeto-observador posee una influencia interdependiente mutua. Es decir
que para que un observador pueda ver algunas manifestaciones de las partículas
subatómicas, es necesario adoptar un mecanismo que permita iluminar el objeto. Este
hecho modifica sustancialmente la conducta o comportamiento de aquellas partículas.
Aparece en escena lo que se denomina Principio de Incertidumbre, de Heisenberg, un
físico alemán, que interpretó que es imposible establecer fehacientemente la velocidad y
a su vez, la posición que ocupa una partícula en el interior del átomo.
Experimentos hechos en ingeniosos laboratorios de investigación, denominados
aceleradores de partículas, han permitido detectar nuevas partículas. Protones, neutrones
y electrones tienen a su vez nuevos componentes aún menores. Una variedad de cargas
eléctricas, spin y masas reflejan una estructura muy compleja del átomo. El sentido
común, muy útil en los más grandes descubrimientos, no parece aplicable para una
comprensión acerca del comportamiento del átomo.
Si el átomo es el componente básico de toda la materia que existe en el Universo,
su comportamiento no debe ser muy diferente a aquel. Lo de “arriba” debe parecerse a
lo de “abajo”. Si se observa detalladamente el Cosmos, se verá que la imagen que más
abunda en él, es la forma que presenta una galaxia. Existen miles de millones en él. Se
189
vuelve a insistir, según la Teoría del Big Bang, que aquellas se separan unas de otras,
con una velocidad de recesión que es superior, a medida que la distancia que las separa,
es también mayor.
La siguiente imagen muestra la detección de un impacto a través de sus registros
digitales, en un acelerador de partículas:
Figura N° 55
Los problemas surgen cuando se intenta explicar la estructura y el funcionamiento de
algunos fenómenos que no pueden ser observados experimentalmente o que su
comportamiento, captado en forma indirecta, por los rastros que deja, es totalmente
diferente a lo que nuestros sentidos captan del mundo real visible.
En algunas exteriorizaciones, se comportan como partículas, es decir como la
materia. En otros casos sugieren un comportamiento ondulatorio. De la imposibilidad
conceptual de encasillarlo como una onda o como una partícula ha surgido la
190
denominación actual: onda-partícula. La carencia de posibilidades de observación de
estas diminutas partículas enciende la imaginación humana. Aparecen conceptos
totalmente abstractos como la extrañeza, el color, el encanto y el spin, sin un correlato
coherente en la naturaleza.
La teoría que intenta explicar la estructura subatómica y su funcionamiento se
denomina “Modelo Stándar” y fue impulsada por George Zweig y Murria Gell-Mann,
además del aporte que hicieron otros científicos como Bohr, Heisenberg, Plank, De
Broglie, Schrödinger, Pauli, Dirac, Pauling, entre otros. Pero este es un modelo que solo
trata de explicar el mundo subatómico, no así al Universo en su conjunto. Para su
explicación debemos recurrir a la Teoría de la Relatividad de Albert Einstein. Existen
enormes dificultades para unificar el Modelo Stándar con la Relatividad. Aún no se ha
logrado, aunque existen modelos matemáticos que intentan hacerlo, como la Teoría de
Cuerdas.
El Modelo Stándar necesita tecnologías específicas denominadas aceleradores de
partículas, que utilizan muy altas energías para acelerarlas. Entre algunos podemos citar
el ciclotrón, el betatrón, el sincrotón, y otras máquinas instrumentales más modernas.
Los aceleradores pueden tener un diseño de trayectoria lineal o de tipo cíclico. Los
primeros necesitan una enorme extensión para lograr aceleraciones considerables, en
cambio los segundos son más prácticos, es decir que pueden girar y pasar por el mismo
espacio muchísimas veces para alcanzar la velocidad adecuada, para que las colisiones
sean aprovechadas en el estudio de partículas.
Entre los cíclicos tenemos el ciclotrón que fue el primer tipo de acelerador, y es una
191
aplicación de la influencia que los campos magnéticos y eléctricos producen en una
partícula cargada, fenómeno muy importante para el desarrollo de la Física Nuclear. Las
partes esenciales de un ciclotrón son:
1) Un electroimán que crea un potente campo magnético uniforme.
2) Dos electrodos de cobre en forma de D formando un cilindro comprimido como
lo detalla la siguiente figura:
Figura N ° 56
3) Un oscilador que aplica entre las dos partes una diferencia de potencial alterna.
4) Una fuente de iones que se encarga de producir partículas cargadas que luego son
aceleradas. Se introducen cerca del punto medio entre las dos D. El dispositivo se
encuentra blindado y en su interior se le ha practicado el vacío para no influir en
el comportamiento de la partícula.
La partícula es afectada por un campo eléctrico e ingresa entre las dos D. Allí sólo
existe un campo magnético únicamente, que acelera la partícula. Este mecanismo es
utilizado para acelerar protones, deuterones y partículas alfa.
Luego fue ideado el sincrotrón y el súper sincrotrón como el SPS en el CERN
(Consejo Europeo de Investigación nuclear) con una generación de energía de 26 Gev.
Se ha evolucionado con respecto al mecanismo básico de los aceleradores. Antes se
emitía un haz y se impactaba en un blanco, lo que limitaba los Gev de energía
192
generada. En la actualidad se emiten dos haces (cerca de 900 Gev cada uno) diferentes,
que se encuentran en el detector de colisiones, alcanzando mutuamente, energías del
orden de 1.800 Gev, mediante la utilización de un dispositivo llamado tevatrón.
Los aceleradores lineales necesitan distancias enormes como el Stanford Lineal
Accelerator Center (SLAC) de 3,2 km, de largo con apenas 25 Gev.
El betatrón es utilizado para acelerar partículas, con mucha menor masa, como los
electrones. Consta de un electroimán, es decir un solenoide con un núcleo de hierro, que,
atravesado por una corriente alterna, genera un campo magnético alterno. Contiene
además un anillo de vidrio en el que se ha hecho el vacío, y donde circulan los
electrones. Estos son acelerados y toman órbitas circulares como producto del campo
magnético variable que les permiten alcanzar enormes energías cinéticas.
En la actualidad se ha puesto en funcionamiento el mayor acelerador de partículas
denominado “La máquina de Dios”, ubicado entre los países de Suiza y Francia,
mediante la colaboración de los países más desarrollados de la Tierra.
Su puesta en marcha no ha sido muy feliz, pues se ha debido interrumpir varias veces
su funcionamiento. Primero fueron fallas en las matemáticas de su programación, luego
aparecieron problemas en el anclaje de los electroimanes, y por último un incendio en
algunos de los potentes imanes inducidos.
El hombre de ciencia sólo ha podido ingresar al mundo de las partículas elementales
utilizando un método, que casi no ocurre en forma natural en el Cosmos: impactando al
átomo o a sus componentes, como pueden ser el protón, el neutrón y el electrón. La
naturaleza busca caminos diferentes al hombre. Poseen una asombrosa capacidad de
193
interacción. La fusión, un proceso muy común, produce la unión de dos núcleos, para
transformarlos en un elemento más pesado que los que le dieron origen. Las estrellas
generan su energía a través de este proceso.
La siguiente imagen muestra a la “Máquina de Dios”:
Figura N° 57
La interacción nuclear entre neutrones y protones parecen surgir de la acción de lo que
se denominan piones. La energía en movimiento de los protones hace variar la cantidad
de piones que se producen. Esa variación puede describirse de la siguiente manera:
p+ + p+ → p+ + p+ + 0
p+ + p+ → p+ + n + +
p+ + p+ → p+ + p+ + + + -
194
Los quarks.
Para lograr entender como funcionan los hadrones, que son partículas que
experimentan las fuerzas nucleares fuertes y comprenden a los bariones y mesones, se
debió abandonar la idea de interacción entre partículas con cargas eléctricas que eran
múltiplos enteros de la carga de referencia: el electrón (tiene carga -1), para incorporar
cargas fraccionarias, como por ejemplo: 1/3, -1/3, 2/3. A los nuevos componentes se lo
denominó quarks, pero para explicar la interacción se debió recurrir a una cantidad
necesaria de tres quarks. Para diferenciarlos se introdujo una novedad bastante abstracta:
el sabor. Esta característica es descrita de la siguiente manera:
1) Up (arriba) que utiliza como símbolo la letra u  con carga 2/3 del electrón.
2) Down (abajo) que utiliza como símbolo a la letra d  con carga 1/3 del electrón.
3) Strange (extraño) que utiliza como símbolo a la letra s  con carga -1/3 del
electrón.
El número bariónico de cada quarks es fraccionarios, es decir que B = 1/3. Se
establece que cada barión tiene tres quarks (qqq).
q = carga del quark.
Se comprueba una carga entera del protón de 1, mientras que la del electrón también
es entera pero negativa (-1)
Para una mejor comprensión de esta situación tan compleja se presenta en la página
siguiente la descripción de un protón, de carga positiva:
195
PROTÓN
DESCRIPCIÓN
NÚMERO BARIÓNICO
QUARKS
SÍMBOLO
B
q
CANTIDAD
3
3
1ro.
1/3
d = -1/3
2do.
1/3
u = 2/3
3ro.
1/3
u = 2/3
TOTAL
B = 1/3+1/3+1/3 = 1
Q = -1/3+2/3+2/3 = 1
Luego se descubrieron tres tipos más de quarks: Encanto (c), Fondez (b) y Tapez (t).
El Modelo Estándar comprende así a tres familias de partículas: 1) los seis leptones (sin
interacción fuerte); 2) los seis quarks (que forman los hadrones); 3) las partículas
intermediarias en las diversas interacciones. Los gluones son los mediadores para la
interacción fuerte de los quarks. Los fotones actúan en la interacción electromagnética,
las partículas W y Z para la interacción débil, y el gravitón para la interacción
gravitacional.
La idea de vórtice para el electrón, neutrón y protón y para el mismo átomo permite
esta enorme cantidad de partículas más pequeñas.
196
NEUTRÓN
DESCRIPCIÓN
NÚMERO BARIÓNICO
QUARKS
SÍMBOLO
B
q
CANTIDAD
3
3
1ro.
1/3
u = 2/3
2do.
1/3
d = -1/3
3ro.
1/3
d = -1/3
TOTAL
B = 1/3+1/3+1/3 = 1
Q = 2/3-1/3-1/3 = 0
q = carga del neutrón.
Para poder determinar los otros tipos de bariones es necesario introducir el concepto
de extrañeza. Dependiendo de cuantos quarks con extrañeza hay presentes, ésta
adoptará un valor 0, -1, -2, -3 de extrañeza.
Como podrá apreciarse, para describir la naturaleza de los bariones debe utilizarse una
complejidad conceptual de tal magnitud que merece un homenaje a la capacidad mental
del ser humano para abstraer lo que es imposible de visualizar.
El hombre de ciencia cree que en el interior del átomo no funciona la gravedad. Es un
error muy común pensar en cuerpos puntuales en el interior del átomo. Deben existir
197
pero son tan pequeñísimos que pese a que la gravedad actúa sobre ellos es imperceptible
por los sentidos del ser humano.
En el cuadro de la página siguiente, se detallan las múltiples posibilidades que
pueden adoptar las estructuras de los bariones:
EXTRAÑEZA
0
-1
-2
-3
CONSTITUCION DE QUARKS
CARGA
SPIN
udd
0
1/2
uud
+1
1/2
ddd
-1
3/2
udd
0
3/2
uud
+1
3/2
uuu
+2
3/2
dds
-1
1/2
uds
0
1/2
uus
+1
1/2
dds
-1
3/2
uds
0
3/2
uus
+1
3/2
dss
-1
1/2
uss
0
1/2
dss
-1
3/2
uss
0
3/2
sss
-1
3/2
198
La otra “cara de la moneda” de los quarks, son los antiquarks, que se denominan con
las mismas letras que aquellos pero con un guión encima de ellas:
_
_ _
_
q: ( d , s , u )
Cuando se combinan un quark con su antiquark, debemos hablar de mesón, en lugar
de barión. En estos el número bariónico siempre va a resultar ser 0 (-1/3+1/3 o +1/31/3).
El cuadro siguiente describe las posibles estructuras de mesones:
COMPOSICIÓN DE QUARKS CARGA
SPIN
EXTRAÑEZA
_
dd
0
0
0
_
s s
0
0
0
_
uu
0
0
0
¿Una nueva imagen del fotón?
El fotón es el constituyente principal de todas las radiaciones del espectro
electromagnético, desde las frecuencias de radio de onda larga, hasta los rayos cósmicos.
Se hace ineludible que el fotón debe surgir de la interacción de dos partículas
diferentes, porque de otra manera no podría explicarse que su spin sea igual a uno.
Recordemos que las partículas subatómicas tiene spin -1/2 y +1/2.
199
Como resultado de esa interacción de partículas opuestas, se verifica que su carga
total es cero, y no produce un campo eléctrico y magnético.
En el nuevo modelo de fotón, se considera que éste se encuentra en equilibrio
dinámico, formado por dos partículas, cuyas cargas son opuestas, por lo tanto son
atraídas mutuamente. Esta atracción está equilibrada por la fuerza centrífuga generada al
girar una respecto a la otra.
Pruebas experimentales recientes dan cuenta de las siguientes conclusiones:
1. La dualidad de la onda-partícula.
2. La razón por la que no es posible tener un fotón en reposo.
3. No es posible distinguir si un fotón es emitido por materia o antimateria, este
solo hecho sugiere que el fotón debe tener dos cargas eléctricas opuestas.
4. Debido a las cargas eléctricas que son afectadas por electrones externos de la
materia, se entiende bien el fenómeno de la difracción y la refracción, tanto
como las diferentes formas de interferencia obtenidas, de una o dos ranuras.
5. Se verifica claramente las trayectorias de fotones en polarizaciones lineal y
circular.
Se dice que un electrón y un positrón (su antipartícula) cuando se encuentran se
aniquilan produciendo un fotón. Instantes previos a ese momento, durante un fugaz
espacio de tiempo, ambas partículas se unen formando una asociación única. Giran
alrededor de un centro común denominada danza de la muerte. ¿Realmente desaparece
la materia y solamente queda una onda? Al fotón no se le atribuye ninguna carga, lo que
200
no significa que tampoco tenga masa.
Hace bastante tiempo que busco algún fenómeno en el espacio, que ocurra
frecuentemente, y que pueda relacionarlo con la interacción fotónica. La que más ha
impactado en mí es la que se detalla en la siguiente figura.
Confieso que quedé asombrado con la interacción que describe la fotografía de las
Antenas de la figura siguiente:
Figura N ° 58
Encuentro una asombrosa similitud con la denominada danza de la muerte. Esta
similitud es totalmente abstracta, pues es imposible observar el interior del átomo. Pero
las manifestaciones o huellas que ese fenómeno deja en los aceleradores producen una
asociación inevitable de este tipo. No existe en el Universo una imagen análoga a ésta.
Si Kelvin y Maxwell observaran esta fotografía volverían a actualizarse sus ideas sobre
los vórtices, no solo en el átomo, sino en el propio Universo.
201
Realmente es asombrosa la excelente intuición científica que exhibían esas mentes
brillantes. Paradójicamente hoy, con todos los adelantos tecnológicos, los potentes
telescopios, tanto terrestres como espaciales, no existen científicos con esa capacidad
de comprensión, que permitan a la ciencia, conseguir resultados en forma anticipada a
los acontecimientos de laboratorio.
El fotón tiene spin uno, significa que deben unirse dos partículas con spin +1/2. Es
decir que deberían estar alineados. Pero como la idea de spin no tiene un correlato
perfecto con la naturaleza, se hace muy difícil su comprensión.
Una forma que facilita la comprensión del funcionamiento de una espiral o vórtice es
descrita a continuación.
Figura N ° 59
Si observamos detenidamente un péndulo simple, sin posibilidades de fricción alguna,
202
describe una gráfica similar a un oscilador común con círculos concéntricos, con
un comportamiento con tendencia a regresar siempre al punto de partida, con su
correspondiente figura senoidal como lo describe la figura siguiente:
Pero cuando surge una pequeña fricción en el sistema tenemos una situación que tiene
una inclinación a finalizar en el punto de origen, hacia lo que se denomina atractor. La
gráfica siguiente corresponde entonces a un movimiento amortiguado:
Figura N ° 60
Cuando se analiza la interacción de dos cargas opuestas, se observa que la energía se
comporta siguiendo una gráfica de este tipo. A medida que el radio disminuye hasta
una posición denominada umbral. A partir de allí comienza a acercarse al eje de las x en
su representación gráfica.
Increíblemente, la comunidad científica, no logra conectar lo que pasa dentro del
203
átomo con lo que ocurre en el Universo. La limitación más grande que tienen es la falta
de imaginación. Un átomo es como una pequeña galaxia, como un pequeño vórtice,
pero sus partículas subatómicas no son cuerpos puntuales, como lo son los componentes
de nuestro Sistema Solar, sino que a su vez los protones, neutrones y electrones tienen
que tener la misma configuración estructural. La equivocación de nuestros intérpretes
científicos es creer en la puntualidad de las subpartículas. En esa situación planteada la
gravedad no encaja, pero debe funcionar adecuadamente para las partículas últimas más
pequeñas. Ocurre que en las galaxias tampoco parece funcionar la gravedad de Newton,
ni siquiera la de Einstein. El hombre habita en un lugar en el Universo donde la
gravedad funciona a la perfección. Si pudiéramos observar las partículas últimas del
átomo, que deberían ser puntuales, la fuerza gravitatoria encaja perfectamente. Los
aceleradores dan cuenta de que, las consideradas partículas fundamentales, a su vez,
están estructuradas en pequeñas asociaciones de componentes aún muchísimos más
pequeños. La mente humana no puede comprender que existan mecanismos
tremendamente invisibles dentro del átomo. En realidad los mecanismos que existen en
lo macro, existe a nivel micro.
Las piezas del rompecabezas universal encajan con total precisión. Lo que no
posibilita armarlos adecuadamente es la falta total de libertad para pensar diferente o, en
otras palabras, la falta de criterio para conocer que no se necesitan incontables
dimensiones, no detectadas en la realidad cósmica, para unir la realidad cuántica con la
realidad relativista. Ambas realidades son parte vital de un complejo mecanismo que
posibilita la evolución de todo lo que observamos. Debemos ir más allá de lo que
204
imaginó Maxwell: el átomo es un vórtice de energía y materia, sus componentes
internos también lo son. En fin, el átomo no es más que
una conjunción de
innumerables vórtices de energía y materia que se combinan con otros remolinos
similares de otros átomos.
Solamente bajo esa visión del mundo un electrón puede
unirse a otro, sin causar serios desastres a su alrededor. Vórtice con vórtice, pero con
spin diferente. Igual que las galaxias que vemos unirse en el espacio. En el Cosmos todo
se une bajo esas reglas maravillosas. Lo que abunda en el Universo es exactamente lo
mismo que abunda en el interior del átomo.
205
CAPITULO 13
¿Cuáles son las fuerzas fundamentales de la naturaleza?
Luego de muchos años de investigación científica, tratando de dilucidar la mecánica
de los diferentes movimientos que observamos, se ha establecido la existencia de cuatro
fuerzas elementales en la naturaleza: la gravedad, la electromagnética, la fuerza nuclear
fuerte y la débil. El ingenio de la mente humana ha permitido descubrirlas, pero lo que
no puede lograr es encontrar una teoría que
integre a las cuatro fuerzas como
explicación del todo en el Universo.
La gravedad
La gravedad es una fuerza considerada fundamental, que actúa atrayendo los cuerpos
hacia el centro de masa de todos los fenómenos celestes. Si bien parece ser la más débil
de las fuerzas, tiene una posición privilegiada a la hora de analizar los movimientos en
nuestro Sistema Solar e inclusive lo que ocurre dentro de nuestra atmósfera. Esta fuerza
tiene un comportamiento muy claro, que fue descubierto por Isaac Newton: su
intensidad disminuye con el cuadrado de la distancia que separa a dos cuerpos.
Esta fuerza fue explicada en 1687, por Newton, a través de su famosa ley de la
Gravitación Universal que queda plasmada en la fórmula siguiente:
F = G . m1. m2
r2
206
El término G representa a la constante de gravitación universal que es igual a 6,67 x
10-11 N/m2 . Kg2., en tanto m1 y m2 son las masas de dos cuerpos que interactúan entre sí
y r2 es el radio que expresa la distancia entre ellos, al cuadrado. Esta ley explica
cabalmente las órbitas de los planetas alrededor del Sol, lo que permitió al científico
francés Urbain Le Terrier (1811-1877) y al inglés John Couch Adams 81819-1892),
establecer en qué posición debía encontrarse el nuevo planeta que perturbaba las órbitas
del planeta vecino y que luego resultó ser Neptuno, descubierto por el astrónomo
alemán Johann Galle (1812-1910), un tiempo después.
Si bien esta ley describe acertadamente los movimientos orbitales de los planetas de
nuestro sistema, no podía explicar las anómalas órbitas de Mercurio, pues el eje mayor
de su elipse se desplazaba constantemente sin razón aparente para la Mecánica Clásica.
Debió solucionar este conflicto el genial Albert Einstein con su teoría de la Relatividad,
que considera a la gravedad, no como una fuerza, sino como la deformación que los
cuerpos con masa producen en el espacio-tiempo. Las fórmulas matemáticas de este
físico teórico alemán, coinciden con los movimientos anormales de Mercurio.
Existe una inevitable limitación del alcance de esta fuerza y es que en el espacio
existente entre cuerpos celestes, su influencia es insignificante, es decir que en esas
zonas reina la ingravidez o gravedad cero.
Otra limitación importante de la gravedad es que parece no actuar a escalas
subatómicas, como así también cuando analizamos las velocidades de los cuerpos
estelares en una galaxia. En ambos casos no puede describir el funcionamiento, lo que
permite intuir que esta fuerza no tiene un carácter universal como se pretende establecer.
207
La fuerza de gravedad explica solamente fenómenos locales referidos a cuerpos con
masa puntuales, como son las interacciones entre planetas. Cuando el fenómeno celeste
tiene una distribución de su densidad, diferente a la de un cuerpo con masa puntual,
comienzan las dificultades para una explicación razonable.
La gravedad es la más débil de las fuerzas conocidas, es decir que a mayor distancia,
menor atracción. Además, si se acepta la expansión del Universo como una realidad
inmutable de la naturaleza esta fuerza irá perdiendo paulatinamente su capacidad de
atracción hasta desaparecer totalmente, a excepción de que el Cosmos ingrese en un
proceso de contracción, al que los científicos llaman Big Crunch (Gran Contracción).
El modelo de Universo planteado en esta obra responde a las características de una
espiral o vórtice. Por lo tanto, así como la Ley de Gravitación Universal, no puede
aplicarse rigurosamente al fenómeno galáctico, porque no describe correctamente las
velocidades radiales en su estructura, tampoco podría aplicarse para explicar los
movimientos galácticos y de los cúmulos de galaxias, ya sean abiertos como cerrados,
dentro de la complejidad cósmica. En esos casos tampoco funciona la teoría relativista
de la gravitación para una descripción coincidente con la realidad observada. No
podemos justificar muchos fenómenos que involucran cuerpos con masa distribuida de
una manera diferente a lo que ocurre con un planeta.
Como la hipótesis que manejo para la estructura del átomo y sus partículas más
importantes, el protón y el electrón, responderían a una forma de vórtice, se entiende
por qué la gravedad no puede responder al mecanismo que tan bien responde la
Mecánica Cuántica. No existen cuerpos puntuales mayores en el interior del átomo.
208
Solamente las partículas más pequeñas que integrarían a esas espirales (protón y
electrón) podrían tener cuerpos con masas puntuales. Por analogía, se podría establecer
que sistemas solares como el nuestro, con una estrella o dos y planetas girando a su
alrededor, con lunas, a su vez girando alrededor de éstos, integrarían las partículas
últimas del átomo. Pienso que la ubicación similar a la que la Tierra ocupa en una
galaxia, es ocupada por partículas dentro del electrón o del protón. A estas partículas
puntuales podría aplicarse la fuerza de gravedad sin problemas, pero debido a la
imposibilidad de visualización física y ante las insignificancias de sus masas parecería
imposible una determinación matemática de la gravedad subatómica.
Esta idea podría responder el por qué, debemos hablar de probabilidades, cuando
hablamos de la posibilidad de encontrar un electrón en una determinada región del
interior del átomo. Ahora entiendo perfectamente la idea que constantemente
preocupaba a Albert Einstein: “Dios no juega a los dados”. Coincido plenamente con
esta noción de perfección de las leyes de este mundo, lejos de la que pregonan aquellos
científicos que todavía defienden la Teoría del Big Bang.
Si se analiza como las estrellas parecen surgir, luego de atravesar determinadas líneas
orbitales en nuestra galaxia, entenderíamos por qué un electrón, en determinadas
circunstancias, absorbe energía y en otras libera energía.
Luego de observar detenidamente las uniones más comunes y habituales en el
Universo, he llegado a la conclusión de que éstas tienen la apariencia de dos galaxias de
giro opuesto que se unen sincronizadamente, muy lejos de la idea que imponen algunos
científicos, que habla de colisiones galácticas. Esta interacción es la única que podría
209
explicar cómo un fotón produce un electrón (con carga negativa) y un positrón (con
carga positiva), como así también como estos dos componentes producen un fotón. Si
recordamos que un fotón carece de una carga predominante no resulta descabellado
pensar que las respectivas cargas se anulan mutuamente, anulando simultáneamente el
campo magnético y el campo eléctrico. Experiencias recientes dan cuenta de que un haz
de luz coherente, como puede ser un láser, al ingresar a un campo magnético generado
por un hilo magnético en forma de espiral, similar a un resorte, produce un efecto
similar en la trayectoria de la luz. Creo que el fotón no tendría existencia si no existieran
cargas opuestas en forma de espiral que interactúen mutuamente.
La anulación de las cargas permitiría al fotón moverse independientemente de
influencias eléctricas y magnéticas.
Esa misma realidad preveo para el famoso, neutrón con la diferencia de que el fotón
respondería a la energía (vendría a ser el alma de dicho fenómeno) mientras que aquel
sería la masa (el cuerpo) distribuida en forma de vórtice, con mayor densidad cerca del
núcleo y una menor cuando se aleja de él. Como las cargas también se anulan, el
neutrón puede moverse, sin ser influenciado sustancialmente por campos magnéticos o
eléctricos. Esta sería la razón por la cual podemos llegar a impactar un neutrón, en un
núcleo de uranio, en el caso de una bomba atómica, o cuando generamos energía
nuclear en forma industrial. Esta idea permite además explicar cómo un neutrón
a su vez puede separarse en partículas con cargas opuestas.
Considero de vital importancia analizar profundamente las asociaciones galácticas
para una mejor comprensión del funcionamiento atómico. El Universo es una imagen
210
especular de lo que sucede en el interior de un átomo. No puede ser de otra manera, este
le da estructura a aquel.
Las múltiples radiaciones (radio, infrarrojo, luz visible, ultravioleta, rayos x, rayos
gamma) tendrían una explicación razonable. Si se analizan las radiaciones en una
galaxia, existen zonas espaciales de alta ionización y otras de escasa producción de
iones.
El siguiente gráfico describe aproximadamente las longitudes y frecuencias de ondas
de las radiaciones conocidas y su relación con el proceso de ionización:
RADIACIONES NO IONIZANTES
RADIO
INFRARROJO
LUZ VISIBLE
RADIACIONES IONIZANTES
ULTRAVIOLETA
RAYOS X
RAYOS GAMMA
Figura N° 62
Las frecuencias y las longitudes de ondas son mutuamente influenciables de tal forma,
que su velocidad, similar a la de la luz, no puede modificarse, es decir si disminuye una
variable, aumenta la otra y viceversa.
Cada una de las diferentes tipos de ondas lleva implícita una energía. Cuando mayor
es la frecuencia de onda, mayor es la energía que transporta. Los rayos gamma son las
radiaciones con enormes energías, por lo tanto su frecuencia también resulta elevada.
211
La interacción gravitatoria es atribuida a una nueva partícula llamada gravitón, para la
que se le asigna un spin con valor 2 y se la compara con las ondas gravitacionales. Esta
partícula aún no fue detectada pero existe en la mente de todo físico que defiende la
Mecánica Cuántica.
La fuerza electromagnética.
La fuerza electromagnética interactúa con aquellas partículas con algún tipo de carga
eléctrica, como los electrones y quarks. Sabemos que existen dos tipos de carga:
positiva y negativa, por lo tanto esta fuerza produce una influencia varias veces más
intensa que la fuerza gravitatoria, que es muy débil.
Así como dos polos iguales de un imán se rechazan y dos polos diferentes se atraen,
con las cargas eléctricas sucede exactamente lo mismo. Cargas eléctricas positivas,
igual que cargas negativas, se repelen, en cambio una carga positiva y una negativa se
atraen.
Pero los científicos piensan que esta fuerza tiene poca interacción a nivel planetario,
es decir que presumen que las cargas son anuladas dejando al descubierto solo la fuerza
gravitatoria como causa de sus movimientos alrededor del Sol.
Pero estas fuerzas se hacen fuertes a nivel atómico, explicando acertadamente el
mecanismo a escala atómica y subatómica. La interacción entre protones y electrones
responde a una acción de este tipo. Pero para su explicación debemos citar nuevamente
al misteriosos fotón. Éste es emitido, produciendo luz visible, cuando un electrón salta
212
de una órbita alejada del núcleo a una cercana al mismo. En cambio cuando regresa de
ese lugar y orbita más lejos del núcleo, se produce un fenómeno de absorción de energía.
La fuerza nuclear fuerte.
Esta fuerza es la que mantiene unidos a los quarks, dentro del protón y el neutrón.
Pero además permite que ambas partículas subatómicas permanezcan en el núcleo e
interactúen. Los científicos creen que el responsable de la interacción es el gluón, de
spin igual a 1. Para referirnos a esta fuerza debemos introducir el concepto de
confinamiento y de colores (aún no comprendido por el sentido común). Los colores
que intervienen son el azul, el rojo y el verde, es decir aquellos que un televisor utiliza
para generar las gamas que se observan en él. Existe una restricción importante: no
puede haber una manifestación unilateral de un solo color. Las posibilidades deben dar
por resultado un resultado blanco, que puede estar originado por las diferentes
posibilidades que se detallan a continuación:
1) Tres quarks (uno verde + uno azul + uno rojo) = blanco  un protón o un
neutrón.
2) Un quark y un antiquark rojos, un quark y un antiquark azul, un quark y un
antiquark verde = blanco  mesón
3) Puede ocurrir que se sumen gluones con esos colores formando = blanco 
cúmulo o bola de gluones.
213
En situaciones normales de energía, la fuerza nuclear fuerte resulta muy intensa, pero
en cambio cuando actúan influenciados por energías superiores, como en los
aceleradores de partículas, su actividad disminuye considerablemente, dejando una
libertad de acción a los quarks, difíciles de detectar con otras energías.
La fuerza nuclear débil.
Esta fuerza cobró importancia cuando los científicos Abduz Salam y Steven Weinberg,
en 1967, propusieron la teoría que la integraba a las otras fuerzas: electromagnética y
fuerte. Para ello introdujeron el concepto de bosón e identificaron a tres: W +, W- y W0
con energías del orden de 100 Gev (Giga electrón-voltios). Esta fuerza es la responsable
en la radiactividad y actúa con partículas exclusivamente con spin 1/2.
Esta teoría es un ejemplo más, de cómo las especulaciones teóricas se anticipan a las
experiencias. Cuando esas previsiones se verificaron posteriormente, en los aceleradores
de partículas, ambos científicos recibieron el Premio Nobel de Física.
Es difícil imaginar una fuerza que actúe aislada en la naturaleza. Siempre está
asociada a otra opuesta. En un momento de la historia de la humanidad, Albert Einstein
intentó encontrarle compañía a la fuerza de gravedad, pero la idea de la expansión,
terminó con sus aspiraciones de unificarlas. Si existe una fuerza que los atrae, debe
haber una acción que equilibre esa situación, y las aleje.
Habría que evaluar seriamente si la gravedad, en lugar de una fuerza aislada de la
naturaleza, es una de las dos caras del electromagnetismo. Si recordamos que los
214
cuerpos celestes, pertenecientes a nuestro Sistema Solar, poseen campos magnéticos,
con el Sol como máximo referente. Podremos estar en los albores de que la gravedad no
es otra cosa que una manifestación de la relación electricidad-magnetismo. La famosa
constante cosmológica de Einstein podría ser la contrapartida, posibilitando así que
exista un cierto equilibrio en el Universo.
La gravedad no es aplicable a todos los nuevos fenómenos ¿Es una manifestación
parcial de una interacción a mayor escala en el Universo? Nos esperan tiempos de
nuevos conocimientos. Nada es inalterable en él.
Existe una tremenda similitud entre las fórmulas de la gravitación y la interacción
eléctrica. Seguramente una inspiró a la otra. Las dos introducen una constante; en la
gravitación intervienen dos cuerpos con masa, mientras que en la eléctrica actúan dos
cuerpos con carga eléctrica. El cociente es igual en ambos casos: el radio al cuadrado.
Es decir el cuadrado de la distancia que separa a ambos cuerpos.
Fg = G . m1 . m2
r2
LEY DE LA GRAVITACIÓN UNIVERSAL
F = k . q1 . q
r2
LEY DE COULOMB
La constante G (Constante de gravitación) equivale a 6,67.10 N-11. m2/ Kg2.
La constante k (Constante de permitividad dieléctrica) equivale a 8,9874 . 109 N.
m2 /C2.
Un análisis profundo que intente establecer relaciones entre estas fórmulas, permitirá
desentrañar esta especie de enredo conceptual, en el que está involucrada la comunidad
215
científica de nuestros tiempos.
216
CAPITULO 14
El vórtice y los interrogantes misteriosos de nuestro Sistema Solar.
Existen muchos interrogantes que el hombre aún no ha logrado contestar a lo largo de
la historia que construye pacientemente. Uno de los temas que más me intriga, es aquel
referido a los períodos de altas temperaturas que envuelven a nuestro planeta, en ciclos
que varían luego de muchos años. Aproximadamente cada trescientos millones de años
el sistema en el que orbitamos, es afectado por un aumento considerable de temperatura.
Parece ser que desde hace muchísimos años este proceso sincronizado es reiterado
cíclicamente. Hay vestigios de que nuestro planeta ha sufrido épocas de calentamiento
y luego ha debido soportar períodos de glaciaciones. Increíblemente las historias se
repiten sin una explicación razonable.
La Tierra atraviesa por cuatro estaciones en el transcurso de un año calendario: verano,
otoño, invierno y primavera. Esto responde a que nuestro planeta tiene un movimiento
de traslación alrededor del Sol. Además nuestro satélite natural: la Luna, produce una
inclinación en nuestro eje que complementan las posibles causas de aquellas variaciones
estacionales.
Nuestro Sistema Solar no debe escapar a un movimiento relativo similar en la galaxia.
Estos procesos repetitivos son asimilables a nuestras estaciones. Los veranos del
sistema producen una destacada elevación de la temperatura. Las glaciaciones serían
producto de inviernos parecidos a los locales. La forma determinada en esta obra, para
217
el Universo: la espiral o vórtice, puede explicar razonablemente la variación de
temperatura, cada trescientos millones de años. El movimiento de nuestro sistema, en
los brazos de la espiral galáctica, debe responder a una sincronización no prevista por el
hombre de ciencia.
Siempre ha existido además, una considerable emisión de dióxido de carbono (CO2),
pues parece ser un ciclo provechoso para la vida en nuestro planeta, pero en la
actualidad, sus niveles se han elevado a tal extremo que hace peligrar todo signo de vida:
terrestre, aérea y acuática. El hombre deberá adecuarse a los nuevos requerimientos del
hábitat en el que se encuentra inserto. Se estima que para el 2050 los niveles de dióxido
de carbono serán extremos. Lamentablemente la actividad industrial y comercial del
hombre, resigna algunas prioridades muy importantes para la Tierra.
En los últimos años los sucesos catastróficos naturales han cobrado una rutina muy
peligrosa. Terremotos, volcanes, huracanes, tsunamis, tifones, derretimiento de los
hielos polares y glaciares. Estos procesos internos de la Tierra, pueden estar originados
por transiciones de nuestro Sistema Solar dentro de la galaxia y por movimientos de
ésta en el propio Universo. Han quedado registrados, en las rocas, como recuerdo de
nuestro clima, variaciones en el campo magnético. Es decir que existen épocas donde la
brújula se orienta al norte y otras en donde se dirige hacia el sur. Esas orientaciones han
quedado grabadas en el interior de la roca, observando claramente la disposición
diferente que se ha producido a lo largo de muchos años. Significa que nuestro planeta
cambia su polaridad ¿Por qué? Si seguimos la Teoría del Big Bang, no podremos
responderla fehacientemente. Pero la hipótesis que se introduce en esta obra podría
218
explicar razonablemente esa variación magnética.
La Tierra tiene un movimiento llamado de presesión muy misterioso. Este
movimiento produce una oscilación completa en el término de muchos años. Produce
una elipse en las bases de los conos imaginarios opuestos, teniendo como punto de giro
a nuestro planeta. Este movimiento no tiene una explicación satisfactoria a la luz de la
Teoría de la Gran Explosión. Nuevamente la hipótesis aquí establecida podría marcar un
rumbo diferente en la cosmología.
Recientemente la NASA ha descubierto portales magnéticos en nuestro planeta a
través de los cuales, el Sol crea una conexión desconocida hasta hoy entre él y nuestro
hogar. Parece ser que este fenómeno se da en forma reiterada en la historia de la Tierra.
De comprobarse que esa interacción es parte importante de un sistema integral, mucho
mayor en magnitud, que el que piensan los defensores del Big Bang, estaríamos en
presencia de una explicación del Universo, que se amiga con lo que se establece en esta
obra.
Las recientes noticias de desastres naturales en nuestro planeta Tierra, productos de la
actividad interna del núcleo, nos transportan a una explicación externa, con el Sol como
motivador importante. Sólo cabe preguntarse cuál es la influencia de la galaxia sobre él.
Además debe contemplar la acción del Universo sobre nuestra galaxia.
Según la teoría que se defiende en esta obra, la extinción de los dinosaurios debe
responder a un ciclo que termino con los seres de ese tiempo. No debe preocuparnos
mucho, pues la vida se recicla constantemente en nuestro planeta. Algunas especies
desaparecen pero otras nuevas surgen misteriosamente. No podemos negar que el
Creador le ha dado iguales oportunidades de existir a todos los seres vivos.
219
CAPITULO 15
¿La vida surgió aquí o en el espacio?
Se ha afirmado hasta el cansancio de que la vida, aquí en la Tierra, ha surgido en los
océanos, de la interacción de aminoácidos. Se hace mención a un “caldo primitivo” que
sirvió como disparador de la vida, dando nacimiento a miles de especies que han
evolucionado hacia diferentes variedades. Se presume que los primeros organismos no
necesitaban oxígeno, es decir que eran anaerobios, y que con el transcurso del tiempo, a
medida que la existencia de ese elemento tan vital para la vida, fue creciendo en
disponibilidad, aparecieron los primeros organismos aerobios. Estos organismos vivos,
entre los que se cuenta la especie humana, necesitan del oxígeno para vivir.
Investigaciones actuales brindan indicios de la posibilidad de que la vida, tal como la
conocemos, se haya originado en el espacio y haya llegado a nuestro planeta a través de
un medio que lo transportó hacia aquí. Este medio de transporte podría ser un meteorito
o algún cometa.
Si hacemos historia de los innumerables impactos, de elementos similares a los
señalados, que nuestro planeta ha soportado, se comprenderá que esta hipótesis no es
220
descabellada. El estudio de la evolución de la vida nos muestra que existieron especies
que surgieron y luego se extinguieron. Marcadamente y continuamente se suceden
situaciones de este tipo. Recordemos simplemente la extinción de los dinosaurios, hecho
que aún permanece sin una explicación verificable en su totalidad, pese a que se han
desarrollado algunas
que introducen la posibilidad de un impacto de un objeto
proveniente del espacio.
Existen huellas que muestran el efecto devastador de meteoritos u objetos similares.
Si se destaca la enorme energía potencial que puede desplegar el choque de un cuerpo
de esa naturaleza, se puede entender, cómo un hábitat como el nuestro, puede recibir
consecuencias tan catastróficas.
El físico austriaco Edwin Schrödinger, en una obra olvidada y muy interesante ¿Qué
es la vida?, prevé que la vida habría sido “sembrada” desde el espacio. En virtud de las
nuevas noticias, producidas por investigaciones recientes, toma importancia la idea
subyacente en sus pensamientos, del origen extraterrestre de la vida. Esa idea que
parecía fuera de toda razón humana en aquellos tiempos, hoy es totalmente posible.
Existen radiaciones en el espacio, originadas por la polarización circular de la luz, que
producen un efecto muy importante en la fabricación de los ladrillos de la vida: los
aminoácidos. Además de estructurar a los organismos con vida, se ha comprobado que
éstos pueden tener dos tipos de manifestaciones, una de tipo levógiro y otra de tipo
dextrógira, Una tiene un sentido antihorario y la otra un sentido horario. Es asombroso
descubrir que, en nuestro planeta, los signos de vida tengan exclusivamente, en sus
proteínas, una orientación levógira. Si la hipótesis de que el Universo tiene una forma
221
relativamente, como lo imaginaba Albert Einstein, y que tiene un movimiento de
rotación, podríamos suponer que la vida, en un hemisferio (si fuera norte y con el
mismo sentido de giro, como en nuestro planeta) tendría un comportamiento levógiro.
La radiación viaja a través del espacio como un tornillo. Es decir que si el Universo rota
hacia la derecha, como la Tierra, estaríamos en el hemisferio norte del Cosmos y los
aminoácidos viajarían con un giro de tornillo hacia la derecha.
Pero ya hemos afirmado que esa estructura formal está vedada, pues lo que se observa
tiene una combinación de giros opuestos. Es decir que adoptamos una forma de vórtice
o espiral, lo que permite una interacción entre galaxias de diferentes rotaciones.
Si se relaciona a este fenómeno con el corrimiento hacia el rojo en el espectro
entenderemos esta proposición.
Si esta hipótesis es adecuada, seguramente en las galaxias con un determinado spin,
los aminoácidos podrían tener una polarización de giro hacia la izquierda. Este
fenómeno estaría conectado con la fuerza de Coriolis, explicada cuando se describió una
hipotética rotación del Universo. Entretanto, en las galaxias con spin diferente a
aquellas, los aminoácidos deberían tener sentido de rotación hacia la derecha.
En la actualidad, se esperan noticias de rastros de aminoácidos levógiros en algún
cometa para corroborar si esta hipótesis de que los bloques de construcción de las
proteínas fueron creados en el espacio interestelar y fueron transportados mediante
cometas o meteoritos a la Tierra.
Si la hipótesis es correcta, sería interesante encontrarnos con una generación, con
estructuras similares, pero diferentes a las nuestras en cuanto a su forma de rotación.
222
Los que sobrevivan a la fusión de nuestra galaxia con la de Andrómeda, en un futuro
muy lejano, podrán constatarlo.
223
CONCLUSIÓN
Imaginar un mundo diferente a lo planteado por algunos autores, muy arraigados al
pensamiento general de la comunidad científica, es una tarea difícil, pero que puede
permitirse en días como los que vivimos hoy. La especie humana se está desviando de
los valores que marcan una raza inteligente. Como lo expresa un gran psiquiatra de
nuestro tiempo, Augusto Cury, en su obra “Padres brillantes, profesores fascinantes”,
“…Estamos construyendo la historia en contra del grito de millones de células que
nos dicen lo contrario…” El hombre se ha transformado en un destructor de sus
admirables conquistas. Se ha perdido el amor, el respeto, la justicia, la solidaridad.
Resulta que el átomo actúa en forma más “racional” que el ser humano: Ellos se
comportan siempre igual, con una extraordinaria tendencia a asociarse a otros. El
hombre acciona en forma totalmente opuesta. Basta nombrar los innumerables estragos
que el mismo produce diariamente a nuestro solidario planeta, para verificar la acción
de aquel animal inteligente que lo habita.
Como si fuera poco, también atenta contra el mismísimo átomo, haciendo colisionar a
las partículas que lo constituyen, a enormes velocidades, alcanzando energías enormes.
Estas pruebas son realizadas en los aceleradores que son en última instancia el nuevo
anfiteatro del conocimiento científico.
Pensar que el Universo se expande hacia límites desconocidos, hacia un final incierto
y sombrío, no sería obra de alguien con atributos de inteligencia, armonía y amor. Me
resisto a pensar en un mundo impregnado por un mensaje humano tan catastrófico como
224
lo establece la expansión. Seguramente el Universo ya no existiría en esas condiciones,
tan alejadas de aquellas apreciables características observadas por el astronauta que
regresaba a la Tierra. Defiendo firmemente la idea de un mundo cohesionado y regido
por leyes más inteligentes que la que propone la Teoría del Big Bang. Abro las puertas a
una realidad cósmica mejor, en las que las interacciones entre opuestos es tan
importante y vital, como la vida misma. Una lucha incansable entre entes diferentes que
permite que la evolución sobreviva y regenere nuevos escenarios, jamás imaginados por
el hombre.
Albert Einstein vivió intrigado con aquella idea que lo acompañó hasta su muerte
”…Sólo quisiera saber lo que pensaba Dios cuando hizo el Universo, lo demás son
detalles…”. Otros, como Stephen Hawking, en su obra “Historia del tiempo. Del Big
Bang a los agujeros negros”, piensa que “…si el hombre descubre una teoría
completa o única del Universo, sería el triunfo definitivo de la razón humana,
porque entonces conoceríamos el pensamiento de Dios…”. Sin embargo en la
actualidad (2010) Hawking, en su nuevo libro “El gran diseño”,
le quita toda
posibilidad de diseñador a Dios, manifestando que el Universo surgió simplemente
gracias a las leyes de la Física.
Para conocer el pensamiento del Creador, no es necesario ir a las alturas e imaginarse
una realidad muy compleja, plagada de ecuaciones matemáticas, muchas sin explicación
práctica. En primer lugar debemos, firmemente, creer que Dios existe, recién a partir de
allí podemos intentar encontrar la respuesta. Para que ello suceda, simplemente
debemos mirar con mucho detenimiento a nuestro alrededor, en cada obra suya se
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encuentra la fuente de sus pensamientos: inteligencia, armonía y amor.
Por más que busquemos, no encontramos en este maravilloso mundo en que vivimos,
un origen en las condiciones planteada por la Teoría del Big Bang. Quieren asignarle a
la naturaleza características difíciles de relacionar con un ser de inteligencia extrema,
como considero a Dios.
Todo lo que me ha sucedido en la vida ha tenido un desarrollo progresivo, siempre de
menor a mayor, de la simplicidad a la complejidad, este libro nació con una sencilla
idea sobre algunas incoherencias de la teoría del Big Bang, luego comencé a reunir
información y a analizarlas. Fue creciendo paso a paso; cada día que transcurría,
aportaba algo nuevo a las ideas originales. Al principio imaginé un mundo esférico
como lo pensaba Einstein, pero las observaciones actuales invalidan una configuración
de ese tipo. Este texto comenzó como una suave brisa y terminó arrasándome como un
vórtice, esa figura que dio los fundamentos más profundos a mi mensaje.
Una sola cuestión llena de intrigas las esperanzas que poseo de un mundo mejor,
cuando leo en la Biblia lo siguiente: “No hay que quitar, ni que añadir en las
admirables obras del Señor, ni hay quien pueda comprenderlas. Cuando el hombre
hubiera acabado, entonces estará al principio; y cuando cesare, quedará absorto”.
Volviendo a la analogía expresada en el inicio, parece que cuando llenamos el vaso de
conocimientos, con muchísimo esfuerzo, “alguien” muy importante en el Universo nos
amplía la capacidad del vaso, o simplemente cuando logramos llenarlo, ese “alguien”:
Dios, nos vuelca el contenido, para que volvamos a intentarlo, nuevamente hasta el fin.
Puedo extraer dos conclusiones importantes de ello: cuando comprendemos la
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mayoría de las leyes, éstas cambian o simplemente cuando logramos comprender casi
todo, no nos queda posibilidad de seguir viviendo. La vida no continúa. Aún así, es
mucho más alentador que pensar que alguien como el Creador, con una inteligencia
incomprensible por el hombre, haya diseñado un Universo como el hombre de ciencia
actual lo imagina: con horizontes tan sombríos y lejos del orden y equilibrio que
requiere para un funcionamiento armónico.
En este momento de la historia debemos tomar decisiones cruciales, levantar el ancla
que nos ha dejado, tanto a la comunidad científica, como aquellos que formamos el
común de la gente, detenido en aguas que siguen su evolución inexorablemente. Parece
ser que la Teoría del Big Bang es el vaso que el hombre de ciencia ha llenado por
espacio de un largo tiempo, con un enorme esfuerzo mental, más que real; pero en esta
circunstancia el Creador no quiere volcar el contenido, o no
quiere agrandar las
dimensiones del contenedor. Ha dejado que seamos nosotros mismos los que hagamos
esa tarea. Debemos darnos cuenta del error que cometemos, que no es otra cosa que no
interpretar todo lo que vemos, como algo maravilloso, incomprensible, inalcanzable
para nuestros sentidos.
Constantemente percibo el uso del concepto colisión, para describir los fenómenos
que ocurren en nuestro mundo, cuando chocan dos o más cuerpos. Lo que rescato de las
increíbles imágenes del Hubble tiene que ver más con una interacción, entre opuestos,
perfectamente establecida, y no como el encuentro accidental u ocasional en el espacio.
Existen muchísimas más colisiones en los aceleradores de partículas diseñado por el
hombre, en la Tierra, que en toda la inmensidad del Universo. Y pensar que un célebre
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investigador de los cielos expresó una vez: “Si hubiera estado presente durante la
creación, hubiese podido dar consejos muy útiles”.
El lector seguramente se preguntará qué autoridad tendré para desafiar a aquellos que
han construido este maravilloso edificio que se llama conocimiento humano y que es el
producto de eslabones que se fueron engarzando en un proceso largísimo de espaciotiempo. Soy simplemente un observador de todo lo que existe, y que en ese todo, he
conocido a alguien: mi esposa, que lleno mi vida, como el agua al vaso, que me
posibilitó construir “pequeños mundos”: mis hijos. Todo lo que me pasó en la vida
comenzó siempre simple, me enamoré, sin darme cuenta, me desarrollé a través de
mucho tiempo, he visto nacer y crecer todo a mi alrededor, en armonía, esa que solo
puede garantizar una de las leyes fundamentales que existe en el Cosmos: el amor.
Simplemente ¡Déjenme soñar con un mundo mejor!
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GLOSARIO
Acelerador de partículas: aparato para acelerar partículas atómicas con carga eléctrica
a altísimas velocidades. La acción de potentes campos eléctricos logra que la energía
cinética se eleve lo suficiente, en Gev, como para observar las partículas que se separan
producto de las colisiones generadas en la experiencia. Estos aceleradores pueden ser
circulares o lineales.
Agujeros negros: región del espacio-tiempo que debido a su intensa fuerza de gravedad
atrae a todo los cuerpos celestes con masa, incluyendo a la luz. Según el autor no es más
que un lugar en el espacio-tiempo en que se conjugan dos fuerzas opuestas, y que no
representa más que vacío o en su defecto un lugar muy frío.
Año luz: distancia equivalente al espacio que recorre la luz en un año terrestre y que
resulta ser de 9,46 x 1012 Km.
Barión: partícula elemental, de masa igual a un nucleón, con spin semientero, participa
de la interacción fuerte junto al mesón.
Big Bang: teoría cosmológica que establece que el Universo surgió como producto de
una explosión inicial a partir de una singularidad.
Big Crunch: Situación de contracción del Cosmos hacia una singularidad como la que
dio inicio a la expansión.
Campo magnético: zona en la que una fuerza ejerce influencia de atracción o repulsión
sobre un cuerpo en el espacio.
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Cero absoluto: temperatura a la que la materia reduce al máximo su volumen
deteniendo la interacción entre las partículas atómicas. En la escala Celsius equivale a
-273,16 ºC.
Constelación: Conjunto de estrellas que posibilitan una representación imaginaria con
figura de una persona, un animal, un objeto o alguna combinación entre ellos.
Cuásar: quásar.
Cosmos: Universo, mundo.
Cúmulos: conjunto de galaxias o estrellas organizadas gravitacionalmente. Pueden ser
abiertos o cerrados.
Efecto Doppler: efecto que se produce en la recepción de una onda ante el hecho de
que la distancia entre la fuente y el observador aumente o disminuya durante la
observación. En el caso del sonido la intensidad aumenta si se acercan, en cambio
disminuye si se alejan. Con la luz hay un corrimiento hacia el rojo si se alejan y un
desplazamiento hacia el azul si se acercan
Electrón: partícula subatómica con carga negativa y de masa muy pequeña.
Enana blanca: estrella pequeña y muy densa que ha consumido todo su combustible
nuclear (hidrógeno) pero que todavía conserva su brillo debido al calor residual.
Espectrógrafo: instrumento óptico que acoplado a un telescopio permite registrar
imágenes fotográficas del espectro de una estrella, un cuásar o una galaxia.
Espectro electromagnético: conjunto de radiaciones electromagnéticas que abarca
desde frecuencias bajas a frecuencias altas (ondas de radio, radiaciones infrarrojas, luz
visible, rayos ultravioletas, rayos x y rayos gamma).
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Fotón: partícula elemental, perteneciente a los bosones, con spin 1. Es el responsable de
la interacción electromagnética no posee carga eléctrica (es nula).
Fusión nuclear: unión de dos núcleos atómicos para formar un elemento más pesado y
que produce una gran liberación de energía. El más común es el que se realiza en las
estrellas: núcleos de hidrógeno se transforman en helio.
Galaxia: sistema de estrellas, gas y polvo interestelar, que adopta diferentes formas:
elípticas, espirales e irregulares.
Gluón: partícula que transmite la interacción fuerte entre quarks.
Grados Celsius: unidad de medida de temperatura de la escala que lleva el nombre del
científico sueco, Anders Celsius y que está graduada de 0 C a 100 C.
Gravedad: fuerza fundamental de la naturaleza, responsable de la atracción entre los
cuerpos.
Hadrón: partículas elementales que experimentan la interacción fuerte. Lo componen
los bariones y los mesones.
Masa: cantidad de materia disponible en un cuerpo.
Mesón: partícula elemental con masa comprendida entre el leptón y el barión. Son
inestables y están a su vez subclasificados.
Muón: partícula elemental de la familia de los leptones, junto con el electrón, el tauón y
los neutrinos. Interaccionan a través de la fuerza débil y la electromagnética.
Nebulosa: nube de gas y polvo interestelar en el que se producen nuevas estrellas.
Neutrón: partícula subatómica sin carga que se encuentra en el núcleo.
Núcleo atómico: centro del átomo compuesto de protones y neutrones, rodeados de
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electrones que giran en órbitas en torno a él.
Órbita: curva que describe un cuerpo con masa alrededor de una estrella, o un satélite
natural o artificial alrededor de un planeta.
Paradigma: marco conceptual donde se inscriben las diferentes teorías científicas.
Pión: partícula elemental cuya masa es 270 veces la masa del electrón. Puede tener
carga positiva, negativa o neutra.
Quarks: partículas elementales que comprenden a los hadrones (bariones y mesones).
Quásar: fuente cósmica de ondas de radio, de tamaño aparentemente pequeño.
Probablemente sean el núcleo de galaxias activas.
Radiación de fondo, fósil o cósmica: es la radiación emitida por un cuerpo caliente a
temperatura homogénea. La temperatura que se le asigna hoy es de 2,73 K (-270,67 C).
Rayos cósmicos: partículas cargadas con alta energía que se mueven con una velocidad
cercana a la luz. Son originadas en el centro de las galaxias, y se supone que provienen
de la explosión de supernovas o de otro acontecimiento violento similar.
Supernova: explosión violenta de una estrella de gran masa, al final de su vida útil, que
aumenta varias cientos de millones de veces su brillo.
Universo: suma de todo lo existente: espacio, galaxias estrellas, polvo y gas cósmicos,
planetas satélites, asteroides, cometas, etc.
Vórtice: remolino o torbellino de un sistema de partículas que gira en torno a un eje
central.
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TELESCOPIO ESPACIAL HUBBLE Y SPIZER. NASA.
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