From: "Santiago Ceria" <[email protected]> To: <[email protected]>; <[email protected]> Sent: Saturday, April 24, 2010 12:03 PM Subject: #SPAM# [Alumnos] Mi opinión sobre la acreditación ante la CONEAU - sin cortes Bueno... parece que el filtro anti spam había hecho un acto de justicia al cortar un mail tan largo. Acá va de nuevo ya que me informan que, a pesar de mi color, ahora estoy una "white list". Saludos Santiago Hola a todos, Este mail es a favor de la acreditación de la carrera de Ciencias de la Computación de la UBA Exactas en la CONEAU y es larguísimo. De todas formas, me animo a pedir a los alumnos y demás actores de la Facultad que lo lean, dado que tiene un punto de vista que creo que vale la pena atender considerando que es bastante diferente a los que se escuchan y, a diferencia de muchos que especulan con cómo puede funcionar la CONEAU, yo formo parte de una de sus comisiones. Me presento: soy Santiago Ceria, profesor adjunto interino con dedicación simple del Departamento de Computación. Soy un producto de la educación pública: primaria en el Castelli, secundaria en el ILSE y facultad en Ingeniería - UBA. Pagué por primera vez para educarme cuando fui a hacer un posgrado a Estados Unidos. Estoy en esta Facultad por varios motivos: tengo vocación por la docencia, quiero devolver a la UBA algo de todo lo que me dio (no me quiero poner "sensiblero", pero me tomo muy en serio el hecho de que, a pesar de vivir en Barrio Norte, mi educación fue en parte pagada por obreros que pagaban IVA al comprar un paquete de fideos), y creo que Exactas -Computación (hablo de Computación que es lo que conozco), tiene un partido importante para jugar en esto de hacer un país mejor para todos. Di clases acá en el 94-99, me tomé unos años de descanso por temas familiares (durante todos estos años trabajé full time en la Industria y di clases de noche), y volví en el año 2007 a hacerme cargo de una materia. Hoy, por suerte, puedo trabajar un poco menos en la industria y dedicarme un poco más a temas académicos y de vinculación universidad -- "mundo exterior"(empresas, organismos estatales, centros de investigación, etc.), que me gustan mucho. Aprendí mucho en la facultad cuando estudié, en las materias y de los profesores en general. De muchas cosas que aprendí me fui dando cuenta con los años. Una de ellas fue algo que me dijo un profesor que era algo así como "Cuando tengas una opinión muy fuerte sobre algo, nunca te prives del ejercicio de pensar que tal vez estés totalmente equivocado. Es algo muy difícil de hacer, pero muy interesante". Por lo que pude leer de los que se oponen a la CONEAU, leer este mail y comprar mis argumentos tiene algo de ese difícil desafío. Escuché hablar de la CONEAU por primera vez en mi vida hace unos 6 años, cuando estaba ayudando a una Universidad Privada a implementar un posgrado en Ingeniería de Software. En ese momento, veía a la CONEAU, según lo que me reportaba el responsable de armar el posgrado, como un organismo que ponía una "vara" de calidad que había que pasar. No puedo hablar de las objeciones que hicieron a ese posgrado en particular por temas de confidencialidad. Pero sí puedo decir por cosas que oí de colegas en situaciones similares que las objeciones suelen ser: faltan antecedentes en los docentes propuestos, hace falta más carga horaria, hace falta un trabajo final, se necesita demostrar que se hacen actividades de investigación, se deben tener vinculaciones con universidades del exterior, etc. En ningún momento se veía a este proceso como algo que podía degradar al posgrado, sino más bien todo lo contrario. Las quejas venían sólo por el hecho de que la acreditación implicaba mucho trabajo. En el caso de este posgrado tampoco noté que se metieran en los detalles técnicos de lo que estábamos enseñando. Después volví a oír hablar del tema ya de vuelta en esta Facultad, a partir del proceso de acreditación de las carreras de grado. Leí muchas de las opiniones sobre el tema, a favor y en contra, y sinceramente no vi muchos motivos valederos para no acreditar. Esto estaba influido por mi visión previa de que acreditar significaba cumplir con ciertos requisitos de calidad, y me imaginaba que la UBA Exactas los pasaría ampliamente ya que tiene todas esas cosas que suelen escasear en algunas privadas. En ese momento, a fines del año pasado, recibí un llamado de alguien de la CONEAU que me ofrecía formar parte del Comité Asesor para la acreditación de las carreas de grado de Computación / Sistemas / Informática. Me informaron que ese comité tenía como objetivo aclarar cualquier duda que pueda surgir en la normativa ministerial que dictamina los requisitos que deben cumplir las carreras para poder acreditarse, tanto en lo que hace a contenidos mínimos como a carga horaria, dedicación a actividades prácticas, etc. Otra función de ese comité era designar los comités de pares que hacen la parte de "visita" de las acreditaciones. Recordando a Groucho Marx y eso de que "nunca sería miembro de un club que me acepte como socio", pregunté quiénes estaban en el comité y escuché algunos nombres conocidos: gente de universidades públicas, investigadores del CONICET, ex docentes de la ESLAI, ganadores de premios Sadosky (y el de oro)... nada parecía indicar que esto fuera algo orientado a degradar la educación pública y gratuita o ponerla "al servicio de las empresas". De hecho, creo que soy el único integrante de ese comité con experiencia en la industria. Y si ese comité tenía que servir a oscuros intereses, alguien estaba siendo muy torpe al involucrar gente como nosotros. Por otro lado, al ofrecerme participar, nadie me preguntó nada sobre mi opinión de las acreditaciones, sobre cómo debe ser la educación superior en Argentina o cosas parecidas. Sólo parecían estar reconociéndome como alguien muy interesado y con cierta experiencia en educación en computación, ya que dediqué parte de mi posgrado a temas de educación y participo de varios grupos relacionados. Todo esto me parece muy relevante, ya que uno de los argumentos que se escuchó el año pasado seguía la línea de "la resolución ministerial no está tan mal, pero es muy general y la CONEAU podría retorcerla". Ya tuvimos dos reuniones de este comité y no puedo comentar mucho lo que se discutió ahí dado que, como es razonable, existe un criterio de confidencialidad estricto. Sin embargo, creo que no violo ningún convenio de confidencialidad si les cuento que no noté nada que no sea un grupo de gente capacitada y bien intencionada intentando ver cómo se puede mejorar la educación superior en computación en la Argentina, teniendo en cuenta su enorme importancia para el desarrollo del país. No debemos ignorar que la computación es una disciplina muy especial, ya que es "horizontal" a otras disciplinas. La Argentina puede ser un mejor país si genera más ciencia, conocimientos y mejor educación en computación por su industria del software, por el uso de la computación en todas las otras industrias y en el agro, en la administración pública, en la salud, en la educación, en la seguridad... básicamente en cualquier aspecto relacionado con el desarrollo del país. El trabajo en la comisión requirió también de un análisis de la resolución ministerial mencionada. Uno puede hacer una lectura crítica, como de casi cualquier cosa, de esa resolución. Pero lo que queda muy claro es que no se ve ahí algo alineado con lo que dicen los que se oponen a la CONEAU: acortar carreras, dar contenidos más superficiales, ponerla al servicio de las empresas, arancelar, etc. Es más, tengo entendido que los contenidos mínimos se basan en una propuesta de una Red de Universidades con carreras de informática de las que participa UBA Exactas y la UNLP (REDUNCI). Hay cosas para mejorar, sin dudas. Y creo justamente que lo que hay que hacer es mejorarlas. Lo otro que surge claramente es que la carrera puede acreditarse sin necesidad de hacer cambios significativos en su estructura y contenidos actuales. No acreditar hoy pensando que tal vez dentro de 6 años nos quieran hacer acreditar con otros contenidos que ahora sí atenten contra la educación pública no me parece un argumento muy atendible. Si no nos vamos a vincular con el mundo exterior porque eventualmente se puede volver en nuestra contra, sólo nos queda vivir encerrados. Y eso no es autonomía. Pero déjenme ir un poco más allá de la simple adhesión a la acreditación de la carrera. Yo personalmente creo que la UBA tiene una responsabilidad muy grande en la educación superior en Argentina, que trasciende a su mero funcionamiento interno como institución. Y esta facultad en particular en lo que hace al desarrollo de la ciencia en el país. Y por lo tanto debe involucrarse activamente en estos temas: gente de la UBA debe participar (como ya lo ha hecho, pero debe hacerlo más activamente), de la definición de los contenidos mínimos de las carreras. Profesores de la Facultad deben formar parte de los comités de pares que evalúen a otras carreras. Debemos involucrarnos, ayudar, corregir, impulsar, empujar, y no simplemente oponernos. Debemos dar el ejemplo y ser los primeros que mostremos orgullosos una carrera que a pesar de los obstáculos y las dificultades sigue siendo líder en el país. Debemos ayudar a otros a que capitalicen nuestra experiencia. La forma de asegurar que la próxima resolución ministerial que se aplique dentro de seis años sea mejor que la actual, si es que realmente cambia, es involucrándose en su elaboración. ¿Qué es lo que hace pensar a algunos que eso no se puede hacer? Si rechazamos y nos negamos a cualquier tipo de participación, ahí si vamos a estar potencialmente afectando a la educación en Argentina. Imagínense por un momento una situación particular. Piensen en una carrera de computación en un lugar "desfavorecido" del país. Piensen que en ese lugar puede haber una universidad pública con una carrera de computación que "hace lo que puede" con sus escasos recursos. Piensen que si esa carrera mejora se pueden lograr muchas cosas. Piensen también en un profesor/a de este Departamento de Computación de la UBA, el que sea que Uds vean como un ejemplo de compromiso con la educación superior pública, libre y gratuita, y por como un defensor acérrimo del desarrollo de la ciencia en el país. Pónganle nombre y apellido. Ahora piensen que esa persona sea parte del comité de pares de la CONEAU que visite esa carrera en ese lugar desfavorecido y aporte su experiencia, su visión, sus conocimientos. Que ofrezca material y referencias. ¿No presenta eso una visión más favorable sobre lo que se puede lograr con este proceso? Y esto no es un invento: esto va a pasar, salvo que nos opongamos a tener cualquier tipo de participación en este proceso y nos encerremos. En resumen, quiero decirles a todos que mi opinión personal es a favor de la acreditación, al menos de la carrera de computación que es aquella de la que conozco la resolución. No listo otros argumentos ya que ya fueron detallados por otros profesores del Departamento como Víctor Braberman, José Castaño, Diego Garbervetsky, Santiago Figueira, Marcelo Frias, Irene Loiuseau, Ricardo Rodriguez, Hugo Scolnik, y Sebastián Uchitel. Y yo creo que no sólo debemos acreditar. Debemos involucrarnos en todos estos procesos para tomar un rol relevante y hacer un aporte que vaya más allá de nuestra carrera. Nada me indica que esto no se pueda hacer: todo lo contrario. Y hablo no sólo por haber leído, por lo que me contaron o lo que supongo, hablo por estar ahí metido. Yo no dudo de las buenas intenciones de los que se oponen a la CONEAU. Sé que lo que quieren es mantener la autonomía, defender la educación pública y gratuita y que ésta nos ayude a tener un país con más oportunidades para todos. Sólo les pido que piensen que tal vez con esta oposición estén justamente perdiendo una oportunidad de ayudar a lograr esos objetivos. Si sos alumno de la carrera, te recomiendo humildemente que votes que a favor de la acreditación en el plebiscito. Saludos, Santiago PD: Ya hice el ejercicio de pensar que tal vez esté totalmente equivocado, pero no me pude convencer. PD2: Por si alguien todavía tiene fuerzas para seguir leyendo, acá les paso unos textos de un documento de la ACM / IEEE que habla de acreditaciones: 4.5.1. Benefits of Discipline-Specific Accreditation Discipline-specific accreditation provides two important benefits for programs and for the institutions in which they reside. 1) It certifies that a degree program meets minimum quality standards established by independent professional or scientific societies or by government agencies. This helps an institution market its programs, and it gives the public and prospective students reason to be confident in a particular degree program's quality. 2) The program receives an onsite consultation by a visiting team that provides an expert opinion about a program's strengths and weaknesses and about its specific needs for improvement. This interaction helps an institution have full understanding of how its programs are performing and what must be done to improve their quality. Thus, accreditation provides the benefits of both a marketing aid for attracting students and an expert consultation focused on improving quality. Some institutions may not need or desire the former benefit. Of these, some are committed to accreditation solely because the accreditation process helps them maintain and improve the quality of their programs which, in turn, further cements their reputation. In some nations, institutions have no choice because accreditation is a requirement for program existence. ... A given degree program does not choose whether its accreditation has such professional elements; its accreditation process is determined by what is customary for its discipline in its nation. For example, in the U.S., accreditation for engineering programs includes professional aspects, those for other kinds of degree programs often do not, and most arts and sciences disciplines do not have accreditation at all. Perhaps the greatest misconception about accreditation is the belief that institutions pursue program accreditation only to obtain a stamp of approval. Those unfamiliar with discipline-specific accreditation often do not understand the important role that the accreditation process plays in helping a program know exactly what it must do to improve the quality of both its offerings and its graduates. Santiago Ceria