TERCER ENCUENTRO SIN SALUD MENTAL NO HAY SALUD Monográfico sobre: Problemas y soluciones actuales Organiza: Fundación Valenciana de Estudios Avanzados (FVEA) Patrocina: Fundación Esther Koplowitz Colabora: Fundación José Pastor Fuertes Universitat de València Directores del Programa: Prof. Dr. D. Federico Pallardó Calatayud Dr. D. Francisco J. Bueno Cañigral Miembros del Consejo Científico Asesor de la FVEA Valencia, 14 y 15 de Diciembre de 2010 Coordina la Monografía: Dr. D. Francisco J. Bueno Miembro del Consejo Asesor de la FVEA Edita: Fundación Valenciana de Estudios Avanzados Depósito Legal: V-834-2011 Maquetación e impresión: Gráficas Antolín Martínez. s.l. Tel. 96 391 89 84 - www.grafamar.com INDICE Presentación............................................................ 9 Prof. D. Santiago Grisolía Secretario de la FVEA Inauguración......................................................... 13 Ilmo. Sr. D. Luis Rosado Bretón Secretario Autonómico Conselleria de Sanidad. Generalitat Valenciana I Mesa Redonda: Investigación........................... 17 Moderador: Dr. D. Federico V. Pallardó Calatayud Miembro del Consejo Asesor FVEA Bases biológicas del amor.................................. 17 Dr. D. Alberto Domínguez Carabantes Psiquiatra. Jefe de Sección de Psiquiatría Hospital Universitario La Fe. Valencia Bases moleculares de la esquizofrenia............... 37 Dr. D. Federico V. Pallardó Calatayud Catedrático de Fisiología. Universidad de Valencia Perfiles genómicos en algunas enfermedades psiquiátricas....................................................... 43 Dr. D. José Carlos González Psiquiatría. Investigador del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM) Hospital Clínico Universitario. Valencia Nuevas aproximaciones a las enfermedades mentales graves: ¿Es un trastorno bipolar una enfermedad sistémica y progresiva?.................. 61 Dr. D. Vicent Balanzá-Martínez Psiquiatra. Unitat de Salud Mental de Catarroja Profesor Asociado de Psiquiatría. Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM) Universidad deValencia II Mesa Redonda: Patologías............................... 81 Moderador: Dr. D. Francisco J. Bueno Cañigral Jefe de Servicio. Concejalía de Sanidad y Consumo Ayuntamiento de Valencia Prejuicios socioculturales ante los trastornos alimentarios: ¿Se trata de auténticas patologías mentales?......................................... 81 Dr. D. Luis Rojo Moreno Catedrático de Psiquiatría. Universidad de Valencia Género y psicopatología..................................... 83 Dra. Dña. Carmen Leal Cercós Catedrático de Psiquiatría. Universidad de Valencia III Mesa Redonda: Necesidades Futuras en Salud Mental..................................................... 87 Moderador: Dr. D. Francisco J. Bueno Cañigral Jefe de Servicio. Concejalía de Sanidad y Consumo Ayuntamiento de Valencia Necesidades globales y estrategias.................... 87 Dr. D. Bartolomé Pérez Gálvez Psiquiatra. Unidad de Alcohología Hospitalaria Hospital Universitario San Juan. Alicante Psiquiatría y Espiritualidad................................103 Dr. D. Francisco Traver Torras Psiquiatra. Director de Salud Mental Consorcio Hospitalario Provincial. Castellón La salud mental en pacientes con Daño Cerebral Adquirido............................................123 Dr. D. Antonio López Almenar Especialista de Medicina Interna Instituto de Neuro-Rehabilitación y Afasia (INIA NEURAL) de Valencia Cartera de servicios..........................................137 Dra. Dña. María Angustias Oliveras Valenzuela Psiquiatra. Jefe del Servicio de Psiquiatría Hospital Universitario San Juan. Alicante CONCLUSIONES.........................................................151 Prof. Dr. D. Federico Pallardó Calatayud Dr. D. Francisco J. Bueno Cañigral Miembros del Consejo Científico Asesor de la FVEA ACTO DE CLAUSURA..................................................157 Dr. D. Francisco Murcia Patrono de la FVEA Profesor Santiago Grisolía y Dr. Luis Rosado Presentación Prof. Dr. D. Santiago Grisolía Secretario de la FVEA Ilustrísimo Sr. Secretario Autonómico de Sanidad Estimados Coordinadores y Ponentes Profesionales y Alumnos asistentes Muy buenos días a todos y bienvenidos a la Fundación Valenciana de Estudios Avanzados (FVEA) para celebrar durante el día de hoy y mañana este Tercer Encuentro “Sin Salud Mental, no hay Salud”, que va a ser monográfico sobre los problemas y soluciones actuales ante los retos que nos planeta la salud mental en nuestros días. El Primer Encuentro lo celebramos los días 18 y 19 de Noviembre de 2008, el Segundo fue los días 5 y 6 de Noviembre de 2009 y con este Tercero concluimos estos Encuentros sobre Salud Mental. En los anteriores Encuentros se han abordado temas muy importantes relacionados con la salud mental en particular y con la salud en general, poniéndose de manifiesto que la salud no es un concepto aislado, sino integral, de ahí la importancia y la oportunidad de celebrar estos Encuentros que están organizados por la Fundación Valenciana de Estudios Avanzados (FVEA), con el patrocinio de la Fundación Esther Koplowitz y la colaboración de la Fundación José Pastor Fuertes. La Constitución de la Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. Esta definición a pesar de ser considerada como estática, como un desiderátum inalcanzable en su totalidad y que incluye además un alto componente subjetivo de las personas para determinarla, ha adquirido durante los años una gran importancia dada la búsqueda continua tanto individual como colectiva del mayor nivel de salud y el mayor grado de bienestar en la sociedad actual. Para entender la salud como un continuo en la vida de las personas y no como una posición estática es muy importante darle cada día más valor a la dimensión positiva de la salud mental, pues SIN SALUD MENTAL, NO HAY SALUD. La interrelación entre la salud física, la salud mental y el bienestar personal obliga cada vez más a avanzar en el conocimiento de todas las enfermedades que producen desequilibrios mentales, pues estos a su vez generan morbilidad somática y perdida del bienestar emocional y social. 10 Como en los anteriores Encuentros, contamos con excelentes profesionales de la salud que hoy y mañana nos expondrán sus ponencias abordando los problemas y las soluciones actuales en el campo de la salud mental. Agradezco a los Coordinadores, a los Ponentes y todos ustedes su asistencia a este Tercer Encuentro que seguro que va ser de mucho interés, deseándoles una agradable y formativa estancia entre nosotros. Muchas gracias por su asistencia y buenos días. 11 12 Profesor Santiago Grisolía y Dr. Luis Rosado Inauguración Ilmo. Sr. D. Luis Rosado Bretón Secretario Autonómico Conselleria de Sanidad. Generalitat Valenciana Profesor Santiago Grisolía, Profesor Federico Pallardó, Dr. Francisco Bueno, estimados Ponentes, Señoras y Señores, muy buenos días a todos. Felicito a todas las entidades que han hecho posible la celebración de este Tercer Encuentro “Sin Salud Mental, no hay Salud”, Monográfico sobre: Problemas y soluciones actuales, por su iniciativa y acierto en la elección del tema, pues la salud 13 mental y todas las circunstancias que la rodean, es muy importante en la actualidad, despertando además mucho interés no solo entre los profesionales de la salud, sino también entre la opinión pública de nuestro país. La salud física y la salud mental es un todo, son indivisibles, como ya ha comentado el Profesor Grisolía en su intervención. La Organización Mundial de la Salud destacó en su día este hecho y advirtió al mundo sobre el protagonismo que los problemas de salud mental estaban adquiriendo en el siglo veintiuno. La aparición de nuevas formas sintomáticas como la anorexia y la bulimia, los trastornos generalizados del comportamiento, el aumento de la depresión como causa prevalente de morbilidad, etc., unido todo ello a los cambios que vive nuestra sociedad, sobre todo en materia de estilos de vida dejan vislumbrar claramente la dimensión que puede llegar a adquirir el problema. Estos problemas son muy serios y preocupantes en su conjunto, ya que el 15% de la población española padece algún tipo de trastorno relacionado con la salud mental y que algo más del 25% lo padecerá a lo largo de su vida. Todo ello genera un alto coste en asistencia sanitaria, medicación, rehabilitación, invalideces, incapacidades, etc. La Conselleria de Sanidad trabaja intensamente en la Estrategia Nacional en Salud Mental, aprobada en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud el 11 de diciembre de 2006. En las seis grandes líneas de actuación de la Estrategia, centramos nuestros esfuerzos con afán de superación y de mejora de los profesionales, de los servicios y de los centros sanitarios: 1.Promoción de la salud mental de la población, prevención de la enfermedad mental y erradicación del estigma asociado a las personas con trastorno mental. 2.Atención a los trastornos mentales. 3.Coordinación interinstitucional e intrainstitucional. 4.Formación del personal sanitario. 14 5.Investigación en salud mental. 6.Sistema de información en salud mental. Buscamos entre todos ofertar una atención sanitaria de calidad, que asegure una asistencia y unos cuidados completos en beneficio de la salud integral de los pacientes. Procuramos mejorar día a día, por lo que Encuentros como este nos ayudan a reflexionar sobre los problemas, los retos y las soluciones que tenemos que encontrar para conseguir una adecuada salud mental. Muchas gracias a los Ponentes por su participación, a los Doctores Federico Pallardó y Francisco Bueno por la Coordinación de este Encuentro y a todos ustedes por su asistencia, que seguro que les va a resultar muy provechosa y útil. Muchas gracias a todos. Queda inaugurado el Tercer Encuentro “Sin Salud Mental, No hay Salud”. 15 16 El Dr. Alberto Domínguez durante la presentación I Mesa Redonda: Investigación Moderador: Dr. D. Federico V. Pallardó Calatayud Catedrático de Fisiología Humana Facultad de Medicina. Universidad de Valencia Bases biológicas del amor Dr. D. Alberto Domínguez Carabantes Psiquiatra. Jefe de Sección de Psiquiatría Hospital Universitario La Fe. Valencia El amor ha estado siempre presente en la vida: “Mi amado, la delicia de mis ojos”. Inscripción sumeria, 4000 A.C. 17 “Oh, si él me besara con besos de su boca. Porque son mejores sus amores que el vino. Cantar de los Cantares. Muchos científicos se han ocupado sobre el tema de mi ponencia: • Helen Fisher. Antropóloga evolucionista • A Aaron Psicólogo • Andreas Bartells Neuroimagen • S Zeki Neuroimagen • Larry Young Neurobiólogo. • Miranda Lim Neurocientífica y Psiquiatra • GB Stefano Neurocientífico • T Esch Médico 1. Sobre la vinculación de la pareja Los mamíferos y aves han desarrollado sistemas de emociónmotivación que actúan en serie y que justifican las etapas o estado de amor. El Apego duradero de pareja, produce una culminación de los deberes de padres basado en una relación monógama, donde la oxitocina, la vasopresina y la dopamina, tienen un importante papel. Estudios realizados en roedores monógamos, como los Topillos. En el artículo The neurobiology of pair bonding publicado en Nature-neuroscience Septiembre 2004. Review. Por Young et als., se recoge que el 3-5% mamíferos son monógamos. A pesar que sea muy dudoso que los humanos tengan una propensión biológica a la monogamia, no existen dudas que la monogamia tiene una arquitectura biológica con mecanismos neurológicos y moleculares definidos. El Topillo (Microtus) es una especie de roedor extremadamente interesante. Abundante en las llanuras de la América profunda, las 18 distintas subespecies tienen organizaciones sociales y conductas sexuales tremendamente diferentes a pesar de compartir los mismos hábitats. El Microtus de las praderas establece una única relación estable, son muy sociables, prefiriendo la compañía de sus parejas a las de otros individuos (con los que se muestras agresivos) y ambos padres proveen intensos cuidados a sus hijos. Sus casas se aparecen a las humanas (de antes) varias generaciones emparentadas viven mismo techo. En la naturaleza si su pareja muere no vuelven a emparejarse. (En el medio natural pasan más del 50% con sus congéneres, y de este tiempo casi todo con su pareja). El M. pennsilvanicus y el M. montanus es bastante asocial, sus costumbres sociales son promiscuas y poliginicas y los machos se desentienden de sus crías. (En medio natural pasan acompañados el 5% de su tiempo. Las hembras abandonan a sus crías a las dos/tres semanas). Sin embargo comparten más del 99% del genoma). En el laboratorio se utiliza el test de las preferencias de parejas. Consistente en una estructura con tres habitáculos uno ocupado por la pareja y otro ocupado por un congénere de sexo opuesto y “apetecible” Se mide la proporción de tiempo que libremente pasa solo, con la pareja o con “el/la congénere”; así se pueden adivinar los gustos afectivos de los topillos en laboratorio. Dos neurolépticos son los mediadores críticos en los patrones de emparejamiento de los topillos: 1. Con una infusión de Oxitocina (Droga del amor/apego en las hembras) en los ventrículos de las “topillas” acelera la creación del vínculo de pareja. (Williams JR, Insel TR, Harbaugh CR, Carter CS. Oxytocin administered centrally facilitates formation of a partner preference in female prairie voles (Microtus ochrogaster). J Neuroendocrinol. 1994 Jun;6(3):247–250). 2.Con una Infusión de arginina y de Vasopresina (Droga del amor/apego en los varones en los ventrículos de los “topillos” acelera la creación del vínculo de pareja. 19 La administración de antagonistas de los receptores de la Oxitocina (OTR) y del receptor 1a de la vasopresina (V1aR) evita la creación de patrones de preferencia de pareja. (Wislows, J. Nature.1993; Insel, TR. Behav Neuroscience (1995); Cho,M.M. Behav Nueroscience 1999). La Oxitocina produce las siguientes acciones: Inducción al contacto social. Formación de preferencias de pareja. Fuerte apego de pareja. Disminuye la agresividad. Incrementa la relajación y el bienestar. Modula a la baja la reacción al estrés. Aumenta la contracción muscular durante el parto. Incrementa las conductas sexuales y reproductivas. Incrementa la memoria. Incrementa los procesos sensoriales. Incrementa la actividad parasimpática. La Vasopresina produce las siguientes acciones: Inducción al contacto social. Formación de las preferencias de pareja. Fuerte apego de pareja. Favorece las conductas territoriales. Incrementa la atracción. Disminuye la ansiedad. Incrementa presión sanguínea Modula el sistema corticoideo. Agonista, antagonista parcial de la oxitocina. Incrementa conductas sexuales y reproductivas. Incrementa la memoria, la atención y el aprendizaje. Incrementa la actividad parasimpática y la simpática. Podo ello se potencian los lazos de pareja, la seguridad emocional y las acciones periféricas. Los Receptores de la Oxitocina (OTR) se ven diferentes en los Monógamos (Imagen a) que en los No Monógamos (Imagen b). 20 Los Receptores de la Vasopresina 1 a (V1aR) se ven diferentes en los Monógamos (Imagen a) que en los No Monógamos (Imagen b). Los Topillos monógamos Hembras tienen altas densidades de OTR en el Núcleo acumbens (Nacc) y en el caudado-putamen (CP), sin diferencias en la densidad OTR en el Cortex prefrontal (PFC). Los Topillos monógamos Machos tienen altas densidades de V1aR en el palidum ventral (VP), en la amigdala medial y en el talamo mediodorsal. 21 Algunas de estas áreas vinculadas específicamente al vínculo de pareja: 1- Infusión de antagonistas OTR en hembras en PFC y en el Núcleo acumbens (Nacc), bloquea la preferencia a su pareja (pero no si se bloquea el CP). 2- Infusión de antagonistas V1aR en varones en VP bloquea la preferencia de pareja (pero no si se bloquea la amígdala o el tálamo). Pero curiosamente la infusión de V1aR en el Septum lateral (LS) de ambas especies, bloquea la preferencia de pareja. Imágenes de hembras de especies monógamas con altos niveles Tiroxina hidroxilasa (TH), transportador dopamina (DAT) y receptores dopaminérgicos (D1y D2). 22 Como se observa en la gráfica anterior el sexo incrementa un 50% la dopamina en el Núcleo accumbens. La regulación dopaminérgica de la formación de vínculo de pareja es específica de receptores D2 en las hembras, como se observa en la gráfica siguiente. En los varones de las especies monógamas la activación del receptor D2 también facilita la formación de pareja, pero la activación del receptor D1 bloquea que tener relaciones sexuales genere un patrón de preferencia de pareja. Los varones que tienen con una hembra relación de pareja de dos semanas muestran un significativo incremento de receptores D1 (no D2) en el Nacc (no se observan cambios en receptores dopaminérgicas en el resto de las áreas incluido caudado-putamen). Por lo que N. Accumbens ante la activación D2, facilita la formación de pareja. Ante el aumento de receptores D1 evita que nuevas relaciones sexuales generen una relación de preferencia de pareja. En el trabajo “Nacc dopamine differentially mediates the formation and maintenance of monogamus pair bonds” de Aragona BJ et als. del Programa Neurociencias Universidad de Florida, publicado en Nature Neuroscience en enero de 2006, se recogen los siguientes aspectos: 23 -¿Qué subregiones del Nacc están implicadas en el vínculo de pareja? -La corteza. Utilizan un agonista D2 (quinpirol) y comprueban que su infusión en la corteza del N. acumbens es capaz de generar patrón de preferencia aún en ausencia de acoplamiento y tras corta convivencia (6 horas). La infusión en core de NAcc no generaba ningún resultado. -¿Qué receptores D intervienen? -Los D2 y D1 desempeñan roles contrarios. El D2 promueve el patrón de preferencia de pareja. Los receptores D1 no solo no inducen sino que previenen el patrón de preferencia inducido por la D2 activación, y también el inducido por el acoplamiento (tanto los que recibieron agonistas D1 copularon lo mismo en 24 horas (6 veces de media en 24 horas). -¿Cambia el número de receptores en corteza del Nacc a lo largo del emparejamiento? -Incremento de receptores D1 después de 2 semanas de exposición a una pareja, pero no después de 24 horas. Esta reorganización del Nacc no es necesaria para la formación inicial de la preferencia de pareja sino para su mantenimiento. -¿Por qué los monógamos se muestran más agresivos hacia hembras “extrañas” una vez iniciado el patrón de preferencia? -El aumento de receptores D1 promueve las conductas de agresividad hacia otras hembras, su bloqueo las suprime. -Los topillos solitarios no monógamos tienen más receptores D1 en Nacc y el bloqueo de estos receptores incrementa sus conductas de afiliación (estaban más tiempo con “las otras” (pareja o extrañas), pero no generaron patrones de preferencia. -Estos hallazgos son compatibles a los observados con la cocaína. Activación D2 genera la búsqueda de droga y la activación D1 previene la búsqueda de cocaína. 24 -Los topillos son perseverantemente monógamos, es muy raro que inicien una nueva pareja tras la muerte de la anterior. ¿Será porque esa desregulación al alta de los receptores D1? -Por otra parte estos trabajos ubican a la dopamina más allá de los circuitos de recompensa, sino involucrados en conductas altamente motivadas. -Observan que aquellos pocos casos que no se da una gran elevación de receptores D1 en el Nacc se asociaban con formación de segundas parejas. -¿Pero este circuito de recompensa es común a todo tipo de roedores, por qué no todos los roedores conforman estructuras sociales monógamas (pair bonding)? Debido a la interacción del OT y VP con el Sistema de Recompensa. En las hembras monógamas la administración de antagonistas del receptor de la oxitocina (OTA) en el Nacc bloquea el patrón de preferencia de pareja generado por la activación D2, como se observa en la gráfica anterior. La administración dentro del Nacc de D2 agonistas induce preferencia de pareja después de 6 horas de cohabitación sin copulación. Esta conducta se bloquea cuando se añade D2 antagonistas o por antagonistas receptores OT. Esto sugiere que la activación concurrente tanto de Receptores D2 como OT es esencial para la formación del vínculo de pareja. Este hecho se desconoce, porque no se han hecho estudios similares en varones (VP/Dopamina) pero dado que Vp y D2 comparten áreas anatómicas interconectadas (Nacc y VP), es muy probable que interaccionen. ¿Pero cómo interactúan? Los OT y AVP implicados en procesos de aprendizaje social. En roedores implicados en el proceso de reconocimientos de las señales 25 olfativas de los congéneres (reconocimiento social). Ratones Oxitocina Knockout fallan al reconocer a congéneres previamente expuestos, la infusión oxitocina en la amígdala media restaura completamente esta capacidad. Los antagonistas V1aR en el septum lateral también inhiben el reconocimiento social. V1aR Knockout también son incapaces de reconocimiento social. Sin embargo la V1aR y/o Oxitocina Knockout realizan normalmente otras pruebas olfatorias y cognitivas, lo que hace pensar que este déficit es específico de reconocimiento social. A partir de estos datos una hipótesis razonable sería que el vínculo de pareja resultaría de una convergencia de los circuitos de la discriminación social y las propiedades de reforzamiento del circuito dopaminérgico mesolímbico de recompensa. Modelo propuesto del Vínculo de Pareja (1) El acoplamiento estimula el VTA (área ventral tegmental) y genera un incremento de la actividad dopaminérgica en PFC y en el Nacc. (2) A la vez los estímulos olfativos del acoplamiento son emitidos a los núcleos mediales de la amígdala (MeA). 26 (3) La OT actúa en MeA y AVP en el septum lateral (LS) para facilitar el aprendizaje social (olfativo) y su recuerdo. (4) El acoplamiento también estimula la concentración de oxitocina en PFC y en el Nacc de las hembras y AVP en el VP de los varones (las fibras AVP en LS y VP se originan en cuerpos neuronales ubicados en MeA). (5) La concurrente activación del sistema dopaminérgico y OT y AVP en el Nacc /VP generaría un patrón de preferencia condicionado El VP modularía las respuestas motoras en respuesta al estimulo reforzado a través de proyecciones a tálamo medio dorsal y núcleos motores mesencefálicos. El acoplamiento generaría activación D2 en el Nacc de ambos sexos, activación de los receptores OT en PFC y en el Nacc de las hembras y activación receptores 1 a de AVP en el VP de los varones. Resultando en un reforzamiento, en que la propiedades hedónicas del acoplamiento se acoplarían con los estímulos olfativos del mismo acoplamiento generando un patrón de preferencia condicionado (sistema muy semejante al de las drogas de abuso). En este modelo el mecanismo de apego es semejante entre ambos sexos, los distintos neuropéptidos estimulan simplemente nodos distintos del mismo circuito. En las especies no-monógamas el sistema estaría desacoplado por las bajas densidades de receptores OT y V1aR en estas vías. Los Receptores de la Oxitocina (OTR) se ven diferentes en los Monógamos (Imagen a) que en los No Monógamos (Imagen b). 27 Los Receptores de la Vasopresina 1 a (V1aR) se ven diferentes en los Monógamos (Imagen a) que en los No Monógamos (Imagen b). Si este modelo es cierto se podría predecir la conducta de vinculación de pareja de una especie simplemente “midiendo” los receptores OT y AVP en Nacc y VP. El AVPR1A es altamente homólogo entre especies monógamas y no monógamas. Pero el monógamo a 660 pares de bases del punto de inicio de la transcripción tiene contiene una serie de 500 pares de bases altamente repetitiva (microsatélite) que en las especie no monógamas es mucho más corta. Los microsatélites son altamente inestables y existen muchos ejemplos en los que poilimorfismos de microsatélites en regiones reguladoras generan diferentes niveles de expresión. Estos hallazgos son especie específicos. El Avpr1a humana tiene tres microsatélites en la misma región y se ha sugerido que uno de ellos podría estar relacionado con el autismo. (Wassink Mol Psychiatry 2004; Kim Mol. Psychiatry 2002). 28 Comprobaron su hipótesis usando un virus vector que trasfería el Avpr1a (gen que codifica los receptores AVP en el VP) de monógamos a no monógamos. Se demuestra incremento de receptor V1aR en sujetos experimentales: 1.Varones no monógamos a los que “infecta” con sobreexpresión de V1aR en VP muestran patrón de preferencia de pareja inducida por el acoplamiento. 2. La infusión de antagonistas D2 antes del acoplamiento suprime esta conducta. Todo lo anterior tiene implicaciones significativas para la ciencia porque ayuda a entender la evolución de las conductas complejas. Una mutación que altera la expresión de un único gen puede tener un gran impacto en complejas conductas sociales. Estaríamos ante los atajos de la evolución Los ratones después de vivir con su pareja su corta vida y cuidar a sus queridos hijos pasaron varias cosas: - Dos hijos no son hijos “del padre fiel” que cuida el nido. 29 - Por allí hay una pobre viuda, tres de sus hijos son del “padre fiel”. La explicación a este hecho es que los roedores fieles prefieren compartir su nido con una sola pareja de por vida, pero solo una pequeña fracción (5%) pasan toda la vida apareándose con la misma pareja. 2. Sobre el impulso sexual Etapas o Estados del Amor Los mamíferos y aves han desarrollado tres sistemas de emoción-motivación que actúan en serie 1.Deseo/Apetito Sexual: Lo sexual lo más importante, se busca el apareamiento y las hormonas que más influyen son la Testosterona y los Estrógenos. 2.Atracción o Amor Romántico u Obsesión o Enamoramiento: La unión emocional, no el sexo lo importante. Se potencia la especificidad pareja. Se busca o no la reproducción. 3.Apego Duradero de Pareja. Culminar los deberes de padres. La relación es monógama. Las hormonas que más influyen son la Oxitocina, la Vasopresina y la Dopamina. El Impulso/Atracción Sexual • Evolucionó para propiciar la relación sexual con cualquier congénere. • Es el deseo de obtener gratificación sexual. • Relacionado con el nivel de andrógenos tanto en humanos como primates como resto de mamíferos. • Humanos con altos niveles de testosterona tienden a tener más actividad sexual. • Las mujeres tienden a aumentar su apetito sexual durante la ovulación, cuando se incrementan sus niveles de testoterona. 30 • Ambos sexos tienen menos fantasías sexuales, se masturban menos. regularmente y tienen menos relaciones sexuales conforme los andrógenos van declinando con la edad. • A pesar de estar relacionados con el impulso sexual los andrógenos y las hormonas adrenales no se han asociado al enamoramiento (segunda fase) • Las personas a las que se administra andrógenos no tienden a enamorarse aunque sí a tener más impulso sexual. 31 Como se observa en el gráfico anterior ante el estimulo sexual la turgencia peneana correlaciona con la activación cerebral (insula). Deseo sexual en mujeres vinculado a la ovulación, como se observa en la gráfica anterior. 32 Karama et al. (2002) y otros autores observaron que tras la visión de películas eróticas la actividad se incrementaba en el Cíngulo Anterior, la Ínsula, la Amígdala, el CPF medial, el Cortex orbitofrontal y el Ventral estriado. Y también en una parte del Hipotálamo que curiosamente es dismórfica entre hombres y mujeres. 3. Sobre el enamoramiento De todo lo anterior no hablan los poetas, ellos nos hablan de la Atracción o del Amor Romántico u Obsesión o Enamoramiento: La unión emocional, no el sexo lo importante. Se potencia la especificidad pareja. Se busca o no la reproducción. La atracción romántica es una experiencia casi universal. Está presente en 147 de 166 sociedades, porque probablemente en el resto de países no se supo realizar las preguntas etnológicamente correctas. (Jankowiak, Fisher. Ethnology 1992). 33 Estudios del Amor Romántico en Humanos Zonas de hiperactivación al ver al amado/a, frente a ver a un amigo/a. Abreviaturas: ac anterior cingulated cer cerebellum I insula hi, posterior hippocampus and the coronal section activity in caudate nucleus (C) and putamen (P). Zonas de des activación al ver al amado/a, frente a ver a un amigo/a. Abbreviations: aC anterior cingulate cortex aCv ventral aC C caudate nucleus I insula S striatum (consisting of putamen, caudate nucleus, globus pallidus) 34 PAG hi periaqueductal (central) gray hippocampus Si bien existen zonas de solapamiento también hay zonas específicas de uno o de otro tipo de “amor”. Los Síntomas que se producen son debidos a: 1.Aumento de la Dopamina: - Sensación de que la persona amada es única. - Euforia. - Pérdida apetito. Insomnio. - Temblor, palpitaciones, incremento de la frecuencia cardíaca. - Ansiedad y cambios de humor. Estos mismos síntomas los producen la cocaína y las anfetaminas que elevan también la Dopamina. 35 2. Aumento de la Noradrenalina: - El enamorado se fija en las cosas positivas de la persona amada y no ve las negativas. El aumento de la Noradrenalina está asociado al aumento de la memoria a los nuevos estímulos. 3. Disminución de la Serotonina (5-hidroxitriptamina o 5-HT): - El enamorado se obsesiona con la persona amada, piensa en el objeto amado todo el tiempo. Los fármacos serotoninérgicos son eficaces en los trastornos obsesivos. 4. CONCLUSIONES • El proceso del amor en los humanos parece vinculado a tres procesos diferenciados pero relacionados: la atracción sexual, el enamoramiento (obsesión por el otro) y el apego de pareja. • La atracción sexual parece vinculado a los niveles de testoterona y andrógenos. • El proceso del enamoramiento parece vinculado a alteraciones de neurotransmisores especialmente en determinadas áreas cerebrales. • El apego/vinculo de pareja está vinculado a niveles de oxitocina y vasopresina que determinan la activación de mecanismos de recompensa semejantes a las adicciones y mediados por la dopamina. 36 Profesor Federico Pallardó Bases moleculares de la esquizofrenia Dr. D. Federico V. Pallardó Calatayud Catedrático de Fisiología Universidad de Valencia 1. Prevalencia La esquizofrenia es una enfermedad mental que afecta a entre 0.5-1.5 % de la población mundial. Su incidencia es independiente de la clase social, el nivel cultural o la distribución geográfica de la población. Los primeros síntomas suelen aparecer entre los 15 y los 25 años y las últimas investigaciones apuntan a que es discretamente más frecuente en hombres que en mujeres. Es una de las 10 principales causas de incapacidad en los países avanzados y se encuentra entre las que generan un mayor gasto económico. Es además, una enfermedad que genera un gran pade- 37 cimiento, no solo en los propios pacientes y en su entorno familiar inmediato sino también, a nivel social y laboral. 2. Síntomas Clásicamente se describen tres grandes grupos de síntomas asociados a esta enfermedad: Los síntomas positivos, los negativos y los trastornos cognitivos. En el primer tipo –los síntomas positivos- se engloban los delirios y las alucinaciones. Éstas suponen que los pacientes oigan voces o vean cosas inexistentes. En el caso de los delirios implica la existencia de creencias falsas y suelen referirse a interpretaciones erróneas de sucesos vividos. Los síntomas negativos incluyen pobreza afectiva y alogia, en ésta el comportamiento verbal es muy limitado con un discurso escaso, en el que se observan réplicas breves y completas. El sujeto está siempre agotado, física y mentalmente y suele tener abulia, es decir apatía y falta de capacidad para tomar decisiones o iniciar algún tipo de acción. Por último los trastornos cognitivos, se centran, principalmente, en alteraciones en la concentración y en la atención, lo cual genera problemas laborales y de aprendizaje asociados. 3. Etiología La causa de esta enfermedad tan devastadora es desconocida, sin embargo en los últimos años se han realizado avances importantes. En gran parte la lentitud en desenmascarar las causas e incluso los mecanismos fisiopatológicos de la enfermedad se deben a que la enfermedad tiene unas características muy heterogéneas y hasta muy recientemente y hasta la existencia de técnicas de imagen muy modernas no se había encontrado lesiones patológicas evidenciables. En la actualidad se conocen factores genéticos y ambientales que influyen en la aparición de la enfermedad. Entre los Factores Genéticos es de destacar que la herencia influye en al menos el 70 % de los casos, si bien se supone que es 38 una enfermedad multigénica. Algunos de los genes que ya han sido asociados con la esquizofrenia son: -DISC-1 (disrupted in schizophrenia-1) -Disbindina -NRG1 (neuregulin-1) -RGS4 (regulator of G protein signaling 4) -COMT (catecol-O-metiltransferasa) -PDE4B (fosfodiesterasa 4B) -G72 -DAAO (D-amino acido oxidasa) La mayor parte de ellos tienen relación con el desarrollo del sistema nervioso con las conexiones sinápticas o con la actividad metabólica de algunos neurotransmisores. Las microduplicaciones o deleciones genómicas que generan variantes en número de copias (copy number variants) son el origen de algunas de las formas de esta enfermedad. Sin embargo, estudios en gemelos univitelinos demuestran que hay factores ambientales que cumplen un papel importante en el desencadenamiento de la esquizofrenia. Dado que la probabilidad calculada en gemelos es tan solo del 50%. Factores Ambientales: Estudios en modelos animales apuntan a que en situaciones de estrés durante las fases de desarrollo intra y extrauterino, en las camadas se generan alteraciones en los niveles de distintas citoquinas que son sustancias que regulan la actividad del sistema inmunitario. Dichas alteraciones se postula que podrían influir en el desarrollo del sistema nervioso. Es por ello que algunos procesos infecciosos, fundamentalmente de origen vírico, también se han propuesto como agentes etiológicos asociados a la esquizofrenia, aunque las evidencias experimentales todavía no son concluyentes. 39 En los últimos años ha cobrado fuerza el papel de la regulación epigenética de las enfermedades y la esquizofrenia no ha sido ajena a esta corriente de opinión. En efecto, la epigenética es un conjunto de modificaciones bioquímicas que se generan en la cromatina y que son capaces de regular la expresión de los genes, sin producir cambios estructurales en la secuencia del genoma. Ya se han descrito distintas alteraciones en la regulación epigenética en enfermedades de alta incidencia como el cáncer o algunos procesos neurodegenerativos. Investigaciones en curso intentarán dilucidar si en la esquizofrenia también hay cambios significativos que pudieran explicar las alteraciones en el neurodesarrollo. 4. Tratamiento de la esquizofrenia Los problemas reseñados anteriormente para el diagnóstico y la caracterización de la enfermedad han redundado en una dificultad consecuente para su tratamiento. Es destacable que la mayor parte de fármacos antipsicóticos fueron utilizados inicialmente en otras patologías psiquiátricas. Todos los tratamientos actuales para la esquizofrenia son tratamientos sintomáticos no etiológicos, es decir tratan los síntomas de la enfermedad (todos o algunos) pero no su causa (dado que es desconocida). Las primeras generaciones de fármacos antipsicóticos se caracterizaban por sus importantes efectos adversos. Así por ejemplo el haloperidol, fármaco de primera generación o la clorpromazina, de segunda generación, producen si su posología no es la adecuada, parkinsonismo, distonías musculares, ganancia de peso y disminución del número de leucocitos en sangre. La nueva generación de antipsicóticos disponible en el arsenal terapéutico del psiquiatra son los antipsicóticos glutamatérgicos. Los cuales, como los de los tipos anteriormente reseñados se basan en la regulación de receptores asociados a proteínas G. 40 5. Receptores sinápticos Las conexiones entre las neuronas se realizan mediante unas estructuras denominadas sinapsis, en ellas la actividad eléctrica de una neurona genera la liberación de una sustancia química llamada neurotransmisor que estimula a la neurona vecina mediante la unión a unas proteínas que se encuentran en la membrana de la segunda neurona, denominadas receptores sinápticos. Estos receptores tienen un lugar de unión para los neurotransmisores los cuales encajan como una llave en la cerradura, es decir de forma específica. Existen múltiples tipos de receptores sinápticos. Una de las clases más importantes de estos son los asociados a proteínas G. Las proteínas G son una familia numerosísima de proteínas, tan numerosa que en algunos tipos celulares puede constituir el 5 % de todas las proteínas de la célula. Estas proteínas G denominadas así por su afinidad para unir moléculas de GTP/GDP (guanosina trifosfato/guanosina difosfato) tienen la capacidad de producir modificaciones en el citoplasma de las neuronas donde se encuentran. Normalmente generan cambios metabólicos, estimulando o inhibiendo la actividad celular de la neurona y por tanto activando o inhibiendo la actividad del sistema nervioso. Hasta los años 90 del pasado siglo se creía que una molécula del receptor se acoplaba y activaba una molécula de proteína G, es a lo que se llamaba modelo monomérico. Pero en los últimos años diversas investigaciones han demostrado que el proceso es más complejo. Ahora sabemos que se necesita la unión entre el receptor y distintas subunidades de proteínas G para que esta sea activa e inicie la cadena de señales intracelulares. Normalmente, por tanto un receptor puede activar a muchas proteínas G cada vez que a este se le une su neurotransmisor correspondiente. En los últimos años se han descrito una gran cantidad de receptores asociados a proteínas G que forman dímeros (es decir dos receptores juntos unidos del mismo tipo) y oligómeros (más de dos receptores del mismo tipo unidos. Pero en el último año los investigadores se han encontrado con nuevas sor- 41 presas. En algunas neuronas se ha descubierto la presencia de los denominados heterocomplejos. Son estructuras multiproteicas formadas por dímeros y oligómeros, pero de distintos tipos de receptores, es decir que varios neurotransmisores de tipos distintos se unirían a complejos de receptores de distintos tipos que se encuentran unidos entre si en la misma membrana de la misma neurona. Esto supone una verdadera revolución en el campo y modifica sustancialmente el conocimiento sobre el mecanismo de funcionamiento de las neuronas del sistema nervioso central y lo que es mas importante explicaría los efectos secundarios de los antipsicóticos clásicos y por supuesto abriría una nueva avenida para el desarrollo de nuevos fármacos. Estos fármacos estarían específicamente diseñados para este nuevo tipo de estructuras moleculares recientemente descubiertas. Las investigaciones ya han sido publicadas en cultivos celulares y en modelos de animales de laboratorio. La función de las neuronas piramidales del cortex cerebral controla el equilibrio entre las zonas corticales y el tálamo. Esta última estructura actúa de filtro de los estímulos sensoriales antes de que estos lleguen a la corteza cerebral y se hagan conscientes. Se sabe desde hace unos años que estas neuronas corticales tienen receptores para serotonina (un neurotransmisor) de un tipo relacionado con la aparición de alucinaciones (tan típicas en la esquizofrenia). Se sabe ahora que este receptor de serotonina (el 5-HT2A) forma un heterocomplejo con receptores de glutamato (otro neurotransmisor) de forma que los nuevos fármacos que se empiezan a desarrollar ahora evitarían la aparición de las alucinaciones y también frenarían otros efectos psicóticos presentes en la esquizofrenia, todo esto nos indica que se abre una nueva era en el tratamiento de la esquizofrenia y que aunque no se conocen las causa de la enfermedad los mecanismos fisiopatológicos de la misma comienzan a definirse con claridad. De esta forma los nuevos fármacos en desarrollo, como el LY404039, actuarán de cabeza de serie para nuevas terapias más efectivas. Definitivamente se vislumbra un horizonte realmente prometedor para el tratamiento de la esquizofrenia. 42 Perfiles genómicos en algunas enfermedades psiquiátricas Dr. D. José Carlos González Psiquiatría. Investigador del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM) Hospital Clínico Universitario. Valencia Dr. D. Julio Sanjuán Arias Profesor Titular de Psquiatría CIBERSAM. Universidad de Valencia 1. INTRODUCCIÓN La investigación de la contribución genética en el comportamiento ha demostrado de forma convincente la implicación de factores genéticos en la expresión de los rasgos conductuales normales y patológicos. Los estudios epidemiológicos de recurrencia en familias de adopción y de patrones de concordancia clínica en gemelos monocigóticos y dicigóticos para rasgos relacionados con la conducta han permitido concluir que los genes intervienen en el comportamiento normal y anormal. La gran mayoría de los trastornos psiquiátricos han mostrado una fuerte implicación de los factores genéticos, de hecho, los valores reportados de heredabilidad en psiquiatría están entre los más altos cuando se comparan con otro tipo de de trastornos de herencia compleja, como por ejemplo el asma o la diabetes. 43 A continuación vamos a repasar la importancia de la genómica en las enfermedades humanas en general, en los trastornos psiquiátricos, para luego centrarnos más específicamente en las implicaciones en psicosis. 2. LA IMPORTANCIA DE LA GENÉTICA EN LA CLASIFICACIÓN DE LAS ENFERMEDADES HUMANAS En Medicina encontramos distintos criterios para clasificar las Enfermedades: - Según la Etiología (Enfermedades Infecciosas) - Según la Anatomía Patológica (Cáncer) - Según Disfunciones Fisiopatológicas (Hipertensión, Epilepsia) - Según los Síntomas y el Curso de la Enfermedad: - Transversales (Trastorno de Pánico) - Longitudinales (Dependencia de Sustancias) ¿Qué aporta la Genética? Desde hace mucho tiempo conocemos que un grupo minoritario de enfermedades tiene un claro origen genético. La mutación concreta de un gen origina una alteración en la síntesis de una proteína y esto tiene graves consecuencias funcionales (Ejemplo: Corea de Hungtington o la Fenilcetonuria). Estas han sido tradicionalmente las enfermedades “genéticas” por excelencia. Frente a estas enfermedades que se comportan de un modo sencillo y siguen las Leyes de Mendel, estarían las llamadas enfermedades “genéticamente complejas,” estas están provocada por el efecto asociado de múltiples variantes (cambio de un único nucleótido: SNPs) de genes, cada uno con pequeño efecto sobre el fenotipo. Para hacerlas aún más complejas desde el punto de vista etiopatogénico casi siempre es necesaria la actuación del ambiente para dar lugar a un determinado fenotipo. Para desgracia de los investigadores en genética humana, las enfermedades complejas son con mucha dife- 44 rencia, las más frecuentes y se presentan con alta prevalencia en las poblaciones. La esquizofrenia entra sin duda dentro de este grupo de enfermedades. Asumiendo que en la etiología de estas enfermedades complejas y comunes estén implicados múltiples genes, se han propuesto dos hipótesis generales sobre qué tipo de genes pueden estar implicados. El modelo de enfermedades complejas / variantes raras predice que la enfermedad puede estar producida por numerosos alelos, potencialmente de alto-riesgo, pertenecientes a numerosos loci, cada uno de ellos con una baja frecuencia en la población. Puesto que su frecuencia es baja, es esperable que estos alelos no sean compartidos por diferentes subpoblaciones o grupos étnicos y si son de alto riesgo es esperable que tengan efectos fenotípicos deletéreos y tiendan a ser eliminados por selección purificadora, con lo cual estas variantes se mantendrán en las poblaciones, por ejemplo, por el equilibrio mutación-selección. Por el contrario, el modelo enfermedades comunes / variantes comunes, CDCV (common disease/common variant), predice que el espectro de alelos que confieren susceptibilidad a una enfermedad esté constituido fundamentalmente por alelos comunes, de riesgo moderado y compartidos por múltiples subpoblaciones. Es esperable que estas variantes comunes no estén sometidas a una fuerte selección purificadora, y se mantengan en las poblaciones por algún tipo de selección equilibradora (1-3). Si se calcula que el genoma humano tiene aproximadamente 3.000 millones de pares de bases y que hay algún cambio (SNPs) cada 800 pares de bases. Esto quiere decir que tenemos aproximadamente 4 millones de polimorfismos (SNPs) para explicar la variabilidad fenotípica humana. Aunque sabemos desde los trabajos de Kimura que la mayoría de estos cambios son neutros y no suponen ninguna variación en el fenotipo, el conocimiento de los SNPs que tienen significado funcional es uno de los mayores retos que tiene la ciencia genética en la actualidad. Es también una de las cuestiones 45 fundamentales en la comprensión de la variabilidad humana tanto normal como patológica. 3. IDENTIFICACIÓN DEL COMPONENTE GENÉTICO DE LA ENFERMEDAD MENTAL 3.1. Estudios Familiares, de Adopción y de Gemelos La primera y más sencilla aproximación a los factores hereditarios implicados en un trastorno nace de la observación de la familia y del estudio de la prevalencia del trastorno entre sus miembros. Este tipo de estudios permite calcular el riesgo mórbido familiar (familiar morbid risk) para el diagnóstico de interés y compararlo con el observado en individuos de la población general; un trastorno hereditario presentará, en hipótesis, una mayor prevalencia entre los familiares de los afectados. En los estudios de adopción se estima el riesgo para la enfermedad entre los individuos de alto riesgo para el trastorno; es decir, hijos de padres biológicos afectados, que han sido criados en familias adoptivas sanas. Estas tasas se comparan con las observadas entre los hijos de personas afectadas criados dentro de su familia natural. Por otro lado, el estudio comparado de las concordancias para un trastorno entre gemelos idénticos o monocigóticos con respecto a las concordancias entre gemelos no idénticos o dicigóticos es otras de las formas que tenemos de estimar la contribución relativa de genes y ambiente en el origen de estos trastornos. Estos estudios integran la información epidemiológica para calcular la heredabilidad, un concepto central de la genética cuantitativa. La heredabilidad de un rasgo cuantitativo se refiere a la proporción de la varianza fenotípica en una población que se debe al efecto de los genes. En el caso de la esquizofrenia, por ejemplo, los gemelos monocigóticos presentan concordancias de alrededor del 50%. Este dato pone de manifiesto la importancia de los factores ambientales en la etiología de la enfermedad, que podrían actuar como precipitantes en otro gemelo, o como factores protectores en otro gemelo, impidiendo la expresión de un genotipo de vulnerabilidad. 46 3.2. Estrategias para la Identificación de Genes de Riesgo: Ligamento y Asociación Los estudios de ligamiento consisten en la exploración de la totalidad del genoma con marcadores genéticos para poder identificar el locus/loci de la enfermedad en un determinado cromosoma. Es posible gracias al fenómeno del entrecruzamiento que tiene lugar entre dos cromosomas homólogos durante la meiosis. El ligamiento se expresa mediante el logaritmo de esta probabilidad: lod score. Una de las principales limitaciones que tienen los estudios de ligamiento en el caso de las enfermedades genéticamente complejas es que tienen poco poder para detectar genes de efecto menor. Además, los resultados de los análisis son muy sensibles a errores de genotipado, cambios en el diagnóstico de los miembros de la familia del paciente y problemas de heterogeneidad genética. Quizás por todos estos motivos los resultados obtenidos desde estudios de ligamiento para enfermedades mentales son, cuando menos, frustrantes. Los análisis de asociación genética constituyen en la actualidad una de las mejores estrategias para la identificación de genes responsables de enfermedades genéticamente complejas, en las que no existe un modelo de herencia conocido, y muy probablemente son varios genes de efecto menor los involucrados. Existen innumerables estudios de asociación genética en enfermedades mentales, pero muy pocos genes para los que se haya descrito la asociación y la hayan replicado grupos independientes. Durante los últimos años, muchas esperanzas se han depositado en una nueva estrategia para la búsqueda de genes responsables de enfermedades, los llamados estudios de asociación del genoma completo (GWAS). Estos estudios han identificado un número importante de asociaciones entre determinadas regiones cromosómicas y algunas enfermedades complejas, como la diabetes de tipo 2 y la artritis reumatoide (4). La estrategia de los GWAS se 47 basa en los resultados del International Human HapMap Project, que ponen de manifiesto que la variabilidad genética existente en una posición concreta permite predecir, con una alta probabilidad, la variante genética que se encuentra en posiciones adyacentes (de hasta 30.000pb). De acuerdo con estos datos, es posible identificar nuestra variabilidad genética completa analizando unos 500.000 marcadores elegidos siguiendo estos criterios. En la actualidad, aunque los GWAS son muy populares, presentan un gran número de retos logísticos y técnicos. El primero de ellos viene dado por las definiciones diagnósticas de los casos afectados de la enfermedad que queremos estudiar. En este sentido, es de vital importancia que se seleccione un fenotipo que pueda ser medido con la máxima exactitud para disminuir la heterogeneidad de la muestra. Las muestras necesarias tienen que ser muy numerosas para tener la garantía de que tienen el suficiente poder estadístico para detectar un efecto genético pequeño de los genes potencialmente implicados en los trastornos. 4. INTERACCIÓN GEN-AMBIENTE EN PSIQUIATRÍA Los análisis epidemiológicos tradicionales también pueden modelar las interacciones genes-ambiente sirviéndose de la variación genético-molecular directa en genes candidatos basados en hipótesis. Ejemplo de ello es la hipótesis sobre la interacción entre la variación del gen que codifica el transportador de serotonina y el estrés en la depresión (5). Existen ejemplos parecidos en la investigación de trastornos psicóticos, en los que un estudio observacional inicial apuntaba a una interacción entre el consumo de cannabis y el polimorfismo Val158Met del gen COMT (6). Los hallazgos combinados apuntan a que los estudios experimentales en humanos y en animales serán de una importancia fundamental para el seguimiento de observaciones necesariamente “ruidosas” de la interacciones genes-ambiente. 48 5. EL CONCEPTO DE ENDOFENOTIPO Y GENES CANDIDATOS EN PSICOSIS FENOTIPO Ejemplos Ventajas Inconvenientes Ampliando El fenotipo -Psicosis Única Permite identificar factores genéticos y neurobiológicos comunes Dificultad para explicar las Diferencias clínicas o evolutivas del fenotipo -Trastorno Mental Único Sirve para replantear la nosología Fenotipos extremos -Velo-Cardio-Facial -Alta agregación familiar -Formas catatonicas -Alucinadores crónicos Los hallazgos más consistentes en otras enfermedades genéticamente complejas Explica solo una parte pequeña de todos los pacientes esquizofrénicos Subtipos clínicos Positiva, Negativa, Desorganizada Categorial, Dimensional Cercano a la Psicopatologia tradicional y a la clínica Muy dudosa validez Biológica Dimensiones Personalidad Esquizotipia Esquizotaxia Continuidad con la normalidad Dudosa validez biológica Déficit cognitivo Deterioro cognitivo Memoria trabajo Déficit atencional Continuidad con la normalidad conocimiento mecanismos fisiologicos implicados Falta de especificad en relación a la esquizofrenia Alta especificidad, cercano A la clínica Carácter episódico Dificultad de encontrar fenotipos intermedios Alucinaciones -Alucinaciones auditivas -Déficit filtro perceptivo Posibilidad de estudio Con técnica neuroimagen Alteraciones Neurofisiológicas P50 Movimientos ojos Más cercano al genotipo Falta de especificad en relación a la esquizofrenia. Gran validez biológica Modelos animales Neuroimagen Asimetrías hemisféricas Estructural Dilatación ventricular Funcional Morfometria áreas especificas Hipofrontalidad Más cercano al genotipo Falta de especificad en relación a la esquizofrenia. Tabla1. Fenotipos alternativos de esquizofrenia utilizados en los estudios genéticos 49 Hace ya más de 30 años John y Lewis crearon el concepto de “endofenotipo” para describir características bioquímicas de los insectos que no eran obvias en el fenotipo externo pero que podían estar estrechamente ligadas a variantes en el genotipo (7). La utilización de este concepto en Psiquiatría fue ya sugerido poco tiempo después dado que en seguida estuvo claro que las clasificaciones nosológicas basadas en agrupaciones sintomáticas no eran apropiadas para las investigaciones genéticas (8). Hoy en día se utilizan diversos conceptos que a veces pueden ser considerados o no, como sinónimos, algunos de dichos términos son: fenotipo alternativo, fenotipo intermedio, sub-fenotipo, marcador de rasgo, marcador biológico, marcador de vulnerabilidad etc. En general se puede decir que ha habido dos grandes corrientes en la tendencia clasificadora en general en Psiquiatría y en la esquizofrenia en particular: los amantes de la agrupación y los buscadores de sub-clasificaciones. Dicho en términos más modernos: la tendencia a ampliar o y la tendencia a recortar el fenotipo. Vamos a repasar las ventajas e inconvenientes de cada una de estos planteamientos en la esquizofrenia centrándonos en las evidencias genéticas. Como el tema es amplísimo no pretendemos ser exhaustivos y solo mencionaremos aquellos aspectos y estudios que consideremos más relevantes. Un resumen de los diferentes fenotipos alternativos con sus ventajas e inconvenientes aparece en la Tabla 1. 5.1. Ampliando el Fenotipo Esta línea de investigación que asume el planteamiento de que existe una susceptibilidad genética común a todas las psicosis viene avalado en primer lugar por los estudios de agregación familiar que encuentra antecedentes familiares de ambas patologías con una frecuencia mayor de lo esperado si fueren entidades independientes (9). Los estudios de ligamiento han sugerido que hay diversos loci comunes entre ambas enfermedades. (10). También desde la clínica no solo vemos esta asociación, sino que no es extraño que a lo largo del tiempo en la evolución clínica de un paciente podamos cambiar él 50 diagnostico de un T. Bipolar a una Esquizofrenia o a la inversa pasando desde luego por la solución del diagnostico de esquizoafectivo. Esta línea de investigación plantea, sin embargo, varios problemas el primero es: ¿Por qué parar en la psicosis? En realidad los estudios de agregación familiar han demostrado sobradamente, que en los familiares de los pacientes con esquizofrenia también aparecen una mayor prevalencia de T. obsesivos, T. Depresivos, T. de Ansiedad, consumo de drogas etc. (10). De nuevo en la práctica clínica es muy frecuente encontrar pacientes con el diagnostico de esquizofrenia que padecen a lo largo del tiempo síntomas obsesivos o crisis e pánico o cuadros depresivos. Esta co-morbilidad es tan frecuente que lo “raro” es encontrar un cuadro esquizofrénico puro. Desde el punto de vista estrictamente genético el planteamiento de una vulnerabilidad general inespecífica a sufrir cualquier trastorno mental no es nada descabellado. Si analizamos por ejemplo un gen muy estudiado el que codifica el transportador de serotonina y más concretamente la variante HTTLPR, sabemos que tener la variante corta (ss) de este gen se ha asociado a: rasgos de neuroticismo, ansiedad, obsesiones, depresión, esquizofrenia, mayor respuesta a la amígdala ante estímulos emocionales etc. (11) Estaríamos hablando, muy probablemente, de una variante genética que regula nuestra resistencia general al estrés. Es por ello que es precisamente en el transportador de serotonina donde actúan los ISRS que tiene un perfil o espectro terapéutico que va mucho más allá del tratamiento antidepresivo. En resumen, este planteamiento en su versión más radical nos llevaría, no a la psicosis única sino al Trastorno Mental Único y abogaría por la desaparición de cualquier tipo de nosología psiquiátrica. No hay que escandalizarse por ello. El planteamiento no es por tanto una mera teoría si no que tiene posibilidades de ser comprobado por procedimientos empíricos y puede realmente que encontremos asociaciones genéticas hasta ahora insospechadas entre varias enfermedades aparentemente lejanas en la clínica. 51 Por supuesto que otro problema, de esta postura radical, es que hasta que podamos analizar todos esos datos nos quedamos estancados. El avance en la ciencia consiste en tener capacidad de predecir por qué un sujeto concreto desarrolla unos determinados síntomas y no otros, por que uno se deteriora y otro no, porque uno responde al tratamiento y otro permanece resistente. Para poder hacer esto necesitamos imperiosamente investigar no solo lo que tienen en común diferentes pacientes sino también el origen de la diferencia. 5.2. Recortando el Fenotipo: Endofenotipos La otra línea va justo en la dirección contraria, se considera que la esquizofrenia es un síndrome demasiado amplio y complejo y que debemos buscar por tanto fenotipos más simples para poder obtener una asociación válida con el genotipo. Fenotipos extremos El buscar fenotipos clínicos extremos ha dado resultados interesantes pero no tan consistentes como los anteriormente mencionados. Se ha realizado en cuadros predominantemente catatónicos o en los alucinadores crónicos persistentes (12). La otra diferenciación más clara desde la genética es la asociación de este síndrome con la delección de la banda q11 en el cromosoma 22, también denominado Síndrome Velo-Cardio-Facial y Síndrome de DiGeorge. Estos pacientes asocian un fenotipo muy característico con hendidura del velo del paladar, alteraciones cardiacas congénitas, trastornos del aprendizaje y alta prevalencia de trastornos psiquiátricos en particular esquizofrenia (13). El principal inconveniente de esta aproximación basada en fenotipos extremos es que solo es aplicable a una pequeña parte de la población diagnosticada de esquizofrenia. Subtipos Clínicos Si la esquizofrenia (Dementia praecox) surge históricamente de agrupar diferentes síndromes, la sub-clasificación tradicional es volver con algún añadido a dichos síndromes originarios: catatónico, 52 paranoide, hebefrenia, simple o indiferenciada. Por supuesto que como dichos síndromes están definido solo por los síntomas podemos crear tantos síndromes como queramos según el peso que demos a determinados síntomas frente a otros. La primera cuestión que surgió fue la de investigar la validez biológica de estos subtipos clínicos. La ventaja de la búsqueda de agrupaciones sindrómicas, es que es el modelo más cercano a la clínica tradicional. Ha habido múltiples propuestas de subclasificación clínica de la esquizofrenia. De todas las divisiones sindrómicas posibles, la propuesta que todavía hoy sigue siendo la más coherente, en nuestra opinión, por aunar aspectos clínicos y biológicos es la que realizó T. J. Crow hace ya más de 20 años de síndromes Tipo I y Tipo II (14). Desde entonces ha habido un gran debate de cuantos síndromes hay en la esquizofrenia sin llegar a ninguna propuesta consensuada. El problema es que si para decidir esto nos basamos exclusivamente en datos clínicos los resultados que obtengamos dependerán exclusivamente de qué tipo de escala utilicemos y al tipo de análisis estadístico a que sometamos a los datos. Si alguna de estas sugerencias ha estado abalada desde la neuroimagen, ninguna de ellas tiene un soporte desde los datos genéticos. Dicho de forma más contundente, lo que sabemos hasta ahora de la genética de la esquizofrenia va claramente en contra de las sub-clasificaciones de este síndrome. La sub-tipificación clínica categorial no puede nunca, por definición, encontrar síndromes clínicos intermedios y todos los datos epidemiológicos y genéticos sugieren la necesidad de buscar dichos síndromes (con excepción de los extraños casos del S. Velo-Cardio-Facial) Una forma de resolver esta cuestión es acercarse a dichos cuadros de forma dimensional. Del Trastorno de la Personalidad a la Enfermedad La posibilidad de un abordaje dimensional es más fácil si incluimos la personalidad como fenotipo. La personalidad ha sido tradicionalmente estudiada, al menos en Psicología, como un continuo dimensional. Así, una de las posibles formas de definir estos cuadros 53 intermedios es a través de los rasgos de personalidad que se relacionan más con la esquizofrenia: personalidad esquizotípica y esquizoide. Siendo de estos el Trastorno esquizotipico el más estudiado. Otro concepto que ha recobrando interés es la esquizotaxia ya formulado por P.E. Meehl en 1962. El concepto de esquizotaxia fue reformulado en 1990 (15) intentando crear un modelo unificado de la esquizofrenia. Agrupando en dicho concepto una serie de características de personalidad que serían semejantes a la esquizotípia negativa (es decir los síntomas de esquizotípia sin los síntomas positivos). Esta esquizotaxia sería el síndrome de vulnerabilidad previo tanto para la esquizofrenia como para el trastorno de personalidad esquizotípico. La ventaja de esta aproximación es que permite ver la psicosis dentro de un continuo y es coherente por tanto con el planteamiento del modelo enfermedades comunes/variantes comunes. El principal inconveniente es que seguimos hablando de síndromes muy complejos y no muy bien definidos cuya validez biológica (existencia de circuitos neurobiológicos específicos) es muy dudosa. La aproximación basada en el síntoma Una de las cuestiones más importantes en toda la investigación psiquiátrica, es que está basada en la Psicopatología. La definición y delimitación de los síntomas psiquiátricos han ido variando a lo largo del tiempo muchas veces influidos mas por cuestiones circunstanciales, políticas o históricas que por alcanzar una autentica validez en la clínica. Esto quiere decir que el elemento esencial de la clínica psiquiátrica: el síntoma, no está bien definido ni conocemos su validez. En la esquizofrenia tenemos tres grandes grupos de síntomas: positivos (alucinaciones, delirios) negativos (apatía, anhedonia, aplanamiento afectivo) cognitivos (T. memoria, T. de abstracción, déficit en la fluidez verbal). El deterioro cognitivo Los trabajos más interesantes son sin duda los del grupo de D. R. Weinberger. Estos autores han realizado extensos estudios que 54 establecen una relación entre el polimorfismo de la COMT (catechol-Omethyltranferase) y el déficit en la memoria de trabajo. Estos autores sostienen que una variante del gen de la COMT está relacionada con cambios en la actividad de esta enzima lo que permite predecir un bajo rendimiento en el ámbito de funciones frontales. Polimorfismos en este genotipo pueden explicar un 4% de la variabilidad en la función ejecutiva en sujetos normales. Sin restar importancia a estos estudios creemos que dejan de mencionar una cuestión esencial a pesar de las múltiples investigaciones sobre el déficit cognitivo en la esquizofrenia no se ha encontrado hasta la fecha ningún déficit cognitivo especifico que tenga utilidad diagnóstica en la práctica clínica. En otras palabras hoy por hoy todos los hallazgos son totalmente inespecíficos (16). Además el déficit cognitivo como fenotipo es tan complejo como el propio síndrome de la esquizofrenia. Las alucinaciones auditivas En contra de la postura dominante nuestro grupo ha escogido las alucinaciones auditivas como fenotipo alternativo. Pensamos que para avanzar en el conocimiento de un fenotipo clínico complejo debemos transformarlo en un fenotipo más simple, pero lo más específico y fácil de medir posible. Las alucinaciones auditivas son el síntoma más recortado y fácil de medir. Aunque es verdad que dichas alucinaciones pueden aparecer en otros cuadros aparte de en la esquizofrenia e incluso en la población general, las características fenomenológicas de las alucinaciones en estos pacientes las hace únicas al menos dentro de la psicosis. Vamos a sintetizar la labor realizada en este campo por nuestro grupo: Hemos realizado el primer estudio del gen FOXP2 en pacientes esquizofrénicos (17). La importancia de este gen es que sido la primera vez que se ha relacionado una mutación con una patología especifica del lenguaje, siendo la alteración del lenguaje una caracterisitica central de la esquizofrenia. Hemos encontrado una relación con variaciones alélicas del gen CCK-AR y la persitencia de las alucinaciones auditivas (18). La colecistokinina 55 (CCK) es el neuropéptido más común en el sistema nervioso y un regulador de la actividad dopaminérgica en el cortex. Estudios anteriores habían sugerido una relación entre variaciones en este gen y las alucinaciones auditivas. Hemos encontrado que los sujetos con la variante corta del polimorfismo 5-HTTLPR del gen 5-HTT muestran un aumento de la respuesta emocional a las alucinaciones auditivas (19). Este resultado resulta coherente con resultados anteriores que habían demostrado que la variante corta guarda relación con una mayor respuesta emocional al estrés. Despues de una exhaustiva revisión de la literatura creemos que estos son los primeros estudios que han establecido correlaciones genéticas con las dimensiones de las alucinaciones. Nuestra propuesta es sencillamente que no todos los individuos tienen la misma vulnerabilidad a las alucinaciones auditivas y que tiene que haber determinados polimorfismos genéticos relacionados con la aparición de las mismas; si bien dicha vulnerabilidad no implique el diagnóstico de esquizofrenia, ya que pueden presentarse dichas alucinaciones en otros cuadros psicóticos, el fenotipo esquizofrenia con alucinaciones auditivas, es un cuadro mucho más recortado para la investigación genética, que el de esquizofrenia tal como la define las diferentes clasificaciones internacionales (DSM-IV, CIE-10). 6. EXPLICACIONES EVOLUCIONISTAS: GENES DE SELECCIÓN POSITIVA Y ESQUIZOFRENIA Los planteamientos evolucionistas tratan de contestar las llamadas preguntas últimas: ¿Por qué en el ser humano aparece la esquizofrenia? Para contestar a esta pregunta, debemos responder primero a otra: ¿Hay algún otro animal que padezca esta enfermedad? Las razones son claras: los síntomas que queremos ver o reproducir están en la esfera de capacidades específicamente humanas, por lo menos si entendemos que la conciencia y el lenguaje son alteraciones nucleares de este trastorno. Sería razonable, investigar por tanto, si los genes sometidos a selección positiva presentan variaciones en los sujetos con esquizofrenia. Especialmente importante el gen 56 FOXP2. Sabemos que es un gen regulador que se expresa en áreas cerebrales del lenguaje. Nuestros datos sugieren que variaciones del FOXP2 podrían estar relacionadas con las alteraciones del lenguaje y las alucinaciones auditivas en la esquizofrenia (17). 7. CONCLUSIONES Uno de los principales esfuerzos necesarios en el desarrollo de la genética de los caracteres complejos se centrará en los métodos estadísticos y en la elaboración de nuevas estrategias matemáticas que permitan establecer los efectos aditivos de estos genes y estimar, asimismo, los efectos de interacción gen-ambiente. Las definiciones fenotípicas deberán incluir aproximaciones sintomatológicas nuevas. Los endofenotipos constituyen este nuevo fenotipo de trabajo que puede ayudar a delimitar algunos subgrupos de interés y facilitar, por tanto, la identificación de genes. El camino en la investigación a la luz de la Teoría de la Evolución, es decir, analizar los que nos diferencia anatómicamente y genéticamente del resto de los animales y en particular lo que nos separa de nuestros ancestros más cercanos, los chimpancés se hace imprescindible para comprender el origen de la psicopatología. 8. REFERENCIAS 1.Carlson, C. S., Eberle, M. A., Kruglyak, L., et al.: Mapping complex disease loci in whole-genome association studies. Nature 2004, 429:446-452. 2.Hirschhorn, J. N., Daly, M. J.: Genome-wide association studies for common diseases and complex traits. Nat Rev Genet 2005, 6:95-108. 3.Wang, W. Y., Barratt, B. J., Clayton, D. 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Int J Neuropsychopharmacol. 2005b 26; 1-3. 59 60 Dr. Vicent Balanzá-Martínez Nuevas aproximaciones a las enfermedades mentales graves: ¿Es un trastorno bipolar una enfermedad sistémica y progresiva? Dr. D. Vicent Balanzá-Martínez Psiquiatra. Unitat de Salut Mental de Catarroja Profesor Asociado de Psiquiatría Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM) Universidad deValencia Co-autores: Prof. Dr. D. Flavio Kapczinski Prof. Dr. D. Rafael Tabarés-Seisdedos 61 1. Introducción El trastorno bipolar (TB) es un trastorno del estado de ánimo que tiene un curso crónico con tendencia a las recaídas y que se caracteriza por la aparición cíclica de fases o episodios de manía y/o depresión, con períodos intercalados de remisión clínica llamada eutimia. Aunque la forma clásica del TB llamada Enfermedad Maníaco-Depresiva se conoce desde la antigüedad, el TB sigue estando definido como un síndrome y no como una enfermedad, una situación habitual en el resto de la psiquiatría. Actualmente se considera como un trastorno o síndrome complejo en el sentido de que la disfunción abarca múltiples dominios de la biología cerebral, más allá de la desregulación del estado de ánimo que ha constituido su elemento definitorio tradicionalmente. Así, la expresión fenotípica completa del TB (el llamado fenotipo extendido) incluye también ansiedad, psicosis, impulsividad, alteraciones en el funcionamiento cognitivo y en los ritmos circadianos, así como altas tasas de comorbilidad con otras enfermedades (1,2). A lo largo del tiempo se pensó que el pronóstico a largo plazo del TB era benigno y probablemente esta idea se mantuvo en parte por contraste con el deterioro progresivo característico de la otra enfermedad psiquiátrica grave, la esquizofrenia. Sin embargo, la investigación sistemática realizada en las dos últimas décadas ha dejado claro que, en la mayoría de los casos, el TB es potencialmente grave, presenta una evolución poco favorable y altas tasas de discapacidad y de morbilidad, así como de mortalidad prematura (3-5). De hecho, el TB se encuentra entre las diez enfermedades con más discapacidad a nivel mundial (6). Este trabajo parte de la idea de que el deterioro tanto en el funcionamiento cognitivo como en la salud física que caracteriza al TB permite explicar estos últimos datos (7-8). El repaso de las pruebas científicas que apoyan la hipótesis de que el TB es una enfermedad sistémica y neuroprogresiva constituye el foco de la presente revisión. 62 2. El papel clave de la neurocognición en el trastorno bipolar El funcionamiento neurocognitivo o neuropsicológico de las personas con TB ha recibido una atención creciente en la última década (9-10). La experiencia clínica demuestra que durante los episodios agudos tanto de manía como de depresión, los pacientes presentan alteraciones en la mayoría de las funciones cognitivas (9). Uno de los padres de la nosología psiquiátrica moderna, Emil Kraepelin, enfatizó que la recuperación entre los episodios de la enfermedad maníaco-depresiva era completa y su legado ejerció una poderosa influencia: se asumió que la disfunción neurocognitiva típica de las fases agudas revertía de forma paralela a la mejoría clínica. Sin embargo, las pruebas científicas disponibles actualmente apuntan en sentido contrario porque las alteraciones neurocognitivas pueden identificarse en todas las fases de la enfermedad, incluso en la eutimia. En este sentido, una de las primeras pruebas y también de las más elegantes fue demostrar la persistencia de los déficits en la fase de eutimia (11). Los hallazgos son tan abundantes que se han podido resumir de forma cuantitativa (meta-analizar), concluyendo que la disfunción cognitiva de los adultos que se encuentran en fase de remisión del TB puede incluir problemas de velocidad de procesamiento de la información, atención, memoria y aprendizaje verbal, así como diversas funciones superiores llamadas ejecutivas, como son la flexibilidad cognitiva, la memoria de trabajo o la fluidez verbal (12-13). La persistencia de estas alteraciones más allá de las fases activas del TB tiene, ciertamente, implicaciones a nivel clínico, pronóstico y terapéutico, entre otros. Por una parte, ha despertado el interés de los investigadores ya que la caracterización de los déficits cognitivos es una herramienta para comprender mejor cuáles son las áreas y circuitos cerebrales implicados en la fisiopatología del TB (14). Sin embargo, muchos profesionales sanitarios todavía 63 desconocen la principal aportación de la disfunción cognitiva: nada menos que su valor clínico. En efecto, investigaciones recientes de nuestro equipo en la Universitat de València dirigido por el profesor Tabarés y de otros grupos sugieren que el funcionamiento cognitivo es la variable que mejor predice cuál va a ser el funcionamiento diario de los pacientes en su vida cotidiana, incluso más que los propios síntomas afectivos (15-16). La Tabla 1 compara los atributos de la disfunción cognitiva en la esquizofrenia y en el trastorno bipolar para mostrar que representa un aspecto central en ambos. Tabla 1. Principales características de la disfunción cognitiva en la esquizofrenia y el trastorno bipolar. El origen exacto de esta disfunción cognitiva no se conoce con precisión, aunque actualmente se piensa que es el resultado de una combinación de diversos factores, incluyendo procesos del desarrollo cerebral, procesos degenerativos, variables genéticas y ambientales, así como la influencia de la medicación (17). El TB requiere un tratamiento psicofarmacológico a largo plazo y, por tanto, parecería lógico 64 suponer que los efectos sedativos, anticolinérgicos o extrapiramidales de la medicación puedan ocasionar un daño cognitivo añadido. Sin embargo, hemos de admitir que esto no ha podido verificarse científicamente ya que se dispone de pocos estudios y la mayoría se han realizado con pacientes polimedicados, lo que dificulta individualizar la repercusión cognitiva de cada psicofármaco (18). Para tratar de explicar la existencia del deterioro, ya sea cognitivo o de otro tipo, en las enfermedades neuropsiquiátricas suele recurrirse a dos posibles modelos, frecuentemente planteados como competitivos o excluyentes. Por una parte, el modelo de neurodesarrollo o desarrollo cerebral anómalo, característico por ejemplo del autismo y de la esquizofrenia; por otra, el deterioro progresivo o neuroprogresión, cuyo prototipo son las demencias. El primero plantea que la disfunción cognitiva ya estaría presente antes de que debute el TB, es decir, sería pre-mórbida, y se mantendría estable a lo largo de la evolución. En cambio, según el modelo de neuroprogresión el deterioro cognitivo sería la consecuencia del avance de la enfermedad y así, por ejemplo, cabría esperar que aumentase en función del número de recaídas. ¿Qué hallazgos de tipo neurocognitivo apoyan el modelo de neurodesarrollo en el TB? En primer lugar, diversos estudios de cohortes de niños y adolescentes señalan que aquellos sujetos que desarrollarán un TB no sólo no presentan un compromiso neurocognitivo premórbido sino que incluso tienen mejores rendimientos que los sujetos sanos en algunas áreas específicas, como el razonamiento aritmético (19-21). Por el contrario, las personas con riesgo de esquizofrenia manifiestan típicamente dificultades cognitivas que son detectables ya desde la infancia. En segundo lugar, para contestar esta pregunta también podemos comparar el funcionamiento neurocognitivo de los sujetos sanos con el de los familiares biológicos de primer grado de las personas con TB, porque comparten con éstos la mitad de los genes y las capaci- 65 dades neurocognitivas son altamente heredables. Algunos de estos estudios señalan que los familiares sanos tienen disfunciones similares, aunque menos intensas que las de los pacientes, especialmente en memoria verbal, velocidad de procesamiento de la información y funciones ejecutivas (13,22). Sin embargo, en conjunto la cognición de un familiar sano de una persona con TB está globalmente conservada. Esto significa que ciertos déficits cognitivos estarían ligados a factores familiares o hereditarios, probablemente a la vulnerabilidad o riesgo genético para presentar un TB con independencia de que éste se manifieste clínicamente o no. En tercer lugar, los déficits cognitivos presentes en el TB y la esquizofrenia podrían tener, en parte, una base genética. Así, la gravedad de la disfunción ejecutiva podría predecirse a partir de una serie de mutaciones en los genes implicados en procesos anómalos de migración neuronal, incluyendo variaciones estructurales en algunos genes relacionados con la lisencefalia (23-24). En la actualidad existen más pruebas en apoyo de que la disfunción cognitiva del TB se puede explicar mejor desde un modelo de neuroprogresión. Así, las variables de tipo clínico que se han asociado de forma más consistente son el número de episodios acumulados, particularmente del polo maníaco, y la cronicidad o número de años de evolución (25). Además, estos hallazgos coinciden con los de algunos estudios de imagen cerebral que encuentran que los pacientes con episodios múltiples tienen una mayor probabilidad de presentar una dilatación de los ventrículos así como una atrofia de la sustancia gris cerebral cuando se les compara con pacientes con un primer episodio bipolar (26). Sin embargo, como la mayoría de estas pruebas científicas se basan en estudios con un diseño transversal, el sentido de la relación causa-efecto no puede establecerse con certeza. Podría suceder que la disfunción cognitiva empeorase conforme avanza el TB o que una evolución más grave del mismo fuese la consecuencia de las alteraciones cognitivas. Esto es importante porque la primera posibilidad sugiere que en el TB existirían procesos etiofisiopatológicos de tipo progresivo. 66 Por tanto, resulta esencial llevar a cabo estudios longitudinales prospectivos para establecer las trayectorias neurocognitivas a lo largo del tiempo y en última instancia para desarrollar estrategias terapéuticas y preventivas enfocadas a prevenir el deterioro cognitivo. Sin embargo, se dispone de muy pocos estudios de seguimiento neurocognitivo. El primero de ellos, realizado por nuestro equipo de la Universitat de València, concluyó que los déficits cognitivos son principalmente estables durante la fase crónica del TB (27). Otros trabajos posteriores han confirmado este hallazgo, así como la ausencia de deterioro cognitivo a lo largo de períodos de 1-3 años (16,27-28). Sin embargo, los resultados preliminares de otro estudio longitudinal realizado por nuestro grupo con una muestra independiente sugieren que los rendimientos en algunas funciones cognitivas, como la atención selectiva/control inhibitorio evaluada mediante el Test de Stroop, podrían sufrir un deterioro cuando el tiempo de seguimiento es mayor, concretamente de 5 años. Esta sería la primera prueba neurocognitiva que apoya la hipótesis neuroprogresiva de la enfermedad desde un punto de vista longitudinal. Además, este hallazgo coincide con el de un estudio transversal reciente que concluye que los pacientes con episodios múltiples tienen un mayor deterioro que aquéllos con un primer episodio precisamente en el Test de Stroop (29). 3. ¿Se debería considerar el trastorno bipolar como una enfermedad sistémica? Comparadas con la población general, las personas que sufren un TB tienen más riesgo de presentar simultáneamente otras enfermedades. Esta mayor comorbilidad constituye la norma más que la excepción en el TB e incluye tanto otras enfermedades psiquiátricas como enfermedades médicas en general. La prevalencia de la comorbilidad psiquiátrica es del 50-70% (30), especialmente con los trastornos de ansiedad y por abuso de sustancias psicoactivas (31). Por su parte, existe un amplio abanico de enfermedades que se asocian con el TB, principalmente de tipo cardiovascular, neurológico y metabólico, como la obesidad/sobrepeso y la diabetes de tipo II. Un 67 hecho quizás poco conocido es que tener un TB aumenta el riesgo de mortalidad por todo tipo de causas, excepto el cáncer (32-33). En general, la presencia de estas enfermedades concomitantes conlleva una menor respuesta a los tratamientos y empeora el pronóstico, el funcionamiento diario y la calidad de vida de las personas con TB (34). Por todo ello, el TB ya no puede considerarse simplemente como una enfermedad del estado de ánimo ni siquiera meramente como una enfermedad mental, cerebral o del sistema nervioso central. De hecho, está empezando a debatirse si podemos entender mejor el TB como una enfermedad de tipo sistémico en el sentido de que potencialmente puede afectar al organismo en su conjunto; en otras palabras, repercutir en la salud global, tanto física como mental (35; Figura 1. Se ilustra de forma esquemática cómo nuestra concepción del trastorno bipolar ha ido cambiando con el paso del tiempo. 68 Figura 1). El concepto de carga alostática (allostatic load) nos puede ayudar a entender mejor esta dimensión sistémica del TB. Este nuevo paradigma, desarrollado en su aplicación al TB por el profesor Kapczinski en el laboratorio de Psiquiatría Molecular de Porto Alegre (Brasil), permite integrar dimensiones del TB aparentemente no relacionadas entre sí, como son la vulnerabilidad al estrés, las tasas elevadas de comorbilidad y mortalidad, así como el deterioro físico y cognitivo que se aprecian frecuentemente en los pacientes (7). Por alostasis se entiende el proceso de adaptación necesario para que un organismo recupere la estabilidad o equilibrio (homeostasis) tras la acción de un estresor del ambiente. El TB se podría entender como una enfermedad en la que se van acumulando estados de alostasis, de manera que la carga alostática aumentaría progresivamente con la sucesión de recaídas a lo largo del tiempo. En los trastornos del estado del ánimo, como el TB, existe una menor capacidad para reaccionar a las demandas del entorno, lo que a su vez puede llevar a los pacientes hacia estados de carga alostática con un ajuste anormal relacionado con situaciones de estrés y adaptación crónicos (2,36). Esto permite explicar por qué la repetición de episodios de la enfermedad vuelve al individuo cada vez más vulnerable a futuras recaídas al tiempo que reduce la respuesta terapéutica (37). Aunque los efectos nocivos de la carga alostática pueden repercutir en cualquier órgano, el cerebro parece ser especialmente vulnerable a sus efectos. Según esta propuesta, existiría un conjunto de factores que interactúan entre sí de forma que el deterioro físico y cerebral se produce en un contexto de estrés crónico o de enfermedad mental grave. Los mediadores moleculares de la carga alostática incluyen genes, neurotransmisores, hormonas del estrés, catecolaminas, así como factores neurotróficos, inflamatorios y de estrés oxidativo. Seguidamente revisaremos las pruebas que apoyan la existencia de alteraciones en tres de estos mediadores de carga alostática y que su vez permiten explicar la naturaleza neuroprogresiva del TB: el estrés oxidativo, los factores neurotróficos y la inflamación sistémica. 69 En primer lugar, se han descrito alteraciones en los marcadores biológicos de daño o estrés oxidativo en el TB. Los niveles de productos reactivos al ácido tiobarbitúrico (TBARS por sus siglas en inglés), un marcador de peroxidación lipídica, están elevados en todas las fases del TB, aunque el daño parece ser mayor durante la manía (38). En personas con TB se han podido constatar las consecuencias del estrés oxidativo, como son el daño en el material genético (39), el acortamiento acelerado de los telómeros (40) y alteraciones en el funcionamiento del endotelio vascular (41). Todo ello puede contribuir al envejecimiento prematuro y a la comorbilidad, por ejemplo con enfermedades cardiovasculares, que frecuentemente se observa en los pacientes (7). En segundo lugar, hoy se sabe de forma consistente que el factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF por sus siglas en inglés) desempeña un papel clave en la fisiopatología de los trastornos del estado de ánimo, como el TB. El BDNF es una proteína perteneciente a la familia de los factores de crecimiento – una neurotrofina– implicada en funciones vitales para el funcionamiento cerebral como la conectividad neuronal, la arborización dendrítica, la eficacia sináptica y la neuroplasticidad (42). Recientemente se ha demostrado que los niveles séricos de BDNF disminuyen tanto en la manía como en la depresión y que además lo hacen de forma inversamente proporcional a la gravedad de los síntomas maníacos y depresivos (43-44). Además, dichos niveles vuelven a la normalidad con la remisión de los síntomas de manía aguda tras un tratamiento adecuado (45). Sin embargo, las personas que han sufrido episodios múltiples tienen niveles de BDNF menores que los de aquéllas con un primer episodio (46), lo que sugiere que las recaídas sucesivas pueden dificultar la restauración de los niveles de neurotrofinas. El interés de todo ello radica en la posibilidad de utilizar los niveles de BDNF como un biomarcador tanto de la respuesta al tratamiento de la manía aguda como de la progresión del TB. En tercer lugar, las citocinas inflamatorias como el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α) y las interleucinas pueden representar 70 otro marcador neurobiológico implicado en el deterioro cognitivo y cerebral del TB (47-48). La incorporación de biomarcadores periféricos permitirá conocer mejor los mecanismos moleculares subyacentes a la progresión del TB para luego diseñar estrategias de tratamiento (49). La carga de enfermedad sistémica del TB podría estar mediada, al menos en parte, por la acumulación de toxicidad asociada a los episodios agudos (50). El equipo de Kapczinski ha desarrollado recientemente el llamado Índice de Toxicidad Sistémica como una variable proxy que agrupa estos biomarcadores periféricos – de estrés oxidativo, inflamación sistémica y neurotrofinas – que están alterados en el TB. En un estudio fascinante, han encontrado que la toxicidad sistémica medida mediante este índice durante las fases agudas del TB está más cercana a la que tienen pacientes con un estado séptico que a la que presentan pacientes con TB en fase de eutimia (51). 4. Conclusiones Las alteraciones neurocognitivas del TB, tradicionalmente olvidadas por clínicos e investigadores, desempeñan un papel clave en esta enfermedad porque persisten en las fases de remisión clínica y predicen el funcionamiento diario de los pacientes. En la actualidad, el modelo de deterioro progresivo o neuroprogresión permite explicar mejor que el modelo del neurodesarrollo esta disfunción cognitiva. El deterioro progresivo observado en muchos pacientes estaría facilitado por factores como la acumulación de recaídas, el abuso de sustancias psicoactivas, la exposición al estrés ambiental y la vulnerabilidad genética. Por otra parte, el trastorno bipolar parece comportarse como una enfermedad sistémica más que meramente mental o cerebral. Es posible que, a fin de cuentas y por extensión, las enfermedades que actualmente denominamos psiquiátricas no sean tan diferentes de las de otras áreas de la medicina. Esto plantea desafíos obvios porque los profesionales de salud mental encargados de los cuidados de estos pacientes todavía no trabajamos como esos otros médicos. Es más, el peso del dualismo cartesiano y del devenir de la psiquia71 tría a lo largo de buena parte del siglo pasado dificultan que ésta se considere una rama más de la medicina. Desde luego, alcanzar este reto contribuiría a reducir el estigma que aún hoy sufren con tanta frecuencia las personas con enfermedades psiquiátricas y ello significaría una magnífica oportunidad. No sería, sin embargo, la única. Si el TB tiene una naturaleza progresiva y una dimensión sistémica, entonces es posible intuir algunas implicaciones para la clínica y la investigación del futuro inmediato. Así, se hace necesario comprender y tratar el TB como otras enfermedades médicas, por ejemplo el cáncer. En oncología, la llamada estadificación o estadiaje consiste en la clasificación de la extensión y gravedad de las enfermedades cancerosas. El modelo de estadiaje (clinical staging) aplicado al TB (52) parte de su naturaleza progresiva, de manera que en las fases iniciales se necesitan estrategias de intervención precoz orientadas a proteger a los pacientes del deterioro cognitivo y físico que hemos visto. Es decir, intervenciones encaminadas a prevenir la evolución hacia formas malignas de TB, como por ejemplo los ciclos rápidos o la resistencia a los fármacos. En este último caso, los tratamientos tendrían una finalidad más bien rehabilitadora. En estos momentos se están desarrollando una serie de terapias dirigidas a tratar la dimensión sistémica de TB, con la esperanza de detener el ciclo de carga alostática y la neuroprogresión (53), incluyendo el uso de fármacos antioxidantes y hábitos de vida saludables, como el ejercicio físico regular y una adecuada nutrición. Por ejemplo, los suplementos con ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga Omega-3 podría tener efectos pleiotrópicos beneficiosos para la salud global de las personas con TB (54). Por tanto, el tratamiento más idóneo para el TB seguramente incluirá en el futuro inmediato intervenciones precoces y multimodales encaminadas a detener su naturaleza progresiva, reduciendo las consecuencias de la carga alostática. Todo ello ayudará a mejorar la calidad de vida y la funcionalidad de los pacientes, al tiempo que reforzará la idea de que sin salud mental no hay salud… y viceversa. 72 Agradecimientos Vicent Balanzá Martínez agradece a la Fundación Alicia Koplowitz la concesión de una Beca de Investigación en Neurociencias realizada en el Laboratorio de Psiquiatría Molecular del Hospital Clínicas de Porto Alegre, Brasil, en el verano de 2010. Referencias bibliográficas 1.Bowden CL. Bipolar pathophysiology and development of improved treatments. Brain Res. 1235, 92-97 (2008). 2. Soreca I, Frank E, Kupfer DJ. The phenomenology of bipolar disorder: what drives the high rate of medical burden and determines long-term prognosis? Depress Anxiety. 26, 73-82 (2009). 3.Goodwin FK, Jamison KR. Manic Depressive Illness: Bipolar Disorders and Recurrent Depression, 2nd ed. New York: Oxford University Press (2007). 4.Murray CJ, Lopez AD. 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The therapeutic use of Omega3 fatty acids in bipolar disorder. Expert Rev Neurother., en prensa. 79 80 Dr. Francisco J. Bueno Cañigral II Mesa Redonda: Patologías Moderador: Dr. D. Francisco J. Bueno Cañigral Jefe de Servicio. Concejalía de Sanidad y Consumo Ayuntamiento de Valencia Prejuicios socioculturales ante los trastornos alimentarios: ¿Se trata de auténticas patologías mentales? Dr. D. Luis Rojo Moreno Catedrático de Psiquiatría. Universidad de Valencia Los trastornos de la alimentación son prototipos de trastorno mental. Las personas que sufren Anorexia o Bulimia son más vulnerables que el resto de personas. 81 La cultura no es productora de trastornos sino que es generadora de conductas que pueden o no generar trastornos. La incidencia de la Anorexia se mantiene estable en los últimos veinte años, por el contrario la Bulimia ha aumentado. Hay que cambiar las actitudes de la población escolar mediante programas preventivos conjuntos que hablen de alimentación, autoestima, medios de comunicación, etc. 82 Profesora Carmen Leal Género y psicopatología Dra. Dña. Carmen Leal Cercós Catedrática de Psiquiatría. Universidad de Valencia El Consenso Internacional sobre Salud Mental en las Mujeres (WPA), incluye: -Apoyo psicológico para programas de salud: Iguales derechos, educación, empleo, eliminación de la violencia y reducción de la pobreza. -Maternidad segura: Apoyo a la elección marital, sexual y reproductiva. -Servicios sensibilizados a los problemas de las mujeres, sin prejuicios por status social, económico, raza, nacionalidad o cultura. 83 -Acceso a profesionales entrenados en el tratamiento con atención a las necesidades de las mujeres. -Consideración del contexto cultural y diferencias biológicas en el diagnóstico. Género y Salud Las mujeres tienen mayor esperanza de vida, más conductas preventivas, menos adicciones y menos accidentalidad. Pero tienen peor estado de salud, de bienestar y calidad de vida. Tienen más enfermedades crónicas, mayor consumo de servicios sanitarios y mayor consumo de psicofármacos. En cuanto a las enfermedades mentales tienen más Depresión, igual tasa de Trastorno Bipolar I, mayor tasa de Trastorno Bipolar II y mayor tasa de Esquizofrenia en mujeres mayores de 45 años, siendo muy importantes la genética y los estrógenos. Para explicar estas diferencias existen diversas hipótesis: -Niveles diferenciales de hormonas, debido a diferente neuroquímica cerebral. -Mayor percepción de síntomas. -Mayor aceptación social de algunas quejas. -Mayor vulnerabilidad genética. -Peores condiciones de vida. -Dimorfismo sexual del cerebro. -Efecto de las hormonas sexuales sobre el desarrollo cerebral. -Efecto activador que produce diferencias en maduración en hombres y mujeres y en el ritmo, que es más lento en hombres, en el hemisferio izquierdo. -Menor lateralización en las mujeres. Mayor asimetría derecha en las esquizofrénicas (Highley, 1998) mayor asimetría izquierda en hombres (Acton,1997). Diferencias Estructurales En el Hombre es mayor el Cerebro Total, el Núcleo de la Estría Terminal, el Segundo y el Tercer Núcleo Intersticial del Hipotálamo 84 Anterior, el Núcleo Sexual Dimórfico del Área Preóptica, el Núcleo de Onuf en la Médula Espinal. Existe también más Asimetría en el macho sobre todo a nivel del plano Temporal. En la Mujer es mayor el porcentaje de Materia Gris, la Comisura Anterior, el Cuerpo Calloso, el Istmo del Cuerpo Calloso. Influencia de las Hormonas Testosterona: -Los hombres incluso antes del nacimiento producen más. -Determinante en el tipo de cerebro (hombre-mujer) y en la conducta sexual y social (habilidad espacial, contacto visual, fluencia verbal, etc. -Influye directamente en la forma de agresividad. -Afecta a la lateralización cerebral y corporal. Estrógenos: -Regulan la expresión génica y modulan la síntesis, liberación y metabolismo de de monoaminas. -Aumenta el número de receptores serotoninérgicos. -Regula a la alza los 5HT1 y a la baja los 5HT2. Las Diferencias Emocionales mediante los estudios de neuroimagen funcional -Las mujeres: Presentan una mejor memoria emocional y dirigen más la atención al sentimiento engendrado por el estímulo emocional. -Los hombres: Lateralizan más en respuesta a estímulos emocionales y dirigen más la atención a aspectos sensoriales del estímulo emocional, sobre todo el visual. Diferencias en Emociones -Las mujeres: Tienen mayor expresividad e intensidad en emociones positivas y negativas (verbales y faciales). Son “Externalizadoras” (expresión emocional sin correlato fisiológico) por lo que en 85 ellas puede producirse una mayor vulnerabilidad a los trastornos afectivos. -Los hombres: Son “Internalizadores” (alteración fisiológica sin expresión emocional). Diferencias Cognitivas Las mujeres: Tienen mayor rendimiento en fluencia verbal, velocidad perceptiva, habilidad motora fina, memoria y aprendizaje verbal. Los hombres: Tienen mayor rendimiento en tareas visuales-espaciales, resolución de problemas matemáticos y memoria visual. No hay diferencias en atención, memoria de trabajo e inteligencia entre ambos. ¿Estas diferencias son por influencia hormonal?, ya que los estrógenos producen una mayor activación en las áreas temporales, parietales y frontales y un mejor rendimiento en la memoria y en otras funciones cognitivas. Habría también que preguntarse, si esto es debido a las asimetrías cerebrales. Dr. Alberto Domínguez, D. J. I. Muñoz-Bastide, Prof. Federico Pallardó, Dr. Luis Rosado, Prof. Santiago Grisolía, Prof. Carmen Leal, Dr. J. C. González, Dr. Francisco Bueno y Dr. Vte. Balanzá. 86 III Mesa Redonda: Necesidades Futuras en Salud Mental Moderador: Dr. D. Francisco J. Bueno Cañigral Jefe de Servicio. Concejalía de Sanidad y Consumo Ayuntamiento de Valencia Necesidades globales y estrategias EN SALUD MENTAL Dr. D. Bartolomé Pérez Gálvez Psiquiatra. Unidad de Alcohología Hospital Universitario San Juan. Alicante Según el estudio epidemiológico European Study of the Epidemiology of Mental Disorders (ESEMeD) realizado en España (Haro et al., 2006), el 19.5% de la población española presenta algún tipo de trastorno mental a lo largo de su vida, siendo más frecuente entre las mujeres (23%) que en los varones (16%). El trastorno depresivo mayor (10.5%), seguido de la fobia específica (4.5%), la distimia (3.7%) y el trastorno por abuso de alcohol (3.6%), son las patología más frecuentes en orden de aparición. No obstante, y como puede apreciarse en la Gráfica 1, España es uno de los países europeos con prevalencia anual de trastornos mentales menos elevada. Si la prevalencia-vida registrada como promedio en Europa es del 25%, en España se observa una cifra ligeramente inferior (19.6%). En términos de riesgo relativo, España supera en un 20% el registrado en Italia, si bien es sensiblemente inferior al de otros países como Francia, Holanda, Bélgica o Alemania. Aun reconociendo esta situación más positiva de nuestro país -solo en términos epidemiológicos, que no asistenciales- es obvia 87 la importancia de este tipo de patologías en la salud de los españoles. Difícilmente encontraremos otro grupo de enfermedades que puedan afectar, en algún momento de su vida, a una de cada cinco personas. Gráfica 1: Prevalencia de trastornos mentales en los últimos 12 meses. ESEMeD. Esta realidad epidemiológica no parece ser adecuadamente correspondida con la esperada implicación en materia asistencial. España dispone, a nuestro juicio, de un sistema sanitario elogiable en cuanto a su modelo (Sistema Nacional de Salud) pero, sin embargo, muy criticable en relación a su deficitaria financiación. Como dato comparativo, baste recordar que se trata de uno de los países que menos invierten en su sistema sanitario –en términos de paridad del poder adquisitivo- de cuantos constituyen la Unión Europea, incluso superados por otras naciones con economías menos poderosas 88 que la española, como Grecia, Portugal o Irlanda, por citar algunos ejemplos. Y, dentro de la carencia de medios que viene caracterizando a nuestro sistema sanitario, no hay duda de que la atención a la Salud Mental es una de las áreas que presenta mayores carencias. Las bajas tasas de profesionales existentes -tanto psiquiatras como psicólogos, enfermeros especialistas, trabajadores sociales, terapeutas ocupacionales, etc.- sitúan a nuestro país a la cola de Europa en la dotación de este tipo de personal sanitario. La infradotación de medios, unida a otros factores como el estigma social, sean posiblemente las causas de la baja accesibilidad a los servicios sanitarios que caracteriza a las personas con algún tipo de trastorno mental y precisan tratamiento. En el citado estudio ESEMeD se observó como en nuestro país el porcentaje de personas que presentaban este tipo de patologías y solicitaban asistencia era inferior a todos los demás países, excepción hecha de Italia (European Communities, 2004). Esta situación obliga a evaluar los puntos críticos del sistema asistencial, al objeto de evitar pérdidas de accesibilidad que dificultaran aún más la atención a este tipo de pacientes en un sistema, ya de por sí, deficitario. Con carácter previo a exponer algunas consideraciones relativas a las políticas y estrategias de acción en Salud Mental, quizás sea oportuno recordar un par de principios básicos en la planificación de servicios asistenciales en esta materia: de una parte, la ubicación de los pacientes en cada nivel asistencial; de otra, que orientación debemos esperar de un servicio de atención a los problemas relacionados con la Salud Mental, en relación a esta distribución de los casos susceptibles de recibir tratamiento. En primer lugar, cabe recordar que no todas las personas son atendidas en el mismo nivel, presentando un recorrido que Goldberg y Huxley (1980) establecieron en cinco niveles, tal y como se aprecia en la Gráfica 2. 89 Este modelo permite detectar el funcionamiento de los cuatro filtros que determinan el flujo de pacientes: 1º) La conducta del paciente ante su enfermedad, que determina la solicitud de asistencia (paso del Nivel I al Nivel II). 2º) La capacidad de los médicos de atención primaria para detectar los trastornos mentales (Nivel II -> Nivel III). 3º) La toma de decisión, por parte del médico de atención primaria, respecto a derivar al paciente a un servicio especializado de Salud Mental. 4º) La indicación de ingreso por parte del psiquiatra. Gráfica 2: Niveles asistenciales: modelo de Goldberg y Huxley (1980). 90 La mejora en los filtros propuestos por el modelo de Goldberg y Huxley debe acompañarse de un adecuado diseño de los servicios especializados en Salud Mental. Thornicroft y Tansella (1999) exponen cómo debe orientarse un servicio de estas características (Gráfica 3). Gráfica 3: Orientación de servicios emn Salud Mental (Thornicroft y Tansella, 1999). Según podemos observar en la propuesta de Thornicroft y Tansella, un servicio adecuadamente orientado sería aquel en el que: a) Los servicios especializados se dirijan, preferentemente, a los casos más graves. b) En Atención Primaria se sitúen la mayoría de los casos de sintomatología leve-moderada. c) Los pacientes no tratados sean, fundamentalmente, casos con síntomas leves de la enfermedad. 91 En contraposición, un servicio mal orientado es aquel en el que los casos graves, moderados y leves se sitúan por igual en cada nivel de atención. La Estrategia en Salud Mental del Sistema Nacional de Salud Hasta el momento hemos expuesto algunos matices respecto a la importancia epidemiológica de los trastornos mentales, así como algunos apuntes relativos a las necesidades asistenciales y la orientación de los servicios. A continuación profundizaremos en la respuesta institucional que, desde distintos niveles administrativos se ha ido diseñando en los últimos años en relación a las políticas de atención a la Salud Mental. Entre estas iniciativas, adquiere especial relevancia la Estrategia en Salud Mental del Sistema Nacional de Salud, documento que nace como desarrollo de la Declaración de Helsinki de 2005 y fue aprobada, por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, el 11 de diciembre de 2006. La Estrategia tiene seis Líneas Estratégicas que incluyen diez Objetivos Generales y cuarenta y cinco Objetivos Específicos. Las Líneas Estratégicas son: 1.Promoción de la salud mental de la población, prevención de la enfermedad mental y erradicación del estigma asociado a las personas con trastorno mental. 2.Atención a los trastornos mentales. 3.Coordinación interinstitucional e intrainstitucional. 4.Formación del personal sanitario. 5.Investigación en salud mental. 6.Sistema de información en salud mental. Tanto por su detallado análisis y ajuste a las necesidades, como por su concordancia con los acuerdos internacionales, entendemos que se trata de una adecuada y completa Estrategia. Sin embargo, cabe recordar algunos aspectos que pueden condicionar su desarrollo, 92 tal y como ya está siendo observado en la primera evaluación realizada a los dos años de su entrada en vigor (Ministerio de Sanidad y Política Social, 2009): a)En primer lugar, la Estrategia no dispone de un rango normativo que permita asegurar su cumplimiento, aunque solo fuera apriorísticamente. No es ésta una garantía de desarrollo pero, cuando menos, si permite la exigencia legal de su cumplimiento. b)No dispone de una dotación presupuestaria ajustada al extenso conjunto de medidas que incluye. En consecuencia, la Estrategia nace obligada a disputar los presupuestos con otras actuaciones sanitarias de mayor priorización por parte de los gestores públicos. c)No podemos olvidar la distribución competencial autonómica, el distinto grado de interés en la materia por parte de las comunidades autónomas, así como la ineficacia del Gobierno de la nación a la hora de exigir el cumplimiento de estrategias y planes de salud. De hecho, ni la cartera de servicios regulada por el R.D. 1030/2006 está implantada de forma homogénea en el Estado español. En junio de 2009 se presentó el Informe de Evaluación de la Estrategia en Salud Mental al Consejo Interterritorial del SNS, con datos referidos a diciembre de 2008. Al margen de precoz, esta primera evaluación parece demasiado complaciente con el bajo grado de ejecución: su naturaleza cualitativa permite ofrecer una imagen más positiva que la real. Puntos Críticos En su análisis de situación, la Estrategia en Salud Mental expone una serie de puntos críticos que sirven como orientación a la hora de determinar las necesidades advertidas en cada una de las líneas de actuación. 1.Promoción de la Salud Mental. • Iniciativas aisladas, desconectadas entre sí y de escasa difusión. 93 • No existe un organismo coordinador, ni un presupuesto específico y estable ni, en definitiva, un compromiso firme para apoyar estas actuaciones. • Los programas rara vez se evalúan adecuadamente y, si son evaluados, los resultados no se publican en medios fácilmente accesibles. • Las Direcciones Generales de Salud Pública u otros organismos competentes no incluyen habitualmente de forma específica a la salud mental. • La promoción de la salud mental está poco tenida en cuenta en la formación de residentes. • En general, en los planes de salud mental autonómicos la prevención y promoción de la salud mental tiene una presencia meramente formal. 2.Atención a los trastornos mentales 2.1. Generales • La falta de recursos comunitarios capaces de garantizar la autonomía de los pacientes con trastorno mental grave determina que el mantenimiento de los pacientes en la comunidad se dé fundamentalmente a costa del esfuerzo de las familias. Se precisa el desarrollo de una gama amplia de recursos para cubrir las necesidades de personas con trastornos mentales y sus familias. • La existencia de múltiples dispositivos y programas que deberían actuar sobre un mismo paciente hace que puedan surgir problemas de coordinación o de no delimitación de las responsabilidades sobre la atención a éste y que se traduzcan en intervenciones que interfieran entre sí o en desatención. • El acceso a los recursos especializados de tratamiento y rehabilitación es tardío y se produce sólo en estados avanzados de la enfermedad, a pesar de las pruebas a favor de la importancia de las intervenciones tempranas. 94 • La intensidad de atención ambulatoria dispensada a los trastornos mentales graves es insuficiente, debido, en parte, a la presión de la demanda ejercida por los trastornos mentales comunes, pero también a que los servicios de salud mental comunitaria no disponen de programas específicos —a nivel ambulatorio y domiciliario— dirigidos a esta población, así como al número insuficiente de especialistas en salud mental (psiquiatras, psicólogas y psicólogos clínicos, y enfermería especializada en salud mental). • Se ha producido una importante medicalización de los problemas de la vida cotidiana y una tendencia a la utilización exclusiva de los instrumentos farmacológicos, que consumen menos tiempo y exigen menos pericia y menos implicación del profesional, para la atención de trastornos que requerirían intervenciones psicoterapéuticas específicas. • Tanto los equipos de atención primaria como los de salud mental están atendiendo un número creciente de problemas de salud mental, que desborda en muchos casos la capacidad de los mismos, para proporcionar las intervenciones con criterios de buena práctica clínica. • No existe una generalización de modelos de coordinación entre atención primaria y salud mental, ni un procedimiento reglado para establecer cuál es el grado de responsabilidad, y según qué criterios, de cada uno de los profesionales que pueden actuar sobre un mismo caso. • La variabilidad de la práctica clínica es, en salud mental, aún mayor que en otros ámbitos clínicos. 2.1. Infancia y adolescencia • La escasa presencia, y en algunos lugares inexistencia, de dispositivos intermedios específicos, tales como hospitales de día o unidades comunitarias de intervención en crisis. 95 • La derivación de las responsabilidades terapéuticas al ámbito escolar, a las y los profesionales privados y, sobre todo, a las iniciativas de los familiares. • La práctica inexistencia de programas de formación en estrategias de intervención y técnicas terapéuticas de eficacia probada y específicas para este grupo. 2.1. Personas mayores • El acceso de las personas mayores con trastornos mentales al circuito asistencial con frecuencia es tardío, y la atención que reciben puede ser insuficiente. • La escasez de programas específicos multidisciplinares e intersectoriales para la atención a los problemas de salud mental de la edad avanzada. • La escasez de dispositivos específicos de hospitalización completa y parcial, de residencias asistidas y de recursos de respiro para los cuidadores. 3.Coordinación inter e intra-institucional. • La cultura de coordinación y cooperación en los servicios de salud mental y entre éstos y los restantes sectores institucionales está insuficientemente desarrollada. • La inserción de la salud mental en el sistema sanitario general se ha conseguido de forma bastante completa a nivel asistencial en la mayor parte de las Comunidades Autónomas, pero no ha ocurrido lo mismo en cuanto a la inserción en el organigrama de las Consejerías de Salud ni en el desarrollo de unidades técnicas de salud mental. • La utilización de canales formales de comunicación entre las instituciones, entre los dispositivos y entre los y las profesionales no ha alcanzado un nivel de operatividad suficiente. Algunos desarrollos, como la adscripción de la rehabilitación 96 a servicios sociales y la externalización de servicios, están poniendo en riesgo la unidad del sistema. • Aunque los equipos multidisciplinares se han implantado y se mantienen como estructura en casi todo el país, se detecta una tendencia creciente a su desintegración funcional, debilitándose la interacción entre sus miembros y perdiéndose con ello lo esencial de su aportación. • Es muy llamativo que no se haya generalizado el uso de formas de organización asistencial para asegurar la continuidad de cuidados en la atención a los trastornos mentales graves, como el tratamiento asertivo comunitario, que han recibido un soporte experimental muy sólido por su eficacia y costeefectividad. 4.Formación del personal sanitario • Necesidad de definir un perfil para cada una de las especialidades que determine su papel y sus competencias, y que sirva de guía para la formación. • Dispersión y la falta de coordinación entre los múltiples proveedores de formación. • La relación con la industria farmacéutica y el papel que ésta puede jugar en la formación continuada no están suficientemente definidos. • La formación continuada se guía más por las características de la oferta -muchas veces más dependiente de intereses ajenos a la formación-, que por la demanda basada en las necesidades de formación percibidas por los profesionales. • La formación continuada en salud mental de los profesionales de atención primaria y de los especialistas es prácticamente inexistente, y la que se dispensa depende del esfuerzo voluntario de los equipos de salud mental. 97 • La necesidad de establecer un sistema de reacreditación y evaluación de competencias. 5.Investigación • Recursos insuficientes. • Futuro incierto que dificulta el reclutamiento de nuevos investigadores. • Ausencia de redes temáticas (hoy, CIBERSAM y RTA). • Priorización de la investigación biologicista. • Escaso grado de traslación de resultados entre investigación básica y clínica. • Ausencia de investigación clínica independiente. • Déficits formativos: metodología e idiomas. • Poca implicación de la CCAA en la financiación de la investigación en Salud Mental. 6.Sistemas de información • No existe un sistema de información en salud mental que recoja la actividad asistencial en cada Comunidad Autónoma y esté agregado a nivel nacional. Solamente se centraliza información sobre el proceso de hospitalización en el Conjunto Mínimo Básico de Datos (CMBD) al alta hospitalaria. • Disparidad en la implantación de registros de casos psiquiátricos: • Incluyen casos hospitalarios y extrahospitalarios: Asturias, La Rioja y País Vasco. • Incluyen casos extrahospitalarios: Andalucía, Cataluña, Madrid, Murcia y Navarra. • Solo disponen de la información al alta incluida en el CMBD: el resto de CCAA. 98 Evaluación de la Estrategia en Salud Mental Anteriormente exponíamos que la primera evaluación ha sido, a nuestro juicio, algo precoz y excesivamente complaciente. Habiéndose aprobado en diciembre de 2006, las primeras actuaciones que fueran desarrollándose en las distintas comunidades autónomas no habrían sido presupuestadas hasta 2008. En consecuencia, una evaluación realizada a finales de 2008 apenas podría analizar la implantación de una estrategia de tal magnitud como la que nos ocupa. No obstante, sí permite adquirir una primera aproximación al interés demostrado por las distintas comunidades autónomas en relación al cumplimiento de la Estrategia. En este sentido, llama la atención dos extractos de la evaluación, que reproducimos literalmente: <“Los resultados de la evaluación indicaron que el grado de implementación de la Estrategia, según declararon las CC.AA., es diverso y moderado. Diverso en los niveles de cumplimiento de cada objetivo y entre las CC.AA., y moderado por que, excepto tres objetivos que fueron plenamente logrados y uno que ni siquiera fue iniciado, los restantes se situaron entre iniciado y parcialmente logrado”. <“Los objetivos logrados se refieren a aspectos relacionados con la participación, la formación de los profesionales y la investigación. Ninguno de los objetivos relacionados con la población o con la atención a los usuarios fue clasificado como logrado”. En la primera afirmación se recoge la prevista disparidad que advertíamos inicialmente entre las comunidades autónomas. Dependiendo de múltiples factores, el interés demostrado en la implantación de la Estrategia ha sido diverso. En términos generales, el grado de cumplimiento ha sido “moderado”, calificación que puede considerarse relativamente complaciente para el bajo grado de desarrollo obtenido, si bien debe considerarse el escaso periodo de tiempo transcurrido 99 entre la aprobación de la Estrategia, su reflejo presupuestario en cada Comunidad Autónoma y, finalmente, la evaluación realizada. En cualquier caso, si algo debe preocuparnos respecto a la evaluación de la Estrategia es la segunda referencia. En ella podemos apreciar que las actividades de cierto “calado presupuestario” son, precisamente, aquellas que no han sido ni siquiera iniciadas en muchos casos. Así pues, los objetivos logrados corresponden a líneas de actuación que no afectan directamente a las personas que padecen una enfermedad mental. En otros términos, su atención (bien sanitaria, bien social) no ha evidenciado una mejoría, circunstancia especialmente grave si consideramos que el objetivo principal de la Estrategia se dirige en este sentido. No obstante, volvemos a incidir en el breve periodo de tiempo transcurrido entre la aprobación de la Estrategia y su primera evaluación, insuficiente a todas luces para poder evaluar la Estrategia con cierto grado de certeza. Con todo, será el interés político y su mantenimiento en el tiempo- el que condicionará, en el futuro inmediato, la implantación de las actuaciones contempladas en este documento. Reflexiones: Las Necesidades Inmediatas Debemos insistir en la idoneidad y adecuación de la Estrategia en Salud Mental a las necesidades existentes en nuestro país. Se trata de un documento-guía de indudable valor, si bien condicionado al efectivo interés de los gestores públicos en que no quede solo en eso: un simple documento, como de hecho acaban siendo la mayoría de los planes sanitarios de ámbito nacional. A nuestro juicio, y sin ánimo de ser exhaustivos, existen determinadas áreas de actuación que precisan de una serie de iniciativas a corto plazo. Iniciativas que, por otra parte, no precisan de extensos periodos de tiempo para su puesta en práctica. Entre ellas, destacamos: a)La unificación administrativa, bajo el criterio de la continuidad de cuidados. 100 b)El estricto cumplimiento de la cartera de servicios regulada por el RD 1030/2006, así como el desarrollo normativo de la atención socio-sanitaria, aún pendiente. c)Evitar la disparidad de programas preventivos (drogodependencias, trastornos de la conducta alimentaria, violencia, “bulling”…), unificando todos ellos en el marco común de la Educación para l< salud (EpS), si bien con un programa específico de promoción de la salud mental. d)Implantar los planes de atención individualizada en la atención integral al Trastorno Mental Grave. e)Desarrollo homogéneo de la atención a la salud mental infanto-juvenil. f)Implantación de unidades específicas de gerontopsiquiatría. g)Creación de recursos específicos para pacientes con patología dual severa. h)Dotar a los profesionales y, de forma específica, a los residentes en formación, de una adecuada formación psicoterapéutica. i) Disponer de un sistema de información que permita conocer la realidad y, en consecuencia, planificar en base a las necesidades. A modo de conclusión Bajo el esquema de la Declaración de Helsinki de 2005 y como desarrollo de ésta, la Estrategia en Salud Mental del Sistema Nacional de Salud identifica los puntos críticos de la atención a ésta, definiendo las actuaciones que deben implantarse para su mejora. Es el momento de actuar bajo criterios de evidencia científica -superando discursos ideológicos- y planificando en base a las necesidades. Bajo ambos parámetros se mueve la Estrategia en Salud Mental del SNS. Corresponde ahora, por tanto, su desarrollo bajo el compromiso firme de las distintas Administraciones implicadas. No hacen falta más 101 estrategias, más planes, más programas. Solo es cuestión de cumplir lo acordado. Aquí radica la verdadera solución al problema. Cierto es que la Estrategia desembarca en una etapa de profunda crisis económica. Pero también lo es que, en este contexto, los poderes públicos deben ser capaces de priorizar lo necesario, dejando en espera lo prescindible. Y, entre lo necesario, la protección social destaca por sui naturaleza primaria y su universalidad. Dentro de estas políticas, es obvio que la salud adquiere especial protagonismo. Y, finalmente, en el cuidado de la salud, difícilmente encontraremos un área más prioritaria que aquella que conjugue una elevada prevalencia con una marcada insuficiencia de recursos. Aquí encontraremos, indudablemente, a la atención a la Salud Mental. REFERENCIAS European Communities. The State of Mental Health in the European Union. European Commision: Bruselas; 2000. Goldberg D, Huxley P. Mental illness in the community. The pathway to psychiatric care. London, Tavistock, 1980. Haro JM et al. Prevalencia de los trastornos mentales y factores asociados: resultados del estudio ESEMeD-España. Med Clin (Barc). 2006; 126(12): 445-51. Ministerio de Sanidad y Consumo. Estrategia en Salud Mental del Sistema Nacional de Salud. Madrid; 2007. Disponible en: www.msc. es/organizacion/sns/planCalidadSNS/saludMental.htm [26/12/10]. Ministerio de Sanidad y Política Social. Evaluación (y actualización) de la Estrategia en Salud Mental del Sistema Nacional de Salud. Madrid; 2010. Disponible en: www.msc.es/organizacion/sns/planCalidadSNS/saludMental.htm [26/12/10]. Thornicroft G, Tansella M. La Matriz de la Salud Mental. Manual para la mejora de servicios. Madrid. Ed. Triacastela. 2006. 102 Psiquiatría y Espiritualidad Dr. D. Francisco Traver Torras Psiquiatra. Director de Salud Mental Consorcio Hospitalario Provincial. Castellón No cabe duda de que vivimos un momento histórico de incremento en lo que se refiere a intereses espirituales, trascendentes o religiosos, así aunque es difícil una definición de espiritualidad, voy a explorar en esta conferencia las relaciones que existen entre ciertos fenómenos a los que llamaremos “espirituales” para entendernos, que me parece un adjetivo mas abarcador que el de religiosidad, aunque muy probablemente ambos fenómenos se encuentren solapados. Si hiciéramos una pequeña encuesta entre nuestros conocidos con esta pregunta: ¿Crees en Dios? tendríamos una muestra bastante representativa de las opiniones generales, que son estas posiciones elementales: 1.Los que dicen que creen en él y siguen alguna religión y abrazan algún tipo de rito o liturgia. 2.Los que dicen que creen en él pero que no practican ninguna religión. 3.Los que creen en “algo” que no saben nombrar y que de cualquier forma no se halla presente ni en su vida ni en sus elecciones. 4.Los que no creen en él, son los ateos. 103 5.Los que nunca se lo han preguntado y viven de espaldas a esta idea, son los agnósticos. De modo que como podrán comprobar en sus propias estadísticas -que serán muy parecidas a estas- el personal está muy dividido, entre los que creen mucho, los que creen algo, los descreídos y los que no se lo plantean. Todo lo cual señala en la dirección de que quizá el error estriba en nuestro concepto de qué cosa es Dios, a mí cuando me preguntan sobre este asunto confieso que me ponen en un aprieto. Y me ponen en un aprieto porque yo no sé qué definición tiene mi interlocutor sobre Dios y es por eso obligatoriamente tendré que definirlo en este articulo, para averiguar cuál es la naturaleza de Dios en caso de que existiera, ¿A qué nos referimos cuando hablamos de Dios? Como todas las abstracciones no es fácil un acercamiento a todos los conceptos que cuelgan de este significante “Dios”, no es desde luego una palabra vacía de sentido, al contrario parece que colgados de este concepto hay no sólo otros valores sino incluso leyes, prohibiciones, promesas de tiempos mejores, dones de inmortalidad y sobre todo preceptos sobre el Bien y el Mal, normas sobre cómo conducirse en la vida y guías para resolver conflictos entre los individuos, guías de convivencia. Más adelante volveré sobre el efecto protector que tiene esta creencia sobre la salud humana. La identificación entre Dios y la religión de nuestro entorno es bastante comprensible desde esta forma de entender a Dios pero implica un coste adicional: como cada cultura inventó a su propio Dios y cada cual cree que el suyo es el verdadero y el otro falso, el conflicto entre culturas está servido. Y no sólo entre culturas sino que en la misma cultura existen conflictos entre aquellos que creen en Dios y aquellos que no creen en él, más adelante volveré también sobre este asunto. 104 Lo cierto es que la palabra “Dios” nos trae a la cabeza no solo un Creador del Mundo sino también una especie de homúnculo justiciero con barbas que dejará las cosas en su sitio en la otra vida repartiendo prebendas y castigos. Ignoro por qué Dios se encuentra tan unido con los afanes de inmortalidad del hombre, pero lo cierto es que un Dios que no proclamare la inmortalidad con un Edén más allá de la vida sería un Dios menor, un Dios con pocos acólitos. Algunas personas parece que creen en Dios un poco como premio de consolación por una existencia y una vida seguramente injustas -tal y como sostuvo Freud- o donde no han recibido aquello a lo que se creyeron merecedores. Es por eso -dicen algunos- que el cristianismo tuvo tanto éxito entre los pobres y los parias y es por eso que Carlos Marx dijo aquello de que la religión es el opio del pueblo, un poco siguiendo la idea de que esos premios de consolación que los pobres persiguen les impiden tomar conciencia de su estado y hacer algo para cambiar las cosas. Pero también volveré más adelante sobre esta idea: En realidad la religión no es el opio del pueblo sino -como dice el cínico Dr. House-, el mejor placebo que existe. Y si Dios puede impartir esta justicia otoñal -después de morir- es porque todo lo sabe (es omnisciente), todo lo puede (es omnipotente) y está en todas partes (omnipresente), tampoco puedo entender por qué los que inventaron a Dios le colgaron tales habilidades como si crear el mundo fuera una tarea fácil. Pero Dios -en la mirada de un creyente convencional- no se conforma con todos estos poderes sino que además dicta a los hombres su legislación, es decir se nos revela de una u otra forma: Las tres religiones monoteístas tienen sus libros sagrados dictados directamente por Dios a los hombres como una Verdad inapelable: La Torah, la Biblia y el Corán son ejemplos bien conocidos de esta revelación como la Cosmogonia de Hesíodo le fue dictada por las Musas con la intención de que fueran leídas como Verdad, más que como un relato mítico de indudable calidad literaria y que es expli- 105 cativo sin intención de explicar nada: La función del mito tal y como sostiene Mircea Eliade. De manera que no se qué contestar cuando me preguntan si creo en Dios porque -efectivamente- no creo en un Dios legislativo, ejecutivo o judicial como un Estado moderno; ni que después de mi muerte vaya a compensarme de lo que me faltó en vida o que vaya a castigarme por lo que hice o dejé de hacer durante ella. Otra cosa es el tema de la Creación Y cuando digo creación me estoy refiriendo a la creación del universo, no hablo de la creación de la vida, en este sentido yo soy darwinista y me pliego a las condiciones de la Evolución para explicármela. Pero una vez dicho esto he de confesar que no creo tampoco en “La santa Evolución” es decir no hago de la evolución un Dios -con intención- al que adorar sino que la contemplo como una teoría incompleta sobre la que aún queda mucho que decir. Darwin descubrió un continente pero aun falta descubrir algunas islas, por ejemplo la evolución con su selección natural -selección del más fuerte- no explica la especiación, es decir la aparición de nuevas especies tal y como sostienen algunos darwinistas “heréticos” como Lynn Margulis o Steven Jay Gould. Cuando hablo de la creación me refiero pues a lo que sucedió un segundo -un poco antes de que hubiera tiempo propiamente dichoantes del big-bang: ¿Qué había allí? ¿Qué fue lo que explotó? Los físicos dicen que lo que había allí era una singularidad y una singularidad desde el punto de vista físico es un estado en el que no se cumple ninguna ley de la física tal y como la entendemos hoy, no había materia, ni luz, ni teoría de la relatividad, ni física cuántica que fueran aplicables en aquel momento previo a la explosión. Lo que explotó entonces fue “algo” que seguramente estaba sometido a una energía intolerable y que precisó desplegarse en un universo lleno 106 de materia, energía, tiempo y Luz que no ha dejado de expandirse desde entonces sobre la Nada. Lo curioso de nuestro cerebro es que es capaz de plantearse preguntas que ese mismo cerebro es incapaz de responder. Es seguro que el invento de Dios procede de la incertidumbre, del miedo y de la ignorancia de un hombre primitivo viviendo en medio de una naturaleza hostil e implacable; sin embargo el tema de un Dios creador dista mucho de haberse zanjado con el progreso y la seguridad, pues todo parece señalar en la dirección de que cuanto más sabemos más parecemos encontrar en la Evolución un cierto propósito a pesar de admitir que la evolución -contemplada desde un punto de vista darwinista- es un proceso ciego. ¿Qué necesidad tenia la evolución de dirigirse hacia un simio con conciencia? ¿No podía haberse conformado con la perfección de los insectos, el vuelo de los pájaros o la astucia de las ratas? Todo parece indicar que la selección natural sí tiene un propósito y aunque la palabra propósito parece relacionarse con una voluntad en este caso sobrenatural, siguiendo a Margulis es posible establecer que el propósito de la evolución es el aumento progresivo de la complejidad. Y esa mayor complejidad es por una razón física relacionada con la segunda ley de la termodinámica: El planeta necesita disminuir sus gradientes de energía y lo hace aumentando la complejidad de la vida. Luego la evolución tiene una finalidad: La de asegurar que la vida siga adelante y que sea cada vez más compleja a fin de concentrar esa energía en organismos cada vez más complejos. Y la mayor complejidad conocida en la naturaleza es la conciencia humana. El cosmos se entiende a sí mismo sólo a expensas de la conciencia humana, luego el propósito de la evolución es precisamente ese: entenderse, explicarse y mostrarse a sí misma. 107 Así se entiende que Heidegger dijera que la evolución es un proyecto inconcluso y que aún no ha terminado, es posible entender esta flecha que señala hacia el futuro hacia una mayor complejidad del cerebro, la mente humana y ese proceso se llama frontalización, individuación (Jung) o transhumanización (Huxley). Es predecible decir que el hombre se dirige hacia una mayor frontalización de su conciencia. Es posible entonces hablar de un “Homo cosmicus” (Rojo) que dejará al Sapiens al pie de los caballos. Ahora y volviendo a esa encuesta doméstica que os he sugerido al principio de mi conferencia, haced a vuestros entrevistados esta otra pregunta: ¿Has tenido alguna vez en tu vida una experiencia espiritual? Quizá algunos de vuestros entrevistados respondan que sí, pero lo más probable es que la mayoría contesten con un “no” sorprendido. La sorpresa procede del hecho de que el personal identifica espiritualidad con religión pero los que practican religiones convencionales no han tenido nunca una experiencia mística o trascendente. La gente moderna, asertiva, materialista, racional y comprometida consigo misma, no tiene ese tipo de experiencias que de alguna forma se hacen equivaler a la locura, a la intoxicación por drogas o a la extravagancia. Pero imaginemos por un momento que en lugar de Dios creemos en una conexión entre todo lo vivo, que creemos que nuestra misión en el mundo es comprender cuál es la naturaleza de las relaciones entre esos vínculos, que deseamos contribuir al bienestar de nuestro entorno, que queremos ampliar el conocimiento que legaremos a los demás, que estamos convencidos de que los malestares del hombre pueden llegar a desaparecer cuando lleguemos a frontalizarnos a voluntad y seamos capaces de manejar la causación descendente (Campbell, 1974), que podemos desafiar la enfermedad y la violencia de nuestra condición de simios, que podemos reinventarnos a nosotros mismos día a día y podemos morir y renacer tantas veces como precisemos a pesar de seguir siendo mortales. 108 De creer en esta progresiva expansión de la conciencia en lugar de hacerlo en un Dios creado a imagen y semejanza de nuestro egoísmo chauvinista tendríamos más experiencias espirituales y no tantas discusiones sobre los preceptos que emanan de las religiones oficiales que fueron creadas para gobernar a personas infelices, pobres e ignorantes y que se especializaron bien pronto -más como códigos jurídicos que espirituales- en gobernar las más bajas pasiones en lugar de enseñar a explorar caminos de perfección humana. La función de la religión en este modo de pensar lo humano ha concluido, es la hora de la espiritualidad. Hay quien piensa incluso que la espiritualidad es la terapia para las religiones, su fin y su cura. La espiritualidad es la superación de las religiones y de los dilemas kantianos de la moral así como de las morales laicas que emergieron de la revolución francesa. La supervivencia de las religiones es patética y lleva a la confrontación pero no debemos olvidar que la tendencia de los humanos es a construir nuevas religiones, una de ellas es la pretensión laica de que la ciencia es el único soporte del saber y que nos dará en el futuro explicaciones a nuestra ignorancia de hoy. Esta concepción laica y modernista es también una forma de religión que entra en conflicto con las otras, las canónicas. Lo único que puede oponerse a la religión y al progreso del que hablan los políticos es el despertar de la conciencia, es decir el funcionamiento no convencional de nuestra mente y la superación de los opuestos y las guerras dialécticas que toman al cerebro humano como escenario. Podríamos decir que la espiritualidad es el uso y disfrute de las facultades humanas más alejadas de la adaptabilidad y la dialéctica de los contrarios, gracias a la capacidad humana fundamental: La capacidad de creer. Es muy probable que “creer en algo” sea una prestación usual de nuestra mente que puede considerarse como una mezcla de creencias y emociones que combinadas con el lenguaje y la percepción da lugar al pensamiento. 109 Cuando hablo de creencias, me refiero a creer sin pruebas, el terreno de la creencia propiamente dicha y no al territorio de las opiniones. Por fin la espiritualidad es un concepto mucho más abarcativo que el religioso, baste con observar el éxito que tienen hoy en día religiones no teístas como el budismo que más que con dogmas opera con experiencias y tecnologías espirituales destinadas a ampliar la comprensión del sí mismo. Si hago esta distinción entre religiosidad y espiritualidad no es por distinguir un fenómeno de otro, uno adosado a la creencia religiosa mientras el otro se encuentra relacionado con la mentalidad laica, con demasiada frecuencia se confunden ambos términos pero lo que creo es que la religiosidad y la espiritualidad participan de los mismos registros cognitivos tal y como más adelante les contaré: Son el mismo fenómeno aunque den lugar a prácticas diferentes. Una de las ideas más repetidas entre los especialistas es la idea de la extrema vitalidad de la religión que parece resistir todos los embates posibles que le vienen de la política, y seguramente de las otras religiones con las que compite por el mismo nicho creencial, pero es verdad que creer en algo sin pruebas es una de las prestaciones de la conciencia humana con el mismo valor espiritual que hacer música o ejercer las matemáticas. La clave para entender las creencias no consiste en investigar sobre su contenido sino en la capacidad de nuestra conciencia -nuestro cerebro- de inventar, imaginar o especular acerca de las preguntas que nuestro propio cerebro es capaz de construir. La capacidad de creer es una prestación cerebral extraordinaria con independencia de lo que se crea y que induce cogniciones y conductas bien distintas aun en aquellos que comparten creencias. El problema de las religiones y quizá su debilidad más patente es que son muchas a competir en el mismo mercado y cada una de ellas, -al menos entre las más importantes- están contaminadas de un etnocentrismo que en algunos casos puede ser salvaje y en otros casos esterilizante. El problema es que algunas de ellas se encuentran 110 tan ligadas a lo cultural que es posible que los fieles de cualquier religión lleguen a practicar varias al mismo tiempo: El sincretismo religioso es muy frecuente en el mundo tal y como sostiene el Dr. Pedro Ruiz, psiquiatra del Bronx en Nueva York con amplios intereses y conocimientos en religiones precristianas de origen africano. Una religión para afuera y otra para adentro. Eso sucede en amplios grupos hispanoamericanos en USA. Las creencias religiosas, (pero también las creencias políticas y transformadoras de la sociedad) tienen un efecto protector en los seres humanos, les protege de los efectos indeseables del estrés, tal y como nos contó Victor Frankl en su peripecia en un campo de concentración nazi. La religión protege contra el estrés porque disminuye la impredictiblidad y favorece ciertas prestaciones que ninguna otra actividad humana puede por sí misma ofrecer. La religión es un sistema de la actividad humana compuesto por creencias y prácticas acerca de lo considerado como divino o sagrado, tanto personales como colectivas, de tipo existencial, moral y espiritual. Se habla de «religiones» para hacer referencia a formas específicas de manifestación del fenómeno religioso, compartidas por los diferentes grupos humanos. Hay religiones que están organizadas de formas más o menos rígidas, mientras que otras carecen de estructura formal y están integradas en las tradiciones culturales de la sociedad o etnia en la que se practican. El término hace referencia tanto a las creencias y prácticas personales como a ritos y enseñanzas colectivas. Dicho de otra manera, la religiosidad es un sentimiento que consta de una creencia nuclear: La existencia de un ser superior al que llamamos Dios (al que otras religiones como el budismo llaman Nirvana, más bien un estado que una entelequia o entidad), con el que podemos comunicarnos a través de ciertas prácticas como la plegaria y la oración, que es principio y fin de la vida y que incluye un amplia gama de subcreencias y preceptos que tienen que ver con prepararse para “la otra vida” es decir la convicción de que existe 111 una vida después de la muerte cuyo sentido es la reunión con ese principio activo que llamamos Dios que preexistió a todas las cosas que derivan de Él. Dicho de otro modo: la esencia de toda creencia religiosa es la convicción y la nostalgia de cuando fuimos (o creímos ser) Uno, algo que las tradiciones gnósticas llaman el pleroma, Huxley la simetría y Bohm el orden implicado. Las creencias religiosas y también algunas formas espiritualizadas de la conciencia humana comparten esa creencia que es a fin de cuentas la superación de la dualidad. De ahí la etimología de la palabra “religión”, religare, un vínculo de reunión de algo que se perdió -en la convicción de que en algún momento estuvimos fundidos con él- que mantenemos los humanos con lo sagrado, lo desconocido, lo que no podemos saber, con el Numen o el misterio que encierra la vida humana y el cosmos. Y contiene además una amplia serie de preceptos, creencias, rituales, convicciones, experiencias personales y una secreta certeza de que Dios existe aun sin la evidencia de pruebas. De donde se desprende que ese rasgo que llamamos “religiosidad” es sobre todo una nostalgia de la Unidad, algo que no debe resultarnos raro si entendemos que lo humano se encuentra presidido por lo dual, lo bipolar y lo cíclico tal y como decía Heráclito. La religiosidad más que un rasgo es un cluster de muchas otras cosas que en ningún caso pueden reducirse a una única entidad, algo muy parecido a lo que entendemos como sociabilidad. Entre el rasgo “religiosidad” y el rasgo “color de la piel” hay un amplio trecho que hace que en la práctica resulte fácil averiguar la penetrabilidad del gen del color de la piel y muy difícil apresar (si los hubiera) un gen o grupo de genes destinado al fin de construir cerebros religiosos. Y sin embargo “la religiosidad” existe y es además un sentimiento muy profundo, potente y extendido a lo largo de distintas culturas, casi el 80% de la población USA se declara religiosa y parece, según Adolf Tobeña, que estas cifras se mantienen estables en el tiempo. Algo parecido ocurre entre los científicos que oscilan entre el 40% de 112 creyentes, siendo los biólogos los más descreídos y los matemáticos los más convencidos y entre los médicos somos los psiquiatras los más descreídos. ¿Cómo podemos entonces explicarla? Me referiré primero a algunas de las funciones “económicas” y protectoras que para la mente humana significa el sentimiento religioso y que se encuentran en Larson y Whitman y que han sido señaladas por Adolf Tobeña. • La religión disminuye la incertidumbre de la vida. • Aumenta la resistencia a las adversidades. • Provee de sentido y significados profundos a la realidad. • Es profundamente optimista respecto al futuro más allá de la vida. • Contiene preceptos que operan como guías de la conducta y que nos permiten no pensar. • Propicia la sumisión a la autoridad que es una variable critica para no meterse en líos en esta vida y medrar en sociedad. • Propicia la idea de que existe una conexión entre todas las cosas, una causalidad secreta e inescrutable que sólo tiene sentido en los planes de Dios, es en este sentido autoexplicativa. • Contiene rituales de una enorme fuerza y poder simbólico y de sentido colectivos. • Nos confiere fe, esperanza y paciencia lo que tiene efectos dramáticos sobre el sufrimiento humano. • Puede modificar nuestra consciencia pudiéndose alcanzar a su través grados evolutivos inalcanzables para la mayoría de vecinos, hasta el éxtasis o los fenómenos místicos de una enorme trascendencia y júbilo. Otra de las ideas que sostienen ciertos autores como Van Praag y el resto de autores de este libro (Religión y psiquiatría, op cit) fue 113 la explicación de que el vigor de las ideas religiosas estaba determinado biológicamente. Van Pragg, uno de los defensores de esta idea ya formulada en la revista Nature por Larson y Whitman en 1997, mantiene la idea de que la religiosidad es un rasgo mientras que la religión, es decir la práctica de una determinada forma de religiosidad sería algo determinado y dependiente de la cultura. Una de las pruebas que aporta Van Praag para demostrar esta idea es epidemiológica: Existe cerca de un 70% de la población mundial que dice creer en Dios (En España la cifra es similar pero solo un 12 % confiesa que va a misa). La siguiente es el estudio de gemelos homocigóticos. Las pruebas sin embargo no son concluyentes. Y no lo son porque en mi opinión el cerebro humano (casi todos los cerebros humanos) comparte rasgos cognitivos y experienciales que pueden correlacionar con la religiosidad sin ser su causa inmediata, de hecho estos rasgos pueden estar presentes en otras características humanas. La religiosidad es -en cualquier caso- un conjunto o cluster de rasgos que aisladamente nada tienen que ver con la religiosidad como destino común. La confianza, la autotrascendencia, la amabilidad, la compasión, la credulidad, la escrupulosidad o el empiricismo (la tendencia a fiarlo todo a las propias experiencias) son rasgos comunes a todos los humanos y que pueden dar lugar tanto a sentimientos religiosos como a sentimientos de reforma política (desde una posición atea) o a una pulsión por la creación o por el viaje, la exploración del inconsciente, la investigación científica, la poesía o el arte en general o la militancia activa en una causa. Además se trata de rasgos tan omnipresentes que hasta existe una relación de ellos con la esquizoidia (espectro de temperamentos esquizoides), no es de extrañar pues que muchos delirios esquizofrénicos compartan rasgos con el misticismo o se encuentren infiltrados por creencias religiosas, iconos religiosos o mitologemas del origen o el destino del cosmos tal y como Ramón Sarró describió. Probablemente el núcleo común entre ambas experiencias consista en un endofenotipo esquizoide sin prejuzgar con ello ninguna 114 psicopatología sino una serie de rasgos comunes a toda la humanidad y que conocemos con el nombre de carisma. Misticismo y locura Indagar en las diferencias entre el genio y la locura y también entre esa extraña coincidencia entre arte, locura, creatividad o estilos visionarios de algunas personas que catalogamos como místicas o carismáticas han congregado esfuerzos entre los distintos y diversos investigadores aunque es un interés relativamente joven en la investigación psiquiátrica. Los investigadores, sin embargo, no se ponen de acuerdo y se polarizan y agrupan en dos grandes bandos: • Los que creen que genio, locura, creatividad o estilos místicos son equivalentes (Lenz, 1979). • Y los que creen que se trata de fenómenos bien distintos como Arietti (1967). El estado de cosas tal y como revelan las investigaciones de múltiples autoridades en el tema son las siguientes conclusiones a primera vista paradójicas: • El proceso creativo, los arrebatos místicos o el talento artístico tienen cierto parecido con las enfermedades mentales y existe un solapamiento evidente entre ellos y ellas. • Parece sin embargo que la eclosión de una enfermedad mental inhibe y destruye las potencialidades creadoras de las personas que las sufren disminuyendo y aun clausurando la actividad artística “per se”. Lo que nos lleva a una profunda contradicción: ¿Es o no es la enfermedad mental o algunas de sus características condición para llevar a cabo una tarea creadora, revolucionaria, reformadora, mística o artística? ¿Cómo conjugar los hallazgos de unos y otros si parece que ambos extremos, aun contradictorios, responden a la verdad? 115 Hasta que me encontré este texto de Ken Wilber (El proyecto Atman) andaba todavía poniéndome más del lado de Arietti que de aquellos que pretendían asimilar los estados místicos con las enfermedades mentales, lo cierto es que aunque mi intuición y mi práctica clínica me habían llevado hacia el camino de no identificar ambos fenómenos, es sólo desde que existe un interés por construir una ciencia de la conciencia que podemos distinguir -a tientas y con muchas precauciones- entre ambos tipos de experiencias. Es evidente que la psicología evolutiva profunda ha avanzado lo suficiente para conocer bien los estadios de la conciencia prepersonal o los estadios más bajos de la evolución de nuestra mente usualmente conocidos como adaptativos (destinados a la preservación y a la reproducción) pero ha avanzado muy poco en el entendimiento de los fenómenos más elevados de nuestra conciencia y que algunos psicólogos llaman transpersonales. La distinción entre “pre” y “trans” se hace en este momento esencial para entender que ante cualquier calamidad o dificultad no es lo mismo hacer una regresión masiva a la infancia en busca de seguridad que una elevación hasta la divinidad, el punto omega o la fusión con la Unidad. El error ha sido considerar que todo abandono de la conciencia lógico-racional llevaba necesariamente hacia atrás, a una especie de vuelta oceánica al Yo urobórico, ese periodo de felicidad ignorante en el que creímos ser dioses. Y aunque en realidad en ese periodo urobórico fuimos uno y aduales, esa unidad “pre” es bastante distinta de la unidad “trans”, la primera es una unidad estúpida e ignorante y la segunda es una unidad noética, basada en el conocimiento y en la sabiduría, la primera es un atajo, la segunda una escalada. Fueron los psicoanalistas los primeros en hablar de una regresión al servicio del Yo, es decir una regresión momentánea y adaptada que no destruía las conexiones con el principio de realidad y que permitían al sujeto volver sanos y salvos después de una excursión seguramente liberadora a su estadio normal de conciencia 116 que suele ser siempre el lógico-racional. Algo de esto sucede con ciertas experiencias psicodélicas causadas por drogas, se trata de regresiones con red y billete de vuelta. Sin embargo y tal como el propio Arietti señala, el diagnóstico de psicosis es posible en el caso de ciertos creadores o místicos pues el elemento de fanatismo se encuentra compartido tanto en los enfermos mentales paranoicos como en los reformadores, sin embargo en estos últimos es notable la ausencia de amargura y resentimiento. Para Arietti la distinción entre ambos puede hacerse desde la clínica: • Las alucinaciones de los místicos suelen ser visuales y no auditivas (verbales). • Las alucinaciones invocan a personas protectoras y no amenazadoras o torturantes. • Su contenido suele ser grato, incluso jubiloso. • Se experimenta un profundo aumento de la autoestima. • Un importante sentido de misión. • Insights especiales y significativos. • Experiencias que aportan conocimiento. Lo cierto es que es verdad que tanto en las experiencias psicóticas como místicas existen elementos que proceden de estadios suprareales como prepersonales, las invenciones de los delirantes, el sentimiento de haber sido escogido por la divinidad para una importante tarea, la identificación con la divinidad misma, las inspiraciones delirantes de los paranoicos, las torturas psicosomáticas y cenestesias delirantes, las torturantes alucinaciones auditivas y las imprecaciones, la hiperconexión con poderes sobrenaturales e invisibles son producciones que en su mayor parte no pueden ser explicadas a través de la regresión simple a la infancia e invocan una infiltración de niveles supra o transreales como si se hubieran colado a través de grietas o hiatos temporales. Al mismo tiempo es 117 imposible desconocer que muchos místicos presentan severas patologías narcisistas, megalomanías irreducibles que proceden de los niveles más bajos -egocéntricos- de la evolución de la conciencia, lo que nos permite aventurar la hipótesis de que ambas poblaciones -psicóticos y místicos- pueden compartir experiencias “pre” y experiencias “trans” sin dudar de que ambas experiencias son distintas y que pueden identificarse clínicamente. Más allá de eso es posible aventurar que la psicosis es un atajo a la propia evolución de la conciencia y que sucede más frecuentemente al alcanzar el desarrollo egoico o lógico-racional. Todo parece indicar que este estadio es un cuello de botella evolutivo que provoca atascos en la evolución individual hacia el nivel superior (el meme verde en la terminología de Wilber) porque supone el abandono de determinadas certezas basadas en el egocentrismo, el etnocentrismo y el paso a una ecología mundocéntrica, donde el Yo y el Tú quedan obsoletos por el Nosotros y el Todos. Significa que cuando una estructura egoico-racional se tambalea se abren compuertas por arriba y por abajo, las de arriba inspiran determinadas cogniciones transreales que pueden resultar amenazantes o incomprensibles a la vez que el flujo regresivo impele al individuo hacia abajo en busca de seguridad y quizá también en busca de la ignorancia primordial. 118 En palabras de David Cooper: Desde el momento del nacimiento, la mayor parte de las personas evolucionan a través del aprendizaje social en la familia y en la escuela hasta llegar a alcanzar la normalidad social. Y, una vez alcanzado este estadio de normalidad, el desarrollo suele estancarse. Hay quienes se derrumban en algún momento de este proceso y retroceden a lo que en el diagrama anterior llamamos locura. Otros, muy pocos, atraviesan el estado de inercia o estancamiento representado por la estadística normalidad y prosiguen evolucionando hacia la cordura (o estadios transpersonales de Wilber), conservando la conciencia del criterio de normalidad social y manteniendo un estilo que trata en todo momento de evitar la invalidación social que procede de la identificación del loco con la persona de conciencia avanzada. Conviene darse cuenta de que la normalidad es un estado de alienación tan lejano de la locura como de la cordura. La cordura se parece a la locura pero existe una distancia importante, una diferencia: Este es el punto omega que según Teilhard de Chardin explica del siguiente modo: “Creo que el Universo es una Evolución. Creo que la Evolución va hacia el Espíritu. Creo que el Espíritu culmina en lo Personal”. Es decir tal y como sostiene Cooper, se trata de un viaje de ida y vuelta hacia lo personal. ¿Es la religiosidad un rasgo biológico? Según Van Praag casi el 70% de la población mundial cree en Dios, lo que a su parecer fortalece la idea de que el sentimiento religioso es predominante y resistente a la extinción como cualquier rasgo biológico. Pero yo no estoy de acuerdo con eso por las siguientes razones: 1ª. A la mayor parte de la población mundial también les gusta mucho la música, seguramente sería difícil encontrar a alguien que 119 no respondiera afirmativamente a la pregunta ¿Le gusta a usted la música? 2ª. Sin embargo el responder afirmativamente a esta pregunta no significa que ese probable 90% de la población al que le gusta la música tenga el mismo goce al escucharla, algunos tendrán un compromiso mayor que otros con ella, otros talentos específicos para ejercitarla y diferencias de gusto y usos: A algunos les gustará la música introspectiva mientras que otros solo la usarán para divertirse, etc. 3ª. El que la música guste a mucha gente no significa que exista un gen (o genes) para la música o que el gusto por la música preexista biológicamente. Es posible que la música nos guste a todos porque tiene que ver con los modelos que aprendimos en la adolescencia y la evocamos como acompañante necesario de escenas inolvidables. 4ª. Tampoco demuestra que la música exista en ausencia del hombre o le anteceda, la música es un invento del hombre, sin él no habría música solo gorjeos, sonidos, rumores, ruidos y todo lo más armónicos de pájaros en celo sin el sentido espiritual que le damos los hombres a la música. No quiero decir con ello que la música no podría darse sin una conciencia que la escuchara, lo que quiero decir es que no sería posible sin una conciencia que la inventara. Cuando se hace la pregunta ¿Cree usted en Dios? sucede lo mismo: Hay muchas formas de creer en Dios y la mayor parte de esas creencias son banales y pre-personales debidas al miedo o a la incertidumbre o a la pereza intelectual; no inducen conductas concretas ni preguntas filosóficas, ni metafísicas que impulsen hacia la expansión del universo cognoscible ni mucho menos cambios en la vida que impliquen modificaciones en el estado de conciencia o estados de fusión mística, ninguno de los católicos que conozco han tenido jamás una experiencia espiritual y se adhieren a sus creencias religiosas de una forma acrítica, por costumbre. De manera que no creo que la religiosidad tenga una base biológica y si la tiene se encuentra tan alejada de la creencia religiosa 120 formal -la que se manifiesta en el fenotipo- que no vale la pena desgajarla de otras actividades humanas de búsqueda de sentido o autocomprensión. También creo que la espiritualidad está unida a esa red semántica de búsqueda de sentido que alimenta el hecho religioso del mismo modo que la poesía o cualquier otra actividad humana de elevación espiritual. Lo cierto es que la espiritualidad laica parece tener perdida la batalla con la religiosidad. Esta es una idea que sostienen algunos de los teóricos de la neuroteología (como Adolf Tobeña) y que no tengo más remedio que recordarles desde aquí que Sigmund Freud ya sostenía -desde un punto de vista bastante pesimista- la misma opinión. Freud pensaba que la ilusión que empuja el sentimiento religioso nunca podría ser vencida por el empuje de la razón de manera que la única forma de progresar en la conciencia humana es integrar y superar las fases etnocéntricas de su desarrollo tal y como propone Wilber. Sin esa trascendencia ni la religión ni el sentimiento religioso no podrán nunca desembarazarse del fanatismo y de la idea de que representan la Verdad revelada. En necesaria pues -tal y como propone Francisco Varela- renunciar a ese fundamento divino y construir una ética sin fundamento, una ética que deberá integrarse en el gen hasta alcanzar a ese hombre gen-ético (Rojo). Bibliografía Arietti, S. The intrapsychic self: feeling cognition and creativity in health and mental illnes. In New York mental books 1967. Arietti, S: “Creativity: the magic síntesis”. Ney York Mental Books, 1976. Wilber, K: “El proyecto Atman: Una visión transpersonal del desarrollo humano”. Kairós. Barcelona 1989. Rojo Sierra M. “El Hombre Cósmico. Aportación al Transhumanismo de Julian Huxley”. Ed. Promolibro, 1999. 121 Teilhard de Chardin, P. “Como yo creo”. Taurus, Madrid, 1970. Huxley J. “Nuevos odres para vino nuevo”. Editorial Hermes, 1959. Huxley J. “Religión sin revelación”. Editorial Sudamericana. Buenos Aires, 1967. Freud, Sigmund: “El porvenir de una ilusión”. Obras completas. Biblioteca Nueva. Madrid. Sedikides C. Pers Soc Psychol Rev. 2010 Feb;14(1):3-6. Epub 2009 Dec 23. “Why does religiosity persist?”. Saraglu,V. “Religiousness as a cultural adaptation of basic traits: a five-factor model perspective”. Pers Soc Psychol Rev. 2010 Feb;14(1):108-25. Epub 2009 Dec 18. Herman Van Praag, Peter Verhagen, Juan J,. Lopez Ibor et alt: “Religión and psychiatry: beyond boundaries”. Larson, E.J. and Whitman L. 1997: “Scientists are still keeping the faith”. Nature 386, 435-436. Laing, R.D., y Esterson, A. “Cordura, locura y familia” Fondo de Cultura Económica, Madrid, 1967. David Cooper. “La muerte de la familia” Editorial Ariel, 1976. Frankl, Víctor: “El hombre en busca de sentido”. Herder. Barcelona 2005. Mediavilla, José Luis: “Análisis temático y estructural del delirio”. Mito y delirio. Cartas de Ramón Sarró. Oviedo. KRK Ediciones 2001. 122 La salud mental en pacientes con Daño Cerebral Adquirido Dr. D. Antonio López Almenar Especialista de Medicina Interna Instituto de Neuro-Rehabilitación y Afasia (INIA NEURAL) de Valencia 1. DEFINICIÓN DE DAÑO CEREBRAL ADQUIRIDO Para definir el concepto de Daño Cerebral Adquirido, utilizamos las propuestas de la Federación Española de Daño Cerebral (FEDACE) y la del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO). “El Daño Cerebral es una lesión que se produce en las estructuras cerebrales de forma súbita en personas que, habiendo nacido sin ningún tipo de daño en el cerebro sufren en un momento posterior de su vida, lesiones en el mismo como consecuencia de un accidente o de una enfermedad”. FEDACE. “El Daño Cerebral Adquirido es cualquier lesión adquirida sobre un cerebro previamente desarrollado, con independencia del origen causal: traumático, vascular, tumoral, infeccioso, isquémico, etc.” IMSERSO. 2. CAUSAS DE DAÑO CEREBRAL Las causas del Daño Cerebral podemos agruparlas en cuatro apartados: 123 1º. Traumatismos Cráneo-Encefálicos (TCE): Producidos por accidentes de tráfico, accidentes laborales, accidentes deportivos, accidentes del hogar, caídas, agresiones físicas, etc. Más del 80% de los afectados de TCE se deben a accidentes de tráfico de jóvenes de entre 15 y 30 años. 2º. Accidentes Cerebro-Vasculares (AVC): Es decir lesión cerebral adquirida como consecuencia de una alteración en las arterias que irrigan el tejido cerebral, como consecuencia de la cual, dicho tejido sufre una falta de perfusión sanguínea y se daña irreversiblemente. Básicamente se produce la lesión vascular por dos motivos: la obstrucción o la rotura vascular. Se denominan Ictus Isquémicos e Ictus Hemorrágicos. Ictus Isquémicos: Son los producidos como consecuencia de la obstrucción del flujo arterial cerebral, que provoca la necrosis del tejido cerebral dependiente del área de irrigación del vaso afectado. Las causas de la obstrucción del vaso pueden ser varias: -Infarto Cerebral Aterotrombótico: La obstrucción vascular se produce como consecuencia de la placa de ateroma que en su crecimiento llega a obstruir la luz arterial en su totalidad, impidiendo el flujo sanguíneo y provocando la anoxia tisular. -Infarto Cardioembólico: La obstrucción vascular se produce como consecuencia de la llegada al vaso de un émbolo formado a distancia y que por el torrente circulatorio alcanza un vaso cerebral de menor calibre, provocando su obstrucción. -Enfermedad Oclusiva de Pequeño Vaso Arterial (Infarto Lacunar): Provocado por la obstrucción de pequeños vasos del tejido cerebral, que provocan daños tisulares dependientes del territorio irrigado por el vaso. Ictus Hemorrágicos: Son los producidos como consecuencia la rotura de una arteria cerebral, que deja sin riego al territorio dependiente de la misma. La sangre se extravasa provocando el daño 124 directo de falta de aporte de oxígeno y el indirecto de la inundación de un territorio y el aumento de volumen consecuente. Las causas más frecuentes son: -Hemorragia por Hipertensión Arterial: Es bien sabido que la hipertensión arterial es el principal factor de riesgo de provocar enfermedades cerebro-vasculares, y que el endotelio es el principal órgano diana de la enfermedad hipertensiva. La rotura de la pared arterial se produce por el estrés hemodinámico de un vaso cuyo endotelio está dañado. -Malformación Vascular: La rotura de la pared arterial en una zona de la misma que presenta alteraciones anatómicas del tipo de dilatación aneurismática congénita o patológica como las sobrevenidas en determinadas enfermedades sistémicas con lesión vascular secundaria -Por Anticoagulantes: La utilización de anticoagulantes cumarínicos, que son precisos en determinadas patologías, puede propiciar la efusión sanguínea no deseada. 3º. Tumores Cerebrales: Que son ocupantes de espacio en el cerebro y que provocan alteración compartimental y lesión invasiva de estructuras vecinas. El crecimiento de la masa tumoral no sólo comprime sino que invade y daña tejido neuronal, provocando daño cerebral. 4º. Secuelas de Enfermedades Cerebrales: Estas enfermedades pueden ser infecciosas, inflamatorias, metabólicas o enfermedades que cursen con alteración del tejido neuronal. Dentro de estos cuadros clínicos podrían incluirse una amplia miscelánea de patologías cuya denominación común es el deterioro de función cognitiva, pero cuya causa es tan variada, puesto que desde las lesiones funcionales provocadas por el consumo de drogas o los efectos nocivos de factores externos, hasta el deterioro provocado por la involución senil, sin duda causan Daño Cerebral Adquirido o Sobrevenido. 125 3. EPIDEMIOLOGÍA DEL DAÑO CEREBRAL ADQUIRIDO No existen estudios epidemiológicos completos y fiables sobre Daño Cerebral Sobrevenido, a pesar de la gravedad de las patologías, de las secuelas físicas y psíquicas producidas y del alto costo económico y social. Lamentablemente existe mayor interés político y sanitario por otros tipos de discapacidades con menor número de afectados y menos repercusiones sociales. Deberían realizarse estudios epidemiológicos en España basados en el Conjunto Mínimo Básico de Datos (CMBD) de los hospitales para conocer la incidencia real. A través de las estadísticas de la Dirección General de Tráfico, obtenemos datos relativos a los accidentes de tráfico, en las que se pueden extrapolar información del Daño Cerebral Sobrevenido como las secuelas de los accidentes de tráfico. Debemos por tanto recurrir a las siguientes fuentes documentales para poder aproximarnos a la dimensión real de estas lesiones: 1.Daño Cerebral Sobrevenido en España: Un acercamiento epidemiológico y socio sanitario. Defensor del Pueblo. Madrid 2005. 2.Daño Cerebral Sobrevenido en Castilla-La Mancha. Consejería de Sanidad. 2006. 3.Encuesta de Discapacidad, Autonomía Personal y Situaciones de Dependencia (EDAD) INE. Madrid 2008. 4.Federación Española de Daño Cerebral. FEDACE. www.fedace. org 5.Instituto de Neuro-Rehabilitación y Afasia. Valencia. INIANEURAL www.inianeural.com 6.Institut Guttmann. Badalona. www.guttmann.com Una vez consultadas estas fuentes, las Conclusiones son: -Accidentes Vasculares Cerebrales/Año: 329.500, es decir un 7.8% por cada 1.000 habitantes /Año. 126 -Daño Cerebral Sobrevenido/Año: 177.300, es decir un 4,2% por cada 1.000 habitantes/Año. -506.800 personas en España afectadas por Daño Cerebral Adquirido en el año 2008. -Los Accidentes Cerebrovascualares se dan más en mujeres con un 54% de los casos, que en hombres con un 46% de los casos y el 74% de todos los casos se producen en personas mayores de 65 años (Total 375.000 Casos/ Año). -La Incidencia de Traumatismo Cráneoencefálico es entre 175200 casos por 100.000 habitantes (Total 84.000 Casos/Año). -La Tasa de Mortalidad Secundaria a un Traumatismo Cráneoencefálico es entre 14-30 casos por 100.000 habitantes y año (Unos 9.300 Casos/Año). -La Discapacidad Grave tras un Traumatismo Cráneoencefálico es de 2 casos por cada 100.000 habitantes y año (800 Pacientes nuevos/Año). Los datos generales de que disponemos en la Comunidad Valenciana son los siguientes: -Accidente Vascular Cerebral: 9,39 Casos / 1.000 Habitantes/ Año. -Daño Cerebral Adquirido: 5,14 Casos / 1.000 Habitantes/ Año. 4. SECUELAS DEL DAÑO CEREBRAL ADQUIRIDO Las secuelas que surgen en los pacientes afectados por Daño Cerebral Adquirido se pueden manifestar bajo una o varias de las siguientes dimensiones: 1.Física: Daños motores: Muy aparentes e importantes en fase inicial, como son: Hemiplejia, hemiparesia, tetraplejia, alteraciones del equilibrio, alteración del habla, etc. Estas secuelas se recuperan lentamente, y requieren un gran esfuerzo en tiempo y medios. 127 Pérdidas sensoriales, que pueden afectar a distintos sentidos y en diferente intensidad como son las alteraciones de la visión, de la audición, del olfato y del gusto. Alucinaciones sensoriales. Pérdida de la sensibilidad y otros problemas añadidos como son las cefaleas, los mareos, el cansancio, y la frustración. Deformaciones físicas o grandes cicatrices. 2.Cognitiva o Intelectual: Problemas de atención, concentración, memoria, elaboración del proceso mental. Alteración de la iniciativa y de la creatividad. Dificultades en las funciones expresivas: Como son el habla (Afasia), la escritura, el cálculo, etc. Dificultades de adaptación a situaciones nuevas. 3.Afectiva: Se produce una alteración importante en la capacidad para elaborar y/o controlar las emociones, obteniendo respuestas paradójicas ante situaciones emocionales. Esto puede crear incomprensión en el interlocutor y frustración en el paciente. Se pierde la percepción de uno mismo, ante estas actitudes nuevas que no concuerdan con el perfil del sujeto. Desequilibrio del área emocional con paso de un estado emotivo a otro sin razón aparente. Labilidad emocional. Disminución de la capacidad de autocrítica. Comportamientos impulsivos, desinhibición sexual. Depresión, apatía, falta de reacción, pasividad. 4.Familiar: La enfermedad afecta a toda la familia, rompiendo esquemas clásicos establecidos. Cambian los roles de cada miembro familiar, y el afectado se convierte en el eje de toda la familia. 128 Surge la necesidad de vigilancia permanente del enfermo, de aportarle cuidados, de preservar la higiene personal, de la administración de la alimentación, de la programación de las salidas de la casa y de los desplazamientos, etc. Los cambios de personalidad modifican los comportamientos interpersonales. Requiere por parte de la familia la dedicación de mucho tiempo y esfuerzos, para colaborar en la atención a un miembro afectado. Surgen complicaciones de problemas preexistentes en la relación familiar (económicos, afectivos, educativos, de relación social, etc.). 5.Social: Se produce un brusco aislamiento de los ambientes que el enfermo frecuentaba habitualmente. Surgen importantes limitaciones para practicar actividades sociales, de ocio y deportivas que con anterioridad el enfermo programaba y realizaba asiduamente. Puede producirse un abandono de compañeros y de amigos, que ante la nueva situación de dependencia física, psíquica o intelectual, aíslan e incluso desprecian al enfermo. Se modifican las relaciones con pareja del enfermo. 6.Escolar: Las secuelas intelectuales dificultan las actividades cognitivas y alteran el proceso educativo. Además, en nuestro entorno, el sistema educativo no cuenta con los medios necesarios para afrontar la situación del discapacitado físico o psíquico. 7.Laboral o Profesional: La ausencia prolongada del trabajo dificulta o imposibilita la reincorporación al mismo. Las secuelas físicas y psíquicas dificultan muchas veces la reinserción a similar puesto de trabajo, lo que puede condicionar la obli129 gación de aceptar un trabajo más simple, de menos responsabilidad o menos remunerado. Los compañeros pueden o no favorecer la vuelta al trabajo y aceptar los cambios de conducta del enfermo. En el plano personal, el esfuerzo físico o psíquico de adaptación que supone esta nueva situación, no trae en ocasiones los resultados positivos esperados, y ello puede provocar frustración. Fácilmente se comprende que las limitaciones físicas, las secuelas sensoriales, las deficiencias mentales y las secuelas de todo orden que pueden incidir en estos pacientes hacen que las personas con Daño Cerebral Adquirido, sufran alteraciones diversas y profundas en su vida, que inciden negativamente en su Salud Mental, alterando toda su vida y la de los que les rodean, porque tal y como proclama el título de este Encuentro “Sin Salud Mental, no hay Salud”. 5. LA SALUD MENTAL EN EL DAÑO CEREBRAL ADQUIRIDO Pero ¿cuáles son los problemas más frecuentes relacionados con la salud mental de estos pacientes?: 1.Sensación de aislamiento personal e incluso se llega a la marginación social. 2.Comportamiento infantil en ocasiones. 3.Ansiedad por recuperarse rápidamente y solucionar todos los problemas a la vez. 4.Falta de uniformidad y continuidad en los tratamientos, con sensación de fracaso continuo y frustración. Hay que recordar que el tratamiento integral de esta patología requiere un gran esfuerzo por parte del paciente y su familia. 5.El deterioro del estado mental y la toma de conciencia de las graves limitaciones que sufre el paciente provocan irritabilidad 130 y en ocasiones depresión. Asumir esta nueva situación, requiere un profundo ejercicio de adaptación y asimilación. 6.Puede producirse una pérdida de control personal provocando discusiones, peleas y enfrentamientos con los miembros de la familia. 7.Sentimiento de inutilidad por la pérdida de la autonomía física. 8.Disminución del grado de conciencia y de la atención selectiva con distracciones constantes sobre las tareas que debe realizar y las conversaciones que mantiene. 9.Dificultad para terminar tareas una vez comenzadas. Actitud inerte, pasiva e inmóvil. 10. Confusión, desorientación temporo-espacial y pérdida de identidad personal. 11. Dificultad para realizar un plan de acción concreto. 12. Perdida de la memoria a corto plazo, al no recordar lo próximo la vida cotidiana es una frustración para el enfermo y para los familiares. 13. Problemas de comunicación. 14. Falta de juicio y dificultad de abstracción. 15. Dificultad de aprendizaje. 16. Agitación e irritabilidad. 17. Negativismo u oposición a todo como hecho de afirmación personal. 18. Falta de control de los impulsos, muchos enfermos pasan a la acción sin una reflexión previa. Nula autocrítica. 19. Depresión y retraimiento social. 20. Pensamientos autodestructivos e ideas de suicidio. 131 7. SOLUCIONES Todo lo antedicho ofrece un panorama sombrío y desalentador sobre esta cruel patología que supone el Daño Cerebral Adquirido. Es necesario concienciar y espolear a la sociedad para crear una sensibilidad ante este grave problema, empezando por el sector socio sanitario valenciano. En este contexto, les hablo como miembro del Instituto de Neuro-Rehabilitación y Afasia (INIA NEURAL) de Valencia, que es el Centro Asistencial de la Fundación Juan Ignacio Muñoz Bastide, dedicado desde hace seis años al tratamiento integral de los pacientes con Daño Cerebral Adquirido, en el que hemos atendido a más de 600 pacientes desde su creación bajo un lema que nos une a todos -profesionales y pacientes-, “Un Equipo, Un Objetivo, Tu Calidad de Vida” y que con el esfuerzo y la dedicación profesional abnegada de todos sus miembros está al servicio de la sociedad valenciana. Aportando soluciones a los problemas de estos pacientes INIA NEURAL está ubicado en una planta baja de más de mil trescientos metros, con unas instalaciones y equipos de vanguardia y con un amplio equipo de profesionales expertos que trabajan en las siguientes Unidades de: ÿNeuro-Rehabilitación ÿAfasia ÿTerapia Familiar ÿLogopedia Especializada ÿTerapias Alternativas ÿInvestigación, Formación, Innovación y Desarrollo. 132 Entrada Principal Recepción 133 Salas de Terapias y Aseo Salas de Terapia 134 Piscina Instituto de Neuro-Rehabilitación y Afasia INIA NEURAL C/ Pio XI nº19 46017-Valencia Teléfono: 963.891.964 www.inianeural.com [email protected] 135 136 Cartera de servicios Dra. Dña. María Angustias Oliveras Valenzuela Psiquiatra. Jefe del Servicio de Psiquiatría Hospital Universitario de San Juan. Alicante Entendemos que, muy apropiadamente, este Tercer Encuentro “Sin Salud Mental, no hay Salud” se cierre con una breve exposición del conjunto de dispositivos y prestaciones sanitarias de los que se dispone en nuestra Comunidad para promoción y cuidado de la Salud Mental de los valencianos. A lo largo de este Tercer Encuentro se ha hablado de muchos temas y muy variados, girando todos en torno a la Salud Mental, aunque no siempre se hayan referido directamente a ella. Esto ya da indicios de la complejidad del concepto y del largo camino recorrido por la sociedad desde que se detecta el sufrimiento psíquico, hasta que se materializa una forma razonablemente satisfactoria de abordarlo y aliviarlo. Con ello entramos de lleno en un terreno en el que intervienen tantos factores y de tan diversa índole, que pueden inducir a equívocos o a conclusiones que, por excesivamente simplistas, induzcan a error. A pesar de la asunción universal de que la Psiquiatría -y todo lo con ella relacionado- es una especialidad médica más, lo cierto es que conlleva unas particularidades que, en muchos casos, resultan trascendentes: p. ej.: el hecho de que hablemos de Salud Mental y no de Psiquiatría, o el tan cotidiano de que los profanos pregunten por la diferencia que hay entre un psiquiatra y un psicólogo. Pueden 137 parecer banalidades, pero en la práctica cotidiana vemos como surgen problemas condicionados por esta circunstancia. En la actualidad se da por sabido que, el término “Salud Mental” se refiere a dos conceptos distintos: En principio es la definición de la convención de Alma-Ata (1947) que delimita lo que es salud y enfermedad en este campo de lo psíquico. Por otro lado, y es el que aquí nos interesa, se enfoca en una vertiente asistencial que es de lo que vamos a tratar a continuación. No se puede entender la Salud Mental sin hablar de la Psicopatología, la Psiquiatría y la Asistencia Psiquiátrica. Es cierto que las engloba -de hecho son sus fundamentos- pero no son términos ni conceptos totalmente asimilables. La Psicopatología, o “estudio de las dolencias del alma” se define como la fundamentación científica de la Psiquiatría, para lo que necesita delimitar conceptos generales con validez universal en el campo de la patología psíquica. Su primer tratado es de 1914. Por su parte, la Psiquiatría es una especialidad médica que se ocupa del estudio, prevención y tratamiento de los modos psíquicos de enfermar, en su doble vertiente, científico/biológica y antropológica/psicológica. El primer tratado es de 1876. La Asistencia Psiquiátrica, se la conociera con ese término o no, ha existido siempre y se ha ocupado con mejor o peor acierto, de las personas que sufren trastornos psíquicos. Queda claro que una cosa es la Psicopatología, otra la Psiquiatría y otra, muy distinta, la Asistencia Psiquiátrica, cuyo moderno y -de momento- último instrumento es lo que se conoce como Salud Mental, que pretende ser una síntesis de estos tres elementos: 1º) Detección de síntomas disruptivos psicológicos y comportamentales: Psicopatología. 2º) Conceptualización y abordaje científico-médico de los mismos, incluyendo su diagnóstico, pronóstico y tratamiento biológico y psicológico: Psiquiatría. 138 3º) Disminución de las consecuencias personales y sociales de padecer un Trastorno Mental, instrumentalizando la atención a los mismos: Asistencia Psiquiátrica. A estos tres puntos ha de añadirse el matiz de discernir factores de riesgo y actuaciones para la promoción de la salud y mejorar calidad de vida y así llegamos al término de Salud Mental, que incluye pues: • La prevención primaria: Factores de riesgo, matriz social. • La prevención secundaria: Diagnóstico precoz, tratamiento eficaz basado en evidencia científica. • La prevención terciaria: Calidad de vida, rehabilitación, reinserción social. Y que, además conlleva una perspectiva de Medicina Social y actividad poblacional y no solo una labor clínica individualizada (Kaplan). Por tanto, la Salud Mental y sus dispositivos han de encaminarse al 139 manejo eficaz de la vulnerabilidad, la enfermedad, la discapacidad y la minusvalía. Para llegar a este punto han debido superarse muchos conflictos y muchos prejuicios. El término Salud Mental se asienta cuando ya se da por aceptado y universalmente admitido que la Asistencia Psiquiátrica ha de ser “Comunitaria”. Este término que ahora parece tan natural e inocente, conlleva una “orientación” y por tanto una visión parcial del problema a que se refiere. Para llegar al punto en que nos encontramos ha habido una larga lucha, recuérdese si no a la “Antipsiquiatría”. En España este problema surgió en los años 70 y 80 y se materializó en lo que fue llamada “Reforma Psiquiátrica” que es la que ha dado lugar a la situación actual, acabando la etapa de la institucionalización. Más adelante volveremos sobre ello. 140 Por otra parte, la Salud Mental incidió sobre el propio cuerpo doctrinal de la Psiquiatría, pues también en esta rama de la Medicina hay diversas perspectivas y orientaciones. No podría ser de otra manera, dada la propia naturaleza de su objeto de estudio: El ser humano, la complejidad de su cerebro y las características de su evolución; son estas peculiaridades las que lo convierten precisamente en “humano” y lo que ha obligado a los avances científicos a puntualizar que el abordaje de los Trastornos Mentales ha de hacerse considerando al paciente desde una perspectiva bio-psico-social, concepto nuclear en Salud Mental y que tampoco está exento de críticas y de intentos de reduccionismo. A pesar del interés del tema, que podría llenar de contenidos otro seminario, no procede ahora adentrarse más en la epistemología, sino solo señalar aquellos puntos conflictivos -más o menos resueltosque van a influir en la Cartera de Servicios en Salud Mental y van a condicionar la idoneidad, eficiencia y calidad de la misma. 1. Problemas relacionados con la Psicopatología 1) Superado el concepto grosero de “locos”, “dementes”, “orates”, la detección de los síntomas psíquicos con relevancia clínica, parten de un método filosófico: La Fenomenología y de una actividad interpersonal. Estos dos elementos dificultan la objetivación de los mismos y permite una gran variabilidad en su interpretación. Respecto a los Síntomas Psicopatológicos, hay que asumir su: • Subjetividad: Difícil aprehensión. Patoplastia. • Inespecificidad: Ausencia de síntomas patognomónicos. • Inestabilidad: Patocronia • Variabilidad: Expresión, cultura, etc. • Diferentes atribuciones. • Comorbilidad/Ubicuidad. 141 • Repercusión: Sufrimiento, discapacidad. Pero a pesar de estas características y de la carga subjetiva que conllevan, tanto por parte del paciente como del médico, de momento no puede sustituirse por otra metodología que de consistencia científica a nuestra disciplina. 2) Los recientes hallazgos de la Epidemiología Psiquiátrica (Jim Van Os) demostrando la presencia de síntomas psicopatológicos relevantes, p. ej.: Alucinaciones o Ideas Delirantes en la población general, hace aun más difícil y compleja la elección de criterios para determinar la “normalidad” y “anormalidad” en Psiquiatría, concepto ya de por sí objeto de contradicciones: • Normalidad Normotética: Ideal ¿Salud Mental? • Normalidad Normativa: Basada en Valores • Normalidad Estadística: Basada en hechos. • Clínica: Personas que cumplen criterios diagnósticos. No olvidar el código Z. • Funcional: Según el impacto de los síntomas (Eje V del D.S.M.) 142 3) Valoración de diferentes conceptos como Trastorno Mental, Enfermedad Mental y sus acepciones. Las consecuencias prácticas de este problema conceptual son trascendentales porque de él derivan los criterios que definen a la población de “asistibles” en los dispositivos de Salud Mental. Como hemos visto, no disponemos de una delimitación clara y eso permite desviaciones que pueden llegar a poner en peligro la viabilidad del Sistema. Es decir, este problema, estrictamente psicopatológico conlleva a unas consecuencias e incluso a unas dificultades para la Cartera de Servicios, que se pueden resumir en (Baca 2009). 1.El concepto de Salud Mental Comunitaria empleado sin matices y de forma universal. 2.Las expectativas excesivas que este modelo ofertado a la población puede despertar en ésta, idealizándose el “derecho a recibir cuidados”, fundamentalmente en lo que se refiere a la extensión y la naturaleza de dichos cuidados. 3.El inevitable deslizamiento hacia la presentación de los problemas de la vida como problemas de Salud Mental, con la consiguiente “sanitarización de una parte sustancial del malestar social”. 4.La automática institucionalización (muchas veces la judicialización) de cualquier conducta disruptiva o violenta con una doble vertiente, las situaciones que se dan en el marco de un Trastorno Mental, que se “judicializan” y las situaciones que pertenecen a la dinámica social de las conductas no ligadas al Trastorno Mental y que, en consecuencia “también se sanitarizan”. El análisis desapasionado y profundo de estos problemas de estirpe psicopatológica sería de gran utilidad para afrontar documentalmente la Evaluación del Sistema de Asistencia en Salud Mental. 2. Problemas derivados de la Psiquiatría Aunque a partir del año 2000, con la concesión del premio Nobel a Kandel, se incorpora “otro nuevo” marco conceptual para la Psi- 143 quiatría y se asume que “la mente es el cerebro en acción” y que, ni uno solo de los procesos psicopatológicos aparecen sin conllevar una actividad anómala del Sistema Nervioso Central. En Psiquiatría siguen conviviendo modelos de diversa orientación. Ejemplo: El digámosle “comunitario”- o el psicoanalítico, que abordan los Trastornos Mentales y su etiopatogenia desde muy diversas perspectivas. La Psiquiatría actual integra patologías muy variadas que van desde trastornos básicamente biológicos (Psicosis, Demencias) hasta otras de naturaleza reactiva y psicosocial (Trastornos Adaptativos) y algunos otros, definitivamente dimensionales (Eje II: Trastorno de la Personalidad, conductuales). Los déficits en el conocimiento etiopatogénico obligan a admitir modelos distintos para abordar diferentes trastornos y es fácil comprobar cómo, de forma subliminal, en la práctica clínica coexisten diferentes paradigmas de enfermar. Una consecuencia que ejemplariza esta aseveración y sirve como ejemplo de la misma es el proceso constante de revisión al que están sometidas las nosologías vigentes y el mas que reciente concepto de “Diagnósticos Transnosológicos” o de “Trastorno de Espectro”. Esto influye directamente en el Diagnóstico Psiquiátrico y, recordemos que éste condiciona el pronóstico, el abordaje terapéutico, la indicación de medidas psicoterapéuticas y/o rehabilitadoras y la derivación, en su caso, a otros Servicios; Es decir, el Diagnóstico va a condicionar el itinerario terapéutico y la conducta de enfermar del paciente y el que se le oferten unos determinados elementos de la Cartera de Servicios y el uso que se haga de los mismos. Su utilidad pues, dependerá de cómo se superen los problemas de base que atañen al Diagnóstico Psiquiátrico. Los problemas de la Psiquiatría son por tanto los siguientes: -Nosologías en constante revisión: DSM y CIE -Escasa validez del constructo -Infrautilización del diagnóstico axial 144 -Variabilidad inter-examinadores -Escasa estabilidad del diagnóstico -Ausencia de marcadores biológicos específicos. -Comorbilidad -Complejidad del pronóstico. 3. Problemas derivados de la Asistencia Psiquiátrica No por conocido y asimilado podemos dejar de mencionar los largos siglos en los que los enfermos mentales, junto con otros discapaces, tenían que ser recluidos y ocultados, apartándolos de la sociedad. Esta institucionalización tenía como objetivo fundamental manejar un colectivo sobre el que recaía todo tipo de prejuicios y de tradiciones supersticiosas. Como pincelada debe recordarse que los directores de los psiquiátricos estadounidenses no eran ni siquiera sanitarios, sino funcionarios públicos con cualificación similar a la de los directores de prisiones. No existían, es cierto, tratamientos eficaces, pero es que el objetivo de de estos recursos (Manicomios) no era exactamente terapéutico. En una segunda etapa, estas instituciones pasaron a ser más asistenciales: Se abrieron a planteamientos más acordes con el desarrollo científico de la Medicina y ya se transformaron en auténticos Hospitales Psiquiátricos con más recursos terapéuticos, pero al margen de la Asistencia Sanitaria General, centrado en los trastornos más graves (Psiquiatría pesada) con precaria atención ambulatoria y, sobre todo, manteniendo una fuerte carga custodial y asilar. A partir de la II Guerra Mundial, precisamente cuando se introduce el concepto de “Salud Mental”, es el momento en que realmente se modifica el concepto de Asistencia Psiquiátrica. No solo por los avances farmacológicos; con ser trascendentales, si no merced a los cambios sociales que dieron paso a un nuevo modelo interpretativo de la Enfermedad Mental. 145 Se inicia así la Etapa Comunitaria que no es un simple cambio de dispositivos asistenciales, sino de un marco teórico donde desarrollar nuevos conceptos con los que enfrentarse a la problemática de los Trastornos Psíquicos. Ejemplo: Los Planes de Salud Mental y las Estrategias en Salud Mental. Estos resultan imprescindibles por la enorme carga social y política que conlleva la atención y los cuidados en este campo, se mida en términos puramente económicos, en capital social o, simplemente, en capital humano. La norma y no la excepción es que se produzcan desequilibrios que interfieren en los objetivos planteados, por lo que es imprescindible realizar una planificación rigurosa de la actividad a realizar y una evaluación precisa de lo conseguido con la misma. Es absolutamente ilustrativo el esquema de Gulbinat et al (2004) que explica el desfase estructural que existe y pone en riesgo la atención en Salud Mental de los ciudadanos. En él se clasifica a los usuarios en cuatro categorías: 146 1.Sujetos con Trastornos Mentales sin contacto con ningún Servicio. Estos “excluidos” constituyen un colectivo que podría disminuir con una planificación adecuada. 2.Sujetos con problemas mentales buscando ayuda en diferentes instancias, pero sin un reconocimiento adecuado de sus problemas. 3.Sujetos con problemas mentales consumiendo adecuadamente Salud Mental. Este grupo, que no es el más amplio, debería serlo para permitir una utilización óptima de los recursos empleados. 4.Sujetos sin problemas mentales consumiendo servicios de salud Mental. Esta categoría es amplia y en crecimiento constante en las sociedades actuales y, sobre todo, produce un gasto desproporcionado a su situación real. Evidentemente no se trata de eliminar estos problemas: Esto no sería posible en el estado actual de los conocimientos psiquiátricos, pero sí se puede minimizar su proporción y, por tanto, aliviar sus consecuencias. Con esta panorámica general que se nos presenta, una vez identificadas las deficiencias previas, el paso siguiente es tratar de evitar las consecuencias que puedan entorpecer la materialización de la Cartera de Servicios. Para preservar su calidad y eficiencia hay que exigir como paso previo, una descripción pormenorizada de la misma, no solo de las prestaciones, sino de los dispositivos propiamente dichos, definiendo que es, que hace y que recursos necesita cada uno de los dispositivos de la RED. Igualmente hay que definir las prestaciones, que se entiende por cada una de ellas, ya se trate de técnicas concretas o de programas de intervención y por tanto, hay que implementar los puntos siguientes: 1º Homologación de los procedimientos de identificación de casos (diagnóstico) su objetivación y su medición con control de calidad (validez y fiabilidad). 147 2ºProtocolización del proceso de atención a los trastornos mentales (graves y comunes). 3ºDesarrollo de guías clínicas con el objeto de disminuir hasta límites razonables la variabilidad clínica. 4ºLa tipificación de los procedimientos terapéuticos (programas psicoeducativos, psicoterapias y rehabilitación, especialmente). 5º Evaluación crítica de los datos de investigación empírica (tratamientos biológicos). 6º Desarrollo obligatorio de protocolos, no solo para cualquier medida restrictiva, sino para toda actuación diagnóstica y terapéutica que suscite interacción y potencial conflicto médico-paciente (Autonomía y Derechos del paciente), así como cualquier coordinación con otras especialidades médicas u otros dispositivos (Servicios Sociales, Educación, Justicia, Trabajo, etc.). En este contexto y ateniéndonos a la estrategia nacional en Salud Mental del Sistema Nacional de 2007, es como se llega a elaborar la Cartera de Servicios. 4. CARTERA DE SERVICIOS Una Cartera de Servicios es el conjunto de técnicas, tecnologías o procedimientos mediante los que se hacen efectivas las prestaciones sanitarias de las que pueden beneficiarse la ciudadanía, independientemente de su lugar de residencia. La Conselleria de Sanitat, a través de la Agencia Valenciana de Salut ha elaborado la Cartera de Servicios de Salud Mental de la Comunitat Valenciana. Es un documento de base, consensuado por todos los agentes implicados y que comporta una reorganización clínica y de gestión. El Consejo Asesor de Salud Mental participó activamente desde el primer momento, constituyendo una mesa técnica de trabajo que elaboró esta Cartera de Servicios de Salud Mental aprobada por dicho Consejo Asesor en su última reunión de 26 de febrero de 2010 148 La Atención Ambulatoria en Salud Mental Está integrada por los Centros de Atención Primaria, las Unidades de Salud Mental del Adulto (USM) y las Unidades de Salud Mental Infanto-Adolescente (USMI-A). Las Unidades de Salud Mental del Adulto (USM) y las Unidades de Salud Mental Infanto-Adolescente (USMI-A), se consideran el eje central y referencia terapeútica de la asistencia a los pacientes. Su ámbito de actuación supera la Zona Básica de Salud y actúan de forma integrada y coordinada con otros recursos especializados de los Departamentos de Salud. Las USM deben contar, al menos con los siguientes programas terapéuticos: -Programa para personas con Trastorno Mental Común (contrato terapéutico). -Programa de Atención a familiares y/o cuidadores principales. -Programa de coordinación con otros recursos. La Atención Hospitalaria en Salud Mental -Atención Hospitalaria de Urgencia en Hospital General -Atención en Unidad de Hospitalización Psiquiátrica (UHP) -Unidad de Hospitalización a Domicilio (UHD) -Hospital de Día -Unidades de Media Estancia. La Cartera de Servicios en Salud Mental -Tiene mucha importancia la Historia Clínica Electrónica en Salud Mental: Comunicación e Información entre Atención Primaria y Salud Mental (Abucasis y Orión). -Forma parte por primera vez de los Acuerdos de Gestión de la Agencia Valenciana de la Salud en el año 2010. 149 -Se ponen de manifiesto las ventajas de la organización gestora por Departamentos de Salud. -La Salud Mental es una especialidad más de la Asistencia Sanitaria Los pacientes son el Eje de los Recursos asistenciales en Salud Mental 150 CONCLUSIONES Prof. Dr. D. Federico V. Pallardó Calatayud Dr. D. Francisco J. Bueno Cañigral Miembros del Consejo Científico Asesor de la FVEA 1ª. El proceso del amor en los humanos está vinculado a tres acciones diferenciadas pero relacionadas entre sí: La atracción sexual, el enamoramiento (obsesión por el otro) y el apego de pareja. La atracción sexual parece vinculada a los niveles de testosterona y de andrógenos, y el proceso del enamoramiento se relaciona con las alteraciones de neurotransmisores especialmente en determinadas áreas cerebrales. El apego/vínculo de pareja está vinculado a niveles de oxitocina y vasopresina que determinan la activación de mecanismos de recompensa semejantes a las adicciones y están mediados por la dopamina. 2ª. Con el estudio de las bases moleculares de la Esquizofrenia se inicia una nueva era en el desarrollo de los fármacos antipsicóticos, buscando la mejora en la calidad de vida de los pacientes; generándose expectativas en otras patologías como la Depresión Mayor o el Trastorno Bipolar. 3ª En la actualidad se sabe que en la Esquizofrenia, el Trastorno Bipolar y el Alcoholismo el peso de la genética es bastante alto. Con los estudios actuales, se puede concluir que existen evidencias de etiopatogenia genética, pero ninguno de ellos de patrón mendeliano, sino que son enfermedades genéticamente complejas y mul- 151 tifactoriales, pues hay muchos genes implicados y modulados éstos por multitud de factores ambientales. 4ª. La disfunción cognitiva persistente del Trastorno Bipolar se explica mejor con un modelo de deterioro progresivo; el Trastorno Bipolar se comporta como una enfermedad neuroprogresiva, que parece ser una enfermedad sistémica más que meramente una enfermedad cerebral. Es necesario por tanto, desarrollar intervenciones precoces e integrales para mejor el conocimiento de la enfermedad, pensando que las enfermedades actualmente llamadas “psiquiátricas”, no sean tan diferentes de otras enfermedades llamadas “medicas”, aunque los psiquiatras todavía no trabajan igual que otros médicos ante el conocimiento del proceso de enfermar. Queda por tanto de manifiesto que sin salud mental, no hay salud global. 5ª. Los trastornos de la alimentación son prototipos de trastorno mental; las personas que sufren Anorexia o Bulimia son más vulnerables que el resto de personas. La cultura no es productora de trastornos sino que es generadora de conductas que pueden o no generar trastornos. La incidencia de la Anorexia se mantiene estable en los últimos veinte años, por el contrario la Bulimia ha aumentado. Hay que cambiar las actitudes de la población escolar mediante programas preventivos conjuntos que hablen de alimentación, autoestima, medios de comunicación, etc. 6ª. Las mujeres tienen mayor esperanza de vida, más conductas preventivas, menos adicciones y menos accidentalidad. Pero tienen peor estado de salud, de bienestar y calidad de vida. Tienen más enfermedades crónicas, mayor consumo de servicios sanitarios y mayor consumo de psicofármacos. En cuanto a las enfermedades mentales tienen más Depresión, igual tasa de Trastorno Bipolar I, mayor tasa de Trastorno Bipolar II y mayor tasa de Esquizofrenia en mujeres mayores de 45 años, siendo muy importantes la genética y los estrógenos. 152 7ª. La Estrategia en Salud Mental del SNS fue aprobada, por el Consejo Interterritorial del SNS, el 11 de diciembre de 2006, tiene seis Líneas Estratégicas: 1.Promoción de la salud mental de la población, prevención de la enfermedad mental y erradicación del estigma asociado a las personas con trastorno mental. 2.Atención a los trastornos mentales. 3.Coordinación interinstitucional e intrainstitucional. 4.Formación del personal sanitario. 5.Investigación en salud mental. 6.Sistema de información en salud mental. En junio de 2009 se presentó el Informe de Evaluación de la Estrategia en Salud Mental al Consejo Interterritorial del SNS, con datos referidos a diciembre de 2008. Al margen de precoz, esta primera evaluación parece demasiado complaciente con el bajo grado de ejecución: su naturaleza cualitativa permite ofrecer una imagen más positiva que la real. Es el momento de actuar bajo criterios de evidencia científica -superando discursos ideológicos- y planificando en base a las necesidades. Bajo ambos parámetros se mueve la Estrategia en Salud Mental del SNS. Corresponde ahora, por tanto, su desarrollo bajo el compromiso firme de las distintas Administraciones implicadas. No hacen falta más estrategias, más planes, más programas. Solo es cuestión de cumplir lo acordado. Aquí radica la verdadera solución al problema. 8ª. Vivimos un momento histórico de incremento en los intereses espirituales, trascendentes o religiosos. Es difícil una definición de espiritualidad y es más fácil explicar las relaciones que existen entre ciertos fenómenos a los que llamados “espirituales”, ya que la función de la religión en este modo de pensar lo humano ha concluido y es la hora de la espiritualidad. Hay quien piensa incluso que la espiritualidad es la terapia para las religiones, su fin y 153 su cura. La espiritualidad es la superación de las religiones y de los dilemas kantianos de la moral así como de las morales laicas que emergieron de la revolución francesa. Se han abordado temas interesantes como: Creer en Dios; Creación del Universo; Religión y sus explicaciones; Misticismo y locura; Normalidad, cordura y locura, etc., planteándose diferentes puntos de vista que obligan a la reflexión, ya que la capacidad de creer es una prestación cerebral extraordinaria con independencia de lo que se crea y que induce cogniciones y conductas bien distintas aun en aquellos que comparten creencias. 9ª El Daño Cerebral Adquirido o Sobrevenido (DCA) es cualquier lesión adquirida sobre un cerebro previamente desarrollado, con independencia del origen causal: traumático, vascular, tumoral, infeccioso, isquémico, etc. Las causas más frecuentes son por Traumatismos Cráneo-Encefálicos (Más del 80% de los afectados de TCE se deben a accidentes de tráfico de jóvenes de entre 15 y 30 años), Accidentes Cerebro-Vasculares, Tumores Cerebrales y por Secuelas de Enfermedades Cerebrales; desconociéndose con exactitud la incidencia y la prevalencia del DCA en España. Las secuelas que surgen en los pacientes afectados por DCA se pueden manifestar bajo una o varias de las siguientes dimensiones: Física, Cognitiva o Intelectual, Afectiva, Familiar, Social, Escolar, Laboral o Profesional; que inciden negativamente en su Salud Mental, alterando toda su vida y la de los que les rodean. El Instituto de Neuro-Rehabilitación y Afasia (INIA NEURAL) de Valencia es el Centro Asistencial de la Fundación Juan Ignacio Muñoz Bastide, y está dedicado desde hace seis años al tratamiento integral de los pacientes con DCA, en el que han atendido a más de 600 pacientes desde su creación, bajo un lema “Un Equipo, Un Objetivo, Tu Calidad de Vida”. Este Instituto tiene Unidades de Neuro-Rehabilitación, Afasia, Terapia Familiar, Logopedia Especializada, Terapias Alternativas e Investigación, Formación, Innovación y Desarrollo. 154 10ª. Una Cartera de Servicios es el conjunto de técnicas, tecnologías o procedimientos mediante los que se hacen efectivas las prestaciones sanitarias de las que pueden beneficiarse la ciudadanía, independientemente de su lugar de residencia. La Conselleria de Sanitat. A través de la Agencia Valenciana de Salut ha elaborado la Cartera de Servicios de Salud Mental de la Comunitat Valenciana que es un documento de base, consensuado por todos los agentes implicados y que comporta una reorganización clínica y de gestión, centrado todo ello en los pacientes que son el Eje de los Recursos asistenciales en Salud Mental. La Atención Ambulatoria en Salud Mental está integrada por los Centros de Atención Primaria, las Unidades de Salud Mental del Adulto (USM) y las Unidades de Salud Mental Infanto-Adolescente (USMI-A). Su ámbito de actuación supera la Zona Básica de Salud y actúan de forma integrada y coordinada con otros recursos especializados de los Departamentos de Salud. La Atención Hospitalaria en Salud Mental está compuesta por la Atención Hospitalaria de Urgencia en Hospital General, la Atención en Unidad de Hospitalización Psiquiátrica (UHP), la Unidad de Hospitalización a Domicilio (UHD), el Hospital de Día y las Unidades de Media Estancia. Profesor Santiago Grisolía, Dr. Luis Rosado, Dr. Francisco Bueno y Profesor Federico Pallardó 155 156 CLAUSURA Dr. D. Francisco Murcia Patrono de la FVEA Me corresponde decir unas breves palabras de clausura en este Tercer Encuentro “Sin Salud Mental, no hay Salud”, Monográfico sobre problemas y soluciones actuales, organizado por la Fundación Valenciana de Estudios Avanzados, patrocinado por la Fundación Esther Koplowitz y con la colaboración de la Fundación José Pastor Fuertes, que hemos celebrado ayer y hoy. Mis primeras palabras son de agradecimiento para todos los excelentes profesionales que nos han ilustrado con sus ponencias, a los Doctores Federico Pallardó y Francisco Bueno por la coordinación de este Tercer Encuentro y por su importante papel en la moderación de las tres mesas redondas celebradas: Investigación, Patologías y Necesidades Futuras en Salud Mental. También mi agradecimiento para vosotros jóvenes estudiantes y profesionales que habéis asistido y participado activamente en este Tercer Encuentro. Cada día es más importante el conocimiento teórico y práctico que favorezca el desarrollo de la ciencia médica en particular y del saber en general en nuestra sociedad, donde la investigación y sus nuevas técnicas juegan cada día un papel más importante, como se ha puesto de manifiesto en este Tercer Encuentro. 157 Por lo tanto el estudio, la capacitación personal, la adquisición de nuevos conocimientos, el uso adecuado de las nuevas tecnologías, son muy importantes para el desarrollo del conocimiento. Pero todo esto requiere esfuerzo por parte de la sociedad en general y de vosotros jóvenes estudiantes en particular para mejorar día a día. Como se ha dicho la salud mental es fundamental para vivir, pero no debemos considerarla como una cosa aislada, pues tenemos que entender la salud como un continuo en la vida de las personas y no como una posición estática, para lo cual es muy importante darle cada más valor a la dimensión positiva de la salud y no acordarnos sólo de ella cuando enfermamos, como está ocurriendo ahora a consecuencia de la crisis económica, donde han aumentado en los adultos las patologías como depresiones, crisis de ansiedad, consumo de alcohol, etc. En nuestro Sistema Nacional de Salud las necesidades siempre se pueden cubrir mejor, siempre se pueden dotar de más medios humanos y técnicos a los servicios sanitarios; por lo que debemos de abogar por una mayor coordinación entre los diferentes niveles asistenciales, un mayor compromiso de las instituciones públicas en el cumplimiento de las estrategias aprobadas y evaluadas, poniendo además de forma permanente todos los medios necesarios para ello, con el objetivo de buscar entre todos el mayor nivel de salud de los ciudadanos. Muchas gracias a todos por su asistencia. Queda Clausurado el Tercer Encuentro “Sin Salud Mental, no hay Salud” 158 159 160