Boletín No. 41 Uniremington Mayo 2016

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Género,
Edición Nº 41 / Mayo de 2016
ISSN 2500-8749
Equidad y Justicia
Boletín informativo
Observatorio de Género,
Equidad y Justicia
Juan Sebastián Duque Posada
Director Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas
Esteban Muñoz Galeano
Coordinador Centro de Investigaciones
Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas
Equipo investigador:
Juan Jacobo Agudelo Galeano
Carlos Mario Piedrahita Londoño
Cesar Jaramillo Henao
En clúster académico con:
Facultad de Ciencias Básicas e Ingeniería:
Jorge Mauricio Sepúlveda Castaño Decano
Corrector de estilo editorial:
César Augusto Muñoz Restrepo
Diseño: Laura Yohana Vélez Osorio
Contacto:
Correo electrónico: [email protected]
Página web: http://www.uniremington.edu.co/observatoriode-genero-equidad-y-justicia.html
Contenido
Editorial: ¿Paz para quién; paz para qué?
Página 4
Columna de opinión: Motivo de indignación
¿Rosa Elvira Cely fue responsable de su muerte?
Página 6
Objeción de conciencia y la interrupción voluntaria del
embarazo (IVE)
Página 9
Desigualdades de clase
Grave problemática que aqueja a la sociedad colombiana
Página 12
Los números sobre el acoso a la mujer en el transporte de la
Ciudad de México
Página 15
Con estos emojis, Google quiere promover la igualdad de
género
Página 16
Jineth Bedoya devolvió al Estado monto económico al estado
colombiano
Página 17
Sospechosos de agredir sexualmente a niños pueden ser
excarcelados
Página 18
“El sistema legal colombiano ha contribuido a naturalizar la
violencia de género”
Página 19
Colombia celebra 165 años sin esclavitud, pero más del 60%
de afros son pobres
Página 20
Colombia: el país donde aún se piensa que una mujer golpeada
‘algo habrá hecho’
Página 21
Diez años del aborto como un derecho
Página 22
Guía para profesionales: recursos contra la violencia de género
Página 23
Glosario de términos sobre violencia contra la mujer
Página 24
Informe sobre Desarrollo Humano 2014
Sostener el Progreso Humano: Reducir vulnerabilidades y
construir resiliencia
Página 25
Consejo de Seguridad Pública para las Mujeres
Página 26
Objeción de conciencia: Dos debates desde la categoría género
Página 26
Cine Debate – Ciclo de dilemas bioéticos
Página 27
Programa de Televisión Violencia de Género hacia la mujer de
la Personería de Medellín
Página 27
“(…) La muerte tiene que parar en este país de masacres y masacradores.
Llegó la hora de que pactemos entre todos el fin de la discriminación.
En el país de la impunidad, todos somos culpables. Todos debemos
reconciliarnos en el país del odio, porque hay para todos en este país de la
riqueza.
En el trasfondo de tanta barbarie, pervive en nuestra república un cúmulo
de inequidades que como una costra dura, impide la comunicación de
quienes necesitamos reconciliarnos para derrotar a quienes se lucran
de la inviolabilidad institucional que, en medio de la ceguera y sordera
generales, planea sobre los colombianos como una placa oscura que nos
sume en un mundo de sombras donde bichos y fieras reinan a su antojo.
En medio de este caos todos hemos perdido; pierden los poderosos
porque se tuvieron que ir con sus hijos a Nueva York, Miami o Madrid
desarraigándose, lejos del país de los desarraigos; pierden los poderosos
que se quedaron aquí, porque malviven arrinconados en su propia riqueza,
en sus fortalezas sitiadas, en sus miedos, porque ya no pueden salir por
temor al boleteo, el secuestro y la muerte, en el país de las fortalezas
y de las cercas electrificadas, presos de sus guardaespaldas en el país
de los guardaespaldas; pierde la clase media, asfixiada por el negro
nudo de los impuestos que le impone la guerra y que la aleja del acceso
justiciero a la educación, que la condena a vivir sobrecogida en el país del
sobrecogimiento; pierden las clases pobres como siempre, más que nunca,
por el desempleo y el hambre en el país del desempleo y el hambre”
-Pedro Luis Barco, Las Letras de la Paz -
4
Género, equidad y justicia
¿Paz para quién; paz para qué?
Juan Jacobo Agudelo Galeano
Coordinador del Observatorio de Género, Equidad y Justicia
Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de Uniremington
[email protected]
Los psicólogos estadounidenses Robin Hocker y William Wilmot definen el conflicto como: “Una lucha expresa entre al
menos dos partes interdependientes que perciben que sus objetivos son incompatibles, sus compensaciones son reducidas
y la otra parte les impide alcanzar sus objetivos”1. Desde esta concepción, el conflicto ha sido visto como un estado anómalo
y negativo en las sociedades humanas, más allá de que su presencia se evidencie en situaciones de carácter individual o
colectivo. Aun así, como parte intrínseca de la condición humana, el conflicto presenta una condición positiva, ya que al hacer
visibles sus secuelas se pueden presentar cambios que modifiquen, no solamente las causas, sino también las consecuencias
de este, posibilitando que las sociedades reconozcan y asuman nuevas formas de resolución de sus conflictos y que incluso,
al hacerlo, se aprenda a convivir con ellos como elementos propios de estadios donde las diferencias son aceptadas y
reconocidas como etapas de procesos positivos de transformación social.
En el ámbito colombiano, la definición de conflicto ha sido asociada de forma indisoluble a una condición de lucha
sociopolítica, no obstante las diversas dataciones de origen expuestas por especialistas e intelectuales que consideran que
nuestra problemática tiene una antigüedad de unos 70 años en el marco de la denominada: “época de la violencia”, durante
la cual, conservadores y liberales batallaron por el poder en medio de una situación que fue escalando hasta alcanzar límites
inimaginables, en medio, además, de cruentos hechos donde ríos de sangre comenzaron a regar de forma indescriptible los
campos de nuestro país.
Edición N° 41 / Mayo de 2016
“La violencia fue una escuela política para el partido conservador
porque ayudó a saber cuál era el deber, porque le enseñó un poco
de disciplina y nosotros estábamos sinceramente orgullosos de
lo que el partido hacía para mantener en el poder a la Iglesia, a
la patria y a la familia. Por eso se luchó, pero eso se degeneró”2 .
En concreto, ha sido una lucha donde ideales, intereses y
justificaciones han sido los puntales para que hombres y mujeres,
desde la legalidad y la ilegalidad, enarbolando diversas banderas,
hayan considerado su lucha válida y legítima. Empero, como en
toda situación donde el conflicto es protagonista, se presentan
ganadores y perdedores. Y de hecho, en el caso de Colombia,
infortunadamente, la población civil en una gran mayoría ha
sido la damnificada, especialmente la que ha vivido en las zonas
rurales en donde han sucedido masacres, desplazamientos,
extorsiones, siembra de minas antipersona, entre otros actos de
barbarie por parte de todas las partes intervinientes, quienes
en procura de alcanzar sus objetivos y derrotar al denominado
enemigo, no han medido las consecuencias de sus acciones.
En este sentido, vale anotar que los proclamados ganadores
dentro de ese conflicto, casi siempre se han inclinado hacia
la permanencia y continuidad de este, ya que ello les permite
mantener discursos y prácticas guerreristas, a la par que
usufructúan económica y políticamente réditos para mantenerse
o seguir manejando el poder en la sombra.
En efecto, es desde el lugar de los perdedores y los ganadores
que se vuelve reiterativa e imperiosa la pregunta por la
búsqueda de la paz; en especial, cuando nuestra Constitución
Política en su artículo 22 establece que: “La paz es un derecho
y un deber de obligatorio cumplimiento”3. Precisamente, Carlos
Gaviria4 manifestó en su momento, en relación con ese artículo
constitucional, que ello era una condición insólita y extraña, ya
que ninguna Carta magna en el mundo tenía una disposición en
la cual la paz se convierte en un imperativo en el accionar del
Estado.
Vale entonces decir que la presencia de actores armados al
margen de la ley no es la única causa del conflicto –incluso desde
algunas orillas, ello es solo un síntoma– que por momentos se
ha vislumbrado como perenne, aun con las múltiples políticas,
estrategias y acciones de carácter militar; sino que de fondo
encontramos también un enorme desequilibrio social que ha
generado que amplios sectores de la población colombiana se
encuentre en las líneas de la pobreza y la miseria, y que vea
cada vez más reducida las posibilidades de acceso a ciertas
condiciones que permitan lograr unos márgenes de equidad
aceptables unos márgenes de equidad aceptables.
En este contexto, el debate actual se ha centrado en la aplicación
de la justicia transicional, ya que se discute entre la justicia
y la paz; entre quienes demandan un mayor castigo para que
no exista impunidad y los que exigen una paz sin condiciones
5
y que perciben la justicia como un obstáculo para el logro de
esa paz. A propósito de esta discusión, Ricardo Sánchez Ángel,
decano de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad
Nacional de Colombia, plantea que: “[…] la peor impunidad es
continuar la guerra y la violencia y la peor injusticia es la falta
de paz. Se debilita la soberanía de la Constitución, se acorrala
el orden republicano y se violan sistemáticamente los derechos
humanos”5.
En otros términos, tras observar ciertos conflictos que en otros
países han finalizado con una dejación de las armas, la paz no
se alcanza con una firma (incluso, en algunos casos las cifras de
delitos se incrementaron); empero, un proceso en el cual la vía
política adquiere mayor importancia que la vía armada, posibilita
que las sociedades resuelvan sus conflictos de forma propositiva,
no desconociéndolos ni negándolos, sino transformándolos
mediante vías democráticas que generen un reconocimiento
y respeto hacia el otro sin violentarlo ni acallarlo por las
diferencias en sus ideas. De igual forma, esa alternativa permite
que aquellos que manejan el poder ya no se focalicen sobre el
síntoma nombrado, buscando desviar la atención sobre asuntos
que han ocasionado las desigualdades existentes y que han
buscado permear la estructura socioeconómica imperante, sino
que además se vean obligados a reconocer y a aplicar acciones
orientadas, no exclusivamente a combatir el factor armado, sino
también a establecer políticas y estrategias centradas en un
enfoque de los derechos, donde el denominado “Estado social
de derecho” realmente brinde las garantías para que estos se
vivencien y se disfruten.
Y es que sin la paz, o por lo menos sin la apuesta por esta,
ninguna sociedad ni Estado alcanzará los fines establecidos, tal
como lo manifiesta Norberto Bobbio:
“En el ámbito de un orden jurídico pueden perseguirse otros
fines, paz con libertad, paz con justicia, paz con bienestar, pero
la paz es la condición necesaria para el logro de todos los
demás fines, y por lo tanto, se convierte en la razón misma de la
existencia del derecho”6.
1
Citados por Sonia París Albert. “Filosofía de los conflictos”. Barcelona: Icaria.
2010.
2
Relato de un campesino durante la época de la violencia. Citado por Alfredo
Molano. “Los años del tropel”. Bogotá: Punto de Lectura. 2006.
3
Pedro Alfonso Pabón Parra. “Constitución Política de Colombia esquemática”.
Bogotá: Ediciones Doctrina y Ley. 2013.
4
Carlos Gaviria Díaz (1937 – 2015). Abogado, Juez, Magistrado y presidente de la
primera Corte Constitucional, senador, y candidato presidencial en el año 2006
por el Polo Democrático Alternativo, obteniendo para dicha elección más de dos
millones y medio de votos.
5
Ricardo Sánchez Ángel. “Cinco tesis sobre el derecho a la paz en Colombia”.
Universidad Nacional de Colombia. Recuperado de: https://goo.gl/JVAh5I
6
Norberto Bobbio. Citado por Ricardo Sánchez Ángel. “Cinco tesis sobre el
derecho a la paz en Colombia”. Universidad Nacional de Colombia. Recuperado
de: https://goo.gl/JVAh5I
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Género, equidad y justicia
Motivo de indignación
¿Rosa Elvira Cely fue responsable de su muerte?
Por: Carlos Mario Piedrahita Londoño
Investigador del Observatorio de Género, Equidad y Justicia
Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de Uniremington
[email protected]
El pasado 14 de mayo de 2016, y los días que siguieron, ocurrió
el alboroto –no sin razón– por la contestación que dio la
Alcaldía de Bogotá, a través de dos abogadas de la Secretaría
de Gobierno, a la demanda administrativa interpuesta por la
familia de Rosa Elvira Cely contra el Distrito Capital, la cual
se enmarcó en fallas en el servicio, con motivo de la violación,
tortura y asesinato por parte de Javier Velasco Valenzuela contra
Rosa Elvira Cely.
Vale anotar que, tanto la tragedia que ocurrió en el Parque
Nacional de Bogotá el 24 de mayo de 2012, como la respuesta
del Distrito Capital, son dos muestras contundentes –entre
muchas miles– y representativas de la naturalización de la
violencia contra las mujeres en nuestro entorno, no obstante
las muchas normas expedidas y las campañas de promoción
sobre los derechos de la mujer y la visibilización de dicha
problemática.
Según lo expuesto por las dos abogadas, el acusado debería ser
exonerado de responsabilidad administrativa porque los graves
hechos que rodearon la muerte de Rosa Elvira Cely, lo fueron
por culpa exclusiva de la víctima.
Para una mayor ilustración, reproduzco los párrafos escandalosos
de defensa de la Alcaldía de Bogotá, en lo que se conoce como
excepciones de mérito y que fueron publicados en el portal de
internet Las 2 Orillas:
Culpa exclusiva de la víctima
“Leídas las declaraciones que en el proceso penal se registran
de los compañeros de estudio de ROSA ELVIRA CELY, se puede
observar que de todos en el establecimiento educativo era de
conocimiento la clase de personas que eran JAVIER VELASCO
como el otro compañero con los cuales salió la noche del 23
de mayo de 2012 ROSA ELVIRA CELY, todos sabían que tenían
comportamientos raros y los tildaban de malosos.
No obstante lo anterior, ROSA ELVIRA CELY salió a departir
con ellos, se tomaron unos tragos (así se registra en la historia
clínica cuando se afirma que ingresa con aliento alcohólico), van
a departir a un bar, se traslada en la moto con JAVIER VELASCO
Edición N° 41 / Mayo de 2016
al sitio donde ocurrieron los hechos, sitio que todos sabemos es
desolado e intransitado en las noches.
Puso en riesgo su integridad y vida, hasta el punto que JAVIER
VELASCO le Cercenó su existencia; si ROSA ELVIRA CELY no
hubiera salido con los dos compañeros de estudio después de
terminar sus clases en las horas de la noche, hoy no estuviéramos
lamentando su muerte”.
Es un texto bastante pobre de razón, estilo y gramática, pero
no por ello pobre de contenido –bueno… pobres de contenido
positivo o asertivo–. Los mensajes del escrito y su título son
claros, no solo ante Rosa Elvira Cely, sino también frente a
todas las mujeres que son ella misma. De esos argumentos se
desprenden entonces que las mujeres tienen que conocer cómo
son los hombres, sobre todo sus compañeros de estudio (“que
son raros y son malosos”). Es que las mujeres, a pesar de que
saben cómo son los hombres, salen con ellos a tomar trago –
la evidencia probatoria y material recolectada en el hospital
así lo señala–; además, las mujeres se montan en las motos
de los hombres raros y se van con ellos a lugares desolados
e intransitados y de noche. Así pues, si no se cuidan, son
responsables de lo que les pase.
Después, la representación del Distrito destella con su tesis,
antítesis y conclusión de la más alta filosofía: “Puso en riesgo su
integridad; si no sale, y menos de noche, no le pasa nada; como
salió, lamentamos su muerte”.
Sin duda alguna, la “mejor” conclusión es que ella –Rosa Elvira
Cely– fue la responsable de su violación, tortura y muerte. Así
entonces, el Distrito Capital debería ser exonerado –y de pronto
hasta indemnizado– como cuando se pide en los procesos
penales por violencia sexual contra las mujeres, niñas, niños y
adolescentes que se ordenen preclusiones para favorecer a
los responsables, generando impunidad, cancelando toda y
cualquier reparación posible y propiciando la repetición de los
hechos victimizantes.
En este contexto, es apenas lógica la gran indignación que se
suscitó con este concepto de la Alcaldía capitalina. Sin embargo,
para paliar el hecho, se pronunciaron los patriarcas de las rancias
familias que de nuevo gobiernan a Bogotá,quienes desautorizaron
las razones aducidas en el libelo contestatorio. La necesidad de
“quedar bien”, de aparecer políticamente correctos, llevó a los
preclaros administradores de la ciudad capital a echar toda el
agua sucia a las encargadas de la contestación jurídica, aunque
seguramente seguían sus instrucciones. Lamentablemente, la
respuesta se conoció públicamente y debieron intervenir para
salvar la honra de la ciudad. Ahora proponen conciliar, llegar
a un acuerdo; pero es que el Distrito ya tuvo la oportunidad
de hacer ese acuerdo, porque es un requisito el agotar recursos
para poder presentar la demanda. Quien pretenda demandar
7
debe acudir a la Procuraduría para que se convoque a quien se
espera demandar y así precaver el litigio.
Después se anunció la renuncia de una de las abogadas que
participó en nombre del Distrito en la contestación. Cabe la
sospecha: ¿fue una renuncia voluntaria? Sin duda, una, o las
dos, son los chivos expiatorios de un escándalo en el que solo
obedecían órdenes superiores.
Desde luego que la indignación tiene que mantenerse frente a
este hecho, pero también frente a la discriminación y violencia
de las que son víctimas las mujeres en Colombia. Los centros
de estudio, incluidas las universidades, tampoco están exentos
de este fenómeno. La normalización o naturalización de la
violencia contra las mujeres es pan de cada día en todos los
entornos del país. Es claro que esa indignación moviliza a
mujeres y a militantes de los grupos de derechos humanos y
reivindicaciones ciudadanas, pero ellos no tienen poder más
allá, porque lamentablemente lo han delegado en mandatarios
sin responsabilidad política y cuyos intereses son los propios y
los de las multinacionales, y no los de la comunidad política a
la que representan.
Cultura de la desigualdad que se reproduce
Rita Laura Segato afirma que el asesinato de las mujeres
representa la sanción por el incumplimiento de la norma, según
la cual las mujeres deben obedecer ciegamente a los hombres;
es un rechazo que debe ser sancionado y los hombres imponen
el orden al matar a las mujeres, haciéndoles saber en cabeza
de quién está el poder. Es una de las reglas del patriarcado. Se
requiere mantener el estatuto y mediante las muertes se notifica
a las demás mujeres lo que puede pasarles si no se acogen a él.
Las mujeres son instrumentos de realización de los varones que
pertenecen a las masculinidades hegemónicas.
En este marco, se trata de construcciones culturales que se
mantienen vigentes en Colombia y buena parte del mundo, y
en las cuales, las relaciones entre hombres y mujeres no se
establecen a partir de consideraciones de igualdad, de libertad
y de reconocimiento recíproco. Actualmente, hombres y mujeres
siguen reproduciendo la cultura de la desigualdad y educando
las generaciones para la misma. No obstante, en nuestra
sociedad, alguna parte de la población –unas pocas mujeres
y menos hombres– promueve la necesidad de establecer unos
parámetros de convivencia más respetuosos, no mediados por
la violencia ni la instrumentalización de los demás, sobre todo
de las demás.
La tragedia que configura la muerte de Rosa Elvira Cely es
apenas una muestra de la violencia que sufren muchas mujeres
en nuestro país, cuya máxima expresión es el asesinato
cualificado denominado feminicidio. Es válido complementar
8
Género, equidad y justicia
este fenómeno con algunas estadísticas: más de un tercio de
las mujeres en el planeta ha sufrido violencia por parte de un
hombre; al menos una de tres mujeres, en alguna etapa de su
vida, ha sufrido violencia sexual; en 125 países del mundo se da
cuenta del continuo y naturalizado acoso sexual; en 119 países
es constante la violencia doméstica; en 52 países la violencia
en el matrimonio es normal. Igualmente, de todas las mujeres
víctimas que se incluyen en las cifras anteriores, menos del 40
% rompen el silencio frente a esos hechos violentos; menos del
10 % ha acudido a poner la denuncia a las autoridades, mientras
que a un buen porcentaje de estas últimas la ha repelido, a corto
mediano y largo plazo, el sistema de justicia.
Precisamente, en Colombia, según consta en un informe
publicado en el periódico El Colombiano del 21 de julio de 2015)
, entre 2014 y lo que había transcurrido a la fecha en mención, se
presentaron 1351 feminicidios, es decir, muertes de mujeres por
ser ellas: mujeres. Se señaló también en esa nota periodística,
con base en datos de Medicina Legal, que en 2014 se produjeron
en el país 1007 feminicidios (el resto, en lo corrido de 2015).
Ley Rosa Elvira Cely
En Colombia, en 2015 se expidió la Ley 1761, a la cual se le dio el
nombre de “Rosa Elvira Cely”. Fue la jurista Isabel Agaton, quien
desde la muerte de aquella en 2012, impulsó este proyecto de
ley para que pudiera ser realidad después de un gran tiempo de
embolate en el Congreso, debido a la falta de voluntad política de
los legisladores y el Gobierno Nacional. En concreto, la ley pudo
ser formalizada después de que la Corte Suprema de Justicia,
en audiencia pública del 9 de marzo de 2015, un día después
de la conmemoración del Día Internacional de las Derechos de
las Mujeres, reconociera la existencia del delito de feminicidio
en el Código penal a través de un agravante incorporado por la
Ley 1257 de 2008, pero cuya aplicación no la había realizado la
propia Corte, y tampoco, en su totalidad, la Fiscalía General de la
Nación y los jueces de la República.
Es de recordar que la Ley 1761 establece de manera autónoma
el delito de feminicidio y lo sanciona de forma especial, aunque
con penas inferiores a las que podrían aplicarse con la Ley
1257. El ánimo del país y sus juristas, solo permitió que en 2015
pudiera reconocerse este delito atroz. Anotemos que tal vez,
desde la Ley 599, el Código penal, en una de las circunstancias
de mayor punibilidad (como se denomina a la agravación
punitiva general), pudo leerse y pedirse el reconocimiento del
feminicidio al establecerse que debe aplicarse una mayor pena
cuando el delito se comete por razones de discriminación o
motivación de sexo.
Así entonces, volviendo al ejemplo de la actitud del Distrito en
este caso en particular, ella no resulta extraña; por el contrario,
es una postura continua y sistemática. Es una muestra de
cómo el Estado, por intermedio de sus distintas autoridades y
manifestaciones, ha respondido a la solicitud de responsabilidad
por la comisión de muchos delitos, y por ello, incluso, hace parte
de la política pública. En efecto, existe la Agencia para la defensa
jurídica del Estado, la cual establece directrices que deben ser
acogidas por los distintos estamentos estatales nacionales,
regionales y locales (centralizados o descentralizados).
De lo anterior se deduce que los falsos positivos, por ejemplo,
fueron y son respondidos diciendo que los soldados y sus
mandos estaban cumpliendo con sus obligaciones, aun habiendo
quedado al descubierto de lo que realmente se trataba. Así, el
Estado se defiende con argumentos como el que estableció la
alcaldía de Peñalosa frente a la demanda de la familia de Rosa
Elvira Cely. En este sentido, hay que preguntarse: ¿cuántas veces
se ha demandado a la Nación por los falsos positivos?, ¿cómo le
responden a las familias?; la presidencia de Uribe Vélez que tuvo
como política pública real los falsos positivos, ¿cómo respondió
las demandas de las madres de Soacha?
En los territorios de comunidades negras e indígenas ha pasado
otro tanto. Recordemos el caso de Cacarica en el Chocó, en el cual,
después de que los jueces colombianos en muchas ocasiones
hubieran sancionado a integrantes del Ejército colombiano, a
paramilitares y a palmicultores, el Estado alegó ante la Corte
Interamericana de Derechos Humanos que no habían sido
los militares, ni los paramilitares, y menos los empresarios de
la palma, sino que los autores de los delitos fueron las Farc.
Cunde entonces el mal ejemplo por parte del Estado frente a
la responsabilidad y el adecuado y respetuoso trámite de las
controversias.
En conclusión, lo ocurrido con la respuesta a la demanda de
la familia de Rosa Elvira Cely –que ha convocado este escrito–
no es aislado; se trata de una situación que ocurre a diario en
Colombia, pero a la que no se le ha prestado la atención debida.
También vale esta reflexión para que pensemos frente a qué tipo
de dirigentes tenemos en el país. Incluso, hay que meditar sobre
qué abogados y abogadas se están formando en las Facultades
de Derecho. “Es triste ver que defensa jurídica de Estado en
muchos casos revictimiza. Alegatos se convierten en ejercicios
de negacionismo y desmemoria.”
Edición N° 41 / Mayo de 2016
Objeción de la consciencia
y la interrupción voluntaria
del embarazo (IVE)
Por:
Mary L. Lora Mejía
Estudiante de noveno semestre de Derecho
Integrante Clínica Jurídica Género y Acceso a la Justicia
Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de Uniremington
[email protected]
El Estado colombiano ha reconocido que
el aborto practicado ilegalmente a un sin
número de mujeres a lo largo y ancho del
país, es uno de los principales generadores de
morbilidad y mortalidad materna, lo que se ha
convertido en un problema de salud pública,
afectando especialmente a: adolescentes; a
mujeres pobres, marginadas o desplazadas; y a
mujeres indígenas, todas ellas particularmente
vulnerables , quienes al verse enfrentadas a la
difícil decisión de asumir o no la maternidad,
recurren a la práctica del aborto ilegal,
determinación que las lleva a acudir –sin
medir consecuencias– a cualquier persona o a
lugares en los que se realizan abortos sin los
mínimos cuidados o medidas de seguridad y
salubridad necesarias.
9
Género, equidad y justicia
Así entonces, ante estas y otras evidencias, y después de una
lucha incansable de personas, movimientos y fundaciones, el
Estado colombiano decide hacer frente a la situación, tomando
la medida de despenalización de la interrupción voluntaria del
embarazo (IVE) en el marco de unos casos específicos, además
de evolucionar en los siguientes aspectos: el reconocimiento
de los derechos de las mujeres; buscar que cada vez sean más
estrechos los abismos de equidad de género; y disminuir la
violencia contra la mujer en el país8.
Precisamente, la Corte Constitucional mediante la Sentencia
C-355 de 20069 despenalizó el aborto en Colombia, teniendo
presente varios aspectos fundamentales, como: el derecho a la
vida; a la protección especial de la que goza la mujer; a los
derechos sexuales y reproductivos en relación con el derecho a
la educación y a la intimidad; el derecho a la autodeterminación
reproductiva; a la dignidad humana; el fundamental derecho
a la salud por su conexidad con la vida; el derecho a planear
la propia familia. Igualmente, avaló el principio de la dignidad
humana, elemento fundante del ordenamiento jurídico,
constitucional y autónomo. También reafirmó aquellos tratados y
convenciones que hacen parte del bloque de constitucionalidad,
entre ellos: la Convención sobre la eliminación de todas las
formas de discriminación contra la mujer –tratado internacional
aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas el
18 de diciembre de 197910 –; la Convención de Belém Do Pará
(Convención Interamericana) para prevenir, sancionar y erradicar
la violencia contra la mujer11; el Estatuto de Roma de la Corte
Penal Internacional12; el Pacto Internacional de Derechos Civiles
y Político13; la Convención sobre los Derechos del Niño14; y la
Convención Americana de Derechos Humanos 15 .
Igualmente, la Corte Constitucional estableció el soporte
jurídico para la atención del IVE, aclarando que la mujer no
incurre en delito de aborto en los siguientes casos: cuando
la continuación del embarazo constituya peligro para la vida
o la salud de la mujer (certificado por un médico); cuando
exista grave malformación del feto que haga inviable su vida
(certificada por un médico); y cuando el embarazo sea resultado
de una conducta, debidamente denunciada, constitutiva de
acceso carnal o acto sexual sin consentimiento, abusivo; o de
inseminación artificial o de transferencia de óvulo fecundado no
consentidas; incluye también el incesto.
Mecanismos para la objeción de conciencia
La objeción de conciencia es un mecanismo excepcional
mediante el cual una persona (no una institución) se exime
del cumplimiento de un deber u obligación, en razón de sus
convicciones, convicciones religiosas, éticas, filosóficas o
políticas16.
En Colombia, este precepto se ampara en el artículo 18 de la Carta
magna, el cual reza: “Se garantiza la libertad de conciencia. Nadie
será molestado por razón de sus convicciones o creencias ni
compelido a revelarlas ni obligado a actuar contra su conciencia.”
Ahora bien, la objeción de conciencia no se limita únicamente
a dicho artículo; de hecho, es un aspecto que también hace
parte de la constitucionalidad internacional. En este sentido, es
de resaltar la Ley 16 de 1972, por medio de la cual se aprueba
la Convención Americana sobre Derechos Humanos (“Pacto de
San José de Costa Rica”), que en sus artículos 13, 16 y 17 nos
habla de la libertad de pensamientos y expresión; de la libertad
de asociación y de la protección a la familia, respectivamente.
Igualmente, incluye el principio fundamental de la dignidad
humana reconocido en nuestra Constitución17. Por otra parte,
frente a la objeción de conciencia, la Corte Constitucional
establece que esta no es un derecho absoluto y que su ejercicio
tiene como límite la propia Constitución en cuanto que consagra
otros derechos fundamentales.
Consecuentemente, el mecanismo de la objeción de conciencia y
su relación con la interrupción voluntaria del embarazo nace del
conflicto que pueda presentarse entre el derecho a la libertad
de conciencia y el derecho a la interrupción del embarazo
dentro de las causales de excepción. En esta circunstancia,
es una objeción de conciencia que únicamente puede alegar
el personal médico y de enfermería que esté directamente
involucrado en la realización del procedimiento y de manera
individual, tal como lo estipula la Sentencia T-209 de 2008, que
además establece que en caso de presentarse la objeción de
conciencia, la paciente tendrá que ser remitida a otro profesional
que realice el procedimiento, garantizando de esa manera el
ejercicio del derecho al IVE 18. tal como se define en la sentencia
C-355 de 2006.
En esta misma línea, la Superintendencia Nacional de Salud
mediante la Circular Externa 3 de 201319, impartió instrucciones
sobre la interrupción voluntaria del embarazo. Entre sus
disposiciones se destaca, por ejemplo: “Los Prestadores de
Servicios de Salud, las Entidades Administradoras de Planes de
Beneficios, públicos o privados, de carácter laico o confesional
y las Entidades Territoriales, están en la obligación de prestar
el servicio de interrupción voluntaria del embarazo a mujeres
incursas en cualquiera de las causales establecidas en la
Sentencia C-355 de 2006, en cumplimiento de los principios
de igualdad, universalidad, calidad, seguridad y eficiencia”; y
aclara: “…tienen prohibido generar obstáculos o exigir requisitos
adicionales a los señalados en la Sentencia C-355 de 2006 para
prestar servicios de interrupción voluntaria del embarazo”.
En este contexto, retomo a continuación unas precisiones
adicionales frente a la objeción de conciencia y la interrupción
voluntaria del embarazo (IVE):
Edición N° 41 / Mayo de 2016
14Tratado multilateral general que reconoce derechos civiles y políticos
y establece mecanismos para su protección y garantía, adoptado por
la Asamblea general de las Naciones Unidas mediante la Resolución
2200 A (XXI) del 16 de diciembre de 1966. http://www.ohchr.org/
SP/ProfessionalInterest/Pages/CCPR.aspx. Adoptada por la Asamblea
general de las Naciones Unidas en su Resolución 44/25 del 20 de
noviembre de 1989.
16“Pacto de San José de Costa Rica”, suscrito en la Conferencia
Especializada Interamericana sobre Derechos Humanos en San José de
Costa Rica, el 22 de noviembre de 1969.
http://www.acnur.org/t3/fileadmin/scripts/doc.php?file=t3/fileadmin/
Documentos/BDL/2001/0001
17http://A.org.co/inicio/mujer-2/servicios-mujer/servicios-ive-mujer/
18Foro Objeción de Conciencia - Dos debates desde el género. Unaula.
2016.
18http://www.corteconstitucional.gov.co/RELATORIA/2008/T-209-08.
htm
19https://normativa.colpensiones.gov.co/colpens/docs/circular_
supersalud_0003_2013.htm
20Dalén Annika, Guzmán y Molano. (2013). La regulación de la
interrupción voluntaria del embarazo en Colombia. Centro de Estudios
de Derecho Justicia y Sociedad. Documento – p. 22.
(Dalén Annika, Guzmán y Molano. 2013, p.22)
En conclusión, no obstante la existencia de esta reglamentación,
se siguen presentando tropiezos para aquellas mujeres
que buscan ejercer el derecho del IVE. Es así como muchas
instituciones se niegan a la realización del procedimiento,
con las excusas de: “no contar con personal capacitado”, “no
ser institución de complejidad requerida”, además de exigir
requisitos adicionales a los previstos en la normatividad
colombiana. Por ende, estos obstáculos redundan en que
todavía se sigan realizando abortos por fuera de la legalidad,
arriesgando la salud y la vida de las pacientes.
7https://www.minsalud.gov.co/sites/rid/Lists/BibliotecaDigital/RIDE/
VS/PP/SM-Protocolo-IVE-ajustado-.pdf
8https://www.minsalud.gov.co/sites/rid/Lists/BibliotecaDigital/RIDE/
VS/PP/SM-Protocolo-IVE-ajustado-.pdf
9http://207.58.191.15:8180/xmlui/handle/123456789/55
10http://www.un.org/womenwatch/daw/cedaw/text/sconvention.htm
11Primera convención continental específica que tiene como objetivo
la lucha contra la manifestación extrema de la discriminación
estructural y social que viven las mujeres, adoptada el 9 de junio de
1994 durante el Vigésimo cuarto periodo ordinario de sesiones de la
Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos.
12http://www.inamu.go.cr/belemdopara
13Aprobado en Roma (Italia) el 17 de julio de 1998 por la Conferencia
diplomática de plenipotenciarios de las Naciones Unidas sobre el
establecimiento de una Corte Penal Internacional, en lo referente a:
delitos reproductivos y sexuales y la autodeterminación reproductiva.
12 Género, equidad y justicia
Desigualdades de clase
Grave problemática que aqueja a la sociedad colombiana
Por: María Claudia Cortés Ruiz
Estudiante del noveno semestre de Derecho
Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de Uniremington
[email protected]
La desigualdad social no es inevitable, ni es consecuencia de leyes
inexorables de la economía. Es cuestión de políticas y estrategias”.
Joseph E. Stiglitz
La concepción de desigualdad social hace referencia a una
situación socioeconómica en la que un grupo o minoría recibe
un trato diferente por parte de otro individuo o colectivo con
mayor poder social21. Las causas pueden estar enmarcadas en
aspectos culturales, religiosos, étnicos, de género, entre otros.
Esta desigualdad puede manifestarse mediante el aislamiento,
la marginación y la discriminación, abarcando todas las áreas de
la vida social del individuo: educación, trabajo, justicia, e incluso,
incidiendo en la elección de la ideología política predominante
en dicha sociedad en el marco de las luchas por el poder.
Cabe retomar al filósofo francés Jean Jacques Rousseau, quien
en su obra Sobre el origen de la desigualdad entre los hombres,
sostiene que: “La desigualdad social y política no es natural;
que esta no deriva de una voluntad divina y que tampoco es una
consecuencia de la desigualdad natural entre los hombres, por el
contrario, su origen es el resultado de la propiedad privada y de los
abusos de aquellos que se apropian para sí mismos de la riqueza
del mundo y de los beneficios privados que derivan de esa rebatiña”.
En el contexto actual, la desigualdad social es un problema
mundial que comenzó con la propiedad privada y la
industrialización, evidenciándose una diferencia importante en
los niveles de ingresos y, por ende, en la capacidad adquisitiva
de las personas dependiendo de su renta. No es gratuito que
hoy, al hacer referencia a las naciones del mundo, se establezca
una discriminación entre países pobres y países ricos; a lo que
suma una subclasificación: desarrollados, subdesarrollados,
economías emergentes, semiemergentes, entre otras categorías.
Se advierte entonces, que la distribución de la riqueza es aún
más desigual que la de ingresos. De hecho, es inocultable que “la
riqueza neta mundial está concentrada en los Estados Unidos,
en Europa, Japón y Australia. Precisamente, los Estados Unidos,
con un 6 % de la población mundial aprovisiona un tercio de
todo el ingreso del planeta (vía consumo), mientras que la India,
que alberga un 15 % de la población global, tan solo recibe el 1
% del ingreso del mundo”22.
Edición N° 41 / Mayo de 2016
Ejemplos evidentes
Sociedades como la inglesa, presentan un nivel de planeación
muy alto, ya que desde la niñez, a sus ciudadanos se les
estructura cómo va ser su vida; ya saben, más o menos, los tipos
de familias a las cuales van a pertenecer; los empleos que van
a desempeñar, etc. Es un ámbito donde van seleccionando los
niños de acuerdo con su clase social y su capacidad intelectual
para que reciban determinado tipo de educación. Así entonces,
los niños con menores recursos asisten a escuelas donde
el nivel de expectativas desciende considerablemente; allí,
pareciera que directa o indirectamente, se les “convenciera”
de que están destinados a ocupar los puestos de menor
rango de la sociedad; por el contrario, los niños de categoría
alta acarician futuros mucho más ambiciosos. Vale anotar que
ambas categorías de escuelas, no solamente sirven para formar
individuos de cara a futuros trabajos, sino que también inculcan
en ellos la concepción de que no todos deben tener las mismas
aspiraciones. Es decir, el objetivo es atenuar las ambiciones de
quienes se forman en ellas, adaptándolas a las oportunidades
existentes en el mercado.
Dicho sistema tiene también implicaciones políticas, ya que
anima a los futuros “subprivilegiados” a conformarse con el
estatus más bajo. Por lo tanto, cuanto mejor logre lo anterior el
sistema educativo, más difícil resultará a los grupos radicales
conseguir que los menos favorecidos se revelen contra su
condición.
Sin embargo, a decir verdad, no todas las sociedades industriales
poseen estos mismos sistemas educativos enfocados en la
jerarquía de remuneración. Así, por ejemplo, en EE.UU. no
aplican técnicas selectivas de las personas, ya que estas violan
la igualdad de oportunidades, primando la ética del esfuerzo.
Las escuelas no estimulan la aceptación temprana al fracaso.
Aun así, habiendo las mismas oportunidades y mejor visión de
futuro, independientemente de la capacidad del individuo; al
tener este mayores aspiraciones cuando en realidad no posee
aptitudes para alcanzarlas es cuando surge el problema; surge
la sensación del fracaso que se agudizará especialmente en
aquellas personas que han tenido animadas sus ambiciones, al
contrario de aquellos que mentalmente han sido condicionados
para permanecer en la clase baja. En este sentido, cuando se
educa indiscriminadamente a todos los niños, sea cual fuere
su nivel intelectual, resulta más difícil preparar a los futuros
subalternos. En general, se puede afirmar que la desigualdad
de oportunidades en todos los niveles es más amplia para los
sectores menos favorecidos.
Existen otros entes socializadores distintos al sistema
educativo. Es innegable la influencia de la familia y el entorno
comunitario. Los padres de la clase trabajadora no inculcan
grandes esperanzas a sus hijos; ellos tienden a desalentar el
13
ascenso de muchos jóvenes que están capacitados para ejercer
y conseguir un empleo superior. También la religión juega un
papel importante en este fenómeno, ya que muchas personas
buscan en ella un alivio a sus problemas personales y no a sus
dificultades materiales y económicas, basándose en la idea de
la trascendencia a una vida mejor para los menos favorecidos,
cuyos sufrimientos les representará una recompensa posterior.
Igualmente, las creencias en las circunstancias de la “suerte”
desencadenan otra brecha de desigualdades; en muchas
ocasiones, los menos favorecidos recurren al juego y a las
apuestas en general para salir de la rutina y descargar las
tensiones que se asocian con la esfera económica. Así, la
interpretación de la sociedad a partir de rachas de suerte y
veleidades misteriosas del destino es frecuente entre los grupos
y estratos cuyos miembros tienen muy poca capacidad de control
sobre su entorno.
Deficiente distribución de riquezas
En Latinoamérica la desigualdad social ha aumentado en los
últimos años a niveles alarmantes. Un informe de la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (Cepal)23 señala que
esta problemática en Colombia es de las mayores del mundo;
igualmente, según el Dane, la desigualdad, medida por el
coeficiente de Gini (0 es total igualdad y 1 total desigualdad),
en nuestro país es del 0.55 %, luego de estimarse la riqueza de
la población más acaudalada con base en los datos de pagos de
impuestos. Por otro lado, Colombia aparece como el país con la
mayor participación (en comparación con los demás países de
América Latina): el 1 % más rico en el ingreso total a lo largo de
toda la serie, lo que supone una amplia brecha en la distribución,
puesto que el segmento de los que más reciben llega a capturar el
20.5 % del ingreso total del país. En otros términos, en Colombia,
la desigualdad de clases puede establecerse principalmente
por la deficiente distribución de riquezas (unos pocos salen
ganando); se destaca además la concentración de la tierra que
es del 0.91 % y la concentración accionaria que alcanza el 0.95
%, situación que sigue propagando las políticas existentes que
en nada ayudan a mejor la realidad social actual de nuestro país.
La cuestión es que, en Colombia, desde hace varias décadas, un
mismo grupo social “una élite” dirige el país; élite a la cual es
difícil su ingreso, por lo cual muchas de las políticas sociales la
favorecen y no a la población en general.
En este contexto, las desigualdades en Colombia se hacen aún
más notables en la brecha existente entre la población rural y la
población urbana; es indiscutible que las comunidades rurales
difícilmente pueden acceder a las mismas oportunidades que
las urbanas, como en los pueblos, y a su vez se les dificulta su
acceso a las escuelas, a las universidades, a las oportunidades
laborales, a los sistemas de salud, al desarrollo industrial, entre
otras alternativas. En realidad, en el tema de la desigualdad
14 Género, equidad y justicia
social, la inequidad siempre será una cadena que no
termina y se evidencia en todos los aspectos de la
vida.
De igual manera, también inciden en la desigualdad
social en Colombia, los roles que comienzan a
cumplir los individuos, desde niños, dentro de la
sociedad; las oportunidades son desiguales según
la clase social a la que pertenezcan; la educación en
escuelas privadas y públicas es bastante diferente;
de hecho, habría que ver la calidad de las unas y
de las otras, además de los enfoques que estas van
planteando frente a la política, creándose un campo
de visión muy cerrada en temas de motivación e
ideales.
También juegan un papel importante ciertos patrones
diferenciales de desigualdad, que acrecientan y
promueven otras problemáticas sociales, tales como:
la corrupción y la violencia, problemáticas que en
nada contribuyen a mejorar tal situación y que, por
el contrario, favorece los intereses de ciertos grupos
sociales.
En síntesis, la desigualdad social genera índices
de desarrollo bajos para una población; empero,
la política predominante en este sistema es que
precisamente no mejore dicha situación, pues
un pueblo pobre y analfabeta es una comunidad
manipulable. Además, por lo general estos factores
se concatenan; es decir, cuando hay desigualdad
social se generan índices altos de pobreza y,
por ende, niveles de desarrollo intelectuales
bajos
(analfabetismo),
estas
circunstancias,
inevitablemente establecen una estratificación
social que influye de forma estratégica en cómo
estas personas ven la política, la organización del
Estado y la afectación de sus intereses particulares.
Aun cuando, para que pueda promoverse la
desigualdad social son determinantes las leyes
económicas, políticas y asociaciones estratégicas
en un país -y en Colombia no son las mejores-, hay
una tendencia de los jóvenes en las clases sociales
bajas (comunas y zonas vulnerables) a seguir con un
ritmo de vida similar al que siempre han vivido, es
decir, en condiciones precarias. Ello puede deberse
a la falta de educación que padecen, a la falta de
oportunidades, pero paradójicamente, también
incide la comodidad en la que muchos de estos se
sienten para seguir con sus mismas vivencias y en
el mismo contexto. Por su parte, en los sectores de
clase alta hay una tendencia a seguir el ritmo de
vida de su alrededor; además estos estratos son más
beneficiados por las oportunidades, la educación
de calidad y el peso de las influencias, entre otros
aspectos. En general, esta es una realidad básica en
la sociedad colombiana.
En resumidas cuentas, para brindar una solución
coherente al tema de la desigualdad social, no
solo debe haber un compromiso por parte de los
dirigentes de la sociedad para contrarrestar esta
problemática y aumentar los índices de equidad
social, sino que también debe haberlo por parte de
la población en general, ya que existe un grado de
consentimiento y conformismo, situación que no
ayuda a que se genere un cambio social notorio. Aun
así, hay muchas cosas que podemos hacer; no es
únicamente el Estado; hay estrategias que también
dependen de nosotros, de cómo actuemos, de lo que
queremos y de lo que ambicionamos.
https://www.inspiraction.org/
justicia-economica/desigualdadsocial
22
Moreno, Marco Antonio. Los
orígenes de la desigualdad. El
Blog Salmón. 2008. Recuperado
de: http://www.elblogsalmon.com/
curiosidades/los-origenes-de-ladesigualdad
23
h t t p : / / w w w. e l t i e m p o . c o m /
economia/sectores/desigualdad-encolombia-es-mayor-de-lo-que-sepiensa-dice-cepal/16546686
21
Edición N° 41 / Mayo de 2016
15
Los números sobre el acoso a la mujer
en el transporte de la Ciudad de México
Por: Priscila Navarrete
Diario El País de España
Abril 26, 2016
México es uno de los países más peligrosos para ser mujer.
La capital mexicana es el quinto Estado que reporta más
feminicidios: más de 100 al año. Sin embargo, la violencia
también se manifiesta en la vida diaria de las capitalinas que
deben tomar el transporte público. Las siguientes cifras sobre
el acoso a las mujeres en el transporte de la Ciudad de México
hacen evidente el problema.
El transporte público de la capital es el segundo más peligroso
del mundo para mujeres, después de Bogotá y antes de la ciudad
de Lima, que se ubica tercera en este deshonroso ranking.
El 65% de las mujeres aseguran haber sufrido acoso en el
transporte público.
El 94% de los ataques en el transporte público que se reportan
son a mujeres.
El 40% de las mujeres han cambiado su vestimenta para evitar
ataques en el transporte público.
El 58%, correspondiente a 102 de las 192 estaciones del Metro
dividen sus vagones para hombres y mujeres en horas pico
Los ataques más frecuentes que reportan las usuarias
corresponden al 93% a miradas lascivas, 69% acercamientos
indeseados, 50% a tocamientos y el 39,7% a toma de fotos y
videos.
Sin embargo, las denuncias no son muy comunes debido al
proceso que implican; por lo cual, sólo el 20% de las mujeres
que sufren algún tipo de acoso realiza la denuncia respectiva.
16 Género, equidad y justicia
Con estos emojis,
Google quiere promover la igualdad de género
Los emojis bien podrían ser la representación en miniaturas
del mundo moderno. Hay uno para casi todo: desde una carita
picarona, pasando por solecitos felices, íconos deportivos,
corazones enteros y rotos, e incluso objetos tan peculiares como
una máscara japonesa o una estatua de la isla de pascua. Pero
resulta curioso que en un mundo donde despunta la igualdad
de género, donde las mujeres nunca antes habían tenido tanta
participación en la sociedad, el ámbito femenino no brilla
mucho en ese universo de figuritas. Y es que los pocos emojis
“femeninos” que hay, representan esa cara tradicional y delicada
de la feminidad: unas uñas pintadas, una bailarina, una chica
cortándose el pelo.
¿Por qué no puede haber un emoji de una mujer doctora? ¿Por
qué la cara de un deportista no puede ser la de una chica? ¿Por
qué las niñas y adolescentes, que cada vez toman gustos más
diversos, solo ven en sus celulares unos labios pintados o un
vestidito?
Esas preguntas se hicieron algunos diseñadores de Google. Y no
se quedaron allí, sino que lanzaron una propuesta que radicaron
al Unicode Consortium (el organismo que regula y actualiza el
catálogo de emociones puestas en caritas), con el objetivo de
“incrementar la representación de las mujeres en los emojis”, tal
y como se lee en su proyecto.
“No importa a dónde mires, las mujeres están ganando
visibilidad y reconocimiento como nunca antes. ¿No es tiempo
de que los emojis también reflejen esa realidad en la que las
mujeres juegan un rol clave en cada tramo de la vida y en cada
profesión?”, se preguntaron los desarrolladores de la compañía.
Edición N° 41 / Mayo de 2016
Jineth Bedoya devolvió al Estado
monto económico al estado colombiano
Portal Kienyke.com
Mayo 11, 2016
La periodista Jineth Bedoya fue reconocida como víctima del
conflicto tras el secuestro y abuso del que fue víctima en mayo
de 2000 en la cárcel La Modelo durante el desarrollo de un
trabajo periodístico.
“El daño que este conflicto me causó a mí y a mi familia no valen
los 24 millones 640 mil pesos que me dieron. Mi reparación
es la verdad, es lo único que pido. Ustedes (el Estado) me han
revictimizado con sus mentiras, sus omisiones y su inoperancia”,
dijo la comunicadora.
Según informó la Fundación para la Liberad de Prensa, Flip, es
una decisión autónoma de Bedoya que se motiva en la enorme
contradicción que existe desde las autoridades en el tratamiento
de su caso. Por otra parte, existe un reconocimiento público
sobre su lucha por la justicia, aunque el Estado no considera
tenga responsabilidad alguna.
La Fiscalía cree y mantiene a juicio público que se han
investigado plenamente los hechos, esto al haber pasado 16
años de impunidad con serias fallas en la investigación.
El Estado afirma que sus agentes no participaron de los hechos,
cuando existen pruebas que señalan la responsabilidad de
agentes Estatales en el secuestro, tortura y violencia sexual
contra la periodista.
La veracidad, la justicia, la reparación integral y las garantías
de no repetición son derechos interdependientes que han de
estar muy bien estructurados cuando quieren ser reconocidos y
garantizados por las autoridades.
18 Género, equidad y justicia
Sospechosos de agredir sexualmente a niños
pueden ser excarcelados
Revista Semana
Mayo 12,2016
A partir de ahora quienes estén siendo procesados judicialmente
por actos de violencia sexual contra menores de edad podrán
recuperar su libertad por el vencimiento de términos legales
para ser juzgados.
Incluso, hasta ahora, la Corte Suprema de Justicia defendió esa
misma tesis, pues entendía que el otorgamiento de la libertad
solicitada por esas circunstancias era una de esas concesiones
benéficas que el Código de Infancia había empezado a prohibir.
Así lo determinó la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia,
que levantó la prohibición existente desde hace varios años
para que salieran de la cárcel quienes estuvieran en la mira
de la justicia como sospechosos de haber atentado contra la
integridad sexual de los niños.
Sin embargo, la tendencia empezó a cambiar cuando ese mismo
tribunal entendió que no se trataba de ningún beneficio, sino
de un derecho indelegable. Se trataba de un principio universal
consagrado en tratados internacionales que obliga al poder
judicial de cualquier Estado a garantizar que los procesados
sean juzgados dentro de los plazos razonables, sin importar la
conducta que se les impute.
Durante el gobierno de Álvaro Uribe el Congreso impartió
directrices para evitar que personas investigadas penalmente
por la comisión de delitos relacionados con terrorismo o incluso
la violencia sexual pudieran tener acceso a beneficios que les
permitieran, entre otros, recuperar su libertad rápidamente.
Por eso, se introdujo una norma al Código de Infancia y
Adolescencia que prohibía el otorgamiento de beneficios o
subrogados penales a cualquiera que estuviese involucrado en
actos de tipo sexual contra menores.
A partir de entonces, los jueces de control de garantías
empezaron a negar la libertad, por vencimiento de términos, en
casos en los que presuntos violadores o probables agresores de
niños eran juzgados por fuera de los plazos que la ley otorga
para adelantar esas actuaciones.
La Corte cree que mantener semejante prohibición puede dar
lugar incluso a que personas inocentes que han sido acusadas
injustamente de esas conductas permanezcan indefinidamente
en prisión, pues la Fiscalía no tendría la presión de tener que
avanzar rápidamente para evitar la libertad por vencimiento de
términos.
Edición N° 41 / Mayo de 2016
19
Revista Arcadia
Mayo 16, 2016
“El sistema legal colombiano
ha contribuido a naturalizar la violencia de género”
Revista Arcadia
Mayo 16, 2016
En vista del concepto de la Secretaría de Gobierno sobre el
asesinato de Rosa Elvira Cely, que generó indignación en
redes sociales, La revista Arcadia habló sobre la violencia y la
discriminación de género con Isabel Agatón Santander, escritora,
jurista y promotora del Proyecto de Ley Rosa Elvira Cely contra
el Feminicidio en Colombia. He aquí extractos de la entrevista:
¿Se puede situar la declaración de que Cely provocó a sus
agresores dentro de un contexto de machismo generalizado
tanto en la población como en el sistema legal colombiano?
Sí, absolutamente generalizado. El derecho ha contribuido
a la naturalización de la violencia de género y de perpetuar
estereotipos y prejuicios. Por ejemplo, el Código Penal de 1936
dictaba que un padre, hermano o esposo que encontrara a
su hija, hermana o esposa cometiendo adulterio y por eso la
matara podía alegar la defensa del honor que como atenuante
significativo de la pena. Eso trasmite un mensaje de legitimación
de la violencia y al feminicidio al responsabilizar a la mujer
por atentar en contra de la moral o las buenas costumbres.
Cuando se forman servidores o servidoras sin darles una
cátedra de género y de derechos humanos ellos reproducen
esa legitimación de la subordinación de las mujeres. Entonces
vemos sentencias judiciales en las que no se le cree a la mujer
cuando denuncia la violencia sexual porque su palabra no se
considera confiable y es la única testigo. Un ejemplo reciente es
el de Fredy Valencia, que asesinó y enterró a más de una docena
de mujeres en Monserrate, y recibió una condena reducida que
consideraba su marginalidad y pobreza. Fue más importante para
el juez su condición que la de las mujeres que asesinó, a pesar
de que estaban en una situación de extrema vulnerabilidad.
Ese desconocimiento de un feminicida serial nos habla de esa
profunda naturalización de la violencia.
¿Se puede situar la declaración de que Cely provocó a sus
agresores dentro de un contexto de machismo generalizado
tanto en la población como en el sistema legal colombiano?
Sí, absolutamente generalizado. El derecho ha contribuido
a la naturalización de la violencia de género y de perpetuar
estereotipos y prejuicios. Por ejemplo, el Código Penal de 1936
dictaba que un padre, hermano o esposo que encontrara a
su hija, hermana o esposa cometiendo adulterio y por eso la
matara podía alegar la defensa del honor que como atenuante
significativo de la pena. Eso trasmite un mensaje de legitimación
de la violencia y al feminicidio al responsabilizar a la mujer
por atentar en contra de la moral o las buenas costumbres.
Cuando se forman servidores o servidoras sin darles una
cátedra de género y de derechos humanos ellos reproducen
esa legitimación de la subordinación de las mujeres. Entonces
vemos sentencias judiciales en las que no se le cree a la mujer
cuando denuncia la violencia sexual porque su palabra no se
considera confiable y es la única testigo. Un ejemplo reciente es
el de Fredy Valencia, que asesinó y enterró a más de una docena
de mujeres en Monserrate, y recibió una condena reducida que
consideraba su marginalidad y pobreza. Fue más importante para
el juez su condición que la de las mujeres que asesinó, a pesar
de que estaban en una situación de extrema vulnerabilidad.
Ese desconocimiento de un feminicida serial nos habla de esa
profunda naturalización de la violencia.
20 Género, equidad y justicia
Colombia celebra 165
años sin esclavitud,
pero más del 60% de afros son pobres
Periódico El Espectador
Mayo 20, 2016
Datos preocupantes se siguen registrando en nuestro país
alrededor de la situación de los afros, quienes a pesar de ser
liberados de la esclavitud hace 165 años, siguen vivenciando
en el día a día, la discriminación que redunda en carencia de
oportunidades que les permita salir del ostracismo y hacer parte
de una sociedad que cambia y que en el papel busca la inclusión,
pero en la práctica carece de ello.
Y es algunas cifras hablan por sí solas, dando cuenta de lo
preocupante de la situación de la población afrodescendiente
en Colombia:
La tasa de pobreza alcanza el 24.4% de la población
afrodescendiente y la tasa de miseria se sitúa en el 7.2%.
El 43% de la población rural afrodescendiente es analfabeta y el
20% a nivel urbano sufre de igual condición de analfabetismo.
Edición N° 41 / Mayo de 2016
21
Colombia: el país donde aún se piensa
que una mujer golpeada ‘algo habrá hecho’
Portal Fucsia.co
El 37% de los colombianos considera que las mujeres que se
visten de manera provocativa se exponen a que las violen; el
24% que las mujeres que se relacionan con hombres violentos
no deben quejarse de que las golpeen y el 19% piensa que una
buena esposa tiene que obedecer a su esposo aunque no esté
de acuerdo.
Estos son solo algunas de las conclusiones a las que ha llegado
el Estudio de Tolerancia Social e Institucional, realizado por
la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer, tras
preguntar a un total de 407 personas (284 mujeres y 123
hombres) en diez ciudades del territorio.
Lo inquietante, además, es que entre los consultados estuvieron
varios funcionarios. Estas fueron sus respuestas:
* El 11% opinó que si una mujer no opone resistencia frente a
un abuso sexual, no se puede considerar que fue una violación.
* El 6% coincidió en afirmar que una mujer debe aguantar la
violencia del marido para mantener unida a su familia.
* El 64% de los funcionarios aseguró que si se deposita un caso
de violencia de pareja en sus manos para su resolución, buscará
que las partes concilien; una actitud que se opone tajante a la ley
que prohíbe la conciliación en casos de violencia intrafamiliar.
* Y solo el 81% de estos, con competencias en materia de
violencia, son conocedores de que en el país hay leyes que
protegen a las mujeres víctimas de violencia.
Martha Ordóñez, consejera presidencial para la Equidad de la
Mujer, aseguró que todavía “se requiere un esfuerzo por parte del
Estado y por todo el conjunto de la sociedad colombiana para
realizar las transformaciones culturales que permitan erradicar
los imaginarios, prácticas y creencias que ayudan a perpetuar y
fomentar la discriminación y las violencias contras las mujeres”.
A tenor de los datos recabados, los esfuerzos del Estado por
implementar políticas que protejan a las mujeres contra la
violencia de género y que garanticen el respeto de sus derechos
ante las instancias institucionales parecen insuficientes.
22 Género, equidad y justicia
Diez años del aborto como un derecho
Por: Pilar Cuartas Rodríguez
Diario El Espectador
Liliana, madre de un niño de ocho años, quedó embarazada
por segunda vez, pero una fuerte depresión la llevó a querer
interrumpir su embarazo. Después de varios tropiezos, logró
que su EPS le practicara el aborto porque una clínica privada
certificó que estaba en riesgo su salud mental. Sin embargo,
funcionarios de esa entidad amenazaron con denunciarla ante
el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) para que le
quitara la custodia de su hijo.
Mientras tanto, Johana (de 14 años) y Mariana luchaban contra el
drama de una violación sexual. La primera tuvo que permanecer
13 días hospitalizada mientras una junta médica del hospital
determinaba si aceptaba su solicitud aborto, a pesar de haber
presentado el único requisito que necesitaba: una denuncia
penal. La segunda, que fue agredida sexualmente cuando
viajaba en un bus desde Buenaventura hasta Cali (Valle), tuvo
que soportar un aborto en la misma sala donde una mujer
estaba pariendo. Luego, las palabras de una enfermera que le
dejó el feto sobre la mesa de noche: “Ahí verá qué hace con eso”.
Estos son algunos de los casos, registrados por Women’s Links
Worldwide y Profamilia, que ejemplifican las trabas que les
imponen a las mujeres que desean abortar de manera segura
en Colombia. Y por las que, según expertos, muchas de ellas
terminan induciendo ellas mismas los abortos o acudiendo a
sitios clandestinos.
Según el Ministerio de Salud, unos 24.641 abortos legales se
practicaron el año pasado en las instituciones de salud del país,
en algunas de las tres causales despenalizadas por la Corte
Constitucional hace diez años (riesgo para la vida o salud -física
o mental- de la mujer, malformaciones en el feto y violación o
incesto). Sin embargo, esa cifra es mínima (6,1%) frente a la de
abortos clandestinos: 398.000 (según Profamilia). Un dato que
se ha reducido tan solo 0,5% desde 2010, cuando el Instituto
Guttmacher estimó que eran 400.078. También es cierto que
aunque varios de estos abortos se ajustan a alguna de las tres
causales legales, hay otros que son ilegales. Este cálculo es
incierto.
Edición N° 41 / Mayo de 2016
23
Guía para profesionales:
recursos contra la violencia de género
-Instituto Asturiano para la mujer -
La ONU, en la IV Conferencia Mundial de 1995, ya reafirmó
que la violencia contra las mujeres es un obstáculo para
lograr los objetivos de igualdad, desarrollo y paz violando
y menoscabando el disfrute de los derechos humanos y las
libertades fundamentales. Se define como una manifestación de
las relaciones de poder históricamente desiguales entre mujeres
y hombres. Existe ya incluso una definición técnica del síndrome
de mujer maltratada que consiste en “las agresiones sufridas
por la mujer como consecuencia de los condicionantes socioculturales que actúan sobre el género masculino y femenino,
situándola en una posición de subordinación al hombre y que se
puede manifestar en diferentes ámbitos: maltrato en el seno de
las relaciones de pareja, en la vida social, agresiones sexuales o
acoso en el medio laboral.
La violencia contra las mujeres continúa siendo una epidemia
global que mata, lastima y perjudica física, psicológica, sexual y
económicamente a millones de mujeres de todas las edades. Para
decirlo alto y claro: es una violación de los derechos humanos
negarle a las mujeres la igualdad, la seguridad, la dignidad y las
libertades fundamentales.
Los poderes públicos no pueden ser ajenos a la violencia de
género, ya que constituye uno de los ataques más flagrantes a
derechos fundamentales como la vida, la libertad, la igualdad, la
seguridad y la no discriminación (…).
Desde el año 2007, el Gobierno del Principado de Asturias
puso en marcha, el Protocolo interdepartamental para mejorar
la atención de las mujeres víctimas de violencia de género,
como procedimiento de coordinación para asegurar esos
derechos, documento que ha sido revisado y mejorado con la
participación de los distintos recursos de atención. Como apoyo
a este Protocolo, se edita también la “Guía para profesionales.
Recursos contra la violencia de género” que recoge los servicios,
recursos, prestaciones y entidades que de forma específica, y
especializada, forman parte de la red de atención integral a las
mujeres.
24 Género, equidad y justicia
Glosario de términos
sobre violencia contra la mujer
-Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las
Mujeres Abraham González -
En el diseño de políticas públicas, resulta prioritario contar con
un marco conceptual y referencial que sirva para comprender
y abordar el fenómeno de la violencia de género. Para conocer
la violencia que viven las mujeres y las niñas, no bastan las
explicaciones que remiten a su origen cultural; existen causas
sociales, económicas, políticas y estructurales que son factores
detonantes.
Este Glosario de términos sobre violencia contra la mujer ofrece
herramientas conceptuales para conocer aspectos directos de la
violencia contra las mujeres y los elementos que la circundan,
como la pobreza, la segregación social y espacial, la marginación,
el género, el poder o la dominación masculina y el feminicidio.
También, los y las lectoras encontrarán aquí referencias al marco
normativo internacional y nacional que consagra los derechos de
las mujeres, conceptos que sirven para guiar políticas públicas,
mecanismos creados para la atención a mujeres víctimas de
violencia, circunstancias que se relacionan con la participación
ciudadana y que permiten guiar una transformación social,
además de la definición de factores que ponen a las mujeres en
situación de vulnerabilidad.
No es suficiente tener legislaciones que garanticen el pleno
derecho de las mujeres a la igualdad en todos los ámbitos. Las
políticas públicas para prevenir, atender, sancionar y erradicar
la violencia contra las mujeres deben impulsar, de manera
paralela, estrategias que actúen sobre la cultura de la violencia,
que incidan en un visible cambio cultural.
En este sentido, la construcción de conceptos se convierte en un
campo estratégico para despojar de superficialidad y prejuicio a
las palabras que definen a la violencia, restituyéndoles su poder
transformar.
Edición N° 41 / Mayo de 2016
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Informe sobre Desarrollo
Humano 2014
Sostener el Progreso Humano:
Reducir vulnerabilidades y construir resiliencia
-Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) -
El Informe sobre Desarrollo Humano 2014 - Sostener el Progreso
Humano: Reducir vulnerabilidades y construir resiliencia
- escruta dos conceptos que están interconectados a la vez y
son inmensamente importantes para asegurar el progreso del
desarrollo humano.
Desde la publicación del primer Informe sobre Desarrollo
Humano (IDH) global del Programa de las Naciones Unidas
para el Desarrollo (PNUD) en 1990, la mayoría de los países ha
registrado un desarrollo humano significativo. El informe de
este año muestra que las tendencias globales en general son
positivas y que el progreso continúa. Sin embargo, se están
perdiendo vidas y se están socavando medios de subsistencia
y desarrollo por motivo de catástrofes y crisis naturales o
inducidas por los seres humanos.
Sin embargo, estas fatalidades no son inevitables. Mientras que
toda sociedad es vulnerable al riesgo, algunas sufren mucho
menos daños y se recuperan más rápidamente que otras cuando
la adversidad golpea. Este Informe se pregunta por qué esto es así
y por primera vez en un IDH global, considera la vulnerabilidad y
la resiliencia a través de una lente de desarrollo humano.
Gran parte de la investigación existente sobre la vulnerabilidad
ha considerado la exposición de las personas a riesgos
particulares, y con frecuencia asociada a un sector específico. Este
Informe adopta un enfoque diferente y más integral. Considera
los factores que contribuyen a los riesgos para el desarrollo
humano y luego analiza las formas en que la resiliencia a un
amplio grupo de riesgos en evolución podría fortalecerse.
Este enfoque es particularmente importante en nuestro mundo
interconectado. Si bien la globalización ha aportado beneficios
a muchos, también ha dado lugar a nuevas preocupaciones,
manifiestas a veces como reacciones locales a los efectos
indirectos de acontecimientos lejanos. Preparar a los ciudadanos
para un futuro menos vulnerable implica el fortalecimiento de
la resiliencia intrínseca de las comunidades y los países. Este
Informe sienta las bases para hacerlo.
26 Género, equidad y justicia
Consejo de Seguridad Pública
para mujeres
El pasado 13 de mayo, los integrantes del Observatorio de
Género, Equidad y Justicia de la Facultad de Ciencias Jurídicas y
Políticas de UNIREMINGTON asistieron a la segunda sesión del
Consejo de Seguridad Pública de las Mujeres. En el encuentro en
mención se presentó un balance de los delitos de género en la
ciudad, resaltando de nuevo los obstáculos que se mantienen
para el acceso de las mujeres a la justicia. De igual forma se
reorganizaron comisiones de trabajo y se puso a discusión el
reglamento de funcionamiento.
Es de resaltar que el Consejo propende por buscar estrategias de
articulación, coordinación y garantía de derechos de las mujeres.
Participan de este representantes de entidades públicas como la
Secretaría de las Mujeres, la Secretaría de Gobierno, Secretaría
de Seguridad, la Defensoría del Pueblo, la Policía Nacional, la
Fiscalía General de la Nación; también representantes de los
grupos organizados de mujeres y de la sociedad civil y algunas
universidades comprometidas con los asuntos de las mujeres,
como la Corporación Universitaria Remington con sus unidades
estratégicas Observatorio de Género, Equidad y Justicia y
Programa de atención integral a las mujeres para el acceso a la
justicia –PAIMAJU -.
Objeción de conciencia:
Dos debates desde la categoría género
Con el propósito de otorgar nuevos elementos de discusión a
los temas de género y derechos humanos, los integrantes del
Observatorio de Género, Equidad y Justicia de forma conjunta
con los estudiantes de la asignatura Introducción la Énfasis de I
semestre del programa de Derecho asistieron al evento Objeción
de conciencia: Dos debates desde la categoría Género llevado a
cabo el día 12 de mayo en las instalaciones de la UNAULA.
Expertos en el tema debatieron acerca de tópicos como la
objeción de conciencia frente al servicio militar obligatorio y
la objeción de conciencia institucional frente a la Interrupción
Voluntaria del Embarazo. Temas de suma relevancia para los
estudiantes de derecho, los cuales permiten reconocer la
relación del derecho con la sociedad de la cual se produce e
interactúa.
Edición N° 41 / Mayo de 2016
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Cine Debate –
Ciclo de dilemas bioéticos
El 17 de mayo diversas instancias de la Uniremington, entre
las cuales se encuentran las Facultades de Salud y de Ciencias
Empresariales, Fomento Artístico y Cultural de Bienestar
Universitario y el Observatorio de Género, Equidad y Justicia,
dieron continuidad al Cine Debate con el Ciclo de dilemas
bioéticos a partir de la película “La Verdad Oculta”. Al evento en
mención asistieron alrededor de 70 integrantes de la comunidad
educativa de la institución, entre docentes y estudiantes.
En esa medida, Cine-Debate propende no solo por ser un proyecto
de índole recreativo que activa emociones en el receptor, sino
que permite a través de una lectura pedagógica e investigativa
generar nuevas formas de relacionamiento entre los actores de
la comunidad educativa y de aprehensión del conocimiento.
Programa de Televisión
Violencia de Género hacia la mujer
de la Personería de Medellín
Los días 24 y 25 de mayo se presentó por los canales locales
de televisión, Telemedellín y Teleantioquia respectivamente,
el Programa de Televisión Violencia de Género hacia la mujer
desarrollado por la Personería de Medellín. Del mismo fue
partícipe el coordinador del Observatorio de Género, Equidad y
Justicia, Juan Jacobo Agudelo Galeano quién de forma conjunta
con otros profesionales, funcionarios y ciudadanas hicieron un
recorrido a nivel histórico, jurídico, psicológico e institucional de
una problemática contemporánea y que cada vez se hace más
visible.
“No creo en el eterno femenino, una esencia de mujer, algo místico.
La mujer no nace, se hace”.
-Simone de Beauvoir -
Edición N° 41 / Mayo de 2016
29
Referencias
Portada
Imagen tomada de: http://goo.gl/1mIOYm
Ver noticia completa en: http://goo.gl/nphKtV
Editorial
Imagen tomada de: http://goo.gl/Hjt1dK
Diez años del aborto como un derecho
Imagen tomada de: http://goo.gl/mFVbkz
Ver noticia completa en: http://goo.gl/cYWbUC
Columna de Opinión
Imagen tomada de: http://goo.gl/5j5Ghu
Guía para profesionales: recursos contra la violencia de género
Imagen y texto tomado de: http://goo.gl/6ghRFr
Objeción de conciencia y la interrupción voluntaria del embarazo
(IVE)
Imagenes tomadas de: http://goo.gl/gHu4C5 y
www.pixabay.com
Glosario de términos sobre violencia contra la mujer
Imagen y texto tomado de: http://goo.gl/hXCmKQ
Desigualdades de clase
Grave problemática que aqueja a la sociedad colombiana
Imagen tomada de: https://goo.gl/yStfZz y www.pixabay.com
Los números sobre el acoso a la mujer en el transporte de la
Ciudad de México
Imagen tomada de: http://goo.gl/rU7Dpf
Ver nota completa en: http://goo.gl/8EZu1g
Con estos emojis, Google quiere promover la igualdad de género
Imagen tomada de: https://goo.gl/10oU6W
Ver nota completa en: http://goo.gl/tKrGw1
Jineth Bedoya devolvió al Estado monto económico al estado
colombiano
Imagen tomada de: https://goo.gl/5hvP3F
Ver noticia completa en: http://goo.gl/qjrUCv
Sospechosos de agredir sexualmente a niños pueden ser
excarcelados
Imagen tomada de: http://goo.gl/L3mEd8
Ver noticia completa en: http://goo.gl/ZiN5zN
“El sistema legal colombiano ha contribuido a naturalizar la
violencia de género”
Imagen tomada de: http://goo.gl/sCCPCr
Ver noticia completa en: http://goo.gl/Nm7V5t
Colombia celebra 165 años sin esclavitud, pero más del 60% de
afros son pobres
Imagen tomada de: http://goo.gl/TzBFEM
Ver noticia completa en: http://goo.gl/W9cmgw
Colombia: el país donde aún se piensa que una mujer golpeada
‘algo habrá hecho’
Imagen tomada de: http://goo.gl/9ODZOw
Informe sobre Desarrollo Humano 2014
Sostener el Progreso Humano: Reducir vulnerabilidades y
construir resiliencia
Imagen y texto tomado de: http://goo.gl/MIiFlk
Consejo de Seguridad Pública para las Mujeres
Foto de archivo particular
Objeción de conciencia: Dos debates desde la categoría género
Foto de archivo particular
Cine Debate – Ciclo de dilemas bioéticos
Foto de archivo particular
Programa de Televisión Violencia de Género hacia la mujer de la
Personería de Medellín
Imagen tomada de: https://goo.gl/Eu7g6E
Para ver el programa completo: https://goo.gl/Eu7g6E
30 Género, equidad y justicia
Género,
Equidad y Justicia
Boletín informativo
http://www.uniremington.edu.co/facultades-uniremington/facultad-de-ciencias-juridicas-y-politicas/noticias/437-observatoriogenero-equidad-y-justicia.html
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