1−Concepto de Ecosistema: sistema dinámico

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1−Concepto de Ecosistema: sistema dinámico relativamente autónomo formado por una comunidad natural y
su medio ambiente físico. El concepto, que empezó a desarrollarse en las décadas de 1920 y 1930, tiene en
cuenta las complejas interacciones entre los organismos plantas, animales, bacterias y hongos que forman la
comunidad y los flujos de energía y materiales que la atraviesan.
Hay muchas formas de clasificar ecosistemas, y el propio término se ha utilizado en contextos distintos.
Pueden describirse como ecosistemas zonas tan reducidas como los charcos de marea de las rocas y tan
extensas como un bosque completo. Pero, en general, no es posible determinar con exactitud dónde termina
un ecosistema y empieza otro. La idea de ecosistemas claramente separables es, por tanto, artificiosa.
Biotopo: término que en sentido literal significa ambiente de vida y se aplica al espacio físico, natural y
limitado, en el cual vive una biocenosis. La biocenosis y el biotopo forman un ecosistema. La noción de
biotopo puede aplicarse a todos los niveles del ecosistema: en un extremo se puede considerar el biotopo
general, como el mar, formado por las comunidades vegetales, animales y de microorganismos que le
corresponden, y en el otro extremo se puede considerar el biotopo local, como puede ser un arrecife coralino,
con su fauna y vegetación característica asociada. Por lo tanto, el biotopo puede ser homogéneo desde el
punto de vista ecológico, o puede comprender un conjunto de residencias ecológicas distintas, como es el caso
de un río y su tramo alto, medio y bajo, donde viven, en cada uno de ellos, comunidades animales y vegetales
diferentes.
Nicho ecológico: es el papel funcional que desempeña una especie en una comunidad, es decir, su ocupación
o modo de ganarse la vida.
2−Flujo de materia y energía en los ecosistemas:
Los ecosistemas funcionan con energía procedente del Sol, que fluye en una dirección, y con nutrientes, que
se reciclan continuamente. Las plantas usan la energía lumínica transformándola, por medio de la fotosíntesis,
en energía química bajo la forma de hidratos de carbono y otros compuestos. Esta energía es transferida a todo
el ecosistema a través de una serie de pasos basados en el comer o ser comido, la llamada cadena trófica. En la
transferencia de la energía, cada paso se compone de varios niveles tróficos o de alimentación: plantas,
herbívoros (que comen vegetales), dos o tres niveles de carnívoros (que comen carne), y organismos
responsables de la descomposición. Sólo parte de la energía fijada por las plantas sigue este camino, llamado
cadena o red alimentaria de producción. La materia vegetal y animal no utilizada en esta red, como hojas
caídas, ramas, raíces, troncos de árbol y cuerpos muertos de animales, dan sustento a la cadena o red
alimentaria de la descomposición. Las bacterias, hongos y animales que se alimentan de materia muerta se
convierten en fuente de energía para niveles tróficos superiores vinculados a la red alimentaria de producción.
De este modo la naturaleza aprovecha al máximo la energía inicialmente fijada por las plantas.
En ambas redes alimentarias el número de niveles tróficos es limitado debido a que en cada transferencia se
pierde gran cantidad de energía (como calor de respiración) que deja de ser utilizable o transferible al
siguiente nivel trófico. Así pues, cada nivel trófico contiene menos energía que el que le sustenta. Debido a
esto, por ejemplo, los ciervos o los alces (herbívoros) son más abundantes que los lobos (carnívoros).
El flujo de energía alimenta el ciclo biogeoquímico o de los nutrientes. El ciclo de los nutrientes comienza con
su liberación por desgaste y descomposición de la materia orgánica en una forma que puede ser empleada por
las plantas. Éstas incorporan los nutrientes disponibles en el suelo y el agua y los almacenan en sus tejidos.
Los nutrientes pasan de un nivel trófico al siguiente a lo largo de la cadena trófica. Dado que muchas plantas y
animales no llegan a ser comidos, en última instancia los nutrientes que contienen sus tejidos, tras recorrer la
red alimentaria de la descomposición, son liberados por la descomposición bacteriana y fúngica, proceso que
reduce los compuestos orgánicos complejos a compuestos inorgánicos sencillos que quedan a disposición de
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las plantas.
3−Explotación y superexplotación de los recursos ecosistemas:
LA SOBREXPLOTACIÓN DE LOS RECURSOS NATURALES:
Los seres humanos hemos utilizado pródigamente los recursos naturales, pero hay que cambiar a los recursos
renovables:
A)Disminución de superficies utilizables:
La población humana se ha visto forzada, en este último siglo a modificar los espacios naturales, como por
ejemplo los suelos:
Los suelos han sido explotados por el hombre durante milenios, y constituyen un potencial de fertilidad que se
puede mantener e incluso mejorar gracias a técnicas de aprovechamiento adaptadas a la naturaleza de cada
suelo. Los paisajes agrícolas y los equilibrios agrosilvopastoriles suelen reflejar la elección ancestral que el
hombre ha realizado en materia de destino y utilización de las tierras, guiándose por criterios físicos y por
situación topográfica en el paisaje.
Actualmente mediante una mejor apreciación de la utilización y del valor de los suelos, la edafología
establece planes de aprovechamiento racional apoyados en la distinción fundamental entre sectores de
agricultura intensiva, de bosques de producción y de perímetros de protección(forestal o no).
Este tipo de política de aprovechamiento de espacio rural asegura la optimización de los sistemas de cultivos y
la protección de los recursos de la tierra.
B) Agotamiento de minerales:
Combustibles fósiles y minerales, están tratados como si fueran recursos inagotables. Los expertos admiten
que si se sigue con esos gastos, poco a poco se irán agotando estos recursos. Pero no todos los minerales están
igualmente amenazados, como el hierro y el magnesio, son relativamente abundantes; otros como el cobre, el
plomo y el cinc, son menos abundantes aunque no tienen peligro de agotamiento, sin embargo la plata, el
estaño y el platino, son muy escasos.
C) La extracción de madera:
Por ello se produce la: Deforestación, destrucción a gran escala del bosque por la acción humana. Avanza a un
ritmo de unos 17 millones de ha al año (superficie que supera a la de Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte
juntas). Entre 1980 y 1990, las tasas anuales de deforestación fueron de un 1,2% en Asia y el Pacífico, un
0,8% en Latinoamérica y un 0,7% en África. La superficie forestal está, en general, estabilizada en Europa y
América del Norte, aunque la velocidad de transición del bosque antiguo a otras formas en América del Norte
es elevada. La deforestación afecta al medio de vida de entre 200 y 500 millones de personas que dependen de
los bosques para obtener comida, abrigo y combustible. La deforestación y la degradación pueden contribuir a
los desequilibrios climáticos regionales y globales. Los bosques desempeñan un papel clave en el
almacenamiento del carbono; si se eliminan, el exceso de dióxido de carbono en la atmósfera puede llevar a
un calentamiento global de la Tierra, con multitud de efectos secundarios problemáticos. Los procesos de
deforestación son, por lo general, más destructivos en los trópicos. La mayor parte de los suelos forestales
tropicales son mucho menos fértiles que los de las regiones templadas y resultan fácilmente erosionables al
proceso de lixiviación, causado por la elevada pluviosidad que impide la acumulación de nutrientes en el
suelo. No obstante, las políticas coloniales se basaban en el supuesto, equivocado, de que un bosque
exuberante significaba suelos fértiles. Pretendían conquistar los bosques, sobre todo para destinarlos a los
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cultivos comerciales y la agricultura, y han dejado un legado de suelos exhaustos. La deforestación para
obtener leña constituye un problema en las áreas más secas de África, el Himalaya y los Andes. La
deforestación para plantaciones de árboles ha sido significativa en el Sudeste asiático y Sudamérica. Los
silvicultores de todo el mundo han talado bosques naturales para abrir hueco a plantaciones más rentables en
la producción maderera, pero hoy son más conscientes del coste social y ambiental que esta actitud representa.
Actualmente están surgiendo propuestas voluntarias, basadas en el mercado, como la certificación forestal y el
etiquetado de la madera, para favorecer a aquellos productos que provienen de una gestión sostenible de los
bosques. En nuestros días, existe acuerdo en que, dado que la deforestación es el resultado de muchas
acciones directas activadas por muchas causas fundamentales, la acción en un único frente difícilmente podrá
resolver el problema. Son necesarios muchos esfuerzos para implantar una gestión forestal sostenible,
equilibrando objetivos ambientales, sociales y económicos.
D) La sobreexplotación de especies marinas:
Siempre hemos creído que el mar es inagotable, pero esta teoría no es cierta. Muchas especies corren peligro
de extinción, y las pescas son cada vez más escasas debido a la reducción de paulatina del tamaño de las
mallas, al aumento de buques pesqueros y al descontrol en general.
Todo esto perjudica a la gran cantidad de especies marinas que viven en nuestros mares, que cada vez son
menos. Si no se cumplen las normas establecidas las consecuencias pueden ser muy graves.
E) La caza y el comercio de especies protegidas:
Todos los años, por el mes de Octubre miles de cazadores salen a matar animales, suelen cazar unos: 16
millones de conejos y liebres, 5 millones de perdices, 7 millones entre palomas, tórtolas, jilgueros, codornices,
zorzales, etc. Y más de 60000 animales de caza mayor. Se han efectuado algunos esfuerzos privados y
gubernamentales dirigidos a salvar especies en vía de extinción. Una propuesta inmediata es la protección de
especies a través de la legislación. Además, son importantes los esfuerzos que se realizan a través de los
convenios internacionales, de las publicaciones de `listas rojas' o catálogos de las especies amenazadas. Sin
embargo, en algunos países la eficacia de estas leyes depende de la aplicación y apoyo que reciben de la
población y de los tribunales. Debido a que su aplicación no es totalmente estricta, a la negligencia de algunos
segmentos de la sociedad que consienten el comercio con especies amenazadas, y a que las actividades de
cazadores furtivos y traficantes sin escrúpulos facilitan este comercio, el futuro de muchas especies, a pesar de
su protección legal, es incierto.
Otros de los peligros que acechan a millones de animales y plantas en todo el mundo, es el comercio que se
hace con ellos, este negocio es ilegal pero obtiene muchas ganancias.
Hay otras personas que comercian con sus restos: pieles, colmillos, carey, etc. Otros obtienen productos
derivados cinturones, bolsos de piel, abrigos, etc.
4− Funcionamiento del ecosistema: RELACIONES TROFICAS.
Niveles troficos: Las plantas verdes, que son las primeras productoras de alimentos, pertenecen al primer nivel
trófico. Los herbívoros, que son los consumidores de plantas verdes, corresponden al segundo nivel trófico.
Los carnívoros, que son depredadores que se alimentan de los herbívoros, pertenecen al tercero. Los
omnívoros, que son consumidores tanto de plantas como de animales, se integran en el segundo y tercero. Los
carnívoros secundarios, que son depredadores que se alimentan de depredadores, pertenecen al cuarto nivel
trófico. Según los niveles tróficos se elevan, el número de depredadores es menor y son más grandes, feroces
y ágiles. En el segundo y tercer nivel, los que descomponen los materiales disponibles actúan como
herbívoros o carnívoros dependiendo de si su alimento es vegetal o animal.
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Cadena trófica: también llamada red trófica, serie de cadenas alimentarias íntimamente relacionadas por las
que circulan energía y materiales en un ecosistema. Se entiende por cadena alimentaria cada una de las
relaciones alimenticias que se establecen de forma lineal entre organismos que pertenecen a distintos niveles
tróficos. La cadena trófica está dividida en dos grandes categorías: la cadena o red de pastoreo, que se inicia
con las plantas verdes, algas o plancton que realiza la fotosíntesis, y la cadena o red de detritos que comienza
con los detritos orgánicos. Los hongos que descomponen la materia en una red de detritos pueden dar origen a
setas que son consumidas por ardillas, ratones y ciervos en una red de pastoreo.
Ciclo del carbono: El ciclo básico comienza cuando las plantas, a través de la fotosíntesis, hacen uso del
dióxido de carbono (CO2) presente en la atmósfera o disuelto en el agua. Parte de este carbono pasa a formar
parte de los tejidos vegetales en forma de hidratos de carbono, grasas y proteínas; el resto es devuelto a la
atmósfera o al agua mediante la respiración. Así, el carbono pasa a los herbívoros que comen las plantas y de
ese modo utilizan, reorganizan y degradan los compuestos de carbono. Gran parte de éste es liberado en forma
de CO2 por la respiración, como producto secundario del metabolismo, pero parte se almacena en los tejidos
animales y pasa a los carnívoros, que se alimentan de los herbívoros. En última instancia, todos los
compuestos del carbono se degradan por descomposición, y el carbono es liberado en forma de CO2, que es
utilizado de nuevo por las plantas.
Biomasa: cantidad de materia viva producida en un área determinada de la superficie terrestre, o por
organismos de un tipo específico.
5−Sucesión ecológica:
Los ecosistemas son dinámicos en el sentido de que las especies que los componen no son siempre las
mismas. Esto se ve reflejado en los cambios graduales de la comunidad vegetal con el paso del tiempo,
fenómeno conocido como sucesión. Comienza por la colonización de un área alterada, como un campo de
cultivo abandonado o un río de lava recientemente expuesto, por parte de especies capaces de tolerar sus
condiciones ambientales. En su mayor parte se trata de especies oportunistas que se aferran al terreno durante
un periodo de tiempo variable. Dado que viven poco tiempo y que son malas competidoras, acaban siendo
reemplazadas por especies más competitivas y de vida más larga, como ocurre con ciertos arbustos que más
tarde son reemplazados por árboles. En los hábitats acuáticos, los cambios de este tipo son en gran medida
resultado de cambios en el medio ambiente físico, como la acumulación de sedimentos en el fondo de un
estanque. Al ir haciéndose éste menos profundo, se favorece la invasión de plantas flotantes como los lirios de
agua y de plantas emergentes como las espadañas. La velocidad de la sucesión depende de la competitividad
de la especie implicada; de la tolerancia a las condiciones ambientales producidas por el cambio en la
vegetación; de la interacción con los animales, sobre todo con los herbívoros rumiantes, y del fuego. Con el
tiempo, el ecosistema llega a un estado llamado clímax (estado óptimo de una comunidad biológica, dadas las
condiciones del medio), en el que todo cambio ulterior se produce muy lentamente, y el emplazamiento queda
dominado por especies de larga vida y muy competitivas. Al ir avanzando la sucesión, no obstante, la
comunidad se vuelve más estratificada, permitiendo que ocupen el área más especies de animales. Con el
tiempo, los animales característicos de fases más avanzadas de la sucesión reemplazan a los propios de las
primeras fases.
6− Contaminación atmosférica, contaminación de la atmósfera por residuos o productos secundarios gaseosos,
sólidos o líquidos, que pueden poner en peligro la salud del hombre y la salud y bienestar de las plantas y
animales, atacar a distintos materiales, reducir la visibilidad o producir olores desagradables. Entre los
contaminantes atmosféricos emitidos por fuentes naturales, sólo el radón, un gas radiactivo, es considerado un
riesgo importante para la salud. Subproducto de la desintegración radiactiva de minerales de uranio
contenidos en ciertos tipos de roca, el radón se filtra en los sótanos de las casas construidas sobre ella. Según
recientes estimaciones del gobierno de Estados Unidos, un 20% de los hogares del país contienen
concentraciones de radón suficientemente elevadas como para representar un riesgo de cáncer de pulmón.
Véase también Medio ambiente.
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Cada año, los países industriales generan miles de millones de toneladas de contaminantes. Los contaminantes
atmosféricos más frecuentes y más ampliamente dispersos se describen en la tabla adjunta. El nivel suele
expresarse en términos de concentración atmosférica (microgramos de contaminantes por metro cúbico de
aire) o, en el caso de los gases, en partes por millón, es decir, el número de moléculas de contaminantes por
millón de moléculas de aire. Muchos contaminantes proceden de fuentes fácilmente identificables; el dióxido
de azufre, por ejemplo, procede de las centrales energéticas que queman carbón o petróleo. Otros se forman
por la acción de la luz solar sobre materiales reactivos previamente emitidos a la atmósfera (los llamados
precursores). Por ejemplo, el ozono, un peligroso contaminante que forma parte del smog, se produce por la
interacción de hidrocarburos y óxidos de nitrógeno bajo la influencia de la luz solar. El ozono ha producido
también graves daños en las cosechas. Por otra parte, el descubrimiento en la década de 1980 de que algunos
contaminantes atmosféricos, como los fluorocarbonos, están produciendo una disminución de la capa de
ozono protectora del planeta ha conducido a una supresión paulatina de estos productos.
Meteorología y efectos sobre la salud
La concentración de los contaminantes se reduce al dispersarse estos en la atmósfera, proceso que depende de
factores climatológicos como la temperatura, la velocidad del viento, el movimiento de sistemas de altas y
bajas presiones y la interacción de éstos con la topografía local, por ejemplo las montañas y valles. La
temperatura suele decrecer con la altitud, pero cuando una capa de aire frío se asienta bajo una capa de aire
caliente produciendo una inversión térmica, la mezcla atmosférica se retarda y los contaminantes se acumulan
cerca del suelo. Las inversiones pueden ser duraderas bajo un sistema estacionario de altas presiones unido a
una baja velocidad del viento.
Un periodo de tan sólo tres días de escasa mezcla atmosférica puede llevar a concentraciones elevadas de
productos peligrosos en áreas de alta contaminación y, en casos extremos, producir enfermedades e incluso la
muerte. En 1948 una inversión térmica sobre Donora, Pennsylvania, produjo enfermedades respiratorias en
más de 6.000 personas ocasionando la muerte de veinte de ellas. En Londres, la contaminación segó entre
3.500 y 4.000 vidas en 1952, y otras 700 en 1962. La liberación de isocianato de metilo a la atmósfera durante
una inversión térmica fue la causa del desastre de Bhopal, India, en diciembre de 1984, que produjo al menos
3.300 muertes y más de 20.000 afectados. Los efectos de la exposición a largo plazo a bajas concentraciones
de contaminantes no están bien definidos; no obstante, los grupos de riesgo son los muy jóvenes, los ancianos,
los fumadores, los trabajadores expuestos al contacto con materiales tóxicos y quienes padecen enfermedades
pulmonares o cardíacas. Otros efectos adversos de la contaminación atmosférica son los daños que pueden
sufrir el ganado y las cosechas.
A menudo los primeros efectos perceptibles de la contaminación son de naturaleza estética y no son
necesariamente peligrosos. Estos efectos incluyen la disminución de la visibilidad debido a la presencia de
diminutas partículas suspendidas en el aire, y los malos olores, como la pestilencia a huevos podridos
producida por el sulfuro de hidrógeno que emana de las fábricas de papel y celulosa.
Fuentes y control
La combustión de carbón, petróleo y gasolina es el origen de buena parte de los contaminantes atmosféricos.
Más de un 80% del dióxido de azufre, un 50% de los óxidos de nitrógeno, y de un 30 a un 40% de las
partículas en suspensión emitidos a la atmósfera en Estados Unidos proceden de las centrales eléctricas que
queman combustibles fósiles, las calderas industriales y las calefacciones. Un 80% del monóxido de carbono
y un 40% de los óxidos de nitrógeno e hidrocarburos emitidos proceden de la combustión de la gasolina y el
gasóleo en los motores de los coches y camiones. Otras importantes fuentes de contaminación son la
siderurgia y las acerías, las fundiciones de cinc, plomo y cobre, las incineradoras municipales, las refinerías de
petróleo, las fábricas de cemento y las fábricas de ácido nítrico y sulfúrico.
Entre los materiales que participan en un proceso químico o de combustión puede haber ya contaminantes
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(como el plomo de la gasolina), o éstos pueden aparecer como resultado del propio proceso. El monóxido de
carbono, por ejemplo, es un producto típico de los motores de explosión. Los métodos de control de la
contaminación atmosférica incluyen la eliminación del producto peligroso antes de su uso, la eliminación del
contaminante una vez formado, o la alteración del proceso para que no produzca el contaminante o lo haga en
cantidades inapreciables. Los contaminantes producidos por los automóviles pueden controlarse consiguiendo
una combustión lo más completa posible de la gasolina, haciendo circular de nuevo los gases del depósito, el
carburador y el cárter, y convirtiendo los gases de escape en productos inocuos por medio de catalizadores
(véase Motor de combustión interna). Las partículas emitidas por las industrias pueden eliminarse por medio
de ciclones, precipitadores electrostáticos y filtros. Los gases contaminantes pueden almacenarse en líquidos o
sólidos, o incinerarse para producir sustancias inocuas.
Efectos a gran escala
Las altas chimeneas de las industrias no reducen la cantidad de contaminantes, simplemente los emiten a
mayor altura, reduciendo así su concentración in situ. Estos contaminantes pueden ser transportados a gran
distancia y producir sus efectos adversos en áreas muy alejadas del lugar donde tuvo lugar la emisión. El pH o
acidez relativa de muchos lagos de agua dulce de la región se ha visto alterado hasta tal punto que han
quedado destruidas poblaciones enteras de peces. En Europa se han observado efectos similares, y así, por
ejemplo, Suecia ha visto afectada la capacidad de sustentar peces de muchos de sus lagos. Las emisiones de
dióxido de azufre y la subsiguiente formación de ácido sulfúrico pueden ser también responsables del ataque
sufrido por las calizas y el mármol a grandes distancias.
El creciente consumo de carbón y petróleo desde finales de la década de 1940 ha llevado a concentraciones
cada vez mayores de dióxido de carbono. El efecto invernadero resultante, que permite la entrada de la
energía solar pero reduce la reemisión de rayos infrarrojos al espacio exterior, genera una tendencia al
calentamiento que podría afectar al clima global y llevar al deshielo parcial de los casquetes polares. Es
concebible que un aumento de la cubierta nubosa o la absorción del dióxido de carbono por los océanos
pudiera poner freno al efecto invernadero antes de que se llegara a la fase del deshielo polar. No obstante, los
informes publicados en Estados Unidos en la década de 1980 indican que el efecto invernadero es un hecho y
que las naciones del mundo deberían tomar medidas inmediatamente para ponerle solución.
Escasez, exceso y degradación del agua como recurso natural
De la observación y análisis de la cartografía mundial se hacen notorios dos aspectos contrastantes, entre los
cuales sobresale la escasez de agua a nivel muy amplio, extendiéndose en cada continente de manera
alarmante, en especial en aquellos países subdesarrollados, que a su vez por la condición recién mencionada,
no logran contar con la infraestructura adecuada para la obtención y el suministro del recurso en calidad y
cantidad. Esto también puede verse afectado por fenómenos naturales e inevitables, como sequías, así como
por la influencia humana, capaz de determinar un uso ilimitado y la sobreexplotación ejercida hasta zonas
lejanas en un esfuerzo a veces infructuoso por obtener este preciado líquido. Se puede hallar al responsable en
la eclosión demográfica que cada vez genera mayor demanda urbana no sólo con miras al abastecimiento
humano sino también a la utilización industrial, la cual plantea un gran derroche en materia de agua como
fuente de energía. Sin embargo, paulatinamente, las empresas, por razones del orden económico, han
comenzado a reutilizar el agua en sus procesos de fabricación. El agregado de una legislación generalizada
representaría, a corto plazo, un paliativo para la escasez, y a largo plazo, un factible mejor rendimiento del
recurso a disposición. En el ámbito de consumo doméstico, el ahorro se encontraría en modificaciones simples
de los hábitos de vida de cada cultura. El gran gasto se manifiesta en el área de la agricultura, siendo la
pérdida por irrigación y posterior infiltración o evaporación muy elevada (ver controversia, página).
Finalmente, la carencia de sistemas salubres deriva en que en más de la mitad de los países pobres, menos del
50% de los habitantes posea un suministro potable, por lo que existen altos niveles de mortalidad infantil
correspondientes al mayor porcentaje dentro de los aproximadamente 25 millones de personas que mueren
cada año en países de África, América Latina y Asia. Allí de hecho existen cursos de agua dulce que podrían
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ser aprovechados, pero que se encuentran biológicamente muertos a raíz de la contaminación. Esta última no
proviene de un cambio abrupto sino que es el resultado de numerosas etapas. Desde el momento de la
precipitación, se disuelven sustancias tóxicas como óxidos de azufre y de nitrógeno que originan la lluvia
ácida. Ésta, una vez en el suelo, discurre por la superficie o se infiltra hacia las capas subterráneas. La misma
se carga en los campos de pesticidas y del exceso de nutrientes y en las ciudades arrastra productos como
aceites del suelo, metales pesados y nafta. La alta carga residual de las aguas servidas que no termina por ser
vertida en mares y océanos se incorpora a las fuentes de agua dulce, potencialmente aprovechables, que ya no
pueden ser utilizadas.
METALES PESADOS DE LOS SUELOS:
La presencia natural de metales en el suelo es en cantidad de traza. El riesgo se produce cuando se acumulan
en grandes cantidades en el suelo.
CONTAMINANTES INORGÁNICOS DE LOS SUELOS:
Los contaminantes inorgánicos están presentes en el suelo de forma natural pero en concentraciones reguladas
por los ciclos biológicos asociadas a cada suelo. La sobresaturación de alguno de ellos hace que se alcancen
concentraciones considerables como contaminantes alterando así los ciclos de regulación.
CONTAMINANTES ORGÁNICOS DE LOS SUELOS:
Constituyen un grupo formado por un elevadísimo número de sustancias que en su gran mayoría están
producidas por el hombre. Estas sustancias tienen diferentes efectos en el medio siendo muchas de ellas
altamente tóxicas.
Contaminación atmosférica:
El contenido en dióxido de carbono de la atmósfera ha venido aumentando un 0,4% cada año como
consecuencia del uso de combustibles fósiles como el petróleo, el gas y el carbón; la destrucción de bosques
tropicales por el método de cortar y quemar también ha sido un factor relevante que ha influido en el ciclo del
carbono. La concentración de otros gases que contribuyen al efecto invernadero, como el metano y los
clorofluorocarbonos, está aumentando todavía más rápido.
El efecto neto de estos incrementos podría ser un aumento global de la temperatura, estimado en 2 a 6 °C en
los próximos 100 años. Un calentamiento de esta magnitud alteraría el clima en todo el mundo, afectaría a las
cosechas y haría que el nivel del mar subiera significativamente. De ocurrir esto, millones de personas se
verían afectadas por las inundaciones.
Ozono (del griego ozein, 'oler'), forma alotrópica del oxígeno que tiene tres átomos en cada molécula, y cuya
fórmula es O3. Es un gas azul pálido de olor fuerte y altamente venenoso. El ozono tiene un punto de
ebullición de −111,9 °C, un punto de fusión de −192,5 °C y una densidad de 2,144 g/l. El ozono líquido es de
color azul intenso, y fuertemente magnético. El ozono se forma al pasar una chispa eléctrica a través de
oxígeno, y produce un olor detectable en las inmediaciones de maquinaria eléctrica. El método comercial de
obtención consiste en pasar oxígeno frío y seco a través de una descarga eléctrica silenciosa. El ozono es
mucho más activo químicamente que el oxígeno ordinario y es mejor como agente oxidante. Se usa para
purificar el agua, esterilizar el aire y blanquear telas, ceras y harina. Sin embargo, un bajo nivel de ozono en la
atmósfera, causado por los óxidos de nitrógeno y los gases orgánicos emitidos por los automóviles y las
industrias, constituye un peligro para la salud y puede producir graves daños en las cosechas por medio de las
lluvias ácidas.
Lluvia ácida, forma de contaminación atmosférica, actualmente objeto de gran controversia debido a los
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extensos daños medioambientales que se le han atribuido. Se forma cuando los óxidos de azufre y nitrógeno
se combinan con la humedad atmosférica para formar ácidos sulfúrico y nítrico, que pueden ser arrastrados a
grandes distancias de su lugar de origen antes de depositarse en forma de lluvia. Adopta también a veces la
forma de nieve o niebla, o precipitarse en forma sólida. De hecho, aunque el término lluvia ácida viene
usándose desde hace más de un siglo procede de unos estudios atmosféricos realizados en la región de
Manchester, Inglaterra, un término científico más apropiado sería deposición ácida. La forma seca de la
deposición es tan dañina para el medio ambiente como la líquida.
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