Roj: SAP O 2581/2013 - ECLI:ES:APO:2013:2581 Id Cendoj: 33024370072013100380 Órgano: Audiencia Provincial Sede: Gijón Sección: 7 Nº de Recurso: 100/2013 Nº de Resolución: 383/2013 Procedimiento: CIVIL Ponente: MARTA MARIA GUTIERREZ GARCIA Tipo de Resolución: Sentencia AUD.PROVINCIAL SECCION N. 7 GIJON SENTENCIA: 00383/2013 AUD.PROVINCIAL SECCION N. 7 de GIJON N01250 PZA. DECANO EDUARDO IBASETA, S/N - 2º. 33207 GIJÓN Tfno.: 985176944-45 Fax: 985176940 N.I.G. 33024 42 1 2012 0003562 ROLLO: RECURSO DE APELACION (LECN) 0000100 /2013 Juzgado de procedencia: JDO. PRIMERA INSTANCIA N. 1 de GIJON Procedimiento de origen: PROCEDIMIENTO ORDINARIO 0000327 /2012 Apelante: GRUPO MONSOU, S.L. Procurador: CARMEN REY-STOLLE CASTRO Abogado: ANGEL ALONSO PEREZ Apelado: María Teresa Procurador: Mª EUGENIA CASTAÑEIRA ARIAS Abogado: GEMMA GONZALEZ CALVO SENTENCIA nº. 383/2013 PRESIDENTE: ILMO. SR. DON RAFAEL MARTÍN DEL PESO GARCÍA MAGISTRADO: ILMO. SR. DON RAMÓN IBAÑEZ DE ALDECOA LORENTE MAGISTRADA: ILMA. SRA. DOÑA MARTA MARÍA GUTIÉRREZ GARCÍA En Gijón, a siete de octubre de dos mil trece. VISTO en grado de apelación ante esta Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Asturias con sede GIJON, los Autos de PROCEDIMIENTO ORDINARIO 327/2012, procedentes del JDO. PRIMERA INSTANCIA N. 1 de GIJON, a los que ha correspondido el Rollo RECURSO DE APELACION (LECN) 100/2013, en los que aparece como parte apelante, GRUPO MONSOU, S.L., representado por la Procuradora de los tribunales, Sra. CARMEN REY-STOLLE CASTRO, asistido por el Letrado D. ANGEL ALONSO PEREZ, y como parte apelada, Dª. María Teresa , representada por la Procuradora de los tribunales, Sra. Mª EUGENIA CASTAÑEIRA ARIAS, asistida por la Letrada Dª. GEMMA GONZALEZ CALVO. ANTECEDENTES DE HECHO 1 PRIMERO.- El Juzgado de Primera Instancia núm. 1 de Gijón, dictó en los referidos autos Sentencia de fecha 20 de diciembre de 2012 , cuya parte dispositiva es del tenor literal siguiente: "Que estimando parcialmente la demanda formulada por Dña. María Teresa , representado por el Procurador Dña. María Eugenia Castañeira Arias y asistido por le letrado Dña. Gemma González Calvo, contra GRUPO MONSOU, S.L., representado por el procurador Dª Carmen Rey-Stole Castro, y asistido del letrado D. ANGEL ALONSO PEREZ, debo declarar resuelto el contrato de compraventa celebrado entre las partes en fecha 8/1/2010 y que en el contrato figura 8/1/2009 (doc. 1 de la demanda) respecto del vehículo mercedes clase A matrícula ....-....KW , con reciproca devolución de las partes de sus prestaciones. Condenando expresamente al demandado al abono al actor del precio de la compraventa en cuantía de 5.300 € con los intereses que se devenguen respecto del impago de ese importe desde la interpelación extrajudicial de fecha 10/9/2010. Asimismo se condena la demanda la pago a la actora la cantidad de 1.762,85 € en concepto de daños y perjuicios reclamados, cantidad que devengará los intereses en concepto de mora desde la fecha de la demanda hasta el momento de su pago." SEGUNDO.- Notificada la anterior Sentencia a las partes, por la representación de GRUPO MONSOU, S.L. se interpuso recurso de apelación y admitido a trámite se remitieron a esta Audiencia Provincial, y cumplidos los oportunos trámites, se señaló para la deliberación y votación del presente recurso el día 1 de octubre de 2013. TERCERO.- En la tramitación de este recurso se han cumplido las correspondientes prescripciones legales. Vistos siendo Ponente la Ilma. Sra. Magistrada Dª. MARTA MARÍA GUTIÉRREZ GARCÍA. FUNDAMENTOS DE DERECHO PRIMERO.- La actora DÑA. María Teresa formula demanda de juicio ordinario en ejercicio de la acción de resolución de contrato de compraventa y reclamación de daños y perjuicios frente a la mercantil GRUPO MONSOU. La demandada se opone, alegando en primer lugar la prescripción de la acción ejercitada, y en cuanto al fondo que no se dan los requisitos para la resolución del contrato y; subsidiariamente, muestra disconformidad con la cantidad reclamada. La sentencia de instancia estima parcialmente la demanda y declara resuelto el contrato de compraventa, con recíproca devolución de las partes de sus prestaciones, condenando expresamente al demandado al abono al actor del precio de la compraventa en cuantía de 5.300 euros con los intereses que se devenguen respecto del impago de ese importe desde la interpelación extrajudicial de fecha 10/09/2010 y a la cantidad de 1.762,85 euros en concepto de daños y perjuicios reclamados, cantidad que devengará los intereses en concepto de mora desde la fecha de la demanda hasta el momento del pago. La misma es apelada por la parte demandada alegando por error en la valoración de la prueba extrapetitum, incongruencia de la sentencia en relación a la normativa vigente y aplicable al caso relativa a la Ley de Defensa de los Consumidores y Usuarios. SEGUNDO.- Delimitados en la forma expuesta los motivos de recurso, el primero de ellos viene referido a la extralimitación del juzgador al fundamentar su resolución en normativa no referida de contrario, dado que la parte apelada solicita la resolución al amparo de lo dispuesto en el art. 1124 del código civil y el juzgador admite dicha petición en base a la normativa reguladora de la defensa de los derechos de los consumidores y usuarios. El hecho de que se instara la resolución del contrato por el art. 1124 código civil , en nada obsta la posibilidad de examinar la cuestión litigiosa bajo la perspectiva de otra norma, siempre y cuando no se altere la causa de pedir, tal como se tiene dicho en la sentencia de esta sala de 30 de julio de 2010 al decir: " en nada obsta la posibilidad de examinar la cuestión litigiosa bajo la perspectiva de otra norma que sí lo es, siempre y cuando no se altere la causa de pedir, pues lo permite expresamente el art. 218-1, párrafo segundo, de la Ley de Enjuiciamiento Civil , recogiendo una antigua jurisprudencia ordinaria y constitucional que estableció que en atención al principio "iura novit curia", en relación con el principio "da mihi factum, dabo tibi ius", el Juzgador está facultado para aplicar normas distintas, e, incluso, no invocadas por los litigantes, aun cuando en ningún caso la observancia de estos principios puede entenderse de manera absolutamente libre e ilimitada, pues ha de estar condicionada al componente fáctico esencial de la acción ejercitada, es decir, a los hechos alegados por las partes y que resulten probados, así como a la inalterabilidad de la "causa petendi", ya que de 2 lo contrario se vulneraría el principio de contradicción y, por consiguiente, el derecho de defensa, y la dualidad del expresado condicionamiento, tal y como expresa, en una caso similar, la Sentencia de la Sección 1ª de la Audiencia Provincial de Palencia, de 29 de diciembre de 2.006 , con cita de las Sentencias del Tribunal Supremo de 9 de febrero de 1.988 , 17 de mayo de 1.992 , 27 de mayo de 1.993 , 18 de marzo de 1.995 y 24 de julio de 2.006 , y las Sentencias del Tribunal Constitucional de 21 de febrero de 1.989 y 20 de julio de 1.993 . En este mismo sentido se pronuncian las Sentencias de la Audiencia Provincial de Granada, Sección 3ª, de 21 de Febrero de 2.005 , Zamora, Sección 1ª, de 31 de Julio de 2.009 y Madrid, Sección 12ª, de 7 de octubre de 2.009 Y en este sentido se pronuncia la sentencia del TS de 24 de noviembre de 2011 al establecer: " El concepto de la causa de pedir («causa petendi») es uno de los que presentan contornos más difusos en el ámbito del Derecho Procesal. La actual Ley de Enjuiciamiento Civil, frente a la anterior de 1881, que nada decía sobre ello, se viene a referir expresamente a la misma cuando alude al requisito de congruencia de las sentencias en su artículo 218 , al decir que«el tribunal, sin apartarse de la causa de pedir acudiendo a fundamentos de hecho o de derecho distintos de los que las partes hayan querido hacer valer, resolverá conforme a las normas aplicables al caso, aunque no hayan sido citadas o alegadas por los litigantes». De lo anterior se desprende que la causa de pedir está integrada por un doble aspecto: fáctico y jurídico. El primero (fundamentos de hecho) no plantea verdaderos problemas en tanto que los hechos los han de aportar las partes al proceso, sin que el tribunal pueda buscarlos fuera de las alegaciones efectuadas; que podrán serlo, además y por lo general, únicamente en el momento procesal previsto para ello, salvo el caso de hechos nuevos o de nueva noticia o el de algunos procesos especiales en que prima el interés público. Pero sí plantea mayores problemas el aspecto jurídico de la causa de pedir, porque la propia Ley (artículo 218) habla de que el tribunal no puede acudir para resolver la contienda a fundamentos de derecho distintos de los que las partes hayan querido hacer valer, aunque sí a distintas normas jurídicas. La sentencia núm. 288/2004, de 7 abril , afirma que«es doctrina reiterada de esta Sala que el requisito de la congruencia no impone sino una racional adecuación del fallo a las pretensiones de las partes, y a los hechos que las fundamentan, pero no una literal concordancia, por ello, guardando el debido acatamiento al componente jurídico de la acción y a la base fáctica aportada, le está permitido al órgano jurisdiccional establecer su juicio critico de la manera que entienda más ajustada. La STS de 23 de septiembre de 2011 , establece, reproduciendo la de ese mismo tribunal STS 246/2011, de 4 de abril lo siguiente: " Constituye jurisprudencia de esta Sala que el requisito de congruencia de la sentencia se cumple cuando la relación entre el fallo y las pretensiones procesales de las partes no está sustancialmente alterada, entendiéndose por pretensiones procesales las deducidas en los suplicos de los escritos fundamentales del proceso, y no en los razonamientos o argumentaciones que se hagan en los mismos. El deber de congruencia impone el respeto a la causa petendi [causa de pedir] y al petitum [petición] de la demanda. En consecuencia, la incongruencia , en la modalidad extra petita [fuera de lo pedido], solo se produce cuando la sentencia resuelve sobre pretensiones o excepciones no formuladas por las partes alterando con ello la causa de pedir, entendida como conjunto de hechos decisivos y concretos, en suma relevantes, que fundamenta la pretensión ( SSTS de 1 de octubre de 2010, RC n.º 1314/2005 , 11 de febrero de 2010, RC n.º 2524/2005 , 21 de enero de 2010, RC n.º 2349/2005 )". Aplicando la doctrina expuesta, debe concluirse que la sentencia recurrida no incurre en el defecto de incongruencia por extralimitación, pues si bien en la demanda se ejercita la acción de resolución derivada del art. 1124 código civil , también cita como aplicable en la demanda para la resolución pretendida el texto refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, aplicando el juzgador para llegar a la resolución que plasma en el fallo de la resolución ambas legislaciones. TERCERO.- Empezaremos el análisis de la cuestión de fondo debatida, resolución contractual, desde el prisma del art. 1124 del código civil . En relación a esta acción la parte apelante invoca, reiterando lo sostenido en la instancia, la prescripción de esta acción con base en el art. 1490 del código civil . El recurso en este punto en concreto ha de ser desestimado. El art. 1490 invocado, resulta inaplicable en aquellos supuestos en que la demanda no se dirija a obtener las reparaciones provenientes de vicios ocultos, sino los derivados del defectuoso cumplimiento al haber sido hecha la entrega de cosa distinta, o con vicios que hagan impropio el objeto de la compraventa al fin que se destina. Y la demanda origen del recurso se proyecta a un defectuoso cumplimiento contractual imputable a la ahora apelante (art. 1124), al vender un vehículo con defecto que le hace impropio para el fin a que estaba 3 destinado, y tratarse de vicio de calidad constitutivo de prestación defectuosa determinante de incumplimiento contractual y consiguiente insatisfacción del comprador. CUARTO.- Sentado lo anterior, hemos de determinar si la conclusión del magistrado "a quo", es ajustada o no a derecho. En la sentencia de instancia se estima la resolución de la compraventa instada por entender que el vehículo resulta inhábil para su uso, pues presenta una serie de defectos que le inhabilitan para circular. La conclusión alcanzada en la apelada aparece acredita por los informes periciales de autos, tanto el aportado por la parte demandante donde el Ingeniero Técnico industrial Sr. Rodrigo concluye que el vehículo presenta fallos probados muy graves en los sistemas de seguridad que lo inhabilitan para circular. Presenta fallos probados en el sistema de inyección de combustible que causan un funcionamiento y comportamiento anormales carretera que lo inhabilitan para circular. Y de forma similar se pronuncia el perito Sr. Vidal quien después de realizar las comprobaciones descritas en su informe entiende que la situación del vehículo en la actualidad no es muy óptima si bien con los fallos que el mismo que el mismo muestra en la actualidad no pasaría la inspección técnica obligatoria, no pudiendo el mismo circular por vías públicas. Con arreglo a lo expuesto, la importancia y naturaleza de los vicios existentes en la cosa vendida hace que pueda declararse que dicho vehículo es inhábil para los fines esperados, y por tanto la acción ejercitada en la denominada "aliud pro alio", deba ser acogida. Ratificando la doctrina citada por el juzgador que recoge el criterio de la Sala que sigue la doctrina sentada por el TS, tanto la citada en la sentencia como en la de 22 de mayo de 2012 , con cita de la de de 19 de enero de 2007 , donde se establece: " para que proceda la aplicación de la doctrina del aliud pro alio que niega la apelada, es preciso que los vicios apreciados en el objeto sean de tal entidad que inhabiliten la cosa para el fin a que iba a ser destinada por el comprador; incumplimiento que trasciende de las meras imperfecciones del objeto que no lo inhabilitan ." En palabras de la sentencia del TS de 4 de abril de 2005 , " la doctrina jurisprudencial ha entendido que se está en presencia de entrega de cosa diversa o " aliud pro alio" cuando existe pleno incumplimiento por inhabilidad del objeto y consiguiente insatisfacción del comprador, al ser aquel impropio para el fin a que se destina, lo que permite acudir a la protección dispensada en los arts. 1124 y 1101 del código civil , pues como puntualiza la sentencia de 20 de enero de 1984 , la ineptitud del objeto para el uso a que debía ser destinado significa incumplimiento del contrato y no vicio redhibitorio lo que origina sometimiento a distintos plazos de prescripción ". Que se reitera en la de 20 de noviembre de 2008 donde se dice: " la doctrina del aluid pro alio se desarrolla a partir del art. 1166 del código civil , que establece que el deudor de una cosa no puede obligar a su acreedor a que reciba otra diferente, aun cuando fuere de igual o mayor valor que la debida; por tanto, identificada la cosa debida, no es posible, sin un acuerdo entre las partes, cambiarla, porque el cambio unilateral por parte del deudor determina el incumplimiento de la obligación; en definitiva el "aliud pro alio" se aplica cuando en el contrato de compraventa se da una cosa diversa a la convenida, lo que se pone de manifiesto cuando hay una falta tal grave de las cualidades del bien entregado, se odontológica o funcionalmente, que permite considerar que se está ante un incumplimiento contractual. Es cierto que la doctrina de esta Sala ha incluido en los casos de falta de adecuación de las prestaciones de acuerdo con lo estrictamente pactado, aquello otros en que produciéndose una objetiva y natural identidad, la prestación ofrecida en inhábil en relación con el objeto o inidónea para cumplir las finalidades o intereses del acreedor cuando éstos han sido conocidos por el deudor ( SSTS 29 octubre 1990 , 1 marzo 1991 , 28 enero 1992 , 23 enero 1998 )". QUINTO.- Por lo que hace referencia a la resolución del contrato acogido en sentencia en base a la normativa que contempla el Texto Refundido de la ley de consumidores, y si bien la posibilidad que en ella se regula no es absoluta, sino que está supeditado, por un lado, a que no sea posible la reparación o sustitución (arts. 119 y 121) y, por otro, a que la falta de conformidad no sea de escasa importancia (art. 121 in fine), en cuyo caso el consumidor solo podrá pedir una rebaja del precio. También dispone esa Ley que el vendedor está obligado a entregar al consumidor y usuario productos que sean conformes con el contrato, respondiendo frente a él de cualquier falta de conformidad que exista en el momento de la entrega del producto (art. 116 ). Y que el consumidor y usuario tiene derecho a la reparación del producto, a su sustitución, a la rebaja del precio o a la resolución del contrato, de acuerdo con lo previsto en este título (art. 118 ). A continuación dice la mencionada Ley 1/2007 en su artículo 119 dice que si el producto no fuera conforme con el contrato, el consumidor y usuario podrá optar entre exigir la reparación o la sustitución del producto, salvo que una de estas dos opciones resulte objetivamente imposible o desproporcionada. Desde el momento en que el consumidor y usuario comunique al vendedor la opción elegida, ambas partes habrán de atenerse a ella. Esta decisión del consumidor y usuario se entiende sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo siguiente para los supuestos en que la reparación o la sustitución no logren poner el producto en 4 conformidad con el contrato. Y en el art. 121 se dice que la rebaja del precio y la resolución del contrato procederán, a elección del consumidor y usuario, cuando éste no pudiera exigir la reparación o la sustitución y en los casos en que éstas no se hubieran llevado a cabo en plazo razonable o sin mayores inconvenientes para el consumidor y usuario. Siendo así que en este caso, la opción elegida por el consumidor de resolver el contrato se adecua a la normativa citada, siendo suficiente para ello la acreditación de la inhabilidad del vehículo para circular. A ello no es óbice que el vehículo pueda ser reparado tal como consta en el presupuesto de MercedesBenz, pues ascendiendo el importe de la misma a la suma de 2.929,28 euros, cantidad a la que habrá de añadirse el importe de las reparaciones ya efectuadas en el vehículo en cuantía de 1.510 euros, resulta una cantidad próxima al precio del vehículo (5.300 euros), por lo que la reparación aparece a todas luces como antieconómica. SEXTO.- Es objeto igualmente de recurso el importe de los perjuicios causados a la apelada. En primer lugar y por lo que respecta al precio del vehículo mostramos total conformidad con el juzgador que se atiene al precio que figura en el contrato, al que deben someterse los contratantes para cumplir el mandato del art. 1124 del código civil pues la resolución implica que no solo se resuelve la obligación incumplida, sino las dos obligaciones recíprocas, lo que lleva consigo la restitución de las prestaciones que se hubieren realizado, y ello junto al resarcimiento de daños. En este último concepto deben incluirse como perjuicios el importe de las reparaciones efectuadas al vehículo por cuantía de 1.510, 85 euros, así como el importe de 69,38 euros por el chequeo del vehículo, necesario para conocer los defectos de los que adolecía el vehículo. Por lo que la apelación de estos extremos no puede prosperar. En lo que sí debemos dar la razón al recurrente es en el abono de las viñetas correspondientes a los años 2011 y 2012, concedidas en las instancia, por lo que deber ser revocada la sentencia en este punto pues permaneciendo el vehículo en poder de su propietario, se desconoce el momento en que el mismo dejó de circular y de ser utilizado quedando depositado en un taller sin prestar el uso que le es propio por estar inhabilitado para circular. Por lo que de la reclamación total admitido en sentencia debe ser excluido el importe de 252 euros. SEPTIMO.- No procede hace expresa imposición de las costas procesales causadas en ambas instancias, en virtud de los dispuesto en los arts. 394.2 y 398.2 de la Ley de Enjuiciamiento Civil . Por lo expuesto, este Tribunal decide: FALLO ESTIMAR PARCIALMENTE el recurso de apelación interpuesto por la Procuradora Sra. Rey-Stolle Castro en no mbre y representación de la mercantil GRUPO MONSOU contra la sentencia dictada el 20 de diciembre de 2012 por el juzgado de Primera instancia Nº 1 de Gijón en los autos de juicio ordinario nº 327/2012, y en consecuencia, manteniendo el resto de pronunciamientos, REVOCAR la citada resolución en el único sentido de excluir de la condena de pago de la apelante a la actora en concepto de daños y perjuicios el importe de las viñetas correspondientes a los ejercicios 2011 y 2012, sin hacer expresa imposición de las costas procesales causadas en ambas instancias. Así, por esta nuestra Sentencia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos. 5