Biografía de JUAN ERNESTO PIVEL DEVOTO Juan Ernesto Pivel

Centro de Documentación y Estudios de Iberoamérica
Biografía de JUAN ERNESTO PIVEL DEVOTO
Juan Ernesto Pivel Devoto, distinguido representante de la cultura nacional, tuvo una larga
trayectoria intelectual y política. Hombre de infatigable labor y sólida convicción, se
destacó como profesor, historiador e investigador; ocupó también altos cargos
administrativos y de gobierno. Autor de una valiosa producción bibliográfica, prestigiosa y
calificada -que innovó la historiografía tradicional del país-, aplicó en sus obras
metodología e investigación, manteniendo una posición crítica.
Juan Pivel Devoto nació en Paysandú el 22 de marzo de 1910, hijo de Laura Devoto y Juan
Pivel; realizó sus estudios primarios en el Colegio de los Padres Salesianos de esa ciudad.
Desde muy joven se interesó por la lectura; entre los autores su preferido fue Juan Zorrilla
de San Martín, al mismo tiempo fue creciendo su gusto por la historia nacional. En 1919 se
radicó con su familia en Montevideo; aquí continuó sus estudios en los Talleres de Don
Bosco. En esta etapa de su vida, el gusto por la historia se convirtió en pasión; el influjo de
Francisco Bauzá fue notable en su formación. Junto a su creciente interés por la vida
política y social y su profundo nacionalismo, se hizo más sólida su vocación por la historia
y la docencia. Siendo muy joven comenzó a frecuentar el Instituto Histórico, donde
conoció a sobresalientes personalidades de la época como: Pablo Blanco Acevedo, Mario
Falcao Espalter y Gustavo Gallinal, entre otros. Pivel consideraba que la investigación
debía ser "objetiva", fundada en los documentos, aunque sin despegarse de la realidad.
De hecho, su militancia partidaria nunca lo apartó de su incansable tarea investigadora.
En 1930 se inició en la docencia, aceptando la cátedra de “Historia y Constitución” en el
Instituto "Gabriela Mistral". También aumentó considerablemente su actividad cultural,
realizando tareas para el Instituto Histórico Geográfico y el Archivo General de la Nación,
además de colaborar con el Museo Histórico Nacional. En 1936 ingresó como profesor de
Historia Nacional en la Escuela Militar y en el Liceo Francés, donde consolidó su vocación
docente. Apenas con 30 años obtuvo el premio "Blanco Acevedo" otorgado por la
Universidad de la República, en razón de la obra titulada: "Historia de los Partidos Políticos
en el Uruguay”.
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Desde 1940 a 1982 se dedicó incansablemente a la dirección del Museo Histórico
Nacional, donde puso todas sus energías en recuperar el acervo cultural nacional, por
entonces desperdigado y difuso. A ese fecundo período de su vida se deben los proyectos
de creación de varios museos así como su prédica en favor de la adquisición de obras de
arte de pintores nacionales por parte del Estado. En 1941 dirigió la Comisión de
Monumentos Históricos, con el objetivo de preservar y resaltar el patrimonio artístico
nacional.
Trabajó incansablemente en las publicaciones periódicas como la “Revista Histórica” e
impulsó el desarrollo del notable “Archivo Artigas”. Pero su obra cultural no terminó allí;
cabe resaltar que con la colaboración de Lauro Ayestarán inició en 1940 la sección de
Musicología, que instaló en el Museo Romántico. Además, realizó un logro imprescindible
con la adecuación de los archivos en los museos nacionales. Desde 1948 colaboró con el
semanario “Marcha”.
En 1954 fue electo para integrar el Consejo Departamental de Montevideo; su gestión se
orientó, en líneas generales, al desarrollo cultural de la ciudad y su entorno, concretando
la recuperación del edificio del Cabildo, que pasaría al patrimonio municipal. Intervino en
la creación de la Orquesta Sinfónica Municipal, de las Bibliotecas Municipales y en el
traslado de la "Puerta de la Ciudadela" a su emplazamiento original. En su carácter de
presidente de la Comisión de Nomenclatura de Municipio inició el proyecto sobre la
nomenclatura de Montevideo.
Como ministro de Instrucción Pública y Previsión Social fundó el Instituto del Libro, el
Taller de Restauración del Patrimonio Histórico y el Hogar Estudiantil de Treinta y Tres,
alentando –asimismo- la restauración de numerosos monumentos históricos. Durante su
administración se otorgaron "premios literarios" y otros de carácter artístico. Hizo realidad
el importante proyecto denominado "Casa de la Cultura", con un fin sociocultural;
además, promovió subsidios gubernamentales a instituciones culturales y alentó el
fomento de las publicaciones literarias y científicas.
La dedicación al trabajo en Pivel Devoto no parecía tener límites; continuó su tarea
docente y fue miembro del Consejo Departamental de Montevideo por el Partido
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Nacional, entre 1955 y 1959; se desempeñó como Presidente del SODRE en el período de
1959 a 1963 y ocupó el ministerio de Instrucción Pública y Previsión Social entre 1963 y
1967. Presidió la Comisión del Patrimonio Artístico de la Nación en 1970. Hombre
comprometido con la historia de su tiempo, integró el H. Directorio del Partido Nacional y
1983, en plena época dictatorial, fue nombrado presidente del mismo. Al restaurarse en el
país la democracia se encargó de la presidencia del CODICEN, en 1985. Fue, también,
miembro del Comité Ejecutivo de la UNESCO en Uruguay.
El Uruguay debe al Prof. Juan E. Pivel Devoto un proyecto para la expropiación del predio
en el que nació José Artigas en Montevideo, en las calles Colón y Cerrito. A su proficua
labor en beneficio de la cultura debe agregarse su actuación como vicepresidente de la
Comisión de Autores Clásicos y la publicación de la "Colección de Clásicos Uruguayos",
obra representativa de la cultura nacional.
En 1994 un quebranto de salud lo alejó de su amada labor y el 11 de febrero de 1997
falleció en Montevideo. El país y la cultura nacional perdían a una de sus más destacadas
personalidades, la que aún pervive en las instituciones y en la tareas en las que participó,
también en quienes se formaron junto a él; muy especialmente en su magnífica colección
de libros, creada por el impulso personal y el de su esposa Alcira Ranieri de Pivel Devoto.
Esta colección fue legada por su familia al Partido Nacional, que la ha encomendado a la
Universidad de Montevideo. Actualmente, luego de restaurada, se encuentra en la sede
del CEDEI al servicio de la comunidad nacional e internacional.
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