Roj: SAP M 8490/2012 - ECLI:ES:APM:2012:8490 Id Cendoj: 28079370132012100201 Órgano: Audiencia Provincial Sede: Madrid Sección: 13 Nº de Recurso: 711/2011 Nº de Resolución: 238/2012 Procedimiento: Recurso de Apelación Ponente: CARLOS CEZON GONZALEZ Tipo de Resolución: Sentencia AUD.PROVINCIAL SECCION N. 13 MADRID SENTENCIA: 00238/2012 AUDIENCIA PROVINCIAL DE MADRID Sección 13 1280A FERRAZ 41 Tfno.: 91-4933964/6/3909/11 Fax: 91-493.39.10 N.I.G. 28000 1 0008534 /2011 Rollo: RECURSO DE APELACION 711 /2011 Proc. Origen: PROCEDIMIENTO ORDINARIO 824 /2009 Órgano Procedencia: JDO. 1A.INST.E INSTRUCCIÓN N. 7 de COLLADO VILLALBA De: C.P. DIRECCION000 LA BALCONADA Procurador: MIGUEL ANGEL APARICIO URCIA Contra: Gervasio Procurador: CARMEN ARMESTO TINOCO Ponente: ILMO. SR. D.CARLOS CEZÓN GONZÁLEZ Magistrados: Ilmo. Sr. D. MODESTO DE BUSTOS GÓMEZ RICO Ilmo. Sr. D. CARLOS CEZÓN GONZÁLEZ Ilmo. Sr. D. JOSÉ GONZÁLEZ OLLEROS SENTENCIA En Madrid, a veintisiete de abril de dos mil doce. La Sección Decimotercera de la Audiencia Provincial de Madrid, compuesta por los Señores Magistrados expresados al margen, ha visto en grado de apelación los autos de Juicio Ordinario sobre reclamación de cantidad, procedentes del Juzgado de Primera Instancia nº 7 de los de Collado Villalba, seguidos entre partes, de una, como demandante-apelado D. Gervasio , representado por la Procuradora Dª Carmen Armesto Tinoco y asistido de la Letrada Dª Mª Pilar Gallardo Rodríguez, y de otra, como demandado-apelante COMUNIDAD GENERAL DE PROPIETARIOS DIRECCION000 - LA BALCONADA DE COLLADO VILLALBA, representado por el Procurador D. Miguel Ángel Aparicio Urcia y asistido del Letrado D. Mario Prendes-Pando Osorio. I.- ANTECEDENTES DE HECHO 1 PRIMERO. Por el Juzgado de Primera Instancia Siete de los de Collado Villalba, en el indicado procedimiento de juicio ordinario 824/09, se dictó, con fecha 9 de noviembre de 2010, sentencia con Fallo del siguiente tenor: "Estimo parcialmente la demanda interpuesta por el Procurador Sr. Muñoz Ariza en nombre y representación de D. Gervasio , y, en su virtud, condeno a la 'COMUNIDAD DE PROPIETARIOS DIRECCION000 , LA BALCONADA, DE COLLADO VILLALBA', a pagar la cantidad de 2.730,00 euros, más los intereses legales desde la fecha de presentación de la demanda y al pago de las costas procesales ocasionadas en la tramitación de este procedimiento. "Cada parte abonará las costas causadas a su instancia y las comunes por mitad". La anterior sentencia fue corregida por auto de 24 de enero de 2011 , con esta parte dispositiva: "Aclaro la sentencia de fecha 9.11.10 dictada en el presente procedimiento, de modo que el fallo debe decir: 'Estimo parcialmente la demanda interpuesta por el Procurador Sr. Muñoz Ariza en nombre y representación de D. Gervasio , y, en su virtud, condeno a la 'COMUNIDAD DE PROPIETARIOS DIRECCION000 , LA BALCONADA, DE COLLADO VILLALBA', a pagar la cantidad de 2.730,00 euros, más los intereses legales desde la fecha de presentación de la demanda. Cada parte abonará las costas causadas a su instancia y las comunes por mitad". SEGUNDO. Contra dicha resolución interpuso recurso de apelación la comunidad de propietarios demandada. Las actuaciones fueron registradas en esta Audiencia Provincial el 17 de octubre de 2011 . TERCERO. Elevadas las actuaciones a esta Audiencia Provincial correspondió, por reparto, el conocimiento del recurso a esta Sección Decimotercera. Fue incoado el correspondiente rollo y se asignó ponencia, con arreglo a las normas preestablecidas al efecto. Se señaló para la DELIBERACIÓN, VOTACIÓN y FALLO del recurso el día 25 de abril de este año y dicho día fue examinada y decidida la apelación por este Tribunal. II. FUNDAMENTOS DE DERECHO PRIMERO. El Tribunal acepta los Fundamentos de Derecho de la sentencia recurrida en lo coincidente con lo que luego se expondrá. SEGUNDO. Don Gervasio formuló demanda contra la Comunidad de propietarios DIRECCION000 , La Balconada, de Collado Villalba, en reclamación de 3.060,44 euros, por daños registrados en el automóvil de su propiedad, Peugeot 306, matrícula Y-....-YG , por caída el 24 de enero de 2009 sobre el vehículo, que se hallaba aparcado, de un árbol de la especie arizónica propiedad de la comunidad de propietarios. La sentencia de la primera instancia estimó parcialmente la demanda, reconociendo solo como perjuicio el valor venal del vehículo, incrementado en un 30 por ciento por valor de afección (2.730 euros), en lugar de los 3.060,44 euros reclamados. La comunidad de propietarios demandada y condenada al pago ha recurrido en apelación dicha sentencia, invocando como motivos: [-Primero.-] Falta de litisconsorcio pasivo necesario. Omisión de demanda a la compañía aseguradora de la urbanización. [-Segundo.-] Infracción del artículo 1902 del Código Civil y error en la valoración de la prueba. TERCERO. [-Uno.-] Aunque la excepción de litisconsorcio pasivo necesario no pudo hacerse valer eficazmente en la contestación a la demanda (porque la misma se presentó fuera de plazo y se tuvo por no hecha), la excepción es apreciable de oficio, por lo que debe el Tribunal examinar su concurrencia, invocada en esta instancia por apelante. No existe falta de litisconsorcio pasivo necesario por no demandarse a la aseguradora con la que la demandada tenía concertada una póliza de seguro de comunidades. El procedimiento se halla perfectamente constituido entre el perjudicado y la comunidad de propietarios dueña del árbol causante de los daños, correcto establecimiento de la litispendencia que no queda alterado por el hecho de que la demandada sea tomadora de una póliza de seguro que podría cubrir el concreto siniestro para la comunidad demandada derivado de los hechos de estos autos. Porque puede haber responsabilidad de la comunidad y no existir cobertura del seguro, porque la responsabilidad de la aseguradora, de existir, sería solidaria con la de la comunidad asegurada y ello excluiría la necesidad del litisconsorcio pasivo, a tenor de lo dispuesto en el artículo 1144 del Código Civil , y porque la relación de aseguramiento no trasmuta el objeto de un juicio como el presente, hasta el extremo de hacer que la tutela jurisdiccional solicitada sólo pueda hacerse 2 efectiva accionando conjuntamente frente a la asegurada y a la aseguradora ( artículo 12, apartado dos, de la ley procesal civil ). [-Dos.-] El precepto legal que contempla específicamente la controversia de estos autos es el artículo 1908 del Código Civil , sin que una eventual subsunción de los hechos en dicha norma constituya alteración de la causa de pedir de la demanda, aunque este precepto no haya sido citado en tal primer escrito y sí el 1902 del mismo código, sin que pueda olvidarse que los dos artículos se integran en un mismo capítulo del código citado, con el epígrafe "de las obligaciones que nacen de la culpa o negligencia", ni que la causa de pedir la constituye el "conjunto de hechos jurídicamente relevantes para fundar la pretensión" ( Tribunal Supremo, Sentencias de 19 de junio de 2000 , 16 de noviembre de 2000 y 20 de julio de 2001 ), viniendo "integrada por el conjunto de hechos esenciales para el logro de la consecuencia jurídica pretendida" ( Tribunal Supremo, Sentencias de 3 de mayo de 2000 , 31 de diciembre de 2006 y 14 de febrero de 2008 ), de modo que los hechos que conforman en esta litis la causa de pedir son: -la caída del árbol sobre el vehículo, -los daños causados en el vehículo, -la propiedad del vehículo y del árbol, -la actuación previa a los hechos de ambos dueños, -la causa de la caída del árbol, -las concretas circunstancias del viento en el lugar el día en que se produjo el derrumbe - y los hechos de los que inferir el carácter previsible y evitable de la caída. En definitiva, la reclamación del demandante se sustenta en hechos de los que puede resultar la consecuencia jurídica pretendida ya por aplicación del artículo 1902 o por aplicación del artículo 1908 del Código Civil , por lo que el Tribunal puede estudiar la existencia de la responsabilidad instada en el juicio al amparo de esta última norma, conforme autoriza el artículo 218, apartado uno, segundo párrafo, de la Ley de Enjuiciamiento Civil . [-Tres.-] El artículo 1908 del Código Civil previene que responderán los propietarios de los daños causados "por la caída de árboles colocados en sitios de tránsito, cuando no sea ocasionada por fuerza mayor". Ha quedado probado en el proceso la caída del árbol el 24 de enero de 2009 y los daños en el vehículo del demandante a consecuencia de tal caída, sin que ya en el recurso se discuta la cuantía de la reparación de dichos daños ni el valor venal del coche. La responsabilidad del dueño del árbol que causa daños por caída es, en nuestro código civil, objetiva, derivada de la mera propiedad, que impone al titular del derecho la observancia del debido cuidado por preservar intereses ajenos que puedan quedar lesionados por manifestaciones del bien, como su derrumbe, o sufrir las consecuencias de los perjuicios causados a terceros, salvo fuerza mayor. En el caso de estos autos, la noche de la caída, el viento alcanzó en el observatorio meteorológico de Navacerrada (el más próximo al lugar de los hechos) una racha máxima de viento de 121 kilómetros por hora a las 0,32 horas (informe de la Agencia Estatal de Meteorología, documento 6 de los de la demanda), que constituye una fuerza de arrastre considerable, sin que quepa decir que se trató de algo insólito, excepcional o difícilmente repetible, pues en el mismo observatorio (en Navacerrada, el más próximo a Collado Villalba) se registraron aquel mismo mes de enero de 2009 rachas de 80 kilómetros por hora el día 19, de 107 kilómetros por hora el día 23, de 80 kilómetros por hora el día 30 y de 81 kilómetros por hora el día 31, según listado de la Agencia Estatal de Meteorología adjunto al informe pericial (folio 29 de las actuaciones del Juzgado), habiendo informado en el juicio el perito don Rafael Cuevas Videgain que siniestros de esta clase no son raros en las urbanizaciones de la sierra de Madrid, sino que se vienen produciendo con alguna periodicidad, porque al hallarse los árboles en zonas ajardinadas continuamente regadas, sus raíces no profundizan para buscar la humedad y, por ello, no arraigan suficientemente en la tierra, creciendo los árboles sin que las raíces aguanten el peso y, de ahí su arranque por vientos fuertes, cuando llegan. De otra parte, no consta que el viento de aquel día en Collado Villalba hubiese de incluirse entre los riesgos del Reglamento del Seguro de Riesgos Extraordinarios, aprobado por Real Decreto 300/2004, de 20 de febrero, pues carecemos de datos que permitan comprenderlo en los fenómenos descritos en el artículo 2, apartado uno, letra e ), del referido Reglamento como ciclones violentos de carácter tropical (concurrencia y simultaneidad de velocidades de viento superiores a 96 kilómetros por hora, promediados sobre intervalos de 3 10 minutos y precipitaciones de intensidad superior a 40 litros de agua por metro cuadrado y hora) o borrascas frías intensas con advección de aire ártico (concurrencia y simultaneidad de velocidades de viento mayores de 84 kilómetros por hora, promediados sobre intervalos de 10 minutos, con temperaturas potenciales que, referidas a la presión del nivel del mar en el punto costero más próximo, sean inferiores a seis grados bajo cero), porque, hasta los 135 kilómetros por hora (viento extraordinario), la simple superación de los 84 o 96 kilómetros por hora en la velocidad del viento, sin las restantes notas meteorológicas, no conforman un riesgo extraordinario de los del Reglamento específico. En este caso solo sabemos que el viento alcanzó en el observatorio meteorológico más próximo al lugar, la noche de la ocurrencia de la caída del árbol, una racha máxima de viento de 121 kilómetros por hora a las 0,32 horas. Son requisitos de la fuerza mayor que el hecho, además de imprevisible (o que previsto sea inevitable, insuperable o irresistible), por aplicación de los artículos 1182 y 1184 del Código Civil , haga imposible el cumplimiento de la obligación previamente contraída o impida el nacimiento de la que, conforme a los artículos 1902 y 1903 y siguientes del mismo código , puede sobrevenir, debiendo existir entre el daño producido y el evento que lo produjo un nexo de causalidad eficiente ( Tribunal Supremo, Sentencias de 7 de abril de 1965 , 18 de noviembre de 1980 y 17 de mayo de 1983 ). En el caso que se enjuicia ni los fuertes vientos en la zona ni la caída de un árbol por la acción de esos fuertes vientos son hechos imprevisibles, puesto que acontecen, aunque con frecuencia baja, y el problema es bien conocido por los tasadores de seguros, según declaró en el juicio el perito señor Cuevas que, incluso, explicó la causa más común de esas caídas y manifestó, por su experiencia, que vientos de 70 u 80 kilómetros por hora pueden derribar árboles con raíces no profundas. Y faltando datos referidos a medidas de precaución adoptadas (prudentes podas de altura del arbolado) u omitidas y posibilidades de control de la estabilidad del árbol, atendiendo a su corpulencia y a su arraigo en la tierra, no puede considerarse acreditado que estemos ante un caso de fuerza mayor y ha de considerarse ajustada a derecho la estimación parcial de la demanda pronunciada en la sentencia recurrida. CUARTO. Desestimaremos el recurso. QUINTO. Las costas de esta instancia se impondrán a la comunidad de propietarios recurrente, conforme a lo dispuesto en los artículos 398 y 394 de la Ley de Enjuiciamiento Civil . Con pérdida del depósito constituido para recurrir, según lo dispuesto en el apartado nueve de la disposición adicional decimoquinta de la Ley Orgánica del Poder Judicial . III. FALLAMOS Que debemos DESESTIMAR y DESESTIMAMOS el recurso de apelación interpuesto contra la sentencia de 9 de noviembre de 2010 , con corrección de error material hecha por auto de 24 de enero de 2011, del Juzgado de Primera Instancia número Siete de los de Collado Villalba dictada en el procedimiento del que dimana este rollo, CONFIRMANDO dichas resoluciones y condenando a la recurrente, Comunidad de propietarios DIRECCION000 , La Balconada, de Collado Villalba, al pago de las costas de la apelación. Con pérdida del depósito constituido para recurrir. Al notificar esta resolución, instrúyase a las partes sobre los recursos que pudieran caber contra la misma, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 248, apartado cuatro, de la Ley Orgánica del Poder Judicial . Así por esta nuestra sentencia, de la que se unirá certificación al rollo de sala 711/11, lo pronunciamos, mandamos y firmamos. PUBLICACION.- Firmada la anterior resolución es entregada en esta Secretaría para su notificación, dándose publicidad en legal forma, y se expide certificación literal de la misma para su unión al rollo. Certifico 4