La vida es un conjunto de experiencias para

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" La vida es un conjunto de
experiencias para gozar, no
para sobrevivir. Nunca
guardes nada para una
ocasión especial, cada día que
vives es una ocasión especial;
abre los brazos al cambio,
pero nunca pierdas tus
valores. "
El espíritu de la educación es el
conocimiento, no de los hechos, sino
"
de conocimientos, contesta que hoy tuvo suerte:
ya ha obtenido una gran pesca y se la ha vendido
al pescadero por un buen precio. En su opinión, ya
ganó más que suficiente dinero por hoy. Entonces
el turista se escandaliza por esta evidente falta de
previsión y advierte al pescador que debe poner
más atención a las eventualidades futuras: es
posible que no siempre tenga tanta suerte como
hoy y, por lo tanto, sería conveniente guardar
dinero para los tiempos malos. Es más, el
pescador debe pensar en su familia en caso de un
accidente grave y debe también guardar para un
posible desastre. El pescador continúa amistoso y
paciente, y le explica que conoce bien su trabajo,
con todos los trucos y que, por consiguiente,
confía en que siempre pescará suficiente, aunque
quizás no tanto como hoy. Y si llegase a suceder
lo peor -¡que Dios no quiera!- no hay por qué
desesperarse; después de todo, tiene muchos
familiares y buenos amigos que sin duda estarían
dispuestos a ayudar a su familia en caso de mala
suerte.
Entretanto, mi compatriota ha pasado de etnógrafo
a experto en desarrollo: comienza a describir un
futuro brillante, espléndido, para el pescador, con
de los valores (William R. Inge)
tal que éste demuestre estar dispuesto a aceptar la
orientación de su benévolo asesor. El pescador no
tiene sino que utilizar su tiempo al máximo, en
Anécdota del metodólogo principiante:
lugar de permanecer ocioso; así podría pescar
más cada día. El dinero extra de esta pesca se
El difunto Heinrich Böll, ganador del Premio Nobel podría invertir en modernos equipos para pescar
de Literatura, escribió una vez un cuento titulado aún más y así obtener más ingresos adicionales.
"Anécdota para socavar la moral de trabajo". Este
cuento ilustra de manera bastante entretenida el
De esta manera, el pescador podría invertir más
problema de la modernidad y los valores
universales, por una parte, y el tradicionalismo con dinero y eventualmente comprarse un buen barco,
y así sucesivamente... Después de algunas
respecto a costumbres específicas, por otra.
fantasías más, el experto en desarrollo en potencia
Imaginemos un paraíso de vacaciones en el
ya se está imaginando la compra de helicópteros
Mediterráneo, tal como hubiera podido existir en
Italia o España hace más de 30 años: una playa de propios para llevar suministros frescos a la cadena
arenas blancas y un cielo azul, despejado, con un de restaurantes de lujo especializados en pescado.
La paciencia de la víctima de tan buenos consejos
resplandeciente sol de mañana.
comienza a desvanecerse. Interrumpe a mi
compatriota para preguntarle por qué debe pasar
Un turista solo - compatriota de Böll y nuestro tanto trabajo para semejante desarrollo. En este
camina por la playa, disfrutando de la tranquilidad punto, el desarrollista amateur se siente triunfante:
y el ambiente solitario de las primeras horas de la "Si logras todo esto, tendrá suficiente dinero para
mañana. Pero, no tarda en darse cuenta de que no hacer todo lo que quiera el resto de su vida". "Eso
está totalmente solo: se encuentra también en este está muy bien - le contesta el pescador - pero eso
escenario un pescador de la localidad, recostado a es lo que ya estoy haciendo...
la sombra de su embarcación. El turista siente
vergüenza por esa flojera tan flagrante que viola su
ética protestante, y se pregunta por qué será que
el pescador está ocioso a esa hora de la mañana.
En vista de que conoce el idioma local, despierta
dentro de él su alma de etnógrafo y comienza a
interrogar al pobre pescador, preguntándole por
qué no está trabajando, como debería.
Nuestro pescador, con la cortesía y paciencia de la
mayoría de las víctimas de los etnógrafos y su sed

ANA
Anécdota interesante que habla de
cómo hacer las cosas sólo por
hacerlas y cumplir… y hacerlas de
corazón! Nadie puede hacer que
usted preste un buen servicio a sus
clientes… porque un buen servicio es
una alternativa. Harvey Mackay nos
cuenta una maravillosa historia
acerca de un taxista que prueba este
punto.
Él estaba haciendo fila para ir al
aeropuerto, cuando un taxista se le
acercó. Lo primero que Harvey notó
fue que el taxi estaba limpio y
brillante. El chofer muy bien vestido,
con una camisa blanca, corbata
negra y pantalones negros muy bien
planchados, salió del auto, dio la
vuelta y le abrió la puerta trasera del
taxi a Harvey. Le alcanzó un cartón
plastificado y le dijo: “Yo soy Wally,
su chofer. Mientras pongo su maleta
en el portaequipaje, me gustaría que
lea mi misión”.
Después de sentarse, Harvey leyó la
tarjeta: Misión de Wally: “Hacer
llegar a mis clientes a su destino final
de la manera más rápida, segura y
económica posibles, brindándole un
ambiente amigable…”
Mi amigo Harvey quedó impactado.
Especialmente cuando se dio cuenta
que el interior del taxi estaba igual
que el exterior, limpio, sin una
mancha! Mientras se acomodaba
detrás del volante, Wally le dijo: “¿La
gustaría un café? Tengo unos termos
con café regular y descafeinado”. Mi
amigo, bromeando, le dijo: “No,
preferiría un refresco”. Wally sonrió
y dijo: “No hay problema, tengo un
conservador con coca cola regular y
dietética, agua y jugo de naranja”.
Casi tartamudeando, Harvey le dijo:
“Tomaré la coca cola dietética”.
Pasándole la bebida, Wally le dijo:
“Si desea usted algo para leer, tengo
el Wall Street Journal, Time, Sport
Illustrated y USA Today…”
Al comenzar el viaje, Wally le pasó a
mi amigo otro cartón plastificado
diciéndole: “Estas son las estaciones
de radio que tengo y la lista de
canciones que tocan, si quiere
escuchar la radio”. Y como si esto no
fuera demasiado, Wally le dijo a
Harvey que tenía el aire
acondicionado prendido y preguntó
si la temperatura estaba bien para él.
Luego le avisó cuál sería la mejor
ruta a su destino a esa hora del día.
También le hizo conocer que estaría
contento de conversar con él, o si
Harvey prefería, lo dejaría solo en
sus meditaciones…
“Dime Wally –le preguntó mi
asombrado amigo-, ¿siempre has
atendido a tus clientes así?” Wally
sonrió a través del espejo retrovisor y
dijo: “No, no siempre. De hecho
solamente los últimos dos años. Mis
primeros cinco años manejando los
gasté la mayor parte del tiempo
quejándome, igual que el resto de los
taxistas. Un día escuché en la radio
acerca de Wayne Dyer, un “gurú” del
desarrollo personal… El acababa de
escribir un libro llamado “Tú lo
obtendrás cuando creas en ello”.
Dyer decía que si tú te levantas en la
mañana esperando tener un mal día,
seguro lo tendrás, muy rara vez te
frustrarás. Él decía: “Para de
quejarte, sé diferente de tu
competencia. No seas un pato. Sé un
águila, para alcanzar la cima”. Esto
me llegó a mí en medio de los ojos dijo Wally. Dyer estaba realmente
hablando de mí. Yo estaba todo el
tiempo haciendo bulla y
quejándome. Entonces decidí
cambiar mi actitud y ser un águila.
Miré alrededor a los otros taxis y sus
choferes… los taxis estaban sucios,
los choferes no eran amigables y los
clientes no estaban contentos.
Entonces decidí hacer algunos
cambios. Uno a la vez. Cuando mis
clientes respondieron bien, hice más
cambios”.
“Parece que los cambios se han
pagado” –le dijo Harvey.
“Sí, seguro que sí –le dijo Wally-. Mi
primer año de águila, dupliqué mis
ingresos con respecto al año
anterior. Este año posiblemente lo
cuadriplique. Usted tuvo suerte de
tomar mi taxi hoy. Usualmente ya no
estoy en la parada de taxis. Mis
clientes hacen reserva a través de mi
celular o dejan mensajes en mi
contestadota. Si yo no puedo
servirles, consigo un amigo taxista
confiable para que haga el servicio”.
Wally era fenomenal. Estaba
haciendo el servicio de una limusina
en un taxi normal.
Posiblemente haya contado esta
historia a más de cincuenta taxistas,
y solamente dos tomaron la idea y la
desarrollaron. Cuando voy a sus
ciudades, los llamo a ellos. El resto
de los taxistas hacen bulla como los
patos y me cuentan todas las razones
por la que no pueden hacer nada de
lo que les sugería.
Wally, el taxista, tomó una diferente
alternativa. El decidió dejar de hacer
bulla como los patos, y volar por
encimadle grupo, como las águilas.
Los patos hacen bulla. Las águilas
vuelan alto.
Todos tenemos problemas. ¿Cuál es
el suyo? Para una respuesta escriba
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