Jurisdicción: Social Recurso de Suplicación núm. 1050/2005. Ponente: Ilmo. Sr. D. Eduardo Ramos Real CONTRATOS DE TRABAJO TEMPORALES: eventual por circunstancias de la producción: conversión en contrato por tiempo indefinido: causas: fraude de ley: falta de causalidad: trabajos normales y permanentes. El TSJ estima el recurso de suplicación interpuesto por la parte actora contra Sentencia del Juzgado de lo Social núm. 5 de Las Palmas de Gran Canaria, de fecha 18-02-2005, en autos promovidos sobre despido, que queda revocada en el sentido que se indica en la fundamentación jurídica. En Las Palmas de Gran Canaria, a 1 de febrero de 2006. La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, compuesta por los Ilmos. Sres. citados al margen. EN NOMBRE DEL REY ha dictado la siguiente SENTENCIA En el rollo de suplicación interpuesto por D. Luis Pedro contra la sentencia de fecha 18 de febrero de 2005, dictada por el Juzgado de lo Social núm. 5 de los de Las Palmas de Gran Canaria en los autos de juicio 1.127/2004 sobre despido, ha actuado como Ponente el Ilmo. Sr. D. Eduardo Ramos Real. ANTECEDENTES DE HECHO PRIMERO Según consta en autos se presentó demanda por D. Luis Pedro contra la empresa «Compañía Canaria Syser, SL» y el Fondo de Garantía Salarial (FOGASA) y que en su día se celebró la vista, dictándose sentencia con fecha 18 de febrero de 2005 por el Juzgado de lo Social núm. 5 de los de Las Palmas de Gran Canaria. SEGUNDO En la sentencia de instancia y como hechos probados se declararon los siguientes: I.-D. Luis Pedro, con DNI número NUM000, trabajó para la empresa Compañía Canaria Syser, SL, dedicada a seguridad, con la categoría profesional de Vigilante de Seguridad y salario de 34,75 euros diarios con inclusión de la prorrata de pagas extraordinarias. II.-El actor suscribió con la demandada los siguientes contratos: -Contrato eventual por circunstancias de la producción, con objeto «aumento tareas de vigilancia» con duración desde el 23.01.04 al 2203.04; dicho contrato fue prorrogado desde el 23.03.04 al 2207.04. -Contrato de interinidad para sustituir la incapacidad temporal de D. Jesús Ángel, de fecha 23.07.04. III.-D. Jesús Ángel estuvo en situación de IT desde el 28.05.04 al 18.10.04. IV.-Con fecha 18.10.04 y efectos de la misma fecha, la demandada le notificó escrito por el que se le comunicaba la finalización del contrato (consta en autos al folio 13 y se da por reproducido). V.-El demandante no ostenta, ni ha ostentado en el último año, cargo representativo o sindical. VI.-El 11.11.04 interpuso papeleta de conciliación ante el SEMAC, que tuvo lugar sin avenencia el 26.11.04. TERCERO La sentencia de instancia contiene el siguiente fallo: Que desestimando la demanda por despido, interpuesta por Don Luis Pedro, vengo a absolver a la empresa Compañía Canaria Syser, SL de las pretensiones deducidas en su contra. CUARTO Contra dicha sentencia se interpuso recurso de suplicación por la parte demandante, siendo impugnado de contrario. Remitidos los autos a esta Sala se señaló fecha para la votación y fallo de la resolución, habiéndose cumplido con las formalidades legales. FUNDAMENTOS DE DERECHO PRIMERO La sentencia de instancia desestima la pretensión del actor, D. Luis Pedro, trabajador que ha venido prestando servicios para la empresa de seguridad «Compañía Canaria Syser, SL» con la categoría profesional de Vigilante, en virtud de dos contratos de trabajo temporales, uno eventual por circunstancias de la producción de dos meses de duración suscrito el día 23 de enero de 2004 (prorrogado hasta el día 22 de julio de ese mismo año) y otro de interinidad para sustituir a otro trabajador de la empresa en situación de IT suscrito el día 23 de julio de 2004, considerando ajustado a derecho su cese en la referida empresa, acaecido el día 18 de octubre del mismo año, por reincorporación del trabajador sustituido a su puesto de trabajo. Frente a la misma se alza el actor mediante el presente recurso de suplicación articulado a través de un único motivo de censura jurídica a fin de que, revocada la sentencia de instancia, sea declarado constitutivo de despido improcedente el referido cese por considerar que los contratos de trabajo temporales suscritos entre las partes lo fueron en fraude de Ley, por lo que la relación laboral que mantenían era por tiempo indefinido desde su comienzo. SEGUNDO Por el cauce del apartado c) del artículo 191 de la Ley de Procedimiento Laboral ( RCL 1995, 1144 y 1563) denuncia el trabajador recurrente la infracción del artículo 15 párrafos 1º letra b) del Estatuto de los Trabajadores ( RCL 1995, 997) . Argumenta en su discurso impugnatorio, en síntesis, que el contrato de trabajo temporal por razones de eventualidad suscrito entre la empresa recurrente y el trabajador demandante fue realizado en fraude de Ley, para atender a necesidades ordinarias de mano de obra de la empresa demandada y, en consecuencia, el cese del actor en su trabajo ha de ser calificado como despido improcedente, con todas las consecuencias inherentes a tal declaración. Conforme a los artículos 15 párrafo 1º letra b) del Estatuto de los Trabajadores y 3 del Real Decreto 2720/1998 ( RCL 1999, 45) , el contrato de trabajo temporal por razones de eventualidad puede celebrarse cuando las circunstancias del mercado, acumulación de tareas o exceso de pedidos así lo exigieren, aun tratándose de la actividad normal de la empresa. Así pues, la eventualidad no se define en atención a un criterio cualitativo, la naturaleza o tipo de trabajo a realizar, ya que este puede ser el mismo que el de los trabajadores fijos de plantilla, sino a un criterio cuantitativo, el aumento temporal de trabajo por circunstancias del mercado, acumulación de tareas o exceso de pedidos, al que la Ley fija una duración máxima por encima de la cual la eventualidad se transforma en normalidad, lo que exige ya una contratación por tiempo indefinido (López Gandía, «Derecho del Trabajo»). Los requisitos de ésta modalidad contractual serán, por tanto: la naturaleza extraordinaria de la necesidad de trabajo a atender, y el carácter transitorio o temporal de esta necesidad. Los contratos temporales eventuales deberán formalizarse por escrito cuando su duración sea superior a cuatro semanas y en el mismo debe expresarse con claridad y precisión la causa o la circunstancia de la eventualidad y determinar la duración del mismo (artículo 3 párrafo 2º letra a. del Real Decreto 2.720/1998), no bastando una mera reproducción literal del artículo 15 párrafo 1º letra b) del Estatuto de los Trabajadores ( sentencias del Tribunal Supremo de 10 de mayo de 1993 [ RJ 1993, 4046] , 5 de mayo de 1997 [ RJ 1997, 3654] y 18 de noviembre de 1998 [ RJ 1998, 10000] ), todo ello con la finalidad de evitar situaciones de indefensión en el polo más débil de la relación laboral, el trabajador. El incumplimiento de esta obligación genera la presunción de que el contrato se ha celebrado por tiempo indefinido, salvo prueba en contrario de su naturaleza temporal ( sentencias del Tribunal Supremo de 11 [ RJ 1997, 2312] y 14 de marzo [ RJ 1997, 2467] y 2 de diciembre de 1997 [ RJ 1997, 8926] ), siempre que se den las causas justificadoras de la temporalidad. Además, en el caso de que se demuestre la existencia de fraude de Ley en la contratación temporal no se admite prueba en contrario que acredite la naturaleza temporal de la prestación. Para una adecuada comprensión del debate planteado partiremos de los siguientes datos, contenidos todos ellos en la inalterada resultancia de hechos probados de la sentencia recurrida: -a) el actor prestaba servicios para la empresa «Compañía Canaria Syser, SL» con la categoría profesional de Vigilante de Seguridad (hecho probado primero); -b) la referida relación laboral nació el día 23 de enero de 2004 mediante contrato de trabajo temporal por circunstancias de la producción de dos meses de duración (prorrogado posteriormente hasta el día 22 de julio de 2004), consignándose como causa del mismo textualmente «Aumento tareas de vigilancia», y se prolongó mediante contrato de interinidad suscrito el día 23 de julio de 2004 para sustituir a otro trabajador de la empresa en situación de baja por IT, D. Jesús Ángel (hecho probado segundo); -c) el día 18 de octubre de 2004 la empresa demandada comunica al actor que con esa misma fecha se extinguiría su contrato por reincorporación del trabajador sustituido (hecho probado cuarto). De los hechos constatados como probados en la resolución recurrida se evidencia que en el contrato de trabajo temporal eventual por circunstancias de la producción celebrado entre las partes no se consignan validamente las causas de la contratación y tan solo se menciona como tal la de «Aumento tareas de vigilancia», expresión vaga, imprecisa y carente de sustantividad jurídica a la hora de identificar las causas de la temporalidad de la contratación, dado que ni tan siquiera se especifican cuales son esas tareas, su duración, comienzo, finalización, etc. Con ello se genera la presunción de que el contrato se ha celebrado por tiempo indefinido, salvo prueba en contrario de su naturaleza temporal. Contrariamente a lo que entendió la Magistrada de instancia en la sentencia recurrida, la Sala considera que esa presunción no ha sido destruida por la empresa demandada, la cual no ha acreditado que en las fechas de vigencia del contrato del actor (de enero a octubre de 2004) efectivamente se produjera un aumento de su actividad normal. Los contratos de prestación de servicios de seguridad suscritos por la empresa demandada con las mercantiles «Dumford Trading y Holdtrade» (el día 20 de enero de 2004) y «Bungalows Bahía Meloneras» (el día 1 de marzo de 2004), solo acreditan que la empresa demandada tenía actividad en esas fechas, pero no el volumen de ésta (mucho menos demuestran que se produjera un aumento circunstancial de actividad que implicara una necesidad de mano de obra adicional con carácter temporal, hecho que justificaría la contratación temporal del actor). Es evidente que al ofrecer «Syser, SL» en el mercado servicios de seguridad toda su actividad se encauzará a través de ese tipo de contratas, razón por la cual se debería haber acreditado un aumento del número de contratos mercantiles suscritos o bien un incremento no permanente del número de puestos de vigilante contratados, pero nada de eso se ha demostrado y la aportación de los dos contratos referidos, sin más, nada acredita (a parte de su existencia). En el caso de que la empresa demandada hubiera querido vincular la duración del contrato de trabajo del actor a la vigencia de una contrata mercantil debería haber acudido a la modalidad contractual temporal para la realización de obra o servicio determinado del artículo 15 párrafo 1º letra a) del Estatuto de los Trabajadores ( RCL 1995, 997) , consignando como causa de la contratación la propia contrata, pero no a la eventual que es inadecuada a tales fines. Por otra parte, la falta de ajuste entre la duración de los contratos mercantiles de prestación de servicios y la del contrato de trabajo del actor, también haría inviable jurídicamente tal alternativa en el presente caso. Todo ello demuestra que la empleadora acudió en el caso del actor a esta figura de contratación temporal por razones de eventualidad para cubrir necesidades de mano de obra que se derivan de su actividad ordinaria, produciéndose una desnaturalización de la figura contractual prevista en el artículo 15 párrafo 1º letra b) del Estatuto de los Trabajadores, contraria al principio de causalidad imperante en la contratación temporal en nuestro ordenamiento jurídico. Acudir, como hace la empresa demandada, a modalidades de contratación temporal que perjudican la estabilidad en el empleo de los trabajadores e implican un menor contenido obligacional para el empleador, constituye un auténtico fraude de Ley, pues al amparo formal de una norma en vigor, se persigue y consigue un resultado prohibido por el ordenamiento jurídico laboral o contrario a él, lo que conforme al artículo 6 párrafo 4º del Código Civil ( LEG 1889, 27) y 15 párrafo 3º del Estatuto de los Trabajadores, nunca puede impedir la aplicación de la norma que se hubiera tratado de eludir. Por lo tanto, hemos de considerar al actor como trabajador fijo de plantilla de la empresa demandada y, en consecuencia, indefinido desde el momento en que se inició la relación, con todos los efectos inherentes a tal consideración, sin que ello se vea alterado por el hecho de que el segundo contrato temporal de interinidad aparentemente luzca como ajustado a derecho. Sentado lo anterior y teniendo en cuenta que la calificación de despido improcedente no es exclusiva del despido disciplinario, sino que es aplicable a cualquier despido causal, aunque la causa no consista en un incumplimiento contractual, siempre que dicha causa carezca de validez, vigencia, operatividad o eficacia ( sentencias del Tribunal Supremo de 2 de noviembre de 1993 [ RJ 1993, 8346] y 14 de marzo de 1994 [ RJ 1994, 2348] ), el cese del actor en la empresa ha de ser calificado como despido improcedente. Tales razonamientos conducen a la Sala a la estimación del presente motivo, por su efecto del recurso interpuesto por el demandante y con revocación de la sentencia de instancia, procede declarar la improcedencia del despido de que fuera objeto el actor y condenar a la empresa demandada a que, en el plazo de cinco días siguientes a la notificación de esta resolución, opte por readmitir al trabajador o le abone una indemnización de 1.006,79 euros y, en cualquier caso, el importe de los salarios desde la fecha del despido, 18 de octubre de 2004, hasta el día de la notificación de la presente sentencia, a razón de 34,75 euros diarios, pudiendo la Empresa resarcirse del Estado los correspondientes al período posterior al día 61º hábil desde la presentación de la demanda. Vistos los preceptos legales citados, sus concordantes y demás disposiciones de pertinente y general aplicación, FALLO Estimamos el recurso de suplicación interpuesto por D. Luis Pedro contra la sentencia de fecha 18 de febrero de 2005, dictada por el Juzgado de lo Social núm. 5 de los de Las Palmas de Gran Canaria en los autos de juicio 1.127/2004 y, con revocación de la misma, estimamos la demanda interpuesta por D. Luis Pedro contra la empresa «Compañía Canaria Syser, SL» y calificamos de improcedente el despido del actor y condenamos a la referida demandada a que, en el plazo de cinco días siguientes a la notificación de esta resolución, opte por readmitirla o le abone una indemnización de 1.006,79 euros y, en cualquier caso, el importe de los salarios dejados de percibir desde la fecha del despido, 18 de octubre de 2004, hasta el día de la notificación de la presente sentencia, a razón de 34,75 euros diarios, pudiendo la empresa resarcirse del Estado los correspondientes al período posterior al día 61º hábil desde la presentación de la demanda. Notifíquese esta sentencia a las partes en legal forma y al Ministerio Fiscal. ADVERTENCIAS LEGALES Contra esta sentencia cabe recurso de casación para la unificación de doctrina ante la Sala de lo Social del Tribunal Supremo, que necesariamente deberá prepararse por escrito firmado por Letrado dirigido a esta Sala de lo Social y presentado dentro de los diez días hábiles siguientes al de su notificación. Además, si el recurrente hubiere sido condenado en la sentencia, deberá acompañar, al preparar el recurso, el justificante de haber ingresado en la cuenta de Depósitos y Consignaciones abierta en la entidad de crédito Banesto, cuenta número 3537/0000661050/05 a nombre de ésta Sala el importe de la condena, o bien aval bancario en el que expresamente se haga constar la responsabilidad solidaria del avalista. Si la condena consistiere en constituir el capital coste de una pensión de la Seguridad Social, el ingreso de éste habrá de hacerlo en la Tesorería General de la Seguridad Social y una vez se determine por éstos su importe, lo que se le comunicará por esta Sala. El recurrente deberá acreditar mediante resguardo entregado en la Secretaría de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo al tiempo de la personación, la consignación de un depósito de 300,51 euros en la entidad de crédito Banesto, cuenta corriente 24100000661050/05, Sala de lo Social del Tribunal Supremo. Están exceptuados de hacer todos estos ingresos las Entidades Públicas, quienes ya tengan expresamente reconocido el beneficio de justicia gratuita o litigasen en razón de su condición de trabajador o beneficiario del régimen público de la Seguridad Social (o como sucesores suyos), aunque si la recurrente fuese una entidad Gestora y hubiese sido condenada al abono de una prestación de Seguridad Social de pago periódico, al anunciar el recurso deberá acompañar certificación acreditativa de que comienza el abono de la misma y que lo proseguirá puntualmente mientras dure su tramitación. Una vez firme lo acordado, devuélvanse los autos originales al Juzgado de procedencia, con testimonio de esta resolución, procediéndose al archivo del Rollo sin más trámite. Así, por esta nuestra sentencia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos. PUBLICACIÓN.- Leída y publicada fue la anterior sentencia en el mismo día de su fecha por el/la Ilmo. Sr. Magistrado Ponente que la suscribe, en la Sala de Audiencias de este Tribunal. Doy fe.