70-00 - Ministerio Público

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2000
70
BOLETIN JURISPRUDENCIAL
MINISTERIO PUBLICO, C.R.
Fecha:
19 de octubre de 2000
De:
UNIDAD DE CAPACITACIÓN Y SUPERVISIÓN (UCS-MP)
Para:
Fiscales del Ministerio Público
Voto Nº
001214-98
de las 09:15 del 11 de diciembre de 1998. SALA TERCERA. Corte Suprema de Justicia.
TEMA
⇒
CONFIGURACION DEL DELITO DE ROBO AGRAVADO.
SUMARIO
•
El correcto entendimiento de la “fuerza en las cosas” debe hacerse, preferiblemente, a partir del
sentido asignado al verbo transitivo forzar y no del correspondiente al sustantivo fuerza, en vista
de que el significado común de este último ( vigor, robustez, capacidad para mover una cosa
que tenga peso etc) no arroja la precisión necesaria para la interpretación estricta que rige la
ley penal… de ahí que el sentido de “fuerza” a que alude el tipo penal no debe confundirse con
el menor o mayor despliegue de energía que importe el vencimiento de la resistencia, sino que
debe precisarse en cada caso, en atención a la naturaleza o situación de las cosas involucradas
y al carácter normal o anormal del apoderamiento; cuando estas han sido tomadas venciendo
su resistencia de modo natural y normal. La Sala hace la interpretación del tipo penal a partir de
la acepción común del verbo transitivo forzar: “ Hacer fuerza o violencia física para conseguir
algo que habitualmente no debe ser conseguido por la fuerza”, donde forzar sería sinónimo de
violentar, tomar u ocupar haciendo ceder la resistencia de las cosas de modo anormal.
•
Considerando el sentido común de las palabras, se tiene que “perforación” es la acción y
efecto de perforar (que significa agujerear una cosa atravesándola) y es sinónimo de orificio,
brecha, boquete, abertura, hoyo, cavidad, hueco, etc, mientras que “fractura” es la acción y
efecto de fracturar (que significa romper, o quebrar con violencia una cosa) y es sinónimo de
ruptura, cisura, quebranto, rotura, destrozo, quiebra etc.
•
Para que se configure el delito de robo agravado por fractura o perforación de una ventana de
un lugar habitado o de sus dependencias, no sólo se requiere la concurrencia de la perforación
de la ventana, sino que además debe haber mediado en la producción de la misma el uso de
fuerza según se definió anteriormente.
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TRANSCRIPCIÓN DEL VOTO EN LO CONDUCENTE:
Exp: 98-000540-369-PE Res: 001214-98 Sala Tercera de la Corte
Suprema de Justicia. San José, a las nueve horas quince minutos del
once de diciembre de mil novecientos noventa y ocho.
CONSIDERANDO:
I.- ÚNICO MOTIVO DEL RECURSO: Inobservancia
de los artículos 213 inciso 1º y 212 inciso 1º del Código
Penal. El defensor público del imputado JAMC acusa en
el único motivo de su recurso la existencia de un vicio in
iudicando, por inobservancia de los artículos 213 inciso
1º y 212 inciso 1º, ambos del Código Penal, y los
numerales 39 y 41 de la Constitución Política. El defecto
se hace consistir en que los hechos que se tuvieron por
demostrados -en criterio de la defensa- constituyen el
delito de robo simple con fuerza en las cosas, y no un
robo agravado como lo estimó el tribunal de instancia.
II.- Con base en las razones que se dirán, el alegato no es
de recibo. Para resolver adecuadamente el aspecto de
fondo que se cuestiona, y aclarar cuál es la posición que
mantiene esta Sala en cuanto al mismo, resulta necesario
hacer referencia a la jurisprudencia que cita el tribunal de
juicio como fundamento de su decisión, relacionándola
de manera lógica con el voto que a su vez cita el
recurrente en apoyo de su queja, con el fin de evitar
erróneas interpretaciones. En la resolución Nº 633-98, de
las 9 horas del 02 de julio de 1998, a efecto de establecer
el alcance de la figura del robo que prevé el numeral 212
inciso 1º del Código Penal, se indicó: “... En su acepción
más común, el verbo transitivo forzar (latín fortiare, de
fortia, fuerza) significa: “Hacer fuerza o violencia física
para conseguir algo que habitualmente no debe ser
conseguido por la fuerza” y, en este sentido, forzar sería
sinónimo de violentar, expugnar, tomar u ocupar
haciendo ceder la resistencia de las cosas ... El correcto
entendimiento de la “fuerza en las cosas” debe hacerse,
preferiblemente, a partir del sentido asignado al verbo
transitivo forzar y no del correspondiente al sustantivo
fuerza, en vista de que el significado común de este
último (a saber, “Vigor, robustez y capacidad para
mover una cosa que tenga peso o haga resistencia; como
para levantar una piedra...”) no arroja la precisión
necesaria para la interpretación estricta que rige la ley
penal ... De ahí que el sentido de la “fuerza” a que
alude el tipo penal no debe confundirse con el menor o
mayor despliegue de energía que importe el vencimiento
de la resistencia, sino que debe precisarse en cada caso,
en atención a la naturaleza o situación de las cosas
involucradas y al carácter normal o anormal del
apoderamiento: cuando estas han sido tomadas
venciendo su resistencia de modo natural y normal, no
hay Robo (p.ej. al arrancarle frutas a un árbol; al sacar
la rueda de un automóvil destornillándola; al cortar las
crines del caballo con un cuchillo). En cambio la fuerza
aplicada sí constituye Robo cuando es anormal o
destructivo el vencimiento de la resistencia, cuando se
altera irregular o dañosamente lo que rodeaba la cosa,
como parte de ella o como reparo (retomando los
anteriores ejemplos: al aserrar al árbol para recoger sus
frutos; al romper a martillazos los tornillos que unen la
rueda al vehículo; al matar el caballo para apoderarse
de sus crines, pues no es indispensable que la fuerza
recaiga sobre el objeto mismo que se sustrae). Por ello
es que esta Sala propone hacer la interpretación del tipo
penal a partir de la acepción común del verbo transitivo
forzar: “Hacer fuerza o violencia física para conseguir
algo que habitualmente no debe ser conseguido por la
fuerza”, donde forzar -discúlpese la insistencia y
reiteración- sería sinónimo de violentar, expugnar,
tomar u ocupar haciendo ceder la resistencia de las
cosas de modo anormal. De esta manera, el criterio de
la “anormalidad” se definiría en cada caso concreto por
oposición a la forma socialmente aceptada como
“habitual” para conseguir las cosas, es decir, a la
manera normal, ordinaria, común, acostumbrada,
corriente, regular, natural, usual o convencional para
obtener alguna cosa. Así, lo “anormal” alude a lo
extraño, irregular o inusual de la fuerza ejercida para
tomar una cosa, que es precisamente la connotación
valorativa que el vocablo “forzar” viene a sumar al
sentido propio de la palabra “fuerza”, dotándolo una
precisión que se aviene con el fundamento mismo de la
conducta así tipificada ...”. Como se deriva del anterior
extracto, al precisar los alcances de la conducta típica del
robo que sanciona el referido numeral 212 inciso 1º, la
inteligencia del verbo transitivo forzar debe asociarse a
los conceptos de “anormalidad, dañosidad o
irregularidad”, de donde tendremos que el uso de la
fuerza calificará la conducta como un robo sólo en
aquellos supuestos en los que el apoderamiento sea
anormal, es decir, cuando la cosa haya sido tomada de
manera irregular o destructiva, venciéndose la resistencia
de la misma de forma antinatural, ya sea alterando
irregular o dañosamente lo que la rodea, o
consiguiéndola de un modo no habitual.
III.- El segundo término que requiere ser precisado, a
efecto de analizar la figura de robo agravado que
contempla el artículo 213 inciso 1º citado, es el de
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perforar una ventana. En el pronunciamiento de
comentario, esta Sala señaló al respecto lo siguiente:
“...en la legislación penal francesa se entiende por
efracción: “Todo forzamiento, ruptura, deterioro,
demolición, retiro de paredes, techos, pisos, puertas,
ventanas, cerraduras, candados y demás utensilios o
instrumentos que sirven para cerrar o impedir el paso, y
de toda clase de cierres, cualesquiera sean”,
distinguiendo además entre efracción exterior e interior
... Con anterioridad esta Sala ha señalado que,
considerando el sentido común de las palabras, se tiene
que “perforación” es la acción y efecto de perforar (que
significa agujerear una cosa atravesándola) y es
sinónimo de orificio, brecha, boquete, abertura, hoyo,
cavidad, hueco, excavación y penetración, mientras que
“fractura” es la acción y efecto de fracturar (que
significa romper o quebrar con violencia una cosa) y es
sinónimo de ruptura, cisura, quebranto, rotura,
rompedura, quiebra, quebradura, destrozo (cfr. Sala
Tercera, V-499-F de las 10:45 hrs. del 5 de setiembre de
1996) ...”.
IV.- Según lo expuesto para que se configure el delito de
robo agravado por fractura o perforación de una ventana
de un lugar habitado o de sus dependencias, no sólo se
requiere la concurrencia de la perforación de la ventana,
sino que además debe haber mediado en la producción de
la misma el uso de fuerza según se definió anteriormente.
Conviene aclarar, además, que en el voto de esta Sala Nº
379-F-95, de las 15:55 horas del 30 de junio de 1995
(citado en el presente asunto por el tribunal de instancia
en apoyo de su decisión), cuando se señala que en ese
caso en concreto las molduras de aluminio que sostenían
las celosías o “paletas” de vidrio fueron dobladas, lo cual
fue suficiente para calificar el hecho como un robo
agravado, se hizo referencia al resultado final que se
logró constatar, es decir, a la perforación de la ventana
mediante el uso de fuerza. Debe tenerse presente que en
dicho caso para consumar la perforación medió el
ejercicio de “fuerza en las cosas” según se precisó al
principio, por cuanto la fuerza ejercida para vencer la
resistencia que oponía la ventana al ingreso de terceros al doblarse las cejillas de aluminiofue de tal
envergadura, que el ofendido hubo de enderezarlas a fin
de volverlas a dejar en condiciones de normal
funcionamiento: “... por la fuerza ejercida por el imputado
se doblaron las molduras de aluminio que servían de
soporte a las hojas de cristal, lo cual constituye una
perforación, desde el punto de vista material y funcional.
El hecho de que no se dañara irreversiblemente el material
metálico no excluye la fuerza sobre el mismo, pero sobre
todo no excluye la perforación. Según lo refiere el
ofendido, a quien concedió plena credibilidad el a quo, él
tuvo que "enderezar" las molduras para volver a poner las
celosías ... lo cual evidencia que las hojas de vidrio no
fueron desprendidas mediante el procedimiento correcto o
normal, sino a la fuerza, como lo entendió el Tribunal ...”.
V.- Aplicando los conceptos así desarrollados al caso que
nos ocupa debemos concluir, necesariamente, que de
acuerdo a los hechos que se describen en el fallo de
instancia sí estamos en presencia del uso de una fuerza
anormal que viene a configurar el delito de robo
agravado, y no de aquella que habitualmente hubiera
utilizado el propietario del inmueble para sacar o zafar
las paletas de vidrio o celosías. En efecto, la sentencia
impugnada tiene por acreditado que: “... el imputado José
Asdrúbal Montero Campos, alias Zombi, en compañía de
otro sujeto cuya identidad se ignora, se presentaron a la
casa de habitación del ofendido ... ahí ambos sujetos
doblaron las paletas de aluminio que sostenían los
vidrios de las celosías de una ventana de la vivienda,
quitaron cinco vidrios, se introdujeron a la morada y se
apoderaron de ... esos bienes fueron valorados por la
víctima de la siguiente forma: el televisor en noventa mil
colones; el equipo de sonido en doscientos mil colones;
el nintendo cincuenta mil colones y el radio pequeño en
cinco mil colones ...” (folio 53 vuelto, línea 23 en
adelante). Como se deriva del hecho así expuesto, la
acción ejercida por los agentes consistió en “doblar” los
herrajes de aluminio que sostenían las paletas de vidrio,
con lo que abrieron un boquete en la ventana a través del
cual ingresaron a la vivienda, aún cuando el daño y la
afectación a la estructura fuere reparable. Esta conducta
así descrita, en efecto -según lo estimó acertadamente el
tribunal de mérito- debe calificarse entonces como “una
efracción mediante el ejercicio de fuerza en las cosas”,
según el verbo transitivo “forzar”, pues de acuerdo al
criterio de normalidad ya desarrollado es claro que
habitual o cotidianamente cualquier persona -incluso el
legítimo propietario del inmueble- no hubiera realizado
la misma conducta (doblando los citados herrajes de
aluminio) para tomar o zafar las celosías, pues para
conseguir dicho fin no resulta necesario incurrir en ese
resultado dañoso. Debido a lo anterior, al no advertirse la
concurrencia de ningún vicio de fondo que justifique
acoger las pretensiones de la defensa, el reclamo debe
declararse sin lugar.
1.
2.
EL TEXTO DEL VOTO HA SIDO DIGITADO EN LA UCS.
3.
EL SIGNO (…) IDENTIFICA LOS SECTORES SUPRIMIDOS DEL VOTO, EN RAZÓN DE NO TENER
INTERÉS PARA EL TEMA DESCRIPTOR.
4.
LOS DESTACADOS (SUBRAYADOS, NEGRITAS, MAYÚSCULAS O CURSIVAS) SON PROPIOS DEL
ORIGINAL, EXCEPTO CUANDO SE INDIQUE LO CONTRARIO.
5.
EL TEMA Y EL SUMARIO SON APORTE DE LA UNIDAD DE CAPACITACIÓN. NO FORMAN PARTE
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