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SENTENCIA CONSTITUCIONAL 1460/2005-R
Sucre, 14 de noviembre de 2005
Expediente: 2005-11423-23-RAC
Distrito: La Paz
Magistrada Relatora: Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas
En revisión, la Resolución 013/05-SSA-I, cursante de fs. 481 a 483 vta., pronunciada el 14 de abril
de 2005 por la Sala Social y Administrativa Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial de La
Paz, dentro del recurso de amparo constitucional interpuesto por Gabriel Rojas Torrez en
representación de Lilian Noelia Uría Esquivel y Martha Virginia Condori Mamani contra Miguel
Gemio Urrutia, Miguel Ángel Guzmán Cadena, Ronald Irigoyen Díaz, Raúl Jiménez Sanjinez, Marco
A. Vargas, Gonzalo Medina, Presidente, vocales Permanentes y Secretario de la Comisión de
Régimen Disciplinario de la Academia Nacional de Policías (ANAPOL) y otros, alegando la
vulneración de sus derechos a la dignidad, a la igualdad jurídica, a la libertad de decisión sobre
acontecimientos relacionados a su vida, cuerpo y salud, a la seguridad jurídica, a recibir instrucción
y adquirir cultura, a formular peticiones, al juez natural independiente e imparcial, a la defensa, la
garantía del debido proceso, a la imagen y privacidad, tutela jurisdiccional efectiva, a la doble
instancia y recurso efectivo, a la honra y buena reputación, contenidos en los arts. 6, 7 incs. a), e),
h), 16.II, IV de la Constitución Política del Estado (CPE), 8, 10, 11 incs. 1), 2) de la Declaración
Universal de Derechos Humanos (DUDH), 18, 25, 26 de la Declaración Americana de Derechos y
Derechos del Hombre, arts. 2, 4 incs. 1), 2), 14 incs. 1) a 5), 9, 10, 25 y 27 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos.
I.ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido del recurso
I.1.1. Hechos que motivan el recurso
En los memoriales presentados el 6 y 11 de abril de 2005 (fs. 380 a 394 vta. y 410 a 413), el
recurrente afirma que Lilian Noelia Uría Esquivel y Martha Virginia Condori Mamani son alumnas
regulares de tercer y segundo curso de la ANAPOL, gestión académica del 2005, respectivamente,
y a su retorno de las vacaciones pedagógicas de fin de año, a raíz de un simple desfallecimiento
sufrido en una rutinaria formación, en un trato degradante e inhumano, el Comandante del
Batallón de Cadetes, con abuso de autoridad y la complicidad de las co recurridas Yusela Miranda
Averanga y María Luisa Araníbar Montoya, las acusaron de hallarse “en actual estado de
embarazo” e infringir el art. 10.D, inc. 10) del Reglamento de Régimen Disciplinario de la ANAPOL,
y lo que es peor, sin previo consentimiento de sus representadas, ni conocimiento o autorización
de sus padres, fueron conducidas a la Clínica Policial “Vírgen de Copacabana”, por orden del
mencionado Comandante, donde bajo el pretexto de haber subido el nivel de azúcar en la sangre
o estar con anemia, fueron sometidas a revisiones y diagnósticos ginecológicos, exámenes de
sangre, orina y ecografías, acto último que fue solicitado oficiosamente y cancelado por su propio
dinero por el Jefe Policial recurrido, quien verbalmente ordenó la privación de libertad de sus
mandantes (arresto), así como su aislamiento e incomunicación en dependencias de Sanidad de
ANAPOL, bajo la vigilancia de dos centinelas como si fueran dos vulgares delincuentes, a más de
determinar contra su voluntad y su pudor de mujer, que el Médico de la clínica mencionada
practique examen ginecológico para establecer su estado de gravidez, quien “les obliga en su
momento a despojarse de las prendas de vestir de la cintura para abajo, a su libre arbitrio en
traumante intervención médica, en forma indistinta y a su turno, procede en ambas a efectuar
dolorosas manipulaciones manuales al interior de sus vaginas, introduciendo un instrumento de
metal con el cual procede a dilatarlas, con doloroso sufrimiento físico y posterior sangrado, sin
prestar atención a los clamorosos pedidos de que cese la dolorosa manipulación ginecológica”,
para luego convocar a Yusela Miranda Averanga y mostrarle las cavidades uterinas de las
representadas indicándole que compruebe que no existe en el saco vaginal ningún producto
gestacional, y, no contento con semejante menoscabo les instigó a que, por moral y ética, soliciten
su baja voluntaria y las amenazó con perjudicarlas con su informe, lo que materializó en las
declaraciones informativas prestadas de su parte.
Relata que la Fiscal co demandada, dispuso el secuestro de las historias clínicas de sus
poderdantes, sin que medie orden judicial alguna, y sin facultad legal al efecto, ordenando se
levante el secreto profesional del médico aludido, todo ello contra los arts. 190 y 191 del Código
de procedimiento penal (CPP), y la jurisprudencia constitucional, como la SC 726/2001-R, de 16 de
julio.
Señala que las irregularidades mencionadas fueron denunciadas al Comando General de la Policía
Nacional que ha instruido la organización de proceso disciplinario administrativo contra los
funcionarios policiales nombrados, igualmente ha denunciado al médico y a la Fiscal ante el
Tribunal Departamental de Ética Médica y ante la Fiscalía de Distrito. Puntualiza que después de
ese “calvario de vejámenes”, el Comandante del Batallón de Cadetes de la ANAPOL, comenzó con
un ilegal hostigamiento y persecución contra sus representadas, con un trato discriminatorio en
razón de género y las instigaba para que pidan su baja voluntaria, causándoles daño psicológico,
como demuestra el certificado del Psicólogo, Waldo Bravo Peñaranda, lo que fue denunciado a
organismo de protección de derechos humanos.
Asevera que en base a la prueba ilegalmente obtenida los recurridos miembros de la Comisión de
Régimen Disciplinario, dispusieron el ilegal encausamiento disciplinario de sus representadas,
abriéndose los casos 001/05 y 006/05. El investigador rechazó las pruebas propuestas por su parte
como la inspección seguida de reconstrucción, influyó negativamente en los pocos y valientes
testigos de descargo, realizó la inspección en forma unilateral, y se abocó a recopilar supuesta
prueba que no hace al asunto investigado y elaboró un informe con el que se abrió proceso por la
presunta trasgresión de los arts. 10.D y 25 inc. g) del Reglamento de Régimen Disciplinario, bajo
acusación de encontrarse en estado de embarazo.
A pesar que -continúa- sus representadas protestaron en el proceso por todas las irregularidades
comentadas y la vulneración de sus derechos fundamentales, y Noelia Uría planteó excepción
previa de atipicidad, que fue ilegalmente rechazada en una resolución carente de motivación, para
pronunciar finalmente la Resolución 005/2005, de 23 de marzo, por la que disponen su baja
definitiva de la ANAPOL sin derecho a reincorporación sobre la base de la prueba obtenida
ilegalmente, de la que se protestó por nulidad absoluta.
En el caso seguido contra Martha Virginia Condori Mamani se inició el proceso por la presunta
falta tipificada en el art. 10.D inc. 10) del Reglamento de Régimen Disciplinario de la ANAPOL,
protestó por las mismas irregularidades, la excepción que formuló fue también rechazada, y
reclamó por habérsele impuesto un abogado defensor de oficio, contra el derecho consagrado en
el art. 8 inc. 2) de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
Refiere que en ningún momento sus representadas fueron llamadas por requerimiento fiscal para
ser sometida a algún examen médico forense para informar sobre la existencia o no de la comisión
del delito de aborto que supuestamente habrían cometido, debiendo considerarse que según los
médicos especializados, los exámenes biológicos, y otros se tornan negativos desde el séptimo día
de producido el presunto aborto, o sea que en este caso es descabellado acusar el delito de aborto
cuando no se ha realizado análisis alguno y han pasado más de dos meses.
Agrega que el Reglamento de Régimen Disciplinario de la ANAPOL no prevé el recurso efectivo de
apelación ante un tribunal superior, no quedándole otra vía para recurrir que el amparo
constitucional.
I.1.2.Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El recurrente estima que se han vulnerado los derechos de sus representadas a la dignidad, a la
igualdad jurídica, a la libertad de decisión sobre acontecimientos relacionados a su vida, cuerpo y
salud, a la seguridad jurídica, a recibir instrucción y adquirir cultura, a formular peticiones, al juez
natural independiente e imparcial, a la defensa, la garantía del debido proceso, a la imagen y
privacidad, tutela jurisdiccional efectiva, a la doble instancia y recurso efectivo, a la honra y buena
reputación.
I.1.3.Autoridades recurridas y petitorio
Por lo anotado, interpone recurso de amparo constitucional contra Miguel Gemio Urrutia, Miguel
Ángel Guzmán Cadena, Ronald Irigoyen Díaz, Raúl Jiménez Sanjinez, Marco A. Vargas, Gonzalo
Medina, Presidente, vocales Permanentes y Secretario de la Comisión de Régimen Disciplinario de
la ANAPOL, Gil Dayan Quiel Zamudio, Edwin García Crespo, vocales Alternos, Osvaldo Cabrera
Ferrufino, Comandante del Batallón de Cadetes, Wilfredo Coca Ugarte, Ayudante del Comando de
Batallón de Cadetes, Víctor Hugo Sanabria Vaca, Oficial Investigador de la Oficina de control
Disciplinario del Departamento de Instrucción de la ANAPOL, Yusela Miranda Averanga, María
Luisa Aranibar Montoya, Luciano Gutiérrez Paz, Médico empleado de la Clínica “Virgen de
Copacabana” de la Policía Nacional, y Ana María Bakovic, Morales, Fiscal de Materia de la PTJ de la
zona sud de La Paz, solicitando sea declarado procedente con costas, daños y perjuicios de
Bs20.000.- por los daños físicos, psicológicos y morales sufridos, y se disponga: a) la inmediata
reincorporación de la representada Noelia Uría Esquivel al tercer curso de la ANAPOL, con la
misma antigüedad y goce de sus derechos académicos; b) la ratificación y rehabilitación de los
derechos académicos de Martha Virginia Condori Mamani como alumna regular de segundo año;
c) queden sin efecto jurídico y se declare la inconstitucionalidad de los actos ilegales de las
autoridades recurridas en los procesos disciplinarios; d) el desagravio público mediante orden del
día de la ANAPOL ordenando se les preste atención psicológica; e) cese toda represalia u
hostigamiento; f) se les otorgue las más amplias garantías de respeto de su dignidad y derechos
humanos.
I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de amparo constitucional
En la audiencia pública de amparo constitucional realizada el 14 de abril de 2005 (fs. 475 a 480
vta.), se suscitaron las siguientes actuaciones:
I.2.1.Ratificación y ampliación del recurso
El recurrente ratificó y reiteró los términos de su demanda, agregando que: 1) el Secretario de la
Comisión de Régimen Disciplinario tiene un proceso, que está en contra de los requisitos para
conformar ese ente colegiado, pero no pudieron recusarlo porque no existe esa posibilidad en las
normas respectivas; 2) en el proceso disciplinario ha solicitado se promueva un recurso incidental
de inconstitucionalidad contra las normas que afectan el debido proceso, 3) no puede argüirse que
no han agotado los recursos antes de interponer el amparo, porque si bien el art. 50 del
Reglamento prevé un recurso jerárquico ante el Vicerrector de la Universidad Policial, hasta el
momento dicha Universidad no tiene autorización para su funcionamiento, pues no tiene
aprobados sus reglamentos o sea que esa autoridad no puede conocer tal recurso, y aunque la
disposición transitoria “del 52” trasfiere esas facultades al Directo Nacional de Instrucción y
Enseñanza, esa norma es inconstitucional por cuanto permite la constitución de una comisión o
tribunal especial; 4) recién se ha notificado a Martha Condori con la Resolución 012/2005, de 23
de marzo; 5) la Fiscal co recurrida ordenó ilegalmente el secuestro y requirió el levantamiento del
secreto profesional del médico sin tener facultad para ello.
I.2.2.Informe de las autoridades recurridas
Gonzalo Medina Sánchez, por si y en representación de las autoridades policiales co demandadas,
en el informe que corre de fs. 444 a 448 y en audiencia, sostiene lo siguiente: a) el 24 de enero de
2005, cuando el Batallón de Cadetes retornó de su vacación anual, Lilian Noelia Uría Esquivel de
tercer curso, y Martha Condori Mamani, de segundo, se desmayaron mientras estaban en filas,
por lo que el Oficial de Servicio dispuso se les preste los primeros auxilios y se las lleva al servicio
de Sanidad, empero, no mostraron signos de mejoría razón por la que el Capitán de Servicio
ordenó a Yusela Miranda las traslade al Hospital “Virgen de Copacabana”; b) realizados los
exámenes de laboratorio, se detectó embarazo en ambas cadetes, retornaron a la ANAPOL y el
Director de la misma ordenó su reposo; c) al día siguiente, por un principio de responsabilidad las
recurrentes, Osvaldo Cabrera Ferrufino y Yusela Miranda Averanga, fueron al Instituto Nacional de
Laboratorios de Salud, donde se confirmó el embarazo de ambas; d) con los resultados, fueron
analizadas por el especialista en ginecología, Luciano Gutiérrez que informó que ambas pacientes
fueron sometidas a un legrado uterino; e) se informó al Director de la ANAPOL de lo acontecido
pero no se sugirió procesamiento alguno, en tanto, las cadetes continuaban en reposo pero nunca
se las encerró; f) tampoco se les obligó a someterse a exámenes contra su voluntad; g) en 27 de
enero de 2005 el Director de la ANAPOL, de acuerdo al art. 42 del Reglamento de Régimen
Disciplinario de la ANAPOL, remitió antecedentes a conocimiento del Presidente de la Comisión de
Régimen Disciplinario, que ordenó el inicio de la investigación; h) se inició proceso contra Lilian
Noelia Uría Esquivel en base al informe en conclusiones que señaló que incurrió en la falta grave
de quedar en gravidez mientras cursa estudios de formación policial profesional; i) la excepción de
falta de tipicidad que planteó fue rechazada al no tratarse de un proceso penal; j) en la audiencia
de 18 de marzo de 2005, la procesada y su abogado abandonaron el acto, y no se presentaron en
la audiencia fijada para el 23 de marzo de 2005, de manera que se procedió según dispone el art.
48 del Reglamento del Régimen Disciplinario de la Academia Nacional de Policías, es decir, resolver
el proceso sobre la base de los hechos y los elementos de prueba aportados en el informe en
conclusiones o en la denuncia; k) la Resolución que emite la comisión puede ser recurrida en grado
de revocatoria y jerárquico, conforme los arts. 49 y 50 del Reglamento del Régimen Disciplinario
de la ANAPOL, situación que no ocurrió cuando se notificó a la recurrente, motivo por el que se
ejecutorió la Resolución 07/2005, siendo Lilian Noelia Uría retirada del instituto; l) a la
demandante Martha Condori Mamani se le siguió igual proceso por la misma falta, también
formuló excepción de falta de tipicidad que fue rechazada, ante el abandono del proceso por parte
de su abogado, se nombró abogado defensor de oficio a Juan Ramos Mamani, a quien renunció la
procesada, por lo que se le conminó a presentar abogado, que no hizo, de manera que según el
art. 8.2 inc. d) de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, invocada por la cadete, se le
instó a asumir su defensa en forma personal; m) se emitió la Resolución 011/2005, la cual fue
impugnada, encontrándose pendiente “el recurso de revocatoria y jerárquico”; n) la denuncia
sentada por la recurrente contra Osvaldo Cabrera Ferrufino, Comandante del Batallón de Cadetes
y otros funcionarios, se encuentran en proceso de investigación; o) la petición de reincorporación
de Noelia Uría Esquivel corresponde dirigirla al Consejo Académico, de conformidad al art. 25 del
Sistema Educativo Policial, para lo que debe considerar que el amparo no es un recurso sustitutivo
de otros; p) Gonzalo Medina Sánchez y Wilfredo Coca Ugarte, carecen de legitimación pasiva.
Solicita se declare improcedente el amparo con costas.
El co recurrido Marco Antonio Vargas Y., en el informe escrito que sale de fs. 449 a 453, reitera lo
aseverado por Gonzalo Medina, añadiendo que los arts. 23 y 24 del Reglamento de Organización y
Funciones de la ANAPOL, dispone que la Comisión de Régimen Disciplinario es la única instancia
para conocer, procesar y sancionar casos de faltas graves en los que estén involucrados los
cadetes; y manifiesta que “el día de ayer” se notificó a la co recurrente Martha Condori Mamani
con la Resolución que dispone su baja, y que aún está a tiempo de formular recurso de
revocatoria.
I.2.3. Resolución
La Resolución 013/05-SSA-I, cursante de fs. 481 a 483 vta., pronunciada el 14 de abril de 2005 por
la Sala Social y Administrativa Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial de La Paz, declara
improcedente el recurso, sin multa, con estos fundamentos: 1) contra los funcionarios de la
ANAPOL que supuestamente habrían lesionado los derechos de las recurrentes, existen denuncias
que están investigándose, así como la Fiscal que está sometida a la Ley Orgánica del Ministerio
Público que establece la responsabilidad de los actos de todo fiscal; 2) no es evidente que no
exista recurso de apelación contra las resoluciones impugnadas, pues el art. 50 del Reglamento del
Régimen Disciplinario de la Academia Nacional de Policías prevé el mismo y el art. 51 del mismo
reglamento el recurso de revocatoria y jerárquico; 3) existe un recurso incidental de
inconstitucionalidad planteado contra el Reglamento de Régimen Disciplinario de la ANAPOL, que
está pendiente de resolución, y de su validez o no depende la validez de los actos impugnados
ahora; 4) ese Tribunal está impedido de ingresar a analizar el fondo del amparo al existir recursos
pendientes, otros no agotados y controversias que no pueden ser estudiadas en este recurso
extraordinario.
I.3. Trámite procesal en el Tribunal Constitucional
Por requerir de mayor análisis y amplio estudio, de conformidad a lo establecido en el art. 2 de la
Ley 1979 de 24 de mayo de 1999, mediante Acuerdo Jurisdiccional 138/2005, de 31 de octubre, se
amplió el plazo procesal para dictar resolución hasta el 29 de noviembre de 2005, por lo que la
presente Sentencia es pronunciada dentro del plazo legal.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes, se llega a las conclusiones que se
señalan seguidamente:
II.1.El 24 de enero de 2005, según los informes de fs. 66 y 67, Lilian Noelia Uría Esquivel y Martha
Virginia Condori Mamani, estudiantes de tercer y segundo curso de la ANAPOL, respectivamente,
sufrieron un desvanecimiento cuando se encontraban en filas, por lo que fueron trasladadas a
Sanidad y luego a la Clínica Policial “Virgen de Copacabana”, en la que se les practicó exámenes
detectando posibles embarazos seguidos de legrado uterino, conforme dice la literal de fs. 63 sin
firma; sin embargo, el informe ecográfico de 24 de enero de 2005, del médico radiólogo Edgar
Pozo Gonzáles (fs. 62), indica que Noelia Uría Esquivel no demuestra presencia de saco
gestacional.
II.2.Remitidos los antecedentes por parte del Director de la ANAPOL al Presidente de la Comisión
de Régimen Disciplinario (fs. 69), en 1 de febrero de 2005 (fs. 76), el Presidente de la Comisión de
Régimen Disciplinario emitió el decreto de apertura de sumario contra Lilian Noelia Uría Esquivel,
quien en su declaración informativa (fs. 79 a 81), manifestó las mismas acusaciones expresadas en
su demanda de amparo respecto de la actitud del Comandante de Batallón, otras co recurridas y el
Médico de la Clínica Copacabana que la auscultó ginecológicamente sin su consentimiento.
II.3.El 3 de marzo de 2005 (fs. 196 y 197), Lilian Noelia Uría planteó excepción de falta de tipicidad
en el proceso disciplinario que se le seguía, que fue rechazada por Auto de 18 de marzo (fs. 211 y
212).
II.4.Por nota de 17 de marzo de 2005 (fs. 207), el médico Luciano Gutiérrez Paz remitió al
Presidente de la Comisión de Régimen Disciplinario la historia clínica de Lilian Noelia Uría Esquivel,
en atención al requerimiento de 9 de marzo de 2005 (fs. 131 vta. del Anexo 2) emitido por la fiscal
de Materia Ana María Bakovic, a solicitud del Investigador asignado.
II.5.El decreto de 18 de marzo de 2005 (fs. 213), señala que habiendo abandonado la audiencia de
procesamiento la procesada Lilian Uría y su abogado, se fijó para el 23 de marzo nuevo día de
audiencia, con lo que se notificó a la mencionada dama cadete.
II.6.A través de la Resolución 005/2005, de 23 de marzo (fs. 217 a 223), la Comisión de Régimen
Disciplinario de la ANAPOL resolvió sancionar a la dama cadete Lilian Noelia Uría Esquivel, “por la
comisión de la falta disciplinaria prevista por el art. 10.D inc.10 con el agravante de haber incurrido
con su conducta lo establecido por el art. 25 inc. g) del cuerpo disciplinario legal” (sic), con el retiro
definitivo de la ANAPOL sin derecho a reincorporación.
Con esta decisión se notificó a Lilian Noelia Uría Esquivel en 24 de marzo de 2005 (fs. 225).
De acuerdo al decreto de 24 de marzo de 2005 (fs. 226), la Resolución antedicha se emitió en la
audiencia de 23 de marzo de 2005, cuando la procesada no se presentó a ese acto, pero que la
misma “tiene abierta la vía administrativa para formular los recursos de ley”, con lo que se notificó
a la nombrada el 24 de marzo (fs. 227). El 2 de abril de 2005 (fs. 374), Lilian Uría Esquivel fue
entregada a sus padres en dependencias de la ANAPOL.
II.7.En el caso de la co representada Martha Condori Mamani, luego de prestar su declaración
informativa (fs. 247 a 250), en la que describió el examen ginecológico que se le realizó sin su
consentimiento, opuso excepción previa de falta de tipicidad (fs. 331 y 332), que también fue
rechazada (fs. 351 y 352).
En 22 de marzo (fs. 353), y por haber “abandonado” la audiencia del proceso el abogado defensor
de Martha Condori Mamani, la Comisión Disciplinaria nombró como defensor de oficio a Juan
Ramos Mamani, al que la referida renunció, conforme se indica a fs. 355 y se sostiene por ambas
partes.
La Resolución 011/2005 de 23 de marzo (fs. 419 a 426), emitida por la Comisión Disciplinaria de la
ANAPOL, sanciona a Martha Virginia Condori Mamani con la baja definitiva sin derecho a
reincorporación por la comisión de la falta disciplinaria prevista en el art. 10-“D”, num. 10. De
acuerdo a lo sostenido por el recurrente así como por los recurridos, se notificó con esta
determinación un día antes de la realización de la audiencia de amparo.
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El actor arguye haberse vulnerado los derechos de sus representadas a la dignidad, a la igualdad
jurídica, a la libertad de decisión sobre acontecimientos relacionados a su vida, cuerpo y salud, a la
seguridad jurídica, a recibir instrucción y adquirir cultura, a formular peticiones, al juez natural
independiente e imparcial, a la defensa, la garantía del debido proceso, a la imagen y privacidad,
tutela jurisdiccional efectiva, a la doble instancia y recurso efectivo, a la honra y buena reputación,
por cuanto: a) fueron sometidas a exámenes ginecológicos sin su consentimiento y no obstante
sus pedidos en contra; b) en el proceso disciplinario instaurado en su contra, la Fiscal co recurrida
dispuso el secuestro de documentos y el levantamiento del secreto profesional médico sin tener
atribución para ello; c) el médico actuó en forma ilegal al practicar los exámenes en contra de su
voluntad; d) el Comandante del Batallón de Cadetes ordenó y pagó tales auscultaciones, ordenó
mantenerlas bajo llave en dependencias de Sanidad, e incurrió en hostigamiento y discriminación
de género en su contra; e) la Comisión de Régimen Disciplinario se basó en la prueba ilegalmente
obtenida, para determinar ilegalmente su baja definitiva sin derecho a reincorporación; f) a
Martha Condori se le impuso un abogado defensor de oficio.
III.1.El amparo constitucional ha sido instituido como un recurso extraordinario que otorga
protección inmediata contra los actos ilegales y las omisiones indebidas de autoridades o
particulares que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir derechos y garantías
fundamentales de la persona, reconocidos por la Constitución y las Leyes, siempre que no exista
otro recurso o vía legal para demandar el respeto de tales derechos.
En ese contexto, la SC 1503/2004-R, de 21 de septiembre, expresa que:
“...corresponde recordar por una parte que el Tribunal Constitucional ha establecido que la
jurisdicción constitucional no puede operar como un mecanismo de protección paralelo a los
medios de defensa judicial o administrativos que la Ley dispensa a los ciudadanos dentro de los
procesos judiciales; en este contexto, el art. 19.IV de la CPE establece que se: ' (....) concederá el
amparo siempre que no hubiere otro medio o recurso legal para la protección inmediata de los
derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados (...)', formulación general que ha sido
precisada, por el art. 96 inc. 3) de la Ley del Tribunal Constitucional (LTC) que señala que: 'El
Recurso de Amparo no procederá contra las resoluciones judiciales que por cualquier otro recurso
puedan ser modificadas o suprimidas aún cuando no se haya hecho uso oportuno de dicho
recurso', regulación que permitió complementar la configuración procesal del recurso de amparo.
De estas previsiones constitucional y normativa, se desprende que el recurso de amparo se
constituye en un instrumento subsidiario y supletorio en la protección de los derechos
fundamentales, subsidiario porque no es posible utilizarlo si es que previamente no se agotó la vía
ordinaria de defensa y supletorio porque viene a reparar y reponer las deficiencias de esa vía
ordinaria.
El carácter subsidiario del recurso de amparo, ha sido desarrollado por abundante jurisprudencia
de este Tribunal, entre otras por las SSCC 1343/2004-R, de 17 de agosto; 1216/2004-R, de 30 de
julio; y, 953/2004-R, de 18 de junio, que señalan que 'no podrá ser interpuesta esta acción
extraordinaria, mientras no se haya hecho uso de los recursos ordinarios o administrativos y, en
caso de haber utilizado los mismos deberán ser agotados dentro de ese proceso o vía legal, sea
judicial o administrativa, salvo que la restricción o supresión de los derechos y garantías
constitucionales ocasione perjuicio irremediable e irreparable.
Del entendimiento jurisprudencial, se extraen las siguientes sub reglas de improcedencia del
amparo por subsidiariedad cuando: 1) las autoridades judiciales o administrativas no han tenido la
posibilidad de pronunciarse sobre un asunto porque la parte no ha utilizado un medio de defensa
ni ha planteado recurso alguno, así: a) cuando en su oportunidad y en plazo legal no se planteó un
recurso o medio de impugnación y b) cuando no se utilizó un medio de defensa previsto en el
ordenamiento jurídico; y 2) las autoridades judiciales o administrativas pudieron haber tenido o
tienen la posibilidad de pronunciarse, porque la parte utilizó recursos y medios de defensa, así: a)
cuando se planteó el recurso pero de manera incorrecta, que se daría en casos de planteamientos
extemporáneos o equivocados y b) cuando se utilizó un medio de defensa útil y procedente para la
defensa de un derecho, pero en su trámite el mismo no se agotó, estando al momento de la
interposición y tramitación del amparo, pendiente de resolución. Ambos casos, se excluyen de la
excepción al principio de subsidiaridad, que se da cuando la restricción o supresión de los
derechos y garantías constitucionales denunciados, ocasionen perjuicio irremediable e irreparable,
en cuya situación y de manera excepcional, procede la tutela demandada, aún existan otros
medios de defensa y recursos pendientes de resolución” (las negrillas son nuestras).
III.2.En el presente caso, si bien las representadas del recurrente habrían manifestado su rechazo a
ser sometidas a exámenes o auscultaciones ginecológicas, y, no obstante, los mismos les habrían
sido realizados por el médico co demandado, quien supuestamente mostró la vagina y cavidad
uterina a una de las Subtenientes que trasladó a la Clínica “Copacabana”, lo que se invoca como
lesivo a sus derechos a la dignidad, a la seguridad jurídica, y a la privacidad, no es menos evidente
que conforme lo ha reiterado en varias oportunidades el propio recurrente, así como el
requerimiento de la fiscal de Materia Ana María Bakovic, que para que el médico entregue la
historia clínica de las mencionadas damas cadetes, éstas están siendo objeto de investigación en
las reparticiones correspondientes, de manera que el amparo no puede ingresar a dilucidar nada
respecto a dichos extremos.
De otro lado, se constata que Lilian Noelia Uría Esquivel fue notificada personalmente el 24 de
marzo de 2005 con la Resolución 005/2005, de 23 de marzo, por la cual la Comisión de Régimen
Disciplinario de la ANAPOL, cuyos miembros son ahora recurridos, resolvió sancionarla con el
retiro definitivo de la ANAPOL sin derecho a reincorporación, y sin embargo, no utilizó el recurso
que prevé el art. 49 del Reglamento del Régimen Disciplinario de la Academia Nacional de Policías,
que dispone: “Resolución.- La Resolución será fundada y podrá ser apelada con el recurso de
revocatoria, en primera instancia ante la Comisión del Régimen Disciplinario, pudiendo presentar
pruebas de reciente obtención que fundamentalmente podrá ser aceptada o rechazada en un
plazo de 48 horas”; y, aún el art. 50 del Reglamento del Régimen Disciplinario de la Academia
Nacional de Policías señala: “Apelación ante el Vicerrector.- La apelación en segunda instancia
corresponde al Recurso Jerárquico ante el Vicerrector de la Universidad Policial...” debiendo
aplicarse lo determinado por el art. 52 (Disposición Transitoria” del Reglamento del Régimen
Disciplinario de la Academia Nacional de Policías, que establece que “Mientras se institucionalice
la organización y se nombren a las autoridades de la Universidad Policial, para efectos de
procedimiento en el Recurso Jerárquico, éste se interpondrá ante el Director Nacional de
Instrucción y Enseñanza, quien estará encargado de resolver los casos en los plazos y términos
establecidos en el presente reglamento”.
En consecuencia, se evidencia que Lilian Uría Esquivel no utilizó los recursos que tenía a su alcance
para impugnar la Resolución ahora objetada, por una parte, y por otra Martha Virginia Condori
Mamani fue notificada con la Resolución por la que se la sanciona con la baja definitiva de la
ANAPOL sin lugar a reincorporación, un día antes de la realización de la audiencia de amparo, de
manera que tenía, a esa fecha, expedita las vías antes referidas para presentar sus reclamo, no
pudiendo por tales motivos, ingresar al estudio de la problemática de fondo mediante este recurso
extraordinario y subsidiario.
Es menester dejar sentado que, una vez concluidas las instancias administrativas, de persistir la
vulneración de derechos, las impetrantes tienen la facultad de acudir a esta acción tutelar en
demanda del respeto y resguardo de los derechos y garantías conculcados.
De lo expuesto, se concluye que la Corte de amparo al haber declarado la improcedencia del
recurso ha evaluado correctamente los datos del proceso y las normas aplicables al mismo.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por mandato de los arts. 19.IV y
120.7ª) de la CPE; arts. 7 inc. 8) y 102.V de la Ley del Tribunal Constitucional, con los fundamentos
expuestos, APRUEBA la Resolución 013/05-SSA-I, cursante de fs. 481 a 483 vta., pronunciada el 14
de abril de 2005 por la Sala Social y Administrativa Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial
de La Paz, sin costas ni multa.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional
No interviene el Magistrado, Dr. José Antonio Rivera Santivañez, por encontrarse en uso de su
vacación anual, la Magistrada, Dra. Martha Rojas Álvarez, por encontrarse declarada en comisión y
el Magistrado, Dr. Felipe Tredinnick Abasto, por no haber conocido el asunto.
Fdo. Dr. Willman Ruperto Durán Ribera
PRESIDENTE
Fdo. Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas
DECANA
Fdo. Dr. Artemio Arias Romano
MAGISTRADO
Fdo. Dra. Silvia Salame Farjat
MAGISTRADA
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