Al-Anon se enfrenta al alcoholismo 2008 - Al

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Al-Anon se enfrenta
al alcoholismo 2008
¿Se molesta por la bebida de otra persona?
Los Grupos de Familia Al-Anon pueden ayudarle.
El tratamiento debe
incluir a la familia,
no sólo a la persona
alcohólica
Yo no soy quien tiene
el problema...
Para ayudarlos a ellos, ayúdate
a ti primero
CONTENIDO
Las personas que trabajan en profesiones
de ayuda social remiten a sus clientes a los
Grupos de Familia Al-Anon
Nota: Las opiniones
profesionales que se
expresan en esta revista
son las de los escritores
de los artículos y no
reflejan necesariamente
la opinión de los Grupos
de Familia Al-Anon.
Al-Anon no respalda,
apoya ni combate
ninguna entidad,
opinión ni asuntos
ajenos.
4 De la ira a la acción: una respuesta positiva
al alcoholismo
Por William F. Doverspike, PhD
Centro de Asesoramiento de Atlanta, Atlanta, Georgia
18 Rompiendo el silencio
Norene E. Chevalier, MA, LLP, CAC II, CGC,
CPGC, CCC
Asesoramiento y Consultoría Chevalier, Windsor,
Ontario
25 El tratamiento debe incluir a la familia, no
sólo a la persona alcohólica
Joseph A. Troncale, MD
Director Médico, Centros de Tratamiento Caron,
Wernersville, Pensilvania
Presidente, Grupo de Trabajo sobre Asuntos
Familiares y Generativos de la Sociedad Americana
de Medicina para la Adicción
28 Le receto: Grupos de Familia Al-Anon
Por Randolph P. Holmes, MD
Grupo Médico Bright, Whittier, California
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mejorar nuestras vidas.
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Director Ejecutivo
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Sede de los Grupos de Familia Al-A
CONTENIDO
Los miembros de Al-Anon comparten sus experiencias
3 El descubrirme a mí misma en Al‑Anon
aumentó mi autoestima
“Se requiere mucho
valor para arriesgarse
a asistir a esa primera
reunión de Al-Anon. No es fácil oponerse
a antiguas creencias y
temores y pedir a otras
personas fuerza, guía
y apoyo. Encontrar la
voluntad de admitir que
necesitamos ayuda puede
ser uno de los desafíos
mayores que tengamos
que enfrentar, pero
también puede ser uno de
los más útiles. Cuando
por fin nos damos cuenta
de que estamos hasta la
coronilla, le abrimos la
puerta a un sinnúmero de
posibilidades de cambio,
de esperanza y de una
vida más feliz y más
fructífera”.
--Cómo ayuda Al-Anon a los
familiares y amigos de los
alcohólicos, © Al-Anon Family
Group Headquarters, Inc.
1995. Todos los derechos son
reservados.
Por Kathy M., Carolina del Sur
aumentó mi autoestima
6 No necesito de Al-Anon porque no soy
la que tengo el problema
Por Jennifer B., Arizona
9 Aliviando mi matrimonio por medio de
la comprensión de los efectos del alco‑
holismo
Por Gordon A., Louisiana
10 Lo que experimenté en mi primera
reunión de Al-Anon
Por Suzanne C., Maryland
13 No soy responsable del alcoholismo de
mi madre
Por H., Virginia Occidental
14 Mi vida se estaba destruyendo
Por Carol S., Nueva Escocia
20 Me dije: “Nunca me casaré con un alcohólico”
Anónimo, Manitoba
22 El sufrimiento se tornó en un factor
superior a la vergüenza
Por Warren W., Carolina del Norte
24 Me dijeron que no era culpa mía
Por Beverly E., Alabama
26 Estoy aprendiendo a ser la persona que
realmente quiero ser
Por Carol R., California
29 Al-Anon me enseñó la mejor forma de
ayudar a mi hijo
Por Judy E., Kansas
30 Lo que estaba haciendo no funcionaba
por Lindsie S., Dakota del Norte
Las historias que aparecen en esta revista expresan las opiniones y experiencias personales de los
miembros de Al-Anon y Alateen. Para respetar la Undécima Tradición de Al-Anon* en lo relacionado con
el anonimato, esta revista publica los nombres de los miembros de Al-Anon y Alateen sin sus apellidos,
y ninguna persona cuya foto aparece en esta publicación es miembro de Al-Anon.
*visite www.al-anon.alateen.org/spanish/legaciessp.html para leer las Tradiciones de Al-Anon.
El descubrirme
a mí misma en Al‑Anon
Al-Anon se enfrenta al alcoholismo 2008
Por Kathy M., Carolina del Sur
Llevé a mis hijos a Alateen y
terminé asistiendo a una reunión de
Al-Anon. “Yo” era un sujeto en el
que nunca pensaba. Recuerdo que
alguien decía algo sobre su color
favorito. Me escalofrié. Ni siquiera
sabía cuál era mi color favorito.
Podía decir cuáles eran los de mi
esposo y los de mis hijos. Sabía
cuáles eran sus comidas preferidas.
Cuando me pude amar, obtuve paz.
Cuando empecé a servir en mi grupo
y no era criticada por mis errores,
sino amada incondicionalmente por
otras personas (perfectos extraños),
empecé a desarrollar mi autoestima. El
centrarme en mí hoy es un deber. Hice
la promesa de que nunca trataría a esta
maravillosa y perfecta “yo” de manera
tan horrible jamás.
Tuve que aprender sobre la persona que se escondía
dentro del caparazón conocido como “madre y esposa”.
Me cercioraba de que tuvieran
todo lo necesario para cuidarse. A
mí ni siquiera se me ocurría tener lo
que necesitaba. Poco después de que
empecé a asistir, me di cuenta de que
yo importaba. Me di cuenta de que
necesitaba encargarme de mi propio
cuidado. Había estado al cuidado
de todos, excepto de la persona más
importante en mi vida… YO.
Tuve que lograr conocerme. Tuve
que aprender sobre la persona que
se escondía dentro del caparazón
conocido como “madre y esposa”. De
hecho, me encontré conmigo misma
regresando a la realidad y saliendo de
la falsa existencia que había creado
desde hacía tanto tiempo. Tuve que
convencerme de que me amaba y de
ganar la confianza que nunca tuve.
De la ira a la acción: una respuesta positiva al alcoholismo
Por Willia m F. Doverspike, Ph.D. Centro de Asesoramiento de Atlanta, Atlanta, Georgia
El encargarse de las necesidades propias no significa que uno deja de amar a la persona alcohólica. En
vez de eso, quiere decir que uno ya no se deja herir ni manipular por las acciones de alguien más.
Cuando acudió a sesiones de terapia
para la depresión por primera vez, Amy
mencionó de casualidad que su esposo
tenía problemas de “comunicación”.
De relato en relato, describió la forma
en que su esposo terminó desmayado
en el sillón de la sala. Amy terminó con
insomnio en las noches y amargada
por su ira. “Es que no puedo soportar
cuando oigo los trozos de hielo sonando
en el vaso”, dijo con disgusto, “porque
sé lo que eso significa”.
Antes de buscar ayuda profesional,
Amy había pasado varias noches de
la semana encerrada en su dormitorio. Aun así, estuvo de acuerdo en que en
la vida había mejores cosas que hacer
en lugar de estar sentada en la cama
durante la noche y de estar poniéndole
atención al sonido de los trozos de
hielo. Le recomendé que tratara algo
nuevo: los Grupos de Familia Al-Anon.
En el término de unas semanas
observé una mejoría en el modo de
Amy y un cambio de actitud a medida
que empezó a asistir a las reuniones y
a leer las publicaciones de Al-Anon.
Como psicoterapeuta, sabía que el
sendero hacia la recuperación empieza
con centrar la atención en cambiar
lo que se puede cambiar en lugar
de centrarla en lo que no se puede
cambiar. La recuperación incluye
aceptar lo que no se puede cambiar,
cambiar lo que se puede cambiar y
entender la diferencia entre las dos.
Al igual que muchos miembros de
Al-Anon, Amy empezó a percibir
una mejoría en sus cinco sentidos. Percibió una sentido de universalidad
en su primera reunión, donde se dio
cuenta de que no estaba sola en su
batalla. Notó un sentido de esperanza
cuando comenzó a asistir a las
reuniones en forma regular. Descubrió
un sentido de enlace a medida que
empezó a llamar por teléfono a otros
miembros y a compartir su vida
con ellos. Desarrolló un sentido
de responsabilidad en su vida al
tener una Madrina que la retó a que
realizara “un examen de conciencia”,
y a que se centrara en mejorar su
propia vida en lugar de criticar la
vida de cualquier otra persona. Creó
un sentido de equilibrio en su vida al
aumentar el conocimiento de sí misma,
la aceptación y las acciones en cada
día de su vida: un día a la vez. Poco
a poco empezó a darse cuenta de una
transformación en su propio ser a
medida que aprendía a aplicar
a su vida los Doce Pasos de
recuperación.
“Amy” no es una persona
real; más bien, su historia es
una mezcla de los muchos
relatos de experiencia,
fortaleza y esperanza que he
escuchado de los clientes que
han ingresado a las salas de
Al-Anon.
Al-Anon se enfrenta al alcoholismo 2008
A mucha gente se le hace difícil
asistir a la primera reunión. Es
como superar una parálisis. Cuando
una persona empieza a asistir a
reuniones, sus pensamientos por
lo general están aún destruidos
por la conducta del alcohólico.
Poco a poco, con el apoyo de otros
miembros que se centran en brindarle
un mejor cuidado a sus propias vidas,
el recién llegado empieza a pensar en
sus propias necesidades.
El encargarse de las necesidades
propias no significa que uno deja
de amar a la persona alcohólica. En
vez de eso, quiere decir que uno
ya no se deja herir ni manipular
por las acciones de alguien más. A
medida que el miembro de Al-Anon
aprende actitudes diferentes y se
vuelve más fuerte y saludable,
dejando de centrar la atención
en el cuidado del alcohólico
para encargarse de un mejor
cuidado de sí mismo, a
menudo el alcohólico se siente
dispuesto a buscar ayuda.
Y lo que es más importante,
los miembros de Al-Anon
por fin aprenden que pueden
encontrar paz y felicidad ya
sea que el alcohólico continúe
bebiendo o no. El Dr. Doverspike es un psicólogo
clínico acreditado en Psicología
Clínica por el Consejo Americano de
Psicología Profesional (ABPP) por sus
siglas en inglés y en Neuropsicología
por el Consejo Americano de
Psiquiatría y Neurología (ABPN) por
sus siglas en inglés.
No necesito de Al-Anon porque yo no soy la que tengo el problema
Por Jennifer B., Arizona
Cuando comencé a salir con mi
novio que estaba sobrio, creí que
nunca tendríamos problemas porque
me dijo que había superado todos sus
defectos de carácter en Alcohólicos
Anónimos. No me daba cuenta de que
yo también tenía defectos.
Siempre le atraía a la gente insegura
y necesitada. Creí que por fin había
encontrado a un compañero que era
estable y casi perfecto. Pero me di
cuenta de que todavía tenía algunos
asuntos que resolver. Comencé a
pensar que él asistía a demasiadas
reuniones y no me brindaba suficiente
atención. Mi autoestima colapsó.
Me deprimí y me obsesioné por él.
Y así como había sucedido con mis
relaciones anteriores, me encontré
tratando de controlar y de corregir
a mi novio. Estaba completamente
enredada con él.
Me recomendó que fuera a
ver a su terapeuta. Al principio
estaba renuente, pero deseaba
desesperadamente que nuestra
relación mejorara. La fui a ver,
aunque estaba convencida de que
el problema era él. Después de
escuchar mi relato, me recomendó
que tratara de asistir a las reuniones
de Al-Anon. Inmediatamente deseché
la idea, pues estaba segura de que yo
no tenía ningún problema. Si pudiera
lograr que el alcohólico practique su
programa de la forma que pensé que
lo haría, todo marcharía bien.
Pero en cada sesión mi terapeuta
seguía instándome a que tratara de
asistir a algunas reuniones, aunque
fuera para encontrarme con personas
que pasaban por experiencias
similares. Al final, después de
sentirme con deseos de suicidarme y
completamente desesperanzada, hice
el esfuerzo y fui a Al-Anon. Me sentía
nerviosa y escéptica, pero oí decir
que no era la única que se sentía
así. Me sentí tan aliviada que lloré
durante toda la reunión y durante
las cinco o seis reuniones siguientes.
Empecé a practicar los Pasos con
una Madrina. Mi autoestima mejoró
rápidamente y encontré mi propia
identidad. Hablaba por teléfono con
miembros entre reuniones y cultivé
amistades maravillosas. Mi obsesión
por el alcohólico disminuyó y hasta
mis sesiones de terapia se volvieron
más productivas. ¡De nuevo tenía
esperanzas!
Si pudiera
lograr que el
alcohólico
practique su
programa de
la forma que
pensé que lo
haría, todo
marcharía
bien.
Ya han pasado más de seis años
desde que asistí a la primera reunión
de Al-Anon, y desde entonces han
sucedido innumerables milagros en
mi vida. Afronto el temor y el dolor
con gracia y aceptación. Hoy poseo
serenidad, equilibrio y amor en mi
vida. Estoy eternamente agradecida
de que mi terapeuta me convenciera
de que tratara de asistir a las
reuniones de Al-Anon. Esto me
ha salvado la vida.
Al-Anon se enfrenta al alcoholismo 2008
¿Se molesta por la bebida de otra persona?
A millones de personas les afecta el exceso en la bebida de alguna
persona allegada. Las preguntas siguientes están destinadas a
ayudarle a usted a decidir si necesita o no de Al-Anon:
1. ¿Se preocupa de cuánto bebe
otra persona?
2. ¿Tiene problemas económicos a
causa del beber de otra persona?
3. ¿Miente para encubrir que otra
persona bebe?
4. ¿Cree que si el bebedor se
preocupara por usted dejaría de
beber para complacerle?
5. ¿Cree que el comportamiento
del bebedor lo causan sus
compañeros?
11. ¿Le parece que todas las
fiestas se estropean a causa del
exceso de bebida?
12. ¿Ha pensado en llamar a la
policía para pedir ayuda por
miedo al maltrato?
13. ¿Busca el licor escondido?
14. ¿Ha viajado alguna vez en un
automóvil con un conductor que
ha estado bebiendo?
15. ¿Ha rechazado invitaciones
sociales por temor o ansiedad?
6. ¿Se alteran con frecuencia sus
planes o se aplazan las horas de
las comidas a causa del bebedor?
16. ¿Se siente a veces fracasado
porque no puede controlar al
bebedor?
7. ¿Hace amenazas tales como,
“Si no dejas de beber, te
abandonaré”?
17. ¿Cree que si el bebedor dejara
de beber, los problemas se
resolverían?
8. ¿Trata discretamente de oler el
aliento del bebedor?
18. ¿Amenaza alguna vez con
herirse para asustar al bebedor?
9. ¿Teme disgustar a alguien
por miedo a incitarle a que se
emborrache?
19. ¿Se siente enojado, confundido
y deprimido la mayor parte del
tiempo?
10. ¿Se ha sentido ofendido
o avergonzado por el
comportamiento de un bebedor?
20. ¿Cree que no hay nadie que
comprenda sus problemas?
Aliviando mi matrimonio por
medio de la comprensión de
los efectos del alcoholismo
Por Gordon A., Louisiana
Tenía veinticinco años de casado
y era el padre de dos muchachos
adolescentes cuando mi esposa me
pidió ayuda porque creía que no iría a
vivir por mucho más tiempo. Llamé a
un doctor y la internamos en un centro
de recuperación. Uno de los consejeros
del lugar me recomendó que asistiera a
Al-Anon.
Me encontraba en un lugar negativo
desde el punto de vista emocional,
e intentaría cualquier cosa, ya que
en realidad quería terminar con el
matrimonio. Al principio no obtuve
respuestas a mis preguntas en las
reuniones de Al-Anon, pero se mantenían
diciéndome: “Tan sólo sigue viniendo”.
Una vez que entré al programa y empecé
a leer las publicaciones, especialmente
el libro Cómo ayuda Al-Anon a los
familiares y amigos de los alcohólicos,
empecé a entender lo que había pasado
conmigo y con mi matrimonio. Me quedé
en el programa, y poco a poco estoy
volviendo a ser la persona que solía ser.
Hasta tengo nuevas esperanzas en
mi matrimonio. Miro a la persona
alcohólica que forma parte de mi
vida como persona enferma que trata
de superar con todas sus fuerzas los
estragos del alcoholismo. Estoy muy
agradecido con los Grupos de Familia
Al-Anon y con toda la gente en ellos. Creo que con la ayuda de Dios y de
Al-Anon, nos recuperaremos en un
cien por ciento. ¡Gracias, Al-Anon!
Si la respuesta a algunas de estas preguntas es “sí”, le invitamos a que se entere
más acerca de Al-Anon visitando el sitio Web: www.al-anon.alateen.org o
llamando al número gratuito: 1-888-4AL-ANON, para información sobre las
reuniones en su comunidad.
Al-Anon se enfrenta al alcoholismo 2008
Lo que experimenté en mi primera
reunión de Al-Anon
Por Suzanne C., Maryland
Después de muchos años de
beber, mi esposo tocó fondo y
fue internado en un hospital. Yo
estaba completamente devastada
de preocupación y me sentía loca
de vivir con el contagio familiar
del alcoholismo.
Era una zombi confundida.
Por un lado me sentía agradecida
de que mi esposo por fin estaba
en un lugar donde alguien más
podía atenderlo, y por otro, no
tenía ni la menor idea de lo que
se suponía que debiera hacer o
no después de eso. En mi primera
reunión de Al-Anon, me senté
en la silla que estaba más cerca
de la puerta. El emblema de los
Doce Pasos estaba colgando de
una de las paredes, y lo miré con
aburrimiento.
Uno de los hombres empezó
a leer la Bienvenida Sugerida.
Temo que entendí muy poco.
Luego preguntó si alguien estaba
en Al-Anon por primera vez.
Levanté la mano. Se le pidió a la
señora que estaba sentada a la par
mía que me diera la bienvenida,
y lo hizo de forma muy simple.
Lo que recuerdo escuchar fue que
“este no es un programa religioso,
sino espiritual, y tu Poder Superior
es lo que tú quieras o a quien tú
quieras interpretar que sea”.
Esto me tranquilizó, pues mi
mamá creía fanáticamente en
su religión, y algunas veces era
Era una zombi confundida.
Me sentía loca de vivir con el
contagio familiar del alcoholismo.
espantosamente insistente acerca
de eso; mi papá era agnóstico. Al
fin y al cabo mi hermano y yo no
teníamos nada que perder. Luego
escuché: “Toma lo que te guste y
deja el resto de lo que escuches
aquí esta noche”. Esto también
fue reconfortante para mí.
Me dijo que quien quisiera
podía compartir, y que yo tenía la
libertad de pasar y no compartir.
Eso también me gustó. Me dijo
que si me podía quedar después
de la reunión, la gente respondería
las preguntas que tuviera, y que
ella estaría ahí si yo quería hablar
con ella.
Alguien presentó el tema.
Escuché lo que dijeron y, aunque
no pude entender los asuntos
planteados, a medida que la gente
compartía, mi corazón dejó de
10
Al-Anon se enfrenta al alcoholismo 2008
apresurarse. Entendí que no sería
presionada de ninguna manera
por nadie. Pude atreverme a
relajarme tan sólo un poquito.
Luego escuché algo que logró
despertar mi deseo de regresar;
alguien compartió: “Tú no causaste
el alcoholismo, tú no lo puedes
controlar, tú no lo puedes curar”.
No puedo expresar el asombro
que sentí cuando escuché esto, ni
el reconfortante sentimiento de
libertad que me dio.
Este fue el primer regalo que
me dio Al-Anon. Siempre que
estoy en una reunión y hay un
recién llegado, a veces veo la
mirada de incredulidad que sé
que yo tenía, y espero que el
recién llegado vea la promesa
de recuperación en Al-Anon que
todavía me mantiene viniendo.
11
Rompiendo
los círculos viciosos en las familias
El alcoholismo es verdaderamente un contagio familiar. Todos
los miembros de la familia resultan afectados emocionalmente
y, a veces, físicamente. Los niños aprenden a
defenderse en la vida observando a sus padres. La actitud de la madre hacia el padre y
viceversa, y la de ambos con respecto a la vida
y a sus hijos se transmite sin que ni siquiera
ellos se den cuenta...
Si queremos terminar con el círculo vicioso
de la infelicidad, debemos aprender nuevas
formas de vivir y de relacionarnos unos con
otros. Con la ayuda de Al-Anon y Alateen podemos
esperar poner fin saludablemente a la larga serie de
efectos del alcoholismo al transmitirse éstos de generación
en generación.
Tomado de: ¿Cómo puedo ayudar a mis hijos? © Al-Anon
Family Groups Headquarters, Inc. 1973. Todos los derechos son
reservados.
12
No soy responsable del alcoholismo
de mi madre
Por H., Virginia Occidental
Aceptación es una de las palabras
que más me cuesta entender. Aceptar
que mi madre era alcohólica y que
yo no podía hacer nada al respecto
no fue algo que yo decidiera en mi
vida. Desde hace un año que asisto
a Alateen me he dado cuenta de
que no soy la única incapaz ante mi
situación. Cuando dicen: “Suelta las
riendas y entrégaselas a Dios”, eso es
precisamente lo que tuve que hacer.
Tuve que soltarlo todo: el dolor, la
ira, el sentimiento de que tenía que
hacer algo, y ponerlo en las manos de
Dios. Pude ver que a pesar de todo el
alcohol que yo vaciaba y de las tantas excusas que ofrecía, ¡siempre había más!
Y en este momento en que acepto que mi papel en el alcoholismo de mi madre
equivale a ningún papel, me demuestro que la vida que tengo no tiene por qué
girar alrededor del alcoholismo de mi mamá.
“A pesar de todo el alcohol que
yo vaciaba, siempre había más”.
www.al-anon.alateen.org/alateen.html
Al-Anon se enfrenta al alcoholismo 2008
13
Mi v i d a se
est a ba
des t ru yend o
14
Al-Anon se enfrenta al alcoholismo 2008
Mi vida se estaba destruyendo
Por Carol S., Nueva Escocia
Crecí en un hogar alcohólico. Yo era la mayor de seis
hijos. Me avergonzaba de la casa en que vivíamos, de
mi ropa de segunda mano y de mi padre. No sabía si mi
lugar estaba en nuestra casa repleta de gente y de cosas,
o en la de mis abuelos. Me espantaba el pensar que algo
horrible nos iba a suceder. Cuando abandoné el hogar
en que vivía, no podía tomar decisiones por mí misma.
No podía opinar sobre ningún asunto. Mi autoestima y
la confianza en mí misma andaban por el suelo.
Cuando me casé pesaba 45 kilos y le cargué a
mi matrimonio 45 kilos de esta basura. Creí que
viviríamos muy felices, y así sucedió durante muchos
años. Poco a poco el alcohol empezó a infiltrarse en
nuestras vidas, hasta que empecé a sentirme una vez
más avergonzada, insegura y temerosa. Sentí que mi vida se estaba literalmente
derrumbando.
Un día después de que mi hijo mayor se casara,
mi amiga, una enfermera titulada, me
preguntó si alguna vez había pensado en
asistir a uno de los Grupos de Familia
Al-Anon. No se dio cuenta de la cuerda
salvavidas que me había lanzado.
No participé con nada en esa primera
reunión a la que asistí, pero se plantó en mí una
semilla de esperanza que creció y floreció con
cada reunión a la que asistía después de esa.
Mi esposo logró la sobriedad cuatro años
después. Quisiera darle a Al-Anon parte del
reconocimiento por haberlo logrado, pues eso me
hizo cambiar de actitud hacia él y hacia mi padre.
Me enseñó a tratarlos como seres humanos y a no
patearlos cuando estaban deprimidos.
Le agradezco a mi amiga enfermera por remitirme
a Al-Anon, y le agradezco a Al-Anon el haberme
otorgado los instrumentos que cambiarían mi vida.
“se plantó
en mí una
semilla de
esperanza”
15
Profesionales que brindan ayuda le recomiendan Al-Anon a sus clientes
“Las metas de un miembro de familia que
se recupera de los efectos causados por la
bebida de otra persona han de ser:
1) Aprender a tomar decisiones y escoger alternativas
saludables.
2) Desarrollar las destrezas saludables para interactuar con
los demás.
3) Crear y reproducir relaciones saludables con la familia,
“Al-Anon les ofrece
con los amigos y con otras personas.
a nuestros clientes un
4) Seguir los principios de un programa confiable de apoyo
sentimiento seguro
de los Doce Pasos.
de confidencialidad
5) Aprender a vivir como una persona saludable en vías de
y anonimato. Les
recuperación.
brinda la oportunidad El mejor tratamiento puede estar en los Grupos de Familia
de hacer preguntas
Al-Anon, pues este puede ayudarle a los miembros de la
y de lograr discernir
familia a lograr estas metas”.
sobre lo que los
Robert J. Ackerman, Ph.D.
miembros de la
Director, Instituto de
familia pueden estar
Capacitación en Adicción
sintiendo. Les muestra
del Atlántico Central
a nuestros clientes el
de la Universidad (del
lazo común que existe
Condado de) Indiana
entre los miembros
en Pensilvania. Indiana
afectados por el abuso
University of Pennsylvania
de la bebida de otra
persona”.
“El programa de Al-Anon le ayuda a sus miembros a
eliminar el terrible sentido de aislamiento después de vivir
Jane Worth
con bebedores problema al compartir con otros miembros
Administradora,
que han vivido, han sobrevivido y empiezan a sentirse y a
Centro de
pensar sobre ellos mismos de una forma más saludable”.
Recuperación de
Conrado Gerardo
Comox Valley,
Courtenay, Columbia Administrador del Programa - CDT, San Diego, California
Británica
“El alcoholismo es una enfermedad de la familia, y como tal, debe tratarse desde el
seno de la familia en su totalidad. La bebida no es más que un síntoma del problema.
De otra forma, la abstinencia del alcohol eliminaría todos los problemas, lo cual por
lo general no es el caso. Al-Anon es el medio más rápido por el que puedo lograr que
los clientes participen de modo saludable en relación con esta enfermedad”.
Rev. Daniel Gowan, M.Div., MA, LCDC, LPC
Director de Asesoramiento, Centro de Asesoramiento St, Andrew, Plano, Texas
16
Al-Anon se enfrenta al alcoholismo 2008
Citas de algunos
miembros
“Cuando dejé de prestarle atención
al comportamiento del alcohólico y
empecé a prestarle atención al mío,
las cosas cambiaron”.
Anónimo
“Las reuniones de Al-Anon son un
instrumento pastoral esencial que ha de
encontrarse en el cofre de sabiduría de cada
pastor”.
Mons. John I. Cervini, Ministro
San Pedro Apóstol, El Cercado, República
Dominicana
“Durante el estudio completo del Programa de
Asesoramiento en Adicción, y particularmente
dentro del primer semestre, se discuten los
programas de Doce Pasos. Definitivamente
una de las asignaciones dentro de dicho
semestre es examinar la investigación sobre la
eficacia de los programas de Doce Pasos. Por
lo tanto, cuando a algunos estudiantes se les
sugiere que ellos pueden considerar asistir a
uno de los Grupos de Familia Al-Anon con el
propósito de tener la posibilidad de lograr su
propio sendero de recuperación, al escuchar tal
sugerencia se percibe una gran tranquilidad”.
Collen Hillock, M.Ed.
Coordinadora del Programa de Asesoramiento
en Adicciones y del Programa de Trabajo
Social, Escuela de Medicina Hat, Alberta
“Mi esposo era un bebedor
empedernido, y nuestro
matrimonio se había vuelto
intolerable. Pensé que Al-Anon
me ayudaría a tomar la decisión
de quedarme a su lado o dejarlo.
En última instancia, sucedió
exactamente así: el aprender que
el alcoholismo es una enfermedad
me ayudó a tomar la decisión de
quedarme. Al-Anon me ayudó
a que viera a mi esposo desde
una perspectiva completamente
diferente. Obtuve la serenidad que
creía que era imposible. Aprendí
a desprenderme con amor, y sin
sentir ninguna culpa. A raíz del
cambio de mi comportamiento,
mi esposo y yo pudimos
comunicarnos mejor de lo que
hubiéramos podido hacerlo en
muchos años”.
Carol H.
“Mi mamá bebía todas las
tardes, aunque también cumplía
con las responsabilidades
del hogar, y mi papá tomaba
bebidas fuertes todas las noches.
Agradezco el haber escuchado
que no necesitaba estar seguro de
que las personas en mi vida eran
‘alcohólicas’. El único requisito
para ser miembro es tener alguien
con un problema de alcoholismo”.
C.D., Oregon
17
Rompiendo el silencio
De acuerdo con el documental Niñez perdida: Crecer en una Familia Alcohólica;
uno de cada cuatro niños menores de dieciocho años crece con el alcoholismo en la
familia. Los hijos de alcohólicos (COA por sus siglas en inglés) están cuatro veces
más propensos a llegar a ser alcohólicos. Aproximadamente el 81% de casos de
agresión infantil reportados tienen que ver con el alcohol. Los hijos de alcohólicos
padecen de problemas físicos y psicológicos en mayor medida que los hijos de hogares
no alcohólicos. Además, sólo uno de cada veinte hijos de alcohólicos obtiene ayuda.
Como terapeuta clínica, estas estadísticas son alarmantes. En mis experiencias clínicas, las tres normas clásicas
sobre el crecer en una familia alcohólica
y que no funciona bien son muy ciertas:
no hable, no confíe y no sienta. Cuando los clientes buscan asesoramiento,
por lo general estas normas dominan
sus pensamientos, sus sentimientos y
sus conductas. Desafortunadamente, el
silencio auto impuesto, después de muchos años, se convierte en sufrimiento.
El silencio se torna en depresión y ansiedad, en aislamiento social y en desesperación. Algunos clientes se llegan
a sentir desalentados, otros se expresan
18
abiertamente (adicción). En cualquiera
de los casos, los clientes sienten que no
tienen ninguna opción en la vida, o que
esa opción es muy limitada. Para mí, la terapia se trata de ayudar
a los clientes a encontrar su voz, a romper ese silencio dominante, actuando de
manera personalizada. No obstante, mi
participación es limitada. Por eso, les
proporciono a los miembros información sobre Al-Anon y Alateen. Dispongo de materiales del programa y listas
de reuniones tanto en la sala de espera
como en mi consultorio. Les explico
a los clientes el formato y el sistema
con que funciona Al-Anon; muchas
Al-Anon se enfrenta al alcoholismo 2008
Norene E. Chevalier,
MA, LLP, CAC II, CGC, CPGC, CCC
Asesoramiento y Consultoría Chevalier,
Windsor, Ontario
personas lo encuentran útil, pues el
miedo también es un aspecto importante de superar al romper el silencio sobre
cualquier tipo de adicción.
Al-Anon y Alateen brindan una atmósfera en donde otras personas con
experiencias similares se reúnen
y comparten sus batallas y esperanzas, sus temores y logros. Por
medio de Al-Anon y Alateen, los
clientes llegan a tener una amistad
íntima, algo de lo que se carece
al vivir en un hogar alcohólico.
El mensaje del programa es que
hay esperanza y ayuda al alcance.
Son bastantes las ventajas que
los clientes obtienen de Al‑Anon y
Alateen. La percepción y el entendimiento que los clientes descubren acerca de ellos mismos es algo sobresaliente. Puedo ver en realidad los cambios
que se producen dentro de ellos. Por
medio de Al-Anon y Alateen, el
silencio se rompe y, con un
propósito renovado en la
vida, los miembros del
grupo siguen llevándoles el mensaje de
descubrimiento de sí
mismos, alivio y esperanza a otras personas.
19
Me dije: “Nunca me casaré con un alcohólico”
Anónimo, Manitoba
Cuando nos conocimos se encontraba
sobrio. Llegamos a ser mejores amigos, nos
dimos confianza mutua y, años después,
nos casamos. Él estaba en el programa de
A.A., y yo también regresé al programa
por medio de él, y empecé en Al-Anon.
Fue después que desperté de este
“estado de adormecimiento” que es
como lo llamo yo. De repente, el asistir
a las reuniones llegó a ser algo muy
importante para mí, así como las lecturas
diarias de publicaciones de Al-Anon y
el comunicarme por teléfono con otros
miembros. Traté de aplicar los lemas para
no convertirme en una esposa fastidiosa.
Algunas veces simplemente lloraba en
las reuniones puesto que verdaderamente
estaba conmocionada. Jamás esperé que
esto sucediera; fue como revivir los años
de mi niñez a la par de un alcohólico. Mi
padre bebía cuando yo era joven.
Cuando mi esposo y amigo se encontraba
sobrio durante aproximadamente quince
años, lo fui a visitar mientras estaba fuera
de la casa nada más para encontrarme con
una sorpresa cuando llegué. Aún recuerdo
sus palabras: “A propósito, cariño, creo
que debo de decirte que empecé a beber”.
Al principio no me molestó mucho, ya
que nunca lo había visto beber. Cuando
nos conocimos era una persona sobria.
Después de que pasaron algunos meses,
siguió con la bebida y esta se tornó más
intensa. Empecé a darme cuenta de que
todavía estaba conmocionada.
Ahora, cuando recuerdo el pasado, me
siento muy agradecida de que Al-Anon
estuviera ahí. Nuestro matrimonio se
hubiera terminado de no haber sido por
las reuniones. Al-Anon me ha enseñado
a centrar mi atención en mí, a no culpar a
otros, sino más bien a cuidar de mí misma.
Aún en los tiempos difíciles, debo seguir
haciéndole frente a cada día de la mejor
manera posible. Pasaron dos años luego
de los cuales mi esposo volvió a encontrar
la sobriedad. Estoy tan agradecida de que
Al-Anon estuviera ahí, de que aún está y
de que siempre estará.
Yo había asistido a Alateen cuando
era adolescente, luego me retiré del
programa. Ni siquiera en mis sueños más
extravagantes pensé nunca que me casaría
con un alcohólico. Todavía recuerdo
cuando le decía a mi mamá: “Nunca
me casaré con un alcohólico” Bueno,
¿imagínense qué? Lo hice.
Aún recuerdo sus palabras: “A propósito, cariño, creo que
debo de decirte que empecé a beber”.
20
Al-Anon se enfrenta al alcoholismo 2008
21
El sufrimiento se tornó en un
factor superior a la vergüenza
Nuestra hija menor parece ser muy
consentida. De ninguna manera
seguiría el camino que sus otros
dos hermanos han seguido. Siempre
se miraba como que quería ser
“diferente”. Hacía algunas cosas
normales, aprendió a manejar, fue a
la escuela, conoció a un muchacho
(en un bar), se casó, y aparentemente
fue feliz durante unos cuantos meses.
Cuando ella tenía veintinueve años, me
di cuenta de que estaba completamente
involucrada en las drogas y el alcohol.
Fue decayendo constantemente hasta el
punto de perder su hogar, a su esposo y
su trabajo.
Durante el evento de “Días de
la Familia” en tres centros de
tratamiento diferentes, escuché
sobre un programa llamado
Grupos de Familia
Al‑Anon. La verdad es
que no me causó tanta
impresión como el
lugar donde yo
necesitaba estar. La vergüenza era
un elemento esencial en mi vida,
y postergaba y me oponía a asistir.
Las cosas empeoraron mucho más
en la familia y en la vida de mi hija.
El sufrimiento se convirtió en un
elemento mucho más grande que la
vergüenza, por lo que al fin decidí
hacer la prueba con Al-Anon.
Por Warren W., Carolina del Norte
Las reuniones eran apacibles,
tranquilas, y proporcionaban alguna
información sobre la enfermedad del
alcoholismo. Me tomó bastante tiempo
convencerme de que el alcoholismo
es una enfermedad. Una vez que pude
aceptar que ella sufría de los efectos
del alcoholismo, una enfermedad de la
mente, del cuerpo y del espíritu, pude
avanzar un poco más. Antes de Al-Anon, todo lo que hacía
provenía de la definición de “ayudar”,
al menos en mi mente. Durante algún
tiempo no conocía ni comprendía muy
bien lo que significaba “permitir”.
Por medio de la lectura constante y de
la atención en las reuniones, aprendí
la diferencia entre esas dos palabras.
“Ayudar” es prestar cooperación a
alguien para lograr algo, y “permitir”
es impedir que alguien haga las
cosas por sí mismo. El reconocer
la diferencia me hizo evitar
que los problemas de la
enfermedad se agravaran.
23
Me dijeron que no
era culpa mía
Por Beverly E., Alabama
“...quería participar en su recuperación, a lo mejor demasiado”.
Solía sentarme en el estacionamiento a esperar a mi hija cuando la
tenía que llevar a reuniones de A.A.
Luego, uno de sus consejeros me dio
un horario de Al-Anon, creo que tan
sólo para deshacerse de mí. Los importunaba con preguntas porque quería participar en su recuperación, a lo
mejor demasiado. Había reuniones
de Al-Anon que se llevaban a cabo
a la misma hora y lugar que algunas
de sus reuniones de A.A., por lo que
me imaginé que podría ser mejor que
quedarme sentada en mi camioneta.
De pura casualidad, esa primera
reunión era para principiantes, por lo
que de seguro el tema era el Primer
Paso, pero realmente no podría de24
cirle. Lo único que recuerdo es que
me dijeron que no era culpa mía. ¿No
es culpa mía? Por supuesto que era
culpa mía. Yo era su madre. La había criado, todo lo había hecho mal,
tenía que ser culpa mía que mi bebé
no pudiera enfrentar la vida sin el alcohol. Se tardó un tiempo para que
esta idea pasara de mi mente a mi
corazón, pero esa reunión fue la primera vez en que por lo menos tomé
el concepto en cuenta.
Seguí viniendo a Al-Anon porque
se sentía muy bien el estar rodeada de
tanto amor. Después de año y medio
todavía sigo asistiendo, pues cada vez
encuentro más y más razones por las
que necesito la ayuda de Al-Anon.
Al-Anon se enfrenta al alcoholismo 2008
El tratamiento debe incluir a la
familia, no únicamente al alcohólico
Joseph A Troncale, M.D.
Director Médico, Centros de Tratamiento Caron,
Wernersville, Pensilvania
Presidente, Grupo de Trabajo sobre Asuntos
Familiares y Generativos de la Sociedad
Americana de Medicina para la Adicción
Como director médico de un
establecimiento para el tratamiento
de la adicción, mi trabajo incluye
hablarles a las familias de los
pacientes. También dicto una charla
de una hora todas las semanas para
las familias que vienen al Programa
de Educación Familiar de nuestro
establecimiento. Aunque parte de lo
que hablo con las familias es acerca
de la base neurobiológica para la
adicción, por lo menos la mitad del
tiempo se dedica a la recuperación
por medio de los Doce Pasos y a los
Grupos de Familia Al-Anon.
Trato de enseñarles a las familias que
la recuperación no es únicamente para
personas adictas, sino para toda la
familia. La recuperación se manifiesta
por medio de la honestidad, del
enlace con otras personas, con
la disminución de la ansiedad,
con la confianza y la autoestima.
Al‑Anon les permite a las personas
experimentar la recuperación del
quebrantamiento que es característico
del alcoholismo. Al-Anon les permite
a las personas dejar de jugar a ser el
policía de la familia, la víctima, el
protector, el rescatador. Permite que
las personas sean ellas mismas sin
tener que cargar con los problemas de
la persona adicta.
Durante el tiempo en que atiendo a las
familias de los alcohólicos, les indico
que al no obtener ayuda para ellos por
medio de Al-Anon, también continúan
un patrón que afecta adversamente la
posible sobriedad de los miembros
adictos de sus familias.
Muchas personas me llaman o me
escriben de vez en cuando y me
comentan sobre lo mucho que Al‑Anon
ha significado en sus vidas. Aunque
su pariente adicto no esté siempre
bien, Al-Anon les ha dado esperanza
y serenidad para seguir adelante con
sus vidas. Es un verdadero regocijo ver
el impacto positivo de Al-Anon en los
niños y en los miembros más jóvenes
de las familias.
25
Estoy aprendiend o a ser la persona
que realmente quiero ser
Por Carol R., California
Parece que durante años
lo primero que hacía al
empezar el día era lavarme la
cara, cepillarme los dientes
y afilarme la lengua. Era
una criticona, humilladora
y simplemente indecente
en las conversaciones con
mi esposo. Hacía caso omiso
a todo lo que mi esposo
decía. En realidad, nunca
lo escuchaba. En todo caso,
¿cómo podría valer la pena
escuchar lo que dijera? Había
dejado de ser su mejor amiga.
Ni siquiera podía reconocer
su sentido del humor, lo cual
era una de las cosas que al
principio hizo que él me
atrajera.
Al-Anon me ha
proporcionado una visión
diferente. He aprendido que
puedo odiar la enfermedad
y aun así amar al alcohólico.
El separar los dos me ha
26
“...durante años lo primero que hacía al
empezar el día era... afilarme la lengua”.
él. Mi esposo puede recuperar
su dignidad al contar con mi
comprensión y mi compasión.
convertido de nuevo en una
pareja cariñosa, amorosa y
considerada.
Las publicaciones, mi Madrina
y mi asistencia a reuniones me
hacen tener presente que la
única a quien puedo cambiar es
a mí misma. Así como mi Poder
Superior cuida de mí, el Poder
Superior de mi esposo cuidará de
Al-Anon se enfrenta al alcoholismo 2008
Asisto a varias reuniones por
semana porque en cada uno
escucho cositas valiosas que
puedo introducir en mi vida, tal
como el tener siempre en mente
que no puedo ocuparme de nadie
más si no me ocupo de mí misma.
Es asombroso ver lo mucho
mejor que es la vida aunque
exista la bebida. Estoy
aprendiendo a ser la persona que
realmente quiero ser, y por eso
es que sigo viniendo.
27
Le receto: Al-Anon
Por Randolph P. Holmes, MD
Grupo Médico Bright, Whittier, California
He ejercido durante veinticinco años. He atendido a muchos alcohólicos y a sus
familias. La angustia y la desesperación
que sufren las familias pueden afectarles
sus vidas en todos los aspectos.
Durante muchos años me he centrado
en el alcohólico e ignorado el sufrimiento de los miembros de la familia; los problemas del alcohólico parecían ser más
urgentes. Hace poco empecé a utilizar
a los Grupos de Familia Al‑Anon como
fuente de remisión para las familias, y
me he quedado asombrado de los cambios en su actitud.
Empecé a recomendar a Al-Anon
porque observé que en muchos casos
la familia estaba más enferma que el
alcohólico. Cuando la sobriedad llegó
a ser una forma de vida para el alcohólico, a menudo el cónyuge o el hijo o la
hija del alcohólico seguía padeciendo
de ansiedad y preocupación. Hasta se
sentían culpables y trataban de vigilar
al alcohólico. Visitaban mi consultorio
debido a malestares físicos mucho más
veces que el bebedor.
Es fácil detectar a las personas que
han sido profundamente afectadas por
la bebida de alguien más si les hace
las preguntas apropiadas. Sienten mucho temor, preocupación y ansiedad
ante el alcohólico. Se descuidan de
ellos mismos y centran toda su atención en alguien más. Las personas que
han asistido a Al-Anon regresan a la
oficina más tranquilas. Es como si se
les hubiera quitado una pesada carga
28
de encima. Ya no se centran más en el
alcohólico. Se cuidan mejor y parecen
disfrutar más de la vida, aun cuando el
alcohólico vuelva a beber.
Ahora en mi oficina tengo a la disposición publicaciones de Al-Anon, y
animo a mis pacientes a que traten el
programa si considero que en sus vidas existe un bebedor problema. Me
he convertido en uno de los seguidores
más entusiastas de Al-Anon.
La felicidad que noto en los rostros
de mis pacientes cuando participan en
el programa de Al-Anon hace que el esfuerzo sea mucho más valioso. Con la
ayuda de Al-Anon, he visto a niños mejorar en la escuela, a cónyuges dormir
mejor durante la noche y a padres dejar
de obsesionarse por sus hijos adultos.
Mis pacientes adquieren una mejor salud
y sus vidas vuelven a su curso normal.
La gente deja de tomar medicamentos
antidepresivos y sonríen un poco más
a menudo. En fin, he encontrado pocos
tratamientos que me hayan brindado
más satisfacción que el recomendarle a
alguien que asista a Al‑Anon.
El Dr. Holmes cuenta con la acreditación del Consejo Americano de Medicina Familiar.
Al-Anon se enfrenta al alcoholismo 2008
Al-Anon me enseñó la mejor forma
de ayudar a mi hijo
Por Judy E., Kansas
A instancias de un pariente político,
fui a una reunión de Al-Anon para ver
cómo era. La reunión a la que asistí
me aterrorizó, y no me acuerdo de
nada de lo que se habló.
Pero compré un libro: Un día a la vez
en Al-Anon. Ese librito se convirtió
en mi cuerda salvavidas. Aprendí
que no tenía que llevar la cuenta de
la cantidad de alcohol que mi esposo
bebía todas las noches, que no tenía
por qué participar en discusiones
bulliciosas y airadas y que debía
encargarme de mi propio cuidado.
Pasaron varios años, y no regresé a
ninguna de las reuniones.
Cuando mi hijo adolescente se
hizo alcohólico, lo llevamos a un
establecimiento de internado para
tratamiento de adolescentes. Los
consejeros, quienes en su totalidad
eran alcohólicos en recuperación y
miembros de A.A., sabían exactamente
Hoy siento una alegría
maravillosa al tener una
relación estrecha y sana con él.
qué decirme: “Si quieres contribuir a
la recuperación de tu hijo, debes asistir
a las reuniones de Al-Anon”.
¡Por supuesto que quería contribuir a
la recuperación de mi hijo! Lo había
ayudado con todo… hasta llevarlo al
centro de tratamiento.
Me siento agradecida de que este
consejero supiera que Al-Anon
cambiaría mi vida y me ayudaría
a ayudar a mi hijo… quedándome
AFUERA de su recuperación.
Tanto mi hijo como yo tenemos año
y medio en nuestros programas.
Hoy siento una alegría maravillosa
al tener una relación estrecha y sana
con él. Muchas de nuestras largas
conversaciones se relacionan con
el estudio del programa y de sus
Pasos. Ayer me dio las gracias por mi
dedicada participación en Al-Anon
y por la comprensión que le puedo
brindar a medida que lucha con su
enfermedad. Esas palabras fueron muy
significativas considerando lo dañada
que estaba nuestra relación antes
de que iniciáramos
nuestros programas de
recuperación.
A pesar del
alcoholismo activo
de mi esposo y del
alcoholismo en vías
de recuperación de
mi hijo, he aprendido
por medio en Al-Anon
que puedo encontrar la
felicidad y la serenidad.
29
Lo que estaba haciendo no funcionaba…
Por Lindsie S., Dakota del Norte
La primera vez que atravesé las puertas
de una reunión de Al-Anon, sabía que
tenía que hacer algo. Mi matrimonio se
estaba destruyendo. Estaba tan airada,
amargada y confundida con tan sólo 26 años de dad, que estaba segura de que
estaba enloqueciendo. El consejero que
brinda ayuda a los empleados me dio
una lista de las reuniones de Al-Anon en
mi comunidad. Inmediatamente asistí a
la primera reunión. Me di cuenta de que
lo que estaba haciendo no funcionaba,
por lo que tenía que haber algo mejor.
Al-Anon fue ese “algo mejor”.
Pronto aprendí que la ira, la culpa
y la vergüenza conque había vivido
durante tanto tiempo no tenían por
qué formar parte de mi vida. Desde
entonces he aprendido que el amor y
la compasión deben empezar conmigo.
Así (y sólo así) puedo ser capaz de amar
verdaderamente y de tener compasión
por otro ser humano, ya sea que esta
persona sufra o no la enfermedad del
alcoholismo.
Ese día fue tan sólo hace un año y
tres meses, pero me ha traído más paz
y amor en ese tiempo de lo que siento
30
…por lo
que tenía
que haber
algo mejor
que había tenido durante los 26 años
anteriores de mi vida. Aprendo acerca
de mí, de mis necesidades y mis deseos
aparte del alcohólico que forma parte de
mi vida. Cada día aprendo algo nuevo
acerca de mí misma.
Por primera vez en nuestro matrimonio, me estoy apartando del camino del
alcohólico y permitiéndole a él tomar
decisiones con respecto a su vida mientras que centro mi atención en la mía.
Es un proceso espantoso, pero por primera vez en mi vida sé que mi Poder
Superior me guiará y estará a mi lado
sea cual sea el resultado.
Al-Anon se enfrenta al alcoholismo 2008
31
¿Quiénes pueden
asistir a las
reuniones de los
Grupos de Familia
Al-Anon y Alateen?
Cualquiera que haya sido
afectado por la bebida
de otra persona puede
asistir a las reuniones de
Al-Anon. Ya sea que el
bebedor esté bebiendo
todavía o no, que haya
muerto o que se haya
apartado de nuestra vida.
No es necesario hacer
ninguna cita.
¿Cómo ayudan los Grupos de Familia
Al-Anon y Alateen?
Los miembros de Al-Anon y Alateen comparten
sus relatos; todos los relatos personales de esta
revista son un buen ejemplo de lo que puede
escuchar en las reuniones de su comunidad.
Conocen a otras personas que comparten sus
sentimientos y frustraciones, y a veces situaciones similares. Se reúnen para aprender a vivir
una vida mejor y para encontrar la felicidad ya
sea que el alcohólico continúe bebiendo o no.
¿Cuánto cuesta asistir a Al-Anon y Alateen?
No existe cuota alguna para hacerse miembro. En
las reuniones se pasa una cesta para contribuciones
voluntarias con las cuales se cubren los gastos del
grupo, los cuales incluyen el alquiler de la sala de
reuniones y la compra de publicaciones. Grupos de Familia Al-Anon:
• Es un grupo de apoyo mutuo con el propósito único de ayudar a los
familiares y amigos de los alcohólicos.
• Incluye Alateen para los jóvenes que han sido afectados por la bebida de
otra persona.
• Es un grupo no profesional de compañeros en el que los miembros comparten
sus experiencias y aprenden mutuamente en un ambiente de apoyo.
• Es un programa de recuperación que complementa el asesoramiento, la terapia
y el tratamiento profesionales. El 59% de los miembros adultos de Al-Anon
y el 69% de los miembros de Alateen (miembros de familia más jóvenes)
reciben atención profesional después de asistir a Al-Anon o a Alateen.*
• Se sostiene con la venta de sus publicaciones y con las contribuciones
voluntarias de los miembros, y no acepta contribuciones externas.
• Como parte de la bienvenida a los recién llegados, se les entrega
publicaciones, el horario de la reunión y una presentación del programa.
• Es un programa espiritual compatible con todas las creencias religiosas o
ninguna.
• Es completamente confidencial.
• Cuenta con millones de relatos exitosos sobre la recuperación. Los
miembros comparten sus propios relatos en las reuniones de Al-Anon y
en las publicaciones. Los Grupos de Familia Al-Anon se fundó en 1951, y
actualmente cuenta con 24.000 grupos aproximadamente en 131 países.
*Encuesta a los miembros de Al-Anon y Alateen en el año 2006
32
Al-Anon se enfrenta al alcoholismo 2008
Terminología utilizada en los Grupos de Familia Al-Anon
Igual que muchas organizaciones, los Grupos de Familia Al-Anon
tiene algunos términos y refranes exclusivos. A continuación se da
una lista de algunos de los términos usados en esta revista que pueden resultarle desconocidos:
• Los Doce Pasos: En www.al-anon.alateen.org/spanish/legaciessp.
html puede encontrarse información adicional sobre los Doce Pasos
de los Grupos de Familia Al-Anon.
• Un Padrino o Madrina es una persona a la que los miembros de
Al-Anon pueden acudir para que les ayude a entender el programa,
es alguien que adquiere el compromiso de estar dispuesto a escuchar
y compartir, alguien que respeta la privacidad de los miembros y que
mantiene lo que dice en forma absolutamente confidencial.
• “Poder Superior” o “Dios”: Los Grupos de Familia Al-Anon no
tiene ninguna afiliación y no apoya ninguna doctrina religiosa. Esta
es una organización de carácter espiritual y no religioso que acoge a
personas que profesen cualquier tipo de fe, o ninguno. La “Oración
de la Serenidad” universal se usa en las reuniones de Al‑Anon:
Dios, concédeme la serenidad para aceptar
las cosas que no puedo cambiar,
valor para cambiar aquéllas que puedo,
y sabiduría para reconocer la diferencia.
• Al-Anon tiene una cantidad de lemas, tales como: “Hazlo con
calma”, “Mantenlo simple”, “Vive y deja vivir” y “Suelta las
riendas y entrégaselas a Dios”. Los lemas sirven de recordatorio
a los miembros de Al-Anon y de Alateen de que sus problemas quizás no sean tan graves o complejos como parecen ser. Estas breves
expresiones de sabiduría restauran rápidamente la confianza en
nuestra capacidad para lidiar con las cosas de la vida, alentándonos
a actuar de manera constructiva y a tratarnos a nosotros mismos y a
los demás con bondad y respeto.
Al-Anon se enfrenta al alcoholismo 2008. Todos los derechos son
reservados. Cualquier pasaje de esta publicación puede reproducirse únicamente con el permiso escrito del editor. © 2007,
Al‑Anon Family Group Headquarters, Inc., Al-Anon Family Group
Headquarters (Canada) Inc. 1600 Corporate Landing Parkway,
Virginia Beach, VA 23454, (757) 563-1600, fax (757) 563-1655; 9
Antares Drive, Suite 245, Ottawa, ON K2E 7V5, (613) 723-8484, fax
(613) 723-0151; [email protected]. Los Grupos de Familia Al-Anon
se sostiene por medio de las contribuciones voluntarias de sus miembros y por la venta de nuestra Literatura Aprobada por la Conferencia.
Visita nuestro sitio Web:
p a ra :
www.al-anon.alateen.org
:
• Obtener más información sobre nuestro
programa de Doce Pasos
• Leer más relatos de los miembros
• Enterarte de los resultados de nuestra
encuesta a los miembros en el año 2006
• Ver ejemplares de publicaciones
• Ver nuestros anuncios de servicio público
más recientes
• Ver los comunicados de prensa y el paquete
informativo para los medios
Si la bebida de otra persona te está
afectando, puedes recibir ayuda
asistiendo a las reuniones de los Grupos
de Familia Al-Anon y Alateen
Tres formas de localizar una reunión:
1.Busca la palabra “Al-Anon” en las páginas
blancas del directorio de tu localidad. Los Servicios de Información o de
respuesta de tu localidad son la mejor vía
para informarte sobre las reuniones.
2.Visita la página del sitio Web de los
Grupos de Familia Al-Anon www.al-anon.org/spanish/meetingsp.html
para la lista de los sitios Web y de los
contactos por teléfono de tu localidad.
3.Llama al número gratuito de los Grupos
de Familia Al-Anon, 1-888-4AL‑ANON (1-888-425-2666) para información sobre
las reuniones en los EE.UU., Canadá,
Puerto Rico y las islas Bermudas, de lunes
a viernes de 8:00 a.m. a 6:00 p.m., hora del Este.
Para información sobre
reuniones en su comunidad:
O llama gratuitamente al
1-888-4AL-ANON, o visita
www.al-anon.alateen.org
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