Comité Económico y Social Europeo Dirección B - Trabajos Consultivos Sección Especializada de Relaciones Exteriores Bruselas, 8 enero de 2015 B.1-REX - n.º 029/2015 Nota sobre cambio climático – Puntos clave y el papel de la sociedad civil __________________________________________________________________________________ Cc: Miembros del CESE que asistirán al Octavo Encuentro de la Sociedad Civil Organizada UE-ALC Sr. Hick Sra. Porres Elementos clave en las negociaciones internacionales sobre cambio climático A continuación se resumen algunos de los puntos clave del debate en torno al cambio climático, bien en el plano general o bien en lo que respecta a las negociaciones de la Conferencia Internacional sobre Cambio Climático. Se expone, cuando procede, la postura de las diferentes instituciones u órganos de la UE al respecto. Compatibilidad entre crecimiento y mitigación. Existe en la sociedad la percepción, a corto y medio plazo, de que existe una dicotomía entre el crecimiento económico y la acción por el clima. Sin embargo, esta sensación se basa, en gran parte, en una idea falsa sustentada por evaluaciones del modelo erróneas que defienden la postura de que las economías son estáticas, inmutables y perfectamente eficientes. Tal como se refleja en el informe «Mejor crecimiento, mejor clima: sobre la nueva economía del clima»1 de la Comisión Mundial sobre la Economía y el Clima, cualquier reforma o política climática incurre en una solución de compromiso o imposición de unos costes a corto y medio plazo. Sin embargo, como refleja la realidad, hay una serie de oportunidades que pueden reducir las rigideces del mercado que conducen a la asignación ineficiente de los recursos, frenando el crecimiento y el exceso de emisiones de gases de efecto invernadero. De hecho, una vez que se toman en consideración los múltiples beneficios de las medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, como los potenciales beneficios para la salud de una mejor calidad del aire local, muchos de los costes netos percibidos pueden ser reducidos o eliminados. Nivel de obligatoriedad del Acuerdo. En primer lugar, la UE se planteó la cuestión del valor jurídico que debiera tener el Acuerdo de 2015. Es una cuestión de máxima relevancia, pues sobre él 1 Véase http://newclimateeconomy.report/ EESC-2015-00674-00-00-TCD-TRA (ES) 1/6 ES descansa el sólido cimiento de las negociaciones del futuro. Uno de los resultados de la COP de Lima fue formalizar el Acuerdo en un Protocolo internacional jurídicamente vinculante en virtud del Convenio, lo cual encajaba con las aspiraciones de las instituciones de la UE. El CESE ya en 2013 se pronunciaba a favor de un acuerdo internacional vinculante para todos los países2 3. Responsabilidades comunes pero diferenciadas y capacidades respectivas (CBDR-RC, por sus siglas en inglés). Este principio establece que, si bien todos los países tienen la responsabilidad de luchar contra el cambio climático, el alcance exacto de su compromiso depende de una serie de factores como, por ejemplo, la capacidad de cada estado, la responsabilidad histórica o el actual nivel de emisiones. En particular, la Comisión y el Consejo abogaron por que la UE no pueda aceptar una interpretación estática de las CBDR-RC4 basada en el Anexo de la Convención de 19925, que determina responsabilidades en función únicamente de la renta de los países. El CESE se posiciona a favor estableciendo que el Acuerdo de 2015 debe ser incluyente, garantizando que los compromisos sean aplicables por igual a todos los países desarrollados y en desarrollo. Mitigación y la intención de contribuciones determinadas nacionalmente (INDC, por sus siglas en inglés). Uno de los resultados de la COP de Lima fue que cada Estado determinaría sus propias contribuciones de mitigación, cuya agregación supondría el nuevo Acuerdo en la COP21 de París a finales del 2015. Estas contribuciones deben ser presentadas a principios de 2015, se estudiarán de forma agregada y se propondrán revisiones sobre la base de la idoneidad de las medidas. De forma general, el CESE aboga por que se lleve a cabo una transición energética en todo el mundo, favoreciendo la adopción de marcos de políticas favorables. Compromisos de adaptación. Los compromisos de adaptación serán también jurídicamente vinculantes de acuerdo a las conclusiones de la COP20. Además, el Acuerdo debe ser foco para llamar a la colaboración en los esfuerzos de adaptación de los países más vulnerables mediante el apoyo financiero y técnico. Por otro lado, el Parlamento opina, del mismo modo, que la UE debe buscar acuerdos sobre los medios de aplicación para ayudar a los países vulnerables a adaptarse al cambio climático. Por último, el CESE cree que la mejora de la capacidad de adaptación requerirá de un análisis más detallado, el establecimiento de prioridades, la planificación y la acción a todos los niveles de gobierno y, además, requerirá de la participación de las comunidades locales y las empresas. Pérdidas y daños. La idea de pérdidas y daños fue introducida en la COP19 de Varsovia, donde se estableció el Mecanismo Internacional de Varsovia para Pérdidas y Daños. Se centra en compensar a países en que las medidas de adaptación no han surtido efecto y que se han visto afectados por los efectos del cambio climático. El mecanismo pretende apoyar principalmente a los países menos desarrollados, particularmente a los pequeños estados insulares. 2 3 4 Véase el dictamen NAT/603, de 16 de octubre de 2013, del CESE sobre la Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones – El acuerdo internacional de 2015 sobre el cambio climático: configuración de la política climática internacional después de 2020, COM(2013) 167 final. El ponente fue Josef Zbořil. Véase el documento, de 25 de noviembre de 2014, en el que se establece la posición del CESE sobre las negociaciones internacionales en materia de lucha contra el cambio climático. http://www.eesc.europa.eu/resources/docs/2014-11-25---positionpaper-on-the-international-negotiations---es.pdf Véase el documento en el que la UE explica su postura frente al cambio climático: http://europa.eu/pol/pdf/flipbook/en/climate_action_en.pdf 5 Véase la Convención marco de las Naciones https://treaties.un.org/doc/source/RecentTexts/unfccc_eng.pdf EESC-2015-00674-00-00-TCD-TRA (ES) 2/6 Unidas sobre el cambio climático de 1992: Medios de aplicación. La complejidad de este punto lo hace quizás el más delicado, pues desarrolla la difícil temática de la provisión de financiación a los países vulnerables o menos desarrollados específicamente diseñada para ayudar a mitigar y adaptarse al cambio climático. De forma general, podemos decir que los países menos desarrollados tendrán algún grado de apoyo de sus homólogos desarrollados con el fin de abordar de manera efectiva el cambio climático. De esta forma, la postura de las distintas instituciones con respecto a este tema es muy amplia; así, observamos que tanto la Comisión como el Consejo abogan por que la gama de las Partes que contribuyen a la financiación del clima se amplíe a las economías emergentes. Además, el Acuerdo, que debe basarse en las instituciones y la arquitectura existentes, debería reflejar la importancia del sector privado como fuente de financiación, sin que se convierta en un sustituto de la financiación del sector público. Por otro lado, y siguiendo el planteamiento de la Comisión y del Consejo, el Parlamento establece que la financiación debe provenir no solo de los países industrializados sino también de las economías emergentes, y que la inversión privada debe ser favorecida, aunque las finanzas públicas todavía tienen un papel que desempeñar. Por último, de forma más precisa, aboga por que los Estados miembros intensifiquen la movilización de financiamiento climático sobre una base anual de 100 000 millones de dólares para el objetivo 2020. El CESE opina que el Acuerdo debe convertirse en un órgano de coordinación de las medidas clave del clima, supervisando el desempeño de los países y los principales flujos financieros. Medios de aplicación tecnológicos. Muchas de las formas más limpias de energía no se pueden aplicar en general sin un saber hacer tecnológico considerable. Como depositarias de tal conocimiento, las Partes deben negociar sobre el modo en que los países más vulnerables y menos desarrollados pueden ser provistos de la experiencia que les permita realizar una transición más sencilla de los combustibles fósiles a las energías renovables. En este sentido, la Comisión opina que los derechos de propiedad intelectual pueden desempeñar un papel positivo en el fomento de la transferencia de tecnología y, por lo tanto, deben ser salvaguardados en el Acuerdo. El Parlamento establece que el desarrollo, el despliegue y la transferencia deben ser reforzados para encontrar el justo equilibrio entre la adaptación y la mitigación, por un lado, y la protección de los derechos de propiedad intelectual, por el otro. Por último, el CESE aboga por que la Convención se convierta en un órgano de coordinación de las medidas clave del clima, supervisando el intercambio de tecnología. Medición, revisión y verificación por parte de la comunidad internacional de los datos aportados (MRV). La Comisión y el Consejo mantienen la postura de que el Acuerdo debe aplicar un sistema fundamentado en normas fuertes basadas en unos requisitos de MRV y una contabilidad comunes, sólidos, transparentes y jurídicamente vinculantes. Pero, mientras que estos requisitos pueden variar ligeramente entre los países desarrollados y en vías de desarrollo, el marco de trabajo debe avanzar hacia un sistema común con el tiempo. El CESE estima que las promesas de acción climática deben basarse en un sistema de contabilidad de gases de efecto invernadero estandarizado a nivel mundial, y que la formulación de compromisos debe incluir objetivos claros, indicadores, controles y sanciones. Frente estas posturas, existen países reticentes a la hora de aplicar medidas de verificación internacionales en su país, o con serias dificultades a la hora de implantar sistemas de medición complejos. EESC-2015-00674-00-00-TCD-TRA (ES) 3/6 Contexto de la sociedad civil y participación de la ciudadanía en el marco del cambio climático En 2014 el CESE aprobó un dictamen de acción sobre el clima y la energía, en el que se considera que el sistema de comercio de emisiones de la UE es un instrumento esencial de la política climática y energética europea para reducir las emisiones de sus industrias y, por lo tanto, requiere de una reforma real, de manera que la UE pueda alcanzar los objetivos climáticos que se ha fijado para 2020 y 20306. Como el CESE ha estado reclamando7, el logro de los objetivos de cambio climático requiere marcos legales favorables para la sociedad civil, para que esta pueda llegar a ser un agente activo en la generación de energía renovable. El CESE estima necesario, además, fortalecer la dimensión laboral en el futuro acuerdo sobre el clima8. La participación de estos actores es clave porque los Gobiernos por sí solos no serán capaces de hacer frente al cambio climático: esto requerirá la acción colectiva y concertada de las autoridades, la sociedad civil, empresas, comunidades, organizaciones no gubernamentales e individuos en todo el mundo. En la COP20 se logró salir con un borrador de texto que pudiera ser negociado en 2015 y acordado en diciembre de 2015 en París. Un pilar del acuerdo de París lo constituirán las medidas INDC explicadas en el apartado anterior. Dado que los Gobiernos escogen sus propias acciones, estas deberían ser negociadas a nivel nacional de forma transparente. Esto presenta una oportunidad para integrar prioridades ciudadanas en dichas contribuciones. El proceso que llevará a un acuerdo en París el próximo año ofrece una oportunidad vital para la sociedad europea y latinoamericana: se deben integrar las prioridades ciudadanas en materia de desarrollo y calidad de vida en los compromisos climáticos que asumirán los Gobiernos. Para que los negociadores puedan acercarse a la ciudadanía, se podrían proponer coloquios en los cuales los negociadores explicarán la posición nacional de cara al acuerdo de París 2015; se deben consultar públicamente las prioridades nacionales que llevarán a París 2015 para evitar una posición nacional que solo refleje la postura del equipo negociador gubernamental. Este año, por ejemplo, Brasil ha iniciado un proceso de consultas públicas para explicar su posicionamiento hacia París 2015 e interactuar con la sociedad civil. Por último, se deben crear condiciones favorables en la opinión pública para la adopción de compromisos nacionales de cara al acuerdo climático de París. Estos compromisos deberán recibir apoyo fuera del gobierno. Hoy en día hay una mayor conciencia de la necesidad de transparencia de cara a la sociedad civil. Debido a las posibles alteraciones y a las difíciles elecciones que conlleva la toma de decisiones respecto al cambio climático, una participación ciudadana temprana y continua es esencial para una adaptación eficaz. Incluir a la población puede ayudar a los Gobiernos a definir las necesidades de adaptación y los niveles de riesgo aceptables y a elegir entre diversas prioridades. Los Gobiernos tendrán que garantizar que aquellos afectados por los impactos climáticos y las decisiones de adaptación participen activamente en dichos procesos. Un ejemplo de cómo la sociedad se involucra en esta temática la encontramos en la Cumbre de los Pueblos frente al Cambio Climático, que comenzó el pasado 8 de diciembre en Lima. Se trató de un acto alternativo a la Conferencia de las 6 7 8 Dictamen del CESE 800/2014 - NAT/637, de 4 de junio de 2014, sobre la Propuesta de Decisión del Parlamento Europeo y del Consejo relativa al establecimiento y funcionamiento de una reserva de estabilidad del mercado en el marco del Régimen de Comercio de Derechos de Emisión de la Unión, y por la que se modifica la Directiva 2003/87/CE. El ponente fue Antonello Pezzini. Para más info: http://www.eesc.europa.eu/?i=portal.fr.nat-opinions.31006 En cooperación con el Comité de las Regiones, el 9 de diciembre de 2014 el CESE organizó un acto paralelo, «La energía renovable como una oportunidad de desarrollo local» (Bruselas). Para más información: http://cor.europa.eu/en/events/Documents/Renewables-and-Development-Agenda.pdf En cooperación con el Ministerio de Medio Ambiente italiano y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el 12 de diciembre de 2014 el CESE organizó un acto paralelo, «El cambio climático y el empleo» (Bruselas). Para más información: http://www.eesc.europa.eu/resources/docs/qe-04-14-865-en-c.pdf EESC-2015-00674-00-00-TCD-TRA (ES) 4/6 Partes, que convocó a ciudadanos de todo el mundo. La Comisión Política de la Cumbre de los Pueblos entregó al ministro peruano de Medio Ambiente y presidente de la COP20, Manuel Pulgar Vidal, la Declaración de Lima. El documento sintetiza las demandas de una diversidad de organizaciones, movimientos y colectivos sociales, sindicales, de mujeres, de campesinos, de indígenas y juveniles, entre otros, peruanos e internacionales, sobre la responsabilidad del actual sistema en el cambio climático. La responsabilidad del ciudadano, a nivel particular o colectivo, es una pieza clave en la lucha contra el cambio climático y, por tanto, la sensibilización es una de las tareas de la sociedad civil organizada. Prácticas como utilizar el transporte público, ir a pie o en bicicleta, regular la calefacción de manera que no sobrepase 20 °C, aislar bien la casa, comprar aparatos eficientes (bombillas de bajo consumo, electrodomésticos de clase A o superior), evitar situaciones de riesgo que puedan provocar incendios o comprar productos de madera o papel certificados con el sello FSC son algunas de las medidas que se deberían promover. Otra medida cada vez más relevante es la del ciudadano hecho productor. Un ejemplo son los paneles fotovoltaicos o pequeños cargadores solares9 para cargar pilas reutilizables o el móvil, o paneles solares térmicos para calentar el agua o biocombustibles para el coche. Es pertinente concienciar a la sociedad de que invertir en la utilización de energías renovables supone reducir los costes a corto y medio plazo10. Es decir, que los costes están directamente relacionados con las energías que deterioran nuestro planeta, y no con las energías renovables que reducen el consumo de CO2. Conclusiones A raíz de todo lo enunciado en las líneas anteriores, con el fin de modificar estas tendencias se requieren transformaciones profundas en el paradigma de desarrollo. La adaptación a las nuevas condiciones climáticas y la puesta en práctica de los procesos de mitigación necesarios para el cumplimiento de las metas climáticas exigen alcanzar un acuerdo climático global, sobre la base de la transición hacia un desarrollo sostenible. El desarrollo sostenible implica una mayor igualdad y cohesión social, con una matriz público-privada coherente con ese nuevo paradigma. Uno de los principales logros de la COP20 fue restablecer la confianza entre las Partes y establecer un marco de negociación de cara a la COP21. Sin embargo, no se lograron despejar las grandes incertidumbres existentes sobre la Cumbre de París. Y es que la evolución de las negociaciones y los desacuerdos entre los países desarrollados y en desarrollo, que se reiteraron en Lima, bien podrían conducir a que no se logren los compromisos requeridos para que el aumento de la temperatura media de la superficie de la Tierra no pase el umbral de dos grados centígrados, que la ciencia considera peligroso. Y para aplicar todas las medidas requeridas para mantenerse por debajo de este umbral, el Panel Intergubernamental de Cambio Climático ha señalado que solamente restan entre veinte y veinticinco años. Como el tiempo es tan angustiosamente corto y el acuerdo de París solo entraría en vigor en 2020, se ha acordado que todos los países presenten en este primer semestre las contribuciones determinadas a nivel nacional de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para los próximos cinco años, que, a pesar de ser de carácter voluntario, marcarían de forma significativa el tono de lo que ocurrirá en París. 9 10 En España, por ejemplo, según datos de la Red Eléctrica Española, desde finales de los años 2000, la potencia solar instalada (fotovoltaica y termosolar) aumentó hasta alcanzar los 6981 MW en 2013 y cubrió el 4,9 % de la demanda de energía eléctrica ese mismo año. Véase Citi Research 2012; G. F Nemet, «Beyond the learning curve», Energy Policy 34, 3218-3232 (2006). EESC-2015-00674-00-00-TCD-TRA (ES) 5/6 Cabe enumerar una serie de cuestiones que serán muy relevantes en la próxima Cumbre de París 2015 y que se han manifestado en las negociaciones de Lima: el envío de un mensaje claro a los Gobiernos, las empresas, los inversores y el público de que la economía baja en carbono es inevitable; es necesario conectar con el acuerdo global para la «economía real»; proporcionar un buen marco de transparencia y rendición de cuentas sobre las acciones y el cumplimiento de los compromisos; acelerar la inversión en bajas emisiones de carbono y el clima de las economías más resistentes; construir una base para la acción climática que demuestre una mayor equidad entre todos; y asegurar que los más vulnerables tienen la capacidad necesaria para dotarse de una buena capacidad de resistencia y adaptarse a los impactos que vienen en el futuro. _____________ EESC-2015-00674-00-00-TCD-TRA (ES) 6/6