HEBREOS CAPITULO 6 Presentado por: Carlos M. Quiñones HEBREOS 6:1-3 BUSCANDO LA MADUREZ ESPIRITUAL INTRODUCCION 1. Los pasajes del uno al tres del capítulo 6 de Hebreos nos hablan de la perfección cristiana y de los frutos espirituales que se manifiestan en la vida de aquel que ha aceptado a Jesús como su Salvador personal. I- DEJANDO LA ENSEÑANZA ELEMENTAL ACERCA DE CRISTO (vs. 1-3) 1. “Por eso dejando la enseñanza elemental acerca de Cristo”. El escritor está refiriéndose a los hermanos que son niños espirituales y que siguen necesitando de leche. “Enseñanza elemental”, es otra expresión para referirse a los “primeros rudimentos de la Palabra” (Heb. 5:12). En este pasaje se mencionan cuales son: a. “Los temas fundamentales del arrepentimiento de las obras que conducen a la muerte”. El arrepentimiento es una de las cosas primarias que se experimenta al comienzo de la vida cristiana. Es la obra del Espíritu Santo que nos convence de pecado y despierta al cristiano a la realidad de sus obras pecaminosas que lo conducen a la muerte. b. “Fe en Dios”. Una vez que el pecador se arrepiente de sus obras pecaminosas comienza a desarrollarse en él la confianza o la “fe” en Dios. Se aferra las promesas de su Palabra. c. “Bautismos”. Aquí aparece en plural. Esta palabra no es la misma que se usa para el bautismo cristiano. La palabra usada aquí “baptismos”, significa “lavamiento ritual”. Sin embargo, algunos piensan que el escritor usa ésta palabra para referirse a los dos bautismos de la iglesia cristiana. El bautismo con agua y al bautismo del Espíritu Santo (Mar 1:8). Se puede considerar “bautismos”, como a una referencia al bautismo cristiano en sus aspectos más elementales. d. “Imposición de manos”. La imposición de manos en el Antiguo Testamento significaba la transferencia de una bendición o un cargo (Gen 48:9-14, Num. 8:10-11). En el Nuevo Testamento se siguió la misma costumbre (Hech 8:17-18; 19:6). Con la muerte de los apóstoles esta costumbre o acción terminó. e. “Resurrección de los muertos” (1Cor 15). f. “Juicio eterno”. Esta doctrina está bien fundamentada en el Antiguo y Nuevo Testamento (Dan 7:9-10; 2Cor 5:10). g. “Esto haremos si Dios lo permite”. El escritor no está rechazando estas doctrinas básicas del cristianismo, por el contrario es bueno repasarlas de vez en cuando. Sin embargo, los invita a no girar su vida espiritual sobre los mismos temas tan conocidos, cuando el tema de la salvación es el más importante de todos. II- VAYAMOS A LA PERFECCION (v. 1b) 1. El escritor toca un tema muy importante como lo es la perfección cristiana. En este caso en particular, está hablando de la necesidad de ser alimentados con alimento sólido, en ningún momento está hablando de la perfección moral. La perfección moral es prácticamente imposible mientras vivamos en este cuerpo de carne. 2. La palabra “perfección” en el Nuevo Testamento tiene el significado de “madurez”. En este pasaje Pablo invita a los que han alcanzado “madurez espiritual”, a los que son adultos, y no niños, a dejar los “primeros rudimentos de la Palabra” (Heb. 5:12), a avanzar al conocimiento de la justificación. 3. Un pasaje que ha causado mucha confusión es Mateo 5: 48. Algunos piensan que debemos ser “perfectos” moralmente como nuestro Padre celestial. Según el contexto de estos pasajes, Mateo no está hablando de perfección moral, sino más bien de la madurez en las relaciones interpersonales y en la relación con Dios. La palabra “perfectos” nos habla de la madurez de Dios en su trato con los seres humanos, aún si éstos son incrédulos o injustos (Mat. 5:44-47). Lucas 6:36 se emplea la palabra “misericordiosos”. CONCLUSION La invitación de Dios en esta lección, es que podamos alcanzar la madurez espiritual que Dios desea que alcancemos. Que no nos quedemos estancados pensado que ya estamos bien porque conocemos lo elemental. HEBREOS 6: 4-12 HEREDEROS DE LAS PROMESAS INTRODUCCION 1. El deseo de Dios es que todos los que hemos oído y creído heredemos lo que se nos ha prometido. I- LOS QUE RECAYERON ES IMPOPSIBLE QUE SEAN RENOVADOS (vs. 4-8) 1. “Los que una vez fueron iluminados, gustaron del don celestial, participaron del Espíritu Santo”. Parece ser una referencia a los que fueron incrédulos en el pasado (Heb. 4:1-13). Personas que fueron bendecidas con todo tipo de bendiciones espirituales, que no sólo vieron, sino que participaron. Alguien puede ser iluminado pero no estar en la luz, que es Cristo. Alguien en la iglesia puede estar gustando y participando, pero no significa que se encuentre en plena comunión con Cristo. ¿Quiénes son estas personas? 2. “Gustaron la bondad de la Palabra de Dios y de las poderosas maravillas del siglo venidero”. Sin lugar a dudas el apóstol está hablando de individuos conocedores de las cosas divinas, ya sea que incluya a los hermanos que murieron en el desierto, como a los que salieron de los hermanos a quien él escribe la carta. Alguien que se ha bautizado y está en la iglesia puede “Gustar”, pero no implica que está cenando todos los días del pan espiritual y de la cena que Cristo hace con los que viven en comunión con El. 3. “Recayeron”. El conocimiento no es una garantía de la salvación. Cualquier cristiano puede caer (pecar) a pesar de haber gustado, visto, participado de las cosas sagradas. Pero aquí se habla de recaer. La apostasía es precisamente lo que significa recaer. Apostatar de la fe en Cristo, dejar la verdad luego de tenerla, negar la efectividad de Cristo luego de conocerle, depender de otras cosas para la salivación (la ley en este caso) luego de haber recibido a Cristo como Salvador. Renunciar a la sangre de Cristo y a su Sacerdocio para ir en busca de otra limpieza para el pecado, significa recaer. (Ver 1 Timoteo 4:1). Para entender este pasaje, hay que considerar el tema de toda la carta; Cristo el Sumo Sacerdote, Cristo mayor que Moisés, la gracia mayor que la ley y un nuevo pacto mejor que el anterior. Recaer significa dejar a Cristo. 4. Las doctrinas nos ayudan en el conocimiento, nos dan información, pero lo que nos salva, lo que nos ayuda a vivir una vida normal, equilibrada, es una relación con Jesús (Jun. 17:3). 5. “Es imposible que sean otra vez renovados para arrepentimiento”. La idea central de esta expresión sugiere que aquellos que han apostatado, mientras continúen sin arrepentirse les es imposible ser renovados para arrepentimiento. Todos sabemos que Dios está dispuesto a aceptar al pecador en todo momento, siempre y cuando este responda a su llamado. Ese es el mensaje en las cartas a las iglesias en Apocalipsis, “arrepentimiento”. Si aplicamos este pasaje sin entender lo que implica, entonces toda la gracia y todo el pacto de Cristo entrarían en una enorme y fatal contradicción. La cita de Hebreos 8:12 se vendría al suelo invalidando la promesa y el pacto. 6. “Crucifican de nuevo al Hijo de Dios”. Una carta dirigida a judíos, a quienes se les acusa de crucificar a Jesús la primera vez, se les amonesta a que no lo hagan de nuevo. El rechazar a Jesús como Mesías es como crucificarlo de nuevo y exponerlo al escarnio y a la burla como lo hicieron la primera vez. La implicación de apostatar es muy grave, muy diferente a una caída que tenga algún cristiano que pecó y luego busca restauración. 7. “La tierra que bebe la lluvia”. El escritor usa la ilustración de la tierra que bebe la lluvia. Dos cosas pueden pasar, producir buenos o malos frutos. Llevando esto el plano personal, el corazón es donde el Espíritu trabaja. La aceptación así como el rechazo de Cristo es asunto del ser humano. Cualquiera que sea la decisión, ésta producirá frutos, ya sea de vida eterna o de condenación y rechazo de parte de Dios. II- POR LA FE Y LA PACIENCIA HEREDEN LAS PROMESAS (vs. 9-12) 1. “Pero en cuanto a vosotros, oh amados”. El escritor aclara que los pasajes anteriores son dirigidos a aquellos hebreos que fueron bendecidos extraordinariamente y luego recayeron. El los amonesta a que su vida produzca frutos y cosas mejores. “En cuanto a vosotros” establece una diferencia, están activos y la encomienda es que crezcan antes que sea tarde y terminen apostatados o refugiados de regreso al judaísmo. 2. “Porque Dios no es injusto de olvidar vuestra obra”. El escritor los anima recordándoles que Dios se complace en la labor y en el trabajo que ellos realizan en su nombre. Después de una buena amonestación vienen palabras de ánimo. Dios está contento con nuestra disposición, sin embargo, un correcto entendimiento de la salvación es indispensable para producir mejores frutos. Hay cristianos que aun no entienden la salvación y mucho menos la gracia y su alcance. Predican la gracia, pero practican la ley, la meritocracia y el esfuerzo personal. Las obras hay que hacerlas, pero entendiendo su verdadero significado y valor. 3. “Muestre la misma solicitud hasta el fin”. La vida cristiana no es un evento o un momento de entusiasmo, es una carrera, una manera de vivir, es una entrega a Dios de lo que somos y tenemos para toda una vida. El escritor amonesta a sus hermanos a no desmayar, a no desanimarse en el camino, sino a mantener el mismo entusiasmo, la misma disposición todo el tiempo hasta el fin. A que seamos imitadores en fe y paciencia para que podamos heredar las promesas que están reservadas de parte de Dios. 4. “Por la fe y la paciencia”. Dos palabras claves, la “fe” y la “paciencia”. La vida del cristiano es una vida de fe, de confianza en Dios. Es un caminar diario, confiados en que Dios suplirá todo lo que nos haga falta. Pero hay que recordar que la fe sin obras es muerta. Por lo tanto hace falta mucha paciencia en acción para que podamos obrar, por el hecho de que ya hemos sido salvados. La paciencia se desarrolla con el tiempo en la acción. No hace falta paciencia cuando todo marcha bien, cuando no hay conflictos ni pruebas. Hay que saber esperar. Las pruebas, las derrotas, los éxitos nos ayudarán a confiar y a esperar por la intervención de Dios. CONCLUSION Dios quiera que podamos mantener nuestro ánimo y entusiasmo hasta el fin. Que nos esforcemos en imitar a los creyentes que ya han demostrado crecimiento mediante la fe y la paciencia. HEBREOS 6:13-20 EL ANCLA DE NUESTRA VIDA INTRODUCCION 1. Dios en el pasado hizo un juramento por medio del cual nos prometió un ancla firme y segura. El juramento de Dios confirma su promesa, así como era la costumbre de los hombres en ese tiempo. Luego de llegar a un acuerdo, se hacia una promesa y la promesa se sellaba con el juramento. Dios hizo ambas cosas. I- DIOS LE HIZO UNA PROMESA A ABRAHAM (vs. 13-15) 1. “Juró por sí mismo”. El verso trece introduce una porción nueva en el libro. El autor trae a la memoria al padre de la fe. Dios juró y le hizo una promesa. Esa promesa está expresada en el verso 14. “Te bendeciré y multiplicaré grandemente”. 2. Dicha promesa fue juramentada. Esta promesa está en Génesis 22:15-19. La promesa incluía, no sólo la multiplicación de sus descendientes, sino que por medio del Descendiente, la bendición llegaría a todas las naciones. En esta promesa se incluye al Mesías, el descendiente principal de la promesa más esperado. (Gal. 3:1518, 3:6-8). 3. Dios mismo juró (Gen 22:16). La promesa fue sellada por la palabra de Jehová. Pasara lo que pasara, la promesa se cumpliría basada, no en la fidelidad, no en la obediencia de los descendientes, ni siquiera en la fidelidad de Abraham, sino en la fidelidad de Dios mismo. 4. “Habiendo Abraham esperado, alcanzó la promesa”. La promesa de la multiplicación de su familia se cumple por medio de su hijo Isaac. La bendición se cumple en los días de Abraham parcialmente; porque la bendición superior estaría determinada siglos más tarde por medio de Jesucristo (Gal. 3:14). II- DIOS INTERPONE SU JURAMENTO (vs. 16-18) 1. “El juramento confirma lo que se dijo y pone fin a la controversia”. Basado en Gálatas 3:15-18, el pacto entre Dios y Abrahán fue juramentado por alguien mayor. En este caso, como no había nadie superior a Dios, Dios juró por sí mismo. Lo interesante de este pacto, de este contrato, es que Dios lo aporta todo, lo único que hace Abraham es creer (Gen 15:1-6). Dios proveyó el sacrificio para el holocausto (Gen 22:8). 2. “Mostrar a los herederos de la promesa”. En este caso a los descendientes literales de Abraham y más tarde llegaría a ser para los descendientes espirituales (Gál. 3:29). “La inmutabilidad de su propósito, interpuso un juramento”. Dios diseño un plan, una meta, un “propósito” en su mente. Este “propósito” sería “inmutable”, de ninguna manera, bajo ninguna circunstancia sería alterado. Aquí podemos entender un poco más la importancia de Jesús en cumplir con un juramento en el cual la palabra de Dios estaba en juego. Dios quiere mostrar a los herederos de la promesa desde el tiempo de Abraham hasta que Cristo venga, que su palabra y promesa son asuntos inmutables, no cambian, no varían, no se alteran jamás. 3. “Para que por medio de dos cosas inmutables, en los cuales es imposible que Dios mienta”. Estos dos actos inmutables son: la “promesa” de la multiplicación y de la bendición. El otro acto es el “juramento inmutable”. Ambas cosas ponen en la línea del compromiso a Dios (la Deidad = Padre e Hijo), y podemos ver con claridad el propósito de Dios; que los que creen en la promesa y la aceptan vivan confiados de su inmutabilidad. De parte de Dios hay promesa, juramento y luego una gran confirmación de ambas mediante la simiente de Abraham, Jesús la simiente pura, para que todos los que creemos y somos engendrados en El, también heredamos. 4. “Tengamos un fortísimo consuelo, los que nos hemos refugiado en la esperanza propuesta”. Aquí el escritor asegura a sus lectores que la promesa y el juramento hecho a Abrahám son también para nosotros. Hay una esperanza para todo aquel que ha creído y un consuelo insuperable para todos los que nos “hemos refugiado” en el “propósito o en la esperanza que fue determinada. La razón de esta seguridad es que todo está basado en el juramento que Dios hizo. A pesar de nosotros, la promesa se cumplirá por el amor de Dios expresado en su gracia. III- UNA ESPERANZA SEGURA Y FIRME (vs. 19-20) 1. Los versos 19 al 20 definen en que consiste esa “esperanza”. Esta esperanza es nuestra seguridad y nuestra firmeza. El escritor la llama un ancla. El ancla es lo que le da estabilidad al barco, le permite establecerse en un sitio. Esta ancla no se arraiga en la arena, sino que afirma o penetra más allá del velo. Cuando Cristo murió, el velo del templo que separaba el lugar santo del lugar santísimo se rasgó. Nuestra esperanza nos lleva a dentro del velo, lo que significa más cerca de Dios que antes, que nos asciende de criaturas a hijos de Dios, que nos hace sacerdotes de Dios, que nos acerca al sacrificio continuo que Cristo ofrece por el pecado de los que creen y dependen de Él para la salvación. Ahora diríamos que es una referencia al trono de la gracia (Heb. 4:16), es penetrar a donde sólo el sumo sacerdote penetraba en el pasado. 2. “Penetra más allá del velo”. Esta palabra aparece seis veces en el Nuevo Testamento. Tres veces se usa para referirse al velo del templo que fue rasgado cuando Cristo murió (Mat. 27:51; Mar 15:38; Luc 23:45). Las restantes se hallan en Hebreos 6:19; 9:3; 10:20. El velo era limitante pues establecía una separación entre Dios y nosotros. Ahora somos hijos y coherederos con Cristo, ahora hemos sido reconciliados por su sangre, hemos sido santificados y podemos entrar después de nuestro precursor Cristo. 3. “Donde Jesús entró por nosotros como precursor, hecho Sumo Sacerdote para siempre”. Aquí el escritor nos lleva a lo que será el tema central de su carta; Jesús nuestro Sumo Sacerdote. La promesa y el juramento dados a Abraham no sólo incluía la muerte de Jesús en las palabras “Dios se proveerá del cordero para el holocausto” (Gen 22:8), sino que también incluía su función de Sumo Sacerdote en el santuario celestial. Cristo está sentado a la diestra del Padre intercediendo por todos los que creemos en El. CONCLUSION 1. Nuestra seguridad radica en el ancla, en la intercesión de Jesús en el santuario celestial. Jesús dijo que sin El nada podemos hacer, es claramente lo que aprendemos aquí.