Entomología forense Lorena Mendiola Almaraz La entomología forense es la disciplina científica encargada de interpretar la información que brindan los insectos cuando la descomposición de un cadáver es muy avanzada. Esta nueva disciplina ha servido para resolver crímenes, pues ayuda a determinar el tiempo que lleva muerta la víctima por la presencia de compuestos químicos tóxicos en su cadáver, si éste fue transladado o se dieron otras circunstancias. Los insectos encontrados en los cadáveres más utilizados para conseguir este tipo de evidencias son de los órdenes díptera, himenóptera y coleóptera: son especies necrófagas que se alimentan del cuerpo; especies predadoras y parásitas de necrófagos; especies omnívoras que se alimentan tanto del cuerpo como de los artrópodos asociados, y especies accidentales que utilizan el cuerpo como una extensión de su hábitat normal. Todos estos insectos pasan por cuatro etapas en su ciclo de vida: huevo, larva, pupa y adulto; o sea tienen una metamorfosis completa también conocida como holometábola, donde los jóvenes difieren de los adultos por los lugares que habitan, el tipo de alimentación y sobre todo la forma: las alas (cuando las hay), en el estado inmaduro de latencia o inactividad que se da antes del surgimiento del adulto, se desarrollan interiormente. La duración del ciclo vital varía de una especie a otra, pero generalmente la etapa de más duración es la de larva, que puede durar algunos años. Conocer el ciclo detallado de las especies necrófagas puede ayudar a determinar cuánto tiempo lleva de muerta una víctima pues desde que ésta fallece van llegando a su cuerpo una serie de organismos que varían según la etapa de descomposición y los cambios ambientales (temperatura y humedad). Las larvas que están consumiendo un cuerpo incorporan a los tejidos restos de compuestos químicos llamados metabolitos provenientes de las sustancias que había consumido la v´ñictima en vida, por ejemplo, barbitúricos, cocaína, anfetaminas e incluso venenos. Estos tejidos, en el caso de las investigaciones criminales y forenses, se analizan para detectar esas sustancias, y permiten obtener información pese a que el cuerpo se halle en un estado de descomposición avanzado o carezca de sangre y no sea posible realizar los análisis toxicológicos de que rutina. Los insectos pueden utilizarse para saber si transladaron un cuerpo de un sitio a otro, pues difieren según la zona geográfica. Especies que estén sobre un cuerpo putrefacto pero que no correspondan con las especies de la zona, pueden ser un buen indicador de que el cuerpo en cuestión fue transportado. La entomología forense ayuda sobre todo a resolver crímenes con base en información de insectos terrestres; por ello se estudian ahora los artrópodos acuáticos. Actualmente se intenta tener un banco de datos sobre los ciclos de vida de animales acuáticos, de agua salada y dulce, que puedan alimentarse o vivir en un cuerpo en descomposición. Los bancos de datos de insectos terrestres incluyen géneros como Calliphoridae y Sarcophagidae (dípteros), Vespidae y Formicidae (himenópteros), Staphylinidae y Derestidae (coleópteros). Los bancos de animales acuáticos abarcan grupos como moluscos, crustáceos, larvas de insectos, sanguijuelas, peces, protozoarios y celenterados. Referencias: Prieto. J; Magaña C; Ubelaker D. Interpretation of Postmortem Change in Cadavers in spain. J. Forensis Sci. (2004) Vol. 49 No. 5. Magaña C. La entomología forense y su aplicación legal. Data de la muerte. Aracnet 7 -Bol. S.E.A., No. 28 (2001): 49 57.