.««RasaaHí m^iSíi 9!SS 9 Edición de Madrid. MADRID. Sé suscribe: líÜ. de Moaier, Cárr. de Sah Gerónirtío, 10: Tieso,Carret.', 7; Cuesta, Mayor, i, Adnr». de LA ESPAÑA,Factor,9, pral,; 12 rí- mpi. ^áb^dq 4 d« fe^enyirQ de 1952. PROVINCIAS. Oficinal de Correos y principales librerías, y.por Ubninia fWnca al admiiástrador de LiV ESPAÑA, 21 r». mes; 80 trimestre, 220 año. •^Sfm t^tm E9TERI0R. Los periódicos alemanes apenas tiablan de otra cosa que de la cuestión aduanera^ cuyo asunto, como sucede con todos aquellos en que intervieae el gobierno prusiano, se resolverá probablemente en las calendas grecas. Son. vairios. lo* principes que han ido á Stettin con el objeto de asistir á las grandes maniobras militares que se ejecutarán por orden del rey de Prusia. El duque de CAMBRIDGE ha pasado á aquella ciudad desde Hannover, y «e esperaba al gran duque heredero de Rusl». El rey de Suecia lIef!Ó el 28 de incógnito á Zurich. La señora duquesa de ORLBANS, que estaba en Suiza, debia ponerse en camino para Eiseoach, i donde ]a esperaban el 6 varias personas de su servidumbre De Roma hay noticias del 24 de agosto. La diligen-i cia que salió de Civilta-Veochia el 19 f-ué detenida y robada en aquellla misma noche por uní 'partida de ocho hombre?. Kn el camino de Viterbo hablan ocurrido hechos análogos. Con e«te motivo recorrían las principales carreteras destacamentos de carabineros y dragones. El gobierno habla resuelto el establecimiento de una linea telegráfica por el sistema eléctrico entre Boma y Terracina, con comunicación con Ñapóles. Esta línea se unirá con otra que pasa por Florencia y Bolonia, y que será de grande importancia para las comulaciones de los tustriacot en Lombardía. Ayer ba faltado, según acontece todos los viernes, el correo de Inglaterra. El 29 se cotizaron por 'a vez primera en la Bolsa de Bruselas los fondos españoles. El Monileur de París del 30, contiene una nota comunicada en respuesta á un articulo del Times. Este periódico ha dado en atacar al gobierno francés, y en particular al presidente, en términos acres y violentos. En contestación á uno de estos ataques, el Monileur publicó una rectificación, á la cual ha replicado el Times con mas virulencia, si cabe, que antes. IA última nota del Monlteur dice asi: ' «Al gobierno no le afectan las intrigas, y tiene por sistema dejarlas correr; pero cuando se trata de hechos audaz é ignominiosamente desfigurados, su deber le prescribe restablecer la verdad.» Convicto el Time* de habar denigrado pjraeeditadaipente, apela en su defeoaa á nuevas calumnias. En su número del 28 pretende que á consecuencia de los sucesos del 2 de diciembre, 1,200 personas han sido asesinadas en las calles de París por soldados embriaSemejante calumnia queda refirtada por s! misma. Es cosa sabida de todo el mundo: los estados oficiales demuestran que el número de personas muertas en la insurreeoion asciende á 380, número desgraola» damente escesive. En coaato á las person&s iieridas aceideittalroénte, no pasan de ocM^ 6. diez. Juzgúese por estos datos de la buena fé del articulista, Seguía hablándose mucho en Pi>ris de la misión que ha llevado á Londres Mr, de PERSIGNY. Todos convienen en que tiene encargo de manifestar al gobiéroo inglés la resolución del presidente dé la República de disminuir el^jército, lo cual es la prueba mas patente que pedia dar de SQS intenciones pacificas. Por otro lado se asegura que también debe ocuparse el enviado en el arregio.de un tratado comercial, ouyo proyecto se enlaza con el \iaje de¡ presidente á los departamentos meridionales. Estas comarcas, abundantes en frutos, tienen interés en que se modifique el sistema prohibicionista, sobre todo Burdeos y su tierra, que antes hacían grande csportacion de vinos Inglaterra, y ahora ha quedado reducida á la nulidad. Ef sWncio solo de semejante tratado , le atraerá al presidente todas las simpatías de unas poblado • oes en que predomina el espíritu legitimista mezclado con el revolucionario. El pjurtido republicano comienza á ocuparse en París en les eleccionts délos distritos 3.° y 4.° Suponiendo que el gobieroo declare nulos los votos que se den á los antiguos diputados el general CAVAIGNAC y Mr. CARNOT , se trata de buscar otros candidatos. FOLLETÍN. lifJiOBIAl ALEJANDRO DÜMAS. PRIMEaA ftErn^ENSACIOn DEL ENRIOUK III. {fiontíHuteion.) £i duque me miró en silencio por un instante, v viendo con qué tranquilidad sostenía yo su mirada, me dijo: . —Tendría un gran placer en complaceros, pues algunas personas sgiehan dicho que, sí noérais un modelo de i^iduidad, erais m tipo de parseieranciaj 'pero desgraciadamente no puede ser. {—Vuestra alteza me dirá tal vez que un bonibre que aspira á hacer hablar á los granJes personajes, deberja saber que nfr se interroga á un principe. Sin embargo, raenseñor, me hallo respecto á vuestra altozf ea una situaciun de tai manera cscepcional, que me atrevo á preguntaros de qué nace esa imposibilidad, que os confies,o rae desespera. —Jiizgad por vos mismo: mañana tengo i comer veinte ó treinta príncipes y princesas. —Y cree vuestra alteza que el Enrique IJI no será un buen espectáculo p^ra después de la comida de esos veinte príncipes? —Es que eso no puedo ser; la comida empezará á las seis, y gl teatro empieza 4 las siete. Han salido á la palestra los nombres del general de LAMORiciEaE y del coronel CSARRAS, pero se encuentran en el mismo caso que aquellos, pues tampoco han querido prestar juramento. Últimamente si hablaba de Mr. GOÚDEHAUS y de Mr. F, de LASTEYRIE. M. BERRTER, que reside en su hacienda de Angervi- he, entregado esblusivamente á la meditación y al estudio y preparando su discurso de entrada en la academia, ha estado'ej Paris i visitar á su antiguo amigo y compañero M. TmERs, oon quien tuvo una larga conferencia. El mariscal HAINAU se encuentra en Paria. Para precaver todo lance desagradable, por el estilo.de los que han ocurrido con este personaje en Londres y Bruselas, el prefecto da policía llamó á los principales emigrados húngaros, y les previno que usaría del mayor rigor, si abusaban de la hospitalidad, insultando al mariscal, ó haciendo cualquier acto contra él, París 31: el 4 1[2, 105, 80; el 3, 75, 00; 3 por 109 español, 49 y 44, Nueva maquina. El Capitán Ericsson está ahora ocupado en la construcción de una de sus milquinas calóricas que ha de ser colocada en un buque de 2,200 toneladas que se construye en Nueva-York por los señores Perrine, Patierson y Stack. Un detallado articulo en el Hunl's, New York, Merchants', Magatine, describe el buque y la máquina completamente. El articulista dice; «Dos máquinas de este sistema están ahora funcionando en el establecimiento de los señores Hogg y Delamater, utía de 5 «aballos y otra de 60. »La última es la mas estraordinaria pieza de maquinaria que nosotros hayamos visto jamas. Tiene 4 cilindros; dos de 72 pulgadas de diámetro, colocados uno al lado de-otro, sobre cada uno de los cuales hay colocado otro mucho menor. Dentro de lo? cilindros hay sus respectivos pistones exactamente ajustados y tan unidos entre si que se mueven juntos. Abajo del fondo de cada uno de los cilindros ioferiires se aplica un fuego, y no se emplean mas hornos , ni se usan calderas ni agua. El cilindro inferior es llamado cilindro trabajador, el superior, cilindro suplidor. Mientras el pistón del cilindro suplidor baja, hay válvulas colocadas á la parte superior del cilindro que se abren, y este se llena de aire frió. Así que el pistón se levanta, estas válvulas Se cierran, y el aire, incapaz de escapar por donde entró , pasa por otra sene de válvulas hasta llegar i un receptáculo desde donde pasa al cilindro trabajador para forzar su pistón hacia arriba. Al dejar el aire 6Í receptáculo para ir á levantar este pistón, pasa por lo quese llama el regenerador (el cual luego esplicaremos) , donde llega á adquirir hasta 450 grados de calor, y al entrar al cilindro trabaiaclor.es todavía mas calentado por el fuego de debajo. Hemos dicho que el ciütidre trabajador tiene un diámetro mucho mayor que el cilindro-SupUdor; por mera ilustración supongamos que coníiene doble áreja: de cons[giuente el Ih-e M6 fk feWiñS^anBirátroríwpnírerwTfífttárá ffiasque la mitad del«ilindrú trabajador: Sin embargo, «n el curso de este pasaje hemos dicho últimamente que, éí aire pasa por un regenerador^ y supongamos que así que entra al cilindro trabajador ha lle'gado á ca-" tentarse hasta ^%0 gradas; ¿ esta temperatura atnios'-; férica, e) aire-se-dilata hasta doblar su volumen/ por fó tanto , la mlSma cailtidad'dé afre atmosférico que ha contenido el cilindro suplidor, és ahora capaz de llenar uno de doble tamaño; y con este engrandecido volumen entra al cilindro trabajador, «Nosotros supondremos ademas que la área del pistón dentro de este cilindro, contiene mil pulgadas, cuadradas, y la área del pistón en el cilindro suplidor no mas que quinientas, El aire está conprimiao en este cilindro con una fuerza oúe supondremos de unas once hbras por cada pulgada cuadrada , ó ea otras palabras, con un peso de cinco mil quinientas libras; no obstante, en la superficie del cilindro trabajador el aire calentado está oomprimido con una fuerza .igual eq cada una de sus mil pulgadas cuadradas, ó en otras palabras,, con una fuerza de once mil libras, Aquí hay pues, una fuerza, míe después de haber llegado ÜI peso arriba citado, deja un sobrante de ciüco mil quinientas libras si prescindimos de la fricción. Esté sobrante constituye, pues, el poder motor de la máqaina; y de consiguiente, se ve realmente que después de haber dado la máquina un golpe desús pistpues, contínuaríi trabajando con esta fuerza tanto lierapo como el calor suficientemente suplido para dilatar el aire en el cilindro trabajador á la estension espresada, porque mientras la área del pistón inferior sea mucho mayor que la del supe rior, y una presión igual esté sobre cada pulgada cuadrada de ambos pistones, el mayor empujará siempre al menor, de la misma manera que dos libras sobre el pstremo de una balanza es bien seguro echarán abajo una hbra colocada sobre el otro estre—Que monseñor se digne adelantar una hora la comida, y yo haré que el Enrique lll se retrase otra. —Oh! pues no me parece mala le idea! Y creéis que el teatro Francés consentirá en ese retraso? —El teatro Francés se creerá muy dichoso en poder hacer algo por vuestra alteaá. —Pero dónde he de colocar tanta gente? No tengo masque tres palcos. —He rogado que no dispongan en la administraClon de la galería hasta tanto que no haya yo visto á vuestra alteza. —^De modo que creíais que yo consentiría en ir á ver vuestra obra? —Contaba con vuestra justicia, monseñor. —Está bien; pues id y decid á M. Taylor que, si el teatro Francés consiente en retrasar una hora la representación, asistiré á ella, y que me guarde toda la galería. —Voy volando, monseñor. —Estáis contento? —Contentísimo; pero creo que vuestra alteza no tendrá que arrepentirse de su complacencia. —Yo también lo creo asi; vamos, que salgáis bien. Yo saludé al duque y salí. Diez minutos después, el teatro Francés supo los deseos del duque, y á los veinte minutos recibió este una respuesta afirmativa. En la misma tarde fueron enviadas esquelas de aviso á los augustos convidados para anuQCiaries que la comida se adelantaba una hora, Afio V. Ñum 13I5S. »deC6rdoba.—En el papélpúbHco de la Epoe* del «domingo 22 del actual, se dice qhe Lucen» y sus lia* «hitantes se hallan acometidos por las partidas CT\m\«nales, y como me consta ser falso cuanto el perid»dico dice, por haber estado varias veces eü aquella «ciudad, y tener en el dia fuerza en ella qiie la proté>)ja, hallándome yo á una legua de distancia cótii'aual «objeto, calculo de mala fé el escrito á que me.réfie»ro, y creo de mi dnber rogar á V, S le desmienta «en él diarlo oficial de la provincia, bajó mi res'pon» «sabilidad. . «Dios guarde á V, S. muchos años. Cabra 29 de «agosto de 1852.—El primer capitán. Luís Beltran..-« F u e n a naval ingleía y franoeta. De Un articulo «Señor gobernadorcivil.de esta províDcla,!) , del Vnited seri/iee gazétte tomamos los siguientes cuPrescindiendo de la mal pergeñada frase con que riosos datos: «La fuerza naval británica en el mes defebrero ÚW empieza dicjia comunicación, nos parece qué hay sotimo estaba compuesta y distribuida de la manera si- bra de ligereza en suponer cikuU de mala fi, lo que guiente ; puede ser simplemente, y lo .será efectivamente, un Buques. Hombs. error producido por algún informe equií-ocado. El trozo da ferroxcarríl de Valencia & Alfafar, se Porstmouthi . . . . . . 9 2,065 Devonport, . ' . , . . . 7 1,371 halla en estado de esplotacion, y únicamente se es-« Sheernes , 8 1,157 pera la llegada da algunos materiales para abrir esta Woólwich, 4 193 nueva sección de la línea. La locomotora llega todos Pembroke 8 53 los días hasta mas allá de dicho pueblo, conduciendo Irlanda y Escocia. . . ' . . 4 368 India oriental y China. . . . 19 2^518 materiales para las obras. Cabo de Buena Esperanza. . . 0 976 El Diari» Mereanlil refiere que el lunes último ca« Mediterráneo . 20 6.817 yeron dos rayos en las p'ayas del mar durante la re* Costa de África 23 2,576 cía tempestad qué descargó por la tarde. Uno de ellos Costa oriental de América. . . 8 828 Costa occidental de América. . 9 1,652 se dice que desapareció junto á la estación del ferro • América setentrional é India occarril, pero sin ocasionaar ninguna desgracia. cidental. 14 1,723 De Villena escriben, entre otras cosas, á dicho peEscuadra de evoluciones. . . 8 3,462 . riódico con fecha 25 de agosto, lo siguiente: Servicio particular i2 1,220 En vía de armamento. . . . 6 2,092 «Desde que Villena existe, jamás se ha conocido Servicio de inspección i -. . . 8 317 una recolección de granos tan abundante. Hay lax Yates. 3 • 116 brador que está trillando hace cuarenta y siete días, Paquetes 6 26 y aun no podrá concluir en doce 6 quince. Este año Con orden de regresar. . . . 15 v 2,473 ha sido abundantísimo. El vino y el aceite tamWen haPara ser tlesarraados.'. . . •, 2 240 cen concebir buenas esperanzas. Esté año los pobres Adicionales ó supernumerarios. 1,516 labradores de esta comarca sí que han recogido el premio de sus fatigas. 108 33,759 «Aun no está decidido sí el camino de hierro de En la misma época, la fuerza navalft-ancesa,estaba Alicante á Madrid pasará por medio de esta ciudad ó compuesta de esta manera: „ . pOr la villa de Yecla, aunque todas las probabilidades BUQUES. HOMBRES. están en favor de Villena, pues tiene una multitud de pueblos'circuuvecinos mas cercanos .que lo están" de Escuadra de evoluciones. . . . '20 11,382 Yecla, no se tiene que dar una Vuelta de algunas leDiversas estaciones para la proguas , no hay que rebajar tanto terreno, y sobré iodo lección del comercio. . • • •*" ° ' ¿ x ' és pueblo que tierie'mas recursos que Yecla,' aunque Viajes de circunnavegación. .. . Jü i,w\i á esta villa no le faltan. ' '' ston; . ' • • • • Servicio interno de las colonias. 15 6)0 .«El obispo de Cartagena ha espado estos.dias en En los cinco puertos navales. . 27 2,331 esta ciudad, á donde ha venido dé recorrer su dióce»E! regenerador que coiítiéne la máquina de 60 ca- Fragata cañonera. . . . • • } 321 sis. Es un celoso pastor que cuenta con las simpatías ballos mide 26 pplgadas de-alto y de ancho interior- Corbeta, escuela naval, • • • * 230 de toda la diócesis,.y en.particular de esta ciudad. Se» mente. Cada disco de alaéibre qué lo compone , con-^ parece, vamos á quedar dependientes di^l obispa» tiene 678 pulgadas superfieiales, y la red tiene diez 120 27,084 gun do dé Orihuela ó Alicante, y esta'noticia ha .llenado mallas por pulgada, Cada pulgada superficial, p<)r lo Los espresados buques están divididos así: 10 na- de sentimiento á todos los honrados y laboriosos hataíjto, cbntieáe cien mallas, qué multiplicadas por 676 dan 67,600 mallas en caás dBco; y como se emplean vios de línea, IB fragatas-, 20 corbetas, -7 vapores y 68 bitantes de esta ciudad y pueblos circunvecinos. . «Se están haciendo los preparativos para las .fies200 discos, de aquí se si4u| que el regenerador con- bersantnies.» OñaiaM do hierro. Acaba de ocurrir un terrible tas ,jue anualmente se celebra en esta ciudad á la petteivé I3.§20,00.0 malla9¿í por consiguiente , cómo aflf4iaytá«t(í3 péq(ffeft*t»^íqJ»»4»*r«i-loi8 disco» eo-.-: accidente entíB Ifeoseron yvNe«;bin. Al pasar un con- culiar patrona Nuestra Señora de las Virtudes, Él r s rao'maHas,' halfámosque el airo dentro está distribui- voy, un guardu-harrera quiso atravesar la vía férrea, liginso calo de estos habitantes, flega á u4 .estrémo ¡pOTO fué t)|fMendido por ia locomotora qut pasó cuandose trata dé, celebrar la .función dé'su patróna,, do en unos 27.000 000 de celdas-diminutas. ('!feentrode una plaza se cohstriiye un,'pástillo ó De aquí as evidente, que casi cada partícula del |por encima de 11^ asi como los carruajes que remolca-^ En , en el nueonde» el pabellón"del profeta govolumen total de aire, al pasar por el regenerador 'ba. Algunas, p<*«onas corrieron á levantar al ímpru- baluarte toso. Comparsas de cristianos, moros, romanos, , tiene muy fuerte roqe.oon_ i^na.Wper/icie de metal denle gnarda-barrera, pero no enoonlraroa mas que ,etc,, etc., combaten el oastillq arma^dos.dei trenzan-» que calienta y eBfrialafternaUvimente, Los alambres 'pedéaos de carne. dbs arcabuces y no menudos cañone?. Se intimen contenidos éu cada uno de los discos tienen mil cien- _' Mú«icá y literatura. El maestro Wagener de Sar rendiciones, embajadas, se fusila á los prisvín^to cuarenta pies dé longitud, y los que contiene el re- -joiilaj'que escribe él mismo 'os Ilbritos par» sus ros de una y hay otra parte, y cuando los ctísüi'^ox- se generador tiene por consiguiente, doscientos veinte y óperas, 4)a compuesto últimamente tres, formando un apoderan del castillo, revienta Mahoma, cuya caieza ocho mil pies, 6 cuarenta y una y media millas de triloqilio, cuyo asunto está sacado de la célebre época es una tremenda ó grande olla llena de pólvora, que largaria; cuya superficial medida es igual é la entera teutónica, fielmente interpretado en el primer poema esparce sus cascos por todas jar'es, á manér? da superficie de cuatro calderas de vapor de cuarenta alemán los Hkbelmgtm. Si la música corresponde al granada.» pies de largo y cuatro de diámetro; y sin embargo, asunto, indudablemente será una obra admirable. Con el epígrafe de Barranoo de Mendotá, leemos lo el regenerador que presenta esta gran superficie calentadora tiene solamente unos dos pies cúbicos on¡ siguiente en el Faro Cartaf/inis: ce mil nuevecientos veinte menos que el tamaño de «Hace ya dias que oimos una nolicia, emanada, seestas cuatro calderas. •. INTERIOR. gún se nos di]o, delseñor inspector de minas, que wEste raaraviloso procedimiento de dar y quitar el nos alegríj sobremanera. calor es un descubrimiento que justamente puede «Dijóronnos que, por acuerdo del señor Monasterio, Dice el /Morio íffl Círáflín, qae según las noticias ib-'nlas sociedades mineras del barranco de Mendoza , considerarse como uno de los ínas notables que ja« más se han hecho en la ciencia física. Su autor, el contestes que después de haber batido y registrado á construir una cañería que recibiese las agijas'de tocapitán Ericsson,- muoho tiempo ha, tenia ai'.íriguado las si.!rras y guaridas, han dado oficialmente los al- das las minas, y conducirias asi á una distancia proque el aire'atmosféricó y otros gases permanentes, porcional, evitando que, como sucede hoy, vuelvan á al pasar por una distancia de seis pulgadas, en la caldes de los pueblos de la provincia, la partida del infiltrarse en el mismo barranco. quinquagésima parte de un segundo, es capaz de Chato no existe en ell'. Débese este resultado á la «Aplaudimos sin re» Tvi esta determinación, sinadquirir ó de perder mas de cuatrocientos grados constsncia con que las autoridades todas se han deno veria ya realizada, pues que es seguro que de calor. El ha sido el primeroqueha descubierto es- dicado á su estermínio, á la animación y buen deseo tien.io tocarán sus ventajas los interesa-J ta maravillosa propiedad del calórico, sin el, cual el de los pueblos, y á los trabajos y servidos de la Guar- instanténeamente, dos, y, como es de creer, este saludable ejemplo aire atmoíférico no podría ser efectivamente empleado alentará á otras empresas, poco dispuestas á las obras nía civil. como UQ poder motor : la razón es evidente : hasta de interés común.» . . . que el aire esté dilata<1o por el calor, po puede ejer-. Con este motivo añade dicho periódico: Escriben de Vigo al Coruñés con fecha 28 del pacer ninguna' fuerza sobre el pistón : si se necesítase á propósito de las nuevas falsas ó exageradas sado: mucho tiempo para efectuar esto, el movimieoto del Oue«Ylos periódicos de Madrid han publicado respecto pistón seria indispensablemente tan lento , que Inria de ladrones «Ayer á las seis de la tarde ha llegado á la ria de esta provincia, insertamos íntegra la la máquina ineficaz. El capitán Ericsson ha demostra- cnTiunicacioue-'que remitido al sftñor gobernador Vigo, procedente de la Habana, el vapor-correo Isado, sÍQ embargo, que el calor pucle ser comunicado, el comandantp délahaGuardia bel la Católica, con 23 dias de navegación, habiéndose cilvil: Dice asi: y la dilatación efectuada en el aire atmosférico con «Comandancia déla Guardia civil en la provincia demorado dos dias en la isla de la Madera tomando mo, Apenas necesitamos decir que después que el aire en el cilindra trabijador ha levantado su pistón, una válvula se abre, y mientras sale , descienden los pistones por la fuerza ,dif gravedad, y el aire frió otra vez se agolpa.precipitado dentro del: cilindro suplidor y lo llepa del,raodo que antes hemos descrito. De este, modo los dos cilindros alternativamente se llenan y se vaciai}.,4>ac¡endo que sus pistones se muevan prriba y abajo,d« la misma mauera qiie se efectúa en las máquinaa de vapor.. «Describamos anara-elijegenerador, al cual nos he mos referido. :, , »A fin de que nuestro» lectores entiendan este instrumento, deben tener presente la construcción y operación de la máquina. Elregenerador está compuesto de tela,de alambre , sesaejante á la que se usa para los cedazos, colocada uoa al lado de olre hasta que han llegado á reunir un espesor de unas 12 pulgadas. Por las casi innumerables celdas formadas por la intercepción de estos alambres, debe pasar el aire en su camino hacia el cilindra, trabijador; y al pasar por estas celdillas, el aire queda subdividído tan minueinsaraente que las partículas que lo componen se rozan fuertemedte con el metal de que están formadas dichas celdillas. Ahora supongamos lo que realmente su(3ede, que el lado del «generador mas cercano al cilindro trabajador está oálentado é una alta temperatura ¡ por medio de este lado calentado del rpgene» rador el aire debe pasar antes de (entrar al cilindro, y al efectuar este pasaje reeoge, como se ha demostrado por el termómetro, unos 450 de los 480 grados de calor requerido para- doblar su volumen según antes dijimos. Los 30 airados adicionales se comunican por el fuego de abajo isl cilindro: el aire de este modo ha llegado á la dilaíacion requerida; levant i el pistón y ha cumplido SU irt)er; las válvulas se abren, y el aire comprimido calentado á 480 grados, se escapa del cilindro y otra vez entra al regenerador, por el cual debe pmar antes de dejarla máquina. Nosotros hemos dicho que el ladi de esteins» trumentomas cercano álcilindro trabajador , es caliente , y aquí debemos añadir, que el otro lado se maotiene frío p.ír el efecto que en el produce al aire que entra en dirección opuesta á cada golpe de los pistones: por consiguiente, mientras el aire del cilindro trabajador sale, las táas metálicas absorven su calor de tal modo que, Coandd deja el regenerador, ha perdido todo su valor ekepto unos 30 grados. En otras palabras , así que.^l aire pasa al cilindro trabajador , recibe gradualmente del regenerador unos 450 grados de calor: y así que sale, vuelve el calor á las telas metálicas, y de Mté modo se usa una y otra vez, siendo él soloobjeto del fuego do abajo los cilindros el de supUr los 30' grados de calor que hemos referido y que se pierdoi por la radiación y espan- Llegó porfineldia siguiente tan deseado. Aquel día no había ensayo, y pude estarme todo él al lado de mi madre. Me habían dado en el teatro cierto número He biUeles, y esta liberalidad del teatro me permitió enviar uno á cada uno de mis antiguos compañeros de oficina. Porcher y su mujer tuvierojí también dog biijetes de balcón. Yo me reservé un pequeño palco de proscenio, y mi hermana un palco principal, en el que,dió hospitalidad á Bnlanger, á Vigny y á Víctor Hugo. Yo no conocía á Vigny ni,á Hugo; pero estos se habían dirigido á mi, no liabiendo podido encontrar billetes. Aquella noche hice conocimiento con ellos. Mr. Deviolaine tuvo un billete de orquesta. Todo el resto dé las lo'Galidades sé íiállabá tomado desde hacia diez, y ócho dias, y un palco' fué veiidldo al exhorbitante precio de veinte luisés. A las siete y tres cuartos ahracé á mi madre que no sospechaba siquiera, á causa de la situación en que se hallaba aun su cerebro, el combate á qlie iba yo á entregarme. Encontré á Mr. Deviolaine en los corredores... — Y bien, galopín, ya te has salido con la tuya. —No os lo había prometido? —Si, pero es preciso ver cómo piensa el público. —Ya lo veréis, puesto que estáis aquí; —Ya veremos, ya veremos, murmuró Mr. Deviolaine, no estoy muy seguro de verlo. Me separé de Mr. Deviolaine sin saber lo que quería deoír con estas palabras, y me dirigí á mi palco, una velocidad casi eléctrica ; y que es por lo tanto realmente, adaptable para dar la mayor rapidez demo* vimienfo á toda clase de maquinaría. Ahora bien; todo esto es estraordlnarlamente hermoso, y si es verdad, el descubrimiento es inapreciable. Si una máquina de la fuerza de sesenta caballos verdaderamente trabaja como se ha dicht, la cuestión está resuelta; y será una materia de interés .creciente saber cómo el trabajo por este sistema adelanta. Pero tanto si ¿ máquina calórica tiene buen éxito , como si no lo tiene, se p>esenta un ancho campo para los adelantos en las locomotoras, sujerido por el maravilloso poder del regenerador. Desde allí veía yo todo el salón. Los que hayan asistido á esta representación,, recordarán el magnifico golpe de vista que ofrecía. La galería i>aja se .hallaba ocupada por principes condecorados con las órilenes y grandes cruces de cinco ó seis naciones. La aristocracia entera se hallaba reunida en los palcos principales y segundos. Las mujeres deslumhraban coa sus diamantes. Levantóse el telón. .» Nunca lie espérimentado una sensación semejante á la que produjo la frescura del escenario, que enflriaba mi frente cubierta de sudor. El primer acto fué esquchado con benevolencia, aunque k esposicipn sea larga, fría y enojosa. Las palabras del duque de Guisa: «Sain-Paul que me busquen á Jos mismos hombre^ que asesinaron á Du-, gart,« fueron' aplaudidas estrepitosamente , y animaron al público y á los artistas, ? En el entreacto corrí á ver cómo seguía mí madre, y á'hii vuelta encontré á Mr. Deviolaine en el corredor; ^erdá'slquemé vio, entró apresuradamente en un pequeño saloncito de descansa. Creí qué queria evitar el encontrarse conmigo; pobre hombre! le calumniaba, pues se Ocupaba de una cosa enteramente distinta. ' . Empezó el segundo acto. Era entretenido. La esceña de la cervatana que yo temía mucho, pasó felizmente. El telón cayó en medio de nutridos aplausos. El tercer acto era el que debía decidir del'éxito. En este se hallaba la escena entre el padre'y la duquesa, la escena entre la duquesa y el duque en qu M. de Guisa obliga á su mujer á dar una citaá SaintMegrin. Si lo.díficíl de esta escena encontraba buena acogida en.ej público, era un partido ganado. , La escena hizo arrpjar gritos de terror, pero ai, mismo tiempo aplausos estrepitosos. Era estala prifliera vez que se represientaban en el teatro escanas: dramáticas presentadas con tanta franqueza,.ó por mejor decir, cop ese carácter salvaje. Salí, pues tenia muchos deseos de verá mi pobre madre, y de abrazarla, au^qu8^e^ el estado en qqe se hallaba apenas podía comprender que era su hijo quien la abrazaba. 0"é feliz hubiera yo sido si mi madre en vez de. hallarse eu la cama se ^hubiera hallado en el teatrol , Dormía con.un su.eño bastante tranqúilo.'La^^ltra' cé sin que se,dispertase, y volyrá.,íomíic el- camino de1 teatro. ,. . • . , • > ^ A la entrada de,á|i, .encontré 4 M, Deviolaine que se marchaha,^ , . . . - :, - • -^Quóesesú, le pregunté, no,os quedáis hasta 4 flii'?,-: .• .. ^ V ' , . „ . , . . , . ,.,; :^ -^Crees tú que puedo yo estar hasta el lin, añimalí —Por qué no?. . —Porque soy un estrafalario! porque ese diablo de representación me ha puesto malo. Y diciendo esto M. Deviolaine, con las manospuestas sobre su vientre, echó á correr liácia la calle de Saint Honoré. Entré en el teatro: como lo había, previsto, desde el cuarto acto en adelante, ya no fué un triunfo, sino un delirio; todo el mundo aplaudía, hasta las miji jeres, . .