UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICO Transferencia de tecnología para la producción de leche de oveja y su transformación en derivados a ovinocultores del Estado de México EVALUACIÓN DEL RENDIMIENTO, COMPOSICIÓN QUÍMICA Y PRODUCCIÓN DE GAS IN VITRO DE GRAMIENAS DE GRANO PEQUEÑO (X triticosecale Wittmack y Hordeum vulgare) ASOCIADAS CON EBO (Vicia sativa) Y CONSERVADOS COMO ENSILAJE O HENIFICADO PRESENTA M en C. Esmeralda Yunuen Aguilar López Dr. Manuel González Ronquillo. El Cerrillo Piedras Blancas, Toluca, Estado de México. Mayo 2014 1 INDICE GENERAL INDICE DE CUADROS………………………………………………………………………… i INDICE DE FIGURAS………………………………………………………………………….. ii RESUMEN………………………………………………………………………………………...…iii ABSTRACT………………………………………………………………………………………......iv I.INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………………………..1 II.REVISIÓN DE LITERATURA……………………………………………………………………2 2. Uso de los cereales de grano pequeño y leguminosas en la alimentación animal……………………………………………………………………. 2.1 Características generales de los cereales de grano pequeño…………………………… 2.1.1 Uso de leguminosas………………………………………………………………………. 2.1.2 Sistema de asociación de cereal-leguminosa para la producción de forraje……..... 2.1.3 Beneficio de las leguminosas en praderas asociadas………………………………… 2.2 Métodos de conservación de forrajes…………………………………........ 2.2.1 Generalidades………………………………………………………………………………. 2.2.2 Ensilaje………………………………………………………………………………………. 2.2.3 Fases del ensilaje: aeróbica y anaeróbica………………………………………………. 2.2.4 Características fermentativas……………………………………………………………... 2.2.5 Calidad del ensilado……………………………………………………………………….. 2.2.6 Ventajas y desventajas del ensilado …………………………………………………… 2.2.7 Henificado…………………………………………………………………………………. 2.2.8 Proceso de henificación………………………………………………………………….. 2.2.9 Tipos de henificación……………………………………………………………………... 2.2.10 Tipos de deshidratadores………………………………………………………………… 2.2.11 Características de un heno de alta calidad…………………………………………….. 2.2.12 Ventajas y desventajas de la henificación……………………………………………… 2 RESUMEN 3 El forraje de los cereales son deficiente en proteína, pero las leguminosas forrajeras muestran niveles aceptables de este nutriente, la asociación de ambos forrajes pueden incrementar su valor nutricional y producción de biomasa. Los objetivos de esta investigación fueron evaluar el rendimiento, composición química, contenido energético y producción de gas in vitro de variedades de triticale (UAEMex y Siglo XXI), cebada (Doña Josefa) y su asociación con Ebo, conservados mediante henificación o ensilaje. Se utilizó un diseño Completamente al Azar con tres repeticiones por tratamiento; los datos se analizaron por el procedimiento GLM de SAS (2002); se utilizaron contrastes no ortogonales para comparar algunos tratamientos de interés, enfocándose en unicultivos y asociaciones. Se observaron diferencias (P< 0.05) en producción de materia seca (MS), siendo superior el triticale Siglo XXI asociado con ebo (6.50 t/ha MS). El mayor (P<0.05) contenido de proteína cruda (PC) lo presentó la cebada Doña Josefa (197 g/kg MS). El contenido de fibra neutro detergente (FND) fue superior (P<0.05) para la variedad Siglo XXI (351±xx?) en ambos métodos de conservación. La variedad Doña Josefa y Siglo XXI fueron los que presentaron mayor (P<0.05) contenido de FAD (270.94 y 569.75g/kg MS). La variedad Doña Josefa mostró un mayor (P<0.05) contenido de TND (65%), ENL y ENg (1.4 y 0.8 Mcal Kg-1MS) en ambos métodos de conservación. La asociación de cebada Doña Josefa-Ebo fue superior (P<0.05) en producción total de gas (127±6 ml gas/g MS). Se concluye que las asociaciones cebada Doña Josefa-Ebo o el triticale SXXI-Ebo, pueden ser una opción para incorporarla a los procesos de producción de cereales forrajeros en valles altos. PALABRAS CLAVE: Cebada, Triticale, Henificado, Ensilado, Ebo, Producción de gas in vitro. I. 4 INTRODUCCIÓN Los forrajes son un recurso importante para la alimentación animal en el mundo ya que proveen energía y proteína para el ganado (Ghanbari Bonjar, 2000).El forraje de los cereales de grano pequeño en general es deficiente en proteína, pero estos muestran mayor producción de materia seca (t/ha), dado que las leguminosas tienen bajo rendimiento de materia seca, combinando el crecimiento de cereales forrajeros con cultivos que son capaces de aumentar el contenido proteico de los mismos, se obtiene la producción de forraje y calidad aceptable (Ghanbari Bonjar, 2000). Los cultivos asociados, se definen como el crecimiento de dos o más especies de cultivos de forma simultánea en el mismo campo durante una temporada de crecimiento (Ofori y Stern, 1987). Son importantes para el desarrollo de sistemas de producción que dependen poco de insumos externos (Adesogan et al., 2002).Esto puede ser debido a los beneficios potenciales de los cultivos asociados, como una alta productividad y rentabilidad (Yildirim y Guvence, 2005), la mejora de la fertilidad del suelo mediante la adición de nitrógeno por fijación de las leguminosas (Hauggaard-Nielsen et al., 2001), el uso eficiente de los recursos y la reducción de los daños causados por plagas, enfermedades y malezas ( Banik, 2006), pero sobre todo por la obtención de un forraje de calidad a través de los efectos complementarios de dos o más cultivos simultáneamente en la misma área (Ross et al., 2004; Bingol et al., 2007; Lithourgidis et al., 2007). Una alternativa de producción de forraje son los cereales de grano pequeño como el trigo (Triticum aestivum), cebada (Hordeum vulgare), avena (Avena sativa L.) y triticale (X triticosecale wittmack) debido a la adaptación de zonas altas (ubicados en altitudes de 2200 a 2600 metros sobre el nivel del mar), donde la productividad de otro tipo de forrajes está limitada por las bajas temperaturas (Anil et al., 1998; Lema et al., 2004; Ross et al., 2004). Son forrajes comúnmente usados en invierno mediante el pastoreo (Lema et al., 2004), ensilados de planta completa y en forma de heno (Haj- Ayed et al., 2000). La conservación de los forrajes permite mantener las cualidades nutritivas durante periodos prolongados de tiempo, y es sabido que ambos procedimientos afectan, de diferente manera, a la composición nutritiva del producto final (Givens y Rulquin, 2004; Scharenberget al., 2007). En años recientes, se han liberado variedades comerciales de triticale y cebada contando con una gran diversidad de líneas avanzadas con adaptación específica a las condiciones que imperan en valles altos de México. De tales variedades no se dispone de información sobre su potencial forrajero y calidad nutricional que sirva para establecer programas de alimentación en rumiantes. Con excepción de algunos reportes de rendimiento y composición química, se conoce poco acerca de sus características nutricionales a través de la técnica de producción de gas in vitro (Menke y Stengass, 1988); parámetro de importancia para conocer los patrones de fermentación y degradación en función de la disponibilidad de nutrientes del forraje. El objetivo del presente estudio fue evaluar el rendimiento, composición química y producción de gas in vitro de variedades de triticale y cebada asociados con ebo, conservados mediante ensilaje o henificado. II. 5 REVISIÓN DE LITERATURA 2.1 USO DE LOS FORRAJES DE CEREALES DE GRANO PEQUEÑO Y LEGUMINOSAS EN LA ALIMENTACIÓN ANIMAL 2.1.1 Características generales de los cereales de grano pequeño Los cereales de grano pequeño incluyen el trigo (Triticum aestivum),la cebada (Hordeum vulgare), avena (Avena sativa L.) y triticale (X triticosecale wittmack), estos cereales son gramíneas anuales que se cultivan para la alimentación humana, como forraje y en la producción de concentrados para animales. Todas estas especies presentan variedades para siembra en primavera e invierno (Payne et al., 2008). Tienen muchas características que los hacen especialmente útiles para la producción de forraje (Cuadro 1). Producen gran cantidad de biomasa y son ricos en proteínas, vitaminas e hidratos de carbono digestibles por lo que han sido de gran importancia para la producción ganadera (Mira, 2003).Su uso para la alimentación de rumiantes se ha extendido en los últimos años, tanto comoforraje verde, heno y ensilado(Mira, 2003). Las investigaciones recientes están dirigidas al establecimiento de asociaciones, debido a que a través de esta técnica, se aumenta el aporte de proteína al sistema ruminal (Anil et al., 1998; Hamdollah et al., 2009). Avena (Avena sativa L.) La avena es una planta herbácea anual que se adapta a una gran variedad de climas de las regiones semicálidas y frías. Se cultiva entre los 0-300 metros sobre el nivel del mar; su temperatura optima es de 10a 14 oC, sin embargo puede tolerar una temperatura máxima de 37 ºC y una mínima de 4.8 o C (Sánchez, 1998). Se utiliza como alimento humano (grano) y como forraje para la alimentación animal. Para este último, se recomienda cortar cuando el grano se encuentra en estado masoso- lechoso, cuando posee mayor riqueza de sustancias nutritivas. Tiene rendimientos de 2000 a 4000 kg ha-1 de grano y hasta 40 t ha-1 de forraje verde (Márquez, 1985). Triticale (X triticosecale Wittmack) La cruza entre trigo (Triticum aestivum) y centeno (Secale cereale) dio como resultado al triticale. Esta cruza fue producida inicialmente en laboratorios durante el siglo XIX, originalmente en Escocia y Suecia. Comercialmente, el triticale disponible es casi siempre la segunda generación híbrida. La cruza combina el alto rendimiento del trigo, con la resistencia a enfermedades y tolerancia a condiciones agro climáticas adversas del centeno (Lozano, 1990). Además es una planta forrajera de alto rendimiento que puede producir aproximadamente 25 a 30 t ha-1 de ensilado de alta calidad (Rojas et al., 2003). El interés de la utilización del triticale como forraje para alimento está aumentando, sobre todo en países en vías de desarrollo en donde se tiene una escasez de alimentos para el ganado (Benbelkacem, 2002; Juskim et al., 2011). Las principales regiones productoras de triticale se encuentran en Europa (78%), Norteamérica (7%), África (6%), América del sur (5%), Australia y Nueva Zelanda (4%) (FAO 2010). En México, la 6 superficie cultivada es de 3000 ha y el rendimiento promedio es de 3 a 6 t ha-1 de MS, siendo Michoacán, Nuevo León, Tlaxcala, estado de México, Puebla, Chihuahua, Coahuila, la Región Lagunera y Sonora los principales estados productores para uso forrajero (Béjar et al., 2000). El valor del forraje de calidad para usarse en altas proporciones en la alimentación de rumiantes fue discutido por Waldo y Jorgensen (1981); Linn y Martin (1989), concluyendo que debe tener mayores consumos, digestibilidad y eficacia en su utilización. De esta forma, el triticale es uno de los cultivos que por sus características y valor nutritivo, además de su tolerancia a condiciones desfavorables, adquiere gran importancia como una alternativa para ayudar a solucionar el déficit de alimentos en rumiantes (Lozano, 1990). Cebada (Hordeum vulgare) La cebada es considerada como cultivo con mayor antigüedad en la historia del hombre. En Norteamérica, la cebada fue cultivada por los colonos alemanes y españoles hacia el año de 1602 (Garza, 2000). La cebada produce una mayor calidad de forraje con respecto a la avena y trigo, principalmente en la etapa de floración donde tiene una mayor digestibilidad de la materia seca y bajas concentraciones de Fibra Detergente Neutro (FDN) y además posee un excelente contenido energético (Carr et al., 2004). Se utiliza como materia prima de la industria maltera; y la utilización de nuevas variedades de cebada también se ha incrementado dentro de la alimentación de los rumiantes por ser una fuente de energía y proteína alternativa, debido a que la calidad nutritiva puede ser superior a otros cereales forrajeros como avena y trigo (Cherney y Marten, 1982; Carr et al., 2004). Siendo un cereal que se puede producir en zonas semiáridas y subhúmedas (Chen et al., 2004), así mismo adaptarse a situaciones climatológicas adversas. El consumo de cebada para uso ganadero representa las dos terceras partes del consumo total a nivel mundial, estimado en 96 millones de toneladas en 2008 (FAO, 2010). Los principalmente países productores: Rusia, Canadá, Alemania, Francia, Ucrania, Australia y Reino Unido, en 2008, representaron el 47.6% de la producción mundial, en el caso de México participó con el 0.5% de la producción (FAO, 2010). En México, la producción de cebada se encuentra concentrada en cuatro estados: Guanajuato (30.8%), Hidalgo (30.4%), Tlaxcala 11.3% y el Estado de México (7.9%) (Figura 1).En el período 2002-2008, el rendimiento promedio de la cebada fue de 2.6 ton/ha grano y de 5 a 7 ton/MS/ha de forraje. De los principales estados productores, el que registra el mejor rendimiento por hectárea es el estado de Guanajuato, con un rendimiento de 4.5 ton/ha (FAO, 2010). Cuadro1. Resumen de evaluaciones composición química, calidad fermentativa y digestibilidad de forrajes de grano pequeño en estado masoso-lechoso. 7 ESPECIE MS PC FDN FAD LIG Método pH N-NH3 DIG REFERENCIA Trigo 38.1 7.6 35.8 25.6 - Ensilado 3.8 9.7 Triticale - 17.4 50.8 30.2 - Henificado - - Triticale 37.3 11.7 57.6 32.5 4.7 Ensilado 5.1 - Cebada - 9.0 58.4 35.0 - Henificado - - 56.2 Carr et al.,2004 Cebada 35.6 13.1 51.3 35.5 3.1 Ensilado 2.5 - - Mc Cartney y Vaage, 1994 Avena - 6.4 61.8 38.5 - Henificado - - 51.6 Carr et al., 2004 Avena 39.3 11.2 54.7 34.1 - Ensilado 4.0 - - Khorasani et al., 1997 Rojas y Manríquez 2001 65.1 Zamora et al., 2002 Bolleta et al., 2008 MS= materia seca, PC= proteína cruda, FDN= fibra detergente neutro, FDA= fibra detergente ácido, LIG= lignina, MC= Método de conservación N-NH3 = nitrógeno amoniacal, DIG= digestibilidad (g/100g MS). 2.1.2 Potencialidad de las leguminosas forrajeras en la ganadería Las leguminosas forrajeras son parte del material vegetativo con el cual se alimenta el ganado, estas pueden ser suministradas en verde o heno (Haj-Hayed et al., 2000). Ocupan un lugar importante en muchos países del mundo, debido a su proliferación, resistencia a la sequía y altas temperaturas, valor nutritivo, bajos costos y alto rendimiento (Garduño, 1997). En la alimentación animal se han estudiado desde hace más de 45 años, con lo cual se ha comprobado que su suministro contribuye a aumentar la respuesta en la producción de leche y carne. Además son ricas en proteína, calcio y vitaminas A y D, y son más apetecibles para el ganado que las gramíneas (Garduño, 1997). Entre las características más resaltantes de las leguminosas como fuente alimenticia podemos señalar: 8 Son una fuente importante de proteínas de buena calidad, dado que poseen una amplia gama de aminoácidos esenciales que las hacen superiores a las gramíneas. Presentan una concentración de nitrógeno en las hojas, superior al de las gramíneas. Sus contenidos de proteína tienden a disminuir más gradualmente que en las gramíneas, en lo referente con la edad de la planta. Son plantas ricas en calcio. Presentan bajos niveles de fibras, en comparación con las gramíneas. 2.1.3 Uso de leguminosas forrajeras. La forma de usar las leguminosas como elemento mejorador de la alimentación del rebaño corresponde a las necesidades que posean las unidades de explotación, de acuerdo con la intensidad de la ganadería y de las condiciones generales de los pastizal. Existen tres modalidades importantes para el uso de las leguminosas, que son las asociaciones con gramíneas, como banco de proteínas o en franjas. Leguminosas forrajeras en asociaciones. Se define como la interrelación armónica y equilibrada entre dos o más especies, de gramíneas y leguminosas. Estas asociaciones se pueden realizar con leguminosas nativas, que se encuentran en el pastizal o con especies introducidas y aprobadas (Sánchez, 1998). El establecimiento de una asociación gramínea – leguminosa, requiere de ciertos arreglos de siembra, para evitar los efectos de competencia, que provoquen el dominio o desplazamiento de alguno de los componentes botánicos, lo que aseguraría mantenerlos estables en el tiempo y en el espacio en la pradera. La proporción de la leguminosa en la pradera, para obtener el máximo beneficio de las asociaciones, debe ser una disponibilidad entre 30 a 40 % de dicha especie, ya que valores mayores o menores a estos porcentajes, traen como consecuencia, disminución en la producción de forraje y por tanto, en la producción animal. Para alcanzar la proporción adecuada, los arreglos de siembra pueden ser mezcla al voleo y mezcla en surcos (Sánchez, 1998; Enríquez et al. 1999). Banco de proteínas. Se denominan “bancos de proteína” a la siembra de especies herbáceas o de árboles y arbustos, con follaje de alto contenido proteico, dispuestos en arreglos de altas densidades de plantas, que pueden cosecharse y darse a los animales, mediante un sistema de corte y acarreo o bien pueden ser pastoreados directamente, por lo general, durante cortos periodos del día (1.5 a 2.5 horas). Para implantar este sistema, se requiere de especies de alta producción de materia seca, un buen desarrollo durante la época seca y que garantice una buena calidad química y física en el forraje (Camero y Ibrahim, 1995; Sánchez, 1998). Leguminosas forrajeras en franjas. Se refiere a su establecimiento en franjas en una pradera de gramíneas (Enríquez et al., 1999), también es una alternativa para rehabilitar pasturas degradadas (González et al., 1996). La forma de utilizar las leguminosas, como elemento para mejorar la alimentación animal, ya sea en asociación con gramíneas, como banco de proteínas o en franjas, depende del programa de manejo y la disponibilidad de terreno en las unidades de producción (Sánchez, 1998). 2.1.4 Sistemas de asociación de cereal-leguminosa para producción de forraje. 9 Una de las alternativas para mejorar la calidad de las praderas e incrementar el valor nutritivo es la introducción deleguminosas persistentes y compatibles con gramíneas(Anil et al., 1998). Adicionalmente la asociación de estas especies, permite mejorar la fertilidad del suelo debido a la fijación de nitrógeno atmosféricoque suministran las leguminosas(Forrester et al., 2005). Además representa una opción económica, paramejorar la producción animal. (Hess yLascano, 1997; Sánchez, 1998) y a menudo tienen la ventaja de que en términos de producción son superiores comparados con cultivos únicos (Bulson et al., 1997). La mayoría de los estudios que están enfocados al uso de leguminosas en zonas de clima templado se refieren a tréboles, alfalfas cuya finalidad es contribuir al mejoramiento de la calidad de los forrajes de gramíneas que son destinadas a la alimentación del ganado. Otros estudios están encaminados a la incorporación de leguminosas como Vicia sativa, Vicia villosa, Vicia faba, Pisum sativum a cereales de grano pequeño como la cebada, trigo, avena y triticale (Anil et al.,1998; Rojas et al., 2003).Estos cultivos asociados han sido ampliamente utilizados en países de clima templado como Europa, Gran Bretaña, Australia, Argentina, Uruguay y México, permitiendo que la interacción agrícola-ganadera, con el fin de eliminar el déficit forrajero existente (Caballero y García, 1996). 2.1.5 Beneficio de las leguminosas en praderas asociadas Proceso de fijación de nitrógeno. Es bien conocido que las leguminosas suministran nitrógeno al suelo por medio de la fijación simbiótica de este elemento. La fijación del nitrógeno ocurre por la asociación simbiótica, que establece la planta con algunas bacterias de la familia Rhizobiaceae, estas bacterias infectan las raíces de la planta e inducen la formación de nódulos radicales, en el interior de los cuales se realiza la fijación, con la intervención de la enzima nitrogenasa, localizada en el interior de los rizobios. Las bacterias le ceden el nitrógeno fijado a la planta y a su vez ésta le suministra al nódulo los carbohidratos que producen la energía necesaria para el proceso de fijación (Sylvester et al., 1987). Incremento de la calidad del forraje. Las leguminosas incrementan el valor nutritivo de la gramínea asociada, particularmente en lo que se refiere a los contenidos de proteína total y de minerales, para mantener su calidad a través del tiempo, durante la época seca, cuando más las consumen los animales. Las gramíneas tropicales presentan contenidos de proteína total bajos, inferiores al 7 % durante la época seca, cuando el aporte de nitrógeno es deficiente, lo cual afecta el consumo voluntario y consecuentemente, la producción animal (Villaquirán y Lascano, 1986). Aumento en la producción de biomasa vegetal. Las leguminosas incrementan la producción de materia seca en las praderas cuando éstas se asocian con gramíneas. Esta disponibilidad de forraje incrementa la carga animal por unidad de superficie. Al respecto Costa et al. (1991) evaluaron tres gramíneas forrajeras, asociadas con cinco leguminosas, en el periodo de máxima precipitación, donde las asociaciones expresaron mayor rendimiento de forraje, que las gramíneas en monocultivo. 2.2 MÉTODOS DE CONSERVACIÓN DE FORRAJES 10 2.2.1 Generalidades Forraje es un término de uso común, tanto a nivel ganadero, a nivel técnico y científico, que encierra una amplia variabilidad conceptual según quien lo use. De hecho no existe una definición ampliamente aceptada; hay una gran variación en la amplitud de alimentos que pueden ser considerados dentro de este término; Wilkins (2000) aceptando como buena la definición del “Forage and Grazing Terminology Committee” (1991), menciona que forraje es toda parte comestible de una planta, distinta al grano separado, que puede proveer alimento a los animales en pastoreo o que puede ser cosechada para su alimentación. Según la clasificación de Barnes y Baylor (1995), el término forraje incluiría las siguientes clases: hierba, heno, ensilaje, fracciones comestibles de las especies arbustivas y arbóreas, así como la paja. Los forrajes constituyen la base principal en la nutrición de la masa ganadera del mundo por constituir la fuente más barata de alimentación en rumiantes. Sin embargo, los alimentos del ganado varían en cantidad y calidad según la época del año, por lo que la producción de pastos disminuye notablemente cualitativa y cuantitativamente, provocando graves crisis en la alimentación del ganado, haciéndose difícil y en cierto caso imposible obtener buenos rendimientos. Lo planteado anteriormente con lleva a la aplicación y desarrollo de técnicas de conservación de los forrajes con el objetivo de poder alimentar los animales en la época de estiaje de alimentos, garantizándose que la producción animal sea lo más estable posible durante todo el año. 2.2.2 Ensilaje El ensilaje es un método de conservación de forrajes o subproductos agrícolas con alto contenido de humedad (60-70 %), mediante la compactación, expulsión del aire y producción de un medio anaeróbico, que permite el desarrollo de bacterias que acidifican el forraje (Enrique y Reinaldo, 2006). El ensilado se produce en un silo que es una gran excavación como un gran recipiente en la tierra o levantado sobre esta, donde se coloca el forraje para conservarlo durante un largo tiempo; existen varios tipos de estos como son el tipo trinchera, de torre, cilindro y el tipo bunker, en el cual las paredes están recubiertas con cemento (Reyes, 1990). 2.2.3 Fases del ensilaje Fase aeróbica Debe ser limitada al menor tiempo posible, para evitar las pérdidas de nutrimento. La temperatura debe ser menor a 30 °C; para lograrlo, se deben considerar lo siguiente: Humedad. El forraje verde debe contener de 60 a 70 % de humedad. Para determinar su óptimo, el forraje se pica al tamaño de partícula que se va a ensilar y presionar una cantidad que quepa en las 11 dos manos por treinta segundos. Si el forraje deja húmeda las manos y mantiene la forma ejercida por la presión, tiene un contenido ideal de humedad. Carbohidratos solubles. Se recomienda que el porcentaje de carbohidratos sea entre 8 a 12% de la materia seca del forraje a ensilar. Capacidad amortiguadora. Los materiales deben oponer poca resistencia a la acidificación, cuando la resistencia es alta, se requiere de un aditivo como la melaza diluida, que puede asperjarse sobre el forraje. La cantidad recomendada es de 10 a 30 litros de melaza en solución acuosa por toneladas de forraje, dependiendo de la madurez del mismo; si es maduro, tosco y húmedo, se agregan los 30 L por tonelada. La melaza se debe añadir cada vez que se forma una capa de forraje. Tamaño de partícula. Para lograr una mejor compactación del material ensilado y ayudar a la salida del aire, se recomienda que los forrajes a ensilar se corten a un tamaño de partícula de entre 1 a 2 cm. Salida de aire. Es necesario compactar el forraje ensilado, llenar e impermeabilizar el silo en el menor tiempo posible. El uso de plástico y una capa de tierra de 20 a 25 cm de espesor son útiles para evitar la entrada de aire y la expansión del forraje comprimido. Para lograr una buena compactación se recomienda formar capas de forraje de 0.5 a 1.0 m de espesor, pasar el tractor y agregar otra capa de forraje; el proceso se repite hasta el llenado del silo. Cuando el oxígeno ha sido consumido, inicia el desarrollo de bacterias lácticas, responsables de la acidificación del material. Si la capacidad buffer y la concentración de carbohidratos solubles del forraje son ideales, el ensilado alcanza un pH de 4.2 en siete días después del ensilaje. En esta fase la temperatura del material ensilado se mantiene entre 15 a 25 ºC. Temperaturas superiores a 25 ºC indican presencia de oxígeno (Reyes, 1990). Fase anaeróbica Cuando el oxígeno ha sido consumido, inicia el desarrollo de bacterias lácticas, responsables de la acidificación del material. El cultivo a cosechar se conducirá al silo inmediatamente después de la siega; se debe cortar únicamente la cantidad necesaria que va a ser ensilada cada día. Los hongos y bacterias aeróbicos son los microorganismos en el forraje fresco, pero como el forraje es sometido a condiciones anaeróbicas en el silo hay reemplazo por bacterias capaces de crecer en la ausencia de oxígeno, como: Escherichia, Klebsiella, Bacillus, Clostridium, Streptococus, Leuconostc, lactobacilus y pediococcus (Moran, 1990). Las bacterias ácido lácticas, están normalmente presentes en el forraje en crecimiento en pequeño número, pero se multiplican rápidamente después de la cosecha, particularmente cuando el forraje es picado o lacerado. Cuando el forraje es ensilado, las bacterias ácido lácticas continúan incrementándose, fermentando los carbohidratos solubles en el agua del forraje o ácidos orgánicos principalmente ácido láctico, el cual reduce el valor de pH a un cierto nivel. Los ácidos inhiben el crecimiento de otras bacterias. Cerca de un pH 3.8-4.0 la actividad microbiana virtualmente cesa y el material remanente es estable por un periodo tan largo como las condiciones anaeróbicas son mantenidas (Moran, 1990). 12 2.2.4 Características fermentativas El conocimiento de la calidad fermentativa de un ensilado se obtiene a partir de determinaciones realizadas sobre el líquido extraído por prensado o maceración. Estas determinaciones son: pH, ácido láctico, ácidos grasos volátiles y alcoholes (Enrique y Reinaldo, 2006). pH. Posiblemente la medida más simple y que nos da una visión general de la calidad fermentativa y de la estabilidad del ensilado. Su medida es sencilla y rápida ya que consiste simplemente en introducir la sonda de un pH-metro en un volumen del líquidoextraído por prensado o maceración. (Enrique y Reinaldo, 2006). Debemos considerar que el pH de estabilidad es función del contenido en MS del ensilado, de manera que a mayor contenido en MS, el pH de estabilidad puede aumentar, sin que ello implique una mala calidad del ensilado (Enrique y Reinaldo, 2006). Ácido láctico. Esta determinación nos da una lectura del grado de ejecución del proceso fermentativo, como consecuencia del uso de los carbohidratos y su conversión a ácido láctico. Los métodos enzimáticos son los que se recomiendan, por su rapidez, para determinar el contenido de ácido láctico, consiste en la transformación del ácido láctico en ácido pirúvico, mediante el uso dela enzima lactato deshidrogenasa y la correspondiente formación de NADH (nicotinamida-adenina-dinucleótido), que es el que se lee finalmente mediante el uso de un espectrofotómetro. Sin embargo, considerando la necesidad de obtener información del contenido en ácido láctico junto con el de los ácidos grasos volátiles (AGVs) y alcoholes, la cromatografía de gases (GC) o la cromatografía líquida de alta presión (HPLC) serán sin duda la vía más lógica de obtener el contenido en ácido láctico (Enrique y Reinaldo, 2006). Ácidos grasos y alcoholes. El proceso fermentativo ideal que implica el proceso de ensilaje, presupone la actuación exclusiva de las bacterias ácido lácticas homo fermentativas, por lo que no debieran formarse, en principio, ácidos grasos volátiles y alcoholes. Sin embargo, éstos se forman inevitablemente y nuestro objetivo es que su presencia sea lo más baja posible. Los ácidos que más nos interesan son el acético y, sobretodo, el butírico (Enrique y Reinaldo, 2006). 2.2.5 Calidad del ensilado La calidad del forraje ensilado se puede determinar en forma cualitativa y cuantitativa. Método cualitativo.Este método no determina el valor alimenticio del forraje, ya que los parámetros utilizados sólo pueden dar una ligera idea sobre su grado de consumo y aceptación por el ganado más no de su contenido de nutrientes. Por lo general, se asocia con algunas características como olor, color, textura, palatabilidad y naturaleza de la cosecha ensilada. Un ensilado de buena calidad debe tener las siguientes características (Spross et al., 2000): 13 El buen ensilado se caracteriza por un contenido de 65 a 75 % de agua, es decir 25 a 35 % de MS. Libre de hongos y malos olores como amoniaco, ácido butírico y pudrición Ausencia de olor a caramelo o tabaco Color verde olivo Textura firme: el buen ensilado debe conservar cierta flexibilidad, característica de las hojas, y sentirse al tacto sin llegar al acuoso. Método cuantitativo. La calidad del ensilado está determinada por el tipo de fermentación que alcanza el forraje durante el proceso, la que a su vez se refleja en la proporción que existe entre los ácidos lácticos, acéticos y butíricos. Así mismo, el contenido de nitrógeno amoniacal es otro factor que se utiliza para designar la calidad del ensilaje (Cuadro 2). Cuadro 2. Rangos más adecuados que debe presentar un buen silo de productos generados en el proceso de fermentación Parámetro Rango pH 4.5 o menos Ácido láctico % 1.5. a 2.5 Ácido acético % 0.5 a 0.8 Ácido butírico % 0.1 máximo (preferentemente) Nitrógeno amoniacal (% del total N) 5- 8 máximo preferentemente FIRA (1987; BOLETÍN TÉCNICO INFORMATIVO No. 186). 2.2.6 Ventajas y desventajas del ensilado Dentro de las ventajas se pueden mencionar (Reyes, 1990 y Spross et al., 2000). A consecuencia de los numerosos cambios que se dan durante el proceso de ensilaje, se obtiene un producto suculento y ácido, que los animales consumen con gran avidez. El valor nutritivo no se pierde mientras no se destape el silo y el contar con material ensilado permite establecer estrategias de alimentación para las épocas de escasez de forrajes. En el caso de leguminosas el proceso de ensilaje evita la pérdida de hojas, comparado con el henificado. Suministro de forraje suculento de calidad uniforme durante todo el año. Como desventajas se pueden señalar: 14 Si no se tiene cuidado con el manejo de las condiciones que favorecen la acción de las bacterias acido lácticas, respecto al mantenimiento de anaerobiosis, temperatura menor a los 30 ºC y disponibilidad de carbohidratos, las pérdidas del alimento pueden ser cuantiosas o su valor nutrimental bajo. Normalmente, el ensilado no debe exceder el 50 % de la dieta por que puede conducir a cetosis. En el caso de las vacas lactantes los carbohidratos son en su totalidad utilizados en la síntesis de la lactosa para la leche, si a la vez se presenta una ingestión calórica inadecuada y un desequilibrio en las sustancias anticetógenas se produce inminentemente la cetosis. 2.2.7 Henificado La henificación fue el primer proceso ideado por el hombre para conservar parte de los forrajes verdes, principalmente gramíneas y leguminosas, sobrantes en la época de abundancia de los pastos con el fin de utilizarlos en los meses de escasez (Enrique y Reinaldo, 2006). La hierba fresca contiene alrededor del 70 al 85% de humedad, y cuando ésta se corta se reduce a un 15-20% mediante el desecado natural al sol o métodos artificiales, pudiendo almacenarse en forma de heno sin riesgo de que se deteriore, siempre que naturalmente, se proteja de las lluvias. Un heno con un 80-85% de materia seca puede conservarse sin peligro de que se fermente; la sencillez del proceso y su larga tradición convierten la henificación en uno de los principales métodos de conservación de los forrajes (Enrique y Reinaldo, 2006). El fundamento del método se basa en que la humedad de un alimento constituye uno de los factores más importantes que influyen favorablemente en el crecimiento microbiano(bacterias y mohos) y pueden formar parte de la microflora, manteniéndose sobre las diferentes partes de las plantas, desarrollando ciertas relaciones con éstas (Enrique y Reinaldo, 2006). Estos microorganismos son los responsables de las fermentaciones y enmohecimiento de los forrajes, y por lo tanto de su deterioro. Al reducirse el contenido de agua de los forrajes verdes mediante la henificación (y otros métodos) disminuyen las condiciones favorables para el desarrollo microbiano, lo que permite que puedan almacenarse en grandes cantidades sin que se presente una fermentación pronunciada o se enmohezcan (Enrique y Reinaldo, 2006). El éxito de este proceso de desecación se basa en la disminución rápida del contenido de agua, antes de que la respiración y la fermentación de la célula vegetal consuman las reservas nutritivas del forraje (pasto, arvenses, planta entera de maíz o planta entera de cereales) (Melgarejo et al., 2000). Las pérdidas en nutrientes son proporcionales a la duración del proceso y los resultados obtenidos dependen en gran parte de las condiciones climáticas que influyen en la cantidad y calidad de la hierba y en las precipitaciones atmosféricas. En regiones secas y desérticas es posible lograr el heno fácilmente, pero en regiones húmedas y muy lluviosas la operación resulta a veces muy difícil (Enrique y Reinaldo, 2006). 2.2.8 Proceso de henificación Está compuesto por cuatro fases: corte, secado, empacado y almacenamiento (Church et al., 2002). Corte. La época de corte debe efectuarse en el momento en que se consigue el balance del mejor rendimiento del pasto y sus nutrientes totales (energía vs proteína). Secado. Esta fase inicia una vez cortado el forraje, se deja expuesto a la acción del sol, es importante tomar en cuenta la época en que se realiza el proceso, por lo que se recomienda realizarlo cuando las 15 precipitaciones hayan disminuido. Si el heno no logra alcanzar el 20% de humedad en el momento de ser embalado, puede sobrecalentarse hasta causar combustión. Empacado. Consiste en recoger el pasto cortado y casi seco, para reducirlo a pacas compactas. Esto se logra amarrando el forraje, ya sea manual o mecánicamente, con el equipo previamente calibrado, según el tamaño de la paca y la tensión de amarre que se considere conveniente. Se pueden obtener pacas con pesos entre los 15 y 20 kg, con un tamaño de 70 cm de largo, en el caso de las pacas rectangulares o rollos con un peso entre los 500 y 1500 kg respectivamente. Almacenamiento. Cuando se disponga de las pacas convencionales se pueden apilar en el campo debajo de árboles o cubiertas con polietileno, o bien en un galerón exclusivo para su almacenamiento. En todo caso lo conveniente es que las pacas se almacenen en lugares aireados y protegidos. 2.2.9 Tipos de henificación 1. Natural 2. Semi-artificial 3. Artificial 1. Henificación natural En el método de henificación natural, la hierba cortada y extendida se deseca en el campo mediante el concurso del sol. Este procedimiento resulta económico, pero depende estrechamente de las condiciones ambientales. Se deben seguir las recomendaciones siguientes: 16 La henificación debe realizarse de manera tal que el forraje no se decolore, que no pierda sus elementos nutritivos. Para obtener un heno de buena calidad debe hacerse de plantas cortadas en un estado de madurez conveniente, que conserve las hojas en abundancia, tallos blandos y plegadizos, color verde, pocas materias extrañas (que esté libre de mohos) y que tenga la fragancia típica del cultivo de que está hecho. Se elegirá para realizar la henificación un período de varios días de buen tiempo, pues si la época de secamiento se extiende durante varios días y el material sufre lavados por las lluvias o fuertes rocíos, se producen pérdidas por lixiviación que reducen el valor nutritivo del heno. Es aconsejable segar por las mañanas, después que haya desaparecido el rocío (9:00 am), pues el agua se seca con dificultad sobre la hierba segada y depositada sobre el terreno, las plantas se henifican más rápido que cuando se cortan después, y además, las pérdidas de caroteno provitamina o precursor de la vitamina A son menores. El corte en horas del mediodía o la tarde no es aconsejable, pues aunque la hierba contiene menos humedad, no se obtiene ventaja alguna en la velocidad de desecación. El área a cortar se debe adaptar bien a las restantes operaciones (henificación, volteo, empacado, transporte, etc. Se debe tener en cuenta que en las condiciones actuales de producción, este proceso es totalmente mecanizado. La altura de corte debe ser entre 5 y 10 cm, según la especie. La exposición al sol debe ser de 18 a 20 horas-luz, es decir alrededor de 36-48. Nunca debe superar la exposición al sol los tres días después de segada la hierba. Cuando la parte superior de la hierba aparece un poco seca (poco tiempo después de la siega) es conveniente esparcirla y voltearla; en cambio, por la tarde es preferible reunir el forraje, con el objetivo de impedir que absorba humedad durante la noche. La hierba debe virarse cada 3 a 4 horas para que se seque uniformemente hasta que alcance un 20% o menos de humedad. 2. Henificación semi-artificial La duración de la henificación de la hierba sobre el terreno puede también reducirse mediante el procedimiento de secado complementario en el henil, es decir, el heno se deseca en el campo hasta determinado contenido de humedad y posteriormente en el henil en que se hace circular una corriente de aire a temperatura normal o caliente (Enrique y Reinaldo, 2006). A través de la masa de forraje que aún contiene del 40-50% de humedad, el aire inyectado que pasa a través de la hierba arrastra la humedad, produciendo una desecación progresiva. El empleo del aire a temperatura normal o caliente depende de las características de las plantas, algunas requieren aire caliente, a diferencia de otras en que es suficiente el aire a temperatura normal. Procedimiento: El henil desecador se carga inicialmente hasta una altura de 2.40 m y se somete a una corriente de aire frío durante 3 ó 4 días. Durante este tiempo el material se asienta y entonces puede seguirse llenando y procederse nuevamente a inyectar aire, y así se continúa hasta llenar el henil. El tiempo de desecación puede reducirse a tres días si en el último de ellos se emplea aire caliente. En general se puede reducir el costo del calentamiento disminuyendo el paso de aire por el ventilador. En la mayoría de los casos el henil desecador no debe ser más que un auxiliar del equipo normal de henificación y un recurso para los casos de emergencia. Aunque una parte de la cosecha puede desecarse en el henil cuando las estaciones son buenas, conviene que la mayor parte de dicha cosecha se henifique por los métodos ordinarios, ya que estos constituyen el medio de henificación más económico. El costo del henil es el factor que más limita su uso. 3. Henificación artificial La industria de la deshidratación se logró establecer poco antes de 1930, pero su desarrollo tuvo lugar de 1943 a 1948. La deshidratación industrial moderna es un fenómeno técnico y económico cuya aparición en la vida contemporánea es relativamente reciente, sin embargo a causa del proceso rápido 17 de grandes producciones de forrajes deshidratados, la misma se inserta progresivamente en la economía moderna. Una planta de deshidratación consta de un horno alimentado con hulla, carbón, o electricidad y de una cámara de deshidratación en la que se somete la hierba a la acción del aire caliente (Enrique y Reinaldo, 2006).La deshidratación artificial de la hierba, por su secado rápido es el método de conservación de los forrajes que provoca menores pérdidas, reduciéndose considerablemente éstas por respiración ulterior de las células vegetales (entre el corte y muerte de la planta), la cual no ocurre hasta que la hierba ha alcanzado el 65% de materia seca aproximadamente (Enrique y Reinaldo, 2006). Las pérdidas comprendidas en la recolección del forraje verde alcanzan generalmente del 5 al 10% de la materia seca presente en el campo. Si la deshidratación se realiza adecuadamente, no sólo se conserva la valiosa proteína, sino también el caroteno. El principio fundamental es evitar el recalentamiento gradual del forraje, provocando en cambio una rápida evaporación del agua de los tejidos vegetales, de forma tal que la temperatura interna de las hojas y los tallos no supere los 80 °C aproximadamente, a partir de los cuales se verifican fenómenos de desnaturalización de las sustancias proteicas y de otros componentes nutritivos (Enrique y Reinaldo, 2006).esto se lleva a cabo con mas de 65-70ºC 2.2.10 Tipos de deshidratadores Los de baja temperatura, en que el aire se calienta de 100 a 300°C con cintas transportadoras de forraje, de curso simple o doble. La desecación está comprendida entre 15 y 25 min. según el contenido de agua del forraje y el tipo de instalación. Los de alta temperatura, que utilizan aire calentado de 800 a 900°C con cuerpo cilíndrico de tambor generalmente rotatorio. Se verifica una deshidratación homogénea y rapidísima de las hojas (de 1 a 2 minutos) que son rápidamente evacuados por la corriente de aire, mientras que la desecación de los tallos requiere cerca de tres minutos. La hierba puede ser introducida fresca y entera, pero es preferible que sea trabajada marchita (de 25 a 30% de materia seca) y picada corta (de 1 a 3 cm) para economizar el combustible y obtener un producto secado más homogéneo. El contenido de humedad se reduce en un 70 al 80% en el forraje. 2.2.11 Características de un heno de alta calidad Olor agradable Libre de hongos Color verde 2.2.12 Ventajas y desventajas de la henificación Entre las principales ventajas podemos mencionar: 18 Constituye un forraje de buna calidad que puede utilizarse en épocas de escasez Fácil de manejar y suministrar a los animales Fácil de comercializar y transportar Puede utilizar los restos de cosecha una vez que se elimine la parte útil (vainas de frijol y chícharo). Desventajas: Su preparación está sujeta a las variaciones del clima. Si se realiza mediante métodos mecánicos y/o artificiales, se requiere de una inversión importante en equipo y maquinaria. Se debe tener presente que los métodos de preservación y conservación de forrajes constituyen soluciones parciales, por lo que se requiere buscar alternativas encaminadas a disminuir las fluctuaciones de los rendimientos mediante la obtención de variedades más productivas, resistentes y de establecimiento agresivo durante todo el año, acompañado todo esto de la necesaria aceptación y conversión por los animales (Enrique y Reinaldo, 2006). Además el valor nutricional de ambos métodos de conservación del forraje dependerá del estado de madurez, los procesos mecánicos, y el tamaño de corte (Johnson et al, 1999; Andrae et al, 2004). 19 III. JUSTIFICACIÓN En México se siembran más de 556 mil hectáreas con forraje (riego) que corresponde al 11.3% de la superficie total de riego en el país.Siendo la alfalfa el principal cultivo (50% de la superficie sembrada), además de avena, triticale, ballico, maíz, cebada y sorgos forrajeros. Entre estos, los cereales de grano pequeño pueden ser una buena alternativa para producir forraje de buena calidad. Sin embargo, salvo algunos reportes de rendimiento y composición química, poco se conoce acerca de sus características nutricionales a través de la técnica de producción de gas in vitro parámetro de primordial importancia para conocer la fermentación y degradación en función de la disponibilidad de nutrientes del forraje y que posteriormente sirva para establecer programas de alimentación en rumiantes. 20 IV. HIPOTESIS El método de conservación ensilado o henificado influye la degradación y composición química de nuevas variedades de Triticale, Cebada y su asociación con Ebo. 21 V. OBJETIVOS OBJETIVO GENERAL Evaluar el rendimiento, composición química, y producción de gas in vitro de variedades de triticale y en asociación con ebo conservados mediante ensilaje y henificado. ESPECÍFICOS a) Estimar el rendimiento de materia seca de las variedades de triticale, cebada y su asociación con ebo. b) Analizar el contenido de materia orgánica (MO), proteína cruda (PC), fibra detergente neutro (FDN), fibra detergente ácido (FDA), lignina (LDA), total de nutrientes digestibles (TND), energía neta de lactancia (ENL) y energía neta de ganancia (ENg). c) Medir la degradación y fermentación de los forrajes a través de la técnica de producción de gas in vitro. 22 EVALUACIÓN DEL RENDIMIENTO, COMPOSICIÓN QUÍMICA PRODUCCIÓN DE GAS IN VITRO DE VARIEDADES DE TRITICALE (X triticosecale Wittmack), Y CEBADA (Hordeum vulgare) ASOCIADAS CON EBO (Vicia sativa) CONSERVADOS COMO ENSILAJE O HENIFICADO a Esmeralda Yunuen Aguilar López, Andrés Morales Osorio, b María de Guadalupe G. Gutiérrez M, a a b Manuel González Ronquillo* Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia. Departamento de Nutrición Animal. Facultad de Ciencias Agrícolas, Universidad Autónoma del Estado de México. Instituto Literario 100 ote. Toluca. Estado de México. 50000. México.*Autor de correspondencia RESUMEN El forraje de los cereales son deficientes en proteína, las leguminosas tienen calidad aceptable en proteína, la asociación de ambos forrajes pueden incrementar su valor nutricional y producción de biomasa. Los objetivos fueron evaluar el rendimiento, composición química, contenido energético y producción de gas in vitro de variedades de triticale (UAEMex y Siglo XXI), cebada (Doña Josefa) y su asociación con Ebo, sembradas en el ciclo primavera verano 2010, cosechadas a los 145 días (masoso-lechoso), una parte fue ensilada y otra henificada. Los datos se analizaron por un procedimiento GLM de SAS utilizando contrastes no ortogonales para comparar las medias de cebada contra triticales, entre triticales, cebada vs triticales asociados, triticales asociados, ebo vs asociados y unicultivos vs asociasiones. Se observaron diferencias (P < 0.001) en producción de materia seca, siendo superiores el triticale Siglo XXI asociado Siglo XXI y Ebo (6.50, 5.4 y 5.0 t MS/ha respectivamente), El mayor contenido de PC (P<0.001) lo presentó el Ebo (234 g/kg MS), y sus asociaciones (187±2 g/kg MS) henificados. El contenido de FND no mostro diferencias entre variedades y sus asociaciones (P=0.302) henificados. La variedad Doña Josefa mostró un mayor contenido (P<0.05) de TND (65%) y ENl 1.4, ENg 0.8 Mcal Kg-1 MS, en ambos métodos de conservación. En la producción total de gas (g ml gas-1 MS), la cebada Doña Josefa-Ebo fue superior (P<0.05) (127±6 ml gas/g MS) con respecto al resto (117±3 ml gas /g MS). Se sugiere se utilicen aquellos materiales que presenten una mayor fermentación, tomando en cuenta su calidad nutricional, contenido energético y rendimiento, las asociaciones cebada-Ebo o triticale SXXI-Ebo, permiten considerarlas como una opción para incorporarla a los procesos de producción de cereales forrajeros en valles altos. 23 PALABRAS CLAVE: Cebada, Triticale, Ebo, Henificado, Ensilado, Producción de gas in vitro. INTRODUCCIÓN Los forrajes son un recurso importante para la alimentación animal en el mundo ya que proveen energía y proteína para el ganado (Ghanbari Bonjar, 2000). Una alternativa de producción de forraje son los cereales de grano pequeño como el trigo (Triticum aestivum), cebada (Hordeum vulgare), avena (Avena sativa L.) y triticale (X triticosecale Wittmack) debido a la adaptación de zonas altas (ubicados en altitudes de 2200 a 2600 metros sobre el nivel del mar), donde la productividad de otro tipo de forrajes está limitada por las bajas temperaturas (Anil et al., 1998; Lema et al., 2004; Ross et al., 2004). Son forrajes comúnmente usados en invierno mediante el pastoreo (Lema et al., 2004), o mediante ensilados o henificados de planta completa (Haj- Ayed et al., 2000). El forraje de los cereales de grano pequeño en general es deficiente en proteína, pero estos muestran mayor producción de materia seca (t/ha), dado que las leguminosas tienen bajo rendimiento de materia seca, combinando el crecimiento de cereales forrajeros con cultivos que son capaces de aumentar el contenido proteico de los mismos, se obtiene la producción de forraje y calidad aceptable nutricionalmente (Ghanbari Bonjar, 2000). Los cultivos asociados, se definen como el crecimiento de dos o más especies de cultivos de forma simultánea en el mismo campo durante una temporada de crecimiento (Ofori y Stern, 1987). Son importantes para el desarrollo de sistemas de producción que dependen poco de insumos externos (Adesogan et al., 2002). Esto puede ser debido a los beneficios potenciales de los cultivos asociados, como una alta productividad y rentabilidad (Yildirim y Guvence, 2005), la mejora de la fertilidad del suelo mediante la adición de nitrógeno por fijación de las leguminosas (Hauggaard-Nielsen et al., 2001), el uso eficiente de los recursos y la reducción de los daños causados por plagas, enfermedades y malezas (Banik et al., 2006), pero sobre todo por la obtención de un forraje de calidad a través de los efectos complementarios de dos o más cultivos simultáneamente en la misma área (Ross et al., 2004; Bingol et al., 2007; Lithourgidis et al., 2007). La conservación de los forrajes a partir de heno o ensilado, permite mantener las cualidades nutritivas durante periodos prolongados de tiempo, y es sabido que ambos procedimientos afectan, de diferente manera, a la composición nutritiva del producto final (Givens y Rulquin, 2004; Scharenberg et al., 2007). En años recientes, se han liberado variedades comerciales de triticale y cebada contando con una gran diversidad de líneas avanzadas con adaptación específica a las condiciones que imperan en 24 valles altos de México. De tales variedades no se dispone de información sobre su potencial forrajero y calidad nutricional como unicultivos ni asociados que sirva para establecer programas de alimentación en rumiantes. Con excepción de algunos reportes de rendimiento y composición química, se conoce poco acerca de sus características nutricionales a través de la técnica de producción de gas in vitro (Menke y Stengass, 1988; Theodorou et al., 1994); parámetro de importancia para conocer los patrones de fermentación y degradación en función de la disponibilidad de nutrientes del forraje. Los objetivos del presente estudio fueron evaluar el rendimiento de dos variedades de triticale y una de cebada asociadas con ebo, su composición química y producción de gas in vitro a partir de dos métodos de conservación (ensilado o henificado). MATERIALES Y MÉTODOS Establecimiento de praderas El estudio se llevó acabo en el valle de Toluca Estado de México, ubicado en las coordenadas 19º 17’ latitud norte y 99º 39’ de longitud oeste, a una altura de 2675 metros sobre el nivel del mar. El clima predominante es de tipo C (w2) (w) b (i’), que corresponde al clima templado subhúmedo con lluvias en verano, con poca oscilación térmica entre 5 y 7º C. La precipitación media anual es de 1000 mm y la temperatura media anual de 14º C. El tipo de suelo predominante es vertisol pélvico de origen volcánico (INEGI, 2000). Se evaluaron dos variedades de triticale de primavera (var UAEMex y Siglo XXI) y una de cebada (var Doña Josefa) como unicultivos y asociadas con ebo: las cuales fueron proporcionadas por el Instituto de Investigación y Capacitación Agropecuaria, Acuícola y Forestal del Estado de México (ICAMEX) en coordinación con el Centro Internacional de mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y por la Facultad de Ciencias Agrícolas de la Universidad Autónoma del Estado de México. La siembra se realizó el 24 de abril de 2010 (tres repeticiones para cada una de las variedades). La unidad experimental constó de siete surcos, cada una de 50 m lineales por 30 cm de ancho (con dos líneas de siembra y una separación de 80 cm), con una superficie de 415m2 ocupando una superficie rectangular de 10,000 m2, dejando un metro a cada lado para salvaguardar el área experimental. La densidad de siembra fue de 80,000 plantas/ ha-1. Se fertilizó con 130.4 kg de urea, 195.6 kg de superfosfato triple y 116.7 kg de cloruro de potasio por ha-1 (60-90-70- de NPK, respectivamente) y se aplicó un riego post siembra. Toma de muestras, conservación de forrajes y análisis químico 25 Cada muestreo de rendimiento de materia seca (MS) y materia fresca (MF) se realizó cortando el forraje con una rozadera a una altura aproximada de 2cm de la superficie del suelo cuando el grano se encontraba en estado masoso-lechoso (145 días), por muestreo aleatorio para la recolección de variedades, tomando áreas de 1.0 m lineal de las hileras centrales que forman la unidad experimental, obteniendo tres muestras de cada variedad. Se registró el peso del forraje fresco (g) y se tomó una submuestra que se colocó en estufa a 60 °C durante 48 h para su desecación y se determinó el contenido de MS y humedad, para obtener el rendimiento de forraje (t/ha). De las muestras de forraje seleccionadas, una parte se henificó (tres muestras de cada variedad y asociación (n=21) secadas al sol durante siete días hasta alcanzar 85% de MS aproximadamente) y de la otra se elaboraron microensilados de forraje fresco picado por triplicado (n=21), en tubos de policloruro de vinilo (PVC) de 20 x 10 cm, con una capacidad de 1.5 kg (Cobos et al., 1997) haciendo un buen compactado y sellado con bolsas de polietileno y cinta adhesiva para evitar la entrada de aire. A los 60 días se extrajeron las muestras de los microensilados (200g), fueron secadas en una estufa de aire forzado (60°C, 48h), y se molieron en un molino electromecánico tipo Willey con una criba de 2 mm de diámetro. Las muestras fueron analizadas por triplicado determinando el contenido de materia seca (MS), materia orgánica (MO), nitrógeno (N) mediante el método Kjieldalhl, multiplicando por el factor 6.25 para obtener el contenido de proteína cruda (PC), según AOAC (1997). La fibra detergente neutro (NDFom-NDF, Van Soest et al, 1991.), Fibra detergente ácido (ADFom-ADF) y lignina (Lignin-sa) (AOAC, 1997); utilizando una unidad de fibra ANKOM200 (ANKOM Technology Corporation, Macedonia, NY, EE.UU.), sin el uso de una alfa-amilasa en FND. Tanto FND y FAD se expresan sin ceniza residual. Se determinó el contenido de humedad de los ensilados mediante arrastre por tolueno (Tejada, 1992). Producción de gas in vitro Para la técnica de producción de gas in vitro, se utilizaron dos bovinos adultos fistulados en rumen (PV 450 ± 20 kg), como donadores de fluido ruminal. Los animales recibieron una dieta 50:50 de heno de avena: heno de alfalfa. El alimento se les proporcionó ad libitum diariamente a las 08:00 y 16:00 h con acceso libre de agua de bebida. La producción de gas se determinó en frascos ámbar de 125 ml y en tres series de incubación para cada muestra de forraje y método de conservación, utilizando la técnica propuesta por Theodorou et 26 al. (1994). En cada frasco se introdujeron 0.8 g MS de cada una de las muestras, posteriormente se le adicionaron 90 ml de solución buffer (Menke y Steingass, 1998) gaseada con CO2 y se guardó en refrigeración (4 °C, durante 12 h); al día siguiente se tomaron 700 ml de líquido ruminal y 300 g de sólido del contenido ruminal de cada uno de los bovinos donadores, la mezcla homogenizada fue filtrada a través de cuatro capas de gasa y posteriormente por lana de vidrio, manteniendo el líquido ruminal a 39 °C que fue gaseado con CO2, posteriormente se adicionó a cada frasco 10 ml de fluido ruminal. Finalmente, los frascos se introdujeron en un baño de agua a 39 °C y se inició el registro de producción de gas utilizando un transductor de presión (DELTA OHM, Manometer, 8804). El volumen de gas producido fue registrado a las 3, 6, 9, 12, 24, 36, 48, 64, 72, 84 y 96 h de incubación. Para correcciones se utilizaron dos frascos sin sustrato como blancos y paja de cebada como estándar. Cálculos y análisis estadístico Después del período de incubación (96h), se liberó el gas acumulado y los residuos de fermentación de cada frasco fueron secados (60°C, 48 h) para calcular la proporción de materia seca desaparecida (MSd) y la producción de gas relativa (PGR, ml gas g-1 MSd) de acuerdo a González Ronquillo et al. (1998). Para estimar fermentación de los forrajes se utilizó la ecuación propuesta por Krishnamoorty et al. (1991). Pg= b (1-e-ct) Dónde: Pg= producción de gas (ml gas/ g-1 MS inicial); b= producción total de gas (ml gas/ g-1 MS inicial); c= tasa de degradación con respecto al tiempo (horas); t= tiempo (h). Los valores de energía neta de lactancia (ENl) y energía neta de ganancia (ENg) de los forrajes se obtuvo determinando en primer lugar su contenido de total de nutrientes digestibles (TND) a partir de la composición química (NRC, 2001): Total de nutrientes digestibles (TND) TND (%) =81.38 + (PC *0.36) - (FDA*0.77) Donde PC y FDA están expresados en g/100g MS Energía neta de lactancia (ENl) 27 ENl (Mcal Kg-1) = [(TND*0.0245)-0.12] Energía neta de ganancia (ENg) ENg (Mcal Kg -1)= [(0.029*TND)-1.01] Los datos se analizaron por un procedimiento GLM de SAS (1999) utilizando contrastes no ortogonales para comparar entre unicultivos: C1, las medias de cebada contra triticales; C2, comparacion entre triticales; C3, las medias de cebada contra triticales asociados; C4, comparacion entre triticales asociados; C5, ebo vs cebada y triticale asociados; C6 moncultivo vs asociacion. Las diferencias significativas (P<0.05) se evaluaron con la Prueba de Tukey para las comparaciones múltiples entre los valores medios de las gramíneas forrajeras. RESULTADOS Rendimiento, composición química y contenido energético. En el Cuadro 1 se presenta el rendimiento (t/ha) de la cebada y triticale, asi como su asociación con el ebo, se observaron diferencias (P=0.001) entre triticales, siendo superior la variedad Siglo XXI con respecto a UAEMex, y una tendencia (P=0.068) cuando estas se asociaron con ebo, así mismo fue superior el ebo cuando se compara con sus asociaciones (P=0.013), cuando se comparan los unicultivos con sus asociaciones, este último fue superior (P=0.001). En cuanto a los henificados (Cuadro 1), el contenido de PC fue superior (P=0.009) para la cebada vs triticale, y su asociacion con ebo (P=0.006), cuando se compara el ebo (P=0.001) este fue superior con respecto a su asociación, siendo los unicultivos menores (P=0.001) con respecto a los asociados. El contenido de FND no fue diferente entre variedades y sus asociaciones (P=0.302), sin embargo el contenido de FAD fue superior (P=0.001) para los triticales con respecto a la cebada, y su asociación con ebo (P=0.05), asi mismo el ebo fue menor cuando se compara con sus asociaciones (P=0.019), cuando se comparan los unicultivos con sus asociaciones, este último fue superior (P=0.001). El contenido de TND, ENl y ENg mostró diferencias (P=0.001) entre variedades y sus asociaciones (P<0.001), excepto para los triticales asociados. La ENl y ENg fue superior (P=0.001) para la cebada 28 con respecto a los triticales, y su asociación con ebo (P=0.02). El ebo fue superior en cuanto a su contenido en TND, ENl y ENg (P<0.05) cuando se compara con los asociados. En el Cuadro 2 se presenta la composición química de los ensilados, el contenido de PC fue superior (P=0.010) para la cebada vs los triticales. El ebo (P=0.007) fue superior con respecto a su asociación, siendo los unicultivos menores (P=0.001) con respecto a los asociados. En cuanto al contenido de FND fue diferente entre variedades asociadas (P=0.025) siendo superior la variedad Siglo XXI con respecto al resto y mostrando mayor contenido los cereales asociados (P=0.022) con respecto a los unicultivos. El contenido de FAD fue superior (P=0.023) para los triticales con respecto a la cebada asociadas con ebo, así mismo el ebo fue mayor cuando se compara con sus asociaciones (P=0.015). El contenido de TND, ENl y ENg mostró diferencias (P<0.001) entre variedades y sus asociaciones. La ENl y ENg fue superior (P<0.001) para la cebada con respecto a los triticales, y su asociación con ebo (P=0.02). La cebada fue superior en cuanto a su contenido en TND, ENl y ENg (P<0.05) cuando se compara como unicultivo y asociada con respecto al resto. Producción de gas in vitro. En el Cuadro 3 se presentan los parámetros de producción de gas in vitro obtenidos en el ajuste de incubación. Las Figuras 1 y 2 muestran las curvas de producción de gas con respecto al tiempo de los forrajes henificados solos y asociados. Se observan diferencias para la fracción b (P=0.001) siendo superior la cebada vs los triticales, el ebo fue menor (P=0.003) cuando se compara con sus asociaciones, siendo los unicultivos menores (P=0.001) con respecto a las asociaciones. Para la tasa de fermentación c, se muestran diferencias (P<0.001) siendo UAEMex superior cuando se compara la cebada Doña Josefa y el triticale Siglo XXI como unicultivos. Sin embargo las asociaciones son superiores (P=0.004) con respecto a los unicultivos. En cuanto a Lag time, se observaron diferencias (P=0.001) entre variedades, siendo superiores Doña Josefa y Siglo XXI (P<0.001) con respecto a UAEMex como unicultivos. La variedad UAEMex fue superior (P=0.028) con respecto al resto, cuando se compararon unicultivos vs asociaciones. No se observaron diferencias ( P>0.1) para MSd. Se observaron diferencias ( P =0.003) en la PGR, siendo superior la cebada cuando se compara como unicultivo (P=0.02) y asociada (P=0.008) con respecto al resto. En cuanto a los ensilados (Cuadro 4). Las Figuras 3 y 4 muestran las curvas de producción de gas con respecto al tiempo de los forrajes solos y asociados, se observan diferencias para la fracción b (P<0.001) siendo superior la cebada cuando se compara con los triticales, siendo los unicultivos menores (P<0.001) con respecto a las asociaciones. Para la tasa de fermentación c, la cebada fue 29 superior (P<0.001) con respeto a los triticales como unicultivos. Las asociaciones son superiores (P<0.001) con respecto a los unicultivos. En cuanto a Lag time, se observaron diferencias (P<0.001) entre variedades, siendo superior UAEMex (P<0.001) con respecto al resto en unicultivos y asociaciones. Se observaron diferencias para MSd, siendo superior (P=0.045) la cebada cuando se compara con los triticales. La PGR, fue superior la cebada (P<0.05) cuando se compara como unicultivo y asociada con respecto al resto. DISCUSIÓN Rendimiento, composición química y contenido energético. Carr et al. (2004) señalan que el cultivo de cebada y avena asociado con chicharo (Pisum sativum) aumentó el rendimiento de forraje de 0.63 y 0.72 t/ha respectivamente, con respecto a los unicultivos. Sin embargo, González et al. (2007), evaluaron genotipos de triticale, avena y cebada y observan un comportamiento diferencial al pasar del unicultivo a la asociación con ebo, puesto que los triticales tuvieron un menor rendimiento en asociación que en unicultivo, sin embargo, la avena y cebada aumentaron sus rendimientos en asociación con el ebo alcanzando rendimientos totales de 4.80 y 3.99 t/ha. Fernández et al. (2007) al asociar de triticale con chicharo, encuentran rendimientos de 4.8 y 6.6 t/ha, coincidiendo con los resultados del presente estudio. Lo anterior muestra un efecto en la especie y tomando en cuenta que los cereales se cosecharon cuando el grano se encontraba en estado masosolechoso y el ebo finalizando la etapa de floración, la cantidad de biomasa fue mayor con relación a la obtenida al asociar el ebo con el triticale y la cebada. Lo anterior coincide con Lauriault et al. (2002) quienes mencionan que cuando cortaron el forraje de estas mismas especies; el ebo tenía un desarrollo similar al observado en el presente estudio y de igual modo, al asociar el ebo con cereales, esta leguminosa aportó la menor cantidad de MS a la cantidad total del forraje producido, debido al efecto de competencia que ejercen los cereales sobre las leguminosas. Anil et al. (1998) señalan que cuando se asocia un cereal con una leguminosa se obtiene mejor calidad del forraje, estos resultados coinciden con los encontrados en el presente estudio, observándose una composición química similar a la de otros estudios (Khorasani et al., 1997; Carr et al., 2004) realizados en zonas templadas y similares a los registrados en Canadá y Estados Unidos de Norteamérica. Los cereales en general son bajos en proteína, sin embargo, los valores de proteína pueden llegar a 19% antes de espigadura para a cebada, disminuyendo rápidamente hacia la madurez (Hargreaves, 1994), pero esto puede ser variable dependiendo de la especie, variedad y condiciones 30 climáticas. En el presente estudio, destaca la cebada Doña Josefa-Ebo con un mayor contenido de PC, datos similares han sido reportados en otros estudios donde se han incluido una leguminosa en asociación con cereales, y se ha encontrado que en estos sistemas se incrementa significativamente el contenido de PC destacando de igual forma la cebada (Caballero y García, 1996; Haj-Ayed et al., 2000; Assefa y Ledin, 2001; Kuusela, 2004; Carr et al., 2004) El contenido de FND y FAD se incrementan con respecto a los unicultivos. Contrario a lo reportado por Ross et al., (2004), que muestran un efecto de la leguminosa sobre la reducción en el contenido de FND en cultivos asociados que en unicultivos (Ghanbari y Lee, 2002), lo que los beneficios de la asociación reflejan un mayor consumo y digestibilidad del forraje. Garduño et al. (2008), en asociación de avena con ebo, encuentran valores, menores en comparación con los valores de los cereales evaluados en lo que respecta a FND, pero similares en FAD. El contenido de LAD para los cultivos asociados se incrementó, probablemente a la contribución de ebo. Ghanbari-By Lee (2002) y Haj-Ayed et al. (2000) reportan que cereales en asociación con leguminosas, el contenido de lignina se incrementa, esto se debe a que las leguminosas tienden a tener menor contenido de pared celular y mayor contenido de lignina (Parra, et al., 1972) El valor alimenticio relativo de las variedades asociadas está directamente relacionado con la etapa de corte observándose una respuesta positiva en sistemas asociados. Ya que combinando el crecimiento de cereales forrajeros con cultivos que son capaces de aumentar el contenido proteico de los mismos, se obtiene la producción de forraje y calidad aceptable (Ghanbari Bonjar, 2000). El porcentaje de TND del presente estudio es similar para todos los forrajes evaluados, con valores que van desde 58 a 67 % en promedio en ambos métodos de conservación y sistema de cultivo (ensilado-henificado) similar a los resultados reportados por Carr et al. (2004), quienes evaluaron cebada y avena asociados con chícharo, reportando valores de 51 y 57 % TND. El contenido energético medido a través de la ENl y ENg, fue similar para los forrajes evaluados, presentando el mismo patrón de respuesta en ambos métodos de conservación y sistema de cultivo, destacando la cebada Doña Josefa y al Ebo con el mayor contenido energético con respecto a los triticales (UAEMex y Siglo XXI) en ambos métodos de conservación, coincidiendo con González et al. (2007), quienes destacan a la cebada sola y asociada con promedios superiores en ambos sistemas (1.2 ENl y 0.5 ENg) . Quiroz (2006), reportan un contenido energético superior de líneas de triticale respecto a otras variedades comerciales de triticale y avena, en otro estudio se reporta algo similar (Elizalde y Gallardo 2003), al mostrar la cebada un contenido energético bajo, contrario a lo reportado en el presente estudio. Producción de gas in vitro 31 Lara Fuentes y Valdez Arciniega (2010), encontraron valores de 305.68 y 275.85 ml gas g-1 MS en variedades de cebada solas, con niveles diferentes de fertilización. Por otro lado, al evaluar diferentes variedades de la planta entera de maíz in vitro, Antolín et al. (2009) reportaron valores promedio de 217.58 y 202.10 ml gas g-1 MS para ensilados y henificados, respectivamente. Lo anterior, indica que como gramíneas solas, las variedades evaluadas de triticale y cebada fermentan menos comparado con la planta entera de maíz y otras variedades de cebada forrajera. Catrilejo et al. (2003) evaluaron la degradación in vitro de cebada (Hordeum vulgare) sola y asociada con trébol blanco (Trifolium repens) y rosado (Trifolium pratense) para ensilaje, observando una disminución acorde con el avance en la madurez de la asociación, pero no se observó una influencia de las especies que acompañaban a la cebada. Contrario a lo encontrado en el presente estudio, donde se obtienen valores que van desde 106 a 139 ml gas/g MS, lo cual indica que el Ebo tuvo una influencia positiva en la producción de gas de los cereales evaluados. CONCLUSIONES La asociación Doña Josefa- Ebo mostró una mayor fermentación respecto a las variedades de Triticale-Ebo, considerando su calidad nutricional y contenido energético, así mismo la variedad de triticale SXXI asociada con Ebo representa una opción al mostrar un mayor rendimiento de forraje y contenido nutricional aceptable. REFERENCIAS Adesogan, AT, Salawu, MB and Deaville, E. 2002. The effect on voluntary feed intake, in vivo digestibility and nitrogen balance in sheep of feeding grass silage or pea-wheat intercrops differing in pea to wheat ratio and maturity. Animal Feed Science and Technology. 96:161173 32 Anil, L, Park, J, Phipps, RH, Miller, FA. 1988. 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Rendimiento (t/ha), composición química (g kg-1 MS), total de nutrientes digestibles ( TND, %), energía neta para lactación y de ganancia ( Mcal kg -1) de cebada (Doña Josefa), triticale (UAEMex, Siglo XXI) y asociados con Ebo, conservados mediante henificado 37 Diferencias (P<0.05) MS= materia seca, MO= materia orgánica, PC= proteína cruda, FND=fibra neutro detergente, FAD= fibra ácido detergente, LAD= lignina, TND= total de nutrientes digestibles EN l= Energía neta de lactancia, ENg= energía neta de FORRAJE UNICULTIVOS REN MS MO PC FND FAD LAD TND ENl ENg DOÑA JOSEFA (DJ) 2.0 931.5 895.3 176.1 520.1 280.4 64.3 66.1 1.5 0.9 UAEMex (U) 2.3 935.1 917.0 160.5 518.8 336.7 69.7 61.2 1.3 0.7 SIGLO XXI (S) 5.4 890.5 878.9 159.5 531.9 349.5 76.7 60.2 1.3 0.7 DOÑA JOSEFA -EBO (DJE) UAEMex-EBO (UE) 3.1 925.5 851.0 199.2 563.0 316.9 72.7 64.3 1.4 0.8 4.0 871.3 891.3 174.8 560.8 315.5 69.3 60.6 1.3 0.7 SIGLO XXI-EBO (SE) 6.5 894.9 874.1 186.5 578.0 376.6 64.0 59.0 1.3 0.7 EBO 5.0 935.5 808.6 234.2 517.6 315.4 105.1 65.5 1.4 0.8 EEM 0.2 10.8 4.8 2.4 20.5 6.7 3.9 0.4 0.01 0.01 0.0001 0.0186 0.0002 0.0001 0.3019 0.0004 0.0018 0.0001 0.0001 0.0001 DJ vs U S 0.2488 0.4014 0.8867 0.0092 0.8526 0.0005 0.0506 0.0003 0.0005 0.0004 U vs S 0.0014 0.0369 0.0218 0.8781 0.7834 0.0817 0.0510 0.0518 0.1548 0.0513 DJE vs UE SE 0.0206 0.0235 0.1946 0.0057 0.8152 0.0501 0.6062 0.0231 0.0154 0.0297 UE vs SE 0.0678 0.0086 0.4776 0.0662 0.6668 0.1585 0.6408 0.2155 0.1917 0.2366 E vs DJE UE SE 0.0130 0.0118 0.0903 0.0001 0.2272 0.0197 0.0159 0.0044 0.0022 0.0059 DJ U S vs DJE UE SE 0.0002 0.0008 0.0367 0.0002 0.3807 0.0008 0.3308 0.0003 0.0002 0.0005 ASOCIACIÓN VALOR P< CONTRASTES ganancia Cuadro 2. Rendimiento, composición química (g kg-1 MS), total de nutrientes digestibles (TND, %), energía neta para lactación y de ganancia ( Mcal kg -1) de cebada (Doña Josefa), triticale (UAEMex, Siglo XXI) y asociados con Ebo, conservados mediante ensilaje FORRAJE 38 MS MO PC FND FAD LAD TND ENl ENg UNICULTIVOS DOÑA JOSEFA (DJ) 226.1 907.9 178.0 418.3 274.8 49.9 66.6 1.5 0.9 UAEMex (U) 226.9 895.6 152.7 487.7 343.1 57.2 60.4 1.3 0.7 SIGLO XXI (S) 255.0 903.8 140.9 430.0 357.0 67.17 58.9 1.3 0.7 DOÑA JOSEFA -EBO (DJE) UAEMex-EBO (UE) 267.3 845.9 195.3 473.6 270.9 62.6 67.5 1.5 0.9 216.7 839.6 188.9 505.3 318.6 71.2 63.6 1.4 0.8 SIGLO XXI-EBO (SE) 288.6 911.1 171.4 561.5 325.4 61.0 62.4 1.4 0.8 EBO 233.8 848.3 217.3 436.0 335.0 94.1 63.4 1.4 0.8 EEM 14.3 1.7 4.2 19.2 57.8 6.6 0.6 0.0000 0.01 0.0001 0.0713 0.0001 0.0114 0.5944 0.0345 0.0004 0.0001 0.0003 DJ vs U S 0.1131 0.3879 0.0104 0.3024 0.9642 0.1287 0.0028 0.0026 0.0030 U vs S 0.1222 0.0918 0.2420 0.2560 0.4194 0.2243 0.3812 0.4063 0.3804 DJE vs UE SE 0.0001 0.0078 0.0815 0.1039 0.0236 0.6889 0.0175 0.0207 0.0205 UE vs SE 0.0012 0.0173 0.1734 0.0321 0.1651 0.5462 0.0700 0.1056 0.0513 E vs DJE UE SE 0.0001 0.1306 0.0071 0.0250 0.0154 0.1152 0.0151 0.0156 0.0171 DJ U S vs DJE UE SE 0.0001 0.0031 0.0010 0.0220 0.6141 0.3993 0.0007 0.0008 0.0008 ASOCIACIÓN Significancia P< CONTRASTES 39 Diferencias (P<0.05) MS= materia seca, MO= materia orgánica, PC= proteína cruda, FND=fibra neutro detergente, FAD= fibra ácido detergente, LAD= lignina, TND= total de nutrientes digestibles EN l= Energía neta de lactancia, ENg= energía neta de ganancia 40 Cuadro 3. Parámetros de producción de gas in vitro (ml gas/g MS) obtenidos del ajuste de la incubación y digestibilidad de variedades de cebada (Doña Josefa) y triticale (UAEMex, Siglo XXI) y asociadas con Ebo, conservadas mediante henificado. FORRAJE b c Lag time MSd PGR DOÑA JOSEFA (DJ) 116.6 0.0914 4.3 66.4 185.9 UAEMex (U) 101.4 0.1035 3.6 64.8 171.5 SIGLO XXI (S) 92.4 0.0844 4.2 66.4 129.8 DOÑA JOSEFA-EBO (DJE) 139.0 0.1158 3.7 58.2 231.0 UAEMex-EBO (UE) 128.9 0.0952 4.6 65.9 163.6 SIGLO XXI-EBO (SE) 124.9 0.1009 4.0 68.3 157.0 EBO 54.1 0.0930 4.5 55.3 96.9 EEM 2.5 0.2 0.1 2.2 11.2 0.0001 0.4424 0.0001 0.3953 0.0031 DJ vs U S 0.0001 0.0001 0.0001 0.8628 0.0442 U vs S 0.0037 0.0001 0.0001 0.5111 0.0343 DJE vs UE SE 0.0924 0.1182 0.1166 0.1973 0.0223 UE vs SE 0.5771 0.6125 0.2433 0.5042 0.6340 E vs DJE UE SE 0.0003 0.4332 0.0004 0.1957 0.0083 DJ U S vs DJE UE SE 0.0001 0.0040 0.0280 0.3961 0.0061 UNICULTIVOS ASOCIACIÓN Signficancia P< CONTRASTES Diferencias (P<0.05) b= producción total de gas (ml gas/ g-1 MS inicial); c= tasa de degradación con respecto al tiempo (h); t= tiempo lag (h); MSd= Materia seca desaparecida a las 96h (mg/100mg); PGR=producción de gas relativa (ml gas 96h/g MSd 96h) 41 Cuadro 4. Parámetros de producción de gas in vitro (ml gas/g MS) obtenidos del ajuste de la incubación y digestibilidad de variedades de cebada (Doña Josefa) y triticale (UAEMex, Siglo XXI) y asociadas con Ebo, conservadas mediante ensilaje. FORRAJE b c Lag time MSd PGR DOÑA JOSEFA (DJ) 123.7 0.1002 4.3 68.3 178.1 UAEMex (U) 115.4 0.0855 5.3 66.4 170.3 SIGLO XXI (S) 90.7 0.0804 4.8 61.9 144.3 DOÑA JOSEFA-EBO (DJE) UAEMex-EBO (UE) 116.0 0.1115 4.2 63.8 179.5 108.7 0.1002 4.3 58.7 168.0 SIGLO XXI-EBO(SE) 106.1 0.0994 3.7 62.4 179.5 EBO 101.8 0.8004 2.1 66.7 155.4 EEM 2.5 0.003 0.1 2.4 8.5 0.0001 0.0006 0.0005 0.0206 0.0001 DJ vs U S 0.0001 0.0001 0.0001 0.0450 0.0010 U vs S 0.0001 0.0079 0.0001 0.1217 0.0097 DJE vs UE SE 0.0924 0.1182 0.1178 0.1973 0.0223 UE vs SE 0.5771 0.6125 0.2456 0.5042 0.6340 E vs DJE UE SE 0.0001 0.0565 0.0616 0.0656 0.0004 UNICULTIVOS ASOCIACIÓN Significancia P< CONTRASTES DJ U S vs DJE UE 0.0001 0.0012 0.0010 0.1081 0.0014 SE Diferencias (P<0.05) b= producción total de gas (ml gas/ g-1 MS inicial); c= tasa de degradación con respecto al tiempo (h); t= tiempo lag (h); MSd= Materia seca desaparecida a las 96h (mg/100mg); PGR=producción de gas relativa (ml gas 96h/g MSd 96h) Figura 1. Producción de gas acumulado a las 96 h (ml gas/g MS) de variedades de triticale: UAEMex (), Siglo XXI ( ) y cebada: Doña Josefa ( ) conservadas mediante henificado. 42 Figura 2. Producción de gas acumulado a las 96 h (ml gas/g MS) de variedades de triticale: UAEMex (), Siglo XXI ( ) y cebada: Doña Josefa ( ) conservadas mediante ensilado. Figura 3. Producción de gas acumulado a las 96 h (ml gas/g MS) de variedades de triticale: UAEMex (), Siglo XXI ( ) y cebada: Doña Josefa ( ) asociadas con Ebo y conservadas mediante henificado. 43 Figura 4. Producción de gas acumulado a las 96 h (ml gas/g MS) de variedades de triticale: UAEMex (), Siglo XXI ( ) y cebada: Doña Josefa ( ) asociadas con Ebo y conservadas mediante ensilaje. 44