LA ROJA DE TODOS: DE BIELSA A SAMPAOLI1 Chile celebra en Copacabana El juez del partido levanta las manos al cielo en señal de que el partido ha finalizado. El 18 de junio de 2014 el estadio Maracaná de Río de Janeiro era el escenario de uno de los partidos más memorables que se recuerden de la selección chilena de fútbol. En la cancha, los españoles, comandados por Casillas, Xavi e Iniesta, campeones del mundo en Sudáfrica 2010, caían sin apelación frente a la “Roja de todos”. De la mano del entrenador argentino Jorge Sampaoli, Chile ganaba dos a cero con goles de Eduardo Vargas y Charles Aránguiz, sellando así el paso a la segunda ronda por primera vez en dos mundiales consecutivos. Contra todos los pronósticos, Chile ganaba con autoridad a los campeones vigentes y, de paso, mostraba sus credenciales como uno de los equipos más competitivos del certamen. Para muchos, aquellos tiempos en los que el “pánico escénico”, el jugar “colgados al travesaño” y los celebrados “triunfos morales”, tan recurrentes en la poco exitosa historia del fútbol chileno, habían quedado atrás definitivamente, y el entrenador oriundo de Casilda parecía ser el gran artífice de esto. Sin embargo, aquella noche en la que la “Marea roja” celebró desde Copacabana a Plaza Italia, contagiando al mundo entero con el “ceachei…chi….eleeeee….le…” parece ser el punto cúlmine de una historia que había comenzado a escribirse algunos años antes rumbo al mundial de Sudáfrica, de la mano de otro entrenador trasandino: Marcelo Bielsa. El rosarino fue el primero de los tres argentinos al mando de la selección nacional durante todo ese tiempo, y que llevaron por primera vez a la selección chilena de fútbol a dos mundiales consecutivos clasificando en cancha. Entre Bielsa y Sampaoli asumió el tercer entrenador argentino parte de este proceso, quien vivió una suerte un poco distinta a los dos anteriores. Claudio “el Bichi” Borghi condujo la selección de Chile luego del exitoso paso de Bielsa. Por ello, tuvo que enfrentar el proceso clasificatorio al mundial de Brasil con la difícil tarea de sucederlo a él y convivir al mismo tiempo con todos sus “viudos” y un camarín que históricamente había dado dolores de cabeza por sus actos de indisciplina, no solo dentro sino también fuera de la cancha. Lamentablemente para él y todo el país, los resultados no lo acompañaron, dejando en evidencia que su estilo de conducción no era lo que Chile necesitaba, haciéndose necesario que Sampaoli retomara el proceso interrumpido con la salida de Bielsa poco tiempo antes. Este caso fue preparado por los profesores Juan Carlos Eichholz, Gregorio Etcheverry, Ignacio Martín y Diego Rodríguez, del Departamento de Liderazgo de la Universidad Adolfo Ibáñez. La información utilizada proviene de antecedentes públicos y de múltiples entrevistas a personas involucradas en los eventos. Su objetivo es servir como material académico para su análisis y discusión en clases. Derechos reservados, 2015. 1 1 Una historia de fracasos y triunfos morales La selección chilena de fútbol ha participado en nueve mundiales, siendo el mundial de Chile de 1962 el más recordado gracias al histórico tercer lugar obtenido. Fernando Riera, director técnico en aquel mundial, es reconocido como uno de los más importantes del fútbol chileno. Lamentablemente, pese al gran éxito deportivo, el tercer lugar conseguido no se vio reflejado en un cambio en el fútbol local. Como el mismo entrenador lo confesó un poco después de finalizado el Mundial, la incapacidad de sostener el proceso haría partir todo de cero nuevamente: “tres días después de terminado el Mundial, ya estamos en trance de deshacerlo todo para, cuando precise, comenzar de nuevo el mismo trabajo, que es el de siempre: hacer, deshacer”.2 De las otras participaciones de Chile en la Copa del Mundo, es posible encontrar un patrón común. Procesos de clasificatorias con despido de entrenadores, tempraneras eliminaciones en primera fase, formaciones ultradefensivas jugando de visita, escándalos por indisciplina de los seleccionados, bochornos como el del arquero Roberto “Cóndor” Rojas (quien jugando contra Brasil se auto infirió cortes para obtener ventajas extradeportivas, simulando haber sido alcanzado por una bengala) y algún recordado paso a segunda fase celebrado eufóricamente, como el obtenido en Francia ’98 de mano de la dupla de Iván Zamorano y Marcelo Salas (“Za-Sa”) o los terceros lugares en el Mundial Juvenil y las Olimpiadas, ocasiones en las que los jugadores fueron recibidos en el Palacio de la Moneda como héroes nacionales. A nivel dirigencial, la realidad no era muy distinta a lo que pasaba en la cancha. Las diferentes administraciones de la ANFP, y de los clubes del fútbol chileno en general, se caracterizaron por el poco profesionalismo de sus dirigentes, lo que tenía a la ANFP inmersa en una gran crisis financiera y a varios clubes al borde de la quiebra, siendo el caso de Colo Colo el más emblemático. Uno de los últimos representantes de esa casta de dirigentes fue Reinaldo Sánchez. El empresario microbusero y ex presidente de Santiago Wanderers fue elegido el 2001 presidente de la ANFP. Impulsor de la creación del Canal del Fútbol (CDF), que significó que la ANFP comenzara a transmitir el fútbol profesional en lugar de SKY, el dirigente confió en que iba a seguir al mando por otro período. Sin embargo, Universidad de Chile, Colo Colo y Cobreloa dispusieron otra cosa y apoyaron una candidatura de oposición que representaba los aires de cambio hacia una mayor profesionalización en el manejo del fútbol. Cambios en la ANFP El 3 de noviembre de 2006 marcó un día importante para el futuro del fútbol chileno. Aquella tarde, el funcionario FIFA y ex dirigente de Universidad Católica, Harold Mayne-Nicholls, fue proclamado oficialmente como el nuevo presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional. La lista del otro candi 2 Urrutia, Luis. Historia de la clasificación Brasil 2014. Ediciones B Chile S.A. 2013. 2 dato, Gerardo Mella, fue impugnada debido a un cambio antirreglamentario en su equipo de trabajo, por lo que la elección se definió con un solo postulante. Al asumir el cargo señaló: “En mi mandato se harán las cosas bien y de forma transparente. Desde este momento cambia todo y se deja de hablar de fútbol como un tema de escándalo. Le daremos a nuestro balompié el valor que merece”.3 Con el firme propósito de otorgarle un impulso al fútbol chileno, el dirigente hizo frente a un momento difícil, con dos fracasos eliminatorios a cuestas (Alemania y Corea-Japón) y con la imagen de la selección nacional por los suelos fruto de los recurrentes actos de indisciplina de sus seleccionados. En lo netamente futbolístico, la Copa América de 2007 en Venezuela fue la primera prueba para la nueva administración. Con las sensibles bajas de los nóveles Alexis Sánchez –quien pertenecía al Udinese– y Arturo Vidal –recientemente transferido al Bayer Leverkusen–, quienes prefirieron jugar el Mundial Sub-20 en Canadá, el entrenador nacional Nelson Acosta dispuso de un plantel donde destacaron los nombres de Claudio Bravo (Real Sociedad), Mark González (Liverpool), Humberto Suazo (Colo Colo), Jorge Valdivia (Palmeiras) y Matías Fernández (Villarreal), los que recién comenzaban a dar sus primeros pasos en ligas más exigentes. Aquella Copa América terminó nuevamente de mala manera, siendo vapuleados una vez más por la selección brasileña de fútbol en cuartos de final. Seis a uno fue la goleada. Los últimos escándalos fuera de la cancha Más allá de lo abultado del resultado en la cancha, lo peor salió a la luz pública unas horas después. Luego de haber sellado el paso a los cuartos de final, el entrenador de la selección Nelson Acosta decidió darle permiso a los jugadores para que celebraran el logro. Como era de esperar, los jugadores protagonizaron un nuevo escándalo. En la madrugada de aquella celebración previa al partido con Brasil, seis de ellos, entre los que se encontraba el hasta entonces capitán de la selección Jorge Valdivia, insultaron al personal del hotel, acosando a algunas de las mujeres que estaban presentes y rompiendo parte del mobiliario. El castigo fue severo. El máximo ente del fútbol chileno sancionó con 20 partidos de suspensión a los jugadores involucrados y Acosta renunció a la dirección técnica. Entre los escándalos fuera de la cancha y los malos resultados deportivos de la selección adulta de fútbol, la selección Sub 20 de Chile comenzaba a abrirse camino. Compuesta por una camada de jugadores talentosos y, por sobre todo, con hambre de triunfos, el equipo chileno obtuvo un meritorio tercer puesto en el Mundial de Canadá 2007. Sin embargo, la sensación que dejó aquella participación fue amarga, quedando la impresión de que se pudo haber llegado todavía más lejos. 3 www.lanacion.cl/noticias/deportes/2006-11-03. 3 Dirigida por el entrenador chileno José Sulantay, la buena campaña de Chile terminó ensuciada nuevamente por actos de indisciplina, tanto dentro como fuera de la cancha. Después de la derrota en semifinales frente al seleccionado de Argentina, en un partido en el que Chile terminó con nueve jugadores tras la tempranera expulsión de Gary Medel por agredir a un rival, el seleccionado se despidió de la posibilidad de jugar la primera final de su historia. Una vez finalizado el partido, los jugadores chilenos se vieron envueltos en un confuso incidente en el que algunos fueron detenidos por supuestas agresiones en contra de la policía canadiense a la salida de los camarines. Marcelo Bielsa entra a la cancha Luego del Mundial de Canadá Sub 20 y sin director técnico en la selección adulta, comenzó la difícil tarea de elegir al encargado de dirigir a la selección en las clasificatorias a Sudáfrica 2010. Mucho se rumoreó en torno al nombre escogido. Sin embargo, el viernes 7 de agosto el propio Harold Mayne-Nicholls se encargó de develar el misterio. El argentino Marcelo Bielsa asumía la dirección técnica chilena, volviendo a la actividad luego de tres años sin dirigir. Avalado por su experiencia y buenos resultados, entre los que destacaban la obtención de tres campeonatos argentinos con Newell´s Old Boys y un subcampeonato de la Copa Libertadores, además de haber dirigido al seleccionado argentino, la llegada de Bielsa a Chile comenzó a gestarse en su campo cercano a Santa Fe, hacia donde Mayne-Nicholls viajó en más de una oportunidad. El acuerdo final se selló un tiempo después en una visita que Bielsa realizaría a Chile. La noticia remeció el ambiente futbolístico. Contar con un seleccionador de la talla de Marcelo Bielsa, quien fuera entrenador de la selección albiceleste entre los años 1998 y 2004, consiguiendo el segundo lugar en la Copa América de Perú y la medalla de Oro en los Juegos Olímpicos de Grecia, no era algo muy habitual para el fútbol chileno. Con un acuerdo inferior a US$1,5 millones a repartir entre él y su cuerpo técnico, Bielsa se convirtió en el mejor pagado del continente. Mayne-Nicholls justificó la inversión señalando que “si queremos a alguien que haga cambios, tenemos que invertir”4, confirmando al mismo tiempo que Bielsa se quedaría hasta el último día del Mundial de Sudáfrica, y que si no clasificaba se quedaría hasta el último día del proceso. Pese a haber tenido dos ofertas de primera línea en lo deportivo y económicamente superiores, Bielsa optó por Chile por varias razones. Luis Bonini, preparador físico de la selección en aquel entonces, recuerda algunas de estas: “Nosotros veníamos de un proceso muy desgastador con la selección Argentina. Asumir la selección chilena era como volver a los orígenes. Era todo muy artesanal. Significaba partir un proceso de cero. Chile venía de dos fracasos en las clasificatorias y del tercer lugar en Canadá de la Sub-20, que yo no entendía por 4 www.emol.com/noticias/deportes/2007-08-10. 4 qué se celebraba tanto, si era solo un tercer lugar. No había un calendario internacional, nada. A nivel de los jugadores, solo Mark en el Betis y Pizarro en Udinese estaban expuestos a la alta competencia en Europa. Y la liga local era de bajo nivel. Además, Chile tenía a Harold… y eso nos tentaba. Se veía la convicción de apoyar un proceso”. El propio Marcelo Bielsa reconoció, tras su salida de la selección chilena, algunos episodios desconocidos previos a aceptar la oferta de Mayne-Nicholls. En su última conferencia de prensa en Chile recordó que cuando le ofrecieron la selección se reunió con un grupo de cercanos por cuatro o cinco días para ayudarlo a decidir: “Vimos partidos, hablamos de fútbol, hicimos una lista de veintidós jugadores. Y dije que con estos jugadores vamos a clasificar al Mundial. Al año, de los veintidós quedaban nueve vigentes: mi cálculo fue equivocado. Mi capacidad para imaginar lo que los futbolistas pueden hacer falló en un 60 por ciento”.5 El rosarino reconoció también la importancia que Mayne-Nicholls tuvo en su decisión final. Un poco antes de aceptar fue invitado a conocer el complejo “Juan Pinto Durán”, el centro de entrenamientos y concentración de la selección chilena. Al parecer, el estado de las instalaciones estaba tan lejos del estándar deseado por el argentino, que “el Loco” lo recuerda con especial detalle: “Entramos a Pinto Durán y era la hora de la siesta, y estaban los empleados durmiendo la siesta, acostados en el césped. Me llamó la atención que veían al presidente, pero seguían descansando. Y me llamó la atención el estado del lugar: si este tipo me muestra esto antes de empezar tengo que calificarlo como un tipo sincero”6, comentó en su despedida de la selección. “Juan Pinto Durán” sufre los primeros cambios Conocido como el “búnker” de la selección chilena, el centro de entrenamientos y concentración de Chile lleva su nombre en honor a uno de los organizadores de la Copa Mundial de Fútbol de 1962, habiendo sido construido a petición del entrenador Fernando Riera para prepararse para esa cumbre futbolística. Como el complejo deportivo no satisfizo las expectativas del cuerpo técnico recién asumido, “una de las primeras cosas que hicimos fue modificar el entorno. Recuerdo que le pusimos Kosovo”, comenta Luis Bonini, haciendo alusión al lugar de entrenamientos. “El día que aterrizamos en Santiago creo que fue uno de los más fríos del año. Llegamos a Pinto Durán y no había agua caliente y la calefacción estaba mala. Hacía tanto frío que Berizzo (ayudante de Bielsa) dormía vestido. Por contrato teníamos la posibilidad de quedarnos en un hotel cinco estrellas, pero decidimos irnos a vivir a Pinto Durán. Tuvimos que partir por limpiar nosotros mismos los baños, que estaban hechos un desastre”. Con la firme convicción de que el recinto era el hogar de los seleccionados en su permanencia en Chile, se decidió invertir en él. Juan Carlos Berliner, gerente de 5 6 www.latercera.com/contenido/deportes/2010-11-04. Urrutia, Luis. Historia de la clasificación Brasil 2014. Ediciones B Chile S.A. 2013. 5 selecciones de la época, recuerda la estrategia: “Marcelo nos pidió que cada vez que nuestros seleccionados vinieran a concentrarse a Pinto Durán debía haber algo nuevo”. Entre las mejoras, hubo cambios en el mobiliario, pantallas de TV, nueva conexión de cable para ver el fútbol de todo el mundo, además de las innovaciones y mejoras en las canchas, el nuevo gimnasio, equipamiento para la recuperación de los jugadores y una cámara frigorífica para quitar el jet lag, entre otras. Tiempo después, Marcelo Bielsa confesó con algo de pudor que en su permanencia en Chile recaudó medio millón de dólares en charlas, destinando su totalidad a mejorar la infraestructura de Pinto Durán. Considerado como un monto obsceno por el rosarino, la inversión realizada durante su estadía puso en evidencia la importancia que la nueva dirección técnica le daba al “Kosovo” chileno. Por otra parte, el esfuerzo realizado daba luces de la nueva cultura de excelencia y profesionalismo que se intentaba instalar en el seleccionado nacional. Esta debía verse reflejada en los detalles más insignificantes. Desde la exigencia de viajar en business para toda la delegación hasta tener el pasto en perfectas condiciones para entrenar. En el cuidado de la cancha se ve reflejado el nivel de perfeccionismo de Bielsa, quien revisaba personalmente el cuidado y largo del pasto, desmalezándolo personalmente y ayudando a espantar a los queltehues que en épocas de siembra llegaban a alimentarse. Incluso él mismo enterró varias estacas de madera en las canchas para evitar que los trabajadores se metieran para acortar camino. La primera nómina de Bielsa 13 jugadores del medio local fueron llamados por Marcelo Bielsa en su primera nómina de la selección de cara a los partidos amistosos que se disputarían en Viena, frente a Suiza y Austria en el mes de septiembre. Distinguiéndose de sus antecesores, en esta oportunidad la nómina fue publicada en la página web de la ANFP, y no a través de una conferencia de prensa, como se acostumbraba hacer hasta aquel entonces. El retorno de Marcelo Salas fue la principal novedad. Pese a no encontrarse en su plenitud futbolística y cercano ya al retiro, Salas es sindicado como uno de los jugadores más importantes para Bielsa en el comienzo de esta nueva etapa debido a su experiencia, ascendencia respecto de sus compañeros y a que fue el primero en creer en la nueva forma de trabajo. Dicho reconocimiento se lo hicieron saber los propios jugadores al elegirlo capitán de la selección de este nuevo proceso que comenzaba, decisión que Bielsa había dejado en manos de ellos. La elección fue contundente: veintitrés votos a favor del “Matador”y uno a favor de Claudio Bravo, emitido por el propio Marcelo Salas. En cuanto a los resultados en la cancha, la gira por Europa dejó algunas dudas. La derrota por dos goles a uno frente al seleccionado de Suiza, con el descuento de Alexis Sánchez, quien a sus dieciocho años comenzaba a destacar en River 6 Plate de Argentina, no fue el debut soñado por el rosarino. El triunfo por dos goles a cero frente al seleccionado austríaco un par de días más tarde le dio una mayor tranquilidad para seguir trabajando. De esa primera experiencia, llamó la atención el atrevimiento con el que Chile encaró ambos compromisos, actitud promovida por Bielsa enfáticamente, como señala Berliner: “Atrévanse y encaren, pero si pierden la pelota la tienen que recuperar, les decía a los jugadores”. Se comenta que Bielsa tomó de su maestro Jorge Griffa la frase “no se puede perder y mirarla. Haga de cuenta que le arrancaron un huevo…”7. Cambiando la forma de planificar los partidos Durante los primeros entrenamientos del nuevo proceso que comenzaba, se pudo observar algunas de las cosas que son un sello del estratega argentino. Entre estas llamó la atención la presencia de un grupo de jugadores más jóvenes, que hacían las veces de sparring de la selección adulta. El objetivo es que fueran estos los que, con más tiempo a disposición del seleccionador, aprendieran previamente las jugadas para mostrárselas a los adultos. Con esto se buscaba evitar un desgaste innecesario a los seleccionados y aprovechar al máximo el tiempo que estuvieran a disposición del entrenador. La improvisación y el “tenis fútbol” recurrentes en los entrenamientos en el pasado dejaban lugar a una extenuante repetición de jugadas en la búsqueda de la mecanización en el juego, lo que alguna llevó a Jorge Valdivia a ironizar con que parecían “monitos de Play Station”8. Frente a esta mecanización de sus equipos, Bielsa argumenta: “El futbolista, como todo ser humano enfrentado a la alta competencia, tiene lo que llamamos temor escénico. ¿Y cómo se neutraliza? Con la mecanización, haciendo algo que está preestablecido, practicado muchas veces, con un mínimo margen de error”9. El seleccionado Rodrigo Millar comenta: “El tipo te saca el jugo. Te lleva a que uno dé lo máximo de la capacidad. En los entrenamientos no hay minutos de relajo, son todos al cien por ciento. Repetíamos los ejercicios, pero así como nos hacía repetir, tenía también cuarenta ejercicios distintos. Para cada partido hacía ejercicios distintos. Para cada equipo que nos enfrentábamos hacía énfasis en una cosa. A mí por lo menos nunca me había tocado un técnico que trabajara de esa manera”.10 Al ser consultado sobre los jugadores talentosos y de qué manera esto convive con la creatividad de ellos, Bielsa explica: “Soy un enamorado de la creación, porque el fútbol es un acto eminentemente creativo. Pero no entiendo que por el hecho de ser un acto creativo deba ignorar los talentos que tengan que ver con la voluntad. Correr es un acto voluntario y no de inspiración… Por eso a mis jugadores les digo que creen, elaboren o inventen lo que quieran, pero eso no lo deciden ustedes sino Dios. Un día los iluminará; otro día Guarello, Juan Cristóbal. Urrutia, Luis. Historia de la clasificación Sudáfrica 2010. Ediciones B. 2009. 8 www.ole.com.ar / chile/ 2014- 12- 14. 9 Guarello, Juan Cristóbal. Urrutia, Luis. Historia de la clasificación Sudáfrica 2010. Ediciones B. 2009. 10 Urrutia, Luis. Historia de la clasificación Brasil 2014. Ediciones B Chile S.A. 2013. 7 7 no… Garanticémonos entonces aquel acto que depende de la voluntad, y no de Dios”11. Lo otro que apareció en las primeras prácticas fue la presencia de una torre de cuatro metros de alto instalada a un costado de la cancha, desde la cual una cámara podía grabar los entrenamientos. El propósito de dichas cámaras era registrarlos para después mostrárselos a los jugadores, en compactos de no más de siete minutos, en donde Bielsa los retroalimentaba uno a uno sobre lo que habían hecho bien y en qué estaban fallando. La edición de estos videos, al igual que el seguimiento de jugadores en sus respectivas competencias, quedó en manos del preparador de arqueros Daniel Morón. Tal sería el nivel de exigencia del rosarino, que tiempo después el ayudante tuvo problemas de salud. Sobre esas exigencias del rosarino, Morón recuerda: “El trabajo era muy demandante y ocupaba muchísimo tiempo con lo que nos exigía Bielsa. Y al pasar tantas horas frente al computador me afectó la vista y ahora necesito lentes para leer. Observábamos partidos de la competencia local y del extranjero, lo que nos significaba editar videos hasta las cinco de la mañana. Para citar a un jugador nuevo hacíamos un seguimiento a lo menos de quince partidos”.12 Juan Carlos Berliner, gerente de selecciones en la época de Mayne-Nicholls, relata cuál fue el pedido que el dirigente les hizo. “Harold no nos exigió resultados. Lo único que nos pidió fue trabajo, disciplina y humildad. Para eso, las horas dedicadas antes de entrar a la cancha eran fundamentales”. En este sentido, Bielsa comenzaba a mostrar una obsesión por el trabajo que nunca antes había sido vista en el medio local, lo que calzaba con las expectativas del máximo regente del balompié chileno. El rayado de cancha Con un camarín golpeado tras los malos resultados y los constantes actos de indisciplina, el preparador físico Luis Bonini recuerda que una de las primeras cosas que hicieron al asumir el mando fue instalar ciertas normas básicas: “Fijamos reglas muy sencillas. Todas ellas conversadas con los jugadores y comprendidas por estos. No dejamos nada escrito. Tal vez la más importante tenía que ver con establecer que el interés grupal debía estar por sobre el individual. Por lo tanto, no tendríamos trato especial con ningún jugador. Lo otro tenía que ver con el compromiso y con el querer estar en la selección”. Especial énfasis puso el cuerpo técnico en estas ganas de estar en la selección que debían mostrar los seleccionados: “Con diez jugadores no vamos a entrar a la cancha”, era una típica frase usada por Bielsa que recuerda Juan Carlos Berliner, haciendo alusión al compromiso que el argentino le exigía a sus jugadores. Lo anterior obedecía también a que en procesos anteriores algunos jugadores Guarello, Juan Cristóbal. Urrutia, Luis. Historia de la clasificación Sudáfrica 2010. Ediciones B. 2009. 12 Urrutia, Luis. Historia de la clasificación Brasil 2014. Ediciones B Chile S.A. 2013. 11 8 habían renunciado a la selección, como el conocido caso de David Pizarro, quien tiempo antes había decidido dar un paso al costado. Otro hábito con el que tuvieron que lidiar en un comienzo fue la constante impuntualidad de los jugadores: “Nadie llegaba a la hora. Y siempre eran distintos jugadores. Eso nos costó mucho cambiarlo, ya que implicaba empezar a tener respeto por el compañero”, confiesa Bonini, para quien ese valor era una de los pilares sobre los que se debían cimentar las clasificatorias a Sudáfrica. Una de las frases que mejor retrata la visión de Bielsa al respecto la entregó alguna vez en el colegio Sagrado Corazón de Rosario: “Uno vive y necesariamente necesita jerarquizar virtudes, decir estas son las virtudes que rescato en los demás y quisiera para mí, que respeto, que valoro. A mí el deporte me dio ese parámetro. Yo aprendí por el deporte que la generosidad era mejor que la indiferencia, aprendí el valor de la significación del coraje, aprendí la importancia del esfuerzo y aprendí lo trascendente de la rebeldía”.13 En cuanto a la indisciplina que hasta aquel entonces era recurrente, no se conocieron problemas de ese tipo mientras Bielsa estuvo al frente de la selección chilena. Esto se explica, en parte, debido a que los permisos fueron reducidos drásticamente, privando muchas veces a los jugadores de compartir con sus amigos y familiares en sus viajes a Chile. “Muchos de estos tipos viajan a Chile solos, y dejan a sus esposas y niños en los países donde militan. Eso contribuye a que los jugadores quieran salir a celebrar con sus amigos. Considera además que manejan mucha plata y que nadie los preparó para eso”, apunta el ex preparador físico de Chile. Y agrega: “Por eso resulta tan importante conocer muy bien a tus jugadores, si beben o no, si son casados, tienen o no amantes, etc.”. Otro elemento que pudo haber ayudado a controlar la indisciplina dice relación con las estrictas medidas de seguridad tomadas por la ANFP. Juan Carlos Berliner recuerda el rol que debió asumir durante las concentraciones en Chile y los partidos en el extranjero: “Durante las concentraciones éramos unos guardias. Teníamos que pasar toda la noche custodiando a los jugadores para que no pasara nada”. Chile comienza a jugar de igual a igual Dentro de la cancha, la mano de Bielsa comenzaba a mostrar las primeras señales de cambio. El primer gran reto de la selección chilena fue el poderoso equipo de Argentina en el debut de las clasificatorias en Buenos Aires. La antesala del duelo estuvo marcada por la expectación que causaba el hecho de que Marcelo Bielsa volviera al estadio Monumental de River Plate, esta vez con el buzo de la selección chilena. En la cancha, y pese a haber mostrado un buen juego, Chile perdió por dos goles a cero, dejando la sensación de que podía haber obtenido un resultado mejor pero que se había pagado caro el costo de jugarle a Argentina de igual a igual. Guarello, Juan Cristóbal. Urrutia, Luis. Historia de la clasificación Sudáfrica 2010. Ediciones B. 2009. 13 9 En cuanto a la forma en que Bielsa iba a asumir el proceso de las clasificatorias, la filosofía era clara: “Yo no concibo el fútbol sin protagonismo. Tengo una atracción exagerada por la victoria. Y el protagonismo es el mejor camino para acercarse a ella. Creo en eso, me hace sentir seguro. Es más, me siento muy incómodo con la especulación. Desconfío, porque la especulación siempre me defraudó, me golpeó. Jamás pensaría un partido especulativo, no protagónico y que el equipo no tenga el objetivo de situarse en el campo contrario. En cualquier cancha y frente a cualquier rival. Hay un empalme más armónico entre la pretensión y la posibilidad”.14 Tras el debut, no había tiempo para lamentos, recuerda Luis Bonini, quien asume el rol de contención frente al plantel: “En cuatro días enfrentábamos a Perú y teníamos que recuperarnos. Nunca hablamos de lo que habíamos hecho mal sino de lo bueno que habíamos realizado contra Argentina. Los dos goles fueron un accidente”, señala, haciendo alusión a la actitud mostrada por Chile. La estrategia daría resultados, ya que días después en el Estadio Nacional, Chile conseguía recuperarse de la caída y obtenía los primeros tres puntos de local ante el seleccionado peruano, confirmando un estilo de juego ofensivo en el que atacaban cuatro o cinco jugadores y que salía a presionar al rival en su cancha, fuese de local o visita: “En cualquier tarea se puede ganar o perder, lo importante es la nobleza de los recursos utilizados, eso sí es lo importante; lo importante es el tránsito, la dignidad con que recorrí el camino en la búsqueda del objetivo”, señala Bielsa, poniendo énfasis en la importancia del proceso, más allá incluso de los resultados. Algunas dudas en el camino Después del triunfo ante Perú vinieron un empate histórico a dos goles jugando de visita contra la selección de Uruguay y una dolorosa caída de local por tres goles a cero ante la selección paraguaya, lo que puso en entredicho el verdadero nivel de la selección chilena. Estas dudas tomaron fuerza considerando que los dos próximos partidos eran de visita frente a las selecciones de Venezuela y Bolivia, estimados como clave para las aspiraciones del equipo chileno y la filosofía que Bielsa trataba de impregnarle. Pese a lo crítico del momento que vivía la selección y confirmando la creencia de Bielsa de que no había jugadores imprescindibles, el entrenador decidió dejar fuera de la convocatoria a varios jugadores históricos, abriendo paso a otros en formación, lo que generó serios cuestionamientos de la prensa y la hinchada de Chile, quienes veían cómo la clasificación al mundial de Sudáfrica corría peligro. Arturo Vidal, Luis Jiménez, Jorge Valdivia, Mauricio Isla y Matías Fernández (lesionado) quedaban fuera de la nómina, lo que sumado al retiro de la selección de Marcelo Salas, dejaban a Chile en un escenario incierto. La prensa atribuyó la medida a algunas declaraciones de los jugadores Jiménez e Isla, quienes se quejaron públicamente, el primero por no ser titular y el segundo 14 www.edant.clarin.com/diario/1999-03-25 10 por el trato recibido por el rosarino en un partido amistoso y porque “me pedía que subiera y bajara a cada rato. Uno tiene que ser atleta para hacer esas cosas”.15 La decisión fue justificada por el propio entrenador señalando que había optado por otros jugadores que resolvían mejor las necesidades planteadas por los equipos rivales. “Mi posición es elegir, y los que designé creo que son los que están mejor”16, remarcando así la importancia de lo colectivo por sobre lo individual. Lo anterior da luces también de la forma en que se relaciona Bielsa con sus jugadores, a quienes trata siempre de “usted”. Destacan en su conducción el hecho de que no había tratos especiales con ningún jugador, ni si quiera a la hora de distribuir los premios entre el plantel, lo que es acompañado de un alto grado de conocimiento de los futbolistas, que implica saber desde el estado físico y los minutos jugados en sus clubes hasta los problemas familiares por los que podían estar pasando, lo que quedaba en manos de Bonini. Este último cuenta que en una ocasión tuvo que viajar a Europa para entender el porqué del bajo rendimiento de un seleccionado nacional en su club: “Cuando lo vi entrenando era evidente que el tipo se quería volver. Mostraba una pésima actitud en los entrenamientos y por eso no estaba jugando. Nos juntamos a cenar con su mujer y su hija, y recuerdo que en toda la noche no le dirigí la palabra al jugador. Solo conversé con su señora para entender qué le podía estar pasando y mostrarle los beneficios del lugar en el que estaban. Al día siguiente, el tipo era otra persona, y hoy ya lleva más de cinco años jugando en Europa”. La prensa sufre el rigor de Bielsa A esas alturas, la relación de la prensa deportiva con el seleccionador nacional no era de las mejores. Obsesionado con cuidar la interna del grupo y que los rivales no lo espiaran (algo que él hizo muchas veces con el seleccionado de Chile), la llegada del rosarino a Pinto Durán significó terminar con muchas de las concesiones que disfrutaban los periodistas antes de su llegada. Prácticas como el trato directo con los jugadores, cuerpo técnico y equipo médico, acceso a los entrenamientos y a las concentraciones, por mencionar algunas, habían quedado reducidas a la más mínima expresión. Con Bielsa, la información se podía obtener solo por los canales estrictamente formales, sometiéndose al estándar internacional de la FIFA que regía en otras latitudes. Juan Pablo Baquedano, periodista de La Segunda, recuerda el proceso de adaptación que tuvieron que vivir: “Los muros externos de Pinto Durán fueron levantados en varios metros con mallas kiwi que no nos dejaban ver hacia adentro. Tuvimos que empezar a buscar otras fórmulas para conseguir la información ya que se nos prohibió el acceso a los entrenamientos y a los hoteles y tam Guarello, Juan Cristóbal. Urrutia, Luis. Historia de la clasificación Sudáfrica 2010. Ediciones B. 2009. 16 www.lanacion.cl/noticias/ deportes/2008-06-02. 15 11 poco podíamos viajar en el mismo avión con los jugadores. La ANFP nos pasaba fotos y videos de las prácticas y había conferencias de prensa con dos jugadores cada vez. Las cámaras telescópicas puestas en los camiones de TV eran la única opción. Nos amontonábamos alrededor de un monitor para tratar de descifrar la formación del equipo o quienes estaban lesionados. Todo esto gatilló una obsesión por saber qué pasaba dentro del búnker y de la cabeza de Bielsa, y los rumores eran permanentes. Las conferencias de prensa, eso sí, eran otra cosa. Nunca habíamos tenido a un entrenador que contestara las preguntas con tantos fundamentos técnicos”. En este escenario de hermetismo, los partidos contra Bolivia y Venezuela fueron la prueba de fuego para Bielsa y el cambio que se estaba tratando de impulsar. Afortunadamente para las aspiraciones de Chile, la apuesta de dejar algunas “figuras” fuera de la nómina dio resultados, derrotando a Bolivia en La Paz y a Venezuela en Puerto La Cruz. Además de los seis puntos obtenidos, Chile se consolidaba como un equipo que jugaba bien y que salía a ganar los partidos, fueran de local o visita. La selección nacional terminó la primera ronda con 13 puntos, con la esperanza intacta y confiada en que las cosas se estaban haciendo bien, tanto dentro como fuera de la cancha. La segunda fase de las clasificatorias dejarían para el recuerdo la primera victoria oficial sobre Argentina, los triunfos ante Perú en Lima (luego de 24 años), frente a Paraguay en Asunción (después de 28 años) y la victoria en Colombia que selló la clasificación de Chile a Sudáfrica 2010, marcando un hito imborrable para la historia del fútbol chileno. Chile clasificó en el segundo lugar por primera vez, con treinta y tres puntos, superado solo por Brasil y quedando por encima de Argentina, además de contar con el goleador de las clasificatorias, Humberto Suazo. El seleccionado nacional fue el que más partidos ganó (junto con Paraguay) y el segundo más goleador (superado solo por Brasil). Todo lo anterior fue fruto de un trabajo nunca antes visto en pastos nacionales. Con una selección joven, en la que el atrevimiento de sus jugadores, la presión que imponía en el arco rival jugando de local o visita, y el hambre y la convicción en lograr cosas importantes aparecieron como su sello diferenciador, el que de paso sirvió para reencantar al hincha con “la Roja de todos”. El Mundial de Sudáfrica El año 2010 no empezó bien para Chile. El 27 de febrero, un terremoto 8,8º en la escala Richter azotó el país. Producto del sismo, un fuerte tsunami sacudió las costas de Chile dejando a varias ciudades costeras completamente destruidas. Más de quinientos muertos fue el saldo de uno de los sismos más violentos que recuerde la historia. Semanas después, Sebastián Piñera asumió como Presidente de la República con la difícil misión de reconstruir un país golpeado por la catástrofe. 12 En este difícil escenario, Chile llegó a la Copa del Mundo en Sudáfrica con la firme convicción de que se podía cambiar la historia. Con un plantel que promediaba los 26,4 años de edad (uno de las más jóvenes del certamen), la selección chilena compartió el grupo H con Honduras, Suiza y España en primera fase. Chile debutó contra la selección de Honduras en la ciudad de Nelspruit. Con el solitario gol de Jean Beausejour, el seleccionado nacional hizo su estreno con un triunfo. Su última victoria en un Mundial se remontaba a 1962. El segundo partido venció uno a cero a Suiza, con gol de Mark González. Nuevamente “la Roja de todos” salió en búsqueda del triunfo desde el primer momento. Con cinco y seis jugadores al ataque, el resultado pareció mezquino debido a las llegadas que generó Chile. Tras la victoria y consultado sobre la forma en que abordaría el partido contra España, Bielsa contestaba: “Apostar al empate es más complicado que intentar ganar. Para mí, intentar ganar es más fácil que conservar, que hacer un proyecto para mantener un empate, para no perder”.17 Las victorias alcanzadas tenían a todo Chile de fiesta, a la espera del partido contra España, con la firme convicción de que se le podía ganar al equipo europeo. Tal como lo anticipara Bielsa, el planteamiento fue el mismo de siempre: salir a atacar, sin especulaciones. Sin embargo, y pese al gran nivel mostrado por Chile, España ganó por dos goles a uno, clasificando de todos modos a Chile a la segunda fase, en la que se encontró con el poderoso equipo de Brasil, siendo derrotado por tres goles a cero en la ciudad de Johannesburgo. Tras la eliminación, Bielsa comentó frente a una pregunta sobre la ausencia desde el primer minuto de Jorge Valdivia: “Nunca es aconsejable opinar sobre el rendimiento individual, divide en vez de unir. Lo que sí creo es que globalmente se puede decir que hemos hecho un esfuerzo enorme para tratar de equiparar las distancias con equipos que antes de empezar los partidos se presuponían superiores a nosotros”.18 El adiós de Marcelo Bielsa El cambio que Marcelo Bielsa generó en la mentalidad del futbolista chileno lo elevó a la categoría de ídolo en el país. El rosarino fue capaz de que el pueblo chileno se reencontrara con su selección de fútbol, que los jugadores volvieran a respetar y querer estar en la selección, y que mostraran en la cancha una actitud ganadora, lo que se vio reflejado en la propuesta del equipo chileno en cualquier escenario y frente a cualquier rival. Pese al cambio generado por Bielsa, el proceso quedó en suspenso luego de que en noviembre de 2010, Mayne-Nicholls, quien fuera una de las razones principales de la permanencia de Bielsa en Chile, perdiera la presidencia de la ANFP a manos de Jorge Segovia. La noche anterior a la elección, el mismo Marcelo 17 18 Urrutia, Luis. Historia de la clasificación Brasil 2014. Ediciones B Chile S.A. 2013. Ibídem. 13 Bielsa dio una conferencia de prensa en la que brindaba su apoyo incondicional a quien lo había traído al país, anunciando de paso que dejaría el cargo si la oposición ganaba la elección. Las razones de la derrota de Mayne-Nicholls son variadas. Algunos señalan un exceso de confianza por parte del ex funcionario FIFA, quien habría asumido que la figura de Bielsa y la histórica campaña de Chile en las clasificatorias serían suficientes para ser reelegido. Otros apuntan a la rivalidad que se comenzó a generar entre los empresarios a cargo de las concesionarias que administraban los clubes más importantes del país y Mayne-Nicholls, quienes no veían con buenos ojos el protagonismo de este y su cercanía con la ex Presidenta de la República Michelle Bachelet, invitada de honor al Mundial de Sudáfrica, en desmedro de Sebastián Piñera. Sin embargo, la forma de repartir los excedentes del canal del fútbol (CDF) parece haber sido el principal motivo de la derrota de Mayne-Nicholls. A mediados de 2009, este había anunciado que era partidario de la repartición igualitaria de estos dineros, medida que era ampliamente resistida por Colo Colo, Universidad de Chile y Universidad Católica. Tras una intensa negociación, el Consejo de Presidentes aprobó una forma distinta a la propuesta por el presidente de la ANFP: los tres equipos grandes se quedarían con el 26% de los excedentes, los de primera B con el 14%, y los otros 15 clubes con el restante 60%, lo que daba claras señales acerca de la fuerza de las concesionarias. Luego de la derrota de Mayne-Nicholls, la relación entre Bielsa y la nueva dirigencia encabezada por Sergio Jadue se fue distanciando (Jorge Segovia fue inhabilitado para ejercer el cargo), hasta que el 4 de febrero el argentino oficializó su renuncia tras enterarse que personal de la ANFP había filtrado información sobre los salarios del seleccionador y su cuerpo técnico. Vestido de buzo, con una camiseta Adidas, Marcelo Bielsa comunicó su renuncia y los motivos de esta en su última conferencia de prensa. Durante veinticinco minutos hizo alusión a la falta de representatividad de Sergio Jadue y su eventual incapacidad para cumplir sus promesas y a la forma en que las empresas concesionarias de los clubes grandes estaban manejando los dineros por los derechos de televisión. “Es un regalo de la vida estos tres años y medio. He tratado de quedarme, pero no pude. A los futboleros en particular, y si se me permite a los chilenos en general, quiero decirles muchísimas gracias”19, fueron sus últimas palabras. La noticia golpeó duramente al país entero, el que descargó toda su ira en contra del nuevo presidente de la ANFP, salpicando incluso al Presidente de la República, a quien algunos sindicaron como uno de los responsables de la salida de Mayne-Nicholls por el vínculo de Piñera con Blanco y Negro, la concesionaria a cargo de la administración de Colo Colo, apuntada como una de las principales detractoras de la saliente administración. Claudio Borghi y el fantasma de Bielsa 19 www.emol.com /noticias/ deportes/ 2011-04-02. 14 Luego de una difícil búsqueda, Claudio Borghi fue el escogido para suceder a Bielsa. El entrenador argentino dirigió a Audax Italiano y Colo Colo en Chile, club con el que obtuvo cuatro títulos nacionales consecutivos y un segundo lugar en la Copa Sudamericana. En Argentina fue campeón con Argentinos Juniors, pero tuvo paupérrimas campañas con Independiente de Avellaneda y Boca Juniors, siendo despedido antes de terminar el torneo. Su conocimiento del medio local, sumado a que había dirigido a gran parte de los seleccionados chilenos y a que contaba con el aprecio popular fueron las principales razones de su elección. Además, contaba con el público respaldo de algunos referentes del equipo chileno, entre los que destacó el que le dio Arturo Vidal ante su inminente llegada: “Nos conoce a todos. Sería la mejor opción y sería más fácil acomodarse a su sistema”.20 A su llegada, Borghi reconoció el orgullo que significaba asumir la conducción técnica de Chile, destacando además que esperaba “cumplir todas las expectativas que hay en la parte deportiva y también en la humana, que es igual de importante”.21 Esto último es uno de los aspectos que más destacan los que han podido trabajar con él, la preocupación, el cuidado y la cercanía que el entrenador tiene por sus jugadores y cuerpo técnico. Marcelo Peña, su ayudante técnico en su paso por Argentina recuerda: “Claudio es un tipo espectacular. Una tremenda persona. Confía mucho en el jugador. Además es súper respetuoso de cada uno por lo que nunca trataría de querer cambiarte. Tampoco expondría a un jugador cambiándolo en el primer tiempo porque lo mata”. Desde que asumió la dirección técnica, el fantasma de Bielsa pareció incomodar de sobre manera al nuevo entrenador de Chile, a quien no pudo sacarse de la cabeza durante su labor, haciendo alusión a él recurrentemente en las conferencias de prensa y entrevistas. Al comenzar el proceso comentó al diario argentino Clarín que le parecía una falta de respeto que se creyera que Bielsa había cambiado el fútbol chileno, puesto que los jugadores con los que trabajaba habían sido formados por otras personas. De paso, cuestionó la transformación de Juan Pinto Durán: “Es un lugar viejo, que está muy mejorado, pero no con grandes cambios. A nivel de información, no quedó mucho. O mejor dicho, me voy a corregir: Bielsa no dejó todo lo que pensamos que iba a dejar. Imaginaba que esto sería la NASA. Y no está la NASA”.22 Política de puertas abiertas y mayor libertad a los jugadores La idea de Borghi fue comenzar a marcar desde el comienzo las diferencias con el anterior entrenador. Esto se vio reflejado tanto dentro como fuera de la cancha. El hermetismo reinante en el proceso anterior dio paso a una política de puertas abiertas que instaló con los medios de comunicación, ofreciendo además mayor cercanía con los cuerpos técnicos de los equipos de la competencia Astorga, Rodrigo. Silva, Armando. De Bielsa a Sampaoli. El desarrollo de la estrategia en el juego de La Roja. Ediciones Planeta. 2014. 21 Ibídem. 22 Ibídem. 20 15 local. Dentro de la cancha, los contrastes también se notaron rápidamente. Desde los entrenamientos al esquema utilizado en los partidos. La reiteración constante de jugadas y ejercicios se redujo drásticamente, dejando espacio a la práctica del fútbol más libre. Y el orden y la presión asfixiante en los partidos dio paso a un esquema menos vertiginoso y de mayor libertad a los jugadores. La Copa América de Argentina fue el primer desafío deportivo que enfrentó el nuevo proceso. La etapa de preparación en Juan Pinto Durán mostró las primeras señales de que la flexibilización y la libertad propuestas por Borghi podían ser erradas. La política de mayor apertura con los medios de comunicación abrió las puertas del búnker de la selección chilena, lo que se tradujo en una mayor exposición de los entrenamientos y lo que pasaba en ellos. Así fue como en una de las prácticas las cámaras pudieron captar el momento en el que un grupo de jugadores le hacía una broma a otro, dejándolo con el trasero al descubierto. La imagen se difundió rápidamente causando preocupación y malestar en el mundo futbolístico, el que con inquietud veía el incidente como una señal de que el relajo y la libertad se traducían en una incipiente indisciplina. Esto hizo recordar la etapa de Nelson Acosta, cuando aparecieron imágenes de Salas y Zamorano golpeando el trasero del entrenador tras perder un campeonato de tenis-fútbol, práctica habitual en aquel entonces. Por su parte, los jugadores siguieron apoyando al “Bichi” pese a las señales que comenzaron a aparecer. Además, el paso a cuartos de final en la Copa América sirvió de aval para el nuevo proceso. Jorge Valdivia, ”el Mago”, uno de los predilectos de Borghi, declaró en la antesala del partido de cuartos de final frente a Venezuela: “Con Marcelo Bielsa tenías que entrenar, entrenar, entrenar. Claudio tiene la capacidad de entender que el jugador necesita estar dos o tres días sin hacer nada y lo ha hecho público conmigo, con Matías Fernández, con Humberto Suazo, y se valora”. Reaparecen la indisciplina y los malos resultados Pero eso que tanto agradecía “el Mago” le costó caro al seleccionado chileno. Como nunca antes en su historia, la Copa América parecía alcanzable, con Argentina y Brasil eliminados antes de tiempo. Sin embargo, el exceso de confianza y la indisciplina dijeron otra cosa. Venezuela le ganó a Chile por dos goles a uno, con Gary Medel expulsado. Amargura total en todo Chile y la rabia se comenzaba a manifestar en contra de los jugadores, del cuerpo técnico y de la nueva dirigencia. Claudio Borghi mostraba buenos resultados en las clasificatorias, pero la sensación ambiente era de preocupación. Con la selección encumbrada en el primer lugar de la tabla para Brasil 2014, Chile volvió a hacer noticia fuera de la cancha por la indisciplina de sus jugadores. Los episodios del Tavelli y el “bautizazo”, nombre con el que es recordado el bautizo del hijo de Jorge Valdivia y la fiesta posterior, en los cuales los seleccionados nacionales aparecieron en manifiesto estado de ebriedad, no hicieron sino confirmar que los jugadores no estaban respondiendo a la confianza ciega que el entrenador tenía en ellos. Dentro de la 16 cancha, las sucesivas expulsiones, incluida la del propio Borghi, oscurecieron aún más el panorama. Con una relación tensa entre el cuerpo técnico y el plantel luego del escándalo del “bautizazo”, con una forma de juego extraviada y sin la dinámica y atrevimiento mostrados en los tiempos de Bielsa, la selección chilena comenzó a perder el rumbo. Derrotas consecutivas frente a Colombia, Ecuador y Argentina dejaron a Chile en el sexto lugar de las clasificatorias, fuera de la zona de repechaje. Pese a que Gary Medel y Alexis Sánchez apoyaron públicamente el trabajo de Borghi, en la interna ya se comenzaban a echar de menos la rigurosidad y el trabajo del rosarino. Un cercano al plantel recuerda el malestar que generó en algunos jugadores la negativa de Borghi de entrenar en la antesala de un duelo amistoso en Estados Unidos debido a que estaba lloviendo y era mejor cuidar la cancha. El esfuerzo de viajar con la selección que estaban haciendo los jugadores parecía no ser dimensionado por el técnico al tomar estas decisiones. La derrota frente a Serbia en un partido amistoso en Europa, sumado al desgaste del técnico y a la creciente presión de la hinchada y prensa deportiva, detonaron el despido de Borghi, quien terminaba así su paso por la selección fuera de la zona de clasificación y con un equipo desorientado, tanto dentro como fuera de la cancha. Tiempo después, el arquero y capitán de la selección Claudio Bravo explicó algunas de las razones del fracaso de ese proceso: “A Borghi le fallamos. Hubo relajo de parte nuestra y exceso de confianza”.23 Jorge Sampaoli entra en escena Durante los últimos meses de “el Bichi” al mando de la selección, el nombre de Jorge Sampaoli había comenzado a sonar fuerte. Tras su exitosa campaña con Universidad de Chile, club con el que obtuvo tres títulos nacionales y la Copa Sudamericana, mostrando un estilo de juego ofensivo y una forma de trabajo similar a la de Bielsa, pareció ser el mejor nombre para recuperar el terreno perdido. En sus primeras palabras agradeció la posibilidad de conducir la selección y asumió el desafío de llevar a Chile a Brasil 2014, tomándolo como una verdadera “seducción”. Con respecto a la forma en que abordaría el trabajo, señaló: “La metodología y características de juego no van a diferir de lo que se vio cuando dirigíamos a la “U”. Pretendemos un equipo que protagonice siempre los partidos, intentando que tenga la valentía y audacia de buscar la clasificación al Mundial. Hay que aprovechar cada minuto”.24 Ese mismo día viajó con su cuerpo técnico a Europa a ver partidos y conversar con los posibles seleccionados para contarles su metodología de trabajo y mostrarles material audiovisual para analizar sus rendimientos jugando por Chile. Diario El Mercurio, Deportes. Pág. 8. 26-11-2014. Astorga, Rodrigo. Silva, Armando. De Bielsa a Sampaoli. El desarrollo de la estrategia en el juego de La Roja. Ediciones Planeta. 2014. 23 24 17 Los que han podido trabajar con Sampaoli reconocen en él a un tipo trabajólico, que piensa en fútbol las veinticuatro horas del día. Obsesivo de los detalles y del hermetismo de sus entrenamientos, entiende a los jugadores como recursos a los que se les debe sacar el máximo de rendimiento, traspasando en algunas oportunidades los límites de estos. Con respecto a sus colaboradores, los lleva a trabajar a su ritmo o no funcionan. Un miembro de su equipo mientras estuvo en Universidad de Chile recuerda: “Cuando llevaba dos semanas trabajando con él le tuve que pedir dos cosas: que no me llamara más a las cuatro de la madrugada y que cuando nos viéramos en las mañanas me saludara primero antes de pedirme algo”. Otros le reconocen su gran capacidad para predecir lo que harán los rivales en la cancha, para lo que cuenta con un equipo que edita videos de las ligas de todo el mundo y otro que espía a sus rivales directos. “Es una de las formas en que se valida frente a los jugadores. Les dice fíjate que cuando Suárez toma la pelota gira hacia la izquierda cuando el pase viene del lateral derecho, y eso pasa después en el partido…”. Para lograr tal nivel de conocimiento, pasa horas y horas viendo videos. En su equipo más cercano, el preparador físico Jorge Desio es reconocido como el motivador del grupo y el encargado de saber el estado en que terminan los jugadores cada partido en sus clubes, mientras que Sebastián Becaccece, el ayudante técnico, es señalado como el cerebro, conocedor de los “jugadores que juegan hasta en las cadetes en tercera división en Argentina”. Ambos comparten largas horas conversando sobre las formaciones y las futuras nominaciones, aunque reconocen que la última palabra siempre la tiene el entrenador oriundo de Casilda. Algunos han notado ciertas diferencias con Bielsa. Entre ellas aparecen como las más visibles el ser un poco más cercano con los jugadores, más pragmático a la hora de enfrentar a los rivales y, a veces, bastante más irascible a la hora de encontrarse con algo fuera de lo planificado. Un cercano señala: “Cuando está enojado es mejor estar lejos. Recuerdo el escándalo que armó cuando no cambiamos la flota de buses en la que se trasladaba el plantel. Se puso en la mitad de la cancha a gritar enfurecido”. Una actitud similar recuerda Luis Baquedano cuando en el Mundial de Brasil un canal de televisión comenzó a grabar con cámaras desde un helicóptero el entrenamiento de la selección chilena. Recuperando los puntos perdidos y la disciplina Tomando en cuenta la admiración de Sampaoli por Bielsa, rápidamente comenzaron a volver a Pinto Durán algunas de las prácticas instaladas por el rosarino. Disciplina y concentración durante toda la semana de las primeras prácticas, además del retorno de los “alemanes” –unos jugadores inflables utilizados por Bielsa para los entrenamientos– y la instalación de tres cámaras en las tarimas al borde de la cancha fueron señales de lo que se buscaba retomar. Con un discurso que apelaba al espíritu y pasión del amateurismo, a la rebeldía de los jugado- 18 res y a la preponderancia de lo colectivo por sobre lo individual, las similitudes con el rosarino fueron evidentes. Con un fuerte contingente de jugadores de Universidad de Chile, los partidos frente a Perú y Uruguay por las clasificatorias aparecieron como el primer gran desafío. Bajo un estricto régimen de concentración, los jugadores resintieron el cambio de lo que venían viviendo con Borghi. Por ello, durante la primera concentración, Sampaoli debió flexibilizar su postura ante el pedido del plantel que le recordaba que necesitaban tiempo para estar con sus familiares. Por ello, les dio permiso para salir entre las 18:00 y 23:15 hrs., horario que fue cumplido por la totalidad de los jugadores. Frente a un clima hostil en Lima, el primer escollo por los puntos de Sampaoli dejó una sensación extraña. Pese a que Perú ganó por un gol a cero, durante los noventa minutos se pudo ver un cambio en la actitud de los jugadores, quienes desde el inicio mostraron que querían ganar ese partido. Frente a la derrota Sampaoli reconoció: “Lo que más recalco es la manera en que el equipo vino a jugar acá. Generó muchas más chances que el rival. Se dio una derrota un poco injusta”.25 El buen juego mostrado contra Perú se tradujo días después en un ajustado triunfo frente al seleccionado de Uruguay en Santiago, lo que dejó a Chile en la cuarta posición de las clasificatorias, recuperando las esperanzas de ir a Brasil 2014. Luego de un receso, que incluyó un empate a dos goles frente al seleccionado de Brasil, que terminó con la “torcida” brasileña coreando “ole ole” por el juego mostrado por Chile, comenzó la consolidación de este nuevo proceso. Triunfos antes Paraguay, Bolivia y Venezuela dejaron a la selección chilena en un expectante tercer lugar, superado solo por Argentina y Colombia. El partido amistoso en el que Chile empató a dos goles frente a España, los campeones del mundo en aquella época, mostró que el equipo chileno no respetaba títulos y que se paraba de igual a igual frente a cualquier rival, lo que no se veía desde los días de Marcelo Bielsa. Con la misma “rebeldía” y “amateurismo” que pregonaba Sampaoli, Chile enfrentó a Colombia con la posibilidad de sellar su clasificación al mundial. Y pese a que terminó el primer tiempo ganando por tres goles a cero, el partido finalizó empatado, dejando pendiente la clasificación de Chile para el último partido contra Ecuador en Santiago. Y fue en esa última fecha de las clasificatorias que se selló el paso al Mundial. En un Estadio Nacional repleto de hinchas, la selección de Sampaoli superó a Ecuador por dos goles a uno. Lo que bajo las órdenes de Borghi pareció algo imposible, se hizo realidad con un equipo chileno que asfixiaba a sus rivales en todos los sectores del campo de juego y que no respetaba credenciales ni historia. Al cumplir el objetivo, un emocionado Jorge Sampaoli reconoció: “Me tocó Astorga, Rodrigo. Silva, Armando. De Bielsa a Sampaoli. El desarrollo de la estrategia en el juego de La Roja. Ediciones Planeta. 2014. 25 19 con mi cuerpo técnico compartir ese deseo de tratar de clasificar al Mundial y juntos creo que empezamos a transformar un estilo que nos dio la posibilidad de no sentirnos menos que nadie”.26 El Mundial de Brasil y el palo de Pinilla El sorteo del Mundial no favoreció a la selección chilena, la que compartió la fase de grupos con España, Holanda –finalistas de Sudáfrica– y Australia. En el partido inaugural, Chile derrotó ajustadamente por tres goles a uno a la selección de Australia, lo que dejó ciertas dudas para el segundo partido frente a España, que había caído estrepitosamente frente a Holanda. El estadio Maracaná fue el escenario del duelo entre Chile y España. La historia, las credenciales del rival y las apuestas jugaban claramente a favor de los ibéricos. En Copacabana, un millar de hinchas cubiertos bajo una gran bandera chilena se tomaron las calles. La expectación era total y el resultado incierto. Tras el pitazo inicial, comenzaron noventa minutos que serán difíciles de olvidar para el pueblo chileno. Vestidos de blanco, los once jugadores chilenos dieron una lección de coraje y buen fútbol, y pasaron por encima del equipo español. Eduardo Vargas y Charles Aránguiz hicieron explotar a todo Chile con sus goles, sirviendo de desahogo para miles de hinchas que no podían creer lo que estaban presenciando. Chile pasaba a segunda fase y España quedaba eliminada antes de lo esperado. Por primera vez, la Copa del Mundo no parecía una quimera. En el tercer partido, Chile perdió frente a Holanda, lo que significó que debió enfrentar en octavos de final a la selección anfitriona. El partido frente a Brasil quedará grabado en la retina de los chilenos para siempre, quienes vieron a su equipo rebelarse frente a los pergaminos del equipo local, llevando el partido a tiempo adicional tras empatar uno a uno en los noventa minutos de juego. La posibilidad de dejar eliminados a Brasil en su propia casa nunca había estado tan cerca. En el minuto 119 el travesaño impidió que el disparo de Mauricio Pinilla dejara afuera del Mundial a los anfitriones. Tras el empate en el tiempo adicional, los lanzamientos penales se encargaron de definir al ganador. El mismo arco que no dejó celebrar a todo el pueblo chileno minutos antes, fue el sorteado para la tanda de penales. En el último disparo de una angustiante definición, Gonzalo Jara apuntó fuerte al costado izquierdo del meta, pero el vertical nuevamente hizo que la pelota rebotara. Brasil se llevó el triunfo. La tristeza invadió al pueblo de Chile desde Arica a la Antártica. Un desgarrado Gary Medel lloraba como un niño junto a sus compañeros en la cancha. Dicen que Sampaoli no se recuperó hasta unos días después. Tampoco aceptó la camiseta que le llevó de regalo el astro Neymar tras el partido. Chile había tenido entre las cuerdas a la selección de Brasil, pero el vertical dijo otra cosa. 26 Ibídem. 20 Algunos pasajeros del vuelo de retorno a Chile recuerdan el silencio de aquel trayecto. Pese a la tristeza, la gente salió a esperar a su selección y las calles se vistieron de rojo. El Palacio de La Moneda una vez más recibió a toda la delegación. Sin embargo, algo había cambiado en relación a otros recibimientos. Las palabras del capitán Claudio Bravo quedarán guardadas como una prueba de ello: “Fracasamos porque no conseguimos nada. No queremos volver a competir, hacer una buena presentación y que nos vuelvan a felicitar por eso. Me genera incomodidad, porque yo entreno para ganar, no para jugar bien y venirme con las manos vacías, y ese es el sentir de todos mis compañeros”.27 27 www.theclinic.cl/ 2014- 07-04. 21