Derecho Mercantil: La ley de Sociedades Profesionales RÉGIMEN LABORAL Y DE SEGURIDAD SOCIAL EN LA SOCIEDAD PROFESIONAL José María Antràs Badia Abogado 1DGDGHFtDHO3UR\HFWRGH/H\VREUHHO´Régimen Laboral y de Seguri dad SocialµDSOLFDEOH\HQHVWHSXQWRGHEHFRQWHPSODUVHWDOUHODFLyQHQ un doble plano: I. Por un lado, aquellas personas cuya vinculación con la Sociedad Profesional tenga clara naturaleza laboral, como son los empleados, o personal colaborador o auxiliar que pueda tener contratado dicha Sociedad. En este supuesto no ofrece duda alguna que la Sociedad Profesional tiene la condición de “empresa” o “empleador” y estas personas la condición de “empleados” o “trabajadores”, siéndoles de aplicación la normativa legal y convencional que rige dicha relación (Estatuto de los Trabajadores, Convenio Colectivo, etc.) y, consecuentemente, deberán estar encuadrados en el Régimen General de la Seguridad Social. II. Por otro lado hay que contemplar la situación de aquellas personas que prestan servicios profesionales a través de Sociedad, y aquí debemos distinguir si los prestan con el rango de “socios” o sin alcanzar tal consideración. En este II grupo radican las incógnitas mas trascendentes que plantea la incardinación a la Sociedad Profesional de “profesionales” que ejercen su actividad a través de la misma, en relación con este apéndice del análisis que se circunscribe a “Régimen Laboral y Seguridad Social aplicable”. 109 ANALES VIII (2005-2007) 3DUDVLPSOLÀFDUHOSODQWHDPLHQWRYDPRVDGHVSHMDUGHHQWUDGDOD situación de los profesionales que prestan servicios a través de la Sociedad sin tener la cualidad de socios. Estos profesionales no socios, sí ejercen su actividad inmersos en forma permanente en el circulo organizativo y jerárquico de la Sociedad, tienen una remuneración y una dependencia de las personas que ejercen la dirección o administración de la Sociedad, mantiene una clara relación laboral común, como cualquier RWURHPSOHDGR\GHEHQVHUDÀOLDGRVDO5pJLPHQ*HQHUDOGHOD6HJXULGDG Social. Respecto a los profesionales que ejercen su actividad a través de la Sociedad y han accedido a la condición de socios, parece claro que la naturaleza de la relación que les une a la misma no es laboral, lo cual no supone que estén excluidos automáticamente de obligaciones respecto DVXDÀOLDFLyQDOUpJLPHQS~EOLFRGHOD6HJXULGDG6RFLDOFRPRYHUHPRV mas adelante. (O$UWtFXORGHO3UR\HFWRGH/H\GHÀQHDHVWRVSURIHVLRQDOHVGLFLHQGR que son: “..las personas físicas que reúnan los requisitos exigidos para el ejercicio de la actividad profesional y que la ejerzan en el seno de la misma....” $ VX YH] HO $UWtFXOR GHÀQH OR TXH HV HO HMHUFLFLR GH OD DFWLYLGDG profesional, diciendo: “...es actividad profesional aquella para cuyo desempeño se requiere titulación universitaria, o titulación profesional para cuyo ejercicio sea necesario acreditar una titulación universitaria e inscripción en el correspondiente Colegio Profesional...” )LQDOPHQWHHO$UWtFXORFLWDGRWDPELpQGHÀQHORTXHHQWLHQGHSRU el ejercicio común de la actividad profesional, diciendo: 110 Derecho Mercantil: La ley de Sociedades Profesionales “... A los efectos de esta Ley se entiende que hay ejercicio común de una actividad profesional cuando los actos propios de la misma sean ejecutados directamente bajo la razón o denominación social y le sean atribuidos a la sociedad los derechos y obligaciones inherentes al ejercicio de la actividadf profesional como titular d la relación jurídica establecida con el cliente” 7DQWR GH HVWDV GHÀQLFLRQHV FRPR GHO SRVWHULRU WUDWDPLHQWR TXH HO Proyecto de Ley da a sus derechos económicos o políticos, a sus obligaciones y a sus responsabilidades, y a la forma de acceder o ser separado de la condición de socio, se deduce claramente que el legislador no ha querido dotar a esta relación de naturaleza laboral, sino que, por el contrario, priva la naturaleza mercantil o civil de la relación, en función de la naturaleza mercantil o civil de la Sociedad que les agrupe. En este sentido, recuérdese que el Artículo 1º deja claramente establecido que “... las sociedades profesionales podrán constituirse con arreglo a cualquiera de las formas societarias previstas en las leyes, cumplimentando los requisitos establecidos en esta Ley...” No deja de ser importante la regulación de estas Sociedades ProfesioQDOHVREMHWRGHHVWH3UR\HFWRGH/H\SDUDFODULÀFDUHOFRQIXVRSDQRUDPD jurisprudencial existente en relación con la naturaleza de las relaciones que existen entre profesionales que ejercen su actividad en el marco de un Despacho, Bufete o Estudio, cuya titularidad puede ser individual, constituir una sociedad mercantil, o una asociación civil, o, en algunos casos, una mera comunidad de bienes para soportar el ejercicio de la actividad profesional de sus integrantes. En este sentido, la Jurisprudencia ha intentado delimitar la frontera existente entre un “contrato de trabajo” y un “contrato de arrendamiento de servicios profesionales”, diciendo: 6(*81'21RHVVXÀFLHQWHODH[LVWHQFLDGHODSUHVWDFLyQGHXQVHU YLFLRRDFWLYLGDGGHWHUPLQDGD\GHVXUHPXQHUDFLyQSRUODSHUVRQD 111 ANALES VIII (2005-2007) a favor de la que se presten para que sin otra característica surja el nacimiento a la vida del derecho del denominado contrato de trabajo, SXHV VX FDUDFWHUtVWLFD HVHQFLDO HV OD GHSHQGHQFLD \ VXERUGLQDFLyQ del que presta su servicio a la persona a favor de quien se ejecuta, pues aunque este elemento o nota de la dependencia haya sido re ducido al mínimo por los modernos avances legislativos y doctrinales HQ HO VHQWLGR GH QR VHU XQD VXERUGLQDFLyQ ULJXURVD \ DEVROXWD GH trabajador a empresa, sino que basta para que concurra con que el trabajador se halle comprendido en el círculo organicista rector y disciplinario del empleador por cuenta de quien realice una especí ÀFDODERUQRSXHGHSUHVFLQGLUVHGHHOODDODKRUDGHODFDOLÀFDFLyQ del contrato, la cual cobra una importancia decisiva a los efectos GH GHWHUPLQDU OD UHODFLyQ H[LVWHQWH HQ ORV FDVRV GH SUHVWDFLyQ GH los servicios propios de las profesiones liberales, pues si existe tal dependencia el contrato es laboral y si no existe es puramente civil. (Sentencia del Tribunal Supremo de 2 de diciembre de 1986). Despejada la no laboralidad de las relaciones entre los Socios de una Sociedad Profesional, procede abordar sí, por su condición de socios, los profesionales que ejerzan su actividad en el seno de la misma, deben estar adscritos al sistema público de la Seguridad Social, y, en su caso, si tal adscripción debe ser al Régimen General o al Régimen Especial de los Trabajadores Autónomos. Hay que analizar el Artículo 97.2 de la Ley General de Seguridad SoFLDOEDMRHOWtWXORGH&$032'($3/,&$&,Ð1FXDQGRHVWDEOHFH ´$UWtFXOR([WHQVLyQ 1. Estarán obligatoriamente incluidos en el Régimen General de la Seguridad Social los trabajadores por cuenta ajena o asimilados comprendidos en el apartado 1.a) de la presente Ley. 2. A los efectos de esta Ley se declaran expresamente comprendidos en el apartado anterior: 112 Derecho Mercantil: La ley de Sociedades Profesionales a) Los trabajadores por cuenta ajena y los socios trabajadores de sociedades mercantiles capitalistas, aun cuando sean miembros GHVXyUJDQRGHDGPLQLVWUDFLyQVLHOGHVHPSHxRGHHVWHFDUJRQR FRQOOHYD OD UHDOL]DFLyQ GH ODV IXQFLRQHV GH GLUHFFLyQ \ JHUHQFLD GH la sociedad, ni poseen su control en los términos establecidos en el DSDUWDGRHQODGLVSRVLFLyQDGLFLRQDOYLJpVLPRVpSWLPDGHODSUH sente Ley...” Esta redacción plantea una duda interpretativa sobre lo que debe considerarse como “socios trabajadores”. Parece evidente que esta norma VHHVWiUHÀULHQGRLQHTXtYRFDPHQWHDDTXHOODVSHUVRQDVTXHWHQLHQGROD condición de “trabajadores” de una Empresa, simultanean esta condición con la de accionistas o socios. Es el caso típico de un empleado de una sucursal bancaria, que tiene algunas acciones del Banco. En este FDVRHVPDQLÀHVWRTXHVXLQFDUGLQDFLyQDO5pJLPHQ*HQHUDOGHOD6HJXridad Social es una consecuencia de su principal condición de “trabajador” por encima de la de accionista, y parece evidente que su cualidad de accionista no desvirtúa la ajeneidad de la relación laboral. No es nuestro criterio que esta referencia a “socios trabajadores” puede predicarse de los socios de las proyectadas Sociedades Profesionales, cuya característica principal es, precisamente, el quedar excluidos de la condición de trabajadores por cuenta ajena, al privar en su relación el vínculo mercantil o civil sobre el laboral. La norma analizada contempla las excepciones de la Disposición Adicional 27 de dicha Ley, que excluyen del ámbito del Régimen General a aquellos trabajadores que, siendo además socios o accionistas, esta última cualidad priva sobre la primera, ya sean por su elevada función directiva o por detentar el dominio de la Sociedad, de forma que haga inviable la ajeneidad característica del Contrato de Trabajo. Dicha Disposición Adicional 27 dice así: 113 ANALES VIII (2005-2007) 9LJpVLPDVpSWLPD&DPSRGHDSOLFDFLyQGHO5pJLPHQ(VSHFLDOGHOD 6HJXULGDG 6RFLDO GH ORV WUDEDMDGRUHV SRU FXHQWD SURSLD R DXWyQR mos. 1. Estarán obligatoriamente incluidos en el Régimen Especial de la 6HJXULGDG6RFLDOGHORVWUDEDMDGRUHVSRUFXHQWDSURSLDRDXWyQRPRV TXLHQHVHMHU]DQODVIXQFLRQHVGHGLUHFFLyQ\JHUHQFLDTXHFRQOOHYDHO GHVHPSHxRGHOFDUJRGHFRQVHMHURRDGPLQLVWUDGRURSUHVWHQRWURV servicios para una sociedad mercantil capitalista, a título lucrativo y de forma habitual, personal y directa, siempre que posean el control efectivo, directo o indirecto, de aquélla. Se entenderá, en todo caso, que se produce tal circunstancia, cuando las acciones o participacio nes del trabajador supongan, al menos, la mitad del capital social. Se presumirá, salvo prueba en contrario, que el trabajador posee el control efectivo de la sociedad cuando concurran algunas de las si guientes circunstancias: 4XH DO PHQRV OD PLWDG GHO FDSLWDO GH OD VRFLHGDG SDUD OD TXH preste sus servicios esté distribuido entre socios, con los que convi va, y a quienes se encuentre unido por vínculo conyugal o de paren WHVFR SRU FRQVDQJXLQLGDG DÀQLGDG R DGRSFLyQ KDVWD HO VHJXQGR grado. 4XHVXSDUWLFLSDFLyQHQHOFDSLWDOVRFLDOVHDLJXDORVXSHULRUDOD tercera parte del mismo. 4XHVXSDUWLFLSDFLyQHQHOFDSLWDOVRFLDOVHDLJXDORVXSHULRUDOD FXDUWDSDUWHGHOPLVPRVLWLHQHDWULEXLGDVIXQFLRQHVGHGLUHFFLyQ\ gerencia de la sociedad. En los supuestos en que no concurran las circunstancias anteriores, OD$GPLQLVWUDFLyQSRGUiGHPRVWUDUSRUFXDOTXLHUPHGLRGHSUXHED que el trabajador dispone de control efectivo de la sociedad. 114 Derecho Mercantil: La ley de Sociedades Profesionales Así, pues, con la vigente regulación de la Ley General de la Seguridad Social, en principio, los profesionales que ejercieran su actividad en el seno de una Sociedad Profesional, no estarían incluidos en el ámbito del Régimen General de la Seguridad Social, y, solo si estos socios tuvieran el control de la Sociedad en la forma indicada, podrían quedar abocados a la inscripción en el Régimen Especial de la Seguridad Social de los Trabajadores Autónomos. Solo restaría, para completar este panorama, examinar si existe alguna norma que obligue a los profesionales que ejercen por cuenta propia VXDÀOLDFLyQDOVLVWHPDS~EOLFRGHOD6HJXULGDG6RFLDO En este punto recordamos que la Ley de Seguridad Social, en una DQWLJXDUHGDFFLyQVRORDGPLWtDODDÀOLDFLyQDO5pJLPHQ(VSHFLDOGHORV Trabajadores Autónomos, a los profesionales por cuenta propia cuyo Colegio o Consejo de Colegios hubiera solicitado la inscripción en bloque y HQIRUPDYLQFXODQWHSDUDWRGRVVXVFROHJLDGRV1RVHDGPLWtDODDÀOLDFLyQ individual. En algunas profesiones sus Colegios ejercieron esta opción HQEORTXH\VXVFRPSRQHQWHVIXHURQDÀOLDGRVDGLFKR5pJLPHQ(VSHFLDO de Autónomos. En otros, especialmente los que estaban dotados de Mutualidades propias que ofrecían este cauce de previsión, nunca optaron por esta posibilidad, y sus colegiados se mantuvieron ajenos al sistema público de la Seguridad Social, cuando ejercía por cuenta propia, o vinculados a Bufetes, Estudios o Despachos en régimen de asociación mercantil o civil. Esta situación cambió al promulgarse en el año 1995 la Ley 30/1995 GHGHQRYLHPEUHGH6XSHUYLVLyQ\2UGHQDFLyQGHORV6HJXURV3ULYDGRV cuya Disposición Adicional decimoquinta, bajo el título de “Integración en la Seguridad Social de los colegiados en Colegios Profesionales”, estableció la obligación de los profesionales que ejercieran por cuenta SURSLDGHHVWDUDÀOLDGRVDO5pJLPHQ(VSHFLDOGHORV7UDEDMDGRUHV$XWynomos, con la excepción, a favor de aquellos colectivos de profesionales que disponían de Mutualidades propias, para que pudieran optar entre 115 ANALES VIII (2005-2007) DÀOLDUVHDO5pJLPHQ(VSHFLDOGH$XWyQRPRVRSHUPDQHFHUHQVX0XWXDlidad. $SDUWLUGHHVWDQRUPDODDÀOLDFLyQDO5pJLPHQ(VSHFLDOGH7UDEDMDGRres Autónomos deja de ser colectiva, y se convierte en individual y como obligación principal. Esta Disposición Adicional dice así: 'HFLPRTXLQWD,QWHJUDFLyQHQOD6HJXULGDG6RFLDOGHORVFROHJLDGRV en Colegios Profesionales. 1. 4XLHQHVHMHU]DQXQDDFWLYLGDGSRUFXHQWDSURSLDHQODVFRQGLFLR nes establecidas por el Decreto 2530/1970, de 20 de agosto (RCL \TXHUHTXLHUDODLQFRUSRUDFLyQDXQFROHJLR3UR fesional cuyo colectivo no hubiera sido integrado el Régimen Espe cial de la Seguridad social de los Trabajadores por Cuenta Propia o $XWyQRPRVVHHQWHQGHUiQLQFOXLGRVHQHOFDPSRGHDSOLFDFLyQGHO PLVPRGHELHQGRVROLFLWDUHQVXFDVRODDÀOLDFLyQ\HQWRGRFDVRHO alta en dicho Régimen en los términos reglamentariamente estableci dos. Si el inicio de la actividad por el profesional colegiado se hubiera producido entre el 10 de noviembre de 1995 y el 31 de diciembre de 1998, el alta en el citado Régimen Especial, de no haber sido exigible con anterioridad a esta última fecha, deberá solicitarse durante el primer trimestre de 1999 y surtirá efectos desde el día primero del mes en que se hubiere formulado la correspondiente solicitud. De no formularse ésta en el mencionado plazo, los efectos de las altas re WUDVDGDVVHUiQORVUHJODPHQWDULDPHQWHHVWDEOHFLGRVÀMiQGRVHFRPR fecha de inicio de la actividad el 1 de enero de 1999. No obstante lo establecido en los párrafos anteriores, quedan exentos GHODREOLJDFLyQGHDOWDHQHO5pJLPHQ(VSHFLDOGHORV7UDEDMDGRUHVSRU &XHQWD3URSLDR$XWyQRPRVORVFROHJLDGRVTXHRSWHQRKXELHUHQRSWD 116 Derecho Mercantil: La ley de Sociedades Profesionales GRSRULQFRUSRUDUVHDOD0XWXDOLGDGGH3UHYLVLyQ6RFLDOTXHSXGLHUD tener establecida el correspondiente Colegio Profesional, siempre que la citada Mutualidad sea alguna de las constituidas con anterioridad al 10 de noviembre de 1995 al ampare del apartado 2 del artículo 1 GHO5HJODPHQWRGH(QWLGDGHVGH3UHYLVLyQ6RFLDODSUREDGRSRUHO5HDO Decreto 2615/1985, de 4 de diciembre (RCL 1986, 115 y 405). Si el interesado, teniendo derecho, no optara por incorporarse a la Mutua OLGDGFRUUHVSRQGLHQWHQRSRGUiHMHUFLWDUGLFKDRSFLyQFRQSRVWHULRUL dad. 2. 4XHGDUiQH[HQWRVGHODREOLJDFLyQGHDOWDSUHYLVWDHQHOSULPHUSi rrafo del apartado anterior los profesionales colegiados que hubieran iniciado su actividad con anterioridad al 10 de noviembre de 1995, cuyos Colegios Profesionales no tuvieran establecida en tal fecha una Mutualidad de las amparadas en el apartado 2 de artículo 1 del citado 5HJODPHQWRGH(QWLGDGHVGH3UHYLVLyQ6RFLDO\TXHQRKXELHUDQVLGR incluidos antes de la citada fecha en el Régimen Especial de los Traba MDGRUHVSRU&XHQWD3URSLDR$XWyQRPRV1RREVWDQWHORVLQWHUHVDGRV podrán voluntariamente optar, por una sola vez y durante 1999, por solicitar el alta en el mencionando Régimen Especial, la cual tendrá efectos desde el día primero del mes en que se formule la solicitud. Los profesionales colegiados que hubieran iniciado su actividad con anterioridad al 10 de noviembre de 1995 y estuvieran integrados en tal fecha en una Mutualidad de las mencionadas en el apartado ante rior, deberán solicitar el alta en dicho Régimen Especial en caso de que decidan no permanecer incorporados en la misma en el momento en TXHVHOOHYHDWpUPLQRODDGDSWDFLyQSUHYHQLGDHQHODSDUWDGRGHOD GLVSRVLFLyQWUDQVLWRULDTXLQWDGHHVWD/H\6LODFLWDGDDGDSWDFLyQKX biese tenido lugar antes del 1 de enero de 1999, mantendrá su validez ODRSFLyQHMHUFLWDGDSRUHOLQWHUHVDGRDODPSDURGHORHVWDEOHFLGRHQOD PHQFLRQDGDGLVSRVLFLyQWUDQVLWRULD(QFXDOTXLHUDGHORVVXSXHVWRV FRQWHPSODGRVHQORVDSDUWDGRVDQWHULRUHVODLQFOXVLyQHQHO5pJLPHQ Especial de la Seguridad Social de los Trabajadores por Cuenta Pro 117 ANALES VIII (2005-2007) SLDR$XWyQRPRVVHOOHYDUiDFDERVLQQHFHVLGDGGHPHGLDUVROLFLWXG SUHYLDGHORVyUJDQRVVXSHULRUHVGHUHSUHVHQWDFLyQGHORVUHVSHFWLYRV Colegios Profesionales. &RPR UHVXPHQ ÀQDO GH HVWD VHFXHOD GH OD DÀOLDFLyQ D OD 6HJXULGDG Social, entendemos que la proyectada Ley de Sociedades Profesionales QRPRGLÀFDHO´VWDWXVµDFWXDOGHORVSURIHVLRQDOHVTXHHMHUFHQSRUFXHQWD propia o los que ejerzan integrados como socios una Sociedad ProfesioQDOORVFXDOHVGHEHUiQVHJXLUHVWDQGRDÀOLDGRVDO5pJLPHQ(VSHFLDOGHOD Seguridad Social de los Trabajadores Autónomos, salvo que hayan ejerciWDGRODRSFLyQSDUDDÀOLDUVHRPDQWHQHUVXDGVFULSFLyQDOD0XWXDOLGDG Profesional de su Colegio, de existir. En todo caso, y en aplicación de la Disposición Adicional 27ª de la Ley General de la Seguridad Social, podría plantearse si los socios de una Sociedad Profesional que tuvieran el control de la misma, deben estar neceVDULDPHQWHDÀOLDGRVDO5pJLPHQ(VSHFLDOGH$XWyQRPRVROHVHVSRVLEOH ejercer la opción a favor de la Mutualidad Profesional de su Colegio. Sería importante que, al promulgarse la Ley, se dejaran claramente HVWDEOHFLGDVODVKLSyWHVLVTXHIRUPXODPRVWDQWRHQODFRQÀUPDFLyQGH la no laboralidad de la relación entre socios de una Sociedad Profesional, como en el mantenimiento de las actuales obligaciones ante el sistema público de la Seguridad Social, respecto a la actual adscripción al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos, o, en su caso, al de la Mutualidad Profesional el Colegio de pertenencia. 118