RECURSOS NATURALES NO RENOVABLES Por considerar de gran actualidad el tema y de notable importancia el contenido de ella, Huellas ofrece a sus lectores el texto completo de la ponencia presentada por el Doctor Guido Nule Amín, durante el I Foro de la Costa Atlántica, realizado en Santa Marta en marzo pasado La realización de este Foro con Ia presencia de importantes y representativas personalidades de diferentes departamentos de la Costa Atlántica bajo el solo estímulo de que en él se analizarían los temas relacionados con sus recursos y los sistemas como se han venido manejando, constituye, por decir lo menos, una inequívoca demostración de que ha madurado en toda nuestra región la idea de la necesidad de mayor autonomía, de mayor capacidad de decisión y en síntesis de llegar a ser los propios responsables de nuestro desarrollo integral. económico y social, no sólo de la región sino del país en general. Sin entrar a definir lo que es el Desarrollo Económico, cabe indicar que este siempre será una función de la cantidad de recursos naturales renovables y no renovables que se posean y de la forma como se planifique su explotación, interrelacionándolos para que se soporten entre, se complementen e induzcan economías diferentes de ellos, y se logre así, prorrogar hacia el futuro la generación de bienes y servicios necesarios para el mejor estar de la sociedad en general. En esta primera exposición haremos planteamientos generales sobre los recursos naturales no renovables que tanta importancia han adquirido en los últimos años, por su valor como base indispensable para el desenvolvimiento Cuando se trata de programar el uso de los recursos naturales no renovables, generalmente seleccionan entre sus posibilidades las que mejor atiendan las necesidades humanas sin olvidar los 17 Huellas Vol. 2 No. 3 Uninorte. Barranquilla pp. 17 - 23 Junio 1981. ISSN 00100-334 aspectos técnicos que los conserven y aún mejoren. Es el caso de cuando se decide sembrar arroz en tierras que también puede utilizarse en ganadería y se las mejora con sistemas de riego, aplicación de abonos, drenaje adecuado, etc., que impidan la erosión y mejoren su fertilidad. El caso anterior, no tan hipotético como veremos más adelante, se refuerza históricamente con lo acontecido en el Chocó, cuando después de muchos años de explotación aurífera, y ahora cuando están casi agotadas sus reservas, sigue siendo de las zonas más menesterosas del país. La explotación de este tipo de recursos crea a su alrededor una economía normalmente estable, por su propio carácter, que puede tener variaciones pero siempre sobre la base de su constante renovación. Bajo esta concepción del problema, analizaremos para su discusión posterior los programas que se han desarrollado alrededor de la explotaci6n e industrialización de los recursos naturales no renovables de la Costa Atlántica, como son el Carbón, el Gas Natural, el Níquel y la Energía Eléctrica, esta última incluida aquí, en cuanto ella, en nuestro caso, depende y dependerá de nuestra reserva de hidrocarburos con la excepción de los desarrollos hidroeléctricos que se hagan en Urrá y la Sierra Nevada. Adicionalmente a lo anterior, haremos alusión a los recursos hídricos, fáunicos y forestales en razón de que los sistemas utilizados para su explotación, particularmente en la Costa, los convertirán en recursos no renovables, si no se toman medidas correctivas Tiene esto que ver con el empobrecimiento de suelos, por su uso antitécnico; con la desaparición de fuentes naturales de agua, como consecuencia de la tala indiscriminada de bosques, y con la extinción de especies animales, por razones similares a las anteriores. Este es el caso de las regiones cafeteras andinas, de las arroberas chinas, de la industria textil en todo el mundo y de la ganadería nuestra, entre otros. En relación con los recursos no renovables sucede, Igualmente, que se desarrollan proyectos, seleccionando previamente su mejor destino, sin embargo es pertinente anotar que la decisión de cual sea el uso de ellos no redunda en beneficios permanentes, y aquí una de las grandes diferencias con los anteriores, para las regiones en donde están, si no se planifican de tal manera su explotación y sus efectos sobre el medio circundante, que provoquen la aparición de otras unidades productivas y la construcción de obras de infraestructura que no dependan ni tengan relación con ellos. A manera de ejemplo, y con el objeto de aclarar lo más posible la idea antes expuesta sobre los efectos de la explotación de recursos no renovables, tomemos el caso del Carbón asumiendo que su producción se destinará exclusivamente a la exportación. Los beneficios para el país como un todo no tendrían ninguna discusión y se, rían tan grandes, que la generación de divisas aseguraría la financiación de las importaciones de equipos y demás bienes y servicios que demandarán los diferentes sectores de la economía nacional para su crecimiento. Pero, ahora bien, si estos sectores en expansión no están en la Costa sino en otras partes del país, porque las correspondientes políticas gubernamentales así lo han propiciado, tendríamos esta región pujante y productora únicamente alrededor de la economía del Carbón y sujeta, por consiguiente, a que al agotarse o desaparecer por alguna otra circunstancia la importancia económica de dicho mineral, quedara sin fuerza motriz y a la zaga del resto del país. En esta ponencia no entraremos a detallar cada uno de los proyectos, ya que será tema de otros; trataremos, en cambio, de medir su impacto en la Costa versus los objetivos que se les han asignado por parte del gobierno central. Después de muchos años de análisis y estudio de posibilidades sobre la explotación del Carbón en el Cerrejón, se suscribió el 17 de Diciembre de 1976 el contrato por el cual se asociaban “Carbones de Colombia S.A.” (Carbocol), empresa comercial e Industrial del estado y la “International Colombian Resources Corporation” (Intercor) empresa privada, con el objeto de ejecutar el proyecto para la explotación de las minas de Carbón, Cerrejón, (zona norte) en el Departamento de la Guajira. Este contrato contempla una duración de 33 años a partir de 1977 utilizando los 10 primeros en estudios y montaje y construcción de las plantas, servicios e infraestructura necesarios, quedando los últimos 23 para la explotación. Se estima que el valor de la totalidad de las obras necesarias para alcanzar una producción de 15 millones de toneladas anuales, será cercana a los US$ 3.000 millones, la cual abarcará construcción de puertos, ferrocarriles, carreteras, planes de vivienda para trabajadores, y los equipos y Seria la consecuencia de no haber utilizado la generación de riqueza resultante de la explotación del Carbón, para impulsar nuevas industrias y nuevas obras que le dieran vida propia y permanente a la Costa y en especial a la Guajira. 18 maquinaria y transporte. Se estima que durante la etapa de construcción se requerirán 8.000 personas y durante la operación del proyecto se generarán 4.000 empleos permanentes directos. preferencial de sus ingresos, por concepto de la explotación carbonífera, calculados en US$ 47.900 millones, en obras de infraestructura, en estímulos a la aparición de nuevas economías y en general de planes que mejoren el nivel de vida regional. De acuerdo con los programas de producción, es decir, 15 millones toneladas año se generarán ingresos durante los 23 años de explotación, deducidos los costos de operación, del orden de los US$ 57.600 millones, de los cuales el 83%, o sean US$ 47.900, será la participación de Carbocol y el Gobierno, todo esto por concepto de regalías, participación contra-actual, utilidades e impuestos. De acuerdo con lo anterior, para efectos de nuestro análisis, dividiremos en dos fases el impacto de este proyecto sobre el país y la región. En primer lugar, la etapa de montaje y construcción en la que, como se dijo antes, se requerirá emplear 8.000 personas e invertir US$ 3.000 millones. En ésta, se ha supuesto que se obtendrán beneficios regionales como son la generación de empleo, la utilización de productos aquí elaborados, etc., es decir se le ha considerado como un nuevo e importantísimo estímulo para la ampliación de las empresas de todo tipo existentes en la Costa, y la aparición de otras; sin embargo, y esta es una de las grandes debilidades que observamos en el manejo de este proyecto, no se ha diseñado un sistema informativo que permita previamente a los empresarios, incluyendo dentro de ellos a los industriales, a los comerciantes, a las universidades, a los colegios y a los institutos de capacitación, etc., su adaptación al nuevo nivel de demanda que causará tan inusual inversión, evitando con eso presiones excesivas sobre la oferta que conduzcan a la inflación de todos los costos y de todos los precios de los productos finales. Todas las obras y objetivos a que hace alusión el Plan de Integración sobre el Carbón son sobre su explotación y uso, como se observa en la siguiente transcripción. A. “Mejorar y optimizar la situación energética colombiana”. B. “Contribuir al crecimiento económico y a la generación de empleo a través del impulso a nuevos proyectos mineros y su posterior utilización industrial”. C. “Desarrollar una importante fuente de divisas”. Para el logro de los objetivos anteriormente señalados se proponen las siguientes estrategias: - Aumentar al máximo posible la participación del carbón en el balance energético nacional. - Impulsar las actividades de exploración y explotación, utilizando para ello estímulos generales y la promoción y ejecución de proyectos específicos. - Apoyar, mediante adecuadas inversiones en infraestructura de transporte y otros mecanismos, el desarrollo de las exportaciones de Carbón. De la anterior manera se planificó el uso del Carbón y, como veremos, la de los demás recursos, es decir, sin considerarlos como potencial de desarrollo regional. En el caso del Níquel, se constituyó también la sociedad encargada de su explotación en Cerromatoso, único yacimiento de ese mineral que se conoce en Colombia. El valor de las obras a realizar será de aproximadamente US$ 340 millones de dólares, generará empleo para unas 1.800 personas y producirá cerca de 20.000 toneladas anuales de ferroníquel. Se estima que el producto de las explotaciones durante los 25 años de vida del proyecto será del orden de US$ 8.600 millones de dólares. Es así como los industriales y los comerciantes de las áreas que se supone recibirán el impacto, después de cuatro años de firmado el contrato, todavía se hacen las más elementales preguntas sobre alcances, incidencias y efectos de esa obra sobre ellos. Debemos hacer mención especial del caso de la fuerza laboral que necesitará vincular la empresa, en el sentido de que por ser especializada en su mayoría, se ha debido iniciar un programa oficial que creará las bases educativas mínimas primero, y las de capacitación técnica después, para que los más próximos vecinos de las minas fueran los lógicos, aunque no únicos, aspirantes a satisfacer tal necesidad. Según las informaciones oficiales, contenidas en el “Boletín de Minas y Energía” y la concepción gubernamental que aparece en el plan de Integración Nacional, ambas sobre el Níquel, se concluye que es el mismo enfoque que se le dio al carbón, es decir, políticas claras de extracción y mercadeo, pero tímidas, si no inexistentes, sobre cómo dirigir sus efectos hacia un cambio estructural La segunda etapa, o sea la de operación de la empresa, además de tener los mismos defectos que anotamos en la fase anterior, tiene otro más grave que consiste en que no hay programas definidos en el Gobierno, que den un uso 19 dentro del marco democrático, en esas áreas mineras. En los dos casos anteriores, analizados de acuerdo con los informes publicados sobre ellos por Gobierno y Contratistas, no se define ningún plan tendiente a que el desarrollo que generen esos productos se produzca y se fortalezca en las regiones donde existen los yacimientos. El aumento de los ingresos nacionales por concepto de estas explotaciones mineras entran indiscriminadamente al conjunto nacional y olvidan, repetimos, que las regiones que poseen esas riquezas deben recibir el mayor porcentaje de ellos para su propio beneficio, entre otras cosas, porque además de que es su propio patrimonio, durante mucho tiempo han estado marginadas, casi totalmente, del presupuesto nacional por la razón contraria y no se entiende que el criterio cambie al distribuir las riquezas, de estos dos departamentos costeños. mundial, que el criterio con el cual se hizo la planeación del beneficio del gas es totalmente extraño a las posibilidades industriales y comerciales de la Costa Atlántica. En el capítulo del Plan de Integración Nacional, correspondiente a este combustible, se plantea la necesidad de ir desplazando su uso en la Costa Atlántica hacia el del Carbón para que al ser liberado, se pueda utilizar en otros fines como se indica inmediatamente: Está claramente expresada en el documento de Planeación, la decisión de llevar el Gas Natural al interior para los mercados de Bogotá, Cali, Medellín y sus áreas de influencia, utilizándolo como combustible y como materia prima en la producción de amoníaco y úrea ya que la localización de la nueva planta promotora de esos fertilizantes “está ligada a la existencia de un gasoducto en el interior del país”. CONSUMO DE GAS Millones de pies cúbicos diarios - 1990 Mínimo Máximo Producción de metanol o de combustibles sintéticos. 77 200 Gasoducto de Occidente. 138 230 70 70 Subtotal 311 648 Exportación de gas natural 180 480 Total 491 1.028 Producción de amoníaco y Déficit área Barranca Otro campo pues, sobre el que, por falta de sistemas de planeación técnica con fundamentas regionales, se desconocen las realidades económicas y sociales de zonas alejadas del centro del país y se insiste en ignorar sus más obvios derechos. Alrededor de la energía eléctrica generada en la Costa Atlántica cabe anotar que se ha cambiado el punto crítico sobre el cual se centraban las discusiones, pasando de la insuficiencia de capacidad instalada para atender los centros urbanos principalmente, a una situación de superávit por los planes de ensanche e interconexión realizados por Corelca. En la actualidad existe un excedente en la capacidad de generación sobre la demanda efectiva en el sistema integrado de aproximadamente 100.000 kv. Para el futuro Corelca ha programado ensanches que podrían atender satisfactoriamente, habiendo siempre un superávit, la demanda del sistema proyectada, teniendo en cuenta el crecimiento de las áreas ya cobijadas más los planes sobre la electrificación rural. Del cuadro anterior y de la lectura de las consideraciones que se hacen sobre dónde deberá instalarse la planta para la producción de amoníaco y úrea, aparecidas en el mismo plan, se concluye fácilmente que, con la excepción de la planta de metanol, la cual es la más difícil de llevar a cabo por los problemas técnicos aún no resueltos a nivel 20 En este campo creemos que se ha hecho una labor positiva, sin embargo, hay que anotar que las áreas rurales y las pequeñas poblaciones alejadas de los centros de consumo mayores, no han recibido la debida atención y la falta de energía en ellos ha hecho más lento su proceso de desarrollo, lo que hace indispensable agilizar los planes de sus electrificación para poder compensar, al menos en parte, los efectos negativos que allí se produjeron como consecuencia de haber desplazado la mayoría de los recursos hacia la solución de los grandes centros. Sin entrar a objetar que los posibles excedentes de energía actuales y futuros del sistema Corelca se envíen al interior al hacerse la interconexión con el sistema central, no podemos pasar por alto que hay un excedente en razón de no estar totalmente la Costa Atlántica atendida eléctricamente. Igualmente, sobre el mismo asunto, debe dejarse claramente establecido que la cantidad de energía a enviar al sistema central será exclusivamente el sobrante y no una cantidad superior que nos devuelva al estado de racionamiento permanente que vivimos durante muchos años en el pasado y por cuya causa se obstaculizó en unos casos, y se impidió totalmente en otros el surgimiento de nuevas industrias en esta región. Dentro de los programas que el Gobierno Central ha diseñado sobre los recursos energéticos hay algo especialmente preocupante y es lo que tiene que ver con su disponibilidad y costo como combustible para generar nuestra energía. Queremos significar, que de aplicarse las altas tasas de extracción de Gas Natural, como las que que se indicaron anteriormente y de incrementarse las correspondientes al Carbón con destino a la exportación, el agotamiento de la primera fuente y la dificultad o mayor costo en la explotación de la segunda, llevaría, necesariamente, al encarecimiento, aún mayor, de las tarifas de la energía térmica. Queda en manos de la Costa velar porque se hagan reservas de los combustibles con destino a la generación eléctrica o se aceleren los programas en Urrá que eviten llegar a un estado de incapacidad competitiva, peor que el que hemos soportado en el pasado y aún soportamos, pero aliviado por la disponibilidad en el presente. Cómo anunciamos al principio de esta exposición, tocaremos los recursos naturales renovables, como son los forestales, los hídricos, los climáticos y los fáunicos, con el objeto de plantear cómo a través de la forma inadecuada, como se han venido explotando, se han deteriorado, y destruido en muchos casos, a tal punto que su renovación resulta una tarea tan gigantesca y tan a largo plazo, si es que acaso es posible en algunos de ellos, que adquieren, para efectos de nuestro análisis, la característica de casi no renovables. En la Costa Atlántica, como en todo el país la explotación forestal se ha llevado a cabo en forma tan irracional, que ese recurso es hoy aquí insignificante, como se observa en la información dada por, Conif y que se muestra en el cuadro anexo. ANALISIS DE LA REALIDAD FORESTAL DE LA COSTA ATLANTICA DEPARTAMENTO ATLANTICO BOLIVAR CORDOBA SUP. TOTAL HAS SUP. CON BOSQUES NAT. HAS. % DE BOSQUE FRENTE AL % DEL PAIS 327.000.oo 10.000.oo 0.02 20.000.oo 2.639.200.oo 850.000.oo 2.3 60.000.oo 2.517.500.oo 600.000.oo 1.3 130.000.oo 2.292.500.oo CESAR MAGDALENA GUAJIRA SUCRE TOTAL AREAS APTAS PARA REFORESTACION 2.377.000.oo 75.000.oo 600.000.oo 1.6 2.018.000.oo 50.000.oo 10.000.oo 1.062.300.oo 35.000.oo 0.09 150.000.oo 13.230.500.oo 1.195.000.oo 5.31% 495.000.oo AREA TOTAL DE BOSQUES DEL PAIS: 36.000.000 HAS AREA TOTAL DELPAIS: 114.000.000 HAS FUENTE: CONIF 21 De acuerdo con estos datos la Costa solamente tiene ya el 5.31% del total de los bosques naturales nacionales, cuando tiene el 12% del área total de la nación. Se agrava esto, si deducimos de las áreas de bosques de la Costa las correspondientes a las Serranías de San Lucas, a la Sierra Nevada de Santa Marta y a los altos del Sinú y San Jorge, que prácticamente conforman la totalidad de los bosques naturales de esta región. destrucción del hábitat natural de las especies animales, es decir, los bosques, aguas, ciénagas, ríos, etc., lleva no sólo a la extinción de las especies, sino al sufrimiento de cambios en ella, que hacen poco posible su subsistencia derivando en la ruptura de la cadena alimenticia, que terminará en la desaparición de otras. Para ahondar sobre el carácter dramático de ese asunto anotamos que en Colombia se están talando aproximadamente 1.000.000 de hectáreas año, de 36 millones que hay en total, cifra abrumadora si se compara con las 6.000 hectáreas anuales que se reforestan. En el caso específico de la Costa Atlántica, habiéndose talado la casi totalidad de sus bosques. Si excluimos áreas de los altos Sinú y del San Jorge, de la Serranía de San Lucas y de la Sierra Nevada en Santa Marta, no queda sino el camino de la conservación absoluta de esas zonas y la iniciación de un programa de reforestación masivo que frene el deterioro de los suelos, revitalice las corrientes naturales de agua y devuelva las condiciones naturales de vida, para que la fauna, aún existente subsista y se fortalezca. Panorámica de la Central Termoeléctrica de Barranquilla En el caso específico de los altos del Sinú, es indispensable lo antes propuesto, si se quiere también desarrollar el proyecto hidroeléctrico de Urrá, lo cual se basará en las fuentes hídricas de esa región, conservables únicamente por las vías de la conservación de bosques y cuencas hidrográficas, Las consecuencias de esta insuficiencia de bosques ha sido la desprotección de la cuenca hidrográfica, y se ha roto el equilibrio natural requerido entre la conservación de aguas, evaporación y precipitación trayendo efectos negativos a la agricultura y la ganadería y al suministro de agua potable de los centros urbanos. Por último debemos indicar alrededor de este tema que los bosques son renovables en cuanto se ejercite una acción de reforestación y de tala racional, para lo cual hay en la Costa áreas bien definidas aptas para esta actividad, como se indica en el cuadro No. 1, las cuales suman 495.000 hectáreas, distribuidas en todos sus departamentos. Otra secuela de lo anterior, no menos grave y tal vez mas difícil de corregir, es el empobrecimiento gradual del suelo, ya que su capa vegetal, antes riquísima, se ha ido reduciendo por la erosión de los vientos y la hídrica laminar, o sea, la ocasionada por la corriente de agua sobre los suelos desprotegidos. Sin creer que hemos agotado todas las razones por las cuales se ha venido deteriorando nuestro suelo, no podemos omitir el relacionado con el uso agrícola inadecuado de ellos, cuando son utilizados en su gran mayoría en el segundo semestre del año, quedando desprotegidos el primer semestre a merced de los vientos y las lluvias, factores altamente erosionantes, en esas circunstancias. Esta tarea dada sus proporciones, hay que emprenderla conjuntamente entre el Gobierno y la empresa privada. El primero ha legislado sobre este asunto, muy positivamente, en cuanto ha creado líneas de créditos y estímulos tributarios especiales, a lo que ya comienza a responder la empresa privada. Pero consideramos la magnitud del área a reforestar, tan inmensa que es insignificante lo que se ha hecho y se requiere una acción decidida del Gobierno Nacional para evitar que sea irreversible el proceso de destrucción de nuestro suelo. Por otro lado, la destrucción de las condiciones naturales que se han indicado antes, como son la de los bosques y agua, han ocasionado conjuntamente con la explotación, igualmente antitécnica, la destrucción de los recursos fáunicos de nuestra región. Aquí el inventario de las especies extinguidas y las que están en proceso de extinción, resultaría largo y por lo conocido innecesario. Hay no obstante que anotar que la Planteadas las anteriores inquietudes sobre los recursos no renovables y algunos renovables sometemos a la consideración del Foro las siguientes conclusiones: 22 1. Para acelerarse, el desarrollo económico y social de la Costa, debe financiarse con base en los beneficios producidos por los proyectos montados sobre sus recursos no renovables. 4. Es indispensable establecer en Colombia un sistema de planeación concertado, es decir, uno en el cual partiendo de la planeación regional se llegue a la nacional. Se elimina de esta manera la aberrante situación actual en la que todas las regiones reciben, sin haber tenido ninguna participación, la indicación de lo que serán en el futuro. 2. Estos beneficios se refieren a los que recibe el Gobierno Central y no a la creación de nuevas cargas impositivas sobre las industrias existentes, los bienes en explotación o sobre las empresas que aparezcan alrededor de ellos, que puedan obstaculizar su desarrollo o hacerles perder su capacidad competitiva. Nuestra planeación debe considerar que los recursos naturales no renovables, por su temporalidad y, al mismo tiempo, por su gran valor económico, tendrán que ser la base para la implantación de sistemas científicos de explotación de los otros, para conservarlos, aumentar su productividad y ampliar sus fronteras. 3. Utilizando medios previstos en el Plan de Nacional deberán promoverse Integración corporaciones regionales autónomas así: a) Unas propias de cada departamento o municipio y manejadas por ellos que busquen sus óptimos resultados económicos y sociales derivados de la utilización técnica de las regalías que obtengan por concepto de las explotación de sus minas. Dentro de estos últimos hay que prestar atención especial e inmediata a los que hemos hecho referencia, mediante planes de reforestación y de uso técnico de nuestras tierras. Es inaplazable, en este campo, la acción técnica, dirigida a través de la programación regional que realmente considere las ventajas y desventajas propias. b) Creación de una corporación del mismo tipo que abarque toda la Costa Atlántica con el objeto de canalizar fondos de presupuesto nacional y provenientes de los que resultaren de la explotación del Carbón, el Níquel, y el Gas Natural, con el objeto de llevar a cabo proyectos específicos diferentes de los recursos no renovables. 5. Es de vital importancia diseñar políticas sobre extracción e industria de los recursos naturales no renovables, que conduzcan hacia la racionalización de su uso, especialmente en los casos del Gas Natural y el Carbón. Debe insistirse en que el cambio de los usos actuales, particularmente en el caso del Gas, debe conducir fundamentalmente a su industrialización en la Costa. La base y justificación de esta última corporación es la de que frente a los recursos no renovables, básicamente ubicados en la Guajira, Córdoba y el Cesar, el resto de la Costa Atlántica posee otro tipo de recurso que con el apoyo de los antes mencionados, podrá proyectar hacia un futuro infinitamente superior el desarrollo general y equilibrado de la región. 6. Por último, queremos indicar nuestro convencimiento absoluto de que, haciendo caso omiso del tipo de organismo que se escoja, solo mediante la Planeación Regional y la capacidad de manejo de nuestros recursos, proyectándolos hacia un futuro propio que sobrepase el tiempo de su agotamiento, evitaremos repetir, con David Sánchez Juliao, aquello de : “Cuando Coveñas era Coveñas”, en los casos del Cerrejón, Cerromatoso y, en general de la Costa Atlántica cuando se extingan sus riquezas. Igualmente por este medio, se logrará que el nuevo torrente de beneficios producidos por la exportación y otros usos de los recursos no renovables, no se lleve, sin ningún sentido ni conciencia de las necesidades regionales, al presupuesto nacional. 23