RECURSOS NATURALES NO RENOVABLES

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RECURSOS NATURALES
NO RENOVABLES
Por considerar de gran actualidad el tema y de notable
importancia el contenido de ella, Huellas ofrece a sus
lectores el texto completo de la ponencia presentada por el
Doctor Guido Nule Amín, durante el I Foro de la Costa
Atlántica, realizado en Santa Marta en marzo pasado
La realización de este Foro con Ia presencia de
importantes y representativas personalidades de
diferentes departamentos de la Costa Atlántica bajo
el solo estímulo de que en él se analizarían los
temas relacionados con sus recursos y los sistemas
como se han venido manejando, constituye, por
decir lo menos, una inequívoca demostración de
que ha madurado en toda nuestra región la idea de
la necesidad de mayor autonomía, de mayor
capacidad de decisión y en síntesis de llegar a ser
los propios responsables de nuestro desarrollo
integral.
económico y social, no sólo de la región sino del
país en general.
Sin entrar a definir lo que es el Desarrollo
Económico, cabe indicar que este siempre será una
función de la cantidad de recursos naturales
renovables y no renovables que se posean y de la
forma como se planifique su explotación,
interrelacionándolos para que se soporten entre, se
complementen e induzcan economías diferentes de
ellos, y se logre así, prorrogar hacia el futuro la
generación de bienes y servicios necesarios para el
mejor estar de la sociedad en general.
En
esta
primera
exposición
haremos
planteamientos generales sobre los recursos
naturales no renovables que tanta importancia han
adquirido en los últimos años, por su valor como
base indispensable para el desenvolvimiento
Cuando se trata de programar el uso de los
recursos naturales no renovables, generalmente
seleccionan entre sus posibilidades las que mejor
atiendan las necesidades humanas sin olvidar los
17
Huellas Vol. 2 No. 3 Uninorte. Barranquilla
pp. 17 - 23 Junio 1981. ISSN 00100-334
aspectos técnicos que los conserven y aún
mejoren. Es el caso de cuando se decide sembrar
arroz en tierras que también puede utilizarse en
ganadería y se las mejora con sistemas de riego,
aplicación de abonos, drenaje adecuado, etc., que
impidan la erosión y mejoren su fertilidad.
El caso anterior, no tan hipotético como veremos
más adelante, se refuerza históricamente con lo
acontecido en el Chocó, cuando después de
muchos años de explotación aurífera, y ahora
cuando están casi agotadas sus reservas, sigue
siendo de las zonas más menesterosas del país.
La explotación de este tipo de recursos crea a su
alrededor una economía normalmente estable, por
su propio carácter, que puede tener variaciones
pero siempre sobre la base de su constante
renovación.
Bajo esta concepción del problema, analizaremos
para su discusión posterior los programas que se
han desarrollado alrededor de la explotaci6n e
industrialización de los recursos naturales no
renovables de la Costa Atlántica, como son el
Carbón, el Gas Natural, el Níquel y la Energía
Eléctrica, esta última incluida aquí, en cuanto ella,
en nuestro caso, depende y dependerá de nuestra
reserva de hidrocarburos con la excepción de los
desarrollos hidroeléctricos que se hagan en Urrá y
la Sierra Nevada. Adicionalmente a lo anterior,
haremos alusión a los recursos hídricos, fáunicos y
forestales en razón de que los sistemas utilizados
para su explotación, particularmente en la Costa,
los convertirán en recursos no renovables, si no se
toman medidas correctivas Tiene esto que ver con
el empobrecimiento de suelos, por su uso
antitécnico; con la desaparición de fuentes
naturales de agua, como consecuencia de la tala
indiscriminada de bosques, y con la extinción de
especies animales, por razones similares a las
anteriores.
Este es el caso de las regiones cafeteras andinas,
de las arroberas chinas, de la industria textil en
todo el mundo y de la ganadería nuestra, entre
otros.
En relación con los recursos no renovables sucede,
Igualmente, que se desarrollan proyectos,
seleccionando previamente su mejor destino, sin
embargo es pertinente anotar que la decisión de
cual sea el uso de ellos no redunda en beneficios
permanentes, y aquí una de las grandes diferencias
con los anteriores, para las regiones en donde
están, si no se planifican de tal manera su
explotación y sus efectos sobre el medio
circundante, que provoquen la aparición de otras
unidades productivas y la construcción de obras de
infraestructura que no dependan ni tengan relación
con ellos. A manera de ejemplo, y con el objeto de
aclarar lo más posible la idea antes expuesta sobre
los efectos de la explotación de recursos no
renovables, tomemos el caso del Carbón
asumiendo que su producción se destinará
exclusivamente a la exportación. Los beneficios
para el país como un todo no tendrían ninguna
discusión y se, rían tan grandes, que la generación
de divisas aseguraría la financiación de las
importaciones de equipos y demás bienes y
servicios que demandarán los diferentes sectores
de la economía nacional para su crecimiento. Pero,
ahora bien, si estos sectores en expansión no
están en la Costa sino en otras partes del país,
porque
las
correspondientes
políticas
gubernamentales así lo han propiciado, tendríamos
esta región pujante y productora únicamente
alrededor de la economía del Carbón y sujeta, por
consiguiente, a que al agotarse o desaparecer por
alguna otra circunstancia la importancia económica
de dicho mineral, quedara sin fuerza motriz y a la
zaga del resto del país.
En esta ponencia no entraremos a detallar cada
uno de los proyectos, ya que será tema de otros;
trataremos, en cambio, de medir su impacto en la
Costa versus los objetivos que se les han asignado
por parte del gobierno central.
Después de muchos años de análisis y estudio de
posibilidades sobre la explotación del Carbón en el
Cerrejón, se suscribió el 17 de Diciembre de 1976
el contrato por el cual se asociaban “Carbones de
Colombia S.A.” (Carbocol), empresa comercial e
Industrial del estado y la “International Colombian
Resources Corporation” (Intercor) empresa privada,
con el objeto de ejecutar el proyecto para la
explotación de las minas de Carbón, Cerrejón,
(zona norte) en el Departamento de la Guajira. Este
contrato contempla una duración de 33 años a
partir de 1977 utilizando los 10 primeros en
estudios y montaje y construcción de las plantas,
servicios e infraestructura necesarios, quedando los
últimos 23 para la explotación.
Se estima que el valor de la totalidad de las obras
necesarias para alcanzar una producción de 15
millones de toneladas anuales, será cercana a los
US$ 3.000 millones, la cual abarcará construcción
de puertos, ferrocarriles, carreteras, planes de
vivienda para trabajadores, y los equipos y
Seria la consecuencia de no haber utilizado la
generación de riqueza resultante de la explotación
del Carbón, para impulsar nuevas industrias y
nuevas obras que le dieran vida propia y
permanente a la Costa y en especial a la Guajira.
18
maquinaria y transporte. Se estima que durante la
etapa de construcción se requerirán 8.000
personas y durante la operación del proyecto se
generarán 4.000 empleos permanentes directos.
preferencial de sus ingresos, por concepto de la
explotación carbonífera, calculados en US$ 47.900
millones, en obras de infraestructura, en estímulos
a la aparición de nuevas economías y en general
de planes que mejoren el nivel de vida regional.
De acuerdo con los programas de producción, es
decir, 15 millones toneladas año se generarán
ingresos durante los 23 años de explotación,
deducidos los costos de operación, del orden de los
US$ 57.600 millones, de los cuales el 83%, o sean
US$ 47.900, será la participación de Carbocol y el
Gobierno, todo esto por concepto de regalías,
participación contra-actual, utilidades e impuestos.
De acuerdo con lo anterior, para efectos de nuestro
análisis, dividiremos en dos fases el impacto de
este proyecto sobre el país y la región. En primer
lugar, la etapa de montaje y construcción en la que,
como se dijo antes, se requerirá emplear 8.000
personas e invertir US$ 3.000 millones. En ésta, se
ha supuesto que se obtendrán beneficios
regionales como son la generación de empleo, la
utilización de productos aquí elaborados, etc., es
decir se le ha considerado como un nuevo e
importantísimo estímulo para la ampliación de las
empresas de todo tipo existentes en la Costa, y la
aparición de otras; sin embargo, y esta es una de
las grandes debilidades que observamos en el
manejo de este proyecto, no se ha diseñado un
sistema informativo que permita previamente a los
empresarios, incluyendo dentro de ellos a los
industriales,
a
los
comerciantes,
a
las
universidades, a los colegios y a los institutos de
capacitación, etc., su adaptación al nuevo nivel de
demanda que causará tan inusual inversión,
evitando con eso presiones excesivas sobre la
oferta que conduzcan a la inflación de todos los
costos y de todos los precios de los productos
finales.
Todas las obras y objetivos a que hace alusión el
Plan de Integración sobre el Carbón son sobre su
explotación y uso, como se observa en la siguiente
transcripción.
A. “Mejorar y optimizar la situación energética
colombiana”.
B. “Contribuir al crecimiento económico y a la
generación de empleo a través del impulso a
nuevos proyectos mineros y su posterior utilización
industrial”.
C. “Desarrollar una importante fuente de divisas”.
Para el logro de los objetivos anteriormente
señalados se proponen las siguientes estrategias:
- Aumentar al máximo posible la participación del
carbón en el balance energético nacional.
- Impulsar las actividades de exploración y
explotación, utilizando para ello estímulos
generales y la promoción y ejecución de proyectos
específicos.
- Apoyar, mediante adecuadas inversiones en
infraestructura de transporte y otros mecanismos, el
desarrollo de las exportaciones de Carbón.
De la anterior manera se planificó el uso del Carbón
y, como veremos, la de los demás recursos, es
decir, sin considerarlos como potencial de
desarrollo regional. En el caso del Níquel, se
constituyó también la sociedad encargada de su
explotación en Cerromatoso, único yacimiento de
ese mineral que se conoce en Colombia. El valor
de las obras a realizar será de aproximadamente
US$ 340 millones de dólares, generará empleo
para unas 1.800 personas y producirá cerca de
20.000 toneladas anuales de ferroníquel. Se estima
que el producto de las explotaciones durante los 25
años de vida del proyecto será del orden de US$
8.600 millones de dólares.
Es así como los industriales y los comerciantes de
las áreas que se supone recibirán el impacto,
después de cuatro años de firmado el contrato,
todavía se hacen las más elementales preguntas
sobre alcances, incidencias y efectos de esa obra
sobre ellos. Debemos hacer mención especial del
caso de la fuerza laboral que necesitará vincular la
empresa, en el sentido de que por ser
especializada en su mayoría, se ha debido iniciar
un programa oficial que creará las bases
educativas mínimas primero, y las de capacitación
técnica después, para que los más próximos
vecinos de las minas fueran los lógicos, aunque no
únicos, aspirantes a satisfacer tal necesidad.
Según las informaciones oficiales, contenidas en el
“Boletín de Minas y Energía” y la concepción
gubernamental que aparece en el plan de
Integración Nacional, ambas sobre el Níquel, se
concluye que es el mismo enfoque que se le dio al
carbón, es decir, políticas claras de extracción y
mercadeo, pero tímidas, si no inexistentes, sobre
cómo dirigir sus efectos hacia un cambio estructural
La segunda etapa, o sea la de operación de la
empresa, además de tener los mismos defectos
que anotamos en la fase anterior, tiene otro más
grave que consiste en que no hay programas
definidos en el Gobierno, que den un uso
19
dentro del marco democrático, en esas áreas
mineras.
En los dos casos anteriores, analizados de acuerdo
con los informes publicados sobre ellos por
Gobierno y Contratistas, no se define ningún plan
tendiente a que el desarrollo que generen esos
productos se produzca y se fortalezca en las
regiones donde existen los yacimientos. El aumento
de los ingresos nacionales por concepto de estas
explotaciones mineras entran indiscriminadamente
al conjunto nacional y olvidan, repetimos, que las
regiones que poseen esas riquezas deben recibir el
mayor porcentaje de ellos para su propio beneficio,
entre otras cosas, porque además de que es su
propio patrimonio, durante mucho tiempo han
estado
marginadas,
casi
totalmente,
del
presupuesto nacional por la razón contraria y no se
entiende que el criterio cambie al distribuir las
riquezas, de estos dos departamentos costeños.
mundial, que el criterio con el cual se hizo la
planeación del beneficio del gas es totalmente
extraño a las posibilidades industriales y
comerciales de la Costa Atlántica.
En el capítulo del Plan de Integración Nacional,
correspondiente a este combustible, se plantea la
necesidad de ir desplazando su uso en la Costa
Atlántica hacia el del Carbón para que al ser
liberado, se pueda utilizar en otros fines como se
indica inmediatamente:
Está claramente expresada en el documento de
Planeación, la decisión de llevar el Gas Natural al
interior para los mercados de Bogotá, Cali, Medellín
y sus áreas de influencia, utilizándolo como
combustible y como materia prima en la producción
de amoníaco y úrea ya que la localización de la
nueva planta promotora de esos fertilizantes “está
ligada a la existencia de un gasoducto en el interior
del país”.
CONSUMO DE GAS
Millones de pies cúbicos diarios - 1990
Mínimo
Máximo
Producción de
metanol o de
combustibles
sintéticos.
77
200
Gasoducto de
Occidente.
138
230
70
70
Subtotal
311
648
Exportación
de gas natural
180
480
Total
491
1.028
Producción de
amoníaco y Déficit
área Barranca
Otro campo pues, sobre el que, por falta de
sistemas de planeación técnica con fundamentas
regionales, se desconocen las realidades
económicas y sociales de zonas alejadas del centro
del país y se insiste en ignorar sus más obvios
derechos.
Alrededor de la energía eléctrica generada en la
Costa Atlántica cabe anotar que se ha cambiado el
punto crítico sobre el cual se centraban las
discusiones, pasando de la insuficiencia de
capacidad instalada para atender los centros
urbanos principalmente, a una situación de
superávit por los planes de ensanche e
interconexión realizados por Corelca.
En la actualidad existe un excedente en la
capacidad de generación sobre la demanda
efectiva
en
el
sistema
integrado
de
aproximadamente 100.000 kv. Para el futuro
Corelca ha programado ensanches que podrían
atender satisfactoriamente, habiendo siempre un
superávit, la demanda del sistema proyectada,
teniendo en cuenta el crecimiento de las áreas ya
cobijadas más los planes sobre la electrificación
rural.
Del cuadro anterior y de la lectura de las
consideraciones que se hacen sobre dónde deberá
instalarse la planta para la producción de amoníaco
y úrea, aparecidas en el mismo plan, se concluye
fácilmente que, con la excepción de la planta de
metanol, la cual es la más difícil de llevar a cabo
por los problemas técnicos aún no resueltos a nivel
20
En este campo creemos que se ha hecho una labor
positiva, sin embargo, hay que anotar que las áreas
rurales y las pequeñas poblaciones alejadas de los
centros de consumo mayores, no han recibido la
debida atención y la falta de energía en ellos ha
hecho más lento su proceso de desarrollo, lo que
hace indispensable agilizar los planes de sus
electrificación para poder compensar, al menos en
parte, los efectos negativos que allí se produjeron
como consecuencia de haber desplazado la
mayoría de los recursos hacia la solución de los
grandes centros. Sin entrar a objetar que los
posibles excedentes de energía actuales y futuros
del sistema Corelca se envíen al interior al hacerse
la interconexión con el sistema central, no podemos
pasar por alto que hay un excedente en razón de
no estar totalmente la Costa Atlántica atendida
eléctricamente. Igualmente, sobre el mismo asunto,
debe dejarse claramente establecido que la
cantidad de energía a enviar al sistema central será
exclusivamente el sobrante y no una cantidad
superior que nos devuelva al estado de
racionamiento permanente que vivimos durante
muchos años en el pasado y por cuya causa se
obstaculizó en unos casos, y se impidió totalmente
en otros el surgimiento de nuevas industrias en esta
región. Dentro de los programas que el Gobierno
Central ha diseñado sobre los recursos energéticos
hay algo especialmente preocupante y es lo que
tiene que ver con su disponibilidad y costo como
combustible para generar nuestra energía.
Queremos significar, que de aplicarse las altas
tasas de extracción de Gas Natural, como las que
que se indicaron anteriormente y de incrementarse
las correspondientes al Carbón con destino a la
exportación, el agotamiento de la primera fuente y
la dificultad o mayor costo en la explotación de la
segunda,
llevaría,
necesariamente,
al
encarecimiento, aún mayor, de las tarifas de la
energía térmica.
Queda en manos de la Costa velar porque se
hagan reservas de los combustibles con destino a
la generación eléctrica o se aceleren los programas
en Urrá que eviten llegar a un estado de
incapacidad competitiva, peor que el que hemos
soportado en el pasado y aún soportamos, pero
aliviado por la disponibilidad en el presente. Cómo
anunciamos al principio de esta exposición,
tocaremos los recursos naturales renovables, como
son los forestales, los hídricos, los climáticos y los
fáunicos, con el objeto de plantear cómo a través
de la forma inadecuada, como se han venido
explotando, se han deteriorado, y destruido en
muchos casos, a tal punto que su renovación
resulta una tarea tan gigantesca y tan a largo plazo,
si es que acaso es posible en algunos de ellos,
que adquieren, para efectos de nuestro
análisis, la característica de casi no renovables.
En la Costa Atlántica, como en todo el país la
explotación forestal se ha llevado a cabo en forma
tan irracional, que ese recurso es hoy aquí
insignificante, como se observa en la información
dada por, Conif y que se muestra en el cuadro
anexo.
ANALISIS DE LA REALIDAD FORESTAL DE LA COSTA ATLANTICA
DEPARTAMENTO
ATLANTICO
BOLIVAR
CORDOBA
SUP. TOTAL HAS
SUP. CON BOSQUES
NAT. HAS.
% DE BOSQUE FRENTE
AL % DEL PAIS
327.000.oo
10.000.oo
0.02
20.000.oo
2.639.200.oo
850.000.oo
2.3
60.000.oo
2.517.500.oo
600.000.oo
1.3
130.000.oo
2.292.500.oo
CESAR
MAGDALENA
GUAJIRA
SUCRE
TOTAL
AREAS APTAS PARA
REFORESTACION
2.377.000.oo
75.000.oo
600.000.oo
1.6
2.018.000.oo
50.000.oo
10.000.oo
1.062.300.oo
35.000.oo
0.09
150.000.oo
13.230.500.oo
1.195.000.oo
5.31%
495.000.oo
AREA TOTAL DE BOSQUES DEL PAIS: 36.000.000 HAS
AREA TOTAL DELPAIS: 114.000.000 HAS
FUENTE: CONIF
21
De acuerdo con estos datos la Costa solamente
tiene ya el 5.31% del total de los bosques naturales
nacionales, cuando tiene el 12% del área total de la
nación. Se agrava esto, si deducimos de las áreas
de bosques de la Costa las correspondientes a las
Serranías de San Lucas, a la Sierra Nevada de
Santa Marta y a los altos del Sinú y San Jorge, que
prácticamente conforman la totalidad de los
bosques naturales de esta región.
destrucción del hábitat natural de las especies
animales, es decir, los bosques, aguas, ciénagas,
ríos, etc., lleva no sólo a la extinción de las
especies, sino al sufrimiento de cambios en ella,
que hacen poco posible su subsistencia derivando
en la ruptura de la cadena alimenticia, que
terminará en la desaparición de otras. Para ahondar
sobre el carácter dramático de ese asunto
anotamos que en Colombia se están talando
aproximadamente 1.000.000 de hectáreas año, de
36 millones que hay en total, cifra abrumadora si se
compara con las 6.000 hectáreas anuales que se
reforestan. En el caso específico de la Costa
Atlántica, habiéndose talado la casi totalidad de sus
bosques. Si excluimos áreas de los altos Sinú y del
San Jorge, de la Serranía de San Lucas y de la
Sierra Nevada en Santa Marta, no queda sino el
camino de la conservación absoluta de esas zonas
y la iniciación de un programa de reforestación
masivo que frene el deterioro de los suelos,
revitalice las corrientes naturales de agua y
devuelva las condiciones naturales de vida, para
que la fauna, aún existente subsista y se fortalezca.
Panorámica de la Central Termoeléctrica de Barranquilla
En el caso específico de los altos del Sinú, es
indispensable lo antes propuesto, si se quiere
también desarrollar el proyecto hidroeléctrico de
Urrá, lo cual se basará en las fuentes hídricas de
esa región, conservables únicamente por las vías
de la conservación de bosques y cuencas
hidrográficas,
Las consecuencias de esta insuficiencia de
bosques ha sido la desprotección de la cuenca
hidrográfica, y se ha roto el equilibrio natural
requerido entre la conservación de aguas,
evaporación y precipitación trayendo efectos
negativos a la agricultura y la ganadería y al
suministro de agua potable de los centros urbanos.
Por último debemos indicar alrededor de este tema
que los bosques son renovables en cuanto se
ejercite una acción de reforestación y de tala
racional, para lo cual hay en la Costa áreas bien
definidas aptas para esta actividad, como se indica
en el cuadro No. 1, las cuales suman 495.000
hectáreas,
distribuidas
en
todos
sus
departamentos.
Otra secuela de lo anterior, no menos grave y tal
vez mas difícil de corregir, es el empobrecimiento
gradual del suelo, ya que su capa vegetal, antes
riquísima, se ha ido reduciendo por la erosión de
los vientos y la hídrica laminar, o sea, la ocasionada
por la corriente de agua sobre los suelos
desprotegidos. Sin creer que hemos agotado todas
las razones por las cuales se ha venido
deteriorando nuestro suelo, no podemos omitir el
relacionado con el uso agrícola inadecuado de
ellos, cuando son utilizados en su gran mayoría en
el segundo semestre del año, quedando
desprotegidos el primer semestre a merced de los
vientos y las lluvias, factores altamente
erosionantes, en esas circunstancias.
Esta tarea dada sus proporciones, hay que
emprenderla conjuntamente entre el Gobierno y la
empresa privada. El primero ha legislado sobre
este asunto, muy positivamente, en cuanto ha
creado líneas de créditos y estímulos tributarios
especiales, a lo que ya comienza a responder la
empresa privada. Pero consideramos la magnitud
del área a reforestar, tan inmensa que es
insignificante lo que se ha hecho y se requiere una
acción decidida del Gobierno Nacional para evitar
que sea irreversible el proceso de destrucción de
nuestro suelo.
Por otro lado, la destrucción de las condiciones
naturales que se han indicado antes, como son la
de los bosques y agua, han ocasionado
conjuntamente con la explotación, igualmente
antitécnica, la destrucción de los recursos fáunicos
de nuestra región. Aquí el inventario de las
especies extinguidas y las que están en proceso de
extinción, resultaría largo y por lo conocido
innecesario. Hay no obstante que anotar que la
Planteadas las anteriores inquietudes sobre los
recursos no renovables y algunos renovables
sometemos a la consideración del Foro las
siguientes conclusiones:
22
1. Para acelerarse, el desarrollo económico y
social de la Costa, debe financiarse con base en los
beneficios producidos por los proyectos montados
sobre sus recursos no renovables.
4. Es indispensable establecer en Colombia un
sistema de planeación concertado, es decir, uno en
el cual partiendo de la planeación regional se llegue
a la nacional. Se elimina de esta manera la
aberrante situación actual en la que todas las
regiones reciben, sin haber tenido ninguna
participación, la indicación de lo que serán en el
futuro.
2. Estos beneficios se refieren a los que recibe el
Gobierno Central y no a la creación de nuevas
cargas impositivas sobre las industrias existentes,
los bienes en explotación o sobre las empresas que
aparezcan alrededor de ellos, que puedan
obstaculizar su desarrollo o hacerles perder su
capacidad competitiva.
Nuestra planeación debe considerar que los
recursos naturales no renovables, por su
temporalidad y, al mismo tiempo, por su gran valor
económico, tendrán que ser la base para la
implantación de sistemas científicos de explotación
de los otros, para conservarlos, aumentar su
productividad y ampliar sus fronteras.
3. Utilizando medios previstos en el Plan de
Nacional
deberán
promoverse
Integración
corporaciones regionales autónomas así:
a) Unas propias de cada departamento o municipio
y manejadas por ellos que busquen sus óptimos
resultados económicos y sociales derivados de la
utilización técnica de las regalías que obtengan por
concepto de las explotación de sus minas.
Dentro de estos últimos hay que prestar atención
especial e inmediata a los que hemos hecho
referencia, mediante planes de reforestación y de
uso técnico de nuestras tierras. Es inaplazable, en
este campo, la acción técnica, dirigida a través de
la programación regional que realmente considere
las ventajas y desventajas propias.
b) Creación de una corporación del mismo tipo que
abarque toda la Costa Atlántica con el objeto de
canalizar fondos de presupuesto nacional y
provenientes de los que resultaren de la
explotación del Carbón, el Níquel, y el Gas Natural,
con el objeto de llevar a cabo proyectos específicos
diferentes de los recursos no renovables.
5. Es de vital importancia diseñar políticas sobre
extracción e industria de los recursos naturales no
renovables, que conduzcan hacia la racionalización
de su uso, especialmente en los casos del Gas
Natural y el Carbón. Debe insistirse en que el
cambio de los usos actuales, particularmente en el
caso del Gas, debe conducir fundamentalmente a
su industrialización en la Costa.
La base y justificación de esta última corporación
es la de que frente a los recursos no renovables,
básicamente ubicados en la Guajira, Córdoba y el
Cesar, el resto de la Costa Atlántica posee otro tipo
de recurso que con el apoyo de los antes
mencionados, podrá proyectar hacia un futuro
infinitamente superior el desarrollo general y
equilibrado de la región.
6. Por último, queremos indicar nuestro
convencimiento absoluto de que, haciendo caso
omiso del tipo de organismo que se escoja, solo
mediante la Planeación Regional y la capacidad de
manejo de nuestros recursos, proyectándolos hacia
un futuro propio que sobrepase el tiempo de su
agotamiento, evitaremos repetir, con David
Sánchez Juliao, aquello de : “Cuando Coveñas era
Coveñas”, en los casos del Cerrejón, Cerromatoso
y, en general de la Costa Atlántica cuando se
extingan sus riquezas.
Igualmente por este medio, se logrará que el nuevo
torrente de beneficios producidos por la exportación
y otros usos de los recursos no renovables, no se
lleve, sin ningún sentido ni conciencia de las
necesidades regionales, al presupuesto nacional.
23
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