IMPRIMIR 24.05.2005 Clarín.com Tecnología Imprimir Las grandes empresas de “comida rápida” contratan a expertos en comida saludable Los problemas de obesidad y de enfermedades ligadas con las dietas mueven a las grandes empresas de alimentación a contratar especialistas en hábitos saludables. Buscan evitar crecientes problemas legales y, de paso, se libran de unos cuántos críticos. Por: Melanie Warner Desde hace 28 años, el doctor Dean Ornish viene intentando persuadir a la gente para que coma más sano. En sus cinco libros defiende las dietas con bajo contenido de grasas y fue uno de los primeros investigadores en demostrar que la comida sana puede revertir enfermedades crónicas, particularmente las enfermedades cardíacas. Uno de los consejos que les da a sus pacientes es que tienen que comer mucha verdura y alimentos poco procesados y evitar todo lo que contenga grasas. El Dr. Ornish también trabaja para la McDonald’s Corporation. Como consultor pago, se reúne con los altos ejecutivos de la empresa, les da charlas a los empleados y recientemente escribió consejos nutricionales sobre dieta y cáncer de mama que se presentaron en todos los locales de McDonald’s en Estados Unidos. No es el único que recorre esta frontera entre la ciencia y el comercio. En los últimos dos años, por lo menos dos docenas de reconocidos científicos y expertos en alimentación empezaron a trabajar para grandes compañías de alimentos, ya sea como consultores o como miembros de las juntas de asesoramiento en el área de salud. Frente a la creciente preocupación por las altas tasas de obesidad en Estados Unidos y al surgimiento de enfermedades relacionadas con la dieta, las compañías de alimentos empezaron a recibir un mayor escrutinio por parte del Congreso norteamericano y se enfrentan a amenazas de potenciales litigios legales. En respuesta a esto, las empresas diseñaron iniciativas de “salud y bienestar”. Y compañías como McDonald’s, Kraft, PepsiCo y Coca-Cola Company crearon juntas de asesores. De esta manera, incluyeron en la nómina de empleados a personas que, de no estar allí, serían críticos acérrimos. Algunos críticos sostienen que trabajar para una gran corporación de alimentos compromete la credibilidad de la investigación de los científicos y los convierte en una especie de representantes part-time de las empresas. Dicen que las juntas de asesoramiento y el respaldo tácito de los gurúes de la salud ayudan a las compañías a mejorar su imagen y a vender productos que inspiran un cambio. “Estas empresas pueden decir ‘toda esta gente importante que se preocupa por la salud trabaja para nosotros’ y eso calma de alguna manera el debate”, dijo Marion Nestle, profesora de nutrición en la Universidad de Nueva York. “Pero lo único que logran es que la comida chatarra sea marginalmente más sana”. Sin embargo, los científicos que trabajan para las compañías de alimentos esperan mejorar la dieta norteamericana desde adentro. El Dr. Ornish, que es presidente y director del Instituto de Investigación de Medicina Preventiva, con sede en Sausalito, California, y estudia los efectos de la dieta y el estilo de vida en la salud y las enfermedades, dice que quiere ayudar a que McDonald’s se convierta en una compañía más sana. “Muchos colegas al principio se asombraron con mi decisión, pero ahora la ven como una extensión lógica de lo que vine haciendo toda mi carrera”, dijo el Dr. Ornish, que también trabaja para PepsiCo y ConAgra Foods. “Es una excelente plataforma para cambiar las cosas”. A veces el nombre de un científico aparece en un paquete de comida. Por ejemplo, en los paquetes de papas fritas Lay’s figuran consejos del experto en fitness Kenneth H. Cooper. Otras veces un científico aparece en un material de marketing. El Dr. George L. Blackburn, director del Centro para el Estudio de la Medicina de la Alimentación de la Facultad de Medicina de Harvard y un prominente investigador sobre cuestiones vinculadas a la obesidad, renunció al consejo de asesores de McDonald’s hace dos meses. Dijo que se fue porque lo había desilusionado que McDonald’s no hubiera incorporado sus recomendaciones en la reciente campaña “Estilos de vida balanceados”. “Nuestro mensaje aquí en el centro tiene tres ejes: reducir las calorías, comer alimentos de calidad y hacer ejercicio”,dijo el Dr. Blackburn. “Los primeros dos mensajes caían en sacos rotos”. Los ejecutivos de McDonald’s dijeron sentirse sorprendidos por la renuncia del Dr. Blackburn y manifestaron su compromiso de cambiar el menú y alentar hábitos de alimentación más saludables entre sus clientes. Otros miembros del consejo de asesores de McDonald’s están dispuestos a apelar a la paciencia. “Estamos yendo lentamente, pero también estamos dando pasos efectivos”, dijo el Dr. Denis M. Bier, director del Centro de Investigación Infantil en la Facultad de Medicina Baylor y miembro del consejo de McDonald’s. El Dr. Bier dijo que él y otros miembros del consejo estaban alentando a McDonald’s a incorporar frutas y verduras en el menú. El Dr. Ornish sostiene que los detractores no le dan suficiente crédito a las compañías de alimentos. “Es muy fácil ser purista y demonizar las cosas, pero a medida que pasan los años me doy cuenta de que la vida tiene tonalidades de gris”, dijo. “¿Estas compañías se están moviendo con la rapidez que me gustaría? Por supuesto que no. Pero se están moviendo mucho más rápido de lo que hubiera creído posible”. © The New York Times Traducción de Claudia Martínez. http://www.clarin.com/diario/2005/05/24/conexiones/t-982118.htm Imprimir Copyright 1996-2010 Clarín.com - All rights reserved Directora Ernestina Herrera de Noble