ANÁLISIS DEL IMPACTO SOCIO LABORAL DE LAS REFORMAS CONCURSALES 2013-2014 Ley 22/2003, de 9 de julio, Concursal, desde su entrada en vigor, ha sido objeto de más de 20 modificaciones en distintos aspectos.1 Concretamente en el año 2013 y 2014, se han producido las siguientes reformas de la Ley, que afectan al ámbito laboral: - Real Decreto-ley 11/2013, de 2 de agosto, para la protección de los trabajadores a tiempo parcial y otras medidas urgentes en el orden económico y social. - La ley 14/2013, de 27 de septiembre, de apoyo a los emprendedores y su internacionalización. - Ley núm. 1/2014, de 28 de febrero. Ley para la protección de los trabajadores a tiempo parcial y otras medidas urgentes. - El Real Decreto-Ley 4/2014, de 7 de marzo, por el que se adoptan medidas urgentes en materia de refinanciación y reestructuración de deuda empresarial. (Derogado en parte). - El Real Decreto-Ley 11/2014, de 5 de Septiembre, de medidas urgentes en materia concursal. - Ley 17/2014, de 30 de septiembre, por la que se adoptan medidas urgentes en materia de refinanciación y reestructuración de deuda empresarial. Esta última, la Ley 17/2014, ha provocado una reforma importante, además de convalidar el RDLey 4/2014, sobre todo en acuerdos de refinanciación en la fase preconcursal, y en la composición y actuación de la administración concursal. Estamos ante una materia sometida a enorme grado de improvisación, utilizándose diversas técnicas de parcheo de la Ley Concursal de 2003 para intentar corregir lo que parecen problemas graves de ineficiencia completa de este marco normativo para acometer los grandes fines de esta 1 Ley núm. 17/2014, de 30 de septiembre. Real Decreto-ley núm. 11/2014, de 5 de septiembre. Real Decreto-ley núm. 4/2014, de 7 de marzo. Ley núm. 1/2014, de 28 de febrero. Ley para la protección de los trabajadores a tiempo parcial y otras medidas urgentes, Ley núm. 26/2013, de 27 de diciembre. Ley de cajas de ahorros y fundaciones bancarias. Ley núm. 14/2013, de 27 de septiembre. Ley de Emprendedores. Real Decreto-ley núm. 11/2013, de 2 de agosto. Ley núm. 9/2012, de 14 de noviembre. Real Decreto-ley núm. 24/2012, de 31 de agosto. Reestructuración y resolución de entidades de crédito. Ley núm. 38/2011, de 10 de octubre. Ley núm. 11/2011, de 20 de mayo. Ley núm. 4/2010, de 10 de marzo. Ley de ejecución en la Unión Europea de resoluciones judiciales de decomiso. Ley núm. 13/2009, de 3 de noviembre. Ley de Reforma de la Legislación Procesal para la implantación de la nueva Oficina Judicial. Real Decreto-ley núm. 9/2009, de 26 de junio. Real Decreto-ley núm. 3/2009, de 27 de marzo. Ley núm. 30/2007, de 30 de octubre. Ley de Contratos del Sector Público. Ley núm. 25/2005, de 24 de noviembre. Ley de Entidades de Capital-Riesgo de 2005. Ley núm. 6/2005, de 22 de abril. Ley de Saneamiento y Liquidación de Entidades de Crédito. Real Decreto-ley núm. 5/2005, de 11 de marzo. Real Decreto Legislativo núm. 6/2004, de 29 de octubre. Texto refundido de la Ley de Ordenación y supervisión de los seguros privados. Real Decreto Legislativo núm. 7/2004, de 29 de octubre. Estatuto Legal de Consorcio de Compensación de Seguros. Ley núm. 36/2003, de 11 de noviembre. legislación: asegurar la continuidad de la empresa, y asegurar una liquidación ordenada de los créditos impagados. En ninguna de ellas se ha llevado a cabo propiamente ningún proceso de concertación ni de Diálogo Social, a pesar de las enormes implicaciones que esta materia tiene sobre el empleo y los derechos laborales. El objeto de este documento es sintetizar los principales aspectos que las citadas reformas tienen, desde el punto de vista práctico, sobre la situación de los trabajadores y trabajadoras afectadas por el concurso de la empresa. I.-Efectos laborales de la Ley 14/2013, de apoyo a emprendedores La Ley 14/2013, de 27 de septiembre, de apoyo a los emprendedores y su internacionalización, incorporó, como una nueva modalidad de preconcurso, el llamado acuerdo extrajudicial de pagos, (Título X, arts. 231 y ss.), destinado a los deudores personas naturales con un pasivo inferior a los 5 millones de euros, pero también personas jurídicas cuyo “patrimonio y sus ingresos previsibles permitan lograr con posibilidades de éxito un acuerdo de pago”, es decir, una viabilidad supuesta, que puedan promover ante el Registrador Mercantil o Notario, la designación de un mediador concursal, entre cuyos cometidos está promover el acuerdo extrajudicial de pagos que evite el concurso. 1. La paralización de ejecuciones laborales Incorpora entre sus efectos la paralización de la ejecución contra el patrimonio del deudor, sin incluir ninguna previsión expresa sobre exclusión de las deudas laborales, lo que plantea la cuestión de si las mismas, están o no afectadas por la paralización. Una vez iniciado dicho expediente, si no se continúan las negociaciones –art. 236.4 LC- o no se alcanza el acuerdo con los acreedores –art. 238.3 LC-, el mismo mediador promoverá la declaración de concurso, y en todo caso, a los tres meses desde la comunicación al juzgado del inicio de las negociaciones –art. 5.bis.4 LC-. La Ley 14/2013, de apoyo a emprendedores, introdujo un importante efecto sobre la situación preconcursal generada por la promoción de un acuerdo extrajudicial de pagos. No sólo bloquea la declaración de concurso, sino que, además, paraliza las ejecuciones contra el patrimonio del deudor. De esta forma, incorpora uno de los efectos más importantes que tiene el concurso –art. 55- a una fase en la que no hay declaración formal de concurso, sino un mero intento de alcanzar un acuerdo con los acreedores. Según la regulación dada al art. 235.2 de la LC: “2. Desde la publicación de la apertura del expediente y por parte de los acreedores que pudieran verse afectados por el posible acuerdo extrajudicial de pagos, no podrá iniciarse ni continuarse ejecución alguna sobre el patrimonio del deudor mientras se negocia el acuerdo extrajudicial hasta un plazo máximo de tres meses.” Aunque su extensión temporal en principio sea de tres meses, lo cierto es que en relación con el acuerdo extrajudicial de pagos, la propia Ley 14/2013 no menciona -al menos expresamente- a los créditos laborales que pudiera tener el empresario deudor, de entre los créditos que no están 2 afectados por el acuerdo extrajudicial de pagos. Sólo están excluidos los créditos de derecho público, y los créditos con garantía real que no participen en el acuerdo –art. 235.2 LC-. Esto supone, primero, que los créditos laborales computan en el pasivo necesario para alcanzar el acuerdo, pero también, que se ven afectados por las quitas o esperas que se establezcan en el acuerdo si lo aprueba la mayoría legalmente exigida. El plan de pagos puede contener la espera o moratoria de hasta tres años, y la quita o condonación de hasta el 25 por ciento del importe de los créditos. Según el art. 238.1 LC, las mayorías que tendrían que votar a favor del acuerdo extrajudicial de pagos serían las siguientes, computadas sobre el pasivo que vaya a verse afectado por el acuerdo: a. El 60%, con carácter general. b. El 75% en el caso de que el plan de pagos consista en la cesión de bienes del deudor en pago de deudas. De esta forma, incluso con el voto en contra de los acreedores laborales, si se alcanzan las mayorías referidas, se puede imponer una mora en el pago de las deudas laborales de hasta 3 años, y una reducción de su importe de hasta una cuarta parte. Los efectos del acuerdo sobre los acreedores afectados son muy relevantes pues implica una novación de los créditos, que desde el punto de vista procesal, genera el archivo de las ejecuciones y la cancelación de los embargos. Según la LC, tal acuerdo extrajudicial supone que –art. 240 LC“1. Ningún acreedor afectado por el acuerdo podrá iniciar o continuar ejecuciones contra el deudor por deudas anteriores a la publicación de la apertura del expediente. El deudor podrá solicitar la cancelación de los correspondientes embargos del juez que los hubiera ordenado. 2. Por virtud del acuerdo extrajudicial, los créditos quedarán aplazados y remitidos conforme a lo pactado. En caso de cesión de bienes a los acreedores, los créditos se considerarán extinguidos en todo o en parte, según lo acordado.” No podemos desconocer que dado que la ley Concursal en su redacción actual, sólo excepciona a los créditos de derecho público y en su caso, los créditos con garantía real, no faltaran interpretaciones que consideren que también los créditos laborales están afectados por esa paralización. Sin embargo, cabe cuestionar semejante conclusión, que podría generar una completa indefensión a los trabajadores, máxime si quedaran vinculados por el acuerdo extrajudicial, toda vez que tampoco se ha previsto expresamente que el Fogasa asuma su responsabilidad en situaciones preconcursales. II.-Efectos laborales del Real Decreto-Ley 4/2014, de 7 de marzo, por el que se adoptan medidas urgentes en materia de refinanciación y reestructuración de deuda empresarial El Real Decreto-ley 4/2014, de 7 de marzo, por el que se adoptan medidas urgentes en materia de refinanciación y reestructuración de deuda empresarial, incorpora una reforma concursal que amplía los efectos que tienen tales situaciones preconcursales, incorporando, sobre todo, nuevos supuestos en los que excluye la posibilidad de ejecutar contra los bienes del deudor. 3 II.1. La ampliación de los supuestos de paralización de ejecuciones El Real Decreto-Ley 4/2014 ha venido a extender el efecto de la paralización de la ejecución sobre el patrimonio del deudor, más allá del acuerdo extrajudicial de pagos, a toda una serie de situaciones preconcursales: Se modifica el artículo 5 bis de la LC, permitiendo que la presentación de la comunicación de iniciación de negociaciones para alcanzar determinados acuerdos pueda suspender, durante el plazo previsto para llevarlas a efecto, las ejecuciones judiciales de bienes que resulten necesarios para la continuidad de la actividad profesional o empresarial del deudor. Quedan, en todo caso, excluidos de las previsiones contenidas en este apartado los procedimientos de ejecución que tengan por objeto hacer efectivos créditos de derecho público. De esta forma, tenemos que tras la modificación de la Ley Concursal por el RDL 4/2014 y la Ley 14/2013, nos encontramos con diversos regímenes legales de suspensión de las ejecuciones singulares por los acreedores: - El regulado en la Disp. Adicional Cuarta respecto de las ejecuciones de los acreedores financieros, que, en su literalidad, no afecta, a las deudas laborales. - El establecido en el art.5.bis) con carácter general para todas las situaciones preconcursales. - El regulado en el art. 235.2, respecto del acuerdo extrajudicial de pagos. Tanto en el régimen general de suspensión del art. 5.bis), como el del acuerdo extrajudicial de pagos del art. 235 LC, no se contiene ninguna excepción en relación con la afectación a los procedimientos de ejecución laboral, y seguramente se planteen muchas opciones interpretativas en el sentido de considerar que también los procesos de ejecución laborales se paralizan durante los plazos a que alude la Ley Concursal. II.2. La afectación a los créditos laborales La redacción dada a la ley Concursal, tanto por la Ley 14/2013 como por el RDL 4/2014, al aludir a la paralización de ejecuciones, sólo excepcionan a los créditos de derecho público, y en su caso, a los créditos con garantía real, como ya hemos señalado. Con carácter general, para las situaciones preconcursales: Tras el RDL 4/2014, se impone la paralización de las ejecuciones de todo tipo de créditos, con la única excepción de los créditos de derecho público. Según el art. 5.bis).4.último párrafo: “Quedan, en todo caso, excluidos de las previsiones contenidas en este apartado los procedimientos de ejecución que tengan por objeto hacer efectivos créditos de derecho público.” Tampoco contiene excepción alguna para los créditos laborales. Lo que da a entender que están afectados por dicha paralización los procedimientos de ejecución que sigan los juzgados de lo Social frente al empresario, si se ha comunicado al Juzgado alguna de las situaciones preconcursales expuestas. De esta forma, cabe plantear que tanto en el caso de la situación preconcursal general, como la específica del expediente del acuerdo extrajudicial de pagos, la paralización de las ejecuciones afectan a los procedimientos laborales. 4 III.3. La falta de adecuación de la responsabilidad del FOGASA A pesar de la paralización de las ejecuciones respecto de los créditos laborales en situaciones preconcursales, y a pesar de la vinculación de los créditos laborales a los acuerdos en la mediación concursal, no por ello se ha contemplado el acceso de los créditos laborales al Fogasa, generando una incongruencia en la legislación concursal y la necesaria garantía de los trabajadores ante tales situaciones. Sólo se contempla en la regulación actual la responsabilidad subsidiaria del Fogasa ante la declaración de insolvencia de la empresa o en caso de concurso, respecto de las deudas anteriores al concurso, una vez que los créditos aparezcan incluidos en la lista de acreedores. Y respecto de los créditos posteriores a la declaración, una vez que sean reconocidos como deudas contra la masa –art. 33.2.3.Primera ET, art. 16 Real Decreto 505/1985, de 6 de marzo, sobre organización y funcionamiento del Fondo de Garantía Salarial. Las figuras preconcursales no tienen establecido el acceso a dicha institución de garantía. Esa regulación no contempla, en primer lugar, la responsabilidad del organismo ante la paralización de las ejecuciones mientras opera un expediente preconcursal como los examinados. Esto ya genera un perjuicio a los trabajadores en cuanto se paraliza la ejecución laboral, pues puede suponer un retraso en la declaración de la insolencia y en el acceso a la cobertura por el Fogasa. Tampoco se ha previsto de forma expresa que el Fondo de Garantía Salarial asuma la responsabilidad en las deudas laborales, en caso de alcanzarse un acuerdo extrajudicial de pagos que afecte a deudas laborales imponiendo retrasos o quitas en su importe. La falta de articulación de la reforma con la institución del Fogasa, genera la aparente ausencia de responsabilidad de este organismo, e implica una manifiesta desprotección de los trabajadores y trabajadoras de la empresa, sin contemplarse ninguna fuente de garantía ante la situación de insolvencia de la empresa. III.4. La ausencia de participación sindical en los procesos de reestructuración de la deuda de la empresa que implican la aprobación de planes de viabilidad con repercusiones sobre el empleo Otra deficiencia que presentan las reformas concursales es la completa ausencia de la participación sindical en los planes de viabilidad empresarial que integran los sistemas de refinanciación o acuerdos de solución extrajudicial de pagos. A pesar de que son medidas que tienen lógicamente un impacto sobre la viabilidad de la empresa, y la consiguiente subsistencia de los puestos de trabajo, y que incluso pueden presuponer o implicar, necesariamente, la adopción de medidas sobre el empleo, no por ello se configura un cauce específico de cumplimiento de las obligaciones de la empresa en concurso que establece el art. 64 del Estatuto de los Trabajadores. Esto genera problemas de coordinación normativa, y en la práctica, a que tales planes se adopten al margen por completo de la representación de los trabajadores en la empresa, lo que implica una vulneración de esta garantía de la representación de los trabajadores y de las organizaciones sindicales. Sólo en la adopción concreta de las medidas laborales, en ejecución de los planes de viabilidad, se articula dicha participación, pero en un momento en que no se cumplen las exigencias de “momento adecuado” como ha definido la doctrina del TJUE, en tanto que la decisión ya ha sido adoptada y la participación sindical no tienen capacidad de influir en la misma, lo que la convierte en un trámite, vacío de contenido efectivo. 5 IV.-El impacto socio laboral del Real Decreto-Ley 11/2014, de 5 de Septiembre, de medidas urgentes en materia concursal Resumimos los principales aspectos laborales que presenta esta norma: IV.1. La nueva posibilidad de imponer reducciones de la deuda o aplazamientos a los trabajadores afectados por el concurso La medida que incide en el ámbito de los derechos de los trabajadores y trabajadoras afectadas por el concurso en el RDL 11/2014, de 5 de Septiembre se refiere a la nueva posibilidad de imponer reducciones de la deuda o aplazamientos a los trabajadores afectados por el concurso. De esta forma, en la práctica, se permite un efecto que no estaba contemplado en la legislación concursal como era la posibilidad de que los créditos laborales privilegiados puedan verse afectados por los acuerdos que se alcancen en la aprobación del convenio dentro del concurso. Con la regulación ahora vigente se pueden establecer quitas o reducciones del importe de la deuda, sin límite, o aplazamientos que pueden llegar hasta diez años. El requisito que impone la Ley es que el acuerdo sea alcanzado por los propios acreedores laborales con al menos una mayoría del 60%, lo que puede suponer quitas de hasta el 50% del crédito y esperas de un plazo de hasta cinco años. Y caso de llegar la mayoría de los acreedores laborales al 65%, las medidas pueden ser mas intensas alcanzado quitas superiores al 50% del crédito, y esperas con un plazo de más de cinco años pero no superior a diez. Aunque ni los acreedores ordinarios ni tampoco otros acreedores privilegiados pueden imponer estos efectos a los acreedores laborales, lo cierto es que los propios acreedores laborales pueden adoptar acuerdos que afecten a otros trabajadores. Esto tiene importancia práctica en relación con las cuantías que excedan de la cobertura del Fondo de Garantía Salarial. Igualmente puede tener efectos a la hora de valorar ofertas que puedan hacer viable la continuidad de la empresa. IV.2. La transmisión de la empresa en su conjunto Se establece una regulación específica de esta materia en el nuevo art. 146.bis. Se incluye la previsión de que se aplique lo dispuesto en el art. 44 del Estatuto de los Trabajadores en los supuestos de sucesión de empresa, lo que parece dar a entender que esta regulación no incide en el régimen laboral de sucesión en los contratos de trabajo, al menos en relación con la vigencia de los contratos de trabajo. IV.3. En materia de liquidación Se da nueva regulación al artículo 149, pero la norma sigue reiterando que las reglas legales supletorias se aplican de no aprobarse un plan de liquidación y, en su caso, en lo que no hubiere previsto el aprobado, generan inseguridad jurídica sobre si dicho plan puede excluir dichos principios de orden público, entre los que se encuentran determinadas medidas en materia de sucesión de empresa e intervención de los representantes de los trabajadores. Se mantiene la intervención de los representantes de los trabajadores cuando se valore la enajenación de los activos, bien como unidades productivas o como bienes separados, o bien se adopte la venta mediante subasta o a través de enajenación directa o de persona o entidad especializada. 6 En el supuesto de enajenación del conjunto de la empresa o de determinadas unidades productivas mediante subasta, , la oferta de compra deberá incluir, entre otras informaciones la incidencia de la oferta sobre los trabajadores, lo cual hay que considerar con los amplios poderes otorgados al juez para velar por el mantenimiento de la empresa o unidad productiva y de los puestos de trabajo, ya que el juez puede acordar que entre las ofertas cuyo precio no difiera en más del 10% de la inferior, la adjudicación a ésta cuando considera que garantiza en mayor medida la continuidad de la empresa o en su cado de las unidades productivas, y de los puestos de trabajo, así como la mejor satisfacción de los créditos de los acreedores, aunque no se da expresa entrada en este momento a la representación de los trabajadores. IV.4. La Comisión de seguimiento de prácticas de refinanciación Dicha comisión tiene por objeto hacer un seguimiento de las medidas adoptadas en materia concursal y refinanciación preconcursal mediante la elaboración de un informe anual, así como proponer al Gobierno reformas para facilitar la reestructuración de la deuda de las empresas económicamente viables. Además de los representantes de diversos ministerios, incluido el de Empleo y Seguridad Social, podrán participar “los sectores que se vean afectados por la medidas”, lo que da pie a la intervención de otros representantes de organizaciones económicas. Sin embargo se omite por completo la intervención sindical y ni siquiera la norma incorpora esta previsión de ampliación de sus componentes. Se trata de una ausencia de participación sindical en una materia que debería estar encaminada a proponer reformas normativas vinculadas al mantenimiento de la actividad y del empleo de las entidades con problemas de refinanciación, que además, pueden incidir directamente en la materia laboral y en mantenimiento de las condiciones de trabajo, por lo que es grave la omisión de la participación sindical en este ámbito. IV.5. Estructura y contenido de la lista de acreedores Se modifica el art. 94.2 LC que determina la estructura y contenido de la lista de acreedores, señalando que los acreedores laborales, serán aquellos de derecho laboral. Quedando excluidos los vinculados por la relación laboral de carácter especial del personal de alta dirección en lo que exceda de la cuantía prevista en el artículo correspondiente de la LC. Esto plantea algunas cuestiones a tener en cuenta, como la consideración de los trabajadores económicamente dependientes, a caballo entre la relación laboral y la mercantil, que podrían quedar discriminados de la protección necesaria para la cobertura de sus créditos. V.-LA LEY 17/2014, de 30 de septiembre, por la que se adoptan medidas urgentes en materia de refinanciación y reestructuración de la deuda empresarial La Ley 17/2014, convalida el RD-ley 4/2014, sobre medidas urgentes en materia de refinanciación y reestructuración, en su mayor parte, con una importante novedad desde el punto de vista laboral en materia de administradores concursales. El objetivo fundamental de la norma es alcanzar acuerdos de reestructuración de la deuda empresarial entre el deudor y sus acreedores financieros, con el objeto de evitar el concurso y los aplazamientos excesivos. 7 Una de las cuestiones más importantes de la fase concursal ha sido la posibilidad de rescindir los acuerdos entre deudor y acreedores en la fase de preconcursal ahora, si se cumplen los requisitos previstos en la ley, se rebaja tal posibilidad de rescindir dichos acuerdos. A ello van encaminadas las cuestiones siguientes: V.1. La Administración Concursal Se modifican los requisitos de aptitud y conocimiento necesarios para ser administrador concursal, así como, se crea la sección cuarta de administradores concursales en el Registro Público Concursal, que sustituirá las actuales listas en lo decanatos de los juzgados, debiéndose dictar el reglamento correspondiente para la determinación del sistema de designación y funcionamiento. V.2. Nuevas funciones de la Administración Concursal En el art. 33 de la Ley 17/2014, se establecen las nuevas funciones del administrador concursal, diferenciando entre funciones procesales, propias del deudor o de sus órganos de administración, en materia laboral, relativas a derechos de los acreedores y de informe y evaluación, de realización de valor y liquidación, y de secretaría, independientemente de otras que se les puedan atribuir. En materia laboral tales funciones se circunscriben fundamentalmente al ámbito de la reestructuración empresarial: modificación sustancial de las condiciones de trabajo debiendo ejecutar las resoluciones de los expedientes de modificación de carácter colectivo o solicitando las mismas, o la extinción, se entiende colectiva, o la suspensión, de los contratos de trabajo. Igualmente se le otorgan funciones para poder acordar con los representantes de los trabajadores modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo, no diciéndose nada en el mismo sentido, con arreglo a los despidos colectivos. En relación con el personal de alta dirección podrán extinguir o suspender sus contratos así como solicitar que el pago de las indemnizaciones derivadas de los mismos se aplacen hasta que sea firme la sentencia de calificación. Madrid, 11 de noviembre de 2014 8