nutrición y fertilidad en paltos

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INSTITUTO DE INVESTIGACIONES AGROPECUARIAS
NUTRICIÓN Y FERTILIDAD
EN PALTOS
ISSN 0717-4829
Autores
JUAN PABLO MARTÍNEZ C.
VICTORIA MUENA Z.
RAFAEL RUIZ SCH.
Ministerio de Agricultura
Instituto de Investigaciones Agropecuarias
Centro Regional de Investigación La Cruz
La Cruz, Chile, 2014.
BOLETÍN INIA N° 283
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES AGROPECUARIAS
ISSN 0717-4829
NUTRICIÓN Y FERTILIDAD
EN PALTOS
BOLETÍN INIA N° 283
Nutrición y fertilidad en paltos
Autores:
Juan Pablo Martínez Castillo
Ingeniero Agrónomo, Dr. en Ciencias Agronómicas e Ingeniería Biológica.
Victoria Muena Zamorano
Ingeniero Agrónomo, Mg., Producción Agroambiental.
Rafael Ruiz Schneider
Ingeniero Agrónomo, Dr. en Fertilidad y Nutrición de Plantas.
Director Regional INIA
Fernando Rodríguez A.
Comité Editor
Fernando Rodríguez A.
Biólogo, Mg.
Andrea Torres P.
Ingeniero Agrónomo.
Editor de Forma
Eliana San Martín C.
Boletín INIA N° 283
ISSN 0717-4829
Este Boletín fue editado por el Centro Regional de Investigación La Cruz, Instituto de Investigaciones Agropecuarias. Ministerio de Agricultura.
Se permite la reproducción total o parcial de este Boletín, citando a la fuente y a
los autores.
Cita bibliográfica correcta
Martínez C., Juan Pablo; Muena Z., Victoria y Ruiz Sch., Rafael. 2014. Nutrición
y Fertilidad en Palto. Boletín INIA N° 283, 74 p. Instituto de Investigaciones Agropecuarias, La Cruz, Chile.
Diseño e Impresión:
versión | producciones gráficas Ltda.
Cantidad de ejemplares: 700
La Cruz, Chile, 2014.
www.inia.cl
Impreso en Chile | Printed in Chile
Advertencia: INIA y los autores no se responsabilizan por los resultados que
se obtengan del uso o aplicación de productos genéricos o comerciales
que son mencionados. El texto es una guía de apoyo a los agricultores y
profesionales, quienes deberán determinar los procedimientos y productos
más adecuados a su situación particular.
Índice
Agradecimientos .............................................................................. 5
Prólogo ............................................................................................. 7
Introducción ..................................................................................... 9
1
Nutrición en palto .......................................................................... 13
2
Sintomatologías de deficiencias y excesos nutricionales ............. 15
Sintomatología visual........................................................................ 15
Sintomatología del déficit de macronutrientes................................. 16
Sintomatología de déficit de micronutrientes................................... 24
Salinidad e iones tóxicos específicos................................................. 31
Uso de SPAD como instrumento de monitoreo nutricional............ 33
3
Diagnóstico nutricional vía análisis
de suelo, agua y foliar ..................................................................... 35
Análisis de suelos.............................................................................. 35
Salinidad e iones tóxicos específicos en el suelo............................... 37
Análisis de la calidad del agua de riego............................................ 39
Análisis foliar.................................................................................... 40
4
Fertilización del palto ..................................................................... 45
Fertilización nitrogenada................................................................... 45
Épocas de aplicación del nitrógeno................................................... 46
Fertilización fosfatada........................................................................ 49
Fertilización potásica......................................................................... 51
Fertilización de magnesio.................................................................. 52
Dosis de magnesio............................................................................. 52
Épocas de aplicación del magnesio................................................... 53
Fertilización de micronutrientes....................................................... 54
5
Sistema de fertirrigación en paltos ................................................ 57
Sistema de fertirrigación................................................................... 57
Componentes del sistema de riego tecnificado ................................ 57
Estructura y función de un equipo fertirriego................................... 66
Fertilización por aspiración o succión .............................................. 67
Fertilización por inyección................................................................ 68
Recomendaciones básicas de mantención
de un sistema de fertirriego .............................................................. 69
Referencias........................................................................................ 71
Agradecimientos
Queremos expresar nuestra gratitud y reconocimiento a todos los productores
de paltos y empresas privadas vinculadas al rubro de la Región de Valparaíso,
que dispusieron gentilmente de sus huertos con el propósito de realizar la
toma de muestra para análisis de suelo y foliar, además de disponer de sus
instalaciones para efectuar el registro fotográfico incorporado en este Boletín,
todas las cuales contribuyeron a graficar los aspectos técnicos que expusimos
en cada una de las páginas de esta publicación.
Del mismo modo, extendemos nuestros sinceros agradecimientos a todos
quienes contribuyeron con su trabajo, directa o indirectamente, para que esta
obra fuese posible.
Este trabajo fue financiado con aportes del Ministerio de Agricultura, a través
del Centro de Transferencia y Extensión del Palto, CTEP, INIA La Cruz.
5
Prólogo
La estrategia del Centro de Transferencia y Extensión del Palto –CTEP– indica
que aumentando la transferencia tecnológica y la extensión, es posible reducir
la brecha productiva para acercarse a la producción potencial, incrementar
calidad y calibres comerciales, mejorar el manejo de la alternancia productiva
y todas las tecnologías que incrementen la competitividad.
El Centro de Transferencia y Extensión del Palto, siempre preocupado de
detectar las demandas productivas del rubro, identificó la necesidad de los
productores de contar con información técnica y divulgativa que los apoyara
en el manejo cultural de la especie.
Esta razón, además de la escasa bibliografía vinculada a aspectos de fertilidad
y nutrición del palto a nivel país, motivaron a este Centro a destinar
esfuerzos, disponer de profesionales y recursos provenientes del Ministerio de
Agricultura, para satisfacer esta tan anhelada necesidad del sector productivo
concentrado, en su gran mayoría, en la Región de Valparaíso.
Con la publicación de este Boletín de Nutrición y Fertilidad en Palto, INIA
La Cruz pone a disposición de sus usuarios, una herramienta útil y de consulta
obligada que será de gran utilidad para productores y profesionales vinculados
al sector.
Pamela Díaz Jara
7
Introducción
El palto (Persea americana Mill.), perteneciente a la familia Lauraceae, es
uno de los frutales subtropicales de mayor importancia en Chile. En 2013,
la superficie plantada de palto llegaba a 36.355 hectáreas de las cuales la
Región de Valparaíso aportó con cerca del 60% (ODEPA, 2013). El bajo
rendimiento promedio histórico ha sido cercano a 10 toneladas por hectárea
(ODEPA, 2013). Este bajo rendimiento, producciones alternadas de un año
a otro (añerismo), y un deterioro de la calidad de la fruta, conforman los
factores más importantes que limitan la rentabilidad de este rubro. Aún en
este escenario, el palto es muy importante para Chile debido al alto volumen
de exportación, el que durante la temporada 2011-2012 alcanzó las 116.710
toneladas destinadas principalmente a mercados como EE.UU., (64,2%),
Europa (28,3%), América Latina (6%) y el Lejano Oriente (1%), lo que
representó ingresos promedios cercanos a 160 millones de dólares.
El cultivo del palto en Chile está representado principalmente por la
variedad Hass, la de mayor importancia económica para nuestro país. Según
Wolstenholme y Whiley (1999), la producción promedio en el mundo
del palto fluctúa entre 4 y 8 toneladas por hectárea, dependiendo de la
proporción de árboles nuevos en los huertos. Estos investigadores consideran
que buenos productores en áreas subtropicales semiáridas o mediterráneas
pueden producir en promedio de 8 a 12 t/ha y buenos productores de zonas
subtropicales cálidas y húmedas pueden alcanzar, en promedio, entre 12 y
16 toneladas por hectárea anuales. Este mayor rendimiento en condiciones
subtropicales se explicaría por características climáticas que benefician el
comportamiento eco-fisiológico y productivo del palto.
Si se toma en cuenta que el rendimiento del palto en Chile fluctúa entre
7 y 10 t/ha, nuestro país estaría en el límite inferior de las producciones de
una zona mediterránea. Lo anterior se ve aún más acentuado si se considera
9
NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS
que Garner y Lovatt (2008) postulan que, en condiciones óptimas de suelo,
riego, clima, nutrición, entre otras, el potencial productivo del palto podría
tener rendimientos promedios anuales del orden de las 30 toneladas por
hectárea. Esta brecha potencial amerita en sí misma la realización de una
mayor investigación científico-tecnológica en temas como el manejo de la
fertilización y el riego, así como otros factores de manejo cultural del palto.
En otro aspecto, se presenta el problema de añerismo que se manifiesta
cuando árboles con alta productividad en un año “ON” producen pocos brotes
florales en la siguiente primavera, mientras que árboles en baja productividad
“OFF” presentan abundante floración para el siguiente período. Según
Lovatt (1997); Salazar-García, Lord y Lovatt (1998) y Wolstenholme (2012),
la razón del añerismo radica en que la fruta de una temporada consume las
reservas que deberían estar disponibles para la floración de la temporada
siguiente. Según Wolstenholme, que el añerismo puede también verse
acentuado por luminosidad, eventos climáticos exógenos (heladas), raleo de
frutos, poda, utilización de inhibidores de crecimiento, uso de portainjertos y
un inadecuado manejo del riego y la nutrición. Desde un ámbito más técnico,
los problemas de añerismo, bajo rendimiento y calidad de la fruta se han
debido en parte a que la variedad Hass en nuestro país presenta limitaciones
para manifestar su potencial de rendimiento en forma estable en el tiempo.
Ello debido a su gran sensibilidad a las condiciones ambientales, al suelo
y al manejo agronómico de dicha variedad. Más localmente, en ciertas
áreas de la región de Valparaíso se ha observado que este problema radica
fundamentalmente en la desvigorización de los huertos por factores como el
clima, suelo, riego, heterogeneidad de los portainjertos utilizados, edad del
huerto y el inadecuado manejo de la fertirrigación realizado en la plantación
frutal (Salvo y Martínez, 2008).
La reducción de la calidad de la fruta es otro problema que se asocia a la nutrición
mineral en palto. Desbalances nutricionales en el árbol generan desórdenes
fisiológicos en la fruta que se traducen en problemas en postcosecha, puesto
que se tiene fruta de menor calidad para el almacenamiento, por lo que no
llega en condiciones óptimas a los mercados distantes de Chile (Ferreyra et
al., 2012).
10
INTRODUCCIÓN
A nivel de la fertilización, el palto se caracteriza por presentar una baja
demanda de nutrientes en comparación a otros frutales. La estrategia de
fertilización de este frutal en Chile se basa principalmente en la aplicación
de nitrógeno (N), boro (B) y zinc (Zn) al suelo. Debido a la tendencia de
plantaciones en laderas para evitar daños de heladas, donde el establecimiento
considera faenas de nivelación y formación de camellones, aumenta la
posibilidad de escasez de los nutrientes que se concentran en la zona más
superficial del suelo. Es el caso del potasio (K) y del boro (B), elementos que
finalmente pueden llevar a limitar la productividad del predio. En general, los
suelos donde se desarrollan los paltos son de pH neutro a ligeramente ácido
(5,5 a 7), y de bajos niveles de salinidad (menor a 1,3 dS/m). La potencial
acumulación de sales por riegos mal aplicados debe ser bien manejada, ya
que afecta notablemente el rendimiento. Asimismo, en ciertas condiciones
se presentan deficiencias de micronutrientes. Está descrito que algunos de
los suelos donde se cultiva el palto en la Región de Valparaíso presentan pH
alcalinos (Gardiazabal 2004; Ruiz 2006; Hardessen, 2012), lo que provoca
una restricción en la disponibilidad de microelementos, contribuyendo a
acentuar el problema sobre la alternancia (añerismo), baja productividad y
una disminución en la calidad de la fruta de los huertos.
Dentro de los tópicos que aborda este Boletín está la descripción de las
sintomatologías de deficiencias y toxicidades que afectan al palto. Estos
antecedentes se obtuvieron a través de la observación, la toma de muestras
e identificación en varios huertos. También se incluyen las técnicas de
diagnóstico nutricional para una aplicación de fertilizantes oportuna y
adecuada. Adicionalmente, se indican las correcciones nutricionales
(producto, época y sistema de aplicación, unidad de fertirrigación, entre otros)
para contribuir en la reducción del añerismo, aumentar la productividad y
mejorar la calidad de la palta.
11
Nutrición en palto
1
El propósito de cualquier programa de nutrición mineral, es suministrar los
elementos o compuestos minerales o nutrientes que son absorbidos por la
planta, en la dosis y momento oportuno para optimizar su utilización.
El palto, como cualquier planta, requiere elementos nutritivos imprescindibles
o esenciales, es decir, aquellos que no deben faltar para el funcionamiento
fisiológico y el desarrollo completo del ciclo vegetativo. Cabe señalar que
los criterios de esencialidad de un elemento nutritivo son la deficiencia del
elemento impide que la planta complete su ciclo vegetativo y, por otro lado,
la falta de un elemento no puede ser reemplazada por otro.
Diecisiete son los elementos considerados esenciales para el crecimiento y
producción de todas las especies cultivadas, incluidos los paltos. Los tres
elementos esenciales con mayor requerimiento por parte de la biomasa
frutal (raíces, tronco, ramas, hojas y fruta) son: carbono (C), hidrógeno
(H) y oxígeno (O). Estos elementos representan el 90% de la materia
seca del árbol. De ellos, el C es suministrado desde la atmósfera, el cual es
transformado en carbohidratos a través del proceso de la fotosíntesis. El H y
el O son proporcionados por el agua. De los nutrientes minerales esenciales
para la planta se distinguen los de mayor requerimiento que se encuentran en
mayor proporción en ella y son denominados macronutrientes. Entre éstos se
consideran primarios: el nitrógeno (N), el potasio (K) y el calcio (Ca). Son
secundarios: el fósforo (P), el magnesio (Mg) y el azufre (S).
Aquellos elementos esenciales requeridos en menor proporción por la planta
se denominan micronutrientes, y son el zinc (Zn), manganeso (Mn), cobre
(Cu), hierro (Fe), boro (B), molibdeno (Mo), cloro (Cl) y, últimamente, pero
sin importancia práctica aparente, el níquel (Ni). Este criterio para diferenciar
los nutrientes puede llevar a confusiones ya que en casos de extremo el déficit
13
NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS
de un micronutriente determinado puede adquirir más relevancia que un
macronutriente.
La necesidad de agregar vía fertilización algunos de los 14 elementos minerales
esenciales, surge debido a que el suministro del suelo es insuficiente para
el requerimiento de la planta. Este déficit nutricional se acentúa cuando el
nutriente es poco móvil dentro de la planta y no logra llegar al sitio estratégico
de acción, tales como yemas, flores o frutos recién cuajados. En uno u otro
caso será necesario reponer la diferencia vía fertilización al suelo o foliar. Cabe
señalar que los suelos del área plantada mayoritariamente con paltos, como la
Región de Valparaíso, son de buena fertilidad, pero existen algunos problemas
con la disponibilidad de micronutrientes como Zn, B y Fe.
14
Sintomatologías de deficiencias
y excesos nutricionales
2
Sintomatología visual
La sintomatología que se presenta en las diferentes estructuras vegetales del
árbol, resulta ser una buena guía para identificar tanto deficiencias como
excesos nutricionales en palto. Sin embargo, como toda herramienta biológica
tiene limitaciones para su uso, entre las cuales se pueden mencionar: a)
semejanza visual en algunas deficiencias en el estado incipiente; b) síntomas
que difieren si se trata de hojas nuevas o adultas; c) similitud visual entre
una toxicidad y una deficiencia específica; d) coexistencia de deficiencias y/o
toxicidades simultáneamente; y e) presencia de clorosis, amarillez, necrosis u
otros síntomas originados por problemas de falta de aireación o mal drenaje
(Foto 1), o plagas o enfermedades parecidos a los producidos por problemas
nutricionales.
Foto 1. Árbol con problemas de aireación o mal drenaje.
15
NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS
Sintomatología del déficit de macronutrientes
Nitrógeno
El nitrógeno (N) es un constituyente base de la materia viva (aminoácidos,
proteínas, ácidos nucleicos, pigmentos fotosintéticos, nucleótidos, ATP, etc.),
que está estrechamente relacionado con el vigor de la planta (Marschner,
2012). La deficiencia de N en palto produce una reducción en el crecimiento
del árbol, lo que se traduce en un menor vigor y una disminución en la
productividad. Las hojas de los huertos poseen un color amarillo a nivel de todo
el perfil del árbol (Fotos 2 y 3), llegando incluso a presentar una defoliación.
Además, produce brotes y ramas con internudos cortos y un desecamiento de
los árboles (Lovatt, 2001; Lahav y Whiley, 2002). Cabe señalar que el palto
se caracteriza por su rápida respuesta a la aplicación de N, incrementando así
el rendimiento y crecimiento de la parte aérea. Sin embargo, se ha señalado
que si se aplica en exceso, los árboles lo pueden destinar preferentemente a
brotes y madera, y en menor grado a los frutos, generando una reducción de
la productividad (Lovatt, 2001). Al respecto, Arpaia et al. (1996), indican
que dicho exceso puede originar una mala calidad de la fruta en postcosecha
y una aceleración en su madurez.
Foto 2. Árbol con deficiencia severa de nitrógeno.
16
Sintomatologías de deficiencias y excesos nutricionales
A
B
C
D
Foto 3. Deficiencia de nitrógeno en hoja de palto: (a) normal, (b) deficiencia leve,
(c) deficiencia moderada y (d) deficiencia severa (ensayo en macetas).
17
NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS
Fósforo
El fósforo (P) es importante ya que juega un rol central en la transferencia
de energía, entre otras funciones. La deficiencia de P produce hojas de color
verde a marrón, pequeñas, redondeadas, defoliación y desecamiento de
brotes, todo lo cual es perjudicial para el desarrollo del árbol (Lahav y Whiley,
2002). En las Fotos 4 y 5, se muestran los síntomas de déficit de P en plantas
jóvenes creciendo bajo condiciones controladas de suministro de nutrientes.
Foto 4. Planta con deficiencia severa de fósforo bajo condiciones controladas
de suministro de nutrientes en invernadero.
18
Sintomatologías de deficiencias y excesos nutricionales
A
B
C
D
E
Foto 5. Deficiencia de fósforo (P) (a) normal, (b) deficiencia leve, (c) deficiencia moderada,
(d) y (e) deficiencia severa (ensayo en macetas).
19
NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS
Potasio
El potasio (K) es el soluto inorgánico más importante en la planta (principal
catión del xilema), que juega un rol esencial en la regulación hídrica
(regulación estomática), transporte de azúcares y activación de, al menos
60 enzimas. La falta de este elemento produce clorosis intervenal, hojas
pequeñas y estrechas, brotes delgados y muertos (Lahav y Whiley, 2002), lo
cual es perjudicial para la productividad del árbol. En la Foto 6, se observan
los síntomas de déficit de K en plantas jóvenes creciendo bajo condiciones
de suministro de nutrientes. En árboles adultos de palto, la deficiencia de K
puede producir deformaciones características a nivel de la cáscara del fruto
(Foto 7).
A
B
C
Foto 6. Deficiencia potasio (K)
(a) normal, (b) deficiencia leve, (c) deficiencia moderada (ensayo en macetas).
20
Sintomatologías de deficiencias y excesos nutricionales
Foto 7. Deformación sobre la piel del fruto por deficiencia de potasio (K).
21
NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS
Calcio
El calcio (Ca) es un constituyente principal de la membrana celular de
los tejidos de la planta y juega un rol esencial para asegurar su integridad,
estabilidad y funcionamiento fisiológico de dicha estructura (permeabilidad).
La deficiencia de Ca en plantas, y específicamente en palto, afecta la
respiración de la planta, la senescencia y la postcosecha de la fruta. La
presencia adecuada de Ca en la fruta, ayuda a reducir desórdenes fisiológicos
como el ablandamiento prematuro, la decoloración del mesocarpio y las
pudriciones (Hofman et al., 2003) (Foto 8).
Foto 8. Pardeamiento por déficit de calcio en el fruto.
Magnesio
Una de las funciones más importantes del magnesio (Mg), es ser un
componente esencial en la estructura de la clorofila y, por ende, juega un rol
fundamental en la fotosíntesis (Marschner, 2012). El déficit no es muy común
en el país y la expresión en el follaje son hojas basales y medias mostrando
clorosis intervenal. En casos más avanzados aparece necrosis marginal e
intervenal (Fotos 9 y 10), afectando negativamente el crecimiento y desarrollo
del árbol (Razeto, 2010).
22
Sintomatologías de deficiencias y excesos nutricionales
A
B
C
Foto 9. Deficiencia de magnesio (Mg) (a) normal, (b) deficiencia leve y,
(c) deficiencia moderada (ensayo en macetas).
Foto 10. Deficiencia de magnesio (Mg) severa.
23
NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS
Sintomatología de déficit de micronutrientes
La disponibilidad de los micronutrientes en el suelo depende principalmente
del pH. Algunos de los suelos donde se cultiva el palto en la Región de
Valparaíso presentan pH alcalinos, lo que provoca una restricción en la
disponibilidad de estos elementos (Gardiazabal, 2004; Ruiz, 2006; Hardessen,
2012). Los micronutrientes que presentan una menor disponibilidad en la
zona de cultivo del palto en Chile son hierro (Fe), zinc (Zn) y boro (B)
(Gardiazabal, 2004; Lemus et al., 2005; Ruiz, 2006). Su baja disponibilidad
en el suelo está asociada a la presencia de carbonatos y bicarbonatos (Ruiz,
2006).
A continuación se presentan las deficiencias de micronutrientes más
relevantes para el cultivo del palto en Chile.
Hierro
La deficiencia de hierro (Fe) produce una clorosis intervenal (hojas de color
blanco a amarillo) manteniéndose la nervadura de color verde. El síntoma se
manifiesta principalmente en las hojas más jóvenes, ya que su translocación
es lenta a nula desde las hojas más viejas (Foto 11). En estados más avanzados
se produce necrosis marginal de las hojas (Foto 12). Además, los brotes pueden
presentar desecamiento y frutos de color verde pálido (Lahav y Whiley, 2002),
lo cual afecta negativamente la productividad del huerto. El déficit puede
incluso causar la muerte de los árboles, puesto que se reducen fuertemente los
carbohidratos a nivel radicular (Ruiz y Ferreyra, 2011). Estudios de Ferreyra et
al. (2008), Ruiz (2006) y Ruiz et al. (2012), sobre el efecto de la clorosis férrica
en paltos en la Región de Valparaíso, han determinado que ésta se asocia a
un suelo con pH elevado (cercano a 8), y/o a suelos de naturaleza calcárea,
produciéndose una deficiencia de este elemento y una menor productividad.
Cabe señalar, que dentro de los micronutrientes, la deficiencia de hierro es
la que provoca efectos más perjudiciales desde el punto de vista productivo.
24
Sintomatologías de deficiencias y excesos nutricionales
Foto 11. Árbol y hojas con deficiencia de hierro (Fe).
25
NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS
A
B
C
D
E
Foto 12. Deficiencia de hierro (Fe) (a) normal, (b) deficiencia leve,
(c) deficiencia moderada, (d) deficiencia severa y e) deficiencia muy severa.
26
Sintomatologías de deficiencias y excesos nutricionales
Zinc
La deficiencia de zinc (Zn) es muy común en paltos y se presenta con una
sintomatología típica que difiere si se trata de hojas nuevas (de la temporada)
o más viejas (más de una temporada). En las primeras, se presentan hojas
pequeñas cloróticas con moteado intervenal (Foto 13), reducción del tamaño
de la hoja con necrosis marginal, brotes con entrenudos cortos y brotes con
formación en roseta (Foto 14). En las hojas medias y viejas se presenta un
moteado intervenal (Foto 15). Además, efecto del déficit de Zn afecta la
productividad y aspectos de calidad como el calibre y deformaciones de la
fruta, con frutos más redondos que lo normal (Foto 16) (Lahav y Whiley,
2002; Ruiz, 2006), teniendo como consecuencia una pérdida del valor
comercial. Es frecuente observar que el déficit de Zn se presenta en conjunto
con la deficiencia de Fe (Foto 17).
Foto 13. Hojas con clorosis intervenal por deficiencia de zinc (Zn).
27
NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS
Foto 14. Entrenudos cortos y brotes en roseta por deficiencia de zinc (Zn).
Foto 15. Hojas adultas con clorosis intervenal por deficiencia de zinc (Zn).
28
Sintomatologías de deficiencias y excesos nutricionales
Foto 16. Fruto pequeño y de forma redondeada por deficiencia de zinc (Zn).
Foto 17. Deficiencia combinada de hierro (Fe) y zinc (Zn).
29
NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS
Boro
El boro (B) es un micronutriente cuya dosis se debe manejar cuidadosamente
ya que el margen entre deficiencia y toxicidad es muy estrecho (GonzálezGervacio, 2011). La deficiencia de B produce hojas verdes pálidas a amarillas,
manchas verdes pálidas a halos amarillos. En brotes produce necrosis, muerte
apical, hinchazón nodal, cuya consecuencia es la pérdida de la dominancia
apical, impactando negativamente en la estructura física del árbol, tendiendo
éste a ser más horizontal que vertical (Lahav y Whiley, 2002). La evidencia
sintomatológica no es muy fácil de observar. De acuerdo a Gardiazabal
(2004), los síntomas se presentan con una deformación en el fruto en el
punto de inserción del pedúnculo (Foto 18). Las deformaciones en frutos y
las perforaciones en hojas se han observado en el país en huertos con niveles
relativamente bajos en B. No obstante esto no ocurre en todo los casos. Los
análisis de esos huertos indican valores generales en torno a las 35 ppm.
Cabe señalar que en varios sitios muestreados en este trabajo se apreciaron
síntomas visuales de aparente carencia de boro en hojas y frutas sin relación
con los estándares de referencia en B publicados.
Foto 18. Deformación en la inserción del pedúnculo
en fruto por deficiencia de boro (B).
30
Sintomatologías de deficiencias y excesos nutricionales
Salinidad e iones tóxicos específicos
El síntoma más común de la salinidad es la necrosis en la punta y márgenes
de la hoja (Fotos 19 y 20). Esta necrosis puede abarcar gran parte de la hoja
afectando la fotosíntesis y transpiración, y por ende, la productividad. En
casos más severos se presenta defoliación (Lahav y Whiley, 2002).
Foto 19. Árbol decaído con síntomas por exceso de sales y cloruros.
31
NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS
Foto 20. Síntomas de salinidad en hojas de palto.
Cloruros
Los síntomas de la toxicidad específica de cloruros se presentan con mayor
intensidad en las hojas viejas al ser el cloruro un ion relativamente poco móvil
en el floema. Una buena herramienta de monitoreo para cloruros es efectuar
análisis foliar. Concentraciones de cloruros sobre 0,25% se consideran
inadecuadas para paltos (Reuther y Robinson, 1997) (Foto 21).
32
Sintomatologías de deficiencias y excesos nutricionales
Foto 21. Árbol de palto afectado por exceso de cloruros.
Uso de SPAD como instrumento de monitoreo nutricional
Respecto del uso del SPAD, este instrumento representa un método instantáneo
y no destructivo para evaluar posibles déficits nutricionales (Ferreyra et al.,
2008). El equipo mide la intensidad del verde o verdor de las hojas (Ferreyra
et al., 2008). La limitación es que no identifica específicamente cuál es la
causa del menor verdor. Detrás de una clorosis pueden estar comprometidos
elementos como N, Fe, Mg y en general todos los que directa o indirectamente
afectan la formación de clorofila. Mediciones en uva de mesa indican que la
falta de aireación y problemas de drenaje pueden ocasionar clorosis que no
están relacionadas necesariamente a la composición mineral de las hojas sino
a destrucción de clorofila, causada indirectamente por asfixia radicular (Ruiz,
R., sin publicar). El SPAD es una excelente herramienta cuando se conoce
la deficiencia o problema que se está enfrentando. En el caso de paltos con
33
NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS
déficit de Fe se ha elaborado una gráfica para hojas adultas que se muestra
en la Figura 1. Los valores altos de la gráfica pueden usarse para asegurar una
correcta nutrición con Fe.
70
60
Lectura SPAD
50
40
30
20
10
0
Sin
Leve
Moderada Fuerte
Sintomatología
Severa
Figura 1. Lectura de SPAD y sintomatología de deficiencia de hierro (Fe).
34
Diagnóstico nutricional vía análisis
de suelo, agua y foliar
3
Análisis de suelos
El análisis químico del suelo es una herramienta analítica de interés para el
diagnóstico nutricional en paltos. Aunque presenta ciertas restricciones, es
muy útil en algunos casos específicos tales como deficiencias nutricionales de
K, Zn, B y Fe. El análisis de suelo proporciona antecedentes fundamentales
sobre las características de salinidad, alcalinidad y/o presencia de iones tóxicos.
A continuación, se indican parámetros de suelos que pueden servir de guía
nutricional y que han sido validados bajo las condiciones del cultivo en Chile.
Déficit de potasio
A pesar que el síntoma de déficit visual de K no estaría presente en huertos
de paltos en Chile, sí aparecen frecuentemente niveles foliares deficitarios
de K de acuerdo a estándares californianos y/o sudafricanos (ver Cuadros 3 y
4). En la mayoría de los casos estos ocurren en suelos de texturas gruesas y/o
zona de suelos de origen graníticos del secano interior y de cerros, los que
pertenecen mayoritariamente a la serie de suelos Lo Vásquez. Esta serie de
suelo se caracteriza por presentar valores bajos de K disponible (menores a
100 mg/kg), en especial en el subsuelo. Como norma general valores inferiores
a 80 mg/kg de K disponible en el subsuelo (25-60 cm) (Cuadro 1), llevan a
niveles bajos de K foliar en paltos.
Déficit de zinc
Es muy común en paltos y puede aparecer en todo tipo de suelos, en
especial en suelos calcáreos y de texturas muy gruesas. Estudios efectuados
en paltos plantados en el área de suelos calcáreos en Chile indican
que un valor de seguridad para no tener problemas es de 15 mg/kg de
Zn-DTPA (Cuadro 1). Sin embargo, en el área de suelos no calcáreos, el déficit
de Zn se presenta aparentemente sin relación con el nivel de Zn “disponible”.
35
NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS
Cuadro 1.
Niveles de referencia de nutrientes (potasio, zinc, boro, hierro y cloro), conductividad
eléctrica (CE), saturación de calcio (%) y RAS (%) en el suelo para palto.
Nutriente
Déficit /
problema
Exceso /
problema
Frecuencia
del problema
Tipo de
suelos
Potasio (mg/kg de K
Poco
disponible en el subsuelo
≤ 80
No
frecuente
entre 25-60 cm)
Suelos de
textura fina
fijadores de K
Frecuente
Zinc (mg/kg de Zn-DTPA)
≤ 15
No
Suelos básicos y calcáreos
Poco
Boro (mg/kg)
0,5
≥ 1,5
frecuente
Suelos básicos
y calcáreos
Moderadamente
Hierro (mg/kg de Fe-DTPA)
≤ 15
No
frecuente
Suelos básicos
y calcáreos
Cloruro (meq/l en el
extracto saturado)
–
≥ 5
Frecuente
pH
≥ 7,5 Frecuente
CE (dS/m) extracto
–
≥ 1,3
de saturación Poco
frecuente
Poco
% saturación de calcio
≤ 80 (1)
≥ 95
frecuente
Suelos salinos
Suelos básicos
y calcáreos
Suelos
salinos
Suelos
calcáreos y
coluviales
% saturación de sodio
≥ 6
Poco
frecuentes
Suelos salinos
y sódicos
RAS (%)
≥ 6
Poco
frecuentes
Suelos salinos
y sódicos
(1)
valor crítico ≤ 40% o 4 meq. /100 g suelo seco
Otra condición que favorece la aparición del problema, sin asociación con
niveles deficitarios en el suelo, son las aplicaciones de guanos de origen
avícola, en especial en huertos jóvenes (uno a tres años).
Déficit de boro
Valores de B en el suelo, inferiores a 0,5 mg/kg (Cuadro 1), conducen a déficit
de boro en las plantas. Estos niveles se presentan en la zona central del país
en las áreas de suelos graníticos erosionados y/o de texturas gruesas, ya sea
en planos aluviales o en el área de lomajes y cerros. En suelos graníticos del
36
Diagnóstico nutricional vía análisis de suelo, de agua de riego y foliar
secano interior y costero de la zona central del país se desarrollan arcillas de
tipo illita que son fijadoras de B (Ruiz, 2000). Siendo en esta área frecuente
las plantaciones nuevas de paltos, se debe monitorear periódicamente el boro.
Déficit de hierro
Su manifestación en paltos como clorosis férrica es difícil de corregir y
de alto costo, por lo que es recomendable prevenir su aparición. En este
sentido, el análisis de suelo ha demostrado ser una buena herramienta para
ello. Antecedentes generados en la zona productora de paltas en Chile por
Ruiz (2006), indican que el problema se produce por alguna o varias de las
siguientes condiciones:
• Valores de bicarbonatos superiores al rango 3-5 meq/l. Problema severo
con valores sobre 8 meq/l.
• Cualquier nivel de caliza activa o de carbonatos. El problema es
especialmente severo sobre 5% de caliza activa o 10% de carbonatos.
• Valores de Fe-DTPA inferiores a 15 mg/kg (Cuadro 1).
• Situaciones anteriores asociadas a problemas de drenaje o déficit de
aireación incrementa la clorosis férrica.
Calcio en el suelo. En las áreas de suelo aluviales del valle central de Chile no
se presenta el déficit de calcio, ya que es muy abundante en el agua de riego y
en el suelo en su forma intercambiable. Los valores de Ca intercambiable de
esta área fluctúan desde 80% en el valle de Aconcagua hasta 95% en el valle
del Maipo. En suelos con valores inferiores a 40% de saturación de Ca o con
Ca intercambiable menor a 4 meq/100 g de suelo seco (Cuadro 1), se afecta la
nutrición del Ca y se inician problemas de estructuración. En áreas de suelos
coluviales de lomaje y cerro se han detectado valores inferiores a un 40%, lo
cual incide en la mala estructuración del suelo, siendo recomendable el uso
de enmienda cálcica, como yeso.
Salinidad e iones tóxicos específicos en el suelo
El palto está dentro de las especies sensibles a salinidad. De acuerdo a Mass y
Hoffman (1977), el palto presenta un valor umbral de conductividad eléctrica
(CE) del extracto de saturación del suelo de 1,3 dS/m (Cuadro 1). Ello significa
que sobre este valor el palto comienza a afectarse. Adicionalmente, diversos
estudios indican que con 2,0 dS/m, el rendimiento desciende en un 10%.
37
NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS
Cloruros
Entre los iones que inciden mayormente en la salinidad el cloruro es el más
común en el país. Este ion es abundante en las aguas de riego del área centro
norte y central de Chile. Altas concentraciones de cloruros presentan las
aguas del río Aconcagua (4-5 meq/l) y las del Maipo-Mapocho (6-8 meq/l).
En la toxicidad producida por cloruros y sales en general, es tan importante la
concentración de cloruros, como las distintas prácticas de riego. Por ejemplo,
se ha observado necrosis que afectan más del 50% de la lámina de la hoja,
en huertos con valores de cloruros en el agua de 3,8 meq/l, debido a que se
efectuaban riegos cortos sin intercalar una lámina de agua en exceso para el
lavado de sales. Al no existir lixiviación, el cloruro se acumula en el suelo hasta
producir toxicidad, que en el caso específico estudiado alcanzó los 9,3 meq/l.
Los valores de referencia para cloruros en el suelo dependen del patrón que
se utilice. Información extranjera indica que mexícola se afecta a partir de 5
meq/l en el extracto saturado (Cuadro 1), mientras que West Indian lo hace con 8
meq/l. En áreas donde el nivel de cloruros en aguas es muy alto, es conveniente
el uso de fuentes nitrogenadas nítricas ya que el ion nitrato es competitivo con
cloruros y se ha demostrado que se atenúa la toxicidad de cloruros (Bar et al.,
1987). Estudios en el país indican que el ion cloruro se concentra fuertemente
en paltos en proceso de decaimiento (Foto 21) (Ruiz, 2006).
Sodio
La toxicidad por sodio (Na) es poco frecuente en el país ya que las áreas
donde se cultiva el palto son bajas en Na y existe una alta proporción de
Ca en las aguas y el suelo. Se debe recordar que la acción tóxica del Na
debe evaluarse no como ion individual, sino en relación al calcio. En áreas
localizadas en los valles de la zona norte del país se presentan niveles altos
de Na. Sin embargo, la presencia del mismo no se expresa, debido a los altos
niveles de Ca en las aguas y en el complejo de cambio del suelo. De acuerdo a
información extranjera, valores de la Relación de Absorción de Sodio (RAS)
(ecuación) sobre el 6% afectan la productividad del palto (Cuadro 1).
RAS* =
Na
Ca + Mg
2
* RAS: Es un índice que expresa la relación entre los iones de sodio y la relación existente
entre el calcio y el magnesio presente en el suelo.
38
Diagnóstico nutricional vía análisis de suelo, de agua de riego y foliar
Además el análisis de suelo, el monitoreo foliar es un buen complemento para
saber si se está ante un exceso de Na en áreas con antecedentes de problemas
con este ion.
Boro
No se conoce de problemas de toxicidad natural de B en el país. Esto se
debe a que en las áreas cultivadas con paltos, en muy pocas ocasiones se
presentan niveles altos de B en suelos o aguas (más de 1,5 mg/kg). El déficit
de B en el suelo se presenta con valores inferiores a 0,5 mg/kg (Cuadro 1).
Cuando se realizan aplicaciones de B para corregir problemas de déficit, se
pueden inducir problemas de toxicidad, debido a que el umbral es fácilmente
alcanzado con dosis de aplicación que no sean las adecuadas.
Análisis de la calidad del agua de riego
Para evitar daño por sales es preciso evaluar el agua de riego considerando
las condiciones del suelo, ya que este problema depende estrechamente de
las características del suelo en cuanto a su percolación y drenaje. Un agua
de riego de baja salinidad puede provocar un problema salino si se aplica a
un suelo con subsuelo impermeable o con mal drenaje. También las malas
prácticas de riego, como hacerlo con alta frecuencia sin considerar la fracción
de lixiviación, puede incrementar la concentración salina del suelo.
Usualmente las aguas de riego presentan problemas derivados de un exceso
de sales totales y/o la presencia de iones tóxicos específicos, tales como Na, B,
cloruros y bicarbonatos. En el Cuadro 2 se presentan los niveles de referencia
establecidos en California.
Cuadro 2.
Niveles de referencia en conductividad eléctrica (CE, dS/m), sodio (RAS), cloruros (meq/l),
boro (mg/l) y bicarbonatos como parámetros de calidad del agua de riego.
Parámetro
Sin problemas
Problema creciente
Problema Severo
CE (dS/m) <0,75 0,75-3,0 >3,0
6
6,0-9,0 >9,0
Cloruros (meq/l) <3,0 > 3,0
> 5,0
Boro (mg/l) <0,5 0,5-2,0 >2,0
Bicarbonatos (meq/l) <1,5 1,5-8,5
>8,5
Sodio (RAS) Fuente: Ayers y Branson (1978).
39
NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS
Como el palto es una especie sensible a sales, puede señalarse un grado
de precisión mayor en algunos valores (Cuadro 2). Por ejemplo, entre 3 y 5
meq/l de cloruros en el agua de riego, se presentan problemas moderados de
toxicidad y entre 5 y 7 meq/l, los problemas pueden ser severos si no se toman
precauciones especiales con la fracción de lavado. También los valores de
bicarbonatos sobre 5 meq/l causan clorosis férrica.
Es recomendable y preciso evaluar el contenido de nitratos en las aguas
de riego. En diferentes áreas del país, en especial aquellas cercanas a
establecimientos porcinos o avícolas, se pueden presentar altos niveles de
nitratos que son producto del vertido de aguas provenientes del tratamiento
de purines. En ese caso, para el cálculo de la dosis de nitrógeno, es preciso
descontar el N presente en ellas, considerando el volumen de riego.
Respecto de otros iones tales como sulfatos, presentes en muchas de las aguas
de riego de la zona central, es preciso señalar que éstos, a pesar de estar en el
rango considerado alto, no revisten problemas al estar acompañadas de altas
cantidades de calcio.
Análisis foliar
Es la técnica más utilizada para el diagnóstico nutricional en frutales y
específicamente en paltos. Cabe señalar que, en Chile no se cuenta con
validaciones de los estándares utilizados como guía para el diagnóstico
nutricional. Como referencia, los diferentes laboratorios que brindan este
servicio utilizan principalmente los estándares californianos.
En Chile la toma de muestras de tejido más utilizada es aquella que considera
hojas de 5 a 7 meses de edad del ciclo de primavera sin fruto y sin crecimiento
de verano. En el Cuadro 3 se presentan los estándares desarrollados en
EE.UU. e Israel para análisis foliares, a excepción del N, el cual corresponde
a información generada recientemente en el país.
Ensayos realizados en Chile por Ruiz y Ferreyra (2011), determinaron que
niveles de N foliar sobre 2,4% provocan incremento de problemas de firmeza
y pardeamiento de pulpa luego de 1 a 2 meses de conservación en frío. Este
problema no se observa al momento de la cosecha, pero sí se manifiesta en
la fruta almacenada, siendo un factor que limita la calidad de fruta para su
40
Diagnóstico nutricional vía análisis de suelo, de agua de riego y foliar
exportación a mercados lejanos. Por ello se recomienda ajustar la fertilización
nitrogenada para acercarse al nivel 2,4% indicado en el Cuadro 3. Este valor
difiere del 2,6% indicado por investigadores californianos.
Respecto del contenido de Fe que entregan los análisis foliares, se debe
tener precaución con los rangos que indica el Cuadro 3. Cabe señalar que,
de acuerdo a estudios nacionales (Ruiz, 2006) y de Florida (EE.UU.) no
existe una correlación entre el nivel foliar medido como Fe total (Figura
2) y la sintomatología. Sin embargo, sí existe asociación entre la fracción
Fe-activo (fracción Fe+2) y la sintomatología (Figura 3). Dado que este análisis
lo efectúan pocos laboratorios (Fe-activo foliar), lo mejor para manejar el Fe
es guiarse por la sintomatología carencial expuesta anteriormente y por los
análisis de suelo.
Cuadro 3.
Estándares para análisis foliar en palto Hass (1).
Nutriente
Deficiente
Adecuado
Exceso
Nitrógeno (%)
<2,0
2,0-2,4
>2,7
Fósforo (%)
<0,14
0,14-0,25
>0,30
Potasio (%)
<0,90
0,90-2,0
>3,0
Calcio (%)
<0,50
1.0-3,0
>3,0
Magnesio (%)
<0,15
0,25-0,80
>1,0
Azufre (%)
<0,05
0,20-0,60
>1,0
Manganeso (mg kg–1)<15
30-500
>750
Hierro (mg kg–1) <4050-200 –
Zinc (mg kg–1)
<20 40-80>100
Boro (mg kg ) <20 40-60>100
–1
Cobre (mg kg–1)<3 5-15>25
Cloro (%)
–
–
0,25-0,50
Sodio (%)
–
–
0,25-0,50
(1)
Estándar en base a hojas de 5-7 meses del flujo primaveral sin crecimiento nuevo y sin fruta.
Fuente: Lahav y Whiley (2002), Jones y Embleton (1978); Embleton y Jones (1966) y Ruiz y Ferreyra (2011).
41
NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS
100
90
Fe total (mg kg-1)
80
70
60
50
Nivel crítico
40
0
Sin
Leve Moderada
Sintomatología
Fuerte
Figura 2. Fe total y sintomatología de deficiencia de hierro (Fe).
16
Fe activo (mg kg-1)
12
8
4
0
Sin
Leve Moderada
Sintomatología
Fuerte
Figura 3. Fe activo y sintomatología de deficiencia de hierro (Fe).
42
Diagnóstico nutricional vía análisis de suelo, de agua de riego y foliar
Si se tiene la certeza de la presencia de clorosis férrica, se puede utilizar un
sensor de verdor o SPAD, ya que existe una buena relación entre los valores
determinados y la deficiencia de Fe.
En otros países como Australia y Sudáfrica para el análisis foliar también se
utilizan el muestreo en base a hojas del ciclo de verano, las que correspondería
al segundo peak de crecimiento (Cuadro 4).
Existe la contradicción que a pesar de los bajos valores foliares de K
determinados en 10 a 18% de los huertos de paltos en estudios recientes en
la Región de Valparaíso (Ruiz y Ferreyra, 2011), no se presentan los síntomas
foliares indicativos del déficit en los árboles como lo señala Gardiazabal
(2004). En cuanto al B, el síntoma se presenta más bien como deformaciones
en la inserción del pedúnculo y en la fruta (Foto 22), pero su relación con los
niveles de B foliar no son tan claros.
El análisis foliar es una herramienta útil, a pesar de las limitaciones indicadas
anteriormente, pero se necesita complementar con otras consideraciones
para su correcto uso cuando esa información es utilizada en la fertilización
del palto.
Cuadro 4.
Estándares para hojas de verano en palto Hass.
Nutriente
Deficiente
Adecuado
Exceso
Nitrógeno (%)
<2,22,2-2,6>2,6
Fósforo (%)
<0.080,08-0,25>0,25
Potasio (%)
<0,71
Calcio (%)
<1,01,0-3,0>3.0
Magnesio (%)
<0,250,25-0,80>0,80
Azufre (%)
<0,200,20-0,30>0.30
Manganeso (mg kg–1)<30
0,71-2,0
30-500
>2,0
>500
Hierro (mg kg–1) <5050-200
Zinc (mg kg–1) <30 30-50>300
Boro (mg kg–1) <50 50-100>100
Cobre (mg kg–1)<5 5-15 >15
Fuente: Reuther, D.J. and J.B. Robinson. 1997. Plant Analysis, an Interpretation manual. CSIRO, Australia. CSIRO Publications.
43
NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS
Foto 22. Deformación del fruto por deficiencia de boro (B)
44
Fertilización del palto
4
La estrategia recomendada para el cálculo de la fertilización en paltos se basa,
fundamentalmente, en el conocimiento de la extracción de nutrientes por
parte de la fruta y lo requerido para el crecimiento de la biomasa vegetativa.
Ruiz y Ferreyra (2011) determinaron la extracción por parte de la fruta. Esto
implica que para generar una propuesta referencial de fertilización se requiere
utilizar información proveniente del extranjero sobre el requerimiento anual
de biomasa vegetativa y estimaciones de la eficiencia de recuperación del
nutriente. Para ello, se consideraron datos de extracción que provienen de
huertos cv Hass, ubicados en México con producciones cercanas a las 20 t/
ha (Salazar-García, 2002). Por lo anterior, la dosis, las fuentes y los momentos
de aplicación de los fertilizantes recomendados en este Boletín, deben ser
considerados como una referencia en el manejo de la fertilización.
El criterio de aplicación de los nutrientes se debe realizar principalmente en
función de los estados fenológicos del palto, los cuales varían de acuerdo a su
localización (coordenadas geográficas y altitud), condiciones edafoclimáticas
y edad del huerto.
Fertilización nitrogenada
Dosis de nitrógeno
De acuerdo a estudios en el país, el requerimiento de N de la fruta es alrededor
de 2,9 kg de N/t. A su vez, el requerimiento para el crecimiento vegetativo
anual es de 23,3 kg/ha para sustentar producciones de 20 t/ha (Salazar-García,
2002). En total, el requerimiento por la fruta más el crecimiento anual y las
hojas se pueden estimar en 4,07 kg/t. Asumiendo una eficiencia del 65%
para el N aplicado vía riego localizado, las dosis de acuerdo al rendimiento
esperado se muestran en el Cuadro 5.
45
NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS
Cuadro 5.
Requerimiento neto y dosis de nitrógeno (kg/ha) para tres rendimientos
(10, 20 y 30 t/ha).
Rendimiento
(t/ha)
Requerimiento
neto N (kg/ha)
Dosis de N
(kg/ha)
10
53,3
80,0
20
81,4
125,2
30
110,3
170,0
Cabe señalar que los datos son referenciales y pueden modificarse de acuerdo
a las apreciaciones de vigor, producción del año, calidad y condición de la
fruta en almacenaje. Todo esto debe ser complementado con los análisis
foliares de la temporada.
Épocas de aplicación del nitrógeno
En consideración a los eventos fisiológicos claves, se recomienda concentrar
las aplicaciones de N en octubre y enero. La aplicación de octubre permite
sustentar el crecimiento primaveral y el proceso de fructificación próximo
(Figura 4), mientras que la de enero mantiene el crecimiento vegetativo de
verano y el crecimiento exponencial de la fruta. Esta propuesta es similar a la
que indica Gardiazabal (2004). Sin embargo, se sugiere no aplicar dosis altas en
el mes de abril, ya que en ese período, si bien la concentración de N del fruto
se hace más estable, la acumulación en términos de materia seca del fruto sube
fuertemente. Un indicador importante para decidir las aplicaciones en abril o
mayo es medir la concentración de N de la pulpa (Cuadro 6).
Cuadro 6.
Concentración adecuada de nitrógeno (%) en la pulpa de la fruta de palta,
según época de muestreo.
Época % N en la pulpa
Mediados de enero <2,20
Mediados de febrero <1,80
Mediados de marzo <1,30
Mediados de abril <1,10
Cosecha
<0,81
Fuente: Ruiz y Ferreyra, 2011.
46
Fertilización del palto
Según Snijder et al. (2002), los valores óptimos de N en pulpa en marzo
deben ser inferiores a 1% para asegurar calidad y condición de la fruta. De
acuerdo a esto, la decisión de dosis a aplicar en abril o mayo pueden guiarse
por los análisis de pulpa y análisis foliar en marzo. No obstante, Lovatt (2001)
indica la conveniencia de aplicar N en el período otoñal con el objetivo de
aumentar la productividad y disminuir el añerismo en el largo plazo.
La recomendación es parcializar la aplicación anual del N (estimada en 150
kg de N/ha) de acuerdo a lo indicado en el Cuadro 7 y en la Figura 4.
Cuadro 7.
Porcentaje (%) de la aplicación y kg de N/ha a suministrar en la temporada.
Mes de aplicación
% de la aplicación
kg N /há
Agosto
5
7,5
Septiembre
10
15
Octubre
20
30
Noviembre
5
7,5
Diciembre
5
7,5
25
37,5
Enero Febrero
10
15
Marzo
10
15
Abril
10
15
Mayo
0
0
0
0
0
0
Junio Julio
47
48
15
N (kg/ha)
7,5
B
Zn
Fe
Mg
K
P
N
Segunda caída
Primera caída
Figura 4. Esquema de fenología y momentos de aplicación de N, P, K, Fe, Zn y B en los distintos estados fenológicos del palto.
30-40
Principales elementos
Crecimiento de raíces
Fase II
Fase I
Crecimiento de frutos
Antesis - fruto cuajado
Inflorescencias
Yema algodonosa
Yema hinchada
Crecimiento reproductivo
Crecimiento de otoño
Crecimiento primavera
Crecimiento vegetativo
AGO SEP OCT NOV DIC ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL
NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS
Fertilización del palto
En cuanto a fuentes de fertilizante nitrogenado, va a depender del pH del suelo.
En general, en suelos con pH superiores a 7 conviene realizar aplicaciones de
urea sola o bien en mezclas con fertilizantes nítricos o nitratos de amonio ya
que la planta puede absorber el fertilizante como amonio (NH4+) o nitrato
(NO3–) (Cuadro 8). Si el pH es menor a 6, como ocurre en áreas de cerros es
conveniente utilizar una mayor proporción de nitratos de calcio o potasio o
mezclas de ambos. El nitrato de Ca utilizado temprano, desde la cuaja hasta
frutos de 1 a 2 cm, puede contribuir al transporte de Ca hacia el fruto. En el
caso de suelos de texturas gruesas o de muy alta permeabilidad conviene la
aplicación de fertilizantes nitrogenados de entrega controlada.
Cuadro 8.
Formas disponibles en la solución suelo de macronutrientes,
Na y Cl que son absorbidos por la planta.
Nutrientes
Forma
Nitrógeno
NO3– – NH4+
Fósforo
H2PO4– – HPO4–2
Potasio
K+
Magnesio
Mg+2
Calcio
Ca+2
Azufre
SO4–2
Sodio
Na+
Cloro
Cl –
Fertilización fosfatada
La deficiencia de P es muy escasa en paltos en el país y a nivel mundial.
Aparentemente, las raíces del palto son muy eficientes para absorber el P.
Ocasionalmente aparecen niveles deficitarios de P en paltos afectados por
problemas a nivel de sus raíces.
Dosis de fósforo
El requerimiento de este elemento por la fruta en general es bajo y alcanza
a 0,51 kg/t (Ruiz y Ferreyra, 2011). Sólo se justifica aplicar P si los análisis
foliares indican valores bajo el límite crítico o acercándose a éste. Además,
49
NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS
la aplicación se hace indispensable cuando se observan problemas en el
crecimiento y desarrollo de raíces.
Las dosis para corregir el déficit de P, basado en el requerimiento de la fruta,
se muestra en el Cuadro 9, considerando una eficiencia de aplicación de P de
un 40% en sistemas de riego localizado.
Cuadro 9.
Requerimiento neto y dosis de fósforo (kg P2O2/ha) para tres rendimientos.
Rendimiento
Requerimiento neto P
Dosis de P
Dosis de P2O5
(t/ha) (kg/ha)(kg/ha)(kg/ha)
10
5,1
12,8
29,3
20 10,225,558,4
30 15,338,387,6
Épocas de aplicación del fósforo
Se sugiere aplicar en las épocas cuando hay crecimiento activo de raíces. Esto
debido a la particular forma en que se absorbe el P, ya que lo hace a través de la
intercepción directa y en menor grado por difusión. Ambos mecanismos operan
a muy corta distancia, por lo que es necesario colocar el P en el volumen de
suelo que será ocupado por las raíces de la planta. Así el P será interceptado y
absorbido por las raíces en crecimiento. La absorción de P requiere la utilización
de transporte activo del elemento a nivel de la raíz, ya que es absorbido como
ion ortofosfato monovalente o divalente (H2PO4– – HPO4–2) (Cuadro 8). Para
que esto ocurra, se requiere de suelos muy aireados para que la respiración
por parte de la raíz entrega la energía necesaria para la absorción del P. De
acuerdo al crecimiento de raíces, resulta mejor aplicar el P en diciembreenero (primer “peak” de crecimiento de raíces) y en marzo-abril (segundo
“peak” crecimiento de raíces) (Figura 4). Estos períodos de aplicación varían
de acuerdo a la localización geográfica de los huertos, principalmente en
función de la latitud, altitud y condiciones climáticas, entre otras variables.
En cuanto a fuentes de fertilizantes, experiencias en la zona de Quillota
constatan que el fosfato monoamónico (MAP 12-62-0) y el ácido fosfórico
50
Fertilización del palto
son más eficientes en su absorción debido a que presentan una mayor
movilidad en la zona de raíces. Si se utilizan fertilizantes compuestos que
contengan P, hay que saber cuál es la fuente de P que incluye; si es sobre la
base de fosfato diamónico, el P es de muy baja eficiencia en suelos neutros
y alcalinos.
Fertilización potásica
La cifra de extracción de K por la fruta es la más alta de todos los nutrientes,
alcanzando a 4,65 kg/t de fruta fresca (Ruiz y Ferreyra, 2011). Sin embargo, en
el país, el déficit de K de acuerdo al análisis foliar se presenta en pocos casos
y aún cuando se ha constatado que los productores de palto fertilizan poco
sus huertos con K. Esta situación también se produce en el resto de los países
donde se cultiva el palto. Incluso, en ensayos de larga duración (12 años) no
se encontró respuesta a la aplicación de K sobre el rendimiento, a pesar del
incremento del K foliar (Embleton y Jones, 1964). Similares resultados se han
obtenido en Sudáfrica (Koen y du Plessis, 1991). En Israel se ha observado
que no se incrementa el rendimiento de fruta, pero sí aumenta el calibre tanto
en Hass como en Fuerte (Lahav et al., 1976). Según Gardiazabal (2004), en
las condiciones locales de nuestro país, los síntomas de déficit de K no se
observan, ni siquiera en árboles con niveles bajos de acuerdo a los estándares
del análisis foliar. Es importante considerar que una alta y continua extracción
y la no reposición vía fertilizantes en la zona cultivada en Chile, llevará a
agotar las reservas de este nutriente en el suelo, por lo que en el futuro se
requerirá aplicar este mineral para evitar que no se produzca una deficiencia.
Dosis de potasio
Se recomienda aplicar K sólo si los análisis foliares indican valores bajos
(Cuadros 3 y 4). Cabe recordar que, de acuerdo a estudios realizados en
nuestro país, el K se considera como catión antagónico del Ca con respecto
a la movilidad a la fruta. Esto significa que un exceso de K en la fertilización
afectaría negativamente en los contenidos de Ca en la fruta, produciendo
problemas de calidad de la misma en postcosecha. Considerando lo anterior,
en caso de déficit de Ca se recomienda aplicar K sólo en lo que corresponde
a lo extraído por la fruta (4,65 kg/t). Si se esperan 20 t/ha, se debería aplicar
4,65 kg de K/t x 20 t/ha = 93 kg de K/ha, equivalente a 112 unidades de K2O
por ha (Cuadro 10).
51
NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS
Cuadro 10.
Requerimiento de K y K2O de la fruta (kg/ha) según nivel de rendimiento.
Rendimiento
(t/ha)
Requerimiento
neto K (kg/ha)
Dosis de K2O
(kg/ha)
10
47
57
15
70
84
20
93
112
25
116
140
Épocas de aplicación del potasio. Se recomienda aplicar parcializado desde
inicio de cuaja hasta la cosecha (Figura 4), concentrando las aplicaciones en
el período de mayor demanda por la fruta, que es de enero a mayo. En cuanto
al tipo de fuentes, se pueden utilizar nitrato de K, y sulfato de K y en el caso
que se tenga que aplicar P, se puede usar fosfato de K. Esto debido a que el K
se absorbe como ion K (Cuadro 8). No es recomendable aplicar KCl.
Fertilización de magnesio
El Mg también es un nutriente relevante para la calidad y condición de fruta
en la postcosecha. Estudios realizados por INIA determinaron una relación
positiva entre este nutriente y el Ca; a mayor Ca en la fruta, mayor Mg y
mejor condición de la fruta. El síntoma de déficit se expresa como una clorosis
intervenal en hojas basales y medias, siendo poco frecuente (ver Fotos 9 y 10).
Sin embargo, los análisis foliares indican frecuentemente valores bajo 0,3% y
en ese caso es necesario incluir al Mg en el plan de fertilización.
Dosis de magnesio
En base a los valores de extracción por la fruta (4,2 kg/t) determinado por
INIA, los requerimientos de Mg para cada nivel de rendimiento se indican
en el Cuadro 11.
52
Fertilización del palto
Cuadro 11.
Requerimiento de Mg y MgO de la fruta (kg/ha) y dosis de MgO (kg/ha)
para diferentes rendimientos.
Rendimiento
kg Mg / ha extraídos
Requerimiento
Dosis
(t/ha)
por la fruta
(kg MgO/ ha)
(kg MgO/ha)
10 2,23,77,4
15
3,2
5,3
10,6
20
4,2
7,0
14,0
25
5,2
8,6
17,3
La fuente ideal a aplicar es nitrato de Mg, ya que su absorción se incrementa
notoriamente cuando el ion que acompaña al Mg es nitrato. La planta absorbe
el Mg como ion, lo cual se muestra en el Cuadro 8. Experiencias realizadas en
otros frutales en la Región de Valparaíso mostraron una mayor eficiencia en
la aplicación con nitrato de Mg en relación al uso de sulfato de Mg.
Se ha observado que la eficiencia de la aplicación de Mg es baja en suelos
alcalinos y cuando se suministra sulfato doble de K y Mg, generalmente se
estima la dosis con un 50% de eficiencia. Dado que la fuente nitrato de Mg
resulta más cara y de manejo difícil (muy higroscópica), resulta más práctico
agregar sulfato de Mg. Este fertilizante contiene 16% de óxido de Mg (MgO)
por lo que dividiendo la dosis de MgO por 0,16, se obtiene la cantidad a
aplicar de acuerdo al requerimiento productivo (Cuadro 11).
Épocas de aplicación del magnesio
Respecto de la época de aplicación, ésta debe hacerse desde el inicio del
crecimiento vegetativo en primavera hasta la cosecha en cantidades
mensuales equivalentes (Figura 4).
53
NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS
4,0
Ácido
4,5 5,0
5,5
6,0
pH
Neutro
6,5 7,0 7,5
8,0
8,5
Alcalino
9,0 9,5 10,0
Nitrógeno
Fosforo
Potasio
Azufre
Calcio
Magnesio
Fierro
Manganeso
Boro
Cobre y Zinc
Molibdeno
Figura 5. Disponibilidad de nutrientes minerales en función del pH del suelo.
Fertilización de micronutrientes
Hierro
La deficiencia de Fe se presenta en suelos calcáreos o cuando las aguas de riego
son altas en bicarbonatos (>5 meq/l), ya que existe una menor disponibilidad
del nutriente a pH alcalino (Figura 5).
La deficiencia de Fe se puede corregir con aplicaciones de quelato de
Fe-EDDHA al suelo (Cuadro 4), ya que éste es absorbido mejor cuando
forma una molécula orgánica con Fe (Cuadro 12), en dosis de 150 g/árbol y/o
aspersiones foliares mensuales con FeSO4 al 1% (acidificado a pH 4,0) desde
noviembre a febrero.
Zinc
La deficiencia de zinc (Zn) generalmente se produce en suelos alcalinos
(Figura 5). Para su corrección se recomienda aplicar vía suelo si hay síntomas
o valores foliares bajo 30 mg/kg. De acuerdo a Crowley et al. (1996) y Lahav
and Whiley (2002), las aplicaciones foliares serían ineficientes. La literatura
54
Fertilización del palto
Cuadro 12.
Formas disponibles en la solución suelo de micronutrientes
que son absorbidos por la planta.
(1)
Nutrientes
Forma
Fe
Complejo1
Cu
Complejo
Zn
Complejo
Mn
Complejo
Co
Complejo
B
H3BO3 – BO3–3
Mo
MoO4–2
Complejo: Es la estructura química en la cual un ión se une a un sustrato.
señala que para que las aplicaciones al suelo sean efectivas deben ser en
altas dosis (Lahav y, Whiley, 2002). Al respecto, se sugiere aplicar 200 Kg
de ZnSO4 /ha o quelato de Zn (Cuadro 4 y Cuadro 12), en dosis recomendadas
según sea el producto comercial. Se recomienda que estas aplicaciones se
realicen en forma parcializada desde diciembre a julio.
Boro
Se recomienda realizar aplicaciones de boro (B) foliares o al suelo, cuando los
valores foliares sean menores a 30 mg/kg, condición que ocurre usualmente
cuando el pH del suelo es superior a 7,5 (Figura 5). Las aplicaciones foliares
se pueden realizar con ácido bórico, sales de B o Boro quelatado (Cuadro
4 y Cuadro 12), de acuerdo a las recomendaciones del producto comercial.
Aplicaciones al suelo, vía fertirriego, también son efectivas con ácido bórico,
desde floración en dosis de 1-2 g/m3 hasta formación del fruto.
55
Sistema de fertirrigación
en paltos
5
Sistema de fertirrigación
La importancia de un sistema de fertirriego en palto es mejorar la aplicación de
los fertilizantes, logrando localizar los nutrientes en la zona de crecimiento de
las raíces. Es así como los sistemas de riego presurizado (goteo y microaspersión)
aumentan la eficacia de la fertilización, comparada a un riego por surco o
tendido. La eficiencia de la aplicación del fertilizante va a depender del tipo
de fertilizante, tipo de suelo y del mecanismo de localización de éste. La fuente
de nutriente afecta su absorción por parte de la planta, ya que cada elemento
tiene sus propiedades físicas y químicas que influyen en el movimiento de
éste a través del suelo. Las propiedades físicas más importantes son aquellas
asociadas a propiedades higroscópicas, capacidad de disolución y difusión
en el suelo. Entre las propiedades químicas, las más relevantes son el pH, la
conductividad eléctrica y el tamaño y carga de los iones disueltos. Otro factor
importante es la forma de aplicación del fertilizante ya que éste se localiza en
la zona de las raíces.
Componentes del sistema de riego tecnificado
Bomba (superficie y de pozo)
Es el elemento principal en un sistema de riego tecnificado, ya que es la
responsable de entregar la presión y el caudal adecuados para todos los
emisores del sistema de riego. Se pueden encontrar diversos tipos de bombas:
superficiales (Foto 23) y las de pozo profundo (Foto 24). De las bombas
superficiales y de pozo profundo encontramos las de pistón, diafragma, rodillo
y centrifuga.
57
NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS
A
B
C
D
Foto 23. Bomba de superficie, vista: frontal (A), lateral (B), posterior (C) y superior (D).
Foto 24. Bomba sumergible.
58
Sistema de fertirrigación en paltos
Válvulas de agua (reguladoras de presión)
Son llaves que deja pasar agua en función de la presión que tenga el sistema
de fertirriego. Las válvulas son encargadas de proteger la bomba y tuberías
del daño ocasionado por exceso de presión. Controlan la presión y el caudal a
botar en las salidas de los emisores de riego. En las Fotos 25 y 26, se observan
dos tipos de válvulas manuales de bola y bronce, respectivamente. El propósito
de estas válvulas es cortar y dar el paso del agua en un sistema de fertirriego.
En las Fotos 27 y 28, se observa la válvula de mariposa diseñada para elevados
caudales de riego y la válvula eléctrica (selenoide) para la automatización del
sistema de fertirriego, respectivamente.
Foto 25. Válvula manual de bola de bronce (vista lateral y frontal).
Foto 26. Válvula manual de
regulación.
Foto 27. Válvula manual mariposa de
metal.
59
NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS
Foto 28. Válvula eléctrica solenoide para el cierre y apertura del paso de agua.
Manómetros
Aparato que permite visualizar continuamente la presión de trabajo que
existe en la matriz de riego. Parámetro de importancia al momento de realizar
una correcta aplicación de los fertilizantes.
Filtros
La función de los filtros es capturar las partículas sólidas que pueda llevar
el agua. Los filtros más simples, generalmente están compuestos de una
malla de tejido plástico o metálico con orificio de menor tamaño de aquellas
partículas que producen obstrucción parcial o total de los emisores de riego,
provocando un riego desuniforme y una aplicación de fertilizante deficiente
(Martínez, 2001). Los tipos de filtros utilizados corrientemente se señalan a
continuación.
Filtro de arena
Filtros de arena o grava corresponden a recipientes o estanques de metal,
normalmente circulares, que llevan en su interior arena o grava de un
determinado tamaño (Foto 29). En general se filtra agua con elevados niveles
de partículas orgánicas e inorgánicas tales como arenas finas y materia
orgánica (Martínez, 2001). La limpieza de estos filtros se hace produciendo
la inversión del flujo, lo que se logra con la apertura y cierre de la válvula
correspondiente.
60
Sistema de fertirrigación en paltos
Foto 29. Filtro de arena de cuarzo (estanque).
Filtro de malla
En general, se sitúan en el cabezal, inmediatamente después del filtro de
arena y del estanque de fertilizante (Fotos 30 y 31). A diferencia de los filtros
de arena que trabajan por superficie y profundidad, los filtros de mallas sólo
lo hacen por superficie, reteniendo menos cantidad de partículas sólidas. Este
tipo de filtro posee un menor tamaño, un bajo volumen para el retrolavado,
de fácil mantención y una menor pérdida de presión (Martínez, 2001).
Filtro de anillas
Tienen forma cilíndrica y el elemento filtrante lo componen un conjunto de
anillas con ranuras impresas sobre un soporte central cilíndrico y perforado
(Foto 32). El agua es filtrada al pasar por lo pequeños conductos formados
entre dos anillas consecutivas. La calidad del filtrado dependerá del espesor
de las ranuras (Martínez, 2001). Al igual que los filtros de grava, pueden
retener gran cantidad de sólidos antes de quedar obturados. Su limpieza
manual es muy sencilla: se abre la carcasa, se separan las anillas y se limpian
con un chorro de agua.
61
NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS
Foto 30. Filtro de malla.
Foto 31. Filtro de malla (en línea).
Foto 32. Filtro de anillas (en línea).
62
Sistema de fertirrigación en paltos
Filtro de succión (“strainer”)
Este tipo de filtro se localiza inmediatamente antes del sistema de
impulsión protegiendo a las bombas de la entrada de partículas, evitando la
contaminación del cuerpo de las bombas (Foto 33).
Foto 33. Filtros de succión.
Filtro de autolavado
Este dispositivo de forma cilíndrica permite filtrar partículas sólidas. El
sistema de autolavado incorpora una llave de limpieza y vaciado que permite
mantener el filtro en perfecto estado. El sistema de autolavado se realiza de
forma manual y/o automática (Foto 34).
Foto 34. Filtro de autolavado.
63
NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS
Filtro a nivel de emisores
Pequeños dispositivos que van dentro del emisor de riego para evitar
obturaciones.
Estanque de fertilizantes
Se utilizan estanques de 20 a 200 litros, en donde se coloca el fertilizante
disuelto en agua (Foto 35).
Foto 35. Estanques de fertilizantes.
Bomba inyectora de fertilizantes
Algunos agricultores e instaladores usan como inyector de fertilizante la
bomba del sistema de riego por goteo. Sin embargo, la instalación de este
sistema produce un deterioro más acelerado del rotor de la bomba (Foto 36).
Foto 36. Bomba de riego que puede ser utilizada como la bomba inyectora de fertilizantes.
64
Sistema de fertirrigación en paltos
Inyector de fertilizante
Son dispositivos o equipos que inyectan la mezcla de fertilizantes desde un
estanque a la red a través de una bomba eléctrica o hidráulica (Foto 37).
Foto 37. Sistema de inyección de fertilizantes y bomba que puede ser utilizada
para la inyección de fertilizante.
Inyector de ácidos
Son dispositivos o equipos que inyectan ácido a la red a través de una bomba
eléctrica (Foto 38).
Foto 38. Sistema de inyección de ácidos.
65
NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS
Estructura y función de un equipo fertirriego
La ventaja de los sistemas de riego localizados es que los fertilizantes minerales
pueden ser incorporados y disueltos directamente en el agua de riego. Por lo
tanto, los fertilizantes tienen que poseer una buena solubilidad en el agua,
y aquellos más limitados en su solubilidad requieren sistemas de agitación
para evitar su precipitación en el estanque de fertilización. Una norma
práctica para no sobrepasarse en el nivel salino y para que no precipite la
mezcla de fertilizantes, es no sobrepasar los 2 g/l de mezcla de fertilizante en
la solución. Se sugiere, no aplicar en forma conjunta fertilizantes fosfatados
con fertilizantes que tengan calcio. En este tipo de sistema se puede incluir
la aplicación de ácidos (ácido sulfúrico, clorhídrico, fosfórico, nítrico),
fungicidas, y desinfectantes (por ejemplo: hipoclorito de Na). Los dispositivos
más utilizados para la incorporación de mezclas de fertilizantes y abonos al
agua, son aquellos que aspiran o succionan la mezcla desde un estanque
de fertilización. La mezcla puede ser inyectada a presión o incorporada por
arrastre (Ferreyra et al., 2000; Reckmann et al., 2002). La Figura 6, muestra un
esquema de un sistema de fertirrigación con los componentes más importantes
para el manejo de la fertilización óptima en palto.
1
4
5
7
3
2
6
A
B
1. Bomba sumergible
2. Fuente de agua
3. Bomba superficial
10
4. Válvula manual de mariposa
5. Filtro de arena
6. Válvula manual de mariposa
7. Estanque de fertilizante (A: macronutrientes, B: micronutrientes y C: calcio)
8. Filtro de anillas
9. Válvula reguladora inyección de fertilizantes
10.Válvula solenoide
C
9
Diseñado por Luis Henríquez A. (Proyectista Civil Estructural).
Figura 6. Sistema de fertirrigación por arrastre.
66
8
Sistema de fertirrigación en paltos
Fertilización por aspiración o succión
Fertilización del tipo Venturi
Son dispositivos constituidos por una pieza en forma de T con un mecanismo
Venturi en su interior. El mecanismo Venturi aprovecha el efecto vacío que
se produce a medida que el agua fluye a través de un pasaje convergente
que se ensancha gradualmente. El Venturi funciona cuando hay diferencia
entre la presión del agua entrante y la combinación de agua y fertilizante
saliente del sistema de riego. Este dispositivo, se instala en paralelo, ya que
el caudal que circula por el sistema sobrepasa el flujo requerido por el propio
Venturi (Ferreyra et al., 2000; Reckmann et al., 2002). Por este motivo los
dispositivos más usados se basan en una combinación del principio Venturi
y de diferencia de presión. Si se decide instalar el Venturi en paralelo, se
requerirá una diferencia de presión entre la entrada y salida del orden del
20%. Es necesario indicar que el sistema tipo Venturi tiene una capacidad
de succión reducida, por lo que se recomienda su uso, principalmente en
instalaciones pequeñas. La mayor ventaja de este sistema de fertilización es
su bajo costo y fácil mantención.
Fertilización por arrastre
Son dispositivos cuya principal característica es poseer un depósito en
donde se incorpora a una presión equivalente a la red de riego, la solución
concentrada de fertilizante (Foto 39). Se colocan en paralelo con relación a la
conducción principal. Los depósitos son sencillos y de buen funcionamiento,
si bien presentan el inconveniente de que no mantiene una aplicación
uniforme, ya que la concentración de fertilizante va disminuyendo con el
riego hasta el final del mismo. Esto hace que se deba recomendar consumir
una carga del estanque por unidad operacional de riego.
67
NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS
Foto 39. Sistema de fertilización por arrastre de micronutrientes.
Fertilización por inyección
Para ello se utilizan equipos inyectores de fertilizantes que, al igual que el
fertilizador tipo Venturi (succión) utilizan un estanque abierto sin refuerzos,
en el cual se prepara la mezcla de fertilizantes. Una vez disuelta, ésta es
inyectada a la red a través de una bomba de inyección eléctrica o hidráulica:
Bomba de inyección eléctrica
Son bombas de diafragma con caudal variable en las que se puede regular, con
toda precisión, la cantidad de solución de fertilizante que se desea incorporar.
El único inconveniente, aparte del costo, es la necesidad de una fuente de
energía.
Bomba de inyección hidráulica
En este tipo de inyector, el motor eléctrico se sustituye por uno de
accionamiento hidráulico, que usa la propia energía del agua de la red para
mover sus mecanismos. Se trata de bomba de tipo peristáltico que produce
una dosificación a impulsos, inyectando un volumen de solución igual a la
capacidad de la cámara receptora. El inconveniente que presenta es su difícil
mantención.
68
Sistema de fertirrigación en paltos
Recomendaciones básicas de mantención de un sistema
de fertirriego
Mantención de bombas
Se debe verificar la presencia de fugas de agua y revisar el rodete o impulsor
a lo menos una vez al mes. Se sugiere desmontar la unidad de impulsión al
menos una vez al año para realizar limpieza, revisión y reposición.
Mantención de filtros
Se deben desmontar los filtros al final de la temporada y observar el desgaste
de paredes interiores. Se sugiere aplicar pintura antióxido.
Filtro de arena o grava
Se debe revisar la arena y realizar su cambio una vez al año. Además, se deben
observar en forma continua los manómetros. El diferencial de presión normal
es de 1 a 3 mca y el diferencial de presión para retrolavado debe ser mayor a
6 mca.
Filtros de malla o anillas
Comúnmente si se encuentra arena, existe una posible rotura del colector. Se
debe realizar una limpieza constante. En sistemas de riego de pequeño caudal
realizar lavado y limpieza manual. Se deben eliminar las partículas con chorro
de agua y cepillado suave.
Mantención de válvulas de solenoides
Realizar limpieza y chequeos periódicos de orificios y membranas. En general,
las válvulas solenoides tienden a fallar al tercer o cuarto año. Si la válvula no
abre o no cierra bien se puede deber a la presencia de basuras en la membrana
y problemas con conexiones eléctricas (voltímetro). Verificar el estado de la
apertura manual.
Mantención de emisores, laterales y matrices
A nivel de emisores, revisar en forma permanente para evitar obturación
de los emisores. En caso de utilización de cintas se debe evitar obturaciones
y dejar las cintas con orificios hacia arriba. En la red general, se producen
obturaciones del tipo física (partículas finas como arcillas), química (sales)
y biológica (algas) (Martínez, 2001). Para las obturaciones físicas se debe
69
NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS
realizar un lavado mecánico del sistema haciendo correr el agua por uno o
dos minutos. En el caso de las obturaciones químicas por sales (carbonatos,
sulfatos y cloruros), que forman costras se debe acidificar el agua de riego
para reducir la formación de precipitados de carbonatos de Ca y óxidos de
Fe. Posteriormente realizar un análisis de agua para verificar su calidad.
Finalmente, para controlar las obturaciones biológicas (algas, bacterias),
se sugiere aplicar hipoclorito de Na en forma continua con el objetivo de
provocar la oxidación y precipitación antes de los filtros de arena. Si el pH
del agua es menor a 6,5, la concentración de cloro debe ser inferior a 3,5 ppm.
En el caso del pH del agua mayor a 6,5, la concentración de cloro será hasta
1,5 ppm. Para evitar este tipo de obturaciones se puede agregar sulfato de
cobre en los embalses de agua (0,5 a 1,5 g/m3) y/o oscurecer con malla u otro
material (en tranques pequeños).
Se puede concluir que en un programa de fertilización en palto que se oriente
a reducir el añerismo, obtener una buena productividad y frutos de calidad,
debe considerar las dosis adecuadas, el momento óptimo de aplicación, la
fuente del fertilizante y una optimización de la aplicación de fertilizante a
través del uso de un sistema eficiente de fertirriego. Por lo tanto, los nutrientes
más relevantes a considerar en un programa de fertilización en palto son: N,
P, K, Ca, Mg, Zn, Fe y B.
70
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