INSTITUTO DE INVESTIGACIONES AGROPECUARIAS NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS ISSN 0717-4829 Autores JUAN PABLO MARTÍNEZ C. VICTORIA MUENA Z. RAFAEL RUIZ SCH. Ministerio de Agricultura Instituto de Investigaciones Agropecuarias Centro Regional de Investigación La Cruz La Cruz, Chile, 2014. BOLETÍN INIA N° 283 INSTITUTO DE INVESTIGACIONES AGROPECUARIAS ISSN 0717-4829 NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS BOLETÍN INIA N° 283 Nutrición y fertilidad en paltos Autores: Juan Pablo Martínez Castillo Ingeniero Agrónomo, Dr. en Ciencias Agronómicas e Ingeniería Biológica. Victoria Muena Zamorano Ingeniero Agrónomo, Mg., Producción Agroambiental. Rafael Ruiz Schneider Ingeniero Agrónomo, Dr. en Fertilidad y Nutrición de Plantas. Director Regional INIA Fernando Rodríguez A. Comité Editor Fernando Rodríguez A. Biólogo, Mg. Andrea Torres P. Ingeniero Agrónomo. Editor de Forma Eliana San Martín C. Boletín INIA N° 283 ISSN 0717-4829 Este Boletín fue editado por el Centro Regional de Investigación La Cruz, Instituto de Investigaciones Agropecuarias. Ministerio de Agricultura. Se permite la reproducción total o parcial de este Boletín, citando a la fuente y a los autores. Cita bibliográfica correcta Martínez C., Juan Pablo; Muena Z., Victoria y Ruiz Sch., Rafael. 2014. Nutrición y Fertilidad en Palto. Boletín INIA N° 283, 74 p. Instituto de Investigaciones Agropecuarias, La Cruz, Chile. Diseño e Impresión: versión | producciones gráficas Ltda. Cantidad de ejemplares: 700 La Cruz, Chile, 2014. www.inia.cl Impreso en Chile | Printed in Chile Advertencia: INIA y los autores no se responsabilizan por los resultados que se obtengan del uso o aplicación de productos genéricos o comerciales que son mencionados. El texto es una guía de apoyo a los agricultores y profesionales, quienes deberán determinar los procedimientos y productos más adecuados a su situación particular. Índice Agradecimientos .............................................................................. 5 Prólogo ............................................................................................. 7 Introducción ..................................................................................... 9 1 Nutrición en palto .......................................................................... 13 2 Sintomatologías de deficiencias y excesos nutricionales ............. 15 Sintomatología visual........................................................................ 15 Sintomatología del déficit de macronutrientes................................. 16 Sintomatología de déficit de micronutrientes................................... 24 Salinidad e iones tóxicos específicos................................................. 31 Uso de SPAD como instrumento de monitoreo nutricional............ 33 3 Diagnóstico nutricional vía análisis de suelo, agua y foliar ..................................................................... 35 Análisis de suelos.............................................................................. 35 Salinidad e iones tóxicos específicos en el suelo............................... 37 Análisis de la calidad del agua de riego............................................ 39 Análisis foliar.................................................................................... 40 4 Fertilización del palto ..................................................................... 45 Fertilización nitrogenada................................................................... 45 Épocas de aplicación del nitrógeno................................................... 46 Fertilización fosfatada........................................................................ 49 Fertilización potásica......................................................................... 51 Fertilización de magnesio.................................................................. 52 Dosis de magnesio............................................................................. 52 Épocas de aplicación del magnesio................................................... 53 Fertilización de micronutrientes....................................................... 54 5 Sistema de fertirrigación en paltos ................................................ 57 Sistema de fertirrigación................................................................... 57 Componentes del sistema de riego tecnificado ................................ 57 Estructura y función de un equipo fertirriego................................... 66 Fertilización por aspiración o succión .............................................. 67 Fertilización por inyección................................................................ 68 Recomendaciones básicas de mantención de un sistema de fertirriego .............................................................. 69 Referencias........................................................................................ 71 Agradecimientos Queremos expresar nuestra gratitud y reconocimiento a todos los productores de paltos y empresas privadas vinculadas al rubro de la Región de Valparaíso, que dispusieron gentilmente de sus huertos con el propósito de realizar la toma de muestra para análisis de suelo y foliar, además de disponer de sus instalaciones para efectuar el registro fotográfico incorporado en este Boletín, todas las cuales contribuyeron a graficar los aspectos técnicos que expusimos en cada una de las páginas de esta publicación. Del mismo modo, extendemos nuestros sinceros agradecimientos a todos quienes contribuyeron con su trabajo, directa o indirectamente, para que esta obra fuese posible. Este trabajo fue financiado con aportes del Ministerio de Agricultura, a través del Centro de Transferencia y Extensión del Palto, CTEP, INIA La Cruz. 5 Prólogo La estrategia del Centro de Transferencia y Extensión del Palto –CTEP– indica que aumentando la transferencia tecnológica y la extensión, es posible reducir la brecha productiva para acercarse a la producción potencial, incrementar calidad y calibres comerciales, mejorar el manejo de la alternancia productiva y todas las tecnologías que incrementen la competitividad. El Centro de Transferencia y Extensión del Palto, siempre preocupado de detectar las demandas productivas del rubro, identificó la necesidad de los productores de contar con información técnica y divulgativa que los apoyara en el manejo cultural de la especie. Esta razón, además de la escasa bibliografía vinculada a aspectos de fertilidad y nutrición del palto a nivel país, motivaron a este Centro a destinar esfuerzos, disponer de profesionales y recursos provenientes del Ministerio de Agricultura, para satisfacer esta tan anhelada necesidad del sector productivo concentrado, en su gran mayoría, en la Región de Valparaíso. Con la publicación de este Boletín de Nutrición y Fertilidad en Palto, INIA La Cruz pone a disposición de sus usuarios, una herramienta útil y de consulta obligada que será de gran utilidad para productores y profesionales vinculados al sector. Pamela Díaz Jara 7 Introducción El palto (Persea americana Mill.), perteneciente a la familia Lauraceae, es uno de los frutales subtropicales de mayor importancia en Chile. En 2013, la superficie plantada de palto llegaba a 36.355 hectáreas de las cuales la Región de Valparaíso aportó con cerca del 60% (ODEPA, 2013). El bajo rendimiento promedio histórico ha sido cercano a 10 toneladas por hectárea (ODEPA, 2013). Este bajo rendimiento, producciones alternadas de un año a otro (añerismo), y un deterioro de la calidad de la fruta, conforman los factores más importantes que limitan la rentabilidad de este rubro. Aún en este escenario, el palto es muy importante para Chile debido al alto volumen de exportación, el que durante la temporada 2011-2012 alcanzó las 116.710 toneladas destinadas principalmente a mercados como EE.UU., (64,2%), Europa (28,3%), América Latina (6%) y el Lejano Oriente (1%), lo que representó ingresos promedios cercanos a 160 millones de dólares. El cultivo del palto en Chile está representado principalmente por la variedad Hass, la de mayor importancia económica para nuestro país. Según Wolstenholme y Whiley (1999), la producción promedio en el mundo del palto fluctúa entre 4 y 8 toneladas por hectárea, dependiendo de la proporción de árboles nuevos en los huertos. Estos investigadores consideran que buenos productores en áreas subtropicales semiáridas o mediterráneas pueden producir en promedio de 8 a 12 t/ha y buenos productores de zonas subtropicales cálidas y húmedas pueden alcanzar, en promedio, entre 12 y 16 toneladas por hectárea anuales. Este mayor rendimiento en condiciones subtropicales se explicaría por características climáticas que benefician el comportamiento eco-fisiológico y productivo del palto. Si se toma en cuenta que el rendimiento del palto en Chile fluctúa entre 7 y 10 t/ha, nuestro país estaría en el límite inferior de las producciones de una zona mediterránea. Lo anterior se ve aún más acentuado si se considera 9 NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS que Garner y Lovatt (2008) postulan que, en condiciones óptimas de suelo, riego, clima, nutrición, entre otras, el potencial productivo del palto podría tener rendimientos promedios anuales del orden de las 30 toneladas por hectárea. Esta brecha potencial amerita en sí misma la realización de una mayor investigación científico-tecnológica en temas como el manejo de la fertilización y el riego, así como otros factores de manejo cultural del palto. En otro aspecto, se presenta el problema de añerismo que se manifiesta cuando árboles con alta productividad en un año “ON” producen pocos brotes florales en la siguiente primavera, mientras que árboles en baja productividad “OFF” presentan abundante floración para el siguiente período. Según Lovatt (1997); Salazar-García, Lord y Lovatt (1998) y Wolstenholme (2012), la razón del añerismo radica en que la fruta de una temporada consume las reservas que deberían estar disponibles para la floración de la temporada siguiente. Según Wolstenholme, que el añerismo puede también verse acentuado por luminosidad, eventos climáticos exógenos (heladas), raleo de frutos, poda, utilización de inhibidores de crecimiento, uso de portainjertos y un inadecuado manejo del riego y la nutrición. Desde un ámbito más técnico, los problemas de añerismo, bajo rendimiento y calidad de la fruta se han debido en parte a que la variedad Hass en nuestro país presenta limitaciones para manifestar su potencial de rendimiento en forma estable en el tiempo. Ello debido a su gran sensibilidad a las condiciones ambientales, al suelo y al manejo agronómico de dicha variedad. Más localmente, en ciertas áreas de la región de Valparaíso se ha observado que este problema radica fundamentalmente en la desvigorización de los huertos por factores como el clima, suelo, riego, heterogeneidad de los portainjertos utilizados, edad del huerto y el inadecuado manejo de la fertirrigación realizado en la plantación frutal (Salvo y Martínez, 2008). La reducción de la calidad de la fruta es otro problema que se asocia a la nutrición mineral en palto. Desbalances nutricionales en el árbol generan desórdenes fisiológicos en la fruta que se traducen en problemas en postcosecha, puesto que se tiene fruta de menor calidad para el almacenamiento, por lo que no llega en condiciones óptimas a los mercados distantes de Chile (Ferreyra et al., 2012). 10 INTRODUCCIÓN A nivel de la fertilización, el palto se caracteriza por presentar una baja demanda de nutrientes en comparación a otros frutales. La estrategia de fertilización de este frutal en Chile se basa principalmente en la aplicación de nitrógeno (N), boro (B) y zinc (Zn) al suelo. Debido a la tendencia de plantaciones en laderas para evitar daños de heladas, donde el establecimiento considera faenas de nivelación y formación de camellones, aumenta la posibilidad de escasez de los nutrientes que se concentran en la zona más superficial del suelo. Es el caso del potasio (K) y del boro (B), elementos que finalmente pueden llevar a limitar la productividad del predio. En general, los suelos donde se desarrollan los paltos son de pH neutro a ligeramente ácido (5,5 a 7), y de bajos niveles de salinidad (menor a 1,3 dS/m). La potencial acumulación de sales por riegos mal aplicados debe ser bien manejada, ya que afecta notablemente el rendimiento. Asimismo, en ciertas condiciones se presentan deficiencias de micronutrientes. Está descrito que algunos de los suelos donde se cultiva el palto en la Región de Valparaíso presentan pH alcalinos (Gardiazabal 2004; Ruiz 2006; Hardessen, 2012), lo que provoca una restricción en la disponibilidad de microelementos, contribuyendo a acentuar el problema sobre la alternancia (añerismo), baja productividad y una disminución en la calidad de la fruta de los huertos. Dentro de los tópicos que aborda este Boletín está la descripción de las sintomatologías de deficiencias y toxicidades que afectan al palto. Estos antecedentes se obtuvieron a través de la observación, la toma de muestras e identificación en varios huertos. También se incluyen las técnicas de diagnóstico nutricional para una aplicación de fertilizantes oportuna y adecuada. Adicionalmente, se indican las correcciones nutricionales (producto, época y sistema de aplicación, unidad de fertirrigación, entre otros) para contribuir en la reducción del añerismo, aumentar la productividad y mejorar la calidad de la palta. 11 Nutrición en palto 1 El propósito de cualquier programa de nutrición mineral, es suministrar los elementos o compuestos minerales o nutrientes que son absorbidos por la planta, en la dosis y momento oportuno para optimizar su utilización. El palto, como cualquier planta, requiere elementos nutritivos imprescindibles o esenciales, es decir, aquellos que no deben faltar para el funcionamiento fisiológico y el desarrollo completo del ciclo vegetativo. Cabe señalar que los criterios de esencialidad de un elemento nutritivo son la deficiencia del elemento impide que la planta complete su ciclo vegetativo y, por otro lado, la falta de un elemento no puede ser reemplazada por otro. Diecisiete son los elementos considerados esenciales para el crecimiento y producción de todas las especies cultivadas, incluidos los paltos. Los tres elementos esenciales con mayor requerimiento por parte de la biomasa frutal (raíces, tronco, ramas, hojas y fruta) son: carbono (C), hidrógeno (H) y oxígeno (O). Estos elementos representan el 90% de la materia seca del árbol. De ellos, el C es suministrado desde la atmósfera, el cual es transformado en carbohidratos a través del proceso de la fotosíntesis. El H y el O son proporcionados por el agua. De los nutrientes minerales esenciales para la planta se distinguen los de mayor requerimiento que se encuentran en mayor proporción en ella y son denominados macronutrientes. Entre éstos se consideran primarios: el nitrógeno (N), el potasio (K) y el calcio (Ca). Son secundarios: el fósforo (P), el magnesio (Mg) y el azufre (S). Aquellos elementos esenciales requeridos en menor proporción por la planta se denominan micronutrientes, y son el zinc (Zn), manganeso (Mn), cobre (Cu), hierro (Fe), boro (B), molibdeno (Mo), cloro (Cl) y, últimamente, pero sin importancia práctica aparente, el níquel (Ni). Este criterio para diferenciar los nutrientes puede llevar a confusiones ya que en casos de extremo el déficit 13 NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS de un micronutriente determinado puede adquirir más relevancia que un macronutriente. La necesidad de agregar vía fertilización algunos de los 14 elementos minerales esenciales, surge debido a que el suministro del suelo es insuficiente para el requerimiento de la planta. Este déficit nutricional se acentúa cuando el nutriente es poco móvil dentro de la planta y no logra llegar al sitio estratégico de acción, tales como yemas, flores o frutos recién cuajados. En uno u otro caso será necesario reponer la diferencia vía fertilización al suelo o foliar. Cabe señalar que los suelos del área plantada mayoritariamente con paltos, como la Región de Valparaíso, son de buena fertilidad, pero existen algunos problemas con la disponibilidad de micronutrientes como Zn, B y Fe. 14 Sintomatologías de deficiencias y excesos nutricionales 2 Sintomatología visual La sintomatología que se presenta en las diferentes estructuras vegetales del árbol, resulta ser una buena guía para identificar tanto deficiencias como excesos nutricionales en palto. Sin embargo, como toda herramienta biológica tiene limitaciones para su uso, entre las cuales se pueden mencionar: a) semejanza visual en algunas deficiencias en el estado incipiente; b) síntomas que difieren si se trata de hojas nuevas o adultas; c) similitud visual entre una toxicidad y una deficiencia específica; d) coexistencia de deficiencias y/o toxicidades simultáneamente; y e) presencia de clorosis, amarillez, necrosis u otros síntomas originados por problemas de falta de aireación o mal drenaje (Foto 1), o plagas o enfermedades parecidos a los producidos por problemas nutricionales. Foto 1. Árbol con problemas de aireación o mal drenaje. 15 NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS Sintomatología del déficit de macronutrientes Nitrógeno El nitrógeno (N) es un constituyente base de la materia viva (aminoácidos, proteínas, ácidos nucleicos, pigmentos fotosintéticos, nucleótidos, ATP, etc.), que está estrechamente relacionado con el vigor de la planta (Marschner, 2012). La deficiencia de N en palto produce una reducción en el crecimiento del árbol, lo que se traduce en un menor vigor y una disminución en la productividad. Las hojas de los huertos poseen un color amarillo a nivel de todo el perfil del árbol (Fotos 2 y 3), llegando incluso a presentar una defoliación. Además, produce brotes y ramas con internudos cortos y un desecamiento de los árboles (Lovatt, 2001; Lahav y Whiley, 2002). Cabe señalar que el palto se caracteriza por su rápida respuesta a la aplicación de N, incrementando así el rendimiento y crecimiento de la parte aérea. Sin embargo, se ha señalado que si se aplica en exceso, los árboles lo pueden destinar preferentemente a brotes y madera, y en menor grado a los frutos, generando una reducción de la productividad (Lovatt, 2001). Al respecto, Arpaia et al. (1996), indican que dicho exceso puede originar una mala calidad de la fruta en postcosecha y una aceleración en su madurez. Foto 2. Árbol con deficiencia severa de nitrógeno. 16 Sintomatologías de deficiencias y excesos nutricionales A B C D Foto 3. Deficiencia de nitrógeno en hoja de palto: (a) normal, (b) deficiencia leve, (c) deficiencia moderada y (d) deficiencia severa (ensayo en macetas). 17 NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS Fósforo El fósforo (P) es importante ya que juega un rol central en la transferencia de energía, entre otras funciones. La deficiencia de P produce hojas de color verde a marrón, pequeñas, redondeadas, defoliación y desecamiento de brotes, todo lo cual es perjudicial para el desarrollo del árbol (Lahav y Whiley, 2002). En las Fotos 4 y 5, se muestran los síntomas de déficit de P en plantas jóvenes creciendo bajo condiciones controladas de suministro de nutrientes. Foto 4. Planta con deficiencia severa de fósforo bajo condiciones controladas de suministro de nutrientes en invernadero. 18 Sintomatologías de deficiencias y excesos nutricionales A B C D E Foto 5. Deficiencia de fósforo (P) (a) normal, (b) deficiencia leve, (c) deficiencia moderada, (d) y (e) deficiencia severa (ensayo en macetas). 19 NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS Potasio El potasio (K) es el soluto inorgánico más importante en la planta (principal catión del xilema), que juega un rol esencial en la regulación hídrica (regulación estomática), transporte de azúcares y activación de, al menos 60 enzimas. La falta de este elemento produce clorosis intervenal, hojas pequeñas y estrechas, brotes delgados y muertos (Lahav y Whiley, 2002), lo cual es perjudicial para la productividad del árbol. En la Foto 6, se observan los síntomas de déficit de K en plantas jóvenes creciendo bajo condiciones de suministro de nutrientes. En árboles adultos de palto, la deficiencia de K puede producir deformaciones características a nivel de la cáscara del fruto (Foto 7). A B C Foto 6. Deficiencia potasio (K) (a) normal, (b) deficiencia leve, (c) deficiencia moderada (ensayo en macetas). 20 Sintomatologías de deficiencias y excesos nutricionales Foto 7. Deformación sobre la piel del fruto por deficiencia de potasio (K). 21 NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS Calcio El calcio (Ca) es un constituyente principal de la membrana celular de los tejidos de la planta y juega un rol esencial para asegurar su integridad, estabilidad y funcionamiento fisiológico de dicha estructura (permeabilidad). La deficiencia de Ca en plantas, y específicamente en palto, afecta la respiración de la planta, la senescencia y la postcosecha de la fruta. La presencia adecuada de Ca en la fruta, ayuda a reducir desórdenes fisiológicos como el ablandamiento prematuro, la decoloración del mesocarpio y las pudriciones (Hofman et al., 2003) (Foto 8). Foto 8. Pardeamiento por déficit de calcio en el fruto. Magnesio Una de las funciones más importantes del magnesio (Mg), es ser un componente esencial en la estructura de la clorofila y, por ende, juega un rol fundamental en la fotosíntesis (Marschner, 2012). El déficit no es muy común en el país y la expresión en el follaje son hojas basales y medias mostrando clorosis intervenal. En casos más avanzados aparece necrosis marginal e intervenal (Fotos 9 y 10), afectando negativamente el crecimiento y desarrollo del árbol (Razeto, 2010). 22 Sintomatologías de deficiencias y excesos nutricionales A B C Foto 9. Deficiencia de magnesio (Mg) (a) normal, (b) deficiencia leve y, (c) deficiencia moderada (ensayo en macetas). Foto 10. Deficiencia de magnesio (Mg) severa. 23 NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS Sintomatología de déficit de micronutrientes La disponibilidad de los micronutrientes en el suelo depende principalmente del pH. Algunos de los suelos donde se cultiva el palto en la Región de Valparaíso presentan pH alcalinos, lo que provoca una restricción en la disponibilidad de estos elementos (Gardiazabal, 2004; Ruiz, 2006; Hardessen, 2012). Los micronutrientes que presentan una menor disponibilidad en la zona de cultivo del palto en Chile son hierro (Fe), zinc (Zn) y boro (B) (Gardiazabal, 2004; Lemus et al., 2005; Ruiz, 2006). Su baja disponibilidad en el suelo está asociada a la presencia de carbonatos y bicarbonatos (Ruiz, 2006). A continuación se presentan las deficiencias de micronutrientes más relevantes para el cultivo del palto en Chile. Hierro La deficiencia de hierro (Fe) produce una clorosis intervenal (hojas de color blanco a amarillo) manteniéndose la nervadura de color verde. El síntoma se manifiesta principalmente en las hojas más jóvenes, ya que su translocación es lenta a nula desde las hojas más viejas (Foto 11). En estados más avanzados se produce necrosis marginal de las hojas (Foto 12). Además, los brotes pueden presentar desecamiento y frutos de color verde pálido (Lahav y Whiley, 2002), lo cual afecta negativamente la productividad del huerto. El déficit puede incluso causar la muerte de los árboles, puesto que se reducen fuertemente los carbohidratos a nivel radicular (Ruiz y Ferreyra, 2011). Estudios de Ferreyra et al. (2008), Ruiz (2006) y Ruiz et al. (2012), sobre el efecto de la clorosis férrica en paltos en la Región de Valparaíso, han determinado que ésta se asocia a un suelo con pH elevado (cercano a 8), y/o a suelos de naturaleza calcárea, produciéndose una deficiencia de este elemento y una menor productividad. Cabe señalar, que dentro de los micronutrientes, la deficiencia de hierro es la que provoca efectos más perjudiciales desde el punto de vista productivo. 24 Sintomatologías de deficiencias y excesos nutricionales Foto 11. Árbol y hojas con deficiencia de hierro (Fe). 25 NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS A B C D E Foto 12. Deficiencia de hierro (Fe) (a) normal, (b) deficiencia leve, (c) deficiencia moderada, (d) deficiencia severa y e) deficiencia muy severa. 26 Sintomatologías de deficiencias y excesos nutricionales Zinc La deficiencia de zinc (Zn) es muy común en paltos y se presenta con una sintomatología típica que difiere si se trata de hojas nuevas (de la temporada) o más viejas (más de una temporada). En las primeras, se presentan hojas pequeñas cloróticas con moteado intervenal (Foto 13), reducción del tamaño de la hoja con necrosis marginal, brotes con entrenudos cortos y brotes con formación en roseta (Foto 14). En las hojas medias y viejas se presenta un moteado intervenal (Foto 15). Además, efecto del déficit de Zn afecta la productividad y aspectos de calidad como el calibre y deformaciones de la fruta, con frutos más redondos que lo normal (Foto 16) (Lahav y Whiley, 2002; Ruiz, 2006), teniendo como consecuencia una pérdida del valor comercial. Es frecuente observar que el déficit de Zn se presenta en conjunto con la deficiencia de Fe (Foto 17). Foto 13. Hojas con clorosis intervenal por deficiencia de zinc (Zn). 27 NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS Foto 14. Entrenudos cortos y brotes en roseta por deficiencia de zinc (Zn). Foto 15. Hojas adultas con clorosis intervenal por deficiencia de zinc (Zn). 28 Sintomatologías de deficiencias y excesos nutricionales Foto 16. Fruto pequeño y de forma redondeada por deficiencia de zinc (Zn). Foto 17. Deficiencia combinada de hierro (Fe) y zinc (Zn). 29 NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS Boro El boro (B) es un micronutriente cuya dosis se debe manejar cuidadosamente ya que el margen entre deficiencia y toxicidad es muy estrecho (GonzálezGervacio, 2011). La deficiencia de B produce hojas verdes pálidas a amarillas, manchas verdes pálidas a halos amarillos. En brotes produce necrosis, muerte apical, hinchazón nodal, cuya consecuencia es la pérdida de la dominancia apical, impactando negativamente en la estructura física del árbol, tendiendo éste a ser más horizontal que vertical (Lahav y Whiley, 2002). La evidencia sintomatológica no es muy fácil de observar. De acuerdo a Gardiazabal (2004), los síntomas se presentan con una deformación en el fruto en el punto de inserción del pedúnculo (Foto 18). Las deformaciones en frutos y las perforaciones en hojas se han observado en el país en huertos con niveles relativamente bajos en B. No obstante esto no ocurre en todo los casos. Los análisis de esos huertos indican valores generales en torno a las 35 ppm. Cabe señalar que en varios sitios muestreados en este trabajo se apreciaron síntomas visuales de aparente carencia de boro en hojas y frutas sin relación con los estándares de referencia en B publicados. Foto 18. Deformación en la inserción del pedúnculo en fruto por deficiencia de boro (B). 30 Sintomatologías de deficiencias y excesos nutricionales Salinidad e iones tóxicos específicos El síntoma más común de la salinidad es la necrosis en la punta y márgenes de la hoja (Fotos 19 y 20). Esta necrosis puede abarcar gran parte de la hoja afectando la fotosíntesis y transpiración, y por ende, la productividad. En casos más severos se presenta defoliación (Lahav y Whiley, 2002). Foto 19. Árbol decaído con síntomas por exceso de sales y cloruros. 31 NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS Foto 20. Síntomas de salinidad en hojas de palto. Cloruros Los síntomas de la toxicidad específica de cloruros se presentan con mayor intensidad en las hojas viejas al ser el cloruro un ion relativamente poco móvil en el floema. Una buena herramienta de monitoreo para cloruros es efectuar análisis foliar. Concentraciones de cloruros sobre 0,25% se consideran inadecuadas para paltos (Reuther y Robinson, 1997) (Foto 21). 32 Sintomatologías de deficiencias y excesos nutricionales Foto 21. Árbol de palto afectado por exceso de cloruros. Uso de SPAD como instrumento de monitoreo nutricional Respecto del uso del SPAD, este instrumento representa un método instantáneo y no destructivo para evaluar posibles déficits nutricionales (Ferreyra et al., 2008). El equipo mide la intensidad del verde o verdor de las hojas (Ferreyra et al., 2008). La limitación es que no identifica específicamente cuál es la causa del menor verdor. Detrás de una clorosis pueden estar comprometidos elementos como N, Fe, Mg y en general todos los que directa o indirectamente afectan la formación de clorofila. Mediciones en uva de mesa indican que la falta de aireación y problemas de drenaje pueden ocasionar clorosis que no están relacionadas necesariamente a la composición mineral de las hojas sino a destrucción de clorofila, causada indirectamente por asfixia radicular (Ruiz, R., sin publicar). El SPAD es una excelente herramienta cuando se conoce la deficiencia o problema que se está enfrentando. En el caso de paltos con 33 NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS déficit de Fe se ha elaborado una gráfica para hojas adultas que se muestra en la Figura 1. Los valores altos de la gráfica pueden usarse para asegurar una correcta nutrición con Fe. 70 60 Lectura SPAD 50 40 30 20 10 0 Sin Leve Moderada Fuerte Sintomatología Severa Figura 1. Lectura de SPAD y sintomatología de deficiencia de hierro (Fe). 34 Diagnóstico nutricional vía análisis de suelo, agua y foliar 3 Análisis de suelos El análisis químico del suelo es una herramienta analítica de interés para el diagnóstico nutricional en paltos. Aunque presenta ciertas restricciones, es muy útil en algunos casos específicos tales como deficiencias nutricionales de K, Zn, B y Fe. El análisis de suelo proporciona antecedentes fundamentales sobre las características de salinidad, alcalinidad y/o presencia de iones tóxicos. A continuación, se indican parámetros de suelos que pueden servir de guía nutricional y que han sido validados bajo las condiciones del cultivo en Chile. Déficit de potasio A pesar que el síntoma de déficit visual de K no estaría presente en huertos de paltos en Chile, sí aparecen frecuentemente niveles foliares deficitarios de K de acuerdo a estándares californianos y/o sudafricanos (ver Cuadros 3 y 4). En la mayoría de los casos estos ocurren en suelos de texturas gruesas y/o zona de suelos de origen graníticos del secano interior y de cerros, los que pertenecen mayoritariamente a la serie de suelos Lo Vásquez. Esta serie de suelo se caracteriza por presentar valores bajos de K disponible (menores a 100 mg/kg), en especial en el subsuelo. Como norma general valores inferiores a 80 mg/kg de K disponible en el subsuelo (25-60 cm) (Cuadro 1), llevan a niveles bajos de K foliar en paltos. Déficit de zinc Es muy común en paltos y puede aparecer en todo tipo de suelos, en especial en suelos calcáreos y de texturas muy gruesas. Estudios efectuados en paltos plantados en el área de suelos calcáreos en Chile indican que un valor de seguridad para no tener problemas es de 15 mg/kg de Zn-DTPA (Cuadro 1). Sin embargo, en el área de suelos no calcáreos, el déficit de Zn se presenta aparentemente sin relación con el nivel de Zn “disponible”. 35 NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS Cuadro 1. Niveles de referencia de nutrientes (potasio, zinc, boro, hierro y cloro), conductividad eléctrica (CE), saturación de calcio (%) y RAS (%) en el suelo para palto. Nutriente Déficit / problema Exceso / problema Frecuencia del problema Tipo de suelos Potasio (mg/kg de K Poco disponible en el subsuelo ≤ 80 No frecuente entre 25-60 cm) Suelos de textura fina fijadores de K Frecuente Zinc (mg/kg de Zn-DTPA) ≤ 15 No Suelos básicos y calcáreos Poco Boro (mg/kg) 0,5 ≥ 1,5 frecuente Suelos básicos y calcáreos Moderadamente Hierro (mg/kg de Fe-DTPA) ≤ 15 No frecuente Suelos básicos y calcáreos Cloruro (meq/l en el extracto saturado) – ≥ 5 Frecuente pH ≥ 7,5 Frecuente CE (dS/m) extracto – ≥ 1,3 de saturación Poco frecuente Poco % saturación de calcio ≤ 80 (1) ≥ 95 frecuente Suelos salinos Suelos básicos y calcáreos Suelos salinos Suelos calcáreos y coluviales % saturación de sodio ≥ 6 Poco frecuentes Suelos salinos y sódicos RAS (%) ≥ 6 Poco frecuentes Suelos salinos y sódicos (1) valor crítico ≤ 40% o 4 meq. /100 g suelo seco Otra condición que favorece la aparición del problema, sin asociación con niveles deficitarios en el suelo, son las aplicaciones de guanos de origen avícola, en especial en huertos jóvenes (uno a tres años). Déficit de boro Valores de B en el suelo, inferiores a 0,5 mg/kg (Cuadro 1), conducen a déficit de boro en las plantas. Estos niveles se presentan en la zona central del país en las áreas de suelos graníticos erosionados y/o de texturas gruesas, ya sea en planos aluviales o en el área de lomajes y cerros. En suelos graníticos del 36 Diagnóstico nutricional vía análisis de suelo, de agua de riego y foliar secano interior y costero de la zona central del país se desarrollan arcillas de tipo illita que son fijadoras de B (Ruiz, 2000). Siendo en esta área frecuente las plantaciones nuevas de paltos, se debe monitorear periódicamente el boro. Déficit de hierro Su manifestación en paltos como clorosis férrica es difícil de corregir y de alto costo, por lo que es recomendable prevenir su aparición. En este sentido, el análisis de suelo ha demostrado ser una buena herramienta para ello. Antecedentes generados en la zona productora de paltas en Chile por Ruiz (2006), indican que el problema se produce por alguna o varias de las siguientes condiciones: • Valores de bicarbonatos superiores al rango 3-5 meq/l. Problema severo con valores sobre 8 meq/l. • Cualquier nivel de caliza activa o de carbonatos. El problema es especialmente severo sobre 5% de caliza activa o 10% de carbonatos. • Valores de Fe-DTPA inferiores a 15 mg/kg (Cuadro 1). • Situaciones anteriores asociadas a problemas de drenaje o déficit de aireación incrementa la clorosis férrica. Calcio en el suelo. En las áreas de suelo aluviales del valle central de Chile no se presenta el déficit de calcio, ya que es muy abundante en el agua de riego y en el suelo en su forma intercambiable. Los valores de Ca intercambiable de esta área fluctúan desde 80% en el valle de Aconcagua hasta 95% en el valle del Maipo. En suelos con valores inferiores a 40% de saturación de Ca o con Ca intercambiable menor a 4 meq/100 g de suelo seco (Cuadro 1), se afecta la nutrición del Ca y se inician problemas de estructuración. En áreas de suelos coluviales de lomaje y cerro se han detectado valores inferiores a un 40%, lo cual incide en la mala estructuración del suelo, siendo recomendable el uso de enmienda cálcica, como yeso. Salinidad e iones tóxicos específicos en el suelo El palto está dentro de las especies sensibles a salinidad. De acuerdo a Mass y Hoffman (1977), el palto presenta un valor umbral de conductividad eléctrica (CE) del extracto de saturación del suelo de 1,3 dS/m (Cuadro 1). Ello significa que sobre este valor el palto comienza a afectarse. Adicionalmente, diversos estudios indican que con 2,0 dS/m, el rendimiento desciende en un 10%. 37 NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS Cloruros Entre los iones que inciden mayormente en la salinidad el cloruro es el más común en el país. Este ion es abundante en las aguas de riego del área centro norte y central de Chile. Altas concentraciones de cloruros presentan las aguas del río Aconcagua (4-5 meq/l) y las del Maipo-Mapocho (6-8 meq/l). En la toxicidad producida por cloruros y sales en general, es tan importante la concentración de cloruros, como las distintas prácticas de riego. Por ejemplo, se ha observado necrosis que afectan más del 50% de la lámina de la hoja, en huertos con valores de cloruros en el agua de 3,8 meq/l, debido a que se efectuaban riegos cortos sin intercalar una lámina de agua en exceso para el lavado de sales. Al no existir lixiviación, el cloruro se acumula en el suelo hasta producir toxicidad, que en el caso específico estudiado alcanzó los 9,3 meq/l. Los valores de referencia para cloruros en el suelo dependen del patrón que se utilice. Información extranjera indica que mexícola se afecta a partir de 5 meq/l en el extracto saturado (Cuadro 1), mientras que West Indian lo hace con 8 meq/l. En áreas donde el nivel de cloruros en aguas es muy alto, es conveniente el uso de fuentes nitrogenadas nítricas ya que el ion nitrato es competitivo con cloruros y se ha demostrado que se atenúa la toxicidad de cloruros (Bar et al., 1987). Estudios en el país indican que el ion cloruro se concentra fuertemente en paltos en proceso de decaimiento (Foto 21) (Ruiz, 2006). Sodio La toxicidad por sodio (Na) es poco frecuente en el país ya que las áreas donde se cultiva el palto son bajas en Na y existe una alta proporción de Ca en las aguas y el suelo. Se debe recordar que la acción tóxica del Na debe evaluarse no como ion individual, sino en relación al calcio. En áreas localizadas en los valles de la zona norte del país se presentan niveles altos de Na. Sin embargo, la presencia del mismo no se expresa, debido a los altos niveles de Ca en las aguas y en el complejo de cambio del suelo. De acuerdo a información extranjera, valores de la Relación de Absorción de Sodio (RAS) (ecuación) sobre el 6% afectan la productividad del palto (Cuadro 1). RAS* = Na Ca + Mg 2 * RAS: Es un índice que expresa la relación entre los iones de sodio y la relación existente entre el calcio y el magnesio presente en el suelo. 38 Diagnóstico nutricional vía análisis de suelo, de agua de riego y foliar Además el análisis de suelo, el monitoreo foliar es un buen complemento para saber si se está ante un exceso de Na en áreas con antecedentes de problemas con este ion. Boro No se conoce de problemas de toxicidad natural de B en el país. Esto se debe a que en las áreas cultivadas con paltos, en muy pocas ocasiones se presentan niveles altos de B en suelos o aguas (más de 1,5 mg/kg). El déficit de B en el suelo se presenta con valores inferiores a 0,5 mg/kg (Cuadro 1). Cuando se realizan aplicaciones de B para corregir problemas de déficit, se pueden inducir problemas de toxicidad, debido a que el umbral es fácilmente alcanzado con dosis de aplicación que no sean las adecuadas. Análisis de la calidad del agua de riego Para evitar daño por sales es preciso evaluar el agua de riego considerando las condiciones del suelo, ya que este problema depende estrechamente de las características del suelo en cuanto a su percolación y drenaje. Un agua de riego de baja salinidad puede provocar un problema salino si se aplica a un suelo con subsuelo impermeable o con mal drenaje. También las malas prácticas de riego, como hacerlo con alta frecuencia sin considerar la fracción de lixiviación, puede incrementar la concentración salina del suelo. Usualmente las aguas de riego presentan problemas derivados de un exceso de sales totales y/o la presencia de iones tóxicos específicos, tales como Na, B, cloruros y bicarbonatos. En el Cuadro 2 se presentan los niveles de referencia establecidos en California. Cuadro 2. Niveles de referencia en conductividad eléctrica (CE, dS/m), sodio (RAS), cloruros (meq/l), boro (mg/l) y bicarbonatos como parámetros de calidad del agua de riego. Parámetro Sin problemas Problema creciente Problema Severo CE (dS/m) <0,75 0,75-3,0 >3,0 6 6,0-9,0 >9,0 Cloruros (meq/l) <3,0 > 3,0 > 5,0 Boro (mg/l) <0,5 0,5-2,0 >2,0 Bicarbonatos (meq/l) <1,5 1,5-8,5 >8,5 Sodio (RAS) Fuente: Ayers y Branson (1978). 39 NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS Como el palto es una especie sensible a sales, puede señalarse un grado de precisión mayor en algunos valores (Cuadro 2). Por ejemplo, entre 3 y 5 meq/l de cloruros en el agua de riego, se presentan problemas moderados de toxicidad y entre 5 y 7 meq/l, los problemas pueden ser severos si no se toman precauciones especiales con la fracción de lavado. También los valores de bicarbonatos sobre 5 meq/l causan clorosis férrica. Es recomendable y preciso evaluar el contenido de nitratos en las aguas de riego. En diferentes áreas del país, en especial aquellas cercanas a establecimientos porcinos o avícolas, se pueden presentar altos niveles de nitratos que son producto del vertido de aguas provenientes del tratamiento de purines. En ese caso, para el cálculo de la dosis de nitrógeno, es preciso descontar el N presente en ellas, considerando el volumen de riego. Respecto de otros iones tales como sulfatos, presentes en muchas de las aguas de riego de la zona central, es preciso señalar que éstos, a pesar de estar en el rango considerado alto, no revisten problemas al estar acompañadas de altas cantidades de calcio. Análisis foliar Es la técnica más utilizada para el diagnóstico nutricional en frutales y específicamente en paltos. Cabe señalar que, en Chile no se cuenta con validaciones de los estándares utilizados como guía para el diagnóstico nutricional. Como referencia, los diferentes laboratorios que brindan este servicio utilizan principalmente los estándares californianos. En Chile la toma de muestras de tejido más utilizada es aquella que considera hojas de 5 a 7 meses de edad del ciclo de primavera sin fruto y sin crecimiento de verano. En el Cuadro 3 se presentan los estándares desarrollados en EE.UU. e Israel para análisis foliares, a excepción del N, el cual corresponde a información generada recientemente en el país. Ensayos realizados en Chile por Ruiz y Ferreyra (2011), determinaron que niveles de N foliar sobre 2,4% provocan incremento de problemas de firmeza y pardeamiento de pulpa luego de 1 a 2 meses de conservación en frío. Este problema no se observa al momento de la cosecha, pero sí se manifiesta en la fruta almacenada, siendo un factor que limita la calidad de fruta para su 40 Diagnóstico nutricional vía análisis de suelo, de agua de riego y foliar exportación a mercados lejanos. Por ello se recomienda ajustar la fertilización nitrogenada para acercarse al nivel 2,4% indicado en el Cuadro 3. Este valor difiere del 2,6% indicado por investigadores californianos. Respecto del contenido de Fe que entregan los análisis foliares, se debe tener precaución con los rangos que indica el Cuadro 3. Cabe señalar que, de acuerdo a estudios nacionales (Ruiz, 2006) y de Florida (EE.UU.) no existe una correlación entre el nivel foliar medido como Fe total (Figura 2) y la sintomatología. Sin embargo, sí existe asociación entre la fracción Fe-activo (fracción Fe+2) y la sintomatología (Figura 3). Dado que este análisis lo efectúan pocos laboratorios (Fe-activo foliar), lo mejor para manejar el Fe es guiarse por la sintomatología carencial expuesta anteriormente y por los análisis de suelo. Cuadro 3. Estándares para análisis foliar en palto Hass (1). Nutriente Deficiente Adecuado Exceso Nitrógeno (%) <2,0 2,0-2,4 >2,7 Fósforo (%) <0,14 0,14-0,25 >0,30 Potasio (%) <0,90 0,90-2,0 >3,0 Calcio (%) <0,50 1.0-3,0 >3,0 Magnesio (%) <0,15 0,25-0,80 >1,0 Azufre (%) <0,05 0,20-0,60 >1,0 Manganeso (mg kg–1)<15 30-500 >750 Hierro (mg kg–1) <4050-200 – Zinc (mg kg–1) <20 40-80>100 Boro (mg kg ) <20 40-60>100 –1 Cobre (mg kg–1)<3 5-15>25 Cloro (%) – – 0,25-0,50 Sodio (%) – – 0,25-0,50 (1) Estándar en base a hojas de 5-7 meses del flujo primaveral sin crecimiento nuevo y sin fruta. Fuente: Lahav y Whiley (2002), Jones y Embleton (1978); Embleton y Jones (1966) y Ruiz y Ferreyra (2011). 41 NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS 100 90 Fe total (mg kg-1) 80 70 60 50 Nivel crítico 40 0 Sin Leve Moderada Sintomatología Fuerte Figura 2. Fe total y sintomatología de deficiencia de hierro (Fe). 16 Fe activo (mg kg-1) 12 8 4 0 Sin Leve Moderada Sintomatología Fuerte Figura 3. Fe activo y sintomatología de deficiencia de hierro (Fe). 42 Diagnóstico nutricional vía análisis de suelo, de agua de riego y foliar Si se tiene la certeza de la presencia de clorosis férrica, se puede utilizar un sensor de verdor o SPAD, ya que existe una buena relación entre los valores determinados y la deficiencia de Fe. En otros países como Australia y Sudáfrica para el análisis foliar también se utilizan el muestreo en base a hojas del ciclo de verano, las que correspondería al segundo peak de crecimiento (Cuadro 4). Existe la contradicción que a pesar de los bajos valores foliares de K determinados en 10 a 18% de los huertos de paltos en estudios recientes en la Región de Valparaíso (Ruiz y Ferreyra, 2011), no se presentan los síntomas foliares indicativos del déficit en los árboles como lo señala Gardiazabal (2004). En cuanto al B, el síntoma se presenta más bien como deformaciones en la inserción del pedúnculo y en la fruta (Foto 22), pero su relación con los niveles de B foliar no son tan claros. El análisis foliar es una herramienta útil, a pesar de las limitaciones indicadas anteriormente, pero se necesita complementar con otras consideraciones para su correcto uso cuando esa información es utilizada en la fertilización del palto. Cuadro 4. Estándares para hojas de verano en palto Hass. Nutriente Deficiente Adecuado Exceso Nitrógeno (%) <2,22,2-2,6>2,6 Fósforo (%) <0.080,08-0,25>0,25 Potasio (%) <0,71 Calcio (%) <1,01,0-3,0>3.0 Magnesio (%) <0,250,25-0,80>0,80 Azufre (%) <0,200,20-0,30>0.30 Manganeso (mg kg–1)<30 0,71-2,0 30-500 >2,0 >500 Hierro (mg kg–1) <5050-200 Zinc (mg kg–1) <30 30-50>300 Boro (mg kg–1) <50 50-100>100 Cobre (mg kg–1)<5 5-15 >15 Fuente: Reuther, D.J. and J.B. Robinson. 1997. Plant Analysis, an Interpretation manual. CSIRO, Australia. CSIRO Publications. 43 NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS Foto 22. Deformación del fruto por deficiencia de boro (B) 44 Fertilización del palto 4 La estrategia recomendada para el cálculo de la fertilización en paltos se basa, fundamentalmente, en el conocimiento de la extracción de nutrientes por parte de la fruta y lo requerido para el crecimiento de la biomasa vegetativa. Ruiz y Ferreyra (2011) determinaron la extracción por parte de la fruta. Esto implica que para generar una propuesta referencial de fertilización se requiere utilizar información proveniente del extranjero sobre el requerimiento anual de biomasa vegetativa y estimaciones de la eficiencia de recuperación del nutriente. Para ello, se consideraron datos de extracción que provienen de huertos cv Hass, ubicados en México con producciones cercanas a las 20 t/ ha (Salazar-García, 2002). Por lo anterior, la dosis, las fuentes y los momentos de aplicación de los fertilizantes recomendados en este Boletín, deben ser considerados como una referencia en el manejo de la fertilización. El criterio de aplicación de los nutrientes se debe realizar principalmente en función de los estados fenológicos del palto, los cuales varían de acuerdo a su localización (coordenadas geográficas y altitud), condiciones edafoclimáticas y edad del huerto. Fertilización nitrogenada Dosis de nitrógeno De acuerdo a estudios en el país, el requerimiento de N de la fruta es alrededor de 2,9 kg de N/t. A su vez, el requerimiento para el crecimiento vegetativo anual es de 23,3 kg/ha para sustentar producciones de 20 t/ha (Salazar-García, 2002). En total, el requerimiento por la fruta más el crecimiento anual y las hojas se pueden estimar en 4,07 kg/t. Asumiendo una eficiencia del 65% para el N aplicado vía riego localizado, las dosis de acuerdo al rendimiento esperado se muestran en el Cuadro 5. 45 NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS Cuadro 5. Requerimiento neto y dosis de nitrógeno (kg/ha) para tres rendimientos (10, 20 y 30 t/ha). Rendimiento (t/ha) Requerimiento neto N (kg/ha) Dosis de N (kg/ha) 10 53,3 80,0 20 81,4 125,2 30 110,3 170,0 Cabe señalar que los datos son referenciales y pueden modificarse de acuerdo a las apreciaciones de vigor, producción del año, calidad y condición de la fruta en almacenaje. Todo esto debe ser complementado con los análisis foliares de la temporada. Épocas de aplicación del nitrógeno En consideración a los eventos fisiológicos claves, se recomienda concentrar las aplicaciones de N en octubre y enero. La aplicación de octubre permite sustentar el crecimiento primaveral y el proceso de fructificación próximo (Figura 4), mientras que la de enero mantiene el crecimiento vegetativo de verano y el crecimiento exponencial de la fruta. Esta propuesta es similar a la que indica Gardiazabal (2004). Sin embargo, se sugiere no aplicar dosis altas en el mes de abril, ya que en ese período, si bien la concentración de N del fruto se hace más estable, la acumulación en términos de materia seca del fruto sube fuertemente. Un indicador importante para decidir las aplicaciones en abril o mayo es medir la concentración de N de la pulpa (Cuadro 6). Cuadro 6. Concentración adecuada de nitrógeno (%) en la pulpa de la fruta de palta, según época de muestreo. Época % N en la pulpa Mediados de enero <2,20 Mediados de febrero <1,80 Mediados de marzo <1,30 Mediados de abril <1,10 Cosecha <0,81 Fuente: Ruiz y Ferreyra, 2011. 46 Fertilización del palto Según Snijder et al. (2002), los valores óptimos de N en pulpa en marzo deben ser inferiores a 1% para asegurar calidad y condición de la fruta. De acuerdo a esto, la decisión de dosis a aplicar en abril o mayo pueden guiarse por los análisis de pulpa y análisis foliar en marzo. No obstante, Lovatt (2001) indica la conveniencia de aplicar N en el período otoñal con el objetivo de aumentar la productividad y disminuir el añerismo en el largo plazo. La recomendación es parcializar la aplicación anual del N (estimada en 150 kg de N/ha) de acuerdo a lo indicado en el Cuadro 7 y en la Figura 4. Cuadro 7. Porcentaje (%) de la aplicación y kg de N/ha a suministrar en la temporada. Mes de aplicación % de la aplicación kg N /há Agosto 5 7,5 Septiembre 10 15 Octubre 20 30 Noviembre 5 7,5 Diciembre 5 7,5 25 37,5 Enero Febrero 10 15 Marzo 10 15 Abril 10 15 Mayo 0 0 0 0 0 0 Junio Julio 47 48 15 N (kg/ha) 7,5 B Zn Fe Mg K P N Segunda caída Primera caída Figura 4. Esquema de fenología y momentos de aplicación de N, P, K, Fe, Zn y B en los distintos estados fenológicos del palto. 30-40 Principales elementos Crecimiento de raíces Fase II Fase I Crecimiento de frutos Antesis - fruto cuajado Inflorescencias Yema algodonosa Yema hinchada Crecimiento reproductivo Crecimiento de otoño Crecimiento primavera Crecimiento vegetativo AGO SEP OCT NOV DIC ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS Fertilización del palto En cuanto a fuentes de fertilizante nitrogenado, va a depender del pH del suelo. En general, en suelos con pH superiores a 7 conviene realizar aplicaciones de urea sola o bien en mezclas con fertilizantes nítricos o nitratos de amonio ya que la planta puede absorber el fertilizante como amonio (NH4+) o nitrato (NO3–) (Cuadro 8). Si el pH es menor a 6, como ocurre en áreas de cerros es conveniente utilizar una mayor proporción de nitratos de calcio o potasio o mezclas de ambos. El nitrato de Ca utilizado temprano, desde la cuaja hasta frutos de 1 a 2 cm, puede contribuir al transporte de Ca hacia el fruto. En el caso de suelos de texturas gruesas o de muy alta permeabilidad conviene la aplicación de fertilizantes nitrogenados de entrega controlada. Cuadro 8. Formas disponibles en la solución suelo de macronutrientes, Na y Cl que son absorbidos por la planta. Nutrientes Forma Nitrógeno NO3– – NH4+ Fósforo H2PO4– – HPO4–2 Potasio K+ Magnesio Mg+2 Calcio Ca+2 Azufre SO4–2 Sodio Na+ Cloro Cl – Fertilización fosfatada La deficiencia de P es muy escasa en paltos en el país y a nivel mundial. Aparentemente, las raíces del palto son muy eficientes para absorber el P. Ocasionalmente aparecen niveles deficitarios de P en paltos afectados por problemas a nivel de sus raíces. Dosis de fósforo El requerimiento de este elemento por la fruta en general es bajo y alcanza a 0,51 kg/t (Ruiz y Ferreyra, 2011). Sólo se justifica aplicar P si los análisis foliares indican valores bajo el límite crítico o acercándose a éste. Además, 49 NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS la aplicación se hace indispensable cuando se observan problemas en el crecimiento y desarrollo de raíces. Las dosis para corregir el déficit de P, basado en el requerimiento de la fruta, se muestra en el Cuadro 9, considerando una eficiencia de aplicación de P de un 40% en sistemas de riego localizado. Cuadro 9. Requerimiento neto y dosis de fósforo (kg P2O2/ha) para tres rendimientos. Rendimiento Requerimiento neto P Dosis de P Dosis de P2O5 (t/ha) (kg/ha)(kg/ha)(kg/ha) 10 5,1 12,8 29,3 20 10,225,558,4 30 15,338,387,6 Épocas de aplicación del fósforo Se sugiere aplicar en las épocas cuando hay crecimiento activo de raíces. Esto debido a la particular forma en que se absorbe el P, ya que lo hace a través de la intercepción directa y en menor grado por difusión. Ambos mecanismos operan a muy corta distancia, por lo que es necesario colocar el P en el volumen de suelo que será ocupado por las raíces de la planta. Así el P será interceptado y absorbido por las raíces en crecimiento. La absorción de P requiere la utilización de transporte activo del elemento a nivel de la raíz, ya que es absorbido como ion ortofosfato monovalente o divalente (H2PO4– – HPO4–2) (Cuadro 8). Para que esto ocurra, se requiere de suelos muy aireados para que la respiración por parte de la raíz entrega la energía necesaria para la absorción del P. De acuerdo al crecimiento de raíces, resulta mejor aplicar el P en diciembreenero (primer “peak” de crecimiento de raíces) y en marzo-abril (segundo “peak” crecimiento de raíces) (Figura 4). Estos períodos de aplicación varían de acuerdo a la localización geográfica de los huertos, principalmente en función de la latitud, altitud y condiciones climáticas, entre otras variables. En cuanto a fuentes de fertilizantes, experiencias en la zona de Quillota constatan que el fosfato monoamónico (MAP 12-62-0) y el ácido fosfórico 50 Fertilización del palto son más eficientes en su absorción debido a que presentan una mayor movilidad en la zona de raíces. Si se utilizan fertilizantes compuestos que contengan P, hay que saber cuál es la fuente de P que incluye; si es sobre la base de fosfato diamónico, el P es de muy baja eficiencia en suelos neutros y alcalinos. Fertilización potásica La cifra de extracción de K por la fruta es la más alta de todos los nutrientes, alcanzando a 4,65 kg/t de fruta fresca (Ruiz y Ferreyra, 2011). Sin embargo, en el país, el déficit de K de acuerdo al análisis foliar se presenta en pocos casos y aún cuando se ha constatado que los productores de palto fertilizan poco sus huertos con K. Esta situación también se produce en el resto de los países donde se cultiva el palto. Incluso, en ensayos de larga duración (12 años) no se encontró respuesta a la aplicación de K sobre el rendimiento, a pesar del incremento del K foliar (Embleton y Jones, 1964). Similares resultados se han obtenido en Sudáfrica (Koen y du Plessis, 1991). En Israel se ha observado que no se incrementa el rendimiento de fruta, pero sí aumenta el calibre tanto en Hass como en Fuerte (Lahav et al., 1976). Según Gardiazabal (2004), en las condiciones locales de nuestro país, los síntomas de déficit de K no se observan, ni siquiera en árboles con niveles bajos de acuerdo a los estándares del análisis foliar. Es importante considerar que una alta y continua extracción y la no reposición vía fertilizantes en la zona cultivada en Chile, llevará a agotar las reservas de este nutriente en el suelo, por lo que en el futuro se requerirá aplicar este mineral para evitar que no se produzca una deficiencia. Dosis de potasio Se recomienda aplicar K sólo si los análisis foliares indican valores bajos (Cuadros 3 y 4). Cabe recordar que, de acuerdo a estudios realizados en nuestro país, el K se considera como catión antagónico del Ca con respecto a la movilidad a la fruta. Esto significa que un exceso de K en la fertilización afectaría negativamente en los contenidos de Ca en la fruta, produciendo problemas de calidad de la misma en postcosecha. Considerando lo anterior, en caso de déficit de Ca se recomienda aplicar K sólo en lo que corresponde a lo extraído por la fruta (4,65 kg/t). Si se esperan 20 t/ha, se debería aplicar 4,65 kg de K/t x 20 t/ha = 93 kg de K/ha, equivalente a 112 unidades de K2O por ha (Cuadro 10). 51 NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS Cuadro 10. Requerimiento de K y K2O de la fruta (kg/ha) según nivel de rendimiento. Rendimiento (t/ha) Requerimiento neto K (kg/ha) Dosis de K2O (kg/ha) 10 47 57 15 70 84 20 93 112 25 116 140 Épocas de aplicación del potasio. Se recomienda aplicar parcializado desde inicio de cuaja hasta la cosecha (Figura 4), concentrando las aplicaciones en el período de mayor demanda por la fruta, que es de enero a mayo. En cuanto al tipo de fuentes, se pueden utilizar nitrato de K, y sulfato de K y en el caso que se tenga que aplicar P, se puede usar fosfato de K. Esto debido a que el K se absorbe como ion K (Cuadro 8). No es recomendable aplicar KCl. Fertilización de magnesio El Mg también es un nutriente relevante para la calidad y condición de fruta en la postcosecha. Estudios realizados por INIA determinaron una relación positiva entre este nutriente y el Ca; a mayor Ca en la fruta, mayor Mg y mejor condición de la fruta. El síntoma de déficit se expresa como una clorosis intervenal en hojas basales y medias, siendo poco frecuente (ver Fotos 9 y 10). Sin embargo, los análisis foliares indican frecuentemente valores bajo 0,3% y en ese caso es necesario incluir al Mg en el plan de fertilización. Dosis de magnesio En base a los valores de extracción por la fruta (4,2 kg/t) determinado por INIA, los requerimientos de Mg para cada nivel de rendimiento se indican en el Cuadro 11. 52 Fertilización del palto Cuadro 11. Requerimiento de Mg y MgO de la fruta (kg/ha) y dosis de MgO (kg/ha) para diferentes rendimientos. Rendimiento kg Mg / ha extraídos Requerimiento Dosis (t/ha) por la fruta (kg MgO/ ha) (kg MgO/ha) 10 2,23,77,4 15 3,2 5,3 10,6 20 4,2 7,0 14,0 25 5,2 8,6 17,3 La fuente ideal a aplicar es nitrato de Mg, ya que su absorción se incrementa notoriamente cuando el ion que acompaña al Mg es nitrato. La planta absorbe el Mg como ion, lo cual se muestra en el Cuadro 8. Experiencias realizadas en otros frutales en la Región de Valparaíso mostraron una mayor eficiencia en la aplicación con nitrato de Mg en relación al uso de sulfato de Mg. Se ha observado que la eficiencia de la aplicación de Mg es baja en suelos alcalinos y cuando se suministra sulfato doble de K y Mg, generalmente se estima la dosis con un 50% de eficiencia. Dado que la fuente nitrato de Mg resulta más cara y de manejo difícil (muy higroscópica), resulta más práctico agregar sulfato de Mg. Este fertilizante contiene 16% de óxido de Mg (MgO) por lo que dividiendo la dosis de MgO por 0,16, se obtiene la cantidad a aplicar de acuerdo al requerimiento productivo (Cuadro 11). Épocas de aplicación del magnesio Respecto de la época de aplicación, ésta debe hacerse desde el inicio del crecimiento vegetativo en primavera hasta la cosecha en cantidades mensuales equivalentes (Figura 4). 53 NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS 4,0 Ácido 4,5 5,0 5,5 6,0 pH Neutro 6,5 7,0 7,5 8,0 8,5 Alcalino 9,0 9,5 10,0 Nitrógeno Fosforo Potasio Azufre Calcio Magnesio Fierro Manganeso Boro Cobre y Zinc Molibdeno Figura 5. Disponibilidad de nutrientes minerales en función del pH del suelo. Fertilización de micronutrientes Hierro La deficiencia de Fe se presenta en suelos calcáreos o cuando las aguas de riego son altas en bicarbonatos (>5 meq/l), ya que existe una menor disponibilidad del nutriente a pH alcalino (Figura 5). La deficiencia de Fe se puede corregir con aplicaciones de quelato de Fe-EDDHA al suelo (Cuadro 4), ya que éste es absorbido mejor cuando forma una molécula orgánica con Fe (Cuadro 12), en dosis de 150 g/árbol y/o aspersiones foliares mensuales con FeSO4 al 1% (acidificado a pH 4,0) desde noviembre a febrero. Zinc La deficiencia de zinc (Zn) generalmente se produce en suelos alcalinos (Figura 5). Para su corrección se recomienda aplicar vía suelo si hay síntomas o valores foliares bajo 30 mg/kg. De acuerdo a Crowley et al. (1996) y Lahav and Whiley (2002), las aplicaciones foliares serían ineficientes. La literatura 54 Fertilización del palto Cuadro 12. Formas disponibles en la solución suelo de micronutrientes que son absorbidos por la planta. (1) Nutrientes Forma Fe Complejo1 Cu Complejo Zn Complejo Mn Complejo Co Complejo B H3BO3 – BO3–3 Mo MoO4–2 Complejo: Es la estructura química en la cual un ión se une a un sustrato. señala que para que las aplicaciones al suelo sean efectivas deben ser en altas dosis (Lahav y, Whiley, 2002). Al respecto, se sugiere aplicar 200 Kg de ZnSO4 /ha o quelato de Zn (Cuadro 4 y Cuadro 12), en dosis recomendadas según sea el producto comercial. Se recomienda que estas aplicaciones se realicen en forma parcializada desde diciembre a julio. Boro Se recomienda realizar aplicaciones de boro (B) foliares o al suelo, cuando los valores foliares sean menores a 30 mg/kg, condición que ocurre usualmente cuando el pH del suelo es superior a 7,5 (Figura 5). Las aplicaciones foliares se pueden realizar con ácido bórico, sales de B o Boro quelatado (Cuadro 4 y Cuadro 12), de acuerdo a las recomendaciones del producto comercial. Aplicaciones al suelo, vía fertirriego, también son efectivas con ácido bórico, desde floración en dosis de 1-2 g/m3 hasta formación del fruto. 55 Sistema de fertirrigación en paltos 5 Sistema de fertirrigación La importancia de un sistema de fertirriego en palto es mejorar la aplicación de los fertilizantes, logrando localizar los nutrientes en la zona de crecimiento de las raíces. Es así como los sistemas de riego presurizado (goteo y microaspersión) aumentan la eficacia de la fertilización, comparada a un riego por surco o tendido. La eficiencia de la aplicación del fertilizante va a depender del tipo de fertilizante, tipo de suelo y del mecanismo de localización de éste. La fuente de nutriente afecta su absorción por parte de la planta, ya que cada elemento tiene sus propiedades físicas y químicas que influyen en el movimiento de éste a través del suelo. Las propiedades físicas más importantes son aquellas asociadas a propiedades higroscópicas, capacidad de disolución y difusión en el suelo. Entre las propiedades químicas, las más relevantes son el pH, la conductividad eléctrica y el tamaño y carga de los iones disueltos. Otro factor importante es la forma de aplicación del fertilizante ya que éste se localiza en la zona de las raíces. Componentes del sistema de riego tecnificado Bomba (superficie y de pozo) Es el elemento principal en un sistema de riego tecnificado, ya que es la responsable de entregar la presión y el caudal adecuados para todos los emisores del sistema de riego. Se pueden encontrar diversos tipos de bombas: superficiales (Foto 23) y las de pozo profundo (Foto 24). De las bombas superficiales y de pozo profundo encontramos las de pistón, diafragma, rodillo y centrifuga. 57 NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS A B C D Foto 23. Bomba de superficie, vista: frontal (A), lateral (B), posterior (C) y superior (D). Foto 24. Bomba sumergible. 58 Sistema de fertirrigación en paltos Válvulas de agua (reguladoras de presión) Son llaves que deja pasar agua en función de la presión que tenga el sistema de fertirriego. Las válvulas son encargadas de proteger la bomba y tuberías del daño ocasionado por exceso de presión. Controlan la presión y el caudal a botar en las salidas de los emisores de riego. En las Fotos 25 y 26, se observan dos tipos de válvulas manuales de bola y bronce, respectivamente. El propósito de estas válvulas es cortar y dar el paso del agua en un sistema de fertirriego. En las Fotos 27 y 28, se observa la válvula de mariposa diseñada para elevados caudales de riego y la válvula eléctrica (selenoide) para la automatización del sistema de fertirriego, respectivamente. Foto 25. Válvula manual de bola de bronce (vista lateral y frontal). Foto 26. Válvula manual de regulación. Foto 27. Válvula manual mariposa de metal. 59 NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS Foto 28. Válvula eléctrica solenoide para el cierre y apertura del paso de agua. Manómetros Aparato que permite visualizar continuamente la presión de trabajo que existe en la matriz de riego. Parámetro de importancia al momento de realizar una correcta aplicación de los fertilizantes. Filtros La función de los filtros es capturar las partículas sólidas que pueda llevar el agua. Los filtros más simples, generalmente están compuestos de una malla de tejido plástico o metálico con orificio de menor tamaño de aquellas partículas que producen obstrucción parcial o total de los emisores de riego, provocando un riego desuniforme y una aplicación de fertilizante deficiente (Martínez, 2001). Los tipos de filtros utilizados corrientemente se señalan a continuación. Filtro de arena Filtros de arena o grava corresponden a recipientes o estanques de metal, normalmente circulares, que llevan en su interior arena o grava de un determinado tamaño (Foto 29). En general se filtra agua con elevados niveles de partículas orgánicas e inorgánicas tales como arenas finas y materia orgánica (Martínez, 2001). La limpieza de estos filtros se hace produciendo la inversión del flujo, lo que se logra con la apertura y cierre de la válvula correspondiente. 60 Sistema de fertirrigación en paltos Foto 29. Filtro de arena de cuarzo (estanque). Filtro de malla En general, se sitúan en el cabezal, inmediatamente después del filtro de arena y del estanque de fertilizante (Fotos 30 y 31). A diferencia de los filtros de arena que trabajan por superficie y profundidad, los filtros de mallas sólo lo hacen por superficie, reteniendo menos cantidad de partículas sólidas. Este tipo de filtro posee un menor tamaño, un bajo volumen para el retrolavado, de fácil mantención y una menor pérdida de presión (Martínez, 2001). Filtro de anillas Tienen forma cilíndrica y el elemento filtrante lo componen un conjunto de anillas con ranuras impresas sobre un soporte central cilíndrico y perforado (Foto 32). El agua es filtrada al pasar por lo pequeños conductos formados entre dos anillas consecutivas. La calidad del filtrado dependerá del espesor de las ranuras (Martínez, 2001). Al igual que los filtros de grava, pueden retener gran cantidad de sólidos antes de quedar obturados. Su limpieza manual es muy sencilla: se abre la carcasa, se separan las anillas y se limpian con un chorro de agua. 61 NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS Foto 30. Filtro de malla. Foto 31. Filtro de malla (en línea). Foto 32. Filtro de anillas (en línea). 62 Sistema de fertirrigación en paltos Filtro de succión (“strainer”) Este tipo de filtro se localiza inmediatamente antes del sistema de impulsión protegiendo a las bombas de la entrada de partículas, evitando la contaminación del cuerpo de las bombas (Foto 33). Foto 33. Filtros de succión. Filtro de autolavado Este dispositivo de forma cilíndrica permite filtrar partículas sólidas. El sistema de autolavado incorpora una llave de limpieza y vaciado que permite mantener el filtro en perfecto estado. El sistema de autolavado se realiza de forma manual y/o automática (Foto 34). Foto 34. Filtro de autolavado. 63 NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS Filtro a nivel de emisores Pequeños dispositivos que van dentro del emisor de riego para evitar obturaciones. Estanque de fertilizantes Se utilizan estanques de 20 a 200 litros, en donde se coloca el fertilizante disuelto en agua (Foto 35). Foto 35. Estanques de fertilizantes. Bomba inyectora de fertilizantes Algunos agricultores e instaladores usan como inyector de fertilizante la bomba del sistema de riego por goteo. Sin embargo, la instalación de este sistema produce un deterioro más acelerado del rotor de la bomba (Foto 36). Foto 36. Bomba de riego que puede ser utilizada como la bomba inyectora de fertilizantes. 64 Sistema de fertirrigación en paltos Inyector de fertilizante Son dispositivos o equipos que inyectan la mezcla de fertilizantes desde un estanque a la red a través de una bomba eléctrica o hidráulica (Foto 37). Foto 37. Sistema de inyección de fertilizantes y bomba que puede ser utilizada para la inyección de fertilizante. Inyector de ácidos Son dispositivos o equipos que inyectan ácido a la red a través de una bomba eléctrica (Foto 38). Foto 38. Sistema de inyección de ácidos. 65 NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS Estructura y función de un equipo fertirriego La ventaja de los sistemas de riego localizados es que los fertilizantes minerales pueden ser incorporados y disueltos directamente en el agua de riego. Por lo tanto, los fertilizantes tienen que poseer una buena solubilidad en el agua, y aquellos más limitados en su solubilidad requieren sistemas de agitación para evitar su precipitación en el estanque de fertilización. Una norma práctica para no sobrepasarse en el nivel salino y para que no precipite la mezcla de fertilizantes, es no sobrepasar los 2 g/l de mezcla de fertilizante en la solución. Se sugiere, no aplicar en forma conjunta fertilizantes fosfatados con fertilizantes que tengan calcio. En este tipo de sistema se puede incluir la aplicación de ácidos (ácido sulfúrico, clorhídrico, fosfórico, nítrico), fungicidas, y desinfectantes (por ejemplo: hipoclorito de Na). Los dispositivos más utilizados para la incorporación de mezclas de fertilizantes y abonos al agua, son aquellos que aspiran o succionan la mezcla desde un estanque de fertilización. La mezcla puede ser inyectada a presión o incorporada por arrastre (Ferreyra et al., 2000; Reckmann et al., 2002). La Figura 6, muestra un esquema de un sistema de fertirrigación con los componentes más importantes para el manejo de la fertilización óptima en palto. 1 4 5 7 3 2 6 A B 1. Bomba sumergible 2. Fuente de agua 3. Bomba superficial 10 4. Válvula manual de mariposa 5. Filtro de arena 6. Válvula manual de mariposa 7. Estanque de fertilizante (A: macronutrientes, B: micronutrientes y C: calcio) 8. Filtro de anillas 9. Válvula reguladora inyección de fertilizantes 10.Válvula solenoide C 9 Diseñado por Luis Henríquez A. (Proyectista Civil Estructural). Figura 6. Sistema de fertirrigación por arrastre. 66 8 Sistema de fertirrigación en paltos Fertilización por aspiración o succión Fertilización del tipo Venturi Son dispositivos constituidos por una pieza en forma de T con un mecanismo Venturi en su interior. El mecanismo Venturi aprovecha el efecto vacío que se produce a medida que el agua fluye a través de un pasaje convergente que se ensancha gradualmente. El Venturi funciona cuando hay diferencia entre la presión del agua entrante y la combinación de agua y fertilizante saliente del sistema de riego. Este dispositivo, se instala en paralelo, ya que el caudal que circula por el sistema sobrepasa el flujo requerido por el propio Venturi (Ferreyra et al., 2000; Reckmann et al., 2002). Por este motivo los dispositivos más usados se basan en una combinación del principio Venturi y de diferencia de presión. Si se decide instalar el Venturi en paralelo, se requerirá una diferencia de presión entre la entrada y salida del orden del 20%. Es necesario indicar que el sistema tipo Venturi tiene una capacidad de succión reducida, por lo que se recomienda su uso, principalmente en instalaciones pequeñas. La mayor ventaja de este sistema de fertilización es su bajo costo y fácil mantención. Fertilización por arrastre Son dispositivos cuya principal característica es poseer un depósito en donde se incorpora a una presión equivalente a la red de riego, la solución concentrada de fertilizante (Foto 39). Se colocan en paralelo con relación a la conducción principal. Los depósitos son sencillos y de buen funcionamiento, si bien presentan el inconveniente de que no mantiene una aplicación uniforme, ya que la concentración de fertilizante va disminuyendo con el riego hasta el final del mismo. Esto hace que se deba recomendar consumir una carga del estanque por unidad operacional de riego. 67 NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS Foto 39. Sistema de fertilización por arrastre de micronutrientes. Fertilización por inyección Para ello se utilizan equipos inyectores de fertilizantes que, al igual que el fertilizador tipo Venturi (succión) utilizan un estanque abierto sin refuerzos, en el cual se prepara la mezcla de fertilizantes. Una vez disuelta, ésta es inyectada a la red a través de una bomba de inyección eléctrica o hidráulica: Bomba de inyección eléctrica Son bombas de diafragma con caudal variable en las que se puede regular, con toda precisión, la cantidad de solución de fertilizante que se desea incorporar. El único inconveniente, aparte del costo, es la necesidad de una fuente de energía. Bomba de inyección hidráulica En este tipo de inyector, el motor eléctrico se sustituye por uno de accionamiento hidráulico, que usa la propia energía del agua de la red para mover sus mecanismos. Se trata de bomba de tipo peristáltico que produce una dosificación a impulsos, inyectando un volumen de solución igual a la capacidad de la cámara receptora. El inconveniente que presenta es su difícil mantención. 68 Sistema de fertirrigación en paltos Recomendaciones básicas de mantención de un sistema de fertirriego Mantención de bombas Se debe verificar la presencia de fugas de agua y revisar el rodete o impulsor a lo menos una vez al mes. Se sugiere desmontar la unidad de impulsión al menos una vez al año para realizar limpieza, revisión y reposición. Mantención de filtros Se deben desmontar los filtros al final de la temporada y observar el desgaste de paredes interiores. Se sugiere aplicar pintura antióxido. Filtro de arena o grava Se debe revisar la arena y realizar su cambio una vez al año. Además, se deben observar en forma continua los manómetros. El diferencial de presión normal es de 1 a 3 mca y el diferencial de presión para retrolavado debe ser mayor a 6 mca. Filtros de malla o anillas Comúnmente si se encuentra arena, existe una posible rotura del colector. Se debe realizar una limpieza constante. En sistemas de riego de pequeño caudal realizar lavado y limpieza manual. Se deben eliminar las partículas con chorro de agua y cepillado suave. Mantención de válvulas de solenoides Realizar limpieza y chequeos periódicos de orificios y membranas. En general, las válvulas solenoides tienden a fallar al tercer o cuarto año. Si la válvula no abre o no cierra bien se puede deber a la presencia de basuras en la membrana y problemas con conexiones eléctricas (voltímetro). Verificar el estado de la apertura manual. Mantención de emisores, laterales y matrices A nivel de emisores, revisar en forma permanente para evitar obturación de los emisores. En caso de utilización de cintas se debe evitar obturaciones y dejar las cintas con orificios hacia arriba. En la red general, se producen obturaciones del tipo física (partículas finas como arcillas), química (sales) y biológica (algas) (Martínez, 2001). Para las obturaciones físicas se debe 69 NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS realizar un lavado mecánico del sistema haciendo correr el agua por uno o dos minutos. En el caso de las obturaciones químicas por sales (carbonatos, sulfatos y cloruros), que forman costras se debe acidificar el agua de riego para reducir la formación de precipitados de carbonatos de Ca y óxidos de Fe. Posteriormente realizar un análisis de agua para verificar su calidad. Finalmente, para controlar las obturaciones biológicas (algas, bacterias), se sugiere aplicar hipoclorito de Na en forma continua con el objetivo de provocar la oxidación y precipitación antes de los filtros de arena. Si el pH del agua es menor a 6,5, la concentración de cloro debe ser inferior a 3,5 ppm. En el caso del pH del agua mayor a 6,5, la concentración de cloro será hasta 1,5 ppm. Para evitar este tipo de obturaciones se puede agregar sulfato de cobre en los embalses de agua (0,5 a 1,5 g/m3) y/o oscurecer con malla u otro material (en tranques pequeños). Se puede concluir que en un programa de fertilización en palto que se oriente a reducir el añerismo, obtener una buena productividad y frutos de calidad, debe considerar las dosis adecuadas, el momento óptimo de aplicación, la fuente del fertilizante y una optimización de la aplicación de fertilizante a través del uso de un sistema eficiente de fertirriego. Por lo tanto, los nutrientes más relevantes a considerar en un programa de fertilización en palto son: N, P, K, Ca, Mg, Zn, Fe y B. 70 Referencias Arpaia ML, Meyer JL, Witney GW, Bender GS, Stottlemyer DS, Robinson PR. 1996. The Cashin Creek nitrogen fertilization trial - what did we learn? California Avocado Society Yearbook 80: 85-98. Ayers RS, Branson RL. 1978. Water Quality for Agriculture. In: Irrigation and Drainage, FAO, 29 p. Bar Y, Kafkafi U, Lahav E. 1987. Nitrate nutrition as a tool to reduce chloride toxicity in avocado. South African Avocado Growers Association. Yearbook 10: 10-48. Embleton TW, Jones WW. 1966. Avocado and mango nutrition. In: Fruit Nutrition. Childers NF (ed.). Horticultural publications, Rutgers. The State University, New Brunswick, N.J. Embleton TW, Jones WW. 1964. Avocado nutrition in California. Procceedings of the Florida State Horticultural Society 77: 401-405. Ferreyra R, Selles G, Ruiz R, Gil P y Barrera C. 2008. Manejo de la clorosis férrica en palto. La Cruz, Chile. Instituto de Investigaciones Agropecuarias. Boletín INIA N° 181: 60 p. Ferreyra R, Defilippi B, Sellés G, Arpaia ML. 2012. Factores que afectan la postcosecha de la palta En: Factores de precosecha que afectan la postcosecha de palta Hass: Clima, suelo y manejo. Instituto de Investigaciones Agropecuarias, Centro Regional de Investigación La Cruz, Chile. Boletín INIA N° 248: 11-20. Ferreyra R, Sellés G, Pimstein A. 2000. Diseño, manejo y mantención de equipos de riego localizado de alta frecuencia. Instituto de Investigaciones Agropecuarias, Centro Regional de Investigación La Platina, Santiago, Chile. Boletín INIA N° 35: 75 p. Gardiazabal F. 2004. Riego y nutrición el palto. 2° Seminario internacional de paltos. 29 Septiembre - 1 Octubre, 2004. Sociedad Gardiazabal y Magdahl Ltda. Quillota, Chile. 12 Diciembre, 2013. Disponible en www.avocadosource.com Garner LC, Lovatt CJ. 2008. The relationship between flower and fruit abscission and alternate bearing of ‘Hass’ avocado. Journal of the American Society for Horticultural Science 133: 3-10. González-Gervacio C. 2011. Fertilización foliar con boro en aguacatero (Persea americana Mill.). Tesis para optar al título de Maestra en Ciencias, especialista en Edafología. Colegio de Postgraduados (COLPOS), Montecillo, México, Edo México. Hardessen ML. 2012. Diagnóstico sobre la fertilidad y algunos parámetros físico-químicos de suelos agrícolas de la provincia de Quillota. Tesis de grado de Licenciado en Agronomía. Universidad del Mar. Quillota, 2012. 71 NUTRICIÓN Y FERTILIDAD EN PALTOS Hofman P, Stubbings B, Adkins M, Corcoran R, White A, Woolf A. 2003. Low temperature conditioning before cold disinfestation improves ‘Hass’ avocado fruit quality. Postharvest Biology and Technology 28: 123-133. Jones WW, Embleton TW. 1978. Leaf analysis as a guide to avocado fertilization. In: Soil and Plant Tissue Testing in California. Bulletin 1879. Division of Agricultural Sciences. University of California. Koen TJ, du Plessis SF. 1991. Optimal leaf analysis norms for avocado (cv. Fuerte). In: Proceedings of the Second World Avocado Congress. Lovatt C, Holthe PA and Arpaia ML (eds.). Vol. 1. University of California, Riverside, California, 289-299 p. Lahav E, Whiley AW. 2002. Irrigation and mineral nutrition. In: Botany, production and uses. Whiley AW, Schaffer B, Wolstenholme B N. (eds.). 2002. Avocado: CAB International Press. London. 416 p. Lahav E, Bareket M, Zamet D. 1976. Potassium fertilizer experiment with avocado trees on heavy soils. California Avocado Society Yearbook 60: 181-186. Lemus G, Ferreyra R, Gil P, Sepúlveda P, Maldonado P, Toledo C, Barrera C, Celedón JM. 2005. El cultivo del palto. Instituto de Investigaciones Agropecuarias. Centro Regional de Investigación La Cruz, Chile. Boletín INIA N° 129: 76 p. Lovatt, C.J. 1997. Pollination biology and fruit set in avocado. Proc., Austral. Grower’s Avocado Fed & W. Z. Avocado Growers Association. Conference 97. 1: 98-105. Lovatt C. 2001. J. Properly timed soil-applied nitrogen fertilizer increases yield and fruit size of ‘Hass’ avocado. Journal of the American Society for Horticultural Science 126: 555-559. Marschner P. 2012. Marschner`s mineral nutrition of higher plants. Marschner P. (ed.). Third edition. Academic Press. London, UK. Waltham and San Diego, USA. 645 p. ISBN = 978-0-12-384905-2. Martínez L. 2001. Manual de operación y mantención de equipos de riego presurizado. Instituto de Investigaciones Agropecuarias. Centro Regional de Investigación Intihuasi, Chile. Boletín INIA N° 65: 76 p. Mass EV, Hoffman CJ. 1977. Crop salt tolerance current assesment. Journal of Irrigation and Drainage Division 103: 115-134. ODEPA. 2013. Estadísticas productivas. Disponible en: http://www.odepa.cl/estadisticas/ productivas. Diciembre 2013. Razeto B. 2010. La nutrición mineral de los frutales. Deficiencias y toxicidades. SQM. Septiembre, 2010. Reckmann O, Vergara J, Ponce M. 2002. Manual de evaluación de sistemas de riego tecnificado. Instituto de Investigaciones Agropecuarias. Centro Regional de Investigación Rayentue, Chile. Boletín INIA N° 80: 56 p. Reuther DJ, Robinson JB. 1997. Plant analysis, an Interpretation Manual. CSIRO Publications, Australia. 72 Referencias Ruiz R. 2006. Manejo del suelo y nutrición en suelos con problemas de aireación. Gobierno de Chile. Ministerio de Agricultura. Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA). El Centro Regional de Investigación (CRI) La Platina. 27-28 de Septiembre de 2006. 20 p. Ruiz R. 2000. Nutrición Mineral. En: Uva de mesa en Chile. J. Valenzuela (ed.). Instituto de Investigaciones Agropecuarias. 113-143 p. Ruiz R, Ferreyra R. 2011. En: Seminario internacional riego, nutrición y portainjertos en la calidad y condición de Palta Hass. Requerimiento nutricional y efecto de la nutrición sobre desórdenes y condición de paltas. Quillota, 8 Nov. 2011. Disponible en http// avocadosource.com Ruiz R,. 2006. En: Seminario manejo del suelo y riego en el cultivo del Palto. Manejo del suelo y nutrición en suelos con problemas de aireación. Quillota, 27-28 Sept. 2006. Diciembre 2013. Disponible en http://platina.inia.cl/paltoriego/seminarios/sep2006/ escrito_Ruiz.pdf Ruiz R, Ferreyra R, Reckman O, Casado F, Sotomayor C, Castro J. 2012. Clorosis férrica en especies frutales: nuevas alternativas de corrección. Revista Frutícola 1: 26-29. Salazar-García S. 2002. Nutrición del aguacate, principios y aplicaciones. Ed. Instituto de la Potasa y el Fósforo A.C.(INPOFOS). Querétaro, Qro., México. Salazar-García S. Lord, E.M., Lovatt, C.J. 1998. Inflorescence and flower development of the ‘Hass’ avocado (Persea americana Mill.) during “on” and “of” crops years. Journal of the American Society for Horticultural Science. 123: 537-544. Salvo J, Martínez JP. 2008. Manual de poda del palto. Instituto de Investigaciones Agropecuarias. Centro Regional de Investigación La Cruz, Chile. Boletín INIA N° 178: 83 p. Snijder B, Penter MG, Mathumbu JM, Kruger KF. 2002. Further refinement of “Pinkerton” export parameters. South African Avocado growers Association Yearbook 25: 50-53. Wolstenholme BN, Whiley A. 1999. Ecophysiology of the avocado (Persea americana Mill.) tree as a basis for pre-harvest management. Revista Chapingo Serie Horticultura 5: 77-88. Wolstenholme BN. 2012. Alternate bearing in avocado: an overview. Disponible en: http:// www.avocadosource.com/papers/southafrica_papers/wolstenholmenigel2010.pdf. Diciembre 2013. 73