Número de registro: 16955 Novena Época Instancia: Segunda Sala

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 130/2001-SS.
Número de registro: 16955
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: Tomo XV, Marzo de 2002
Página: 633
CONTRADICCIÓN DE TESIS 130/2001-SS. ENTRE LAS SUSTENTADAS POR EL
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL DÉCIMO NOVENO CIRCUITO Y EL
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DEL MISMO CIRCUITO.
MINISTRO PONENTE: JUAN DÍAZ ROMERO.
SECRETARIO: GONZALO ARREDONDO JIMÉNEZ.
CONSIDERANDO:
TERCERO.-A fin de verificar si existe la contradicción denunciada, se hacen las siguientes
transcripciones:
El Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Noveno Circuito sostiene en la improcedencia
374/2000-VIII, resuelta el día diez de noviembre del año dos mil, lo siguiente:
"CUARTO.-Son fundados los agravios hechos valer por el autorizado de la parte quejosa
Julio Fernández García, en su pliego del catorce de agosto de dos mil.-Es necesario precisar
que el nueve de agosto de dos mil, el quejoso directo compareció a demandar el amparo y la
protección de la Justicia Federal, reclamando de diversas autoridades administrativas la
desposesión, detención, secuestro y decomiso de un camión de fuerza motriz y cajas de las
cuales se ostenta propietario y que describe como: ‘I. Tractocamión marca Kenworth, modelo
1986, tipo quinta rueda, número de serie 1XKWD29X1GS334325, motor número 11310345.
II. Remolque tipo jaula, marca Wilson, modelo 1975, número de serie 51320. III. Caja
refrigerada marca Utility, modelo 1986, número de serie 1UYVS2471GT495404.’.-En el
rubro de antecedentes señaló, entre otras cosas, que al transitar por la carretera TampicoMante, en el poblado de González, Tamaulipas, fue detenido por agentes de la policía
preventiva y federal, quienes revisaron su camión y caja indicando que era por orden de un
administrador de Auditoría Fiscal, por lo que procederían a embargar el camión y caja por ser
de procedencia extranjera, logrando liberar su unidad, pero advirtiéndole que la próxima vez
que lo detectaran lo detendrían y embargarían; que como su tractocamión y cajas son
importados y por cuestiones de trabajo circula por las carreteras del Estado y del país, tiene el
temor fundado de que ante las órdenes que han dado las administraciones de auditoría fiscal
arbitrariamente y con su dicho de que sus documentos son irregulares lo priven de sus
propiedades y posesiones.-En los conceptos de violación expresados en su demanda, el
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quejoso se duele de violación a sus garantías individuales contenidas en los artículos 5o., 11,
14 y 16 de la Constitución General de la República, al considerar que se le impide que se
dedique a su trabajo que es el transporte, como también el libre tránsito por las carreteras del
país, dado que con los documentos que exhibe acredita que se encuentran debidamente
inscritos y registrados ante las autoridades de hacienda; que se le pretende privar de sus
bienes sin previo juicio y, por último, que se le causan actos de molestia sin existir
mandamiento escrito de autoridad competente.-El Juez Décimo de Distrito, en el auto
recurrido de diez de agosto de dos mil, estableció que los actos reclamados son de molestia
tendientes a la desposesión, detención, secuestro y decomiso de los bienes descritos por el
quejoso, por parte de las autoridades responsables.-Así las cosas, sigue sosteniendo el Juez
Federal que los artículos 14 y 16 constitucionales regulan de manera diferente los actos
privativos respecto de los actos de molestia, invocando la tesis jurisprudencial P./J. 40/1996,
visible en la página 5 del Tomo IV, julio de 1996, Novena Época, Pleno, del Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, cuyo rubro dice: ‘ACTOS PRIVATIVOS Y ACTOS
DE MOLESTIA. ORIGEN Y EFECTOS DE LA DISTINCIÓN.’.-En tales condiciones,
considera que si los actos de molestia reclamados por el quejoso se encuentran vinculados
con dependencias del Poder Ejecutivo Federal, a las que les confieren las leyes aplicables la
facultad potestativa discrecional de realizar actos de verificación, en consecuencia, ello no se
traduce directamente en una afectación o perturbación en la posesión y derechos del quejoso.Por otra parte, sostiene que los actos reclamados tienen el carácter de indeterminados, además
de improbables, en razón de que el quejoso reconoce que no existe orden de autoridad alguna,
concluyendo que son actos futuros de realización incierta, actualizándose por todo ello las
causales establecidas por las fracciones V y XVIII del artículo 73 de la Ley de Amparo, lo
que llevó a desechar la demanda de garantías que nos ocupa, aplicando la tesis visible a fojas
138, Tomo XV-I, correspondiente al mes de febrero, Octava Época del Semanario Judicial de
la Federación, cuyo rubro dice: ‘ACTOS FUTUROS DE REALIZACIÓN INCIERTA. NO
PROCEDE EL JUICIO DE AMPARO CONTRA LOS.’.-Ahora bien, le asiste la razón al
inconforme en cuanto aduce que todo acto de molestia de la autoridad debe ajustarse a las
leyes respectivas.-En esta tesitura, los actos de desposesión, detención, secuestro y decomiso
de la unidad de fuerza motriz y sus consecuencias que reclama el quejoso en su demanda de
garantías, deben en todo caso ajustarse a lo establecido por el párrafo octavo del artículo 16
de la Constitución General de la República, de ahí que los actos reclamados puedan ser
objeto del análisis constitucional mediante el juicio de amparo, con independencia de su
carácter de actos de molestia o definitivos.-Tampoco la calidad que les atribuye el Juez de
Distrito a los actos reclamados de futuros de realización incierta, es motivo manifiesto e
indudable de improcedencia del juicio de amparo indirecto, pues aun considerándolos de tal
forma, resulta claro que siendo los actos futuros aquellos en que es remota la ejecución de los
hechos que se previenen, es incuestionable que para convencerse de que un acto reúne tal
característica, el Juez de Distrito del conocimiento debe tener a la vista las constancias
conducentes, pues por lejana que pudiera apreciarse la actualización de un evento, es
probable que la autoridad ya hubiese emitido la orden, esté a punto de hacerlo, o que negada
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su existencia en el informe justificado, el quejoso pueda desvirtuar dicha negativa; luego
entonces, el acto futuro e incierto no constituye un motivo manifiesto e indudable de
improcedencia.-Se comparte el criterio sostenido por el Tercer Tribunal Colegiado en
Materia Civil del Tercer Circuito, en la tesis III.3o.C.13 K, que parece publicada en la página
410 del Tomo V, enero de 1997, Novena Época del Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, cuyos rubro y texto dicen: ‘ACTOS FUTUROS E INCIERTOS. NO
CONSTITUYEN MOTIVO MANIFIESTO E INDUDABLE DE IMPROCEDENCIA.-Los
actos futuros son aquellos cuya ejecución es remota, mas no pueden considerarse así los que,
sin existir, es inminente su realización (jurisprudencia 73, Segunda Parte, del Apéndice 19171988, página 120 del Semanario Judicial de la Federación). Así, resulta indudable que para
poder convencerse plenamente de que un acto es futuro e incierto, el juzgador debe tener a la
vista las correspondientes constancias de las actuaciones, pues por muy lejana que parezca la
ejecución de un acto puede suceder que la autoridad responsable ya haya ordenado que se
lleve a cabo o esté a punto de hacerlo, o bien que aunque ésta lo niegue el afectado pueda
demostrar lo contrario. Lo explicado conduce a concluir que por regla general no es factible
desechar una demanda de amparo indirecto con el argumento de que los reclamados son actos
futuros e inciertos, puesto que esa causa no constituye motivo manifiesto e indudable de
improcedencia, ya que para ello se requiere que se reciban pruebas sobre el particular.’.-En
consecuencia, procede revocar el acuerdo recurrido para el efecto de que el Juez de Distrito
admita a trámite la demanda de amparo, si no advierte diverso motivo manifiesto e indudable
que amerite su desechamiento."
El mismo Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Noveno Circuito sostiene en la
improcedencia administrativa 295/2001-X, resuelta el día trece de septiembre del año dos mil
uno, lo que enseguida se transcribe:
"... Por otra parte, sostiene que los actos reclamados tienen el carácter de indeterminados,
además de improbables, en razón de que la quejosa reconoce que no existe orden de
autoridad competente alguna que tienda a ello, sin que en el caso puedan considerarse los
actos que reclama como inminentes, toda vez que para que un acto de autoridad revista el
carácter de inminente, es menester que el mismo derive de manera directa y necesaria de otro
preexistente, de tal forma que pueda asegurarse que se ejecutará en breve y sin lugar a dudas;
y al no resultar inminentes tales actos, se consideran como futuros de realización incierta,
concluyendo, como ya se dijo, que son actos futuros de realización incierta, actualizándose
por todo ello las causales de improcedencia de la acción constitucional establecidas en las
fracciones V y XVIII del artículo 73 de la Ley de Amparo, lo que llevó a desechar la
demanda de garantías que nos ocupa, aplicando la tesis XX.308 K, visible a foja 138, Tomo
XV-I, correspondiente al mes de febrero de 1995, Octava Época del Semanario Judicial de la
Federación, cuyos rubro y texto dicen: ‘ACTOS FUTUROS DE REALIZACIÓN
INCIERTA. NO PROCEDE EL JUICIO DE AMPARO CONTRA LOS.-Contra actos
futuros de realización incierta no procede el juicio de garantías.’.-Ahora bien, le asiste la
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razón a la inconforme en cuanto aduce que todo acto de molestia de la autoridad debe
ajustarse a las leyes respectivas.-En esta tesitura, los actos de desposesión, detención,
secuestro y decomiso de la unidad de fuerza motriz y sus consecuencias, que reclama la
amparista en su demanda de garantías, deben en todo caso ajustarse a lo establecido por el
párrafo octavo del artículo 16 de la Constitución General de la República, de ahí que los actos
reclamados puedan ser objeto del análisis constitucional mediante el juicio de amparo, con
independencia de su carácter de actos de molestia o definitivos.-Tampoco la calidad que les
atribuye el Juez de Distrito a los actos reclamados de futuros de realización incierta, es
motivo manifiesto e indudable de improcedencia del juicio de amparo indirecto, pues tal y
como correctamente lo señala la inconcordante, aun considerándolos de tal forma, resulta
claro que siendo los actos futuros aquellos en que es remota la ejecución de los hechos que se
previenen, es incuestionable que para convencerse de que un acto reúne tal característica, el
Juez de Distrito del conocimiento debe tener a la vista las constancias conducentes, pues por
lejana que pudiera apreciarse la actualización de un evento, es probable que la autoridad ya
hubiese emitido la orden, esté a punto de hacerlo, o que negada su existencia en el informe
justificado, la quejosa pueda desvirtuar dicha negativa; luego entonces, el acto futuro e
incierto no constituye un motivo manifiesto e indudable de improcedencia.-Se comparte el
criterio sostenido por el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Tercer Circuito, en la
tesis III.3o.C.13 K, que aparece publicada en la página 410 del Tomo V, enero de 1997,
Novena Época del Semanario Judicial de la Federación, cuyos rubro y texto son los
siguientes: ‘ACTOS FUTUROS E INCIERTOS. NO CONSTITUYEN MOTIVO
MANIFIESTO E INDUDABLE DE IMPROCEDENCIA.-Los actos futuros son aquellos
cuya ejecución es remota, mas no pueden considerarse así los que, sin existir, es inminente su
realización (jurisprudencia 73, Segunda Parte, del Apéndice 1917-1988, página 120 del
Semanario Judicial de la Federación). Así, resulta indudable que para poder convencerse
plenamente de que un acto es futuro e incierto, el juzgador debe tener a la vista las
correspondientes constancias de las actuaciones, pues por muy lejana que parezca la
ejecución de un acto puede suceder que la autoridad responsable ya haya ordenado que se
lleve a cabo o esté apunto de hacerlo, o bien que aunque ésta lo niegue el afectado pueda
demostrar lo contrario. Lo explicado conduce a concluir que por regla general no es factible
desechar una demanda de amparo indirecto con el argumento de que los reclamados son actos
futuros e inciertos, puesto que esa causa no constituye motivo manifiesto e indudable de
improcedencia, ya que para ello se requiere que se reciban pruebas sobre el particular.’.-El
anterior criterio fue sustentado por este tribunal, en ejecutoria de fecha diez de noviembre de
dos mil, al resolver la improcedencia del expediente número 374/2000-VIII, promovida por
Julio Fernández García.-Habida cuenta de todo lo anterior, por las razones ya precisadas, este
órgano de control constitucional no comparte el criterio sustentado por el Tercer Tribunal
Colegiado del Décimo Noveno Circuito, al resolver la improcedencia administrativa número
73/2001-III, que invoca el Juez a quo para robustecer el auto recurrido.-En consecuencia,
procede revocar el acuerdo recurrido para el efecto de que el Juez de Distrito admita a trámite
la demanda de amparo, si no advierte diverso motivo manifiesto e indudable que amerite su
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 130/2001-SS.
desechamiento."
Por su parte, el Tercer Tribunal Colegiado del Décimo Noveno Circuito, al resolver la
improcedencia 73/2001-III el cinco de abril de dos mil uno, en la parte que interesa dijo:
"Manifiesta el recurrente que el Juez de Distrito, al dictar el auto impugnado, aplicó
erróneamente los artículos 73, fracciones V y XVIII, y 145 de la Ley de Amparo, porque los
actos de molestia de que se duele provienen de las autoridades responsables, quienes no se
constriñen a la aplicación de sus facultades potestativas autorizadas por la ley de la materia
traducidas en actos de verificación, tomando en cuenta que le han dicho al agraviado que la
próxima ocasión que intercepten al vehículo de su propiedad de procedencia extranjera,
descrito en la demanda de garantías, transitando por carreteras nacionales se lo secuestrarán,
lo que implica una afectación o perturbación de la posesión y propiedad del mismo, sin que
exista orden de autoridad competente, cuyos actos son concretos y presentes, por razón de
que se actualizarán cuando lo encuentren circulando por las rúas del país.-Lo anterior resulta
desafortunado en la medida de que como bien lo apreció el Juez de Distrito, los actos de
molestia de que se duele el quejoso son futuros e inciertos, porque para su realización es
necesario que las autoridades señaladas como ejecutoras encuentren a dicho vehículo
transitando por las carreteras nacionales, y que tengan autorización expedida para asegurarlo;
además, el secuestro de automotores de manufactura extranjera se lleva a cabo siempre y
cuando estén ilegalmente en nuestro país, amén de que los actos que el ahora agraviado
atribuye a las autoridades ejecutoras, bien puede suceder que éstas nunca lleguen a
ejecutarlos; por tanto, dada la naturaleza de los actos reclamados es improcedente el juicio de
garantías, pues éste sólo opera cuando tienen el carácter de inminentes, es decir, que exista
certeza sobre su ejecución, por así demostrarlo los actos previos de la autoridad, de suerte tal
que no haya duda de que necesariamente habrán de realizarse en breve, por lo que se estima
acertada la determinación de desechar la demanda de amparo, con fundamento en el artículo
73, fracción V, relacionada con la fracción XVIII de ese mismo numeral, en conexión con el
normativo 145, ambos de la Ley de Amparo.-Sobre el particular cobra aplicación la tesis
aislada de la otrora Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, visible en la
página 2385 del Tomo XXXI, Quinta Época del Semanario Judicial de la Federación, que a la
letra dice: ‘ACTOS FUTUROS.-Los actos futuros contra los cuales es improcedente el
amparo, son aquellos que tienen el carácter de futuros e inciertos; pero si se tiene la certeza
de que se ejecutarán, el amparo procede contra ellos, en los términos de la ley.’."
CUARTO.-Una vez asentado lo anterior, debe precisarse si existe la contradicción de tesis
señalada.
Al respecto, el artículo 197-A de la Ley de Amparo establece:
"Artículo 197-A. Cuando los Tribunales Colegiados de Circuito sustenten tesis
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 130/2001-SS.
contradictorias en los juicios de amparo de su competencia, los Ministros de la Suprema
Corte de Justicia, el procurador general de la República, los mencionados tribunales o los
Magistrados que los integren, o las partes que intervinieron en los juicios en que tales tesis
hubieran sido sustentadas, podrán denunciar la contradicción ante la Suprema Corte de
Justicia, la que decidirá cuál tesis debe prevalecer. El procurador general de la República, por
sí o por conducto del agente que al efecto designe, podrá, si lo estima pertinente, exponer su
parecer dentro del plazo de treinta días.-La resolución que se dicte no afectará las situaciones
jurídicas concretas derivadas de los juicios en los cuales se hubiesen dictado las sentencias
contradictorias.-La Suprema Corte deberá dictar la resolución dentro del término de tres
meses y ordenar su publicación y remisión en los términos previstos por el artículo 195."
Para determinar cuándo existe contradicción de tesis, esta Suprema Corte de Justicia de la
Nación ha dicho:
"Novena Época
"Instancia: Pleno
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
"Tomo: XIII, abril de 2001
"Tesis: P./J. 26/2001
"Página: 76
"CONTRADICCIÓN DE TESIS DE TRIBUNALES COLEGIADOS DE CIRCUITO.
REQUISITOS PARA SU EXISTENCIA.-De conformidad con lo que establecen los artículos
107, fracción XIII, primer párrafo, de la Constitución Federal y 197-A de la Ley de Amparo,
cuando los Tribunales Colegiados de Circuito sustenten tesis contradictorias en los juicios de
amparo de su competencia, el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación o la Sala
que corresponda deben decidir cuál tesis ha de prevalecer. Ahora bien, se entiende que
existen tesis contradictorias cuando concurren los siguientes supuestos: a) que al resolver los
negocios jurídicos se examinen cuestiones jurídicas esencialmente iguales y se adopten
posiciones o criterios jurídicos discrepantes; b) que la diferencia de criterios se presente en
las consideraciones, razonamientos o interpretaciones jurídicas de las sentencias respectivas;
y, c) que los distintos criterios provengan del examen de los mismos elementos."
"Novena Época
"Instancia: Primera Sala
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
"Tomo: XI, junio de 2000
"Tesis: 1a./J. 5/2000
"Página: 49
"CONTRADICCIÓN DE TESIS. REQUISITOS PARA LA PROCEDENCIA DE LA
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 130/2001-SS.
DENUNCIA.-Es verdad que en el artículo 107, fracción XIII de la Constitución y dentro de
la Ley de Amparo, no existe disposición que establezca como presupuesto de la procedencia
de la denuncia de contradicción de tesis, la relativa a que ésta emane necesariamente de
juicios de idéntica naturaleza, sin embargo, es la interpretación que tanto la doctrina como
esta Suprema Corte han dado a las disposiciones que regulan dicha figura, las que sí han
considerado que para que exista materia a dilucidar sobre cuál criterio debe prevalecer, debe
existir, cuando menos formalmente, la oposición de criterios jurídicos en los que se
controvierta la misma cuestión. Esto es, para que se surta su procedencia, la contradicción
denunciada debe referirse a las consideraciones, razonamientos o interpretaciones jurídicas
vertidas dentro de la parte considerativa de las sentencias respectivas, que son las que
constituyen precisamente las tesis que se sustentan por los órganos jurisdiccionales. No basta
pues que existan ciertas o determinadas contradicciones si éstas sólo se dan en aspectos
accidentales o meramente secundarios dentro de los fallos que originan la denuncia, sino que
la oposición debe darse en la sustancia del problema jurídico debatido; por lo que será la
naturaleza del problema, situación o negocio jurídico analizado, la que determine
materialmente la contradicción de tesis que hace necesaria la decisión o pronunciamiento del
órgano competente para establecer el criterio prevaleciente con carácter de tesis de
jurisprudencia."
Con base en ello, puede concluirse que existe la contradicción de tesis denunciada, ya que en
las ejecutorias transcritas se examinaron cuestiones esencialmente iguales y se adoptaron
criterios discrepantes, partiendo del examen de los mismos elementos.
En efecto, se trata de una contradicción de criterios entre dos Tribunales Colegiados quienes
al revisar determinaciones del Juez Décimo de Distrito en el Estado de Tamaulipas, en las
que desechó diversas demandas de amparo al considerar que los actos reclamados son futuros
e inciertos, resolvieron en los siguientes términos:
El Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Noveno Circuito sostiene que la amenaza de
desposeimiento, secuestro, decomiso o embargo de un vehículo de procedencia extranjera,
aun siendo un acto futuro de realización incierta, no es motivo manifiesto e indudable de
improcedencia, por lo que se debe admitir la demanda a trámite; por su parte, el Tercer
Tribunal Colegiado del mismo circuito adoptó el criterio de que dichos actos, al no ser
inminentes, hacen improcedente el amparo, por lo que el desechamiento de la demanda es
correcto.
Una vez precisada la existencia de la contradicción, lo procedente es determinar qué criterio
debe prevalecer, para lo cual debe analizarse si procede desechar la demanda de amparo
indirecto cuando los actos reclamados puedan ser futuros e inciertos.
Para ello, debe tenerse presente el contenido del artículo 145 de la Ley de Amparo:
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"Artículo 145. El Juez de Distrito examinará ante todo, el escrito de demanda; y si encontrare
motivo manifiesto e indudable de improcedencia, la desechará de plano, sin suspender el acto
reclamado."
Al interpretar qué debe entenderse por motivo manifiesto e indudable de improcedencia, la
Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido, entre otros, los siguientes criterios:
"Quinta Época
"Instancia: Tercera Sala
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación
"Tomo: CVI
"Página: 2233
"SOBRESEIMIENTO FUERA DE AUDIENCIA.-El motivo en que se funde, al igual que el
que sirve para desechar la demanda de garantías, tiene que ser claro y manifiesto, en los
términos del artículo 145 de la Ley de Amparo."
"Quinta Época
"Instancia: Tercera Sala
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación
"Tomo: XCI
"Página: 2953
"DEMANDA DE AMPARO. IMPROCEDENCIA DE LA.-Conforme al artículo 145 de la
Ley de Amparo, el motivo manifiesto e indudable de improcedencia, para desechar de plano
la demanda de amparo, por su notoria improcedencia debe desprenderse de la propia
demanda de amparo."
"Quinta Época
"Instancia: Primera Sala
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación
"Tomo: LIX
"Página: 2080
"IMPROCEDENCIA EN AMPARO, QUÉ DEBE ENTENDERSE POR MOTIVO
MANIFIESTO E INDUDABLE DE.-El artículo 145 de la Ley de Amparo no establece en
qué casos los Jueces de Distrito deben estimar que existe motivo manifiesto e indudable de
improcedencia, que amerite que la demanda sea desechada de plano, y la Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia, interpretando dicho artículo, ha resuelto que por motivo
manifiesto e indudable de improcedencia, debe reputarse aquel que, de la simple lectura de la
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 130/2001-SS.
demanda, aparezca comprendido en alguno de los casos de improcedencia que señala el
artículo 73 de la propia ley, o bien, cuando el amparo, también por la simple lectura de la
demanda, no se encuentre comprendido en el artículo 114 de la misma ley. Ahora bien, si el
tercero perjudicado alega que una demanda de amparo debió ser desechada de plano, en
virtud de que el mismo Juez de Distrito que le dio entrada, desechó otra demanda de amparo,
promovida por la misma parte agraviada, contra varios actos, entre los cuales estaba
comprendido el que en la nueva demanda se reclama, se necesita tener a la vista esas
demandas y conocer los motivos por los que fue desechada la segunda, para establecer la
comparación respectiva y poder inferir que se trata de un caso análogo en el que legalmente
había sido procedente que fuera desechada; por tanto, la queja debe declararse infundada."
"Novena Época
"Instancia: Pleno
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
"Tomo: I, mayo de 1995
"Tesis: P./J. 4/95
"Página: 57
"DEMANDA DE AMPARO, SI SE RECLAMAN ACTOS EMANADOS DE DIVERSOS
JUICIOS, NO DEBE DESECHARSE POR NOTORIAMENTE IMPROCEDENTE.-De
conformidad con el artículo 145 de la Ley de Amparo, el Juez de Distrito debe examinar, ante
todo, el escrito de demanda, y si encontrare motivo manifiesto e indudable de improcedencia,
la desechará de plano; sin embargo esa potestad no es ilimitada, ni depende del criterio
puramente subjetivo del juzgador, sino que para ello debe analizarse si en el caso se surte
alguna de las causas reguladas en el artículo 73 de la ley invocada, u otra prevista en un
precepto legal relacionado con la fracción XVIII de esa norma. Ahora bien, si se presenta el
evento de que en una demanda de amparo se reclaman actos derivados de diversos juicios, tal
circunstancia no da lugar a su desechamiento, puesto que la ley no establece que de darse esa
hipótesis, se actualice una causa de improcedencia."
Con base en las tesis transcritas, puede válidamente concluirse que el Juez de Distrito debe
desechar la demanda de amparo indirecto sólo cuando de ella se advierta, sin lugar a dudas,
un motivo manifiesto de improcedencia.
Debe recalcarse que para desechar de plano la demanda de amparo biinstancial, la causal de
improcedencia (ya sea constitucional, legal o jurisprudencial, como las ha clasificado la
doctrina), debe ser manifiesta e indudable, es decir, como lo dice el Diccionario de la Lengua
Española, respectivamente "Descubierto, patente, claro."; "que no se puede poner en duda.
Evidente.".
Ahora bien, respecto de lo que debe entenderse por acto futuro e incierto, este Alto Tribunal
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 130/2001-SS.
ha dicho:
"Quinta Época
"Instancia: Tercera Sala
"Fuente: Apéndice 1917-2000
"Tomo: VI, Común, Sección Jurisprudencia SCJN
"Tesis: 16
"Página: 15
"ACTOS FUTUROS, NO LO SON LOS INMINENTES.-Son futuros aquellos actos en que
sea remota la ejecución de los hechos que se previenen, pues de otro modo se estimarían
como no futuros sólo los que ya se han ejecutado. No pueden simplemente considerarse actos
futuros aquellos en los que existe la inminencia de la ejecución del acto, desde luego, o
mediante determinadas condiciones."
"Sexta Época
"Instancia: Segunda Sala
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación
"Volumen: CIII, Tercera Parte
"Página: 11
"ACTOS FUTUROS, CERTEZA DE LOS, EN CASO DE NO CUMPLIRSE
DETERMINADA OBLIGACIÓN.-Cuando se tiene la certidumbre de que un acto se
ejecutará de no cumplirse determinado mandato de la autoridad que lo condiciona, cabe en
contra de dicho acto la defensa constitucional, por no constituir un acto futuro o incierto, sino
el que es consecuencia cierta, concreta y determinada, del cumplimiento de una obligación."
"Quinta Época
"Instancia: Primera Sala
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación
"Tomo: XLI
"Página: 1740
"ACTOS FUTUROS E INCIERTOS.-El amparo es improcedente contra esa clase de actos, y
debe sobreseerse respecto de ellos."
"Quinta Época
"Instancia: Segunda Sala
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación
"Tomo: LXXV
"Página: 2188
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 130/2001-SS.
"ACTOS FUTUROS.-No es de revocarse el sobreseimiento dictado en el amparo, con
respecto a infracciones que puedan levantarse en el futuro, porque esos actos, por su carácter
de futuros e inciertos, no dan lugar al juicio de garantías, pues respecto de actos futuros, el
juicio constitucional sólo es procedente cuando son de inminente realización."
"Quinta Época
"Instancia: Cuarta Sala
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación
"Tomo: XCIV
"Página: 1643
"ACTOS FUTUROS QUE PUEDEN REALIZARSE, PROCEDENCIA DEL AMPARO
CONTRA LOS.-Aunque no cabe conceder el amparo cuando la demanda se funda en actos
futuros, no pueden estimarse como tales aquellos en los que existe la inminencia de la
ejecución del acto, desde luego, o mediante determinadas condiciones, ya que sólo son
futuros aquellos cuya ejecución es remota, pues de otro modo serían actos no futuros
únicamente los que ya se han ejecutado; de suerte que la jurisprudencia de este Alto Tribunal,
sobre que los actos futuros no motivan el amparo, se refiere a los actos futuros e inciertos,
mas no a los que, aun cuando no se han ejecutado, se tiene la certidumbre de que se
ejecutarán, por demostrarlo así los actos previos, como en el caso en que es evidente la
inminencia de los actos de aplicación del Reglamento de Higiene del Trabajo."
Al hablar respecto de las características del agravio en el amparo, la doctrina se ha
manifestado en el siguiente sentido:
Ignacio Burgoa, en su libro "El Juicio de Amparo" señala:
"... Además de la personal determinación del agravio, éste debe ser directo, es decir, de
realización presente, pasada o inminentemente futura. En consecuencia, aquellas
posibilidades o eventualidades en el sentido de que cualquier autoridad estatal cause a una
persona determinada un daño o un perjuicio, sin que la producción de éste sea inminente o
pronta a suceder, no pueden reputarse como integrantes del concepto de agravio, tal como lo
hemos expuesto, para hacer procedente el juicio de amparo."
Por su parte, Carlos Arellano García en su texto que lleva el mismo nombre que el anterior
dice:
"Directo, desde el punto de vista del tiempo en que el acto se realiza, el agravio puede ser
pasado cuando ya sus efectos han concluido, presente cuando los efectos del agravio se están
realizando al promoverse el amparo y futuro cuando los efectos aún no se inician pero existen
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 130/2001-SS.
datos que hacen presumir una proximidad temporal en la producción de efectos del acto
reclamado. El agravio futuro remoto, sin proximidad temporal, no da lugar a que se pueda
interponer el amparo, y si se interpone se produce la improcedencia prevista por el artículo
73, fracción V, que ya hemos citado."
Con base en lo anterior, puede decirse que existen actos futuros e inciertos y actos futuros
pero inminentes; en los primeros su realización está sujeta a meras eventualidades, por lo que
constituyen un supuesto de improcedencia del juicio de amparo; en los segundos prevalece la
certeza de que se realizarán, ya sea de inmediato o cumplidas ciertas condiciones, siendo
procedente contra ellos el juicio de garantías.
Así, cuando de la simple lectura de la demanda de amparo indirecto se advierta, sin lugar a
dudas, que los actos reclamados son futuros e inciertos, dándose el supuesto de motivo
manifiesto e indudable de improcedencia, con fundamento en el artículo 145 de la Ley de
Amparo, el Juez de Distrito deberá desecharla de plano; sin embargo, cuando exista duda de
si tales actos, bajo determinadas condiciones, llegarán a realizarse o se requieran elementos
probatorios para saber si verdaderamente se trata de actos futuros e inciertos, se deberá
admitir la demanda a trámite, sin perjuicio de que durante la tramitación del juicio quede
plenamente probado que efectivamente se trata de un acto de ese tipo, ya que en este último
supuesto, ante la certeza de la existencia de una causal de improcedencia, lo conducente será
sobreseer en el juicio. Sirven de apoyo a esta consideración las siguientes tesis:
"Quinta Época
"Instancia: Segunda Sala
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación
"Tomo: LXXXI
"Página: 3122
"IMPROCEDENCIA.-Debe revocarse el auto por el que se desechó de plano la demanda de
amparo, con base en que la ejecución de los actos reclamados no originan perjuicio alguno al
quejoso, puesto que no se afectan sus intereses jurídicos, si no aparece el motivo manifiesto e
indudable de improcedencia que exige el artículo 145 de la Ley de Amparo, y la proposición
relativa a que los actos reclamados causen o no perjuicios al quejoso, debe más bien
establecerse en el curso del juicio, en vista de los informes de las autoridades responsables y
de las pruebas que rindan las partes, lo que implica la admisión y tramitación de la demanda,
sin perjuicio de las causas de improcedencia que en el curso del juicio pudieran aparecer."
"Séptima Época
"Instancia: Pleno
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación
"Volúmenes: 187-192, Primera Parte
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 130/2001-SS.
"Página: 43
"IMPROCEDENCIA, LA ADMISIÓN DE LA DEMANDA DE AMPARO NO IMPIDE EL
ESTUDIO DE LAS CAUSAS DE.-La improcedencia es de orden público, de manera que
aunque el Juez de Distrito haya dado entrada a la demanda, puede posteriormente examinar si
existen o no motivos de sobreseimiento. En efecto, el artículo 145 de la Ley de Amparo sólo
establece el desechamiento de plano de la demanda, cuando de ella misma se desprenden de
modo manifiesto e indudable, motivos de improcedencia; mas no impide, admitida la
demanda, la estimación posterior de causas que, ya supervenientes o anteriores a dicha
admisión, determinen conforme a la ley el sobreseimiento en el juicio de garantías."
Ahora bien, para lo que es materia de la presente contradicción, al reclamarse en la demanda
de amparo indirecto la simple amenaza de desposeimiento, secuestro, decomiso o embargo de
un vehículo de procedencia extranjera, si bien ésta podría constituir un acto futuro e incierto,
con la sola lectura de la demanda no puede saberse con exactitud si tal amenaza, siendo
futura, es inminente, o bien, si ésta se llegará o no a materializar, siendo necesario contar con
elementos de prueba que permitan una correcta conclusión, por lo que ese acto, así
reclamado, al generar duda, no constituye un motivo manifiesto e indudable de
improcedencia como lo exige el artículo 145 de la Ley de Amparo para desechar de plano la
demanda y, en consecuencia, el Juez de Distrito deberá admitir a trámite esta última, a menos
que existiera algún otro motivo para desechar o mandar aclarar el escrito inicial, y hasta la
sentencia resolver lo conducente.
En efecto, para saber si la amenaza de desposeimiento, secuestro, decomiso o embargo de un
vehículo de procedencia extranjera se cumplirá por parte de la autoridad, el Juez debe tener a
la vista las pruebas que consten en el juicio, ya que puede suceder que la responsable, durante
la tramitación del juicio, ya haya ordenado que se lleve a cabo el acto amenazante o esté a
punto de hacerlo, o bien, que aunque ésta lo niegue en su informe justificado, el afectado
pueda demostrar lo contrario, lo que evidentemente no se desprende de la sola lectura de la
demanda de amparo indirecto, y si bien dicho acto sí podría generar un motivo de
improcedencia del juicio de amparo indirecto, éste no es manifiesto ni indudable como para
poder desechar la demanda desde el primer acuerdo que se dicta en esa instancia, tal y como
lo exige el artículo 145 de la Ley de Amparo.
Atento lo anterior, debe prevalecer el criterio que sostiene esta Segunda Sala, coincidente con
el del Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Noveno Circuito, el que de acuerdo con lo
dispuesto por el artículo 195 de la Ley de Amparo debe regir con carácter jurisprudencial, en
los siguientes términos:
DEMANDA DE AMPARO. LA SOLA AMENAZA DE DESPOSEIMIENTO,
SECUESTRO, DECOMISO O EMBARGO DE UN VEHÍCULO DE PROCEDENCIA
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 130/2001-SS.
EXTRANJERA, NO ES MOTIVO MANIFIESTO E INDUDABLE DE
IMPROCEDENCIA, POR LO QUE EL JUEZ DE DISTRITO DEBE ADMITIRLA.-El
artículo 145 de la Ley de Amparo obliga al Juez de Distrito a desechar la demanda de amparo
indirecto sólo cuando aparezca un motivo manifiesto e indudable de improcedencia. Dicha
hipótesis no se actualiza cuando el acto reclamado consista en la amenaza de desposeimiento,
secuestro, decomiso o embargo de un vehículo de procedencia extranjera, ya que si bien ese
acto, así reclamado, se plantea como futuro, la inminencia o no de su realización debe
verificarse con los elementos probatorios que se aporten en la audiencia constitucional.
Por lo expuesto y fundado se resuelve:
ÚNICO.-Existe la contradicción de tesis denunciada, señalada en el considerando cuarto de
esta ejecutoria, debiendo prevalecer el criterio de esta Segunda Sala que ahí se menciona.
Notifíquese; remítase la tesis jurisprudencial referida en el punto resolutivo único de esta
ejecutoria al Pleno, a las Salas y a los Tribunales Colegiados que no intervinieron en la
contradicción, así como al Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta; envíese copia de
esta ejecutoria a los Tribunales Colegiados de los que derivó la contradicción y, en su
oportunidad, archívese el expediente.
Así lo resolvió la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por unanimidad
de cinco votos de los señores Ministros: Juan Díaz Romero, Mariano Azuela Güitrón, Sergio
Salvador Aguirre Anguiano, Guillermo I. Ortiz Mayagoitia y presidente José Vicente
Aguinaco Alemán. Fue ponente el Ministro Juan Díaz Romero.
Nota: El rubro a que se alude al inicio de esta ejecutoria corresponde a la tesis 2a./J. 9/2002,
publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XV,
febrero de 2002, página 37.
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