DICTAMEN nº 121 / 2009 Materia sometida a dictamen: Recurso extraordinario de revisión interpuesto contra la Orden del Consejero de Industria, Comercio y Turismo por la que se desestima el recurso de alzada contra la Resolución que impuso una sanción económica a la recurrente por infracción grave de las establecidas en la Ley 6/2003, de 27 de febrero, de Turismo de Aragón. ANTECEDENTES Primero.- Siguiendo el orden cronológico de los documentos que obran en el expediente remitido se destacan los siguientes hechos: 1. Con fecha 19 de abril de 2007, tuvo entrada en el registro de la Oficina de Turismo del Ayuntamiento de Benasque una reclamación suscrita por J.G. por la facturación de servicios del Hotel E., al incluir, de forma indebida a su juicio, el consumo de agua mineral en las comidas, consumo relacionado por las advertencias que el personal del establecimiento hizo acerca de las características del agua corriente por ser de alta montaña (documento nº 28 del expediente). 2. Trasladada la denuncia por el Ayuntamiento de Benasque al Departamento de Turismo del Gobierno de Aragón, se concedió un plazo a “H.U., S.A.” para que alegase lo que estimara oportuno acerca de la citada reclamación, con carácter previo a la iniciación de un procedimiento sancionador, alegaciones que se efectuaron, por quien indicó que actuaba como su representante, O.M., en escrito de 24 de mayo de 2007, en el que se hizo constar que “la circunstancia de que se les sirvió agua embotellada y se les cobró aparte hemos de manifestar la ignorancia del reclamante sobre el contenido del régimen de media pensión en nuestra comunidad autónoma (...)” [documentos nºs. 28, 26 y 27]. 3. Remitidas por el reclamante las facturas de los servicios del Hotel, que le fueron solicitadas por el Servicio Provincial de Huesca del Departamento de Industria, Comercio y Turismo, se llevó a cabo una inspección según consta en el 1 documento extendido al efecto con fecha a de julio de 2007 (documento nº 21 del expediente). De su contenido se reproducen los siguientes apartados: • Que el Menú del día que tiene sellado en los que (sic) se incluye el servicio de pan, postre y bebidas, firmado por la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo de Huesca, indica que es para clientes que procedan del exterior, o sea que no están hospedados. • Que cuando el cliente llega al establecimiento, en la carta Menú del Día del Hotel, sí especifica que las bebidas no están incluidas. 4. Por resolución de 11 de julio de 2007, el Director del Servicio Provincial de Huesca del citado Departamento ordenó iniciar el procedimiento sancionador y designar instructora del mismo (documento nº 20). 5. Notificada la iniciación del procedimiento sancionador a la mercantil denunciada 31 de julio de 2007-, ésta formuló alegaciones en escrito fechado el día 14 de agosto de 2007 (documento nº 14) y en ellas negó que al cliente-reclamante, se le sirviera el Menú del día “porque este es para clientes no alojados, mientras que el menú para clientes alojados no incluye bebidas y así se especifica en las cartas que se colocan en lugar bien visible en recepción y en la puesta del restaurante”. Seguidamente efectuó la alegación siguiente: “La Ley 6/2003 establece el contenido obligatorio de los denominados Menús del Día (que han de incluir la bebida) pero no otros menús. Por tanto, fuera de lo que es ese menú legalmente regulado se ha de aplicar las condiciones de contratación y el hotel ofrece unos servicios que, insisto, son perfectamente conocidos por los clientes, los cuales aceptan si hacen su entrada en el restaurante”. 6. Como consecuencia de las actuaciones llevadas a cabo en la instrucción del procedimiento sancionador, la Instructora elaboró una “Propuesta de Resolución fechada el día 24 de agosto de 2007 (documento nº 13), de cuyos apartados se reproducen los siguientes: Hechos que se consideran probados: Los hechos que se consideran probados consisten en que, por parte del titular del establecimiento, se cobró el importe del agua incluida en el Menú del día, a pesar de que el cliente solicitó reiteradamente que le sirvieran agua potable corriente. Los camareros le dijeron que tenían orden de la dirección del establecimiento de no servir agua del grifo a pesar de que era potable porque podría producir molestias intestinales a personas que no estuvieran acostumbradas. A no ser posible tomar agua del grifo les sirvieron agua mineral per cobrándoles el importe y ante esta actitud el cliente presentó la Hoja de Reclamaciones. Calificación de la infracción y preceptos infringidos: 2 Los hechos que se consideran probados constituyen una infracción administrativa en materia turística, por incumplimiento de los dispuesto en el artículo 76 de la Ley 6/2003, de 27 de febrero, del Turismo de Aragón (B.O.A. nº 28, de 10 de marzo), y de conformidad con lo dispuesto en el artículo 8 del Decreto 81/1999, de 8 de junio, del Gobierno de Aragón (B.O.A. nº 84, de 5 de junio), por los que se establecen las normas sobre ordenación de bares, restaurantes cafeterías y establecimientos con música, espectáculo y baile, que dispone que los restaurantes de categoría 3 Tenedores dispondrán de un Menú del día en el que, bajo un precio global, estén incluidos dos platos, pan, postre y bebida. Tipificación de la infracción: Los hechos relatados se consideran subsumidos en el artículo 78.9, de la Ley 6/2003, de Turismo de Aragón, citada, que considera infracción administrativa grave la facturación de conceptos no incluidos en los servicios ofertados o pactados. Personas responsables: A tenor de lo dispuesto en el artículo 80.1.a) de la ley 6/2003, de 27 de febrero, se considera responsable de la citada infracción, a la sociedad H.U., S.A., que es quien figura como titular del establecimiento en la documentación obrante en este Servicios Provincial en la fecha de los hechos. Circunstancias concurrentes para graduar la sanción: Para determinar la cuantía de la sanción que se propone se ha tenido en cuenta la modulación prevista en el artículo 85, letra c) de la misma Ley 6/2003, de 27 de febrero, la cuantía del beneficio ilícito obtenido. Sanciones que corresponden: Según lo dispuesto en el artículo 84.1.b) de la referenciada Ley 6/2003, las infracciones calificadas como graves serán sancionadas con multa de 601 a 3.000 euros. Propuesta que se formula: La imposición de una sanción concreta de multa de SEISCIENTOS UN EUROS (601 euros) a la Sociedad H.U., S.a., titular del establecimiento Hotel E. como sujeto responsable de la comisión de una infracción administrativa de carácter grave. 7. Comunicada la precedente “propuesta de resolución” a la mercantil denunciada, ésta en escrito de 21 de septiembre de 2007 (documento nº 12) efectuó alegaciones de contenido similar a las realizadas en el trámite de audiencia previa referidas en el precedente punto 2, con la indicación de que “se trataba de 3 un viaje organizado cuyas condiciones habían sido previamente pactadas con el organizador y a este viaje se adhirió el reclamante por tanto, aceptando las condiciones pactadas. Y si realmente no se le informó de ello por la organizadora, no es cuestión del Hotel por cuanto lo desconoce”. Y, además, “tampoco podemos olvidar que tanto el contenido como el precio está publicitado en el hotel a la vista de los clientes, por tanto el reclamante siempre tuvo conocimiento de los elementos incluidos y excluidos”. A estas precisiones se unió la de “que se trataba de un menú, por supuesto distinto del denominado menú del día”, que era el pactado. 8. El procedimiento sancionador finalizó con la Resolución del Director del Servicio Provincial de Huesca del Departamento de Industria, Comercio y Turismo, de 26 de septiembre de 2007 (documento nº 11), en la que se recogen las actuaciones relacionadas con el procedimiento instruido, la adecuación de las mismas a la normativa aplicable, la competencia del órgano que adoptaba la resolución, los hechos imputados, que coinciden con los considerados probados en la propuesta –el cobro del importe del agua incluida en el Menú del Día, a pesar de que el cliente solicitó reiteradamente que le sirvieran agua potable corriente-, la tipificación de la infracción administrativa y la cuantía de sanción (601,00 €). 9. Notificada a la mercantil sancionada la precedente resolución, interpuso recurso de alzada en escrito de 7 de octubre de 2007, en el que reiteró los motivos de oposición a la sanción impuesta (documento nº 10). 10. Por Orden de 18 de julio de 2008, del Departamento de Industria, Comercio y Turismo (documento 8), fue desestimado el recurso de alzada. En los fundamentos de derecho de esta Orden, después de mencionar cuestiones formales y reproducir parcialmente los textos de los artículos 24 de la Ley 6/2003 y 8 del Decreto 81/1999, se efectuaron las siguientes consideraciones que, junto a las normas citadas, sirvieron de motivación para desestimar el recurso: • Ciñéndonos al supuesto objeto de recurso, visto el informe técnico para la resolución del recurso, el titular del establecimiento no ha justificado documentalmente con su escrito de recurso, ni como así sucede durante la instrucción del expediente (sic) sancionador, no se menciona que el cliente formara parte de un viaje organizado, circunstancia de la que tampoco se informó ni fueron constatadas por el Inspector de Turismo adscrito al Servicio (sic) Provincial en la visita efectuada al establecimiento con motivo de la reclamación y tampoco en la factura del cliente que se realiza a nombre de una empresa, no figura ninguna de las circunstancias descritas. • En cuanto a la manifestación que al cliente se le sirvió buffet libre, se ha constatado en el expediente administrativo del establecimiento hotelero que obra en los archivos del servicio Provincial referenciado, en lo relativo al servicio de restaurante de 3 tenedores no figura este menú y no ha sido sellado antes de su aplicación, cuando es obligación del empresario turístico ponerlo en conocimiento del órgano competente antes de efectuar el servicio. 4 • Por tanto, debe mantenerse la responsabilidad administrativa del recurrente, subsumidos los hechos imputados en el artículo 78.9 de la Ley 6/2003, del Turismo de Aragón, que considera infracción grave, “La facturación de conceptos no incluidos en los servicios ofertados o pactados”. Dicha infracción da lugar a la imposición de sanciones previstas en el artículo 84.1.b) de la citada Ley, que recoge una sanción de multa para las de carácter grave de 601 a 3.000 euros, constituyendo la cuantía de la multa impuesta proporcionada, teniendo en cuenta las circunstancias atenuantes previstas en el artículo 85.c) de la ley sectorial, relativa a la cuantía del beneficio ilícito obtenido 11. En el escrito de notificación de la Orden de 18 de julio de 2008, se hizo constar que ponía fin a la vía administrativa y que contra la mismo podía interponerse recurso contencioso-administrativo ante el correspondiente Juzgado de este orden jurisdiccional (documento nº 8), sin que conste en el expediente la interposición de este recurso, por lo que ha de presumirse que el acto sancionador ha ganado firmeza, no sólo en vía administrativa. 12. Sin embargo, por medio de escrito de fecha 11 de septiembre de 2008, registrado de entrada en Servicio Provincial de Huesca del Departamento de Industria, Comercio y Turismo el día siguiente, quien ha actuado a lo largo del procedimiento sancionador como representante de la mercantil sancionada ha interpuesto un “recurso extraordinario de revisión”, con la siguiente fundamentación (documento nº 6): Primero.- A lo largo de las alegaciones obrantes en el expediente se ha tratado de exponer una serie de circunstancias, aunque parece que con poco acierto, que ponen de manifiesto la inexistencia de la infracción, la principal de ellas es que el restaurante del Hotel E. no admite clientes externos sino que sólo está para la utilización en exclusiva por los clientes del Hotel. Es así, por tanto, que no le es de aplicación el Decreto 81/99, de 8 de junio, del Gobierno de Aragón en relación con el Art. 78.9 de la Ley 6/2003, de 27 de febrero, del Turismo de Aragón. A los efectos oportunos aportamos la contestación a la consulta realizada en su día por la Asociación Provincial de Hostelería a la Dirección Provincial en el sentido anteriormente referido. Segundo.- A lo largo de toda la instrucción se ha venido afirmando que al reclamante se le sirvió el menú del día extremo absolutamente inexacto. Cierto es que por la errónea creencia de que así debía ser teníamos colocado un papel con el menú en la recepción que incluso hemos llegado a sellar en la asociación de Hostelería, pero la verdad de ello es que tan sólo deseábamos que nuestros clientes, insisto, exclusivamente alojados, estuvieran informados de lo que iban a comer y no dar el carácter de cumplimiento de la obligación contenida en el Decreto 81/199. Tercero.- De las averiguaciones que hemos podido realizar hemos conocido que el reclamante y otras personas quiso venir con el grupo remitido por la Agencia de Viajes (....) que llegan en coches particulares para pasar unos días esquiando, si bien dado el historial conflictivo que reúne no pudo realizarse y directamente 5 contrató alojamiento aunque vino en uno de esos coches junto con otros amigos y en todo momento estuvo unido al grupo, salvo a la hora de pagar su estancia que nos indicó se facturara a (....). Cuarto.- Dadas así las cosas y su estancia como miembro se benefició del trato dado a los demás y también de los precios concertados con la Agencia con quien hizo la reserva. Estos precios concertados en ningún momento incluían las bebidas y de la misma forma se había concertado que las comidas se realizarían tipo buffet de tal suerte que el cliente coge la comida y sólo tiene que abonar la bebida. A los efectos de todo lo antedicho se aportan e-mails remitidos por la persona encargada en ese momento y de la agencia de viajes que dan buena cuenta de la personalidad del reclamante. También se aportan las facturas del reclamante remitidas contra la empresa que él nos indicó. Al escrito en el que se formalizó el recurso, se adjuntaron los siguientes documentos: • Escrito de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo de Huesca, de 13 de marzo de 2003, dirigido a la Directora del Servicio Provincial de Cultura y Turismo de Huesca, mostrando el criterio de que los establecimientos turísticos de alojamiento en los que se sirva comidas exclusivamente a los huéspedes no tienen la consideración de establecimientos de restauración conforme a lo dispuesto en el artículo 53.2 de la Ley 6/2003. • Respuesta de la mencionada Directora Provincial, de 11 de noviembre de 2003, en el que se mostró conformidad al indicado criterio de la Asociación siempre que “se sirva comida exclusivamente a sus huéspedes”, ya que, de no cumplirse este requisito, “deberán atenerse a lo ordenado en el Decreto 81/1999, de 8 de junio”. • Listado de llegadas previstas al Hotel E. correspondiente al día 4 de febrero de 2007, en la que figura el reclamante con la “observación”: MP Cen Des Amigos. G. Malabi Oferta. • Tres facturas a nombre del reclamante por estancias, figurando en una de ellas dos consumiciones de agua mineral, por importe de 1,87 €, cada una, sin IVA 13. El Jefe del Servicio de Ordenación y Regulación de las Actividades Turísticas, en su informe fechado el día 26 de enero de 2009 (documento nº 4), propuso “estimar el recurso extraordinario de revisión” interpuesto por la mercantil “H.U., S.A.”, conclusión a la que se llega en el informe: a) Porque ha de de tenerse en cuenta que los servicios complementarios de los hoteles (entre los que se encuentra el servicio de comedor para clientes alojados) han de regirse en materia de comunicación y publicidad de precios por lo dispuesto en la materia por la Ley 6/2003, y por el Decreto 193/1994; b) Porque los precios sellados tanto para la estancia como para la prestación del servicio de comedor no superaron los precios efectivamente facturados; c) Porque sobre la composición de las 6 comidas no existe otra obligación distinta para los establecimientos hoteleros de la derivada del párrafo final del artículo 21 del citado decreto 193/1994; y d) Porque la obligación impuesta por el artículo 8 del Decreto 81/1999 (inclusión en el menú, entre otros conceptos, la bebida) no es alegable en el presente caso, a tenor de lo dispuesto en el artículo 33.3 de la Ley de Turismo de Aragón, dado que el supuesto denunciado correspondía a la prestación de servicio de comedor a un cliente alojado y no a la actividad de Restaurante. 14. Por Orden de 13 de febrero de 2009, del Consejero de Industria, Comercio y Turismo (documento nº 3), se admitió a trámite el recurso extraordinario de revisión que motiva este Dictamen, “por entenderse la concurrencia de las circunstancias enunciadas en el artículo 118 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, concretamente su apartado 1.2ª”. Esta Orden fue comunicada a quien ha alegado la representación de la mercantil recurrente (documento nº 2). Segundo.- Para la resolución del recurso extraordinario de revisión se ha elaborado una “Propuesta de Orden del Departamento de Industria, Comercio y Turismo por la que se resuelve el recurso extraordinario de revisión interpuesto por O.M. contra la Orden de 18 de julio de 2008 de este Departamento”, carente esta propuesta de fecha y de la firma de quien la haya elaborado, que no será el titular del Departamento, aunque sea éste el competente para adoptar la resolución que ponga fin al procedimiento instruido, aunque no ultimado todavía. La propuesta de resolución contiene tres apartados de “antecedentes de hecho” y un extenso “fundamento de derecho”. Concluye este documento con el siguiente párrafo: “ACUERDO, estimar el recurso extraordinario de revisión presentado por O.M., en representación de la mercantil “H.U.; s.a., CONTRA LA Orden de 18 de julio del Departamento de Industria, Comercio y Turismo por la que se desestima el recurso de alzada interpuesto contra la Resolución del Servicio Provincial de Industria, Comercio y Turismo de Huesca por la que se acuerda imponer una sanción de 601 euros, en virtud del expediente sancionador 9/2007, como autor de una infracción grave al artículo 78.9 de la Ley 6/2003, de Turismo de Aragón”. En los “antecedentes de hecho” se recogen los ya citados en los de este Dictamen, sin identidad de sus contenidos. Por lo que respecta al “fundamento de derecho” se resaltan los siguientes extremos: a. Procedencia y carácter del recurso extraordinario de revisión, según los artículos 108 y 118.1 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, con citas de la jurisprudencia del Tribunal Supremo (SS. de 26 de abril de 2004, 17 de junio de 1985, 20 de marzo de 1985, 28 de julio de 1995, y otras) b. Acto contra el que se recurre: Orden de 18 de julio de 2008, del Consejero de Industria, Comercio y Turismo, desestimatoria del recurso de alzada interpuesto contra la resolución sancionadora del Director del Servicio Provincial de Huesca del mismo Departamento. 7 c. Falta de concreción por el recurrente de la causa del recurso, dentro de las establecidas en el artículo 118.1 de la Ley 30/1992, lo que no impide que se subsuman en las de los apartados 1º y 2º. d. En los menús aportados por la ahora recurrente en el procedimiento sancionador, uno tiene la bebida incluida en el precio, y en otros aparecen las bebidas incluidas o no sin especificar su causa. e. La información aportada es confusa e incluso contradictoria acerca de la inclusión del menú del día en el régimen de media pensión, cuestión que ha intentado clarificar la recurrente en sus alegaciones. f. De la documentación aportada por la recurrente “se desprende que ha habido un error al considerar que el Hotel E. distribuye comidas distintas a sus clientes alojados, así como que J.G. no se encontraba alojado en el mismo y había concertado un Menú del Día distinto al que se le servía en régimen de media pensión, régimen que tenía previamente contratado con el citado hotel. g. Se ha producido un error también al considerar al hotel como prestador de un servicio de restauración a personas ajenas al hotel, constatándose a raíz del análisis del expediente administrativo que el servicio de restaurantes es uso exclusivo para los clientes del hotel y que el menú que se ofertaba era únicamente a título informativo para el conocimiento de los huéspedes del mismo sin deber considerarse como un menú del día. h. Ha de de tenerse en cuenta que los servicios complementarios de los hoteles (entre los que se encuentra el servicio de comedor para clientes alojados) ha de regirse en materia de comunicación y publicidad de precios por lo dispuesto en la Ley 6/2003, de 27 de febrero, del Turismo de Aragón, y por el Decreto 193/1994, de 20 de septiembre, de la Diputación General de Aragón, sobre régimen de precios, reservas y servicios complementarios en establecimientos de alojamiento turístico. i. Atendiendo a lo dispuesto en los artículos 33.3 y 53.2 de la Ley 6/2003, en relación con el artículo 3 del Decreto 81/1999, de 8 de junio, por el que se establecen normas sobre ordenación de bares, restaurantes y cafeterías y establecimientos con música, espectáculos y baile, el Hotel E. como empresa de alojamiento turístico no ha de someterse a las disposiciones relativas a las empresas de restauración debido a que no presta dicho servicio a personas distintas a sus huéspedes. j. La aportación de documentos por la recurrente, “fundamentalmente el registro de llegadas de clientes”, supone “un documento de valor esencial no aportado durante la instrucción del pertinente expediente administrativo y que de haber sido aportado hubiera modificado de manera sustancial el actuar de la Administración, por lo tanto, evidencian el error de la Orden recurrida, concurriendo los requisitos de fundamentación en el segundo motivo del artículo 118 de la Ley 30/1992” (....), determinado que el menú servido a J.G.correspondía al incluido dentro del régimen de media pensión contratado con 8 anterioridad y no a un menú del día en el que se debería haber incluido en su importe el precio de las bebidas, de todo ello como hemos enunciado se desprende que no se ha producido el hecho objetivo de sanción confirmado por la Orden recurrida”, ya que se incurrió en un error al “entender que el menú dispensado al denunciante (....) no formaba parte del régimen de media pensión que había sido concertado, como se desprendía de la información aportada por el denunciante en la hoja de reclamación”. k. Del análisis del expediente administrativo vemos como parte de la documentación aportada en el recurso ahora presentado, concretamente las facturas emitidas al reclamante, así como otros documentos de relevancia como diferentes menús del día de los que se deduce que dicho menú era para los huéspedes del hotel, constaban ya en la fase de procedimiento sancionador por lo que podría haberse incurrido en el primer motivo del artículo 118.1 de la Ley 30/1992. l. Después de indicarse en el fundamento de derecho los requisitos que han de concurrir para estimar la producción de un error de hecho a los efectos del citado artículo 188.1.1ª de la Ley 30/1992, así como a los señalados en el artículo 105.2 de la misma Ley, concluye su texto diciendo: “Tal y como hemos constatado, se ha incurrido en un error de hecho cometido por esta Administración a la hora de conocer el caso y pronunciarse sobre la cuestión objeto de este procedimiento y sus antecesores como es la consideración de que el hotel “E.” presta servicios de restauración, derivado tanto de los documentos aportados por la recurrente como de los obrantes en el propio expediente administrativo por lo que procede la estimación del recurso extraordinario de revisión interpuesto por O.M., en nombre y representación de la mercantil “H.U., S.A.”. Tercero.- El Consejero de Industria, Comercio y Turismo, con escrito de fecha 20 de marzo de 2009, que tuvo entrada en el Registro de la Comisión Jurídica Asesora del Gobierno de Aragón el día 26 del mismo mes, ha remitido el expediente y la propuesta “por la que se resuelve el recurso extraordinario de revisión interpuesto por O.M., en nombre y representación de la mercantil H.U., S.A.”, contra la Orden de 18 de julio de este Departamento, “para la emisión del correspondiente dictamen en cumplimiento de lo dispuesto en el artículo 56.1.e) de la Ley del Presidente y del Gobierno de Aragón, aprobada por Decreto Legislativo 1/2001, de 3 de julio”. El expediente remitido consta de un conjunto de 26 documentos relacionados en un índice, sin numeración de sus hojas, y a bastantes de estos documentos se les han adjuntado o tienen incorporados otros. CONSIDERACIONES JURÍDICAS 9 I En primer lugar, hemos de indicar que en fecha 8 de abril de 2009 se ha publicado en el Boletín Oficial de Aragón la Ley 1/2009, de 30 de marzo, del Consejo Consultivo de Aragón, en cuya Disposición Transitoria Primera, bajo la rúbrica de “Constitución del Consejo Consultivo” se señala que “El Presidente y los miembros del Consejo Consultivo deberán ser nombrados y tomar posesión de su cargo en el plazo de tres meses a partir de la entrada en vigor de la presente Ley, momento en el que se entenderá constituido el Consejo Consultivo, y la Comisión Jurídica Asesora dejará de ejercer sus funciones”. Dado que todavía el Consejo Consultivo de Aragón no se ha constituido, esta Comisión sigue ejerciendo sus funciones, entre las que se encontraba, en la anterior regulación legal - artículo 56-1.e) del Texto Refundido de la Ley del Presidente y del Gobierno de Aragón (Decreto Legislativo 1/2001, de 3 de julio, del Gobierno de Aragón)- la de emitir dictamen sobre “la revisión de oficio de los actos administrativos nulos de pleno derecho y los recursos administrativos de revisión”–como es el caso- precepto hoy en día derogado en virtud de la Disposición Derogatoria Única de la Ley 1/2009. Sin embargo, no hay en la nueva regulación legal precepto transitorio alguno aplicable a los supuestos, como el que estamos examinando, de procedimientos iniciados antes de su entrada en vigor pero que van a concluir tras la entrada en vigor de la misma (que se produjo, ex Disposición Final Segunda de la Ley 1/2009, el mismo día de su publicación), por lo que, para determinar la competencia de este Órgano Consultivo –en funciones- hay que estar a lo dispuesto en los artículos 15 y 16 de la precitada Ley. Así, el artículo 15 de la Ley 1/2009, apartado 5, establece que el Consejo Consultivo de Aragón será consultado preceptivamente en los asuntos de revisión de oficio de actos y disposiciones administrativas nulos de pleno derecho y recursos administrativos de revisión, por lo que en el supuesto que estamos examinando a esta Comisión Jurídica Asesora, actuando en funciones, le corresponde la competencia para dictaminar, con carácter preceptivo, el caso sometido a consulta. En relación a la competencia del Pleno o de la Comisión Permanente, no cabe sino referirse –aunque parezca un contrasentido aparente- a la regulación ya derogada, puesto que mal cabe hablar de competencia de órganos del Consejo Consultivo de Aragón cuando éste no se ha constituido todavía. Por tanto tenemos que referir la competencia a la Comisión Permanente en función de lo indicado en el art. 64 en relación con el 63, del Texto Refundido de la Ley del Presidente y del Gobierno de Aragón. II Examinado el expediente remitido, se estima que han sido observadas las normas de procedimiento impuestas en el Título VI y en el Capítulo II del Título VII de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común (en lo sucesivo LPAC). Ahora bien, así como se considera que la mercantil sancionada, “H.U., S.A., tiene legitimación para interponer el recurso de extraordinario de revisión, de conformidad con lo 10 establecido en los artículos 31 y 107.1 de la LPAC, la representación de la recurrente por O.M. (se ignora el segundo apellido por no constar en los documentos que integran el expediente) no se ha acreditado en la forma exigida en el apartado 3 del artículo 32 de la LPAC, sin que, por otra parte, haya mediado requerimiento para la subsanación de esta deficiencia por parte del instructor del procedimiento, deficiencia que ya se produjo en el procedimiento sancionador y en el correspondiente a la interposición del desestimado recurso de alzada. III Entiende esta Comisión Jurídica, aunque así no se haya expresado en la propuesta de resolución, ni por la recurrente, que se impugna por este medio extraordinario la resolución sancionadora del Director del Servicio Provincial de Huesca del Departamento de Industria, Comercio y Turismo, de 26 de septiembre de 2007, que adquirió firmeza en vía administrativa al ser desestimado por Orden del Consejero de Industria, Comercio y Turismo de 18 de julio de 2008 el recurso de alzada interpuesto contra aquélla, con lo que se puso fin a la vía administrativa, según establece el artículo 109.a) de la LPAC, por lo que en los actos que ahora se recurren por medio del recurso administrativo extraordinario de revisión se cumple la exigencia impuesta en el artículo 108 de la LPAC, no constando, además, que se hayan recurrido ante la jurisdicción del orden contencioso-administrativo. Por otra parte, en la propuesta de resolución se admite la existencia en los actos recurridos de dos de las circunstancias admitidas en el apartado 1 del artículo 118 de la LPAC: 1ª.- Que al dictarlos se hubiera incurrido en error de hecho, que resulte de los propios documentos incorporados al expediente.- 2ª Que aparezcan documentos de valor esencial para la resolución del asunto que, aunque sean posteriores, evidencien el error de la resolución recurrida. IV Antes de analizar cada una de las circunstancias que se han estimado como concurrentes en la resoluciones impugnadas se considera conveniente señalar, al igual que en la propuesta de resolución, que el recurso de revisión supone una excepción a los efectos típicos de la firmeza de los actos administrativos y con ello del principio de seguridad jurídica, por razones de justicia. Dado el carácter excepcional del recurso, únicamente puede fundarse en alguna de las causas tasadas en la norma, que deben ser interpretadas en forma restrictiva –STS de 17 de julio de 1981, 9 de octubre de 1984, 26 de septiembre de 1988 y 6 de julio de 1998 –. Así, por todas, la STS de 26 de septiembre de 1988, razona que "dada la naturaleza extraordinaria del recurso de revisión, han de examinarse con estricto rigor los elementos determinantes del mismo, limitando su alcance a los casos taxativamente señalados por la Ley y al contenido de los mismos, sin que sea lícito ampliarlos, ni en su número, ni en su significado, por interpretación o consideraciones de tipo subjetivo". (Sentencia del Tribunal Supremo de 16 de marzo de 2004 –f.d. primero-), criterios que habrán de ser tenidos muy presentes al analizar las circunstancias alegadas y contrastarlas con las exigencias legales. 11 En este sentido resulta adecuado reiterar lo ya dicho por esta Comisión Jurídica Asesora en su Dictamen 188/2007, de 3 de diciembre, acerca de la configuración de este recurso. Así se expresó el criterio sustentado: El recurso extraordinario de revisión se configuraba en la redacción original de la citada Ley, como un recurso a interponer contra resoluciones que pusieran fin a la vía administrativa, porque la agotaban o porque no se hubiera formulado contra ellas recurso administrativo ordinario en plazo. De forma que, como tuvo ocasión de declarar esta Comisión Jurídica Asesora, por ejemplo en su Dictamen 31/1998, los citados preceptos que definían el régimen jurídico de este recurso habían sido interpretados por la doctrina científica y legal en el sentido de calificarlo como un recurso excepcional, afirmando que debe ser objeto de interpretación restrictiva, para evitar que se convierta en una vía ordinaria de impugnación de los actos administrativos, una vez transcurridos los plazos previstos por la legislación vigente para interposición de recursos administrativos ordinarios (en este sentido, p.ej. la S. del T.S. de 26 de febrero de 1996 y el Dictamen de la Sección Octava del Consejo de Estado nº 3.061/1995, de 18 de enero de 1996); y se destacaba que su calificación como recurso extraordinario derivaba, no sólo de que había de tener por objeto un acto administrativo que habría puesto fin a la vía administrativa (destacando que, con ello, la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, había tomado partido en la polémica doctrinal suscitada durante la vigencia de la Ley de Procedimiento Administrativo de 17 de julio de 1958, acerca de si la firmeza de los actos administrativos susceptible de recurso de revisión, debía ser simplemente administrativa o también judicial), sino también de la circunstancia de que había de basarse en motivos tipificados por la Ley con carácter taxativo. Ello no obstante, de conformidad con lo dispuesto en la propia Ley, el recurso de revisión, a partir de la reforma llevada a cabo en esta LRJAP por la Ley 4/1999, de 13 de enero, únicamente será posible, tal como han venido a indicar de modo uniforme sus artículos 108 y 118, contra los actos firmes en vía administrativa, y según explica su Exposición de Motivos. En idéntico sentido, debe reseñarse que por el artículo 47 de la Ley 26/2003 de las Cortes de Aragón, de 30 de diciembre, de Medidas Tributarias y Administrativas, se ha modificado la redacción del apartado 1 del artículo 59 del Texto Refundido de la Ley de la Administración de la Comunidad Autónoma de Aragón, aprobado por Decreto Legislativo 2/2001, de 3 de julio, quedando como sigue: “Los actos firmes en vía administrativa podrán ser objeto del recurso extraordinario de revisión cuando se den las circunstancias que establece la legislación básica”. Todo ello significa que en la citada polémica doctrinal el legislador opta por exigir la firmeza administrativa de los actos susceptibles de recurso extraordinario de revisión; lo cual es lógico en cuanto coherente con los motivos tasados en los que el mismo puede fundarse. Precisamente, estos motivos (error de hecho al dictar el acto administrativo, aparición de documentos de valor esencial para la resolución, influencia decisiva de documentos o testimonios declarados falsos por sentencia judicial firme, resolución dictada como consecuencia de la comisión de algún delito) son los que dan su pátina última a este recurso de revisión, los que sirven para justificar su existencia y, al tiempo, para diferenciarlo de otras actuaciones administrativas también constitutivas de recurso administrativo. Estos recursos, como es bien sabido, pueden contener cualquier tipo de 12 razones o motivos jurídicos que sirvan para deslegitimar (imputando vicio de nulidad o de anulabilidad) un acto administrativo. Por eso y respecto a ellos se ha hablado siempre en la doctrina de recursos ordinarios en contradicción con los motivos tasados de recurso que existen en el recurso extraordinario de revisión. VI Al haberse entendido por parte de la Administración la posibilidad de que haya concurrido la circunstancia 1ª [en el punto k) de la síntesis del fundamento de derecho de la propuesta de resolución se indica que “podría” haberse incurrido en el primer motivo del artículo 118.1 de la Ley 30/1992], se estima conveniente señalar que tanto la doctrina científica como la jurisprudencia han tenido que fijar los límites al error de hecho, material o aritmético, diferenciándolo de los errores de derecho, para evitar el fraude de ley, a lo que ha contribuido la jurisprudencia del Tribunal Supremo de la que es ejemplo la Sentencia de 18 de junio de 2001, a cuyo fundamento de derecho octavo se hace una remisión, sin perjuicio de incorporar ahora algunas de las circunstancias indicadas: 1) Que se trate de simples equivocaciones elementales de nombres, fechas, operaciones aritméticas o transcripciones de documentos; 2) Que el error se aprecie teniendo en cuenta exclusivamente los datos del expediente administrativo en el que se advierte; 3) Que el error sea patente y claro, sin necesidad de acudir a interpretaciones de normas jurídicas aplicables; 7) Que se aplique con un hondo criterio restrictivo”. Pues bien, salvadas las diferencias por los supuestos, la esencia de cuanto se refiere a caracterizar el error de hecho permite trasladarla al circunstancia 1ª del artículo 118.1.a) de la LPAC, que vincula la existencia del error de hecho a que éste resulte de los propios documentos incorporados al expediente, habiendo precisado la Sentencia del Tribunal Supremo de 6 de marzo de 2008 –f. d. segundo- (al igual que la de 20 de noviembre de 2007) que el recurso extraordinario de revisión contra actos administrativos firmes se encuentra regulado en los artículos 118 y 119 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, incluyendo el apartado primero del artículo 118 la impugnación frente a aquellos actos en que se hubiere incurrido en error de hecho que resulte de los propios documentos incorporados al expediente. Por tanto es preciso, tal y como señala la Sentencia de esta Sala y Sección de 24 de enero de 2007 (recurso de casación núm. 4919/2002), "que el error sea de hecho, es decir, que no implique una interpretación de las normas legales o reglamentarias aplicables en el supuesto de que se trate".- O en términos de la Sentencia de 17 de septiembre de 2004 (recurso de casación núm. 4714/2002), que "En cuanto al cumplimiento del requisito primero de los enumerados en el artículo 118 de la Ley 30/1992, para que se hubiera producido un error de hecho tendría que haberse demostrado que existió dicho error respecto a una circunstancia puramente fáctica y que ello hubiera dado lugar a la nulidad de la resolución, en este caso de la dictada al resolver el recurso administrativo ordinario". 13 A su vez, el mismo Tribunal ha puntualizado en su Sentencia de 4 de febrero de 2008 –f. d. octavo- que el error imputable a la Administración ha de ser perceptible con los datos del expediente y que no requiere para su apreciación más que la realización de sencillas operaciones aritméticas, sin que puedan incluirse en este motivo apreciaciones jurídicas sobre la validez de los documentos, debiendo limitarse a errores puramente fácticos o de cálculo en que haya incurrido el acto (Sentencia del tribunal Supremo de 23 de julio de 2001 –f. d. tercero-. Responde, pues, a los rasgos con los que la jurisprudencia ha caracterizado al supuesto que contempla el artículo 118.1.1ª de la Ley 30/1992. En efecto, dice la Sentencia de 26 de octubre de 2005 (casación 7405/1999): "Hay error de hecho en una resolución administrativa cuando el órgano administrativo que la dictó apoya su decisión en hechos inexistentes o no pondera otros que son reales y relevantes para lo que había de resolverse; y esta clase de error constituye la circunstancia 1º del artículo 118.1 de la LRJ/PAC cuando la inexactitud o la omisión, determinante del desacierto en la apreciación fáctica, resulta de las propias actuaciones obrantes en el expediente administrativo donde fue dictada la resolución cuya revisión se pretende. Hay error de derecho cuando no hay controversia sobre los hechos materiales que tuvo en consideración el órgano administrativo y, sin discutirse esa realidad fáctica o material, la polémica que pretende suscitarse está referida a la calificación formal que en un plano normativo haya sido dada a los hechos o a las consecuencias jurídicas que se hayan hecho derivar de esos mismos hechos". También ha dicho la Sala que error de hecho "es sólo el que versa justamente sobre un hecho, cosa o suceso de forma independiente de toda opinión, criterio y calificación, excluyéndose toda cuestión jurídica y de apreciación de la trascendencia de hechos indubitados, incluso los hipotéticos errores jurídicos” (Sentencia de 17 de septiembre de 2004 - casación 4714/2002). Un examen de la cuestión suscitada, la denunciada por el reclamante, conduce a que se estime la falta de concurrencia de la circunstancia 1ª. En efecto, resulta un hecho incontrovertido que el cliente efectuó un consumo de agua mineral y que esta consumición fue facturada en el hotel, y así resulta de todas las actuaciones y documentos. Ahora bien, lo que se pretende a través del recurso extraordinario de revisión es que por medio del mismo se haga un pronunciamiento acerca de la procedencia de la facturación efectuada y de la obligación de su pago, con lo que se entraría en consideraciones jurídicas sobre las condiciones pactadas entre la Agencia y la mercantil “H.U., S.A.”, así como acerca de la inclusión o no del precio de las bebidas en el régimen de media pensión concertado, o si el menú publicitado hacía improcedente el pago de la bebida por estar incluida en el mismo, al mismo tiempo que no se ha dado conformidad a que tal menú fuera el servido al reclamante, citándose que se trataba de un buffet que no incluía las bebidas, etc. Además, todas estas cuestiones, y otras más recogidas en los antecedentes del Dictamen, aparecen relacionadas con lo dispuesto en la Ley 6/2003, de 27 de febrero de Turismo de Aragón y en los Decretos 193/1994, de 20 de septiembre y 81/1999, de 8 de junio, expresamente mantenidos como vigentes en la tabla de vigencias de las Disposiciones Derogatorias única de la Ley 6/2003, de 27 de febrero y primera de la Ley 11/2005, de 18 de diciembre, lo que contribuye a ratificar que no se está ate un circunstancia que permita la revisión por medio del recurso extraordinario por haber 14 incurrido los actos “en error de hecho que resulte de los propios documentos incorporados al expediente” hasta la resolución del recurso de alzada. Reiteradamente se citan por la propia Administración los artículos 8 del Decreto 81/1999, de 8 de junio, por imponer los menús del día en restaurantes de 3 o menos tenedores, con un precio global que incluye la bebida, y 24 de la Ley 6/2003, que sirvieron para motivar la desestimación del recurso de alzada, habiéndose negado la aplicación del citado Decreto por la recurrente, al igual que ha negado que la bebida estuviera comprendida en el precio concertado, y toda esta problemática nada tiene que ver con errores de hecho, entendidos en sentido y alcance indicados, sino con la aplicación de la normativa citada y, en su caso, con las condiciones especiales pactadas entre la empresa hostelera y la Agencia, o, tal vez, con los clientes con alojamiento no gestionado por ésta. VII En la propuesta de resolución se acoge como segundo motivo posible para estimar el recurso de revisión que se está considerando el señalado en el artículo 118.1.2ª de la LPAC. Pues bien, llegados a este punto, la Comisión Jurídica Asesora debe dilucidar si concurre la causa tasada que, según la propuesta de resolución dictaminada, permitiría estimar el recurso de revisión interpuesto, aunque se trataba de documentos en poder de la mercantil recurrente, en concreto, la contemplada por el art. 118.1.2ª de la Ley 30/1992, modificada por la Ley 4/1999, según el cual se puede interponer este recurso cuando “aparezcan documentos de valor esencial para la resolución del asunto que, aunque sean posteriores, evidencien el error de la resolución recurrida”. Como se dijo en precedente Dictamen de esta Comisión Jurídica nº 37/2007, de 21 de marzo, lo que debe contar es que un documento que no fue tenido en cuenta en la adopción del acto administrativo contra el que se recurre, “aparezca”, aunque sea posterior a la adopción del acto, y que mediante el mismo se pueda demostrar el error producido por el órgano administrativo que dictó el acto administrativo de que se trate. Cuál sea la causa o actuación personal que determine la aparición de ese documento es algo indiferente a la Ley 30/1992. Recientemente, nuestro Tribunal Supremo ha tenido ocasión de recordar el alcance de este motivo, en varias sentencias de las que destaca la de su Sala de lo ContenciosoAdministrativo, Sección 4ª, de 16 de enero de 2002, en la que se señaló lo siguiente en su fundamento de derecho primero: El recurso extraordinario de revisión que el artículo 118 de la Ley 30/1992 posibilita frente a los actos de la Administración que hubiesen causado estado, o contra los que no se hubiese interpuesto recurso administrativo en plazo, ha de apoyarse en alguno de los supuestos encuadrados en dicho precepto e interponerse dentro de los plazos que se estipulan en el párrafo segundo de dicho artículo, exigiéndose en el caso de que se alegue al amparo de la aportación de nuevos documentos no tenidos en cuenta en el procedimiento ya concluido, que dichos documentos hubiesen revestido un valor 15 esencial para la resolución del asunto fenecido, así como que -aunque sean de fecha posterior- pongan de manifiesto el error sufrido, precisamente a causa de haberse dictado resolución prescindiendo de su existencia. Consecuente con ello, la doctrina de esta Sala ha venido considerando improsperable la petición de revisión que pretenda fundarse en documentos cuyo contenido no hubiese podido influir de modo decisivo en la resolución adoptada, o que hubiesen podido ser aportados por los interesados en el curso del procedimiento ya fenecido, puesto que no constituye la finalidad del remedio extraordinario de revisión el subsanar la falta de diligencia o el incumplimiento de las cargas procesales que se han de imputar a la parte interesada (Sentencias de 6 de julio de 1998 y 11 de noviembre de 1999). En cambio ha de considerarse indiferente la circunstancia de el ejercicio de la acción revisora con base en los nuevos documentos (siempre dentro del plazo de los cuatro meses a partir del momento en que hayan venido a conocimiento del interesado) se funde en su hallazgo casual o en la obtención a través de la gestión personal de dicho interesado, siempre y cuando no hubiese sido posible su aportación en el momento procesal oportuno pese su diligente actuación. Con arreglo a este último sentido, han de reputarse irrelevantes las sucesivas redacciones de los textos legales reguladores del recurso extraordinario de revisión (artículos 127.2ª de la Ley de 17 de julio de 1958, 118.2ª de la Ley 30/1992, y modificación operada en este último precepto por la Ley 4/1999), puesto que los conceptos de «aparición» y «aportación» de los nuevos documentos, habilitantes del motivo, que alternativamente se han venido empleando a lo largo de las mismas, han de ser entendidos referidos a una misma conclusión: la imposibilidad real de que los documentos hallados o aportados hubiesen sido puestos a disposición del órgano decisor, pese a que su contenido hubiese resultado esencial para evidenciar el error sufrido al resolver. (…). Pues bien, en el caso que nos ocupa, los documentos “aparecidos” con “valor esencial” para la resolución del acto recurrido que evidencien el error de la resolución recurrida fueron los aportados por la recurrente con motivo de la formalización del recurso extraordinario de revisión, por obrar en su poder y no haber sido aportados ni en el procedimiento sancionador ni con ocasión del recurso de alzada: fundamentalmente la hoja correspondiente del registro de llegadas en la que consta el alojamiento del reclamante con régimen de media pensión. En mérito a lo expuesto, la Comisión Jurídica Asesora del Gobierno de Aragón emite el siguiente DICTAMEN: Que, en disconformidad con la propuesta de resolución, se considera que procede desestimar el recurso de revisión interpuesto contra la resolución del Director del Servicio Provincial de Huesca, del Departamento de Industria, Comercio y Turismo, de 26 de septiembre de 2007, que impuso una multa a H.U., S.A., y la desestimación por Orden del Consejero de Industria, Comercio y Turismo de 18 de julio de de 2008 del recurso de alzada por el que impugnó la citada Resolución del Director del Servicio Provincial, por las razones expuestas en el cuerpo de este Dictamen”. 16 En Zaragoza, a dos de junio del año dos mil nueve. 17