El texto narrativo.

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EL TEXTO NARRATIVO.
INTRODUCCIÓN.
Podemos definir el término “narrar” como referir una sucesión de hechos que se producen
a lo largo de un tiempo determinado y que, por norma general, dan como resultado la variación o
transformación de una situación inicial. Aunque, habitualmente, usemos el término para referirnos
a literatura, en realidad se puede aplicar a cualquier tipo de narrativa, como puede ser la
cinematográfica o el cómic.
PRINCIPALES GÉNEROS NARRATIVOS.
Los géneros narrativos son las categorías en las que, a lo largo de la historia, se han
dividido los textos narrativos según sus características temáticas y formales. Estas, a su vez,
pueden dividirse en lo que denominamos “subgéneros narrativos” (ej: novela – novela histórica,
novela policial, novela fantástica, etc.). Además, tradicionalmente se ha distinguido entre géneros
narrativos largos y breves, según su extensión, o mayores y menores, según su importancia
(suelen coincidir).
Dentro de los géneros narrativos largos, podemos hablar de:
-
Novela: Obra literaria en prosa en la que se narra una acción fingida en todo
o en parte, y cuyo fin es causar placer estético a los lectores con la descripción de sucesos
interesantes, de costumbres, etc. Suele ser extensa y se caracteriza, fundamentalmente,
por la libertad ya que es un subgénero que no conoce límites, pudiendo contener desde
diálogos con clara intención dramática o teatral hasta fragmentos líricos o descriptivos. Sus
subgéneros son muy numerosos: novela histórica, novela de aventuras, novela rosa,
novela policíaca, novela negra, novela social, etc.
En cuanto a los llamados “géneros narrativos breves”, podemos distinguir:
-
Novela corta: relato a medio camino entre el cuento y la novela. De menor
extensión que la novela y menor desarrollo de los personajes y la trama, pero sin la
economía de recursos narrativos propia del cuento. Ej: Réquiem por un campesino español
(Ramón J. Sender).
-
Cuento: relato breve de hechos ficticios con un argumento simple y lineal.
Hay dos tipos de cuento:
1
o
El cuento popular: carácter anónimo y de transmisión oral por lo que
existen de ellos múltiples versiones. Se dividen, principalmente, en dos subtipos:
fantásticos o de hadas (La Cenicienta) y de costumbres (Pedro y el lobo).
o
El cuento literario: se diferencia del popular en que tiene un autor y
poco o ningún componente didáctico (El Aleph, Jorge Luis Borges). También se
conoce como relato o relato corto.
-
Fábula: relato muy breve con una evidente finalidad moral, usualmente
escrito en verso, con cierto tono humorístico o irónico y que suele estar protagonizado por
animales de carácter simbólico dotados de atributos humanos. Acostumbran a terminar con
una moraleja.
-
Leyenda: relato, normalmente en prosa, de origen tradicional y oral en el que
el hecho histórico aparece transfigurado o exagerado por la imaginación popular
(Leyendas, Bécquer).
-
Microrrelato:
género
relativamente
reciente
caracterizado,
fundamentalmente, por la brevedad.
“Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí” (Augusto Monterroso).
“¿Olvida usted algo? Ojalá.” (Luis Felipe G. Lomelí). Este está considerado como el relato
más corto jamás escrito.
“El hombre no tenía nariz, ni ojos, ni boca.
Y el rostro estaba cubierto de pelo.
Me llamaron a mí, para que investigara.
La encuesta no fue tan sencilla como posteriormente pudierais imaginar.
Me proporcionaron el pasaje de avión y volé hasta las antípodas. Y de allí volví al punto de
partida.
Por la otra cara del mundo.
Era preciso actuar con cautela, puesto que en ello estribaba el éxito de la empresa.
Sólo así pude averiguar lo que averigüé, y redacté un informe de setenta y siete páginas.
Del cual se deducía que: aquel hombre estaba de espaldas.” (Donde se demuestra que la
tierra es esférica, Gonzalo Suárez).
“En un lejano país existió hace muchos años una oveja negra.
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Fue fusilada.
Un siglo después, el rebaño arrepentido le levantó una estatua ecuestre que quedó muy
bien en el parque.
Así, en lo sucesivo, cada vez que aparecían ovejas negras eran rápidamente pasadas por
las armas para que las futuras generaciones de ovejas comunes y corrientes pudieran ejercitarse
también en la escultura” (La oveja negra, Augusto Monterroso).
ELEMENTOS DEL TEXTO NARRATIVO.
LOS ACONTECIMIENTOS.
Toda historia está compuesta por una acción narrativa, esto es, un conjunto de
acontecimientos (actos, hechos o sucesos) que se desarrollan consecutivamente desde una
situación inicial o inestable hasta un desenlace donde se resuelve, por norma general, dicha
situación y alcanza una estabilidad. Estos acontecimientos que integran la acción son
experimentados por los personajes.
EL NARRADOR.
El narrador es la entidad encargada de desarrollar el relato. No debe confundirse con el
autor, que es la persona real responsable del texto narrativo, el escritor.
-
Narrador en primera persona:
o
Narrador protagonista: es la llamada técnica autobiográfica, en la que
el narrador y el protagonista se identifican y la perspectiva se limita a aquello que el
propio narrador observa. Esta técnica acerca el narrador al lector y este se identifica
más con la historia. Da al relato, asimismo, apariencia de hecho real.
“Todo queda en silencio; entonces, de una manera que resulta casi inquietante, los
sinsajos repiten mi canción.
Me quedo sentada un momento, viendo cómo mis lágrimas caen sobre su cara. Suena
el cañonazo de Rue, y yo me inclino sobre ella y le doy un beso en la sien. Despacio, como si
no quisiera despertarla, dejo su cabeza en el suelo y le suelto la mano.
Seguro que quieren que me vaya para poder recoger los cadáveres, y ya no hay
ninguna razón para que me quede. Pongo boca abajo el cadáver del chico del Distrito 1, le
quito la mochila y le arranco la flecha que le ha quitado la vida. Después corto las correas de
la mochila de Rue, porque sé que ella habría querido que me la llevase, pero no le saco la
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lanza del estómago. Las armas que estén dentro de los cadáveres se transportan con ellos al
aerodeslizador; no necesito una lanza, así que, cuanto antes desaparezca del estadio, mejor.
No puedo dejar de mirar a Rue. Parece más pequeña que nunca, un cachorrito acurrucado en
un nido de redes. Me resulta imposible abandonarla así, aunque ya no vaya a sufrir más daño,
da la impresión de estar completamente indefensa. El chico del Distrito 1 también parece
vulnerable, ahora está muerto, así que me niego a odiarlo; a quien odio es al Capitolio por
hacernos todo esto.
Oigo la voz de Gale; sus desvaríos sobre el Capitolio ya no me parecen inútiles, ya no
puedo hacerles caso omiso. La muerte de Rue me ha obligado a enfrentarme a mi furia contra
la crueldad, contra la injusticia a la que nos someten. Sin embargo, aquí me siento todavía
más impotente que en casa, pues no hay forma de vengarme del Capitolio, ¿verdad?” (Los
juegos del hambre, S. Collins).
o
Narrador testigo: es un personaje que habla en primera persona dentro
del relato, contando la historia del protagonista. Su importancia puede ir desde la
posición de simple testigo imparcial hasta la de personaje secundario vital para el
desarrollo de la acción. Suele alternar la primera persona (cuando el narrador se
refiere a sí mismo) y la tercera (cuando se refiere al protagonista).
“Mis tareas profesionales me absorbieron durante todo el día, y era ya entrada la noche
cuando regresé a Baker Street; Sherlock Holmes no había vuelto aún. Eran ya cerca de las diez
cuando entró con aspecto pálido y agotado. Se acercó al aparador, arrancó un trozo de la hogaza
de pan y se puso a comerlo con voracidad, ayudándolo a pasar con un gran trago de agua.
—Está usted hambriento —dije yo.
—Muriéndome de hambre. Se me olvidó comer. No probé bocado desde que desayuné.
—¿Nada?
—Ni una miga. No tuve tiempo de pensar en la comida.
—¿Tuvo éxito?
—Sí.
—¿Alguna pista?
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—Los tengo en la palma de mi mano. No tardará mucho el joven Openshaw en verse
vengado. Escuche, Watson, vamos a marcarlos a ellos con su propia marca de fábrica. ¡Es cosa
bien pensada!
—¿Qué quiere usted decir?
Holmes cogió del aparador una naranja, y, después de partirla, la apretó, haciendo caer las
semillas encima de la mesa. Contó cinco y las metió en un sobre. En la parte interna de la patilla
escribió: «S.H. para J.C.» Luego lo lacró y puso la dirección: «Capitán James Calhoun, barca
Lone Star. Savannah, Georgia.»
—Le estará esperando cuando entre en el puerto —dijo, riéndose por lo bajo—. Quizá le
quite el sueño. Será un anuncio tan seguro de su destino como lo fue antes para Openshaw:
—Y ¿quién es este capitán Calhoun?
—El jefe de la cuadrilla. También atraparé a los demás, pero quiero que sea él el primero.
—Y ¿cómo llegó usted a descubrirlo?
Sacó del bolsillo una gran bola de papel, toda cubierta de fechas y de nombres, y dijo:
—Me he pasado todo el día examinando los registros del Lloyd y las colecciones de
periódicos atrasados, siguiendo las andanzas de todos los barcos que tocaron en el puerto de
Pondicherry durante los meses de enero y febrero del año ochenta y tres. Fueron treinta y seis
embarcaciones de buen tonelaje las que figuraban en esos seis meses. La llamada Lone Star
atrajo inmediatamente mi atención porque, aunque se señalaba a Londres como puerto de
procedencia, se conoce con ese nombre de Estrella Solitaria a uno de los estados de la Unión.
—Creo que al de Tejas.
—Sobre ese punto, ni estaba ni estoy seguro; pero yo sabía que el barco tenía que ser de
origen norteamericano.
—¿Y luego?
—Repasé las noticias de Dundee, y cuando descubrí que la barca Lone Star se encontraba
allí el mes de enero del ochenta y cinco, mis sospechas se convirtieron en certeza. Luego hice
investigaciones acerca de los barcos actualmente en el puerto de Londres.
—Y ¿qué?
—El Lone Star llegó al mismo la pasada semana. Bajé hasta el muelle Albert, y me
encontré con que había sido remolcada río abajo con la marea de esta mañana, y que lleva viaje
hacia su puerto de origen, en Savannah. Telegrafié a Gravesend, enterándome de que había
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pasado por allí algún rato antes. Como el viento sopla hacia el Este, estoy seguro de que se halla
ahora más allá de los Goodwins, y no muy lejos de la isla de Wight.
—Y ¿qué va a hacer usted ahora?
—¡Oh, le he puesto ya la mano encima! Él y los dos contramaestres son, según he sabido,
los únicos norteamericanos nativos que hay a bordo. Los demás son finlandeses y alemanes. Me
consta, asimismo, que los tres pasaron la noche en tierra. Lo supe por el estibador que ha estado
estibando su cargamento. Para cuando su velero llegue a Savannah, el vapor correo habrá
llevado esta carta, y el cable habrá informado a la Policía de dicho puerto de que la presencia de
esos tres caballeros es urgentemente necesaria aquí para responder de una acusación de
asesinato.” (Sherlock Holmes. La aventura de las cinco semillas de naranja, Arthur Conan Doyle).
-
Narrador en segunda persona:
El personaje desdobla su personalidad y habla consigo mismo, como si lo hiciera con otra
persona. Si se mantiene durante la mayor parte de la narración, es como si al personaje se
estuviese contando a sí mismo su propia historia (para aclarar sus ideas, sincerarse consigo
mismo, etc.), pero también es posible que surja en momentos puntuales de estrés emocional o
psicológico (mezclándose normalmente con el monólogo interior). En ambos casos lo que se
consigue es aumentar la subjetividad.
“Lees ese anuncio: una oferta de esa naturaleza no se hace todos los días. Lees y relees el
aviso. Parece dirigido a ti, a nadie más. Distraído, dejas que la ceniza del cigarro caiga dentro de
la taza de té que has estado bebiendo en este cafetín sucio y barato. Tú releerás. Se solicita
historiador joven. Ordenado. Escrupuloso. Conocedor de la lengua francesa. Conocimiento
perfecto, coloquial. Capaz de desempeñar labores de secretario. Juventud, conocimiento del
francés, preferible si ha vivido en Francia algún tiempo. Tres mil pesos mensuales, comida y
recámara cómoda, asoleada, apropiado estudio. Sólo falta tu nombre. Sólo falta que las letras
más negras y llamativas del aviso informen: Felipe Montero. Se solicita Felipe Montero, antiguo
becario en la Sorbona, historiador cargado de datos inútiles, acostumbrado a exhumar papeles
amarillentos, profesor auxiliar en escuelas particulares, novecientos pesos mensuales. Pero si
leyeras eso, sospecharías, lo tomarías a broma.” (Carlos Fuentes, Aura)
-
Narrador en tercera persona:
o
Narrador omnisciente: conoce todo a cerca de los personajes
(pensamientos, sentimientos, inquietudes, etc.). A veces incluso avisa al lector de
anécdotas que ocurrirán en otro lugar del relato. No es un personaje de la acción ya
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que no interviene, pero, en ocasiones, juzga y valora la historia, con lo que orienta al
lector en la interpretación de los hechos y de los personajes.
“Aragorn subió rápidamente la colina. De vez en cuando se inclinaba hasta el suelo. Los
hobbits tienen el paso leve y no dejan huellas fáciles de leer, ni siquiera para un Montaraz, pero
no lejos de la cima un manantial cruzaba el sendero y Aragorn vio en la tierra húmeda lo que
estaba
buscando.
«Interpreto bien los signos», se dijo. «Frodo corrió a lo alto de la colina. ¿Qué habrá visto allí, me
pregunto?
Pero
luego
bajó
por
el
mismo
camino.»
Aragorn titubeó. Hubiera querido ir él mismo hasta el elevado sitial, esperando ver algo que lo
orientase de algún modo, pero el tiempo apremiaba. De pronto dio un salto hacia adelante y corrió
a la cima; atravesó las grandes losas y subió por los escalones. Luego, sentándose en el alto
sitial, miró alrededor. Pero el sol parecía oscuro y el mundo apagado y lejano. Se volvió desde el
Norte y dio una vuelta completa hasta mirar de nuevo al Norte y no vio nada excepto las colinas
distantes, aunque allá a lo lejos la forma de un pájaro grande parecido a un águila planeaba en el
cielo
otra
vez
y
descendía
a
tierra
en
círculos
amplios
y
lentos.
Aún mientras observaba alcanzó a oír unos sonidos débiles en el bosque que se extendía allá
abajo al oeste del río. Se enderezó. Eran gritos y entre ellos reconoció con horror las voces
roncas de los orcos. Un instante después resonó de súbito la llamada profunda y gutural de un
corno, y los ecos golpearon las colinas y se extendieron por las hondonadas, elevándose sobre el
rugido de las aguas en un poderoso clamor.” (El señor de los anillos. Las dos torres, J. R.R.
Tolkien).
o
Narrador objetivo: adopta una postura neutra y sólo cuenta los
aspectos externos, observándolos desde fuera, como si usara una cámara de video.
Refleja la conducta de los personajes, pero no la juzga, pues no posee un saber
absoluto, sino limitado. La profundidad psicológica de los personajes se expresa a
través de los diálogos. Al igual que el omnisciente, no interviene en la acción porque
no es un personaje.
o
Focalización: el narrador se adentra en la perspectiva de los
personajes, en su mundo interno y desde allí asume su punto de ver las cosas; esto
se asocia al narrador personaje o protagonista, quien se halla dentro de la misma
historia, participa de su desarrollo y de este modo su grado de conocimiento es
parcelado, siendo su saber igual al de los demás participantes de la ficción.
LOS PERSONAJES.
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Son cada una de las personas y seres conscientes (reales o ficticios) que intervienen en la
acción y viven los acontecimientos narrados.
Dentro de los personajes podemos distinguir varios tipos.

Según su génesis y desarrollo:
-
Personajes estáticos o planos: son aquellos que no evolucionan, sino que
desempeñan el mismo papel del principio al final de la historia. En este grupo estarían la
mayoría de los personajes de los cuentos populares (Caperucita roja y el lobo,
Blancanieves, etc.).
-
Personajes
dinámicos
o
redondos: evolucionan, influidos por los
acontecimientos, y van cambiando sus actitudes y valores (incluso pueden cambiar
físicamente). Al término de la historia han sufrido cambios porque los acontecimientos han
ido cambiando de valor.

Por su importancia en el desarrollo de la acción:
-
Personajes principales: son aquellos que ocupan la mayor parte del relato y
conducen la acción, los que permiten que la historia se desencadene, avance, retroceda o
se estanque. Los más importantes. Si estos personajes no apareciesen, la narración no
existiría, no le sucedería nada a nadie. Dentro de este grupo estarían el protagonista
(personaje en torno al cual gira la acción; aunque suele identificarse con “el bueno”, no
siempre es así) y el antagonista (personaje opuesto al protagonista; suele identificarse
como “el malo”, pero tampoco tiene por qué ser así).
-
Personajes secundarios: no están involucrados directamente en la historia
que se cuentan, sino que tienen una participación menor. También intervienen en los
hechos, pero no tanto ni tan seguido como los personajes principales. A pesar de esto, no
podemos decir que no sean relevantes en la narración, puesto que aunque su participación
no es fundamental, siempre hay una razón para que ellos estén ahí.
-
Terciarios. También llamados “comparsas” o “figurantes”. Están de pasada,
pueden intervenir una sola vez o formar parte del marco de la acción (los ejércitos griego y
romano en La Ilíada de Homero, por ejemplo).

Por su naturaleza:
-
Ficticios: personajes que no han existido en la vida real. Es el caso de la
gran mayoría de los personajes que intervienen en los textos narrativos.
-
Históricos: personajes que han existido en la vida real.
-
Autobiográficos: el protagonista es también el narrador del relato (El lazarillo
de Tormes).
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EL TIEMPO.
El tiempo de la narración expresa el orden y la duración de los acontecimientos que se
cuentan.
-
Tiempo externo o histórico: se refiere al momento o la época en la que se
desarrolla la acción. En cierto modo, determina la forma de ser de los personajes (no se
comportará igual un personaje cuya historia se sitúe en el siglo XV que uno que “viva” en la
actualidad).
-
Tiempo interno o narrativo: es el tiempo que abarcan los acontecimientos
que transcurren en la acción. Según su duración, podemos encontrar distintos tipos de
ritmo:
o
Ritmo lento: cuando la acción dura horas o días (Cinco horas con
Mario, Miguel Delibes).
o
Ritmo rápido: cuando la acción dura varios años o incluso
generaciones (Guerra y paz, Leon Tolstói).
EL ESPACIO.
Es el soporte de la acción, el marco o lugar donde suceden los acontecimientos y se sitúan
los personajes.
El espacio puede ser un mero escenario o también puede contribuir al desarrollo de la
acción, a veces incluso exige y justifica la evolución de los acontecimientos en el relato y
contribuye a la verosimilitud.
Los espacios pueden ser ficticios o reales.
Asimismo, los espacios pueden ser abiertos (exteriores) o cerrados (interiores).
ESTRUCTURA.
Dentro de la estructura podemos distinguir entre estructura interna y estructura externa.
-
Estructura interna: la forman las diferentes partes en que se divide el relato
y establece las relaciones que conectan a los acontecimientos entre sí.
o
Orden lógica: la que sigue la división clásica del texto narrativo, que
sería:
-
Planteamiento o situación inicial: aparecen los elementos y personajes
fundamentales y se sitúan los hechos en un lugar y un tiempo determinado.
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-
Nudo: surge y se desarrolla un conflicto. Constituye el momento de mayor
interés.
-
Desenlace: se resuelve la intriga. En este punto hay que aclarar que hay dos
tipos de desenlace. Por un lado, el desenlace abierto, en el que la acción se interrumpe
antes de llegar al final, el lector no sabe cómo termina el relato y debe imaginárselo. Por
otro, el desenlace cerrado, en el que la narración tiene un final y no admite variación.
o
Otras estructuras: a veces, una estructura lógica y lineal no es
suficiente para explicar la complejidad con que se construyen los textos narrativos.
De este modo, hay muchas otras formas o estructuras para organizar la acción,
hasta el punto de que cada autor puede crear su estructura propia y personal. Aun
así, existen algunas estructuras bastante consolidadas como la estructura circular
(la narración vuelve al principio y termina tal y como comenzó); la estructura de
muñecas rusas (una historia es la base donde se insertan varias historias más
pequeñas), etc.
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