p1 EL DÍA, sábado, 6 de agosto de 2016 WILLIAM W. COOPER, un pionero de la literatura médica de viajes que recomendaba Tenerife a sus paisanos en el siglo XIX. !4 del domingo revista semanal de EL DÍA Simón de Lara y Castro, subteniente del Regimiento de Milicias provinciales de La Laguna, y LA ACCIÓN DEL ‘BOQUETE’ EL 25 DE JULIO DE 1797 !!! Texto: Amós Farrujia Coello(1) y Daniel García Pulido (Asociación Histórico-Cultural Gesta del 25 de Julio-Tertulia de Amigos 25 de Julio D e nuevo por estas fechas recordamos los hechos acaecidos en julio de 1797, cuando los defensores tinerfeños rechazaron la atrevida acción británica dirigida por el contraalmirante Horacio Nelson. Con motivo del centenario de la batalla celebrado en 1997, hace ya casi veinte años, se realizó un gran esfuerzo por parte de múltiples organismos para estudiar y dar a conocer los hechos que acabamos de celebrar el día 25 de julio. El año de 1997 no fue el fin sino el inicio de una intensa actividad de divulgación sobre unos hechos conocidos como la Gesta del 25 de julio de 1797 en forma de charlas, publicaciones y recreaciones históricas. Y es que, a pesar del elevado número de publicaciones de muy variado tipo que existen, todavía hoy es posible seguir hallando y estudiando nuevos documentos sobre aquellos hechos. La dificultad que entraña acercarse al estudio de la historia de Canarias se hace patente en la elevada dispersión documental en los archivos, lo que hace verdaderamente arduo el esfuerzo del investigador. Es por ello por lo que todavía siguen apareciendo nuevos papeles que nos pueden llevar, por qué no, a revaluar lo que ya sabemos sobre la defensa de Tenerife frente a Nelson en relación a múltiples aspectos (defensa, sociedad, economía...). Uno de esos documentos, inédito, es el que se encuentra depositado en el Fondo Ossuna, en el Archivo Municipal de La Laguna. Se trata de un memorial que elevó al Cabildo tinerfeño Simón de Lara y Castro, subteniente del regimiento de milicias provinciales de La Laguna, demostrando su papel en la defensa de la plaza de Santa Cruz frente a los británicos. El objetivo era lograr que fuera elegido nuevo teniente coronel del mismo regimiento donde ya militaba al haber fallecido en combate en dicha !!! Capitán Richard Bowen, fallecido en el asalto al boquete. acción su tío, Juan Bautista de Castro, por una descarga de fusilería enemiga. Pero no podemos hablar de Simón de Lara, protagonista de este artículo, sin antes haber explicado sucintamente la trayectoria de su tío, Juan Bautista de Castro. Nació en La Laguna en 1732, fue miembro de la Real Sociedad Económica de Amigos del País y regidor de Tenerife, siendo alcaide del castillo de San Juan en 1759 (2). Aparece en el estado cuatrimestral del regimiento de milicias provinciales de La Laguna como capitán de granaderos con despacho otorgado por el rey al menos desde abril de 1790(3), estando vacante la tenencia coronela por retiro del marqués de Villanueva del Prado. En otro estado cuatrimestral de 22 de julio a 28 de diciembre de 1792 ya aparece como teniente coronel(4), falleciendo con ese mando el 25 de julio de 1797. Sin embargo, la primera vez que hallamos a Simón de Lara y Castro, nacido en 1758, en los estados cuatrimestrales disponibles es en el de 31 de agosto-31 diciembre de 1794 al pasar de subteniente de ban- dera a subteniente de la 2ª compañía de milicias de La Laguna con despacho del rey(5). Otro documento con fecha de 20 de junio de 1810 sobre la “Relación que manifiesta a los señores oficiales que tiene este regimiento hoy día de la fecha...” señala que Simón de Lara empezó a servir como subteniente de granaderos el 29 de marzo de 1794. El 21 de noviembre de 1798 ascendió a teniente y a capitán interino el 29 de marzo de 1805, nombrado por el comandante general de Casa Cagigal. El 1 de julio de 1795 sirvió en la plaza de Santa Cruz por tres meses, agregado al Batallón de Infantería de Canarias, permaneciendo en la ciudad mientras duró la guerra contra la Francia republicana (17931795) donde custodiaba a los prisioneros de guerra franceses sin tomar sueldo. Continúa su hoja de servicios explicando que se halló en el ataque que los ingleses llevaron a cabo en la madrugada del 25 de julio de 1797, estando en el muelle con una partida de milicianos. Allí recibió un balazo en la parte inferior del hombro que le causó tres graves heridas. Posteriormente, sirvió en la misma plaza, en la División de Cazadores, desde marzo de 1798 hasta mayo de 1799. En 1803 custodió en la ciudad a prisioneros, esta vez británicos, sin percibir sueldo. El 19 de enero de 1805 ascendió a teniente de granaderos y el 29 de marzo del mismo año fue nombrado capitán interino de cazadores hasta julio de 1808(6). La acción del boquete en la madrugada del 25 de julio de 1797 Tras el fallido ataque británico del 22 de julio contra el castillo de Paso Alto y el dominio de las alturas, el contraalmirante Horacio Nelson decidió lanzar un gran asalto frontal a lo largo de un amplio frente con aproximadamente 1.000 hombres y un cúter en la madrugada del 25 de julio. Uno de los primeros objetivos a tomar era la cabeza del muelle, una lengua de tierra que se adentraba en el mar varias decenas de metros adelantada al castillo de San Cristóbal, y que estaba defendida por varios cañones. Concentrar tamaña fuerza en tan poco espa- p2 cio como era el del muelle era descabellado pero tal vez pensó que o bien las tropas podrían intentar desembarcar en las playas aledañas o que, contando con el factor sorpresa, la violencia del ataque y la profunda oscuridad de la noche el ataque arrasaría a los defensores llevándolos a la confusión y a la súbita rendición. Nada de eso sucedió. En cuanto los defensores detectaron las lanchas abrieron fuego a discreción sobre todos aquellos lugares sospechosos de ocultar enemigos, seguramente sin poder percibir con claridad el tamaño de la fuerza británica que se aproximaba. Poco a poco, la formación de lanchas se fue disgregando a causa de las corrientes marinas, que desviaron hacia el sur un número significativo de las mismas. El escenario, seguramente, fue dantesco: decenas de lanchas chocando contra la costa, hombres, armas y municiones mojados, gritos, ruido, humo y olor a pólvora por doquier. Existe un debate sobre si efectivamente las lanchas británicas llegaron al muelle o no, aunque al menos alguna sí lo alcanzó pues lograron tomar la cabeza del muelle y clavar, esto es, inutilizar cinco de los siete cañones(7). Los defensores del muelle se replegaron al boquete, que era un espacio angosto de algunos metros que conectaba el muelle con la Alameda y el acceso a la ciudad y a cuya derecha se erigía el castillo de San Cristóbal, que dominaba el muelle desde las almenas. Los cazadores y milicianos que se hallaban en la zona disparaban sin mucho acierto debido a la oscuridad y, desconociendo la potencia del ataque enemigo, muchos se dispersaron. Fue entonces cuando entró en acción Simón de Lara. El memorial de Simón de Lara y Castro Como dijimos al comienzo, Simón de Lara presentó un memorial en el cabildo de Tenerife el 27 de octubre de 1797, apenas transcurridos dos meses después de la batalla, sobre su valerosa actuación en la defensa de Santa Cruz, y esto es preciso destacarlo pues muchos de los relatos sobre la Gesta fueron muy posteriores y el de Lara es relativamente cercano a los hechos, sobre todo cuando permaneció herido de gravedad en el hospital hasta el 2 de septiembre del mismo año, en que recibió el alta(8). Además, de todos los individuos que escribieron sobre la acción en el muelle y la herida del contraalmirante británico el más cercano a los sucesos fue Simón de Lara. Decía: “En este día está convocada la sala para proponer a S.M. la tenencia coronela del propio regimiento que ha vacado por muerte de don Juan Bautista de Castro, mi tío carnal, que a la (sic) frente de sus tropas rindió gloriosamente su espíritu, en defensa de la Patria, en el desembarco de los ingleses por la plaza de Santa Cruz, en la madrugada del 25 de julio próximo, y siendo público y notorio que yo estuve en el muelle, con varios paisanos armados, a donde me destinó el sábado, 6 de agosto de 2016, EL DÍA !!! Firmas de Carlos Adán Brussoni, Simón de Lara y Juan Bautista Castro Ayala (de arriba a abajo). excelentísimo comandante general, y el puesto más peligroso por donde desembarcó el atrevido Bouben (sic), y de donde recibió el contraalmirante Nelson las heridas que le hicieron retirar, que desamparado de mi gente permanecí allí firme con espada en mano, y con cuatro soldados que pude reclutar, recibí un balazo de fusil que me pasó el cuerpo, haciéndome tres heridas casi mortales, que hasta el día me tienen en cama, aunque ya restablecido por la buena asistencia y complexión mía, y como mis padres y abuelos por ambas líneas fueron nobles caballeros hijosdalgo declarados por tales por el señor Felipe V, y que han obtenido los empleos de coronel como lo fue mi abuelo materno, capitanes y aun tenientes generales como así lo tiene V.S. informado al Rey en varios informes, y especialmente a favor de mi tío don Juan de Castro su fecha en 14 de enero de 1782, y habiendo sido yo el único oficial de mi regimiento, como lo cantan los papeles públicos, que derramé copiosamente mi sangre en defensa de la isla, está V.S. en la precisa obligación de premiar mi distinguido y sobresaliente mérito, a los demás oficiales de mi regimiento, y de los otros provinciales que se hallaron en aquella acción, para animar a los patriotas, y en lo que V.S. dará pruebas de su justificación, por lo que: Suplico a V.S. rendidamente me proponga en primero (sic) lugar para esta tenencia coronela, y que para exponer mi mérito a su majestad en esta pretensión, se me dé testimonio de este memorial, y de lo que en su vista se acordase (...)”(9). Por un lado, las fuentes dicen que Simón de Lara capitaneaba milicianos, otras dicen que paisanos. En efecto, en la defensa del boquete se concentró un número de entre 50 y 60 hombres (treinta rozadores, seis milicianos, cinco soldados del batallón, un soldado de la recluta de La Habana, y oficiales de milicias), llegándose al cuerpo a cuerpo. En la confusión de la lucha y según los relatos de “Cólogan”, “Guinther” y “Tolosa”(10), solo permanecieron en la brecha apenas una docena de defensores. Simón de Lara en su memorial concuerda con los anteriormente citados al decir que quedó desamparado de su gente con espada en mano, permaneciendo en su puesto con cuatro soldados que pudo reclutar, momento en el que recibió el tiro de fusil que le causó tres heridas. Desde luego, Simón de Lara fue testigo excepcional de los hechos que relata. Fue en el muelle donde situó al capitán Bowen y también nos parece muy importante recalcar que atribuyó las heridas que recibió Nelson al fuego procedente del muelle: “(...) yo estuve en el muelle (...) de donde recibió el contraalmirante Nelson las heridas que le hicieron retirar (...)”. ¿Acaso en la oscuridad de la noche y en la confusión del momento pudo saber Simón de Lara que las tropas defensoras en el muelle disparaban contra Nelson y su lancha? ¿Se atribuyó en el memorial el éxito de haber dirigido a unas tropas que hirieron al comandante enemigo sólo para favorecer todavía más su posición para obtener el cargo de teniente coronel? Quizás fue una mezcla de ambas cosas pero lo que sí dejó claro es que las heridas, según él, las recibió Nelson desde el muelle y no desde el castillo de San Cristóbal ni desde ningún otro lugar. Tampoco mencionó en su escrito el fuego de la artillería, y como en el muelle no había otros cañones que los del martillo, que se encontraban en ese momento inutilizados, las heridas de Nelson podrían haber sido causadas por una descarga de fuego de fusilería bien dirigida. Como ya dijimos, el memorial perseguía como fin convencer a los señores del cabildo de que lo eligieran como nuevo teniente coronel del regimiento de milicias provinciales de La Laguna, pero el consistorio recomendaba al capitán de granaderos Alonso Fonseca, por sus méritos. Entraba en juego un conflicto de intereses, de alianzas y pactos entre los individuos. La votación sucedió al día siguiente de haber leído el memorial de Simón de Lara en el cabildo, el 28 de octubre de 1797, en presencia del corregidor y del escribano público y de cabildo Domingo Quintero y Párraga(11). Votaron siete individuos(12), cada uno de ellos por tres candidatos, para que posteriormente eligiera el rey a quién concedía la tenencia coronela. Los candidatos votados fueron seis(13), de los cuales destacaron sólo tres por número de votos: en primer lugar, Alonso de Fonseca, que fue votado por seis de los siete regidores; Andrés de Torres fue votado como primera opción por cuatro señores, mientras que Simón de Lara lo fue también por otros cuatro, pero nunca como primera opción y sí por tres veces como la última. Finalmente, fue nombrado teniente coronel Alonso de Fonseca, y es que también tenía méritos para ocupar el mando militar vacante. Comenzó a servir como subteniente de bandera en el regimiento de milicias provinciales de La Laguna el 10 de mayo de 1790, pasó a subteniente de compañía el 7 de julio del mismo año, ascendió a teniente de cazadores el 25 de junio de 1793 y posteriormente a teniente de granaderos el 29 de junio de 1794. Consiguió la capitanía de granaderos el 5 de marzo de 1795, siendo nombrado teniente coronel el 21 de noviembre de 1798. Fue enviado como capitán de su compañía de granaderos al Ejército del Rosellón, a donde llegó el 8 de octubre de 1794 en el marco de la guerra de la Convención contra la Francia revolucionaria (1793-1795), y allí permaneció hasta la paz con Francia, menos de un año después. Entró en combate los días 17 y 20 de octubre de 1794 en la defensa de la villa de Biure, en Cataluña, donde recibió una leve contusión en el cuello. También participó en las salidas que efectuó la división p3 EL DÍA, sábado, 6 de agosto de 2016 de granaderos de Castilla la Nueva para romper el asedio, tras lo cual sirvió tres meses en la guarnición de la plaza de Cádiz. Posteriormente pasó a servir en la plaza de Santa Cruz de Tenerife, desde el 13 de febrero de 1797 hasta el 10 de julio (quince días después se producía el ataque de Nelson), y de nuevo en el mismo lugar desde el 15 de agosto hasta finales de septiembre del mismo año(14). A pesar de todo, méritos no le faltaban a Simón de Lara y al menos dos de los regidores que votaron, Francisco Bello y Miguel de Laicequilla, defendieron en cabildo la actuación de Lara tras haberse informando por medio de testigos. Bello pronunció un pequeño discurso en el que afirmaba que Simón de Lara “se presentó voluntariosamente gustoso al excelentísimo señor comandante general para que se le diese destino como así se le verificó señalándole el boquete del muelle cuando el desembarco, a cuyo puesto siguió a contener la entrada del enemigo hasta quedarse con solo cuatro soldados, en cuyo tiempo recibió tres heridas de las que casi milagrosamente ha escapado su vida, y por una acción tan distinguida y digna del reconocimiento de sus compaisanos, al paso que su conocido valor, lo juzga acreedor para obtener la tenencia coronela, no dudando el que habla que la piedad de un soberano tan amante de sus fieles, leales y aguerridos vasallos le dispense esta gracia”(15). Punto de vista inédito sobre la defensa del boquete Como contrapunto informativo de lo acaecido en este enclave del litoral defensivo de Santa Cruz de Tenerife en julio de 1797, totalmente desconocido hasta la fecha, añadimos aquí el testimonio recogido por el comerciante británico Alfred Diston (17931861), quien, imitando a su amigo y convecino José Agustín Álvarez Rixo (1796-1883), trató de recopilar testimonios directos del asalto de Nelson a la capital santacrucera a través de entrevistas y diálogos con protagonistas de los hechos(16). Su anotación sobre el episodio acaecido en el !!! A la izquierda, plano del muelle, con las escaleritas de acceso y el boquete de entrada. !!! A la derecha, puertas del conocido como boquete de entrada al muelle. muelle dice: “El capitán Bowen, de la Royal Navy, que falleció en el ataque de Nelson a Santa Cruz, recibió su muerte de uno de los [cañones] de 24 libras colocados en el muelle. Él había desembarco con la tripulación de su barca y los piqueros, y mientras los formaba en la escalinata en la punta del muelle, vio a los españoles preparar la descarga del cañón, que estaba muy próximo a ellos. Inmediatamente advirtió a sus hombres que avanzasen bajo la protección de la muralla para que la descarga pudiese pasar por encima de ellos. Mientras apuntaba al cañón con su mano derecha elevada esta pieza fue disparada por don Carlos Adán, hoy capitán del puerto en Santa Cruz, y la primera persona abatida por el disparo fue el capitán Bowen. Cuando su cuerpo fue encontrado por la mañana presentaba el espectáculo más horripilante. Su mano derecha, con excepción del dedo índice y del pulgar, había sido destrozada por completo y su estómago había desaparecido enteramente. Su espada fue tomada por don Pedro Castillo, quien siempre la llevaba consigo después de aquel episodio. Las banderas de Nelson aún permanecen en la iglesia de Santa Cruz”(17). NOTAS [1] Historiador, máster en Estudios Históricos Avanzados por la Universidad de Sevilla y doctorando por la ULL. [2] COLA BENÍTEZ, Luis y GARCÍA PULIDO, Daniel. La historia del 25 de julio de 1797 a la luz de las fuentes documentales. Ediciones del Umbral, Santa Cruz de Tenerife, 1999, p. 195. [3] R.S.E.A.P.T. Fondo Rodríguez Moure 111, fº52. [4] R.S.E.A.P.T. Fondo Rodríguez Moure 111, fº61. [5] R.S.E.A.P.T. Fondo RM 111, fº56. [6] Archivo Municipal de La Laguna. Fondo Ossuna, caja 25, carpeta 21, s/fº. [7] COLA BENÍTEZ, Luis y GARCÍA PULIDO, Daniel. Ob. cit, p. 141. [8] CARDELL CRISTELLYS, Juan Carlos. Cronología de los prolegómenos de la gesta del 25 de julio de 1797. Ediciones Idea, Tenerife, 2004, p. 143. [9] A.M.L.L. Fondo Ossuna, s/fº. En la ciudad de San Cristóbal de La Laguna, 27 de octubre de 1797 años. Simón de Lara Ocampo y Castro. [10] COLA BENÍTEZ, Luis y GARCÍA PULIDO, Daniel. Ob. cit, p. 142. [11] A.M.L.L. Fondo Ossuna, s/fº. El análisis de este interesante fragmento nos aporta retazos de información trascendentales para aclarar algunas cuestiones relativas a la salvaguarda defensiva de este punto neurálgico de Santa Cruz de Tenerife. Cuando se habla de ese cañón “de 24 libras” ubicado en el muelle, el narrador se está refiriendo a la pieza artillera enclavada en las troneras de la batería de Santo Domingo, anexa al castillo de San Cristóbal, que tanto daño hiciera a las tropas británicas en aquella madrugada del 25 de julio. Esta pieza hasta la fecha tenía a dos protagonistas como principales valedores en cuanto a su ubicación en ese preciso enclave y a sus certeros disparos (una de las claves reconocidas en la victoria, como atestiguaron los ingleses una vez finalizada la batalla). Estos dos personajes eran Francisco Grandi Giraud y José de Monteverde y Molina. A estos dos individuos, magistralmente estudiados en la monografía Reflexiones sobre el ataque de Nelson a Santa Cruz de Tenerife: a propósito de un documento olvidado, de nuestro admirado amigo y contertulio Luis Cola Benítez(18), debemos sumarle a partir de ahora la presencia o candidatura de Carlos Adán Brusoni (1762-1818), citado en este documento como responsable del disparo que cercenó la invasión y avance de la punta del muelle hacia el boquete. A pesar de la trascendencia de ese aporte, la importancia primordial de este extracto es que ratifica que una embarcación británica, la comandada por el capitán Bowen, alcanzó la punta [12] Lope de la Guerra, José Saviñón, Antonio Riquel, Cayetano Peraza, Francisco Bello, Miguel de Laicequilla y Juan Calderín. [13] D. Andrés de Torres, D. Fernando del Hoyo, D. Alonso Fonseca, D. Simón de Lara, D. Dionisio Navarro y D. José Villanueva. [14] A.M.L.L. Fondo Osuna. Caja 25, carpeta 21. s/fº. [15] Ibíd. [16] Se desconoce la fecha en que Diston redactó estas anotaciones sobre el episodio acaecido en los alrededores del “boquete” del muelle, objeto de nuestro estudio hoy, si bien pensamos que deben fijarse “de cabeza de martillo” del muelle, donde clavaría los cañones y procedería subsecuentemente a avanzar, fatídicamente como hemos comprobado, en pos de la puerta de entrada de la ciudad, o boquete. Lo espantoso y cruento de las heridas mortales recibidas por el comandante inglés son solo un reflejo de la magnitud de los terribles disparos de metralla, casi a bocajarro, que efectuó aquella pieza de artillería colocada de forma providencial en su emplazamiento apenas unos días atrás, circunstancia esta que sorprendió a los británicos. No podemos dejar de reseñar la referencia al poseedor de la espada de Bowen, Pedro Castillo, personaje al que no hemos sabido reconocer en nuestras indagaciones del Santa Cruz de Tenerife a caballo de los siglos XVIII y XIX, y que acaso pueda resultar o bien un vecino de otra localidad que se encontrase en aquellos días en el puerto santacrucero colaborando en la defensa, o bien se trata de un error de transcripción o memoria del propio Diston. Es curioso que estos datos complementen el testimonio recabado por Elizabeth Murray (de quien tenemos referencias fidedignas de que recibió información del propio Alfred Diston), ya que ella afirmaba en sus escritos, refiriéndose a Bowen, que “su espada se perdió, pero su reloj y un par de pistolas fueron recogidas por el abogado Zárate [José de Zárate y Penichet] tras pagar una suma de dinero al individuo que las había encontrado”(19). entre 1810 (año de arribada de Diston a Tenerife) y 1818 (año de la muerte de Carlos Adán, a quien se cita en el texto como “actual capitán del puerto en Santa Cruz”). [17] Colección particular. Tenerife. [18] Cola Benítez, Luis: Reflexiones sobre el ataque de Nelson a Santa Cruz de Tenerife (1797) : a propósito de un documento olvidado. Santa Cruz de Tenerife: Goya, 1990. [19] Murray, Elizabeth: Recuerdos de Gran Canaria y Tenerife. [Introducción, notas y traducción de José Luis García Pérez]. Pedro Duque Canarias,: Santa Cruz de Tenerife, 1988. p. 46. p4 sábado, 6 de agosto de 2016, EL DÍA VIAJEROS POR LAS ISLAS CANARIAS (14) WILLIAM WHITE COOPER y su estancia en Santa Cruz !!! Texto: Nicolás González Lemus E l londinense William W. Cooper (¿-1886), amigo y colaborador del doctor James Clark, tenía su consulta en Berkeley Square. Cooper era miembro de la British Medical Association de Londres y del Royal College Surgeons de Inglaterra, además de médico cirujano de la Artillería de la Royal Army. Es autor de numerosos artículos y de tres libros relacionados con su especialidad, la oftalmología: On wounds and juries of the eye, Practical remarks on near sigth, aged sight and imperial vision, with observations upon the use of glasses and on artificial light y Zoological notes(1). William White Cooper zarpó el 10 de enero de 1840 del puerto de Falmouth en el vapor Alert con destino a Madeira, ya que sus amigos médicos le habían recomendado que visitara la isla portuguesa para recuperarse de sus problemas de salud. Desde Funchal se trasladó a Santa Cruz de Tenerife. Sus impresiones sobre Funchal y Santa Cruz verán la luz en su obra The invalid’s guide to Madeira, with a description of Tenerife, Lisboan, Cintra, Mafra, etc., publicada en Londres por Smith Elder and Co. Cooper reconoce en su libro el enriquecimiento de la literatura médica sobre la climatoterapia con los trabajos de James Clark –que no visitó Canarias–, al que considera una gran autoridad en todas las patologías pulmonares, y trabajos de los médicos establecidos en Funchal, como Heineken, que le comentó que había ido a Madeira para la convalecencia de una afección pulmonar y experimentó una gran mejoría (de hecho, consideraba que su vida había sido materialmente prolongada por haber venido); y Renton, establecido también largo tiempo en la isla portuguesa. Su estancia en Santa Cruz la recoge en dos capítulos, el IX y el X. En el último se refiere a las diferencias del clima entre ambos archipiélagos. Para él, como para otros doctores, Madeira tiene otra gran ventaja sobre todos los lugares de Europa: la sequedad del aire; llueve casi lo mismo que en Roma o Florencia, pero en Madeira solo cae en una estación en concreto. Allí llueve durante 73 días del año, en Nápoles lo hace en 97 días, en Roma en 117 días, mientras que en Londres la media más benigna arroja un resultado de 178 días de lluvia al año. Desde un punto de vista comparativo, White Cooper insiste en que Madeira presenta grandes e importantes ventajas para los enfermos (invalids), y por encima de los mejores climas europeos. El clima es más cálido durante el invierno y más fresco durante el verano; existe una menor diferencia de temperaturas entre el día y la noche y también entre una y otra estación del año. Sin embargo, reconoce que Santa Cruz de Tenerife tiene una atmósfera mucho más cálida y el aire más seco que Funchal y “varios caballeros ingleses que habían estado en esa isla por algún tiempo sufriendo afecciones pulmonares declararon que se encontraban mucho mejor y más ágiles en Tenerife que en Madeira”, afirma el viajero. Además, Funchal era el único sitio de residencia para invalids en el archipiélago madeirense, pero en Tenerife, cuando los invalids se cansan de Santa Cruz, se pueden trasladar al Puerto de la Orotava (hoy Puerto de la Cruz), según sus palabras, “un precioso pueblo al otro lado de la isla y mucho más frecuentado por comerciantes ingleses”. El ensayo sobre el clima y la salud cobra relevancia porque plantea enfoques novedosos. Por ejemplo, se ocupa del período de vida de los enfermos de tuberculosis. Las personas en las que existe predisposición a la tisis son las que están entre los 18 y los 20 años en hombres y entre los 16 y los 22 años en las mujeres. En los niños, !!! desde el tercer año de vida hasta los 7 años. A esas edades, el mayor beneficio sea probablemente una estancia prolongada por un periodo de 2 o 3 años en un clima cálido, comenta Cooper. En la pubertad se dan cambios en el cuerpo humano que son susceptibles a la influencia atmosférica. Las ventajas que derivan de una residencia en un clima más cálido son grandes, siendo extremadamente favorables para el perfecto desarrollo del organismo. Por otro lado, hace hincapié en la importancia en la dieta como factor de primer orden además de un buen clima: “Debo recomendar fervientemente a cualquier persona que busque mejorar su salud, sea cual sea su enfermedad o al clima al que se dirija, que considere al clima como meramente el marco más favorable sobre el que eliminar su enfermedad y tener siempre en cuenta que la influencia beneficiosa de viajar, navegar o de un clima requiere ser completada con una dieta y modo de vida y tales medidas que han sido un requisito importante para su caso tienen que permanecer luego en su propia residencia”. William W. Cooper habló del Puerto de Orotava, pero solo visitó Santa Cruz de Tenerife. No salió de la capital para recorrer el norte de la isla hasta el Valle de La Orotava para poder hablar de las propiedades climatoterapeutas del lugar. El capítulo IX está dedicado enteramente a su estancia en Santa Cruz. Se hospedó en la fonda del francés Daniel Guerin, instalada a finales de los años treinta. Se trataba de una hermosa casa con fachada simétrica de cuatro puertas y balcones de hierro situada en la plaza de la Candelaria, centro neurálgico de la ciudad y residencia del capitán general de Canarias. El hotel estaba situado en la parte baja. La vivienda era de dos pisos, en cuya segunda planta había un café, también francés. Más tarde, el café sería sustituído por un bazar. Precisamente enfrente del hotel se cogía el ómnibus que partía dos veces al día para La Laguna. William White Cooper nos facilita numerosa información general sobre el paisaje y aspectos de la ciudad, además de detalles concretos sobe la arqui- tectura, sus gentes, el cambio de monedas y aspectos de la vida cotidiana. Según el narrador, “la ciudad capitalina, Santa Cruz, es un lugar muy armonioso, situado sobre un terreno a los pies de las montañas y cuando se ve el Teide desde el mar, el excelso pico destaca al fondo, sobresaliendo altivo sobre las nubes constituyendo así el más impresionante marco”. De la cantidad de elementos de la ciudad que se podría tomar en consideración expongo su mirada sobre la mujer. Para él las mujeres en Tenerife son muy guapas y su vestimenta realmente elegante, “consistente en un vestido de seda negro con una mantilla o en su lugar un bonito lazo de satén negro con un ribete de puntilla cayendo graciosamente desde la cabeza. Su tez es oliva claro, sus facciones regulares, pelo negro y ojos muy expresivos. El dicho de que solo las mujeres españolas caminan bien, ciertamente se extiende a Tenerife”(2). Tal vez el tema más interesante para sus compatriotas es el turístico. “La vida en esta isla es extremadamente barata. Un caballero que recientemente había situado su residencia en la isla, me informó de que tenía una casa excelente y una cantidad muy respetable de tierras por la que pagaba 20 libras anuales. Solo con la recaudación de los viñedos pagaba la renta. La cuenta en el hotel, que incluía alojamiento, comida y vino, era de tan solo un dólar y esto era considerado bastante caro. Hasta ahora la isla no ha sido inundada por los ingleses, si ese fuese el caso, la consecuencia natural sería que las provisiones y cualquier otra cosa subirían cuadruplicándose los precios”(3). De ninguna manera recomienda al visitante a Tenerife que traiga soberanos como moneda, pues no tiene curso en la isla y casi se pierden tres chelines por cada uno. Recomienda proveerse de doblones españoles, medios doblones (una moneda muy conveniente) o de algunos dólares antes de dejar Inglaterra, o bien una carta de crédito para algún comerciante de la isla. Recomienda algunos de ellos: la empresa con mayor tiempo en la isla Pasley, Little, and Co., y Carpenter and Co. en La Orotava (Puerto de la Cruz), y las otras empresas establecidas en Santa Cruz, Le Bruce Hamilton and Co., y Le Brun Davidson and Co.(4). William White Cooper y William Robert Wilde, tratado en el anterior artículo, fueron los primeros doctores que trataron las propiedades terapéuticas del clima de Canarias y constituyen los primeros textos de la literatura médica de viajes como tales sobre las Islas. Podemos considerarlos los tempranos descubridores del potencial turístico de Canarias, particularmente de Tenerife. Notas (1) GONZÁLEZ LEMUS, Nicolás (2007). Clima y medicina. Los orígenes del turismo en Canarias. Idea Ediciones. Santa Cruz de Tenerife. pp. 74-75. (2) WHITE COOPER, William (1840). The invalid’s guide to Madeira, with a description of Tenerife, Lisboan, Cintra, Mafra, etc. Smith Elder and Co. Londres. p. 66. (3) Ibídem, p. 68 (4) Ibídem, p. 72-73. p5 EL DÍA, sábado, 6 de agosto de 2016 INVESTIGACIÓN EN PORTADA TURISMO Paco Morales (Óleo sobre lienzo de 100 cm x 100 cm) Nacido en Córdoba en 1981, con 18 años Paco Morales se marchó a vivir al País Vasco, donde empezó a trabajar con Josean Alija en el restaurante del recién estrenado Guggenheim Bilbao. Después, se incorporó a Mugaritz, en Rentería (actualmente, octavo mejor restaurante del mundo), en donde se convirtió en un jovencísimo jefe de partida. En 2004, otra experiencia marcó su carrera, en un paréntesis dentro de su etapa en Mugaritz: una temporada en el Bulli, en Cala Montjoi (Girona). Tras cinco años en Mugaritz, Paco Morales se mudó a Madrid en 2007 para asu- !!! mir la dirección gastronómica del hotel Hospes Madrid, donde defendió durante un año y medio una propuesta en Senzone, al que algunos auguraban una estrella Michelin. En el hotel Ferrero, ubicado en Bocairent, el chef ofició de 2009 a 2013, año en el que cerró el negocio, a finales de marzo. Desde entonces y mientras desarrolla diferentes acuerdos de consultoría, prepara la apertura de Noor, en Córdoba, que inauguró en marzo de 2016. No hay en la cocina de Paco Morales ningún elemento dejado al azar; cada plato persigue un objetivo y ningún ingrediente parece sobrar para lograrlo. Lejos de yuxtaposiciones erráticas, los platos son fruto de un proceso de reflexión que tienen por meta convertirse en un conjunto armónico. La parte dulce se muestra como una continuidad natural del menú. Los rasgos distintivos de la manera de cocinar de Paco determinan también estos platos y su puesta en escena es perfectamente académica. Su juventud, su espectacular formación académica, su claridad conceptual y su empatía con el comensal producen una cocina que tiene un enorme recorrido, aunque ya hoy es una de las mejores del país. p6 sábado, 6 de agosto de 2016, EL DÍA RETABLO MAYOR DEL REAL SANTUARIO INSULAR DE NUESTRA SEÑORA DE LAS NIEVES (SANTA CRUZ DE LA PALMA) !!! Texto: José Guillermo Rodríguez Escudero L a influencia lusitana en el quehacer del prestigioso palmero Bernardo Manuel de Silva (1655–1721) –artista más representativo del Barroco isleño en La Palma y considerado el mejor pintor de la isla– se manifiesta en su faceta de tracista de retablos y en su obra como pintor decorador. El retablo mayor del Real Santuario de Nuestra Señora de Las Nieves, patrona de La Palma, fue diseñado en 1701 por este famoso pintor y escultor. Fue su digna traza la que siguió el maestro de carpintería Marcos Hernández Duarte y que costó 8.800 reales. Así, en las cuentas dadas en 1712 por el mayordomo Diego de Guisla y Castilla consta el pago a Silva de 32 reales “por hacer la planta de dicho retablo”. También lo sobredoró y pintó entre 1712 y 1718. Vendría a sustituir el antiguo altar mayor, que reemplazaría a otro que ya estaba colocado en 1576 en la venerada capilla. Se trataba de un retablo de madera estofado y dorado hecho de balaustres dorados con siete ángeles. Estaba erigido sobre un altar de piedra con unos azulejos encargados por el obispo Sancho de Trujillo, y colocados antes de 1568. De esto da cuenta, el 1 de julio de ese año de 1568, Luis Álvarez de Brito, regidor, que fue quien presentó las cuentas por haber fallecido su padre, mayordomo de la ermita y con el mismo nombre. Aún más atrás en el tiempo, encontramos la primitiva ara en 1520, hecha de madera, en la que existían unos corporales con sus hijuelas. En 1525 consta que dicho altar era de dos gradas y así se sigue nombrando en inventarios sucesivos. Consta que en 1649 el maestro Antonio de Orbarán fue contratado por el licenciado Blas Simón de Silva (1596–1680), teniente general de La Palma, para hacer un retablo “para el altar de la ermita de la santa ymagen de Nuestra Señora de Las Nieves, que está media legua de está ciudad poco más o menos, según la trasa que a de ser y dibujo con que se a de ajustar…”. El plazo para acabar la obra, que ya había empezado a hacer, se fijó en dos años y el precio en 2.000 reales, además de un tributo de 50 doblas de principal que Orbarán pagaba a Simón de Silva y por el que le debía “333 reales de corridos de cinco años”. Poco tiempo después, en 1647, el artista había decorado y pintado la capilla mayor del santuario. Sin embargo, se ignora si el maestro llegó efectivamente a cumplimentar el encargo. Más tarde, atendiendo a la dádiva que hizo el capitán Julián Felipe –fallecido en La Habana en 1683– “de treinta y nueve arrobas y media de tabaco”, para que se vendiera y con su importe se construyera un retablo a la Virgen de Las Nieves, el visitador Juan Pinto de Guisla, el 22 de diciembre de 1672, dispuso su hechura. Este tabaco fue entregado a Pedro Dávila Marroquí, “estanquero de esta ysla, por presio de dos reales libra, dándosele tiempo para que pudiesse benderlo”. Subastada públicamente y pregonadas las condiciones en la plaza mayor, la obra fue rematada el 22 de octubre de 1700 por el maestro Marcos Hernán- !!! Vista frontal y general del retablo. dez Duarte. Éste había pujado a la baja en ocho mil reales, modificando su primera oferta de diez mil. El 5 de enero de 1701 se otorgó la escritura contractual por la que se obligó a entregarlo en el plazo de un año. Por este trabajo recibiría tres mil reales en dinero al contado, conforme fuere trabajando y cinco mil en trigo, vino y ropa al precio de las tiendas. Como nos explica el profesor Pérez Morera, “quedó exonerado del traslado de la obra desde su taller hasta el santuario”. El maestro dio por fiador a su compañero y amigo Carlos de Abreu y, según consta en el testamento del doctor Guisla Corona, en 1702 ambos realizarían juntos el trabajo. El mismo devoto capitán Julián Felipe había donado 300 libros de oro para su dorado, enviados desde Indias, y además se contaba con el donativo del canónigo, el doctor Juan Méndez de Guevara. En 1698, el obispo Vicuña y Suazo había dado licencia para construirlo,comisionandoparadirigiryadministrar la obra al doctor Pedro de Guisla Corona, vicario de La Palma, con facultad para vender las prendas y alhajas de la Virgen más excusables. Bernardo Manuel de Silva pintó, en los discos de las bandas laterales, motivos a pincel de simbología mariana. El maestro empleó el mismo tipo ornamental que tuvo como motivo básico el tallo envolvente en roleo revestido de hojas, dispuestos en formaciones geométricas y ritmos repetitivos. Así, en el Libro II de Cuentas de Fábrica del Santuario aparecen las cuentas dadas por el mayordomo Juan de Guisla y Pinto, heredero del difunto Diego de Guisla y Castilla desde el 31 de enero de 1711 hasta el 31 de julio de 1718, se lee: “Por dos mil nobecientos y Veinte rreales pagados a Bernardo Manuel de Silva por el dorado del Retablo, que aunque Su Costo pasó de Setecientos ducados el Oro lo tenia la Iglesia de limosnas hechas y Solo se pago dicha Cantidad por el trauaxo y ocupación del dorado”. Para llevar a cabo toda esta obra fue necesario acudir a la ayuda económica de la fábrica parroquial. La traza de este fabuloso retablo, uno de sus elementos más significativos, se caracteriza esencialmente por su marcado carácter lusitano, de modo que su contemplación trae enseguida a la memoria ejemplares portugueses. Su planta, que corresponde al tipo de retablo–hornacina, no tiene otro ejemplar en las islas que pueda comparársele: “Toda la composición se cierra, sin ático y a la manera lusitana, semicircularmente, dejando a sus extremos una zona horizontal en función de pedestal para dos ángeles músicos”. Estas magníficas esculturas en madera policromada fueron doradas y estofadas por el artista Bernardo Manuel de Silva, entre 1711 y 1718, para este altar. Constituyen un elemento propio poco común en el arte canario. Los ángeles tañen sendos laúdes en el coronamiento de las caras frontales del retablo, sobre el entablamento que sustentan las columnas pareadas. Como dice Castro Brunetto, “su presencia demuestra el empleo de un frontispicio literario como fuente artística, pues en ellos es casi irrenunciable la presencia de una figura, alegórica, simbólica o, simplemente decorativa, que animara la escena e insistiese en el mensaje que se pretendía transmitir”. Al elevarse el techo de la capilla mayor p7 EL DÍA, sábado, 6 de agosto de 2016 en 1876, el retablo resultó pequeño por lo que se pensó en darle mayor altura. Las cartelas del sotabanco se colocaron debajo de las correspondientes a la predela, pero, al no contarse con las que eran necesarias, se sustituyeron por unos paneles pintados con similar decoración. El historiador palmero Fernández García nos informa de que “para cubrir el vacío producido por el desplazamiento del sagrario, talló el artista palmero don Aurelio Carmona López las cartelas necesarias, las que quedaron en poder A de su familia y su nieta doña María García de Aguiar y que Carmona donó al Santuario”. El profesor Alfonso Trujillo, en su magnífica descripción de este retablo, argumenta la dificultad artística para dar una mayor altura al mismo, si bien es cierto que no ha existido una solución definitiva, precisamente por conocerse las dificultades que presenta tal elevación. En las hornacinas laterales que están a ambos lados del gran nicho central donde está entronizada Nuestra Señora !!! Detalles del retablo del santuario. de Las Nieves –imagen mariana más antigua de las que se veneran en el Archipiélago– están colocadas las magníficas imágenes del siglo XVI de los mártires san Bartolomé y san Lorenzo. Se hallan inventariadas por primera vez en 1603. En 1779 se menciona que la pequeña escultura del patrón de La Palma, san Miguel Arcángel, que se hallaba en la concha que aparece en el centro del tablero semicircular, parte alta del retablo, fue donación del capitán José Fierro. Actualmente se encuentra en el pre–Museo Insular de Arte Sacro del Santuario. Tras la construcción del magnífico retablo nuevo, el antiguo nicho fue vendido en 1719 a la capilla del Carmen, de la parroquia matriz de El Salvador, junto con “un sagrario que se sacó del altar mayor” y fue a parar al convento de la Piedad de Los Sauces. Su forma sirvió, no obstante, de antecedente y modelo para la actual hornacina principal, donde “La Morenita” aparece sobre un trono dorado y estofado compuesto por “diferentes esculturas de niños”, rodeada de ángeles músicos y nubes. Los profesores Pérez Morera y Alfonso Trujillo constatan que “el actual retablo sigue manteniendo en esencia la tipología básica de un retablo–hornacina concebido en función del nicho o tabernáculo de la Patrona de la Isla”. BIBLIOGRAFÍA: –CASTRO BRUNETTO, Carlos Javier. El mensaje de los retablos: tres ejemplos en Santa Cruz de La Palma. –FERNÁNDEZ GARCÍA, Alberto–José. Real Santuario Insular de Nuestra Señora de Las Nieves, León, 1980. –PÉREZ MORERA, Jesús.Silva. Bernardo Manuel de Silva, Biblioteca de Artistas Canarios, Viceconsejería de Cultura y Deportes, Gobierno de Canarias, 1994 – Idem. Magna Palmensis. Retrato de una ciudad, Caja General de Ahorros de Canarias, Publicación 242 – Arte 27, 2000 –TRUJILLO RODRÍGUEZ, Alfonso. El retablo barroco en Canarias, 1997 (dos tomos) Mi parranda actual. Los ‘drag queens’ y san Pío, Pío. El pescador no se cree que la tierra se mueva. Vestigios romanos en Lobos l regreso de mi segundo viaje a Caracas con Los Sabandeños, en septiembre de 1975, con mi hija Marta con tres meses de edad, mi despacho lo más parecido al camarote de los hermanos Marx, decido dejar el grupo y “colgar” la tambora, que era el instrumento que yo tocaba en Los Sabandeños, nacidos en Punta del Hidalgo a la sombra no de un almendro, como el célebre poema de Nicolás Estévanez, sino de un majestuoso laurel de Indias que se yergue desafiante delante del señorial castillo de Sabanda, propiedad de don José Peraza de Ayala, barón de Ayala, siendo Maritina, única hija de madre, la actual baronesa de Ayala. Muchos de los que fuimos fundadores del grupo nos seguimos reuniendo de forma más que periódica, cuando organizamos tenderetes (en Las Palmas se llaman “belingos”, o sea, dícese del que habla dos idiomas) gastronómicosmusicales, viniendo de Las Palmas a la “llamada de la selva”, Juan Santana “el Canario”, todo un máquina con la guitarra, mi concuño el pediatra canarión Antonio Guerra y García de Celis, que si se tercia se manda sus solos, Javier Beza, tres cuartos de lo mismo, viniendo también los lagunero-grancanarios Quique Cabrera, que contrajo “náuseas” con Conchita Pedreiro, y Quique Lecuona, que hizo lo propio con Carmen “Carpi” Sarmiento. A éstos se les unen por Tenerife Toto Arimany, excelente solista de temas sudamericanos, que cuando estuvo en Argentina adquirió un bombo “legüero”, para sambas, cuecas y chacareras, siguiendo por Falo Perera, que, como dice el dicho, “canta lo que le pongan”, haciéndole el dúo en muchas ocasiones a su mujer, Silvia Ramos, excelente pintora, siguiendo por el amigo Checho Bacallado, el mejor tocador de bandurria que he conocido, por José-Antonio “Lupi” Arbelo, que le manda un rato a la guitarra, tocándole el turno ahora a JoséMartín Palazón de la Barreda, que nupcióse con Mercedes de Armas, los dos grandes solistas; y sigo con Carlos de la Cruz Bentacor, para el que los instrumentos de cuerdas no tienen secreto, pasando a referirme a continuación a Julio Fajardo Sánchez, gran compositor, escritor y cantante, siendo A REÍR QUE SON DOS DÍAS Juan Oliva-Tristán Fernández* una delicia oírlos cuando cantan con su pareja Mary-Elda García-Yánez, una de las voces de mujer que más me han impresionado, y también se reúne con nosotros el ex-sabandeño Santiago Pérez García, gran tocador de guitarra y solista, así como político como concejal en el Ayuntamiento de La Laguna y profesor de Derecho Constitucional en la Universidad; habiendo dejado para el final a Roberto Ucelay Sabina, que contrajese “náuseas” hace ya algunos años con la canariona Margarita Jorge. Los “tenderetes” entre nosotros acontecen sin solución de continuidad, y como estos ratitos son lo que uno se lleva para allá, que nos quiten lo comido, reído, bebido y cantado, y todos ellos son a modo de mi segunda familia pues nuestra amistad es limpia, tal y como en su día dijo el Ché. Ah, casi me olvidaba, el capítulo de chistes constituye la piedra angular que desecharon los arquitectos, y en este bloque Julito Fajardo se lleva la palma (Gomera e Hierro). El patrón de la Gran Canaria fue un cristiano que fue Papa dos veces, nacido en 7 Palmas, cerca del Estadio Insulá, y que fue san Pío, Pío, y que los “drag queens” lo quieren nombrar patrono de ellos. El alcalde Hidalgo les ha contestado que nones, que en toldo caso tomen como Patrona a la Virgen de Loreto, que junto con la otra copatrona, la Virgen del Pino, son las auténticas Patronas de Gran Canaria (Las Palmas), Teror y de los puertos de Santa Catalina, de la Luz y de Las Palmas y de los Grandes Pesos de las JONS, así como del mamotrético “Piario” que les va a montar allí mismo Wolfgang Keesling, dueño del Loro Parque y del Siam-Park tinerfeños, pues imagínense cientos de loros, guacamayos, cacatúas y periquitos cantando al mismo tiempo “pío, pío”. El obispo don Antonio Cases se niega a que los “drag queens” tomen como patrono a san Pío, Pío, diciéndoles que o quitan un “Pío” que sobra o la iglesia no admite el patronazgo, pues el ruido de “píos, píos” que llegaría más amortiguado sería el emitido por los que aún no habiendo salido del armario cantan desde dentro. Al tiempo, primero será el piario y luego Tomás el de las costillas. En un artículo anterior ya les conté que en la isla de Lobos habían aparecido vestigios de la época romana y a la espera de la prueba del carbono 14 (13 en Canarias) una “tetinae” y un “sonajéribus” se cree pudieron pertenecer a Rómulo y Remo, sin desdeñar en nada que uno de los presidentes de la actual República Bolivariana fue el mismísimo Rómulo Bethencourt, canario, y que San Remo es el nombre de un famoso festival de música italiano, también copatrono de los pescadores y barqueros del Puerto de la Cruz y Punta del Hidalgo, junto a san Telmo, que también lo es de la gama blanca de electrodomésticos para baños y duchas. En la Punta del Hidalgo tienen como patrona de la Virgen del Carmen, siendo el mayordomo Chago Melián, que hace muchos años le hizo una promesa de la Virgen, cantándole desde el Roquete el “Ave María” hasta que la fuerza y la garganta le acompañaran. Olivaradas.- A Polo, famoso pescador de aquel pago lagunero, una vez le dijeron que la tierra se movía, contestando el analfabeto de Polo: “Por los c...” y añadía de su cosecha: “No se dan cuenta de que si fuera así y por lo que fuera se parase al caernos todos hacia “lante” ¿se imaginan la cantidad de dentaduras que se irían pal carajo? Olivarada 2.- Las huelgas de hambre, ya desde la España mora, son el origen del Ramadán musulmán. Olivarada 3.- “Oiga ¿me hace una mesilla de noche?”. “Coño, no trabajo ni de día”. * Pensionista de larga duración * Tengo un certificado médico que me libera de votar p8 sábado, 6 de agosto de 2016, EL DÍA www.eldia.es/laprensa Revista semanal de EL DÍA. Segunda época, número 1.044 BALCÓN DE VENEZUELA “Largo es el camino de la enseñanza por medio de teorías, breve y eficaz por medio de ejemplos. El lenguaje de la verdad debe ser simple y sin artificios” (Séneca). EL PROBLEMA DE LA ENSEÑANZA TURÍSTICA UN TEMA PROFUNDO, DELICADO Y PERMANENTE !!! Texto: Antonio Pedro Tejera Reyes (del Grupo de Expertos de la Organización Mundial del Turismo. UNTWO) L os años que hemos dedicado a las enseñanzas del turismo nos han dado una visión del mundo en todo su amplio espectro, especialmente en el imperativo de la ambición de las personas, así como de sus valores morales, todo muy relacionado con la enseñanza, más considerablemente si se trata de enseñar algo tan amplio, complicado y regido por las leyes de la honradez y la honestidad como son los valores del turismo, aplicado todo ello a infundir en la sociedad esos paradigmáticos modelos, funda-mentales para una convivencia saludable dentro de una cultura de paz. En esta experiencia que nos ha tocado vivir, hemos tropezado con los clásicos personajes que no han escatimado esfuerzos para engañar y robar a quienes se les han puesto por delante, con tal de aprovechar y conseguir sus fines, que no han sido otros que los económicos. Otros han unido esto a sus ansias de protagonismo, no importándoles para nada el ridículo a que se exponían ante su carencia de conocimientos, si bien esto estaba un tanto disimulado ante la misma carencia de ellos en sus propios congéneres. Así, en este escenario, hemos visto y sufrido a personajes en todo el acontecer de nuestra vida, infinidad de ellos dentro de directivas de asociaciones empresariales, políticas y sociales. Si bien en lo que se dice políticas nunca hemos participado como actores, en las otras dos versiones sí que hemos estado involucrados totalmente durante muchos años. Siempre con el mismo problema: luchando contra estos clásicos personajes trepadores que no han tenido otros adversarios que quienes por sus conocimientos les hacían sombra, por decirlo de esta figurada forma coloquial. El problema de fondo Es ahí donde nace el pecado de la enseñanza. Los profesionales honrados en este sector –llámense empresarios, dirigentes, profesores o facilitadores– tropiezan con los citados personajes arribistas, a quienes no les interesa enseñar porque peligran sus puestos de trabajo y sus prebendas. Esto es una constante que hemos tenido siempre presente y que hemos estado siempre intentando desmontar. La historia está ahí y es incontrovertible. ¿Por qué la enseñanza privada ha sido siempre mejor que la llamada oficial? Sencillamente porque en la privada existe una competencia y un deber de mostrar su bondad para poder subsistir. En este panorama, las enseñanzas de turismo a nivel mundial se encuentran estancadas sin que se vislumbre una posible solución. Los esfuerzos de la Organización Mundial de Turismo chocan de frente con los escenarios que se encuentran en los distintos países: las malas administraciones y las apetencias personales que cercenan las más brillantes iniciativas, poniéndoles frenos controlados por la oficialidad para que las enseñanzas no prosperen hasta situaciones que pongan en peligro los puestos de trabajo de quienes no tiene ni la preparación necesaria ni el conocimiento adecuado de cuáles deben ser sus labores, y no digamos nada de su experiencia. Las escuelas de turismo en España Por poner un vivido ejemplo –sin entrar en detalles vergonzosos, que los hay– tenemos en España la desaparición total de las escuelas privadas de turismo. Las que han podido subsistir se han tenido que plegar a las normas y los programas de la oficialidad, con lo cual está todo controlado. Se enseña lo que interesa a los gobiernos de turno. No hay otra posibilidad. Cualquier tipo de programa que estuviera pensado y estructurado por auténticos profesionales del sector turístico ha sido desmontado y aniquilado. Los puestos directivos del turismo en los años del “boom” turístico español reservaron la gestión del turismo –el Ministerio de Información y Turismo de Manuel Fraga Iribarne– para aquellos titulares graduados como técnicos de empresas turísticas y para los profesionales que acreditaron su experiencia documental en el tema, sin cuyos requisitos no se podía acceder a puestos de dirección en las empresas del sector. Así crecieron. Hoy, en España, cualquiera puede dirigir un hotel hasta de cinco estrellas o gestionar una agencia de viajes grande !!! En el Instituto Superior de Estudios Turísticos Internacionales de La Orotava, profesionales americanos asisten a la clase del profesor Antonio Pastor Abreu. Año 2002 !!! Componentes de la Escuela de Turismo de Tenerife, fundadores de los estudios turísticos en Canarias. o pequeña, sin nada que acredite su conocimiento. Desde luego, no nos imaginamos a todo un diplomado universitario de turismo español dirigiendo la construcción de una carretera, un puente o una simple vivienda; sin embargo, hay hoteles y agencias de viajes que las dirige un ingeniero, un arquitecto o un sin título de nada ¿? Este es el panorama actual, por poner el ejemplo España. Hay muchos lugares peores, o iguales, en el mundo. El tema va a estar muchos años en el candelero, pues los intereses son ilimitados y el desarrollo del turismo avanza de forma imparable, por lo cual los puestos de trabajo se multiplican diariamente de forma descomunal. Las soluciones posibles: una utopía Grandes asociaciones privadas de las enseñanzas del turismo –sin nombrar las que conocemos a fondo– están en manos de personajes que solo pien- san en su beneficio personal. Pasan los años y mediante extrañas y espurias combinaciones siguen en sus puestos directivos pendientes de que nada les pueda revocar. Ahí, que es donde se podía realizar una labor importante a niveles mundiales, nos estrellamos con aquellos que no quieren que las enseñanzas prosperen en sus contenidos. Sus puestos de trabajo y su estatus estarían en peligro por la carencia de conocimientos, experiencia y profesionalidad para desarrollar exitosamente su trabajo. Nos sobran dedos en las manos para contar la veces que hemos visto convocar reuniones o convenciones en España para analizar planes de estudio o programas de las enseñanzas del turismo. En los congresos a los que asistimos de todas estas organizaciones que no hemos señalado huelgan por su ausencia las discusiones de planes de estudio, unificación de programas, etc. Dentro del Consejo de Educación de la Organización Mundial del Turismo, hace unos pocos años, logramos un entendimiento privado entre seis instituciones mundiales, para seguir la experimentación de un programa de estudios superiores –sus métodos y materias– en el cual, por sus condiciones, Canarias podía asumir el liderazgo. Funcionó. Sacamos conclusiones y resultados. Alguien se encargó de liquidarlo, destrozarlo, acabar con él. ¿Por qué? Porque enseñar, en este mundo de hoy, se ha convertido en un pecado, sin nadie que lo remedie.