Santiago, viernes veinte de junio de dos mil ocho. VISTOS: A fojas 1 y siguientes, comparece don Camilo Armando Salvo Inostroza, abogado, en representación de CONSTRUCTORA SIERRA NEVADA S.A., todos domiciliados para estos efectos en Warren Smith 47, departamento. N° 31, Las Condes, Santiago, quien deduce demanda en contra del DIRECTOR REGIONAL DE VIALIDAD DE LA IX REGIÓN, don Jaime Torreblanca Basualto, funcionario público, y del FISCAL REGIONAL DEL MINISTERIO DE OBRAS PÚBLICAS DE LA IX REGIÓN, don Cristián Toloza Bravo, abogado, ambos domiciliados en calle Manuel Bulnes 897, Temuco respecto de actos ilegales o arbitrarios ocurridos en la licitación de la obra pública N° 01/2007, “Conservación Global de caminos Cordillera Nahuelbuta Poniente V Etapa, provincia de Malleco, comunas de Angol, Los Sauces, Purén, Collipulli y Renaico IX Región”. Indica que la Dirección Regional de Vialidad llamó a la propuesta para licitar dicha obra pública con un plazo de ejecución de 720 días y un presupuesto oficial de $2.164.749.022, IVA incluido, y que su representada se presentó oportunamente y con todos los antecedentes exigidos. Expresa que el acto de apertura se produjo el 4 de abril de 2007, presentándose sólo dos oferentes a la licitación. Agrega que se consignó en el acta de apertura la siguiente observación: “La Comisión deja constancia que la Empresa Sierra Nevada S.A., en su Certificado de la Inspección del Trabajo presenta multas ejecutoriadas no incluidas en el Boletín de Infractores”. Manifiesta que mediante la resolución que señala, el 23 de abril de 2007, se aprobó la adjudicación a su representada, pero que posteriormente, por Oficio Ordinario N° 1322, de 15 de Mayo de 2007, el Director Regional de Vialidad IX Región, le pidió presentar documentos que acreditasen que las multas indicadas en el certificado que le había otorgado la Inspección del Trabajo habían sido pagadas, o si existía convenio de pago, todo esto para proseguir con el trámite de adjudicación, petición que expresaba realizar “en conformidad a las observaciones emanadas de la Fiscalía MOP a través del Oficio Ordinario N° 455 de 25 de Abril de 2007 y, de acuerdo al artículo 85 del Reglamento para Contratos de Obras Públicas contenido en el Decreto Supremo N° 75, de 2004, del Ministerio de Obras Públicas. Afirma seguidamente que, por carta aclaratoria de 18 de mayo de 2007, acompañó a la entidad licitante el Oficio N° 97, de la Dirección Regional de la Tesorería General de la República, para acreditar que las multas aludidas no figuraban contabilizadas en su sistema computacional y que, por lo mismo, no demostraban la existencia de deudas morosas, a la fecha de apertura de la licitación. Agrega que, también, adjuntó Oficio N° 176, de la Inspección del Trabajo, que comprueba que las referidas resoluciones ejecutoriadas de multas administrativas no fueron ingresadas en el boletín de infractores y que no constituyen deudas morosas. Analiza el Certificado de Antecedentes Laborales y Previsionales N° 0901/2007/4151 de la Dirección del Trabajo, de 2 de Abril de 2007, que formó parte de su oferta técnica, manifestando que si bien en la página dos del mismo se da cuenta de la existencia de 5 multas ejecutoriadas, inmediatamente a continuación, en su página tres, aparece que dichas sanciones no se encuentran incluidas en el boletín de infractores, ni tampoco tiene registros por deudas previsionales en dicho boletín, razón por la cual, a la fecha de apertura de las propuestas, el 4 de abril de 2007, Sierra Nevada S.A. no tenía deudas morosas por dichos conceptos. Sin embargo, sostiene, en respuesta a su carta aclaratoria, contenida en el Ordinario N° 2006 de 13 de julio de 2007, el Director Regional de Vialidad IX Región le informa que el contrato será adjudicado al segundo oferente, don Justo Schweitzer Aravena, porque la oferta de su representada fue rechazada por presentar multas ejecutoriadas en el Certificado de la Inspección del Trabajo no aclaradas satisfactoriamente. En dicha comunicación se le explica que su oferta fue enviada a adjudicación en dos oportunidades, pero que fue rechazada por la Fiscalía, por las razones anotadas. Señala a continuación que la licitación de obra pública que impugna se rige por el Decreto Supremo N° 75, de 2004, del Ministerio de Obras Públicas, que contiene el Reglamento para Contratos de Obras Públicas, así como también por las bases administrativas previas, generales y especiales, normativa que se inspira en los principios de igualdad de los licitantes y de estricta sujeción a las bases. Expresa que las Bases Administrativas Especiales, en su artículo 16, DOC. H), exige a los proponentes, entre otros documentos, un Certificado de deudas Laborales de la Dirección del Trabajo y Certificados de deudas Tributarias de la Tesorería General de la República, prescribiendo que “en el caso que cualquiera de los Certificados señalados indiquen la existencia de deudas morosas o documentos protestados y no aclarados, cualquiera sea su origen, la oferta será desechada”. Expone que el acto por el cual el Director Regional de Vialidad rechazó su oferta, así como el informe del Fiscal Regional que le sirve de antecedente son arbitrarios, por cuanto ambos personeros han actuado por mero capricho, sin razón legal, reglamentaria o lógica que justifique su actuar, realizando una interpretación antojadiza del citado precepto de las bases. Seguidamente, aduce que existe carencia de razonabilidad en el actuar y falta de criterio y proporción, porque se ha aceptado una oferta menos conveniente para los intereses fiscales, contraviniendo el artículo 87 del Reglamento para Contratos de Obras Públicas. Argumenta que se trata de actos antirreglamentarios, porque se infringe el principio de estricta sujeción a las bases contemplado en los artículos 1 y 2 del Reglamento para Contratos de Obras Públicas. Estima, también, que se trata de actos ilegales que vulneran el artículo 1551 N°3 del Código Civil, puesto que Constructora Sierra Nevada S.A. nunca fue constituida en mora por deudas fiscales, sea por multas laborales o previsionales referidas en las resoluciones ejecutoriadas que las impusieron, ya que no ha existido requerimiento de pago a su respecto. Solicita que, en definitiva, se declare la arbitrariedad e ilegalidad de los actos impugnados y se ordene se adjudique a su representada el contrato de obra pública singularizado, con costas. A fojas 22 se declaró admisible la demanda y consecuencialmente, se requirió informe de la Dirección de Vialidad de la IX Región y de la Fiscalía Regional del Ministerio de Obras Públicas sobre la materia objeto de la impugnación. A fojas 28, comparece don Cristián Toloza Bravo, Fiscal Regional del Ministerio de Obras Públicas de la IX Región, quien evacua el informe requerido, solicitando el rechazo de la demanda por no haberse cometido ni por la Dirección de Vialidad ni por el Fiscal Regional actuaciones ilegales o arbitrarias, con costas. Señala que los contratos de ejecución de obras públicas se rigen por el Reglamento para Contratos de Obras Públicas, contenido en el Decreto Supremo N° 75, del Ministerio de Obras Públicas, de 2004 y el por Decreto con Fuerza de Ley N° 850, de 1997, Orgánico del citado Ministerio que consagran el principio de apego a las bases de la licitación. Indica que las Bases Administrativas Generales de la licitación, en su artículo 7.1. DOC H), y las Especiales – en su artículo 16 letra a) DOC H) – exigían entre otros requisitos de validez de una oferta, acompañar “Certificado de Deudas Laborales de la Dirección del Trabajo” y que dichas cláusulas establecían que “en el caso que cualquiera de los certificados señalados indiquen la existencia de deuda morosa o documentos protestados y no aclarados, cualquiera sea su origen, la oferta será desechada”. Añade que las Bases Administrativas Especiales, en la cláusula aludida, establecen que “En caso de tener deuda fiscal morosa, deberá presentar copia legalizada del Convenio o Comprobante de Pago total ante la Tesorería General de la República”. Explica que, en este caso, la ley no exige que se requiera previamente al deudor para constituirlo en mora porque, de acuerdo al artículo 1551 N°1 del Código Civil, el deudor está en mora cuando no ha cumplido la obligación dentro del término estipulado. Expresa que, conforme a los artículos 474, 477 y 478 del Código del Trabajo, las multas aplicadas por la Inspección o Dirección del Trabajo son deudas fiscales. Finalmente, expone con fundamento en los artículos 169 y 170 del Código Tributario que el deudor se encuentra en mora antes de ser notificado en el procedimiento ejecutivo seguido por la Tesorería General de la República contra deudores fiscales y por el sólo hecho de deber la multa y no haberla pagado. Manifiesta que efectivamente esa Fiscalía Regional del Ministerio de Obras Públicas, en cumplimiento de su obligación de asesoría legal y revisión de las resoluciones de la autoridad regional operativa del Ministerio, devolvió dos veces sin visto bueno las resoluciones del Director Regional de Vialidad que adjudicaba el contrato de obra pública a la empresa Sierra Nevada S.A., por las razones contenidas en los informes que reproduce en lo pertinente, de fechas 25 de abril y 15 de junio de 2007. En dichos informes sostiene que la deuda laboral por multas aplicadas por la Dirección del Trabajo, constituyen deuda fiscal morosa y que, consecuentemente, la oferta de la empresa referida incumplía las bases. Aduce que para ello solicitó asesoría y pronunciamiento al Fiscal Nacional de la Tesorería General de la República, vía correo electrónico, quien le respondió por el mismo medio lo siguiente “La deuda por multas infracciónales contenidas en leyes laborales, son fiscales y el deudor cae en mora desde que la obligación se hace exigible, vale decir, desde que la resolución que impuso la multa, notificada al deudor, queda ejecutoriada, condición que debe tener esta acreencia para proceder a su cobro ejecutivo”. Asevera que el Certificado de Deuda Morosa Fiscal emitido por la Tesorería General de la República acompañado por la empresa demandante no da plena fe de la existencia de deuda fiscal morosa de su parte, sino que simplemente informa que no existen deudas ingresadas “en la base de datos” de dicho servicio al momento de la consulta. Argumenta que la existencia de multas ejecutoriadas consta del Certificado de antecedentes laborales y previsionales adjuntado por el mismo contratista, y que dichas multas constituyen deuda fiscal que tienen mérito ejecutivo y que se encuentran en mora sin necesidad de requerimiento previo. Concluye que estos fundamentos sirvieron de base a la resolución de la Dirección de Vialidad que se impugna en estos autos. Agrega que la propia Comisión de Apertura dejó constancia de dichas multas como observación al acto de apertura y que el segundo oferente de esta licitación interpuso reclamo administrativo en la Contraloría Regional de la Araucanía contra la intención de adjudicación a favor de Constructora Sierra Nevada S.A., con base a la existencia de deudas laborales no aclaradas por el contratista. Expresa que, por todo lo anterior, la Dirección Regional de Vialidad resolvió dejar sin efecto la intención de adjudicación aludida y por Resolución N°0052, de 6 de julio de 2007, adjudicó el contrato a Justo Scweitzer Aravena. Añade que la Contraloría Regional de la Araucanía tomó razón de esta última resolución, dando validez al acto administrativo que se impugna en estos autos. Añade que el proponente, Sierra Nevada S.A., tomó conocimiento de la existencia de las multas ejecutoriadas con anterioridad a la fecha de presentación de su oferta y aún así no las pagó. Indica que los antecedentes aparejados por el demandante como aclaración de su oferta, nada demuestran acerca del pago de dichas multas, sino que, por el contrario, reconocen la deuda fiscal y sólo pretenden discutir la morosidad de la misma. Con todo, señala que el demandante pagó dichas multas el 13 de abril de 2007, es decir, días después de que se impugnara la condición de morosidad de las mismas en el acto de apertura. A fojas 190, comparece don Jaime Torreblanca Basualto, en su calidad de Director de Vialidad de la Región de la Araucanía, quien evacua el informe pedido, adhiriendo a los argumentos expuestos en la contestación efectuada por el Fiscal del Ministerio de Obras Públicas, de la IX Región. Y, consecuentemente, solicita el rechazo de la demanda, con costas. A fojas 205, se recibió la causa a prueba, rindiendo ambas partes prueba instrumental debidamente aparejada a los autos. A fojas 240, el Tribunal decretó como medida para mejor resolver, informe a la Dirección del Trabajo, diligencia cumplida como consta a fojas 249 y siguiente. A fojas 268 se citó a las partes a oír sentencia. A fojas 292 se tuvieron por acompañados, como medida para mejor resolver, documentos presentados por la parte demandada, que daban cuenta del estado actual del proceso licitatorio impugnado. CONSIDERANDO: Primero: Que la demandante solicita que, acogiéndose la acción de impugnación que interpone, se declare por este Tribunal que los demandados han incurrido en arbitrariedades e infracción de normas reglamentarias y legales –que detalla- y, restableciendo el imperio del derecho, ordene se le adjudique el contrato de Obra Pública C.G. Nº 01/2007 para la Conservación Global de Caminos Cordillera de Nahuelbuta Poniente V Etapa, provincia de Malleco; Segundo: Que la acción entablada, la fundamenta en los actos y hechos que se ejecutaron o produjeron en el procedimiento licitatorio de dicho contrato a contar del acto de apertura de los sobres que contenían las propuestas técnicas y económicas de los dos únicos proponentes que se presentaron al concurso y, que culminaron con el rechazo de la oferta de la demandante mediante Resolución del Director Regional de Vialidad que le fue comunicaba por Oficio Nº 2006, de trece de julio de dos mil siete y, que recibió en aquella misma oportunidad, conjuntamente con el Informe de la Fiscalía Regional de Ministerio de Obras Públicas, que le sirvió de fundamento. Sostiene que los actos impugnados, tanto del Director Regional de Vialidad, como el informe del Fiscal Regional del citado Ministerio, son arbitrarios, puesto que no existe razón legal, reglamentaria, lógica o racionalmente moral que justifique el actuar de los funcionarios referidos, conducta que estima agravada atendida la circunstancia que las Bases Administrativas Generales de la licitación establecen que cualquier diferencia en la interpretación de la reglamentación y antecedentes indicados en el artículo 1º de las mismas, serán resueltas por el Director de Vialidad, sin perjuicio de las atribuciones que correspondan al señor Director General de Obras Públicas, al señor Ministro del ramo y al señor Contralor de la República. Agrega que estos actos son también, antirreglamentarios, puesto que los demandados infringieron el principio de cumplimiento estricto de las Bases Administrativas de la licitación contemplado en los artículos 1º y 2º del Reglamento para Contratos de Obras Públicas. Infiere, además, que los actos de los funcionaros recurridos son ilegales, si se tiene en consideración la teoría de la mora, que define dicho término como el retardo o atraso imputable al deudor, en el cumplimiento de una obligación, unido al requerimiento o interpelación que debe efectuar el acreedor y que, mientras ello no ocurra, el simple atraso no se convierte en mora; Tercero: Que la actora, en la sucesión de hechos que la llevan a esa convicción, hace una relación de los mismos en el siguiente orden: a) Las Bases Generales y Especiales de la licitación que le interesa, se aprobaron el día siete de mayo de dos mil siete. b) En el acto de apertura, la Comisión respectiva dejó constancia que la Empresa Sierra Nevada S.A. en su certificado de la Inspección del Trabajo, presenta multas ejecutoriadas no incluidas en el Boletín de infractores. c) Que, se le adjudicó el contrato al que postulaba, mediante resolución D IX Región Nº 029 de veintitrés de abril de dos mil siete. d) Por oficio ordinario Nº 1322 de quince de Mayo del año pasado, el Ministerio de Obras Públicas le solicitó aclaración, con el fin de presentar documentos que acreditaren que aquellas multas indicadas en el Certificado de Antecedentes laborales y Provisionales, Nº 00901/2007/4151, de la Dirección del Trabajo, habían sido pagadas o existían respecto de las mismas, convenio de pago para, de esta manera, proseguir con la adjudicación, según observaciones manifestadas por la Fiscalía de la citada repartición en su oficio Ordinario Nº 455, de veinticinco de Abril de dos mil siete. e) Por carta aclaratoria de 18/05/2007, ingresada el día 22/05/2007, la demandante acompañó a los antecedentes de la licitación oficio N° 97, del 16 del mismo mes, de la Tesorería General de la Republica - Región de la Araucanía-, acreditando que las multas administrativas aludidas en el oficio Nº 1322 no figuran contabilizadas al 16/05/2007 en el sistema computacional de cuenta única tributaria. También acompañó oficio Nº 176, de 18/05/2007, de la Inspección del Trabajo, que da cuenta que las multas administrativas en cuestión, no fueron ingresadas al Boletín de Infractores. f) Más adelante, la Dirección Regional de Vialidad, mediante resolución administrativa, volvió a adjudicarle a la demandante el Contrato de Obras Publicas C.G. Nº 01/2007. g) Por último, expresa que fue informado mediante oficio ordinario Nº 2006, de 13/07/2007, que el contrato sería adjudicado al segundo oferente, puesto que su oferta resultó rechazada por presentar multas ejecutoriadas en el certificado de la Inspección del Trabajo, que no fueron aclaradas satisfactoriamente. Cuarto: Que el Fiscal Regional del Ministerio de Obras Públicas de la Región de la Araucanía y el Director de Vialidad de la misma región, informaron y contestaron a fojas 58 y siguientes y fojas 190 y siguientes, respectivamente, solicitando, que la demanda sea rechazada, con costas, en mérito en los argumentos que exponen. Manifiestan que las contrataciones de ejecución de Obras Públicas se encuentran regidas por el Reglamento para Contratos de Obras Públicas, aprobado por Decreto Supremo del Ministerio de Obras Públicas, Nº 75 del año 2004, y por el Decreto con Fuerza de Ley Nº 850 de 1997, conocido como Ley de Caminos; hacen además presente que en los procedimientos de licitación pública deben resguardarse dos principios básicos, cuales son, la igualdad de los oferentes y el apego estricto a las bases. De las Bases Administrativas Generales de licitación, citan su artículo 71-DOCH que exige, para la validez de la oferta, certificados de deudas comerciales y financieras del Boletín Informes Comerciales; Certificado de Deudas Laborales de la Dirección del Trabajo y certificado de deudas tributarias de la Tesorería General de la Republica, obtenidos dentro de los diez días anteriores a la fecha de apertura de las propuestas; y que, en el caso que dichos certificados indiquen la existencia de alguna deuda morosa o documentos protestados y no aclarados, la oferta será desechada. Además, señalan, en las Bases Administrativas Especiales de la licitación, en su artículo 16 letra a) DOC H), se exigía presentar en original certificado de deudas Comerciales, emitidas por los organismos legalmente autorizados; certificado de deudas laborales de la Dirección del Trabajo y certificado de deudas tributarias de la Tesorería General de la Republica, y se agregó que “En caso de en que cualquiera de los certificados señalados indiquen la existencia de deuda morosa o documentos protestados y no aclarados, cualquiera sea su origen, la oferta será desechada “. Y en caso de tener deuda fiscal morosa, deberá presentar copia legalizada del Convenio o Comprobante de pago total ante la Tesorería General de la República. Siguiendo su razonamiento, los funcionarios informantes discurren y se explayan en el análisis e interpretación del artículo 1551 del Código Civil, con el fin de precisar en qué momento o circunstancia el deudor se encuentra en mora de cumplir su obligación, extendiendo su estudio a los artículos 474 incisos 1º, 3º y 4º; 477, 478 y 481 del Código del Trabajo; a los artículos 169, 170 y 171 del Código Tributario y a los artículos 2º y 5º del DFL Nº 1 de 1994 –Ley Orgánica de la Tesorería General de la Republica-. Concluyen afirmando que, en su concepto, el oferente Sierra Nevada S.A. se encontraba en mora, dado que el Acta de Apertura de la licitación de que se trata, señala que ”La Comisión deja constancia que la empresa Sierra Nevada S.A. en su certificación de la Inspección del Trabajo presenta multas ejecutoriadas, no incluidas en el Boletín de Infractores”. Quinto: Que para resolver la disputa planteada es necesario dilucidar si los actos, hechos o resoluciones, que condujeron al rechazo de la propuesta del oferente demandante, son o no arbitrarios, dado que este es el primer reproche que se enuncia en contra de los recurridos. Al efecto, conviene precisar que lo arbitrario es aquello que se fundamenta en la arbitrariedad, esto es, aquel obrar asentado en la sola voluntad del autor sin sujeción a la razón, sino solamente en el capricho o querer del mismo y que conduce a una propuesta o solución inicua, contraria a la justicia y a la equidad; Sexto: Que de los antecedentes que obran en autos, especialmente el informe del Fiscal Regional del Ministerio de Obras Públicas, que sirvió de base a todas las exigencias que se le formularon e impusieron a la reclamante, antes de decidir el rechazo de su proposición, se desprende que existió el ánimo de obtener de éste, una comprensión de las normas reglamentarias y legales en que apoyaban las exigencias que se le formulaban, no tanto para afirmar el rechazo sino para que aceptara y mejorara su situación, respecto de aquellas multas que figuraban con el carácter de resoluciones de deudas ejecutoriadas que registraba el certificado de deudas laborales. Por otra parte, dicho informe revela un estudio acucioso, serio y responsable de las normas legales y reglamentarias, sin perjuicio de compartir o no las conclusiones que allí se contienen; Séptimo: Que por lo razonado precedentemente, resulta forzoso desechar la argumentación de capricho arbitrariedad y aún de irracionalidad moral invocada por la actora, dado que, las autoridades reclamadas no incurrieron en aquellas faltas y, por el contrario, reflexionaron lógica y coherentemente y hasta con persuasión, para fundamentar el rechazo que por esta vía reclama la demandante; Octavo: Que, prosiguiendo el análisis de los hechos expuestos en la demanda y en las etapas de desarrollo de este procedimiento, es dable entrar al estudio de las disposiciones reglamentarias y legales que se han debatido en autos. Así, debemos destacar en primer término lo que al efecto disponen las Bases Administrativas Generales de la licitación impugnada. Dicha preceptiva, en su artículo 71 DOC H), ordena que el proponente debe acompañar certificados -que en el caso interesan- de deudas laborales de la Dirección del Trabajo y de deudas tributarias de la Tesorería General de la Republica, prescribiendo que en el evento en que éstos indiquen la existencia de deuda morosa, la oferta será desechada. Por su parte, el artículo 16 letra A de las Bases Administrativas Especiales DOC H), agrega que debe acompañarse certificado de deudas laborales de la Dirección del Trabajo y Certificado de Deudas Tributarias de la Tesorería General de la Republica y que, en caso de que algunos de ellos indique la existencia de deuda morosa o documentos protestados y no aclarados, cualquiera que sea sus origen, la oferta será desechada. En el caso de deuda fiscal, el precepto reglamentario otorga al oferente la posibilidad de presentar copia legalizada de Convenio o Comprobante de Pago total. Igualmente, debe tenerse presente la observación estampada en el Acta de Apertura de la licitación en que se deja constancia que Constructora Sierra Nevada S.A. presentó en el certificado de deudas laborales –Nº 0901/2007/4151- cinco multas ejecutoriadas que no figuran en el Boletín de Infractores. Por esta situación se produce el antagonismo entre la sociedad oferente y el organismo que debe decidir la licitación y que se refiere al alcance que se le debe conceder a la observación ya referida escrita en el Acta de Apertura de las propuestas; Noveno: Que así las cosas, resulta esencial establecer el momento en que un deudor se encuentra en mora por el no pago de una multa administrativa por infracción a las leyes laborales y previsionales, como en el caso de marras. Al respecto, es dable manifestar que no existe norma especial que así lo establezca, por lo que se hace forzoso aplicar supletoriamente las normas del Código Civil. El artículo 1551 del Código citado –inserto en el Título XII “Del efecto de las obligaciones” de su Libro Cuarto- dispone que: “El deudor está en mora: 1º Cuando no ha cumplido la obligación dentro del término estipulado, salvo que la ley en casos especiales exija que se requiera al deudor para constituirle en mora; 2º Cuando la cosa no ha podido ser dada o ejecutada sino dentro de cierto espacio de tiempo, y el deudor lo ha dejado pasar sin darla o ejecutarla; 3º En los demás casos, cuando el deudor ha sido judicialmente reconvenido por el acreedor.”. Con todo, atendido el contexto de las normas citadas y los planteamientos expuestos por las partes en el proceso, debemos estarnos a la norma general establecida en el numeral tercero antes transcrito, es decir, el acreedor debe pedir que se declare que el deudor ha incurrido en mora de cumplir y, mientras no se efectúe este reclamo en la forma señalada, no se configura el atraso, puesto que la obligación de pagar una multa derivada de una infracción laboral no tiene señalada en la ley una fecha determinada para su cumplimiento. Lo anterior se reafirma teniendo presente que no existe norma legal que considere en mora al deudor por el mero el hecho de encontrarse ejecutoriada una multa que ha sido cursada por la autoridad administrativa del trabajo. Tal situación la refleja el mismo legislador laboral, cuando trata del procedimiento ejecutivo en este tipo de causas, circunstancia que también se evidencia de la respuesta de la Tesorería General de la República al interesado Sierra Nevada S.A., en el Ord. N° 97 de fecha 16 de mayo de 2007, acompañado a fojas 16 de autos, como asimismo en la respuesta que el Inspector del Trabajo de San Carlos entregó a la impugnante y que rola a fojas 17. Es necesario recordar, entonces, que nos encontramos frente a un documento que da cuenta de multas ejecutoriadas impuestas por la autoridad administrativa, las que, sin embargo, no figuran contabilizadas en el rubro de deuda previsional o Boletín de Infracciones. Además, el Código del Trabajo, en el artículo 474, en su inciso tercero, otorga mérito ejecutivo la resolución ejecutoriada que aplica multa administrativa por infracciones a la legislación laboral y de Seguridad Social, ordenando que su cumplimiento se persiga de oficio por el tribunal que corresponda y; en su artículo 460, letra a), dispone que la ejecución de las resoluciones dictadas en los procedimientos laborales se sujetarán a las normas del Título XIX, del Libro I del Código de Procedimiento Civil con las modificaciones siguientes: “… a) el procedimiento incidental de que tratan los artículos 233 y siguientes del Código de Procedimiento Civil, tendrá lugar siempre que se solicite el cumplimiento de una sentencia ante el tribunal que la dictó, dentro de los sesenta días contados desde que la ejecución se hizo exigible”. A su vez, el artículo 233 del Código de Procedimiento Civil, al tratar el cumplimiento de las sentencias ante el mismo tribunal que las dictó, prescribe en su inciso primero, que: “Cuando se solicite la ejecución de una sentencia ante el tribunal que la dictó, dentro del plazo de un año contado desde que la ejecución se hizo exigible, si la ley no ha dispuesto otra forma especial de cumplirla, se ordenará su cumplimiento con citación de la persona en contra de quien se pide. “ y; en su inciso segundo agrega: “Esta resolución se notificará por cédula al apoderado de la parte. El ministro de fe que practique la notificación deberá enviar la carta certificada que establece el artículo 46 tanto al apoderado como a la parte. A esta última, la carta deberá remitírsele al domicilio en que se le haya notificado la demanda. En caso que el cumplimiento del fallo se pida contra un tercero, éste deberá ser notificado personalmente.”. Décimo: Que de acuerdo al análisis anteriormente pormenorizado, cabe concluir que respecto de la morosidad en el pago de las multas por infracción a las leyes y reglamentos laborales y previsionales, no resultan aplicables las normas que regulan el cobro de deudas fiscales, contenidas tanto en el Código Tributario como en la Ley Orgánica de la Tesorería General de la República, en razón que éstas deben perseguirse aún de oficio, mediante el procedimiento descrito precedentemente. Esta situación se encuentra confirmada con el certificado acompañado oportunamente por el oferente a su propuesta, cuya copia rola a fojas 11, donde el citado organismo asevera que “No hay deudas para RUT ingresado, en nuestra base de datos”. Decimoprimero: Que, de acuerdo a lo expresado anteriormente, se puede establecer fehacientemente que el demandado, esto es, el Director Regional de Vialidad respectivo, incurrió en una ilegalidad al excluir y no considerar la propuesta del demandante Sierra Nevada S.A., no obstante que ésta presentaba una mejor y conveniente oferta económica, al estimar erradamente y con infracción de derecho, que se encontraba en mora de pago de deudas laborales y previsionales. Decimosegundo: Que, pese a lo anterior, se rechaza en todo lo demás dicha demanda, especialmente en cuanto la actora solicita que se le adjudique el contrato de obra pública antes referido, teniendo en cuenta, en especial, las razones expuestas en el Informe emitido por el Fiscal del Ministerio de Obras Públicas que rola a fojas 8 y siguientes del Cuaderno “Suspensión de Procedimiento”, precisamente, en los acápites designados con las letras d), e), f), g), h) y i). En efecto la ilegalidad se produce debido a que la entidad licitante no dio cumplimiento al principio de estricta sujeción a las bases de licitación, contenido en el artículo N° 10 inciso 3° de la Ley 19.886, en cuanto establece que los procedimientos de licitación se realizarán con estricta sujeción, de los participantes y de la entidad licitante, a las bases administrativas y técnicas que la regulen. Decimotercero: Que, aparte de lo anterior, tampoco se accederá a lo pedido en la demandada en la parte en que se solicita que este órgano jurisdiccional adjudique a la demandante la licitación materia del juicio, desde que este Tribunal carece de competencia para abocarse a una actividad de carácter administrativo, cuya ejecución corresponde exclusivamente a los órganos que componen la administración del Estado. Así se desprende el claro tenor de los artículos 6° y 7° de la Constitución Política de la República, en relación a los artículos 1°, 3° inciso 3°, 16 y 24 de la Ley 19.886 Decimocuarto: Que las consideraciones y conclusiones a que este Tribunal ha arribado precedentemente, no resultan alteradas con el análisis de las demás pruebas allegadas a este proceso. Decimoquinto: Que, resuelta la controversia, y a fin de cumplir con plenitud el mandato contemplado en el artículo 26° de la Ley N° 19.886, resta por determinar en esta sentencia las medidas que deberá disponer este tribunal para restablecer el imperio del derecho, para lo cual reiteraremos, casi con las mismas palabras, los fundamentos que respecto a esta materia hemos consignado en otros fallos recaídos en juicios de impugnación. Decimosexto: Que, en la perspectiva antes señalada, en silencio de la ley, es dable señalar que los arbitrios que en este procedimiento especial pueden adoptarse para conseguir el restablecimiento del orden jurídico quebrantado, corresponden a aquéllos que este órgano jurisdiccional determine de acuerdo a sus propias y exclusivas atribuciones. Decimoséptimo: Que, tal como consta de los instrumentos agregados al proceso, se encuentra acreditado en esta causa que en el procedimiento administrativo que es materia de la demanda, se adjudicó la licitación a Justo Scweitzer Aravena, tercero ajeno al juicio, y que habiéndose perfeccionado dicho acto se han originado derechos y obligaciones recíprocos y situaciones jurídicamente consolidadas, en particular las derivadas del contrato suscrito entre las partes, para proveer el servicio requerido. Decimoctavo: Que, según se desprende del artículo N° 26 de la Ley 19.886 de “Bases sobre contratos administrativos de suministro y prestación de servicio”, la declaración judicial de arbitrariedad e ilegalidad de una acción u omisión no produce por sí misma un efecto anulatorio, ya que se establece que el Tribunal en su caso ordenará, las medidas que sean necesarias para restablecer el imperio del derecho. Es decir, ha quedado entregada al juez la facultad de disponer las providencias o medidas que estime procedente, según las circunstancias de cada caso, para el restablecimiento del orden jurídico. Decimonoveno: Que, además, en la situación que aquí nos preocupa, no caben dudas respecto a que la declaración de nulidad lesionaría derechos adquiridos legítimamente por el adjudicatario, (de todos modos, amparados en su ejercicio por una garantía constitucional expresa, como es la contenida en el artículo 19 número 24 de la Constitución Política de la República) quién resulta ser un tercero que no ha sido parte en este juicio, respecto de quién, además, no se ha demostrado que de algún modo haya intervenido en el acto ni contribuido a causar la ilegalidad declarada, ni que haya existido mala fe en su obrar en el proceso a que dio origen la propuesta pública. Vigésimo: Que, aparte de lo anteriormente razonado, también es posible afirmar que tratándose de situaciones reguladas por el Derecho Público, no resulta posible la aplicación lisa y llana de las normas que rigen los efectos de la declaración de nulidad de los actos y contratos de orden privado. En efecto, en el caso que nos preocupa, es un órgano de la Administración del Estado el que ha intervenido como parte en el contrato de suministro de un servicio, y es éste conjuntamente con su contratante quien resultaría afectado por la declaración de nulidad del acto adjudicatorio que resolvió la licitación. De modo que, siendo así, es obvio que es el interés público el que aparece directamente comprometido y obligado en el acto, en función de cumplir dicho organismo con la necesidad de satisfacer una necesidad pública. Vigésimo primero: Que, lo anterior no significa eximir de responsabilidad a los órganos de la Administración del Estado y a los agentes que han concurrido a la ejecución del acto administrativo que ha merecido simplemente la calificación de arbitrario o ilegal, puesto que, según lo que se expresará en lo resolutivo de este fallo, y conforme a lo que previenen las demás disposiciones legales que dentro de nuestro ordenamiento jurídico regulan estas materias, aquellos interesados que con ocasión del agravio han sufrido perjuicios podrán entablar, ante el tribunal que sea competente, las acciones indemnizatorias que crean corresponderles; y además, recabar a las autoridades que ejercen control jerárquico o jurisdiccional sobre los mismos, adopten las medidas correccionales que procedan y las que sean conducentes a sus particulares intereses. Por estas consideraciones, disposiciones legales citadas y visto, además, lo dispuesto en los artículos 1, 6 y 27 de la Ley 19.886; 138, 144 y 170 del Código Civil, SE RESUELVE: Que se acoge la demanda incoada a fojas 1, sólo en cuanto se declara ilegal la Resolución N° 0052 de 6 de julio de 2007, dictada por el Director de Vialidad de la IX Región, que adjudicó el contrato signado como CG N°01/2007, a Justo Schweitzer Aravena en la licitación pública llamada para el “Contrato de Conservación Global de Caminos Cordillera de Nahuelbuta Poniente”, quinta etapa, provincia de Malleco, comunas de Angol, Los Sauces, Purén, Collipulli, y Reinaco, IX Región, llevado a cabo por la Dirección de Vialidad de la Región señalada. Se rechaza, en todo lo demás dicha demanda, especialmente en la parte en que la demandante solicita que se le adjudique el contrato de obra pública antes referido. No se condena en costas a la demandada, por estimar que tuvo razones plausibles para litigar. Todo lo anterior, sin perjuicio de los derechos que a la demandante le correspondan para accionar en la sede jurisdiccional que la ley establece. Regístrese y devuélvase con sus agregados. Notifíquese por cédula. Redacción a cargo del Abogado (S) Sr. Jorge Medina Cuevas. Rol Nº 40-2007. Pronunciado por los Jueces don Roberto Jacob Chocair, Luisa Astrid Larson Briceño y Jorge Medina Cuevas. Autorizado por el Secretario de este Tribunal, Sr. Felipe Olmos Carrasco.