14 viernes 11 de marzo del 2016 Gestión propuesta para el debate electoral Nicolás Zevallos y Jaris Mujica, Escuela de Gobierno y Políticas Públicas de la PUCP - CIES (In) seguridad ciudadana: estrategias para reducir la violencia cotidiana La propuesta de los autores en seguridad ciudadana abarca diversos campos, desde generar información para monitorear los avances o retrocesos de la política criminal hasta devolverle a la ciudadanía la confianza en las instituciones. T res ideas centrales contiene la propuesta de política presentada en el documento “Seguridad ciudadana”(*), de Nicolás Zevallos y Jaris Mujica, del Laboratorio de Criminología de la Pontificia Universidad Católica del Perú: i) la inseguridad está asociada no solo al crimen, sino a diversos fenómenos, como la inseguridad vial y el acoso sexual callejero; ii) una estrategia de seguridad ciudadana no puede concentrarse solamente en el combate del crimen, sino que debe considerar todos los fenómenos que implican la inseguridad en la vida de las personas; iii) la victimización criminal se concentra en ciertos delitos (delitos patrimoniales, delitos sexuales), por lo que se requieren estrategias específicas para estos fenómenos. Los datos disponibles muestran que en el año 2013 el 67.7% de las denuncias fueron por delitos patrimoniales, especialmente hurtos y robos (con tasas mayores a 250 denuncias por cada 100,000 habitantes). Las lesiones representaron el segundo delito más extendido (10.7%) y le siguieron las violaciones sexuales (3.9%). Asimismo, actualmente la accidentabilidad vial tiene tasas mayores a 300 accidentes de tránsito por 100,000 habitantes y, en algunos años, se ha llegado a una tasa de mortalidad por accidente de tránsito mayor a 10 por 100,000. Las denuncias asociadas al crimen organizado todavía representan un porcentaje pequeño en el Perú; sin embargo son de gran impacto mediático y algunas evidencias hacen entrever que podría haber cierto aumento. Opciones para contrarrestar el delito El diagnóstico de la investigación USI Se debe crear un programa piloto de integración de la PNP y Serenazgo en distritos con alta incidencia delictiva. “Objetivos básicos: reducir el porcentaje de victimización en delitos patrimoniales y sexuales; reducir la brecha entre victimización y denuncias; desarrollar un sistema de justicia capaz de atender el volumen de denuncias, investigarlas y resolverlas”. propone que la inseguridad puede entenderse a partir de tres elementos: 1) el delito y la victimización (el crimen), 2) el desorden social (violencia no criminal), y 3) el miedo al crimen y la desconfianza ciudadana. A partir de esto se proponen tres opciones de política para el periodo de gobierno 2016-2021, con las que se busca alcanzar objetivos básicos: reducir el porcentaje de victimización en delitos patrimoniales y sexuales, reducir la brecha entre victimización y denuncias, desarrollar un sistema de justicia capaz de atender el volumen de denuncias, investigarlas y resolverlas. La opción de política 1, con alcance de corto plazo, tiene como objetivo general incrementar la capacidad efectiva de control de riesgos operativos y amenazas generales a la seguridad ciudadana. Uno de los objetivos específicos es que los operadores de seguridad y justicia (PNP, Fiscalía, Poder Judicial) aumenten su capacidad de respuesta. Igualmente, se requiere ampliar la capacidad de controlar y fiscalizar el uso organizado y formal del espacio público. También se considera necesario reducir el tiempo de respuesta y mejorar la calidad de atención de los servicios de seguridad y justicia. La opción de política 2 tiene una perspectiva de mediano plazo (primer año) y su objetivo general es re- ducir la incidencia de riesgos operativos y amenazas prioritarias a la seguridad ciudadana. Se propone mejorar la capacidad de respuesta de los operadores de seguridad y justicia ante fenómenos delictivos prioritarios: delitos patrimoniales, delitos sexuales, y reducir la incidencia de vulneraciones asociadas al uso no ordenado de espacios públicos. El objetivo asociado al miedo que genera el alto grado de delincuencia apunta a lograr una mayor confianza de los ciudadanos en los servicios de seguridad y justicia. La opción 3 tiene una proyección de largo plazo (a cinco años). Su objetivo general es reducir el impacto de los riesgos estructurales, asociados a amenazas generales a la seguridad ciudadana. Para ello se plantea reducir las vulnerabilidades socioeconómicas (pobreza, desigualdad de género, necesidades básicas insatisfechas, baja educación). También se propone mayores oportunidades para concretar programas educativos de calidad, dotar de mejores condiciones de empleo formal y el ingreso de jóvenes a la PEA. Asimismo, se requiere ampliar la cobertura y eficacia de la atención de los servicios públicos. Hoja de ruta por el bienestar A corto plazo (primeros 100 días), el documento plantea centrar esfuerzos en producir información para la toma de decisiones. Así, se propone la implementación efectiva del Observatorio Nacional del Crimen y la creación de la Encuesta Nacional de Victimización (que complemente y amplíe los datos que se producen por la Encuesta Nacional de Programas Estratégicos – Enapres) y que se logren integrar los sistemas de información de operadores de seguridad y justicia. Esto es fundamental, pues sin información rigurosa y verificable, no es posible monitorear los avances o retrocesos en el combate contra la inseguridad, y tampoco es posible evaluar con claridad el impacto de las políticas sobre el tema. Es importante recordar que las cifras producidas en el país (Policía y Ministerio Público, por ejemplo) muchas veces evidencian desfases y muestran poca calidad en los datos. Asimismo, la Enapres, que es un importante avance para recoger datos sobre victimización, no tiene las dimensiones de las encuestas nacionales de victimización que se hacen en otros países de la región. Sin información básica, no sabremos qué es lo que impacta y qué no. Al primer año, la información debe servir para implementar programas piloto de respuesta a fenómenos prioritarios. Por ejemplo, un programa piloto de integración de la PNP y Serenazgo en distritos con alta incidencia delictiva, un programa de control de armas en situación irregular, otro de prevención de violación sexual en la adolescencia temprana, entre otros. A largo plazo (cinco años de gestión) se plantea extender los programas piloto a otros lugares del país. (*) Documento de Política elaborado por el Proyecto CIES Elecciones Perú 2016: Centrandoeldebateelectoral, enalianza con la EG-PUCP y el CIUP.