Comentario de Descartes FRAGMENTO “Pero, inmediatamente después, advertí que, mientras deseaba pensar de este modo que todo era falso, era absolutamente necesario que yo, que lo pensaba, fuese alguna cosa. Y dándome cuenta de que esta verdad: pienso, luego soy, era tan firma y tan segura que todas las más extravagantes suposiciones de los escépticos no eran capaces de hacerla tambalear, juzgué que podía admitirla sin temor alguno de errar como el primer principio de la filosofía que yo indagaba.” COMENTARIO B) Nos encontramos ante un fragmento que pertenece a la obra de Descartes, Discurso del Método, un libro de carácter autobiográfico escrito en primera persona en el que Descartes expone la metodología correcta para dirigir de forma adecuada su conocimiento. Este fragmento en concreto pertenece al capítulo cuarto. En él, Descartes expone cómo ha conseguido llegar a la deducción de una verdad de la que no se puede dudar, se trata de una verdad completamente evidente: el hecho de que piensa y duda, lo que implica a su vez el hecho de su existencia. Esta primera verdad se representa en la frase a la que Descartes hace mención en el texto: “Pienso, luego soy”. Para entender la temática del texto en su plenitud, es necesario diferenciar y explicar dos cuestiones íntimamente relacionadas con ella. En primer lugar, hemos de preguntarnos ¿por qué necesitaba hallar Descartes esa verdad indudable? ¿Por qué quería llegar a una primera certeza? Para contestar a esta primera cuestión, procederemos a hablar del objetivo de Descartes. - El objetivo principal de Descartes era la búsqueda de un método, Descartes buscaba establecer un conjunto de verdades, un sistema filosófico, que fuera absolutamente fiable. El método era necesario para llegar a afianzar todos los conocimientos y primicias que establecía la filosofía, era necesario para evitar que los sistemas filosóficos fracasasen y para guiar la reflexión filosófica, un método que pudiera hacer llegar a la verdad absoluta sin posibilidad de error. En segundo lugar, ¿cómo ha llegado hasta ella? Pues bien, para contestar a esta segunda cuestión procederemos a explicar que ha llegado hasta ella a través de un método: - El método en cuestión presenta una serie de características: la primera de ellas es que es un método único y universal, pues Descartes quería emplear ese método para una filosofía única y universal; la segunda de sus características es que es un método inspirado en las matemáticas, ya que Descartes se siente atraído por ellas debido a que ofrecían un modelo de claridad y de certeza, de deducción ordenada que no tenía la filosofía; la tercera característica es que las operaciones del método son intuición y deducción, pues el método matemático consiste en la deducción a partir de unos principios evidentes. Sostenía que la mente posee la capacidad natural de efectuar dos operaciones: la intuición y la - deducción. Por otra parte, el método también tiene unas reglas, de entre ellas la primera regla se basa en la evidencia. Esta regla nos dice que hay que admitir sólo aquello que se presenta a nuestra inteligencia con tal claridad que no quepa la menor duda; la segunda regla se centra en el análisis, que consiste en descomponer los múltiples datos del conocimiento en sus elementos más simples; la tercera regla se sostiene sobre la síntesis, en la que se comienza por las preposiciones más simples que se intuyen, para proceder entonces a deducir de manera ordenada; y la cuarta y última regla se basa en la enumeración, dentro de la cual se revisará todo el proceso para asegurar que no se omite nada. La aplicación de este método en cuestión ha tenido como punto de partida la duda metódica. Descartes decía que había que comenzar dudando para poder llegar a una idea que sea del todo evidente. Así pues, pensó que como paso previo para su búsqueda, era necesario dudar de todo lo que se pudiera dudar. De este modo, la duda es: - En primer lugar, universal: hay que dudar de todo. En segundo lugar, metódica: La duda es un instrumento para alcanzar la - verdad y un método para encontrar una filosofía cierta y segura. En tercer lugar, teorética: la duda se aplica a las teorías. Y, por lo tanto, ¿de qué se duda? - Se duda de los sentidos, ya que algunas veces nos engañan y nos llevan a error. Se duda del mundo exterior, Descartes sostiene que no se puede estar seguro de que existan cosas, ya que hay ocasiones en que se confunde el sueño con la - vigilia. Se duda de los propios razonamientos, pues el propio entendimiento se puede equivocar cuando razona, incluso se puede dudar de los razonamientos matemáticos. Finalmente, se da el resultado de la duda: pienso luego existo o cogito ergo sum. El tema del fragmento del texto se centra en este apartado, por lo que procederemos a explicarlo detalladamente para su compresión. Con la duda, Descartes ha barrido todas las opiniones, ha dejado en suspenso toda certeza, excepto las verdades de la fe y las normas de la moral para “seguir viviendo”. Pero es en ese momento de duda profunda cuando surge como una iluminación la primera certeza. Por tanto, hay una certeza de la que es imposible duda: el hecho mismo de que estoy dudando. En el “Cogito ergo sum” encuentra Descartes el principio buscado, la base firme sobre la que construir la filosofía científica universal, la verdad indudable de la que va a deducir todas las demás verdades. Es una idea clara y distinta. Así pues, Descartes quiere dejar claro que el “cogito ergo sum” es una idea que se impone con evidencia inmediata, sin necesidad de ningún razonamiento. C) Acabamos de explicar que esa primera verdad a la que Descartes llega y que se expone en el texto (cogito ergo sum) se constituye en la primera verdad sobre la que se va a deducir el resto de la realidad. Por tanto, para clarificar y justificar en su totalidad lo relacionado con la temática del texto, principiaremos a explicar lo que Descartes va a construir sobre su primera certeza. En su deducción de la realidad, Descartes ha encontrado la primera realidad de la que pueda partir la deducción del resto de la realidad. Ha encontrado un criterio de certeza para distinguir lo verdadero de lo falso. El primer momento de la deducción es la “res cogitans” (sustancia pensante), en el que Descartes cree que la sustancia pensante es el alma inmortal. La res cogitans es la realidad primera de la que ha de partir la deducción filosófica, la deducción de la realidad exterior al pensamiento tendrá que partir de las ideas que encontremos en nuestro pensamiento, a las que aplicaremos el criterio de verdad (claridad y distinción). El segundo momento de la deducción pasa de la res cogitans a la res infinita. (De la sustancia pensante a la sustancia infinita). En él, Descartes encontraba que cada persona tiene en su entendimiento, además de la idea “pienso luego existo”, la idea de infinitud, de algo infinito. Descartes llega a la conclusión de que la idea de lo infinito sólo puede proceder de un ser infinito, es decir, de Dios. Además, Descartes ofrece dos argumentos para deducir la existencia de Dios: 1. La existencia es una perfección. Dios es un ser perfecto. 2. La existencia pertenece a la naturaleza de Dios. Por lo tanto, necesariamente, Dios existe. El tercer y último momento de la deducción pasa de la res infinita a la res extensa. (De la sustancia infinita a la sustancia extensa). Para demostrar la existencia del mundo exterior, Descartes recurre a la existencia de Dios. Sostiene que Dios no puede permitir que nos engañemos al creer que el mundo existe, por tanto, el mundo existe. Por otra parte, Descartes concibe el mundo como una máquina: todo se reduce a materia y movimiento, y la materia, a su vez, no es otra cosa que extensión.