I El valor de mercado en la venta de existencias Ficha Técnica Autora: Cynthia P. Oyola Lázaro(*) Título : El valor de mercado en la venta de existencias RTF N.°: 05578-5-2014 Fuente: Actualidad Empresarial Nº 325 - Segunda Quincena de Abril 2015 1.Introducción Con la intención de evitar perjuicios fiscales, el Estado ha establecido en nuestra legislación impositiva directivas específicas para determinar el valor de mercado en las operaciones comerciales que impliquen la venta de bienes o prestación de servicios. Es así que fundamentalmente los artículos 32 y 32-A de la Ley del Impuesto a la Renta, exige que las operaciones que efectúen los contribuyentes se realicen a valor de mercado, y para ello regula la forma de determinarlo y faculta al ente fiscalizador para realizar los ajustes correspondientes, de modo que la operación tribute sobre el valor considerado como de mercado, situación que hoy en día viene generando no pocas controversias con la SUNAT durante los procedimientos de fiscalización. Es así que pasaremos a analizar la Resolución del Tribunal Fiscal N.º 05578-5-2014, que establece los lineamientos a tener en cuenta cuando se aplique las reglas de valor de mercado en la venta de existencias, establecida en el artículo 32 de la Ley del Impuesto a la Renta. 2. Hechos relevantes del caso Mediante Requerimiento N.º 1922050000112, notificado el 18 de noviembre de 2005, la Administración solicitó al recurrente que sustentara el reparo por adición a la base imponible del impuesto general a las ventas de enero a diciembre de 2003 e impuesto a la renta del ejercicio 2003, al haberse determinado que el valor de venta (caja de 12 botellas de cerveza Cristal de 620 ml ) consignado en las boletas de venta que se detallan en el Anexo N.º 01 del citado requerimiento no se ajustaban al valor de mercado y no eran fehacientes, porque sus valores eran inferiores a las operaciones con terceros, consignadas en otras facturas emitidas respecto al mismo bien y en las mismas condiciones. N.º 1922050000112, la Administración indicó que si bien como alega el recurrente, en una transacción comercial normal los valores de venta de un mismo producto puedan ser diferentes, considerando si estas son realizadas en el domicilio fiscal del contribuyente (depósito), o en los domicilios de los clientes, por el costo del transporte o si son vendidas a otros contribuyentes para que estos los vuelvan a vender o si son vendidas a consumidores finales, lo cierto es que en los descargos prestados por el contribuyente, aquel no menciona la serie y número del comprobante de pago (facturas y boletas de venta) que podrían ser de diferentes domicilios. 3. Posición del recurrente Que el recurrente sostiene que el menor valor de venta consignado en las boletas de ventas con relación a otras facturas emitidas por la venta de iguales bienes, se debe a que en estas últimas se incurrió en mayores costos y/o gastos por concepto de reparto de mercadería que se realiza al domicilio de sus clientes, tales como la depreciación del vehículo de reparto, combustible, sueldo de chofer, manipuleo de las mercaderías, entre otras circunstancias normales de este tipo de negocio, y que todos esos desembolsos forman parte de valor de venta. 4. Posición de la Administración tributaria Por su parte, la Administración tributaria indica que producto del procedimiento de fiscalización iniciado al recurrente determinó el valor de mercado, tomando como referencia las operaciones de venta fehacientes de iguales bienes realizadas por el recurrente con terceros, contando para ello con valores del mismo mes de las operaciones; y que el recurrente no ha acreditado con documentación sustentatoria algún hecho que permitiera determinar la fehaciencia del valor de las operaciones reparadas. 5. Posición del Tribunal Fiscal Que en el punto 1.2 del Anexo N.º 01 del resultado del Requerimiento El Tribunal Fiscal revoca la Resolución de Oficina Zonal N.º 195-014-0000296 de fecha 18 de julio de 2007, en el extremo impugnado por subvaluación a efectos del impuesto a la renta e impuesto general a las ventas y las sanciones respectivas. (*) Abogada por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Cursante de la Maestría en Derecho Tributario de la Pontifica Universidad Católica del Perú. Ex Orientadora Tributaria de la División Central de Consultas de la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria - SUNAT. Asesora Tributaria en la Revista Actualidad Empresarial. Los considerandos de hecho y de derecho para resolver el caso materia de controversia, en específico centrándonos en el reparo por impuesto a la renta por subvaluación de valor de mercado N° 325 Segunda Quincena - Abril 2015 fueron los siguientes: Que el artículo 32 del Texto Único Ordenado de la Ley del Impuesto a la Renta aprobado por Decreto Supremo N.º 054-99-EF, sustituido por Ley N.º 27356, aplicable al caso de autos, señala que en los casos de ventas, aportes de bienes y demás transferencias de propiedad a cualquier título, así como prestación de servicios y cualquier otro tipo de transacción, el valor asignado a los bienes, servicios y demás prestaciones, para efectos del impuesto, será el de mercado; si el valor asignado difiere del de mercado, sea por sobrevaluación o subvaluación, la SUNAT procederá a ajustarlo tanto para el adquirente como para el transferente. Que el numeral 1 del citado artículo, sustituido por Ley N.º 27356, establece que se considera valor de mercado para las existencias, el que normalmente se obtiene en las operaciones onerosas que la empresa realiza con terceros o, en su defecto, se considerará el valor que se obtenga en una operación entre sujetos no vinculados en condiciones iguales y similares. En caso no sea posible aplicar los criterios anteriores, será el valor de tasación1. Que en virtud de lo expuesto, queda claro que la norma impone una obligación a los contribuyentes quienes son los llamados por ley a determinar en un primer momento la obligación tributaria, tomando en cuenta el valor de mercado, por lo que en el curso de un procedimiento de fiscalización, a fin de verificar el cumplimiento de lo dispuesto en el artículo 32 de la Ley del Impuesto a la Renta, la Administración estará facultada a solicitar a los contribuyentes que acrediten que el valor usado en la totalidad de sus operaciones o en algunas de ellas identificadas específicamente, se ajustan al valor de mercado, sin que necesariamente tenga que oponer algún valor de mercado. Es así que en un procedimiento de fiscalización, el contribuyente estará obligado a entregar información suficiente sobre las operaciones del periodo bajo cuestionamiento, identificando la forma como se determinó el valor de estas y acreditando que se ajustaron al valor de mercado, para 1 Cabe indicar que el actual artículo 32 de la citada Ley mantienen similar redacción cuando señala: En los casos de ventas, aportes de bienes y demás transferencias de propiedad, de prestación de servicios y cualquier otro tipo de transacción a cualquier título, el valor asignado a los bienes, servicios y demás prestaciones, para efectos del Impuesto, será el de mercado. Si el valor asignado difiere al de mercado, sea por sobrevaluación o subvaluación, la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria - SUNAT procederá a ajustarlo tanto para el adquirente como para el transferente. Para los efectos de la presente Ley se considera valor de mercado: 1. Para las existencias, el que normalmente se obtiene en las operaciones onerosas que la empresa realiza con terceros. En su defecto, se considerará el valor que se obtenga en una operación entre partes independientes en condiciones iguales o similares. En caso no sea posible aplicar los criterios anteriores, será el valor de tasación (…). Actualidad Empresarial I-23 Análisis Jurisprudencial Área Tributaria I Análisis Jurisprudencial lo cual tendrá que, en caso que contase con operaciones con varios clientes, ordenar todas ellas, agrupándolas, tomando en consideración todas las circunstancias comerciales que rodeó cada transacción y comparando todos los valores agrupados por circunstancias y categorías, demostrando que se ajustaron al o los valores de mercado que existiesen. Que si bien es razonable pensar que múltiples circunstancias pueden afectar el valor de venta de un bien y por ende su “valor de mercado”, la decisión final de qué variables lo alterarán y en qué magnitud, recae exclusiva y excluyentemente en el vendedor, por lo que, sin que este lo alegue y acredite oportunamente, no habrá forma de saber si efectivamente alguna específica condición afectó el valor de venta de sus bienes, ni cuál es la exacta magnitud en que se vieron afectados en un momento determinado. Que en este punto resulta fundamental precisar que no existen variables que deban ser consideradas como determinantes del valor de venta de un bien sin que el transferente identifique y acredite cuáles fueron estas. En dicho sentido, teniendo en consideración que cuando la norma señala que el valor de mercado, será para las existencias, el que normalmente se obtiene en las operaciones onerosas que la empresa realiza con terceros, o en su defecto, el valor que se obtenga en una operación entre sujetos no vinculados en condiciones iguales y similares, debemos entender, en primer lugar, que la normalidad a que hace referencia, involucra valores usados por los contribuyentes, con sus propios clientes, con mayor frecuencia, en operaciones realizadas bajo las mismas circunstancias económicas, es decir, descartando aquellas que correspondan a valores no usados con mayor frecuencia o en condiciones distintas y, en segundo lugar, que cualquier valor que se obtenga de operaciones entre terceros, involucra cualquiera que corresponda a la misma unidad de medida del mismo bien materia de la operación sujeta a análisis. Que en caso el contribuyente no presentase la información necesaria para que la Administración verifique el valor de mercado, el valor normal de una operación podría ser válidamente cualquiera obtenido de las propias operaciones de aquel, sea que se hubiese obtenido la información en forma directa del propio contribuyente o de terceros respecto de las operaciones de aquél, identificándose únicamente el bien materia de venta y una unidad de medida, o el mayor número de bienes enajenados, independiente del número de operaciones a que correspondan, respecto de una existencia en particular. Ahora solo cuando se requiriese información y esta fuese íntegramente entregada, I-24 Instituto Pacífico contándose con el detalle de las condiciones en que cada transacción se produjo y la documentación que así lo acreditase, la Administración, al oponer uno o varios valores de mercado, sea que hubiera sido obtenido de las propias operaciones del contribuyente o de una operación entre terceros independientes, tendrá la obligación de detallar las condiciones en que dichas transacciones se produjeron, listando todas en el lapso que haya elegido verificar, contrastando las que haya decidido observar con el o los valores que opone en condiciones iguales o similares, para posibilitar que aquellos puedan ser utilizados como base para el ajuste correspondiente y entender acreditado que la determinación de la obligación tributaria sobre base cierta se hizo tomando en cuenta el o los valores de mercado respectivos. Que en el caso de autos, se aprecia que la Administración consideró como valor de mercado diversos valores por la venta de cajas de 12 botellas de 620 ml de cerveza Cristal, contenidos en las facturas de venta emitidas por el propio recurrente, entre enero y diciembre de 2003, los cuales fueron comparados con los valores registrados en las boletas de venta emitidas en los referidos periodos; sin embargo, no obra en autos la documentación que permita acreditar que la Administración, con la finalidad de sustentar la presente acotación, hubiera utilizado el valor de mercado que correspondía, en los términos expuestos, a fin de realizar el ajuste materia de autos, pese a contar con la información necesaria, por lo que el reparo no está debidamente sustentado. 6.Comentarios En la resolución materia de comentario el Tribunal Fiscal ha desarrollado importantes criterios a tener en cuenta sobre las reglas del valor de mercado, las que pasamos a detallar a continuación: En primer lugar está la obligación del contribuyente de observar las reglas del valor de mercado, de acuerdo con el artículo 32 de la Ley del Impuesto a la Renta2, debiendo acreditar cuál es el valor normal al que se deben de ajustar las operaciones, tomando en cuenta las condiciones especiales que pudieran haber incidido en su formación, es decir, la carga de la prueba del valor de mercado será de cargo del contribuyente, el cual tendrá que informar de ser el caso en un proceso de fiscalización sobre las variables específicas y señalando en qué medida influyeron en el valor de ventas de sus existencias. Una de las formas de acreditar dichas variables sería mediante informes y documentos que demostrasen su política 2 Cabe indicar que cuando las operaciones se realizan entre partes vinculadas o se realicen con paraísos fiscales; el valor de mercado tiene una regulación particular, contemplada en el artículo 32-A de la LIR. de precios y descuentos, agrupando sus operaciones según las condiciones en que se hubieran producido. En segundo lugar, la resolución precisa que la Administración podrá exigir la sustentación de valor de sus operaciones sin que necesariamente pueda oponer un valor de mercado; de modo que si el contribuyente no acredita las variables que afectaron la determinación de los precios, nadie puede presumirlas. Exigir que se tomen en cuenta variables no alegadas y documentadas por el contribuyente (tales como volumen, pronto pago u otras condiciones de mercado) como determinantes en la fijación de los precios, no sería sostenible. Que del análisis de lo expuesto se desprende que el contribuyente no debe limitarse a actuar pasivamente frente a lo que alega en un procedimiento de fiscalización, sino que debe brindar la información detallada y documentadamente que permita identificar el o los valores de mercado de sus existencias, y de ser el caso desacreditar que el valor propuesto por la Administración no se ajusta a él, acreditando cuál es el o los valores de mercado de estas. En tercer lugar, se debe resaltar que el citado Tribunal indica que el valor de mercado que pudiese ser opuesto por la Administración en un procedimiento de fiscalización, podría, teóricamente, ser casi cualquiera, siempre y cuando fuese obtenido de las propias operaciones del contribuyente, o de terceros, si es que este, oportunamente, no alega ni acredita lo contrario. Es decir, si el contribuyente no presenta la información necesaria para establecer el valor normal de la operación, este podría ser cualquiera obtenido de las propias operaciones con aquel, para lo cual se tomará en cuenta el bien materia de venta, y unidad de medida o el mayor número de bienes enajenados, independientemente del número de operaciones que corresponda. Que en cualquier caso, en contraposición a la Administración, corresponderá al contribuyente presentar todos los medios de prueba a su alcance para demostrar lo contrario, es decir, si este cuestionara el o los valores de mercado propuestos, tendrá que desacreditar las conclusiones de aquella, acreditando que el o los valores de venta de sus existencias fueron otros y aun así se ajustaron al valor de mercado, presentando las pruebas que lo acrediten. Por ello debemos finalizar indicando que el deudor tributario no solo tiene la tarea de determinar la obligación tributaria que le pudiese corresponder, sino que tiene la permanente obligación de proveer a la Administración los elementos para que pueda verificar la determinación efectuada. N° 325 Segunda Quincena - Abril 2015