LA DOCTRINA JURISPRUDENCIAL DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL EN RELACIÓN A LA ÉTICA PROFESIONAL Y LA SANCIÓN DISCIPLINARIA DE LOS AGREMIADOS FERNANDO V. NUÑEZ PÉREZ1 1. LAS SANCIÓN DE LOS ILUSTRES COLEGIOS DE ABOGADOS EN LA FISCALIZACIÓN DE LAS CONDUCTAS ÉTICAS DE SUS AGREMIADOS. 1.1. EXP. Nº 3954-2006-PA/TC-LIMA-JOSÉ ANTONIO NICANOR SILVA VALLEJO: LA PREVIA SANCIÓN DISCIPLINARIA POR PARTE DEL CONSEJO NACIONAL DE LA MAGISTRATURA Y LA POSTERIOR SANCIÓN DEL ILUSTRE COLEGIO DE ABOGADOS DE LIMA DEL MISMO HECHO. “(…) 2. Al respecto este Colegiado de las alegaciones del demandante y los fundamentos de las resoluciones impugnadas, advierte que estas últimas se sustentan en valoraciones de todas las pruebas y las manifestaciones necesarias llegándose a la conclusión de que el recurrente ha infringido el Código de Ética del Colegio de Abogados del Cusco. Debe destacarse que la apreciación, fiscalización y sanción realizada por el Colegio de Abogados se enmarca en funciones distintas a las que se materializan a través de los procesos penales y civiles; por lo que el ejercicio de su labor de fiscalización de las conductas éticas de los abogados agremiados no supone la vulneración del principio de ne bis in ídem aun cuando los hechos hubieran merecido pronunciamientos jurisdiccionales. 3. En efecto la justificación última de la constitucionalización de los colegios profesionales radica en incorporar una garantía de estos, frente a la sociedad, en la medida en que los ciudadanos depositan su confianza en los agremiados, involucrando valores fundamentales, demandándose, por ello, el aseguramiento de la responsabilidad del profesional en el supuesto de que no actúe de acuerdo con lo que se considera por el propio grupo, de acuerdo con sus patrones éticos, como correcto o adecuado (Cfr. CALVO SÁNCHEZ, Luis. Régimen jurídico de los colegios profesionales. Madrid, Civitas, 1998, pp. 679.). 4. Así los colegios profesionales, en su rol de entes fiscalizadores, tienen la función de establecer, desde un punto de vista deontológico o ético, los parámetros del ejercicio profesional de sus agremiados, con la posibilidad de instaurar los procesos disciplinarios correspondientes a quienes incurran en inconducta o cometan actos contrarios a la ética profesional y a los principios y fines que como institución persigue, contando con la atribución de imponer las sanciones a quienes resulten responsables. 5. Respecto del caso concreto este Tribunal aprecia que la entidad demandada ha analizado el sustrato ético de los actos realizados por el demandante en lo que respecta a su labor profesional sobre la base de la denuncia de Gloria Dominga 1 Profesor de los cursos de Derecho Penal, Derecho Procesal Penal, Seminario de Derecho Procesal Penal y en el Curso Especial de Titulación por Exámenes-CETEX en la Facultad de Derecho de la Universidad de San Martín de Porres. Profesor de Derecho Penal Económico y de Práctica Procesal Penal en la Facultad de Derecho de la Universidad Particular San Juan Bautista. Docente en la Academia de Práctica Forense del Ilustre Colegio de Abogados de Lima. Acurio Bolívar y sustenta sus resoluciones en hechos y conducta del recurrente en torno a su ejercicio profesional vinculado a las operaciones de préstamos y contratos realizados entre ambos que tendrían implicancia en procesos en los que el actor actuaba como abogado de la denunciante, es en este sentido que sustentan su resolución de sanción en el Código de Ética del Colegio de Abogados del Cusco, específicamente en conductas y actos tendientes a realizar otras actividades procesales aparentemente ilícitas con el notorio propósito de perjudicar a otras personas u obtener ventajas indebidas en beneficio propio o del cliente; asimismo, la conducta considerada como éticamente reprochable por la demandada también es desatacada en los considerandos 4, 7 y 10 del auto de sobreseimiento de fecha 18 de setiembre de 2006 que corre a fojas 59 de autos. En consecuencia no se ha vulnerado los derechos constitucionales alegados”. 1.2. EXP. N° 3167-2004-AA/TC-LUIS SIXTO ACHAHUI LOAYZA: LA PREVIA SANCIÓN DISCIPLINARIA DE LA JUDICATURA ORDINARIA Y LA POSTERIOR SANCIÓN POR PARTE DEL ILUSTRE COLEGIO DE ABOGADOS DE LIMA DEL MISMO HECHO. “(…) 7. Lo que ha ocurrido, en el presente caso, es que el proceder del demandante ha dado lugar a una sanción administrativa del Poder Judicial, que a su vez configura una conducta que atenta contra el Código de Ética del Abogado; es decir no se trata de una sanción administrativa sino de una impuesta por un Colegio Profesional, en tanto que el proceder del demandante atenta contra los deberes del abogado en su ejercicio profesional. (…) 9. La finalidad de la sanción no es reparar el daño del denunciante pues ello no corresponde a los Colegios Profesionales sino al Poder Judicial, a través de los procesos civiles y penales correspondientes, sino desincentivar conductas que atenten contra el diligente ejercicio de la profesión del abogado, por lo que en el presente caso no se ha vulnerado el principio non bis in ídem”. 1.3. EXP. N° 02574-2008-PA/TC-CUSCO-FELICIANO TIMOTEO LATORRE DELGADO: LA FISCALIZACIÓN Y SANCIÓN REALIZADA POR EL ILUSTRE COLEGIO DE ABOGADOS DEL CUSCO COMO FUNCIÓN DISTINTA A LAS QUE SE MATERIALIZAN A TRAVÉS DE LOS PROCESOS PENALES Y CIVILES. “(…) 2. Al respecto este Colegiado de las alegaciones del demandante y los fundamentos de las resoluciones impugnadas, advierte que estas últimas se sustentan en valoraciones de todas las pruebas y las manifestaciones necesarias llegándose a la conclusión de que el recurrente ha infringido el Código de Ética del Colegio de Abogados del Cusco. Debe destacarse que la apreciación, fiscalización y sanción realizada por el Colegio de Abogados se enmarca en funciones distintas a las que se materializan a través de los procesos penales y civiles; por lo que el ejercicio de su labor de fiscalización de las conductas éticas de los abogados agremiados no supone la vulneración del principio de ne bis in ídem aun cuando los hechos hubieran merecido pronunciamientos jurisdiccionales. 3. En efecto la justificación última de la constitucionalización de los colegios profesionales radica en incorporar una garantía de estos, frente a la sociedad, en la medida en que los ciudadanos depositan su confianza en los agremiados, involucrando valores fundamentales, demandándose, por ello, el aseguramiento de la responsabilidad del profesional en el supuesto de que no actúe de acuerdo con lo que se considera por el propio grupo, de acuerdo con sus patrones éticos, como correcto o adecuado (Cfr. CALVO SÁNCHEZ, Luis. Régimen jurídico de los colegios profesionales. Madrid, Civitas, 1998, pp. 679.). 4. Así los colegios profesionales, en su rol de entes fiscalizadores, tienen la función de establecer, desde un punto de vista deontológico o ético, los parámetros del ejercicio profesional de sus agremiados, con la posibilidad de instaurar los procesos disciplinarios correspondientes a quienes incurran en inconducta o cometan actos contrarios a la ética profesional y a los principios y fines que como institución persigue, contando con la atribución de imponer las sanciones a quienes resulten responsables. 5. Respecto del caso concreto este Tribunal aprecia que la entidad demandada ha analizado el sustrato ético de los actos realizados por el demandante en lo que respecta a su labor profesional sobre la base de la denuncia de Gloria Dominga Acurio Bolívar y sustenta sus resoluciones en hechos y conducta del recurrente en torno a su ejercicio profesional vinculado a las operaciones de préstamos y contratos realizados entre ambos que tendrían implicancia en procesos en los que el actor actuaba como abogado de la denunciante, es en este sentido que sustentan su resolución de sanción en el Código de Ética del Colegio de Abogados del Cusco, específicamente en conductas y actos tendientes a realizar otras actividades procesales aparentemente ilícitas con el notorio propósito de perjudicar a otras personas u obtener ventajas indebidas en beneficio propio o del cliente; asimismo, la conducta considerada como éticamente reprochable por la demandada también es desatacada en los considerandos 4, 7 y 10 del auto de sobreseimiento de fecha 18 de setiembre de 2006 que corre a fojas 59 de autos. En consecuencia no se ha vulnerado los derechos constitucionales alegados”. 2. EL NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL EN RELACIÓN A LA CONDUCTA DE LOS FISCALES Y DE LOS ABOGADOS DEFENSORES. 2.1. EXP. N° 04814-2008-PHC/TC-HUAURA-EDUARDO REMI PACHAS PALACIOS: LA EXPULSIÓN DE UN FISCAL EN UNA AUDIENCIA DE PRISIÓN PREVENTIVA. “(…) 4. Que en el caso constitucional de autos, de fojas 118 a 129 y de fojas 130 a 146, obran las actas de transcripción de los videos que registran el desarrollo de la audiencia de prisión preventiva realizada el 3 de julio de 2008 a horas 3: 00 pm y 8:00 pm, respectivamente (Exp. N.º 2008-1033-25), de las que se aprecia que luego de haberse suspendido la audiencia de prisión preventiva en una oportunidad y ante las constantes interrupciones efectuadas por el recurrente en su condición de Fiscal del Tercer Despacho de Investigación de la Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Huaura, el juez emplazado ordenó que aquél sea retirado de las instalaciones de la Corte Superior de Justicia de Huaura, con las expresiones, “Señor retírese por favor (...). Policía verifique que el señor se retire de esta Corte (...) . De esta Corte”, lo que se tiene corroborado con las declaraciones del Jefe de Personal de la referida Corte, don Alfredo Randich Huapaya (fojas 70) y el SO1 PNP don Robert Raúl Cornelio Chafalote (fojas 106) quienes además manifiestan que le pidieron al doctor Pachas para que abandone la Corte, no habiendo presentado ninguna objeción, así como que en ningún momento ha sido arrestado. 5. Que sobre esta base, se advierte que lo que en puridad cuestiona el accionante es la procedencia de la decisión adoptada por el juez emplazado de ordenar su retiro no sólo de la Sala de Audiencias sino del local de la Corte Superior de Justicia de Huaura, aduciendo que ha sido dictada por el sólo hecho de haber dejado constancia de las graves irregularidades producidas en el desarrollo de la audiencia de prisión preventiva, actuación fiscal que, según refiere, no puede ser considerada como actos de perturbación a la actividad judicial; lo cual, como es evidente no puede ser resuelto en este proceso constitucional de la libertad por no ser la vía legal habilitada para ello y por cuanto además los hechos alegados de lesivos en modo alguno tienen incidencia negativa concreta sobre el derecho a la libertad individual o los derechos conexos a ella, de modo que lo pretendido resulta manifiestamente incompatible con la naturaleza de este proceso constitucional de hábeas corpus. 6. Que en efecto, así como el hábeas corpus no puede ni debe ser utilizado como un mecanismo legal para revisar la procedencia o no de una decisión judicial como la que aquí se cuestiona, y que estaría sustentada en la potestad disciplinaria que tiene todo juez respecto de la actuación de las partes que intervienen en una audiencia de prisión preventiva a la luz de lo dispuesto en los artículos I.3 y 364º del Nuevo Código Procesal Penal; tampoco, debe ser usado para cuestionar determinadas actuaciones que no están vinculadas con la posible afectación de los derechos fundamentales que conforman la libertad individual o los derechos conexos a ella; en todo caso, el recurrente tiene expedito su derecho para hacerlo valer en la forma y modo que corresponda”. 2.2. EXP. N° 06020-2008-PHC/TC-HUAURA-ALFREDO DELGADILLO FERNÁNDEZ: LA CONDUCCIÓN COMPULSIVA DE UN TESTIGO-ABOGADO A LA INVESTIGACIÓN PREPARATORIA. “(…) 7. Tal como se aprecia de la cédula de citación 4820-2008 de fojas 26, por la cual se le cita al actor por segunda vez para rendir sus declaraciones bajo apercibimiento de ser conducido compulsivamente, cédula que fue recepcionada debidamente con fecha 3 de setiembre de 2008, se infiere que la Fiscal basa la citación y conducción compulsiva en el artículo 164º, inciso 3 del Código Procesal Penal, que señala la citación en calidad de testigo, premunida de las facultades coercitivas que le otorga el artículo 66º inciso 2 del Código Procesal Penal. Además se desprende de la declaración de la demandada, que el actor tiene la condición de testigo. 8. Finalmente, respecto a la imposibilidad de declarar como testigo, amparándose en su calidad de abogado según lo indicado en el artículo 165º inciso a), este Colegiado considera que los descargos deben ser expresos al interior del proceso, así como las razones en que se fundamenta”. 3. LA DISTINTA NATURALEZA ENTRE EL PROCESO PENAL Y EL ÁMBITO ADMINISTRATIVO DISCIPLINARIO. 3.1. EXP. N.° 05480-2008-PA/TC-LIMA-EDUARDO PALACIOS VILLAR: EL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO DISCIPLINARIO ANTE EL CONSEJO NACIONAL DE LA MAGISTRATURA Y EL PROCESO PENAL POR EL MISMO HECHO. “(…) 4. Tal como ha sido desarrollado por este Tribunal en la STC N.° 094-2003-AA/TC, en criterio que resulta aplicable al caso de autos, “(...) lo que se resuelve en el ámbito administrativo disciplinario es independiente del resultado del proceso penal al que pudiera ser sometido un efectivo policial por habérsele imputado la comisión de un hecho penalmente punible; ello, debido a que se trata de dos procesos distintos por naturaleza y origen[...]; el Tribunal asume [...] que el proceso administrativo tiene por objeto investigar y, de ser el caso, sancionar una inconducta funcional, mientras que el proceso jurisdiccional conlleva una sanción punitiva que puede incluso derivar en la privación de la libertad, siempre que se determine la responsabilidad penal”. 5. En consecuencia lo alegado por el demandante carece de sustento, razón por la cual la demanda debe ser desestimada”.