Teorías y Políticas Económicas Externas

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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DE EDUCACION SUPERIOR
LA UNIVERSIDAD DEL ZULIA
NUCLEO COSTA ORIENTAL
PROGRAMA DE CIENCIAS ECONOMICAS Y SOCIALES
SUB−PROGRAMA DE ECONOMIA
CATEDRA: COMERCIO INTERNACIONAL
TEORÍAS Y POLÍTICAS
ECONÓMICAS EXTERNAS
CABIMAS, FEBRERO DEL 2007
1. Nociones Fundamentales de la Economía política Internacional
Economía política internacional, disciplina científica que analiza la interacción de la política en la economía
entre los Estados del mundo. La más importante de estas interacciones está relacionada con el comercio
internacional. Los estudiosos de la economía política internacional examinan también las relaciones
financieras, la política regional y la cooperación económica, la política medioambiental, los modelos de
inversión de las multinacionales, la ayuda extranjera y las relaciones entre las regiones ricas y pobres del
mundo.
En la década de 1990 el liberalismo ha prevalecido sobre el mercantilismo y el marxismo en los debates
académicos y políticos relativos a la economía política internacional. La expansión global del comercio
internacional, los negocios y el intercambio de divisas ha sustentado en gran parte el argumento liberal sobre
los beneficios que supone el libre comercio y los mercados abiertos. Pese a los problemas de los bienes
colectivos y otros obstáculos para la cooperación internacional, los gobiernos nacionales y las organizaciones
internacionales han encontrado formas eficaces de cooperación.
La economía política internacional se enfrenta a un buen número de retos en las próximas décadas. Aunque la
integración regional entre las distintas economías nacionales avanza, ha emergido también un potencial
divisor del mundo en tres bloques comerciales rivales: Europa, América y Asia. La cada vez mayor
interdependencia entre países ricos y pobres se ha convertido en una rémora mundial, generando un creciente
aislacionismo en Estados Unidos, xenofobia contra los inmigrantes en Europa y violentos movimientos
islámicos antioccidentales en Oriente Próximo y el norte de África. La estabilidad de la economía global
interdependiente se ha visto afectada también por la profunda crisis económica de la antigua Unión Soviética,
el deterioro social y económico de África y las oscilaciones de las principales economías latinoamericanas.
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Por último, debe citarse también la creciente resistencia planetaria a la globalización capitalista. Su expresión
más notoria, las multitudinarias manifestaciones que rodean a cualquier reunión de los grandes organismos
internacionales, son ya un factor influyente para los líderes del mundo.
2. Política Comercial
Los miembros del GATT estudiaron y propusieron medidas que minimizaran las barreras comerciales, tanto
las nuevas como las ya existentes, incluyendo la reducción de los aranceles a la importación, así como los
contingentes de importación, aboliendo los acuerdos comerciales preferentes entre los países miembros. Las
concesiones arancelarias se negociaban bajo el principio de reciprocidad. Una concesión arancelaria respecto
a un determinado producto se aplicaba a todas las partes contratantes, aunque se podía pedir una cláusula de
salvaguarda para retirar una concesión inicial en caso de que la reducción arancelaria provocara graves
problemas a la industria nacional. Una de las características fundamentales del GATT es el principio de no
discriminación comercial entre los países miembros. Todos los países adheridos al GATT acordaron una
política de nación más favorecida entre todos los miembros. Las naciones integrantes acordaron tratar a todos
los demás miembros de la misma manera. Todos los aranceles, reducidos o no, se incluían en esta política.
Los miembros del GATT persiguen, en teoría, la abolición de todas las barreras proteccionistas no
arancelarias. El primer intento de supresión de estas barreras se llevó a cabo durante las conversaciones de la
Ronda Kennedy (1964−1967). Durante las rondas Tokyo y Uruguay se volvió a insistir en la necesidad de
reducir estas barreras.
• Aranceles
El método más común para frenar las importaciones consiste en establecer aranceles, impuestos que gravan
los bienes importados. El arancel, pagado por el comprador del bien, eleva el precio de ese producto en el país
importador. Este aumento desincentiva la demanda de consumo de bienes importados, por lo que consigue
reducir de modo eficiente el volumen de importaciones. Los impuestos percibidos aumentan los ingresos del
Estado. Además, los aranceles constituyen un subsidio encubierto para las industrias competidoras de
productos importados; cuanto mayor sea el precio resultante de la aplicación del arancel, mayor será el
beneficio de los productores nacionales, al poder vender a un precio superior del que podrían establecer en
caso de competencia internacional. Ello puede incentivarles para aumentar su propia producción.
• Restricciones Cuantitativas del Comercio
Dada la importancia del comercio internacional para una economía concreta, los gobiernos a veces restringen
la entrada de bienes foráneos para proteger los intereses nacionales: a esta política se la denomina
proteccionismo. La intervención de los gobiernos puede ser una reacción ante políticas comerciales
emprendidas por otros países, o puede responder a un interés por proteger un sector industrial nacional poco
desarrollado. Desde que surgió el comercio internacional moderno, los países han intentado mantener una
balanza comercial favorable, es decir, exportar más de lo que importan.
En una economía monetaria, los bienes no se intercambian por otros bienes, sino que se compran y venden en
el mercado internacional utilizando unidades monetarias de un Estado. Para mejorar la balanza de pagos (es
decir, para aumentar las reservas de divisas y disminuir las reservas de los demás), un país puede intentar
limitar las importaciones. Esta política intenta disminuir el flujo de divisas de un país al exterior.
• Barreras No Arancelarias
Consisten en restricciones o regulaciones informales que dificultan a los países las ventas de sus bienes en
mercados extranjeros.
Durante los últimos años se ha incrementado la creación de barreras no arancelarias al comercio internacional.
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Aunque no siempre se imponen con el objetivo de reducir el comercio, tienen, de hecho, este efecto. Entre
este tipo de barreras se encuentran las regulaciones nacionales sobre higiene y seguridad, los códigos
deontológico y las políticas impositivas. La subvención pública a determinadas industrias también puede
considerarse como una barrera arancelaria al libre comercio, porque estas subvenciones conceden ventajas a
las industrias nacionales.
• Otras Barreras No Arancelarias:
Las medidas no arancelarias son mucho más difíciles de evaluar, pero en los últimos años parecen ser más
importantes que los aranceles. La principal razón que hace problemática su evaluación reside en la extrema
dificultad de determinar si las medidas vigentes son usadas para restringir el comercio o por otros motivos
legítimos. El efecto neto que tendrán en el futuro las medidas no arancelarias sobre determinados países será
variable, dependiendo de los productos, de los socios comerciales implicados y de los compromisos adoptados
por esos socios así como de los que adopten en futuras negociaciones. Si se consideran individualmente, las
medidas no arancelarias no parecen tener mayor significación, pero suponen dificultades crecientes cuando
forman parte de un grupo de medidas, y cuando se añaden a la aplicación de aranceles. Los obstáculos no
arancelarios (OTC) están en retroceso en ciertos casos, pero aumentan en otros. Sin embargo, incluso en las
situaciones más liberales, la incertidumbre creada puede inhibir a los exportadores.
Lo más probable es que sigan creando dificultades y por consiguiente es necesario prestar una atención
continua y asegurarse de que no sean usadas como barreras encubiertas. En particular, medidas tales como las
normas sanitarias y técnicas son y serán fuentes de problemas en situaciones específicas. El nivel al que se
fijan esas normas, y el modo en que se aplican, seguirán requiriendo atención. Es este un aspecto que podría
incluirse en la próxima ronda de negociaciones multilaterales sobre comercio.
El sector forestal se beneficiaría de cualquier progreso que refuerce las reglas de los acuerdos sobre la
aplicación de medidas sanitarias y fitosanitarias y sobre obstáculos técnicos sobre el comercio (OTC) en el
sentido de limitar o eliminar la posibilidad de usar medidas no arancelarias como obstáculos al comercio.
Deberán hacerse tenaces esfuerzos para identificar dónde residen las dificultades y dónde pueden surgir en el
futuro, analizar sus efectos y asegurar que no tienen carácter discriminatorio ni restringen el comercio.
Es necesario esforzarse para combatir las prácticas excesivamente restrictivas, así como para desarrollar
respuestas positivas adecuadas a los propósitos legítimos que animan algunas de tales medidas.
Actualmente, las trabas al comercio, como las relacionadas con las cuestiones del medio ambiente, tienen un
efecto limitado, particularmente las que pretenden usar los controles comerciales para estimular la ordenación
sostenible de los bosques (certificación, etiquetado ecológico, CITES [Convención sobre el comercio
internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestres], etc.), pero parecen tener la capacidad
potencial de causar crecientes dificultades en algunos mercados. Todas estas acciones giran alrededor de los
temas medioambientales. Algunas de ellas están relacionadas con el transporte, procesamiento y consumo,
otras con los métodos de ordenación de los bosques. Aunque técnicamente no son OTC, equivalen a ellas por
sus efectos y propósitos. Actualmente, están influyendo sobre los niveles y los patrones del comercio en
ciertas áreas.
El efecto exacto y la dirección que seguirán en el futuro este tipo de medidas es difícil de predecir con
certitud. Dependerán mucho de los mercados que las establezcan, del grado de apoyo que reciban de los
consumidores, legisladores y comerciantes, así como de la armonización, o al menos del mutuo
reconocimiento, de tales prácticas. Aunque es cierto que muchas de ellas tienen objetivos valiosos, también
pueden tener efectos indeseables. Es difícil para los exportadores reaccionar ante ellas, puesto que a menudo
se basan en supuestos que no son sencillos aprobar o desaprobar.
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Otro factor que hace que estas prácticas sean especialmente dificultosas para los exportadores es que se
aplican al margen de las reglas del comercio internacional. La inclusión de los temas relativos al medio
ambiente en una nueva ronda de negociaciones multilaterales puede que clarifique aspectos que interesan y
preocupan al sector forestal.
Si bien el efecto sobre el comercio de la mayor parte de estas trabas ha sido limitado hasta ahora, están
originando un considerable grado de incertidumbre en muchos mercados.
Como un paso importante para evitar los efectos nocivos de estas medidas, los países y las empresas deben
asegurarse de que se aplican políticas forestales correctas, de modo que los compradores puedan confiar en
que los productos con los que comercian proceden de recursos manejados de manera adecuada.
En una visión de conjunto, puede decirse que, en general, los aranceles no son un problema importante, pero
para ciertos productos en algunos países pueden tener gran significación. Las medidas comerciales no
arancelarias son más difíciles de evaluar, pero algunas de ellas parecen estar creando dificultades importantes.
Las trabas al comercio son actualmente fuente de dificultades en ciertas situaciones, y parece probable que
tales dificultades aumenten en el futuro. En general, se encuentran fuera del alcance de las normas y
negociaciones internacionales, por lo tanto, requieren que se les dedique especial atención. Algunas de estas
medidas pueden tener, potencialmente, una influencia positiva en muchos mercados, y si bien muchas
empresas consideran que son un instrumento de marketing para incrementar su cuota de mercado, para otras
pueden tener los efectos de los OTC. El desafío que se plantea consiste en desarrollar sistemas que preserven
los elementos positivos, al mismo tiempo eviten los negativos.
Quizás el mayor de los problemas, y una permanente fuente de dificultades, procede del hecho de que
diferentes restricciones comerciales se aplican simultáneamente − aranceles, medidas comerciales no
arancelarias y trabas.
Por consiguiente, incluso allí donde los obstáculos individuales podrían no tener consecuencias mayores, el
efecto puede ser mucho más severo si se consideran colectivamente. El reconocimiento de este efecto
acumulativo y una comprensión de los propósitos subyacentes de muchas medidas que tienen un impacto
inmediato sobre el comercio, podrían ser incorporados a una nueva ronda de negociaciones multilaterales.
Hay, no obstante, áreas en las que es más difícil cumplir con los requisitos específicos: en algunas de ellas se
aplican aranceles elevados o determinadas exigencias, y en otras adquieren una orientación específica. Esto
último es particularmente cierto en el caso de ciertas medidas que entran en la categoría de trabas al comercio,
como es el caso de las dictadas por los municipios.
Esta es una cuestión en la que los países tropicales parecen tener más dificultades que los no tropicales.
Todos los productores de maderas tropicales son países en desarrollo, lo que implica que afrontan dificultades
adicionales − muchos tienen menos recursos humanos y financieros, pericia u oportunidades para seguir el
ritmo de las cambiantes normas y regulaciones. Y con frecuencia cuentan con menos influencia en los
procesos de negociación.
Aunque muchas restricciones están siendo reducidas, los obstáculos al comercio seguirán siendo uno de los
muchos problemas que los exportadores de productos forestales deberán superar, o al menos adaptarse a ellos,
durante los tiempos venideros. Los obstáculos al comercio existen por una variedad de razones, entre ellas la
protección de la industria local, que no desaparecerán de la noche a la mañana. Esto se aplica igualmente a los
países en desarrollo como a los desarrollados.
• Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio
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(En inglés, General Agreement on Tarifs and Trade, GATT), tratado firmado en la Conferencia Arancelaria de
Ginebra en 1947 por los representantes de 23 países no comunistas. El principal logro de este acuerdo fue la
creación de un foro internacional dedicado al aumento del comercio multilateral y a la resolución de los
conflictos comerciales internacionales. Este acuerdo sustituyó a una propuesta de creación de una
Organización Internacional de Comercio de las Naciones Unidas que no se constituyó debido a las tensiones
generadas por la Guerra fría. El GATT entró en vigor en enero de 1948, y se fueron adhiriendo
paulatinamente más países. En 1988, 96 países, que acaparaban la mayor parte del comercio internacional,
pertenecían al GATT, mientras que otros tenían acuerdos particulares incluyendo adhesiones de facto al
tratado. Los miembros del GATT han llevado a cabo, desde 1947, ocho conferencias arancelarias,
denominadas `rondas'. La séptima ronda, conocida como Ronda Tokyo, finalizó en 1979. La octava
conferencia arancelaria, denominada Ronda Uruguay, se inició el 15 de septiembre de 1986 y se clausuró el
15 de diciembre de 1993, con un acuerdo que incluía la sustitución del GATT por la Organización Mundial
del Comercio (OMC) a partir del 1 de enero de 1995.
• El Debate Del Libre Comercio vs. El Proteccionismo
Tendencias Recientes
Aunque casi todos los países favorecen de forma oficial el libre comercio y rechazan el proteccionismo, es
difícil llevar la teoría a la práctica, incluso entre los países más industrializados. Desde la II Guerra Mundial,
los países más desarrollados han unido sus esfuerzos para promover el libre comercio y eliminar las barreras
proteccionistas. Cuando las economías se hallan en un periodo de expansión y hay pleno empleo, casi todo el
mundo promueve el libre comercio. Sin embargo, al entrar en una etapa de recesión, casi todos los países
aplican políticas proteccionistas ya que aumentan las presiones de las organizaciones de trabajadores y de
otros grupos de presión que se sienten perjudicados durante la recesión.
La integración de las economías mundiales es de tal magnitud que las políticas económicas nacionales de un
país afectan a todos los demás. Esto ha provocado la aparición de nuevos argumentos a favor del
proteccionismo los cuales afirman que las políticas económicas de algunos países tienen resultados muy
perjudiciales. Las reglas sobre comercio surgidas en el seno del Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio
(GATT) no hacían referencia alguna a las políticas nacionales, pero la Organización Mundial del Comercio
(OMC) tiene, al menos en teoría, la potestad de dirimir las disputas comerciales entre los diferentes países.
3. Formas de Comercio
3.1_ Convencionales:
• Acuerdos Bilaterales:
El "bilateralismo" sustituye así al "libre cambio" como forma predominante de las relaciones económicas
internacionales y se caracteriza por el aumento significativo de los aranceles aduaneros y el establecimiento
de restricciones cuantitativas a los intercambios internacionales, fijándose topes a la importación de cada
mercadería.
Se instaura el monopolio estatal sobre el comercio exterior, el control de cambios y la no convertibilidad de
las monedas nacionales, de suerte que si un Estado tenía un saldo acreedor al final del ejercicio respecto de
otro, no podía emplearlo en la adquisición de productos o en saldar cuentas con terceros países. En una
palabra, el comercio se realizaba en compartimentos estancos entre los Estados.
El "bilateralismo" subsistió hasta el termino de la Segunda Guerra Mundial.
Al concluir ésta, emergen en la escena internacional como potencias excluyentes los Estados Unidos y la
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Unión Soviética, lo que trae aparejado que por primera vez en la historia, el centro de decisión político
mundial deja de ser Europa y se traslada a un país americano y a otro euroasiático. Se conforman dos bloques
ideológicos con sus respectivas "esferas de influencias".
• Acuerdos Multilaterales:
La naturaleza del comercio internacional se ha modificado radicalmente desde la II Guerra Mundial. Antes,
las multinacionales realizaban sus operaciones en un país y sus actividades en otros se limitaban, en un
principio, a la venta de productos. Ahora manufacturan productos en cualquier lugar del mundo. Ello permite
a las compañías obtener ventajas de diverso tipo en cada Estado: por ejemplo, mano de obra barata,
trabajadores cualificados, recursos naturales o una legislación fiscal y comercial ventajosa. Las
multinacionales han generado mercados globales para sus productos. Su creciente poder amenaza a los
distintos gobiernos nacionales, que deben sopesar la necesidad de la inversión y el comercio extranjeros con el
deseo de preservar su soberanía y cultura nacionales.
Se pretende conseguir la eliminación de los obstáculos al comercio en los mercados internacionales también
por medio de la instauración de «relaciones especiales» con algunos países o grupos de países. Se trata, en la
práctica, de celebrar acuerdos comerciales preferenciales que dan a algunos países socios un tratamiento
específico más favorable que el régimen general. Hay que señalar que estos tratamientos preferenciales son
excepciones a la cláusula de nación más favorecida autorizadas por la OMC.
Los principales acuerdos son:
• El Espacio Económico Europeo (con Noruega, Islandia y Liechtenstein); · los acuerdos europeos de
asociación con los países de Europa Central y Oriental;
• Los acuerdos con los Estados de la cuenca mediterránea;
• Los Convenios de Lomé con los países ACP (África, Caribe y Pacífico).
Sin embargo, la mayor parte del comercio exterior de la Unión Europea se rige por los acuerdos multilaterales
negociados dentro de la OMC.
• Convenios Preferenciales:
Pacto entre dos o más partes mediante el cual se conceden privilegios especiales en materia comercial,
aduanera o de otro tipo. Suele significar excepciones a una regla general.
Durante mucho tiempo las preferencias comerciales han sido un instrumento de la política exterior y
comercial empleado para establecer relaciones más estrechas, tanto económicas como políticas, entre los
países interesados.
Además, el trato preferencial de las importaciones de los países en desarrollo por parte de los países
desarrollados se ha transformado en un elemento firme de las políticas orientadas al desarrollo. Los diversos
regímenes actuales de preferencias comerciales para los países en desarrollo pueden clasificarse en tres
categorías principales: i) el Sistema Generalizado de Preferencias (SGP); ii) los regímenes preferenciales
especiales para grupos de países en desarrollo; y iii) los acuerdos regionales de libre comercio entre
determinados países desarrollados y determinados grupos de países en desarrollo.
• Los orígenes del SGP se remontan a los años sesenta, cuando en la UNCTAD I celebrada en Ginebra
en 1964 se examinó la necesidad de mejorar las condiciones comerciales para los países en desarrollo.
• Posteriormente, en la UNCTAD 11 celebrada en Nueva Delhi en 1968 se decidió crear el SGP, que
tomó forma concreta en un entendimiento de la UNCTAD en octubre de 1970.[1] El SGP debía
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otorgar preferencias comerciales para todos los países en desarrollo, de manera indiscriminada y no
recíproca, principalmente para los productos manufacturados y semimanufacturados, con objeto de
superar la dependencia de los países en desarrollo con respecto a las exportaciones de materias
primas, caracterizadas por las tendencias desfavorables de sus precios a largo plazo y las marcadas
fluctuaciones a corto plazo de sus cantidades y precios. Ahora bien, aunque la violación del principio
de la nación más favorecida (NMF) que de ello se seguía era incompatible con las normas
fundamentales del GA TT, el problema terminó resolviéndose de manera general en 1979 con la
inclusión de la "cláusula habilitante" en el GATT (véase la Sección 6). La UE fue la primera
agrupación de países desarrollados que introdujo su esquema SGP, en julio de 1971, seguida poco
después de otros países desarrollados.
Aunque el SGP fue aprobado a nivel multilateral y todos los países desarrollados otorgan preferencias en el
marco de ese régimen, el ámbito y alcance precisos del trato preferente lo decide unilateralmente cada país
que otorga la preferencia. Por esta razón los esquemas difieren de un país a otro. Las diferencias se refieren a
todos los aspectos de los esquemas, es decir, los productos comprendidos, los márgenes de preferencia, las
normas de origen, las preferencias específicas para los países menos adelantados, los criterios para aplicar el
principio de graduación (exclusión) del sistema a países beneficiarios (o a algunas de sus exportaciones) una
vez alcanzados determinados niveles de desarrollo económico o de actividad exportad ora, y otras
disposiciones como la adhesión de los países beneficiarios a algunos derechos laborales o normas
ambientales.
3.2_ No Convencionales:
• Cartelización Y Monopolio:
La Cartelización:
Es un acuerdo entre competidores con la finalidad de obtener un beneficio en perjuicio del resto de los
competidores y finalmente de los consumidores. Estos acuerdos cuando tienen la finalidad de limitar la
competencia. Entre ellos se denominan Carteles, puesto que funcionan de forma equivalente a un monopolio
en algunos casos.
También podemos decir, que un cartel es una organización de empresas independientes, que producen bienes
similares, que trabajan conjuntamente para elevar los precios y restringir la producción, estos son ilegales por
que violan las leyes de antimonopolios de estados unidos.
Hoy en día, el cártel es quizás la forma de asociación monopolista más conocido, debido a la importancia de
la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Un cártel es una organización de productores
cuyo objetivo es ganar cuotas de mercado, controlar la producción y regular los precios. La OPEP defiende
estos mismos objetivos, y es mundialmente conocida por haber podido imponer el precio del petróleo en todo
el planeta.
Un monopolio:
Es una situación de fallo de mercado en la cual, para un producto, un bien o un servicio determinado, sólo
existe un solo productor (monopolista) que ofrece este bien o servicio en el mercado. Se debe tener en cuenta
que este producto no tiene un sustituto; es decir, ningún otro por el cual se pueda reemplazar sin ningún
inconveniente, por lo tanto, este producto es la única alternativa que tiene el consumidor para comprar.
El monopolista no tiene competencia cercana, puesto que existen barreras a la entrada de otros productores del
mismo producto. Estas barreras pueden ser de distintos tipos (barreras legales, tecnológicas, o de otro tipo), y
se convierten en obstáculos que los posibles nuevos productores no pueden atravesar.
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Actualmente, en muchos países existen leyes antimonopolios. Los monopolios, por el gran control que tienen
las empresas o las personas productoras, se pueden prestar para que éstas cometan grandes abusos en contra
de los consumidores; igualmente, los monopolios traen grandes problemas para el avance tecnológico de los
países, puesto que, al tener pleno control en el mercado, no tienen ningún incentivo para mejorar su forma de
producción e incorporar tecnología, que es lo que se obtiene a través de la competencia.
• Comercio intra−industrial.
Los países no se especializan en productos distintos que intercambian gracias al comercio, sino que producen
bienes muy parecidos, que sólo se diferencian en la marca, y se los intercambian. Un país puede importar una
marca de coches del país vecino cuando, a su vez, está exportando su propia marca de coches a ese mismo
país. La teoría de la ventaja comparativa basada en las distintas dotaciones de recursos o en distintas
tecnologías no puede explicar estos fenómenos. Sin embargo, desde la década de 1970 se han desarrollado
nuevas teorías sobre el comercio internacional que explican estos intercambios por la existencia de economías
de escala y por el comportamiento competitivo de las grandes corporaciones monopolísticas; la competencia
imperfecta, que destaca el papel de la diferenciación de productos en una industria.
El comercio intraindustrial surge para aprovechar importantes economías de escala en la producción; es decir,
la competencia internacional obliga a cada empresa o fábrica en los países industrializados a producir una sola
variedad del mismo producto en vez de muchas variedades y formas diferentes, hecho considerado vital para
mantener los costos unitarios a un nivel bajo. Si sólo existen unas pocas variedades y formas, es posible
desarrollar maquinaria más especializada y rápida para una operación continua y un ciclo de producción más
prolongado.
Luego, el país importa de otros países otras variedades y formas. El comercio intraindustrial es benéfico para
los consumidores debido a las muchas opciones (es decir, la mayor variedad de productos diferenciados)
disponibles a los precios más bajos que las economías de escala en la producción hacen posible.
Se pudo reconocer la importancia del comercio intraindustrial cuando en 1958 se eliminaron los aranceles y
otros obstáculos al flujo comercial entre los miembros de la Comunidad Económica Europea] o Mercado
Común Europeo. Balasa averiguó que el volumen comercial experimentó un auge aunque, en su mayor parte,
el incremento se relacionó con el intercambio de productos diferenciados dentro de cada clasificación
industrial amplia; es decir, se intercambiaron automóviles alemanes por automóviles franceses e italianos;
lavadoras francesas por lavadoras alemanas; máquinas de escribir italianas por máquinas de escribir alemanas
y francesas, etc.
Es necesario señalar consideraciones importantes con respecto a los modelos de comercio intraindustrial que
Helpman, Krugman, Lancaster y otros desarrollaron a partir de 1979. En primer lugar, en tanto el comercio
según el modelo H−O se basa en la ventaja comparativa o en las diferencias en las dotaciones de los factores
(fuerza laboral, capital, recursos naturales y tecnología) entre los países, el comercio intraindustrial se
fundamenta en la diferenciación de productos y en las economías de escala. Por tanto, como es probable que
el comercio basado en la ventaja comparativa sea más voluminoso, mayor es la diferencia en las dotaciones
del factor entre países, y existe la probabilidad de que el comercio intraindustrial sea más voluminoso entre
economías de dimensiones y proporciones de factores similares (es decir, entre los países industrializados).
En segundo lugar, cuando los productos diferenciados se generan en condiciones de economías de escala, los
precios relativos de los bienes vigentes con anterioridad al comercio dejan de ser parámetros para medir con
exactitud el modelo comercial En particular, en ausencia de comercio, un país grande puede producir un bien
a un costo inferior de lo que lo haría un país pequeño (debido a las mayores economías de escala nacionales).
Sin embargo, en presencia de comercio, todos los países están en capacidad de aprovechar en la misma
medida las economías de escala y es factible que el país pequeño venda a menor precio el mismo bien que el
país grande.
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En tercer lugar, en contraste con el modelo H−O cuyas proyecciones indican que el comercio hará descender
el rendimiento del factor escaso del país, se presenta la posibilidad de que todos los factores obtengan una
utilidad con el comercio intraindustrial basado en las economías de escala; esto podría explicar por qué la
conformación del Mercado Común Europeo y la gran liberalización comercial de la posguerra en los bienes
manufacturados encontró tan escasa resistencia por parte de los grupos de presión. Lo anterior se opone al
fuerte rechazo del sector laboral en los países industrializados a la liberalización del comercio con algunos de
los países en vía de desarrollo más industrializados, ya que al ser del tipo interindustrial antes que
intraindustrial, este comercio podría llevar a la ruina a muchas industrias (como la textil era) y significar la
reasignación masiva de la fuerza laboral a otras industrias en los países industrializados.
Por último, el comercio intraindustrial, se relaciona con el abrupto incremento en el comercio internacional de
partes o componentes de un producto. Con frecuencia, las industrias internacionales producen diversas partes
de un producto en países diferentes con el objeto de reducir al mínimo sus costos de producción.
Como ejemplo de ello puede mencionarse que los motores de algunos automóviles Ford, modelo Fiesta, se
producen en el Reino Unido, las transmisiones en Francia, el embrague en España, en tanto que en Alemania
Occidental se ensamblan las partes. De manera similar, con frecuencia las cámaras fotográficas alemanas y
japonesas se ensamblan en Singapur para aprovechar los bajos costos de su mano de obra. El uso de la ventaja
comparativa de cada país para reducir al mínimo los.
Costos de producción puede considerarse como una ampliación del modelo H−O básico a las condiciones de
producción modernas. Este modelo también ofrece oportunidades de empleo tan necesarias en algunos países
en vía en desarrollo.
Este aspecto se retornará en el capítulo 12, el cual trata de los desplazamientos de recursos internacionales y
de las empresas multinacionales.
Por tanto, la conclusión preliminar a que es posible llegar radica en que la ventaja comparativa parece
determinar el modelo del comercio interindustrial en tanto las economías de escala en los productos
diferenciados dan origen al comercio intraindustrial. En el mundo contemporáneo se presentan ambos tipos de
comercio internacional. Cuanto más diferentes sean las dotaciones del factor (entre países industrializados y
países en vía de desarrollo), mayor importancia adquieren la ventaja comparativa y el comercio interindustrial.
Por otra parte, es probable que comercio internacional sea influyente cuanto más similares sean las dotaciones
• Medición del comercio intraindustrial
El índice de comercio intraindustrial TI sirve para medir el nivel de comercio intraindustrial, a saber:
T=1 − 1X−M1
X+M
Del factor (corno entre los países industrializados). Sin embargo, corno Lancaster (1980), aun en el caso del
comercio intraindustrial, "la ventaja está en alguna parte en el fondo". Podría decirse que el comercio
intraindustrial es el reflejo de la ventaja comparativa natural, y el comercio intraindustrial es de la ventaja
comparativa adquirida.
Donde, respectivamente, X y M representan el valor de las exportaciones e importaciones de una industria o
grupo de bienes en particular, y las barras verticales en el numerador de la ecuación (6−1) denotan el valor
absoluto. El valor de T fluctúa entre cero y uno. T = O cuando un país sólo exporta o importa el bien en
particular (es decir, no existe comercio intraindustrial). Por otra parte, si las exportaciones y las importaciones
de un bien son iguales, T = 1 (es decir, el comercio intraindustrial llega al punto máximo).
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• Economías de escala,
Ventajas del proceso productivo que permiten reducir el coste medio de la producción a medida que aumenta
el producto total. Las economías de escala son las que permiten la producción en serie. Por ejemplo, cuando
se imprime un libro, hay que afrontar unos altos costes fijos para comprar la imprenta, pero cuando ésta
funciona a pleno rendimiento, el coste de imprimir cada libro es más o menos el mismo. Así pues, si una
imprenta cuesta 10.000 dólares, y la impresión de cada libro cuesta 10 dólares, el coste unitario de cada libro
será de 20 dólares si se imprimen 1.000 libros, de 15 dólares si se imprimen 2.000 libros, y de 11 dólares se
imprimen 10.000 libros. Estos principios también se pueden aplicar a la producción de automóviles: el coste
de producir 1.000 automóviles es diez veces menor que el coste de fabricar 100. Para poder aplicar estas
economías de escala suele ser necesario realizar una importante inversión inicial; por ejemplo, para aumentar
la producción total y reducir los costes unitarios de producción, las empresas fabricantes de automóviles
tienen que invertir grandes cantidades de dinero para renovar o modernizar sus cadenas de montaje
adquiriendo sofisticados robots. No obstante, las economías de escala tienen límites.
Las economías de escala pueden ser constantes, crecientes o decrecientes. Son constantes cuando la reducción
de costes por unidad adicional producida es proporcional y constante, independientemente de la cantidad
producida. Son decrecientes cuando las reducciones de costes son cada vez menores según crece la
producción. Son crecientes aquellas que permiten siempre mayores ahorros conforme mayor sea el volumen
de producción. Estas últimas son infrecuentes, pero pueden darse.
Además de este tipo de economías de escala, denominadas internas, existen economías de escala externas, que
a veces se conocen como externalidades positivas. Este tipo de externalidades se producen cuando se crea un
nuevo bien o servicio que favorece la venta de otro. Por ejemplo, cuando se crea una revista comercial que
ofrece servicios de publicidad gratuita a las empresas, o la publicidad se lleva a cabo por medio de la difusión
de artículos sobre ellas.
• Competencia Imperfecta O Monopolista
Volviendo sobre las nuevas ideas que comenzaron a surgir durante la década de 1930, la teoría de la
competencia imperfecta o monopolista, vemos que todavía hoy sigue siendo una teoría polémica. Los
primeros economistas se habían centrado en el estudio de dos estructuras de mercado extremas, el monopolio,
en el que un único vendedor controla todo el mercado de un producto y la competencia perfecta, que se
caracteriza por la existencia de muchos vendedores, muchos compradores que disponen de toda la
información necesaria sobre el mercado (información perfecta), y la existencia de un único producto
homogéneo en cada mercado. La teoría de la competencia monopolística reconocía una amplia variedad de
estructuras posibles para un mercado, estructuras intermedias a los dos extremos anteriores, entre las que se
incluyen las siguientes: 1) los mercados en los que operan muchos vendedores pero cada uno vende un
producto diferenciado, con un nombre de marca para distinguir sus productos, ofrece distintas garantías y
diferencia sus productos con distintos empaquetados, lo que hace que cada consumidor considere que su
producto es único y totalmente distinto de los demás; 2) el oligopolio, que son mercados dominados por unas
pocas grandes empresas; y 3) el monopsonio, que es un mercado caracterizado por la existencia de muchos
vendedores pero un único comprador que puede imponer sus condiciones sobre precios, cantidades y
características del producto. La teoría llegaba a una importante conclusión: las industrias, en las que cada
vendedor tiene un monopolio parcial gracias a la diferenciación del producto, tenderán a tener un número
excesivo de empresas que cobrarán unos precios más altos por sus productos de los que cobrarían en una
industria que operara bajo competencia perfecta. Puesto que la diferenciación de productos, y por lo tanto la
publicidad, parecen predominar en casi todas las industrias de los países capitalistas industrializados, esta
nueva teoría fue aclamada de forma unánime por lo que aportaba de realismo a la teoría ortodoxa de los
precios. Por desgracia, no consiguió ofrecer una teoría convincente sobre el proceso de fijación de los precios
en condiciones de oligopolio y en las economías más industrializadas, hay que tener en cuenta que muchas
industrias operan en condiciones de oligopolio. El resultado es que la teoría moderna de precios tiene una
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importante laguna, y nos recuerda que la economía sigue sin poder explicar las pautas de conducta de las
grandes empresas de los países industrializados.
• Integración Internacional
El aumento de la integración internacional ha sido igualmente notable, ocurriendo sus logros más importantes
en Europa. La Unión Europea (UE) dio sus primeros pasos a partir de la coordinación de las políticas del
carbón y del acero en seis países que, constituidos como Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA)
en París en 1951, redujeron sus aranceles para permitir el libre comercio entre ellos. La UE coordina hoy
prácticamente todos los aspectos de las políticas económicas de los Estados miembros, desde el comercio y la
inmigración hasta la legislación laboral y la política agraria. El 1 de enero de 2002 doce países de la Unión
Europea (España, Portugal, Francia, Italia, Grecia, Alemania, Austria, Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Irlanda
y Finlandia) abandonaron sus monedas nacionales para adoptar el euro. Trescientos millones de ciudadanos
pasaron a formar parte de la Unión Monetaria Europea. El MERCOSUR (integrado por Brasil, Argentina,
Uruguay y Paraguay) y el Tratado de Libre Comercio Norteamericano (formado por Canadá, Estados Unidos
y México) son otros ejemplos recientes de integración internacional, en este caso puramente comercial.
• Integración En Europa Y América Latina:
Ya hace varios siglos atrás, existían ideas integracionistas y de cooperación entre países, especialmente entre
aquellos que comparten un territorio continental en común.
En las últimas cinco décadas del siglo XX, los fenómenos de integración se han hecho mucho más comunes.
Características más actuales del mundo, como son la creciente globalización sobre todo en la década del 90,
acompañado del predominio de un modelo económico de libre mercado el cual se nutre del intercambio entre
los Estados−nación, ha hecho necesario adoptar medidas tendientes a mejorar la posición negociadora frente a
otros Estados. Esto último se ha logrado por medio de los procesos de integración regional, que permiten a los
países negociar como bloque. Los casos más conocidos en la actualidad son: MERCOSUR, NAFTA y la UE.
Cabe destacar por sobre todos los procesos de integración conocidos, el caso de la Unión Europea, el cual ha
llegado mucho más allá de un aspecto sólo económico. Se ha creado toda una institucionalidad supranacional,
con atribuciones en materias políticas, jurídicas, de defensa, sociales y económicas.
La formación de este tipo de bloques nace básicamente de una necesidad funcional, en que cada uno de los
Estados que decide integrarse a un bloque, lo hace porque ve en ello una oportunidad de aumentar el bienestar
de sus ciudadanos o simplemente por una cuestión de interés nacional.
Los procesos de integración desde la perspectiva que nos entrega la teoría funcionalista de las relaciones
internacionales, la cual parte del supuesto de la incapacidad del estado moderno de satisfacer las cada vez más
complejas necesidades de interés nacional. Para colmar esa carencia, propone la creación paulatina de una red
de organizaciones internacionales que irían asumiendo la gestión de sectores concretos (agricultura, energía,
defensa, por ejemplo).
Se gestaría así un sistema aterritorial de transacciones, encargado de satisfacer −con la colaboración de los
gobiernos estatales− las necesidades de los ciudadanos. Así, poco a poco, surgiría entre los Estados, la
conciencia de estar vinculados a los demás por una red cada vez más densa de intereses en común. De este
modo se produciría una paulatina transferencia de las lealtades desde los estados hacia las distintas
organizaciones supranacionales.
Mediante este método, y a partir del desarrollo de la conciencia de las ventajas de la cooperación
internacional, se eliminarían las actitudes ultra nacionalistas irracionales que según el funcionalismo son las
causantes de los conflictos internacionales violentos.
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Para efectos de esta investigación se tomará el caso específico de la Unión Europea, por considerarlo como el
proceso de integración más exitoso que se ha llevado a cabo desde de la Segunda Guerra Mundial, pudiendo
observar en él una evolución permanente que fortalece cada vez más la unión del continente europeo, lo cual
desde una perspectiva funcionalista, es lo que se necesita que suceda a nivel mundial para así lograr una
definitiva paz mundial por medio de la creación de una federación de Estados mundiales.
La importancia de estudiar este tema recae básicamente en que a la luz de las características del mundo actual,
se observa una clara tendencia hacia el aumento de la interdependencia en las relaciones −principalmente
económicas entre los Estados, lo que se ha traducido en una creciente oleada de proyectos de integración, los
cuales por una u otra causa han evolucionado de formas muy diferentes, tema que pretendemos abordar en el
desarrollo del presente trabajo.
• Origen de los procesos de integración regional
Desde mediados del siglo XIX, hasta la Primera Guerra Mundial, Gran Bretaña en su carácter de gran
potencia mundial, había sido el eje dominante del comercio internacional, que sin estar institucionalizado se
hallaba basado en el librecambio, debido a su economía fuertemente dependiente del comercio exterior.
Es decir, un sistema sin trabas comerciales y barreras arancelarias importantes, que no tenía tampoco
obstáculos serios para el movimiento de los factores de la producción − trabajadores y capitales− y
convertibilidad de las monedas al patrón oro, siendo la principal la libra esterlina.
Al terminar la Primera Gran Guerra, Gran Bretaña, a pesar de haber sido uno de los países triunfadores de la
contienda bélica, a raíz de la pérdida de poder ocasionado por los esfuerzos de la guerra, empezó a dejar de ser
el centro de la política internacional. Esto impactó en las relaciones económicas internacionales, diluyéndose
gradualmente en líneas generales el sistema liberal del comercio internacional.
La Gran Depresión de 1929 y la crisis económica mundial que se desató con tal motivo, acentuó la decadencia
del sistema comercial, por lo que los gobiernos ya sea por estrategias o para proteger sus economías internas
de la recesión, se volcaron a un nacionalismo económico proteccionista, utilizando como instrumentos la
elevación de los aranceles aduaneros y la fijación de limitaciones a la importación.
En 1930, Estados Unidos promulga la ley Smooth Hawley por la que se aumentan los aranceles de 900
artículos. Gran Bretaña a su vez, abandona el patrón oro en 1931 y en 1932 aprueba la Ley de Derechos de
Importación, con lo que acaba con un siglo de libre comercio. El comercio internacional descendió de tal
manera que a fines de 1932 el volumen del intercambio de manufacturas había bajado un 40 %.
Ante estas circunstancias, a partir de 1934, al ratificar la Ley de Acuerdos Comerciales Recíprocos, Estados
Unidos −potencia ascendente− comienza a aplicar una política comercial basada en la negociación de
acuerdos bilaterales de comercio con determinados países, que básicamente consistía en la apertura de los
mercados mediante la reducción de aranceles por productos, a cambio de un trato equivalente o recíproco, es
decir, utilizando el principio de la reciprocidad.
Otro principio que reinstauran los Estados Unidos en ese período, es el principio de la "Nación más
favorecida", que provenía del siglo XVII y que significa que cualquier preferencia que otorgara un Estado
contratante a un tercer país, es automáticamente extendido a las otras partes que firmaron el tratado con dicha
cláusula.
Los Estados Unidos, siguiendo la visión liberal de sus gobernantes, pregonan la reconstrucción del mundo de
posguerra, lo que para ser posible, desde el punto de vista económico, debía estar estructurado en un trípode
institucionalizado.
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De esa manera, en 1944, en Bretton Woods (EE.UU.) se crean el Banco Internacional de Reconstrucción y
Fomento, y el Fondo Monetario Internacional, ql,.le van a estar dentro de la Organización de las Naciones
Unidas (ONU) como organismos especializados.
Para finalizar, cabe señalar que las medidas de protección en el interior del país que operasen sobre la
cantidad importada (por ejemplo, restricciones a la publicidad de los bienes importados) se representarían
mediante una curva de demanda de importaciones más cercana al origen que la demanda nacional, siendo sus
efectos finales los mismos descritos hasta ahora.
• Globalización,
Concepto que pretende describir la realidad inmediata como una sociedad planetaria, más allá de fronteras,
barreras arancelarias (véase Aranceles), diferencias étnicas, credos religiosos, ideologías políticas y
condiciones socio−económicas o culturales. Surge como consecuencia de la internacionalización cada vez
más acentuada de los procesos económicos, los conflictos sociales y los fenómenos político−culturales.
En sus inicios, el concepto de globalización se ha venido utilizando para describir los cambios en las
economías nacionales, cada vez más integradas en sistemas sociales abiertos e interdependientes, sujetas a los
efectos de la libertad de los mercados, las fluctuaciones monetarias y los movimientos especulativos de
capital. Los ámbitos de la realidad en los que mejor se refleja la globalización son la economía, la innovación
tecnológica y el ocio.
La caída del Muro de Berlín y la desaparición del bloque comunista ha impuesto una acusada mundialización
de nuevas ideologías, planteamientos políticos de "tercera vía", apuestas por la superación de los
antagonismos tradicionales, como "izquierda−derecha", e incluso un claro deseo de internacionalización de la
justicia.
En todos los países crece un movimiento en favor de la creación de un tribunal internacional, validado para
juzgar los delitos contra los derechos humanos, como el genocidio, el terrorismo y la persecución política,
religiosa, étnica o social.
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