Ley 10/2003, de 20 de mayo, de medidas urgentes de

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BOE núm. 121
Miércoles 21 mayo 2003
19255
I. Disposiciones generales
JEFATURA DEL ESTADO
10185 LEY 10/2003, de 20 de mayo, de medidas
urgentes de liberalización en el sector inmobiliario y transportes.
JUAN CARLOS I
REY DE ESPAÑA
A todos los que la presente vieren y entendieren.
Sabed: Que las Cortes Generales han aprobado y Yo
vengo en sancionar la siguiente Ley.
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
La evolución positiva de la economía española, en
la que han tenido especial incidencia las medidas liberalizadoras acordadas por el Gobierno, hace necesario
seguir avanzando en el proceso de liberalización para
mantener el ritmo de crecimiento económico. Por otra
parte, la interdependencia de las economías, al introducir
ciertos elementos de comportamiento imprevisible que
pueden repercutir desfavorablemente en la evolución
positiva producida hasta ahora en la economía española,
obliga también a adoptar ciertas medidas que eviten
efectos indeseables.
Por ello, esta ley, en el marco de un conjunto de
medidas de naturaleza estructural que con carácter de
urgencia adopta el Gobierno, a fin de evitar la aparición
de desequilibrios macroeconómicos que amenacen la
estabilidad y el proceso expansivo de nuestra economía,
se centran, sin perder su condición de medidas integrantes de la política unitaria del Gobierno, en los sectores de la competencia del Ministerio de Fomento. Su
objetivo fundamental es incidir de forma inmediata en
el comportamiento de los distintos agentes económicos
para estimular la competencia, conseguir una mejor asignación de los recursos y, en definitiva, influir positivamente sobre el nivel de precios.
Las medidas, por tanto, que se contienen en esta
ley se proyectan sobre una serie de sectores básicos
de la esfera de actuación del Ministerio de Fomento,
como son el sector inmobiliario y el de los transportes,
incluyendo el suministro de hidrocarburos a los buques
en los puertos para favorecer la competencia entre las
empresas suministradoras.
Por lo que respecta al sector inmobiliario, las medidas
que se adoptan pretenden corregir las rigideces advertidas en el mercado como consecuencia del fuerte crecimiento de la demanda y la incidencia en los productos
inmobiliarios del precio del suelo, condicionada a su vez
por la escasez de suelo urbanizable o urbanizado, según
los casos. En consecuencia, la reforma que se introduce
habrá de incrementar la oferta del suelo al introducir
flexibilidad en aquellas previsiones normativas en vigor
que pudieran limitarla, trasladando este efecto positivo
al precio final de los bienes inmobiliarios.
En esta dirección se orientan la mayor objetivización
de la clasificación del suelo no urbanizable y la pretensión
de incrementar la oferta de suelo urbanizable. Con la
misma finalidad se potencia también el desarrollo de
los suelos urbanizables, a los cuales se dota de una mayor
flexibilidad ampliando las posibilidades de actuación
reconocidas hasta ahora, sin que ello suponga merma
alguna de la capacidad de actuación y decisión últimas
de las Administraciones públicas competentes en la
materia. Asimismo, para evitar posibles bloqueos de las
iniciativas urbanizadoras como consecuencia de la inactividad de la Administración, se establece la aplicación
del silencio positivo.
Finalmente, y con el fin de aclarar los métodos aplicables en las valoraciones de los suelos urbanos y urbanizables, evitando interpretaciones contrarias a los criterios generales de la ley, se modifican los artículos
correspondientes, explicitando la aplicación en cada
caso de uno u otro método, descartando de forma expresa los elementos especulativos y expectativas cuya presencia futura no esté asegurada y ratificando la deducción de la totalidad de los gastos de transformación del
suelo que contempla la propia ley.
Por otra parte, y en lo que concierne también al referido sector, la ley pretende clarificar la situación actual
del ejercicio de la actividad de intermediación inmobiliaria que se encuentra afectada por la falta de una jurisprudencia unánime que reconozca que dicha actividad
no está reservada a ningún colectivo singular de profesionales.
En relación con el sector de los transportes, las medidas que se contienen en la ley están llamadas a actuar
sobre el régimen concesional de los servicios regulares
de viajeros por carretera, reduciendo los plazos de las
concesiones, a fin de que la evolución de la economía
en general y del sector en su conjunto repercutan con
carácter inmediato en la prestación del servicio. Esta
reducción de plazos permitirá una mayor secuencia en
la adjudicación de las concesiones con el consiguiente
incremento de la competencia.
Por otra parte, y en la misma línea de fomento de
la competencia, se suprime, en el ámbito portuario, cualquier obstáculo de carácter formal que pueda suponer
una restricción en el suministro de productos petrolíferos
a los buques, con la positiva repercusión en los precios
que de ello ha de derivarse.
El conjunto de estas medidas tiene su apoyo constitucional en el artículo 149.1.13.a, que otorga al Estado
competencia exclusiva sobre las bases y coordinación
de la planificación general de la actividad económica;
en el artículo 149.1.1.a, que prevé la competencia estatal
para la regulación de las condiciones básicas que garanticen la igualdad en el ejercicio de los derechos y en
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el cumplimiento de los deberes constitucionales, en relación con el artículo 33 de la Constitución; en el artículo 149.1.18.a, sobre procedimiento administrativo
común, y en la competencia estatal sobre los puertos
de interés general y sobre los transportes terrestres que
transcurran por el territorio de más de una comunidad
autónoma, a que se refiere el artículo 149.1.20.a y 21.a
Artículo 1. Modificación de la Ley 6/1998, de 13 de
abril, sobre régimen del suelo y valoraciones.
Uno. El punto 2 del artículo 9 queda redactado de
la siguiente forma:
«Que el planeamiento general considere necesario preservar por los valores a que se ha hecho
referencia en el párrafo anterior, por su valor agrícola, forestal, ganadero o por sus riquezas naturales, así como aquellos otros que considere inadecuados para el desarrollo urbano, bien por imperativo del principio de utilización racional de los
recursos naturales, bien de acuerdo con criterios
objetivos de carácter territorial o urbanístico establecidos por la normativa urbanística.»
Dos. Se añade un nuevo apartado 2 al artículo 15,
quedando el actual párrafo único como apartado 1, de
manera que el citado artículo queda redactado como
sigue:
«1. Los propietarios del suelo clasificado como
urbanizable tendrán derecho a usar, disfrutar y disponer de los terrenos de su propiedad conforme
a su naturaleza rústica. Además, tendrán derecho
a promover su transformación instando de la Administración la aprobación del correspondiente planeamiento de desarrollo, de conformidad con lo
que establezca la legislación urbanística.
2. La transformación del suelo urbanizable
podrá ser también promovida por las Administraciones públicas sean o no competentes para la
aprobación del correspondiente planeamiento de
desarrollo.
Las Administraciones públicas a que se refiere
el párrafo anterior podrán promover la transformación de suelo urbanizable bien por razón de su titularidad dominical de suelo en el ámbito de que
se trate, bien por razones de competencia sectorial.»
Tres. El artículo 16 queda redactado de la siguiente
forma:
«1. El derecho a promover la transformación
del suelo urbanizable, mediante la presentación del
planeamiento que corresponda o, en su caso, de
la previa propuesta de delimitación del correspondiente ámbito para su tramitación y aprobación,
se ejercerá de conformidad con lo establecido por
la legislación urbanística.
2. A tales efectos, las comunidades autónomas, a través de su legislación urbanística, regularán la tramitación, determinaciones y contenido
de la documentación necesaria para proceder a esa
transformación. Asimismo, esta legislación regulará
los efectos derivados del derecho de consulta a
las Administraciones competentes sobre los criterios y previsiones de la ordenación urbanística, de
los planes y proyectos sectoriales, y de las obras
que habrán de realizar a su costa para asegurar
la conexión con los sistemas generales exteriores
a la actuación de conformidad con lo dispuesto
en el apartado 3 del artículo 18 de esta ley. Dicha
legislación fijará, igualmente, los plazos de contestación a la referida consulta.
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3. En todo caso, los instrumentos de planeamiento urbanístico de desarrollo que sean elaborados por las Administraciones públicas a las que
no competa su aprobación, o por los particulares,
quedarán aprobados definitivamente por el transcurso del plazo de seis meses, o del que, en su
caso, se establezca como máximo por la legislación
autonómica para su aprobación definitiva, contados
desde su presentación ante el órgano competente
para su aprobación definitiva, siempre que hubiera
efectuado el trámite de información pública, solicitado los informes que sean preceptivos, de conformidad con la legislación aplicable, y transcurrido
el plazo para emitirlos.
Todo lo anterior se entenderá sin perjuicio de
lo establecido por la legislación urbanística de las
comunidades autónomas en cuanto a asignación
de competencias, subrogación en su ejercicio y plazos y cómputo del silencio administrativo.»
Cuatro. El artículo 27 queda redactado de la siguiente forma:
«1. El valor del suelo urbanizable incluido en
ámbitos delimitados para los que el planeamiento
haya establecido las condiciones para su desarrollo
se obtendrá por aplicación al aprovechamiento que
le corresponda del valor básico de repercusión en
polígono, que será el deducido de las ponencias
de valores catastrales. En el supuesto de que la
ponencia establezca para dicho suelo valores unitarios, el valor del suelo se obtendrá por aplicación
de éstos a la superficie correspondiente. De dichos
valores se deducirán los gastos que establece el
artículo 30 de esta ley, salvo que ya se hubieran
deducido en su totalidad en la determinación de
los valores de las ponencias.
En los supuestos de inexistencia, pérdida de
vigencia de los valores de las ponencias catastrales
o inaplicabilidad de éstos por modificación de las
condiciones urbanísticas tenidas en cuenta al tiempo de su fijación, el valor del suelo se determinará
de conformidad con el método residual dinámico
definido en la normativa hipotecaria, considerando
en todo caso los gastos que establece el artículo 30 de esta ley.
En cualquier caso, se descartarán los elementos
especulativos del cálculo y aquellas expectativas
cuya presencia no esté asegurada.
2. El valor del suelo urbanizable, no incluido
por el planeamiento en los ámbitos a los que se
refiere el apartado anterior y hasta tanto no se
apruebe el planeamiento de desarrollo que establezca la legislación urbanística, se determinará en
la forma establecida para el suelo no urbanizable,
sin consideración alguna de su posible utilización
urbanística.»
Cinco. Se modifica el apartado 4 del artículo 28
y se añade un nuevo apartado 5 con la siguiente redacción:
«4. En los supuestos de inexistencia, pérdida
de vigencia de los valores de las ponencias catastrales o inaplicabilidad de éstos por modificación
de las condiciones urbanísticas tenidas en cuenta
al tiempo de su fijación, se aplicarán los valores
de repercusión obtenidos por el método residual.
5. En cualquiera de estos supuestos, del valor
obtenido por aplicación de valores de repercusión
se deducirán los gastos que establece el artículo 30 de esta ley, salvo que ya se hubieran deducido
en su totalidad en la determinación de los valores
de las ponencias.»
Seis. Se modifican las disposiciones transitorias primera a tercera y quinta con la siguiente redacción:
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«Disposición transitoria primera. Normas de aplicación inmediata.
Artículo 3. Condiciones para el ejercicio de la actividad
de intermediación inmobiliaria.
1.a Sobre el régimen urbanístico del suelo. Las
disposiciones de esta ley contenidas en el artículo 1, apartado dos, y tres, número 1, serán de
aplicación desde la entrada en vigor de la misma
a la ejecución de los planes y normas vigentes en
dicho momento, sin perjuicio de las especialidades
sobre gestión y uso del suelo de la legislación
urbanística.
2.a Sobre las normas de procedimiento. Las
normas de procedimiento contenidas en el artículo 1, apartado tres, número 3, de esta ley serán
de aplicación a los instrumentos de planeamiento
en él referidos que se presenten ante el órgano
administrativo competente a partir de la entrada
en vigor de la misma.
Las actividades enumeradas en el artículo 1 del Decreto 3248/1969, de 4 de diciembre, por el que se aprueba
el Reglamento de los Colegios Oficiales de Agentes de
la Propiedad Inmobiliaria y de su Junta Central, podrán
ser ejercidas:
Disposición transitoria segunda.
general vigente.
Planeamiento
La adaptación del planeamiento general vigente
a la entrada en vigor de esta ley a sus determinaciones se efectuará de conformidad con el régimen transitorio establecido en la legislación urbanística autonómica.
En ausencia de éste, el planeamiento general
vigente adaptará su clasificación de suelo a lo dispuesto en esta ley cuando se proceda a su revisión,
o a la tramitación de modificaciones que afecten
a la clasificación del suelo no urbanizable.
Disposición transitoria tercera.
general en tramitación.
Planeamiento
La adaptación del planeamiento general en tramitación a la entrada en vigor de esta ley a sus
determinaciones se efectuará de conformidad con
el régimen transitorio establecido en la legislación
urbanística autonómica.
En ausencia de éste, el planeamiento general
en tramitación, con independencia de la fase en
que se encuentre, adaptará su clasificación de suelo
a la misma.
Disposición transitoria quinta. Valoraciones.
En los expedientes expropiatorios, serán aplicables las disposiciones sobre valoración contenidas
en esta ley, siempre que no se haya alcanzado la
fijación definitiva del justiprecio en vía administrativa.»
Artículo 2. Modificación de la Ley 16/1987, de 30
de julio, de Ordenación de los Transportes Terrestres.
El apartado 3 del artículo 72 queda redactado de
la manera siguiente:
«3. La duración de las concesiones se establecerá en el título concesional, de acuerdo con las
características y necesidades del servicio y atendiendo a los plazos de amortización de vehículos
e instalaciones. Dicha duración no podrá ser inferior
a seis años ni superior a 15. Cuando finalice el
plazo concesional sin que haya concluido el procedimiento tendente a determinar la subsiguiente
prestación del servicio, el concesionario prolongará
su gestión hasta la finalización de dicho procedimiento, sin que en ningún caso esté obligado a
continuar dicha gestión durante un plazo superior
a 12 meses.»
a) Por los Agentes de la Propiedad Inmobiliaria conforme a los requisitos de cualificación profesional contenidos en su propia normativa específica.
b) Por personas físicas o jurídicas sin necesidad de
estar en posesión de título alguno, ni de pertenencia
a ningún colegio oficial, sin perjuicio de los requisitos
que, por razones de protección a los consumidores, establezca la normativa reguladora de esta actividad.
Artículo 4. Modificación de la Ley 27/1992, de 24 de
noviembre, de Puertos del Estado y de la Marina
Mercante.
Se añade una disposición adicional vigesimoprimera
con el siguiente contenido:
«Las Autoridades Portuarias, de conformidad con
lo dispuesto en esta ley, adjudicarán un número
mínimo de instalaciones de avituallamiento de combustibles dentro del dominio público portuario, en
los términos y de acuerdo con los criterios que
reglamentariamente se determinen; dichos criterios
tendrán en cuenta, entre otras circunstancias, la
intensidad del tráfico, el volumen de operaciones
comerciales, la superficie ocupada por cada puerto,
su situación estratégica, la distancia a otros puertos, las condiciones de seguridad, la incidencia de
las operaciones de avituallamiento de combustibles
en el tráfico de buques y, en general, las que puedan
afectar a la seguridad en el suministro y al buen
desarrollo del tráfico y de las operaciones portuarias.
En todo caso, las instalaciones de avituallamiento de combustibles deberán cumplir los requisitos
técnicos exigibles, así como las condiciones de
seguridad para las personas y las cosas, debiendo
el titular de la concesión obtener las licencias, permisos y autorizaciones conforme a la legislación
vigente.»
En el plazo de seis meses a partir de la entrada en
vigor de la presente ley, el Gobierno desarrollará reglamentariamente lo establecido en esta disposición.
Disposición transitoria única.
Las concesiones de líneas regulares de transporte
de viajeros por carretera que, a la entrada en vigor de
esta ley, no hayan agotado su plazo de vigencia subsistirán hasta la finalización del plazo inicialmente concedido y el de las prórrogas que hubieran sido legalmente
otorgadas.
Disposición derogatoria única.
Quedan derogadas cuantas disposiciones se opongan
a lo dispuesto en esta ley.
Disposición final primera. Facultad de desarrollo.
Se habilita al Gobierno para desarrollar reglamentariamente lo dispuesto en esta ley.
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Disposición final segunda. Títulos competenciales.
El artículo 1 se dicta al amparo de lo dispuesto en
el artículo 149.1.1.a, 13.a y 18.a de la Constitución.
El artículo 2 se dicta al amparo de lo dispuesto en
el artículo 149.1.13.a y 21.a de la Constitución.
El artículo 3 se dicta al amparo de lo dispuesto en
el artículo 149.1.13.a y 18.a de la Constitución.
El artículo 4 se dicta al amparo del artículo 149.1.13.a y 20.a de la Constitución.
Disposición final tercera. Entrada en vigor.
La presente ley entrará en vigor el día siguiente al
de su publicación en el «Boletín Oficial del Estado».
Por tanto,
Mando a todos los españoles, particulares y autoridades, que guarden y hagan guardar esta ley.
Madrid, 20 de mayo de 2003.
JUAN CARLOS R.
El Presidente del Gobierno,
JOSÉ MARÍA AZNAR LÓPEZ
MINISTERIO DE DEFENSA
10186 ORDEN DEF/1226/2003, de 9 de mayo, por
la que se modifica la Junta de Contratación
del Ministerio de Defensa y se crean las Juntas
de Contratación del Estado Mayor de la Defensa y de los Ejércitos.
La dispersión normativa sobre contratación administrativa, la amplitud de las funciones atribuidas al Departamento Ministerial, la necesidad de buscar instrumentos
adecuados para contribuir a la racionalización y reducción del gasto público, así como la conveniencia demostrada de contar con unos órganos especializados para
acometer el Plan Anual de Adquisiciones Centralizadas
del Ministerio de Defensa, que consiga la mayor eficiencia, uniformidad en la gestión y adecuada economía de
medios, aconsejan la introducción de mejoras en la composición y en el funcionamiento de las Juntas de Contratación en el Ministerio de Defensa. Todo ello en consonancia con la línea de actuaciones marcada por el
Grupo de Trabajo sobre racionalización de la contratación en el ámbito de dicho Departamento.
La experiencia acumulada durante el periodo de funcionamiento de las Juntas de Contratación, la aprobación
del Texto Refundido de la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas por el Real Decreto Legislativo
2/2000, de 16 de junio, del Reglamento General de
la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas
aprobado por Real Decreto 1098/2001, de 12 de octubre, la publicación del Real Decreto 1437/2001, de 21
de diciembre, de desconcentración de facultades en
materia de convenios, contratos y acuerdos técnicos en
el ámbito del Ministerio de Defensa y con objeto de
conseguir dotar a las Juntas de una mayor homogeneidad en su composición y agilidad en la gestión, se
hace necesario modificar la relación de los componentes
que las forman.
La mencionada experiencia aconseja la supresión de
la Junta de Contratación Delegada en el Órgano Central,
toda vez que la mayoría de los contratos encomendados
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a la misma tienen un ámbito global y no sólo afectan
a la Subsecretaría de Defensa, por lo que podrían ser
realizados por la Junta de Contratación del Ministerio.
Por último, siguiendo la tendencia legislativa de unificación de disposiciones que sobre la misma materia
afecten a distintos órganos del Ministerio y como consecuencia de lo anterior, se modifica la actual regulación
de las Juntas de Contratación en los aspectos considerados quedando, por tanto, sometida su composición
y funcionamiento a los preceptos que a continuación
se expresan.
En su virtud, con el preceptivo informe de la Junta
Consultiva de Contratación Administrativa y con la aprobación del Ministro de Administraciones Públicas, dispongo:
Primero. Junta de Contratación del Ministerio de
Defensa, del Estado Mayor de la Defensa y de los Ejércitos.—Se modifica la composición y el funcionamiento
de la Junta de Contratación del Ministerio de Defensa,
creada por O.M. 93/1999, de 26 de marzo, que actuará
como órgano de contratación colegiado, respecto de los
contratos administrativos expresados en el apartado tercero de la presente Orden, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 12.4 del texto refundido de la Ley
de Contratos de las Administraciones Públicas, aprobado
por Real Decreto Legislativo 2/2000, de 16 de junio.
Se crean Juntas de Contratación en el Estado Mayor
de la Defensa, el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército
del Aire, que actuarán como órganos de contratación
colegiados, respecto de los contratos administrativos
expresados en el apartado tercero de la presente Orden,
de conformidad con lo dispuesto en el artículo 12.4 del
texto refundido de la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas, aprobado por Real Decreto Legislativo 2/2000, de 16 de junio.
Segundo. Composición y funcionamiento.
1. Adscrita a la Secretaría de Estado de Defensa,
se constituye la Junta de Contratación del Ministerio
de Defensa.
1.1 Dicha Junta estará compuesta por los siguientes
miembros:
Presidente: El Director general de Asuntos Económicos.
Vicepresidente: El Subdirector general de Contratación de la Dirección General de Asuntos Económicos.
Vocales:
El Subdirector general de Planificación y Programas
de la Dirección General de Armamento y Material.
El Subdirector general de Planificación y Control de
la Dirección General de Infraestructura.
El Jefe de Sistemas y Programas del Estado Mayor
de la Defensa.
El Director de Abastecimiento del Mando de Apoyo
Logístico del Ejército de Tierra.
El Director de Aprovisionamiento y Transportes de
la Armada.
El Director de Adquisiciones del Mando de Apoyo
Logístico del Ejército del Aire.
El Subdirector general de Servicios Económicos y
Pagadurías, de la Subsecretaría.
El Subdirector general de Régimen Interior, de la
Subsecretaría.
Un representante de la Asesoría Jurídica General de
la Defensa.
Un representante de la Intervención General de la
Defensa.
Secretario: Un Oficial del Cuerpo de Intendencia de
la Subdirección General de Contratación.
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