A y S, tomo 20, pág. 172 Santa Fe, 6 de abril de 2010. VISTOS: Estos autos caratulados “GHISOLFO, Carlos Antonio y otros contra PROVINCIA DE SANTA FE sobre RECURSO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO” (Expte. C.C.A.1 nº 200, año 2003), venidos para resolver acerca de la pretensa actualización de honorarios; y, CONSIDERANDO: 1. A foja 616 el doctor Salvador A. J. Salva, representante legal de la recurrida, manifiesta que habiendo quedado firme el auto regulatorio de foja 608 y vto. acude a practicar “liquidación por la parte proporcional que le corresponde a cada uno de los actores... incorporando a los mismos el nuevo valor del jus ”, y adjunta planillas y un casete conteniendo los cálculados formulados, que comprenden sus honorarios proporcionales y de los colegas que intervienen por la demandada (fs. 613/615). Habiéndose puesto esa liquidación de manifiesto (f. 617), y notificados el apoderado de la parte actora (f. 618 vto.) y la doctora Irgman Lepenies, no formulan observaciones. Por su lado, la doctora Gabriela Waibsnader presta conformidad a la nueva liquidación (f. 619). 2. Es sabido que ni la inactividad de las partes, ni sus expresos planteos, ni la temporaneidad de sus objeciones, vinculan a este Tribunal en el control que -aun de oficio- puede efectuar de la ejecución de sus pronunciamientos (C.S.J.P.: “Gardebled”, A. y S. T. 41, pág. 374; “Surkin”, A. y S. T. 54, pág. 365; “Mántaras”, A. y S. T. 60, pág. 176; “Aguirre”, A. y S. T. 68, pág. 5; “Tarsicio”, A. y S. T. 92, pág. 199; entre otros; de esta Cámara: “Storani”, A. T. 1, pág. 411; “Sañudo”, A. T. 6, pág. 71; “Orlando”, A. y S. T. 2, pág. 290; “Falchini”, A. y S. T. 3, pág. 116; “Mántaras”, A. y S. T. 4, pág. 198; “Loubiere”, A. y S. T. 8, pág. 220; etc.). Pues bien, en el caso, mediante auto firme, el Tribunal reguló los honorarios profesionales teniendo en cuenta el valor entonces vigente de la unidad jus con más el interés moratorio correspondiente a la tasa pasiva promedio del artículo 10 del decreto nacional 941/91, reglamentario de la ley de convertibilidad (ver arts. 7 y 10, ley 23.928 -texto según ley 25.561-; y el criterio de Fallos 328:4507; 332:335; etc.). Por lo tanto, y atento el valor de la unidad jus utilizado por el peticionario, la Cámara de lo Contencioso Administrativo Nº 1 RESUELVE: Rechazar la liquidación practicada a foja 616. Regístrese y hágase saber. Fdo. PALACIOS. DE MATTIA (Por sus fundamentos). LISA. Di Mari (Secretario). FUNDAMENTOS DEL SEÑOR JUEZ DE CÁMARA DOCTOR LUIS ALBERTO DE MATTIA: 3. a. Adelanto que no corresponde aprobar la actualización presentada conforme al valor de la unidad Jus [$186,84] empleado a fojas 613/615. Para así decidir, cabe inicialmente precisar que el artículo 32 de la ley 12.851 estipula que: “... El pago será cancelatorio y definitivo únicamente si se abona la cantidad de pesos o moneda de curso legal que resulte equivalente a la cantidad de unidades JUS contenidas en el auto regulatorio según al valor vigente al momento del pago” (segundo párrafo, 2da. parte); y agrega, a continuación, que: “Bajo la misma sanción, la resolución deberá expresar también el interés moratorio aplicable, el que será dispuesto prudencialmente por los jueces, teniendo en cuenta las vicisitudes del mercado, el valor adquisitivo de la moneda y el carácter alimentario del honorario profesional, pudiendo alcanzar hasta una vez y media la tasa activa capitalizada del Nuevo Banco de Santa Fe S.A. para las operaciones de descuentos de documentos” (tercer párrafo). Previene, además, que si la “ley de fondo” así lo acuerda “resulta procedente la actualización monetaria por aplicación de los índices de precios al consumidor confeccionado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos... Pero [agrega] si el valor de la unidad JUS se hubiere incrementado durante el mismo período, corresponderá cotejar ambas cantidades, debiéndose abonar el monto que resulte mayor al tiempo del pago” (quinto párrafo). Asimismo, dispone que: “A estos fines, los honorarios regulados transcurrido un mes desde que se encuentren firmes a petición de los profesionales interesados o de la Caja Forense, podrán ser actualizados teniéndose en cuenta el índice mencionado en este Artículo. Las actualizaciones que se efectúen se computarán para los aportes a las Cajas Forense y de Jubilaciones y Pensiones de Abogados y Procuradores” (sexto párrafo). b. Ahora bien: de la descripción precedente se observa que la ley local impone, en primer lugar, al contingente moroso la aplicación de intereses de ese género, y fija, en segundo lugar, la actualización monetaria de los honorarios de abogados y procuradores mediante el sistema de actualización de la unidad Jus [a cargo de la Corte Suprema de Justicia provincial -cuarto párrafo, ibídem-]; estipulando, finalmente, para la hipótesis que lo autorizare la “ley de fondo”, que será la actualización monetaria por el indice de precios al consumidor emitido por el I.N.D.E.C. o por el valor de la unidad Jus, según el mayor. Tal norma, en mi criterio, fácticamente asimilable a una doble punición y no exenta de ambigüedad, no puede sino considerarse violando el marco instituido por la ley 23.928, y sus modificatorias (leyes 25.445, 25.561). En efecto, la mencionada ley deroga en su artículo 10 “todas las normas legales o reglamentarias que establecen o autorizan la indexación por precios, actualización monetaria, variación de costos o cualquier otra forma de repotenciación de las deudas, impuestos, precios o tarifas de los bienes, obras o servicios. Esta derogación se aplica aun a los efectos de las relaciones y situaciones jurídicas existentes, no pudiendo aplicarse ni esgrimirse ninguna cláusula legal, reglamentaria, contractual o convencional -inclusive convenios colectivos de trabajo- de fecha anterior, como causa de ajuste en las sumas de pesos que corresponda pagar”. Mientras tanto, la actualización consagrada por la ley 12.851, interpretada sin ambages por el pretensor, colisiona con la norma nacional, y sin que se visualice contrapuestamente -ni que por ausencia, alcanzaría en el cuadro descripto alguna justificación- la desprotección de los lucros a que tienen derecho los curiales por las labores desarrolladas en el proceso judicial, como es al caso, al resguardo en el prescripto interés moratorio. Al respecto, la Corte Suprema de Justicia de la Nación, con remisión al dictamen de la Procuración General, tiene dicho que “... los réditos que corresponde reconocer con posterioridad a la entrada en vigencia de la ley de convertibilidad 23.928 deben calcularse según la tasa pasiva promedio que publique el Banco Central de la República Argentina y la ley 25.561, si bien deroga el régimen de convertibilidad impuesto por la ley 23.928, no modifica en lo sustancial los arts. 7 y 10, por lo que se mantiene la ‘prohibición’ de actualización monetaria, ‘indexación’ por precios, variación de costos o repotenciación de deudas, cualquiera fuere su causa” (Fallos: 328:4507 [Montemurro]; y contestes, 329:385 [7.3.2006]; 332:335 [10.3.2009]. La “sanción”, de acuerdo al expreso giro utilizado en la norma, refiere a la remuneración de la actividad profesional del abogado o procurador, la cual una vez justipreciada en el pleito por el juzgador (A. y S. T. 16, pág. 462; f. 608 y vto.), goza de la aplicación de los “intereses moratorios” con reconocimiento del “valor adquisitivo de la moneda y el carácter alimentario del honorario...” (tercer apartado, ibídem). Esos intereses, por la naturaleza jurídica accesoria que ostentan están destinados a reparar y satisfacer los perjuicios producidos por el retardo (artículos 508, 509, 622 y ccs., Código Civil), y esa circunstancia aparece recogida expresamente en la ley arancelaria. Tal concepto [interés moratorio] se interpreta integrando un “rubro” de los intereses, el que reconoce el hecho dañoso y resarcible relacionado con la causalidad presupuesta por el ordenamiento jurídico, y, por ende, destinado a satisfacer la demora, o el cumplimiento tardío, perjudicial, generando la obligación de satisfacer los daños moratorios, y, a la vez, compeliendo o reprimiendo los efectos del incumplimiento (conf. Moriconde, Oscar D., El régimen jurídico de los intereses, Lerner, Córdoba-Buenos Aires, 1977, pp. 88 y ss.). De manera, que desde la perspectiva analizada se elucida la existencia de un interés legal, y punitivo, tendente a garantizar la intangibilidad lucrativa y los perjuicios, provenientes de la morosidad en el pago de las remuneraciones de los profesionales, y ello presupone, en el contorno de la actual política económica, ser suficiente; tornando lo contrario, es decir: la actualización prescripta e interpretada, y pretensa, según la ley 12.851, en ilegal, y lesiva -a primera vista- del principio de igualdad ante la ley (artículo 16, Const. Nacional, y artículo 8, Const. Provincial), siendo que los demás sujetos sociales se encuentran excluidos del régimen de esa ley arancelaria. Por tanto, corresponde rechazar la pretensión ejercida a foja 616, y dejar a salvo la formulación de una nueva liquidación con el alcance explicitado. Fdo. DE MATTIA. Di Mari (Secretario).