poseedores de Tierras Municipales con título legíti

Anuncio
—
157
-
Situación legal de los poseedores de
Tierras Municipales con título legíti
mo de la enajenación provisoria
Informe
del escribano
Tulio R. Bardailo, aprobado el 29 de abril de 1948 por
la Comisión Directiva.
De
los
fundamentos básicos de la política
descubrir
casiMcma para las Indias
coilonizar
civilizar en su orden natural, es el se
—
—
■ —.
inspira la legislación 'de tierras.
española entregó sus tierras sin
desprenderse definitivamente, del dominio, hasta
que el poblador lo ganara con su esfuerzo,
levantando poblaciones y cultivando las tierras.
Las disposiciones adoptadas por los gobier
nos patrios no modificaron inicialmente el de
recho Indiano sobre repartimientos
por el
contrario lo refirmaron. {Decretos 27 de ma
yo 1827 y 25 octubre 1859)
Los abusos que se cometieron bajo la vigen
cia de ese régimen, ambientaron la trascenden
tal reforma del decreto ley N\992 de 23 de se
tiembre de 1867, sustituyendo la "donación"
por la "compraventa de tierras''.
La ley 4272 de 21 de octubre de 1912 cierra
la disponibilidad- de las tierras municipales.
{art. 23 hoy 20) : al reabrirse por la ley de go
biernos locales de 23 de diciembre de 1919,
confirmada por la ley de 28 de octubre de
1935, ha desaparecido todo vestigio del régi
gundo
La
el que
corona
,
.
■
indiano y la idea de colonización que ha
bía sido el eje jurídico 'de la legislación de
tierras.
Bl título expedido al poblador no fué nun
men
ca
definitivo
sino
los derechos sino
de
población
y
condicional,
resolviéndose
cumplían las condiciones
cultivo Bl dominio, para el pose
.
—
158;estaba
r,
siva, si
cho, si
Bn
sujeto a una. condición suspen
frustraba, desaparecía todo dere
cumplía, se hacía dueño liso y llano
se
Se
este
último caso,
sidad de probar el
se
hizo sen.ir la
cwnplimiento
.
nece
de la condL
ción y obtener de las autoridades municipales
el "reconocimiento formal del dominio" por
.,
parte del poblaidior (Resolución 17 de abril
1873 y decreto 14 de junio de 1909).
La ley N° 4272 no pudo privarlos de esos de.
'
rechos' adquiridos sin violentar d principio de
•
la irretroactividad ;
praron"
sus
,
tierras
los
pobladores,
entre- el 21
que "com
de octubre de
1908 e igual fecha de 1912, adqmríeroni un derecho de propiedad bajo condición suspensiva
de población y cultivo, dentro del término de
4 años; cumplida la condición, adquirieron el.
dominio y la Comuna debe reconocerlo así,
cualquier momento que se le solicite.
en
■
',
CONSULTA
..
poseedores de tierras municipales con
provisoria, ex-iDedidos entre el 21 de octubre
Si los
ción'
título
legítimo-
1912, pueden reclamar la adjudicacaión definitiva, previas
ley N' 4272.
de
ciones que determina la
Hasta, la fecha el
■
años
deberían
contarse
Municipio
con
de
de
enajena
de 1908 y la misma fecha
las
justifica
Artigas interpretó siempre que esos 4
a la promulgación de la ley. Vale
anterioridad
decir que. un título, para ser aceptado debería ser expedido antes del .21 de
octubre de 1908 : pero algunos profesionales sostienen que esos 4 años de
•
ben
ser
anteriores
a
en
1911 o, 1912 por
en
las
la presentación del título, por tanto un título expedido
ej., y presentado hoy, estaría 'perfectamente encuadrado
disposiciones del
art.
2.".
INFORME
comprensión de los preceptos de la ley N.' 4272, requiere un pleno
legislación de tierras municipales y una especial disposi
ción mental, para captar el espíritu social, informativo de esa legislación.
De los fundamentos básicos de la política castellana para las Indias
COLONIZAR
descubrir'
civilizar, en su orden natural, es el segundo
eí que inspira la legislación de' tierras. El derecho Indiano, tan mal conocido
entre iiosotros,. contiene minuciosa reglamentación de los repartimientos de
tierras en las nuevas poblaciones, orientada hacia una clara finalidad de co
iLa
conocimiento de la
■ —-
—
—
lonización
-La fundación -y el crecimiento dé las
•
.,
poblacaiones,
no
podía
hacerse y
159
—
estimularse,
con
criterio
—
individualista, transfiriendo definitivamente
el do
minio de las tierras, al poblador que/ las solicitase, con sólo manifestar su pro
pósito de radicarse en ellas; era preciso que tal propósito se demostrara con
hechos que lo revelaran indubitablemente. Adecuando el derecho a esa polí
tica de hondo contenido social, la
corona
castellana
entregó
tierras sin
sus
desprenderse definitivamaente del dominio-, hasta que el poblador lo ganara
con su esfuerzo, levantando poblaciones y cultivando las tierras. El dominio
no
está
merced del
a
primero
c[ue lo
solicita; hay
que
ganarlo
puede de
-purgada
luego la
culpa de sus
y así
cirse que la propiedad de las tierras americanas nace por el trabajo-,
de todo vicio congénito. Si las debil'dades humanas, deformaron
hermosísima
creadores
concepción política del derecho Indiano,
no-
es
.
Esta brevísima introducción, explica las condiciones de los repartimientos
de tierras, en los que están ausentes las
recho romano.
tras
concepciones individualistas
del de
Partiendo de la Recopilación de Leyes de Indias de 1680, aplicada a
fundaciones patrias, se disponía la entrega de solares y tierras de labor
nues
(peo
nías y caballerías) a los pobladores que lo solicitaren (ley 1* tit. 12. L. 4) con
tal que al aceptarlas contrajeran obligac'ón de tener edificados los solares,
plantadas
las tierras de labor y
pobladas
de
las que fueran de pastos,
ganados
dentro de tiempo limitado (que generalmente era de 4 años) bajo pena de per
derlas en caso contrarío. (Ley 3 tit. 12. L. 4). Cumplidas esas condiciones los
pobladores adquirían
y labor y residido
el dominio
"
:
...
y
habiendo hecho
en
ellas
su
morada
aquellos pueblos 4 años, les concedemos facultad para
que de allí en adelante los puedan vender y hacer de ellos a su voluntad libremente, corno cosa suya propia ..." (Ley 1* tit. 12. L. 4).
No otra cosa que la aplicación de esos principios, contenían las bases que
Zabala dirigiera al Cabildo de Buenos Aires elj 28 de agosto 'de 1726, para es
timular y fomentar la población de Montevideo :
para gozar de lo referido
y contarse por pobladores y tener derecho de propiedad a la nobleza que
S. M. les comunica en la ley citada y también, para adquirir el derecho- de
propiedad a las cuadras y solares, chacras y es- andas que se les repartieren, hayan de ser obligadas a mantener la veciiuíad por cinco años precisos
(nada obstaba a que se aumentaran los años de arraigo) y si alguno la
desamparare por convenirle haya perdido lo que así se le repartiere y quede en cabeza de su majestad, para poderlo dar y repartirlo a otras persoñas; pero habiendo mantenido la dicha vecindad el tiempo referido de lo.s
cinco años, adquieran el derecho de propiedad a las tierras que les hubieren repartido para poderlas vender o enajenar
( Márquez-Bosque jopág 57).
"El interés económico de fomentar la población y de aumentar mediante
el cultivo el valor de las tierras fueron, sin duda, los móviles que guiaron
a los legisladores españoles
para reglamentar en las Indias el dominio prien
"
"
"
...
"
"
"
"
"
"
"
"
"
"
"
..
"
"
.
—
160
—
vado de las tierras
"
"
tes
"
en
"
según normas que se apartaban de las viejas concepromano-justinianeas, aceptadas por otra parte, por las propias fuendel derecho- castellano vigente
aún cuando con carácter supletorio
dones
—■
—
estos territorios. Por
tulo
jurídico-
Gracia
de la
eso
se
adjudicación
Merced de la venta
reitera constantemente c[ue por el solo tíen repartimiento, de la Real Cédula de
de la
co-mposición no se adquiera el pleno
adjudicada.
exige siempre la posesión efectiva y el cultivo;
factible
se recomienda que los reparti
ésto
sea
y para que
mientos se hagan según la calidad de las personas; se ordena que el c(ue
recibiera peonías y caballerías se había de comprometer a tener edificadas
las casas y plantadas las tierras dentro del tiempo que se les señalase. Se
restringe la extensión de los lotes de tierras adjudicables a cada propietario..." (Ots. Cap-dequí J. M. Manual de Historia del Derecho Español
cn las Indias .v del Derecho
pág. 285).
Propiamente Indiano
o
o
dominio sobre la tierra
Se
"
"
—■
Las
por los Gobiernos Patrios
disposiciones adoptadas
no
modificaron
inicialmente al derecho Indiano sobre repartimientos : por el contrario, lo
refirmaron: así el decreto de 27 de mayo de 1827 determina que los solares
distribuirán
entre los
individuos que quieran poblarlos
(Art. 5)
preciso término de un año, so pena
de nulidad de la donación (art. 7 inc. 1-2) ; más científicamente, el notable
decreto de 25 de octubre de 1859, condensa los principios hasta aquí expuestos :
"Considerando, dice, que es urgente remover todos los obstáculos que
se oponen al desarrollo y crecimiento de los ejidos y pueblos del interior
y hacer cesar los abusos que ocasiona la explotación ilegal e improductiva
de los mismos, embarazando a la vez, la acción de las Juntas Económicos
Administrativas respectivas :
"Considerando, que las disposiciones del presente decreto, sometido- antes de ahora bajo otra forma, a la sanción del Cuerpo Legislativo, no son
sino una reproducción de las contenidas en la legislación vigente en la
materia o reglamentaria de las mismas y por consiguiente es del resorte
del Poder Ejecutivo ponerlas en vigor. (Se refiere a las disposiciones
de la Recopilación de Leyes de Indias de 1680)".
A cada poblador no podrá donársele más c[ue una suerte de
4')
chacra y un solar en el pueblo-, hasta tanto que haya adcjuirido el dominio
de los primeros que pidiere o- los haya -perdido por el no cumplimiento de
las obligaciones legales que se impuso al aceptarlo.
Nadie ha adqwiridú ni adquiere dominio en los solares y cha5*)
eras que se hayan repartido o se repartieren en adelante, si no ha construído habitaciones en los pueblos yf establecido y conservado trabajos
de labranza en las chacras, dwante el término de ctkitro añosj sólo pasal'do
se
bajo
"
"
"
"
"
"
"
"
—
"
"
"
—
"
"
"
gratis
la condición de edificar
casa
en
el
161
—
—
"
tiempo hay facultad conforme a la ley, para poder vender y disponer
propiedad como de cosa propia"'.
Hay pues, una innegable continuidad del régimen jurídico indiano, cu
ya política de colonización, está maravillosamente captada por el decreto
aludido, perdurando. has' a la ley N'' 4272.
Los abusos que se cometieron bajo la vigencia de ese régimen (tráfi
co de influencias
^inequitativa distribución gratuita de las tierras disponi
bles
etc) ambientaron la trascendental reforma del decreto ley N' 892 -de
23 de setiembre de 1867, sustituyendo la "donación" por la "compraventa"
3
de tierras :
Los solares, huertas y chacras que desde el primero
de enero del corriente año se hubieren dado provisoriamente y sujetas a
las disposiciones posteriores, así como las que en lo 'sucesivo- hayan de
enajenarse serán justipreciadas -por peritos nombrados por dichas corpo
raciones y los solicitantes, sin perjuicio de las consideraciones a que por
ese
"
de la
—
—
"
—
.
.
.
"
'■'
antecedentes y servicios sean éstos acreedores. La oblación que se hi
con arreglo al valor de tasación, no exortera al
comprador del deber
de poblar y cultivar el solar, huerta o chacra
comprados, dentro del tér
sus
ciere
mino prescripto
nes
Así
en
las
leyes vigentes,
y
quedando sujeto
a
las delincacio
ordenasen por las autoridades co-mpetentes".
continúa hasta la ley N" 4272, que cierra la d'sponibilidad de
23 hoy 20) : al reabrirse por la ley de Gobier
Locales de 23 de diciembre de 1919 (art. 56 inc. 2) confirmada por la
se
las tierras
nos
se
que
ley de
municipales (art.
28 de octubre de 1935
del
régimen indiano y la idea
de la legisldicíón de tierras. La
cipales en cantidad suficiente
Expresábamos
(art.
37 inc.
2) ha desaparecido todo vestigio
de colonización que había sido el eje jurídico
razón está en que ya no "existen tierras muni
para colonizar.
que para la cabal
comprensión de este derecho, cuyo es
imperfectamente realizado-, es preciso una especial dis
posición mental, condenando a penumbra los principio-s singularísimos del
derecho privado, que pueblan nuestro conocimiento jurídico-, para captar el
carácter social y público de la legislación que nos ocupa.
A esta altura, podemos preguntarnos por la naturaleza
jurídica de los
repartimientos de tierras.
Las doctrinas civilistas bajo las cuales se ha desarrollado dicha legis
lación,, pagando tributo a esa influencia, llaman "donación" y "compraventa"
condicional, las formas jurídicas de que se ha valido la administración de
partamental, para desprenderse del dominio de las tierras municipales.
bozo histórico hemos
—
La orientación
162
—
moderna, determinada
por
un
criterio adminlstrativis-
ta, prefiere hablar de "enajenaciones a título oneroso y a título gratuito",
de carácter condicional, pues su calidad de actos típicamente administrati
vos, no permiten asimilarlos a los citados contratos tipos del derecho civil.
,
Pero de todas maneras, el título expedido al poblador no fué nunca de
finitivo (título legítimo de enajenación provisoria según la ley N' 4272)
sino condicional, resolviéndose los derechos si no se cumplían las condicio
quedaba obligado contractualmente (se
de tierras) y por el régimen jurídico
El dominio, para ,el poblador,
tierras.
la
distribución
de
las
que regulaba
estaba sujeto a una condición suspensiva: si se frustraba, desaparecía todo
derecho; si se cumplía, se hacía dueño liso y llano.
Es decir, que si transcurrido el plazo fijado para levantar las cons
trucciones y realizar y mantener los trabajos de labranza, resultaba que el
poblador no había cumplido esas obligaciones, quedaba sin efecto la "do
nación" o "compraventa", por frustración de la condición suspensiva (ley
nes
de
población
hacían constar
y cultivo
en
las
a
las que
adjudicaciones
art. 3 del dec. ley
art. 8 inc. 5 dec. 25 de octubre de 1859
cambio, cuando el poblador cumplía aquellas exigencias, con
solidaba el dominio por cumplimiento de la Condición suspensiva, recono
ciéndole el derecho^ a "vender y disponer de la propiedad como de cosa pro{
pia" (art. 3 inc. 5 .dec. 25 octubre 1859).
A medida que el tráfico de estos bienes se fué intensificando, multi
plicándose los traspasos, se hizo sentir la necesidad de probar el cumplimien
to de aquella condición suspensiva, que consolidaba el do-minio del poblador
y nada mejor para servir este propósito, que la justificación de ese cum
plimiento ante el propio órgano comunal (luego se exige que se realice judi
3. tit. 12. L. 4.
N"
892)
:
—
—
en
"
cialmente por la resolución del 30 de noviembre de 1908
considerando 3
y art. 1) y el pedido al mismo, del reconocimiento formal del dominio en fa
—
vor
el
"
"
"
"
"
"
"
"
de dicho
poblador.
La resolución del 17 de abril de
1873, expresaba
sobre
particular :
"El Fiscal de Gobierno y Hacienda dice que los pobladores de los ejidos
pueblos adquieren dominio perfecto en los solares y chacras que se
de los
hayan repartido, si hubiesen establecido y conservado labores de labranza durante el término de 4 años, según las leyes de Recopilación de
Indias y decreto reglamentario de 25 de octubre de 1859. El peticionario
les
Alonso está
derecho para solicitar que se le declare pro'pierefiere el título donación que ha presentado y
la Junta debe hacerlo así, previa justificación de la posesión y de haberse
cultivado 'la chacra durante el tiempo establecido en la ley"..
en su
tario del terrena
Queda
así
perfecto
a
que
inaugurado
se
un
verdadero-
régimen
de "reconocimiento del do
que desde el punto de v'sta del poblador, configura la constatación
oficial de su derecho de propiedad puro y simple. Sin embargo-, documentalmente, su "título" era la "donación" o "compraventa" : el reconocimiento de
minio",
—
163
-
simple prueba instrumental del cumplimiento de la condición
dependía su derecho de propiedad.
Es clara la reminiscencia de la "confirmación real" del derecho Indiano,
necesaria para convalidar las disposiciones de tierras hechas por las autori
dominio
es
suspensiva
la
de la cual
dades coloniales
:
no
otro- carácter tienen
esos
reconocimientos de -dominio.,
embargo, se consideraron en la jurisprudencia administrativa, mas un de
recho del poblador, que un trámite de cumplimiento obligatorio para la con
validación del acto de disposición. No puede sin embargo negársele este últi
mo carácter, desde el punto de vista del perfeccionamiento de la relación ju
rídica adminstrativa, ya que mediante esa justificación se fiscaliza el cum
plimiento de disposiciones legales y reglamentarias y lo c]ue es más impor
tante, en un plano más elevado aún, el arraigo de los pobladores, esencial, en
la política colonizadora del gobierno comunal.
Las diferentes consideraciones de este informe, están condensadas en el
notable decreto de 14 de junio de 1909, suscrito por el Presidente 'Williman
que según el art. 3' inc. 5'
y el Dr. José Espalter : "Considerando: 1")
del decreto- de octubre 25 de 1859, se adquiere el dominio de los solares y
chacras qtie se hayan repartido o se repartiesen, si se ha construido, y fnantenido habitaciones en los pueblos y establecido y \continuado trabajos de
labranza en las chacras' durante el término de cuatro años y en ese caso hay
facultad, como lo dice esa misma disposición, para poder vender y disponer de la propiedad como de cosa propia. 2")
Que eso mismo está dis
puesto en los artículos P y 3° del decreto de 23 de Setiembre de 1867, con
Sin
—
"
"
"
"
"
"
—
"
"
"
la sola salvedad de que en ese decreto se modificó el régimen de donación
de los solares, sustituyéndolo por el de donación o venta, que deberá hahacerse mediante
justipreciación del valor, por peritos nombrados por las
corporaciones y los solicitantes y oblación del valor de la tasación.
4')
Que las resoluciones de setiembre 3 de 1878 y mayo 10 de 1879 reco->
"nocieron también que el dominio pasa al adjudicatario de los solares, luego
que ha cumplido con las prescripciones de la ley, que consisten como se ha
dicho, en mantener poblaciones y cultivos por 4 años, y hacer la oblación
respectiva, al recibir la posesión provisional en el caso de la venta y si
dispusieron la escritura definitiva, fué tan sólo para \dejar constancia fehaii
cíente y auténtica de. ese traspaso de propiedad" Concluye el decreto dis
poniendo que : "Todos los concesionarios de solares, huertas o chacras.^ de las
corporaciones municipales del interior, que hubieran cumplido con las -con
diciones legales impuestas en sus concesiones, según las leyes vigentes
y lo
"justifiquen en debida forma, tienen derecha, a que se les otorgue la escri
turación definitiva correspondiente, por el valor establecido en la
justipre
ciación primitiva, previa a la concesión".
La ley N' 4272 de 21 de octubre de 1912, fué
proyectada por el Poder
Ejecutivo y remitida al parlamento con mensaje que firman Williman y J\o'sS
Espalter, el 21 de diciembre de 1910; luego de las vidsitudes propias del trá"
.
"
—
.
.
—
míte
legislativo,
se
aprueba
con
164
—
modificaciones que
no
interesan
en este
des
arrollo.
La referida
intenta perfecdonar la tituladón de las tierras munici
particulares. No modifica el régimen vigente, lo suprime.
Para cada situación jurídica, regular o
irregular, trae una solución: puede
afirmarse que nada escapa a su
magnífica previsión. Todos : los que tienen
un título no
perfeccionado aún, los que no tienen sino un título vicioso y los
que carecen simplemente de título, están minuciosamente
contemplados.
Consideremos los primeros, a los cuales se refiere el art. 2":
Podrá optar a la adjudica-dón definitiva TODO el
que tuviera TITULO
LEGITIMO de, la enajenación provisoria DE UNA DATA NO MEÑOR DE CUATRO AÑOS
y justifícase que d inmueble de que se tra-
pales
en
poder
ley
de
"
"
^'1
ta ESTA O HA
ESTADO POBLADO si fuese terreno urbano o
que
ESTA O HA ESTADO CULTIVADO si fuese
terreno de huerto o
chacra".
Explicando
"
,
"^
"
'^
!1
"
el alcance de este
precepto decía el Mensaje respectivo:
"Se sabe que la enajenadón de la tierra de los
pueblos y ejidos se hizo
hasta d 23 de setiembre de 1867 por el sistema de las donaci'.nes
estableddas por las leyes de Indias y después de esa fecha
por d sistema de ventas bajo tasación. Pero ni las donaciones
eran, ni las ventas
smo
condicionales,
y cultivar por
miento
no
se
pues
se
hacían y
se
son, simples
obligación de poblar
años, obligación sin cuyo cumpli-
hacen
con
la
un plazo- no menor de 4
adquiere la propiedad definitiva.
Es claro que aún cuando el dominio
se
consiga de pleno derecho p-or el
simple cumplimiento de la condición, es menester probar que se ha ¡cumplido para obtener la escrituraáón y ifai prueba debe hacerse ante la auto
^
"^
"
ridad local. .,.."
Luego, para que
dom'nio, al
miento de
^)
2)
3)
—'
—^
—
Poseer
De
una
los
poseedores
que la
con título
puedan obtener el reconoci
ley llama "adjudicadón definitiva", es menester :
título legítimo de la enajenación
provisoria.
data (antigüedad) no menor de 4 años.
un
Justificar que
gún los casos.
el bien está
o
ha estado
poblado
o
cultivado
se
Cada una de estas exigencias han
quedado ya exphcadas y encuentran
razón de ser, en -d
régimen de colocación de tierras municipales, vigente
hasta la ley W 4272. Por "título
legítimo" puede entenderse d expedido por
autoridades competentes (arg. a contrario sensu art.
7) de acuerdo con las
disposiciones de forma y de fondo vigentes (Art. 7): d
agregado "de la
enagenación provisoria" es una clara referencia a la "condicionalidad" con
substancial de dichos títulos. La
antigüedad de cuatro años era d plazo mí
nimo de las leyes de
tierras, desde el derecho indiano, para el
arraigo de los
su
—
165
—
harto comentadas.
pobladores : las exigencias de población y cultivo, han sido
Baste destacar la liberalidad de la ley que se conforma con la justificación de
HAN ESTADO pobladas o cultivadas.
que las tierras ESTÁN O
Luego el que posea un título como el que mencionamos, anterior al 21
de octubre de 1912, ha podido luego de los 4 años de su exped'ción y previas
la justificación de población y cultivo, exigir el reconocimiento de su domi
nio por parte de la autoridad comunal.
La exigencia de -c|ue los cuatro años de
cumplidos
estar
a
la fecha de la
ley
o
sea
de octubre de 1908, para que pueda
habla el art 2' no surge ni de la ley ni de
21
antigüedad
en
el título debían
que el título debe ser anterio-r al
pedirse el reconocimiento de que
sus antecedentes, ni es siquiera ra
prueban las distintas transcripciones hechas hasta aquí.
mientras se reconoce el dominio a todos los
¿ Cómo- es posible pensar que
4 años cumplidos de antigüedad (no obs
con
que tuvieran un título legítimo
tante no haber comparecido .en tiempo a regularizar su situación frente a la
Comuna) se les niegue a los que adquirieron tierras entre el 21 de octubre
de 1908 e igual fecha de 1912? ¿En qué po-dría fundarse semejante distinción?
¿Qué mejores consideraciones merece el que ya tenía cumplidos los 4 años
con respecto al que los está cumpliendo? Sólo torciendo o deformando la ley
quedan sin respuesta estas preguntas.
Si el propio mensaje del Poder Ejecutivo-, consagrando la doctrina des
arrollada en el decreto de 14 de junio de 1909, reconoce que en ese momento
SE HACEN ventas con la condición de población y cultivo y declara QUE
cional,
como
lo
ÍEL dominio SE CONSIGUE DE PLENO DERECHO POR EL
SIMPLE cumplimiento DE DICHA CONDICIÓN, no cabe duda,
de que su propósito es amparar también a los pobladores en esas condiciones.
Los que
niegan
a
los
poseedores
de tierras
con
títulos
legítimos poste
riores al 21 de octubre de 1908 y anteriores a igual fecha de 1912 el derecho
al reconocimiento del art. 2' de la ley N' 4272, se cuidan bien de no- aclarar
en
qué situación se encuentran dichos pobladores.
¿Es que no tiene ningún derecho? ¿No pueden obtener
to de
su
el reconocimien
dominio?
Ni aún admitiendo la
inaplicabilidad de aquella disposición legal, puede
gratuito de su dominio : en efecto, sus
negársele
derechos nacieron bajo un régimen jurídico, (Decretos 25 de octubre de 1859
y 23 de setiembre de 1867) y de esos derechos nadie ha podido privarlos sin
violentar el principio de la irretroactividad de las leyes : nadie hasta el presen
te ha pretendido que la ley N" 4272 tenga ese efecto y prive a los
pobladores
de que tratamos de sus "derechos adquiridos"
Los pobladores que "compraron" sus tierras entre el 21 de octubre de
1908 y el 21 de octubre de 1912, adquirieron un derecho de propiedad bajo
condición suspensiva de población y cultivo dentro dd término de 4 años:
cumplida la condición, adquirieron el dominio y la Comuna debe reconocerel derecho al reconocimiento
—
lo
asi,
en
cualquier
momento que
se
166
le
—
solicite,
porque
no
hay plazo actual
reconocimiento.
pedir
municipalidades, al disponer de las tierras bajo- ese régimen, c[uedajurídicamente obligadas a reconocer, según el mismo, el dominio de Iqs
mente
para
ese
Las
ron
pobladores. Toda resolución contraria a estas conclusiones comportará un
atac[ue a "derechos adquiridos" e importará un flagrante desconocimiento
del régimen legal de las tierras municipales. Contra ella la ley N' 4272 abre la
vía amplia del "contencioso" especialmente reglamentado para el caso. (Arts.
5 y 6).
PROYECTO DE RESOLUCIÓN
Por las
a
precedentes consideraciones-, el suscrito se permite aconsejar
aprobación del siguiente proyecto de resolución:
la Comisión Directiva la
"
"
"
"
"
"
"
"
"
poseedores de tierras municipales co-rí título legítimo anterior
1912, que hayan abonado- el justiprecio de sus tierras
si son posteriores al 23 de setiembre de 1867, y justifiquen que están o
-han estado pobladas o cultivadas según los casos, pueden solicitar de las
respectivas Municipalidades el reconocimiento- del dominio-, sin otra erogación.
Se entiende por título legítimo el expedido por autoridades competentes, -de acuerdo- con las disposiciones de forma y de fondo vigentes en
el momento- -de la enajenación.
Todos los
al 21 -de octubre de
Esc.
Julio R. Bardallo
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