— 157 - Situación legal de los poseedores de Tierras Municipales con título legíti mo de la enajenación provisoria Informe del escribano Tulio R. Bardailo, aprobado el 29 de abril de 1948 por la Comisión Directiva. De los fundamentos básicos de la política descubrir casiMcma para las Indias coilonizar civilizar en su orden natural, es el se — — ■ —. inspira la legislación 'de tierras. española entregó sus tierras sin desprenderse definitivamente, del dominio, hasta que el poblador lo ganara con su esfuerzo, levantando poblaciones y cultivando las tierras. Las disposiciones adoptadas por los gobier nos patrios no modificaron inicialmente el de recho Indiano sobre repartimientos por el contrario lo refirmaron. {Decretos 27 de ma yo 1827 y 25 octubre 1859) Los abusos que se cometieron bajo la vigen cia de ese régimen, ambientaron la trascenden tal reforma del decreto ley N\992 de 23 de se tiembre de 1867, sustituyendo la "donación" por la "compraventa de tierras''. La ley 4272 de 21 de octubre de 1912 cierra la disponibilidad- de las tierras municipales. {art. 23 hoy 20) : al reabrirse por la ley de go biernos locales de 23 de diciembre de 1919, confirmada por la ley de 28 de octubre de 1935, ha desaparecido todo vestigio del régi gundo La el que corona , . ■ indiano y la idea de colonización que ha bía sido el eje jurídico 'de la legislación de tierras. Bl título expedido al poblador no fué nun men ca definitivo sino los derechos sino de población y condicional, resolviéndose cumplían las condiciones cultivo Bl dominio, para el pose . — 158;estaba r, siva, si cho, si Bn sujeto a una. condición suspen frustraba, desaparecía todo dere cumplía, se hacía dueño liso y llano se Se este último caso, sidad de probar el se hizo sen.ir la cwnplimiento . nece de la condL ción y obtener de las autoridades municipales el "reconocimiento formal del dominio" por ., parte del poblaidior (Resolución 17 de abril 1873 y decreto 14 de junio de 1909). La ley N° 4272 no pudo privarlos de esos de. ' rechos' adquiridos sin violentar d principio de • la irretroactividad ; praron" sus , tierras los pobladores, entre- el 21 que "com de octubre de 1908 e igual fecha de 1912, adqmríeroni un derecho de propiedad bajo condición suspensiva de población y cultivo, dentro del término de 4 años; cumplida la condición, adquirieron el. dominio y la Comuna debe reconocerlo así, cualquier momento que se le solicite. en ■ ', CONSULTA .. poseedores de tierras municipales con provisoria, ex-iDedidos entre el 21 de octubre Si los ción' título legítimo- 1912, pueden reclamar la adjudicacaión definitiva, previas ley N' 4272. de ciones que determina la Hasta, la fecha el ■ años deberían contarse Municipio con de de enajena de 1908 y la misma fecha las justifica Artigas interpretó siempre que esos 4 a la promulgación de la ley. Vale anterioridad decir que. un título, para ser aceptado debería ser expedido antes del .21 de octubre de 1908 : pero algunos profesionales sostienen que esos 4 años de • ben ser anteriores a en 1911 o, 1912 por en las la presentación del título, por tanto un título expedido ej., y presentado hoy, estaría 'perfectamente encuadrado disposiciones del art. 2.". INFORME comprensión de los preceptos de la ley N.' 4272, requiere un pleno legislación de tierras municipales y una especial disposi ción mental, para captar el espíritu social, informativo de esa legislación. De los fundamentos básicos de la política castellana para las Indias COLONIZAR descubrir' civilizar, en su orden natural, es el segundo eí que inspira la legislación de' tierras. El derecho Indiano, tan mal conocido entre iiosotros,. contiene minuciosa reglamentación de los repartimientos de tierras en las nuevas poblaciones, orientada hacia una clara finalidad de co iLa conocimiento de la ■ —- — — lonización -La fundación -y el crecimiento dé las • ., poblacaiones, no podía hacerse y 159 — estimularse, con criterio — individualista, transfiriendo definitivamente el do minio de las tierras, al poblador que/ las solicitase, con sólo manifestar su pro pósito de radicarse en ellas; era preciso que tal propósito se demostrara con hechos que lo revelaran indubitablemente. Adecuando el derecho a esa polí tica de hondo contenido social, la corona castellana entregó tierras sin sus desprenderse definitivamaente del dominio-, hasta que el poblador lo ganara con su esfuerzo, levantando poblaciones y cultivando las tierras. El dominio no está merced del a primero c[ue lo solicita; hay que ganarlo puede de -purgada luego la culpa de sus y así cirse que la propiedad de las tierras americanas nace por el trabajo-, de todo vicio congénito. Si las debil'dades humanas, deformaron hermosísima creadores concepción política del derecho Indiano, no- es . Esta brevísima introducción, explica las condiciones de los repartimientos de tierras, en los que están ausentes las recho romano. tras concepciones individualistas del de Partiendo de la Recopilación de Leyes de Indias de 1680, aplicada a fundaciones patrias, se disponía la entrega de solares y tierras de labor nues (peo nías y caballerías) a los pobladores que lo solicitaren (ley 1* tit. 12. L. 4) con tal que al aceptarlas contrajeran obligac'ón de tener edificados los solares, plantadas las tierras de labor y pobladas de las que fueran de pastos, ganados dentro de tiempo limitado (que generalmente era de 4 años) bajo pena de per derlas en caso contrarío. (Ley 3 tit. 12. L. 4). Cumplidas esas condiciones los pobladores adquirían y labor y residido el dominio " : ... y habiendo hecho en ellas su morada aquellos pueblos 4 años, les concedemos facultad para que de allí en adelante los puedan vender y hacer de ellos a su voluntad libremente, corno cosa suya propia ..." (Ley 1* tit. 12. L. 4). No otra cosa que la aplicación de esos principios, contenían las bases que Zabala dirigiera al Cabildo de Buenos Aires elj 28 de agosto 'de 1726, para es timular y fomentar la población de Montevideo : para gozar de lo referido y contarse por pobladores y tener derecho de propiedad a la nobleza que S. M. les comunica en la ley citada y también, para adquirir el derecho- de propiedad a las cuadras y solares, chacras y es- andas que se les repartieren, hayan de ser obligadas a mantener la veciiuíad por cinco años precisos (nada obstaba a que se aumentaran los años de arraigo) y si alguno la desamparare por convenirle haya perdido lo que así se le repartiere y quede en cabeza de su majestad, para poderlo dar y repartirlo a otras persoñas; pero habiendo mantenido la dicha vecindad el tiempo referido de lo.s cinco años, adquieran el derecho de propiedad a las tierras que les hubieren repartido para poderlas vender o enajenar ( Márquez-Bosque jopág 57). "El interés económico de fomentar la población y de aumentar mediante el cultivo el valor de las tierras fueron, sin duda, los móviles que guiaron a los legisladores españoles para reglamentar en las Indias el dominio prien " " " ... " " " " " " " " " " " .. " " . — 160 — vado de las tierras " " tes " en " según normas que se apartaban de las viejas concepromano-justinianeas, aceptadas por otra parte, por las propias fuendel derecho- castellano vigente aún cuando con carácter supletorio dones —■ — estos territorios. Por tulo jurídico- Gracia de la eso se adjudicación Merced de la venta reitera constantemente c[ue por el solo tíen repartimiento, de la Real Cédula de de la co-mposición no se adquiera el pleno adjudicada. exige siempre la posesión efectiva y el cultivo; factible se recomienda que los reparti ésto sea y para que mientos se hagan según la calidad de las personas; se ordena que el c(ue recibiera peonías y caballerías se había de comprometer a tener edificadas las casas y plantadas las tierras dentro del tiempo que se les señalase. Se restringe la extensión de los lotes de tierras adjudicables a cada propietario..." (Ots. Cap-dequí J. M. Manual de Historia del Derecho Español cn las Indias .v del Derecho pág. 285). Propiamente Indiano o o dominio sobre la tierra Se " " —■ Las por los Gobiernos Patrios disposiciones adoptadas no modificaron inicialmente al derecho Indiano sobre repartimientos : por el contrario, lo refirmaron: así el decreto de 27 de mayo de 1827 determina que los solares distribuirán entre los individuos que quieran poblarlos (Art. 5) preciso término de un año, so pena de nulidad de la donación (art. 7 inc. 1-2) ; más científicamente, el notable decreto de 25 de octubre de 1859, condensa los principios hasta aquí expuestos : "Considerando, dice, que es urgente remover todos los obstáculos que se oponen al desarrollo y crecimiento de los ejidos y pueblos del interior y hacer cesar los abusos que ocasiona la explotación ilegal e improductiva de los mismos, embarazando a la vez, la acción de las Juntas Económicos Administrativas respectivas : "Considerando, que las disposiciones del presente decreto, sometido- antes de ahora bajo otra forma, a la sanción del Cuerpo Legislativo, no son sino una reproducción de las contenidas en la legislación vigente en la materia o reglamentaria de las mismas y por consiguiente es del resorte del Poder Ejecutivo ponerlas en vigor. (Se refiere a las disposiciones de la Recopilación de Leyes de Indias de 1680)". A cada poblador no podrá donársele más c[ue una suerte de 4') chacra y un solar en el pueblo-, hasta tanto que haya adcjuirido el dominio de los primeros que pidiere o- los haya -perdido por el no cumplimiento de las obligaciones legales que se impuso al aceptarlo. Nadie ha adqwiridú ni adquiere dominio en los solares y cha5*) eras que se hayan repartido o se repartieren en adelante, si no ha construído habitaciones en los pueblos yf establecido y conservado trabajos de labranza en las chacras, dwante el término de ctkitro añosj sólo pasal'do se bajo " " " " " " " " — " " " — " " " gratis la condición de edificar casa en el 161 — — " tiempo hay facultad conforme a la ley, para poder vender y disponer propiedad como de cosa propia"'. Hay pues, una innegable continuidad del régimen jurídico indiano, cu ya política de colonización, está maravillosamente captada por el decreto aludido, perdurando. has' a la ley N'' 4272. Los abusos que se cometieron bajo la vigencia de ese régimen (tráfi co de influencias ^inequitativa distribución gratuita de las tierras disponi bles etc) ambientaron la trascendental reforma del decreto ley N' 892 -de 23 de setiembre de 1867, sustituyendo la "donación" por la "compraventa" 3 de tierras : Los solares, huertas y chacras que desde el primero de enero del corriente año se hubieren dado provisoriamente y sujetas a las disposiciones posteriores, así como las que en lo 'sucesivo- hayan de enajenarse serán justipreciadas -por peritos nombrados por dichas corpo raciones y los solicitantes, sin perjuicio de las consideraciones a que por ese " de la — — " — . . . " '■' antecedentes y servicios sean éstos acreedores. La oblación que se hi con arreglo al valor de tasación, no exortera al comprador del deber de poblar y cultivar el solar, huerta o chacra comprados, dentro del tér sus ciere mino prescripto nes Así en las leyes vigentes, y quedando sujeto a las delincacio ordenasen por las autoridades co-mpetentes". continúa hasta la ley N" 4272, que cierra la d'sponibilidad de 23 hoy 20) : al reabrirse por la ley de Gobier Locales de 23 de diciembre de 1919 (art. 56 inc. 2) confirmada por la se las tierras nos se que ley de municipales (art. 28 de octubre de 1935 del régimen indiano y la idea de la legisldicíón de tierras. La cipales en cantidad suficiente Expresábamos (art. 37 inc. 2) ha desaparecido todo vestigio de colonización que había sido el eje jurídico razón está en que ya no "existen tierras muni para colonizar. que para la cabal comprensión de este derecho, cuyo es imperfectamente realizado-, es preciso una especial dis posición mental, condenando a penumbra los principio-s singularísimos del derecho privado, que pueblan nuestro conocimiento jurídico-, para captar el carácter social y público de la legislación que nos ocupa. A esta altura, podemos preguntarnos por la naturaleza jurídica de los repartimientos de tierras. Las doctrinas civilistas bajo las cuales se ha desarrollado dicha legis lación,, pagando tributo a esa influencia, llaman "donación" y "compraventa" condicional, las formas jurídicas de que se ha valido la administración de partamental, para desprenderse del dominio de las tierras municipales. bozo histórico hemos — La orientación 162 — moderna, determinada por un criterio adminlstrativis- ta, prefiere hablar de "enajenaciones a título oneroso y a título gratuito", de carácter condicional, pues su calidad de actos típicamente administrati vos, no permiten asimilarlos a los citados contratos tipos del derecho civil. , Pero de todas maneras, el título expedido al poblador no fué nunca de finitivo (título legítimo de enajenación provisoria según la ley N' 4272) sino condicional, resolviéndose los derechos si no se cumplían las condicio quedaba obligado contractualmente (se de tierras) y por el régimen jurídico El dominio, para ,el poblador, tierras. la distribución de las que regulaba estaba sujeto a una condición suspensiva: si se frustraba, desaparecía todo derecho; si se cumplía, se hacía dueño liso y llano. Es decir, que si transcurrido el plazo fijado para levantar las cons trucciones y realizar y mantener los trabajos de labranza, resultaba que el poblador no había cumplido esas obligaciones, quedaba sin efecto la "do nación" o "compraventa", por frustración de la condición suspensiva (ley nes de población hacían constar y cultivo en las a las que adjudicaciones art. 3 del dec. ley art. 8 inc. 5 dec. 25 de octubre de 1859 cambio, cuando el poblador cumplía aquellas exigencias, con solidaba el dominio por cumplimiento de la Condición suspensiva, recono ciéndole el derecho^ a "vender y disponer de la propiedad como de cosa pro{ pia" (art. 3 inc. 5 .dec. 25 octubre 1859). A medida que el tráfico de estos bienes se fué intensificando, multi plicándose los traspasos, se hizo sentir la necesidad de probar el cumplimien to de aquella condición suspensiva, que consolidaba el do-minio del poblador y nada mejor para servir este propósito, que la justificación de ese cum plimiento ante el propio órgano comunal (luego se exige que se realice judi 3. tit. 12. L. 4. N" 892) : — — en " cialmente por la resolución del 30 de noviembre de 1908 considerando 3 y art. 1) y el pedido al mismo, del reconocimiento formal del dominio en fa — vor el " " " " " " " " de dicho poblador. La resolución del 17 de abril de 1873, expresaba sobre particular : "El Fiscal de Gobierno y Hacienda dice que los pobladores de los ejidos pueblos adquieren dominio perfecto en los solares y chacras que se de los hayan repartido, si hubiesen establecido y conservado labores de labranza durante el término de 4 años, según las leyes de Recopilación de Indias y decreto reglamentario de 25 de octubre de 1859. El peticionario les Alonso está derecho para solicitar que se le declare pro'pierefiere el título donación que ha presentado y la Junta debe hacerlo así, previa justificación de la posesión y de haberse cultivado 'la chacra durante el tiempo establecido en la ley".. en su tario del terrena Queda así perfecto a que inaugurado se un verdadero- régimen de "reconocimiento del do que desde el punto de v'sta del poblador, configura la constatación oficial de su derecho de propiedad puro y simple. Sin embargo-, documentalmente, su "título" era la "donación" o "compraventa" : el reconocimiento de minio", — 163 - simple prueba instrumental del cumplimiento de la condición dependía su derecho de propiedad. Es clara la reminiscencia de la "confirmación real" del derecho Indiano, necesaria para convalidar las disposiciones de tierras hechas por las autori dominio es suspensiva la de la cual dades coloniales : no otro- carácter tienen esos reconocimientos de -dominio., embargo, se consideraron en la jurisprudencia administrativa, mas un de recho del poblador, que un trámite de cumplimiento obligatorio para la con validación del acto de disposición. No puede sin embargo negársele este últi mo carácter, desde el punto de vista del perfeccionamiento de la relación ju rídica adminstrativa, ya que mediante esa justificación se fiscaliza el cum plimiento de disposiciones legales y reglamentarias y lo c]ue es más impor tante, en un plano más elevado aún, el arraigo de los pobladores, esencial, en la política colonizadora del gobierno comunal. Las diferentes consideraciones de este informe, están condensadas en el notable decreto de 14 de junio de 1909, suscrito por el Presidente 'Williman que según el art. 3' inc. 5' y el Dr. José Espalter : "Considerando: 1") del decreto- de octubre 25 de 1859, se adquiere el dominio de los solares y chacras qtie se hayan repartido o se repartiesen, si se ha construido, y fnantenido habitaciones en los pueblos y establecido y \continuado trabajos de labranza en las chacras' durante el término de cuatro años y en ese caso hay facultad, como lo dice esa misma disposición, para poder vender y disponer de la propiedad como de cosa propia. 2") Que eso mismo está dis puesto en los artículos P y 3° del decreto de 23 de Setiembre de 1867, con Sin — " " " " " " — " " " la sola salvedad de que en ese decreto se modificó el régimen de donación de los solares, sustituyéndolo por el de donación o venta, que deberá hahacerse mediante justipreciación del valor, por peritos nombrados por las corporaciones y los solicitantes y oblación del valor de la tasación. 4') Que las resoluciones de setiembre 3 de 1878 y mayo 10 de 1879 reco-> "nocieron también que el dominio pasa al adjudicatario de los solares, luego que ha cumplido con las prescripciones de la ley, que consisten como se ha dicho, en mantener poblaciones y cultivos por 4 años, y hacer la oblación respectiva, al recibir la posesión provisional en el caso de la venta y si dispusieron la escritura definitiva, fué tan sólo para \dejar constancia fehaii cíente y auténtica de. ese traspaso de propiedad" Concluye el decreto dis poniendo que : "Todos los concesionarios de solares, huertas o chacras.^ de las corporaciones municipales del interior, que hubieran cumplido con las -con diciones legales impuestas en sus concesiones, según las leyes vigentes y lo "justifiquen en debida forma, tienen derecha, a que se les otorgue la escri turación definitiva correspondiente, por el valor establecido en la justipre ciación primitiva, previa a la concesión". La ley N' 4272 de 21 de octubre de 1912, fué proyectada por el Poder Ejecutivo y remitida al parlamento con mensaje que firman Williman y J\o'sS Espalter, el 21 de diciembre de 1910; luego de las vidsitudes propias del trá" . " — . . — míte legislativo, se aprueba con 164 — modificaciones que no interesan en este des arrollo. La referida intenta perfecdonar la tituladón de las tierras munici particulares. No modifica el régimen vigente, lo suprime. Para cada situación jurídica, regular o irregular, trae una solución: puede afirmarse que nada escapa a su magnífica previsión. Todos : los que tienen un título no perfeccionado aún, los que no tienen sino un título vicioso y los que carecen simplemente de título, están minuciosamente contemplados. Consideremos los primeros, a los cuales se refiere el art. 2": Podrá optar a la adjudica-dón definitiva TODO el que tuviera TITULO LEGITIMO de, la enajenación provisoria DE UNA DATA NO MEÑOR DE CUATRO AÑOS y justifícase que d inmueble de que se tra- pales en poder ley de " " ^'1 ta ESTA O HA ESTADO POBLADO si fuese terreno urbano o que ESTA O HA ESTADO CULTIVADO si fuese terreno de huerto o chacra". Explicando " , "^ " '^ !1 " el alcance de este precepto decía el Mensaje respectivo: "Se sabe que la enajenadón de la tierra de los pueblos y ejidos se hizo hasta d 23 de setiembre de 1867 por el sistema de las donaci'.nes estableddas por las leyes de Indias y después de esa fecha por d sistema de ventas bajo tasación. Pero ni las donaciones eran, ni las ventas smo condicionales, y cultivar por miento no se pues se hacían y se son, simples obligación de poblar años, obligación sin cuyo cumpli- hacen con la un plazo- no menor de 4 adquiere la propiedad definitiva. Es claro que aún cuando el dominio se consiga de pleno derecho p-or el simple cumplimiento de la condición, es menester probar que se ha ¡cumplido para obtener la escrituraáón y ifai prueba debe hacerse ante la auto ^ "^ " ridad local. .,.." Luego, para que dom'nio, al miento de ^) 2) 3) —' —^ — Poseer De una los poseedores que la con título puedan obtener el reconoci ley llama "adjudicadón definitiva", es menester : título legítimo de la enajenación provisoria. data (antigüedad) no menor de 4 años. un Justificar que gún los casos. el bien está o ha estado poblado o cultivado se Cada una de estas exigencias han quedado ya exphcadas y encuentran razón de ser, en -d régimen de colocación de tierras municipales, vigente hasta la ley W 4272. Por "título legítimo" puede entenderse d expedido por autoridades competentes (arg. a contrario sensu art. 7) de acuerdo con las disposiciones de forma y de fondo vigentes (Art. 7): d agregado "de la enagenación provisoria" es una clara referencia a la "condicionalidad" con substancial de dichos títulos. La antigüedad de cuatro años era d plazo mí nimo de las leyes de tierras, desde el derecho indiano, para el arraigo de los su — 165 — harto comentadas. pobladores : las exigencias de población y cultivo, han sido Baste destacar la liberalidad de la ley que se conforma con la justificación de HAN ESTADO pobladas o cultivadas. que las tierras ESTÁN O Luego el que posea un título como el que mencionamos, anterior al 21 de octubre de 1912, ha podido luego de los 4 años de su exped'ción y previas la justificación de población y cultivo, exigir el reconocimiento de su domi nio por parte de la autoridad comunal. La exigencia de -c|ue los cuatro años de cumplidos estar a la fecha de la ley o sea de octubre de 1908, para que pueda habla el art 2' no surge ni de la ley ni de 21 antigüedad en el título debían que el título debe ser anterio-r al pedirse el reconocimiento de que sus antecedentes, ni es siquiera ra prueban las distintas transcripciones hechas hasta aquí. mientras se reconoce el dominio a todos los ¿ Cómo- es posible pensar que 4 años cumplidos de antigüedad (no obs con que tuvieran un título legítimo tante no haber comparecido .en tiempo a regularizar su situación frente a la Comuna) se les niegue a los que adquirieron tierras entre el 21 de octubre de 1908 e igual fecha de 1912? ¿En qué po-dría fundarse semejante distinción? ¿Qué mejores consideraciones merece el que ya tenía cumplidos los 4 años con respecto al que los está cumpliendo? Sólo torciendo o deformando la ley quedan sin respuesta estas preguntas. Si el propio mensaje del Poder Ejecutivo-, consagrando la doctrina des arrollada en el decreto de 14 de junio de 1909, reconoce que en ese momento SE HACEN ventas con la condición de población y cultivo y declara QUE cional, como lo ÍEL dominio SE CONSIGUE DE PLENO DERECHO POR EL SIMPLE cumplimiento DE DICHA CONDICIÓN, no cabe duda, de que su propósito es amparar también a los pobladores en esas condiciones. Los que niegan a los poseedores de tierras con títulos legítimos poste riores al 21 de octubre de 1908 y anteriores a igual fecha de 1912 el derecho al reconocimiento del art. 2' de la ley N' 4272, se cuidan bien de no- aclarar en qué situación se encuentran dichos pobladores. ¿Es que no tiene ningún derecho? ¿No pueden obtener to de su el reconocimien dominio? Ni aún admitiendo la inaplicabilidad de aquella disposición legal, puede gratuito de su dominio : en efecto, sus negársele derechos nacieron bajo un régimen jurídico, (Decretos 25 de octubre de 1859 y 23 de setiembre de 1867) y de esos derechos nadie ha podido privarlos sin violentar el principio de la irretroactividad de las leyes : nadie hasta el presen te ha pretendido que la ley N" 4272 tenga ese efecto y prive a los pobladores de que tratamos de sus "derechos adquiridos" Los pobladores que "compraron" sus tierras entre el 21 de octubre de 1908 y el 21 de octubre de 1912, adquirieron un derecho de propiedad bajo condición suspensiva de población y cultivo dentro dd término de 4 años: cumplida la condición, adquirieron el dominio y la Comuna debe reconocerel derecho al reconocimiento — lo asi, en cualquier momento que se 166 le — solicite, porque no hay plazo actual reconocimiento. pedir municipalidades, al disponer de las tierras bajo- ese régimen, c[uedajurídicamente obligadas a reconocer, según el mismo, el dominio de Iqs mente para ese Las ron pobladores. Toda resolución contraria a estas conclusiones comportará un atac[ue a "derechos adquiridos" e importará un flagrante desconocimiento del régimen legal de las tierras municipales. Contra ella la ley N' 4272 abre la vía amplia del "contencioso" especialmente reglamentado para el caso. (Arts. 5 y 6). PROYECTO DE RESOLUCIÓN Por las a precedentes consideraciones-, el suscrito se permite aconsejar aprobación del siguiente proyecto de resolución: la Comisión Directiva la " " " " " " " " " poseedores de tierras municipales co-rí título legítimo anterior 1912, que hayan abonado- el justiprecio de sus tierras si son posteriores al 23 de setiembre de 1867, y justifiquen que están o -han estado pobladas o cultivadas según los casos, pueden solicitar de las respectivas Municipalidades el reconocimiento- del dominio-, sin otra erogación. Se entiende por título legítimo el expedido por autoridades competentes, -de acuerdo- con las disposiciones de forma y de fondo vigentes en el momento- -de la enajenación. Todos los al 21 -de octubre de Esc. Julio R. Bardallo