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Foja: 1586
Mil Quinientos Ochenta y Seis
C.A. de Concepción
Concepción, catorce de julio de dos mil catorce.
VISTO Y TENIENDO ADEMÁS PRESENTE:
PRIMERO: Que el apoderado de la parte demandante se ha
alzado en contra de la sentencia de primer grado, solicitando
sea ella revocada, y en su lugar se dicte una que declare que
se hace lugar a las indemnizaciones solicitadas por doña
Guacolda Adriana Carrasco Pérez, don Sergio Rikli Hernández,
doña María Soledad Pulgar Sepúlveda, don Miguel Antonio
Rodríguez Perez de Arce, don Germán Robles Villablanca e
Inmobiliaria Fortaleza Ltda, ordenando además ejecutar a
costa de la demandada y en las fincas de doña Adriana
Guacolda Carrasco Pérez, don Sergio Rikli
Hernández, don
Miguel Antonio Rodriguez Pérez de Arce y doña María Soledad
Pulgar Sepúlveda, obras civiles de ingeniería para controlar
de manera permanente la erosión provocada por el Rio Bio Bio,
como consecuencia del deterioro de las riberas a causa de la
crecida de julio de 2006, ordenando además pagar las sumas
solicitadas en la demanda, con reajustes, intereses y costas.
Sostuvo que la empresa ENDESA es propietaria y operadora
de la central hidroeléctrica Ralco, ubicada en la parte alta
de la cuenca hidrográfica del Rio Bio Bio, comuna de Alto
Biobio. Al año 2006, la operación de la central y apertura de
compuertas
del
embalse
eran
de
única
y
exclusiva
responsabilidad de ENDESA. Aguas abajo se encuentra la
central hidroeléctrica Pangue, de propiedad de la sociedad
Empresa Hidroeléctrica Pangue S.A., de la cual ENDESA es
socio mayoritario. Ralco está en servicio desde el 2004, con
un volumen útil de 797 millones de metros cúbicos sobre el
nivel del mar (en adelante msnm); Pangue está en funciones
desde 1996 y el volumen útil es de 67 millones de metros
cúbicos, que opera entre las cotas 510 y 501 msnm.
Agregó que Ralco fue aprobada por Resolución Exenta Nº 10
de la Dirección Ejecutiva de la Comisión Nacional del Medio
Ambiente de 1997, modificada por resoluciones Nº 23 de 1997;
Nº 24 y Nº 99 de 1999. Forman parte de la autorización, las
obligaciones contenidas en el Estudio de Impacto Ambiental,
que en el capítulo 4, punto 4.7.2.5 letra b) “Modificación
régimen hidrológico sup. extremo (atenuación de crecidas), y
en el capítulo 4.7.2.5, página 4-55 señala que “estos
antecedentes permiten asegurar que todas las crecidas serán
amortiguadas en forma importante por el embalse Ralco. La
única posibilidad que esto no suceda, es una maniobra falsa
en las compuertas, asunto prácticamente imposible, dados
todos los sistemas de protección que normalmente poseen todos
los sistemas de protección que normalmente poseen los
sistemas de operación.
Señaló que durante los días 9, 10, 11 y 12 de julio de
2006, ocurrió una importante crecida en el rio Bio Bio y que
sus representados vieron afectadas sus fincas ribereñas, daño
que ha seguido aumentando, producto de la erosión. Atribuye
los perjuicios a la falta de diligencia de ENDESA, quien
debió conocer el evento meteorológico, porque cuenta con la
tecnología e información suficiente, debiendo manejar el
caudal del rio, cuestión que no ocurrió, de donde se deriva
la responsabilidad por falta de diligencia o conducta
culposa, haciendo aplicable el estatuto de la responsabilidad
extracontractual que obliga a indemnizar, porque la demandada
se había comprometido a que todas las crecidas serían
amortiguadas en forma importante por el embalse Ralco.
A continuación hizo una extensa descripción del litigio,
analizando además los requisitos de la responsabilidad
extracontractual para el caso sub lite, reproduciendo gran
parte de la prueba rendida, como también reiterando los
montos de las indemnizaciones solicitadas para cada uno de
sus representados, efectuando el correspondiente desglose de
partidas, reproduciendo de manera prácticamente textual en
esta parte, su demanda.
Concluyó señalando que de acuerdo a los antecedentes
expuestos en su apelación, queda clara la fundamentación de
las acciones de cada uno de los demandantes, allegándose en
autos, pruebas más que suficientes que demuestran el
desempeño negligente de la demandada en el manejo de la
crecida de julio de 2006, los daños causados y la relaciòn
causal entre ambos.
SEGUNDO: Que la prueba de los hechos contenidos en la
demanda, controvertidos durante el período de discusión, y
fijados en el auto de prueba, impone a quien ejercita la
acción y al que se excepciona, llevar al Juez, cada uno por
su parte, los elementos que fundamenten los supuestos
fácticos. El órgano jurisdiccional tiene el deber preciso de
extraer, de su contacto directo con la prueba, los factores
epistémicamente aceptables. A continuación sobre la base de
estos datos, debe construir inferencias racionales, fundadas
sobre reglas o estándares de valoración que deben ser
claramente identificadas, sobre todo por el propio Juez que
los usa. En ese sentido, lo que no puede ser racionalmente
elaborado, no existe a los efectos de la correcta valoración
de la prueba. (TARUFO, Michel: “La prueba, artículos y
conferencias”, Editorial Metropolitana, 2009, p. 26)
TERCERO: Que la demanda de autos, es una basada en la
responsabilidad extracontractual, donde corresponde al actor
probar todos y cada uno de los elementos de ésta, de tal
forma que el Juez esté en condiciones de imputar al demandado
las consecuencias gravosas de un acto que se le atribuya como
propio: los daños derivados de la crecida del Rio Bio Bio,
luego de las lluvias ocurridas el 9, 10, 11 y 12 de julio de
2006, y causados en los propietarios riberanos que han
deducido las presentes acciones civiles. La imputación a una
persona de la obligación de reparar un perjuicio, es lo que
constituye
el
contenido
esencial
del
concepto
de
responsabilidad
civil.
(CORRAL,
Hernán,
“Lecciones
de
responsabilidad civil extracontractual”, Editorial Jurídica
de Chile, p.21)
CUARTO: Que lleva la razón la juez a quo en el
considerando décimo séptimo de la sentencia, al sostener que
la demandante ha sido incapaz de brindar al tribunal, un
estándar lógico, razonable y útil para el establecimiento de
patrón abstracto de culpa, a fin de comparar la conducta
debida, y la conducta efectiva desplegada por la demandada.
La prueba aportada por la actora deviene en insuficiente para
probar el nexo de causalidad entre la conducta que se imputa,
a la demandada y el daño producido. Es común la opinión de
que la relación de causalidad entre la conducta del accionado
y el hecho dañoso, es una de las condiciones imprescindibles
de la responsabilidad civil. El sentido común se niega a
admitir la existencia de un daño que deba ser soportado por
quien no ha contribuido a su realización. (PREVOT, Juan: “El
problema de la relación de causalidad en el derecho de la
responsabilidad civil” en Revista Chilena de Derecho Privado
Nº 15, Fundación Fernando Fueyo, Diciembre de 2010; p.147)
QUINTO: Que el examen de la ponderación de la prueba,
conforme a los parámetros legales del sistema, demuestra
fehacientemente la imposibilidad de acoger la acción, toda
vez que efectivamente no basta con la mera enunciación, por
parte del actor, de las normas legales y técnicas, sino que
ha de probar los hechos que constituyen la culpa; tanto la
Dirección General de Aguas, como la Comisión de la Cámara de
Diputados, organismos que intervinieron en el examen de lo
acontecido, coinciden en no hacer reproche a lo obrado por la
demandada, durante la emergencia.
SEXTO: Que, es efectivo y así se desprende de la lectura
de las probanzas y el desarrollo procesal de caso, que la
actora tampoco controvirtió de manera sustancial mediante
prueba, la aportada por la demandada; que no objetó ni
cuestionó la documental ni los informes agregados, quedando
como elemento de juicio y causa de los perjuicios, una ajena
a la demandada, consistente en el aumento importante del
volumen del Rio Bio Bio, producto de las lluvias ocurridas el
09, 10, 11 y 12 de julio de 2006, siendo éste un evento de
carácter extraordinario, que no ocurría desde la década del
setenta, tratándose de precipitaciones de gran magnitud, de
tal forma que como lo asevera la Comisión Investigadora de la
Cámara de Diputados creada al efecto, y cuyos resultados
constan en autos, los embalses no agravaron la situación
natural del río y la empresa encargada de la operación, envió
reportes periódicos sobre la situación, todo lo que da cuenta
de
una
operación
realizada
dentro
de
los
márgenes
establecidos.
SÉPTIMO: El sistema procesal civil, regido por el
principio dispositivo y de aportación de parte, reconoce el
criterio eminentemente particular de derechos e intereses en
juego, de tal forma que asigna a las partes un papel de gran
relieve, no sólo haciendo depender la construcción del
proceso, de la libre disposición de los sujetos jurídicos
implicados en la tutela jurisdiccional que uno de ellos
pretende, sino además los resultados dependen en gran medida
del ejercicio por las partes de las oportunidades de
actuación procesal (alegaciones y pruebas) abstractamente
previstas en la norma jurídica. (DE LA OLIVA, Andrés:
“Prudencia versus ideología: de nuevo sobre el papel del Juez
en el proceso civil.”, en Ius et Praxis, Año 18, Nº 2, 2012,
p. 250)
Que en nada alteran lo señalado precedentemente, los
documentos
acompañados
por
la
demandante
en
segunda
instancia, fotocopias que no han sido reconocidas en juicio.
Por lo razonado, mérito de antecedentes, disposiciones
legales citadas y de conformidad con los establecido en el
artículo 187 del Código de Procedimiento Civil y demás
disposiciones
legales
aplicables,
se
declara:
que
SE
CONFIRMA, la sentencia apelada de siete de marzo de dos mil
doce, contenida a fojas mil doscientas ochenta y ocho y
siguientes, sin costas, por haber tenido el litigante motivos
plausibles para litigar.
Devuélvase conjuntamente con sus agregados.
Redacción del Abogado Integrante don Waldo Ortega Jarpa.
No firma la Ministra señor Carola Rivas Vargas, no
obstante haber concurrido a la vista y al acuerdo de la
causa, por encontrase haciendo uso de permiso.
Rol Nº 438-2012 Civil.
Sr. Cerda
Sr. Ortega
Pronunciada por la Cuarta Sala integrada por los Ministros señor Rodrigo Cerda San
Martín, señora Carola Rivas Vargas y el Abogado Integrante señor Waldo Ortega Jarpa. No
firma la Ministra señor Carola Rivas Vargas por encontrase haciendo uso de permiso.
Abdón López Solé
Secretario Subrogante
En Concepción, a catorce de julio de dos mil catorce, notifiqué por el Estado Diario
la resolución precedente.
Abdón López Solé
Secretario Subrogante
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