N° 103-2011-PCNM P.D N° 033-2010-CNM San Isidro, 14 de febrero de 2011 VISTO; El proceso disciplinario número 033-2010-CNM, seguido contra el doctor Christian Jorge Villón Medina, por su actuación como Juez del Tercer Juzgado Mixto del Módulo Básico de Justicia de San Juan de Lurigancho de la Corte Superior de Justicia de Lima y, el pedido de destitución formulado por el señor Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la República; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, por Resolución N° 236-2010-PCNM de 27 de juli o de 2010 el Consejo Nacional de la Magistratura abrió proceso disciplinario al doctor Christian Jorge Villón Medina, por su actuación como Juez del Tercer Juzgado Mixto del Módulo Básico de Justicia de San Juan de Lurigancho de la Corte Superior de Justicia de Lima; Segundo.- Que, se imputa al doctor Christian Jorge Villón Medina el haber incurrido en irregularidades en la tramitación del proceso constitucional de amparo seguido contra la Universidad Los Angeles de Chimbote por la Empresa Educativa George Washington E.I.R.L, expediente N° 1493-2006, en los siguientes términos: A) Haber sometido a la demandada a un procedimiento distinto al que por ley correspondía, habiendo concedido derechos- en desmedro suyo- a un tercero que no formaría parte del proceso, contraviniendo su deber de resolver con sujeción a las garantías constitucionales, de conformidad con el artículo 184 inciso 1° de la Ley Orgánica del Poder Judicial. B) Inobservancia de la tutela jurisdiccional prevista en el artículo 139 inciso 3) de la Constitución Política del Perú, afectando el principio de congruencia y el respeto al contradictorio del proceso, al omitir pronunciarse sólo sobre las pretensiones postuladas por los justiciables, infringiendo el artículo 50 inciso 6 del Código Procesal Civil y 184 inciso 1° de la Ley Orgánica del Poder Judici al. 1 C) Falta de motivación de las resoluciones cautelares números tres y cinco, puesto que en las mismas se ha omitido expresar por qué se presentan los presupuestos de apariencia del derecho invocado y peligro en la demora, inobservando además el presupuesto de que la medida sea adecuada para el aseguramiento de la pretensión final, infringiendo el artículo 15 del Código Procesal Constitucional. Tercero.- Que, mediante escrito de 24 de agosto de 2010, el magistrado procesado dedujo la excepción de prescripción del presente proceso disciplinario, fundamentado su pedido en que en la resolución Nº 46 de 03 de marzo de 2009, por la que la Oficina de Control de la Magistratura del Poder Judicial solicitó su destitución, se reconoció que el órgano contralor tomó conocimiento de los hechos el 14 de febrero de 2007 en mérito de la queja presentada ante la Oficina Distrital de Control de la Magistratura – Lima, habiendo transcurrido entre una y otra fecha más de dos años, término establecido por el artículo 204º de la Ley Orgánica del Poder Judicial para que opere la prescripción; asimismo, expresó que se debe tener en cuenta que el primer pronunciamiento del órgano contralor para que se suspenda la prescripción debe ser la resolución que solicita la destitución; Que, respecto a la excepción de prescripción alegada por el magistrado procesado, cabe delimitar esta institución jurídica como aquella por cuya virtud el transcurso del tiempo extingue la facultad persecutoria que tiene la administración respecto de la infracción administrativa; y de conformidad con lo establecido en el artículo 233º numeral 233.2 de la Ley Nº 27444, Ley del Procedimiento Administrativo General, el plazo de prescripción sólo se interrumpe con la iniciación del procedimiento sancionador; por tanto, al haberse iniciado dicho procedimiento por resolución de 25 de febrero de 2008, el plazo de prescripción se interrumpió a los 11 meses y 11 días de presentada la queja funcional, razón por la cual la prescripción deducida deviene en infundada; Cuarto.- Que, asimismo, el magistrado procesado dedujo la excepción de caducidad, señalando que la investigación que se le siguió ante la Oficina de Control de la Magistratura del Poder Judicial se inició a mérito de dos quejas interpuestas por la Universidad Los Angeles de Chimbote, la primera presentada el 14 de febrero de 2007 ante la Oficina Distrital de Control de la Magistratura – Lima y la segunda de 06 de marzo de 2007 presentada ante la Oficina de Control de la Magistratura del Poder Judicial, mismas que fueron acumuladas y que dieran lugar a la apertura de investigación en su contra por resolución de 04 de mayo de 2007, aduciendo que desde la fecha que el órgano de control tomó conocimiento de los hechos hasta la emisión de la 2 resolución que abrió la investigación definitiva ha transcurrido en exceso el plazo de 30 días que establece el artículo 204º de la Ley Orgánica del Poder Judicial; Que, con relación a la excepción en materia, se debe observar que el Reglamento de Organización y Funciones de la Oficina de Control de la Magistratura del Poder Judicial regula en su artículo 79º: “(…) La caducidad es aquella institución legal a que se contrae el artículo 204º del TUO de la Ley Orgánica del Poder Judicial, por la cual el transcurso del tiempo hace perder el derecho de la persona a recurrir al Organo Contralor para cuestionar una presunta inconducta funcional (…)”; al respecto, cabe precisar que las irregularidades atribuidas al magistrado procesado, importan un presunto comportamiento funcional irregular grave y de carácter continuado, que incluye la falta de notificación de los actos procesales cuestionados, razón por la cual la caducidad deducida deviene en infundada; Quinto: Que, a su vez, el magistrado procesado dedujo las excepciones de incompetencia y falta de agotamiento de la vía administrativa, argumentando respecto a la primera excepción en mención que la resolución Nº 46 de la Jefatura de la Oficina de Control de la Magistratura del Poder Judicial que propuso su destitución fue apelada en el extremo que declaró improcedentes las excepciones de caducidad y prescripción deducidas, recurso que fuera concedido por resolución Nº 48 y que se encuentra pendiente de resolución por parte del Consejo Ejecutivo del Poder Judicial, por lo que considera que el Consejo es incompetente para conocer su expediente pues éste se encuentra todavía bajo la competencia del Poder Judicial; y, aduciendo respecto a la segunda excepción que el proceso disciplinario que se le sigue no ha culminado administrativamente en la sede judicial; Que, con respecto a las excepciones mencionadas en el párrafo precedente, cabe señalar que por resolución de 25 de enero de 2010, el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial resolvió confirmar la resolución Nº 46 de la Oficina de Control de la Magistratura del Poder Judicial en el extremo que declaró improcedentes las excepciones de caducidad y prescripción, por lo que no resulta cierto que el proceso se encuentre pendiente de resolución en la Sede del Poder Judicial, constatándose que dicho procedimiento culminó administrativamente antes de ser remitidos los actuados al Consejo con la propuesta de destitución, por lo cual las excepciones de incompetencia y falta de agotamiento de la vía administrativa devienen en infundadas; Sexto: Que, cabe precisar, que con fecha 11 de noviembre de 2010, el magistrado procesado informó ante el Pleno del Consejo sobre cuestiones de 3 hecho, asimismo hizo lo propio su abogado defensor sobre cuestiones de derecho, tal como consta de la constancia de fojas 1305; Sétimo.- Que, en lo referido al cargo atribuido en el literal A), el magistrado procesado niega y contradice tal imputación, señalando que la misma jamás se dio porque el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial que es la instancia administrativa superior a la Oficina de Control de la Magistratura del Poder Judicial en materia de responsabilidad disciplinaria ha desestimado este cargo en su contra en el Cuaderno de Medida Cautelar Nº 0031-2009-Lima, al emitir la resolución de 14 de diciembre de 2009 que revocó la resolución Nº 46 en el extremo que impone la medida cautelar de suspensión preventiva como magistrado en la investigación Nº 0177-2007, al no haberse evidenciado que su decisión jurisdiccional estuviese motivada por algún acto de corrupción; Octavo.- Que, en lo referido a los cargos atribuidos en los literales B) y C), el magistrado procesado niega y contradice tales imputaciones, aduciendo que el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial al emitir la resolución de 14 de diciembre de 2009 ha desestimado los cargos en mención imputados en su contra, señalando en el considerando Décimo Cuarto que “(…) Por lo expuesto cabe aseverar que las diversas actuaciones del magistrado investigado en su calidad de Juez del Tercer Juzgado Mixto del Módulo Básico de Justicia de San Juan de Lurigancho, plasmadas en las diversas instrumentales enumeradas líneas arriba vislumbra que este únicamente había actuado en el fiel ejercicio de sus funciones, atribuciones y criterio, no habiéndose denotado vulneración a sus deberes de magistrado, tales como debido proceso, tutela jurisdiccional, independencia, motivación de resoluciones y cumplimiento de normas legales, coligiéndose además que este habría resuelto acorde a su criterio jurisdiccional, plasmado en los considerandos de las acotadas resoluciones, donde explica las razones y fundamentos para arribar a tal o cual decisión, no evidenciándose además que las decisiones jurisdiccionales, estuvieran motivadas por algún acto de corrupción (…)”; por lo que, a su parecer, no es responsable de los cargos imputados, su actuación ha estado arreglada a ley y no se evidencia ningún acto de corrupción; Asimismo, expresó que no se causó daño al interés público y bien jurídico protegido, ni causó perjuicio económico alguno; adujo también que no se benefició de manera alguna ilegalmente y que las resoluciones emitidas nunca tuvieron la calidad de firmes pues todas ellas fueron apeladas, debiéndose tener en cuenta el informe del secretario judicial Rubén Reyes Garrido, en el que señala que las resoluciones cautelares que originaron el presente proceso nunca fueron ejecutadas; y, agrega que en el fondo lo que se cuestiona es su criterio jurisdiccional; 4 Noveno: Que, el presente proceso disciplinario deriva de la presunta actuación irregular del magistrado procesado en la tramitación del proceso de amparo Nº 1493-2006, seguido por la Empresa Educativa George Washington E.I.R.L. contra la Universidad Los Angeles de Chimbote y su cuaderno cautelar, demanda que exige el cumplimiento del Convenio de Prestación de Servicios Educativos Universitarios celebrado entre ambas partes; Décimo: Que, del análisis efectuado del cargo A) se aprecia que el doctor Villón Medina solicitó recabar las impresiones de la página web de la universidad demandada, impresiones que sirvieron de fundamento, a su parecer, para emitir la resolución Nº Cinco de 16 de noviembre de 2006 en la que señaló que “(…) de dichas impresiones fluye que la demandante tiene un Centro Universitario del Sistema de Educación Abierta y a Distancia en la Ciudad de Lima (…) Dispone: Emplazar como litisconsorte necesario al Centro Universitario del Sistema de Educación Abierta y a Distancia de la Universidad Los Angeles de Chimbote, (…)”, hecho trascendente del presente proceso disciplinario; al respecto, cabe señalar que los parámetros para dictar medidas cautelares o incorporar a la relación jurídica procesal a persona natural o jurídica, tiene como marco delimitante los extremos del petitorio de la demanda, de la que se advierte que el Centro Universitario del Sistema de Educación Abierta y a Distancia no tiene relación alguna con el Convenio de Prestación de Servicios Educativos Universitarios celebrado entre la Empresa Educativa George Washington E.I.R.L. y la Universidad Los Angeles de Chimbote, cuyo cumplimiento exige el demandante; Es así que la incorporación de dicho Centro Universitario de Educación en calidad de litisconsorte necesario constituye un exceso promovido por el magistrado procesado, no habiendo actuado de conformidad a lo establecido en el artículo 95º del Código Procesal Civil, mismo que establece que “(…) En caso de litisconsorcio necesario, el juez puede integrar la relación procesal emplazando a una persona, si de la demanda o de la contestación aparece evidente que la decisión a recaer en el proceso le va afectar (…)”; advirtiéndose de la lectura del artículo en mención que el requisito fundamental de la incorporación de litis consorte es que la decisión que adopte el juzgador lo vaya a afectar; sin embargo, el Convenio de Prestación de Servicios Educativos Universitarios firmado por la Empresa Educativa George Washington E.I.R.L. con la Universidad Los Angeles de Chimbote, ha generado una relación jurídica totalmente distinta a la existente entre el Centro Universitario del Sistema de Educación Abierta y a Distancia, representado por su Director General, Ananías Narro Culque, como persona individual, y la citada universidad; 5 Por lo expuesto, si bien con la demanda interpuesta se activó el sistema de administración de justicia a través del amparo, en la cual aparece Ananías Narro Culque, en calidad de representante legal de la demandante Empresa Educativa George Washington E.I.R.L., y esa misma persona fue designada por la Universidad Los Angeles de Chimbote como Director General de Centros Académicos, ello no quiere decir que en este proceso se puedan mezclar estas dos relaciones jurídicas que son absolutamente autónomas y no no guardan relación entre sí; por lo cual la incorporación al proceso del Centro Universitario del Sistema de Educación Abierta y a Distancia resulta a todas luces contrario al principio de legalidad contemplado en el artículo 6 de la Ley Orgánica del Poder Judicial; Décimo Primero: Que, a mayor abundamiento, la incorporación como litisconsorte al proceso supone que la parte procesal integrada, tiene que ser sujeto de derecho reconocido por el ordenamiento jurídico; sin embargo, en el caso de autos no se advierte esa conexión producto de la relación material, indispensable para la incorporación como litisconsorte, toda vez que la demanda fue interpuesta por la Empresa Educativa George Washington E.I.R.L., representada por Ananías Narro Culque, y el doctor Villón Medina incorporó a un tercero al proceso sin tener en cuenta que el mencionado Centro Universitario no pasaba de ser un órgano desconcentrado de la mencionada Universidad, y que si bien el cargo de Director General de los Centros Académicos recaía en Ananías Narro Culque, este hecho no generaba la conexión que exige la incorporación de litisconsorte necesario a un proceso, ya que el petitorio propuesto por la empresa en mención es distinto a los derechos concedidos al señor Ananías Narro Culque; Asimismo, cabe decir, que el magistrado procesado al incorporar de oficio en calidad de litisconsorte necesario al Centro Universitario del Sistema de Educación Abierta y a Distancia, no ha tenido en cuenta la correspondencia o adecuación de los extremos del petitorio de la demanda interpuesta y las consecuencias que derivarían de la inclusión del Centro en mención; siendo así, es necesario recalcar que la demanda y su contenido esencial que es la pretensión, marca los límites para los pronunciamientos judiciales, por lo que el Juez no puede ir mas allá de lo peticionado o desviar la pretensión incoada, ya que hacerlo significaría contrariar principios procesales y conferir al Juez una acción ilimitada sin advertir los hechos alegados por los litigantes, extendiendo la concesión de derechos a partes no vinculadas a la relación jurídica material originaria; por lo cual los argumentos de defensa del doctor Villón Medina no resultan atendibles, quedando acreditada su responsabilidad; 6 Finalmente, es preciso señalar que en la resolución cautelar Nº 3 expedida por el magistrado procesado, se resolvió: “(…) B.- Suspender los efectos de la carta notarial de fecha 07 de noviembre de 2006; por tanto VIGENTE la Condición de Director General de los CENTROS ACADÉMICOS del Titular Gerente: ANANIAS WILDER NARRO CULQUE (…)”, advirtiéndose que el procesado le confirió indebidamente al señor Narro Culque el cargo de Titular Gerente de la Dirección General de los Centros Académicos de la Universidad de Chimbote, distinción que no fue consignada en la Resolución Nº 1468-2006 ni en la carta notarial mencionada, evidenciándose que con tal calificación el magistrado procesado pretendía orientar al razonamiento de que el señor Narro Culque y la empresa Educativa George Washington E.I.R.L. eran una sola y podían actuar en el proceso de manera indistinta, peticionado derechos a favor propio o a favor de la empresa, sin hacer la elemental distinción entre persona natural o jurídica, ocasionado que el señor Narro Culque obtuviera en sede judicial medidas cautelares al amparo de un proceso constitucional que a título personal jamás instó, lo cual evidencia la grave responsabilidad en la que incurrió el doctor Christian Jorge Villón Medina; Décimo Segundo: Que, del análisis efectuado del cargo B) se aprecia que éste surge como consecuencia de la expedición de la Resolución cautelar Nº 5 de 21 de noviembre de 2006, misma que en su parte resolutiva señala: “(…) Suspender todos los actos que conllevan a la realización y/o Convocatoria a elecciones para elegir cargos para la presentación de Docentes, estudiantes de la aludida Universidad, ante la Asamblea Universitaria; Consejo Universitario; y Consejo de Facultad, mientras no se convoquen en las mismas a todos los profesores, estudiantes y graduandos con derecho a elegir y ser elegidos conforme a la ley universitaria y que además se permita el acceso justo de todos en dicha elección; mas aún cuando la demanda tiene centros académicos a nivel nacional (…)”; lo cual no tiene conexión alguna con el petitorio del proceso de amparo, donde se demanda: 1) El cese de la amenaza de violación de los derechos de libre contratación y de impartir educación dentro de los principios constitucionales; 2) Se abstenga de desarrollar todo acto o emitir resolución alguna que viole los derechos invocados; 3) Entregue los títulos, bachilleratos, certificados de estudios y otros documentos a los egresados del Centro Académico de Puno, y 4) Respete los términos del convenio celebrado con fecha 31 de agosto de 2004 entre las partes procesales; Contrastando el petitorio de la demanda de amparo con lo resuelto en la medida cautelar, se advierte que el magistrado procesado reincide en la irregularidad incurrida con la emisión de la resolución cautelar Nº 3 mencionada en el considerando precedente, pues la resolución Nº 5 no guarda conexión 7 alguna con los extremos de la demanda, por cuanto la demanda principal está dirigida básicamente a procurar el cumplimiento irrestricto de los términos del Convenio de Prestación de Servicios Educativos Universitarios celebrado entre la Empresa Educativa George Washington E.I.R.L. y la Universidad Los Angeles de Chimbote; sin embargo, la medida cautelar dispone la suspensión de la convocatoria y/o realización de elecciones para elegir cargos de la representación docente y estudiantes de la Universidad Los Angeles de Chimbote, el cual constituye un pedido encubierto que realiza Ananías Narro Culque en su calidad de representante de la Empresa Educativa George Washington E.I.R.L., a pesar que el contenido de su solicitud cautelar está orientado a salvaguardar sus intereses en calidad de Director General de los Centros Académicos, refiriendo en la misma: “(…) CONVOCATORIA A ELECCIONES QUE DISCRIMINA A MAS DE 27 CENTROS ACADEMICOS DE DICHA UNIVERSIDAD A NIVEL NACIONAL, CUYOS ESTUDIANTES Y DOCENTES NO PODRAN HACER USO DE SU DERECHO CONSTITUCIONAL A ELEGIR Y SER ELEGIDO Y A SER PARTE DE LOS ORGANOS DE GOBIERNO DE LA UNIVERSIDAD LOS ANGELES DE CHIMBOTE. EN TAL CONTEXTO, ACUDO ANTE SU DESPACHO, A FIN DE QUE EL JUZGADO QUE USTED DIRIGE, ORDENE DEJAR SIN EFECTO LEGAL LA CONVOCATORIA Y/O REALIZACION DE ELECCIONES, (…)”; advirtiéndose de lo expuesto que si bien la medida cautelar fue solicitada por la Empresa Educativa George Washington E.I.R.L., sus efectos alcanzaban a Ananías Narro Culque en su calidad de representante de la Empresa en mención, pues los resultados de la medida cautelar fueron precisamente la suspensión de todos los actos relacionados a convocatorias y/o elecciones para elegir cargos para la representación de docentes, estudiantes ante la Asamblea Universitaria, Consejo Universitario y Consejo de Facultad, hecho que no tiene relación directa o indirecta con el cumplimiento del convenio tantas veces mencionado, sino que por el contrario se encuentra evidentemente orientado a salvaguardar los intereses de Ananías Narro Culque como Director General de Centros Académicos; De lo expuesto se advierte que la medida cautelar en mención contiene temas que protegen una relación jurídica distinta de la enmarcada en la demanda de amparo, evidenciándose la responsabilidad del doctor Villón Medina y quedando acreditada su responsabilidad al afectar el principio de congruencia procesal, referido a la obligación imperativa de los jueces a emitir pronunciamiento, mismo que debe guardar relación con la pretensión de la demanda, en estricta armonía con la relación jurídica procesal discutida, sin alterar y/o modificar los aspectos esenciales de la materia controvertida; 8 Décimo Tercero: Que, a mayor abundamiento, cabe mencionar que la Séptima Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima por resolución de 26 de junio de 2008, declaró nula la resolución numero tres emitida por el magistrado procesado, señalando que: “(…) no se encuentra fundamento válido paa otorgar medida cautelar a favor de un sujeto (Ananías Narro Culque) diferente al de la relación jurídico material (contrato de prestación educativa) y procesal, siendo que Ananías Narro Culque actúa en representación de la demandante; por demás ambas medidas no resultan adecuadas para asegurar la pretensión postulada, por cuanto no se advierte relación entre la pretensión y las medidas en cuestión (…)”, resolución que confirma la grave irregularidad en la que incurrió el magistrado procesado; Décimo Cuarto: Que, del análisis efectuado del cargo C) cabe precisar que el doctor Villón Medina al incorporar de oficio en calidad de litisconsorte necesario al Centro Universitario del Sistema de Educación Abierta y a Distancia en la ciudad de Lima mediante resolución Nº Cinco de 16 de noviembre de 2006, así como al emitir las resoluciones cautelares tres y cinco, lo ha hecho con una motivación precaria, no habiendo realizado un correcto análisis que conlleve a explicar el por qué de la incorporación litisconsorcial y la expedición de las medidas cautelares a favor de Ananías Narro Culque; pese a tratarse de entes completamente autónomos, no existiendo de la lectura de las resoluciones en mención un análisis lógico que haga razonable dicha incorporación; asimismo, cabe señalar que de la revisión de las cuestionadas resoluciones cautelares, se advierte que se ha omitido expresar el por qué se presentan los presupuestos de la apariencia del derecho invocado, o qué elementos se han evidenciado para concluir que existe peligro en la demora, además de haberse inobservado el presupuesto especial de que la medida sea adecuada para el aseguramiento de la pretensión final, requisitos que deben ser concurrentes para la concesión de una medida cautelar; Tal como se expresó en el párrafo precedente, de la lectura de las resoluciones cautelares se advierte que el juez procesado no ha realizado un análisis detallado y congruente en la concesión de medidas cautelares, reduciendo su motivación a una repetición de lo argumentado por el demandante, no existiendo una adecuada motivación ni concurrencia de los requisitos para la expedición de las medidas cautelares en cuestión; debiendo tenerse en cuenta que el principio de motivación y adecuación de las resoluciones judiciales constituye un elemento indispensable para que el proceso se desarrolle dentro de los cauces del debido proceso; evidenciándose con lo expuesto la responsabilidad del doctor Villón Medina y quedando acreditada su responsabilidad; 9 Décimo Quinto: Que, por otro lado, cabe señalar que la concesión de dichas medidas cautelares presenta deficiencias, ya que se advierte de los actuados que obran en el expediente que la incorporación de litisconsorte necesario fue disuesta por resolución de 16 de noviembre de 2006, mientras que la medida cautelar en vía de ampliación fue concedida con fecha 14 de noviembre de 2006, es decir que la incorporación como litisconsorte fue posterior a la concesión de la medida cautelar; evidenciándose, una vez más, que la intención del doctor Villón Medina al incorporar como litisconsorte necesario al Centro Universitario del Sistema de Educación Abierta y a Distancia en la ciudad de Lima, fue con el ánimo de legitimizar los extremos de las ampliaciones de las medidas cautelares dictadas a favor de los intereses de Ananías Narro Culque, en su condición de Director General de Centros Académicos de la Universidad Los Angeles de Chimbote, órgano desconcentrado de dicha universidad independiente a la demandante Empresa Promotora George Washington E.I.R.L.; Décimo Sexto: Que, por otro lado, respecto al criterio jurisdiccional alegado, es pertinente señalar que el Consejo en reiteradas oportunidades ha señalado que si bien el artículo 212° de la Ley Orgánica del Poder Judicial le garantiza la aplicación de su criterio jurisdiccional, esto no significa que sus decisiones puedan ser adoptadas al margen del resto del ordenamiento jurídico; tal como se ha evidenciado de las resoluciones emitidas por el magistrado procesado, mismas que han sido debidamente analizadas en los considerandos precedentes; Décimo Sétimo.- Que, por todo ello se ha acreditado que la actuación del doctor Christian Jorge Villón Medina en el asunto que nos ocupa resulta irregular y configura el supuesto de comisión de un hecho grave que sin ser delito o infracción a la Constitución compromete la dignidad del cargo y lo desmerece en el concepto público, puesto que se ha probado fehacientemente su responsabilidad en los cargos atribuidos en su contra; lo que atenta contra la respetabilidad del Poder Judicial, comprometiendo la dignidad del cargo previsto en el artículo 201 inciso 6 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, y desmereciéndola en el concepto público, haciéndolo pasible de la sanción de destitución de conformidad con lo dispuesto en el artículo 31 numeral 2 de la Ley N° 26397, Ley Orgánica del Consejo Nacional de la Magistratura; Décimo Octavo.- Que, en tal sentido, el Código Modelo Iberoamericano de Ética Judicial establece en su artículo 18º: “La obligación de motivar las decisiones se orienta a asegurar la legitimidad del juez, el buen funcionamiento de un sistema de impugnaciones procesales, el adecuado control del poder del que los jueces son titulares y, en último término, la justicia de las resoluciones judiciales”; y en su 10 artículo 19º: “Motivar supone expresar, de manera ordenada y clara, razones jurídicamente válidas, aptas para justificar la decisión”; Décimo Noveno.- Que, por otro lado, el Código de Ética del Poder Judicial aprobado en sesiones de Sala Plena de fechas 9, 11 y 12 de marzo de 2004, establece en su artículo 2°: “El Juez debe encarnar un modelo de conducta ejemplar sustentado en los valores de justicia, independencia, imparcialidad, honestidad e integridad, los cuales deben manifestarse en la transparencia de sus funciones públicas y privadas. La práctica transparente de estos valores contribuirá a la conservación y fortalecimiento de un Poder Judicial autónomo e independiente y se constituirá en garantía del Estado de Derecho y de la justicia en nuestra sociedad”; Vigésimo.- Que, en el presente caso el magistrado procesado incumplió su deber de resolver con sujeción a las garantías constitucionales y de motivación y, además, inobservó los valores invocados, desmereciendo el cargo con su conducta notoriamente irregular que menoscabó el decoro y respetabilidad del cargo, por lo que carece de idoneidad para continuar desempeñándose como magistrado, y es pasible de la sanción de destitución; Por estos fundamentos, apreciando los hechos y las pruebas con criterio de conciencia, en uso de las facultades previstas por los artículos 154° inciso 3 de la Constitución Política, 31° numerales 2 y 4, 3 2º y 34° de la Ley Nº 26397, Ley Orgánica del Consejo Nacional de la Magistratura y 35° del Reglamento de Procesos Disciplinarios del Consejo, estando a lo acordado por mayoría de los señores Consejeros Votantes y sin la presencia del señor Consejero Carlos Mansilla Gardella, y con la abstención de la licenciada, Luz Marina Guzmán Díaz, en sesión de 25 de noviembre de 2010; SE RESUELVE: Artículo Primero.- Declarar infundadas las excepciones deducidas de prescripción, caducidad, incompetencia y falta de agotamiento de la vía administrativa. Artículo Segundo.- Dar por concluido el presente proceso disciplinario y aceptar el pedido de destitución formulado por el Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la República y, en consecuencia, imponer la sanción de destitución al doctor Christian Jorge Villón Medina, por su actuación como Juez del Tercer Juzgado Mixto del Módulo Básico de Justicia de San Juan de Lurigancho de la Corte Superior de Justicia de Lima. 11 Artículo Tercero.- Disponer la inscripción de la medida a que se contrae el artículo Segundo de la presente resolución en el registro personal del magistrado destituido, debiéndose asimismo cursar oficio al señor Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la República y a la señora Fiscal de la Nación y, publicarse la presente resolución, una vez que consentida o ejecutoriada. Regístrese y comuníquese. LUIS MAEZONO YAMASHITA VLADIMIR PAZ DE LA BARRA 12 GASTON SOTO VALLENAS GONZALO GARCIA NUÑEZ El voto del señor Consejero Carlos Mansilla Gardella es el siguiente: Primero .- Que, con relación al cargo contenido en el literal A) debe indicarse que los parámetros para dictar medidas cautelares o incorporar a la relación jurídica procesal a persona natural o jurídica, tiene como marco delimitante los extremos del petitorio de la demanda; y, del estudio del expediente se advierte que el Centro Universitario del Sistema de Educación Abierta y a Distancia no tiene relación alguna con el Convenio de Prestación de Servicios Educativos Universitarios celebrado entre la Empresa Educativa George Washington E.I.R.L. y la Universidad Los Angeles de Chimbote, cuyo cumplimiento exige el demandante; es así que la incorporación de dicho Centro Universitario en calidad de litisconsorte necesario constituye un exceso promovido por el magistrado procesado, no habiendo actuado de conformidad a lo establecido en el artículo 95º del Código Procesal Civil; advirtiéndose de la lectura del artículo en mención que el requisito fundamental de la incorporación de litis consorte es que la decisión que adopte el juzgador lo vaya a afectar, sin embargo, el Convenio de Prestación de Servicios Educativos Universitarios ha generado una relación jurídica totalmente distinta a la que existe entre el Centro Universitario del Sistema de Educación Abierta y a Distancia representado por su Director General Ananías Narro Culque, como persona individual, y la citada universidad; Segundo: Que, respecto al cargo B) de la revisión de los actuados se observa que las resoluciones números 3 y 5, emitidas por el magistrado procesado en el proceso cautelar, no guardan relación alguna con los extremos del petitorio de la demanda, por cuanto la demanda principal está dirigida básicamente a procurar el cumplimiento irrestricto de los términos del Convenio de Prestación de Servicios Educativos Universitarios celebrado entre la Empresa Educativa George Washington E.I.R.L. y la Universidad Los Angeles de Chimbote; sin embargo, la medida cautelar dispuso la suspensión de la convocatoria y/o realización de elecciones para elegir cargos de la representación docente y estudiantes de la Universidad Los Angeles de Chimbote, lo cual resulta incongruente con las pretensiones contenidas en la demanda; Tercero: Que, finalmente respecto al cargo C) luego del análisis realizado se aprecia que el doctor Villón Medina al incorporar de oficio en calidad de litisconsorte necesario al Centro Universitario del Sistema de Educación Abierta y a Distancia en la ciudad de Lima mediante resolución Nº Cinco de 16 de noviembre de 2006, así como al emitir las resoluciones cautelares tres y cinco, lo ha hecho con una motivación precaria, no habiendo realizado un correcto análisis que conlleve a explicar el por qué de la incorporación litisconsorcial y la 13 expedición de las medidas cautelares a favor de Ananías Narro Culque; pese a tratarse de entes completamente autónomos; Por las consideraciones precedentes, soy de opinión que la evaluación de los cargos permite colegir que el doctor Villón Medina ha incurrido en inconducta funcional dado su comportamiento indebido, el que sin ser delito resulta contrario a los deberes y prohibiciones de los magistrados en el ejercicio de su actividad, conforme a lo señalado en los considerandos precedentes, de manera que su actuación configura, además, desmerecimiento en el concepto público al proyectar una imagen negativa de Juez hacia la sociedad, en vez de revalorar la percepción ciudadana sobre la majestad del cargo que ha venido ocupando, afectando gravemente la imagen del Poder Judicial, siendo merecedor en consecuencia de la sanción de destitución. Por lo que mi voto es porque se aplique la sanción de destitución al doctor Christian Jorge Villón Medina. CARLOS MANSILLA GARDELLA 14 PROCESO DISCIPLINARIO N° 033-2010-CNM Los fundamentos del voto del señor Consejero Edmundo Peláez Bardales son los siguientes: Primero.- Que, se imputa al doctor Christian Jorge Villón Medina tres cargos de inconducta funcional, conforme a lo señalado en la resolución emitida por mayoría, los que se relacionan con presuntas irregularidades incurridas en la tramitación del proceso constitucional de amparo seguido por la empresa educativa George Washington E.I.R.L. contra la Universidad Los Angeles de Chimbote, expediente N° 1493-2006 y su cuaderno cautelar, en el siguiente sentido: • Haber sometido a la demandada a un procedimiento distinto al que por ley correspondía, habiendo concedido derechos - en desmedro suyo - a un tercero que no formaría parte del proceso, contraviniendo su deber de resolver con sujeción a las garantías constitucionales, de conformidad con el artículo 184, inciso 1, de la Ley Orgánica del Poder Judicial • Inobservancia de la tutela jurisdiccional prevista en el artículo 139, inciso 3), de la Constitución Política del Perú, afectando el principio de congruencia y el respeto al contradictorio del proceso, al omitir pronunciarse sólo sobre las pretensiones postuladas por los justiciables, infringiendo los artículos 50, inciso 6, del Código Procesal Civil y 184, inciso 1, de la Ley Orgánica del Poder Judicial. • Falta de motivación de las resoluciones cautelares números tres y cinco, puesto que en las mismas se ha omitido expresar por qué se presentan los presupuestos de apariencia del derecho invocado y peligro en la demora, inobservando además el presupuesto de que la medida sea adecuada para el aseguramiento de la pretensión final, infringiendo el artículo 15 del Código Procesal Constitucional. Segundo.- Que, del estudio de los actuados correspondientes al presente proceso disciplinario, se advierte que el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial, por resolución s/n de 14 de diciembre de 2009 dictada en el cuaderno de medida cautelar instaurado en contra del doctor Villón Medina, se ha 15 pronunciado, respecto a la tramitación del proceso signado con el expediente N° 1493-2006, materia del presente proceso discipli nario, señalando que: "Octavo.- (... ) se advierte que el referido juez en dicha circunstancia habría resuelto erróneo 0 no acorde a su criterio jurisdiccional, plasmado en dicha resolución, donde explica sucintamente las razones y fundamentos para arribar a tal decisión; debiendo enfatizarse además no haberse evidenciado que tal decisión jurisdiccional estuviere motivada por algún acto de corrupción, más aún cuando en la sentencia emitida el dieciséis de enero de dos mil siete obrante a folios ciento quince, en el acotado proceso principal, se declara improcedente la demanda contra dicho centro universitario; (... )"; Tercero.- Que, bajo el criterio antes indicado, se observa que la imputación al doctor Villón Medina se sustenta en actos de negligencia pero cuya configuración no alcanza a la gravedad que podría dar lugar a una sanción de destitución, máxime si el propio Consejo Ejecutivo del Poder Judicial, en virtud de la resolución previamente glosada, ha revocado la resolución que impone la medida cautelar de suspensión preventiva: de esta forma, si bien el doctor Villón Medina invoca que sobre el primer cargo se debe considerar que su actuación corresponde estrictamente al ejercicio de su función jurisdiccional, sin embargo, la propia resolución del CEPJ establece un supuesto de actuación negligente el cual se encuentra en un supuesto de aplicación de una medida disciplinaria de gravedad menor a la destitución; Cuarto.- Que, debe considerarse además que la Séptima Sala Civil de Lima declaró nula la Resolución N° 3, de 14 de noviembre de 2006, que en vía de ampliación de medida cautelar de no innovar ordena suspender los efectos de la resolución N° 1468-2006-CU-ULADECH, y la carta n otarial de fecha 7 de noviembre de 2006, reformándola declararon improcedente dicha ampliación de medida cautelar. Es decir, en el presente caso la Universidad demandada no se ha visto perjudicada habiendo ejercido los medios de defensa que la ley Ie faculta, confirmándose la inexistencia de daño al interés público o privado, que amerite una sanción de tal gravedad como la destitución; Quinto.- Que, por consiguiente la actuación del doctor Villón Medina se ajusta a los parámetros de conducta negligente, pero en el marco de un procedimiento regular en el que no se aprecia indicios de corrupción 0 búsqueda de beneficios ilegales que hayan perjudicado irreparablemente a alguno de los justiciables; 16 En definitiva, entonces, con el respeto de la decisión en mayoría discrepo de los fundamentos y lo resuelto en el presente proceso disciplinario, consecuentemente, acorde con los fundamentos previamente expuestos, mi voto es porque se declare la responsabilidad del doctor Christian Jorge ViIIón Medina, pero cuya gravedad no corresponde a la imposici6n de la medida de destitución sino una de grado menor, que corresponde imponer al Poder Judicial. S.C. EDMUNDO PELAEZ BARDALES 17