Primer estudio sobre la reproducción del mero de las Islas Baleares

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Primer estudio sobre la reproducción del mero de las Islas Baleares
Jueves, 16 de Septiembre de 2010 00:00
Investigadores del Centre Oceanogràfic de les Balears, de la Direcció General de Pesca del
Govern de les Illes Balears
y del
Instituto de Investigaciones Marinas del CSIC han publicado en el último número de la revista
Scientia Marina
los resultados de la investigación realizada sobre la reproducción del mero en el Archipiélago
Balear.
Foto: Centre Oceanogràfic de les Balears
Identificar los patrones de reproducción de una especie es esencial para comprender la
dinámica de la población y diseñar medidas de gestión adecuadas para su recuperación y
conservación. La época y duración de la reproducción, la talla y edad en la que alcanzan la
madurez sexual, la fecundidad y los mecanismos que determinan el cambio de sexo en
especies hermafroditas son parámetros que determinan el potencial reproductivo de una
especie y su capacidad para soportar la explotación. Éstos han sido los objetivos del trabajo,
cuyo análisis se ha realizado sobre 400 ejemplares capturados mediante pesca artesanal y
recreativa en aguas de Mallorca y Menorca desde 1998 a 2004.
El mero, Epinephelus marginatus, es una especie emblemática del Mediterráneo, con un alto
valor comercial y cuyas poblaciones se encuentran sobreexplotadas en toda su área de
distribución, estando actualmente incluida en la
lista roja de
especies amenazadas
. Al igual que otros grandes serránidos, el mero es una especie hermafrodita, de crecimiento
lento que puede alcanzar los 60 años de edad y más de 1 metro de longitud. Se distribuye en
los fondos rocosos del Mediterráneo y del Atlántico preferentemente desde la superficie hasta
los 50 metros, aunque puede alcanzar los 250 m de profundidad. Estas características
biológicas, su distribución batimétrica y un comportamiento confiado le hacen especialmente
vulnerable a la explotación.
{rokbox title=|Ejemplar de 105 cm de longitud capturado por la pesca artesanal (Cala
Ratjada-Mallorca). Foto: Lucía Rueda-COB|
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Primer estudio sobre la reproducción del mero de las Islas Baleares
Jueves, 16 de Septiembre de 2010 00:00
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k.jpg{/rokbox}
Las características ambientales de las Islas Baleares favorecen un largo periodo de
reproducción de la especie, que se extiende desde finales de primavera a finales de verano,
siendo la actividad reproductora máxima en los meses de julio y agosto. Las hembras alcanzan
la madurez sexual a los 49 cm de longitud y los 6 años de edad. A diferencia de otros grandes
serránidos, el cambio de sexo está determinado por la sex-ratio del grupo social, y los datos
obtenidos lo sitúan en los 80 cm de longitud. Sin embargo, y aunque los machos son los
ejemplares de mayor talla y edad, se ha observado que existe un amplio solapamiento entre
ambos sexos, pudiendo alcanzar las hembras las máximas tallas y edades observadas en la
población. Cabe resaltar que, a diferencia de otras poblaciones estudiadas, en las Islas
Baleares se observan ejemplares bisexuales y machos de talla y edad próxima a la talla de
madurez sexual de las hembras, lo que indica una alta mortalidad pesquera en la zona.
Respecto a la fecundidad, la especie es un ponedor parcial, realizando como media 10 puestas
durante un ciclo reproductor. Se ha observado que la fecundidad total aumenta con la talla,
edad y el estado de condición (HSI) del ejemplar, habiéndose estimado una fecundidad relativa
media de 334.000 ovocitos por kg. Sin embargo, para una misma talla, las hembras que
presentan una distribución más superficial y son capturadas por la pesca recreativa presentan
una fecundidad media mayor que las procedentes de la pesca artesanal.
Los investigadores apuntan que los resultados obtenidos en este estudio, permiten evaluar y
proponer distintas medidas de gestión para el mero en el mar Balear. El hecho de que sea una
especie hermafrodita y que mantenga hembras de gran talla en la población, unido a que no se
produce una pérdida de la capacidad reproductiva con la edad, indica la necesidad de proteger
a los ejemplares de mayor talla y edad. Asimismo, es necesario modificar la talla mínima de
captura establecida para la especie en 45 cm, la cual es inferior a la talla de primera madurez
estimada de 49 cm. En concreto, la creación de zonas cerradas a la pesca que abarquen un
amplio rango batimétrico, parece la medida de gestión óptima para su conservación.
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