IES SIETE PALMAS Psicología 2º Bachillerato I. LA HOMINIZACIÓN “Los rasgos distintivos de nuestra especie son: un cerebro muy desarrollado en volumen, una capacidad única para fabricar instrumentos variados en muy diversos materiales, un lenguaje articulado, una infancia prolongada, que supone un largo periodo de aprendizaje, y un modo de caminar bípedo. Las características de gran volumen cerebral, desarrollo lento y capacidad para utilizar o adaptar objetos naturales como instrumentos, también se encuentran en nuestros más próximos parientes los chimpancés, gorilas y orangutanes. Por supuesto que en un grado muy inferior de desarrollo pero comparativamente mayor que en los demás animales. Estos rasgos, más la capacidad para el lenguaje, pueden agruparse bajo la etiqueta de algo que entendemos de manera intuitiva, pero es imposible de definir o medir, y llamamos inteligencia psiquismo. La locomoción es otra cosa, y desde Darwin la Ciencia se pregunta si la expansión del psiquismo procedió a la postura erguida, si fue al revés, o si ambas evolucionaron a la vez. Que es lo mismo que preguntarse cuál fue el impulso inicial de nuestra historia evolutiva o, en otras palabras, qué nos hizo humanos.” (Juan Luis Arsuaga e Ignacio Martínez La especie elegida) 1. ¿De dónde venimos? El hombre es naturalmente curioso. Entre las preguntas que todos nos hacemos se encuentran las siguientes: ¿cómo surgieron los seres humanos? ¿Acaso hemos existido siempre? Estas cuestiones son tan interesantes hace mucho tiempo que se plantean. Lo único que ha cambiado es el tipo de respuestas que aportamos: antiguamente se recurría a narraciones mitológicas, después se acudió a soluciones religiosas y en nuestros días preferimos teorías científicas. Entre los mitos más conocidos podemos mencionar uno griego que relata cómo la bailarina Eurínome, que había concebido el universo junto a la serpiente Ofión, golpeó a ésta de tal modo que todos sus dientes cayeron sobre la tierra y germinaron dando lugar a los hombres. Se trata de un tipo de explicación que tenía mucho éxito porque resultaba muy comprensible (recordaba, por ejemplo, el modo en que surgen las plantas) y convincente (incluía la intervención de seres superiores, de los que puede esperarse cualquier cosa). Pero el triunfo del cristianismo significó el declive de las narraciones mitológicas paganas. La religión aporta en las Sagradas Escrituras un relato en el que se explica cómo Dios toma arcilla, la modela a su imagen y semejanza, y le inspira su propio aliento para darle vida. Frente al mito anterior, aquí la intervención divina se manifiesta como acto deliberado y amoroso. El hombre aparece como rey de la creación. Actualmente, la explicación científica de la aparición del hombre en la Tierra se limita al ámbito de los fenómenos observables, sin entrar en sus causas últimas. Desde el siglo XIX ha cambiado la mentalidad dominante: quizá las cosas no han sido siempre igual, quizá el mundo no apareció tal y como es ahora, quizá ni siquiera han existido siempre seres inteligentes sobre la Tierra. Antes de la ilustración abundaba un cierto pesimismo que hablaba de un tiempo pasado heroico, lleno de personajes magníficos que habitaban en paraísos y épocas de oro. A partir de ahí consideraban que se había producido una decadencia que había traído días penosos a nuestra especie. Pero a finales del siglo XVIII se tendió una idea opuesta: la idea de progreso. La fe en ella creció durante el siguiente siglo y fructificó en interesantes teorías tanto filosóficas como científicas. Entre estas últimas, la más conocida es la de la evolución. 1 IES SIETE PALMAS Psicología 2º Bachillerato 2. La Teoría de la evolución 2.1 Ideas evolutivas anteriores a Darwin Los filósofos griegos Heráclito y Demócrito fueron los primeros que intentaron ofrecer una visión de la naturaleza sin necesidad de recurrir a los poderes sobrenaturales. Para ellos, en el mundo se produce un cambio continuo y estudian la naturaleza con una visión dinámica, susceptible de ser comprendida conceptualmente. Por otro lado, la idea de inmutabilidad de las especies defendida por Platón y Aristóteles coincidía con la visión del Antiguo Testamento y fue aceptada por el cristianismo durante siglos. Durante este tiempo, los fósiles se consideraban como restos de organismos desaparecidos y enterrados por el Diluvio Universal. En el siglo XIX, Lamarck, tras observar las variaciones graduales que se pueden encontrar entre las distintas especies, publica en 1809 su obra Filosofía Zoológica, en la que ofrece la primera explicación sobre cómo se ha producido la evolución. El interés e importancia de la obra de Lamarck se centra en que es la primera en la que se expone abiertamente una teoría evolutiva, haciendo descender a unas especies a partir de otras predecesoras, de forma que se suceden en el tiempo: las múltiples especies animales y vegetales presentes en la actualidad proceden de organismos más sencillos -sus predecesores- que han sufrido modificaciones graduales acumuladas en generaciones sucesivas. Sin embargo, los mecanismos evolutivos que expone, basados en el uso y desuso del órgano (la función crea el órgano) y en la herencia de los caracteres adquiridos no se corresponden con la realidad y han sido rebatidos radicalmente por los descubrimientos genéticos del siglo XX. Sólo tenemos que pensar que aunque una persona haga mucho ejercicio y logre desarrollar una musculatura envidiable no transmitirá estas características a sus hijos, y éstos no serán musculosos a menos que desarrollen sus músculos de la misma forma, es decir, basado en ejercicio. Si andamos descalzos logramos engrosar la piel de la planta del pie de forma que se vuelva muy dura, pero este carácter adquirido no se transmite a las generaciones siguientes. 2.2 La teoría de la selección natural de Darwin Según Darwin, los organismos que viven en la actualidad se habrían originado por los cambios producidos en la descendencia a partir de algunas especies ancestrales comunes. En esto coincide con las teorías lamarckistas, pero el gran interés e importancia de su teoría se basan en la explicación de los mecanismos por los que se han producido y se siguen produciendo en la actualidad estos cambios evolutivos. Para Darwin, la lucha por la existencia provoca que los individuos más débiles o menos aptos sean eliminados, manteniéndose los mejor dotados, que son los que dejarán descendencia. De esta manera se produce la selección natural o supervivencia del más apto, que dará lugar a la evolución de las especies, seleccionándose en ellas las características que mejor resuelvan sus diferentes necesidades. Esta teoría explica la eliminación de las especies que no se adaptan pero no cómo pueden aparecer otros nuevos y mejor dotados que los anteriores. Según la teoría lamarckista, la escasez de alimento hizo que las jirafas tuviesen que alcanzar las hojas más altas de los árboles, lo que ocasionó el alargamiento de su 2 IES SIETE PALMAS Psicología 2º Bachillerato cuello. Este alargamiento se transmitió a las siguientes generaciones, y así sucesivamente, hasta que alcanzaron el larguísimo cuello de las generaciones actuales. La jirafa del ejemplo podía haber alargado su cuello, pero sus hijos nacerán con el cuello exactamente de la misma longitud que si no lo hubieran alargado su padre o su madre. La explicación darwiniana del largo cuello de la jirafa sería: algunos descendientes de las primitivas jirafas nacieron con el cuello más corto y otras con el cuello más largo. Los de cuello más largo alcanzaban mejor las hojas de los árboles, por lo que sobrevivieron en mayor número y dejaron más descendientes que -como sus padrestenían el cuello un poco más largo. Y así sucesivamente. Metafóricamente puede decirse que la selección natural escudriña cada día y cada hora, por todo el mundo, las más ligeras variaciones; rechaza las que son malas, conserva y acumula las que son buenas y trabaja silenciosa e incansablemente cuando quiera y dondequiera que se presenta la oportunidad por el mejoramiento de cada ser orgánico en relación con sus condiciones orgánicas e inorgánicas de vida. (Charles Darwin: El origen de las especies) Esta teoría está asumida y es conocida por todos (e incluso ha sido aceptada oficialmente por la Iglesia católica en 1996), pero en la época de su promulgación causó un auténtico revuelo, ya que implica el reconocimiento de que el hombre desciende de los animales a partir de antecesores comunes con los monos actuales. Con los recientes descubrimientos de la Genética se ha avanzado en el conocimiento y explicación de los procesos evolutivos, realizándose una revisión crítica de las ideas de Darwin. De aquí han surgido las nuevas teorías neodarwinistas, que mantienen las ideas fundamentales sobre la selección natural e incluyen descubrimientos recientes, como las mutaciones. Los genes son muy estables y se transmiten de unas generaciones a otras con gran fidelidad, pero en algunos casos se producen errores al realizarse las copias. Estos cambios en los genes se denominan mutaciones y pueden originarse espontáneamente (errores fortuitos) o bien ser inducidas por algunos factores del ambiente (radiaciones, sustancias químicas, calor, etc.). Las mutaciones serían, por tanto, la base del proceso evolutivo, algo así como la materia prima de la evolución. Algunas producen cambios apenas perceptibles, pero otras pueden tener efectos notables en la morfología o funcionalidad de los organismos, y son la base para adaptaciones a nuevos ambientes o a cambios en el ambiente original. En este caso serían mutaciones “adaptativas”, beneficiosas para la especie y transmisibles a los descendientes. Las mutaciones se producen con una frecuencia suficiente para explicar las velocidades conocidas de cambio evolutivo. La teoría general de la evolución es la única que explica, sin necesidad de basarse en los relatos de una creación divina, la existencia y las características de la vida en nuestro planeta. Pero además, puede utilizarse como principio explicativo para entender muchas de las pautas de conducta humanas en la actualidad, así como los cambios culturales y la evolución del comportamiento humano. En la actualidad, el ser humano continúa evolucionando, tanto cultural como biológicamente, aunque las presiones selectivas son contrarrestadas de alguna manera por los avances en medicina y la mejora en las condiciones de vida. No obstante, la evolución técnica camina muy deprisa, hasta el punto de que está condicionando a la evolución filogenética de algunas especies. 3 IES SIETE PALMAS Psicología 2º Bachillerato 2.3 La evolución humana El ser humano está incluido en la clasificación zoológica dentro del orden de los primates, esto quiere decir que estamos emparentados filogenéticamente con este grupo de mamíferos. Los dos factores que más afectaron a la evolución humana, tal como la conocemos hoy, fueron el bipedismo y el aumento del volumen de cerebro. Utilizando los pies para el desplazamiento, las manos quedaban libres y podían ser empleadas para manipular herramientas, desarrollando en ellas gran habilidad y sensibilidad. Al mismo tiempo el mayor tamaño del cerebro, y en especial el desarrollo de la corteza cerebral, dieron al hombre su característica inteligencia, que lo destaca del resto de primates y mamíferos superiores. El desarrollo de la sociabilidad y del lenguaje, unido a la inmadurez de los individuos al nacer, favorecieron y fomentaron el adiestramiento y la transmisión cultural de padres a hijos. Las hipótesis acerca de las causas del aumento del tamaño de nuestro cerebro (encefalización) son diversas: Algunos piensan que se debe al uso de instrumentos, que la fabricación y utilización de instrumentos exigió más inteligencia. Otros lo relacionan con un cambio en el tipo de alimentación, los animales que se alimentan de frutos necesitan un cerebro mayor que el de los que sólo comen hojas. Otro grupo lo atribuye a la socialización, la complejidad de las relaciones sociales obligó a aumentar la capacidad de pensamiento. En la actualidad se concede mayor importancia a cambios cualitativos que han tenido lugar en la historia y que configuran al ser humano como único en la Naturaleza. Lenguaje y sociabilidad “La posesión del lenguaje articulado parece que nos da una indiscutible superioridad sobre el resto de los seres vivos en la lucha por la existencia. Pero si se reflexiona un poco es fácil comprender que la habilidad lingüística no le aprovecha de nada a un humano solitario enfrentado a la naturaleza con sus únicos medios, y que esta característica sólo tiene sentido en el interior del grupo al que necesariamente pertenece. El lenguaje no es una propiedad del individuo, sino de la colectividad. No es que el individuo se comunique bien; sería mejor decir que un grupo está bien comunicado. La capacidad para compartir y transmitir información entre individuos y entre generaciones pro la vía del lenguaje confiere una gran ventaja adaptativa al grupo en su conjunto, no al individuo aislado” (Juan Luis Arsuaga e Ignacio Martínez: la especie elegida) 2.4 implicaciones para la psicología La teoría evolutiva explica la consecución de determinadas características morfológicas y fisiológicas a través de la información contenida en los genes, pero también, aunque nos resulte difícil de imaginar, determinadas facetas del comportamiento están en buena parte codificadas y se transmiten de generación en generación por medio de la molécula de ADN de los cromosomas. 4 IES SIETE PALMAS Psicología 2º Bachillerato Con el descubrimiento de los comportamientos innatos por parte de la escuela etológica, se refuerza el interés por las causas evolutivas del comportamiento, que está sometido a los efectos de la selección natural de la misma forma que cualquier característica física más patente y duradera. El estudio de la evolución del comportamiento se encuentra aún poco desarrollado; una de las causas puede ser que no deja restos en el registro fósil (a diferencia de las características anatómicas). Sin embargo, los etólogos han realizado numerosos estudios comparados entre diversos grupos zoológicos relacionados evolutivamente y han encontrado semejanzas muy interesantes incluso entre grupos distanciados filogenéticamente, que demuestran la transmisión hereditaria de determinados comportamientos. Por tanto, se puede afirmar que dependen del proceso evolutivo y se han adaptado a las necesidades de la especie en el ambiente que habita. Una vez reconocido que el hombre es producto de la evolución biológica, es necesario admitir, y está corroborado experimentalmente, que algunos comportamientos humanos se heredan e incluso se pueden encontrar antecedentes de los mismos en otras especies de la escala biológica, especialmente en primates. Por otra parte, es importante conocer cómo los fenómenos biológicos son la base de los psicológicos, pues la conducta se apoya en el funcionamiento del sistema nervioso central. La neurofisiología tiene estrechas conexiones con la Psicología y cualquier modificación biológica del organismo tiene repercusiones en el ámbito psicológico, ya sea de forma directa o indirecta. Como, a su vez, el sistema nervioso se forma a partir de la información transmitida por los genes, podemos deducir claramente la relación entre la herencia y el comportamiento. Conducta animal y humana arrancan de un punto común: lo biológico, el funcionamiento orgánico, etc., pero encuentran su disyunción en la posibilidad del autocontrol del ser humano, de su previsión, de su anticipación, del cambio de sentido frente a las respuestas a un mismo estímulo, de la posibilidad de la emoción, la riqueza afectiva. El ser humanizado adapta su conducta, autoregula sus impulsos, es capaz de interpretar, decidir y alterar sus respuestas frente a los estímulos. Si lo desea, puede utilizar su componente emocional y dar sentido a sus actos desde la libertad y la autoconciencia. A. afarensis Ardipithecus ramidus Parántropos Australopithecus anamensis Homo erectus Homo hábilis Homo ergaster H. Neanderthal Homo atecessor H. Sapiens Esquema evolutivo propuesto por Juan Luis Arsuaga e Ignacio Martínez para los primeros homínidos 5 IES SIETE PALMAS Psicología 2º Bachillerato II.CONDUCTA ANIMAL Y CONDUCTA HUMANA 1. La conducta de los animales Cuando la teoría de la evolución mostró nuestro parentesco con los animales, aumentó el interés por conocer su comportamiento y compararlo con el nuestro. ¿Cuánto hay de animal en nosotros? El estudio de la conducta animal ha dado lugar a una ciencia: la Etología (el nombre procede de la misma palabra que genera el término “ética”, del griego ethos, costumbre y logos, tratado). Desde luego, hace mucho tiempo que los hombres observan el comportamiento de los animales y se preguntan cómo tiene lugar. Grandes filósofos como Aristóteles o Descartes ya analizaron algunos aspectos de esa conducta. Sin embargo, hasta nuestros tiempos no podemos hablar de estudios científicos acerca de la misma. Cuando observamos metódicamente el modo en que los animales resuelven los problemas, solemos sorprendernos y preguntarnos hasta qué punto son inteligentes. En la antigüedad se adoptó el punto de vista de que las bestias actúan por instinto, mientras que los seres humanos lo hacemos mediante la razón. Por eso se definía al hombre como “animal racional”, considerando esta característica como exclusiva de los humanos. Pero la teoría de la evolución hizo pensar a algunos autores que, en el fondo, somos unos animales más. Estos autores creyeron que resolvemos los problemas utilizando unos instintos muy refinados o bien que los animales también tienen inteligencia, aunque no esté aún suficientemente desarrollada. Pensaron, incluso, que si dejásemos pasar el tiempo suficiente, casi todas las especies podrían alcanzar un nivel mental similar al nuestro. La manera más adecuada de saber cuánto hay de razonamiento inteligente en los animales y cuánto de instinto en nosotros consiste en estudiar el comportamiento animal y el humano: a ello se dedica la Psicología Comparada. El estudio metódico de la conducta animal ha conducido a hacer una clasificación bastante elemental: hay algunos comportamientos que son innatos y otros que han sido adquiridos mediante el aprendizaje. Los primeros se encuentran, por decirlo de alguna manera, inscritos en los genes, de modo que cuando un animal se encuentra en disposición de manifestarlos lo hará independientemente de las circunstancias en las que se haya desarrollado. Se trata de respuestas fijas a ciertos estímulos. Frente a las pautas innatas, encontrarnos otras que son menos rígidas, que son aprendidas por algunos individuos y que no se dan en otros de la misma especie. Son comportamientos plásticos o flexibles. 2. La etología o estudio comparado del comportamiento Nace a partir del estudio del comportamiento de las especies animales en plena naturaleza. Fue fundada a finales de los años treinta por dos zoólogos con grandes dotes 6 IES SIETE PALMAS Psicología 2º Bachillerato de observación: Konrad Lorenz y Niko Tinbergen. Ambos defienden que la conducta animal debe estudiarse en las condiciones más naturales posibles. Antes de su nacimiento como disciplina hubo grandes precursores de la Etología, entre los que es necesario destacar a Darwin, que fue el primero en aplicar la filogenia (desarrollo evolutivo al que pertenece una especie) comparada al estudio del comportamiento en su trabajo sobre los movimientos de expresión en los animales y el hombre. Su desarrollo se produce fundamentalmente en Europa, en oposición a la escuela conductista (principalmente americana). Al principio, los etólogos exageraron las cualidades innatas de la conducta, lo que les valió las críticas y oposición de la escuela conductista y una radicalización de las posturas por ambas partes, pero pronto comprendieron que no existe una división clara entre los comportamientos innatos y los aprendidos. Las conductas innatas no están libres de la influencia del ambiente o tampoco lo están los comportamientos aprendidos de la influencia de los genes. Los seres humanos y los animales están preprogramados genéticamente para aprender cosas concretas, en determinados momentos de su vida y de una cierta manera. En la especie humana gracias a la transmisión de la cultura y a su desarrollada inteligencia, predomina claramente el aprendizaje, pero siempre asentado sobre un soporte genético heredado filogenéticamente. Los etólogos trabajan con un gran nivel de complejidad. El comportamiento siempre está causado por algo: por estímulos sensoriales externos, por estimulación del sistema nervioso central o del sistema endocrino o por estímulos sensoriales internos. Algunos conceptos de etología que podemos destacar son: Patrón fijo de conducta innata. Es el repertorio de comportamientos de un animal reconocible como característico de esa especie. Para su desarrollo no necesita de estímulos externos. Por ejemplo, nada más nacer el pollo es capaz de picotear o el pato nadar. Etograma. Es el catálogo exacto de todas las formas de comportamiento de un animal. Mecanismo desencadenador. Es un sistema que permite que los impulsos centrales lleguen a los efectores únicamente cuando se presenta un estímulo clave: un depredador comienza la caza cuando tiene hambre. Es muy utilizado en publicidad al utilizar estímulos que desencadenan respuestas en los consumidores. Factores de motivación. Son la disposición interna hacia la acción, que generalmente responde a través de estímulos desencadenadores. El hambre sería un factor de motivación que impulsa hacia los alimentos. Estímulos signo. Son determinadas variaciones producidas en el medio ambiente animal que producen patrones fijos de conducta. El llanto desencadena los cuidados de su madre. Impronta. Es el aprendizaje de una configuración de estímulos que desencadena una respuesta innata. Así las crías de ganso adoptan como madre a cualquier objeto móvil del entorno. Comportamiento en vacío. Un comportamiento que no ha sido ejercido durante mucho tiempo tiende a manifestarse de cuando en cuando. Así un perro que lleva mucho tiempo sin comer puede mordisquear un trozo de palo. 7 IES SIETE PALMAS Psicología 2º Bachillerato ¿Actúa el hombre de una manera similar? En algunas ocasiones sí. Así, por ejemplo, los niños empiezan a sonreír aproximadamente entre las seis semanas y los seis meses. Esbozan la llamada sonrisa social cada vez que observan la cara de alguien. Pero también es posible provocar este tipo de sonrisa ante espantosas máscaras o dibujos que contengan una estructura similar al rostro humano. Lo que hacen es responder ante ciertas configuraciones de líneas. 3. Conductas aprendidas Afortunadamente no todas las reacciones son igual de predecibles. Incluso los animales pueden aprender y modificar su comportamiento. El gran investigador ruso Ivan Pétrovitch Pavlov estudió, a finales del siglo XIX y principios del XX, el modo en que se podía modificar la conducta de los animales. Sus planteamientos dieron lugar a una corriente psicológica denominada conductismo. Tomemos como punto de partida un caso sencillo: cuando a un perro se le presenta un alimento y tiene hambre, su boca comienza inmediatamente a segregar saliva. Se corresponde con una expresión que utilizamos con frecuencia: “se me hace la boca agua”. Existe una asociación natural entre un estímulo (el alimento) y una respuesta (la secreción de saliva). Cuando el mismo perro escucha un sonido de un timbre responde con un reflejo de orientación: coloca sus orejas de manera que pueda oír mejor. Hasta ahí todo es normal y funciona como esperamos. Pero podemos preguntarnos si es posible que un perro salive al escuchar un timbre. Se trata de algo novedoso y, en principio, absurdo. Sin embargo hay una forma de modificar su conducta. Basta con hacer sonar el timbre antes de las comidas. El perro termina asociando el sonido con el alimento y empieza a salivar. Este hecho es conocido como condicionamiento clásico. En el condicionamiento operante el sujeto aprende a realizar ciertas operaciones con vistas a obtener unos resultados (ya no se considera al sujeto como un ser pasivo). Este aprendizaje permite al sujeto asociar la realización de determinada conducta con la obtención de resultados positivos o negativos. Un estímulo que incrementa la frecuencia de la conducta que le precede se denomina reforzador. El autor más representativo de esta teoría fue B. F. Skinner junto con Edward Lee Thorndike, unos de los pioneros del condicionamiento operante o instrumental y autor de la ley del efecto. Según ésta cualquier conducta que en una situación produce un resultado satisfactorio, se hará más probable en el futuro en situaciones similares. Si una respuesta, ejecutada ante la presencia de un estímulo, va seguida de un hecho satisfactorio, la asociación entre el estímulo y la respuesta se fortalece. Si por el contrario, a la respuesta le sigue un hecho molesto la asociación se debilita. El aprendizaje no sólo se da por experiencia directa, aprendemos por observación e imitando la conducta de otros. El aprendizaje observacional o por imitación se produce cuando un sujeto observa la conducta de un modelo. Se puede aprender una conducta sin que se lleve a cabo. El autor de la Teoría del aprendizaje social es Albert Bandura. 4. ¿Se puede extrapolar la conducta animal a la humana? En la medida en que los seres humanos somos animales, descendemos, a través de la evolución biológicamente de otras especies de mamíferos y compartimos con ellos algunos comportamientos innatos, los descubrimientos de la etología son claramente aplicables a nuestra especie. Nos separan de los animales siglos de evolución cultural, pero en las características propiamente zoológicas somos y funcionamos de forma muy similar. Con la teoría de la evolución ha quedado demostrado que no existe un abismo entre los animales y el hombre, sino una diferencia de grado. El comportamiento de las especies que tienen un parentesco cercano entre sí también presenta semejanzas. 8 IES SIETE PALMAS Psicología 2º Bachillerato Muchas de las expresiones del hombre son homólogas en el comportamiento de lo primate, lo que demuestra su origen innato y las relaciones filogenéticas entre ellos. A lo largo de la historia se ha intentado separar la dimensión biológica del ser humano de la social, pero el hombre no es unidimensional, sino formado por la unión de ambas. La Etología puede aportar mucho en el conocimiento del comportamiento humano como los estudios con animales de los conductistas, pero hay que ser muy precavidos, lo que se obtiene son hipótesis de trabajo cuya validez en el ser humano sólo puede ser comprobada mediante el estudio de él mismo. 5. Conductas gregarias Se aplica el término “gregario” a los animales que viven en rebaños o manadas. Todos ellos adoptan algún modo de comportamiento que afecta a más de un individuo. El apareamiento, la caza, la defensa del territorio son problemas que afrontan muchas especies y que exigen frecuentemente la colaboración de más de un miembro. Cuando esto sucede, es necesario establecer mensajes y los animales han desarrollado mecanismos que se lo permiten. Cuando comparamos las comunidades de los animales con las nuestras encontramos una importante diferencia que ya fue observada por Aristóteles. El hombre es el único animal que tiene voz (comunicación verbal). Cuando Aristóteles decía que el hombre es el único animal social, no ignoraba que otros vivían en colectividad. En su opinión esas comunidades no son auténticas porque les falta el lenguaje que les permita establecer un sistema justo. 6. La comunicación animal Si comparamos los animales con los seres humanos, uno de los aspectos que más interés despierta es el del lenguaje. Parece existir acuerdo en que los animales se ponen en contacto con sus congéneres para buscar pareja, defender su territorio, lograr comida... Utilizan señales visuales, auditivas, químicas... Hasta qué punto podemos afirmar que sólo el hombre tiene lenguaje. Para responder a esta cuestión es necesario tener en cuenta la definición de lenguaje. En sentido amplio es la facultad de expresar su experiencia y comunicarla a otros mediante símbolos y señales registrados por los órganos de los sentidos, pero en el sentido más estricto, lenguaje es el conjunto de sonidos articulados con que el hombre manifiesta lo que piensa o siente. Si con el término lenguaje nos referimos a comunicación, entonces los animales lo poseen, en el caso contrario parece que es algo exclusivamente humano. Por eso se habla de comunicación animal. La comunicación animal no es verbal, carece de sintaxis y articulación. Dispone de un registro más o menos amplio de señales que permite transmitir información, pero no posee la plasticidad de nuestras lenguas. Cada señal se corresponde con un mensaje, una idea. El aspecto creador del uso normal del lenguaje humano es un factor fundamental que distingue el lenguaje humano de la comunicación animal. Además de eso, la mayoría de las señales animales se adquiere de un modo innato, hasta tal punto de que las emiten cuando se encuentran en una determinada circunstancia ignorantes del significado real y de que un cambio de circunstancias pueden hacerlas completamente inútiles (por ejemplo: emitir señales de cortejo a pesar de que no haya parejas disponibles alrededor). Desde el punto de vista de la Psicología Comparada se reconocen importantes diferencias entre la comunicación animal y el lenguaje humano. Sobre la aparición del lenguaje existen diversas teorías. 9 IES SIETE PALMAS Psicología 2º Bachillerato 1. La encefalización habría posibilitado las capacidades corporales necesarias. El gran tamaño cerebral es un requisito imprescindible para el lenguaje tal y como lo conocemos. 2. Nuestros sofisticados códigos se habrían desarrollado a partir de la comunicación no verbal (gestos y señales). Las cosas no son tan sencillas: hace falta un cerebro grande para poseer la inteligencia y el lenguaje humanos; pero quizá no sea el aumento del cerebro lo que hizo aparecer el lenguaje sino que el lenguaje obligó a aumentar el tamaño del cerebro. 10