JUZGADO DE LO MERCANTIL Nº 1 SANTANDER CONCURSO VOLUNTARIO Nº 279/2011 PIEZA SEPARADA Nº 279/2011-01 AUTO Magistrada: María del Mar Hernández Rodríguez En Santander, a 19 de julio de 2011 HECHOS PRIMERO.- Por la administración concursal del REAL RACING CLUB DE SANTANDER, S.A.D. se presentó escrito que tuvo entrada en este Juzgado en el día de ayer solicitando que se librasen oficios al Consejo Superior de Deportes, la Liga de Futbol Profesional, la Federación Española de Futbol, la Federación Cántabra de Fútbol, la Asociación de Futbolistas Profesionales y el Comité de Entrenadores en los términos que interesa en el cuerpo de su escrito. RAZONAMIENTOS JURÍDICOS PRIMERO.- La administración concursal presento escrito por el que interesa que se deje sin efecto la medida cautelar adoptada por la Real Federación Española de Fútbol Profesional el 7 de julio de 2011 frente a la concursada, se requiera a la Liga de Futbol Profesional para que se abstenga de adoptar medida cautelar alguna con relación a la denuncia recibida, se comunique a al Consejo Superior de Deportes, la Liga de Futbol Profesional, la Federación Española de Futbol, la Federación Cántabra de Fútbol, la Asociación de Futbolistas Profesionales y el Comité de Entrenadores el derecho de la concursada a participar en la Primera División y para que se abstengan de imponer cualquier sanción derivada del impago de cantidades por la concursada. SEGUNDO.- Procede efectuar una análisis separados de las distintas peticiones que se realizan en el suplico del escrito presentado por la administración concursal, debiéndose para ello fijar con carácter previo el marco jurídico aplicable. De conformidad con el art. 30 de la Ley 10/1990, de 15 de octubre, del Deporte “las Federaciones deportivas españolas son entidades privadas, con personalidad jurídica propia, cuyo ámbito de actuación se extiende al conjunto del territorio del Estado, en el desarrollo de las competencias que le son propias, integradas por Federaciones deportivas de ámbito autonómico, clubes deportivos, deportistas, técnicos, jueces y árbitros, Ligas profesionales, si las hubiese, y otros colectivos interesados que promueven, practican o contribuyen al desarrollo del deporte. 2. Las Federaciones deportivas españolas, además de sus propias atribuciones, ejercen, por delegación, funciones públicas de carácter administrativo, actuando en este caso como agentes colaboradores de la Administración pública”. Por su parte, en cuanto a las ligas profesionales, el artículo 41 Establece que “1.En las Federaciones deportivas españolas donde exista competición oficial de carácter profesional y ámbito estatal se constituirán Ligas, integradas exclusiva y obligatoriamente por todos los clubes que participen en dicha competición. 2. Las Ligas profesionales tendrán personalidad jurídica, y gozarán de autonomía para su organización interna y funcionamiento respecto de la Federación deportiva española correspondiente de la que formen parte. 3. Los Estatutos y reglamentos de las Ligas profesionales serán aprobados por el Consejo Superior de Deportes, previo informe de la Federación deportiva española correspondiente, debiendo incluir, además de los requisitos generales señalados reglamentariamente, un régimen disciplinario específico. 4. Son competencias de las Ligas profesionales, además de las que pueda delegarles la Federación deportiva española correspondiente, las siguientes: a. Organizar sus propias competiciones, en coordinación con la respectiva Federación deportiva española y de acuerdo con los criterios que, en garantía exclusiva de los compromisos nacionales o internacionales, pueda establecer el Consejo Superior de Deportes. b. Desempeñar, respecto de sus asociados, las funciones de tutela, control y supervisión establecidas en la presente Ley. c. Ejercer la potestad disciplinaria en los términos previstos en la presente Ley y sus disposiciones de desarrollo”. Junto a ello, los artículos 73 y siguientes de dicha ley que comprenden el título XI se ocupan de la disciplina deportiva que se ejerce, entre otros, por los Clubes de Futbol, la Ligas profesionales y las Federaciones deportivas, por delegación de la administración, estableciendo en su artículo 81 que “Las sanciones impuestas a través del correspondiente expediente disciplinario serán inmediatamente ejecutivas sin que las reclamaciones y recursos que procedan contra las mismas paralicen o suspendan su ejecución, todo ello sin perjuicio de las facultades que corresponden a los órganos disciplinarios de las distintas instancias de adoptar, a instancia de parte, las medidas cautelares que estime oportunas para el aseguramiento de la resolución que, en su día se adopte”. Dicha ley ha sido desarrollada en sus aspectos disciplinarios por el Real Decreto 1591/1992, de 23 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento de Disciplina Deportiva. En cuanto al régimen de recursos establece el art. 52 del referido reglamento que “1. Las resoluciones disciplinarias dictadas en primera instancia y por cualquier procedimiento por los órganos deportivos competentes podrán ser recurridas, en el plazo máximo de diez días hábiles, ante la organización deportiva que proceda de conformidad con las reglas de competencia a que se refiere el Título I del presente Real Decreto. 2. Las resoluciones dictadas por las Federaciones españolas en materia de disciplina deportiva de ámbito estatal y que agoten la vía federativa, podrán ser recurridas, en el plazo máximo de quince días hábiles ante el Comité Español de Disciplina Deportiva. 3. Contra las resoluciones disciplinarias dictadas con carácter definitivo por las Ligas profesionales, cabrá recurso ante el Comité Español de Disciplina Deportiva, en el plazo de quince días hábiles. 4. Contra las resoluciones disciplinarias dictadas con carácter definitivo por las Agrupaciones de clubes de ámbito estatal cabrá recurso ante el Comité Español de Disciplina Deportiva, en el plazo máximo de quince días hábiles”. A su vez, las decisiones que en vía de recurso hayan sido adoptadas por el Comité Español de Disciplina Deportiva, adscrito al Consejo Superior de Deportes, serán recurribles en vía contenciosoadministrativa, en aplicación de lo dispuesto en el art. 58 del Reglamento de Disciplina Deportiva, en concreto, ante los Juzgados Centrales de lo Contencioso-administrativo. Abundan en el carácter administrativo del procedimiento disciplinario el art. 67 del Reglamento. Lo anterior es una consecuencia de la híbrida naturaleza que la ley del deporte otorga a las federaciones deportivas y las ligas profesionales a las que sin perjuicio de su carácter jurídico privado, en términos de su exposición de motivos, se les atribuyen al tiempo “funciones públicas de carácter administrativo. Es en esta última dimensión en la que se sustentan las diferentes reglas de tutela y control que la Administración del Estado puede ejercer sobre las Federaciones y que la Ley, cautelarmente, ha establecido con un absoluto y exquisito respeto de los principios de autoorganización que resultan compatibles con la vigilancia y protección de los intereses públicos en presencia”. Por ello, el art. 30 de la Ley del Deporte establece con relación a las Federaciones deportivas que ejercen “funciones públicas de carácter administrativo, actuando en este caso como agentes colaboradores de la Administración pública” y el art. 41 otorga a las Ligas profesionales la función de “Ejercer la potestad disciplinaria en los términos previstos en la presente Ley y sus disposiciones de desarrollo”. TERCERO.- Por otro lado, dichas facultades sancionadoras en tanto obedezcan, como es el caso, a impagos de deudas concursales que sustancialmente se identifican con las anteriores a la fecha de declaración de concurso, se ven limitadas por la declaración de concurso en tanto que la imposibilidad de atender a los pagos de los créditos concursales conlleva la falta de virtualidad de una hipotética sanción derivada de dichos impagos así como la atipicidad de estos impagos. En concreto, entre los efectos derivados de la declaración de concurso con incidencia en el ámbito de la disciplina deportiva, cuanto a estos, por lo que aquí interesa, el primero y fundamental que destaca es la imposibilidad de atender a los créditos concursales que sustancialmente coinciden con los nacidos con anterioridad a la declaración de concurso, esto es, al 8 de julio de 2011, sino es ajustándose a las reglas contenidas en la Ley Concursal que dilata su efectividad en el tiempo, bien hasta que se proceda a la aprobación judicial del convenio, a partir del cual habrá de estarse a la espera y quita que en su caso les afecte, bien a la realización de bienes en el seno de una liquidación para el posterior pago de los créditos según las reglas contenidas en los art. 155 y siguientes LC. Otro de los efectos esenciales derivados de la declaración de concurso consecuencia de la apuesta que en la Exposición de Motivos de la Ley Concursal se realiza sobre la viabilidad empresarial y continuación de la actividad profesional o empresarial, es que de conformidad con el art. 44 LC, la declaración de concurso no suspende ni interrumpe su continuación. En tercer lugar, destaca el conocimiento universal que se otorga al juez del concurso de conformidad con el art. 86 Ter LOPJ y art. 8 LC, para conocer de todas las acciones civiles con transcendencia patrimonial que se dirijan frente al concursado, de toda ejecución, sea cual sea su naturaleza, que se dirija frente al patrimonio del concursado, con la mera excepción de las ejecuciones laborales y administrativas exclusivamente en los supuestos contenidos en el art. 55 LC, y para conocer de toda medida cautelar que afecte al patrimonio del concursado. Como consecuencia de ello, el art. 55 LC establece la prohibición de iniciar ejecuciones singulares, cualquiera que fuera su naturaleza y la suspensión de toda ejecución seguida con anterioridad a la declaración de concurso frente al patrimonio del concursado salvo que se trate de procedimientos administrativos de ejecución en los que se hubiera dictado providencia de apremio y las ejecuciones laborales en las que se hubieran embargado bienes del concursado, todo ello con anterioridad a la fecha de declaración del concurso, siempre que los bienes objeto de embargo no resulten necesarios para la continuidad de la actividad profesional o empresarial del deudor. De infringirse estas reglas en orden a la competencia y adoptarse una medida cautelar tras la declaración de concurso por un órgano incompetente así como de seguirse o mantenerse una ejecución frente al patrimonio del concursado fuera de las excepciones de los art. 55 a 57 LC, lo actuado sería nulo. Todo ello obedece a que el concurso constituye un procedimiento universal, a la necesidad de ajustarse a las normas contenidas en la ley concursal sobre el pago de los créditos y al conocimiento que se otorga al juez de aquél para conocer de todas las cuestiones con transcendencia patrimonial. CUARTO.- Entrando en cada una de las peticiones deducidas, en primer lugar, respecto a la medida cautelar adoptada por la Real Federación Española de Futbol el 7 de julio del presente año por la que, ante el impago de parte de las cantidades adeudadas por la concursada al entrenador don Miguel Angel Portugal Vicario, se acordó con carácter cautelar no expedir ni renovar licencias de futbolistas ni entrenadores al club REAL RACING CLUB DE SANTANDER, S.A.D., se solicita por la administración concursal que se deje sin efecto la medida cautelar. Dicha medida cautelar tiene la peculiaridad de que se adoptó con anterioridad a la fecha de declaración de concurso. En concreto, el día 7 de julio de 2011 como se extrae de la resolución de la Real Federación Española de Futbol aportada como documento nº 1 que si bien se data el 7 de junio, claramente fue dictada el 7 de julio, considerándose un mero error material la fecha incluida. Ese mismo día fue presentada la solicitud de concurso que se declaró al día siguiente, esto es, el 8 de julio de 2011, comenzando a partir de dicho momento todos los efectos derivados de la declaración del deudor en concurso de acreedores. El art. 163 del Reglamento General de la Real Federación Española de Futbol que se ocupa de la garantía de cumplimiento de los contratos establece que “1. No se tramitará licencia de entrenador alguno al club que, habiéndola solicitado, no haya satisfecho o garantizado la totalidad de las cantidades que, en su caso, adeudara al entrenador o entrenadores anteriores. El Comité Jurisdiccional y de Conciliación, oído el de Entrenadores de la RFEF, determinará la cuantía, forma y condiciones de la garantía o afianzamiento que el club deba prestar, hasta que recaiga resolución, a fin de que pueda inscribir a un nuevo técnico. 2. Tratándose de clubs de Primera y Segunda División, la resolución del vínculo contractual con un entrenador, sea cual fuere la causa, no impedirá la expedición de licencia al sustituto que desee contratar. Sin perjuicio de ello, no se tramitarán ni renovarán licencias de entrenadores ni se librarán tampoco de futbolistas, a aquellos clubs que no hayan satisfecho o garantizado, al 30 de junio del año de que se trate, la totalidad de las cantidades que adeudasen al entrenador o entrenadores anteriores; tal impago determinará, además, y con independencia de otras posibles consecuencias reglamentariamente previstas, la suspensión de derechos administrativos y federativos. Tanto los clubs adscritos a la LNFP como los entrenadores que hubieran suscrito contrato con ellos, son libres de acudir, en caso de litigio, bien a la jurisdicción laboral, bien al Comité Jurisdiccional y de Conciliación. En el supuesto de que optaran por la primera vía, el Comité Jurisdiccional y de Conciliación se inhibirá automáticamente del conocimiento de la cuestión. Si entendiera del litigio el referido Comité federativo, éste deberá dictar resolución en el plazo de un mes, ponderando y valorando, en cada caso, las circunstancias concurrentes en el mismo”. Al amparo de dicho precepto fue adoptada la medida cautelar que nos ocupa ante la comunicación efectuada por parte del entrenador don Miguel Angel Portugal en la que ponía en conocimiento de la federación que no le habían sido abonadas por la concursada la totalidad de las cantidades adeudadas. De conformidad con lo establecido en la Ley del Deporte y el Reglamento de disciplina deportiva, esa decisión se enmarca en las facultades disciplinarias que por delegación se ejercitan por parte de las Federaciones deportivas españolas, que se integran en un vía administrativa que culmina vía recurso con decisión de la Comisión de Disciplina Deportiva incardinada en el Consejo Superior de Deportes recurrible ante la jurisdicción contencioso-administrativa. Bajo el marco normativo expuesto en los dos fundamentos de derecho anteriores ha de resolverse la petición relativa a la medida cautelar ya adoptada. De lo dicho, se extrae claramente que su adopción se inserta en un procedimiento administrativo que tiene sus propias vías de impugnación que culminan en la vía jurisdiccional, ante los órganos de lo contencioso-administrativo. Al haber sido adoptada la medida con anterioridad al concurso, se considera quien dicta esta resolución incompetente dejar sin efecto la misma. QUINTO.- Esto no significa en cambio que la medida cautelar adoptada no sea susceptible de revisión, suspensión o revocación, sino únicamente que no es el Juez del concurso el competente para llevar a cabo tal revocación, suspensión o revisión, debiendo adoptarse tal decisión en su caso por la Real Federación Española de Futbol que la adoptó o vía recurso el órgano que corresponda de conformidad con el régimen aplicable al procedimiento sancionador. Esto último atendiendo a que resulta clara la incidencia de la no expedición ni renovación de licencias de futbolistas y entrenadores en orden a la continuación de la actividad de la concursada, puesto que siendo su principal actividad, como se señaló en el auto de declaración de concurso, la competición en una liga de futbol profesional a través de un equipo que milita en la primera división, la falta de licencias de futbolistas y entrenadores impedirá de facto su desarrollo. En segundo lugar, por la repercusión directa que en orden a la satisfacción de los créditos por parte de los acreedores tendrá la falta de expedición de licencias puesto que privará a la concursada de la posibilidad de generar recursos, fruto de su actividad futbolística, necesarios para atender a las deudas, lo que redundará en un claro perjuicio a la totalidad de los acreedores, incluido aquél a que se refiere la resolución de la Real Federación Española de Futbol. En tercer lugar, por perder eficacia la medida cautelar que por su propia naturaleza tiene como función garantizar la satisfacción de una deuda, jugando en el presente caso como una medida pseudosancionadora de presión, puesto que habiendo sido declarado el concurso del REAL RACING CLUB DE SANTANDER, S.A.D. no será posible la satisfacción del crédito de don Miguel Angel Portugal sino en el seno del concurso y con sometimiento a lo dispuesto en la ley concursal, no garantizando en modo alguno la medida cautelar adoptada, ni siquiera como vía de presión, su pago puesto que éste en todo caso se deberá verificar en los términos legalmente establecidos. Como consecuencia de esto, el mantenimiento de la medida conllevaría la imposibilidad de obtener la expedición de licencias de futbolistas y entrenadores sino hasta que se abriese la fase de liquidación y procediese el pago del crédito del anterior entrenador atendiendo a las reglas establecidas en los art. 155 LC o hasta que correspondiese el pago en el seno de un convenio que se tornaría francamente difícil ante este panorama, una vez transcurrido el hipotético periodo de espera. Resulta claro que ante esta virtualidad, la medida cautelar adoptada conllevaría de facto un cese de la actividad principal y esencial de la concursada y la imposibilidad de obtener ingresos con los que atender sus créditos, abocándola a su desaparición de la competencia deportiva profesional. Como consecuencia de lo anterior, si bien no procede acceder a la petición interesada de que se deje sin efecto la medida cautelar que nos ocupa por ser incompetente para ello este órgano judicial, se acuerda en cambio notificar esta resolución así como comunicar la declaración de concurso a la Real Federación Española de Futbol y al Consejo Superior de Deportes, por la indudable incidencia que el auto de fecha 8 de julio de 2011 por el que se declaró en concurso de acreedores al REAL RACING CLUB DE SANTANDER, S.A.D. tiene sobre la medida adoptada por Resolución de 7 de julio de 2011 de la Real Federación Española de Futbol, haciéndole saber que la concursada no puede hacer frente a ningún pago de cantidades adeudadas con anterioridad al 8 de julio de 2011 al margen del presente procedimiento concursal. SEXTO.- Respecto a la petición de que se libre oficio a la Liga de Futbol Profesional para que se abstenga de adoptar medida cautelar alguna como consecuencia de la denuncia formulada por el Real Club Deportivo Espanyol de Barcelona que ha interesado que se adopte la medida cautelar consistente en la no prestación de servicios administrativos ni la tramitación o despacho de contratos y licencias a favor del Real Racing Club de Santander, ha de darse por reproducido lo señalado más arriba en orden al régimen jurídico aplicable, teniendo especial incidencia lo dispuesto en el art. 8 LC sobre la competencia exclusiva del juez del concurso para adoptar cualquier medida cautelar dirigida frente al patrimonio del concursado, al que directamente afectaría la medida consistente en la no prestación de servicios administrativos ni tramitación y despacho de contratos y licencias; lo dispuesto sobre el sometimiento a las reglas del concurso para el pago de los créditos concursales entre los que se sitúa el que invoca el Real Club Deportivo Espanyol, que impide que sea satisfecho dicho crédito hasta que proceda en sede de cumplimiento de convenio o liquidación y determina la atipicidad del impago; y sobre la clara incidencia que tiene la medida solicitada respecto a la continuación de la actividad de la concursada y el desarrollo del concurso. La medida cautelar solicitada responde al art. 78.1 de los estatutos de la liga de futbol profesional establece que “Por la comisión de las infracciones previstas en el artículo 69.2 de los presentes Estatutos (infracciones muy graves), el Comité de Disciplina Social y en última instancia el Comité Social de Recursos, podrá acordar, con carácter cautelar y con independencia de las sanciones a que hubiese lugar, la no prestación de servicios administrativos ni la tramitación o despacho de contratos y licencias al infractor”. Dentro de dichas infracciones se incluyen el incumplimiento grave de obligaciones o compromisos adquiridos con otras Sociedades Anónimas Deportivas. No corresponde a quien dicta la presente resolución analizar si se ha producido dicho grave incumplimiento por parte de la concursada puesto que dicha cuestión es de carácter meramente administrativo, sino únicamente resolver si es posible la adopción de dicha medida cautelar al haber sido declaro el REAL RACING CLUB DE SANTANDER en concurso de acreedores. Teniendo en cuenta el carácter cautelar que a dicha medida se otorga por los propios estatutos de la liga de futbol profesional, instrumental del procedimiento sancionador e independiente de la correspondiente sanción, considera quien dicta la presente solicitud que resultando de la Ley del Deporte y del Reglamento de Disciplina Deportiva que las facultades sancionadoras de la Liga de Futbol profesional se ejercen como funciones públicas de carácter administrativo, en aplicación de lo dispuesto en el art. 8 LC y 86 Ter LOPJ, que este juzgado de lo mercantil es competente con carácter excluyente y exclusivo para su adopción, no siéndolo la liga de futbol profesional. A mayor abundamiento, deben darse aquí por reproducidos los motivos esgrimidos en el fundamento de derecho anterior puesto que la virtualidad de esta hipotética medida cautelar de adoptarse en el seno del concurso serían idénticos a los que produce la ya adoptada por la Real Federación Española de Futbol. Como consecuencia de lo anterior, se considera procedente librar idéntico oficio a la Liga de Futbol Profesional, comunicándole la presente resolución así como la declaración de concurso el 8 de julio de 2011, a los efectos de proceder a dar cumplimiento a lo dispuesto en el art. 8 LC y el resto de la normativa aplicable reseñada en la fundamentación jurídica de esta resolución, siendo diferente en el presente caso la solución al anterior en tanto que a la fecha de declaración de concurso no se había adoptado medida cautelar alguna. Todo ello, sin perjuicio de la hipotética nulidad de la medida de adoptarse, que debería hacerse valer por la vía administrativa que corresponda. SÉPTIMO.- Respecto a la petición de que se libren oficios al Consejo Superior de Deportes, la Liga de Futbol Profesional, la Federación Española de Futbol, la Federación Cántabra de Fútbol, la Asociación de Futbolistas Profesionales y el Comité de Entrenadores comunicando el mantenimiento del derecho del REAL RACING CLUB DE SANTANDER a permanecer el primer división así como a que se abstengan dichos órganos de imponer sanción o medida alguna derivada del impago de los créditos, de nuevo nos movemos al filo entre el régimen concursal y administrativo. En realidad con ello lo que se solicita es que se oficie a dichos órganos para que se abstengan de adoptar ninguna sanción o medida derivada del impago de las obligaciones económicas de la concursada, debiéndose analizar la petición en dichos términos puesto que la incidencia del concurso únicamente puede proyectarse sobre el incumplimiento de obligaciones económicas y sus consiguientes consecuencias sancionadoras y no sobre cualesquiera otros incumplimientos o infracciones, como sería el caso de las relativas al juego limpio, que quedan al margen del procedimiento concursal y sobre las que ninguna incidencia tiene la declaración de concurso. En concreto, respecto a la petición de que se comunique el mantenimiento del derecho a participar en la primera división, lo que se pretende es que no se sancione con la pérdida de categoría y consiguiente descenso en virtud de los art. 104 y 192 del Reglamento General de la Federación Española de Futbol ante incumplimiento de las obligaciones económicas con los futbolistas con fecha límite las 12.00 horas del último día hábil del mes de julio (apartado primero en relación con el apartado 2º a), así como con la no expedición de licencias a los futbolistas de dichos clubes. La segunda petición genérica de abstención de imponer sanción alguna va más allá y abarca, entre otras, las previstas en el apartado 4 en relación con el 1 de dicho precepto. Todas ellas tienen su origen en el incumplimiento de las obligaciones de carácter económico establecidas en el art. 104. Igualmente, se refiere la petición a las sanciones que pueden imponerse como consecuencia del incumplimiento de las obligaciones económicas del art. 60 de los Estatutos de la Liga de Futbol Profesional en relación con el art. 78 del mismo texto. Teniendo en cuenta lo dispuesto más arriba en orden a los efectos de la declaración de concurso y a la imposibilidad de proceder al pago de los créditos concursales, anteriores al 8 de julio de 2011, al margen del presente procedimiento concursal, procede notificar este auto a todos los órganos a que se refiere la administración concursal, en tanto que competentes para la adopción de medidas y sanciones derivadas de la inatención de obligaciones económicas de la concursada o interesados por las medidas adoptadas. Esto por cuanto la imposibilidad legal de atender al cumplimiento de las obligaciones económicas al margen del concurso ha de llevar como consecuencia necesaria la no imposición de sanciones derivadas de dicho incumplimiento por su carácter atípico al venir motivado por una prohibición legal de satisfacer dichos créditos, de manera similar a lo que acontece con los recargos posteriores a la declaración de concurso vinculados con deudas anteriores derivadas de obligaciones tributarias o frente a la Seguridad Social que no pueden ser exigibles por obedecer el impago a una imposibilidad legal. Por ello, siendo los órganos competentes para imponer las correspondientes medidas y sanciones o estando afectados directamente por ellas el Consejo Superior de Deportes, la Liga de Futbol Profesional, la Federación Española de Futbol, la Federación Cántabra de Fútbol, la Asociación de Futbolistas Profesionales y el Comité de Entrenadores, procede notificarles la presente resolución y comunicarles la declaración de concurso del REAL RACING CLUB DE SANTANDER, S.A.D. así la imposibilidad de proceder al pago de los créditos anteriores al 8 de julio de 2011 al margen del procedimiento concursal a los efectos contenidos en el cuerpo del presente auto. Vistos los artículos señalados y demás de pertinente y general aplicación, PARTE DISPOSITIVA ACUERDO: Vista la solicitud formulada por la administración concursal del REAL RACING CLUB DE SANTANDER, S.A.D. y en atención a lo dispuesto en la presente resolución, notificar el presente auto al Consejo Superior de Deportes, la Liga de Futbol Profesional, la Federación Española de Futbol, la Federación Cántabra de Fútbol, la Asociación de Futbolistas Profesionales y el Comité de Entrenadores, comunicarles la declaración de concurso del REAL RACING CLUB DE SANTANDER, S.A.D. y su fecha, haciéndoles saber la competencia exclusiva del juez del concurso para adoptar medida cautelar alguna que afecte al patrimonio de la concursada tras la declaración de concurso, así la imposibilidad de proceder al pago de los créditos anteriores al 8 de julio de 2011 al margen del procedimiento concursal, a los efectos contenidos en el cuerpo del presente auto y al objeto de dar cumplimiento al mismo, librándose los despachos oportunos y notificándose por el medio más rápido de los admitidos en derecho. Firme esta resolución, archívense las actuaciones. Notifíquese esta resolución a las partes haciéndoles saber que la misma no es firme y que contra ella cabe interponer recurso de reposición por escrito en el plazo de cinco días hábiles contados desde el siguiente a la notificación ante este Juzgado, con expresión de la infracción cometida a juicio del recurrente, que no tendrá carácter suspensivo. Así Doy fe. lo acuerdo, mando y firmo.