TRATAMIENTO DE AGUAS SERVIDAS MEDIANTE EMBALSES PROFUNDOS Duarte A*, Mena M*, Fuentes D, Gosthe A, Silva O, Ifarle Ltda, Acevedo S, Curotto V Empresa Metropolitana de Obras Sanitarias, EMOS. IFARLE Ltda. Suarez Mujica 2166 Ñuñoa, Santiago CHILE. RESUMEN Se describe el comportamiento de dos embalses profundos de estabilización que reciben aguas servidas domésticas pretratadas, provenientes de una población de 130.000 habitantes del sector Nor-poniente de Santiago de Chile. Estos embalses tienen volúmenes de 1.2 y 1.0 millones de m3; el mayor de ellos cuenta además con un tabique ordenador de flujos. La descripción del funcionamiento de los embalses en función de parámetros físico -químicos y bacteriológicos abarca el ciclo de llenado - vaciado llevado a cabo desde Mayo de 1994 hasta Febrero de 1995. Se observó que estratificación térmica se produjo entre los meses de Septiembre y Marzo produciendo dos masas de agua de distinta calidad en el interior de ambos embalses. Los resultados obtenidos indicarían que este fenómeno, y todos los fenómenos hidrodinámicos asociados, serían condicionantes de la calidad del efluente de estos embalses. En función de la información obtenida, se plantean dos modelos que describen el comportamiento hidrodinámico del cuerpo de agua; uno de ellos destinado a modelar el patrón de flujo de las aguas dentro del embalse, y el otro enfocado a estudiar los fenómenos de dilución y de reacción de los afluentes a cada unidad. Sobre la base de este estudio se plantea una propuesta de optimización de la capacidad de remoción de los embalses, mediante una modificación de las instalaciones actuales. Palabras clave: tratamiento aguas servidas, embalses de estabilización, decaimiento coliformes fecales INTRODUCCIÓN Entre las tecnologías disponibles para el tratamiento de aguas servidas se encuentran los embalses de estabilización profundos; éstos presentan importantes ventajas como tratamiento complementario y como unidad almacenadora de grandes volúmenes de agua que podrían ser reutilizados en el riego, sin embargo sus requerimientos de superficie se convierten en una de sus principales desventajas. La información respecto del comportamiento de estas unidades describe los distintos fenómenos que se desarrollan en la masa de agua entre los cuales destacan la estratificación térmica, nitrificación, denitrificación, crecimiento y destrucción bacteriana y de algas, generación y utilización de oxígeno, etc., concentrándose la mayoría de los estudios en los aspectos que inciden en la mortandad de coliformes fecales. Estos embalses han sido utilizados por más de una década en Israel (Fattal et al., 1993; Juanico & Shelef, 1994); en la actualidad están siendo utilizados en España y otros países mediterráneos (Llorens et al., 1993), como también se han sugerido como sistema de tratamiento en algunos países de latinoamérica (Libhaber, 1995). No existe en la actualidad una metodología concreta para el dimensionamiento de estas unidades, lo que no permite establecer con certeza el comportamiento de las mismas. Algunos autores han desarrollado modelos multifactores que incluyen intensidad de la luz, temperatura, pH, DBO, profundidad, concentración de algas, turbiedad y número de dispersión (Qin et al., 1991; Curtis, 1992; Liran et al., 1992); todos estos modelos consideran que los patrones de mezcla en el interior del embalse corresponden a condiciones de mezcla completa, lo cual, tal como se demostrará en este trabajo, no es claramente aplicable durante todo el año. Este estudio muestra la experiencia en la operación de dos embalses profundos de la Planta Santiago Poniente de EMOS, durante el ciclo de llenado-vaciado 1994-1995. Se intenta modelar el comportamiento hidrodinámico y proponer soluciones para optimizar su capacidad de tratamiento. Estos embalses fueron diseñados utilizando modelos de mezcla completa y con el criterio de mantener condiciones de oxígeno disuelto mayor que cero a nivel de superficie, mediante un balance positivo de la producción de oxígeno vía fotosíntesis y reaireación, versus el consumo del mismo en las reacciones de degradación de la materia orgánica y la respiración de los microorganismos. ANTECEDENTES GENERALES Los embalses cuentan con una forma irregular que tiene su origen en el aprovechamiento, en gran parte, del terreno natural. Las formas de las unidades se presenta en las Figuras 1 y 2. Los volúmenes máximos de almacenamiento alcanzan a 1.200.000 m3 en el embalse 14 y 1.000.000 m3 en el embalse 24, con un área inundada de 17 y 16 Hás., respectivamente Las profundidades máximas en ambas unidades fluctúan entre 11 m y 12 m. En ambos embalses se instaló un tabique flotante con el objeto de imponer cierta trayectoria al flujo y evitar así los "cortocircuitos hidráulicos"; cabe destacar que este tabique se mantuvo operativo sólo en el embalse 14, ya que en el embalse 24 éste se levantó permitiendo que el agua fluyera libremente. En la Figura 3 se muestran los niveles de agua observados durante el ciclo de operación considerado para este estudio; el llenado se realizó entre Mayo y Septiembre de 1994, en tanto el vaciado se produjo entre Octubre de 1994 y Abril de 1995. Durante el ciclo estudiado el embalse 14 recibió los efluentes de la serie lagunas aireadas-lagunas anaerobias del Módulo 1; el embalse 24 recibió en forma alternada los efluentes provenientes de las lagunas anaerobias y de la serie lagunas anaerobias-lagunas aireadas del Módulo 2. RESULTADOS Para realizar un completo análisis del comportamiento de los embalses de la Planta Santiago Poniente se han seleccionado cuatro de los parámetros medidos a lo largo del ciclo: temperatura, oxígeno disuelto, DBO5 (filtrada) y coliformes fecales, los cuales son representativos de la calidad físico-química y bacteriológica del cuerpo de agua. Temperatura La temperatura fue medida normalmente en forma semanal, entre las 12:00 hrs. y las 14:00 hrs. del día, en el horario en que se registran paralelamente las temperaturas ambiente más altas. En las Figuras 4 y 5 se muestran los perfiles de temperatura medidos en ambos embalses, para tres épocas del año: invierno, primavera y verano. En estas figuras se puede observar que durante el invierno no existe variación significativa de la temperatura en relación a la profundidad; en la primavera, sin embargo, comienza a aumentar la temperatura en las primeras capas produciendo un cierto gradiente térmico hacia el fondo de los embalses. En el verano, las curvas de temperatura muestran claramente el fenómeno de estratificación térmica, estableciéndose estratos con gradientes térmicos diferentes. Así podemos ver una primera capa superficial de gradiente moderado, luego un estrato con un gradiente térmico más fuerte y finalmente una zona con una baja variación de temperatura. Estas zonas son muy características de estos cuerpos de agua y se conocen como Epilimnio, Termoclina e Hipolimnio, respectivamente. Cabe destacar que la estratificación térmica se desarrolla a partir de la primavera y se prolonga hasta fines del verano, período que coincide con la época de entrega de agua para riego. Oxígeno Disuelto En las Figuras 6 y 7 se puede apreciar que el oxígeno disuelto experimentó grandes variaciones durante el ciclo de llenado - vaciado en ambos embalses. En el embalse 14 el oxígeno disuelto alcanzaba hasta 2 m. de profundidad, sin embargo al ir entrando al período de invierno, éste se va reduciendo tanto en las concentraciones como en el alcance en profundidad, siendo prácticamente nulo entre Julio y Octubre. En el embalse 24, la concentración de oxígeno disuelto al comienzo del llenado era menor a 1 mg/l y no traspasaba lo 0.5 m. de profundidad; desde esa fecha y hasta mediados de Octubre sólo fue posible medir trazas de oxígeno disuelto a nivel superficial. Posteriormente comenzó una oxigenación intensa del embalse que permitió en Noviembre alcanzar valores sobre la saturación en superficie y traspasar hasta estratos ubicados a 5 m. de profundidad. DBO5 (filtrada) Este parámetro, fue medido en distintos puntos de cada unidad. Para ello se eligieron la entrada, el cuerpo de agua, y la salida del embalse. En el cuerpo de agua se midió tanto en superficie como en el fondo, en dos puntos del embalse: el tramo I cercano a la entrada y el tramo II cercano a la salida. En el Cuadro 1 se presenta un resumen de los promedios mensuales de DBO filtrada en los distintos puntos, junto con el respectivo valor de la desviación estándar. Cabe destacar que este parámetro se analizó semanalmente, es decir, los promedios están basados en 4 valores al mes. Notar que no existen diferencias significativas entre los valores medidos en los tramos I y II en ambos embalses, es decir, el tabique existente en el embalse 14 no produjo ningún efecto en la concentración de la DBO en la masa de agua, en el sentido logitudinal, motivo por el cual sólo se muestreó el tramo II a partir de Octubre. En las Figuras 8 y 9 se han graficado las variaciones de la DBO filtrada a lo largo del período para cada embalse y cada punto de control. En estas figuras se pueden apreciar las respuestas de los dos cuerpos de agua ante cargas orgánicas distintas y notar las diferencias de concentración que se manifiestan a nivel superficial y en el fondo, especialmente a partir de la primavera. Para el caso del embalse 14 se observa que en el mes de Septiembre comienza una diferenciación muy marcada de ambos valores que alcanza a fines del período valores de 90 mg/l en el fondo y sólo 10 mg/l a nivel de superficie. En el Embalse 24 este fenómeno no es tan marcado aunque es posible notar a partir de Septiembre una diferencia en la DBOf en ambos estratos del embalse. De este modo, es claro que el tabique ordenador de flujos no produjo efecto en la concentración de DBO en el embalse una vez que se alcanzan condiciones relativamente homogéneas en la masa de agua, y por lo tanto no es posible hablar de diferencias en sentido longitudinal; éstas se desarrollan en profundidad y están condicionadas por los gradientes de temperatura en el cuerpo de agua. Coliformes Fecales Al igual que los otros parámetros, los coliformes fecales fueron medidos en los distintos puntos del embalse, es decir, en la entrada, cuerpo de agua y en la salida. En el Cuadro 2 se presentan promedios geométricos mensuales para los distintos puntos medidos. En la Figura 10 y 11 se muestran las variaciones que experimentó este parámetro a lo largo del ciclo en ambos embalses; la concentración afluente de coliformes fecales fluctuó entre los 106 y los 107 NMP/100 ml. Cabe destacar que, al igual que con la DBO filtrada, tampoco se observaron diferencias mayores en las concentraciones de coliformes fecales en los tramos I y II de cada embalse. En relación a la concentración de coliformes fecales en el embalse, se observó una cierta disminución de los valores hacia el verano y una diferenciación de los valores medidos en superficie y en el fondo, especialmente a partir de Septiembre. En el caso del Embalse 14 el valor medido en el fondo fue más bajo que el medido en superficie durante todo el ciclo, sin embargo, a partir de Septiembre esta diferencia se acrecienta al menos a 1 órden de magnitud. En el Embalse 24 la diferencia de concentraciones en superficie y en el fondo está bien definida y sólo se manifiesta a partir de Septiembre, alcanzando en algunas épocas más de un órden de magnitud. Se destaca el período de Mayo hasta Agosto en el cual las concentraciones son iguales en toda la masa de agua. En ambos embalses se realizaron pruebas de tipo batch para determinar la constante de decaimiento bacteriano, obteniéndose los resultados que se resumen en el Cuadro 3. Se observa que los mayores valores se producen, como era de esperar en la superficie del embalse con una constante Kb = 0.5 d-1, la reducción de coliformes ocurre incluso en los niveles más profundos, en condiciones anaerobias, con Kb aproximada de 0.15 d-1; la constante global de decaimiento resulta cercana a 0.35 d-1 medida a 20oC, con un coeficiente de temperatura θ = 1.074. ANÁLISIS HIDRODINÁMICO Como se puede observar en el comportamiento de los parámetros mostrados anteriormente, en los embalses profundos se desarrollan diversos fenómenos que condicionan la mezcla del agua y por lo tanto las características del efluente. Estos fenómenos, que denominaremos hidrodinámicos, tiene su origen en las características geométricas de las unidades y en parámetros ambientales como el viento y la temperatura. De estos tres factores, se ha comprobado que el que tiene mayor relevancia en el comportamiento de un embalse es la temperatura. La temperatura define los patrones de flujo dentro de los embalses, así vemos que en épocas de bajas temperaturas no existe gran gradiente térmico y se desarrolla mezcla completa en las unidades; en períodos calurosos, el fluido que entra a un embalse sigue una trayectoria de acuerdo a fenómenos como las corrientes de densidad. El mecanismo mediante el cual los gradientes térmicos definen los patrones de flujo está gobernado por la fuerza de gravedad, la cual actúa sobre la masa de los distintos estratos del embalse. En este sentido la estratificación térmica juega un papel relevante, pues es este fenómeno el cual, mediante la modificación de la densidad del agua, produce diferencias de peso de las distintas capas de agua y las ubica dentro de la columna líquida. De esta forma, las capas de mayor temperatura tendrán menos densidad, es decir, menor peso y se ubicarán cerca de la superficie y los estratos más fríos tienen mayor peso y se ubicarán en el fondo. Por lo tanto, vemos que cualquier evaluación de la cinética de las reacciones dentro de un embalse o simplemente del comportamiento físico de estas unidades, debe incorporar las variables hidrodinámicas y no asumir a priori patrones de mezcla que definitivamente no se producen o se producen durante cortos períodos. Con el objeto de entender con mayor detalle estos fenómenos derivados de los cambios de temperatura, se presenta una modelación que describe cualitativa y cuantitativamente el patrón de flujo del fluido que entra a un embalse profundo y los fenómenos de dilución y sus reacciones. El fluido que llega al embalse posee ciertas características como su temperatura (o densidad) y su velocidad, lo que define el flujo que se desarrollará una vez que éste se integre al volumen de agua de la unidad. Inmediatamente después de ingresar al embalse el régimen está gobernado por las fuerzas inerciales del flujo que llega, luego se hacen más importantes las fuerzas boyantes que le impone el fluido ambiente y finalmente, una vez que el peso del fluido se ha igualado a esta fuerza boyante, el fluido se desplaza horizontalmente impulsado solamente por su momento de inercia. Para modelar las condiciones observadas en la Planta Santiago Poniente se utilizaron dos modelos típicos: Modelo de Pluma Vertical y Modelo Jet Boyante. El primero de estos modelo analiza el ascenso del fluido en un embalse estratificado, incluyendo el fenómeno de mezcla con el fluido ambiente, basado en las ecuaciones de Navier-stokes en coordenadas cilíndricas para flujo permanente de un fluido incomprensible con aproximaciones de capa límite, desarrollado por Marcelo García (1994). El modelo conocido como Jet-Boyante describe el comportamiento de un fluido descargado en un embalse estratificado. Este modelo es similar al anterior y se apoya en las ecuaciones de continuidad, conservación de la cantidad de movimiento y en las fuerzas boyantes que impone el fluido ambiente; fue desarrollado por R.E. Featherstone (1984). De acuerdo a los resultados de la aplicación del modelo jet boyante a los datos obtenidos en la planta Santiago Poniente, y a la información derivada de los perfiles de temperatura y oxígeno disuelto en los embalses, se ha determinado el volumen efectivo en cada época del año, éstos resultados se resumen en el Cuadro 4. Por lo tanto, es fácil ver que los volúmenes involucrados permiten tiempos medios de permanencia entre 9 y 137 días en el embalse 14, y entre 11 y 152 días en el embalse 24. Los tiempos medios de permanencia (especialmente entre Octubre y Diciembre), de acuerdo a los antecedentes de literatura, serían adecuados para una reducción efectiva de los coliformes fecales y se debería esperar un efluente de calidad adecuada para el riego (CF< 103 NMP/100 ml). No obstante, en las Figuras 12 y 13, en que se grafica la concentración de coliformes fecales en cada embalse en función del tiempo, se observa que el cumplimiento de la norma ocurre sólo en algunos estratos y durante ciertos períodos. En el Cuadro 5 se entregan los valores calculados para la concentración de coliformes fecales en los embalses asumiendo flujo pistón con dispersión y mezcla completa en el volumen de agua activo en los embalses. Se puede observar que los valores que se obtienen para la constante de decaimiento bacteriano (Kb) son bajos comparados con valores determinados en otras ciudades de Chile y en otros países, pero consistentes con los valores obtenidos en la prueba batch (excepto los determinados en el embalse 24 en condiciones de mezcla completa); ésto podría indicar que las interrelaciones que se desarrollan en la masa de agua en los embalses profundos no favorecen el rápido decaimiento de los coliformes fecales. Este hecho les restaría utilidad como unidades para reducción de microorganismos patógenos, excepto para el caso en que se requiera remover parásitos y helmintos, los cuales no son detectados en el efluente. La única forma efectiva de obtener reducción de coliformes fecales a los niveles deseados en el efluente de los embalses sería mediante la operación de éstos en condiciones batch. En efecto, las pruebas realizadas indican que la ausencia de afluente a los embalses durante períodos de 15 - 20 días permite la reducción de por lo menos 3 órdenes de magnitud en la concentración de coliformes fecales y por lo tanto sí podrían cumplir su objetivo de producir un efluente apto para el reuso en riego, además de proveer el pulimiento de aguas servidas pretratadas. DISCUSION Y CONCLUSIONES Los resultados obtenidos en la Planta de Tratamiento Santiago Poniente permiten apreciar algunas situaciones que ocurren en el tratamiento de las aguas servidas mediante embalses de estabilización; éstos pueden comportarse como lagunas facultativas en algunos aspectos, pero es claro que el comportamiento difiere según las condiciones de mezcla en la unidad. Durante los períodos de Primavera y Verano, incluso parte del otoño no es posible suponer mezcla completa ni condiciones de flujo pistón disperso en los embalses. La temperatura es el factor que en gran parte condiciona el régimen de mezcla dentro del embalse: durante el Invierno y en situación de llenado las condiciones son similares a mezcla completa; durante la Primavera - Verano - Otoño cuando existe efluente, la mezcla es parcial y se desarrollan dos masas de agua de distinta calidad, además de cortocircuitos superficiales que provocan la salida de efluentes conteniendo un porcentaje de las aguas que recién han ingresado a la unidad. La concentración de Coliformes Fecales en el efluente está condicionada por la concentración afluente al embalse, por los fenómenos de estratificación térmica y por la capacidad de remoción de la unidad. En este aspecto, la utilización de constantes de decaimiento bacteriano determinadas directamente en estudios batch entregan resultados optimistas respecto de las concentraciones posibles de obtener en el efluente debido a las corrientes de densidad y cortocircuitos hidráulicos que generalmente no son considerados durante el diseño. Por lo tanto, la evaluación simplista de eficiencia en términos de afluente y efluente en unidades de gran tamaño como las estudiadas puede conducir a errores si no se le da la importancia correspondiente a los factores que determinan los patrones de flujo en la masa de agua. Los tabiques flotantes tales como el instalado en el embalse 14 no evitan los cortocircuitos superficiales en épocas cálidas ni tampoco permiten la formación de dos reactores en serie debido a que poseen ventana abierta en toda la sección, desde superficie hasta el fondo. Este hecho explica la similitud de las concentraciones de los parámetros medidos en la masa de agua. Un efecto similar fue descrito por Pedahzur et al. (1993) en que la remoción bacteriológica no aumentó en eficiencia aun cuando hasta 4 tabiques separadores fueron instalados. En relación a la remoción de materia orgánica, los embalses mostraron ser altamente eficientes y concentraciones en torno a 10 mg/l de DBO filtrada fueron usualmente medidas. Propuesta de Optimización En vista de los antecedentes físicos, químicos y bacteriológicos se podría concluir a priori que el efecto del aumento de la temperatura no es cien por ciento compatible con el objetivo de entregar agua adecuada para riego. Por una parte la calidad química de los efluentes embalsados se ve favorecida por el fenómeno de estratificación térmica pues ésta confina en el fondo los valores más altos (peor calidad) y en superficie los valores mas bajos (mejor calidad), por lo tanto si captamos el agua de los estratos superiores tendremos un efluente de excelente calidad físico-química, sin embargo, si pensamos en la calidad bacteriológica el efecto es inverso. Debido al efecto boyante del embalse, los efluentes que llegan a él ascienden a las capas superiores y no se mezclan con el resto del volumen alcanzando rápidamente la salida debido a pronunciados "cortocircuitos superficiales" y por tal motivo, la concentración de coliformes fecales es alta en el efluente. Este fenómeno, que está condicionado por un agente ambiental externo, no es posible de ser modificado naturalmente, pero sí podemos usarlo a nuestro favor si hacemos algunas modificaciones de la operación y del diseño, específicamente de los tabiques flotantes. Por ejemplo si cerramos la abertura actual de los tabiques y creamos ventanas de comunicación a nivel profundo, o simplemente cerramos completamente estas cortinas y comunicamos un tramo con el otro con una tubería a nivel constante en el fondo, podremos conseguir crear dos embalses en serie. El primero soportaría toda la carga orgánica, con altos valores de DBO y con valores altos de coliformes fecales en superficie y bajos en el fondo, y el segundo con un afluente de baja temperatura, carga orgánica más diluida y baja concentración de coliformes fecales que, ayudado por la estratificación térmica impedirá que asciendan rápidamente hacia los estratos superiores. De esta forma al captar desde la superficie del segundo tramo se obtendría un efluente de mejor calidad tanto físico-química como bacteriológica, con posibilidades de alcanzar los estándares para riego. Agradecimientos Este trabajo ha sido preparado utilizando parte de la información recabada durante la Asesoría de Puesta en Marcha e Investigación realizada por el Consorcio TAHAL-IFARLE para EMOS. La preparación de éste no hubiera sido posible sin el esfuerzo y dedicación del personal de la Planta de Tratamiento de Aguas Servidas Santiago Poniente. Referencias T. Curtis; D. Mara; S. Silva (1992) "The efect of sunlight on fecal coliforms in ponds: Implications for research and design". Wat. Sci. Tech., Vol. 26, No 7-8, pp 1729-1738. B. Fattal; G. Puyesky; G. Eitan; I. Dor (1993) "Removal of indicator microorganisms in wastewater reservoirs in relation to physico-chemical variables". Wat. Sci. Tech. Vol. 27, No 7-8, pp 321-329. R. E. 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