22 cermi.es REPORTAJE JULIO/AGOSTO DE 2004 Pensiones de miseria Más de 200.000 personas viven,o más exactamente, malviven en España con los 276 euros mensuales de la pensión no contributiva por invalidez. Los agentes sociales, el sector de las personas con discapacidad y el Gobierno coinciden en que urge una solución Juan Emilio Maíllo ivir con 276,30 euros al mes, con apenas 46.000 de las ya antiguas pesetas. Eso es lo que tienen para subsistir mensualmente cerca de medio millón de personas que perciben una pensión no contributiva. Esa cantidad es cinco veces inferior al salario medio que recibe un trabajador español, que ronda los 1.500 euros al mes, y también se encuentra lejos de la pensión media de jubilación del Sistema de la Seguridad Social, que es de 646,67 euros, y de la prestación pública por incapacidad permanente, que asciende a 662,61 euros. La realidad es que la mayor parte de los perceptores de pensiones no contributivas no pueden hacer frente al coste de la vida mes tras mes con dicha cantidad, y se ven obligados a complementar su renta con otros ingresos o a vivir en el umbral de la pobreza. Las pensiones no contributivas surgieron en 1991, cuando al Gobierno socialista a la sazón,en las negociaciones con los sindicatos posteriores a la huelga ge- V Ilustración: Juan Múgica neral del 14 de diciembre de 1988, se le ocurrió una fórmula para dar cobertura social a aquellas personas que no habían cotizado lo suficiente a la Seguridad Social. Se implantaron entonces dos tipos de pensiones: las no contributivas de invalidez y las de jubilación. REQUISITOS Para acceder a ellas los requisitos son variados. En el primero de los casos, las pensiones de invalidez, se requiere tener entre 18 y 64 años, estar afectado por una discapacidad o por una enfermedad crónica en grado igual o superior al 65 por ciento y carecer de rentas o ingresos suficientes. Se considera que no hay rentas suficientes cuando los ingresos no superan al año el importe anual de la pensión, que en 2004 es de 3.868,2 euros (la mensualidad de la prestación por 14 pagas). En el caso de las pensiones de jubilación, el requisito básico, junto al de los ingresos, es el de haber cumplido los 65 años. De esta pensión se benefician, por ejemplo, aquellos trabajadores que nunca han cotizado a la Seguridad Social o quienes no alcanzan los quince años que se exigen como mínimo para percibir una pensión contributiva. Según los últimos datos oficiales disponibles, correspondientes al pasado mes de febrero, en España hay un total de 489.330 perceptores de pensiones no contributivas, de los que 207.141 reciben una prestación de invalidez y los 282.189 restantes de jubilación. Todos los agentes sociales y formaciones políticas son conscientes de la escasa cuantía que suponen las pensiones no contributivas, que en los últimos años se han revalorizado un 40 por ciento, pasando de los 197,85 euros de 1994 a los 276,30 euros del actual ejercicio. Algunos gobiernos autonómicos han elegido la vía rápida de dar una paga adicional a En España hay un total de 489.330 perceptores de pensiones no contributivas, de los cuales 207.141 reciben una prestación de invalidez y 282.189,de jubilación 23 cermi.es JULIO/AGOSTO DE 2004 REQUISITOS LEGALES PARA EL COBRO DE LA PENSIÓN NO CONTRIBUTIVA Invalidez: ● Ser mayor de 18 y menor de 65 años de edad. ● Residir legalmente en territorio español. ● Estar afectado por una discapacidad o por una enfermedad crónica en un grado igual o superior al 65 por ciento. ● Carecer de rentas o ingresos suficientes. Jubilación: ● Haber cumplido los 65 años de edad. ● Residir legalmente en territorio español. ● Carecer de rentas o ingresos suficientes. El Gobierno de Zapatero ha dado vía libre a las comunidades autónomas de complementar las pensiones no contributivas con cargo a sus recursos los perceptores de pensiones no contributivas de su región. Éste es el caso de Andalucía y Cataluña, donde hay 110.382 y 62.636 pensionistas no contributivos, respectivamente. Dichos pagos fueron recurridos al Tribunal Constitucional por el anterior Gobierno central, del Partido Popular, por considerar que se rompía la caja única de la Seguridad Social y se abría la puerta a que hubiese pensionistas de primera y de segunda. Sin embargo, el Constitucional amparó la decisión tomada en 1999 por el Gobierno andaluz, al entender que estos pagos se encuentran dentro de las políticas asistenciales que son competencia directa de las comunidades autónomas. LOS COMPLEMENTOS Ahora, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero tiene el compromiso de dar vía libre a que las comunidades autónomas, con cargo a sus recursos, den complementos a sus pensionistas no contributivos. Desde la Unión General de Trabajadores (UGT), Jesús Pérez, secretario ejecutivo confederal, reclama, además, una ley de servicios sociales a nivel estatal que fije un mínimo de protección en todo el territorio nacional para que haya equidad y no existan discriminaciones en función del lugar de residencia. Desde el ámbito social también se admite la escasa cuantía de estas pensiones y la dificultad para elevarlas. “Nos gustaría que fuesen más altas, pero corremos el riesgo de que se acerquen a la mínima del sistema contributivo”,corroboran Héctor Maravall, adjunto a la Secretaría de Política Institucional de Comisiones Obreras, y Jesús Pérez, de UGT. Existe el riesgo de que si un trabajador ve que puede cobrar casi la misma pensión si no contribuye al sistema que si aporta cada mes una parte de su sueldo, se opte por la vía fácil de no pagar cuotas a la Seguridad Social. En opinión de Maravall, para poder incrementar las pensiones no contributivas habría que proceder, previamente, a elevar las más bajas de la Seguridad Social, con el fin de evitar el citado riesgo. Jesús Pérez abunda en la misma cuestión y reclama que las pensiones mínimas del sistema suban de los 411 euros actuales hasta los 450 euros, lo que dejaría margen para dar un empujón a las no contributivas con incrementos por encima de la inflación. En el tema de la invalidez, las pensiones no contributivas nacieron para dar cobertura a supuestos no contemplados en la LISMI. Sin embargo, y debido a “una interpretación flexible del concepto de invalidez”, en opinión de Héctor Maravall, la realidad es que el grueso de perceptores de esta prestación son personas de entre 45 y 65 años. “Sigue siendo un elemento de protección social –recuerda el dirigente de CC OO–, pero se ha perdido una parte de su fundamentación”. Maravall aboga por buscar un mejor sistema de protección para las mujeres que el que representan las pensiones no contributivas de invalidez y AÑO CUANTÍA MENSUAL (en euros) 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 replantearse la política de atención a los discapacitados. En este punto, propone que se tengan en cuenta los ingresos exclusivamente de la persona con discapacidad, y no de su unidad familiar, con el fin de que la pensión sea una ayuda a la persona y se fomente la autonomía de la persona con discapacidad. La solución no parece fácil y, salvo que se quiera ir a un replanteamiento general de la protección social de determinados grupos sociales, habrá que seguir comprobando como, mes tras mes, hay quien tiene que hacer la compra diaria, pagar el agua, la luz y el gas, y rascar algún céntimo para un capricho con apenas 276,30 euros al mes. www.cermi. es 197.85 206.56 213.84 219.43 224.05 228.11 241.93 251.88 258.68 268.77 276.30 Las subidas dependen de las comunidades autónomas l Gobierno ha decidido permitir a las comunidades autónomas introducir complementos a las pensiones no contributivas y aboga porque éstas se hagan en pagos en especie como pueden ser las ayudas para el transporte o similares. Así lo ha anunciado en el Congreso de los Diputados el secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado –en la foto– ante la Comisión no Permanente del Pacto de Toledo, en respuesta a las demandas del portavoz de CiU en dicha Comisión, Carles Campuzano. Campuzano recuerda que el Tribunal Constitucional amparó el complemento a las pensiones no conributivas adoptado por Andalucía en 1999 y que fue imitado más tarde por Cataluña. E